- El país: Alejamiento de las grandes potencias mundiales:
- Problemas en la estructura del Estado y planificación económica:
- Período anterior: Alfonsín – radical (centro-izquierda)
- Gestión menemista:
La Argentina siempre ha mantenido una posición de resistencia frente a los EEUU (la potencia hegemónica mundial, luego de la II guerra mundial). Un acontecimiento propio a casi todo el resto de Latinoamérica, que en el caso de nuestra Nación viene sucediendo desde la época de Irigoyen ya en la primera guerra mundial (Brasil se alió a las potencias asociadas -EEUU, Gran Bretaña, Francia, Italia, Bélgica, Japón, obteniendo luego grandes beneficios para el país) en la cual la Argentina se mantuvo neutral. El alejamiento de la Sociedad de Naciones también es indicio de otro hecho significativo de la historia nacional. Lo mismo sucedió con Perón, cuando en la II guerra mundial no nos aliamos a las potencias que luchaban en contra de las potencias del Eje, que asesinaron a 6 millones de judíos, 5 millones de rusos y a otra gran cantidad de hombres, mujeres y niños con el salvajismo que caracterizaba a Hitler en pos de la "raza perfecta" orientado por la teoría del darwinismo social, determinando un momento histórico lóbrego, ejercido mediante una política del terror. No lo hicimos sino hasta que los gobernantes no estuvieron seguros de que ya los aliados (EEUU, Inglaterra, Francia) habían ganado la guerra. El asilo a Nazis, luego de la guerra, es otro suceso trascendente que sigue demostrando la tendencia Argentina frente a los acontecimientos. Así, "En Latinoamérica, refugio de muchos nazis después de la II Guerra Mundial, se han producido incidentes antisemitas. Algunas de las manifestaciones más graves tuvieron lugar con ocasión de la detención en Argentina de Adolf Eichmann por los servicios secretos israelíes en 1960."
De este modo, es como en 1944, una junta militar destituye al gobierno de Ramírez, por temor a una posible alianza con los aliados:
"Debido al aislamiento económico por parte de Estados Unidos, en enero de 1944, en un giro de 180 grados en su política exterior, su gobierno rompió relaciones diplomáticas con Alemania y Japón.
Temerosa de que Ramírez se dispusiera a declarar la guerra a Alemania por presión de Estados Unidos, una Junta Militar —los llamados 'coroneles'— obligó al presidente a dimitir el 2 de febrero de 1944 (dada la simpatía que esta Junta Militar tenía por las fuerzas del Eje, el mantenerse neutral se debió a la inseguridad de sus miembros respecto al resultado de la contienda y al interés por mantener una relación óptima fuera quien fuera el ganador). El personaje central de esta Junta era el coronel Juan Domingo Perón, quien había ocupado el puesto de subsecretario de Trabajo durante el régimen de Ramírez, continuando en dicho cargo tras el derrocamiento de éste y su sustitución por el general Farrell. A pesar de las alegaciones de solidaridad con la causa aliada, el gobierno siguió reprimiendo toda actividad democrática y protegiendo a los agentes alemanes. En julio, el gobierno estadounidense acusó a Argentina de ayudar a las potencias del Eje. Finalmente, el 27 de marzo de 1945, cuando la victoria de los aliados en Europa estaba asegurada, Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón."
Un ejemplo de alianza estratégica fue el de Japón con los EEUU, país que recibió dos bombas nucleares del último: es un claro exponente de que los sentimientos y los negocios a la hora de alcanzar logros, no se mezclan.
"La recuperación económica y la profunda transformación social caracterizaron al Japón en la posguerra. Sin embargo, su incorporación al mundo occidental se combinó con una particular preservación de sus tradiciones culturales. Mediante una íntima alianza con los Estados Unidos…"
La realidad demuestra que los países aliados a EEUU, experimentaron en sus economías un gran crecimiento y auge, mientras que las que así no lo hicieron difícilmente mantuvieron su sistema económico estable (ejem.: Argentina antes de Menem):
"Argentina, en la década de 1930, tenía un nivel de vida parecido al de Australia y una estructura económica muy parecida, y sin embargo, Australia es hoy un país más próspero que Argentina. Mientras Australia era miembro de la Commonwealth, Argentina, basándose en principios de soberanía económica, cultural y política, tuvo una posición de resistencia frente a Estados Unidos y su papel en la región."
Incluso en la reforma de la constitución del ´94 se refleja este pensamiento en su Art. 75 inc. 24: en este artículo constitucional, que habla sobre los tratados de integración, se establece una diferencial para realizar tratados con países latinoamericanos y no latinoamericanos, instituyéndose para los segundos mayores requerimientos para la aprobación de los mismos. ¿Cuál es el sentido de esta diferenciación?.
Nadie habla de ceder soberanía, sino de entablar buenas relaciones con la potencia que hoy en día marca el rumbo del mundo, y a la cual evidentemente conviene más tenerla de amiga y aliada que de enemiga, opositora e "imperialista", como una parte de la población argentina considera.
Es necesario ver que es lo que en el pasado realizamos equivocadamente, para no tropezar nuevamente con la misma piedra. Einstein decía que era tonto el que espera y piensa que con la misma fórmula se obtendrán diferentes resultados.
Otro de los ejemplos que vale la pena nombrar es el tratado firmado entre Japón y China, dos países que tuvieron serios enfrentamientos en 1930 y cuyas heridas lógicamente aún no han cerrado: Japón, por su lado, ofrece sus inversiones y china un gran mercado. Desde 1980, Tokio ha financiado el desarrollo de infraestructuras chinas y la banca japonesa es titular de alrededor del 60% de los 60.000 millones de dólares de la deuda externa china (datos de 1993).
- Alejamiento de las grandes potencias mundiales:
- Problemas en la estructura del Estado y planificación económica:
"Para Bonvin, la responsabilidad del deterioro que se inició durante la década del 30 se debe a la excesiva interferencia del Estado en el funcionamiento de los mercados…un déficit público incontrolable, un sector gubernamental productivo pero poco eficiente, un reparto del capital y del trabajo que dejaba mucho que desear y el cierre de la economía que contribuyó a la disminución de los rendimientos del país"
- Intervensionismo estatal
Con relación a los países con estos esquemas del Estado:
"En lugar de lograr un rápido crecimiento, los países cuyos gobiernos intervenían de forma decisiva en la economía, impusieron grandes barreras al comercio internacional; partían de modelos de desarrollo autárquico y a finales de la década de 1980 presentaban un cuadro económico poco envidiable. La recesión mundial sacó a la luz sus puntos flacos: déficits presupuestarios y de balanza de pagos insostenibles, altas tasas de inflación, problemas de deuda externa y escaso o nulo crecimiento económico. Todo ello hacía evidente la necesidad de cambiar de políticas. El hecho de que las economías socialistas estuviesen abandonando sus sistemas de economía planificada y aplicando reformas orientadas a restablecer los mecanismos de mercado también influyó en ese cambio de actitud."
Un caso cercano de gran intervensionismo estatal fue el de Chile en la gobernación de Allende (70-73), socialista, el cual llevó adelante una política de planificación económica, destinada a constituir un área estatal dominante, formada por las empresas que actualmente posee el Estado más las empresas que se expropien.
Como primera medida se nacionalizarán aquellas riquezas básicas que, como la gran minería del cobre, hierro, salitre y otras están en poder de capitales extranjeros y de los monopolios internos. Así quedarán integrando este sector de actividades nacionalizadas las siguientes:
1) La gran minería del cobre, salitre, yodo, hierro y carbón mineral;
2) El sistema financiero del país, en especial la banca privada y seguros;
3) El comercio exterior;
4) Las grandes empresas y monopolios de distribución;
5) Los monopolios industriales estratégicos;
6) En general, aquellas actividades que condicionan el desarrollo económico y social del país, tales como la producción y distribución de energía eléctrica; el transporte ferroviario, aéreo y marítimo; las comunicaciones; la producción, refinación y distribución del petróleo y sus derivados, incluido el gas licuado; la siderurgia, el cemento, la petroquímica y química pesada, la celulosa, el papel.
