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Manifestaciones de Crueldad en la sociedad (página 2)

Enviado por gaby eli


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De un lado lo individual y del otro lo social, pero ligados por la pulsión. Pulsiones de vida en las ligaduras libidinales pero pulsión de muerte en la destructividad. Si en la pulsión siempre está lo social, en la pulsión de muerte ¿qué representaciones están tomadas de lo social?. Un ideal puede gobernar la fuerza de la destrucción aunque más bien podríamos decir ¿un anti-ideal? Dado que este tiene como meta la destrucción del otro, el daño o la aniquilación. Ya no es crueldad de auto-conservación, porque no responde a la amenaza de un objeto hacia el Yo. Es una crueldad que satisface un ideal. Ideal que a la vez sostiene una identidad. Este ideal puede ser el de la superioridad, el nacionalismo, una idea religiosa o política (como en el caso de los terroristas).

"En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social en este sentido más lato, pero enteramente legítimo", nos recuerda Freud en la introducción de "Psicología de las masas y análisis del Yo".

Podríamos decir que desde el comienzo mismo la crueldad individual es simultáneamente crueldad social. El otro cuenta en la pulsión y el otro cuenta en la formación del Ideal del Yo.

Otro autor, Winnicott, nos presenta el concepto de lo transicional. Lo transicional es lo que el niño crea pero que a la vez ya está creado, es un espacio que no es la madre ni es el niño, es una paradoja. Lo transicional es un 'entre': entre la madre y el niño.

Lo social presente en la formación del ideal del Yo, del mismo modo que lo transicional, es la madre y no es la madre, es lo individual y es lo social. Entre la madre y la sociedad. Si algo fracasa en ese momento creativo, queda atrapado en la idealización, no puede abandonar al objeto, no puede dar paso a la identificación, ni accede a la sublimación.

Madre y ambiente se prestan a lo transicional, al lugar del juego y de la cultura dirá Winnicott. Así, la sociedad y los modelos que ésta proponga como valores tendrán su cuota de responsabilidad. Espacio que luego pueden ocupar líderes de un momento social, ideas, ideologías o religiones.

Freud en malestar en la cultura resalta "La cultura tiene que movilizarlo todo para poner límites a las pulsiones agresivas de los seres humanos, para sofrenar mediante formaciones psíquicas reactivas sus exteriorizaciones"

¿Qué ocurre entonces cuando la cultura descuida valores como la tolerancia o la solidaridad y en su lugar propone -por ejemplo y por citar algunos- el individualismo y el rechazo a las diferencias? ¿Será de extrañar el hecho de que aumenten las patologías de la agresión?

Tal vez el intento de Freud en Malestar en la cultura, era el de advertirnos de los límites de esta tarea, allí nos anticipaba que fruto de la falta de armonía entre las exigencias pulsionales del hombre y las exigencias de la cultura. El malestar estará siempre presente. Malestar para algunos difícil de aceptar.

En el psicoanálisis se ha dado a la crueldad un substrato pulsional único y fundamental en el concepto de pulsión de muerte.

El concepto de pulsión de muerte es un concepto controvertido dentro de la teoría. Freud se ve llevado a establecer su existencia por distintas razones, como la clínica de la melancolía, el sadismo y los fenómenos de repetición.

Podría pensarse que la salida agresiva de la pulsión no es la destrucción, sino la satisfacción de un narcisismo absoluto. Narcisismo que hoy en día encuentra puntos de apoyo en ciertos valores de la cultura.

En vista de lo anterior desarrollaremos el siguiente trabajo dándole una perspectiva psicológica, desde la opinión de distintos autores, con un enfoque social y a modo de ejemplo comentaremos diferentes manifestaciones de crueldad.

La crueldad

La crueldad, que puede definirse como una respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento y dolor de otros o la acción que innecesariamente causa tal sufrimiento o dolor, ha sido considerada desde hace mucho tiempo como un signo de disturbio psicológico.

Freud considera la crueldad como una pulsión parcial que se halla entre las manifestaciones de la sexualidad y que se trata en sus orígenes de la ferocidad con que es incorporado el objeto que presta el amoroso auxilio. Esta no consideración por el objeto, se hallara en el núcleo de la definición de la crueldad.

En la experiencia de satisfacción de la necesidad, la piel será un lugar de contacto y punto de diferencias; lugar de limite entre un "afuera" y un "adentro", zona de marca en el cuerpo del deseo del otro.

La piel es la zona erógena correspondiente a la pulsión de crueldad; lugar de contacto y de dolor, de sensación interna y externa, podrá constituirse en zona de erogeneidad y de expresión de síntomas; zona donde se distingue la disparidad entre la presencia y la ausencia del objeto primordial.

Se podría afirmar entonces, que el punto de origen de la crueldad, de parcializacion de la pulsión, se encuentra en el momento en que el sujeto vivencia la diferencia de goce, pues es ahí cuando se despierta la voracidad, el deseo de incorporar al objeto, de poseerlo eternamente.

La exposición precoz al exceso pulsional es, junto al canibalismo, el otro punto conectado a la crueldad.

Según Liliana Denicola, el punto fundamental de las pulsiones de dominio y de crueldad se halla en el traspaso del límite frente al prójimo. El ideal de amar a nuestro prójimo se opone a la idea de traspasar los límites, de vencer toda consideración hacia el otro.

La inclinación a la crueldad, que se construye sobre la tendencia al dominio sobre el par y que es la base de la atracción por el poder, se halla en nuestra esencia y quizás sea su renuncia el factor fundamental en la generación del malestar de estar en la cultura.

Crueldad y sadismo se solidarizan en alcanzar el sufrimiento del otro, la crueldad es coactiva del sadismo. Y es aquí, donde se produce una detención gustosa e insistente en el sufrimiento del objeto; hay un ensañamiento con ese objeto, una suspensión en el deleite; se produce la exteriorización de la pulsión de muerte, donde se genera una repetición sistemática, ordenada y sin variaciones.

Entonces, si la crueldad y el sadismo son coactivos y su solidaridad se sustenta en ser expresiones de la pulsión de muerte, y a la vez sostener el narcisismo eludiendo la destrucción del objeto que permanece en el límite de su desaparición.

Se puede afirmar que la crueldad es, el medio de superar la experiencia de la perdida del objeto amado; con la crueldad se retiene al objeto. El impulso a la destrucción del objeto queda detenido; la exaltación se logra en esa detención en actividad, por la que el objeto permanece eterno y a la vez, responde al movimiento permanente.

El sufrimiento es, entonces, el medio para la conservación del objeto y su suspensión en el deleite es el punto de fusión de la crueldad y el sadismo; la crueldad y el sadismo son instrumentos de la neurosis para restaurar heridas narcisistas.

La crueldad es propia de las patologías compulsivas, es un intento de recuperación del goce perdido por la castración; es auto erótica, con el autoerotismo instrumentado por el narcisismo y donde la no consideración por el objeto la releva como sutura de la herida narcisista engendrada por la castración. El sujeto mediante el ensañamiento, recupera y retiene el objeto perdido.

