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Multiculturalismo y legitimidad intercultural: Reflexión de los derechos colectivos sobre patrimonio genómico (página 2)

Enviado por Pablo Morales Males


Partes: 1, 2

Los conflictos entre nacionalidades y etnias, de gran parte del siglo XX, son los fenómenos sociales de mayor impacto en los Estados nacionales. Las experiencias de constitución de dichos estados conllevan un replanteamiento del Estado (sistema de dominio político) y la nación (comunidad cultural); para transformarse en Estados multinacionales e interculturales[10]Dentro de este esquema se plantea un reto importante para el "derecho público", la resolución de los conflictos entre las minorías y las mayorías de los Estados nacionales. Los temas prioritarios demandados son: los derechos territoriales que promueven la revitalización cultural y lingüística[11]la autonomía regional y la representación política, entre otros[12]

El ensayo no pretende abordar en extenso el debate sobre el multiculturalismo y los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades, dado el creciente número de ellos y la complejidad del tema. Mi intención es iniciar el análisis de los procesos de legitimación de la interculturalidad en Ecuador, y en particular, de la Bioregión Andina-Amazónica. El reconocimiento de los derechos colectivos de dichos pueblos, es uno de los compromisos contemporáneos urgentes, mismo que, se inscribe en la tendencia actual del Derecho Internacional, de considerar su carácter sui generis y diferente a los derechos de otro tipo de minorías. Los derechos individuales y colectivos se fundamentan en la protección del matri-patrimonio genético y cultural de esta bioregión donde conviven históricamente pueblos y nacionalidades.

Los pueblos plantean una participación en la recreación en la calidad del discurso democrático. La vía propuesta parte del lenguaje de su "Conocimiento Propio Local (CPL)", denominado también "vernáculo o tradicional"[13]. También lo podemos caracterizar como "Saberes Propios Locales – (SPL)" o "Saber Local Colectivo – SLC", acerca de prácticas respetuosas de acceso y control social del patrimonio genómico y cultural, por parte de dichos pueblos.

Por lo tanto, es necesario establecer estrategias que revelen y legitimen la construcción social del saber local colectivo de los pueblos de está región, para proponer el cambio en la concepción "tradicional" del discurso universalizante y homogenizador del Estado nacional. Los pueblos se han dispuesto a establecer el diálogo intercultural, para provocar la acomodación transformativa de la sociedad y refutar el criterio de la "racionalidad homogenizadora universal" como única estrategia en la resolución de conflictos. Giovanni Sartori, 2001: 15, plantea al pluralismo cultural como el código genético de la sociedad abierta[14]El pluralismo "etnosférico[15]es el concepto que mejor descifra "las creencias de valor y los mecanismos que han producido históricamente la sociedad libre y la ciudad liberal y por ello el que mejor permite precisar y profundizar las aperturas que vamos a debatir". Una sociedad abierta y consocional (de la conseción) permite incorporar el aporte de las otras culturas dentro del Estado multinacional. Habermas, J. cit. por Baumeister, 2003, considera necesario la participación de las minorías en el diálogo y la negociación política para promover una mutua adaptación, tolerancia y recreación.

La "tolerancia" en diversos Estados nacionales, como Canadá, ha permitido el acceso a la información y educación de los Pueblos, conformando "sociedades abiertas" que se ha enriquecido en los procesos democráticos. En dichas sociedades, la participación ciudadana supera la construcción epistemológica basada sólo en la gente de razón (intelectuales), donde la gente de costumbre (pueblos indios) cumplen un papel de subordinación[16]

Fraser, N., 1993, enfatiza que la participación democrática de los ciudadanos en la esfera pública es creativa y depende de su capacidad de formar opiniones y tomar decisiones. La calidad de la participación y la característica de la demanda definen a los actores querellantes como: públicos fuertes y débiles. Los pueblos Andino-amazónicos se constituyen en un público fuerte porque sus demandas, a más de generar opinión pública, llegan a ser debatidas en el Parlamento nacional. Consecuentemente, rebasa el carácter del público débil que sólo es capaz de formular opinión pública[17]La democracia participativa, en la que se inscribe este proceso de abordaje de las minorías a la esfera pública; según Cohen, 1999, reconoce que "una concepción deliberativa… pone la razón pública en el centro de la justificación política. La democracia es un sistema de acuerdos políticos y sociales que institucionalmente atan el ejercicio del poder colectivo al libre razonamiento entre iguales[18]

El debate de la democracia en la "sociedad intercultural", incorpora los discursos de las llamadas patrias chicas que los integran (I). Es requisito de la nueva sociedad reconocer los discursos de los llamados "sin voz" (II). El verdadero desafío y tensión a resolver está propuesto: entre la homogenización imperante de la llamada "modernización" y el respeto creativo de la diversidad biocultural de los pueblos andino-amazónicos (III). Baumeister, 2003, propone que se debe ir más allá de las reificaciones liberales, para reconocer el potencial de aporte de los pueblos y nacionalidades a la Nueva Sociedad.

Presupuestos teóricos

La inclusión tolerante del Otro dentro del orden político: el Estado nacional, deberá estar abierto a la igualación de los discriminados y a la incorporación de los marginados sin integrarlos en la uniformidad de una comunidad homogenizada (Habermas, J., 1999: 118), cual sería históricamente el avance "civilizador" occidental y homogenizador de la "barbarie" local, a través de procesos de Integración Regional Global, como IIRSA. La incorporación dialéctica de saberes y discursos inclusivos al interior de las naciones, es el resultado de procesos de interlocución dialógica del discurso en una sociedad civil, donde prima la tolerancia a la diversidad cultural de las minorías nacionales (Walzer, M, 1998; Kymlicka, W, 2003).

Las minorías nacionales, en particular los pueblos y nacionalidades, según Kymlicka, W, 2003: 167, son considerados como una categoría distinta de las llamadas "minorías", provista de derechos sui generis, que exigen el fundamental reconocimiento de sus derechos individuales y colectivos. La tendencia del derecho internacional, de diferenciarlos del derecho de las otras minorías, permite explorar las relaciones de tolerancia de estos pueblos dentro de los Estados multinacionales[19]a los que pertenecen.