Todas estas expropiaciones se harán siempre con pleno resguardo del interés del pequeño accionista.
Consecuencias:
- La expropiación de campos y empresas privadas provocó una alarmante caída en la producción;
- Las pérdidas de las empresas estatales, según cifras oficiales, superaron los $1000 millones de dólares (mostrando el enorme déficit que dan las empresas estatales);
- La inflación alcanzó a 350% en los últimos 12 meses;
- Los pequeños empresarios quebraron
- Los funcionarios públicos y trabajadores especializados sufrieron la casi desaparición de sus sueldos por causa de la inflación;
- Las dueñas de casa debían hacer interminables colas para obtener alimentos básicos, y si es que encontraban;
- La creciente desesperación originó el enorme movimiento huelguístico que los camioneros iniciaron.
- Comenzaron a escasear los productos alimenticios;
- Los medicamentos;
- El combustible;
- Y otros elementos de primera necesidad
Hoy en día, muchos de estos ítem se están cumpliendo en nuestro país.
Alemania, la potencia europea, de las más desgastadas luego de la II guerra mundial, fue el país europeo que más crecimiento tuvo, y fue a la vez, el que menos intervino en la economía.
Alemania encabezó la recuperación de Europa Occidental aunque había quedado mucho más devastada que los países victoriosos. Mientras los victoriosos seguían políticas semi-socialistas, Erhardt, zar de economía conducía a Alemania hacia la libre empresa y la desregulación. Estos eran los años en que el gobierno laborista de Gran Bretaña estaba nacionalizándolo todo y cuando Francia e Italia estaban dirigidas por coaliciones que incluían a los comunistas.
Aunque ya en 1957, Erhardt advertía sobre los peligros del estado del bienestar social, Alemania es hoy uno de los mayores estados de bienestar social del mundo.
Mucho antes de que se pusiera de moda, Erhardt era un supply-sider, un partidario del libre mercado que estimaba que el principal y casi único papel del gobierno en una economía era crear incentivos para trabajar, para ahorrar y para invertir. Entre sus prioridades estaban los bajos impuestos. Dos décadas antes de que Arthur Laffer trazara su famosa curva, Erhardt dijo que los bajos impuestos producirían mayores ingresos que los altos.
En julio de 1948, justo cuando los primeros dólares del Plan Marshall estaban llegando a Alemania, Erhardt aprovechó el momento. Liquidó los controles de precios, los subsidios y el aparato de planificación que había quedado de tiempos de los nazis. Los planificadores se horrorizaron. ¿Porqué no debía Alemania seguir el ejemplo de los victoriosos y crear un estado de bienestar social total? Hasta algunos burócratas norteamericanos fueron escépticos.
Durante el otoño de 1948 la situación de Alemania fue desesperada. Los sindicatos exigían la renuncia de Erhardt y, en noviembre, una huelga general paralizó la economía.
Pero Erhardt se mantuvo firme, y Clay lo respaldó. Para la primavera de 1949, la crisis había pasado y la economía alemana comenzó a asombrar al mundo. Los precios comenzaron a bajar y el empleo a subir. Las exportaciones y las reservas de divisas aumentaron.
Lo que vino fue una década de un crecimiento económico anual de más del 8% con baja inflación. Una nación que había estado hambrienta y en harapos -donde las mujeres vendían su cuerpo por un caja de cigarros- se convirtió en un país donde los trabajadores manejan poderosos automóviles y pasan las vacaciones en el extranjero.
En Gran Bretaña, Francia e Italia, mientras tanto, las economías seguían siendo débiles.
No es necesario decir, que la economía alemana es la más poderosa de Europa.
Japón constituye el ejemplo de una democracia de libre empresa que ha sabido planificarse su futuro y avanzar hacia metas comunes, sin desviarse hacia el estatismo, la violación de los derechos humanos o el desmantelamiento del libre mercado.
Incluso países comunistas como China debió bajar su intervención en la actividad económica:
Así, un plan de diez años desde 1976 hasta 1985 reforzó las mejoras económicas y un papel mayor para empresas de propiedad privada y colectiva (frente a las que pertenecían al Estado). Este programa fue sustituido por un plan decenal más modesto desde 1981 hasta 1990, pero continuaron los esfuerzos por atraer la tecnología e inversiones occidentales, al igual que el programa de incentivos para incrementar la producción agrícola. Las políticas introducidas en octubre de 1984 exigían una mayor descentralización de la planificación económica y una mayor confianza en las fuerzas del mercado para determinar el precio de los bienes de consumo. El plan quinquenal de 1986 a 1990 anticipó una tasa anual de crecimiento económico del 7%, pero la economía se frenó después de la crisis política que tuvo lugar en 1989. Sin embargo, el retraso fue temporal y la economía china se recuperó rápidamente a comienzos de la década de 1990 mientras el gobierno continuaba moderando los controles en la economía; en 1992 la economía creció en un 13%.
En el ámbito del comercio, la circulación de mercancías, anteriormente determinada por la planificación central, está hoy en gran medida orientada por los agentes del mercado. Entre 1978 y 1984 la participación de las ventas al por menor controladas por el sector estatal descendieron desde el 90,5% hasta el 45,8%; durante ese mismo periodo, las de las colectividades aumentaron su participación desde el 7,4% hasta el 39,6% y las empresas privadas desde el 2,1% hasta el 14,6 por ciento.
"Japón es capitalista, con algunos ecos feudales. China, con gobierno comunista, tiende al sistema de libre mercado…"
"Un consorcio de 6 grandes empresas japonesas ha anunciado un proyecto petroquímico de 4 mil millones de dólares en el nordeste de China. Y otras empresas poderosas como Toshiba, Nec, Canon, Sharp y Matsushita, están realizando importantes inversiones, mientras Nissan y Toyota tienen una serie de planes avanzados."
"La práctica en China ha demostrado que donde se permite el pleno juego de las fuerzas de mercado, la economía se ha fortalecido y desarrollado"…"Pobreza no es socialismo"-agregó- pero una prosperidad simultánea para todos es imposible. Debemos permitir y alentar que algunas áreas e individuos se hagan ricos primero", afirmó el secretario general Jiang Zemin.
Deng Xiaoping (líder comunista chino), "convenció a los delegados del Congreso…que deben respaldar su plan de combinar el libre mercado con el control político de estilo comunista tradicional a fin de poder mantenerse en el poder." Este pensamiento no es nuevo, ya Maquiavelo decía en su libro "El príncipe" que un gobernante debía ser exitoso sea como sea para mantenerse en el poder.
"China, que ha entrado con prepotencia en el proceso de desarrollo e integración capitalista en Asia, quiere créditos e inversiones…"
"Las reformas de Deng fueron en general económicas y sociales, dirigidas a fomentar la iniciativa y el crecimiento alcanzados a través de la persuasión y el consenso. Racionalizó la planificación económica, liberó empresas del control estatal y reintrodujo el beneficio como principio básico de la vida económica. Su objetivo general fue fortalecer y estabilizar China, asegurando así el gobierno comunista. China se unió al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial en 1980; se establecieron zonas especiales de empresa y otras iniciativas para atraer la inversión extranjera. Los nombramientos oficiales de Deng como presidente de la Comisión Militar Central del partido (1981-1989) y el Comité Permanente del Politburó del partido (1982-1987) disimularon su verdadero puesto, ya que su control de los militares era decisivo para su liderazgo. En política exterior, desarrolló estrechas relaciones con Japón y Estados Unidos como contrapeso a la Unión Soviética.