Psicología – conceptos básicos

Salud Psicocentrica

Según Miguel A. Materazzi la persona que tiende a la salud posee una estructura neurótica, esta está basada en una triada:

-Plasticidad psicológica: La plasticidad psicológica es la característica que posee todo ser humano de adaptarse activamente a las diferentes situaciones que se le plantean en la vida.

-Aporte creativo: Es lo que le permite a todo ser humano no aceptar pasivamente lo que masivamente le propone su entorno

-Participación: Debe ser activa tanto en las crisis propias como en las de sus contextos.

Series Complementarias:

Según Inés J. Puig, las series complementarias fueron utilizadas por Freud para comprender la etiología de la neurosis. Las mismas son tres y se complementan mutuamente:

constitución.

-Disposición.

-Factores desencadenantes actuales.

Complejo de Edipo

Según Rodolfo N. Pérez el complejo de Edipo se desarrolla durante la emergencia de la etapa fálica; así como en la fase oral la oposición descripta por Freud es sujeto – objeto; el anal es el activo – pasivo; en la fase fálica la oposición es fálico – castrado, debido a que es en este momento en el cual el niño cree que todo ser humano tiene pene, hasta que la experiencia lo llevara a observar a un semejante (niña desprovista de pene).

El Edipo no es solamente una ambigüedad entre amor y odio sino una estructura legal preexistente al sujeto. Se debe entender como la prohibición efectiva de algo, que ordena i distribuye lugares.

Esta estructura legal tiene su fundamento sobre la ley del Nombre del Padre; el efecto que produce la castración es el sepulta miento del contenido Edipico; causando la aparición del súper yo, donde se encuentran lo ideales y la conciencia moral como interiorización de exigencias y prohibiciones parentales.

Al declinar el Edipo el cual sucumbe a la represión secundaria, queda constituida la estructura del sujeto, el cual podrá ser neurótico (reprime la castración) o perverso (reniega la castración)

Instinto y Pulsión

Habría que señalar la diferencia más importante, con respecto al tema que estamos desarrollando, entre animales y seres humanos. Esta es que, los animales son instintivos, se manejan mediante el instinto; mientras que los seres humanos son pulsionales, la pulsión los rige y direcciona.

Para comenzar, habría que señalar las diefencias entre instinto y pulsión:

Según Rodolfo N. Pèrez "La palabra pulsión proviene del alemán, significa empuje y subraya el carácter de dicho empuje mas que la fijesa del fin y dicho objeto.

Mientras que la palabra instinto se utiliza para designar un comportamiento fijado y que aparece en una forma casi idéntica en todos los individuos de una misma especie."

Instinto

Es todo acto no intelectualizado que tiende a la satisfacción de una necesidad natural.

En efecto si bien estos impulsos poseen siempre un fin (satisfacer el instinto) el animal carece de la capacidad de conocer la dirección de este fin, mientras que el hombre dotado de pensamiento y de juicio posee la aptitud para saber cual es el fin de su impulso.

Por tal razón en el hombre, sus instintos constituyen tendencias o vivencias tendenciales y los impulsos que los ponen en marcha representan vivencias pulsionales o pulsiones.

Pulsión

"la pulsión es un proceso dinámico consistente en un empuje (carga energética) que hace tender al organismo hacia un fin" (J. Laplanche y J.Pontalis)

El efecto que causa el Nombre del Padre en el sujeto es la perdida del objeto A, la pulsión entonces será un movimiento que intentara recuperarlo, produciendo solo un encuentro fallido con el objeto, debido a que por el movimiento pulsional el sujeto hallara distintos objetos pero nunca recuperara el objeto perdido.

La pulsión tiene cuatro caracteres: Presión, fin, objeto y fuente.

Los destinos posibles de la pulsión son: Transformación en lo contrario, retorno contra la propia persona, la represión y la sublimación.

La pulsión de muerte cuando se orienta hacia el exterior se convierte en pulsión de destrucción, de agresión y no de muerte. En ocasiones, Freud resalta que esta pulsión destructiva puede orientarse hacia la propia persona, adquiere la forma de pulsión de autodestrucción.

La pulsión de muerte, silenciosa, es la mas natural de las pulsiones, quizás la mas instintivo-pulsional . La pulsión de muerte recupera su dimensión benéfica al servicio de la naturaleza y en ese trabajo de reciclaje entre vida y muerte asoma su eminente lugar de potencial de vida; la pulsión de muerte se convierte en la pulsión de la especie humana por autonomasia, en una fuerza directriz de renovación, imprescindible para la continuidad e la vida.

Nuestro asesino interior- según la expresión freudiana- habrá de ser domesticado en el curso del desarrollo gracias a una persistente e interminable educación en el amor y la ética. El mal toma refugio en el interior del alma donde es cobijado y entendido, retenido por el trabajo de la ética y auto ética su eficacia es neutralizada.

La domesticación de las pulsiones requiere del dominio, trabajo y esfuerzo de una estructura psíquica saludable.

Por otra parte, la pulsionalidad es eminentemente vincular, otro o varios otros (familia, medio social, cultura) aportan cuotas e influencias que se internan por la mente del ser en movimiento. Estos otros inciden sobre lo mejor como sobre lo peor de uno mismo, potenciando y nutriendo las fuentes pulsionales.

Los intentos psíquicos positivos aspirarán a la producción de la hegemonía de Eros. En ese territorio de contención, las aleaciones pulsionales sádicas y masoquistas no alcanzan niveles patógenos graves y la misma pulsión de destrucción logra cierto grado de sublimación.

Sociedad y crueldad

La psicología social o colectiva tiende a ver al individuo como parte de un grupo amplio (casta, tribu, pueblo, institución) y menos como parte de un grupo más restringido (familia).

Por el solo hecho de integrar una multitud, los individuos adquieren una especie de alma colectiva que, a pesar de sus diferencias individuales, los hace obrar, sentir y pensar de manera distinta a como lo harán de manera individual.

La personalidad individual desaparece y cada individuo empieza a actuar a partir de una fuerza inconsciente de tipo social o colectivo. Queda así al descubierto una base inconsciente común, nivelándose todas las diferencias.

En la masa, el individuo puede liberar su instintividad refugiándose en el anonimato y eludir su responsabilidad. Entendemos que esto no es un fenómeno nuevo sino una mera exteriorización de una tendencia del inconciente individual.

Además, en una multitud todo acto y sentimiento es contagioso, lo que desemboca en la homogeneidad de la masa.

La multitud es impulsiva, versátil, irritable, se deja llevar casi siempre por el inconsciente, es muy influenciable y crédula, y va rápidamente a los extremos porque reacciona sólo a estímulos muy intensos.

La psicología colectiva debe poder explicar qué es lo que enlaza a los individuos en una masa, y Mac Dougall recurre para esto a un principio de inducción directa de las emociones por medio de la reacción simpática primitiva. O sea un afecto provoca otro similar en quien lo observa. Esta intensificación del afecto se favorece porque da al individuo la sensación de mucho poder, y de permitirle sortear peligros invencibles.

