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Significación del ideario educativo de Fidel Castro en la formación de maestros primarios y profesores de enseñanza media en la Cuba revolucionaria (página 4)


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La graduación del primer curso de maestros voluntarios, en agosto de 1960, motiva al dirigente revolucionario a proclamar el 9 de noviembre de 1960, que… "…ya tenemos mil maestros en las montañas dando clases, de los que pasaron por el curso en la Sierra Maestra…1 000 más pasando el curso; y en todos los rincones de las montañas de Cuba hay un maestro" (5).

Al respecto expresaba el Dr. Armando Hart Dávalos, Ministro de Educación, en el Seminario Internacional sobre Analfabetismo efectuado en La Habana, a inicios de junio de 1961, como…". la Revolución siempre tuvo entre sus fundamentales preocupaciones la elevación del nivel cultural de las masas y podemos decir que en plena etapa insurreccional se emprende en la Sierra Maestra, en El Escambray y en las sierras de Baracoa y Guantánamo, la alfabetización entre los niños y campesinos en las zonas liberadas" (6)

Esas escuelas, atendidas por miembros del Ejército Rebelde o colaboradores civiles designados por este, no es sólo una continuación de la labor desarrollada por maestros cubanos patriotas en los campos de Cuba Libre, en las gestas independentistas de 1868 y 1895 sino el primer intento en toda la historia de nuestro país de sentar las bases para un futuro sistema educacional, bajo la concepción de llevar la enseñanza a los sectores tradicionalmente marginados en nuestra sociedad, particularmente los residentes en zonas montañosas. Al respecto cabe destacar la Orden Militar Nº 50 de 1958 dictada por el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, jefe del llamado II Frente Oriental "Frank País" que permitió la instauración de un sistema de escuelas, que aunque limitado por las difíciles condiciones impuestas por la guerra, cumplió con efectividad su finalidad de llevar la educación a gran parte de los pobladores de la región.

Desde 1959, ya triunfante la Revolución, esas escuelas, ya creadas durante la lucha insurreccional, así como un número apreciable de otras nuevas, fueron atendidas por maestros, titulados o no, con mayor o menor preparación, pero una elevada conciencia del deber, supeditados inicialmente al Departamento de Instrucción del Ejército Rebelde y posteriormente, a partir de la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria, en 1959, por el Departamento de Asistencia Técnica, Material y Cultural al Campesinado, lo que permitió que en la etapa anterior a la Campaña Nacional de Alfabetización, aprendieran a leer y escribir unas

25 000 personas residentes en las zonas más apartadas del país.

Estas acciones educativas, que anteceden a la Campaña Nacional de Alfabetización, generalmente poco publicitadas, son posibles por la amplia participación de las masas, en particular de la juventud y por iniciativa de Fidel Castro, que concibe como alternativa posible la formación emergente de maestros primarios, siempre que fuese necesario. Pero ello no bastaba. Era necesaria la formación de maestros con una conciencia ético-política cualitativamente superior, que los convocase a ser capaces de trabajar en los más apartados lugares del país donde fuesen necesarios, lo que sirvió de fundamento a que en décadas posteriores se extendiese y consolidase el espíritu solidario e internacionalista de nuestro magisterio.

Para Fidel Castro… "…..lo primero que la Revolución se planteó fue llevar la enseñanza primaria a todos los lugares del país….Sólo había trabajo para 5 000 y se les pidió trabajar a mitad de sueldo y aumentando por año hasta llegar a $ 300. Se les dio trabajo a todos, pero no alcanzaban pues…no iban a lugares apartados. ¿Quiénes estudiaban en las escuelas de maestros? La gente de la ciudad, hijos de obreros o hijos de familias de clase media. Las Normales estaban en las ciudades" (7).

En apenas un lustro, posterior al triunfo revolucionario, ya se advertían, en líneas generales importantes logros educacionales, particularmente en lo referido a la formación del personal docente (Anexo 4).

En comparecencia por TVC, en abril de 1961, el Comandante en Jefe razona cómo antes de la Revolución…"…el 75 % de la población urbana y semiurbana en Cuba carecía de centros de secundaria básica.", abordando los cambios radicales necesarios en la formación de maestros y profesores (8).

Tales ideas se materializan mediante diversas propuestas de estudio realizadas por éste a los brigadistas participantes en la ya culminada Campaña Nacional de Alfabetización, en su discurso en la Plaza de la Revolución "José Martí", el 22 de diciembre de l96l (9) (Anexo 5).

La significación del ideario educativo de Fidel Castro respecto a la formación de maestros y profesores se evidencia en estos años iniciales del triunfo revolucionario y se fundamenta en su criterio, sostenido a lo largo de su trayectoria revolucionaria, de que…"…la Revolución le ha dado una importancia extraordinaria y especial a la formación de maestros y profesores…"…dado que…"…le presta más atención a la formación de esos cuadros educacionales que a ninguna otra cosa porque la Revolución considera que en la base de todo, de todo el esfuerzo revolucionario, ha de estar la educación, y que la función más importante de la Revolución es educar y que el trabajo más hermoso y más útil que puede desempeñar cualquier ciudadano en nuestro país es enseñar. Por eso la Revolución eleva el papel del maestro, la función del maestro. Naturalmente trata de elevar también las condiciones subjetivas del magisterio, la conciencia revolucionaria del magisterio" (10).

Para Fidel Castro en la formación de maestros y profesores, a quienes define como "cuadros educacionales", debe estar presente, junto a los componentes instructivos, aquellos otros de carácter educativos, donde los valores desempeñan un papel trascendente, pues sólo un maestro poseedor de sólidas convicciones revolucionarias es capaz de formar en las mismas, a las nuevas generaciones. Asombra aún como en fecha tan temprana del proceso revolucionario ya éste concibe la función de la labor magisterial con tal grado de integralidad y le concede una importancia de tan singular relevancia en las grandes transformaciones sociales que tenían lugar en nuestro país.

Para éste…"…el deber de los revolucionarios no es sólo el estudio de la teoría. El deber de los revolucionarios no consiste en atiborrarse de conocimientos teóricos, olvidados de las realidades prácticas de la Revolución. El deber de los revolucionarios no consiste sólo en aprender y conocer y sentir la convicción de una concepción de la vida y de la historia y de la sociedad revolucionaria, sino también en la concepción de un camino, de una táctica, de una estrategia que lo conduzca al triunfo de esas ideas "(11).

La experiencia acumulada en los años iniciales del proceso revolucionario respecto a las posibilidades de aplicación de diversas modalidades en la formación emergente del personal docente, dadas las peculiaridades del contexto histórico, unido a la gradual maduración de las ideas educativas de Fidel Castro, su principal inspirador y promotor, sentaron las bases para iniciar un salto cualitativo en la educación en Cuba.

3,2.- La creación de los primeros institutos pedagógicos y la revolución educacional en las enseñanzas primaria y media en la formación del personal docente (1964-1989). Aplicación de una novedosa concepción acerca de la formación de maestros primarios y profesores de enseñanza media (2000-2005).

En mayo de 1964 se crean los primeros institutos pedagógicos. En La Habana, el "Enrique José Varona"; en Santa Clara, el "Félix Varela" y en Santiago de Cuba, el "Frank País". Este hecho tuvo una especial significación en la formación del personal docente en Cuba dado que ni en la colonia, ni durante la ocupación norteamericana ni incluso en la república mediatizada existió un plan oficial para la formación específica de profesores para la enseñanza media. Si bien es cierto que por la Orden Militar Nº 266 de 1900, dictada en tiempos de la primera ocupación norteamericana (1899-1902), se crea por primera vez una Escuela de Pedagogía en la Universidad de La Habana (la única entonces existente), cuyo título otorga idoneidad para ejercer como maestros primarios al igual que como profesores en los institutos de segunda enseñanza, escuelas normales y otros centros de enseñanza media de la época, no eran cursos con características específicas de formación teórico-metodológica para ese tipo de nivel de enseñanza, como si ocurría (con sus logros y limitaciones) en las antiguas escuelas normales para maestros primarios.

Existen testimonios de gran credibilidad, pero pendientes de una más profunda investigación, que entre los años 1961-1963 se organizó por iniciativa de Fidel Castro un curso de formación emergente de profesores de enseñanza media con una matrícula de 90 alumnos, captados entre estudiantes de tres facultades de la Universidad de La Habana, incluidas Artes y Letras e Historia, con cuotas de 30 jóvenes por cada una de ellas. (12). No obstante verificarse el hecho, le cabe el honor a esos institutos pedagógicos de ser los primeros centros en acometer cursos de formación regular de profesores de enseñanza media en toda la historia de la educación en Cuba.

Estas instituciones educativas, en una primera etapa, tenían como finalidad la formación de profesores de enseñanza media y en una etapa posterior, ya en la década de los 80 del pasado siglo, incluía la formación de maestros primarios. Muchos profesores de reconocida trayectoria pedagógica se incorporaron a sus claustros como profesores o cuadros de dirección. En el caso del Instituto Pedagógico "Enrique.José Varona" la labor desempeñada por la Dra, Dulce María Escalona es aún recordada con respeto, así como de otros tantos meritorios docentes que se constituyeron en formadores de nuevas generaciones de maestros y profesores.