El Estado-nación como proceso de constitución de la cohesión social y la legitimidad, marcha en paralelo, por un lado, apoyado por la formación de los Estados como tales (I), y por otro lado, por la formación de las naciones (II). Sin embargo, la tensión social de las llamadas "minorías" se localiza en este espacio que constantemente es cuestionado por su visión universalizante y homogeneizadora. Las concepciones liberales de igualdad y libertad de expresión son desafiadas por el reconocimiento de las identidades y culturas particulares. La virtud del Estado-nación, ante las nuevas demandas, será la de resolver los dos problemas en uno, haciendo "… posible una nueva forma, más abstracta, de integración (cohesión) social sobre la base de un nuevo modo de legitimación"[20], donde se amplíe la incorporación de las minorías, y en particular pueblos indígenas, que aún permanecen en situación de O-cultos, o en aislamiento voluntario.

El multiculturalismo reconoce las identidades particulares. Touraine, A., sf., logra situar a las culturas particulares por encima del Estado y de cualquier interés de un grupo social en particular, "no es el adversario del universalismo europeo: es su otra cara"[21]. Esta corriente social atiende las demandas de reconocimiento cultural de las "minorías" étnicas y religiosas, y de las minorías nacionales por la autonomía y autodeterminación. En este espacio las minorías son consideradas por su capacidad de negociación política dentro del Estado multinacional basado en la concesión.

El multiculturalismo, además, es el término usado por los inmigrantes para asegurar los derechos culturales sin temor al prejuicio y a la discriminación. El multiculturalismo describe procesos donde las minorías pueden compartir el poder, a través de promover las políticas de grupos tradicionalmente marginalizados.

El compartir el poder en una sociedad multicultural es un acto de tolerancia según Walzer, 1998, "Tolerar a alguien es un acto de poder; ser tolerado es una aceptación de la debilidad"[22]. Es un llamado a la libre construcción sin jerarquías, tan sólo basado en la dignidad del Sujeto social o ciudadano. La pregunta hecha por Touraine, A, 2001, acerca de ¿cómo podemos vivir juntos?, es decir ¿cómo combinar homogenización y diversidad?, se responde en la "asociación de la democracia política y la diversidad cultural fundadas en la libertad del Sujeto"[23] Los grupos marginalizados tienen la posibilidad de incorporarse y acomodarse creativa y transformativamente en la nueva sociedad, inclusive con actos de verdadero poder constructivo y transformativo.

El pluralismo donde se expresa la libertad del Sujeto, se la define como "una disposición tolerante y, estructuralmente, (como) asociaciones voluntarias <<no impuestas>>, afiliaciones múltiples… "[24]. El pluralismo es el producto de la diversidad de culturas, con una aceptación voluntaria de la tradición, los partidos y movimientos trasmitidos intergeneracionalmente.

La dinámica política, social y económica requiere plantear construcciones creativas, dialógicas e interculturales, que fundamenten el acceso a los derechos colectivos de los Pueblos Indios, cuyos referentes se forman a partir de la comunidad. El diálogo intercultural se desarrolla con base en este tipo de derechos, que sustentan poderes y permiten la "acomodación transformativa"[25] dentro del Estado nacional. En la comunicación intercultural se funda en el reconocimiento de "El Otro". Cada individuo afirma su derecho a ser Sujeto. Esta sujetización se realiza, en cuanto, el Sujeto tiene la capacidad de apartarse de la comunidad, es decir hacer una abstracción de su realidad comunitaria, para criticarla constructivamente. Por lo tanto, la interculturalidad y la afirmación legítima de la Identidad se dan en el escenario de la esfera pública ciudadana.

Los derechos humanos en el Estado nacional dan primacía a los derechos del individuo, antes que a los derechos colectivos o comunitarios. La propuesta del ensayo, concuerda con la segunda versión de los derechos comunitarios. Según De Soussa Santos, B, 1997, es una concepción más amplia donde "los derechos sociales y económicos involucran los (derechos) cívicos y políticos…". Este autor reconoce los límites de esta concepción, pero considera que permite reconocer "los derechos colectivos" de las llamadas "minorías"[26]

La problemática: del multiculturalismo al interculturalismo

La sociedad nacional, como producto de la "modernidad" y de los procesos de globalización, es una consecuencia de la creciente ampliación del Estado nación "capitalista", en su cuádruple configuración institucional: la alianza entre un sistema capitalista de producción… ; el industrialismo…; el desarrollo de técnicas foucaultianas de vigilancia… ; y la centralización del control de los medios de violencia gracias a un aparato industrial-militar", que lo convierten una máquina modernizadora, al servicio de los grupos hegemónicos nacionales y transnacionales[27]Este es el espacio donde se debate la temática del multiculturalismo y su transición hacia el interculturalismo.

El multiculturalismo, sin ser una novedad en el campo de la filosofía y de las ciencias sociales, se inserta en la máquina modernizadora del Estado-nación occidental. El fenómeno de la diversidad cultural se origina con los conflictos etnoculturales, las migraciones, los procesos de colonización de los siglos XVI, XIX, XX y XXI, y la presencia de poblaciones indígenas en América Latina, África y Asia. La mayoría de países en el mundo actual son culturalmente diversos. Existe un estimado de 6000 o más lenguajes orales[28]Los 184 Estados independientes del mundo contienen más de 6000 lenguas vivas[29]Esta realidad implica que el análisis del mismo indague acerca de la variedad de políticas e ideas de la sociedad multicultural.

El multiculturalismo analiza las demandas de las minorías nacionales, los movimientos feministas y homosexuales, y de las poblaciones indígenas. Los conflictos colectivos, en las sociedades "democráticas liberales" de occidente, se provocan por la inoperancia de valores como: la libertad, la tolerancia, igualdad y el pluralismo[30]Los estados nacionales responden ineficientemente a las demandas relacionadas con la diversidad étnica, cultural o nacional, así como con: los derechos del grupo, el autogobierno cultural y/o político, la autodeterminación, el respeto y reconocimiento de la identidad diferenciada, y el rechazo de políticas de asimilación[31]En este sentido el multiculturalismo se constituye en una forma de regulación política para la protección adecuada de las minorías y la garantía de igualdad de derechos de los pueblos y nacionalidades.

El multiculturalismo y su inclusión en el Estado-Nación

Ni entienden la mentalidad, menos aún la cosmovisión india

Se nos excluye de la toma de decisiones

y al no ser consultados

se violenta el Convenio 169 de la OIT.

