Lenguaje transparente: Relaciones interpersonales en la empresa (página 2)
Enviado por MANUEL LÓPEZ JEREZ
Graduados sociales
Los Graduados Sociales (Diplomados en Relaciones Laborales), en el libre ejercicio de su profesión, desarrollan como técnicos sociales y laborales, además de las funciones jurídicas en el orden laboral y social, una gran labor en el ámbito de los recursos humanos y la dirección de personal, funciones tales como organización del trabajo, asesoramiento en la admisión, clasificación, acoplamiento, instrucción y retribución del personal, regímenes de trabajo, y en general sobre la aplicación de la legislación social y laboral, actividades cuyo fin es fortalecer las relaciones de convivencia de cuantos participan en la empresa y mejorar los métodos de trabajo, mejorando el rendimiento corporativo y las condiciones de vida de los trabajadores.
Los Graduados Sociales, como expertos en relaciones laborales, es decir, de las relaciones humanas en la empresa, colocan el trabajo en el centro de sus estudios, actividad y consideración.
La misión a cumplir por el Graduado Social está clara no solo ante la empresa, ante el trabajador, sino en el servicio de la Justicia Social: procurar la fusión de intereses de los empresarios y de los trabajadores.
Por pocos que sean los miembros que componen una empresa, por sencillas que parezcan sus actividades, siempre hay problemas que van desde los humanos hasta los jurídicos laborales y administrativos, donde el Graduado Social actúa como asesor y consejero.
Para el Graduado Social, el problema social no es solamente económico y jurídico laboral; abarca al hombre y su desarrollo personal y profesional. Así, preocupado y empeñado en mejorar el mundo sociolaboral, realiza estudios sociolaborales; elabora informes técnicos para determinar niveles de empleo, conflictividad individual y colectiva; estudia y aplica técnicas de la organización científica del trabajo.
En la labor diaria del Graduado Social, en la colaboración de una eficaz política social de empresa, dedica una especial atención a ensanchar la esfera de participación de todos los estamentos de la empresa, porque le es necesaria para unas eficaces relaciones de convivencia: interviniendo en temas de orientación y formación profesional, cultura, relaciones humanas derivadas de la convivencia en la empresa.
Como fomentador de una política social de empresa, debe dar respuestas adecuadas a los problemas sociales y laborales que se le plantean por la dirección de la empresa y por los trabajadores.
Los Graduados Sociales forman parte desde hace muchos años de la Dirección de Recursos Humanos, de los Departamentos de Personal y de las Direcciones Sociales de muchas empresas, bien al frente de los mismos o como asesores externos.
La función del Graduado Social en la empresa ha venido a llenar un vacío importante en la vida social de la misma, al ocuparse de mantener unas relaciones de convivencia adecuadas entre los dos estamentos que la integran: capital y trabajo.
Su conocimiento del lenguaje del empresario y del trabajador, facilita en todo momento el entendimiento entre las partes, ya que, en muchas ocasiones, las discrepancias son de matiz más que de fondo. Su formación social le permite dialogar y aconsejar de forma inteligente.
(Ideal 09.10.2005).
(Revista Colegio de Graduados Sociales de Almería 01.2006).
Abrir ventanas
Abrir ventanas
Conversaba con el director de recursos humanos de una organización, sobre la mejora del rendimiento organizacional, de cómo generar una cultura de empresa cuyo norte fuese la excelencia empresarial.
Con cuanta facilidad y creo que "inconscientemente", cerraba puertas y ventanas, a lo largo de la conversación. A cada propuesta de mejora, respondía con un "pero".
Me gusta abrir ventanas, que entre la luz en los despachos. ¡No hay nada más saludable para la buena gestión de las empresas! Se jactaba de viajar mucho, de mirar por las ventanas de los aviones, de conocer otros países. Admiraba los sistemas innovadores de gestión empresarial de países como: Alemania, Holanda, Japón, etc. Me comentaba, muy orgulloso de sus experiencias viajeras, que en estos países la creatividad empresarial es un concepto asumido.
Las ventanas de los aviones, desde mi humilde punto de vista, nos hace perder la perspectiva de nuestra realidad. A cada pensamiento conformista, abramos una ventana a la iniciativa propia, a la responsabilidad personal y profesional que todos debemos ejercer.
¡Abramos ventanas a la innovación organizacional, a la utilización de todo tipo de herramientas que nos ayuden a mejorar nuestra eficacia profesional.
¿Cómo puede ser, que con tanta luz, con tanta claridad, en esta provincia de Almería, se cierren tantas ventanas y puertas a aquellos que creemos y apostamos por la innovación en la organización del trabajo, para ser más competitivos y eficientes en los mercados internacionales? Es lamentable que profesionales jóvenes, que viajan y hablan varios idiomas, tengan una actitud apática y de precaución ante cualquier posibilidad de cambio estratégico, aunque sea para mejor. Se conforman con ser buenos profesionales y no les interesa ser excelentes. Ralentizan su evolución profesional, cerrando muchas ventanas, perjudicando enormemente la generación de ventaja competitiva.
-Ahora, no es el momento- me decía este director de recursos humanos. Y yo le insistía, que ahora es cuando hay que utilizar todas las herramientas, que se ha demostrado funcionan en empresas excelentes. A cada ventana que me cerraba yo abría otra con mejores vistas, para intentar transformar su actitud miedosa.
¡Cuánto nos gusta abrir una ventana para deleitarnos y ver innovaciones tecnológicas! Y qué pronto la cerramos ante cualquier innovación de las ciencias del trabajo. La sociedad del conocimiento requiere de mentes abiertas que sepan valorar y se atrevan a poner en marcha mecanismos para la optimización de la gestión de personas en la empresa.
(Ideal 08.05.2005).
Ahora
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, dice el refrán. Y yo lo suscribo. ahora es el mejor momento para actuar, para planificar, para gestionar, para afrontar todo tipo de problemas que se nos presentan en todos los ámbitos.
Sin embargo, observamos que dejamos para mañana, para otra ocasión, cuestiones que no siendo urgentes, sí son importantes. Demoramos en el tiempo, decisiones que llegado el momento, son difíciles de resolver.
Ahora bien, es muy importante reconocer que tenemos un problema, que hay que resolver hoy; puede ser leve, moderado o grave, pero hay que afrontarlo AHORA.
Normalmente no le prestamos atención, ni le damos importancia a los conflictos leves. Pensamos que se resolverán con el paso del tiempo, que se irán diluyendo en el olvido. El tiempo lo cura todo, (nos decimos). Lo cierto es que con el paso del tiempo empeoran muchas cuestiones, que en su momento no se les prestó la atención necesaria. La prevención, gestión y solución de conflictos, en todos los ámbitos, es muy rentable. Más rentable cuanto antes se acepte la realidad del conflicto y se aborde con el interés y el entusiasmo que requiere. ¿Quién no ha tenido la experiencia de ver como crece un conflicto interpersonal? En el ámbito laboral surgen muchas discrepancias, recelos, roces; unos verbales, en el contexto de una conversación entre compañeros de trabajo; otros corporales, en la comunicación no verbal.
El hecho de trabajar en una gran empresa, de ostentar un cargo directivo, de vivir un buen momento económico en la actividad que desarrollamos, no significa que siempre va a ser así. Aquellos pequeños detalles, con los compañeros, con los jefes, con los clientes, que no afrontamos, tarde o temprano, saldrán y nos costará mucho adaptarnos a esa nueva realidad. Las creencias nos limitan y nos acomodan en las circunstancias actuales. Todo está bien y así seguirá, (Pensamos). Anticipémonos cambiando nuestra mentalidad, de la pasividad hacia la proactividad, y afrontemos las adversidades diarias y cotidianas.
No tenemos derecho a quejarnos de aquellos problemas que, todos sabemos, por mucho que queramos disimularlo, surgieron hace meses, años, y no quisimos resolver.
La vida, queramos o no queramos, es un continuo resolver y afrontar situaciones; unas leves (fáciles) y otras graves (difíciles) de solucionar. Actuemos AHORA, previniendo el empeoramiento y aumento del conflicto, para así evitar un posible enquistamiento del mismo.
(La Voz de Almería, 24.09.2005).
El papelico
Tengan mucho cuidado con los dichosos papelicos, de todos los tamaños, y colores. Documentos públicos, contratos privados, nóminas, finiquitos, impresos oficiales de tantos organismos públicos. Al fin y al cabo, papelicos que nos pueden acarrear problemas y darnos un susto. Es tanta la importancia que se les da, que han dado lugar a la llamada cultura burocrática, la del papel que va y viene, la del documento que lentamente viaja por distintas administraciones, de organizaciones públicas y privadas.
Recuerdo en los años de gestión empresarial, como muchos empresarios, al hablar sobre cualquier cuestión de asesoramiento empresarial, mencionaban al "papelico". Para ellos el papelico resolvería cualquier problema de la gestión de su empresa. Teniendo toda la documentación, uno cumple con las obligaciones de todo tipo: fiscales, laborales, de prevención de riesgos laborales, financieras, etc.
Con el transcurso de los años, he ido observando, la evolución y desarrollo de la cultura burocrática; y es que igual que la gestión y reciclado de residuos, es un gran negocio para algunos, el gran entramado del papelico genera grandes beneficios para algunos burócratas.
