SOLEDAD.-El hombre actual vive sus problemas en solitario (a causa de la dichosa Independencia). En la tribu, nunca tenía problemas graves, porque el grupo daba solución a muchos problemas individuales que actualmente intentamos solucionar de forma deficiente mediante los Seguros de riesgo. La figura de los vecinos adquiría importancia casi como la del familiar. Actualmente el núcleo familiar cuenta muchísimo y los vecinos muy poco. No existe el grupo más allá de la puerta de casa, y a veces ni dentro.
Quizás el sentimiento de Soledad, sea un Temor a tener que encarar en solitario una lista de problemas que están ahí amenazantes y que a veces no nos sentimos totalmente capacitados ni seguros de poder resolver. Este llamador que llevan colgado las personas mayores, puede resultar muy eficaz de cara a atenuar el sentimiento de Soledad. Se cuenta en todo momento con la atención de otra persona sin molestarla. El llamador es un buen sucedáneo, pero no es suficiente.
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La mayor Responsabilidad (estrés, infarto) va intrínsecamente unida al encargado de solucionar los problemas; al jefe de la empresa. Si de pareja hablamos: al antiguo cabeza de familia.
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CINISMO SOCIAL: Pienso que el Cinismo es como un mentís, dirigido a apaciguar el remordimiento que nos causa nuestro mal comportamiento ("La gente me acusa de ladrón, pero no lo seré tanto cuando frecuentemente doy limosna a los pobres" "Reciclo los envases de consumo, y por tanto no soy culpable de la contaminación del planeta").
La importancia mundial que damos a la vida de aquella famosa mujer lapidada por adúltera, y el silencio cómplice que guardamos ante los millones de personas que mueren en las guerras silenciosas del tercer mundo originadas por nuestros (el tuyo y el mío incluidos) intereses en sus materias primas.
Todos manifestamos públicamente un alto grado de preocupación por el medio ambiente, preocupación que no se corresponde con nuestras costumbres, cada vez más agresivas e irrespetuosas con la Naturaleza.
El padre de familia que desatiende olímpicamente la educación de su hijo, pero no duda en poner verde al maestro, con la excusa de algún pequeño incidente "intolerable".
Nadie quiere matar a los animales, pero el domingo comeremos pollo asado. Tranquilo que no eres tú quien lo mata, sino el matarife.
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Emociones que nos obligan al Consumismo: Gregarismo, Imagen y sensación de Progreso. Tres emociones muy arraigadas en nuestro subconsciente genético. Actúan simultáneamente y son prácticamente irresistibles. Compro porque todo el mundo compra. Lo que compro aumenta mi Imagen social, y estoy "a la última" (en tecnología, o lo que sea).
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EL PLACER DE LA AVENTURA.- La aventura nos hace salir de nuestras seguridades (zona de confort), de manera que aparecen pequeños problemas que hay que ir resolviendo. Las Seguridades cierran la puerta a los problemas y por consiguiente al Placer. A más gravedad del problema, mayor felicidad o placer en el momento de su resolución.
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PAREJA: El grado de interés en que la pareja continúe unida, es directamente proporcional a la Tolerancia. Si hay interés, hay Tolerancia. Si alguna de las partes pierde interés en la unión, también lo hace la Tolerancia. Nadie permanece ligado a un equipo que no le aporte algo. La Tolerancia es aplicable a todos los ámbitos de nuestra vida: Si tengo interés, me muestro tolerante. De lo contrario me mostraré intransigente. Para que haya interés entre dos partes es imprescindible una interdependencia: Algo tiene que aportar una a la otra. Si una no recibe, desaparece el interés y por tanto la Tolerancia.
Interés por algo es dependencia de ese algo. Vale la pena sacrificarse por ese algo (Tolerancia).
El mantenimiento de la pareja necesita Tolerancia, por lo que hay que fortalecer el interés revalorizando los beneficios de la unión y el valor del otro.
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Emociones "comodín" de Beneficio o Perjuicio: la Inteligencia puede, siempre que así proceda, colocar en los platillos de la balanza emocional la pesa del beneficio o del perjuicio. Estas emociones pueden aplicarse a cualquier acción o abstención. Son muy utilizadas en nuestra vida diaria: Este camino ayer era muy bueno, y hoy lo han estropeado y es muy malo. Este cambio de un día para otro no podría ser regulado por las emociones genéticas, y se hace precisa una emoción comodín convocada por la Razón. Las emociones son automáticas y no pueden adaptarse a las eventualidades y cambios. La emoción comodín coyuntural o discrecional, unida a cualquier emoción genética hace que esta última aumente su fuerza o se debilite. De ahí la importancia de la Razón en el control emocional.
La conocida como VOLUNTAD o MOTIVACIÓN funcionaría en base a esto. Cuando hablamos de Voluntad , siempre aparecen los dos platillos emocionales: Uno con lo bueno (lo que pretendemos) y otro con el coste o sacrificio necesario para conseguirlo. Es asunto de la Razón y de la educación o cultura, la valoración de cada uno de los platillos. El resultado decidirá la conducta. La persona actúa con voluntad o motivación cuando el platillo que invita a la acción pesa más que el del coste o sacrificio. Cada persona valora de forma distinta y por eso hablamos de voluntad o falta de voluntad. Resulta obvio que el espíritu de sacrificio que se haya trabajado durante la infancia, resultará muy favorable para formar la Voluntad, ya que ese platillo pesará poco. Es igual que cuando compramos algo material: Sólo compraremos cuando el platillo del beneficio (del tipo de beneficio o gusto que sea) del artículo, sea superior al coste monetario del mismo.
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GREGARISMO: Cuando te sales del camino del grupo, o eres el más listo o eres el más necio. Llevamos más papeletas para lo último, y menos para la genialidad.
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Lo del perro de PAULOV es una prueba de que las emociones pueden ser convocadas por la Memoria: Por ejemplo: Paulov me visita a diario, siempre con su perro. Un día veo aparecer el perro, y, como siempre, me levanto a saludar a su amo. Ese día el perro ha venido solo. Mi emoción (saludar a Paulov) ha respondido a un estímulo impropio (el perro). La vida está llena de situaciones similares. Es el archivo de nuestra memoria quien organiza la reacción emocional atípica. Podemos decir que la memoria ha sido burlada, igual que podemos decir que la inteligencia ha sido burlada en el caso de una estafa, o que el sentido de la vista es burlado cuando aprecia que el cuadro blanco es más grande que el negro, siendo en realidad ambos iguales.