La creación de estos centros pedagógicos, con amplias perspectivas, no sólo en la formación regular de maestros y profesores, sino además en la superación sistemática de los ya graduados y la organización de diversas vías para la obtención de los docentes en ejercicio, de su título idóneo, formó parte consustancial de la concepción de Fidel Castro acerca de las diversas alternativas para dar solución y cobertura a los ambiciosos planes educacionales dado el crecimiento vertiginoso de las matrículas en los niveles de enseñanza primaria y media.

Como manifestase el Lic. Alfredo Díaz Fuentes, rector del Instituto Superior Pedagógico "E.J. Varona" en el claustro conmemorativo por el 40 aniversario de la fundación de ese emblemático centro de formación de maestros y profesores…"…la existencia y proyección de una institución como esta sólo ha sido posible porque en Cuba triunfó una Revolución con la cual se inició un proceso de profundas transformaciones encaminadas a logros educacionales sin precedentes en la historia de nuestro país…..La explosión de la matrícula en la enseñanza media era inminente. Era imprescindible formar miles de maestros…"…dado que…"…para alcanzar tales propósitos fue necesaria una institución capaz de asimilar, crear y desarrollar concepciones pedagógicas revolucionarias y formar un nuevo tipo de profesor con sólida preparación científica y humanística, con dominio suficiente de la teoría y la práctica pedagógicas más actualizadas y con una clara comprensión de la ideología de la Revolución Cubana" (13).

Se debe recalcar, por su aporte al incremento del personal docente en Cuba, el plan "Julio A. Mella" destinado a la formación emergente de profesores para la enseñanza media, en captación realizada por las organizaciones de masas, entre fines de los 60 e inicios de los 70, así como el muy importante movimiento de orientación vocacional constituido por los alumnos-monitores, en los niveles básicos y de alumnos-ayudantes en la educación superior. El primero muy necesitado en la actualidad de una intensa revitalización.

Un momento de especial importancia que revela la significación del ideario educativo de Fidel Castro en el proceso de formación de maestros y profesores en la Cuba revolucionaria, lo constituye su intervención en el acto clausura del II Congreso Nacional de la UJC, el 4 de abril de 1972, en La Habana. En esa oportunidad, éste aborda nuevamente, pero con mayor profundidad y precisión, las principales dificultades que se afrontaban entonces en la enseñanza media, dadas la alta promoción del nivel primario, la falta de infraestructura para asimilar un crecimiento vertiginoso de la matrícula en secundaria básica y con especial énfasis, en la falta de profesores para atender tan elevada docencia (14). A ello se sumaba el elevado número de docentes aún no titulados (15).

Fidel Castro plantea como imprescindible solución alternativa, la captación de jóvenes que cursan 10 grado, los que pasarían un curso intensivo para su formación emergente como profesores de secundaria básica, integrados en lo que se denominó Destacamento Pedagógico "Manuel Ascunce Domenech", en honor al brigadista asesinado en 1961, en El Escambray, en plena campaña de alfabetización, junto con el campesino Pedro Lantigua, por miembros de una banda contrarrevolucionaria.

Al respecto, el dirigente cubano puntualizaba como…"…hay que buscar una solución de emergencia, pero una solución de emergencia que brinde la perspectiva de superar a esos jóvenes, de realizar estudios superiores. Esa es la única fórmula mediante la cual nosotros podemos resolver el problema del déficit de profesores que vamos a tener en 1976" (16).

Ello evidencia la preocupación constante en Fidel Castro de que en todos los proyectos de planes de formación del personal docente en Cuba se garanticen las vías adecuadas de sistemática superación a maestros y profesores. Esto se evidenció desde el primer curso emergente de formación de maestros primarios, conocidos como maestros voluntarios, que se incorporaban en la etapa vacacional, a cursos sistemáticos anuales de superación en La Habana, a cargo de profesores de mayor experiencia, incluso no pocos de ellos procedentes de su propio seno, lo que les garantizó la obtención del título oficial de maestro primario a los 5 años de ejercicio de la docencia. Ello lejos de ser una excepción resulta una regularidad, lo que permite en la actualidad contar con prestigiosos investigadores educativos, docentes de reconocido prestigio y dirigentes educacionales, graduados en diversos planes de formación del personal docentes en diferentes contextos del proceso revolucionario.

La creación del Destacamento Pedagógico "Manuel Ascunce Domenech", a cargo de los institutos pedagógicos, constituyó un formidable reto para sus claustros y cuadros dirigentes, ya que conllevaba la formación de un profesor de enseñanza media, mediante la práctica de estudio-trabajo, que impartiría determinada especialidad desde 7mo a l3 grados, posteriormente reducido a l2 grados en el nivel preuniversitario (ANEXO 6).

No es posible obviar que ya desde fines de la década de los 60 se habían creado con carácter experimental las primeras escuelas secundarias básicas en el campo (ESBEC), que se multiplicaron a un ritmo vertiginoso a lo largo de la década de los 70, lo que constituyó sin lugar a dudas en su momento, una etapa de trascendente significación para la educación cubana, mediante la vinculación del estudio y el trabajo, como creador aporte pedagógico y formativo.

La masificación de las ESBEC, con una matrícula de 20 000 alumnos en septiembre de 1972 y de unos 100 000 ya al inicio del curso 1974-75, no hubiese sido posible sin la participación del destacamento pedagógico. Estos jóvenes maestros, integrantes mayoritarios de sus claustros, compartían una sesión de estudio con una de práctica docente, asumiendo a su vez las múltiples tareas propias de esos centros de estudios, que demandan una gran abnegación.

La inclusión del componente laboral, junto con el académico y el investigativo, en los planes de estudios de los institutos superiores pedagógicos, le confirió a la práctica laboral, primero limitada a los años finales de la carrera y actualmente con su inicio desde el segundo año, un papel educativo de particular importancia, que siempre, bajo diversas formas y peculiaridades, estuvo presente en los diversos planes de formación de maestros y profesores, regulares y emergentes, en la Cuba revolucionaria.

En 1972 se inaugura en la capital la Escuela Formadora de Maestros Primarios "Presidente Salvador Allende ", con capacidad de matrícula de 4 000 alumnos y posteriormente otra similar, aunque de capacidad algo menor, en Cojímar. EI nivel de escolaridad exigido inicialmente era de sexto grado, elevado posteriormente a noveno e incluso a doce grados, al transformarse en la década de los 80 en Facultad de Educación Infantil, incorporada al ISPEJV donde se cursaban las especialidades de educación primaria, defectología y preescolar (17).

Los acuerdos, tesis y resoluciones adoptados en el I Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuado en La Habana, en 1975, en particular el Informe Central de Fidel Castro así como la Tesis y Resolución sobre Política Educacional, tuvieron una relevante importancia para la educación en general y la formación y superación del personal docente (18).

En el Informe Central al II Congreso del PCC (1980), Fidel Castro expresa como en el período de l975 a 1980 se graduaron 67 900 maestros primarios y 25 700 profesores de secundaria básica, incluidos 9 597 por el Destacamento Pedagógico "Manuel Ascunce Domenech". Y puntualiza la meritoria labor del Destacamento Internacionalista "Che Guevara" y los Contingentes de Maestros Primarios "Frank País" y el "Augusto César Sandino" que… "… educan en Angola y en Nicaragua, respectivamente. En total prestan servicio internacionalista en 20 países más de 3 500 maestros, profesores y asesores de educación" (19).

Con los alumnos más meritorios de los cinco contingentes del Destacamento Pedagógico "Manuel Ascunce Domenech", el primero graduado en 1979 y el quinto en 1984, se funda el Destacamento Pedagógico Internacionalista "Ernesto Che Guevara", el que junto con miembros del claustro profesoral, cumplió heroicas misiones internacionalistas en Angola, Mozambique, Etiopía, etc… Es de destacar la meritoria labor educativa, que maestros primarios y asesores cubanos desarrollaron en los lugares más apartados de Nicaragua, al llamado de la Revolución, en medio de una cruenta guerra civil, instigada por el gobierno norteamericano de Ronald Reagan (1980-1988) (20).

Lo que nos revela la priorización de la formación en la conciencia del personal docente, exigencia siempre presente en el ideario educativo de Fidel Castro, de valores asentados en los principios de la solidaridad, el humanismo ético, el internacionalismo, el latinoamericanismo y el antiimperialismo y que constituye la consolidación de una de las más hermosas tradiciones de la educación cubana.

Las altas exigencias morales, de auto superación profesional, de solidaridad humana y concientización política, que Fidel Castro reclama del maestro, como valiosa herencia del ideario educativo cubano más progresista, se corresponden a su vez con la oportunidad que sólo otorga una Revolución verdadera en el poder, de situar al ejercicio del magisterio en su sitial más elevado, en toda la historia de Cuba.