Ahora entiendo, a los empresarios, que sabiendo mucho de su actividad profesional, pero careciendo de la suficiente formación en gestión empresarial, se acercan a su asesor para que les gestione eficazmente su empresa. Insisten en el papelico porque creen que es la esencia de la gestión empresarial; sintiéndose tranquilos en manos de profesionales (internos y externos en las empresas), que garantizan la consolidación y evolución de sus organizaciones.
Son tantos los ejemplos, de grandes problemas, en empresas de toda índole y de todos los sectores empresariales, que no me voy a detener en ello; ahora bien yo me pregunto ¿Ha contribuido, tener todos los documentos en regla, en la generación de una cultura de excelencia empresarial, en la generación de empresas competitivas? El asesoramiento del papelico, lo relaciono con la gestión empresarial de principios del XX. Ahora, iniciados los primeros años del siglo XXI, es necesario dar y facilitar a los empresarios un asesoramiento de calidad, íntegro y que profundice en los matices sutiles del entramado organizacional. Como bien me dice mi buen amigo, Javier San Martín (Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España), el asesoramiento estratégico, es el que necesitan todas las empresas de este país.
La estrategia, en la gestión de los Recursos Humanos, es muy necesaria, en esta época en la que lo único seguro es el cambio y la globalización de las diversidades humanas. La competitividad, nos obliga a todos, a ir generando una cultura de estrategia gerencial y de excelencia organizacional.
(Ideal 06.11.2005).
Cazar mariposas
Cazar mariposas
Cuando llego a una empresa, lo que más me interesa son las mariposas; créanme, mariposas de todos los colores y tamaños. En ocasiones no se perciben con facilidad ya que suelen esconderse tras el velo sutil de la hipocresía, del silencio, de la incompetencia, de la apatía, de la prepotencia y sobre todo tras la ignorancia.
Ustedes se preguntarán ¿Qué método utilizará para verlas y cogerlas? Mi método recibe muchos nombres: acercamiento sincero, conversación transparente, entrevistas sin límites, escucha empática, comportamiento coherente, relación auténtica. Les aseguro que aparecen mariposas por doquier, revolotean todos los departamentos de la empresa: dirección, finanzas, marketing, producción.
¡Qué bonitas son! ¡Y como me ayudan a descubrir la realidad emocional de la organización: el estilo de liderazgo, la cultura empresarial subyacente, los problemas emergentes! No estamos acostumbrados a la caza de mariposas; sí a la de perdices, conejos, jabalíes, etc.
Sabemos lo aburrido que es cazar solos, n o podemos compartir la emoción ni el entusiasmo que nos causa la pieza obtenida, no podemos sentirnos importantes en nuestra labor profesional, no podemos desahogarnos de tantas tensiones y frustraciones. Conozco algunos cazadores de mariposas que de tanto cazar en solitario han perdido las aptitudes necesarias para percibirlas.
No es fácil cazar mariposas, y sobre todo en solitario; en las empresas hay muchas personas que cuando se les propone participar en la captura de mariposas, se ofrecen voluntariamente con mucho entusiasmo. Iniciamos una conversación sincera y desde el principio nos marcamos un objetivo "cazar mariposas", que tan rentables y beneficiosas son para la empresa. También hay quien ofrece resistencia debido a la cultura de precaución imperante en su empresa, el miedo al cambio, aunque sea para mejorar, obstaculiza la caza de mariposas.
Transcurridos unos días desde que inicio la captura los resultados son sorprendentes, cazamos las que más nos van a servir para optimizar el funcionamiento de la empresa para ayudar a los directivos a superar los problemas culturales subyacentes que obstaculizan su tarea, a mejorar el rendimiento empresarial y profesional.
A diferencia de lo que ocurre con las encuestas, la caza de mariposa, inicia un impulso de transformación de la cultura de la empresa. La misma acción de captura hace que la empresa avance hacia la excelencia; una cultura que promueva la sinceridad, la transparencia, la integridad, la empatía y las relaciones saludables.
Las empresas que apuestan por la innovación, no sólo tecnológica sino en cultura corporativa necesitan implantar métodos de caza de mariposa, y así avanzar hacia la competitividad sin miedos ni complejos.
(Ideal 30.01.2005).
Queriendo aprender
¡Qué difícil es vender un intangible! Aunque posiblemente, sea más difícil adquirirlo.
La era del conocimiento en la que estamos inmersos, nos ofrece grandes posibilidades para mejorar nuestro rendimiento profesional y con ello, el rendimiento organizacional de la empresa en la que trabajamos.
Las organizaciones, (públicas, privadas, grandes, pequeñas), deben innovar, sin complejos ni prejuicios, en todo lo concerniente a mejorar la organización del trabajo; a invertir en proyectos que gestionen la diversidad de su capital humano.
Los equipos directivos, deben comprometerse e involucrarse en la implantación de estrategias de gestión, en la utilización de herramientas que mejoren las relaciones interpersonales de las empresas.
Es, en los estilos de dirección; donde nacen, crecen y se perpetúan los grandes problemas de las organizaciones (mala o nula comunicación interna, nivel elevado de desmotivación, absentismo presencial, accidentes de trabajo, etc.).
Debemos distinguir dos tipos de organizaciones:
Las que quieren aprender, y
Las que no quieren aprender.
Las organizaciones que quieren aprender, están dirigidas por equipos profesionales innovadores. Son estos directivos los que se están interesando por la figura del "coach" o asesor personal. Tras muchos años de cursos de formación convencional, los directivos han observado y experimentado, que no es suficiente con adquirir unos conocimientos teóricos de gestión o de habilidades directivas, para hacer frente a la época de cambios continuos y vertiginosos a los que la competitividad les somete.
Está muy estudiado, que aquellas empresas que en su cultura corporativahanincorporadoelconcepto"aprendizajetransformativo", están afrontando exitosamente los embates de la competitividad.
Es cierto que "aprender transformándonos", implica cambiar y el cambio nos genera miedo. El asesor personal externo, ayuda al directivo a superar esos momentos de miedo, de incertidumbre ante el futuro. El directivo se siente más seguro con el apoyo de otro profesional que lo motiva hacia el cambio continuo, hacia el desarrollo personal y profesional, hacia la mejora de su rendimiento profesional.
Ante el miedo al cambio, muchos profesionales rechazan cualquier oferta de servicios de mejora, prefiriendo "morir profesionalmente" con la consecuente frustración y desánimo. "Todo está bien", es el lema de los que no quieren mejorar, los que desean que todo siga como siempre, sobre todo su situación privilegiada en una época de cambios acelerados.
(Ideal 10.07.2005).
Pudiendo, y no
En tres palabras, nuestros grandes humoristas "Cruz y raya", sintetizan la esencia de la filosofía de la pasividad. Una cultura laboral que lamentablemente tiene muchos seguidores, en todas las categorías profesionales y en todos los niveles jerárquicos de las empresas.
Y es que no es lo mismo "poder" que "querer. Son muchas las acciones en el ámbito laboral que pueden mejorar el rendimiento del trabajo, que pueden optimizar la calidad de las relaciones humanas en la empresa, etc. La mayoría de estas acciones podemos realizarlas generando un beneficio organizativo, donde todos nos beneficiamos.
¿Qué nos impide actuar coherentemente en la empresa? ¿ Qué nos cuesta ser amables, comprensivos con nuestros compañeros de trabajo? Son muchas las acciones que no necesitan inversiones económicas, que lo único que necesitan es una actitud proactiva de querer mejorar nuestro entorno laboral.
"No es por no ir, si hay que ir se va, pero ir para nada". Esta frase, desarrolla y ejemplifica el sentir de miles de trabajadores, tanto de los equipos directivos como del resto de la organización. Me comentaba un directivo de una organización pública, que el nivel de conflictividad interpersonal, en el seno de dicha organización, era muy elevado; aunque también proponía "no hacer nada", dejar las cosas como estaban. Ante esta argumentación, desde el punto de vista de un pasivo compulsivo, uno comprende por qué estamos perdiendo competitividad, según nos dicen las Cámaras de Comercio.
Esta cultura corporativa del escaqueo, de la pasividad, del mimetismo estratégico, la asumen como normal, muchos jóvenes que se incorporan en las empresas. Parece como si antes de empezar a trabajar, llevaran la lección aprendida. Quizás alguien aconseje, ante la inestabilidad en el empleo, y con la estrategia de pasar desapercibido y mantenerse años en el anonimato laboral y en la acomodación personal; ejercer un comportamiento "corporativamente correcto". La cuestión está en si es rentable para las empresas y para el desarrollo profesional de los equipos directivos y demás trabajadores, permitir que se establezca y se afiance una cultura corporativa de "Poder y no querer".
La mala educación, en un momento determinado, es muy rentable para las organizaciones. A mí personalmente, me interesan mucho los corporativamente incorrectos. Los espontáneos que expresan a través de un lenguaje mal hablado, la insatisfacción en el trabajo, la frustración profesional. Este tipo de lenguaje tiene una característica muy importante para poder diagnosticar la salud organizacional, el clima laboral, el rendimiento gerencial: la transparencia y la coherencia de quien no está contento con su entorno laboral y lo manifiesta sinceramente, dejando a un lado la hipocresía social en la empresa, de "todo está bien".
Debemos comprometernos, cada uno en el lugar que ocupa en la organización, en generar una cultura proactiva donde "Queriendo y haciendo" sea la esencia de una filosofía corporativa activa.
(Ideal 05.02.2006).
Mediando
Mediando que es gerundio
Ahora que están de moda los cursos de habilidades directivas, es un buen momento, para que las empresas pongan en marcha sistemas de gestión de los conflictos interpersonales e interdepartamentales.