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VIOLENCIA DE GENERO: Cuando 2 mantienen una lucha en la toma de decisiones, cada uno con sus armas, pueden hacerlo bajo un equilibrio de fuerzas. Si fuerzas externas intervienen desarmando a una de las partes, se rompe el equilibrio. Desde ese momento, la parte protegida, puede ampararse en la impunidad para desarrollar comportamientos abusivos, que no harán sino enardecer en la otra parte el ánimo de lucha para combatir la conducta abusiva y restablecer un estatus de Justicia. En el primer caso se luchaba con armas convencionales, y con poco daño se decidía la contienda. En el segundo caso, la diferencia de fuerzas es grande y la contienda sólo puede decidirse como todos desgraciadamente conocemos. El individuo llega a esta situación con dos opciones: 1) Continuar la contienda (violencia), que es lo que pretendemos evitar. 2) Desistir de la lucha y aceptar injustamente, y como mal menor, la supuesta conducta abusiva. Resultaría utópico pensar que todo el mundo tiene la cabeza lo suficientemente bien amueblada como para elegir esta segunda opción. Dónde estuvo el origen de este callejón de difícil salida emocional: En las medidas superprotectoras. Existe una palabra positiva: "protección"; y hay otra palabra negativa: "superprotección".
A la Naturaleza no le ha pasado por alto el problema del equilibrio de pareja, y en ello lleva trabajando miles de siglos. Parece un poco prepotente que nosotros pretendamos mejores resultados con unas medidas revolucionarias de ayer para hoy. Hay muchas posibilidades de que estemos metiendo la pata en algo. Lo que la Naturaleza resuelve con un nivel de violencia bajo, las fuerzas injerentes, con su intervención, lo abocan a un nivel de violencia muy superior, que es justamente el que pretendemos evitar. La preocupación administrativa por la protección de la Justicia dentro y fuera de la casa, nos llevaría mucho más rápido y seguro al cese de la violencia.
Ejemplo ilustrativo de todo lo anterior: Imaginemos dos niños (A y B) disputando a la salida del colegio por una moneda aparecida en el suelo. En esto llega el padre de A (fuerza ingerente desequilibrante), y B, prudentemente se retira de la contienda dejando a A en posesión de la moneda. A se retira con su padre, y desde esta protección, hace un corte de mangas y una "peineta" a B (situación abusiva injusta). ¿Cómo puede terminar mañana esta historia?.¿ Puede a A resultarle costosa, a la postre la protección injustamente recibida ayer? ¿Cómo podía haber terminado la contienda si no hubiese intervenido el padre de A? ¿Qué hubiera ocurrido si el padre de A hubiese intervenido, no aplicando la protección, sino la Justicia? Este ejemplo sólo se diferencia del de la Pareja, en que no hay Voto electoral en juego. El órgano protector consigue las simpatías del órgano superprotegido, difícil de conseguir por cauces normales. Si no hay regalo, no hay voto. Hay que servir la cabeza de San Juan Bautista sobre la bandeja.
Todo este proceso se ve propiciado por la tendencia genética (emoción) de utilizar siempre el hombre un código de conducta favorable y de protección a la mujer (Caballerosidad). Esta tendencia genética de protección y de procurar siempre lo mejor para la mujer es un valor equilibrante en la Pareja, maravillosamente previsto por la Naturaleza.
Al hilo de la Justicia, es de todos sabido que ante una situación injusta, la persona reacciona intentando castigar al injusto, aun a costa de tener que pagar un alto coste. ("Que me quede yo ciego con tal de que tú pierdas un ojo"). No estaría mal que la Administración, ante los casos de denuncia de malos tratos, además de las frías actuaciones protocolarias protectoras establecidas en estos casos, tratara, mediante profesionales de la psicología, esclarecer el problema de pareja y ayudar a las partes a resolver el conflicto de forma justa y civilizada. A veces la justicia puede resultar complicada, pero el mero hecho de escuchar a las partes, serviría de desahogo a las mismas. Quizás desaguando un poco, el pantano no llegue a reventar.
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Si la Inteligencia decidiera nuestros actos (nuestra vida), no tendría sentido hablar de "inteligencia emocional". Las emociones resultarían innecesarias.¿Para qué servirían?. La Inteligencia no encontraría obstáculo, y diría a las Emociones: "Me parece muy bien vuestra anticuada opinión pero yo haré lo que crea conveniente, porque vosotras no pensáis y yo sí". Cuando reconocemos la importancia de la llamada "inteligencia emocional" en la marcha de nuestra vida, estamos reconociendo la capacidad de las emociones de Decidir nuestros actos.
Por otra parte únicamente las Emociones pueden tomar decisiones. De lo contrario se produciría un conflicto de competencias entre Emociones e Inteligencia, y la Naturaleza es perfecta y no puede caer en ese error tan simple. Imaginemos una empresa donde dos personas tuviesen la capacidad de tomar las últimas decisiones en temas relevantes. Podría verse la empresa abocada a la inoperancia y a la rectificación constante. A lo más que puede llegar una empresa es a dividir los ámbitos de actuación en dos, y que cada uno sea soberano en su parcela, de manera que las decisiones de ambos no interfieran, pero en este caso resultaría antieconómico mantener dos órganos supremos, y si nosotros no pecamos en eso, la Naturaleza, como paradigma de economía, mucho menos. Imaginemos el caos que se produciría en un gobierno en el que cada ministro pudiese decidir en asuntos de cualquier ministerio. Inmediatamente nos vendría a la cabeza abrir las puertas del manicomio.
La Naturaleza es sistemática en su funcionamiento, y bastaría un solo caso de conducta irracional para concluir que no es la Inteligencia quien decide nuestros actos.
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FALTA DE CRITERIO EN EL INDIVIDUO (el "hombre unidimensional" de Marcuse): Nuestro criterio está en manos de los medios (los actuales"formadores de opinión", antes conocidos como "notarios de la realidad").
Antes existía lo que se llamaban "corrientes" (varias). Sobre una modificación de lo habitual, había partidarios y detractores. Todos aportaban su punto de vista sin que por ello vieran disminuido su prestigio.
Actualmente y gracias a los medios informativos, puede, al comienzo de una innovación escucharse algo de discrepancia, pero una vez que la innovación va tomando cuerpo en los medios, la sociedad, entregada a los eslogan mediáticos, condena a la marginalidad a todo el que se oponga. Para esto se ha acuñado un concepto bastante explícito: "Lo políticamente incorrecto". "El que se mueve, no sale en la foto" Cualquier profesional "políticamente incorrecto", está condenado al rechazo y a la pérdida de prestigio o incluso puesto de trabajo o cargo. ¿Quién se atreve a "ponerle el cascabel al gato"? Todo esto viene a cuento del hecho de que ningún profesional se atreve públicamente a poner en duda el eslogan de turno, y sin embargo "en petit comité", frecuentemente vemos que disienten. El resultado es que vivimos en una sociedad en la que creemos que todo es correcto y tal como nos lo cuentan (zona de confort), y además con razón, porque ningún profesional del ramo se atreve nunca a discrepar sobre la opinión generalmente aceptada. Los medios de comunicación son terribles. Antes, la idoneidad de los cambios debía refrendarse en la opinión pública. Todo estaba abierto al debate. Ahora basta con que varios medios coincidan en publicar el eslogan novedoso (la novedad siempre es noticia). De esta manera tan sencilla se consigue poner a todo el mundo de acuerdo, sin tener que molestarnos en discutir, que no es bueno para la salud, según nos explican los facultativos. ¿Borregos? No, que suena muy mal. "Socialmente adaptados" quedaría mejor.
