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Inmigración a la Argentina – Sacerdotes y frailes


    1. Italianos
    2. Irlandeses
    3. Franceses
    4. Belgas
    5. Alemanes
    6. Polacos
    7. Eslovenos
    8. Notas

    En esta monografía me refiero a algunos de los sacerdotes y frailes que llegaron a la Argentina entre 1850 y 1950. Incluyo entre ellos a Don Orione ya que, aunque vivió sólo algunos años en nuestro país, en ese tiempo llevó a cabo una obra de gran importancia.

    Formados en la Argentina y en el extranjero, los sacerdotes y frailes inmigrantes brindaron su aporte a la tierra que los recibió, dedicándose no sólo a la religión, la caridad y la defensa de los desprotegidos, sino también a la educación, las ciencias y las artes.

    Italianos

    Lorenzo Cot fue un "sacerdote venido de Chambons de Fenestrelles, Piemonte. Ejerció su apostolado durante la Presidencia de Urquiza en la Capilla San José de su residencia. Desde este lugar concurría asiduamente a la Colonia San José para visitar a los colonos, muchos de los cuales fueron traídos por él desde su patria. En 1859 fue enviado a Europa para traer más inmigrantes. Luego fue designado sacerdote en la Colonia y Villa de Colón. Siempre tuvo mucho aprecio de los compoblanos europeos pues veían en él a su defensor y protector de los derechos que les correspondían por contrato. Pero esta defensa le valió grandes enemigos en la esfera política de Colón, quienes lo persiguieron en forma incansable. Un cúmulo de acusaciones no hacían impacto en su fuerte personalidad, y si bien tenía el apoyo de las altas autoridades eclesiásticas, llegó un momento muy difícil para su tranquilidad de parte de algunos hombres colonenses. Falleció asesinado el 27 de septiembre de 1868. Este crimen quedó sin aclarar hasta el día de hoy ya que no ha sido estudiado aún en su profundidad" (1).

    Pablo Lantelme "nació en Piamonte en 1814 y llegó a San José en 1860. Era pariente del padre Cot. Ejerció varios cargos públicos, y en especial, fue maestro de escuela. Mucho mérito ha tenido por sus diplomas de pedagogo, pero más, por haber escrito un libro en italiano para la enseñanza primaria. Las autoridades locales consideraron su traducción al castellano. Todo esto hizo de él un hombre muy especial en el seno de la Colonia. Cuando enviudó se trasladó a Santa Fe donde cursó estudios eclesiásticos en el seminario de dicha ciudad, ordenándose de sacerdote a los sesenta años de edad. En 1875 fue nombrado Capellán efectivo en Colón, y luego fue Cura Vicario de dicha parroquia. Entre sus actividades, aparte de su apostolado, figuran: el enfrentamiento con los sacerdotes de San José por los problemas de jurisdicción, y la construcción de una de las torres de su iglesia. En 1885 renunció a sus funciones trasladándose a Concepción del Uruguay desde donde siguió atentamente el desarrollo de los acontecimientos de Colón y San José. Sus escritos sobre el uso del castellano en las escuelas explican en parte por qué los hijos de inmigrantes no conservaron el idioma de sus padres" (2).

    Luis Giorgi, nacido en 1821, "Fue el arquitecto de la orden Franciscana caracterizado por su sentido escenográfico. En Salta hizo las reformas del interior de la Iglesia de San Francisco y luego de la fachada, en 1870; allí como escultor plasmó las imágenes de ‘San Severo’, en cera; ‘La Purísima’ ubicada en el altar mayor, realizada con pasta y tela encolada; y ‘San Diego de Alcalá’, confeccionada en madera tallada y tela encolada". Falleció en Catamarca en 1905 (3).

    La Catedral Basílica de Salta, que fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1947, es un testimonio de su talento: "A partir de 1858 se construye reemplazando a la antigua Catedral dañada por un incendio, quedando finalizada en 1882. (…) La fachada se enmarca en un estilo italiano clásico, con frisos y cornisas muy trabajadas sobre las que se asientan dos campanarios con arcos que rematan en una cruz de hierro forjado. Es uno de los ámbitos religiosos de mayor fastuosidad en el país. Se veneran las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, patronos tutelares de Salta desde 1692, y cada quince de septiembre esta Catedral es testigo de la procesión multitudinaria de la Virgen Coronada de las Lágrimas y de la Cruz Primitiva del Señor del Milagro. Se destacan dos pinturas americanas entre varias de gran valor: ‘La Asunción de María Santísima’ y ‘Nuestra Señora de los Dolores’. En ella, ubicado a la izquierda de la entrada, también se erige el ‘Panteón de las Glorias del Norte de la República’, que guarda las urnas funerarias del General Martín Miguel de Güemes, entre otros importantes héroes salteños, como así también de Antonio Alvarez de Arenales, Rudecindo Alvarado, y además el de una mujer llamada Doña Martina de Gurruchaga quien organizó con sus propios recursos un escuadrón que entregó al Gral Belgrano y obsequió al Ejercito del Norte una bandera que ella misma había tejido. Este Panteón fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1947".

    "La Catedral, en su interior, posee tres naves y un crucero con cúpula, destacándose por su ornamentación en colores ocre, verde y azul, además del dorado que resalta al observar el llamativo altar mayor, que es una manifestación del barroco tardío obra del arquitecto franciscano Luis Giorgi"..

    Trabajó asimismo en la construcción de la iglesia salteña de San Francisco: "Esta Iglesia perteneciente a la orden franciscana tuvo varias reconstrucciones. Concluyó la primera etapa en 1625, y posteriormente se construyó un segundo templo en 1674, que fue destruido por un incendio a mediados del siglo XVIII. Luego se comenzó a erigir la actual iglesia bajo la dirección del español Fray Vicente Muñoz, nacido en Sevilla, quien construyó además la Iglesia de San Francisco de Buenos Aires y la magnífica cúpula de la Catedral de Córdoba. Como la Catedral anteriormente nombrada fue también decorada por el arquitecto italiano Luis Giorgi en otra reforma que presentó en 1870, donde se levantó la esbelta torre que acompaña al templo. Con su campanil separado de la nave central de cincuenta y tres metros de altura, la convierten en la más alta de Sudamérica. La campana de la torre del campanil llamada ‘Campana de la Patria’, fue realizada mediante la fundición de los bronces de los cañones utilizados en la batalla de Salta, donde venció el Ejercito del Norte a las tropas realistas. El mismo Gral. Manuel Belgrano asistió iniciado el siglo XIX a la misa fúnebre oficiada en memoria de los vencedores y vencidos en la mencionada batalla de Salta en 1813. (…) La iglesia San Francisco fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941" (4).

    Juan Cagliero nació en Italia en 1838 y falleció en su tierra natal en 1926. "Dirigió la primera expedición de la orden de los salesianos al Río de la Plata, en 1875, enviada desde Italia por Don Bosco, fundador de esa congregación religiosa. En 1884 fue nombrado primer obispo-vicario apostólico en la Argentina, cargo que ejerció hasta 1904. Ese año se trasladó a Italia como arzobispo y allí fue ordenado cardenal, en 1915. En 1964, sus restos fueron trasladados a la ciudad de Viedma, en honor a su labor en el país y en gran parte de América del Sur" (5).

    Monseñor Cagliero supo apreciar las virtudes de Ceferino Namuncurá. El padre del joven "se presenta ante el ex presidente Sáenz Peña. Éste, gran amigo de los aborígenes, le aconseja que lo inscriba en el colegio de los salesianos donde seguramente sería muy bien recibido. Allí lo recibió Monseñor Juan Cagliero, vicario apostólico de la Patagonia, enviado del mismo Juan Bosco, hoy santo. (…) En el cuarto año de su estadía en Buenos Aires, Ceferino comenzó a experimentar una tos insistente y rebelde a todo cuidado que le atacaba los pulmones. Monseñor Cagliero pensó en llevarlo a un ambiente más natural y saludable. Monseñor tenía su sede en Viedma, distante a 900 Km. de Buenos Aires, cerca de la desembocadura del Río Negro. Allí también había un colegio salesiano, donde Ceferino gozaría de un clima más parecido al de Chimpay, donde naciera. Monseñor Cagliero y Ceferino llegaron a Viedma a fines de 1901. (…) En abril de 1904, monseñor Cagliero es nombrado arzobispo, y llamado a Roma por el Papa. Ceferino le pide que lo lleve con él. En agosto de 1904 desembarcan en Génova, y suben a Turín, donde lo recibe Don Rúa, hoy beato y primer sucesor de Don Bosco. En septiembre del mismo año, Monseñor va a Roma, y presenta a Ceferino al Papa. Pío X se siente por unos instantes conmovido ante aquel joven araucano. Luego hace pasar a los misioneros a su despacho, y conversa larga y afectuosamente con ellos como un viejo amigo" (6).