Consideramos dos ideas importantes: que la masa se mantiene unidad por la fuerza del Eros, y además que cuando el individuo renuncia a su individualidad dejándose sugestionar por otros, lo hace más por estar de acuerdo con ellos (por "amor" a ellos), que contra ellos.

Conocemos la identificación como la forma más temprana de enlace afectivo a otra persona, y está en la base del complejo de Edipo. El niño comienza identificándose con su padre y simultáneamente o algo más tarde, comienza a tomar a su madre como objeto de amor. Ambos enlaces afectivos coexisten durante cierto tiempo sin interferirse, hasta que finalmente confluyen: de esta confluencia nace el complejo de Edipo normal. El niño advierte que su padre le prohíbe a su madre; la identificación adquiere un matiz hostil y empieza a desear estar en el lugar del padre para estar más cerca de su madre.

Es una identificación ambivalente, pues coexiste el cariño con la hostilidad. Como se ve, es una ramificación de la fase oral, donde el sujeto incorporaba el objeto amado o ansiado, y así lo destruía. Los caníbales por ejemplo han permanecido en esta fase oral: comen a quienes aman.

Tenemos un doble nacimiento: el biológico, que está inscripto en las marcas de nuestro propio cuerpo y el institucional, que desde la legalidad médica, nace con la inscripción civil, la trama familiar. Dos nacimientos que no son sino uno, el que nos constituye en sujetos de la cultura.

Pensamos al sujeto inscripto en una dimensión ética y política, por lo tanto es siempre en relación al otro.

Se dice entonces que no hay un psiquismo cerrado, constituido y estructurado de una vez y para siempre, sino que por el contrario hay un trabajo psíquico permanente. Y es en ese trabajo que se funda la posibilidad ética de que nuevos acontecimientos, vivencias y experiencias posibiliten apropiarse del capital libidinal simbólico para poder así, establecer relación con la filiación, con los ideales y con formas de lazo solidarios.

La determinación inconsciente no es la única que sirve para entender las diferentes vicisitudes de los lazos sociales. Somos efecto de la cultura y su malestar.

La subjetividad se soporta en tres registros: en lo real, no hay trabajo, ni comida, ni educación, ni salud; en lo imaginario no hay ilusión que posibilite algún tipo de proyectos futuros y en lo simbólico en lugar de Ley, muchas veces hallamos impunidad.

El sujeto se constituye a partir del imperativo de una Ley universal, del reconocimiento por el Otro de su condición de sujeto y de la posibilidad de proyectarse como tal en un futuro posible.

La crueldad social, el Terrorismo de Estado y todo tipo de violaciones a los Derechos Humanos, nos enfrenta a la dimensión inabarcable del horror que produce, significando una fractura no sólo en el devenir histórico colectivo sino también en el devenir subjetivo.

La pulsión de muerte se expresa y se desata en un "más allá del límite". Al borde de ese confín las sociedades actuales empujan y son empujadas a la destructividad extrema. En este sentido la noción de trauma parece haberse convertido en un concepto nodal y global tanto para la psiquiatría y el psicoanálisis como para la sociología y esto es así porque nos pone al límite de la comprensión ya que las experiencias traumáticas producen el efecto de interrupción y fisura al pretender ser pensadas. Pero el trauma no sólo destruye, sino que también deconstruye, al obligarnos a pensar de nuevo.

Como señala Cathy Caruth, "el poder del acontecimiento (traumático) surge precisamente del colapso de su comprensión". Lo traumático y la crueldad por definición son lo impensable, es lo que desborda mientras sucede, toda posibilidad de elaboración. Es puro exceso, un exceso que arrasa con las barreras protectoras del sujeto. Y como las réplicas después del terremoto, la escena de lo traumático no deja de repetirse una y otra vez siempre siniestramente igual.

Desde el poder se busca responsabilizar a los sectores más empobrecidos y excluidos de los episodios de crueldad, como una forma de encubrir así su propia responsabilidad y accionar represivos. Cuando el Estado pretende asociar violencia social con acciones delictivas, ingresa en el riesgoso terreno de ampliar la brecha social, de fragilizar y producir la ruptura de los lazos sociales generando aún más crueldad. Cualquier tipo de legitimación que incremente la violencia jurídica e institucional sólo promoverá, en el cuerpo social más descrédito, desconfianza y aislamiento.

Crueldad, como otro modo de traumatización, está asociada a actos de bestialidad y por lo tanto a manifestaciones que se hallarían por fuera de lo humano. Sin embargo sería fundamental rescatar el concepto de Crueldad en su función de analizador de fenómenos históricos. Entonces, encontramos allí un efecto paradojal: la Crueldad, se dice, es inhumana, y sin embargo, expresa algo del orden de lo humano mismo como tal, y por lo tanto de la relación con el otro.

La aceptación de la Crueldad como una región que pertenece a lo humano parece que pusiera en peligro algo del orden mismo de la naturaleza humana.

Sin embargo, la violencia en sí misma no necesariamente equivale a la Crueldad, aunque la facilita.

Hablando de crueldad, el solo hecho de intentar definirla es un problema ya que inclusive una verdad transmitida en forma inadecuada puede trasformarse en una situación cruel. Sin embargo hay algunos datos objetivos, otros psicoanalíticos que permiten definir un acto cruel.

Según la psicoanalista Janine Puget un acto es cruel porque encuentra al otro sin recursos para hacer algo, sea pensar –asimilar– protegerse en uno de los aspectos esenciales de su ser, de sus vínculos, de su pertenencia.

Parecería que la crueldad no tiene límites y que el ejercicio del poder no es a esta altura un tema de clases sociales sino simplemente de grupos de poder. Los indefensos son sometidos por los poderosos diariamente.

Algunos de nuestros actos sociales tiene un mismo sello: una demostración de fuerza para humillar al oponente.

Recordemos que quien implementa una acción cruel persiste en la escena mientras que el damnificado ha sido expulsado de la misma. Creer que se puede avanzar destruyendo la individualidad e integridad del otro es un error conceptual importante, sin embargo forma parte del hacer política cotidianamente.

La crueldad sólo se podría comprender si la inscribimos en el campo social, ya que es allí donde cobra su verdadera dimensión y recupera su complejidad y significado. Quizá la complejidad se sitúe en esa tensión irreductible que se produce entre las potencialidades individuales y las condiciones sociales y políticas de despliegue. Situarla sólo en uno de los dos lugares sería, en el primer caso, una forma de banalizar un hecho que contiene múltiples determinaciones. En tanto que situarla sólo del lado de las condiciones materiales de despliegue, significaría una forma de desresponsabilización de los autores reales de hechos aberrantes.

Es decir, que una explicación posible deberíamos ubicarla en el punto de encuentro entre lo individual, lo social y lo político, entre la culpa (moral) y la responsabilidad (legal y ética). Ya que nada sucede fuera de los individuos, puesto que estos producen aquello que el sistema tolera como posible.

Camille Dumoulié dice respecto a la Crueldad que "…introduce a la experiencia de la intimidad dolorosa que sería el contrario exacto de la piedad y que, en un solo acto, hace participar a la víctima y al verdugo de la misma violencia."