Maribel Montes Silva, Líder K´mia-México

En la sede la ONU,

New York, mayo del 2002.

El Estado-nación está lejos de ser el modelo ideal propuesto por los liberales: un Estado con una población culturalmente homogénea. La particularidad del mismo, es la multiplicidad de formas de vida, grupos étnicos, confesiones religiosas e imágenes diversas del mundo. Por esta razón, el Estado nacional debe aprender a convivir como sociedad internamente diferenciada. La hegemonía de una parte dominante requiere superar la cuasinatural concepción de un pueblo presuntamente homogéneo[32]

La defensa del multiculturalismo y del interculturalismo son de gran significación para la cultura política del Estado nacional. La nueva organización política debe incluir la visión liberal de los derechos individuales, y los valores liberales claves como la autonomía individual y la igualdad del valor moral, Ej. La convivencia de ingleses y franceses en Canadá y las conquistas feministas desde mediados del Siglo XX. Un Estado multinacional garantizará los derechos individuales y comprometerá el reconocimiento de las diferencias sociales y culturales, vitales para todos los individuos.

Las políticas multiculturales en un Estado nacional inclusivo se han caracterizado por ser blandas y duras de acuerdo a sus niveles de incorporación: un nivel I y II de diversidad tolerada y tolerante. En la diversidad nivel I, los grupos protagonistas de la sociedad civil y el Estado trabajan conjuntamente por compartir un conjunto de valores liberales. Este Estado se caracteriza por promover el multiculturalismo blando. El primer nivel de diversidad está relacionado con la asimilación y el derecho de todos los ciudadanos a integrarse a la cultura dominante.

A nivel II, los conflictos de los movimientos sociales se producen en torno a valores, que desafían "la estructura básica de las asunciones morales y los procesos políticos", siendo un multiculturalismo de carácter duro el que se conforma en este tipo de Estado multinacional. En el segundo nivel de diversidad se debate la pertenencia al Estado, por parte de miembros de las diferentes culturas y grupos nacionales bajo sus propias características, y a incorporarse dentro del Estado-nación de manera consocional o negociada y transformativa[33]

En Ecuador, como ejemplo, cito la propuesta del Pueblo Taromenane, pueblo en aislamiento voluntario u O-cultos[34]de la Bioregión Andina-amazónica, que se ubica en el segundo nivel de diversidad tolerada y tolerante, caracterizado por un multiculturalismo duro demandante de protección y reconocimiento de sus elementales derechos humanos. Las demandas, explicitas a través de defensores de los Derechos Indígenas, de los citados pueblos, desafían las estructuras básicas y los procesos políticos de los Estado-nación universalizantes y homogeneizadores, de esquemas integracionistas, que habrá que debatir, para no repetir "barbaries" desde el avance civilizador.

La culturización de la política, por la inclusión creciente de lo étnico, es el nuevo síntoma de la sociedad civil, donde participan una diversidad de actores individuales y corporativos, tales como: los pueblos en aislamiento voluntario u O-cultos y los pueblos originarios. Al establecerse la integración e incorporación negociada, los colectivos demandantes hacen uso de su capacidad de locución y de diálogo por medio de la ética del discurso presencial u oculto. La ética discursiva, más allá de la capacidad del Estado-nación, promete dar respuestas liberales a las demandas del multiculturalismo político. Con el propósito de avanzar al interculturalismo político[35]

El multiculturalismo político, como parte de la internacionalización de los procesos sociales, se define dentro de nuevas relaciones de poder. Estas relaciones están comprendidas con arreglo a la "capacidad de controlar redes instrumentales globales en virtud de identidades específicas, o, desde la perspectiva de las reglas globales, de someter toda identidad en el cumplimiento de las metas instrumentales transnacionales" (Castells, cit. por Tejerina, B, 2004). Por lo tanto, los Pueblos Indios, bajo la perspectiva multiculturalista, optimizarán la gestión del poder de los flujos de información (económica, social) y del poder de su identidad (cultura y política) como un aporte a los Estados nacionales.

Según Kymlicka, 2001, la mayoría de grupos "etnoculturales" desean participar de manera plena e igualitaria en las sociedades liberales modernas. La participación de los grupos referidos, se desarrolla por medio de la construcción del discurso moral, cuyo punto de vista es universal e imparcial. La aproximación del discurso moral y el discurso ético-político de las diversas culturas, debe estar libre de egocentrismos y etnocentrismos. El discurso de los pueblos y nacionalidad expresarán un entendimiento auténtico de sí mismo y de su entorno particular. La construcción del discurso moral y su inclusión en el Estado multinacional, se desarrollará dentro del espacio de la esfera pública, que implica la autocompresión de los llamados tres mundos de la vida (objetivo, social y subjetivo) relacionados con:

"la ciencia, la moral y el arte, y con las tres diferentes formas de argumentación, a saber: el discurso teórico-empírico, el discurso moral y la crítica estética" (Habermas, cit. por Baumeister, A. 2003)

Los Derechos colectivos: el reconocimiento de la multiculturalidad

Del Sur, nos viene la más fuerte reivindicación de la pluralidad,

de la diversidad virtuosa

se puede asumir la tolerancia,

…como conquista del distinto.

Armando Bartra, 2001.

El principio fundamental de la existencia humana, es la igualdad de los "Los derechos y los Torcidos"[36] o aquellos que no han sido equitativamente reconocidos en el Estado nación. El abordaje de los Pueblos Indios a la arena política se efectúa con el aporte de su conocimiento construido históricamente. Bajo esquemas de la constelación humana, cuya visión humanística es éticamente respetuosa de la dignidad natural. Los límites y alcances de la autorreflexión de "mirarse al corazón", para "retar a los dioses" (Subcomandante Rebelde Marcos, 1994), recuerda el olvido de lo diferente, provocado por la enfermedad del "ensueño" de la "modernidad", macondianamente interpretada. De esta manera, los sujetos de la transformación democratizan las emociones.