    En "Las fronteras históricas del legalismo", Mariano Gutierrez reproduce una carta, fechada en Villa Merced en septiembre de 1879, en la que el fraile Donati "le advertía a su compañero de las trampas en que el gobierno pretendía hacer caer a los indios". Donati escribe al M.R.P. Moysés Alavez: "Mi querido padre Prefecto: Recibí la apreciable de V.P.M.R. fecha 28 de presente. Con respecto á Ramón, consideratis considerandis, nosotros me parece que no debríamos más que aconsejarle á que se reduciese entre Cristianos á una vida civil para que despues consiguiésemos su conversión. Por ahora no usan otros términos que se entendiese con los Gefes o con el Gobierno, en cuanto á las propuestas que se hiciesen que después no se hubiesen de cumplir caeriamos en su desgracia. Según la carta de V.P. me confirmo siempre más que los actuales gobernantes no quieren reducciones, pero si la sumisión de los indios por medio de dispersiones de ellos. En una palabra reducirlos en un estado como se halla en los tiempos presentes la nación hebrea que no forma población reunida. Es de dura necesidad mostrarse indiferente con ello, que haga expontáneamente lo que les parezca mejor. Por el contrario se nos sublevaría si viniesen con propuestas que probablemente no serán fielmente realizadas. Me buscan que vaya para hablar ellos conmigo, por que gracias a Dios me creen; pero yo no tengo datos seguros que el futuro Presidente quiera favorecer á nosotros y á los indios. Ygnoro los proyectos de él y las instrucciones que tienen los Gefes. Yvanoski me ha comunicado que Sarmiento no quería pagarle este último trimestre. Es más fácil evitar el pantano que salir caído en el. Muéstrese neutral con Ramón dígale que se entienda con el Coronel Roca. Me es doloroso usar estos términos (…). también V.P. tenga la advertencia de reflexionar bien sobre el racionamiento de Nicolás, no sea que este pobre caiga en la red como han quedado estampados aquí una cuadrilla de cautivos que comenzaron á racionarles con el título de Vaqueanos prestando servicios. A poco á poco, de vez en cuando los mandaban a descubrir el campo, en seguidos que estuviesen vestidos de paisanos reunidos en tal Fortín, la conclusión fue que ahora están gobernados por un oficial como militares veteranos. Nicolás debería pensarlo bien y determinar si él mismo quiere carne de la Patria. Se me han desaparecido un par de botas; Marquito me asegura que las ha visto en mi celda puede ser que alguno de los Padres las haya ocupado para ir a cazar; me parecía que no estuviesen allí; pregunté de ellas, son botas casi nuevas. Entró el Padre Luis, algo ha de haber sucedido. En lo que tengo encargado que no me dejen la llave a nadie. Saludo con toda la expansión de mi corazón á los compañeros, en particular á V.P. Fray Marcos Donati" (7).

    El misionero salesiano José Fagnano nació en 1844 y falleció en Chile en 1916. "Luchó en Italia junto a Garibaldi y, tras abrazar la vida religiosa, llegó al país en 1875 con la primera expedición enviada por el fundador de la orden salesiana, Don Bosco. En 1876 asumió como director del colegio de esa congregación en San Nicolás de los Arroyos. En 1883 fue nombrado prefecto apostólico de la Patagonia meridional, y desarrolló una importante labor como protector de los indios. En 1893 fundó la misión de Nuestra Señora de la Candelaria, en el área que hoy ocupa Río Grande, Tierra del Fuego, donde se afincaron numerosas familias de indios onas. Incansable explorador de la Patagonia, estableció la ubicación del lago fueguino que lleva su nombre" (8).

    En "El cura y el cowboy" se recuerda a monseñor Fagnano: "La Patagonia tuvo en aquellos lejanos tiempos muchos aventureros. ¡Hasta los misioneros que recorrían leguas a caballo, como el padre Mascardi, el padre Quiroga, el padre Falkner y otros tantos aventureros de la Cruz! ¿Por qué no recordar también a Monseñor Fagnano, cuando cruzaba Tierra del Fuego en 1886 a lomo de mula? … o al padre Angel Savio, remontando en 1885 el río Santa Cruz, rumbo al lago Argentino pasando por las chozas de los tehuelches. Y no olvidemos al padre Bonacina quien en 1892, en pleno invierno cruzó con un baqueano y una tropilla de Viedma a Rawson para fundar allí una iglesia salesiana" (9).

    El sacerdote y arquitecto Ernesto Vespignani nació en 1861; falleció en Buenos Aires en 1925. "Realizó numerosas obras religiosas en su país. En la capital de Argentina, inició las obras del Santísimo Sacramento y se destacan la iglesia de San Carlos y el Santuario de Nuestra Señora de Buenos Aires, el Santuario de Nuestra Señora de Itatí (Corrientes), la iglesia del Rodeo (Mendoza), la iglesia de Viedma (Río Negro), el colegio San José (Santa Fe), la iglesia de Nuestra Señora de la Merced (Tucumán), la iglesia de María Auxiliadora (Córdoba) y numerosos colegios y parroquias de la congregación salesiana en el país" (10).

    Rafael Gobelli nació en Casalcermelli en 1862; falleció en Salta en 1944. Historiador y religioso franciscano, "llegó al país en 1874 y, cuatro años después, tomó los hábitos en el convento de San Diego, Salta. Se ordenó sacerdote en Córdoba, en 1885 y, en 1890, fue designado definidor general de la orden. Dictó cátedra de materias como Teología y Derecho Canónico y fue misionero en las provincias del norte y en el Chaco. Publicó trabajos como Los indios tobas y asistió al Primer Congreso de Historia Nacional (Jujuy, 1924). Colaboró en la formación del Museo Provincial de Salta" (11).

    En su trabajo "Caza de subsistencia en la provincia de Salta: su importancia en la economía de aborígenes y criollos del Chaco semiárido", Francisco Ramón Barbarán y Carlos Javier Saravia Toledo se refieren a este sacerdote: "A fines del siglo XIX, la aparición del ferrocarril y la iniciación de la industria azucarera, determinaron el aprovechamiento de los aborígenes como mano de obra, llegando a trasladarse tribus enteras con la colaboración del ejército, a los ingenios de Tucumán. Posteriormente la actividad azucarera se expande a las Provincias de Salta y Jujuy, que atraen grupos aborígenes mediante el sistema de contratistas de indios. Los indígenas también se empleaban en los ingenios voluntariamente, al recibir en pago cuchillos, hachas e incluso escopetas, que los hacían mas eficientes en la caza y la recolección. Las armas de fuego fueron artículos codiciados porque las usaban además en los continuos enfrentamientos que mantenían con unidades del ejército, lo cual es corroborado por diversos autores. Gobelli (1912) manifestaba que "hasta ahora las armas que los ingenios y obrajes han dado a los indios les han servido para matar a los oficiales y soldados del ejército’ " (12)

    Don Orione nació en Pontecurone en 1872; falleció en San Remo en 1940. "En 1885 ingresó al convento franciscano de Voghera y, luego a los salesianos de Turín, donde conoció a Don Bosco. Ordenado sacerdote en 1895, fundó la obra de los Primeros Ermitaños de la Divina Providencia. En 1921 vino a la Argentina y, al año siguiente, inauguró en Victoria (Buenos Aires) la primera casa de la obra. Volvió a Italia y regresó en 1934 en ocasión del Congreso Eucarístico Internacional. En 1935 colocó la piedra fundamental del Pequeño Cottolengo Argentino en Claypole (Buenos Aires). Luego fundó hogares para discapacitados, centros para niños abandonados, escuelas y parroquias. Regresó a Italia, falleciendo en 1940. Beatificado en 1980 por Juan Pablo II, en 1984 su corazón fue traido en un relicario que, tras recorrer las comunidades, en 2000 fue depositado en el Cottolengo de Claypole. En la actualidad hay centros asistenciales (hogares o cottolengos) de las Obras de Don Orione en Córdoba, Corrientes, Mendoza, Chaco y Provincia de Buenos Aires" (13).

    "Don Orione fue un sacerdote todo de Dios y todo de los hombres. Dedicó su vida entera a amar y servir al Señor en los más humildes, en los más pobres y desposeídos. ‘Sólo la caridad salvará al mundo’ fue la convicción que marcó su vida; una caridad necesaria y urgente para ‘llenar los surcos que el odio y el egoísmo han abierto en la tierra’. Hoy, Don Orione, sus obras y sus opciones siguen teniendo vigencia y son un testimonio claro de que la vida sólo es tal cuando se comparte solidariamente con el prójimo, especialmente con aquel más necesitado y abandonado, pues en él ‘brilla la imagen de Dios’ " (14).

    José Zaninetti nació en Novara en 1874 y falleció en Paraná, Entre Ríos, en 1941. "Llegó a Paraná en 1886 e ingresó al Seminario de Santa Fe, ordenándose sacerdote en 1897. Cultor de la música sacra, en 1908 viajó a Roma donde estudió con el abate Perosi. Profundizó sus estudios en Francia y España, en los centros benedictinos de Solesmes y Silos, respectivamente. De regreso al país en 1911, fue inspector de parroquias y capellán de hospitales en la diócesis de Paraná, en la que llegó a alcanzar la dignidad de deán de la Catedral. Compuso la Misa en honor de San José, Te Deum, Tantum ergo, Tu est Petrus, la misa Mater Misericordiae, Sacratissimi Cordi Jesu, una colección inédita de Salmos y también su inédita misa In hon, beata Mariae Virginis. Autor, también, de composiciones folklóricas inspiradas en el cancionero argentino" (15).

    Artémides Zatti nació en Boretto en 1880 y falleció en Viedma en 1951. Fue laico de la Sociedad Salesiana. "Legó a la Argentina como parte de una familia de inmigrantes y se instaló en Bahía Blanca en 1897. Ingresó al seminario salesiano de Bernal (Buenos Aires) y enfermó de tuberculosis. Trasladado a Viedma, pidió a la Virgen su curación y prometió dedicarse a los enfermos. Cumplió su promesa cuidando convalecientes en el Hospital San José (entre otros a Ceferino Namuncurá), donde murió en 1951. Llamado ‘El enfermero Santo de la Patagonia’, fue beatificado en 2002 por Juan Pablo II" (16).