Los directivos, necesitan formación y habilidades como: Gestión del Tiempo, Liderazgo, Presentaciones en Publico, Interacción Personal y Comunicación, etc.
Pero ante todo, debido a la complejidad de la gestión empresarial actual, necesitan apoyo y asesoramiento de otros profesionales, que junto con el departamento de Recursos Humanos, prevengan, gestionen y solucionen los conflictos en la empresa.
He observado, que existe desconocimiento y confusión con los términos Mediación, Arbitraje y Conciliación; son términos distintos aunque los tres buscan la solución de situaciones conflictuales. Así mientras en los procesos de Arbitraje y Conciliación, la redacción de un acuerdo es fundamental, en Mediación, lo que importa es la reconciliación, es decir, la recuperación de las capacidades normales de establecer y desarrollar buenas relaciones. Un mediador carece de poder de decisión autorizado.
La mediación es un proceso de comunicación entre partes en conflicto con la ayuda de un mediador imparcial, que procurará que las personas implicadas en una disputa puedan llegar, por ellos mismos, a establecer un acuerdo que permita reaparecer la buena relación y dar por acabado el conflicto. Existen distintas clases de mediación que profundizan en problemas de ámbitos como: El Familiar, Escolar, Intercultural, Vecinal y Empresarial.
Las organizaciones prosperas tienen conflictos; pero si estos no se reconocen o se gestionan pueden volverse destructivos.
Las empresas necesitan sistemas de comunicación abiertos y "Agentes Externos" a las mismas, que permitan a cualquier trabajador comunicar rápidamente los problemas. El "Agente Externo", es un profesional especializado en Gestión de la Diversidad, en Prevención de situaciones conflictivas y en gestionar las mismas; un gran recurso para los directivos y jefes de personal, que se ven desbordados por la complejidad actual en las relaciones interpersonales.
Les animo a que utilicen esta gran herramienta estratégica que tantos beneficios aporta a la empresa, a los directivos y a los trabajadores; este recurso que genera ventaja competitiva en empresas que caminan hacia la excelencia empresarial.
Seamos innovadores en la cultura corporativa de nuestras empresas invirtiendo esfuerzo y recursos en formación y en gestión de los conflictos, las mejoras se notaran y obtendremos resultados óptimos.
(Ideal 16.01.2005).
Gestión del talento
Soy un defensor a ultranza, de la prevención y de la gestión de cuantas materias lo necesiten. Ahora bien, es un reto para mí, escribir unos renglones sobre "el Talento", y aún más sobre su gestión.
Todos hemos tenido la oportunidad de leer, incluso en alguna revista "de cotilleo", que existen test psicotécnicos, que estudian nuestros perfiles psicológicos. La ciencia tiene una gran utilidad para avanzar en la mejora del rendimiento de las organizaciones. Seleccionar al candidato idóneo para un determinado puesto de trabajo, evitará futuros problemas de adaptabilidad y pérdida de rendimiento.
Pero ¿Qué es el talento? Es la inteligencia matemática, la emocional; es la habilidad de persuasión, de comunicación; el pensamiento creativo, el comportamiento empático. La verdad, no entiendo ni sé, como se puede gestionar el talento.
Existen, en la actualidad, una serie de tendencias dentro de la psicología humanista, que procuran mejorar el desarrollo personal, libre de planteamientos dogmáticos, y cuyos principios básicos y fundamentales son: la libertad individual de cada ser humano y la justicia social. Afortunadamente, en las sociedades avanzadas y modernas, están dando muy buenos resultados estos enfoques de crecimiento personal.
Volviendo a lo del "talento", imagino que los defensores de la inteligencia artificial, podrían sacarnos de dudas. Es cierto que la inteligencia que hoy día está triunfando, es la del LISTO; podemos asegurar que está triunfando la mediocridad, la pillería, el estratega mimético.
¿Dónde está el talento de tantas organizaciones dogmáticas, cuyo liderazgo autoritario no permite aflorar la inteligencia natural de un simple trabajador? ¿Es patrimonio el talento, de una elite de intelectuales, de unos directivos, de unos trabajadores inmigrantes? ¿Forma parte del talento de un directivo, la gestión en valores? ¿La integridad, la coherencia, la transparencia, la honradez, son necesarias para gestionar eficazmente las empresas? Creo sinceramente, que la actual crisis de valores cívicos y el aumento de tanto listo, perjudica enormemente la creación de una cultura organizacional saludable, que redunde en beneficio de todos. Muchas organizaciones, pierden competitividad, por la pésima y nefasta gestión de unos cuantos talentosos.
De la misma manera que cualquier trabajador nos puede dar lecciones de liderazgo gerencial, también puede enriquecer mucho, con sus aportaciones inteligentes, el buen funcionamiento de la empresa, generando entre todos una cultura de compromiso y de excelencia.
(Ideal 04.12.2005).
Sonrisas corporativas
No me extraña que perdamos competitividad con respecto a otros países europeos.
Dejando a un lado las cuestiones macroeconómicas, y parándonos a observar y analizar, la cotidianeidad del mundo laboral; las sutilezas que influyen enormemente en la rentabilidad de las organizaciones; topamos con demasiadas caras serias, enfadadas, cabreadas.
Es necesario invertir mucha más energía para mantener una cara seria, que relajar las tensiones musculares faciales. ¡Cuanta rentabilidad aporta una simple sonrisa! Debemos distinguir la máscara "sonrisita", de la auténtica alegría de trabajar que aflora en nuestro rostro, y de manera especial, en nuestros ojos. Cuando una persona trabaja con entusiasmo, sabiendo lo que aporta con su trabajo y sintiéndose valorada en el buen desempeño de sus funciones, es feliz, y esa felicidad irradia desde dentro hacia fuera.
Desde hace años, muchas empresas, sabedoras, del beneficio que aporta la sonrisa; invierten en crear ambientes saludables, alegres y enriquecedores para todos.
¿Por qué, en algunos establecimientos, nos sentimos cómodos, tranquilos, sin prisas, confiados en las manos que nos atienden? Una simple sonrisa, genera una excelente empatía, que nos acerca a consumidores y servidores.
El asesoramiento estratégico, orientado a incrementar el beneficio de las empresas, aumentando y manteniendo la calidad de vida laboral; profundiza intencionadamente en cada uno de los rostros que aparecen en la escena organizacional. La imagen corporativa, de cualquier empresa, del sector que sea, puede beneficiarse o perjudicarse muchísimo, por un rostro triste, serio, desmotivado.
Con los datos que tenemos, parece que va en aumento, el número de rostros pálidos, en detrimento de la cuenta de resultados de muchas empresas, y lamentablemente de la pérdida de calidad de vida laboral. Chirrían demasiados dientes, en el actual panorama laboral de nuestro país.
A mí, me interesa mucho conocer a "Los rostros pálidos", a todos los miembros de la organización, que no se sienten comprometidos con la misión de la empresa, ni se identifican con la visión de los directivos. El acercamiento empático, sincero, transparente, hacia un rostro pálido, genera, desde mi punto de vista, una cultura corporativa orientada a la consecución de objetivos.
Cuantos más "rostros pálidos", transformen sus percepciones con respecto a la empresa y crezca en ellos la automotivación, la tribu de los "rostros alegres", aumentará, y los departamentos de contabilidad cuantificarán sus beneficios.
Las malas caras, no sólo venden menos, también generan conflictividad y recelos dentro de la empresa. Invirtamos, en generar sonrisas corporativas que, como un virus, infecten toda la organización y transmitan al conjunto de la sociedad una excelente imagen corporativa.
(Ideal 11.12.2005).
¿Café solo para todos?
¿Café solo para todos?
Cuando un grupo de compañeros de trabajo llegan a una cafetería, en la hora del café, observamos, la gran variedad de gustos y preferencias que cada uno tiene. Hay quien lo toma solo y con azúcar, solo con sacarina, cortado con leche caliente, manchada templada, descafeinado con agua, etc.
Que fácil sería para el camarero que todos pidieran lo mismo, que tuvieran el mismo gusto, el mismo parecer, la misma opinión, total, un grupo homogéneo, alineado, donde el "sí bwuana", sea la frase predominante en la comunicación verbal con los superiores.
¿Café solo para todos? "Sí bwuana", ¿Se sienten ustedes comprometidos con la misión de la empresa? "Sí bwuana", ¿Tienen claro los objetivos a alcanzar? También.
Esta expresión tan sumisa, forma parte del léxico hipócrita al que se ven sometidos muchos trabajadores por una nula o mala comunicación ascendente (de cualquier categoría profesional hacia la dirección de la empresa); por unas pésimas relaciones interpersonales laborales con los superiores, por una cultura de empresa basada en el control, en la desconfianza hacia los empleados; por un estilo de liderazgo autoritario.
Cada ser humano es un mundo, solemos decir, una diversidad de pareceres, de gustos, de contradicciones, donde el cambio forma parte de la propia existencia. La suma de tantas opiniones, comportamientos, complica enormemente la gestión de los equipos de trabajo. (Aquí se viene a trabajar "y punto", a quien no le interese ya sabe donde está la puerta). Esta frase describe con total nitidez la cultura organizacional basada en "ordeno y mando", de muchas empresas, lamentablemente para perjuicio de las mismas.
Está muy de moda la comunicación virtual, así nos evitamos vernos la cara, y sobre todo, dar la cara, a quien le corresponde, que lógicamente es a los responsables de la dirección de personal, a los jefes de área, a los coordinadores, a todos los que deben comunicar lo que hay que hacer en la jornada laboral.