A partir de lo descrito, el discurso del reconocimiento considera que: 1) las concepciones liberales deben responder a las demandas de las identidades y culturas particulares; 2) los derechos especiales de estos pueblos deben tener la capacidad de incorporarse a la cultura de la mayoría sin que su tendencia sea necesariamente universalizante u homogenizadora; 3) el aporte de los Pueblos Indios recrea la dinámica de las democracias liberales. La reflexión ilustrativa de Taylor, 2001 sobre el discurso del reconocimiento analiza la esfera de las relaciones personales y de la esfera pública. Este análisis parte del principio jurídico y social de la igualdad de derechos de todos los ciudadanos y hace derivar de él una política de la diferencia: "La política de la diferencia brota orgánicamente de la política de la dignidad universal… (del ser humano)"[37]

La autenticidad e identidad de los pueblos son alcanzadas en un proceso dialógico, en un encuentro de iguales con el otro. La mayoría "grupos etnoculturales" conocidos han demostrado su interés por incorporarse al Estado nacional. Las desventajas históricas de este tipo de relación entre los Pueblos, requieren establecer una práctica dialógica diferente que les permita alcanzar su verdadero reconocimiento.

El falso reconocimiento o llamado "discriminación tolerada" por el Estado nacional, consiente grados aberrantes de aculturación, vía falsedad de la imagen del colonizado, del "subalterno" que está sometido a los poderes de la colonización. Tal es el caso de los pueblos y nacionalidades, reconocidos por compañías petroleras y transnacionales farmaceúticas, a quienes les "donan": aulas escolares, puestos de salud, canchas de futbol, a cambio de explotar su patrimonio genético y cultural.

En este sentido, argumenta Azibeiro, N, 2004, que: "Ao falar em subalternidade, estamos nos referindo à produção de identidades que se submetem, porque introjetam e assumem a perspectiva do colonizador (Para hablar de subalternidad nos estamos refiriendo a la producción de identidades que se someten, porque introyectan y asumen la perspectiva del colonizador)"[38] Como se señaló, las comunidades subalternas sirven de forma útil a los actuales procesos de integración y colonización promovidas por las compañías transnacionales dedicadas a la explotación de recursos naturales como el petróleo, la madera y los recursos genéticos en la Bioregión Andina-amazónica.

En Ecuador el ejemplo más ilustrativo de un falso reconocimiento es la relación entre el Estado nacional, los actores regionales (petroleras, madereras, iglesia, ONG´s, etc.) y el pueblo Waorani, ubicados en los nuevos ejes de Integración Regional, como el eje Amazónico-IIRSA. La imagen colonizada que se reproduce desde inicios de su contacto (1960 – 1970), es utilizada por los intereses transnacionales y propio Estado nacional[39]Los Waorani son respetados y temidos por su "tradición guerrera". Esta actitud sobredimensiona su autoestima, al punto que la matanza de 26 Taromenane (26 de mayo del 2003)[40], fue considerada como parte de una "guerra justa inter-tribal" y que ha quedado hasta el momento en la total impunidad. La "justicia liberal", en este caso, sólo pudo ser tolerante ante la "impunidad" de dicho acto. Este falso reconocimiento se constituye en otra forma de opresión, que aprisiona a este pueblo de forma falsa, deformada y reducida a los intereses económicos de referidas transnacionales del petróleo y la madera[41]

Los límites del reconocimiento tolerante es la libertad del otro. La identidad de los pueblos depende de "manera crucial de los otros" convivientes en la llamada sociedad multinacionacional[42]La meta colectiva de convivencia tolerante se combina con una modificación de los tipos de las leyes y de su aplicación en diferentes contextos interculturales.

En las democracias liberales la visión ética del discurso debe reconciliarse con la lucha por el reconocimiento de los Pueblos Indios. Una teoría liberal de los derechos, por principio, no es ciega a la diferencia cultural. Para Taylor, Ch., 2001, el reconocimiento verdadero "no sólo es una cortesía que debemos a los demás: es una necesidad humana vital"[43]. El liberalismo deberá reconocer la pluralidad y la inconmensurabilidad de los valores fundamentales de los grupos etnoculturales. Esto favorece un proceso de legitimidad democrática y la solicitud por manejar el conflicto del valor de la diversidad cultural vía la negociación y el compromiso.

Los ciudadanos capaces de negociar y comprometerse son los que pueden participar activamente en la esfera pública. La participación se da en términos de reconocimiento a su "dignidad como seres humanos" o a su dignidad ciudadana. La seguridad de representación política de los Pueblos indios, implica el reconocimiento a derechos culturales y sociales especiales, dada su histórica marginación. Esto ayudará a superar la exclusión social o trato como "ciudadanos de segunda" en que se los ha mantenido.

Según Fraser y Gordon, 1992, ciudadano y ciudadanía, son palabras llenas de significado. Estos términos hablan de respeto, de derechos y de dignidad. Es en el sentido del citoyen o citoyenne francés de 1789, fue "una palabra que condenaba la tiranía y la jerarquía social, a la vez que afirmaba la autonomía y la igualdad". ¡Es una palabra humanista importante, monumental![44] Sólo de esta manera puede ser concebida la incorporación tolerante y "no tolerada" de los Pueblos y nacionalidades. Los ciudadanos y ciudadanas se incorporan a la sociedad nacional con plenos derechos individuales y colectivos.

El reto permanente del multiculturalismo es la ampliación política del debate por la incorporación creativa de las minorías. Los Estados multinacionales tienen el relevante papel de reconocer e incluir dentro de sus fronteras a los pueblos diferentes.

Los derechos colectivos de los pueblos relacionados implican reivindicaciones socio-políticas a interno y externo de los grupos etnoculturales. Estos derechos permiten que "un grupo étnico pueda hacer (reivindicaciones) contra sus propios miembros. Y, por otra, reivindicaciones que ese mismo grupo hace contra la sociedad que lo engloba"[45]. La supervivencia cultural dentro de las sociedades liberales es el principal dilema de los pueblos diferentes. Esta perspectiva plantea el proyecto de la "Humanización del derecho" o "internacionalización del derecho" propuesto por Manuela Picq, 2004[46]donde es fundamental el reconocimiento de los organismos internacionales promotores de los derechos humanos de las minorías.

Principios: el diálogo intercultural o acomodación transformativa en la bioregión andina-amazónica

Juntar los momentos en un solo corazón,

un corazón de todos, nos hará sabios,

un poquito más para enfrentar lo que venga.

Sólo entre todos sabemos todo.