    José Sobrero sdb resume la vida del beato: "El Hno. Artémides Zatti es un salesiano coadjutor de la Congregación Salesiana que desplegó un trabajo de promoción entre los enfermos de la ciudad de Viedma y cuya vida consagrada ha sido propuesta para el estudio de sus virtudes en la causa de beatificación y canonización".

    "Italiano, nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto. Su familia trabajaba en el campo: trabajadores que conocen del sudor para arrancarle los frutos a la tierra. Son ocho hermanos junto a papá Luis y mamá Albina. Artémides Joaquín Desiderio María ocupa el puesto 3. De Boretto emigraron hacia la República Argentina invitados por un tío para largarse a la aventura de América. En 1887 se establecieron en la ciudad de Bahía Blanca. Y continuaron trabajando. Artémides tuvo varios empleos al estilo de ‘changas’ hasta que aterrizó en una fábrica de baldosas. Comenzó a frecuentar la Parroquia salesiana ‘Nuestra Sra. de las Mercedes¿. Participaba de la Misa y de las actividades comunitarias. Allí nació su vocación: codo a codo con los salesianos".

    "Con 19 años ingresa al Aspirantado salesiano en Bernal, provincia de Buenos Aires. Quiere ser sacerdote. Sus padres le ayudan mucho. En Bernal, por su edad y por su contextura física, lo invitan a realizar todo tipo de trabajos domésticos. Digamos que es un verdadero factótum. Así en enero de 1902 le proponen cuidar a un sacerdote enfermo de tuberculosis. El final de esta tarea es trágico: fallece el sacerdote y Artémides contrae la tan temible enfermedad. Con esa dificultad a cuestas lo envían a Junín de los Andes para curar o morir. En Bahía Blanca cambia Junín de los Andes por Viedma. Con esta circunstancia se quiebra la ilusión de aspirar al sacerdocio".

    "En Viedma se encuentra con el P. Evasio Garrone, conocido como el ‘Padre Dotor’, quien lo invita a realizar una promesa a María Auxiliadora: pedirle la gracia de la salud y ofrecerle como respuesta el cuidado de los enfermos para toda la vida. Y el milagro se dió. Soportó la grave enfermedad con la sonrisa en los labios y al final quedó totalmente curado. Entonces le tocó cumplir la promesa: Creí, Prometí, Sané. Allí mismo, en el Hospital ‘San José’ de la ciudad de Viedma, comenzó a trabajar por los enfermos. En 1904 se incorpora a la botica ‘San Francisco de Sales’ anexa al Hospital".

    "Su camino salesiano continúa. El ‘noviciado’ fue un poco largo. Hasta 1910 aparece en los registros como ‘ascritto’. Con 27 años hace sus votos trienales el 11/1/1908.En 1911 fallece el P. Garrone y ese mismo año hace los votos perpetuos. En 1913 se hace cargo del Hospital realizando diversas tareas. Artémides no se santificó solamente por su infatigable trabajo. Su vida de oración, la vivencia de los votos, su inserción comunitaria, ha sido tan rica como su labor apostólica en bien de los enfermos".

    "Lo podemos imaginar rodeado de jóvenes, rezando con sus hermanos, compartiendo la mesa, en los Ejercicios Espirituales…".

    "La vida de estos santos nos ayudan a caminar con esperanza precisamente por la vida escondida, en silencio, desde lo cotidiano, en lo concreto y con los pies sobre la tierra".

    "Y así Artémides nos dejó un 15 de marzo de 1951.Tenía 70 años y la convicción que debía morirse para seguir viviendo. El pueblo lo lloró y lo proclamó santo antes de tiempo porque en la memoria de ese pueblo estaban todas las gauchadas que le prodigó el ‘enfermero santo de la Patagonia’ " (17).

    "El 14 de abril de 2002, en Roma, el Papa Juan Pablo II declara Beato a Don Artémides Zatti, el enfermero de Viedma" (18).

    "Alberto María De Agostini nació en Pollone, pequeño pueblo de Piamonte, en las cercanías de Biella, el 2 de noviembre de 1883. Fue ciertamente la feliz ubicación de la región natal, al pie de los Alpes, y la vecindad de Biella, cuna del alpinismo italiano, las que influyeron, desde la juventud, en el ánimo y las preferencias de De Agostini. La pasión por la montaña, por los grandes espacios y las zonas inexploradas creció con él, y ya sobre los Alpes supo destacarse como experto alpinista que acompañaba, junto a la acción, la investigación, los escritos y la documentación fotográfica".

    "En 1909, a los veintiséis años, consagrado sacerdote en la orden salesiana, abandonó inmediatamente Italia y partió como misionero hacia una de las regiones menos conocidas y más inhóspitas del globo: la Tierra del Fuego. ¿Qué era lo que lo impulsaba hacia allá? Ciertamente, la vocación sacerdotal y las exigencias de su orden, pero también, sin duda, ese espíritu de exploración en el cual apenas se ha mencionado la influencia de su hermano Juan, fundador del Instituto Geográfico que lleva su apellido".

    "Ya Don Bosco, fundador de la orden de los salesianos, hablaba de aquellas lejanas tierras con conocimientos superiores a los comunes. En sueños había tenido la visión de las riquezas y bellezas naturales aún ocultas en las regiones interiores de la Patagonia y de la Tierra del Fuego. En la obra de exploración de De Agostini podemos entrever por cierto también una voluntad permanente que tendía al propósito de demostrar en forma cabal que el sueño de Don Bosco era verídico, lo que, ante la magnitud del material reunido puede considerarse logrado".

    "Fue con estos antecedentes que inició una de las más completas obras misioneras que se conozcan: el eclesiástico se conjugó con el antropólogo, con el fotógrafo, con el geólogo, con el etnólogo y con el montañista, y todos estos aspectos, actuando como fuerzas conjuntas, permitieron a De Agostini alcanzar aquella estatura humana y espiritual que todos le reconocen".

    "El joven sacerdote llegó a Punta Arenas en 1910 y halló a sus hermanos de orden empeñados en la tentativa de sustraer de la declinación y de la destrucción a los últimos núcleos de los indios fueguinos. Desde varios anos atrás esa obra era llevada adelante con tesón por el prefecto apostólico de los territorios magallánicos, monseñor José Fagnano. Con gran habilidad diplomática, Fagnano logró obtener el apoyo de las más importantes familias de colonos, los Menéndez y los Braun, pero la situación era ya comprometida y se precipitaría muy pronto. La introducción de la cría de ganado desencadenó la caza del indio y dio definitivamente el golpe de gracia a la cultura indígena. Los salesianos se empeñaron esforzadamente en preservar de la invasión de la cultura occidental a los indios, agrupándolos en misiones adecuadamente construidas, pero la empresa no era fácil, dado que se debía también mantener una buena convivencia con los colonos y con los ricos propietarios que habitaban en los grandes centros".

    "En este cuadro De Agostini inició su obra, enseñando en las misiones y en los centros salesianos. Tan solo en el tiempo libre se dedicaba a las exploraciones que lo hicieron tan famoso. No obstante, ese escaso tiempo fue suficiente para permitirle documentar de manera completa todos los territorios magallánicos".

    "Punta Arenas fue la base de partida para las primeras exploraciones de Alberto De Agostini, quien no por casualidad mostró muy pronto su interés por la cordillera fueguina conocida como Cordillera Darwin" (19).

    El sacerdote Mario Pantaleo nació en Pistoia en 1915 y falleció en Buenos Aires en 1992. "Debido a la crisis provocada por la Primera Guerra Mundial, la familia de Mario Pantaleo emigró a la Argentina, radicándose en Córdoba. Mario estudió en un colegio salesiano y, luego, junto a su familia, volvió a su país natal. Allí concurrió al seminario de Arezzo y fue ordenado sacerdote en la catedral de Mattera en 1944. Volvió al país en 1948, afincándose en González Catán. En esa localidad, en 1975, inauguró la iglesia Cristo Caminante. Era el núcelo de una obra que incluye un área educativa y otra dedicada a la discapacidad, centros de día, un policlínico y un museo. La Obra del Padre Mario, integrada por dos fundaciones, tiene su sede en González Catán e instalaciones en Capital Federal, La Rioja y Santa Fe" (20).

    "Además de su obra benéfica para la gente carencia de su barrio, lo que dio fama al padre Mario fueron las largas ‘filas de la esperanza’ como se llamó a la gran cantidad de gente que desde la madrugada se juntaba en González Catán y dos veces por semana en los fondos de una panadería del barrio de Floresta para buscar alivio a sus enfermedades y problemas, porque como ya dijimos, el Padre Mario era un Cura Sanador. Se calcula que atendió en los últimos treinta años un promedio de 2.000 personas por semana. Sus seguidores eran principalmente los humildes, pero también muchos famosos y de renombre, como el pintor Raúl Soldi, Amalia Lacroze de Fortabat, el escritor Ernesto Sábato, el ex-Presidente Arturo Frondizi, el empresario Francisco Macri (padre del Presidente del Club Boca Juniors), e incluso el propio Ex-Presidente de la República, Carlos Menem" (21).