– ¿Un cafelito? Pregunta el jefecillo -(aquí hay gato encerrado) – piensa el currito-. Si observáramos los gestos faciales de cada uno, nos percataríamos de la desconfianza que impregna la breve conversación. Preferimos la comunicación virtual, donde los gestos corporales, las emociones, no las percibe el otro. Cometen un grave error aquellas empresas que deciden desarrollar, únicamente, la estrategia comunicativa organizacional con el intranet, dejando en un segundo plano el contacto cercano, cara a cara, de miembros de distintos departamentos.
Las empresas necesitan generar una cultura basada en el compromiso con la organización, en la colaboración entre compañeros de trabajo, en el apoyo mutuo, en el entusiasmo descendente, y en el reconocimiento ascendente a los directivos.
Es cierto, que los problemas del trabajo no debemos llevárnoslos a casa, ni viceversa; ahora bien, compartir de una forma natural las circunstancias que vivimos en los distintos ámbitos de la vida, es muy saludable para uno mismo y para los demás, los problemas empequeñecen al sentirnos comprendidos. Además ¿Hay alguien en esta sociedad, tan compleja, que no tenga circunstancias parecidas? (La Voz de Almería 16.07.2005).
Casando datos
Los investigadores y estudiosos del mundo sociolaboral, que tanto les gustan las encuestas y las estadísticas, no paran de ofrecernos datos muy interesantes, para poder reflexionar seriamente y plantearnos cambios.
Por un lado leemos en un diario nacional, especializado en economía y empleo, que un cuarenta por ciento de trabajadores españoles, no se sienten bien en su puesto de trabajo. Por otro lado, resulta que según un estudio de una consultora europea, los españoles somos los que más trabajamos y los que menos rentabilidad aportamos a las empresas.
Este país, muy dado a los refraneros, que tienen tanta razón, aunque dependiendo de la lectura que de ellos hagamos, cree a pies juntillas, que a quien madruga Dios le ayuda. Al margen de la fe de cada cual, lo cierto es que no se trata tanto de madrugar como de saber y querer trabajar con una buena y eficaz planificación del trabajo.
Si no estamos a gusto en nuestro puesto de trabajo, ¿Cómo vamos a rendir bien en las actividades laborales que realizamos? Si profundizamos en la posible causa que da lugar a que tantos trabajadores no se sientan bien en su puesto de trabajo, en empresas españolas, nos percatamos que la mala organización del trabajo, es la causa principal.
Así, trabajar mucho (mal organizados) no es rentable. Con frecuencia pienso, que hay una generación de españoles, tanto trabajadores como empresarios, que han asumido profundamente, esa cultura del trabajo. El tiempo nos ha demostrado, que este país no ha avanzado demasiado con relación a otros de la unión, en I+D+I. También estamos viendo y empezamos a sufrir como perdemos competitividad.
¿Qué fue antes el huevo o la gallina? O bien podríamos decir ¿Qué fue antes la mala organización del trabajo o el trabajo mal organizado? No podemos, ni debemos, hacer responsables solamente a los empresarios, pues muchos profesionales que los asesoran y muchos trabajadores, no colaboran de manera proactiva y suficientemente en la mejora de la organización individual y colectiva del trabajo.
El escenario está preparado, los personajes tienen su papel y lo representan muy bien. Los trabajadores hacen como que trabajan en determinados momentos de la jornada laboral (absentismo presencial) y los empresarios contentos, creyendo que se rinde más. El final de la escena lo conocemos todos, desmotivación, insatisfacción profesional, absentismo laboral, y pérdida de rentabilidad y competitividad para las empresas.
La gran herramienta corporativa, por excelencia, es la intangible cultura organizacional, que como bien sabemos, lamentablemente, son muchas las empresas que carecen de la misma, haciéndose tangibles los malos resultados econónimos para las empresas y la mala salud laboral y pérdida de entusiasmo profesional para los trabajadores.
Generemos entre todos, y con mayor implicación, los profesionales de las ciencias sociales y laborales, la cultura de la eficacia corporativa, suficientes horas de trabajo, mayor calidad de vida laboral y mejor rendimiento empresarial. Si algunas empresas españolas y de otros países, como Alemania, lo consiguen, por qué no lo vamos a conseguir nosotros, todo es cuestión de querer y saber organizar mejor el trabajo, optimizando el rendimiento corporativo.
(La Voz de Almería 15.10.2005).
Cara a cara
Cara a cara
Que expresión tan sencilla y a la vez esclarecedora del sentir de un técnico de informática, con quien conversaba sobre la mejora de la organización del trabajo en la empresa que trabaja.
Me decía que no estaba acostumbrado e incluso le sorprendía, que un profesional de los recursos humanos le hablara tan francamente "cara a cara". Yo le comentaba, que la aportación de sus conocimientos a la empresa son de gran valor, que valoraba su intencionalidad de colaborar conmigo en la mejora de la empresa. Los dos coincidíamos que hoy es necesario avanzar hacia la excelencia profesional, hacia la calidad organizacional; y también coincidíamos, que para que esto ocurra es necesaria la colaboración y el compromiso de todos los miembros de la empresa.
La empresa había contratado mis servicios profesionales para generar una cultura corporativa basada en la transparencia, el trabajo en equipo, la confianza mutua, el aprendizaje transformativo, etc La empresa abría una ventana para que el aire se renovara, para que las ideas y la participación de todos los trabajadores generaran ventaja competitiva.
Después de entrevistar abiertamente a distintos trabajadores, podía hacer un diagnóstico de la salud organizativa de dicha empresa. El diagnóstico, como el de muchas empresas, era desorganización, apatía, acomodación, etc.
El técnico informático permitió que me acercara a él, quizá percibió en mí, un deseo de ayudar a todos (trabajadores y empresa) para que unos no perdieran el empleo y la empresa sobreviviera los momentos de crisis que atravesaba. También percibió mi transparencia, mi auténtica intencionalidad (mejorar la calidad de vida laboral y la calidad del servicio o producto); él sabía que era posible conseguir ambos retos si todos participaban con entusiasmo.
La indagación dinámica, es un método que consiste en entrevistas con distintos trabajadores y directivos de la empresa, para saber cual es el clima emocional de la misma. Lo difícil de este método, es pasar de la teoría a la acción. Abrir ventanas es abrirnos a los sentimientos de aquellas personas a las que nos acercamos. Este compartir emociones de enfado, ira, tristeza, me afecta; pero ese sentimiento negativo lo transformo en ilusión de mejoras posibles y lo transmito a todos los que entrevisto.
Aún, muchos profesionales de recursos humanos, muestran muchas caras, dependiendo del momento, del lugar y de la persona con la que conversan. Esa falta de claridad, es detectada rápidamente por el trabajador, quien muestra otra careta, que lamentablemente no es la suya, generándose la hipocresía laboral de "aquí no pasa nada".
A mí no me preocupan las distintas caretas que se utilizan en las empresas, lo grave son las consecuencias nefastas que suponen para el rendimiento organizacional.
Lespuedoasegurar, queelacercamientosincero, auténtico, genera más beneficio, incrementándose la salud laboral y empresarial.
(Ideal 24.04.2005).
Transformación
A ti que te encuentras sólo, tenso, desorientado, preocupado, en una época de cambios continuos, te sugiero que te adaptes a la nueva realidad económica, social y empresarial.
Empresario, directivo, trabajador, no te preocupes del mañana, pues sabemos que todo será cambio, transformación continua.
Lo único que hay que hacer es permanecer abiertos y descubrir la realidad presente en nuestra sociedad, en la empresa, en el puesto de trabajo y adaptarnos con una nueva actitud mental y con una nueva conducta en nuestra organización.
Formémonos, asistamos a seminarios, cursos m master, pero ante todo prestemos atención a lo que pensamos, sentimos y experimentamos con respecto a nuestra empresa, y preguntémonos:
¿Cómo puedo cambiar para mejorar como empresario, directivo y trabajador? ¿Qué debo hacer para optimizar mis recursos personales y profesionales? ¿Debo evolucionar hacia una cultura empresarial basada en la sinceridad, la transparencia, la integridad, la empatía y las relaciones humanas? Sé que tienes miedo, mucho miedo, el que todos tenemos al fracaso y al rechazo, pero sé que tiene los recursos suficientes para superar ese obstáculo y avanzar paso a paso hacia la meta que te has propuesto "la transformación personal y profesional" en la era del cambio y de la innovación.
Te animo a que des el primer paso, y no temas perder el control de tu empresa o de tu puesto de directivo por cambiar hacia un liderazgo afiliativo, democrático, empático, basado en las relaciones personales. No hay otro camino para mejorar la rentabilidad de tu empresa que transformarte en empresario, directivo y trabajador que pienses y sientas y unas lo económico y lo humano.
Mañana cuando te levantes mírate al espejo y piensa ¡he cambiado! Serás más eficiente, más productivo y te sentirás seguro de ti y de tu empresa. ¡Transfórmate! (La Voz de Almería 27.11.2004).
Maquillaje corporativo
En estos últimos años, ha ido creciendo y consolidándose un concepto de gestión empresarial muy importante, desde mi punto de vista, para el buen funcionamiento de las empresas.