Medios de comunicacióncine – manifestaciones de crueldad

La exhibición de escenas sumamente crueles y sádicas en los medios de comunicación han forjado una estética de la crueldad de la que, como espectadores, nos resulta cada vez más difícil huir. Pero una vez que nos acostumbramos a que cualquier cosa puede mostrarse, ¿cuánto más sufrimiento será posible soportar?

La explicitud puede ser pensada como una decisión estética, cuyo contrario consiste en sugerir.

Cuando una película muestra un acto sádico en detalle, sin elipsis, de modo tal de enfatizar la autenticidad del contenido, el espectador puede vivir esa experiencia como un reto: ¿será capaz de mantener los ojos abiertos hasta el final de la escena? Lo explícito, entonces, siempre es rechazado por razones ajenas al arte y no porque se trate de un tipo de puesta en escena que se optó como un recurso para llamar la atención.

Representar un acto tal como se realiza fuera de una película, en principio, no es, estéticamente hablando, ni mejor ni peor que sugerirlo: el problema, para el caso, es de qué acto se trata.

La imaginación humana, no sólo la artística, parece mostrarse más amplia con respecto al dolor.

Los géneros de terror siempre han prometido acciones sádicas de alto vuelo. La diferencia es que, en la actualidad, no existen obstáculos para mostrar esas acciones tal como serían si fueran realizadas fuera de una película. Entre lo explícito y lo audiovisual hay una afinidad.

La explicitud requiere de una puesta en escena y la puesta en escena ideal para que una acción pueda volverse explícita es un dispositivo tecnológico que registre los pasos entre el inicio y el resultado de esa acción y que los registre con un grado de autenticidad que incluya el tiempo y el detalle.

Por eso, registrar las acciones por medio de una cámara terminará volviéndose una de las condiciones de posibilidad para que las acciones crueles se vuelvan explícitas. Por más que la explicitud pueda ser un efecto del lenguaje verbal o escrito, no sólo de la imagen, en el caso de la palabra, salvo que esté incorporada al registro audiovisual de la puesta en escena y sirva para reforzar su significado, su poder es el de apelar a la imaginación para sugerir una imagen.

Que ciertas imágenes sean mostradas o no, depende de la autorización pública que exista en cada época para hacerlo. La cultura condiciona lo apto para el público.

La pregunta que debería plantearse, entonces, es ¿por qué hasta cierto momento sólo los géneros de terror habilitaban a gozar del dolor ajeno y por qué recién a partir de cierto otro momento fue posible ver y filmar de manera explícita las escenas donde ese dolor era provocado?

En el cine clásico, crueldad significa prometer, hacer desear, y no dar, una experiencia cuyo valor didáctico fue el de crear espectadores de cine. En el cine moderno, en cambio, por no haber géneros, la crueldad por excelencia es la de hacerle sentir al espectador que, durante la proyección, el tiempo existe, y hacérselo sentir impidiendo que se olvide de sí mismo.

Si olvidarse de uno mismo, por no sentir el tiempo mientras pasa, es lo que se busca en el entretenimiento, la crueldad del cine moderno es la de negarle al espectador el derecho de entretenerse.

Los años ochenta y noventa fueron testigos de una nueva tendencia en lo que a películas de violencia, terror y acción se refiere. Hasta entonces, la aludida violencia era una de las herramientas principales que los productores de Hollywood utilizaban para captar público. Pero a partir de ese momento una escalada de crueldad, perversión y sadismo sin precedentes comenzó a superar lo imaginable.

Es una demencial carrera entre productoras para ver cual de ellas impone "lo más original". Lo preocupante es que esa originalidad se basa en la obtención del producto más morboso, horrendo y repulsivo. Y lo peor es que esta escalada no parece tener fin ¿A qué extremos llegaremos?

Dado que la representación de acciones crueles, en una película, el espectador no puede medirla con la vara de la realidad extracinematográfica, será entonces el grado de entrenamiento audiovisual el que le permita decidir cuánto más sufrimiento ajeno es capaz de soportar.

Antes que con la crueldad, el cine fue explícito con la violencia. La crueldad, respecto de la violencia, constituyó un estadio superior de lo explícito, a pesar de que en el cine contemporáneo una acción violenta siempre es posible que se convierta en cruel.

Se trate de violencia o de crueldad, el impacto lo causa el contenido explícito de la escena y no la forma en que los hechos se disponen dentro de la trama, el suspenso como tensión acumulada, porque la crudeza de lo que ve el espectador no puede anticiparla ni por los acontecimientos que preceden a la escena ni por el tono general de la película (la película puede ser ligera y la escena, seria) ni por el género (la escena puede aparecer dentro de una película que no es de terror).

Por eso la crueldad sólo puede ser diferente de la violencia sobre un suelo común que las hace, en primera instancia, parecerse: las acciones aplicadas a otro ser humano, en ambos casos, implican un daño físico que puede llevar a la muerte. Pero lo que hace que la violencia (el uso de la fuerza) se convierta en crueldad es el quebrantamiento de una ley no escrita, la de no gozar con el sufrimiento ajeno. Esa ley afecta a la mirada en la misma medida en que involucra a la moral. De ella se deduce que querer matar no es lo mismo que querer hacer sufrir y que lo primero es menos malo que lo segundo, y que, incluso, bajo ciertas circunstancias, matar puede ser justo, pero no si se lo hace de una manera cruel: disfrutar del dolor ajeno empeora la acción.

No hay un límite para la representación de acciones crueles: si el espectador no estuviera preparado para verlas (porque está desprevenido) la imagen misma le servirá de test para saber lo que es capaz de ver. De hecho, se puede ver una película cerrando los ojos cada vez que sea necesario. Ahora bien, cerrar los ojos mientras dure la crueldad (intuyendo por lo que se escucha cuál es el momento en que cesa) es índice de terror, y el terror está perfectamente incorporado dentro de los límites de lo estético para los medios audiovisuales.

El límite de lo estético sólo se habría cruzado si, ante la demostración de crueldades extremas, desapareciera la conmoción que a algunos los hace gritar y a otros, cerrar los ojos, y en su lugar apareciera el asco.

Este sería el caso de las escenas de tortura en las películas de denuncia. En ellas, la tortura está filmada de manera explícita como para que el espectador sienta asco y que ese asco se convierta en indignación moral.

La crueldad, cuando persigue fines moralizantes, se mantiene dentro del sistema clásico de la catarsis. Este sistema hacía que el espectador se identificara con la víctima, sintiendo por ella piedad y terror (piedad y terror que en realidad estaban dirigidos hacia el propio yo, puesto en el lugar del yo de la víctima).

La progresión, en este tipo de películas, fue de la puesta en escena del asesinato —como en las sagas de Pesadilla, Noche de Brujas o Martes 13— a la puesta en escena del suplicio y la tortura —como en Hostel 1 y 2, Visitor Q, Audition, Living Hell, o El juego del miedo—.