    "Monseñor Eduardo Gloazzo, párroco durante 35 años de Nuestra Señora de la Merced de Caseros (…) Había nacido el 17 de agosto de 1923 en Castions di Strada, provincia de Udine, Friuli (Italia) y niño aún viajó con su padre a la Argentina, donde hizo todos sus estudios. Los estudios sacerdotales los inició en el seminario de los padres salesianos de Bernal, donde cursó los cinco años de humanidades. Posteriormente fue recibido en el Seminario Mayor San José, de La Plata. Ordenado sacerdote, celebró su primera Misa en Santa Juana de Arco, de Ciudadela, cuyo párroco era el casi legendario padre Agustín B. Elizalde, quien ofició de orador sagrado. El 8 de diciembre de 1956, el Arzobispo de La Plata, Mons. Antonio José Plaza, lo nombró párroco de la Merced. El 17 de marzo fundó el Instituto Secundario Nuestra Señora de la Merced, del que fue rector hasta 1984. Creada la diócesis de San Martín, fue su primer presidente del Colegio de párrocos, miembro consultor, miembro del Consejo presbiteral y primer decano de la zona de Caseros. Entre 1971 y 1973, asesor de los Jóvenes de la Acción Católica y profesor del Seminario Catequístico de San Martín. El 13 de octubre de1979, fiesta de San Eduardo, Juan Pablo II lo designó Prelado de Honor. El 15 de agosto de 1989, Asunción de la Santísima Virgen, puso en el aire la radio Regina Coeli, de transmisión ininterrumpida las 24 horas. Según la Agencia Católica Argentina (AICA) "estas son unas muestras de su celo apostólico, que tuvo otras muchas expresiones también, no siendo de las menores el brillo que año tras año supo imprimir a las fiestas patronales, como una ocasión de ampliar el Reino de Dios" (22).

    Lucio Gera nació en Treviso en 1924. Se ordenó sacerdote "en Buenos Aires en 1947 y profesor emérito en Teología en el Seminario de Buenos Aires. Fue prelado de honor del papa Juan Pablo II en 1998. Se doctoró en Teología en la Universidad de Bonn (Alemania). En las décadas de 1960 y 1970, sus escritos inspiraron al movimiento de los Sacerdotes para el Tercer Mundo. Entre otros textos, es autor de Pueblo, religión del pueblo e Iglesia, compilación de documentos de reflexión teológica sobre la evangelización y la acción social de los sacerdotes" (23).

    Antonio Quarracino nació en Pollica en 1924 y falleció en Buenos Aires en 1998. "Radicado junto a su familia en la Argentina, fue ordenado en 1945. Fue elegido obispo de 9 de julio en 1962, desempeñándose en esa localidad hasta 1968, cuando fue trasladado para ejercer como obispo de Avellaneda y secretario general (1978-1982) y presidente (1983-1987) del Consejo Episcopal Latinoamericano, con sede en Colombia. De regreso al país en 1985, fue promovido a arzobispo de La Plata, tomando posesión de esa sede el 5 de abril de 1986. En 1990 fue designado arzobispo de Buenos Aires y, un año más tarde, fue ordenado cardenal por Juan Pablo II. Fue presidente de la Conferencia Epsicopal Argentina entre 1990 y 1996" (24).

    El 5 de marzo de 1998, se publicó esta noticia: "Con la presencia de obispos, sacerdotes y fieles argentinos, el día de ayer el Obispo-Coadjutor de Buenos Aires, Mons. Jorge Mario Bergoglio, presidió la misa exequial y posteriormente el entierro del Cardenal Antonio Quarracino. Luego de la celebración eucarística, que empezó a las 11 de la mañana, el cuerpo del Cardenal Quarracino fue sepultado en la Catedral a los pies del altar de la Virgen de Luján, sobre una nave lateral opuesta a aquella donde se encuentra el mausoleo de San Martín. En esta misma Catedral descansan varios obispos de Buenos Aires, entre ellos Mons. Juan Carlos Caggiano, que falleció el 23 de octubre de 1979, a los 90 años, así como los restos del Arzobispo Fermín Emilio Lafitte" (25).

    Españoles

    Los claretianos "llegaron a la Argentina en 1901. Los primeros misioneros eran sacerdotes españoles que se ubicaron en la periferia de las grandes ciudades. En 1956, el presbítero Alfonso Milagro fundó la Editorial Claretiana, que desarrolla hasta la actualidad una intensa labor en el mundo del libro religioso. Hay comunidades claretianas en Buenos Aires, Florencio Varela, Mendoza, Rosario, Córdoba, Chascomús, Bahía Blanca, el Noroeste y la Patagonia" (26).

    El sacerdote jesuita y escritor Ismael Quiles nació en Valencia en 1906 y falleció en Buenos Aires en 1993. "Se doctoró en filosofía en 1930 en el Colegio Máximo de San Ignacio, en Barcelona (España). Enfermo de tuberculosis, sus superiores lo enviaron en 1932 a la Argentina en búsqueda de un mejor clima. En 1936 se licenció en Teología en la Facultad de San Miguel de Tucumán, donde dictó la cátedra de Filosofía. Se desempeñó como director del seminario de Historia de la Filosofía y fue profesor, decano y vicerrector de la Facultad de Filosofía de la Universidad del Salvador. Se especializó en el estudio de la filosofía oriental y su vinculación con el cristianismo. Fundó y fue el director de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador desde 1967 y director del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Comparadas Oriente y Occidente (ILICOO) desde 1973. Ejerció el periodismo y dictó numerosos cursos en el país y el extranjero" (27).

    El presbítero J.I. Ferro Terrén pronunció la "Homilía en el aniversario del nacimiento del Reverendo Padre Ismael Quiles Sacerdote Jesuita", en la que dijo: "En un nuevo aniversario del nacimiento del querido Padre Quiles, nos reunimos hoy junto al altar del Señor para recordarlo con cariño. En este día cumpliría 95 años, ya que su nacimiento a la vida del cielo, su dies natalis, fue el 8 de febrero de 1993. Recordamos al sacerdote, nacido en Valencia, que vino de España a estas tierras como Santa Isabel de Portugal que, nacida en Aragón, vivió con su marido el rey de Portugal. Realizó un admirable apostolado en el ámbito universitario, con unción académica ad maiorem Dei gloriam como deseaba el insigne San Ignacio de Loyola. (…) Como sacerdote cultivó la amistad y el discernimiento espiritual, ya que fueron muchas la personas que concurrían a pedirle consejo, a lo cual respondía con sabiduría y paz. La Universidad del Salvador, de la cual fue cofundador y Rector Emérito, tiene por Patrono al Sagrado Corazón de Jesús, una de cuyas jaculatorias más célebres "Jesús manso y humilde de Corazón, haced mi corazón semejante al tuyo", sintetiza el testimonio que supo darnos a lo largo de su vida" (28).

    Irlandeses

    El sacerdote dominico Antonio D. Fahy nació en 1805; falleció en Buenos Aires en 1871. Arribó "a Buenos Aires en 1844 para actuar como capellán de la comunidad irlandesa en el país. En 1848 fundó el Sanatorio de Inmigrantes Irlandeses e impulsó la llegada de sacerdotes de ese origen a la Argentina. En 1864, Antonio Fahy fue designado en el cargo de canónigo honorario de la Catedral de Buenos Aires" (29).

    "Los primeros inmigrantes irlandeses llegan al Río de la Plata a fines del siglo XVIII y principios del XIX. La reunión de una Sociedad Católica Irlandesa aparece por primera vez e el año 1830. A partir de 1844, no se cuenta con documentación alguna que certifique la existencia de una institución irlandesa organizada. Es en ese año que llega desde Irlanda el padre Antonio Fahy, figura que cobra singular importancia para la colectividad irlandesa no sólo por su inagotable y férrea tarea evangelizadora, sino por su preocupación y acciones en beneficio de niños, enfermos, ancianos y huérfanos".

    "Por su iniciativa surgen una Enfermería para inmigrantes irlandeses, que luego se convertirá en hospital, un colegio orfanatorio para niñas y un convento para las Hermanas de la Misericordia irlandesas. Durante su vida el Padre Fahy se preocupó en forma personal por el sustento de estas obras, en las que colaboraron generosamente los irlandeses más pudientes. El 20 de febrero de 1871 fallece víctima de la fiebre amarilla. Su desaparición dejó un vacío de liderazgo que afectó profundamente toda la vida de la Comunidad irlandesa, de la cual era alma, motor y aliento. Aparecen entonces dentro de la colectividad intentos de organización institucional, que preserven las obras iniciadas y consolidadas por el Padre Fahy" (30).

    En 1889 arribó el SS City of Dresden, con alrededor de dos mil pasajeros irlandeses. Ellos se dirigieron a Napostá, cerca de Bahía Blanca, desde donde, en 1891, quinientos veinte colonos regresaron a Buenos Aires, "broken in spirit, uterly destituted". Los adultos quedaron librados a su suerte. Las niñas fueron enviadas al orfanato irlandés y los varones a la primera Fahy School (31).

    El Dean Patricio Dillon ocupó, "entre otros cargos el de diputado por la Provincia de Buenos Aires y presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, cargo desde el cual propuso y defendió la conveniencia de que la provincia de Buenos Aires se desprendiera de la Capital".