La política de Deng dio como resultado un rápido desarrollo económico,
De ahí la frase nacional: "vivimos en un socialismo sin plan, en un capitalismo sin mercado"
Inflación (inestabilidad monetaria)
Dimensión desmedida del Estado: déficit presupuestario:
El exceso de gasto de un país equivale al déficit en su cuenta corriente.
Cuando en un artículo del diario La Nación se hace mención a una comparación entre Australia y Argentina, esto fue lo que dijo con relación al segundo:
"La dimensión del Estado, aquí hipertrofiada, allá (Australia) se fue contrayendo, evolución que ha continuado hasta hoy."
Un ejemplo de esto lo es la institución del PAMI, que tiene aproximadamente unos 11.000 empleados para unos 4.000.000 de jubilados, mientras que EEUU tiene 4.000 empleados para unos 40.000.000 jubilados y funciona muchísimo mejor.
"El déficit fiscal en la década del 80 estaba en el orden del 10% del PBI, permitiendo la creación de empleos públicos." Cuando éstos debían ser absorbidos por el sector privado.
E incluso países que en los últimos tiempos entraron en crisis financieras debieron hacer un gran ajuste en los gastos del Estado:
Mientras Chile tuvo graves problemas económicos el déficit era el siguiente:
Este déficit era bastante significativo en Chile; por ello, el esfuerzo de ajuste que debió hacer el país fue considerablemente alto. El exceso de gasto sobre el ingreso alcanzo su punto máximo durante el tercer trimestre de 1981, periodo en el cual llego a 24%. En el segundo trimestre de 1982, esta cifra se había reducido a 3% (cifra estimada).
Aparte de las devaluaciones se implementa una política de significativo ajuste del gasto público, para que de este modo se le pueda dar un mayor espacio a la devaluación sin producir presiones inflacionarias.
Así que cada vez que por consideraciones externas se evaluó que era recomendable una devaluación, las autoridades optaron por tomar esta, aunque generaran efectos inflacionarios, los cuales se consideraron un mal que había que aceptar. La razón de esto es que en un plano donde hay escasez de divisas no cabía otra alternativa. Sin embargo, estos brotes fueron contrarrestados en gran medida por el ajuste que hubo en el gasto.
Datos actuales de la economía chilena (de las más florecientes de las economías latinoamericanas) indican que ya no posee déficit en su presupuesto:
"A finales de la década de 1980, el presupuesto nacional estimado era de 8.500 millones de dólares de ingresos y 8.400 millones de dólares de gastos."
En México antes de la crisis del Tekila:
"El presidente Zedillo se enfrentó casi de inmediato con la peor crisis financiera de México, provocada por un déficit de aproximadamente 30.000 millones de dólares en su cuenta corriente. Se planeó un paquete de rescate internacional bajo la coordinación del presidente estadounidense Clinton…"
El producto interior bruto (PIB) de México se incrementó en cerca del 6,5% anual durante el periodo de 1965 a 1980, pero sólo en un 0,5% anual de 1980 a 1988. Los bajos precios del petróleo, el incremento de la inflación, la deuda externa de más de 100.000 millones de dólares y el empeoramiento en el déficit presupuestario exacerbaron los problemas económicos de la nación a mediados de la década de 1980; no obstante, el panorama económico mejoró ligeramente al inicio de la década de 1990.
En Argentina:
En 1989, según un estudio del Banco Mundial, la suma de los déficit operativos de las 13 empresas públicas más grandes era de 3.800 millones de dólares, sobre un ingreso conjunto de 8.700 millones.
Luego, en la era menemista también hubo un exceso en el gasto público de unos 10 mil millones de dólares por año aproximadamente. (EXPLICADO MÁS ADELANTE)
Falta de ética en la actividad pública: factor cultural.(relacionado con punto siguiente)
Excesiva legislación sobre material laboral
La excesiva cuantía de derechos de los trabajadores incita un aumento de la actividad en negro y mayor desocupación como consecuencia de que los empleadores no toman obreros al tomar conocimiento de los colosales obstáculos que ocasiona emplearlos.
Rechazo a organismos internacionales de ayuda económica como FMI, BID, BIRD, etc. Considerándolas de imperialistas e usureras.
La privación de la subjetividad de cada individuo no solamente depende de una opresión extranjera (como una buena parte de nuestra población considera), sino también de los compromisos que tome con los demás o en el caso de las naciones con las demás naciones.
Muchos de los países latinoamericanos al igual que africanos no han sabido aprovechar coherentemente las ayudas internacionales recibidas, debido principalmente a su cultura corrupta, retrasada o a la ineficacia de sus gobernantes, su falta de respeto hacia sus semejantes o sus tendencias políticas anti-naciones primer mundo y alianzas con otros países pobres creyendo que así prosperarán. Estas ayudas económicas no son dirigidas hacia el bienestar de todos sus integrantes, hacia la productividad, fomento de industrias, etc. La sociedad se encuentra muy fraccionada por tendencias políticas totalmente contrarias, por las diferentes etnias (como los hutu y los tutsi en África), religiones… y lo que se busca no es el bienestar de la población sino saciar los deseos de riqueza y mayor nivel de vida propios e individuales, o de grupos específicos.
Tal cual como Juan Pablo II afirma en uno de sus párrafos, en estos países subdesarrollados existen fraccionamientos muy graves. Tal es así en África. A finales de la década de los ochenta y primera mitad de la década de los noventa, los conflictos locales en Chad, Somalia, la zona del Sahara, Sudáfrica y otras zonas del continente desestabilizaron gobiernos, interrumpieron el progreso económico y costó la vida a miles de africanos.
0 en el caso de Afganistán solo un 25% de los habitantes mayores de 15 años están alfabetizados, viven en constantes guerras civiles, al igual que en casi todo Medio Oriente.
No es necesario que analicemos a los dirigentes, sino la sociedad misma, de la cual surgen aquellos, que no han utilizado estos recursos en pos de las industrias o productividad para generar nuevas fuentes de trabajo. Vale la pena preguntarnos (y realizar un serio análisis de las costumbres de los diferentes países, haciendo comparaciones con los primer mundistas y tercer mundistas-clave para encontrar el problema de estos países-), por qué Japón (que había quedado destrozada luego de la 1° guerra mundial), ayudada por EEUU, logró una gran recuperación en poco más de 20 años-El llamado milagro japonés-, superando con enormes creces a la Argentina que luego de la guerra estaba pasando por uno de sus mejores momentos económicos. En la década de 1960 Japón ya superaba a todas las naciones de Europa Occidental en el producto nacional bruto y seguía a Estados Unidos como potencia industrial mundial.
El ingreso per cápita nipón era de $ 382 dólares en 1960. Unos 23 años después se elevó más de 20 veces: $ 7,982 para 1983. Hoy en día, el ingreso per cápita es de 33.230 dólares, el segundo más magnánimo después de Suiza.
La Exposición Mundial de Osaka, que tuvo lugar en 1970, demostró que el país había restablecido su posición en el comercio internacional: en 1971 Japón era el tercer país exportador más importante del mundo, después de Estados Unidos y de Alemania Occidental (ahora parte de la unificada República Federal de Alemania), y el quinto en importaciones.
¿Qué nos diferencia de los japoneses?.
¡Préstamos usureros del FMI, imperialismo norteamericano, subvenciones de los países más desarrollados a sus productos…o simplemente será la diferencia cultural de una u otra población? ¿O quizá sean ambas?.