Ahora bien, si el cine de terror sigue el nuevo canon estético de lo explícito, está destinado a desaparecer. ¿Cómo se hace para impactar al espectador —sea por medio del terror o por medio del asco—, si el espectador está acostumbrado a vivir bajo la sensación de que cualquier cosa puede suceder en cualquier momento (tal como le enseñaron los medios, primero y ahora, Internet) y, cuando ve cine de terror, lo hace con la expectativa de un impacto más novedoso, más extraño, y más intenso que el que ya conoce? El obstáculo para llegar tan lejos como se pueda, en un momento donde no hay obstáculos, es doble: por un lado, el público está a la vanguardia de la operación —es él el que pide más y obliga a los cineastas a superarse— y, por el otro, lo explícito, para impactar, tiene que ser crudo, y, para ser crudo, debe limitarse a usar los recursos del realismo integral.

Pero entonces, el género de terror se transformaría en una exhibición de atrocidades sin rango estético, con lo cual, para competir con la TV y con Internet, terminaría pareciéndoseles.

Que hoy cualquier película puede tener escenas explícitas de crueldad extrema indica que la tolerancia del público ha generado un nuevo estatuto de las imágenes cinematográficas. Por primera vez, el público sabe que en una película puede suceder cualquier cosa, precisamente porque él es capaz de ver cualquier cosa.

Canibalismo

El Canibalismo en la Historia

Basándonos en lo escritos de Cecilia Ruiz de Ríos, algunas tribus indígenas de América solían comerse a los prisioneros de guerra tras rituales como el que se daba en culturas aztecas o mayas tras el sacrificio ritual en el cual el corazón de la víctima le era extirpado. Estas costumbres vinieron decayendo conforme los españoles se fueron adueñando de América, pero en otras partes del mundo y en casos aislados en América, el canibalismo se siguió practicando.

El gran toqui araucano, Lautaro, lo practicó cuando capturó al español Pedro de Valdivia, conquistador de lo que luego sería Chile. Primero torturó a Agustinillo, el criado del conquistador. Luego Pedro fue torturado, desnudado y con unas conchas filosas llamadas pellos, Lautaro hizo arrancar la carne de los antebrazos del español. Esta carne fue asada ante los ojos de Valdivia y luego consumida por Lautaro, quien así se desquitaba de tantas atrocidades cometidas por Valdivia contra los araucanos.

Atahualpa se ha visto acusado de canibalismo, pero la realidad es que Atahualpa solía tomar bebidas en el cráneo de su hermano Huáscar, a quien hizo asesinar. Posteriormente Atahualpa fue asesinado por Pizarro.

En la antiguedad, Artemisia de Halicarnassus consumió las cenizas de su marido y hermano, Mausolos. Tras cremar las cenizas de Mausolos, Artemisia tomó una porción de ellas, las disolvió en vino dulce y lo bebio. Lo que quedó de sus cenizas fue enterrado en una lujosa tumba, y desde entonces el nombre de Musoleo recuerda al rey Mausolos, cuyo cuerpo fue parcialmente consumido por su viuda.

En Africa, muchos reyes practicaron el canibalismo en tiempos antiguos. Mtombazi,ancestra de los zulúes, solía comerse los senos de sus rivales dado que creía que así asimilaba más potencia sexual y fertilidad.

Atila el Huno es considerado uno de los caníbales más sangrientos de la historia. No solo se conoce la leyenda negra de que se comió el corazón de su hermano Bleda, a quien asesinó, sino que se afirma que se comió a dos de sus numerosos hijos.

Dos grandes exploradores acabaron siendo comidos por nativos de los pueblos por donde pasaron:

– El portugués Fernando de Magallanes, al servicio de la corona española, fue el primer hombre en navegar oficialmente el mundo, pero al final de su viaje iba a encontrarse una espantosa sorpresa. Los nativos de Mactam (cerca de lo que hoy son Las Filipinas) estaban de muy mal humor cuando él pasó por ahí; se sublevaron y atacaron a los europeos, y el cadáver de Magallanes acabó mutilado.

-El 14 de febrero de 1779 el gran navegante inglés James Cook encontraría un final similar; los nativos de Hawai(entre ellos Gania, un príncipe isleño) se rebelaron contra los ingleses después que una tormenta azotó las naves de estos. Para los isleños, quienes creían que los ingleses eran dioses y luego se decepcionaron al ver que eran impotentes ante la tormenta, los invasores merecían ser catigados por mentirosos.

Se abalanzaron sobre el capitán Cook y sus marineros armados de filosos cuchillos, partes del cuerpo de Cook fueron devoradas por los nativos.

En el siglo XX, varias incidencias más de canibalismo sacudirían al mundo: el mexicano Diego Rivera afirmó haber comido carne humana en uno de sus viajes; el marido de Frida Kahlo dijo haber comido senos femeninos.

Una de las incidencias más espeluznantes de canibalismo se dio cuando un avión que viajaba por los Andes se estrelló, quedando atrapados en la nieve unos jóvenes uruguayos que se vieron obligados a consumir carne de los cadáveres para sobrevivir mientras los rescataban.

Dos dictadores africanos cargaron con el estigma del canibalismo en el siglo XX: Jean Bedel Bokassa e Idi Amín Dada de Uganda.

-Bokassa se hizo emperador de Centroafrica imitando la ceremonia de coronación de Napoleón Bonaparte, se hizo maestro del crimen y la megalomanía y acabó muy mal tras haberse comido partes de niños escolares que protestaban por el alza en los uniformes.

– Idi Amín Dada por su parte se comió el hígado de varios enemigos políticos suyos siguiendo una tradición de guerreros que consumían las vísceras de sus enemigos derrotados para apropiarse del valor de ellos.

Caso de canibalismo en Francia: un preso podría haberse comido a parte de su compañero de celda tras asfixiarlo

La autopsia del cadáver de un preso confirma la falta de ciertos órganos, lo que hace "muy probables" las afirmaciones de otro reo de que se comió parte de su compañero de celda después de matarlo, indicó el viernes el fiscal de Ruán (noroeste de Francia).

El fiscal Joseph Schmit, que la víspera había desechado las "auto acusaciones de canibalismo por el presunto autor del crimen", dijo el viernes que, al disponer de los últimos elementos de la autopsia, se trata muy probablemente de un caso de canibalismo.

La ausencia de dos trozos de un músculo en un espacio intercostal y de la parte superior del lóbulo izquierdo del pulmón de la víctima, que no han sido hallados en el lugar del crimen, hace que sean "muy probables las auto acusaciones de canibalismo" por su presunto autor, afirmó Schmit en un comunicado.

El reo, de 35 años y que cumplía una sentencia por robo con violencia, había afirmado que se comió el corazón de otro detenido, de 31 años, después de matarlo. Los dos compartían con un tercero una celda en la cárcel de Ruán.

Según la Administración Penitenciaria, que ha abierto una investigación administrativa, los tres presos habían pedido compartir la misma celda, a finales de diciembre. Los hechos tuvieron lugar durante la noche del pasado martes al miércoles y fueron descubiertos ese día por guardianes por la mañana.