    El 16 de enero de 1875, Dillon fundó The Southern Cross, "primera publicación católica (en ese entonces íntegramente en inglés) que circulara en el Buenos Aires del 1875 y aún lo continúa haciendo. Es la voz de una comunidad fuerte, pionera, que llegó al país cuarenta o cincuenta años antes que las inmigraciones masivas, para anclarse definitivamente en su nuevo destino. En sus ciento veinticinco años de vida, sigue viendo la luz todos los meses. Uno de sus secretos radica, precisamente, en que este periódico (por haber sido sus integrantes desplazados de su propia patria, buscaron afanosamente otra) supo asumir su condición de ser Plenamente argentino y el otro, en el de sostener a lo largo de los años uno de los tesoros más comunes a la cultura irlandesa y a la argentina, que es indiscutiblemente la religión católica. Como tal, este mensuario la ha defendido y difundido y lo sigue haciendo, consciente de su misión".

    "Durante todos estos años de generación en generación, se transmitieron los lineamientos e ideales de los iniciadores, haciendo posible que continúe vivo, representando a la comunidad argentino-irlandesa y a todos sus amigos, y nos enorgullece que las séptimas generaciones, están comenzando a tomar la posta para continuar con su misión de formación e información, manteniendo nuestras tradiciones, siendo éstas las bases de nuestra identidad y dignidad".

    "El periódico cubre tanto la parte de actualidad como la cultural, social y es la voz de los integrantes de esta comunidad, vivan en la Capital Federal, en el interior de nuestro país o en el exterior, priorizando lo argentino sin desmedro de lo que ocurre en la patria de nuestros ancestros, como así en el resto del mundo. Esta es pues nuestra tarea como católicos, como argentinos y como herederos de la cultura irlandesa" (32).

    "En 1879, surge, por primera vez el nombre de Irish Catholic Asociation ("The Irish in Argentina" – Tomás Murray). En esa fecha el Arzobispo de Bs. As. Monseñor León Aneiro, realiza una Asamblea que será el antecedente inmediato de la futura Asociación Católica Irlandesa, finalmente fundada el 5 de junio de 1883, por los auspicios del Dean Monseñor Patricio J. Dillon, capellán de la ciudad de Buenos Aires".

    "Esta institución tendrá el poder de administrar no sólo el Orfanatorio Irlandés y el hospital sino toda donación o legado que en el curso del tiempo llegase a ser propiedad de la comunidad Irlandesa. La A.C.I., la más antigua de lacios católicos de Bs. As., desde entonces, estará presente en todas las actividades e iniciativas de la comunidad irlandesa y se constituirá en la entidad lider de los irlandeses y sus descendientes en Argentina. Ingresa en el siglo XXI, celosamente guardiana de las traducciones, fe y patrimonio heredados de sus antepasados e históricamente integrada a la Comunidad Argentina. En las aulas de sus Colegios, Santa Brígida y Monseñor Dillon, se educan cientos de niños y jóvenes, sin distinción de origen. A través de ambos, cumple su alta y actualizada función educativa" (33).

    Franceses

    "El 19 de marzo de 1858. Un sacerdote, Diego Barbé, un seminarista, Juan Magendie y un hermano, Joannés Arostegui, religiosos de una joven congregación francesa fundada por San Miguel Garicoïts, abren en el barrio de Balvanera el histórico Colegio San José. Los porteños los llamarán: Padres Bayoneses".

    "La ciudad es capital del Estado de Buenos Aires, separado de la Confederación Argentina. Es solamente una aldea alumbrada a kerosén, sin servicios sanitarios y con escasez de centros educativos".

    "El Colegio San José aplica ya la tradición francesa de formación integral con catequesis y culto, estudio intensivo y deportes. El General Mitre visita repetidas veces el colegio para conversar con el P. Barbé y en 1863, sobre la experiencia acumulada por el Colegio San José, creará los primeros colegios nacionales del país".

    "En 1880 el Colegio San José fue el primer instituto privado incorporado a la enseñanza oficial. A lo largo de los años el Colegio ha ido adaptando a la realidad cambiante del país y del mundo las instalaciones, los métodos y los planes de estudio, en un proceso de actualización permanente".

    "Muchos exalumnos se han destacado en los distintos campos del quehacer nacional. Entre ellos: los políticos Hipólito Yrigoyen, Benito Villanueva, y Ricardo Balbín. Los prelados Juan Nepomuceno Terrero y Santiago Luis Copello, primer cardenal argentino y latinoamericano. Los generales Mosconi y Riccieri. El perito Francisco P. Moreno. El jurista internacional Luis María Drago. Los historiadores Ernesto Quesada, Diego Luis Molinari, José María Rosa y Félix Luna. El novelista Ricardo Payró. Los destacados Pedro Luro, Patricio Peralta Ramos, Pedro Lagleize, el artista plástico Angel Della Valle" (34).

    "La vida y obra del padre Salvaire es desde hace tiempo motivo de estudio de monseñor Dr. Juan Guillermo Durán. Apasionado y comprometido con el tema, ha emprendido una cuidadosa investigación recurriendo a archivos de distinta naturaleza para dar cuerpo a dos de los tres volúmenes dedicados a su figura". El obispo se refirió en una entrevista a la personalidad que nos ocupa: "Salvaire llega en octubre en 1870, año de la fiebre amarilla. Viene destinado por la congregación de los padres lazaristas como docente al colegio San Luis Rey de Francia, en Buenos Aires, ubicado entonces en lo que es hoy Paraguay y Libertad, al lado de la Iglesia de las Victorias. Cuenta con 24 años y recién ordenado ha venido de Francia para comenzar sus tareas en el colegio como docente. En 1872, dos años después de llegar, cuando el arzobispo de Buenos Aires, monseñor León Federico Aneiros, le encarga a los padres lazaristas la atención del Santuario, el padre Salvaire pasa a Luján hacia fines de ese año. El primer párroco de los padres lazaristas es el padre Eusebio Fréret; entonces Salvaire ayuda a Fréret en la parroquia y comienza a desarrollar su actividad en Luján, en el Santuario, con la atención pastoral; repara también en la necesidad de restauración del antiguo templo de Lezica y Torrezuri, sobre todo la cúpula, y comienza a trabajar con el tema del hospital, la posibilidad de un colegio y demás. Un año y medio más o menos el padre está trabajando en Luján, hasta que en diciembre de 1873 recibe una carta del provincial de los padres lazaristas donde se le comunica que la congregación lo destina al trabajo misionero con los indios en Azul".

    "Se forma un primer equipo compuesto por el padre Juan Fernando Meister y Salvaire, dos lazaristas que en enero de 1874 se instalan en Azul para intentar evangelizar la tribu de Cipriano Catriel, acantonada desde hace muchos años entre Azul y Olavarría, en torno al Cerro Negro, en un campo de aproximadamente 60 mil hectáreas que había donado a la tribu Juan Manuel de Rosas".

    "Un grupo de indios vivía ya en Azul, más inculturados, que eran indios de Catriel y de dos caciques menores que son Cachul y Mayca, formando una especie de barrio indígena del otro lado del arroyo Azul, camino a Tapalqué, en lo que se llamó y hasta hoy conserva el nombre de Villa Fidelidad, que es un repartimiento de pequeñas chacras que hizo el general Escalada".

    "Entonces, los padres tienen en Azul a un grupito de indios que viven en Villa Fidelidad -incluso Catriel tiene casa en Azul-; así que cerquita de Villa Fidelidad instalan su escuelita para niños indígenas y la capilla. El padre Salvaire cada 15 días o a veces todas las semanas, visita los ranchos, los toldos del Cerro Negro".

    "Para comprender un poquito estos libros que yo he dedicado al padre Salvaire, es necesario tener en cuenta esto. El primer libro de la trilogía que voy a dedicar al padre, rescatando momentos fundamentales de su vida hasta su muerte, se editó en 1998 y lleva por titulo El padre Jorge María Salvaire y la familia Lazos de Villa Nueva. Un episodio de cautivos en Leubucó y Salinas Grandes. Transcurre entre 1866, que es cuando el malón toma cautivos a doña Jacinta Rosales de Lazos y a sus cinco hijos en Villa Nueva, Córdoba, cerquita de Villa María, y son llevados a Leubucó por los ranqueles, hasta l875 cuando el padre Salvaire visita las tolderías de Namuncurá. El primer tomo es la relación entre Salvaire y esta familia, porque Jacinta Rosales es liberada con un hijo que tiene en las tolderías en 1874 por el padre Donati; ella vuelve a su pueblo, Villa Nueva y ahí comienza las gestiones para rescatar a sus cuatro hijos, dos mujeres y dos varones. Precisamente, doña Jacinta Rosales, sus hijos y el padre Salvaire son recordados en un placa colocada en la Basílica, con motivo del centenario del padre Salvaire".

    "Doña Jacinta, ayudada por vecinos de Villa Nueva viaja a Buenos Aires en busca de fondos para poder rescatar a sus hijos, y a través de una persona amiga de monseñor Aneiros, el vicentino José María Lozano, logra ponerse en comunicación con el padre Salvaire en Azul. Y entonces Aneiros le pide a Salvaire si alguno de los dos misioneros podría hacer el viaje a Salinas Grandes. Con él se podrían cumplir tres objetivos: rescatar los hijos de esta mujer y otros cautivos, en la medida que hubiese fondos: los indios no pedían dinero, sino trueque, objetos, por el valor equivalente a determinada cantidad de dinero, como platería, talabartería, yeguas, vacas, etc. Ese sería el primer objetivo por el cual se invita a los misioneros a ver si se animan a viajar a las tolderías de Namuncurá en Chilhué, ubicadas a 750 kilómetros de Azul, entre lo que es hoy la ciudad de Macachín y General Acha. Segundo, para que el misionero hablara con Namuncurá y lo aconsejara que firmara cuanto antes un tratado de paz, porque si no la solución armada -que es la que finalmente se llevó a cabo-, se iba a precipitar; y tercero, para que Namuncurá, como un modo de salvar un poco a la tribu, aceptara la presencia de un misionero en señal de protección".