Para Fidel Castro, al igual que preconizara Luz y Caballero…"…el educador no debe sentirse nunca satisfecho con sus conocimientos. Debe ser un autodidacta, que perfeccione permanentemente su método de estudio, de indagación, de investigación. Tiene que ser un entusiasta y dedicado trabajador de la cultura. La autopreparación es la base de la cultura del profesor. Es esencial la disposición que cada compañero tenga para dedicar muchas horas al estudio individual, su inquietud por saber, por mantenerse actualizado, por mejorar su trabajo como educador" (21). Para agregar que…"ser maestro por eso, significa ante todo, serlo en todos los órdenes de la vida. En el ejercicio de la profesión está implícita la ejemplaridad, divisa del educador comunista y condición indispensable para cumplir los altos objetivos de la escuela socialista. La ejemplaridad se demuestra en la puntualidad, disciplina, calidad de las clases, cumplimiento de las normas, asistencia al trabajo productivo, en las relaciones con los alumnos y con los compañeros maestros, en su higiene personal y en la exigencia para consigo mismo y para con los demás" (22).

En su Informe Central al III Congreso del PCC (1985) Fidel Castro manifiesta…"…la especial atención que se le viene prestando a la preparación del personal docente"…en la cual…."…. los institutos superiores pedagógicos incrementaron su matrícula hasta 107 mil estudiantes en el curso 1985-1986, lo cual supera en un 77 % la de cinco años atrás. Se trata fundamentalmente de maestros y profesores en activo que realizan estudios superiores. Entre ellos, decenas de miles de maestros primarios estudian para graduarse como licenciados en educación primaria" (23).

El 4 de julio de 1985 se graduaron más de 11 000 alumnos de los institutos superiores pedagógicos así como los primeros licenciados en educación primaria. En ese propio año ya se habían formado como maestros primarios en la Cuba revolucionaria, 120 000 docentes. Los institutos superiores pedagógicos habían graduado unos 80 000 profesionales y obtenían el título idóneo para ejercer como profesores de nivel medio básico, unos 86 000 docentes a través de cursos del Instituto de Superación Educacional (ISE), posteriormente transformado en el Instituto de Perfeccionamiento Profesoral (24). Al culminar la década de los 80, aún con esos logros, debido a la creciente masificación de la educación, aún se presentan dificultades con la titulación de maestros y profesores, particularmente en secundaria básica, que sólo alcanza el 35%.

En el lustro que decursa de 1990 a 1994 el esfuerzo principal del país se encamina a la propia supervivencia de la Revolución, la Patria y el Socialismo, consecuencia del derrumbe del campo socialista, el hegemonismo de gran potencia de los Estados Unidos, la intensificación del bloqueo y la agresividad imperialista contra nuestro país, el auge de la globalización neoliberal y toda una serie de factores adversos a la construcción del socialismo en Cuba a nivel mundial de carácter económico, político, social e ideo cultural.

El inicio del período especial, a principios de la década de los 90 del pasado siglo, con su negativa repercusión en los diversos sectores de la economía y los servicios, se expresa en la esfera educacional con el creciente deterioro de escuelas y medios de enseñanza, pero fundamentalmente en el significativo éxodo de maestros y profesores a otros sectores de la economía, más promisorios en cuanto a salarios y estímulos materiales. No obstante, la fortaleza moral de nuestro magisterio hizo posible, que ningún niño se quedara sin maestro, aún en medio de las mayores penurias y condiciones desfavorables de trabajo.

El 26 de julio de 1991, Fidel Castro reitera al pueblo sus criterios sobre la autoctonía de nuestro proceso revolucionario pues…"…a nosotros no vino ningún grupo de apóstoles a enseñarnos marxismo-leninismo. Eso lo aprendimos aquí y en todo caso, siguiendo las corrientes universales, siguiendo el pensamiento de los grandes revolucionarios del siglo pasado, y del presente siglo; porque mientras más conocemos al imperialismo y sus miserias, más socialistas nos sentimos, más comunistas nos sentimos… pero ahora el internacionalismo está en defender y preservar la Revolución Cubana, ese es nuestro más deber internacionalista" (25).

El modesto aunque crucial inicio de la recuperación económica que se inicia en el lustro de 1994 a 1999, representa la continuidad de un período particularmente complejo, que centra el mayor interés de las reflexiones, expresadas en las numerosas intervenciones de Fidel Castro dedicadas al análisis crítico de los grandes problemas que afectan al mundo, particularmente los de carácter socio-económico. No obstante, la dirección de la Revolución Cubana mantiene sus esfuerzos por evitar un mayor deterioro de los proyectos educacionales e incluso lograr modestos avances en algunas esferas.

En esos años la principal problemática en ese sector lo constituye el continuo deterioro de los locales escolares, limitados recursos para textos y uniformes escolares, la necesidad imperiosa de actualización de programas y planes de estudios, más acordes a la propia realidad nacional e internacional y fundamentalmente la alarmante escasez de maestros y profesores.

Los ingresos en los institutos superiores pedagógicos, particularmente en las provincias occidentales, con mayor énfasis en la capital, tradicionalmente bajos en comparación con otras regiones del país, se agudizaron aún más. Con vistas a incrementar las vocaciones se crean en 1995 los institutos preuniversitarios pre-vocacionales de ciencias pedagógicas, con carácter de IPUEC especiales con algunas adaptaciones en sus planes de estudios acorde a sus objetivos.

En 1999, dada la no solución de la crisis, se efectúan profundas valoraciones en el seno de la Asamblea Nacional del Poder Popular, momento en el cual la problemática educacional, centrada en la falta de suficientes maestros y profesores para solventar las necesidades del país, ocupa un lugar privilegiado. Se decide entonces introducir algunas medidas paliativas, como el de impartir docencia a tiempo parcial, en centros de la enseñanza media, estudiantes universitarios de carreras no pedagógicas, dirigentes educacionales y cuadros políticos. Pronto se comprendió, no obstante la nobleza del gesto, que ello no resolvería la esencia del problema.

La llamada III Revolución Educacional, iniciada con el propio siglo XXI, significó un importante período de recuperación en el sector educacional. Las transformaciones radicales, primero en la enseñanza primaria y posteriormente por etapas, en la secundaria básica y media superior, tuvo uno de sus pilares en las novedosas concepciones acerca de la formación del personal docente, que eran continuidad, en condiciones y exigencias educativas diferentes, de las ideas promovidas por Fidel Castro, a lo largo de mas de 45 años de revolución triunfante, o sea, la necesidad de formar el personal docente a través de cursos emergentes o no regulares, pero en un contexto diferente, ante el imperativo tanto del éxodo de maestros y profesores, a causa del período especial como del hecho de que las graduaciones regulares no son capaces de satisfacer por uno u otro motivo, las necesidades del país, acorde con las peculiaridades de cada provincia y región.

Las graduaciones de los institutos superiores pedagógicos, tanto en la capital como en las provincias de La Habana, Matanzas y Ciego de Ávila, resultaban incapaces de suplir las crecientes necesidades de personal docente, debido a las peculiaridades de su entorno socio-económico, político e ideo-cultural que determina ingresos a las carreras pedagógicas significativamente bajos, muy por debajo de lo planificado e incapaz de satisfacer las necesidades reales educativas del país.

Las notables iniciativas educacionales promovidas en los inicios del nuevo siglo, bajo la rectoría del ideario educativo de Fidel Castro, no son de posible comprensión, sin tener en cuenta la justa dimensión de la Batalla de Ideas que se inicia inspirada en el triunfo político y humano obtenido por la Revolución Cubana tras el regreso a la patria del niño Elián González, en 1999, producto de intensas jornadas de movilización popular y la solidaridad internacional, particularmente de lo más valioso del pueblo norteamericano. La misma significó una nueva concepción de impulso y consolidación de la obra revolucionaria, tanto en el plano ideológico, en forma de nuevos modos y estilos de trabajo político, como en la concreción de diversos planes de beneficio popular, particularmente en la educación y la salud pública, con un reforzamiento de la proyección solidaria e internacionalista de la Revolución Cubana, favorecida por el contexto propiciatorio que tiene lugar en el mundo y particularmente en América Latina.

Tales exigencias ético-políticas aplicadas a su instrumentación en los diversos planes de formación de maestros y profesores constituye un reto permanente que aún mantiene plena vigencia, en sus reclamos esenciales, en un nuevo contexto económico, político, social e ideo-cultural pues sólo así se podrá lograr la aspiración de Fidel Castro de que la educación desempeñe su papel como instrumento efectivo de transformación de la sociedad, incluida prioritariamente la conciencia de los hombres al concebir a ésta como… "….una de las más nobles y humanas tareas a la que alguien puede dedicar su vida. Sin ella no hay ciencia, ni arte, ni letras; no hay ni habría hoy producción ni economía, salud ni bienestar, calidad de vida, ni recreación, autoestima, ni reconocimiento social posible" (26).

La convicción de que la educación es un derecho de todo el pueblo, componente esencial del ideario educativo de Fidel Castro de especial significación en la formación del personal docente, deja de ser una simple aspiración del ideario educativo progresista cubano, anterior al primero de enero de 1959, para convertirse gradualmente en una realidad. Su consecución no podía limitarse a simples cambios formales de fines de la política educacional sino que requería de cambios superestructurales que lo facilitasen, tanto de carácter institucional y la creación de organizaciones viabilizadoras de la participación popular como promotoras de la toma de conciencia política en las masas. Se manifiesta una singular dialéctica entre la educación como instrumento de transformación social y a su vez de las transformaciones sociales como complemento necesario que harían posible la masividad de la educación, particularmente a partir de culminada la Campaña Nacional de Alfabetización.