Según el fiscal, el presunto asesino molió a golpes a su compañero de celda antes de intentar estrangularlo y de finalmente asfixiarlo con una bolsa de plástico.

El autor del crimen y el otro reo, que ha reconocido que no dormía en el momento de los hechos, serán imputados por homicidio voluntario con premeditación, indicó el fiscal, que también ha pedido su procesamiento por atentar contra "la integridad del cadáver".

Según la Administración Penitenciaria, el único precedente de canibalismo en una prisión francesa se remonta a 2004, cuando un reo le rompió la cabeza a otro y se comió parte del cerebro.

Caníbal degustaba partes de su novia fritas con limón

José Luis Calva Zepeda, el apodado "caníbal mexicano" y aficionado a la escritura, experimentaba con el sabor de los miembros de su novia descuartizada, algunas de cuyas partes frió en una sartén y las iba a ingerir condimentadas con limón, según el fiscal del caso. El fiscal dijo que en el momento de la detención, la semana pasada, "se encontró un antebrazo en una caja de cereales, el cual no estaba solamente cocido, no solamente pasado por fuego, estaba frito".Calva Zepeda es sospechoso también de haber matado y descuartizado a otras dos mujeres

En la vida de José Luis Calva Zepeda existe una persona que lo ha marcado de fondo: su madre, a quien describe como una mujer dura y castrante.

Los investigadores han hallado también copias de vídeos snuff en los que participa el dueño de casa, y guiones, poemas, cuentos y novelas escritos por él, más de uno con el canibalismo como asunto central. Cuando fue atrapado, el hombre trabajaba en una novela titulada Instintos caníbales o 12 días.

Sus ídolos culturales; sobre todo dos, que parece percibir como uno solo: el actor Anthony Hopkins y el personaje Hannibal Lecter, que Hopkins interpretó.

PERFIL CRUEL EN LA HISTORIA

Según el Dr. Juan C. Cosaka – Dra. Haydeé C. Kohan

Adolf Hitler sirve de ejemplo de un personaje malvado, de alguien para quien el otro es solo un obstáculo a eliminar. Se puede ver como Hitler, de acuerdo a la aritmética del malvado, cuando ya no e quedaban obstáculos para eliminar termino pegándose un tiro. Entre sus ideas primordiales, reinaban las de: brutalidad, venganza, saqueo.

¿Quién era entoces Adolf Hitler? Llevo a la tumba a 50 millones, destruyo gran parte de Europa, y quiso borrar a un pueblo del planeta… ¿ Era un mounstro?¿o alguien terriblemente comun que surgió de la apatía de un pueblo y el resentimiento de un hombre? (Haydeé C. Kohan)

Su objetivo era "purificar" al planeta de los judíos pero de las formas mas terriblemente pensadas, practicaba el antisemitismo a través del uso de cámaras de gas entre otras prácticas.

Lo que hay que rescatar es que fue el Fuhrer el que llamo alimañas a los judíos, siendo que a una alimaña se la extermina y a una persona se la asesina.

Hace falta algo más, un plus que transforme al otro de semejante a un no humano, exterminable. Esto se logra en virtud de una voluntad de abolición, de nadificacion del otro, donde se transforma al sujeto en objeto. El nazismo como sistema, separa al sujeto del campo discursivo, esto es, humano como tal, y lo declara fuera de dicho campo, lo expulsa de ese modo y así, su exterminio pasa a ser necesariamente lógico (Juan C. Cosaka).

La operatoria del sistema es la de una determinación perversa, donde la voluntad de goce es la voluntad de abolición del sujeto como tal, y en su ideología se fomento el hecho de matar sin odio. Este sistema permitió el anonimato de victima y victimario.

Se puede afirmar que, la maldad; consiste en dividir a la humanidad en un grupo sano, puro, dominante que eliminara a otro inferior, impuro, contaminante.

El efecto que va a causar va a ser que, una vez que se declara a un sujeto paria ya esta casi muerto, y su eliminación es un paso irrelevante.

El Holocausto

Cuando Hitler, en 1933, logró convertirse en Canciller, en Alemania se comenzaron a poner en práctica actitudes discriminatorias hacia las minorías que ellos consideraban inferiores. Judíos, gitanos e indeseables fueron víctimas de un trato diferenciado hasta que el inminente conflicto bélico tomó lugar, en esa instancia la misión no era sólo rechazarlos sino también exterminarlos.

Los métodos de asesinato fueron los mismos en todos los centros de exterminio, que fueron operados por la S.S. Las víctimas llegaban en vagones de tren, la mayoría de ghettos y de campos de la Polonia ocupada, pero también de casi todos los países europeos. A su llegada, los hombres eran separados de las mujeres y los niños.

La minoría seleccionada para trabajos forzados quedaban, después de largas cuarentenas, vulnerables a la malnutrición, expuestos a epidemias, experimentos médicos y a la brutalidad; muchos perecieron como resultado. El deterioro físico era inimaginable. Su piel era el único abrigo eficaz para combatir el frío. Sus cuerpos eran esqueletos que contenían almas y un débil corazón que latía a fuerza de fe y esperanza.

El futuro de los prisioneros era incierto. Cualquier cosa podía causarles la muerte. Muchas veces a quienes estaban muy ancianos o deteriorados por el trabajo los fusilaban en masa.

Pero algunos se mostraban fuertes ante las torturas y el trabajo. Su juventud y quizás su esperanza los hacia seguir adelante. Para el aparato Nazi las balas eran demasiadas costosas y debían ser usadas en el combate.

Entonces se procedió a idear un sistema en el cual se acabará con el mayor número de vidas con el menor costo posible. Así como si fueran empresarios en busca de la ganancia, crearon las cámaras de gas y los hornos de incineración.

En las primeras, con la dosis justa de veneno, era posible asesinar aun gran grupo en pocos minutos; los prisioneros eran forzados a desvestirse y a entregar todos sus valores. Eran llevados desnudos hacia las cámaras de gas, que estaban disfrazadas como duchas, y dentro de ellas era utilizado el monóxido de carbono o Zyklon B (una forma de ácido cristalino, también utilizado como insecticida).

En los segundos se quemaban los cadáveres y, en algunas ocasiones, a quienes agonizaban. Con las cenizas resultantes se procedía a fabricar jabón.

Los campos de detención en Argentina

Se levantaron centros clandestinos de detención y torturas. En estos laboratorios del horror se detenía, se torturaba y se asesinaba a personas.

Se encontraban en el propio centro de las ciudades del país, con nombres tristemente famosos, como la ESMA, el Vesubio, El Garage Olimpo, El Pozo de Banfield o La Perla. Existieron 340 distribuidos por todo el territorio.

Locales civiles, dependencias policiales o de las propias fuerzas armadas fueron acondicionados para funcionar como centros clandestinos.

Estas cárceles clandestinas tenían una estructura similar: una zona dedicada a los interrogatorios y tortura, y otra, donde permanecían los secuestrados.

Ser secuestrado o "chupado", según la jerga represora, significaba ser fusilado o ser arrojado al río desde un avión o helicóptero.