    "Cuando llega la carta del arzobispo Aneiros, entre los dos misioneros deciden que irá Salvaire, que era más joven y hablaba mejor el castellano que el padre Meister, que era alemán y apenas lo hablaba. Además, Salvaire tenía interés y ya había aprendido a expresarse en araucano, así que es él quien realiza el viaje".

    "El primer tomo sería la radicación de los misioneros en Azul, el comienzo del trabajo con la tribu de Catriel y el viaje de octubre de 1875 a Salinas Grandes. El valor del libro reside además, en que por primera vez se publica su diario y apuntes sobre el viaje de Azul a Salinas Grandes. El libro está trabajado a partir del archivo del padre Salvaire".

    "El segundo tomo se inicia con el regreso del padre a Azul en noviembre, después de un viaje de aproximadamente 23 días, cuando logra traer a tres de los hijos -uno había escapado a Bahía Blanca y después se reencuentra en Villa Nueva con su madre- y otros seis cautivos más. Allí permanece trabajando con los indios de Catriel a la espera de que Namuncurá diga sí a la invitación del misionero, porque le dijo que lo iba a pensar. El segundo tomo se llama En los Toldos de Catriel y Railef. La obra misionera del Padre Jorge María Salvaire en Azul y Bragado, y es el estudio detallado de los dos años de misión del padre Salvaire y Meister en Azul y un viaje que hizo Salvaire para misionar en los meses de julio, agosto y parte de septiembre en Bragado, en la tribu, también acantonada, del cacique José María Railef".

    "Ellos, tristemente, tuvieron que dejar la misión de Azul en febrero l876 por haberse quedado sin indios: en la Navidad de diciembre de 1875, Azul es asolado por un malón que llega hasta Benito Juárez, Tapalqué, que se llama el Malón Grande por su magnitud. Los indios permanecen 12 o 13 días en la zona del Azul saqueando estancias, quemando y tomando cautivos, y Namuncurá logra que Juan José Catriel, que es el cacique porque a Cipriano lo asesinaron en noviembre del `74, se subleve contra el gobierno -en ese momento era presidente Avellaneda y ministro de Defensa Adolfo Alsina-, deje Azul con toda la tribu y se vaya al monte pampeano. Entonces los misioneros, de pronto se encuentran sin indios ya que Juan José Catriel no quiso tampoco que los misioneros siguieran a la tribu. Es así como los padres Meister y Salvaire en febrero dejan Azul. Salvaire pasa a Luján otra vez en 1876, y trae el propósito de cumplir el voto que le había hecho a la Virgen cuando su vida corrió peligro en las tolderías, en su viaje de octubre, noviembre de 1875. Ante un serio peligro de muerte, prometió que si la Virgen intercedía por su vida escribiría la historia, contribuiría a la difusión del culto e intentaría construir un nuevo santuario que reemplazaría al de Lezica y Torrezuri. Ahí comienza el tercer tomo que estoy tratando de construir y que llevaría el titulo El Padre Jorge Maria Salvaire en Luján. Cura y capellán del Santuario. Ahí reconstruiremos el momento en que escribe la historia de la Virgen de Luján que publica en 1884 en dos tomos, las gestiones del padre para comenzar la construcción del nuevo santuario, su viaje a Europa para lograr la coronación pontificia de la Imagen, la colocación de la piedra fundamental del Santuario, cuando es nombrado párroco hasta su fallecimiento, el 4 de febrero de 1899. Serían tres libros que abarcarían la vida de Salvaire en la Argentina, desde su llegada, como docente, misionero y luego cura y capellán de Luján".

    "Yo me propongo estudiar de manera científica su vida porque creo que se dan las características fundamentales en su personalidad sacerdotal como para introducir su causa de beatificación. Eso es lo que quiero demostrar, sobre todo en el tercer tomo; después habría que ver quién asumiría el proceso de iniciar la causa. Yo creo que sí. El padre tiene suficientes virtudes como para ser considerado santo. Pero todo tiene un proceso; primero es necesario que alguien asuma el estudio científico y serio de su vida. El perfil de su vida sacerdotal y sus virtudes hacen pensar de que vivió de tal manera la hondura del Evangelio, su compromiso, su gran amor a la Virgen. Eso posibilitaría intentar introducir el proceso de beatificación, que tiene diversas instancias: primero sería aquí en la Argentina y después una segunda instancia en Roma. Como ejemplo, le comento que una de las causas por las que está demorado el proceso de beatificación del cura Brochero es porque no había escrito una buena base histórica, hubo que rehacer todo. Para evitar eso, he tratado de presentar a quienes tienen que estudiar luego el caso, una panorámica de la vida de él, demostrando que existen posibilidades" (35).

    Juan Bréthes nació en 1871; falleció en Buenos Aires en 1928. "Llegó al país a los diecinueve años, dedicándose a la entomología. Fue miembro de las Escuelas Cristianas del Colegio La Salle y corresponsal de Fabre en la Argentina, manteniendo contactos con otros científicos de renombre, como Lynch Arribálzaga, quien lo convenció para abandonar los hábitos a fin de dedicarse por entero a los insectos. Fue encargado de la sección entomológica del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, profesor de Zoología Aplicada en La Plata y, además, dictó cátedra en el Colegio del Salvador. Sus actividades no le impidieron escribir unos doscientos trabajos, algunos de divulgación" (36).

    Belgas

    Raúl Agustín Entraigas relata la biografía del padre Segers: "¡Qué hombre extraordinario fue don Polidoro A. Segers! Nació el 7 de mayo de 1852 en Gante, Bélgica. Era oriundo de una noble familia flamenca, los condes de Van Laer. Su abuelo, Adrián Segers, fue uno de los que se jugaron por la independencia de Bélgica. Estuvo a punto de ser quemado vivo por los enemigos, lo que le valió las medallas de la Legión de Honor y la de la Orden de Leopoldo".

    "Cuando, después del 70, en Buenos Aires se respiraba paz y se vivía de Ia abundancia que proporcionaban nuestros campos ubérrimos (era nuestra era augustana … ) los argentinos pensamos en la buena música. Y nuestros abuelos tendieron la vista hacia París. Solicitaron un cuarteto clásico. Y vino. Tocaba el piano un joven de 22 años, de buena presencia, cabello rubio, ojos celestes, mirada penetrante, frente amplia y además cordial: era Polidoro A Segers".

    "El director del conservatorio a quien se había pedido el cuarteto, puso los ojos en él, lo invitó y Polidoro aceptó. En Buenos Aires fue maestro de música y canto. Las jóvenes más distinguidas de nuestra sociedad aprendieron de él a interpretar a Liszt, a Beethoven y a Chopin. Pero no lo sedujeron. El había dado palabra a una joven parisina, María Craemers, la hizo venir y el 20 de febrero de 1875 se desposaron en la iglesia de San Ignacio".

    "Y era feliz. Ganaba dinero. Era querido por cuantos lo trataban. Pero a su espíritu inquieto esto no le bastaba. Se empeñó en estudiar medicina. Junto con el doctor Gutiérrez, Ramaugé y Milone estudiaban de noche la ciencia de Hipócrates. De día, trabajo; de noche estudio hasta caldearse los cascos".

    "Segers tenía ya 34 años. Cuando se trató de dar examen, se encontró con que necesitaba título habilitante para ingresar en la Facultad… ¿Qué hará? ¿Plantará todo? ¡Qué esperanza! Esperará. El tiempo y el ingenio le darían medios para llegar. Entre tanto se le cruzó una oportunidad magnífica para conocer Tierra del Fuego".

    "Iba don Ramón Lista a explorar aquellas regiones y a sentar definitivamente nuestra soberanía sobre ellas. Necesitaba un médico. Ningún profesional criollo quiso arriesgarse en esa "patriada". El poeta Olegario V. Andrade, padre político de Lista, lo exhortó e embarcarse y Segers no se hizo de rogar…".

    "Con los conocimientos científicos que poseía no le pareció imposible ser ‘cirujano de segunda’ en la expedición… Y en noviembre de 1886 lo tenemos sobre el Villarino rumbo a Tierra del Fuego".

    "Como capellán iba el padre José Fagnano, salesiano. Se hicieron grandes amigos. Cuando pisaron tierra firme en San Sebastián, y los 25 hombres de Lista y del capitán Marzano hicieron fuego sobre los onas, dejando sobre la virgen tierra fueguina 28 cadáveres, el sacerdote y el médico se levantaron, coléricos, en nombre de la justicia y de la humanidad".

    "En su interesante obrita Hábitos y costumbres de los Aonas describe don Polidoro la impresionante muerte de un joven de 18 años, atrincherado en una roca, con sólo su arco… Recibió 28 balazos, sin contar el tiro de gracia. Su perro estuvo llorando toda la noche al lado del heroico ona. Cuando a la mañana siguiente fueron el capellán y el médico para enterrar el cadáver del mancebo, vieron un espectáculo macabro: el perro se había comido todo lo que pudo de su amo, como para que esos despojos queridos no cayeran en manos enemigas…".