"Como la educación es el instrumento por excelencia en búsqueda de la igualdad, el bienestar y la justicia social – valora Fidel Castro – se puede comprender mejor porque califico de revolución profunda lo que hoy, en busca de objetivos más altos, tiene lugar con la educación en Cuba" (27).

En Cuba, la gradual consolidación de la recuperación económica, aún en medio del recrudecimiento del bloqueo norteamericano resultó marco propicio para la promoción de iniciativas de indudable beneficio popular, donde la educación ocupó un lugar privilegiado. No obstante, aún el desarrollo de los ambiciosos proyectos educacionales tenía ante sí un reto formidable y aparentemente insoluble, al menos en las provincias habaneras, Matanzas y Ciego de Ávila: la falta de maestros y profesores para llevarlos a cabo. Atenido a esas circunstancias, por iniciativa de Fidel Castro, se crea en el curso 2000-2 001, la Facultad de Formación de Maestros Primarios, en la Escuela "Presidente Salvador Allende", en la capital, así como la escuela de igual perfil, "Revolución Popular Húngara de 1919", en Melena del Sur. En el siguiente curso 2 001- 2002, se constituye la "Vicente Pérez Noa", en Caimito, en la provincia de La Habana, así como la "Cándido González", en Ciego de Ávila (28).

Simultáneamente se acomete un amplio plan de construcción y reconstrucción capital de cientos de escuelas, en una primera etapa en la capital y después extendida a otros territorios y la incorporación de medios audiovisuales de moderna tecnología como computadoras, videos, televisores e instalación de paneles solares en escuelas de difícil acceso, con vistas al perfeccionamiento del proceso docente educativo, complementado con la inauguración en diferentes momentos de los canales Educativo I y II, programación de tele clases y confección de una amplia variedad de software educativos, para los diferentes subsistemas.

.A los alumnos incorporados a los cursos emergentes para maestros primarios, que cursaban el 10 grado, a partir de un compromiso de permanencia en la docencia durante ocho años, se les garantizaban diversas opciones de continuidad de estudios universitarios, en carreras pedagógicas o no, que simultanearían con su labor docente en las aulas de primaria, generalmente ubicadas en sus propios municipios de residencia. Los primeros graduados comenzaron a laborar como maestros primarios desde el inicio del curso 2 001-2 002, a los que se unirían los graduados del segundo curso, en septiembre del 2 002.

En el acto de graduación de este segundo contingente, Fidel Castro valoraba como…"…en la historia de la formación del personal docente en nuestro país nunca ocurrió nada tan trascendente como esta graduación…En total se han incorporado por esa vía, en menos de dos años, 21 088 jóvenes estudiantes y bien preparados, para prestar sus servicios dentro de la Revolución Educacional… Equivale, como puede apreciarse, a la creación de más de 20 000 nuevos empleos, decorosos y prometedores, para jóvenes cubanos." (29).

En esa misma intervención, Fidel Castro anuncia la perspectiva de transformaciones en la secundaria básica, con la imprescindible formación emergente de profesores para ese nivel, entre jóvenes captados con 12 grado aprobado. Con ese objetivo se inicia un curso, con carácter experimental, en la Escuela de Trabajadores Sociales de Cojímar, a partir del primero de agosto del 2 001, con una matrícula de 100 alumnos, llamados por su esfuerzo y abnegación posteriormente como "Los Valientes". El curso tiene como elemento radicalmente novedoso, la formación de estos como profesores generales integrales, que tendrán como tarea la impartición de todas las asignaturas, con excepción de inglés y educación física, transitando con sus alumnos desde 7mo a 9no grado, en grupos que no rebasen los 15 alumnos, o en casos excepcionales, en aquellos de 30 alumnos, atendidos por dos docentes (30).

La concepción de formación de profesores generales integrales, se hace posible por rasgos del ideario educativo de Fidel Castro que la propician, como son:

—–Reconocer en el maestro y profesor al preceptor, más que al simple transmisor de conocimientos, como nos reclamaran Varela, Luz, Martí y Varona entre otros.

—–Su convicción de que la finalidad de la educación debe ser la de formar personalidades integrales, poseedoras de una cultura general, virtuosas, políticamente conscientes, éticamente comprometidas y solidarias.

—-Si bien reconoce la necesidad de la instrucción, ésta debe contemplarse como un componente subordinado a lo formativo, bajo la concepción martiana de preparar al hombre para la vida.

—–Promover en el proceso docente-educativo en general y en la formación del personal docente en particular, la presencia imprescindible del vínculo entre educación-ciencia, mediante la promoción de la interdisciplinariedad, de la cosmovisión del conocimiento y la utilización de los medios de enseñanza de la más elevada tecnología, nunca encaminados a reemplazar el papel invalorable del docente, sino facilitar su actividad instructiva-educativa.

—-Priorizar la presencia del componente axiológico en la formación del personal docente, inspirado en las tradiciones patriótico-pedagógicas presentes en nuestras raíces históricas, con la profundización acorde a las exigencias de nuestra época, en la solidaridad, el humanismo, la protección medio ambiental, el sentido de pertenencia latinoamericanista y caribeño, la justicia y el rechazo al imperialismo hegemónico y su explotación a los pueblos del tercer mundo.

—-Percibir el vínculo entre educación y cultura, como vía de garantizar la soberanía nacional a través de la conservación, consolidación y enriquecimiento de nuestras manifestaciones artísticas, patrimonio cultural, idioma, tradiciones y costumbres.

—-El papel a desempeñar por la práctica laboral, como expresión del vínculo estudio- trabajo como gran pedagogo de la juventud.

—-El propiciar las vías adecuadas de superación al personal docente en formación, mediante la universalización de la enseñanza y la creación de las sedes universitarias pedagógicas municipales en todo el país con la aspiración de convertir a las escuelas en verdaderas microuniversidades, así como promocionar la autosuperación profesional con vistas a lograr la adquisición de una cultura general integral en maestros y profesores.

—–Elevada valoración del rol protagónico de maestros y profesores como portadores y formadores en valores en las nuevas generaciones, la posibilidad de un tratamiento individualizado a los estudiantes y el reforzamiento del vínculo escuela-familiacomunidad.

——Formar en maestros y profesores, tanto en formación como en ejercicio, una concepción científica del mundo que los motive a la investigación educativa así como a adoptar una posición consecuente frente a los logros de la revolución científico-técnica contemporánea. Las sofisticadas tecnologías educativas incorporadas al sistema educacional cubano, (en la medida que las posibilidades económicas lo han permitido), promovidas por una voluntad política de garantizar uno de los derechos más sagrados de nuestro pueblo, nunca podrá sustituir la labor imprescindible del magisterio cubano, con una rica tradición patriótico-pedagógica, legada de generación a generación y facilitada por la propia esencia del proyecto socialista cubano.

—–Su convicción profunda en los valores reales y potenciales presentes en la juventud.

—–La posibilidad de conciliar masividad con calidad mediante la autosuperación constante de los docentes, el continuo perfeccionamiento del sistema educativo y la creciente toma de conciencia de familia, comunidad e instituciones y organizaciones respecto a su responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones.

La formación de profesores generales integrales es asumida gradualmente por los institutos superiores pedagógicos a nivel nacional, con un esfuerzo significativo de sus claustros, incrementados con la incorporación de alumnos-ayudantes y profesores adjuntos. El 8 de septiembre del 2 003, con el inicio del nuevo curso, se amplía la experiencia a todo el país, con la participación de 47 766 profesores generales integrales, de ellos 6 502 de reciente formación. La aplicación de la nueva concepción se generaliza a todas las secundarias básicas del país y en 19 escuelas de enseñanza deportiva (31).

Obviamente estas transformaciones en primaria y secundaria básica, así como las que se iniciarían en la enseñanza media superior y politécnica tuvieron que repercutir en los objetivos de trabajo de los institutos superiores pedagógicos, sus planes de estudios y programas, e incluso su propia estructura organizativa, dada su estrecha vinculación a la problemática educacional, de la cual ellos mismos, a través de sus claustros y cuadros institucionales, forman parte activa y esencial. Importantes programas y tareas acomete el Instituto Superior Pedagógico

"Enrique José Varona", como centro de referencia nacional.

Lo anterior se materializa en el desarrollo de importantes proyectos de investigación de perfil pedagógico, cultural, científico y metodológico, como aportes de indudable valor para la superación de su propio claustro, maestros y profesores en ejercicio y cuadros educacionales en los diferentes niveles, así como el incremento de los procesos para la obtención de diplomados, maestrías y doctorados lo que se refleja en un incremento constante y significativo en el claustro respecto a su composición por categorías docentes y científicas. Igualmente los eventos de Pedagogía se convierten en un importante foro de intercambio de experiencias educativas con maestros y profesores de otros países, particularmente latinoamericanos y caribeños (32).

Como Fidel Castro valora en el inicio del curso emergente de profesores generales integrales, el 9 de septiembre del 2 002 como en… "…cada minuto de sus vidas han de tener presente la gran responsabilidad que la Patria y la Revolución ponen en ustedes: de inmediato estudiar con esmero y cumplir con honor el deber. Muy pronto entrar en acción, apoyar el esfuerzo de nuestros educadores para enfrentar los obstáculos y dificultades actuales en las secundarias básicas. Luego sin descanso ni tregua, continuar la lucha por una cultura general integral para nuestro pueblo "(33).