Las organizaciones serias, y responsables socialmente con los clientes, y lógicamente con sus trabajadores, saben muy bien, que no hay nada mejor que ser transparentes, interna y externamente, para generar una sólida confianza ante los mercados y con sus trabajadores.
la transparencia corporativa, es la herramienta estratégica, que mejores resultados está dando, a aquellas empresas que quieren desarrollar una gestión integral de excelencia.
¡Que fácil es decirlo, y que difícil llevarlo a cabo! Y es que para ser transparente, en primer lugar, hay que querer serlo, y en segundo lugar, hay que estar totalmente seguro, habiendo superado todo tipo de prejuicios y complejos.
¿Quiere ser usted transparente? Todos coincidiremos, que el primer sentimiento que experimentamos, es la inseguridad, el miedo a quitarlos las máscaras, las caretas, los maquillajes decorativos.
Los equipos directivos de las empresas, y lógicamente los consejos de administración de las mismas, deberían, llevar a la práctica la transparencia corporativa, con la seguridad de querer ser una empresa excelente; libre de máscaras, de publicidad engañosa, de marketing incoherente y poco creíble ante la sociedad, en general, y ante sus trabajadores en particular.
Afortunadamente, las sociedades avanzan, y los ciudadanos, empezamos a exigir nuestros derechos (como clientes y como trabajadores, de las empresas). Cada vez, es más difícil que nos metan el dedo en la boca, y reclamamos buenos servicios y productos de calidad. Puestos a consumir, y a pagar, exigimos calidad y responsabilidad social a las empresas. ¿Acaso los grandes supermercados, y demás tiendas, no están repletas de curritos de a pie, entre ellos muchos inmigrantes? Han sido los propios mercados, los que nos han otorgado un importante papel a los consumidores.
Volviendo a los temores, y a lo de querer ser transparentes, existen, lamentablemente empresas, que por desconocimiento o por ser más rentable a corto plazo, maquillan su imagen corporativa ante la sociedad y ante sus trabajadores.
No hay nada más contraproducente, a medio y largo plazo, para una empresa, que crear y vender una determinada imagen corporativa que no corresponde con la realidad. Así, aquellas empresas, que en su publicidad y en su marketing corporativo se autoproclaman: solidarias con los sectores desfavorecidos, responsables con el medio ambiente, cumplidoras de las normas de calidad, comprometidas con sus empleados; y no es verdad, se están exponiendo a perjudicar enormemente su credibilidad, ante las administraciones de todos los ámbitos, ante las organizaciones sindicales, ante los futuros clientes y ante los mercados (nacionales e internacionales).
(Ideal 13.11.2005).
Cuentos chinos
Desde hace unos años, se han puesto de moda todo tipo de publicaciones sobre temas de gestión empresarial, de liderazgo, de triunfadores instantáneos. Se venden como rosquillas, y parece ser que los que los leen, se transforman de una manera casi milagrosa.
La mayoría de los escritores, de estas obras de entretenimiento, son profesores de escuelas privadas de negocios, y algún que otro profesor universitario; total, teóricos del liderazgo.
Y yo me pregunto ¿Para qué sirve, un líder? Para mí, cualquier ser humano es un líder de su existencia, de su vida, auténtica y única. Pero ya saben ustedes, que los "cuentos chinos", de estos libros de entretenimiento de salón, están dedicados a una elite de directivos y profesionales, nacidos para triunfar.
La verdad, es que son graciosas, las historias que nos cuentan estos creativos mercantilistas. Son historias infantiloides, para triunfadores del dinero fácil.
Lo más sorprendente, y preocupante, desde mi punto de vista, es la influencia que tienen estas obras de "ficción decorativa", en las mentes de muchos señores/as directivos. Creen a pies juntillas los planteamientos y criterios, de gestión empresarial, que nos cuentan estas historias fantásticas y alegóricas.
Son tantos los líderes que nos rodean, como historias, sencillas, pero enormemente enriquecedoras y ejemplares, en la acción cotidiana de muchos seres humanos: compromiso, autenticidad, coherencia, honradez, integridad.
Lideres por derecho, comprometidos con la realidad del día a día; íntegros y ejemplares en sus acciones con los que les rodean: familiares, compañeros de trabajo; coherentes con sus palabras y sus actos, en la mejora de las relaciones humanas; auténticos en su acercamiento transparente a otros seres humanos, necesitados de comprensión y apoyo; honrados en todas las gestiones desinteresadas, con el egoísmo saludable, de quien es más feliz ayudando a los demás.
Esta sociedad, de cartón piedra, neurótica y enferma de egoísmos prepotentes, necesita urgentemente, ser más natural y promotora de un liderazgo colectivo, participativo y cercano a todos los que tanto aportamos a la sociedad. ¿Acaso un trabajador de la limpieza, no es líder en el buen desempeño de su actividad? Lo gracioso, es que estos "cuentos chinos" son poco creíbles para la inmensa mayoría de los mortales, curritos de a pié, verdaderos líderes que asumen una vida sencilla y comprometida en la cotidianeidad de las acciones simples, pero efectivas y tangibles.
Deberíamos preguntarnos ¿Están bien lideradas las empresas actuales? No paran de salir noticias sobre escándalos de corrupción, de líderes de grandes corporaciones.
(Ideal 30.10.2005).
Si te sientes tenso, respira
No faltan los momentos, a lo largo de la jornada laboral, donde los músculos se contraen, se agarrotan y hasta duelen. Suelen ser los de los hombros y cuello. Es muy peligrosa la actitud agarrotada, en la que nos predisponemos a atacar al primero que nos incite. ¿Quién será hoy? ¿A quién le voy a lanzar toda la agresividad comprimida que llevo dentro? Te voy a sugerir una estrategia, sencilla, practica y gratuita, que además funciona, con total garantía. Cuando detectes que una determinada situación te va a poner nervioso, tenso, acostúmbrate a inspirar aire lenta y profundamente por la nariz hasta que lo hagas llegar al bajo abdomen. Después expulsa lentamente el aire por la boca. Inspira y espira tres o cuatro veces y sentirás que tus tensiones, tanto físicas como emocionales van desapareciendo.
La respiración forma parte de muchos métodos de relajación, pero por sí misma resulta muy útil. Basta que la practiques unos diez minutos diarios para notar sus beneficios.
La respiración está controlada por el sistema nervioso, por lo que normalmente es automática e inconsciente. Sin embargo, a diferencia de otras funciones involuntarias, en ella podemos participar voluntariamente.
Tomando en cuenta nuestra implicación en la respiración, podemos diferenciar dos formas de respirar:
Respiración inconsciente. Es la que realizamos diariamente, cuando no ponemos atención en ella y podemos decir que funciona por sí sola.
Respiración consciente. Cuando intervenimos conscien- temente, concentrándonos en el proceso respiratorio natural y regulándolo de alguna manera.
Cooperativismo. Debemos potenciar la libertad de opinión, la solidaridad, y la toma de decisiones de forma democrática.
Empatía. Ser capaces de ponernos en el lugar de cada compañero.
Deseo de superación. Debemos asumir parte de la responsabilidad y molestarnos en corregir nuestros fallos cuando surgen problemas.
Respeto. Debemos respetar a cada uno de los miembros, escuchando sus sugerencias.
Participación. Cada miembro debe exponer sus ideas con claridad.
Motivador, F) Estratega innovador.
Predispone a las personas para la colaboración, el compromiso y el trabajo en equipo, d) Destapa la potencialidad de las personas.
Aprendamos y practiquemos la respiración consciente en nuestra casa, para utilizarla como herramienta estratégica en cualquier momento de tensión. No hay nada peor que dejarse arrastrar por los impulsos agresivos que a todos nos brotan en un momento determinado.
Practica el siguiente ejercicio de respiración en casa: Túmbate cómodamente de espaldas. Coloca las manos bajo el ombligo. Cierra los ojos e imagina que hay un globo dentro de tu abdomen. Cada vez que inspires imagina que el globo se llena de aire. Cuando espires, piensa que se deshincha y fíjate en como descienden tus manos. Nunca fuerces la respiración, practica siempre que te apetezca de forma natural y relajada.
He enseñado a muchos directivos y trabajadores a respirar correctamente para ser más eficientes en su trabajo y para que la calidad de vida laboral sea una realidad y no una ficción.
Respira y sonríe, tu salud y tu empresa te lo agradecerán.
(La Voz de Almería 19.03.2005).
Dar y recibir
Dar y recibir
Vivimos en una sociedad que fomenta el individualismo, el éxito personal y profesional. Todos queremos triunfar, alcanzar nuestros objetivos, nuestras metas; y para ello invertimos todas nuestras energías.
Una cosa es la ficción y otra la cruda realidad; muchos ejecutivos han pretendido alcanzar resultados notables en su empresa, sin contar con la participación y colaboración de los demás miembros de su equipo. Una cosa es tener un equipo de trabajo "que no funciona" y otra es saber y querer trabajar en equipo.
"Lobos esteparios" se les llama a estos ejecutivos que al final la triste realidad los ha dejado solos; sin familia, sin trabajo y sin amistades. Somos seres sociales, necesitamos a los demás para evolucionar como seres humanos en todas las facetas de nuestra vida y lógicamente en el ámbito laboral, en la empresa, tenemos que relacionarnos y trabajar en equipo.
No olvidemos que detrás de grandes éxitos profesionales hay un equipo de trabajo, integrado por un número de trabajadores y directivos, que con la aportación de cada uno de ellos han conseguido un objetivo común. Si los miembros del equipo se conocen bien y se comunican entre sí de manera sincera, trabajaran juntos sin problemas.