La tortura

Todos estaban incluidos en la categoría de "enemigos de la nación". La metodología implementada consistió en la desaparición de personas, las cuales en realidad eran llevadas a centros clandestinos de detención, operados por las FFAA., donde se los sometía a interrogatorios basados en tormentos físicos de toda índole.

Crueldad hacia animales

Miles de animales son maltratados diariamente por sus propios dueños; algunos de ellos son llevados hasta la extenuación, mutilación, parálisis, daños irreparables, al borde de la muerte o a la muerte misma. Esto lo hacen individuos que han elegido tener un animal en su casa.

La mayoría de los sujetos abusadores comparten una historia de castigo brutal y rechazo por parte de sus padres o tutores. Este abuso acaba llevando a estos sujetos a un comportamiento cruel con los animales y violento con las personas.

Para un perro, gato, etc. su dueño lo es todo; si pierde a su dueño, pierde todo. Si además, quien debe protegerle es precisamente quien le agrede, podemos imaginar cuál es el estado de ansiedad y la sensación de abandono de estos animales.

Perros atados a coches y arrastrados durante km., cachorros quemados vivos, galgos ahorcados lentamente por un mal año de caza, perros apaleados hasta la muerte; todo esto es considerado por ley como falta grave. Pero la mayoría de las veces ocurre que los dueños no son identificados (por falta de chip en el perro), de modo que no se les puede aplicar la pena que les corresponde y su delito queda, por desgracia, impune.

Estos son algunos ejemplos:

Industria peletera

“La crueldad no es elegante

La industria peletera explota y mata miles de animales al año; estos animales viven encerrados en pequeñas jaulas que no son ni remotamente parecidas al ambiente natural donde debieran vivir. Los más valorados son el visón y el zorro.

Tipos de muerte

Hay varias formas de acabar con estos animales; las dos más utilizadas son intoxicación por monóxido de carbono, técnica en la cual se introduce al animal en una pequeña caja en la que se liberará una cantidad de monóxido de carbono, que le producirá una lenta y agónica muerte que dura unos 30 minutos.

Otro tipo de muerte con el objeto claro y sádico de no dañar la piel consiste en la utilización de electrodos; lejos de producir la muerte, estos electrodos tan solo producen la paralización del animal, que posteriormente será despellejado vivo. Al animal le introducen un electrodo por la boca y otro por el ano, este último acompañado de una barra metálica que normalmente, al ser introducida, le desgarra los intestinos, agravando un poco más todavía esta cruel y lenta agonía.

Experimentos en laboratorios

Miles de animales mueren cada día como consecuencia de los experimentos salvajes a los que son sometidos en laboratorios (también en universidades); otros tantos animales quedan mutilados y dañados hasta el punto de verse incapacitados para andar y desenvolverse con normalidad.

Finalmente son sacrificados; conejos albinos, gatos, perros, monos (los monos que acaban en laboratorios han sido comprados clandestinamente, ya que su venta está absolutamente prohibida porque alrededor del 90% muere en el transporte), ratones, cobayas, etc. que tienen que sufrir quemaduras de productos abrasivos en los ojos, vivisecciones, tumores provocados, mutilaciones, descargas eléctricas, hambre, sed, aislamiento… verdaderas torturas.

Las cifras finales resultan verdaderamente escalofriantes: la masacre de estos animales sirve en un 60% para aprender cómo matar en experimentos con fines bélicos, un 30% tiene fines cosméticos y únicamente un 10% tiene una finalidad sanitaria.

Vivisección significa, literalmente, "cortar" animales vivos, pero se ha convertido en un término que designa de manera general todos los experimentos con animales (en vivo), como los tests de toxicidad (veneno), que no suponen un procedimiento quirúrgico. Hay técnicas de investigación sin animales como cultivos celulares, modelos de ordenador o sistemas artificiales.

Corrida de toros

“Esto es una corrida de toros

Primero, el toro es encerrado en un chiquero -cajón oscuro de pequeñas dimensiones- con el objetivo de desorientarlo y aterrorizarlo. Ya antes de soltarlo al ruedo, al toro le clavan la divisa -un arpón con punta de acero-, de modo que el animal sale al ruedo asustado y herido dando la apariencia de ser un animal furioso, cuando no es más que un animal aterrorizado buscando una salida.

Después, los puyazos le provocan heridas de hasta 14cm. de profundidad y 40 de extensión, produciéndole intensos dolores. Algunos picadores retuercen la pica para aumentar la profundidad de penetración, provocando fuertes hemorragias y perforación de pulmón. Un toro recibe como media de 3 a 4 puyazos.

Los pases de muleta sirven únicamente para prolongar la agonía de este animal mientras los sádicos ignorantes que miran desde la grada disfrutan del patético espectáculo.

A cada toro le clavan también de 4 a 6 banderillas -que acaban en afilados arpones metálicos de unos 5cm., aún más largos en las banderillas negras-. Con el movimiento del toro la carne es desgarrada por las banderillas. Este dolor, sumado al anterior, acaba haciendo que los músculos del cuello resulten dañados, de modo que el toro no puede siquiera aguantar la cabeza.

Cuando ya se va a entrar a matar el torero trata de clavar una espada de casi 1m. cerca de las vértebras con el objetivo de dañar el corazón o algún vaso sanguíneo importante. Pero son muy pocos los que consiguen esto al primer intento, de modo que el toro resulta dañado una vez más en los pulmones y gime lastimosamente, vomitando y tragando su propia sangre, e incluso pierde orina.

La puntilla, parte final del sangriento espectáculo, pretende seccionar la médula espinal del animal. Muchas veces esto no se consigue y la médula resulta dañada, provocando al toro parálisis pero permaneciendo todavía vivo y consciente. Así es arrastrado muchas veces, y en ocasiones ha habido toros que han llegado a levantarse durante el arrastre. Aun en el caso de que la médula espinal resulte seccionada, la cabeza del toro sigue viva y consciente unos minutos, los suficientes para sentir el dolor por el corte de orejas; de hecho, nunca llega totalmente muerto al lugar donde es finalmente descuartizado.

Podemos entonces destacar que:

-Los testigos o víctimas de la violencia hacia los animales y las personas suelen hablar más fácilmente sobre el abuso hacia los animales: esto comienza un diálogo con las autoridades que puede conducir a descubrir al responsable de la violencia a las personas.

-La violencia es violencia: una persona que abusa de los animales no tiene empatía hacia otros seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia las personas.

-El abuso hacia los animales puede indicar la existencia de un problema profundo: los niños que abusan de los animales pueden vivir en situaciones de abuso y pueden estar graduándose en la violencia hacia las personas.

-La crueldad hacia los animales puede ser el único signo visible de una familia donde existe abuso: mientras el abuso hacia los niños y las mujeres suele ocurrir en privado, el abuso hacia los animales suele cometerse de forma abierta.