El ideario educativo de Fidel Castro revela rasgos de gran significación en la formación de maestros primarios y profesores de enseñanza media, aplicados en la práctica escolar, a través del desarrollo de diversos planes, adaptados a las peculiaridades del contexto histórico del proceso revolucionario, en que se originan.

Estos rasgos definitorios se pueden sintetizar en los siguientes:

—– Adaptación de los diversos modelos de formación de maestros y profesores a las exigencias políticas, económicas y educativas de un país del llamado tercer mundo que construye el socialismo y en particular del encargo social a la escuela respecto a su responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones.

—– La utilización como principales factores motivacionales de incorporación a los diversos planes de formación de personal docente, tanto regulares como emergentes, la conciencia política, la confianza en los valores de nuestra juventud y las legítimas aspiraciones de superación personal.

—– La priorización del factor ético-político en la formación de maestros y profesores a partir de los intereses de la inmensa mayoría del pueblo trabajador, con un espíritu solidario, humanista, latinoamericanista y tercermundista.

— Propiciar la multiplicación de los centros de formación regular de maestros primarios y profesores de enseñanza media, con una elevación gradual del nivel académico de ingreso, hasta otorgarle la categoría de carrera universitaria.

—– La implementación de la combinación del estudio-trabajo, en la formación de maestros y profesores, mediante la práctica laboral, a partir de su concepción del trabajo como gran pedagogo de la juventud.

—– La facilitación a los maestros y profesores en formación, así como a los ya en ejercicio, de vías adecuadas de superación, a partir de su propio espíritu de auto superación, preparación personal y ejemplaridad.

—– Promocionar importantes iniciativas en el proceso docente-educativo en la enseñanza media mediante la aplicación de su concepción de formación de profesores generales integrales.

—— Incentivar la incorporación al proceso de formación del personal docente y al sistema escolar de medios educativos basados en la más alta tecnología, garantizando su presencia en la totalidad de las escuelas de nivel primario y enseñanza media, no importa su ubicación geográfica o matrícula, bajo la orientación rectora e insustituible del maestro y profesor en el proceso docente-educativo.

—— Promoción de la actividad investigativa en maestros y profesores, tanto en formación como en ejercicio, acerca de las diversas problemáticas propiciatorias de una actividad docente-educativa más integral, científica y desarrolladora.

Estas ideas, algunas de ellas aún aspiraciones con respecto a los jóvenes incorporados a los actuales planes de formación emergente de maestros y profesores, como en todo plan que se inicia, plagado de complejidades y contradicciones, propias del contexto histórico en que vivimos, distan mucho de ser utopías, si vemos los resultados logrados en miles de profesionales de la educación, que hoy ostentan meritorias categorías docentes y académicas y que iniciaron su labor pedagógica a través de diversos tipos de cursos alternativos de formación no regular de personal docente a lo largo del proceso revolucionario.

El propio desarrollo a planos superiores de nuestro sistema educacional y el empeño por lograr la adquisición de una cultura general integral por nuestro pueblo, no obstante limitaciones e insuficiencias a erradicar en el decursar de tan complejo proceso, requerirá de nuevas transformaciones, acorde a las exigencias y necesidades que surjan en el futuro y a las condiciones objetivas y subjetivas en el contexto en que éstas tengan lugar, lo que significará nuevos retos a las nuevas generaciones de maestros y profesores. No obstante la novedad, amplitud o trascendencia de estas futuras transformaciones, siempre en ellas ocupará un papel esencial, el magisterio cubano.

Conclusiones

——-El estudio del ideario educativo progresista anterior al triunfo de la Revolución nos revela, en sus rasgos esenciales, su carácter de producto del devenir histórico del pensamiento patriótico-pedagógico cubano y de su protagonismo en el gradual proceso de formación de nuestra identidad cultural y nacional. Valores como el patriotismo, la solidaridad, la justicia y la honestidad, enmarcados en un humanismo ético-político de singular trascendencia, conducen en sus principales representantes, desde José Agustín Caballero hasta Enrique José Varona, a la aspiración de una educación para todo el pueblo, ajustada a nuestras realidades, estrechamente vinculada al trabajo, a la ciencia, a la cultura, a la filosofía y a las tendencias universales del progreso social, en cada momento histórico así como a la legítima aspiración de promover planes de formación del personal docente, con el encargo social de utilizar la pedagogía como instrumento de perfeccionamiento humano. Tales empeños, no logrados en gran medida, debido al desfavorable contexto económico, político, social e ideo-cultural en que decursan, no dejaron de ejercer su positiva influencia, en no escasas generaciones de cubanos patriotas, gracias a la labor abnegada de anónimos maestros de escuela.

——-El triunfo de la Revolución Cubana significó cambios radicales en todas las esferas de la vida nacional, en los cuales la educación constituyó un instrumento de transformación de singular importancia. El transitar por un largo camino jalonado de logros, desaciertos y contradicciones, en medio de una aguda lucha de clases, agresiones y bloqueo imperialistas, obliga a la concreción de un ideal educativo fundamentado en sus propios presupuestos teórico-metodológicos, humanistas, éticos e ideológicos. Se evidencia la necesidad de trazar una política coherente en sus objetivos y fines revolucionarios a corto, mediano y largo plazos, plasmados en el ya antológico "Mensaje Educacional al Pueblo de Cuba" (1959) donde se enuncian los fundamentos esenciales de la naciente pedagogía de la Revolución Cubana que posee, como uno de sus pilares sustentadores, las ideas educativas de Fidel Castro expuestas en sus escritos, discursos, mensajes y epistolario, desde fecha muy temprana, como en su alegato jurídico-político "La Historia me absolverá" y en sus cartas desde el presidio. En ellos, feliz conjunción del ideario ético-político martiano y marxista, se expresan la relación dialéctica de continuidad y ruptura con lo más valioso del ideario educativo cubano progresista cubano anterior al triunfo de la Revolución, al conferirle elementos de singular creatividad y de significativa contribución a la formación de maestros primarios y profesores de enseñanza media, como pauta rectora a las notables transformaciones educacionales que en ese campo han tenido lugar en nuestro país, en las casi cinco últimas décadas ..

——- El ideario educativo de Fidel Castro, que tiene como uno de sus principales instrumentos de transformación social, la actividad pedagógica, se fundamenta en componentes portadores de una elevada espiritualidad, adaptados a nuestro contexto histórico-concreto así como a las proyecciones y exigencias de la construcción del socialismo en un país del tercer mundo en el ámbito latinoamericano y caribeño lo que revela su significación en la formación de maestros primarios y profesores de enseñanza media, que entre logros y dificultades, soluciones y nuevas contradicciones, ha decursado en la concreción de diversos planes, que adaptados a las circunstancias y coyunturas específicas, han devenido de imperiosa necesidad para el avance, desarrollo y consolidación de la educación cubana y clave necesaria para la comprensión del nacimiento de una pedagogía revolucionaria en Cuba, de trascendencia actual más allá de nuestras fronteras.

Recomendaciones

La utilización de los resultados de la investigación, al constituir un material de imprescindible conocimiento y reflexión para estudiantes y profesores de los institutos superiores pedagógicos, maestros y profesores en ejercicio así como cuadros de dirección del MINED, puede ser empleada en:

1.—La preparación e impartición de cursos de postgrado y diplomados.

2.-Su inclusión como material de consulta, en cursos de pregrado, para asignaturas de perfil pedagógico impartido tanto en los institutos superiores pedagógicos como institutos preuniversatorios vocacionales de ciencias pedagógicas.

3.-La Incorporación como temática a impartir en los cursos de preparación política para cuadros y funcionarios del MINED, institutos superiores pedagógicos, así como dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas y Federación Estudiantil Universitaria en centros formadores de personal docente.

4.-Su utilización como fuente de consulta, en soporte digital o impreso, en los centros de documentación pedagógica, institutos superiores pedagógicos u otros centros vinculados a la esfera educativa en cualesquiera de sus diversas esferas.

Referencias y notas bibliográficas

CAPÍTULO 1.

(1) Guerra R. La defensa nacional y la escuela. La Habana. Cuba: Editorial Librería Cervantes; 1923. 37.

(2) Remos JJ. Enseñanza. Costumbres. Primeras manifestaciones de la cultura cubana. En: Historia de la nación cubana I. La Habana. Cuba: Editorial Historia de la nación cubana; 1952. 331-344.

(3) Portuondo F. Historia de Cuba. 1492-1898. La Habana. Cuba: Editorial Instituto Cubano del Libro; 1965. 225-255 .

(4) Caballero JA. Discurso sobre la física. En: Escritos varios. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1944. 10-14.

(5) Ibídem. 15.

(6) Sosa E., Penabad A… La educación secundaria en el siglo XVIII. Capítulo III: La educación media en conventos y seminarios. Epígrafe: Establecimiento del Colegio-seminario de San Carlos. Características y plan de estudios. En: Historia de la educación en Cuba III. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación y Ediciones Boloña. Publicaciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad; 2001. 72-81.

(7) La obra Filosofía electiva fue escrita por José A. Caballero, en 1797, con destino a los cursos que impartía en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, en La Habana. Puede consultar fragmentos de la misma en la obra: Monal I. (Compiladora). Las ideas en la América Latina I. La Habana. Cuba: Casa de las Américas; 1985. 569-571.