    "Desde aquel día, siempre que había que vérselas con indios, eran Segers y Fagnano los encargados de parlamentar. La primera vez que les tocó la no fácil misión, se vieron en figurillas cuando toparon de buenas a primeras con una tribu. Estaban ambos perplejos. Entonces el médico -narra Fagnano- comenzó a hacer piruetas, a dar saltos y otras niñerías. Fue la salvación de ambos. Los indios bajaron sus arcos y se acercaron, riendo, a los embajadores. Desde entonces fueron los amigos de los onas".

    "Y cuando a principios de enero de 1887, en Bahía Thetis, se levantó la primera capilla, donde celebró monseñor Fagnano, fueron las manos piadosas de Segers las que más trabajaron en los rudos menesteres de albañil y carpintero. El fue quien juntó flores en la selva y aderezó admirablemente aquella humildísima Casa de Dios".

    "Se trataba de bautizar a los indios. Para ello había que vestirlos, antes. Pues bien: la carpa de don Polidoro se transformó en sastrería y él, tijeras en mano, cortaba y cosía mientras Fagnano instruía a la indiada".

    "El 3 de enero: primera misa del Prefecto Apostólico en sus tierras. Hasta entonces no había podido celebrar misa por falta de altar portátil".

    "El 25 de enero estaban de nuevo en Carmen de Patagones. De ahí a Buenos Aires".

    "Sin duda el doctor Segers en el Sur comió calafate. Dice la leyenda que el que come calafate siempre vuelve al Sur. El hecho es que a fines de junio de ese año, ya encontramos a don Polidoro embarcado en un funesto barco, el Magallanes, que hacía su primer viaje al Austro".

    "¿A dónde iba con su esposa y sus hijos Carlos, Alfredo y Graciela? Volvía a la Tierra del Fuego. Había ahorrado unos 8.000 $ y los iba a invertir en ovejas. De paso estudiaría a los onas, yaganes y alacalufes del punto de vista de su especialidad. Para vivir: el sueldo de médico de ese territorio nacional".

    "Pero sucedió que el golfo de San Jorge los recibió con una de esas borrascas que sólo conocemos los que hemos viajado por ahí… Al llegar a Puerto Deseado, el viento amainó. Pero la marea bajaba. Y cuando en esa ría, la marea baja, tiene el agua una fuerza exorbitante. Cosa que el capitán del barco, Teniente de Navío Méndez, ‘el gallego Méndez’ como lo llamaban, parecía ignorar".

    "El hecho es que cuando entró en la ría y quiso dominar al Magallanes, la tremenda violencia de las aguas lo arrojó sobre la famosa Piedra del Diablo. Eran las 14. El barco crujió. Los pasajeros ruedan por la cubierta. Las mujeres y niños lloran. Se descuelgan los botes. Estaban repletos de víveres. Al agua con ellos. Cunde el pánico. El barco se escora a estribor…".

    " ‘Primero las mujeres y los niños…’ Segers coloca a su mujer y a sus hijos en el bote que hace agua. Mientras unos reman, otros baldean… Luego corre a su camarote. Va a buscar sus 8.000 nacionales. Un guardia, con rémington, le impide entrar. Vio don Polidoro que a otro que insistía, lo dejaron sentado de un culatazo… Se retira dando el adiós a sus ahorros…".

    "Perdió también 40 cajones de equipaje que llevaba. Allá, a lo lejos, se divisaban techos. Habría población… Pero no: eran galpones para la lana. Eso y unas cuevas, viviendas primitivas de la Colonia que fundaron los españoles en el siglo XVIII, serán las moradas de los casi 200 náufragos".

    "A las 16, el Magallanes se acostaba pausadamente, dejando apenas ver el trinquete que afloraba como un brazo que pidiera auxilio a los navegantes. El Subprefecto cedió su lecho a la señora Segers, que dividió sus penurias con la esposa del marino. El padre Beauvoir hizo cama redonda con el teniente Villarino y el comisario Segovia. Y así 34 días… Y los más crudos del invierno patagónico…".

    "Cinco hombres se ofrecieron para navegar hacia el Norte y llevar la noticia. Bordejeando, llegan en un mal lanchón, tras veinte días de viaje. De Patagones telegrafían a Buenos Aires. Acá la gente se alarma. Los amigos del doctor Segers están en ascuas. Su compadre Arturo B. Paz, a fuer de buen cristiano, le escribe una carta emocionante y con criolla generosidad le gira 300 $ a Patagones, creyendo que desistiría de su viaje".

    "Pero Paz no conocía los puntos que calzaba Segers. Desde Bahía Blanca llegan dos barcos de la armada: el Azopardo y el Uruguay. Uno de ellos llevaba un cajón de ropa para la familia Segers, obsequio de Alejandro Sorondo. Dos días después de estos, llegó el Mercurio, barco enviado por el gobierno chileno. Lo habian pedido de Punta Arenas".

    "En éste se embarcaron: el doctor Segers y familia, el padre Beauvoir y algunos otros que se animaron a proseguir viaje. El resto volvió a Buenos Aires. Pero ¡qué invierno el de 1887 para aquella gente! … Faltaba de todo. Narraba el doctor Alfredo Segers, médico del Hospital de Niños de Buenos Aires hasta hace pocos años, y entonces sólo el mimado Tití de siete años de edad, que fue una fiesta para las señoras, el día en que él, corriendo por la playa, encontró un peine desdentado… Ya tenían las damas por lo menos algo con qué acicalarse…".

    "Y llegaron a Ushuaia. Allí hubo que crearlo todo. Levantar una choza, hacer ropa para los niños, plantar legumbres, cuidar animales. Y a todo se avino el animoso belga. Su señora se enfermó a poco de estar allá: ¡la dama de París en aquel Ushuaia!… Hay una fotografía en que aparece ‘la mansión Segers’: adelante se ven los surcos del sembrado. Hay otra foto en que está la familia con el indiecito Keppenau, luego cacique y médico de la tribu y una chinita ya domesticada. Ahí está Tití, con un par de botas que un buen amigo le había conseguido en Punta Arenas, y que él cuidaba como la niña de sus ojos".

    "Ahí Segers sufrió mucho. Pero no fue poco lo que aprendió… Fruto de sus observaciones y experiencias médicas son unos artículos que publicó La Prensa de julio y agosto de 1891 y La Semaine Médicale de París en noviembre. Ambos trabajos ingresaron al Congreso Médico de Burdeos de 1895. Sus trabajos fueron citados por médicos tan famosos como Hanot, Tissier y Planté. Y Bouchard en su Pathologie Générale lo menciona especialmente".

    "Las autopsias realizadas lo llevaron a encontrar una nueva causa de la extinción de los aborígenes: una enfermedad de hígado, hipertrofiado por la absorción de tomainas y toxinas de mejillones en estado de putrefacción que frecuentemente se hallaban entre los moluscos que juntaban los indios en la playa y que ellos ingerían grandes cantidades".

    "El pastor anglicano John Lawrence da un hermoso testimonio de la seriedad de los trabajos del todavía no laureado médico belga".

    "¡Y allá estuvo dos años y medio Segers sin poder cobrar un céntimo como médico de la Gobernación! Cuando se le ofreció la oportunidad se vino a Buenos Aires. Y como no podía cobrar sus honorarios, ganados en buena ley, y ¡en Tierra del Fuego! tuvo que dar el 50 % a un quídam para que los rescatara…".

    "Pero no tenía título oficial. Venía también por eso. ¿Cómo hará? Emprende un viaje a Bolivia, se inscribe en la universidad de Chuquisaca y el 19 de mayo de 1890 se gradúa de médico. Su tesis oral abarcaba tres temas: el vómito, el dipsomanía y la melancolía. Por escrito, en cambio, desarrolló el tema: tomainas y lucomainas. Legalizó su diploma en La Paz y en Sucre, operó al obispo de aquella ciudad (a tanto llegaba la fe que tenían al neolaureado … ) y regresó a Buenos Aires".

    "Y no trajo solamente el diploma. Visitando un día el taller de un carpintero notó que usaba como hule de una mesa un cuadro al óleo … ¡Era nada menos que una tela de Sneyders el gran colaborador de Rubens! En la actualidad lo tienen sus nietos…".

    "En esta capital dio exámenes de reválida y comenzó a ejercer".

    "Pero él no quería aburguesarse sobre el asfalto. Y enderezó hacia el interior. Fue médico de Las Flores en la provincia. Allí se mezcló en las luchas políticas y resultó herido por un "matón" de esos que nunca faltaban en las luchas de antaño…".

    "De Las Flores volvió a Bánfield. Era cura de ese pueblo el padre Juan Bernardino Lértora. El médico y el poeta trabaron íntima relación".

    "En 1906 se embarcó para París. No fue a pasear. Fue en busca de más amplios horizontes. En el Instituto Pasteur alterna con los grandes profesores de medicina. Y tuvo el insigne honor de ser nombrado ayudante de cátedra del doctor Eugenio Doyen".

    "A su regreso fundó la Cruz Roja en Bánfield, el Círculo Médico junto con el doctor Paz, recibió un premio por un porta-esponias de su invención, etc".