Hay 7 factores que permitieron el rápido crecimiento de Japón:
Capacidad de trabajo: los japoneses forman un pueblo extremadamente trabajador y el éxito del país no solamente debe de atribuirse a sus excelentes dirigentes empresariales, sino sobre todo a sus millones de empleados y obreros, animados por un ardor infatigable en sus tareas, por una valiosa disciplina y por una sociedad difícilmente igualada en occidente. Toda esta forma de ser, de vivir y de realizarse en la vida puede resumirse en la frase de uno de los empresarios más exitosos y millonarios del país nipón y dueño del Dai Ichi Bank: Shibusawa Eiichi:
"fomentar la productividad es una manera de practicar la virtud".
Solidaridad: Se estudia, se vive y se trabaja en un círculo de compañeros y amigos. La solidaridad existente entre los japoneses tiene raíces muy profundas. Lo mismo en la familia que en la escuela y los lugares de trabajo, los japoneses viven siempre en grupos. Cada japonés sirve a un grupo, el que por su parte le ayuda, brindándole calor humano y ofreciéndole seguridad económica.
Por lo demás, los altos ejecutivos se interesan mucho en sus trabajadores, los cuales a su vez colaboran arduamente con los directivos con el propósito de lograr altos rendimientos en la producción. La alta productividad nipona se alcanza por medio de la mutua lealtad, el compromiso común, la identificación de los individuos con el éxito de las empresas, y la buena relación que existe entre el trabajador y los mandos superiores.
Poseedor de un gran sentido solidario, el gobierno japonés considera su obligación el hacer avanzar a las industrias del país, en vez de ponerles trabas que las obstaculicen, como ocurre en otras naciones, y reducir al 0 sus gravámenes. Ahorro: El ahorro japonés posee en alto grado la virtud del ahorro. Con base en ella, el país alimenta su poderosa máquina económica, habiendo construido una estructura organizativa que absorbe los ahorros nacionales y los canaliza hacia las industrias.
El japonés ahorra más del 17 por ciento de sus ganancias, mientras que el francés solamente el 8%, el norteamericano el 6%, el inglés el 5%.
Imitación y perfeccionismo: después de la guerra, los japoneses compraron patentes tecnológicas a occidente y adquirieron la maquinaria más moderna de aquellos tiempos. Las desarmaron para estudiarlas y descubrir hasta sus menores defectos y fallas. Luego empezaron a producir mejores modelos a menor precio que los originales. Muy sensatamente, los japoneses prefieren pagar por las tecnologías de occidente, lo que resultó mucho menos costoso que invertir en el desarrollo de una tecnología propia.
La capacidad excepcional de los japoneses para utilizar tecnología importada y producir con base a ella productos mejores y más baratos, así como su capacidad para innovar, han conducido poderosamente a la milagrosa expansión de su economía.
Estructuras empresariales Sui Genesis: las relaciones obrero-patronales están concebidas bajo la idea de pertenecer a una misma familia. Cada trabajador se siente integrado a esa segunda familia en la que se convierte para la empresa, familia que se hará cargo de él hasta su jubilación.
En las empresas de Japón no predomina la filosofía del dinero. El enriquecimiento de una firma industrial o comercial, raramente es el objetivo primordial de sus directivos. Prefieren el progreso antes que el provecho monetario, buscan la expansión de la empresa, la modernización de su equipo y por ocupar un buen sitio dentro de la competencia nacional y mundial.
La flexibilidad en las instalaciones industriales existe también en lo que respecta a los obreros. Los obreros pasan de una tarea a otra sin dificultades de ninguna clase, lo que le importa es el trabajo, no la tarea particular.
Valores espirituales: , los japoneses tienen 3 religiones que practican e influencian su vida sin presentar conflictos de ideología ni rivalidad. El Shinto es la religión oficial que rige con el nacimiento de un niño, el matrimonio de una pareja y el entierro de un anciano, además de participar en la apertura de una empresa o cualquier evento de importancia de gobierno. El Confucionismo que es la base moral del japonés, que ha prestado muchas de las características sociales con los cuales viven los japoneses actuales: el valor del grupo sobre el valor individual, la necesidad de mantener una relación armónica y solidaria con los demás. Esta forma de pensar se filtra y ampara a la sociedad industrial y mercantil nipona. Aún tienen otra poderosa fuente de influencia que fortalece el espíritu japonés: El Zen Budismo. Esta es un antigua disciplina que formó los samurai en el pasado y actualmente entrena a los gerentes y directores de empresas japonesas además de los jefes y supervisores de línea.
Según un análisis publicado en U.S. News and World Report, "el Japón no creó sus oportunidades; antes bien, las vio y ha sabido aprovecharlas . . . El llamado 'milagro japonés' de la posguerra es testimonio elocuente del poder de la observación.
Ante todo, los japoneses se dedican a lo que da resultados. Llamados "confucianos capitalistas". Estos países (Japón, y otras potencias occidentales como Corea del Sur y Singapur) florecen con valores tradicionales que ensalzan la importancia de la educación, la lealtad familiar y la armonía social. Como Gibney atinadamente señala, es ahí que radica la auténtica fuerza motriz de estos países; son estos valores lo que hace que sus economías sean tan dinámicas y lo que explica la formidable competencia de sus países.
La Nación, 19 de junio de 2002.
"Tan impresionante como increíble es el festejo de los coreanos; millones de personas en las calles y el tránsito que no es obstaculizado por piquetes de hinchas" Increíble, pero real. Luego del partido con Italia, millones de coreanos se volcaron a las calles para festejar la victoria de su equipo en el mundial de fútbol.
No hubo disturbios, ni desórdenes sociales.
Los coreanos se mantuvieron en las manzanas, y ninguno interrumpió el tránsito.
Los pocos policías que había (cantidad enormemente inferior a los hinchas) sólo se "defendían" de la multitud con una cinta de contención.
El éxito de las economías del Sureste asiático ha influido mucho en las teorías del desarrollo desde la década de 1970. Estos países no compartían el pesimismo del Tercer Mundo sobre la exportación. A pesar de las protecciones arancelarias de los países industrializados, lograron ganar cuotas de mercado de bienes industriales, se especializaron en productos y mercados de alta tecnología y lograron con ello un rápido crecimiento económico, primero para los cuatro dragones -Hong Kong, Corea, Singapur y Taiwan- y luego para otros países de la zona como Indonesia, Malasia y Tailandia. Era evidente que la dependencia no había impedido su desarrollo. De todos modos este crecimiento se realizó gracias al retraso de condiciones laborales y salariales, difiriendo en gran medida de las condiciones sociales de países como Argentina o Brasil, donde la clase trabajadora industrial y del sector servicios tiene un mejoramiento de vida.
Por qué países como los llamados 4 dragones- Corea del sur (desde comienzos de la década el producto interior bruto (PBI) ha crecido más de un 9% anual entre mediados de la década de 1960 y comienzos de la de 1990; desde entonces ha disminuido aproximadamente en un 8%), Taiwán (Durante esta época Estados Unidos envió también una masiva ayuda económica y militar al régimen de Taiwán, que hizo posible que se fortaleciera la economía de la isla a pesar de los fuertes gastos en preparativos militares. A mediados de la década de 1960, cuando se puso fin a esta ayuda, más de 4 mil millones de dólares estadounidenses habían afluido a la economía de Taiwán. Se estima que en esta época la producción industrial había crecido un 300%; además, las exportaciones se triplicaron y las importaciones se duplicaron. Sin embargo, lo más significativo era que la isla se había convertido en un escaparate de la moderna economía saneada, con un índice de crecimiento que estaba muy por encima de¡ de otras naciones asiáticas), Singapur (es una de las áreas económicas de Asia, que posee unas tasas de crecimiento anual más elevadas, el 8,5% desde 1966, al que hay que añadir un ligero aumento desde 1990. El nivel de vida es de los más altos de los países de la región) y Hong Kong (Se calculó un aumento de¡ producto interior bruto a un promedio de¡ 7% anual, entre 1980 y 1991) han logrado un gran crecimiento económico financiados por EEUU y Japón. Muchos de estos han tenido que sacrificarse para lograr un futuro mejor para sus hijos y las generaciones venideras, al igual que lo hicieron los países que hoy son potencia.