(8) Caballero JA. Discurso sobre la Física. En: Escritos varios. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1944. 12.

(9) Caballero JA., González F., Isla F. Ordenanzas para las escuelas gratuitas de La Habana. En: Escritos varios. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1944. 19 a 36.

(10) Caballero JA. Sobre las reformas de los estudios universitarios. En: Escritos varios. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1944. 40 a 44.

(11) Caballero JA. En: El Habanero. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1994. 72.

(12) "Entre los más destacados representantes de la escolástica figura Anselmo, Arzobispo de Canterbury (1033-1 109 dne), Padre de la Iglesia y primer escolástico. Durante algún tiempo, Anselmo, continuador de (San) Agustín, fijó el contenido filosófico de la temprana escolástica". Dynnik M. Historia de la filosofía. Tomo I. México D.F. México: Editorial Grijalbo;1968. 246 -247.

(13) Varela F. Cartas a Elpidio. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1944. 39.

(14) Ibídem. 78.

(15) Varela F. Lecciones de filosofía. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1996. 276.

(16) Varela F. El Habanero. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1994. 5.

(17) Varela F. El Habanero" Nº 5. En: Ideas de América Latina. La Habana. Cuba: Casa de las Américas; 1985. 5.

(18) Varela F. Discurso leído en la Sociedad Patriótica de La Habana, a la que ingresó el 21 de febrero de 1817. En: Bosquejo histórico de las ideas educativas en Cuba. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1996. 20.

(19) Varela F. Instituciones filosóficas lectivas. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana; 1952. 109.

(20) Sanguily M. José de la Luz y Caballero. La Habana. Cuba: Consejo Nacional de Cultura; 1962. 45.

(21) Martí J., Cartas inéditas de José de la Luz. En: Obras Completas. Tomo 5. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 249-250.

(22) Rodríguez CR., José de la Luz y Caballero. En: Revista Cubana de Ciencias Sociales. 1984. Volumen 5. 9 p.

(23) Caballero J. de la L. Sobre el método de enseñanza de las Escuelas Lancasterianas en Regla. En: Escritos educativos. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1991. 135.

(24) Caballero J. De la L. Sobre educación secundaria. En: Escritos educativos. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1991. 67.

(25) Caballero J. De la L. Informe sobre la Escuela Náutica. En: Escritos educativos. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1991. 196.

(26) Agramonte R. Compilador. Aforismos y apuntaciones de José de la Luz y Caballero. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana 1945. 161.

(27) Caballero J. De la L. El señor aritmético cercano. En: Escritos educativos. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1991. 10.

(28) Agramonte R. Compilador. Aforismos y apuntaciones de José de la Luz y Caballero. La Habana. Cuba: Universidad de La Habana. 368.

(29) Martí J., Escuela nueva. En: Obras Completas. Tomo 8. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 298-299.

(30) Martí J. Escuela de electricidad. En: Obras Completas. Tomo 8. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 281-284.

(31) Martí J. Tres Héroes. En: La Edad de Oro. La Habana. Cuba: Editorial Gente Nueva; 2 001. 10.

(32) Martí J. Educación Popular. En: Obras Completas. Tomo 19. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 147.

(33) Martí J. La Escuela de Artes y Oficios en Honduras. En: Obras Completas. Tomo 8. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 15-16.

(34) Martí J. El trabajo manual en las escuelas. En: Obras Completas. Tomo 18. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 266-288.

(35) Martí J. Educación Popular. En: Obras Completas. Tomo 19. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 375.

(36) Martí J. Ideario pedagógico. La Habana. Cuba: Imprenta Nacional de Cuba; 1961. 32.

(37) Ibídem. 33.

(38) Martí J. Tres héroes. En: La Edad de Oro. La Habana, Cuba: Editorial Gente Nueva; 2 001. 10-11.

(39) Retamar R, Delgado I. Semblanza biográfica y cronología mínima. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1990. 15.

(40) Centro de Estudios Martianos. Martí antiimperialista. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1984. 28 .

(41) Pino R, Sotolongo P, Valdés G, Pino A, Mendoza L, Martínez M, et al. El oficio de pensar. Breve introducción a la historia de la filosofía. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 004. 308-341.

(42) No obstante la pomposa declaración de la Resolución Conjunta de que…"…el pueblo de Cuba es y de hecho debe ser libre e independiente…", así como de la denominada Enmienda Teller, que supuestamente impedía la anexión, al menos inmediata, las altas esferas de poder en Estados Unidos no cesaron en sus maniobras para hacer realidad los viejos sueños de Jefferson, Monroe y Adams, de dejar al país tan huérfano de ideas y derechos, que lo convirtiesen en algo menos que una neocolonia. Profundizar en: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo I. La Habana. Cuba: Pueblo y Educación; 2 001. 517-519.

(43) Pérez L. El diseño imperial: política y pedagogía en el período de la ocupación en Cuba. 1899-1902. La Habana. Cuba: MINED; 1994. 6.

(44) El presidente Theodore Roosevelt, en carta al senador Henry Cabot Lodge (1899): "Wood considera" – le explica Roosevelt – "que debemos gobernarlos (a los cubanos), con justicia y equidad, dándoles todas las oportunidades posibles para su progreso cívico y militar, y que en 2 ó 3 años, ellos insistirán en convertirse en parte de nosotros ". Consultar en:

"Correspondencia de Theodore Roosvelt a Henry Cabot Lodge". La carta está fechada el 21 de julio de 1899. Tomado de la obra ya citada de Louis A. Pérez Jr. 8.

(45) Entre éstas podemos mencionar:

——Una activa influencia en el proceso de formación del magisterio cubano, e incluso en la superación del personal docente, mediante programas y textos manipuladores, becas en escuelas normales y universidades norteamericanas, así como cursillos de verano; la introducción del idioma inglés en los establecimientos escolares primarios y de enseñanza media, como marco propiciatorio, en las circunstancias específicas de la época, de una más rápida apropiación de la cultura norteamericana; la inclusión en planes de estudio y programas, particularmente en la enseñanza primaria, de contenidos que adulteraban la realidad histórica de nuestro país; la utilización de textos escolares norteamericanos, que apenas traducidos, eran oficialmente empleados en nuestras escuelas, así como la inserción en nuestro sistema educativo, de escuelas privadas regidas por norteamericanos, tanto laicas como religiosas, con la presencia de maestros y profesores de esa nacionalidad, que tenían como objetivo principal el de mostrar a los alumnos cubanos el supuesto paradigma de una sociedad digna de imitar. Ejemplo de lo anterior lo constituyó lo constituyó la implementación del programa de Educación Cívica, impartido por iniciativa de Wood, en nuestras escuelas y que era idéntico, al denominado "City Schools", empleado en las improvisadas aulas neoyorquinas para los inmigrantes, a los que se intentaba asimilar a la nueva cultura del poderoso vecino. En este programa se plantea como…"… vale la pena observar a las repúblicas (latinoamericanas) que no han tenido éxito para conocer las causas de sus desgracias y a las repúblicas triunfantes (léase Estados Unidos de Norteamérica) para ver la causa de sus éxitos, pues el buen gobierno ayuda a que el pueblo sea próspero, limpio, saludable y feliz y el mal gobierno tiende al fracaso, a la suciedad, las enfermedades y las miserias". Ibídem. 14-15.

(46) Sanguily M. Carta enviada a jóvenes estudiantes de la Escuela Normal del Estado de Oklahoma, Estados Unidos, con fecha 6 de marzo de 1907. En: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo II. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 130.

(47) Varona EJ. Discurso de ingreso pronunciado en la Academia Nacional de Artes y Letras, enero de 1915. En: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo II. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 383.

(48) Guerra R. La defensa nacional y la escuela. La Habana. Cuba: Librería de José Albela; 1923. 37.

(49) Para tan reconocida pedagoga…"…la transformación de un niño no es obra de relámpago…tenemos que esperar pacientes y tranquilos las aflorescencias graduales y paulatinas de sus sentimientos e ideas…"…si tomamos en cuenta que…"…el tiempo es el factor esencial en toda obra educativa". En: Portuondo F. "María Luisa Dolz y la liberación de la mujer cubana por la educación". La Habana. Cuba: Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana; 1955. 68.

(50) En "Ponencia sobre la reglamentación de las escuelas privadas" (1917), redactada por Arturo Montori por encomienda de la Fundación Luz y Caballero. Aparece en la obra de este educador de reconocido prestigio, titulada "El problema de la educación nacional", publicada en la Revista Cuba Pedagógica, el 17 de agosto de 1920, La Habana. 26.

(51) García JG. Bosquejo histórico de la educación en Cuba. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1978. 57.

(52) En la misma el sabio cubano muestra a través de datos estadísticos y valoraciones muy agudas, el escalofriante estado de la educación en Cuba, como: (a) El 53 % de la población es analfabeta; (b) Rebasa el 50 % la cifra de niños en edad escolar que no asisten a la escuela; (c) El 15 % de los adolescentes blancos no sabe leer ni escribir. Consulte en:

Ortiz F. La decadencia cubana. Conferencia pronunciada en 1924. En: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo II. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 470-471.