En todo juicio siempre hay dos partes a la que escuchar. Nosotros escuchamos sólo a una, y así es más rápido y menos laborioso el veredicto.
En medio de esta avalancha informativa que nos llega a diario, resultaría imposible someter a debate cada acontecimiento noticiable. Todo tiene su lógica. Además, el exceso de distracción (imágenes, ruidos, mensajes publicitarios, y todo ello aliñado con buena dosis de prisas) dificulta la concentración necesaria para el análisis reposado.
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El varón actual, cada vez tiene menos necesidad de PENSAR, porque la sociedad del consumo encuentra su razón de ser, precisamente, en la solución de posibles "problemas". Por ejemplo: Antes se te rompía la pata de una silla, y tenías que organizar la operación del arreglo, tiempo, materiales, herramientas, cooperaciones…Ahora no existe el problema. Se trata simplemente de llamar por teléfono, y por unos € (de tu trabajo) tienes una silla nueva, y hasta se encargan de llevarse la rota. Entrar en la dinámica de "no tener que pensar", es ir contra lo más característico de la naturaleza humana, y los efectos secundarios a nivel emocional (felicidad) pueden ser graves. Fuera del terreno material, los medios de comunicación se encargan de organizarte tus opiniones políticas, religiosas, de pareja, del bien y del mal. Si estás de acuerdo con ello, ya sabes que estás de acuerdo con el resto de la sociedad que van a opinar lo mismo que tú porque van a recibir la misma alfalfa, como ya opinó algún pensador. Plantear tu criterio, es discrepar, y por tanto obligar a pensar a tu auditorio. Se te considera insociable. Y es verdad. Es terrible.
Antes la vida era más simple: Había pocos frentes abiertos al intelecto. Cada quince días ocurría un asunto novedoso y podías entretenerte en analizarlo y formar tu propio criterio. No te contaminabas con fuentes interesadas, sencillamente porque los medios de comunicación no eran asequibles. Actualmente nuestra vida está muy diversificada en infinidad de direcciones. Imposible dedicar al análisis de cada tema el tiempo imprescindible. Y si no puedo analizar ¿cómo sé lo que me conviene y lo que no?: Los medios de comunicación me hacen el trabajo. Ellos tienen la "virtud" de podernos poner a todos en sintonía con la misma tendencia (son "formadores de opinión" ¿Nos hemos parado a pensar el alcance de estas dos palabras ?. La potente emoción de Gregarismo hará el resto. Miro a los medios de comunicación, veo lo que hacen u opinan los demás y ya puedo tomar mi decisión sin tener que preocuparme en pensar si está bien o mal (zona de confort).
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La Inteligencia hace el trabajo de examinadora de nuestra vida. Como cualquier examinador, puede ser muy exigente y nunca dar el aprobado a nuestra vida (malestar, infelicidad), o tolerante y considerar que casi todo nos va bien (bienestar, felicidad). Como el "éxito social" , normalmente, sólo lo alcanzan los exigentes, hay muchas posibilidades de que la persona exitosa no alcance las cotas de felicidad que puede alcanzar la persona menos exitosa que tolera y está más conforme con lo que ocurre en su vida.
Nuestro fallo de apreciación consiste en relacionar el "éxito" (es objetivo, y cualquiera puede medirlo), con la felicidad (subjetiva, que únicamente puede ser apreciada por el interesado).
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PAREJA.- Los hijos son como un automóvil que hay que conducir, y la dirección a tomar es importante para llevarlos donde conviene. El problema es que los dos cónyuges vamos agarrados al mismo volante. Es normal que haya muchas discrepancias, sobre todo teniendo en cuenta que la mujer es partidaria de la superprotección amorosa sin reservas, mientras el hombre da más importancia a la disciplina formativa. Ambas actitudes son complementarias pero opuestas. Esta diversidad de roles deben ser conocidos y aceptados con Tolerancia por ambos cónyuges , en el convencimiento de que los dos son precisos. No deben los dos cónyuges comportarse como dos padres o como dos madres. Desgraciadamente en las sociedades desarrolladas suele ocurrir algo de esto último, y los resultados están ahí.
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Los Prejuicios tienen consideración negativa; sin embargo encuentran su razón de ser en el hecho de que ahorran mucho trabajo al intelecto. De 100 veces que actuamos con prejuicio, acertamos 90 y fallamos 10. Hay que valorar los fallos (negativo), pero también el ahorro procedimental (positivo). Usar los prejuicios con prudencia pero no renunciar a ellos de forma sistemática. En medio está la virtud.
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La Inteligencia, son los ojos por los que miran las Emociones. La Inteligencia hace previsiones e ilusiones, mide y hace juicios de valor, crea estrategias operativas, analiza, emite dictámenes sobre el rumbo de nuestra vida, poniendo sobre la mesa emociones de Miedos y Temores. La Inteligencia (el pensamiento) tiene buena parte de culpa (casi siempre) de nuestras sensaciones negativas y pesimistas generadoras de malestar.
Cuando decimos: "Qué ingrata es la vida." "Me siento solo." "Cómo pasa el tiempo." "Se está acabando el verano y las vacaciones." "Ya no soy el de antes." "Caigo mal a todo el mundo."…, estamos escuchando dictámenes de nuestra Inteligencia (pensamiento). Debemos acostumbrarnos a evocar pensamientos positivos siempre que sea posible, y evitar los negativos en casos sin solución, o inevitables: Si digo: "Ya no soy el de antes", el malestar no mejorará mi situación. Si digo: "Caigo mal a todo el mundo", lo primero será borrar la palabra "todo", y lo segundo hacer que la inteligencia (pensamiento) se haga cargo del problema y análisis de realidades, para poder corregir o mejorar la forma de interactuar con los demás.
Concluyendo: ¿hay solución o mejora del problema a precio razonable?: Pienso y busco soluciones. ¿Imposible, para mis posibilidades, mejorar?: Desvío el pensamiento, y lo distraigo en otros asuntos. Por el contrario, me recrearé siempre en los pensamientos de índole positiva, generadores de bienestar. Me acostumbraré a buscarlos y subrayarlos: Qué día más bueno hace, qué suerte tengo con mi pareja, cómo me ayudan mis compañeros, qué bien huele, Qué rica está la comida, me siento bien…
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Desde la aparición de los medios de comunicación, el hombre ha ido perdiendo gran parte de su capacidad crítica, porque resulta más cómodo dejar que sean los medios los que "piensen" y nos den los resultados de las preguntas del examen. Esto se vería agravado por el exceso de información al que estamos sometidos y que haría inviable pasar todos los conceptos , noticias u opciones por el control de nuestro criterio. Pensar consume tiempo y energías. Además, como el resto de ciudadanos funciona igual, resulta que nuestra opinión se hace coincidente con la del resto de la sociedad, lo que resulta muy tranquilizador (Gregarismo). No importa que estemos todos equivocados o manipulados (cuando todo el grupo está en el error nadie lo nota, porque nuestro subconsciente nos informa que todo el mundo no puede estar equivocado). Así los "memes" se transmiten con tanta facilidad: Las redes y medios de comunicación facilitan el trabajo. Se hacen moda (coincido con el resto del grupo, estoy informado, estoy a la última, usarlos embellece mi imagen social). Adoptar estos memes no me acarrea problemas visibles. Los invisibles, como no pienso ni analizo, ni me entero. Las marionetas no se dan cuenta de que otro las dirige.