Shamán Huichol,

Ramón Vera, 1997, México

La relación intercultural en la Bioregión Andina-amazónica ha tenido varios actores sociales históricos: los colonizadores, los caucheros, petroleros, madereros, colonos y los pueblos indígenas. Esta relación por lo general ha sido de carácter monológico; es decir, los representantes de los Estados imperiales y nacionales y los actores regionales han impuesto unilateralmente su discurso. Este discurso respondía y responde a los intereses económicos imperantes. Por tal razón, se desarrollaron procesos de asimilación de los Pueblos y nacionalidades y la liberalización del consumo capitalista, junto con la explotación comercial de los recursos naturales y humanos en la mencionada Bioregión.

En este proceso histórico, la actual disputa política se reduce a la lucha puramente estratégica por el poder de grupos económicos relacionados con la explotación petrolera y maderera. Estas tensiones, según Baumeister, 2003, pueden ser redireccionadas vía mecanismos institucionales, que adopten formas dialógicas del discurso con el objetivo de una "acomodación transformativa" del Estado multinacional. Las minorías participarán en el diálogo y la negociación política, para promover la mutua adaptación consocional. En este espacio, el reconocimiento de la diversidad cultural profunda de las minorías, se combina con los intereses típicamente liberales por el bienestar, la libertad y la igualdad. Esta tensión cuestiona las bases sustanciales del Estado nacional, y promueva la gobernabilidad[47]de los Pueblos diferentes.

El reconocimiento de la capacidad de gobernabilidad de Pueblos permite el desarrollo de sus propias instituciones. Este modelo de gobernabilidad tiene como objetivo la protección de las libertades fundamentales de los individuos y del colectivo. Además, fortalece la posición negociadora de estos, mismo que, requieren de la cooperación nacional e internacional, de los países promotores de nuevas integraciones regionales, como IIRSA, para la efectiva toma de decisiones políticas respecto a la supervivencia de la diversidad cultural.

El Estado multinacional establece formas innovativas de gobernabilidad, a luz de la diversidad cultural de los pueblos y nacionalidades incorporadas. La cantidad de poder distribuida para cada una de las partes favorece al grupo que constituye la llamada "minoría". Es importante la creación de una agenda de negociaciones en donde se dé prioridad a lo más crucial de la relación discriminatoria. En la nueva forma de gobernabilidad se justifica que los individuos <<opten por estar fuera>> si son desatendidos sistemáticamente por el Estado nacional. Bajo esta relación se incentiva a que los gobernantes trabajen por los intereses de los grupos dentro de procesos de interculturalidad.

El multiculturalismo e interculturalismo se presentan como dos aspectos de un mismo problema. El interculturalismo, comprende que la existencia, el valor y la autonomía de las distintas culturas existentes, reconocidas por el multiculturalismo, son sistemas en proceso de cambio, es una "…estrategia que siempre ha de estar vigente"[48].

La noción de interculturalidad "supone la de diversidad étnica, de particularismos culturales y de convivencia social…". Además, es vital su intencionalidad política y práctica con orientación teleológica, "… dirigida a la consecución de una mayor equidad entre los pueblos que coexisten en un mismo escenario" La vigencia del interculturalismo tiene la posibilidad de convertirse en una propuesta política, con sustento ideológico. Mas allá, del reconocimiento de las diferencias culturales de los individuos, reconoce "los derechos colectivos de los distintos pueblos que integran la sociedad nacional"[49]

En tal recorrido analítico, de las diferencias culturales de los individuos y la legitimidad de los derechos colectivos de los pueblos; se sugiere el replanteamiento de la concepción misma del ser humano, como: un ser biocultural credor de su espacio etnosférico. El estudio bajo esta perspectiva, mejorará la comprensión del comportamiento de las sociedades humanas de los Estados nacionales actuales y su legitimidad institucional.

El nuevo paradigma epistemológico de la interculturalidad, es el Bioculturalismo, construido con base en la teoría compleja de la autoorganización de la sociedad humana, que analiza el comportamiento humano; como resultado, de las interacciones entre varios componentes (genético, cerebral, sociocultural); es decir, es una interacción entre los componentes biológicos y culturales. El objetivo de dicha corriente es el de comprender la relación biológica y cultural que define a la sociedad humana. De esta manera, se enlaza el antropos a la physis y a la bios, y se esclarece la complejidad antropológica en sus múltiples niveles. La ciencia del hombre, en este sentido, se constituye como «antropología compleja»"[50] y de hecho en una legitimidad institucional compleja.

La ciencia socio-biológica pretende <<comprender y determinar al hombre en su totalidad, como: individuo, especie, sociedad» Además, metodológicamente: "…(utilizará) dialécticamente de una forma crítica todas las ciencias humanas naturales para dar cuenta la producción progresiva del por sí mismo". Es ciencia novedosa, "… medida que nosotros hayamos sabido considerar >concretamente la historia en su realidad humana y al hombre en su realidad histórica, la denominamos también antropología genética (Morín, 1951: 18, cit. García, P.)[51]. Sólo, en este sentido, se puede dimensionar los aportes de esta especialización de la ciencia antropológica, como una legitimación de su presencia histórica.

Esta propuesta holística, considera que la mayor tensión en los análisis socioculturales y ambientales, ha sido la tensión entre el ser humano – sociedad human y la naturaleza. Steven Rockfeller, 2001, en su comentario a Charles Taylor, de su ensayo: El Multiculturalismo y la "Política del Reconocimiento, 2001, reedita esta forma de abordamiento de las ciencias sociales: "… resulta instructivo señalar el brote de una política del reconocimiento a la par con el movimiento ambiental así como con la política de la diferencia y el multiculturalismo". El autor recoge los elementos de los procesos de interculturalidad. Su conocimiento, acerca del interés de los ambientalistas por presentar como diferentes a los multiculturalistas, mejor los aproxima: "Los ambientalistas exigen que se respete a los animales, árboles… (así) como los multiculturalistas,… les preocupa una nueva apreciación de la diversidad (generada en la etnósfera) y la posición moral y jurídica de los derechos de los grupos oprimidos" [52]

La posición acorde con el análisis precedente conduce a evaluar los avances del multiculturalismo desde una perspectiva bioetnocéntrica, que afirme "… el valor inherente de todas las formas de vida". La Carta Mundial para la Naturaleza de las Naciones Unidas, 1982, incluye el principio fundamental que "cada forma de vida es única y merece respeto".