(53) Sus resultados más significativos lo fueron la creación de la FEU; la llamada "Protesta de los 13"; la batalla por la reforma universitaria; la constitución de la Liga Antiimperialista; la celebración de combativos congresos obreros, estudiantiles y femeninos; el nacimiento del Grupo Minorista y del Directorio Estudiantil Revolucionario de 1927 y con particular significación, la fundación del primer Partido Comunista en 1925 . Especial relevancia tuvo la inauguración, por Julio Antonio Mella, de la Universidad Popular "José Martí" el 2 de noviembre de 1923, a propuesta del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, con la colaboración de un destacado grupo de personalidades progresistas de la época, así como el II Congreso Nacional Obrero, efectuado en Cienfuegos, del 15 al 19 de febrero de 1925, que sirvió para impulsar, bajo el signo del movimiento sindical, las llamadas "escuelas racionalistas", en pos de los conocidos empeños por una educación popular. Ese esfuerzo está contenido en el programa y acuerdos de la Conferencia Nacional Obrera de Cuba, embrión de la futura Confederación de Trabajadores de Cuba. Julio Antonio Mella, martiano y marxista, contribuyó de manera notable a enriquecer el ideal educativo a que nuestro pueblo aspiraba. Para éste…"…internacionalismo significa en primer término, liberación del yugo extranjero imperialista y conjuntamente, solidaridad estrecha con los oprimidos de las demás naciones". Según el dirigente comunista, figura cimera de la época, un… "…profesor podrá serlo cualquiera. Enseñar conocimientos aprendidos de libros viejos es cosa fácil. Lo difícil es la obra del maestro. El maestro es aquel que forma el carácter del alumno, y por lo tanto, que moldea, como artista hábil, el futuro de la sociedad en su aula: taller de obrero excelso". Existe una amplia bibliografía para profundizar en este período convulso de la década de los 20 del pasado siglo, y por supuesto, las premisas condicionantes que la propiciaron en los lustros precedentes. Puede consultar:

-Pino O. Historia económica de Cuba. Aspectos fundamentales. Capítulo XXIII: La república neocolonial. La Habana. Cuba: Consejo Nacional de Universidades; 1964. 290 a 314.

-Tabares del Real J.A. La revolución del 30: sus dos últimos años, capítulo II: El proceso revolucionario de 1923 a 1935. Su inicio y desarrollo hasta el golpe de estado de enero de 1934. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1975. 67 a 75.

-Pichardo H. Estatutos de la Universidad Popular José Martí. En: Documentos para la historia de Cuba. Tomo III. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 202.

-Buenavilla R. Las escuelas racionalistas. En: La lucha de los pueblos por una escuela cubana, democrática y progresista en la república mediatizada. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1995. 41 a 55. – La cita de Julio A. Mella aparece en:

Santos M. (Compiladora). Glosas al pensamiento de José Martí, escrito en México D.F. en 1926. En: Marxistas de América. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 002. 50.

(54) Varona E.J. Revista Avance. 1930. Junio. Año IV. Nº 47. 161-162. Para el insigne educador…."….hoy el cubano es un mendigo y un paria. No es libre ni tiene fuerzas para poner los medios eficaces para serlo". En: escrito publicado en "El País", el 20 de agosto de 1930.Tomado de: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo II. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 473.

(55) Guiteras A. Programa de la Joven Cuba. En: Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo IV. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 517-518.

(56) Buenavilla R. La lucha de los pueblos por una escuela cubana, democrática y progresista en la república mediatizada. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1995. 42.

(57) Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 333-336.

(58) Roa R. Dos revoluciones simuladas y una contrarrevolución verdadera. En: La Revolución del 30 se fue a bolina. La Habana. Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 1969. 54.

(59) Ortiz F. Respuesta a la encuesta Imperialismo y buena vecindad. En: revista Cuadernos mexicanos. Año VI; volumen XXX. 70-76.

(60) Marinello J. Conferencia impartida en 1939, en el Club Atenas. En: Moray M. (compiladora) Marxistas de América. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 002. 313.

(61) Aguayo A. Los valores humanos en psicología y en la educación. En: Fundamentos de la educación. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 000. 17.

(62) Vitier M. , Valoraciones I. En: Fundamentos de la educación. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 000. 22.

(63) González F. Informe rendido en 1793, a la Sociedad Económica de Amigos del País. En: Bosquejo histórico de la educación en Cuba. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1978. 20-21.

(64) Al margen de las consideraciones discriminatorias respecto a los negros esclavos, reflejo de la ideología imperante entre los ricos hacendados criollos y peninsulares, a inicios del siglo XIX, la propuesta es un intento por crear cierto orden en la anarquía reinante, aunque claramente insuficiente, por no hacerse referencia a plan alguno de formación regular de maestros, mejoramiento de programas o implementación de métodos pedagógicos al nivel de los nuevos tiempos. Los escasos frutos obtenidos de este intento por mejorar la actividad educativa en el nivel de instrucción primaria elemental, condicionado ahora a la aprobación de un examen de aptitud, se expresan en el hecho de que en 1833 sólo se habían logrado instituir 13 nuevas escuelas para niños y 9 para niñas, debido en gran medida a la falta de interés de la metrópoli y sus representantes coloniales en Cuba, por apoyarlas y promoverlas. El censo realizado en la etapa de gobierno del Capitán General José Cienfuegos y Jovellanos (1816-1819), mostró la existencia en Cuba de apenas 70 escuelas, la mayoría particulares, con una matrícula de 2 793 alumnos. En el propio año de 1816 se dispuso por el gobierno español, que todos los monasterios establecidos en sus colonias, habilitasen locales-escuelas para impartir la instrucción primaria elemental, disposición que rigió con relativa regularidad, independientemente de los vaivenes de la política en la metrópoli. No obstante, si en 1830 funcionaban en La Habana sólo nueve escuelas monásticas, aún en 1836, en toda Cuba, existían apenas 210 escuelas para niños blancos y 12 para los de color, con una matrícula total que no sobrepasaba los 10 000 alumnos (de 5 a 15 años).

(65) "Por otra parte -expresa Luz- ¿no es en rigor el Instituto cual le hemos concebido, una especie de Escuela Normal para formar los alumnos que hayan de ser maestros en los establecimientos primarios y mixtos de nuestra tierra..?". Se puede profundizar al respecto en:

Caballero J. De la L. Escritos educativos. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1991. 180,193-194.

(66) Pablo Montesino (1781-1849), médico militar y pedagogo español, fundó en 1839, la llamada Escuela Normal Central de Maestros de Madrid. Ya rebasada la segunda mitad del siglo XIX, mediante la promulgación de la llamada Ley Moyano (1858) se crea en España por primera vez un sistema nacional escolar. Tomado de: Encarta 2 005. CD-ROM.

(67) Guerra R. Manual de historia de Cuba. Desde su descubrimiento hasta 1868. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 1987. 451.

(68) González D. La enseñanza. En: Historia de la nación cubana. Tomo IV. La Habana. Cuba: Editorial Nación Cubana; 1952. 408.

(69) . Esta primera Escuela Normal de Maestros en nuestro país se instaló en el Colegio de los Escolapios de Guanabacoa, primero bajo la dirección del Padre Collazo, de nacionalidad española, y posteriormente del Padre Joffre, que gozaba fama de hombre culto. Respecto al nuevo plan de estudios éste contenía algunas medidas más progresistas que el anterior, pues establecía la categorización de la enseñanza en pública y privada, así como regulaba que la instrucción primaria elemental podría cursarse en ambas y la enseñanza tendría carácter obligatorio y mayoritariamente sufragada por los municipios. La medida más importante de dicho plan lo constituyó la inauguración en Cuba de los primeros institutos de segunda enseñanza. En total fueron creados cuatro: en La Habana, Matanzas, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba, respectivamente. Su plan de estudios comprendía cinco años de estudios generales, con contenidos ajenos a todo enfoque científico. El inicio de la contienda independentista de 1868 determinó su clausura, al igual que la de otros centros docentes y la persecución de maestros y profesores sospechosos de "infidencia".

(70) Chávez J. Bosquejo histórico de las ideas educativas en Cuba. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 34-35.

(71) Este plan de estudios mantenía la segregación racial en las aulas, continuaba adoleciendo de programas ajenos a los logros científicos universales y estaba permeado por el ideario oscurantista promovido por la jerarquía católica radicada en Cuba. No debe extrañar que en el Primer Congreso Pedagógico Cubano efectuado en Matanzas, en 1884, se aprobasen como unánimes demandas, la creación de escuelas normales, con un plan de cuatro años de estudios, dos de los cuales serían de práctica docente; creación de bibliotecas escolares; mejoramiento de los planes de estudios y programas, con contenidos a la altura de los más avanzados de la época; elección libre de los libros de texto; esencia práctica y racional de la concepción de enseñanza, etc….. Todas ellas desoídas por las autoridades coloniales.

(72) "Mala es nuestra enseñanza primaria; deficiente de un modo lastimoso la superior y profesional; pero buenas una y otra si se comparan con la segunda enseñanza. Ésta es pésima en la forma, pésima en el espíritu, pésima en el conjunto…". Varona E.J. Un texto de Psicología. En: Trabajos de educación y enseñanza. 56. Tomado de la obra ya citada de Justo A. Chávez Rodríguez. Página 50.