Debemos aprender a trabajar en equipo potenciando las siguientes habilidades:
La primera base del trabajo en equipo es la confianza. La confianza se desarrolla a través de la comunicación sincera y de la cooperación. El apoyo mutuo es la traducción de la confianza y de la comunicación espontánea. Un equipo de dirección exige una profunda compenetración durante un largo periodo de tiempo.
Si mejoramos nuestro rendimiento profesional y lo compartimos con el resto de compañeros de equipo el éxito del proyecto está garantizado, siendo el beneficio obtenido para todos los componentes.
A todos nos gusta que nos pongan medallas, pero la mejor condecoración es el reconocimiento de los demás compañeros de trabajo. Dejemos la individualidad y trabajemos en equipo con entusiasmo e ilusión.
(Ideal 17.04.2005).
Trabajar con alegria
El trabajo está perdiendo su sentido para muchas personas. Un hecho lamentable, ya que el trabajo es un medio muy efectivo para aprender a hallar una satisfacción profunda en la vida en general. El trabajo puede ser una fuente de crecimiento, así como una oportunidad para aprender más acerca de nosotros mismos y para desarrollar relaciones sanas y positivas. El trabajo nos conduce a explotar todo nuestro potencial, ha abrirnos al abanico infinito de experiencias.
Como seres humanos, buscamos por naturaleza estar satisfechos y sentirnos realizados. El trabajo ofrece la oportunidad de obtener esta satisfacción porque nos permite desarrollar las cualidades que caracterizan nuestra naturaleza.
He leído con mucho interés el libro titulado "Buenos días, pereza", de la economista y psicoanalista Corinne Maier, y aunque acepto que la desmotivación existe en muchas empresas y que mucha de la responsabilidad es de las mismas, lo que nunca sugeriría ni aconsejaría a ningún trabajador como "estrategia para sobrevivir en el trabajo" es que sea individualista e ineficaz y que rinda lo mínimo posible en su empresa.
Todo lo contrario es lo que defiendo y fomento como profesional del ámbito organizacional y de las relaciones humanas en la empresa. Seamos eficaces y ante todo proactivos ante cualquier situación que consideremos injusta y perjudicial para nuestros intereses laborales. Fomentar la apatía, es fortalecer, desde mi punto de vista, a aquellas empresas que no caminan hacia la excelencia empresarial, donde lo especulativo supera a la gestión de calidad.
He comenzado el artículo, hablando de lo importante que es para cualquier ser humano el acto de trabajar, por ello no debemos resignarnos, ni desmoralizarnos ante situaciones que entre todos podemos mejorar. La apatía abunda en las empresas y también el mantener el statu quo, hay que romper esa inercia que tanto daño hace a muchos trabajadores y a las empresas, seamos proactivos y demostremos, trabajando bien, que nuestra intencionalidad es mejorar nuestro rendimiento profesional y con ello el rendimiento empresarial. Ante el trabajo bien hecho todos nos quitamos el sombrero y reconocemos el sacrificio que hay tras él.
Es cierto que muchas personas, a los pocos años de iniciar su aventura laboral y observar que en distintas empresas no se les ha valorado su trabajo y que además han prescindido de sus servicios, decidieron subirse al carro de los acomodados y tener una actitud pasiva.
Si cada uno en nuestro puesto de trabajo, proponemos y sugerimos ideas y acciones para mejorar, nuestro entorno laboral algo mejorará, cosa que no ocurrirá con la critica conformista de que las empresas explotan. He conocido a muchos trabajadores que criticaban a su empresa y cuando crearon la suya criticaban a los sindicatos y al gobierno, seamos proactivos y propongamos mejoras para que todos rindamos y construyamos una sociedad próspera y comprometida.
(Ideal 06.03.2005).
El compadre
Nada peor para crear, desarrollar y mantener, una cultura de excelencia empresarial, como contar con un grupo de compadres en la empresa.
El compadre, es muy servicial, comprometido con los intereses de su red social, sus amigos, fieles y leales, dispuestos a lo que haga falta para defender su código de honor y sus intereses personales.
No se les ocurra tener un mal gesto, una palabra inadecuada, delante de un miembro del colectivo compadres sin fronteras, son una piña. Tienen muy asumida y experimentada, una estrategia en el ámbito laboral. Su lema es "unidos sin trabajar", y lo aplican con éxito rotundo, no dan un palo al agua, aunque sí muchas palmaditas a la espalda.
Para detectarlos, existen muchas técnicas, una de ellas es la indagación dinámica. Las manos y brazos de estos personajes, cogen un cierto vicio en el movimiento al saludar a otro de su red. Su sonrisa, no es natural, fuerzan el gesto facial; intentan representar una escena bucólica en un ambiente de intensa frustración profesional. Para cerciorarse que están delante de uno de ellos, intenten mantener una conversación seria sobre asuntos de importancia para el buen funcionamiento de la empresa, para la mejora de la organización del trabajo, etc. Comprobaran que reaccionan de dos maneras: huyen rápidamente, objetando cualquier excusa, o bien cambian la temática de la conversación hacia temas deportivos, de anécdotas graciosas al calor de una cañita….
Afortunadamente está muy estudiada por las ciencias sociales, y concretamente por la sociología y la psicología del trabajo, la dinámica y funcionamiento de la organización informal en el seno de las empresas. Aunque debemos reconocer, que necesitaríamos el asesoramiento de un antropólogo social, para entender los orígenes de este gremio de pasivos compulsivos en el ámbito laboral.
-¡Compadre! Que bien vivimos sin estrés laboral, sin síndrome del quemado, con lo eficaz y rentable que es no complicarse la vida, para eso están otros.- Lo más triste, cuando uno escucha conversaciones de esta índole, es el sufrimiento y desgaste laboral que sufren muchos profesionales y trabajadores, que comprometidos con sus obligaciones laborales, asumen sus responsabilidades y siendo proactivos realizan su trabajo y el de algún "pasivo compulsivo".
Podemos aumentar el rendimiento empresarial y mejorar nuestra satisfación laboral, si entre todos incrementamos el colectivo de comprometidos sin fronteras, y disminuimos el número de compadres en todos los niveles de la empresa. El consejo de alministración de la empresa, debe prestar mucha atención al estilo de liderazgo y de gestión de los directivos, evitando la creación de una cultura corporativa del compadreo , que tanto daña al buen funcionamiento de la empresa, con la correspondiente pérdida de competitividad.
(Ideal 29.01.2006).
Prevencion en el campo
Prevencion en el campo
Cuando hablamos de agricultura, y muy especialmente de la intensiva, hay que destacar una profesión y unos profesionales cualificados en este campo, me refiero a los ingenieros técnicos agrícolas.
Sin embargo, tras catorce años de gestión empresarial en empresas agrícolas del poniente almeriense, debo resaltar la gran preparación de los ingenieros agrícolas en la gestión integrada de dichas empresas. No se trata de que estos profesionales sepan contabilidad, gestión financiera, gestión laboral, sino que son ellos los que están a pie de finca y de almacenes; los que tratan día a día a los agricultores, siendo receptores de sus problemas y observadores de la realidad diaria en las relaciones con sus trabajadores.
Si además de la preparación en el ámbito agrícola, le añaden la de técnicos en prevención de riesgos laborales, puedo asegurar que son los profesionales idóneos para trabajar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en el campo.
Me ha sorprendido enormemente, el gran conocimiento de la realidad que rodea a las empresas agrícolas y la exposición que me hizo una ingeniero técnico agrícola; entendiendo perfectamente cual es mi aportación en la prevención y gestión de problemas interpersonales en las empresas, y la labor de integración de equipos de trabajo en las mismas.
Desde mi humilde punto de vista, los ingenieros técnicos agrícolas pueden desarrollar una gran labor en la prevención de riegos organizacionales, tales como el absentismo laboral, la desmotivación, el estrés laboral, etc. Su contacto diario con la realidad del campo les hace ser unos observadores natos que recopilan datos importantes para hacer un diagnóstico coherente y objetivo de la situación organizacional de cada empresa.
Estos profesionales, utilizando otras herramientas estratégicas, como la colaboración de expertos en conflictos interpersonales y gestores de integración de equipos, pueden aportar mucho, no sólo desde el punto de vista preventivo, sino añadiendo ventaja competitiva a las empresas.
No olvidemos que hay conceptos que se interrelacionan como "calidad integral de gestión", "responsabilidad social corporativa", "prevención de riesgos laborales"; y que trabajando uno de ellos, trabajamos los demás.
Como profesional de los recursos humanos, soy defensor de la especialización, y por ello animo a todos los ingenieros técnicos agrícolas a que se impliquen y sean proactivos en su labor preventiva, proponiendo a la dirección de las empresas mejoras en la organización del trabajo.
(La Voz de Almería 28.05.2005).
Trabajadores marroquíes
La comunidad marroquí en Almería, nos ha demostrado, con el transcurso del tiempo, que trabajan para mejorar su calidad de vida, ayudar a sus familiares en Marruecos, y el deseo de contribuir al desarrollo de una Almería intercultural.
Puedo asegurar, que en los años de asesoramiento a agricultores y trabajadores en el poniente, los agricultores me dieron lecciones de buena gestión de su personal; y los trabajadores marroquíes de competencia laboral y deseo de entendimiento con los autóctonos. Sigo convencido que lo que faltó desde un principio fue: planificación y gestión preventiva. No voy a entrar en quienes debieron desarrollar y hacer efectivas, estrategias para una mejor integración de los inmigrantes, pero si me atrevo a asegurar que los agricultores en su inmensa mayoría se han acercado con buena intencionalidad a sus trabajadores, de hecho muchas asociaciones e instituciones podrían aprender de miles de ejemplos de ayuda por parte de los agricultores.