Al principio, luego de la II guerra mundial, a los nipones no les fue nada fácil, ya que las consecuencias de las derrota y la gran miseria, han hecho que la renovación económica se apoyara, al inicio, sobre un nivel de vida muy bajo, con costes salariales, en consecuencia, particularmente competitivos.
Educación: el Japón de hoy, se preocupa por dar al mayor número de personas una educación tan elevada como sea posible.
El gobierno y las empresas tienen sus propios cursos de estudio y entrenamiento para preparar a los empleados.
Las empresas niponas consideran que la preparación de sus trabajadores es parte fundamental del éxito de su negocio. "Es una necesidad competitiva".
Es indiscutible, que una de las claves del éxito japonés es el afán del pueblo admirable por instruirse y cultivarse.
No solamente los nipones fueron ayudados por EEUU, sino también diferentes países de Europa desgastados después de la guerra, mediante el Plan Marshall, el Programa de Recuperación Europea vertió $13,300 millones en Europa Occidental de abril de 1948 a junio de 1952.
A la luz de la historia, hay tres aspectos del Plan Marshall que merecen ser recordados muy especialmente:
Primero, Estados Unidos inyectó 13.000 millones de dólares (el equivalente a unos 80.000 millones de dólares actuales) en las economías europeas a lo largo de un periodo de cuatro años -la mitad en concepto de subvención- sentando así los cimientos del milagro económico del continente de los años cincuenta y sesenta.
Segundo, el Plan Marshall no se concibió como un instrumento de la guerra fría, sino que por el contrario, se invitó a la Unión Soviética y a sus satélites de Europa Oriental a unirse al mismo. Como dijo el secretrario de Estado Marshall en su discurso de Harvard: "Nuestra política no va dirigida contra ningún país o doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos". La división europea de la posguerra se selló cuando Stanlin se negó a participar en un esfuerzo de recuperación europea total e impidió la participación de otros países del Este europeo.
Finalmente, en abril de 1948 el Congreso de los Estados Unidos votó el European Recovery Program (ERP) que permitía la ayuda, en un 10% a través de préstamos y el 90% restantes mediante donaciones.
En total, desde 1948 hasta 1952, Europa obtuvo 13.000 millones de dólares de los Estados Unidos, repartidos a Gran Bretaña obtuvo el 24%; , el 20; Italia, el 11; Alemania occidental, el 10 y los Países Bajos, el 8.
No cabe duda de que el Plan Marshall no se debió tan sólo al altruismo ni a inteligentes intereses económicos de Estados Unidos, sino al hecho de que las instituciones libres europeas corrían peligro de ser arrolladas por movimientos comunistas dirigidos por los soviéticos.
- Acentuado proteccionismo y una economía cerrada:
"Hasta mediados de 1989, el arancel máximo de importación era del 50% y a todos los productos de les aplicaba un recargo arancelario del 15%. Como promedio, entonces, un producto importado pagaba el 39% por atravesar la aduana Argentina. En ese momento, las barreras arancelarias fueron reducidas a un promedio del 12%, con un máximo del 35%…Debemos recordar que el burocrático y corrupto sistema de las licencias de importación protegía en 1988 al 32% de los bienes que se producían en la Argentina, creando cotos de caza de esa magnitud que, de hecho, eran subsidiados dos veces: por el Estado, que dejaba de percibir potenciales aranceles, y por los consumidores, que pagaban precios artificialmente elevados –ante la falta de competencia-…"
"Llach (ex ministro de educación): "La Argentina y Brasil son dos de las economías más cerradas del mundo".Es que el comercio exterior (exportaciones más importaciones) sólo llega al 16% del PBI, un coeficiente que en Europa y Asia a menudo sobrepasa el 80%.
Experiencia chilena (hoy, Greatest Inversement):
Chile, luego del gobierno socialista de Allende, ha progresivamente disminuido los aranceles tanto de importación como de exportación:
- El camino hacia el libre comercio lo inicia el ministro Gotuzzo en 1974 con el desmantelamiento de múltiples trabas arancelarias y para-arancelarias (prohibiciones, cuotas, etc.),
- lo prosigue el ministro Cauas con la retirada en 1976 del Pacto Andino,
- logra su mayor avance bajo el ministro De Castro con un arancel parejo de 10% en 1979,
- retrocede bajo el ministro Escobar en la crisis del 82-83,
- vuelve al 15% parejo con el ministro Buchi a mediados de los 80, y
- finalmente el ministro Foxley lo reduce al 11% a principios de los 90.
La meta legislada sería de un 6% uniforme, y ello produce de inmediato un positivo efecto en la toma de decisiones empresariales, mejorando la asignación de recursos en los proyectos de inversión y, a su debido tiempo, aumentando la competitividad de la producción nacional. Esa es la clave y no la búsqueda de impactos inmediatos en el tipo de cambio.
El mérito principal del proyecto es que mantiene el principio del arancel parejo, la definición clave de la política arancelaria. El arancel diferenciado no sólo produce distorsiones e ineficiencia económica, sino que genera presiones, poder discrecional y oportunidades de corrupción.
Es notable que la defensa del arancel parejo haya sido hecha con vigor por los ministros Aninat, Biehl, Mladinic y Troncoso, el ex ministro Foxley, y el ex diputado Estevez, todos presumiblemente opositores a éste hace veinte años.
Esta iniciativa constituye el penúltimo kilómetro de la maratón en que ha consistido la apertura al exterior de la economía chilena. En 1973 Chile era uno de los países del mundo con mayores restricciones a su comercio exterior. El costo en pobreza y subdesarrollo fue monumental.
Un caso que merece la comparación, es el caso de Australia, país semejante a la Argentina, pero que luego de la II guerra mundial siguió políticas económicas diferentes y hasta contrarias que las llevadas adelante por nuestro país. Así, mientras Australia desechaba el acentuado proteccionismo en que había vivido, la Argentina se adhería con vigor a ese enfoque.
Australia, país con condiciones similares a la Argentina – amplio territorio, rico en recursos naturales, y una localización en el mundo bastante alejada de los mercados más importantes- se basa en exportaciones de origen agroindustrial, bastante parecida a la nuestra, y, sin embargo, pese a las protecciones y los subsidios agrícolas que aplican las naciones más desarrolladas, han podido crecer y desarrollarse, en parte, gracias al abandono del acentuado proteccionismo en que había vivido.
Hoy en día alcanza enormes logros: "En tanto nuestro país tiene 36 millones de habitantes y exporta 26.000 millones de dólares anuales, Australia, con la mitad de la población, exportó el año último 80.000 millones, lo que representó un crecimiento del 8% en relación con el 2000."
A diferencia de Australia, nuestra nación luego de la segunda guerra mundial, siguió el camino contrario. Así, en el gobierno de Perón, se llevaron adelante políticas intervensionistas y de nacionalización, semejantes a las realizadas en la Italia de Mussolini. Este modelo industrial, planteado y llevado adelante por Perón, se basaba en el mayor consumo interno, requiriendo de una activa intervención estatal: el Estado pasó a controlar el comercio exterior y, en buena medida, también el sistema bancario. A su vez, el Estado adquirió una mayor capacidad de decisión, al proceder a la nacionalización de la mayor parte de los servicios públicos y de los ferrocarriles.
El Estado pasó a tener una amplia injerencia en las relaciones sociales, a través de la generación de la legislación social y del control estatal de los niveles de precios de los alquileres urbanos y arrendamientos rurales.