Por lo tanto, el pensamiento multiculturalista y multinacional, considera que las culturas, son formas de vida productos de procesos evolutivos naturales y culturales, que merecen dicho respeto. Rockfeller, S, ratifica que la cultura "…de acuerdo a su propia y distinta manera, manifiesta el modo en que la energía creadora del universo, al actuar por medio de la naturaleza humana en interacción con un medio (sistema natural) distinto, ha llegado a concentrarse en (diversos focos)". De esta manera, se constituye la sociedad humana como especie biocultural, y plantea su aporte en el desarrollo del Bioculturalismo intercultural, que se manifiesta como un dinámico y creativo <<acomodo transformativo>> "… de la relación entre pueblos, nacionalidades y otros grupos culturales, pero también del Estado, de sus instituciones sociales, políticas, económicas y jurídicas y políticas públicas"[53]. Es decir cuenta con una base de legitimidad intercultural para el reconocimiento de los derechos colectivos.

Conclusiones

El ensayo recoge los intereses de la diversidad de los Pueblos y nacionalidades de la Bioregión Andina-amazónica. El objetivo de este tipo de aproximaciones académicas pretende contar con ciertas guías para la acción de los actores locales (pueblos), nacionales y regionales, y así evitar las etnografías del terror y el genocidio, como la ocurrida el 26 de mayo del 2003, con el Pueblo Taromenane de la Bioregión Andina-amazónica de Ecuador, en procesos nuevos de Integración Regional, donde se protagonice la construcción de diálogos interculturales acorde con la dinámica del Bioculturalismo Intercultural.

Boaventura de Soussa Santos, cit. por Borrero, 2003, propone rebasar el "cerco liberal" y crear un nuevo paradigma emancipatorio global que suponga la acomodación transformativa o participación recreativa de pueblos y nacionalidades, donde se apliquen consistentemente los postulados inherentes al multiculturalismo, a la diversidad pluricultural y biocultural como base de los procesos de interculturalidad.

La Justicia y los derechos colectivos, que reivindican la presencia de los pueblos y nacionalidades de la Subregión Andina-Amazónica, se inscriben en una lucha contra hegemónica, transnacional, amplia y creciente, que involucra al movimiento indigenista, a la par que a otros grupos afines como los ambientalistas, los comunitaristas y los socialistas a nivel Internacional. El reconocimiento legítimo de su carácter de pueblos, como "sujetos de derecho" (en la concepción de Teodora Zamudio, Abogada, especialista en Derechos Indígenas. "Dialogo intercultural e intercientífico N.3", 26/05/7, vía Skype) "como entidades colectivas con personalidad jurídica internacional" legitima el ejercicio de autodeterminación dentro de las fronteras de los Estados multinacionales.

Los Pueblos y nacionalidades no pretenden constituirse en nuevos estados modernos. La propuesta del movimiento indígena Zapatista de: "Nunca más un México sin Nosotros", es la expresión consecuente de la demanda por la incorporación dentro del Estado de la concesión y la negociación. El Estado debe ejecutar sus políticas de Protección defensa de los Pueblos O-cultos o en Aislamiento voluntario.

La posición de los pueblos tiende al pacto negociado en el Estado Nación concesional, confirmado por Miguel Ángel Cabodevilla, 2004. Este autor, especialista en Pueblos en Aislamiento Voluntario, según versiones de los participantes en la matanza (expuesto como caso de estudio, sobre la matanza de los Taromenanes), afirma que el líder del pueblo Taromenane, quiso negociar "su derecho a la vida". Este individuo exponía a sus verdugos que su pueblo nunca había atentado contra la vida de los Waorani. "Dicen que: -reiterativamente (el líder Taromenane) manifestaba esta actitud de su pueblo, y ¡qué no les maten!-. Un pueblo que respeta la vida, es un pueblo pacífico. Un pueblo que negocia es: ¡Un pueblo desarrollado! El país puede perder la oportunidad de conocer, uno de los últimos pueblos ¡No-contactados! u O-cultos[54]un pueblo que dio muestras de establecer la lógica de la negociación. La negociación del derecho fundamental a la vida en los Pueblos Indios se resuelve dialécticamente en esta confluencia de lo individual y colectivo: "Nosotros no hemos atentado contra su vida…". Esta es la nueva dinámica argumentativa de la Internacionalización de los Derechos colectivos de los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador.

La nueva concepción del Estado y de los derechos humanos está marcada por la transnacionalización y la globalización económica, social y política de sociedades cohesionadas por el mercado y por el poder administrativo, por lo que, su delimitación y autocompresión rebasan al Estado multinacional local. La nueva dinámica cosmopolita permite el respeto basado en el consenso[55]dentro de un juego político con los otros Estados multinacionales.

Por lo tanto, concordante con Borrero, 2003, la política cosmopolita transformará la falsa universalidad homogeneizante en una nueva universalidad cosmopolitamente diversa. Los derechos humanos, y en particular los derechos de los Pueblos y Nacionalidades, se constituyen un esperanto político, que la política cosmopolita debe trasformar en una red de lenguajes nativos mutuamente inteligibles, constituyendo el Patrimonio Cultural Vivo (inmaterial) de los nuevos Estados. Este es el espacio dialógico del discurso intercultural de los Estados multinacionales, un espacio sui generis de "acomodo transformativo". Un acomodo transformativo que esté sustentado en: "personalidades transnacionales, una reconstrucción intercultural y un sistema supranacional como un campo único de derechos humanos"[56]

La sociedad que incorpora transformativamente a los diferentes se convierte en una totalidad política. En términos de Jorge Alonso, 2004, será la búsqueda de la posible societas humanitatis (humanización de la sociedad), ya que, "Urge la construcción de un proyecto humanista… (y) Se requiere una política que reintegre lo humano (y ambiental/genético) como centro. Se tiene que regenerar la ciudadanía en todos los niveles y hacer sentir que la tierra es una patria común (Morín y Nair 1997, cit. por Alonso, 2004). Para esto se tiene que tratar de inventar lo posible, aunque parezca improbable"[57].

La nueva sociedad evaluará la calidad del discurso o discursos de la sociedad civil, así como, la cantidad de participación de los diferentes Pueblos, con el objetivo de recolonizar liberadoramente la esfera pública. En Ku, 2000, la esfera pública o lo público es invocado como una construcción simbólica del estado colectivo para los ciudadanos de contextos específicos y en tiempos específicos[58]Este es el caso de la Nacionalidad Taromenane. Además, en la esfera pública se producen las llamadas interrelaciones de la sociedad civil, compuesta por ciudadanos concientes y participativos.