Los marroquíes son trabajadores , comprometidos con sus empresarios y con sus compañeros de trabajo. No hay nada mejor, para demostrar y argumentar lo que uno dice, que atenernos a los hechos. La realidad objetiva, y no distorsionada, por determinados hechos puntuales, es que en la provincia de Almería viven y trabajan miles de marroquíes desde hace muchos años. Sabemos que, nuestra provincia ha servido de puente con otras regiones, pero no olvidemos que hay marroquíes que viven y comparten el crecimiento y desarrollo de una Almería moderna e internacional.
Me preocupa como almeriense y como consultor de Recursos Humanos, que una minoría de personas, de ambas partes, oscurezcan, las magníficas relaciones que existen en la convivencia diaria. Aquellos que no son capaces de reconocer la gran aportación de la comunidad marroquí, deberían en un esfuerzo de desarrollo personal y pérdida de prejuicios, preguntarse ¿ La Almería del futuro, cómo será? Los miles de niños que abren sus ojos en la cálida luz de nuestra tierra, son almerienses. Me gustaría saber de dónde viene uno, con tanta riqueza cultural de nuestro rico mediterráneo, afortunadamente para mí es un orgullo pertenecer a una región de diversidades enriquecidas.
Los almerienses hemos demostrado, por mucho que nos quieran tachar de xenófobos, que entendemos el sufrimiento ajeno, ya que nuestros parientes y muchos de nosotros lo hemos vivido en nuestras carnes. Además, no hemos tenido ningún problema, cuando se han creado mezquitas improvisadas en tantos rincones de nuestra provincia.
Ahora, que iniciamos un nuevo año, es un buen momento para agradecer a la comunidad marroquí su gran contribución en esta tierra abierta a la convivencia pacífica y al entendimiento y respeto común.
El corazón del campo
¡Qué difícil es fotografiar la realidad! O mejor dicho las distintas realidades en las que vivimos inmersos, y de las que, en muchas ocasiones, no nos percatamos.
El ojo, del buen fotógrafo, capta la sutil imagen de lo intangible. Vemos una cara, unas manos, unos ojos; percibimos una alegría, una sonrisa; sentimos añoranza de momentos vividos. ¡Cuánto nos habla una simple fotografía! El día que vi, el excelente trabajo realizado por el fotógrafo francisco bonilla, titulado "Las manos del campo", me alegré mucho, ver reflejado el enorme esfuerzo que aportan, tantos trabajadores, de distintas nacionalidades, al campo almeriense.
Parece ser, que cada ser humano, tiene sus huellas dactilares, únicas e irrepetibles; podemos asegurar que nuestras manos son distintas de las de otros seres humanos.
A mí, que intento unir en la diversidad, me interesa mucho, el intangible "Corazón del campo". Es totalmente compatible, la gran diversidad que representan las miles de manos del campo almeriense, con un único corazón.
Cuando profundizamos, en la intrahistoria y en las ilusiones y esperanzas, de los miles de trabajadores, tanto cuenta ajena, como cuenta propia (pequeños empresarios agrícolas); observamos con absoluta claridad que les une un mismo corazón.
¿Acaso las miles de familias que emigraron de las alpujarras (Granadina y almeriense) y de otras regiones, a las zonas del poniente y del levante almeriense, no sufrieron sentimientos de añoranza y de esperanza? Corazonesemprendedores, activosydinámicos, quehangenerado tanta riqueza a la provincia de Almería. Ese gran motor, generador de tanta energía y esfuerzo común, es muy difícil fotografiar; aunque sí lo podemos sentir e incluso oír sus pulsaciones, en el día a día de las labores agrícolas.
Miles de inmigrantes, de diversas nacionalidades, participan y enriquecen, el corazón del campo almeriense. Les puedo asegurar, que dejando a un lado, los egoísmos que a todos nos acompañan, son muchos los buenos sentimientos esparcidos por toda la provincia de Almería, tanto de los agricultores como de los trabajadores.
Podemos preguntarnos ¿Por qué existe tanta desunión en el campo almeriense? ¿Por qué no se previenen, se planifican y se desarrollan estrategias, que unan las diversidades, en todos los sentidos (económico y social) en beneficio del sector hortofrutícola, si existe un único corazón? (Ideal 27.11.2005).
Día a día
Minuto a minuto, a cada instante, en todo momento, podemos mejorar; gestionar mejor nuestras responsabilidades profesionales, en beneficio de la empresa y de todos sus colaboradores.
Si observamos, a dos empresas del mismo sector, con características similares; podemos preguntarnos ¿Por qué una es excelente y tiene tan buena reputación corporativa, y la otra es mediocre? Nada nuevo hay bajo el sol, ni nada se construye en dos días. Se necesita tiempo y sobre todo intencionalidad, para crear una sólida imagen corporativa. La intención de querer ser mejores, de conseguir ser reconocidos como empresa excelente, por la calidad de los productos o servicios, por el respeto al medio ambiente, por su apuesta firme y decidida por la "acción social" interna y externa.
La ilusión, de generar cambios positivos, con la que cada día debemos levantarnos; es condición sine qua non para aportar ventaja competitiva a nuestras acciones en la empresa.
Los seres humanos, somos torpes, pero no tontos; sabemos cuando hemos actuado incorrectamente; sentimos, aunque intentamos enmascararlo, que no hemos aportado ni el cincuenta y cinco por ciento de nuestro rendimiento. Por ello, es muy importante la reflexión al finalizar la jornada laboral. Podemos preguntarnos ¿He cumplido con mi aportación a la colectividad? ¿Tiene sentido la labor que he desempeñado en mi puesto de trabajo? No perdamos el sentimiento de aportación; cada acción, cada comportamiento, está interrelacionado con la estructura y el funcionamiento de la empresa, con la buena o mala imagen de la misma.
Parece que estoy filosofando, pero si quieren aprender filosofía nada mejor que levantarse temprano e ir a la lonja del pescado. Así, comprenderán fácilmente, lo que cuesta pescar un pez; la valentía de aquellas personas que en alta mar y en condiciones difíciles desarrollan su trabajo con alegría, y el orgullo de sentirse pescadores.
Día a día, avanzamos o retrocedemos en el logro de nuestras pequeñas metas cotidianas. Nos aventuramos a dar la cara en la resolución de los problemas que la vida laboral nos plantea o nos escondemos tras la sonrisa hipócrita, de cartón piedra, que tan de moda se ha puesto en el ámbito de las relaciones interpersonales en las empresas.
Cada cual, es libre y responsable, a la hora de elegir como actuar. Ser o no ser, e ahí la cuestión. Estar comprometido con el trabajo que uno desempeña y con el apoyo a los compañeros de trabajo que lo necesiten o sentirse un número en el organigrama de su empresa.
(Ideal 19.06.2005).
Un poquito de por favor
¡Váyase señor cuesta, váyase! Lo sentimos y lo oímos en nuestro parloteo mental. Es lo que le diríamos a ese jefe, compañero de trabajo, ante su mala educación, ante su prepotencia insostenible e incomprensible.
¿Por qué actuará así? ¿Acaso no existe más vocabulario en el castellano, para comunicar una orden, que las palabras cuyo significado son nuestros órganos sexuales? ¡Váyase señor cuesta, váyase! O aprenda a comunicar con educación, utilizando el rico vocabulario de nuestra lengua, mirando a los ojos con comprensión y gesticulando con naturalidad, transmitiendo al subordinado confianza, respeto, comprensión y motivación.
¡Aquí no hay quien viva! Me comentan muchos directivos, profesionales y trabajadores, los cuales se quejan de la mala educación, de las órdenes que insultan y amenazan.
La falta de tacto de muchos jefes, mandos intermedios, coordinadores… cuestan un ojo de la cara a los empresarios: desmotivación, incomunicación y desconfianza son torpedos dirigidos a la línea de flotación del negocio.
¿Tanto cuesta desprendernos de nuestros egos? "Aquí mando yo", "Lo digo yo y punto" y acercarnos a los demás con empatía, con seguridad, sabiendo que nadie es tonto y que todas las personas saben cual es su cometido y su responsabilidad en su puesto de trabajo.
Es fácil mandar y dar órdenes, lo difícil es que los subordinados hagan lo que tienen que hacer y además lo hagan queriendo, con entusiasmo, motivados y aportando lo mejor de ellos en la labor que estén desarrollando en ese momento.
¡Cuánto arrogante y grosero abunda en el mundo de la empresa! Si supieran los empresarios el gran coste que supone para sus empresas la mala educación de sus directivos, mandos intermedios y algún trabajador, cambiarían hacia una cultura de empresa basada en la buena comunicación: con sinceridad, respeto, empáticamente… y se unirían a los que expresamos claramente y con educación ¡Váyase señor cuesta, váyase!
(Ideal 12.12.2004).
Coaching empresarial
La excelencia empresarial, es la visión y la misión, de aquellas empresas que quieren ser mejores. Además de planificar y trabajar para conseguir productos y servicios de calidad, muchas empresas, afortunadamente, quieren crecer y desarrollarse organizacionalmente, con una cultura corporativa de mejora continua.