(73). El censo de 1899 ofrecía datos más que preocupantes. A las 341 escuelas existentes, sólo asistían del 5% al 6% de los niños en edad escolar. Como ya se conoce, las escuelas normales de maestros, incluso con sus reducidísimas matrículas e inoperancias funcionales, hacían más de un lustro que habían dejado de existir. Resulta ilustrativo al respecto, el informe rendido a sus superiores, por Fitzburgh Lee, gobernador militar interventor en La Habana y Pinar del Río, por cierto, las menos afectadas relativamente por la contienda bélica durante tres décadas. Tomado de Fitzburgh Lee en su informe En cuanto a la instrucción pública (1899), que aparece publicado en la obra de Edward D. Fitchen, titulada Alexis E. Frye and Cuban education (1898-1902), en la Revista Interamericana Review II , en 1972, página 126. Consulte en la obra de:

Pérez Jr. L. El diseño imperial: política y pedagogía en el período de la ocupación en Cuba (1899-1902). La Habana. Cuba: MINED; 1994. 18.

(74) Como bien expresa el Dr. García Galló en su obra ya citada, Bosquejo histórico de la educación en Cuba, queda bien esclarecido que…"…el objetivo de los ocupantes de nuestra patria era heredar a España, pero explotando de modo más sistemático y científico nuestra riqueza material y espiritual". 49.

(75) Otero L., Valdés de la Paz O. Código escolar. La Habana. Cuba: Talleres tipográficos de Carasa y Cia; 1941. 87.

(76) Ibídem. 88.

(77) Como exponía Mr. Robert P. Porter, Comisionado Especial norteamericano, en informe de abril de 1899, en la "North American Review…"….la importancia de enseñar inglés en todas las escuelas públicas cubanas no debe pasarse por alto, porque el pueblo cubano no comprenderá al pueblo de Estados Unidos, hasta tanto no aprecie nuestras instituciones". Robert P. Porter en "The future of Cuba", en "North American Review" CLXII, abril de 1899, página 42O. Tomado de la obra de Pérez L. El diseño imperial: política y pedagogía en el período de la ocupación en Cuba. 1899-1902. La Habana. Cuba: MINED; 1994. 12.

(78) Frye A. Manual para maestros. En: Pérez Jr. L. El diseño imperial: política y pedagogía en el período de la ocupación en Cuba. 1899-1902. La Habana. Cuba: MINED; 1994. 13.

(79) Hanna H., Report of the Publics Schools of the Island of Cuba. Ibídem. 15.

(80) Según criterio del general Wood, tal como expuso al influyente diario "New York Times", en su edición del 24 de junio de 1899…"…la demanda de maestros norteamericanos resulta sorprendente y representa el deseo de los cubanos de americanizarse. No estamos enfrentando esta tarea con la rapidez requerida, y en mi opinión, sería muy beneficiosa la inmediata adopción de la política colonial inglesa o alemana". En: Leonard Wood. Report of Brigadier General Leonard Wood. con fecha 5 de Julio de 1902. Ibídem. 11 y 12 . No obstante, su experiencia en Cuba le ha demostrado, que los cubanos incluidos la mayoría de sus maestros y profesores, no están dispuestos a esa política de americanización , tal cual eran sus deseos, pues tres años más tarde expresa en su informe "The Military Government in Cuba", con fecha 5 de julio de 1902, una opinión más realista cuando expresa que…"…una acción así de nuestra parte hubiese sido muy poco inteligente ya que el pueblo comenzaba a sospechar nuestras intenciones y a dudar de la sinceridad de nuestra declaración de que posteriormente nos retiraríamos de la Isla". Ibídem. 13.

(81) Como escribiese el periodista Sylvester Baxter, en su trabajo titulado "The Cuban teachers at Harvard University", publicado el 4 de agosto de 1900, éste se sintió… "…impresionado por los buenos modales y lo bien educados que eran los maestros cubanos"…ya que…"…la mayoría proviene de las más altas clases sociales de la Isla, donde están representadas las mejores familias cubanas y las más cultas". Ibídem. 16 . Mientras que para Gilbert K. Harrour, director de una supuesta institución educacional cubana, pero con nombre en inglés y radicada en suelo norteamericano, la denominada "The Cuban Educational Association" valora que…"…el hecho de haber traído a los Estados Unidos a un grupo de 2 5OO valerosos y dóciles jóvenes…y luego devolverlos a sus hogares, sólo puede conducir a una fase de desarrollo humano que iluminará el camino hacia la creación de un gobierno estable y pacífico en Las Antillas". Ibídem. 18. Jóvenes dóciles y gobiernos pacíficos y estables, en el lenguaje imperial, se corresponde perfectamente con su ideal de una Cuba neocolonial, con su correspondiente mimetismo ideológico y cultural, que no dejó de ejercer su nociva influencia durante décadas, en la actuación de políticos cipayos, en una clase burguesa, que nunca supo prestigiar su propia identidad, e incluso, en determinados sectores del pueblo, que convocado a la lucha política, por las sucesivas frustraciones en sus aspiraciones más legítimas, abrió los ojos a la realidad. Se conoce que para el verano de 1900 arribó a Estados Unidos un contingente de 1300 maestros cubanos, que participaría en un curso intensivo en la Universidad de Harvard. Al año siguiente, 200 educadores previamente seleccionados, visitaron la Universidad de Cambridge. A su vez, la Escuela Normal Estatal de New Platz, organizó un curso de verano para 30 maestros cubanos.

(82) Para Varona…"…quien dice maestro, dice guía. Y el guía es el mejor, es él que ha ido más lejos y con más frecuencia, por el camino que ha de enseñar a recorrer…"…dado que…"…nuestros profesores debían ser hombres dedicados a enseñar cómo se aprende, cómo se consulta, cómo se investiga". Consulte: Varona E.J. Las reformas en la enseñanza superior. En: Trabajos de educación y enseñanza . 131 . Ibídem. 57.

(83) Otero L., Valdés de la Paz O. Código escolar". La Habana. Cuba: Talleres Tipográficos de Carasa y Cia: 1941. 102.

(84) Ibídem. 102.

(85) Ibídem. 102.

(86) Ibídem. 103.

(87 ) Con vistas a regularizar el funcionamiento de estos centros, se aprobó su reglamento, por Decreto Presidencial Nº 1624 del cuatro de diciembre de 1915, modificado posteriormente por el Decreto Nº 1056 del 25 de junio de 1923 y éste, por el Decreto 1749 de octubre de 1927. Múltiples leyes y decretos, transformaron, ampliaron o restringieron posteriormente, uno u otro aspecto de estos reglamentos. Ibídem. 426.

(88) García M. El magisterio. En: Historia de la nación cubana. Tomo X. La Habana. Cuba: Editorial Historia de la nación cubana; 1952. 65.

(89) Otero L., Valdés de la Paz O. Código escolar. La Habana. Cuba: Talleres Tipográficos de Carasa y Cia; 1941. 102.

(90) Establece que…"…los contratos celebrados con los maestros y directores de escuelas, que estén desempeñando sus cargos actualmente, se entenderán prorrogados hasta que se legisle en la materia". A su vez…"…suspende, hasta que el Congreso legisle respecto a las escuelas normales, el funcionamiento de las Escuelas Normales de Verano". Por ley del 24 de julio de 1916 se declara que en caso…"…de un ascenso o traslado dentro de un mismo distrito, se considerarán equiparados a los normalistas, los maestros que a la promulgación de esta ley tuvieran 10 años de ejercicio, sin actos desfavorables, en escuelas públicas". Ibídem. 103.

(91) Ibídem. 426.

(92) El controvertido Instituto Cívico-militar, ubicado en Ceiba del Agua, en la provincia de La Habana será convertido por el presidente Dr. Ramón Grau San Martín, al inicio de su mandato, en instituto politécnico. Respecto a la efímera experiencia politiquera de las Escuelas Cívico-militares, éstas quedarían subordinadas al Ministerio de Educación, durante el mandato del propio Batista, el cuatro de noviembre de 1940, hasta su extinción definitiva bajo el grausato. Ibídem. 559 a 563.

(93) Pichardo H. Documentos para la historia de Cuba. Tomo V. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 334-336 .

(94). García M. La enseñanza primaria oficial. En: Historia de la nación cubana. Tomo X. La Habana. Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2 001. 55-78 .

(95) Sánchez Arango A. Discurso ante el Senado del Ministro de Educación, el 15 de diciembre de 1948. La Habana. Cuba: editado en Escuela de Artes Gráficas del Centro Politécnico Superior de Ceiba del Agua; 1949.

(96) "Abundan los casos de profesores de inglés, que apenas entendían los vocablos "yes" y "good by"; maestros de música que jamás oyeron hablar de corcheas y semifusas; profesores de educación física que carecían de las más elementales nociones de ejercicios…Estos poseedores de plazas magisteriales las adquirieron en algunos casos por sumas que llegaron a $500 y a $1 500"….dándose el caso de que….. "….llegaron a entregarse 5 000 nombramientos de maestros e inspectores, en su mayoría ineptos". En la Revista Bohemia, edición del 10 de octubre de 1948, en su Sección en Cuba.

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