Los medios de comunicación han aumentado a la enésima potencia (y el problema va a más) la posibilidad de emitir mensajes publicitarios o manipulativos. ¿Qué pasaría si el ciudadano, además de atender a sus propios problemas, tuviese que ir contrastando minuciosamente cada uno de aquellos mensajes? Por ello, a nivel mental, ese ciudadano hace lo más económico, consistente en dar por buenos todos los que procedan de una fuente "fiable", porque todo el mundo hace igual, todo el mundo habla de lo mismo. Si todo el mundo habla de esto es que esto es lo importante.
Queremos progreso y medios de comunicación, ahí los tenemos. Ellos nos controlan, y, mientras les sigamos prestando atención, resultará imposible evitarlo. De cualquier forma, el ciudadano tiene en su mano el interruptor de la tele, o la opción de no pasar por el kiosco. Es cuestión de dominar el sentimiento de Marginación (los demás están informados y yo no), que no nos sirve para nada (el sentimiento de Marginación está en nuestra genética porque a nuestros antepasados les servía de protección vital). Si no consigues dominar el sentimiento de Marginación, mejor dejarte llevar por la corriente del grupo y no complicarte y sufrir.
Los medios de comunicación, saben que al ciudadano le gustan las noticias coincidentes con la opinión general (si dos medios no fueran coincidentes, se vería el ciudadano obligado a tener que pensar para poder contrastar las dos opiniones. El ciudadano no está dispuesto a este trabajo, ni tiene tiempo. Es difícil sacarlo de su "zona de confort"), y trabajan los medios en esa dirección, de manera que cuando se crea un eslogan del tipo "Hay que acabar con Hussein" "El machismo" "La violencia de género es un problema social de primer orden" "Nuestro sistema dictatorial fue terrible" "Para educar a los pequeños, sólo podemos utilizar los buenos consejos, persuasiones y premios" "El que no vota no tiene derecho a protestar" "Detengan a Kony"… no aparece en los medios, ningún comentario que ponga en tela de juicio el eslogan. De un problema, los medios te presentan únicamente la cara que les interesa, la cara que vende. La otra parte no tiene voz. Hacemos nuestros juicios escuchando sólo a una parte, con lo que el veredicto es siempre rapidísimo. Escuchar a la otra parte nos complica y consume un tiempo que no tenemos. Crearle dudas al ciudadano sobre sus creencias y obligarlo a pensar y recapacitar sería terrible, porque el ciudadano defiende su "tranquilidad" (zona de confort) atacando y descalificando al medio discrepante: "son unos fachas" "¿cómo se atreven a opinar de esa forma?" "Este diario no es serio".
La búsqueda de la verdad nunca debería huir de la confrontación de pareceres. Es más: La confrontación fortalece la verdad. Pero, repito, esto es inviable debido al desorbitado caudal de información a que estamos sometidos. Todo Dilema es fuente de ansiedad y no estamos para ansiedades añadidas. Lo más cómodo es no salirte de tu zona de confort . En la antigüedad los grandes filósofos o pensadores, con seguridad que tenían tiempo para pensar; algunos incluso vivirían sin ataduras materiales. Cuando pensaban lo harían libremente sin verse obligados a respetar los eslóganes o creencias del momento, ni contaminación de prejuicios.
Actualmente, si piensas pero no tienes predicamento previo (título de), nadie te va a escuchar y tu pensamiento nadie lo va a aprovechar. Y si alcanzas reconocimiento, inmediatamente vas a dejar de pensar porque vas a ser objeto de nombramientos públicos, y actividades sociales que generarán problemas suficientes para una dedicación a tiempo total. Tendrás que estar siempre puesto al día para defenderte de los ataques a tu estatus, y por supuesto serás muy comedido en contradecir la opinión pública sea cual sea el campo a que afecte esa opinión, ya que "El que se mueve no sale en la foto". Hay que instalarse en "lo políticamente correcto". —o0o— Yo entiendo la "zona de confort" como el espacio en el que el individuo se acomoda. Todos tendemos genéticamente a acomodarnos en un espacio, sea o no feliz, y las innovaciones son recibidas con recelo: Ninguna moda es aceptada desde el principio. Después el Gregarismo va poco a poco haciendo acto de presencia y facilitando, con alguna excusa "razonable", nuestra entrada en esa moda que ayer no nos parecía bien.
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PAREJA: El hombre se queja únicamente de algo concreto que pueda mejorarse, y en base a una opinión subjetiva. Procura ahorrarse muchas quejas por irrelevantes.
La mujer puede quejarse por igual motivo que el hombre, pero además, nunca se ahorrará ninguna otra queja, ya que la queja la utiliza como arma defensiva ante la mayor fuerza del hombre (la mejor defensa es un ataque). La queja quiere decir: Mientras me quejo, tú debes defenderte (rompo tu ataque). Al quejarme, estoy diciendo que me siento perjudicada, y que por consiguiente debo recibir más beneficios equilibrantes y justos ("el que no llora no mama"). La queja siempre resulta, en mayor o menor medida, beneficiosa para el que la utiliza. El fuerte no necesita quejarse, sino tomar directamente por su mano lo que crea oportuno, sin necesidad de justificación o queja.
Esto quiere decir que no siempre que la mujer se queje, hay que pensar que está realmente enfadada y preocupada. El hombre debe aceptar la queja de la mujer como algo natural y genético, y no darle más vueltas ni lecturas al asunto. Al poco desaparecerá el malestar de la mujer, sin dejar huella, porque ese tipo de quejas son casi subconscientes. Como la queja es genética en la mujer, el hombre debe escuchar y tolerar estas manifestaciones sin contradecir ni polemizar. La mujer por su parte debe controlar ese arma -innecesaria en nuestro tiempo- porque la queja produce malestar y negativismo en el ambiente familiar. La mujer puede conseguir todo lo que quiera sin necesidad de quejarse porque ya no tropieza con la fuerza del hombre. El "cabeza de familia" ha sido felizmente erradicado de nuestra civilización y sólo perdura en sociedades tercermundistas.
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Hay acciones de toda la vida que no tienen un nombre concreto. Por ej. Salir a correr. De repente le ponemos un nombre "footing". Igual diríamos de la"asertividad", "resiliencia", "inteligencia emocional"…Hay muchos ejemplos. La gente empieza a interesarse por el tema. En realidad con ponerles nombre no estamos aportando gran cosa, y parece que estamos inventando algo nuevo, desconocido para nuestros antepasados.