Optimizar el rendimiento de la empresa, mejorando: el estilo de liderazgo, la comunicación interna, las relaciones interpersonales, la gestión del conocimiento, etc., es lo que consigue la gran herramienta estratégica conocida como coaching.
El coaching empresarial recurre a algunas de las técnicas de motivación que se han aplicado en el entrenamiento de los atletas de elite, combinadas con las fórmulas de orientación del pensamiento de la psicología humanista. Lo cierto, es la gran eficacia de esta metodología de aprendizaje transformador.
El protagonista absoluto de esta herramienta empresarial, es el coach o consultor externo. Entre las principales funciones del coach tenemos: A) Detectar el potencial de la gente en el lugar de trabajo y las barreras externas o internas que obstaculizan la manifestación del resto de ese potencial, B) Generador de liderazgo visionario inspirador, C) Integrador de equipos, D) Gestor del trabajo en equipo,
Podemos preguntarnos ¿Por qué el coaching es importante para las empresas?, ¿ qué mejoras produce para conseguir una verdadera ventaja competitiva para la organización? Muchas son las razones: a) Facilita que las personas se adapten a los cambios de manera eficiente y eficaz, b) Estimula a las personas hacia la producción de resultados,
Muchos son los profesionales que asesoran a las empresas, en los distintos campos de la gestión empresarial: asesores fiscales, laborales, financieros, de marketing, jurídicos, etc. Sin embargo, ¿Quién les ayuda a desarrollar eficazmente su organización, a generar verdadera cultura de excelencia empresarial, a ver los obstáculos gerenciales desde otra perspectiva, a compatibilizar la exigencia profesional con la calidad de vida? Un coach es un profesional que conoce muy bien el mundo sutil de la empresa; observa y analiza acertadamente el entramado de la organización informal. Acompaña y apoya, sin dar muchos consejos, a empresarios, gerentes, directores de Recursos Humanos, y a determinados trabajadores, siendo un espejo transformador para todos.
Las organizaciones actuales, de todos los tamaños, públicas, privadas; necesitan, desde mi punto de vista, un asesoramiento estratégico, que integre la orientación de los demás asesores con la visión de liderazgo inspirador que aporta el coach. La estrategia innovadora nace en la creatividad que atesoran estos profesionales, poseedores de intuición, de discernimiento emocional, de empatía, y de autenticidad humana.
(Ideal 15.01.2006).
Cooperativas anónimas
Para hablar de cooperativismo debemos tener en cuenta dos cuestiones muy importantes: la existencia de una ley que regula todo lo relativo a su constitución, su régimen de funcionamiento, y el
espíritu cooperativista.
Últimamente está arraigando el concepto empresarial de sociedades mixtas, de fusiones empresariales, con el fin de ser más competitivas en los cambiantes mercados.
Desde mi punto de vista, es muy peligroso, para la misma esencia y existencia del cooperativismo, que con la excusa de ser competitivos se pierda, poco a poco, el dinamismo que en sus comienzos tuvo.
Para aquellos desilusionados de las empresas cooperativas y muy entusiasmados con las sociedades anónimas, hay que recordarles que el séptimo grupo empresarial en este país, es el grupo Mondragón.
Hay quien, lamentablemente, cree que las empresas están formadas y dirigidas por máquinas, sin tener en cuenta a las personas que las integran. El egocentrismo de algunos quisiera destruir la cooperación, el compromiso y la transparencia que debe impregnar la dirección y la gestión de una empresa cooperativa.
En Almería, además de la gran cantidad de cooperativas de trabajo asociado (formadas por trabajadores), destacan las cooperativas agrícolas (formadas por agricultores). Debemos valorar la gran aportación de estas empresas cooperativas al campo almeriense. Aquellos agricultores que decidieron unirse en un proyecto asociativo, entusiasmados con el protagonismo que iban a tener en la gestión y dirección de la cooperativa que nacía, han ido perdiendo la ilusión de una participación real y activa en su cooperativa.
En el entramado empresarial, las sociedades anónimas tienen su razón de existir y de ser. Representadas por el consejo de administración, donde hay un presidente, que suele ser el accionista mayoritario, quien toma la mayoría de las decisiones de dirección empresarial.
Los miles de agricultores que trabajan sus pequeñas y medianas explotaciones en el campo almeriense, han podido elegir el modelo empresarial de las alhóndigas (sociedades anónimas) o el modelo cooperativista, a la hora de vender los productos agrícolas. Lógicamente cada modelo ofrece unas ventajas al agricultor.
Las cooperativas agrícolas almerienses, han innovado mucho en procesos de producción y de manipulado, en tecnologías informáticas, etc. Sin embargo, desde mi punto de vista, han perdido el dinamismo (cooperativo) inicial con el que nacieron, se han impregnado de un espíritu de sociedades anónimas, en la creencia de algunos presidentes y gerentes, de asegurar el buen funcionamiento y supervivencia de las empresas cooperativas que dirigen.
El anonimato que muchos agricultores (cooperativistas) sufren, es síntoma de una deformación organizacional del cooperativismo. Es necesario reactivar el espíritu y la cultura cooperativista, si queremos asegurar la existencia de las empresas cooperativas.
(Agricultura2000 – 02.2006).
Divide y perderás
Divide y perderás
A lo largo de la historia de la humanidad, y como estrategia en las llamadas artes de la guerra, siempre se ha utilizado el lema "divide y vencerás". Por lo visto, para derrotar a los adversarios es una estrategia excelente; debilitar las fuerzas enemigas dividiendo y si es posible enfrentando a miembros del mismo grupo.
Sabemosqueelmundodelosnegocios, delasempresas, locaracteriza la competitividad feroz y en muchas ocasiones, desleal. Parece como si todo vale en pos de mantener posiciones en los mercados. Existe incluso el espionaje industrial y por ello muchas compañías invierten mucho dinero en evitarlo con estrictas normas de seguridad.
Puede que esta cultura de la competitividad, que muchos directivos viven y transmiten en el seno de las organizaciones, no sea la estrategia más adecuada para crear una misión compartida.
El equipo directivo, y en concreto los responsables de los departamentos de recursos humanos, es responsable de utilizar como herramienta de gestión corporativa, el lema "une y vencerás". Deben transformar las artes de la guerra, en las artes para la paz; sembrando de esta manera la semilla de la prevención de posibles conflictos.
Hoy día, está muy estudiado y demostrado, que el trabajo en equipo, la motivación de todos los trabajadores, el buen clima laboral, son requisitos sine qua non para el buen funcionamiento de las empresas, y ello se consigue con la cultura del compromiso de todos los miembros de la empresa.
La cultura de "la unión", de la colaboración interdepartamental, de la buena convivencia laboral; hace surgir en el seno de la empresa el espíritu de equipo, el entusiasmo y la automotivación de los trabajadores, una proactividad colectiva.
¡Qué importante es el estilo de liderazgo de los directivos! ¿Es posible crear una cultura de empresa basada en, "unir en la diversidad", con un estilo de dirección autoritario? Si el estilo de liderazgo afiliativo, democrático, es el que más y mejor genera una cultura de compromiso, de identificación colectiva con la misión de la empresa, ¿Por qué no es el más utilizado por los equipos directivos? ¿Acaso da miedo perder parcelas de poder, a que el personal manifieste sus quejas y críticas a la dirección? Lamentablemente, son muchos los directivos, que en pos de la productividad y la rentabilidad empresarial, siguen utilizando unas obsoletas y contraproducentes herramientas de gestión corporativa. Habría que contabilizar y exponer a las juntas de administración las grandes pérdidas que ocasiona dividir al personal, enfrentarlo, enemistarlo, generando desconfianza entre todos los trabajadores, creando la cultura de la competitividad interna. Tanto dividen, que aumenta el absentismo en sus dos vertientes: presencial y de baja por enfermedad; se incrementa la conflictividad interpersonal e interdepartamental, generando un pésimo clima laboral que redunda en un mal servicio a los clientes y en productos de poca calidad.
Deberíamos hacer una pequeña reflexión y preguntarnos ¿No es más saludable y beneficioso para todos, compartir un proyecto común al servicio de la sociedad, uniéndonos en las dificultades de la vida laboral? (Ideal 16.10.2005).
El cuenta cuentos
¡Qué mérito tienen, aquellas personas que se dedican a ilusionar a los niños contándoles un cuento! Muchos colegios y asociaciones, tienen la saludable e inteligente idea de contratar los servicios profesionales de un cuenta cuentos, como una actividad especial.
Hay cuentos universales, gravados en nuestra mente: Caperucita roja, blanca nieves y los siete enanitos, pulgarcito, la cenicienta, etc.
El cuenta cuentos "de verdad", nos ilusiona y nos transmite unos valores, que nos sirven como guía de nuestros comportamientos.
En esta época que nos ha tocado vivir, calificada como "de pérdida de valores", es necesario invertir en la contratación de muchos "cuenta cuentos" para las organizaciones de todo tipo: Públicas, privadas, pequeñas, grandes…
Para el Presidente de la Asociación Española de Directivos, es necesaria una mayor formación en ética y valores, para mejorar la eficacia de los directivos y de las empresas en las que trabajan.
Volviendo a la magnifica actividad de "cuenta cuentos", me gustaría, en defensa de tan noble profesión, diferenciarla de aquellos "que viven del cuento", ya me entienden, quienes nos cuentan un cuento para y por sus intereses personales y profesionales.
Quienes viven del cuento o de la "picaresca, perjudican enormemente el buen funcionamiento de las empresas.
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