En la década menemista, esta tendencia se revirtió, convirtiéndose en uno de los factores de suma importancia para el crecimiento económico y de las exportaciones.
"Los derechos de exportación…fueron eliminados progresivamente…en junio de 1989, los impuestos a la exportación significaban el 30% para el trigo, los forrajeros y los derivados del girasol, el 40% para el grano de girasol y el 41% para la soja."
"Como consecuencia el arancel máximo se redujo al 20%, el mínimo quedó igual a cero y el promedio en el 10%"
"A lo largo de los años 90, la Argentina fue el país del planeta que más avanzó en lo que se refiere a libertad económica. Según el ranking que elabora anualmente The Fraser Institute de Canadá…en 1997 (último año difundido), la Argentina ascendió a la séptima posición. En 1990, la Argentina estaba en el puesto número cincuenta y nueve."
Como resultante de estas transformaciones profundas, nuestro país logró la mayor tasa de crecimiento de la economía de los últimos sesenta años. La anterior fue la transcurrida entre 1920 y 1930.
Para exportar, es necesario importar, es decir, para vender a otros países también es necesario comprarles. La cantidad de exportaciones depende, en gran medida, de la cantidad de importaciones. Dhualde, más allá de las ventajas en cuanto a las exportaciones, tiene caída de las mismas como consecuencia de que cerró la economía a las importaciones o los productos externos, además del no pago de la deuda, que cierra mercados.
Las exportaciones y la importaciones suelen ser sumas similares, pero es conveniente una balanza comercial favorable.
Como ejemplos he tomado los siguientes países desarrollados:
Austria:
"El valor anual de las importaciones en 1991 fue de 53.500 millones de dólares…Las exportaciones austriacas totalizaban alrededor de 43.300 millones de dólares al año en el mismo periodo."
Bélgica
"A principios de la década de 1990, las principales importaciones belga-luxemburguesas (incluyendo las de Luxemburgo) se componían de combustibles, menas y minerales, productos químicos, maquinaria y equipo eléctrico, vehículos de motor, metales no preciosos, equipos de transporte, accesorios de ropa y comestibles; tuvieron un valor anual de 83.700 millones de dólares. Las exportaciones, principalmente manufacturas de hierro y acero, textiles, productos químicos, equipos de maquinaria y transporte, alimentos y ganado y diamantes tallados, tuvieron un valor total de 84.800 millones de dólares."
Canadá:
"En 1994 sus exportaciones alcanzaron los 162.500 millones de dólares y sus importaciones 149.900 millones."
Estados Unidos:
"Estados Unidos es el principal país comercial del mundo, con un volumen de comercio anual a comienzos de la década de 1990 de más de 979.000 millones de dólares; en 1992, las exportaciones ascendían a los 447.000 millones de dólares; y las importaciones a 532.000 millones."
Japón:
"A principios de la década de 1990, las importaciones anuales totalizaron 233.000 millones de dólares y las exportaciones 339.000 millones, lo que hacía de Japón el tercer país exportador del mundo."
Noruega:
"A principios de la década de 1990 las exportaciones anuales estaban valoradas en unos 33.000 millones de dólares y las importaciones en 25.000 millones."
Holanda:
A lo largo de las décadas de 1980 y 1990 el valor de las exportaciones holandesas por lo general excedió al de sus importaciones; así, en 1992, las importaciones del país costaron unos 110.000 millones de dólares mientras que las exportaciones obtuvieron unos 120.000 millones.Suecia:
A principios de la década de 1990, las exportaciones anuales reportaron unos ingresos de aproximadamente 44.000 millones de dólares y las importaciones, un desembolso de alrededor de 40.000 millones de dólares.
Suiza:
A principios de la década de 1990, las importaciones anuales de Suiza suponían alrededor de 74.000 millones de dólares y las exportaciones, 70.000 millones de dólares. En Chile:
A finales de la década de 1980, las exportaciones de Chile se estimaron en 8.100 millones de dólares; los metales y minerales representaron más de la mitad de este total y el resto fueron frutas y verduras, carnes y pescados, pasta de madera, papel y productos químicos. Durante el mismo periodo, las importaciones alcanzaron los 6.500 millones de dólares, fundamentalmente maquinaria y equipos de transporte, verduras y carnes, equipos eléctricos y productos químicos. Los principales socios comerciales de Chile son Estados Unidos, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Argentina y Brasil.
Japón tiene que importar la mayoría de las materias primas de las que depende su industria, el país también tiene que exportar una buena proporción de su producción anual, con el fin de mantener una balanza comercial favorable.
Período anterior: Alfonsín – radical (centro-izquierda)
En los últimos años de la década del 80, del estancamiento se pasó al retroceso.
Entre 1983 y 1989, la economía en su conjunto se achicó el 3,7%, a razón del 0,6% anual.
El consumo había caído el 2,6%, a razón de 0,4% por año.
En 1989, estalló la hiperinflación que trepó al 4.923 % en los precios al consumidor y al 5.386,3% para los precios mayoristas. "Todo ello desató una huida generalizada de la moneda doméstica hacia el dólar, cuya cotización creció 25 veces en apenas 6 meses."
Fue el único caso mundial en el cual una hiperinflación no fue resultado o consecuencia de una guerra civil o de una invasión extranjera.
Derrumbe fiscal: en relación a los impuestos directos, la participación disminuyó sensiblemente: Alrededor del 3% del PBI a principios de los años sesenta, a menos del 2% en los setenta y a 0,8% a principio de los ´90. A fines del gobierno de Menem, el nivel promedio en los países con ingresos semejantes fue del 8,1% del PBI, es decir, 10 veces más.
Fuga de capitales y auge de la economía informal.
"…el crecimiento del PBI fue nulo y con una fuerte reducción del PBI per cápita (de 1,3 por ciento en promedio)…
"En la década del 80, la Argentina perdió un punto por año de crecimiento económico…al mismo tiempo un fenómeno verdaderamente asombroso: mientras la argentina decrecía %1 en la década del 80, aumentaba, al mismo tiempo, %1 al año su nivel de empleo…En realidad, lo único que creció en esos años fue en empleo público y doméstico."
La hiperinflación: la hiperinflación de julio de 1989 se reflejó en una cifra inusual aún de la historia mundial de situaciones similares: el índice de precios al consumidor alcanzó ese mes el 196,6%, acercándose claramente a la hiperinflación alemana de 1923.
Saqueos como consecuencia de la hiperinflación.
El empobrecimiento de la baja clase media y de los trabajadores de empleo fijo permitió la emergencia de un sector informal para el mantenimiento de un sector envejecido de artefactos domésticos, automóviles, etc.(como ocurre en la actualidad, en que dichas actividades han resurgido) y para la producción de bienes de consumo baratos, de baja calidad y servicios personales, sustitutivos de la mejor calidad que ya no eran alcanzables. El predominio del sector informal en la economía de un país es indicativo de retroceso económico.
Este aumento del sector público y por lo tanto también el déficit público, como consecuencia del mal funcionamiento de las empresas públicas atestadas de población y corrupción, llevaría al presidente Alfonsín a una de las causas principales de la hiperinflación, como consecuencia de que al no haber recursos financieros necesarios para pagar sueldos, la solución (para él) fue la emisión de moneda que paulatinamente fue perdiendo su valor.
Sólo en el gobierno del ex presidente Menem es que se logró un acercamiento con los EEUU –así, "En octubre de 1997…el sistema político norteamericano –es decir, el Poder ejecutivo y el Congreso, los demócratas y los republicanos – decidió unánimemente otorgarle a la Argentina la condición de aliado estratégico ajeno al sistema de la OTAN." "Esta categoría está prevista en la Ley de Asistencia Externa de los Estados Unidos y no es, precisamente, un "club"con muchos socios –ya que sólo la comparten con nuestro país Australia, Corea del Sur, Israel, Japón, Jordania y Nueva Zelanda- …"-, y una apertura real con el resto de mundo.