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EL TIEMPO EN NUESTR0 ESTILO DE VIDA: El problema de la civilización y consumismo radica fundamentalmente en que las 24 horas del día no pueden estirarse: Si queremos disfrutar algo nuevo, sólo tenemos 2 opciones: 1) Prescindir, por falta de tiempo, de algo que nos agradaba (si estaba en nuestra agenda era por algo). 2) estrechar las actividades para crear hueco (estrechar significa perder calidad) ¿Realmente interesa la operación, habida cuenta que muchas actividades placenteras que vamos a eliminar nos las ofrece la vida gratuitamente? Compro muchos artículos susceptibles de producir placer. Al amontonarse, no puedo disfrutar de todos a la vez y tengo que, dolorosamente, dejarlos escapar. Sin embargo, el hecho de no haberlos disfrutado, no me exime de la obligación de pagarlos todos y cada uno (no me descuentan en la tienda por no haber tenido tiempo de disfrutarlos). A lo mejor el coche ya no me hace la misma ilusión, pero las letras tengo que seguir pagandolas. Los placeres pueden solaparse unos con otros y perderse. Compro ropa que ni siquiera llego a estrenar, etc. No sólo he gastado el dinero que me costó ganarlo, sino que además siento el malestar que me causa el despilfarro. El Despilfarro es una emoción dolorosa que se produce siempre que se destruye o inutiliza un bien escaso sin recibir ningún tipo de beneficio.
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SANIDAD EN EL PROGRESO: En la antigüedad las deficiencias orgánicas o funcionales, no se transmitían porque los portadores, o bien morían, o bien tenían problemas y no eran elegidos por las hembras, debido a la deficiencia que dificultaba el aporte de recursos. Lógicamente, sus posibilidades de tener hijos, eran escasas y por tanto no transmitían su genética defectuosa.
Actualmente cualquier portador de deficiencia orgánica, transmite regularmente sus genes, sin restricción alguna.
Las nuevas generaciones somos mucho más vulnerables a anomalías y enfermedades. Antes sólo se presentarían de forma esporádica. Las epidemias podrían haber nacido de la mano de los grandes núcleos de población, donde las personas viven en un hacinamiento antes desconocido.
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Cuando una pareja discute, cualquier otra mujer que intervenga, lo hará a favor y en defensa del lado femenino y en contra del hombre. Cualquier otro hombre que intervenga lo hará prioritariamente a favor de la mujer y sólo en algunos casos muy claros lo hará a favor del hombre.
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No se puede aumentar el consumo máximo de hormonas productoras de bienestar o felicidad (el organismo tiene que recuperarse de esa pérdida de sustancias fisiológicas). Lo que quiere decir que por mucho que lo intentemos no se puede ser más feliz de un límite. Nuestro organismo se las ingenia para alternar momentos o ciclos de felicidad con otros de ausencia de felicidad, permitiendo así la recuperación. Se habla del día después de la boda como un día triste. No busquemos motivos. Símplemente hemos derrochado hormonas de bienestar y no nos quedan. Hay que esperar a que se regeneren. Lo que sí puede ocurrir en este ciclo normal es que se interrumpa la producción de hormonas de felicidad a causa de problemas duraderos y absorbentes, dando lugar a una revolución reactiva de nuestro organismo conocida como Depresión. La Depresión hará que todos nuestros proyectos y empresas actuales , al desatenderlos, se vengan abajo, incluidos los que originaron la ausencia de felicidad durante tanto tiempo. Después de la Depresión nos encontraremos con una nueva vida y nuevos proyectos, de manera que vuelva a aparecer de forma natural la Felicidad. La Depresión no es un castigo inoportuno e innecesario de la Naturaleza sino una herramienta sanatoria de ésta. Dura tiempo porque es necesario para olvidarnos , romper, perder, o dejar atrás lo que nos cerraba la puerta del Placer. Queda claro que la Depresión se cortará cuando queden libres los conductos de la Felicidad o Placer. Mientras continúe la Preocupación, o no se haya sufrido bastante el duelo culposo, continuará la Depresión. Tanto en la Preocupación como en el Duelo va a ser muy importante el trabajo y razonamientos positivos del pensamiento o inteligencia.
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LIBRO DE PUNSET "EL SUEÑO DE ALICIA" Pag. 55 de mi copia (al final del cap. 4): "A lo largo de la historia, la soledad y su subproducto, la tristeza, fueron los rasgos adalides de los jóvenes más creativos. El propio Aristóteles afirmaba cuatrocientos años antes de nuestra era que «todos los hombres que alcanzaron la excelencia en filosofía, poesía, artes y política, incluidos Sócrates y Platón, eran enfermos de melancolía». En pleno romanticismo, la creatividad estaba vinculada a la tristeza y a la soledad. Cuanto más huraña, maleducada, introvertida o solitaria era una persona, más potencial creativo parecía esconderse tras ella. Se ha citado en ese sentido a sabios como Descartes, Newton, Locke, Pascal, Spinoza, Kant, Leibniz, Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard o Wittgenstein; supuestamente ninguno de ellos se casó, y la mayoría de ellos vivieron solos casi toda su vida. Y lo mismo ocurrió en el siglo XX con las mentes más singulares y creativas." Opino yo al respecto, que toda persona que piensa deja menos sitio para el disfrute (el disfrute necesita centrarse en él mentalmente, "aquí y ahora". Si estoy en una comida de negocios, o algún otro problema ocupa mi mente, no podré disfrutar al 100% de los alimentos. Esto sería aplicable a cualquier otro tipo de disfrute).
Por otra parte, las personas que no piensan (no salen de su "zona de confort"), normalmente coinciden y están de acuerdo con los eslóganes sociales. Estas personas difícilmente pueden aportar nada nuevo. La persona que piensa tiende a cuestionar: "¿por qué esto tiene que ser así? Esta persona que se resiste a los eslóganes y usos sociales, lógicamente aparece ante los demás como "rara". Estas personas son las únicas que, en algunos casos esporádicos, pueden aportar algo nuevo o interesante.
El que no piensa, disfruta de su bocadillo de jamón, y esto le produce felicidad. El que piensa, sabe que hay peligro de sobrepeso, de colesterol, quizás de costes excesivos , etc. y esto le impide disfrutar a tope del bocadillo, haciendole entrar en el negativismo ("hay que estar pendientes de lo problemático para solucionarlo, lo bueno no necesita prestarle atención porque no necesita reparación"). El conocimiento nos lleva al problema. La necedad no alcanza a ver problemas.
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INTUICIÓN: La Intuición no es más que una decisión tomada sobre un aporte incompleto de datos, sea por motivos de urgencia inaplazable o por imposibilidad razonable de obtener nuevos datos. La Intuición no existe. Si la intuición existiera, el empresario no necesitaría entrevistar a sus futuros operarios. Nos pondríamos ricos con la lotería, o acertaríamos quién va a ganar las elecciones, o la carrera de caballos. El médico no necesitaría análisis exhaustivos para decidir el diagnóstico., etc.