    "En 1909 va de nuevo a París. Desde allá colaboró en La Prensa. Trabajó de nuevo junto al maestro Doyen. Pero la Argentina lo atraía. Los amigos de acá, que eran legión, lo reclamaban. Y volvió…".

    "Ya al filo de los sesenta años, un día sus hijos lo vieron pasearse con un libro en la mano declinando: rosa, rosae, rosam… Se alarmaron: ¿estaría chocheando el papá? El les explicó: había resuelto hacerse sacerdote. Viudo desde hacía unos años, reverdeció la vocación que acariciara allá en Gante en sus mocedades".

    "El 1° de mayo de 1911, mientras una rugiente manifestación se arremolinaba en el Congreso, un hombre golpeaba a la puerta del colegio Don Bosco. El padre Picabea le abrió y el médico se presentó con una carta de monseñor Espinosa… Se le recibió con los brazos abiertos: ¡era el compañero de monseñor Fagnano en Tierra del Fuego!".

    "Fueron sus maestros en esa ‘escuela de fuego’ el padre Picabea y el padre Ciolfi. Fue al colegio Pío Latino Americano. Pero allá se enfermó gravemente. Tuvo de volver a Buenos Aires… al seminario conciliar y a sus dos maestros de la calle Solís…".

    "El 19 de diciembre de 1914 era ordenado sacerdote por monseñor Espinosa. En Navidad cantó su primera misa en el colegio de las Hermanas del Huerto de la calle Rincón. Padrinos el doctor Arturo Paz y el señor Miguel Meroño con sus esposas. Orador: el padre Lértora. Un coro a ocho voces formado por más de sesenta personas y artistas de los conservatorios Melani y Rosseger ejecutaron trozos litúrgicos. La primera misa rezada por su esposa fue de intensa emoción".

    "Y el que fuera médico de las Hermanas del Huerto fue su capellán. A sus hijos les daba pena verlo en invierno, salir todavía oscuro para rezarles la misa de 6. ¡Pero él iba gozoso porque marchaba de cara al deber, el ideal de su vida!".

    "El 9 de octubre de 1916 bautizó a un nietecito que lleva el nombre del bisabuelo del clérigo: Adrián…".

    "Y un día gris del mes de mayo de 1917, el 14, al regresar de su sagrado miniscrio, después de haberse servido el desayuno, se sentó en el sillón. Se respaldó bien, cerró los ojos y se durmió en la paz del Señor Ese el apacible ocaso de este gran hombre de carácter de acero y voluntad inquebrantable".

    "Tierra del Fuego tiene una deuda con él. Estoy seguro que la saldará, porque los fueguinos son así: pueden ignorar, pero no saben olvidar" (36).

    En Fuegia, de Eduardo Belgrano Rawson, un sacerdote afirma: "Uno llega repleto de ilusiones. Como usted dice: con la Revista del Misionero en el bolsillo. Al final nos contentábamos con que juntaran las manos y repitieran Misericordia, Jesús, varias veces. Pero no era seguro que lo recordaran al día siguiente". Acerca de los anglicanos expresa: "Pobres diablos. ¿Cómo no van a sentirse desengañados? Ya sabemos cómo hacen para reclutarlos. ¿Acaso no les pintan todo esto como un paraíso repleto de aldeas? Me imagino las fantasías que traen. ¿Y qué encuentran a su llegada?" (37).

    Alemanes

    El sacerdote Federico Grote nació en Munster en 1853 y falleció en Buenos Aires en 1940. "Llegó al país en 1884 y se vinculó a los sectores católicos liderados por Pedro Goyena y José Manuel Estrada. En 1892, para contrarrestar la influencia de las ideas socialistas entre los trabajadores, fundó los Círculos de Obreros Católicos. Intervino en apoyo de la jornada laboral de ocho horas y otras leyes obreras".

    "En 1892, el padre Federico Grote fundó el primer Círculo Obrero Católico. Nacido bajo la inspiración de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII (1981), estaba destinado a contrarrestar la influencia de las ideas socialistas y anarquistas entre los trabajadores. Era el primer intento de la Santa Sede para esbozar una doctrina social. En 1912, los círculos ya eran 77. En 1912, el padre Grote fue reemplazado por monseñor Miguel De Andrea, entonces secretario del arzobispo de Buenos Aires. Los círculos fueron absorbidos por la Acción Católica Argentina" (38).

    "Luego de que León XIII diera a conocer la encíclica Rerum novarum, el sacerdote Guillermo Grote fundó en 1894 los Círculos de Obreros Católicos. Con ellos organizó un periódico La Defensa, que más tarde fue sustituido por el diario El Pueblo (aparecido hasta 1960) en los que difundía los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia".

    "En el año 1902, el padre Grote fundó la Liga Democrática Cristiana. En 1911 se transformó en Unión Democrática Cristiana. Esta se disolvió en 1919 y a principios de la década del '20, se reunieron nuevamente los integrantes de la ex Unión Democrática Cristiana, bajo el nombre de Unión Democrática Argentina" (39).

    Polacos

    En la provincia de Santa Cruz, "En el año 1904 el padre Ludovico Dabrowski, polaco de nacionalidad y salesiano de religión comenzó sus correrías apostólicas. Con su valentía, sus chifladuras y con conocimientos de medicina se dirigió hacia el Sur. Anduvo por las comarcas tehuelches, recorriendo siempre a lomo de caballo los toldos de los aborígenes y los ranchos de los puesteros para llevar a todos la luz del Evangelio.

    Él no se manejaba con armas, aunque siempre le habían advertido que la zona era peligrosa porque andaban muchos bandoleros… pero solo decidió llevar consigo un crucifijo bendecido porque no le preocupaban esta clase de hombres. Tampoco le preocupaban las inclemencias del tiempo… al curita no lo detenía nada" (40).

    Eslovenos

    "Está documentada la presencia de sacerdotes salesianos en la Tierra del Fuego, hacia 1850" (41).

    …..

    Formados en la Argentina y en el extranjero, los sacerdotes y frailes inmigrantes brindaron su aporte a la tierra que los recibió, dedicándose no sólo a la religión, la caridad y la defensa de los desprotegidos, sino también a la educación, las ciencias y las artes.

    Notas

    1. Vernaz, Celia: La Colonia San José. Santa Fe, Colmegna,
    2. ibídem
    3. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    4. S/F: "Argentina Salta. Paseos por la ciudad".
    5. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    6. S/F: "Ceferino Namuncurá", en www.cunadeceferino.com.ar.
    7. Gutiérrez, Mariano: "Las fronteras históricas del legalismo", en derechopenalonline.com.
    8. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    9. S/F: "El cura y el cowboy", en www.misionrg.com.ar.
    10. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    11. ibídem
    12. Barbarán, Francisco Ramón y Saravia Toledo, Carlos Javier: "Caza de subsistencia en la provincia de Salta". Theomai. Universidad Nacional de Quilmes.
    13. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    14. S/F: "Aprobación del milagro", en WWW.donorione.org.ar
    15. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    16. ibídem
    17. Sobrero, Jose sdb: "Beato Artémides Zatti sdb", en sapweb.tripod.com.ar, Instituto San Antonio de Padua. Barrio San Vicente de Córdoba Capital.
    18. S/F: "Breve historia de la diócesis de Viedma".
    19. S/F: Cuadernos Patagónicos – 2 El padre De Agostini y la Patagonia, en www.tecpetrol.com
    20. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    21. S/F: "José Mario Pantaleo", en www.losenigmas.gob.ar
    22. S/F: "Noticias del 02.12.01. Una revista católica revela milagro en la vida de recordado sacerdote", en "ACI digital", www.aciprensa. com.
    23. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    24. ibídem
    25. S/F: "Ultimo adiós a Cardenal Quarracino", 5/3/98, en www.aciprensa.com.
    26. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    27. ibídem
    28. Ferro Terrén, José Ignacio Presbítero: "Homilía en el aniversario del nacimiento del R.P Ismael Quiles, en Noticias de la USAL, www.salvador.edu.ar.
    29. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    30. S/F: "Historia de la Asociación Católica Irlandesa", en www.santabrigidaesc.edu.ar
    31. Geraghty, Michael John: Geraghty, Michael John: "Land, lambs, churches… and schools", en Buenos Aires Herald, 15 de septiembre de 1998.
    32. S/F: en www.TheSouthernCross.com.ar.
    33. S/F: "Historia de la Asociación Católica Irlandesa", en www.santabrigidaesc.edu.ar
    34. S/F: "Nuestra historia", en www.colegiosanjose.edu.ar
    35. S/F: "Para acercarse al mundo de Salvaire", en www.elcivismo.com
    36. Entraigas, Raúl Agustín; "Polidoro Segers, el primer médico de Tierra del Fuego", en Museo del Fin del Mundo. Biblioteca Virtual,:www.Tierra del Fuego.org.ar
    37. Belgrano Rawson, Eduardo: Fuegia. Buenos Aires, Sudamericana, 1991.
    38. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002.
    39. S/F: "Antecedentes de la democracia cristiana en Argentina", en www.dc.org.ar.
    40. S/F: "El cura y el cowboy", en www.misionrg.com.ar.
    41. Grobovsek, Bojan: "La inmigración eslovena en la Argentina", folleto de la muestra en el Hotel de Inmigrantes, Buenos Aires, septiembre de 2003.

    Trabajo enviado por

    Marìa Gonzàlez Rouco

    Licenciada en Letras UNBA, Periodista Profesional Matriculada