Fontaine, G., 2004, manifiesta que "Las relaciones entre sociedad civil y el sistema institucional están caracterizadas por el flujo continuo de información e ideas, las cuales influyen en la formación de la opinión pública a través de medios de comunicación regulares y alternativos"[59] El flujo de información procedente de la sociedad nacional debe superar el falso universalismo homogenizador de una sociedad diversa de manera sustancial. Por lo tanto, es interesante recibir un flujo de información vía retroalimentación desde los Pueblos Indios, siendo el "interculturalismo" el objetivo del espíritu democrático actual[60]Los sistemas sociales actuales consisten, pues, no en hombres ni en acciones, sino en comunicaciones flexibles y dinámicas.

De esta manera, la nueva arquitectura de derechos humanos estaría marcada por los derechos a las raíces y a las opciones. Lo que significa que todos los derechos serían potencialmente tanto individuales como colectivos, y serían los mecanismos democráticos lo que permitirían a los individuos decidir cuando quieren ejercerlos como derechos colectivos (derechos a las raíces) o como individuales (derechos a las opciones), no en una reducida perspectiva estatal sino dentro de los parámetros globalizados del Ius Humanitatis o Humanitatis civilitas (De Sousa Santos, B, cit. por Borrero, 2003: 39) Un sujeto humanizado o una civilización humanizada es la exigencia de las tendencias del Derecho Internacional, donde los Pueblos Indios aportan con su Saber Propio Local de forma sui generis.

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Autor:

Pablo Morales Males

Quito, Junio 2009

[1] Agradezco al Prof. Guillaume La Fontaine de FLACSO-Ecuador quien revisó el artículo y le propuso para su publicación. El texto ha sido corregido y aumentado por los debates en los cursos de Antropología Jurídica de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Marzo 2006 €“ Mayo 2007. El autor agradece la revisión del Dr. Julio César Trujillo, Jurista de la Universidad Andina Simón Bolívar, realizada al texto original. De la misma forma a Neida Andi Arimuya, por su vivo interés en la Justicia y Derecho de los pueblos indígenas amazónicos y del país.

[2] Bioregión Andina-Amazónica: conformado los Pueblos Indios de los países: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

[3] Pueblos y nacionalidades: Conceptos adoptados en El Convenio 169 de la OIT, y de la Constitución de la República del Ecuador, de 1998. Los referidos pueblos se definen "… por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o colonización… cualquiera sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas" (Art. 1, N1.b) del Convenio 169 de la OIT, en: Morales, P., 1994, Pueblos Indígenas, Derechos humanos e interdependencia global, Ed. Siglo XXI, México, p. 233.

[4] Walzer, M, 2001, "Pluralismo y Socialdemocracia", en Guerra, política y moral, Ed. PAIDÓS, Barcelona.

[5] Estado-nación: "<<Estado>> es un concepto (que)… hace referencia a un poder estatal soberano tanto interna como externamente…, se refiere a un territorio claramente delimitado; y, socialmente, a la totalidad de los miembros, es decir, al <<pueblo propio de un Estado>>… En el lenguaje político, los conceptos de <<nación>> y el pueblo <<propio de un Estado>> tiene la misma extensión", (Habermas, J. 1999, Estudios de teoría política, Ed. PAIDÓS, Barcelona, p.83.)

[6] Revolución americana: /trabajos7/revam/revam.shtml#cons, 25/02/09

[7] Revolución francesa: http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_Francesa, 25/02/09

[8] Minorías nacionales o grupos etnoculturales: Culturas incorporadas al Estado nacional, que manifiestan el deseo "de seguir siendo sociedades distintas respecto de la cultura mayoritaria… exigen,… diversos formas de autonomía y autogobierno para asegurar su supervivencia como sociedades distintas" Kymlicka, W., 1996, Ciudadanía Multicultural, Ed. PAIDÓS, Barcelona, p. 25

[9] Habermas, J, 1999, La Inclusión del Otro. Estudios de Teoría Política, Ed. PAIDÓS, Barcelona.

[10] Villoro, L., 2002, "Multiculturalismo y Derecho", en: Antropología jurídica: perspectivas socioculturales en el estudio del derecho, Ed. Anthropos, UAM, México.

[11] Morales-Males, P, 2003, Cultura y territorialidad: Aportes etnoecológicos para la gestión ambiental comunitaria, Ed. Abya Yala, Quito.

[12] Kymlicka, W. 1996, Ciudadanía multicultural, Ed PAIDÓS, Barcelona

[13] Conocimiento Propio Local (CPL): Definición considerada más versátil, que conocimiento vernáculo o tradicional

[14] Sociedad abierta: aquella que está dispuesta a incorporar a los excluidos o marginados aceptando sus valores universales.

[15] Etnosfera: "… yo defino la etnosfera simplemente como un santuario de todas las creencias e ideas fruto de la imaginación humana" ( Davis, W, http://www.scribd.com/doc/6599500/PSI-Punset-Plantas-Medic-in-Ales 29/06/09)

[16] Bartolomé, M. A., 1997, "Gente de Costumbre y Gente de razón: Las identidades étnicas en México", Ed. INI, Siglo XXI, México

[17] Fraser, N., 1993, "Repensar el ámbito público: una contribución a la crítica de la democracia realmente existente", en: Debate Feminista, año 4, V.7, marzo, 1993.

[18] Cohen, J, 1999, "REFLEXIONES DE HABERMAS DE LA DEMOCRACIA", Ratio Juris, Vol. 12 No.4 diciembre, 1999 (385 €“ 416)

[19] Ibíd., 26.

[20] Habermas, J, 1999, Ibíd., p. 83-84.

[21] Touraine, A, sf. "Qué es una Sociedad Multicultural". Falsos y verdaderos problemas, Ed. Claves.

[22] Walzer, M., 1998, Tratado sobre la Tolerancia, Ed. PAIDÓS, Barcelona.

[23] Touraine, A, 2001, ¿Podremos vivir juntos?, Ed. FCE, México.