La Intuición sólo acertará en un porcentaje de ocasiones más o menos alto según la cantidad de datos referentes al caso que tengamos almacenados en la memoria, así como la frecuencia con que se produjeron. Aquí vemos la relación directa entre Intuición y Experiencia.
Las personas disminuidas psíquicas, los niños o personas sin experiencia sobre un asunto determinado, nunca dispondrán de una Intuición fiable. Por ejemplo: Si yo no entiendo de Agricultura, nunca podré apostar por el nuevo año agrícola, o si el aceite va a subir o bajar en consecuencia.
El hombre necesita adelantarse al futuro, para no verse sorprendido por éste. Arriesgamos razonamientos incompletos con la certeza que, a la larga, y en base a la experiencia, por ley de probabilidades, esta conducta aportará más beneficios (aciertos) que los perjuicios que nos acarrearía no tomar una decisión improrrogable. La función de la Intuición es librarnos de una inoperancia que puede resultar peor que la posibilidad de error de la llamada Intuición.
Resulta una necedad decir que la Intuición es más fiable que el raciocinio.
Existen raciocinios con el 100 % de garantías de acierto.
Una Intuición nunca puede alcanzar el 100 % de garantías de acierto, porque en este caso no estaríamos hablando de una intuición sino de un raciocinio con datos suficientes.
Los prejuicios, supersticiones, temores e ilusiones, se basan en la Intuición.
La Instuición tiene un componente aleatorio que puede inducir a error sobre la valoración de sus aciertos. También los adivinos aciertan a veces, dejando a los necios con la boca abierta. No sólo hay que valorar los aciertos; también hay que computar los fallos.
Fiarse de la Intuición con datos incompletos es un acto de valentía o temeridad si no hay urgencia. No fiarse de la Intuición y esperar la totalidad de unos datos que probablemente no llegarán, conduce a la inoperancia negativa. Los dos extremos serán perniciosos. La mezcla de ambos será lo más sensato.
Donde no llega la razón sólo queda la intuición. Uno de los datos que la Razón toma en cuenta para su análisis es el aportado por la Intuición subconsciente.
Fiarse de la Intuición despreciando la aportación de nuevos datos, es temeridad negativa.
Puede suceder que la Razón opere en un supuesto con datos erróneos, y la decisión que propicie resultará, lógicamente, errónea.
Procesar un exceso de datos puede resultar agotador y hasta inoperante, y a veces es preferible simplificar a base de intuición. (por ej. tengo en el supermercado 10 variedades de galletas para elegir. Sería un derroche de tiempo detenerme a estudiar cada una de ellas. Dejo que mi intuición elija. Este ejemplo vendría a ilustrar que en los paises consumistas, donde no es precisamente tiempo lo que nos sobra, el exceso de ofertas en todos los ámbitos provoca la omisión del razonamiento (resultaría lento y problemático) y las decisiones se adoptan de forma intuitiva, y es justo aquí donde la publicidad hace su agosto. Estamos asistiendo a la evolución del homo sapiens a homo eslogan.. Cuando hablamos de intuición, estamos hablando de nuestro amplísimo sistema emocional subconsciente. Podemos distinguir una intuición apoyada en razones o motivos genéticos : por ej. la sonrisa de nuestro interlocutor o su cara de pocos amigos, los ruidos extraños, huir de la oscuridad, unirnos al grupo… También podemos encontrar otros motivos de intuición propios de cada cultura: por ej. el que va bien vestido nos inspira más confianza. Sabemos distinguir la silla del jefe de la de los subordinados, y de los tres que van paseando sabemos que el superior es el que le han dejado el puesto del centro.
Al razonamiento incompleto lo llamamos Intuición para entendernos hablando, pero repito que no tiene una entidad propia. Es como si inventásemos una palabra nueva para expresar que "nos hemos quedado a medio camino". El camino es sólo uno.
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PROGRESO: Muchos problemas y muchas carencias (muchas posibilidades de satisfacerlos y por tanto conseguir Felicidad). Poco tiempo para centrarse en el disfrute. Preocupaciones y disfrutes se solapan en el tiempo, prevaleciendo la molestia de las preocupaciones y quedando anulado el disfrute. Hablan del "Aquí, ahora" . Si estoy comiendo y a la vez pensando cómo esquivar el atasco de tráfico que me espera a la salida, no puedo paladear la comida. Las dos cosas son precisas. ¿Qué hago? Paradójicamente más sensación de Carencia ya que las ofertas son infinitas y no podemos atenderlas a todas. Sensación preocupante y continua de que algo interesante nos estamos perdiendo. Necesidad de dinero porque para todo necesitamos ir al establecimiento de turno (pérdida de tiempo para ganar ese dinero).
ANTIGÜEDAD: Menos problemas, menos carencias (menos posibilidades de Felicidad). Tiempo suficiente para paladear las pocas ocasiones que se presentaban. No necesidad de dinero porque las necesidades se satisfacían en la Naturaleza gratuitamente y no en el establecimiento. Poca sensación de Carencia, ya que no había oferta.
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PAREJA: La mujer ante la mentira: Si no se descubre, no hay problema y se consiguen beneficios. Si se descubre, no se consiguen beneficios pero no le perjudica en nada, o casi nada. Es de tontas no practicarla cuantas veces haga falta. El hombre ante la mentira: Si no se descubre, no hay problema y se consiguen beneficios. Pero si se descubre, no se consiguen beneficios y además el mentiroso queda estigmatizado como persona no válida para formar equipo laboral, asambleas, amistad, tratos, compromisos, etc., asuntos de los que en la antigüedad estaba liberada la mujer. Por eso, a lo largo de la Historia la "Palabra de hombre" era algo muy valorado. Un equipo no puede obtener buenos resultados trabajando con mentiras o datos falsos. Los hombres necesitaban asociarse y funcionar en equipo. Las mujeres, en la autonomía que caracteriza las labores domésticas, no. Esto queda impreso en la Genética tras miles de siglos de funcionamiento. El hombre dependía del grupo, la mujer menos.
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INSULTO O INJURIA: Buscan molestar (hacer daño-odio) y necesita comprobar que efectivamente se ha conseguido molestar; si vemos que no hemos logrado hacer daño, no nos produce placer, resultan frustrantes y atacan a nuestra Autoestima. El agresor se convierte en víctima de su propio odio.
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JUSTICIA: La justicia en la tribu, era ejercida por el propio agraviado, con perfecto conocimiento y valoración de las circunstancias agravantes o atenuantes concurrentes. Para evitar que esa justicia fuese abusiva (lo sería con frecuencia), debía pasar posteriormente el filtro del resto de la tribu (todos conocedores de ambas partes. Aquí vemos la importancia del sano cotilleo grupal) El que aplicara justicia de forma abusiva, sería castigado y marginado por el grupo , dependiendo de su nivel jerárquico(1).