Al comienzo de la presidencia de Menem había dos grandes reformas por hacer:
La reducción del enorme déficit fiscal. Un déficit que había llevado a Alfonsín no sólo a un descrecimiento de la economía, sino también a La hiperinflación del 89 que provocó el colapso de las finanzas públicas, provocando no solo huidas hacia el dólar que potenciaron la situación, sino también "hacia los supermercados".
Reducción del elevado gasto de la política. PRETENDE HACERLO CON LA REGIONALIZACIÓN Y LA DOLARIZACIÓN.
Una crisis en el Estado a partir de un crecimiento exagerado y distorsionado de éste, aboga por la reconstrucción de éste a partir de que al tiempo que reduce su tamaño se reconstruye como un Estado fuerte.
Así se tomaron las siguientes medidas:
Privatizaciones
El fin de esquemas salariales de privilegio
Reducción del gasto político y continuación de la reducción de la burocracia estatal
Medidas criticadas:
Las privatizaciones: no fue un invención argentina, sino un fenómeno mundial a fines de la década del 70, y principios de los 80, y que continúa fortaleciéndose hoy en día. Inaugurada por el primer ministro inglés Margaret Thatcher (1979-1990), vendiendo activos por valor de 29.000 millones de libras esterlinas, reduciendo a la mitad el tamaño del sector público. Esta experiencia, junto con la de Ronald Reagan (presidente 1981–1982) en EEUU se extendieron a un grupo de países del primer mundo, como España, Italia, Francia, Canadá y Alemania.
"Margaret Thatcher. En Inglaterra primero, y después, en casi todos los países de Europa occidental en los años ´80, se ha vivido un resurgir del pensamiento conservador, cuyo más claro exponente ha sido el gobierno de M. Thatcher. Su política económica ha desmontado los programas sociales del Estado, privatizando la mayor parte de las empresas públicas reduciendo el peso de los sindicatos en la vida nacional."
"Cuatro años más tarde condujo a los conservadores a la victoria electoral, con la promesa de sofocar la crisis de la economía británica y de reducir el intervencionismo gubernamental."
Tony Blair, actualmente primer ministro de Inglaterra, integrante del partido laborista, sólo alcanza el triunfo una vez que abraza al thatcherismo a través de una reformulación del pensamiento político de su partido. Cuando se le preguntó a Blair sobre los cambios y la generación de nuevas ideas siempre respondió: "Es simple. El mundo ha cambiado y el Partido Laborista no lo ha hecho". Considera que "la era de la intervención del Estado Corporativo ha terminado".
Tendencia mundial: reducción del Estado:
"Un Estado cuanto más pequeño, más fuerte"
Algunos ejemplos:
Francia: el Europa, la política de privatizaciones ha tomado nuevo auge con la desición del gobierno francés de privatizar total o parcialmente unas 21 empresas, incluyendo Elf Aquitaine, la empresa petrolera y la famosa compañía de autos Renault.
Alemania: se prepara la venta de Deutsche Telekom, la gigantesca empresa estatal de teléfonos, luego de la reducción de la participación estatal en Lufthansa del 52% al 35%.
España: el Estado continúa reduciendo su participación en las empresas públicas habiendo exitosamente hecho la segunda colocación de acciones de Endesa, la empresa eléctrica, por 100 millones de dólares. También privatizó otras empresas públicas como Repsol o Telefónica.
Portugal y Grecia: también privatizaron sus compañías de teléfonos en los años 1995 y 1996.
EEUU: la privatización ha cobrado la forma de contratación a empresas privadas de distintos servicios que hasta ahora venían prestando los gobiernos locales.
En Europa Oriental la llamada "privatización masiva" sigue su curso. Así, Polonia, Rumania, Hungría, etc.
En Africa, Marruecos, Camerún, Egipto, Túnez y Ghana, Sud Africa,
En Asia, Pakistán, India, en Japón todas las empresas son privadas, con un fuerte control estatal, Sri Lanka, Corea del sur, Bangla Desh.
También se hicieron numerosas privatizaciones en Latinoamérica como el México, luego de la crisis del 94, Chile, Brasil, Argentina, etc.
Beneficios de las privatizaciones:
Eliminación de la enorme corrupción de las empresas públicas que al no tener la presión del quiebre por la subvención constante de la población mediante los impuestos (más allá de su improductividad), ofrecen malos servicios a la sociedad a precios elevadísimos.
Eliminación con la superpoblación de las mismas (incluidos trabajadores y ñoquis), que eran una de las principales causantes de sus déficit presupuestarios, resultante de amiguismos, favores políticos, etc.
Aumenta la eficacia y la eficiencia de las empresas y servicios públicos partiendo de la base de que el sector privado es más eficiente que el sector público;
Mayor competencia en el mercado posibilitando constantemente mejoras y bajos precios.
Profundiza el modelo exportador definido como la llave del éxito del desarrollo económico;
Libera los mercados internos y las importaciones necesarias para garantizar la competitividad requerida para el crecimiento de las exportaciones;
Recaudación de grandes cantidades de impuestos provenientes de las empresas privadas, otorgando rentabilidad donde antes no la había.
Quita un gran peso al Estado, eliminando el desperdicio de miles de millones de dólares que se utilizaban en subsidios improductivos, para localizarlos en crear nuevos empleos y servicios, en beneficio de la sociedad.
En Argentina, permitió la acumulación de fondos financieros en el Banco Central (el cual fue independizado del Estado para evitar la emisión desmedida de moneda circulante y evitar el temor de que se toquen las reservas frente a un eventual cambio de gobierno, dando seguridad a los inversores y ahorristas nacionales e internacionales- para llevar adelante el plan de la convertivilidad, que acabaría con la hiperinflación y estabilizaría al país, permitiendo que se triplicaran las exportaciones. Recordemos que cuando Menem se fue de la presidencia dejó en el Banco Central aproximadamente unos 32 mil millones de dólares como respaldo de la convertivilidad, hoy en día grandemente disminuido como consecuencia de los gobiernos presidenciales siguientes –por la desconfianza en los mismos y por la extracción de dinero en manos del Estado nacional para el mantenimiento de los déficit estatales, esto último desde el reemplazo del presidente del Banco Central Pou y de la finalización de la independencia del banco con respecto al Estado argentino-. Esto daba solidez y liquidez en el sector financiero impidiendo posibles especulaciones de los sectores económicos más poderosos, estabilización de los precios y de la economía en general.
"Al aprobar el proyecto confeccionado por el Poder Ejecutivo, el Congreso proveyó –por primera vez- una total independencia de todos los poderes al Banco Central de la República Argentina."
A fines de 1989 el Banco Central pasa a ser independiente del Gobierno, con el objetivo de mantener la estabilidad de precios y regular el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. Para hacer cumplir esos objetivos los instrumentos que la ley le entrega son el manejo de la política cambiaria y monetaria.
Los dos primeros pasos fueron conseguidos, con lo cual el Estado acabó de raíz con la corrupción, la sobrepoblación de las empresas públicas, el enorme déficit fiscal (en parte), e impulso a la economía, fondos en el banco central para llevar adelante la convertivilidad (con el fin de parar la hiperinflación que en poco tiempo licuaba los salarios de los trabajadores); la presidencia de menem finalizó con un fondo aproximado de unos 30 mil millones de dólares.