[24] Sartori, G. 2001., La Sociedad Multiétnica. Pluralismo, Multiculturalismo y extranjeros

[25] Baumeister, A. 2003, "Habermas: Discurse and Cultural Diversity" en. Political Studies, Vol. 51, pp. 740-58

[26] De Soussa Santos, B., 1997, "Pluralismo Jurídico y Jurisdicción Especial Indígena", en Del Olvido Surgimos para traer Nuevas Esperanzas €“ La Jurisdicción Especial Indígena, Ed. Ministerio de Justicia y del Derecho, Ministerio del Interior Dirección General de Asuntos Indígenas, Colombia.

[27] Tejerían, B, Multiculturalismo, Movilización Social y Procesos de Construcción de la identidad en el Contexto de la Globalización, Ed. Departamento de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. Universidad del País Vasco, www.ces.uc.pt/publicacoes/oficina/187/187.pdf, 4/01/05

[28] Maffi, L. 2001, On Biocultural Diversity, Ed. Smithsonian Institute, USA.

[29] Kymlicka, W. 1996, Ciudadanía Multicultural, Ed. PAIDÓS, Barcelona, España.

[30] Gamboa, B, L., 2004 "Aproximación teórica a los Derechos colectivos constitucionalizados de los Pueblos indígenas", http://www.iaclworldcongress.org/workhops/1/Aworkshop%201Gamboa%20Balbin%20Paper.doc 27/10/04

[31] Álvarez, D., I., 2004. "La gestión de la diversidad: Construcción y Neutralidad de las diferencias", http://usuarios.lycos.es/politicasnet/articulos/gestindive.htm, 29/10/04

[32] Habermas, J, 1999, Ibid, p.94

[33] Baumeister, A, 2003, Ibíd., pp. 741-742.

[34] Ocultos: Definición de Miguel Ángel Cavodebilla, cronista que ha trabajado por varios años cerca de estos pueblos.

[35] Moya, Alba, 2006, Conferencia "Interculturalidad", 31-11-2006, Cátedra de Antropología Jurídica-PUCE.

[36] Bartra, A, "Los Derechos y los torcidos" http://www.jornada.unam.mx/2001/jul01/010716/oja51-bartra.html , 12/12/04

[37] Taylor, Ch., 2001, El Multiculturalismo y la "Política del Reconocimiento", Ed. FCE, México, p. 62.

[38] Azibeiro, Nadir Esperança, "ENTRELAÇOS DO SABER": UMA APOSTA NA DESCONSTRUÇÃO DA SUBALTERNIDADE", UDESC/ PPGE-UFSC, http://www.anped.org.br/26/trabalhos/nadiresperancaazibeiro.pdf

[39] Cabodevilla, M. Ángel, Conferencia 17 de Diciembre del 2004, FLACSO, Quito.

[40] La matanza del Pueblo Taromenane se produjo el 26 de mayo del año 2003: http://www.llacta.org/notic/2007/not0526a.htm, 25/02/09

[41] Taylor, Ch., 2001. Ibid, p. 62

[42] Borrero, G. C, 2003, Multiculturalismo y Derechos Indígenas, Ed. CINEP, GTZ, Colombia, p. 26.

[43] Taylor, Ch., 2001. Ibid, p 45.

[44] Fraser, N. y L. Gordon, 1992 "El Contrato versus caridad: una reconsideración de la relación entre ciudadanía civil y ciudadanía social", Ed. Isegoria/ 6 (1992) pp. 65 – 82

[45] Borrero, G. C, 2003 Multiculturalismo y Derechos Indígenas, Ed. CINEP, GTZ, Colombia, p. 24.

[46] Picq, M, 2004 "Imposition of norms from Without or Change From Within? Human Rights in Brazil During The 1990s", Doctoral thesis.

[47] Gobernabilidad: una forma de gobernar y un arte de dirigir… "celebrando múltiples prácticas de cooperación entre niveles, locales, globales, privadas y públicas", donde prime " …un espíritu consensual…" Toro, Pérez, Catalina, 2004, Biodiversidad, imperialismo y gobernabilidad global. El caso de la política de conservación de la biodiversidad en Colombia, Programa Becas CLACSO, febrero del 2004, Bogotá.

[48] Fernández Enguita M,, Universidad de Salamanca., Septiembre de 2003, Ed. Proyecto Atlántida, http://www.proyecto-atlantida.org/download/InterculturalidadLibro.pdf, 5/01/05

[49] Moya, A, 2004. "De las relaciones interétnicas a la interculturalidad en los Andes" en: Derivas de la Interculturalidad. Procesos y desafíos en América Latina, Ed. CAFOLIS, FUNADES, Quito.

[50] Solana Ruiz, J, Bioculturalidad y homo demens. Dos jalones de la antropología compleja http://www.ugr.es/~pwlac/G12_03JoseLuis_Solana_Ruiz.html 30/12/04

[51] Gómez García, P, 1996, La construcción de la antropología compleja. Etapas y método, Ed. Gazeta de Antropología,  http://www.ugr.es/~pwlac/G12_02Pedro_Gomez_Garcia.html, 30/12/04

[52] Rockefeller, S, 2001, "Comentario a Taylor, Ch" en: Taylor, Ch., 2001, ibid, 131.

[53] Walsh, C, 2004, "Interculturalidad, reformas constitucionales y pluralismo jurídico", Ed. Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas. Año 4, No. 36, marzo del 2002, http://icci.nativeweb.org/boletin/36/walsh.html /11/01/05

[54] Miguel Ángel Cabodevilla, Conferencia en FLACSO-sede Ecuador/ 17 de diciembre del 2004. Además hay referencias en: Cabodevilla, M. A, 2004, EL EXTERMINIO DE LOS PUEBLOS OCULTOS, Ed. CICAME, Quito.

[55] Habermas, J., 1999, Ibíd., p. 109.

[56] Borrero, G, 2003, Ibíd., p. 38.

[57] Alonso, J. CIESAS Occidente, " FUNDAMENTOS POLITICOS DE UNA ALTERNATIVA A LA POBREZA", http://www.ufg.edu.sv/ufg/red/jalonso.html, 5/11/04, p. 74, 178.

[58] Ku, A. 2000, "Revisiting the Notion of <<Public>> in Habermas´s Theory €“ Toward a Theory of Politics of Public Credibility". p. 229.

[59] Fontaine, G., 2004, "Governance and the role of civil society. The case of oil and gas extraction in the Andean Amazon"., Paper proposed to The Handbook of Sustainability Research, Walter Leal Filho (Ed.).

[60] Touraine, A. Sf. Ibid, p. 25.

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