Con la aparición del sedentarismo, las tribus se agrupan y crecen en un pequeño territorio, fusionándose y haciendose así más fuertes que otras tribus aisladas a las que pueden dominar más o menos fácilmente. Así nacen las ciudades. Aquí empieza a complicarse el ejercicio de la justicia, primero porque los individuos no se conocen unos a otros con la misma perfección que en la pequeña tribu. Segundo, entre tanta gente aumenta la posibilidad de anonimato . ¿Cómo voy a hacer justicia si desconozco al delincuente? Intento descargar mi rabia a diestro y siniestro y a molestar injustamente a los vecinos "sospechosos". Esto daría lugar frecuentemente a verdaderas batallas campales entre afectados, familiares, etc. Entonces, por el bien común, se hace necesario despojar al individuo del ejercicio de la Justicia, para evitar arbitrariedades. La administración de Justicia pasa a ser administrada por los jueces. El juez debe juzgar unos hechos que no ha visto. Desconoce las intenciones y los problemas internos de los afectados. Desconoce el talante de los mismos, circunstancias específicas, etc. Aparece la posibilidad de manipulación de leyes, jueces y testigos por parte del poderoso y la puerta de la injusticia queda abierta con excesiva frecuencia. La sed impotente de justicia hace su aparición.
El progreso no para una y otra vez de mostrarnos su lado más oscuro. No nos coloca en lo mejor, pero consigue los mejores parches.
Hemos visto el placer que sentimos al juzgar los acontecimientos que nos presentan los medios informativos. Nos gusta dictar sentencia sobre el bueno y el malo. La existencia de esta emoción nos informa de que nuestros antepasados, participaban en la aplicación de justicia en casos en los que no estaban directamente implicados. Entre todos había que buscar el mayor grado posible de Justicia.
En cualquier concurso televisivo, y gracias a algún "defecto" o "virtud", nos gusta etiquetar a los concursantes y subirnos al carro del "bueno", deseando que pierda el "malo". Todas nuestras actuales emociones tienen su origen en la tribu ancestral.
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DEPRESIÓN: Llevo 20 días con vértigos, preocupado porque no curan. Esta preocupación absorbente y duradera, me lleva a un estado depresivo. Rehuyo las conversaciones en el trabajo. He perdido apetito. He tenido que levantarme de la siesta insomne. Al día siguiente, el ánimo apunta igual que ayer. En vista de ello, decido "tirar la toalla" en mi preocupación por los vértigos. Inmediatamente noto apetito y sensación de normalidad. Ya hace 3 días. Los vértigos siguen, pero mi estado de ánimo es bueno.
Cuando la solución a un problema no está en mi mano, debo aceptarlo y "tirar la toalla". Inmediatamente termina el combate ( la preocupación), y se hace la paz interior, quedando nuevamente abierta la puerta a los placeres. Además de mejorar nuestra salud emocional, posiblemente mejoremos en algo el problema sanitario desde esta nueva situación de paz interna.
Traemos aquella máxima, generalmente aceptada: "Lo que se resiste, persiste. Lo que se acepta, se transforma". Nosotros tenemos un cierto control sobre nuestras emociones o sensaciones internas, pero no sobre los acontecimientos externos o naturales. Puedo transformar o hacer que evolucione un sentimiento, pero quizás no pueda hacer nada por transformar la causa que dio origen a ese sentimiento. Al aceptar lo inevitable no entorpezco mi salud mental. El problema es que nuestros subconsciente emocional, por razones prácticas, genéticas, desconoce el concepto de "inevitable" y siempre contempla la posibilidad de solución. Nuestra Razón sí lo conoce , pero de poco sierve porque ya sabemos que las emociones son soberanas frente a la Razón. El concepto "inevitable" no pudo fijarse en nuestra genética emocional porque, a su abrigo, caeríamos en el abandono de muchas empresas , incluso vitales. La vida sería muy pobre y conformista en todos los sentidos. Los individuos sucumbirían pronto y lógicamente esos genes "conformistas" no podrían transmitirse. Únicamente los individuos que lucharan hasta el final desafiando a "lo inevitable" podrían, a veces. alcanzar el éxito, sobrevivir y procrear transmitiendo así sus genes. Lo que no se intenta es imposible de conseguir. Por supuesto todo quedaba en manos del azar.
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Mientras paladeamos el Placer o bienestar, no podemos a la vez estar estresados o preocupados. El Placer y la Preocupación son incompatibles simultáneamente. Pueden alternarse en breve espacio de tiempo, pero no simultanearse. Cada vez que consigo olvidarme de la preocupación, abro la puerta a la posibilidad de placer. El olvido es temporal y volveremos a recordar la preocupación, volviendo a bloquearse el placer. Los mensajes positivos, o percepción del Placer, nos protegen del Estrés o preocupación. A la inversa, el Estrés o preocupación dificultan la percepción de los Placeres.
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La Cleptomanía se basa en la emoción genética, de apropiarnos de lo ajeno como forma fácil de obtener unos recursos que, en ocasiones, podían resultar vitales. El llamado Síndrome de Diógenes (nos encanta ponerle nombre a todo), se basa en la prevención y el ahorro. Nada es total y eternamente inútil. Mañana puede dar solución a algún problema. Si no hay que pagar almacenamiento…
Las personas normales, mediante el razonamiento controlan ambas conductas por razones obvias. Los afectados se dejan llevar por una emoción, aparentemente positiva, y al ser, normalmente, personas poco razonables, no les afecta el temor de los inconvenientes. No ven la necesidad de límites. A esto hay que añadir que este mal llamado síndrome no afecta a los ricos, sino a las personas de economía precaria. Si verdaderamente fuese una enfermedad no entendería de ricos ni pobres.
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ESLOGAN DE "VER PASAR LAS EMOCIONES. ACEPTARLAS SIN PREOCUPARNOS.": Tengo el dolor de la Envidia y a la vez otro dolor añadido por sentirme envidioso (me resisto a aceptarla). Si "veo pasar la envidia sin sentirme envidioso", me ahorro efectivamente el 2º dolor, pero el 1º continúa íntegro (la envidia, en su automatismo, continúa mandándome malestar). Así lo que se propone en el eslogan, resultaría una solución a medias. La Envidia continuaría a sus anchas, y al final, por mucho que hagamos como el avestruz, aparecerá el dolor de la impotencia, con lo que volveríamos a los 2 dolores del principio. La mejor solución es conocer el mecanismo de la envidia (o de cualquier otra emoción), y debilitarla desde la raíz: La envidia nace cuando yo aprecio en el otro,algo más bueno o valorable que lo mío. Yo no puedo evitar que el otro se revalorice, pero sí puedo dejar de apreciar lo "bueno" del otro, en base a que todo es relativo: ¿Nunca te paraste a pensar que el nuevo coche del vecino costó más horas de trabajo que el tuyo. Que gasta más combustible. Que paga más impuestos. Que los repuestos son más caros. Que paga un seguro más alto. Que tendrá más problemas de aparcamiento… Si al final llegamos a la conclusión de que el vecino merece Lástima, le habremos recortado un buen trozo a la Envidia.