Pero es aquí donde surge un problema: si el gobierno seguía reduciendo al Estado como era necesario de realizar, la desocupación y el malestar social rápidamente se irían a niveles inéditos de alrededor del 25% de desocupación o más (razón por la cual debió ser financiada con deuda externa hasta tanto la desocupación disminuyera). Es decir, no podía hacerlo inmediatamente por dos razones principales:
Como ya se nombró, por el crecimiento de la desocupación;
Porque no sería electo en futuros comicios presidenciales (con lo cual no podría continuar con su proyecto de reforma al estado comenzado en 1990 y que hoy en día quiere para su posible tercera gestión de gobierno):
Regionalización, es decir, reducción de la cantidad de provincias (de las 23 más capital federal actuales a 6 o 7. esto permitiría reducir enormemente la burocracia y el gasto fiscal quizá necesarios para dejar atrás los años de déficit fiscal como consecuencia de un estado muy grande e ineficiente. Es decir, el estado como sucede en los países más desarrollados tiene que ser pequeño pero con mucho poder.
Dolarización, que permitiría sortear todo tipo de especulaciones del sector financiero, tendríamos una moneda segura y confiable, agilizaría mucho las transacciones comerciales con los demás países, etc. Al ser la cantidad de moneda circulante limitada, ya no se emitiría, razón por la cual el Estado estaría obligado a bajar sus gastos (achicar la cantidad de funcionarios públicos, de sus sueldos, de sus privilegios)
Alianza estratégica con los EEUU. Fundamental para tener presencia internacional y el apoyo de la mayor potencia del mundo. Tal como lo hizo por ejemplo australia a mediados del siglo xix y los países que hoy son desarrollados.
Unión al ALCA. Permitiría aumentar notablemente las exportaciones considerando que es un mercado mucho más grande que el MERCOSUR.
"Chile…No en vano es el país de América Latina que más activo se ha mostrado en la firma de tratados bilaterales de comercio y que registra una de las mayores relaciones comerciales entre producto y exportaciones"
No es necesario recordar que Chile es uno de los miembros del ALCA.
Por tal razón debía de esperar un desarrollo económico y aparición de empresas en el sector privado para bajar la desocupación. Así lo hizo, pues se bajó del 18,5 % de 1994, (alcanzadas como consecuencia de las privatizaciones y la crisis del Tekila que afectó directamente a la economía Argentina, además del surgimiento de empleos para mano de obra calificada y la desaparición de empleos informales en la economía) al 13,5% al finalizar su mandato.
Además debió afrontar 4 crisis internacionales (la de México en el ´94, la crisis asiática, el defaul ruso y la devaluación del Brasil en el ´99). Más allá de todo ello el país en el año 97 casi es declarado por una calificadora mundial como Greatest Inversement-chile lo es en la actualidad- (grandes inversores), con lo cual se le estaba diciendo al mundo y a los grandes inversores que la Argentina era un país apto para las inversiones, y todo el consecuente desarrollo económico que esto hubiera implicado. Cabe decir también que fines del 97 y en el 98 la Nación tuvo una tasa de crecimiento del 8%, una de las tasas más elevadas del mundo, con una venta automotriz del aproximadamente 500.000 unidades (la más grande de su historia). -Hoy en día apenas se venden unos 5.000 aproximadamente-. La inversión en términos generales aumenta a partir del año 91 (16,3 % del P.B.I) llegando al 22% del P.B.I en el año 96.
Argentina, desde 1989 demostró su fortaleza ante las situaciones de crisis de origen externo: la crisis cambiaria y financiera internacional iniciada en México en diciembre de 1994, y en la asiática de 1997.
Otros países en estas situaciones vieron seriamente afectadas sus economías. De esta manera, primeramente los cuatro tigres asiáticos: Tailandia, Malasia, e Indonesia que abandonaron sus cambios de tipo fijo en 1997. También fuertes devaluaciones en Filipinas y Singapur. Rusia anunciaba una cesación de pago parcial de su deuda externa (defaul ruso). En el mismo año, la bolsa de Hong Kong, registró su mayor baja en 10 años. Al poco tiempo, las acciones estadounidenses sufrieron su peor caída. También cerraron en Japón dos importantes entidades bancarias. Tiempo después, devaluaron Brasil y Corea.
Más allá de todo esto, el sistema financiero argentino prácticamente no fue afectado por la crisis internacional, y mantuvieron en todo momento la tendencia ascendente.
El país creció a un promedio del 6% anual y un 60% en una década aproximadamente, uno de los crecimientos más elevados del mundo y el mejor de Latinoamérica.
Además de que gracias a una gran estrategia logramos volver los argentinos a pisar el suelo de las islas Malvinas. Y seguramente, siguiendo por este camino de la diplomacia algún día quizá logremos que vuelvan a ser argentinas.
El problema principal en su era de gobierno fue el gigantesco déficit fiscal de la década de los 90, que debió ser paliado con deuda externa. Más allá de ello, debemos considerar que la deuda externa se encuentra estrechamente relacionada con el crecimiento del PBI (que en el período 1990 – 1999 fue muy bueno).
Además, hay que tomar en consideración que en la expansión de la economía aparecen crisis periódicas de superproducción.
"la expansión de la actividad económica no se hace sin tropiezos, de una manera continua… habrá cada siete años o cada diez una saturación general de los mercados, seguida por una caída brutal de los precios y por todo un cortejo de quiebras, de cierre de fábricas, fuente de rutina para los empresarios, de desocupación y de miseria para los obreros. La producción no aumenta regularmente, sino por saltos. "Se hace el equilibrio con catástrofes". Estas crisis, llamadas cíclicas, o también decenales, puesto que se renuevan con una regularidad casi matemática, agravarán las consecuencias del sistema capitalista en el plano social."
Un caso ejemplar de ello es la reseción por la cual está atravesando EEUU, y como consecuencia para que los efectos no sean profundos, el Estado toma una actitud intervensionista, sólo en determinados momentos (teoría neoliberalista).
Otros datos sobre su gestión:
- Producción industrial creció un 50%
- PBI per cápita más alto de Latinoamérica que fue de 8.500 pesos;
- Exportaciones manufacturadas aumentaron un 67%
- Productividad por trabajador ocupado se incrementó un 70%
- Entre 1991 y 1997 el número de ocupados de educación media y alta se incrementó el 18,7% y el 28% respectivamente.
Sector energético:
1989: argentina sufría constantemente cortes. Era menemista: argentina se convirtió en la principal fuente de abastecimiento de la región. Chile depende de nuestro aprovisionamiento.
Argentina exporta gas a Brasil y Uruguay.
Desplazó, en materia de petróleo, a todos los países árabes como principal fuente de abastecimiento de Brasil.
1997: aumentó un 72% la producción de petróleo, 67% la de gas que en 1990.
Minería:
1997 la producción mineral se duplicó desde 1992.
1979-1991 las exportaciones aumentaron de 4 millones a 160 millones de dólares en 1997.
Modernización en las telecomunicaciones: cuando este servicio estaba en manos de la empresa estatal ENTEL, es sabido por quienes vivieron en dicha época que los precios de los mismos eran elevadísimos (incomparables con los de la era menemista), los servicios ineficaces, y una tecnología totalmente anticuada, además de la cantidad de tiempo que había que esperar para la instalación.
Así, desde la privatización de ENTEL, superó ampliamente aquellos obstáculos tercermundistas, pasando de una capacidad instalada de unas 2.900.000 líneas telefónicas a 8 millones para 1999.
La participación en las exportaciones mundiales se han cuadruplicado (de 0,57% en 1990 a el 2,28% para 1997);
Disminuyó la pobreza del 48% al 24%;
En su segunda presidencia disminuye la desocupación de un 18% a 12,3 %. O sea 6 puntos que implica 1.200.000 puestos de trabajo;
Se vendieron 6 millones de autos y 2.500 casas durante su período.
Teníamos el PBI per cápita más elevado de toda Latinoamérica durante el gobierno de Menem.
FUENTE: informe sobre el desarrollo Mundial, 1995.
Banco Mundial
Autor
Anonimo