-El sistema judicial que sufre una sobrecarga de trabajo no considera la crueldad animal como una prioridad frente a los casos de asesinato, violación, maltratos y otros crímenes violentos: el tratamiento eficaz de la crueldad hacia los animales por la policía, fiscales y jueces puede representar la diferencia entre controlar la violencia o dejar que siga creciendo.

-El procesamiento no es suficiente: el tratamiento y monitorización también son cruciales para romper el ciclo de la violencia. Los programas de apoyo psicológico pueden ayudar a reconocer y/o mejorar otras formas de violencia. Los programas innovadores que utilizan la interacción con los animales pueden ofrecer tratamiento a delincuentes juveniles de manera que aprendan a generar empatía, confianza y habilidad para comunicarse de forma no violenta.

Ley de Protección al Animal (14346)

Sanción: 27 septiembre 1954 – Promulgación: 27 de octubre 1954

Art.1) Será reprimido con prisión de 15 días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad los animales.

Art.2) Serán considerados actos de maltrato:

  • 1. No alimentar en cantidad y calidad suficiente a los animales domésticos o cautivos;

2. Azuzarlos para el trabajo mediante instrumentos que no siendo de simple estímulo les provoquen innecesarios castigos o sensaciones dolorosas;

3. Hacerlos trabajar en jornadas excesivas sin proporcionarles descanso adecuado, según las estaciones climáticas;

4. Emplearlos en el trabajo cuando no se hallen en estado físico adecuado;5. Estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos;

6. Emplear animales en el tiro de vehículos que excedan notoriamente sus fuerzas.

Art.3) Serán considerados actos de crueldad:

  • 1. Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables y en lugares o por personas que no estén debidamente autorizados para ello;

2. Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad;

3. Intervenir quirúrgicamente animales sin anestesia y sin poseer el título de médico o veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de perfeccionamiento técnico operatorio, salvo el caso de urgencia debidamente comprobada;

4. Experimentar con animales de grado superior en la escala zoológica al indispensable según la naturaleza de la experiencia;

5. Abandonar a sus propios medios a los animales utilizados en experimentaciones;

6. Causar la muerte de animales grávidos cuando tal estado es patente en el animal y salvo el caso de las industrias legalmente establecidas que se fundan sobre la explotación del nonato;

7. Lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por solo espíritu de perversidad;

8. Realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y parodias, en que se mate, hiera u hostilice a los animales.

Crueldad inducida

No es infrecuente ver actos de crueldad inducidos por abusos de sustancias, desde una simple pelea callejera hasta el asesinato.

El alcohol y las drogas producen un estado de desinhibición tal que una persona es capas de cometer las mas increíbles atrocidades.

Aquí no hablamos de una patología psicológica instalada previamente, sino que estos actos crueles se desencadenan tras la ingesta de sustancias, entonces posteriormente sobreviene un sentimiento de culpa cuando ceden los efectos si la persona recuerda lo sucedido.

El incremento del consumo de sustancias en este ultimo tiempo trae aparejado un aumento de manifestaciones crueles, esto no es un detalle menor, puesto que las condiciones psicológicas per se limitan la puesta en escena de lo indescriptible al ser un hallazgo menos frecuente.

Esto se puede apreciar en todas las edades, pero la franja de los más jóvenes sobresale a la hora de difundir los actos cruentos en los medios de comunicación.

No sorprende de enterarse de actos delictivos manchados de excesiva crueldad y tampoco es raro que la causa de estos sea por que ocurrió en manos de una persona bajo el estimulo de sustancias.

Lo que se quiere recalcar con esto es que no siempre la crueldad es producto de una patología mental netamente en si tal como el sádico o el perverso, sino que puede desencadenarse por la ingesta de estimulantes (o depresores del SNC) que inducen al sujeto a comportarse de un modo extremista. Lo que esta claro es que bajo esa necesidad de consumo se esconde un malestar psíquico, tal vez por hechos traumáticos pasados, pero esto no es similar a una patología de base (trastornos de la personalidad) como se ha dicho anteriormente.

Conclusión

Hemos notado que el auge de la crueldad se demuestra en un aumento en la demanda clínica y en los efectos de la globalización.

Podemos considerar a la crueldad desde la auto conservación cuando se realiza en un intento por sobrevivir, y una crueldad sadomasoquista cuando se deposita la agresión en otros.

Tanto si hablamos de pulsión como si hablamos de ambiente, esta presente lo social, al igual que su proceso psíquico.

Los valores e ideales obtenidos en primera instancia, surgen del grupo primario, la familia, y luego el individuo comienza a internalizar los valores de la cultura. Entonces, podemos decir, que surge una separación entre lo individual y lo social pero ambos conceptos no se desligan y se influencian recíprocamente.

El otro, cuenta como: modelo, objeto, auxiliar y enemigo. Esto, enlaza lo individual con lo social.

Podría pensarse que, la salida agresiva de la pulsión no es la destrucción sino la satisfacción de un narcisismo absoluto.

Habiendo tratado el tema de la crueldad en los medios audiovisuales, se puede resaltar que la misma logra que el espectador crea que el tiempo no existe, estando relacionado con el hecho de negarle al individuo el derecho a entretenerse.

Se puede destacar que lo que caracteriza a la crueldad en este caso, es el impacto de lo explicito de la escena y el quiebre que se produce en la ley no escrita. Todo esto, se vería limitado si en vez de aparecer el "disfrute" o "emoción" de lo que se esta viendo, apareciera el asco; se ha creado una mayor tolerancia en este publico.

Introduciéndonos en las diferentes especies hay que explicar la gran diferencia que poseen los seres humanos de los animales, esto es la pulsionalidad que nos caracteriza a nosotros y nos distingue de las otras especies. Es aqui, donde debemos señalar a la pulsión de muerte como uno de los principales procesos dinámicos que direcciona la vida de todo individuo y trata de recuperar el objeto perdido sin poder lograrlo nunca.

Se podría señalar, que la crueldad hacia los animales puede indicar la existencia de problemas profundos en el individuo. Es factible, que una persona que abusa de los animales, no tenga empatía hacia otros seres vivos.

Los niños que viven en situaciones de abuso, es probable que sean abusadores y maltratadores de los animales, y pueden ser que sean violentos hacia las otras personas. Puede ser, el indicador de problemas familiares en el cual este presente el abuso.

Por otra parte al tratar el tema de crueldad inducida recalcamos que es importante que los adolescentes conozcan sobre la temática que subyace hoy en dia con respecto al consumo y abuso de sustancias, ya que es el puntapié para cometer las más increíbles atrocidades. Para luego, transcurrido el efecto de las sustancias, producirse sentimiento de culpa al recordar los actos cometidos.

Resumiendo y considerando las diferentes manifestaciones de crueldad en la sociedad diremos que mas allá de las explicaciones psíquicas o no que puedan avalar estos actos existe algo superior al "porque" y eso seria las graves e indignantes consecuencias de la puesta en marcha de la misma.

Bibliografía

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Materazzi, M.A. y Colaboradores,Salud mental: enfoque transdiciplinario, Buenos Aires, Salerno, 2006.

 

 

Autor:

Gabriela N. Elizarraga

Partes: 1, 2
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