Este razonamiento será muy difícil de asimilar para aquellas personas muy entregadas a la tiranía de la Imagen externa. El juego de las emociones es muy complejo, y cuando elegimos un camino debemos saber con qué nos vamos a tropezar.
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La Inteligencia no es competente para decidir nuestra acción o conducta. Funciona como un mero asesor de las Emociones, que son quienes tienen la potestad decisoria. Es fácil entender que los asesores no deciden, pero su opinión suele ser determinante en la toma de decisiones. Podríamos compararlo con el lazarillo que conduce al ciego. Normalmente el ciego hará lo que le aconseje el lazarillo, pero el ciego puede desoír al lazarillo. Como casi siempre hacemos lo que pensamos, nos parece que es la Inteligencia quien decide nuestros actos, pero no es así y hay muchos ejemplos en que no actuamos "de forma razonable" "No actuamos con cordura" "nos dejamos arrastrar por las pasiones". Bastaría un solo ejemplo para afirmar que son las Emociones las que deciden, ya que si nosotros , en la organización de nuestro mundo material, consideramos inaceptable el conflicto de competencias (dos centros decisorios al mismo nivel), mucho más la Naturaleza que funciona de forma perfecta y económica. En la Naturaleza puede haber fallos puntuales extraordinarios, pero nunca fallos sistemáticos de procedimiento operacional.
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Los pequeños necesitan a sus padres para sobrevivir. Pasada esa etapa de dependencia vital, no tiene sentido prestarles una consideración muy superior a la prestada al resto de niños del grupo. Este apego excesivo, que no existe en el resto de especies animales, causa a los padres y a los niños más problemas que beneficios. Si esas atenciones que dedicamos a nuestros hijos en exclusividad, las dedicáramos al resto de niños del vecindario, todos estarían servidos de todo. Una sociedad que promoviese como valor social el debilitamiento de los lazos paternales más allá de una cierta edad, sería una sociedad más perfecta que la actual. Nadie estaría desprotegido, nadie estaría privilegiado. Lo llamaríamos con palabras actuales "AMOR GLOBAL, O AMOR SOCIAL". Funcionaría como un verdadero "seguro" de lo necesario. Los padres podríamos morirnos con tranquilidad, sin el Temor de ¿Qué será de mi hijo cuando yo muera? —o0o— NEUROMARKETING WIKIPEDIA: Al final del artículo dice: "Las sensaciones negativas activan la INSULINA y ello indica que el producto objeto de mercado se va a rechazar". —o0o— Con la edad va aumentando el cansancio físico, incluso para pequeñas actividades. Por ello hay más momentos en que disfrutar del descanso. También con la edad y las mermas psicofísicas, disminuye la capacidad emprendedora, lo que conduce a una disminución de las preocupaciones y consumo de tiempo que acompañan a toda empresa. La falta de memoria (según dijo algún psiquiatra) va muy bien para la felicidad, porque se olvidan –pienso yo- los motivos de preocupación (La preocupación puede ser duradera, y puede afectarle la falta de memoria, mientras que el placer es momentáneo y lógicamente no cabe el olvido) Todas estas cosas favorecen el disfrute del "aquí ahora". De jóvenes, muchos disfrutes pasaban por alto ahogados por las preocupaciones y perfeccionismos. Esto explica aquello tantas veces escuchado de que no disfrutamos tanto con los hijos como lo hacemos con los nietos.
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Dicen que una emoción se controla con la opuesta. Esto sólo sirve para el caso del odio y el amor. La mayoría de las emociones no tienen opuesta. No hay emociones malas ni "tóxicas", sólo que hay que conocerlas y saber utilizarlas y controlarlas según los casos. La sal bien utilizada, es buena. Mal utilizada nos estropea el guiso o el pastel. Hay que conocer el funcionamiento de la sal. La razón o inteligencia tiene la palabra, enviándonos mensajes adecuados y actitudes coyunturalmente correctas en el manejo de las emociones.
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Querer "quedar bien con los demás", era para nuestros antepasados una emoción imprescindible para ganar o mantener Jerarquía. Al aparecer la Ley escrita y perder fuerza la Jerarquía, pierde sentido esta emoción. Es lo que aconsejan sabiamente los psicólogos y la propia razón: Que no hay que tratar de quedar bien con los demás a ultranza; pero las emociones están ahí, y aparecen de forma automática, haciéndose difícil contrarrestarlas si no se conocen, ni se detecta su presencia. Nota.- esta emoción es importante y debería aparecer en mi lista de "emociones sencillamente". También podría incluirse en la emoción "Imagen".
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Los varones no hemos desarrollado el sentido o facultad de discriminación de la belleza física masculina, porque la mujer siempre nos eligió por otros valores. En cambio, la mujer sí puede apreciar la belleza física de otra mujer, porque para el hombre era y es muy importante la belleza femenina, y esto lleva a ellas a competir y esmerarse en temas de belleza, sin importar la edad que se tenga (es genético). —o0o— Los sentimientos, tanto positivos como negativos, pueden despertarse involuntariamente únicamente con la Memoria, pero para mantenerse y prolongar el placer o el malestar que inducen, necesitan la presencia de pensamientos voluntarios. Debemos aprender a recrearnos conscientemente en los sentimientos placenteros, así como debemos aprender a no echar leña sobre el fuego, ni subrayar los sentimientos desagradables cuando resulten improcedentes. Son improcedentes si no ayudan a mejorar algo, o solucionar algún problema.
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Según dicen los psicólogos, y yo creo que están en lo cierto, la persona se resiste a salir de sus creencias, de la llamada "zona de confort".
Fundamento: Cuando recibo una teoría nueva que contradice mi creencia, me veo en la necesidad de "abrir un sumario" para investigar la verdad. Esto acarrea un trabajo intelectual importante. El primer paso que se suele dar es analizar la capacitación de la persona que promueve la nueva teoría. Si la capacitación resulta un poco sospechosa (no tiene titulación, antecedentes en esa línea, etc.) inmediatamente suele dictarse sentencia, se suspenden todas las averiguaciones y se sigue en la antigua creencia, con la que no nos iba mal (zona de confort). Todo el trabajo mental y documental realizado, no ha servido para nada, lo que quiere decir que el individuo escarmienta y se refuerza su tendencia a no abandonar las antiguas creencias. Es más fácil esperar a que los demás (Gregarismo) hagan el trabajo y después aceptarlo cómodamente cuando se generalice. Sólo hay que leer el periódico o ver la tele cómodamente.
Este apego a la zona de confort se acentúa más en las sociedades de más progreso, porque son tantas las innovaciones y tan frecuentes que sería incomodísimo cuestionarlas todas.
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No recojo en Asignaturas para aprobar el curso de la Felicidad el deseo de emparejamiento (conocido como amor con minúsculas). Tampoco en la relación de emociones se incluye este deseo genético de emparejamiento tan importante y de tantas consecuencias para nuestra vida.
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Al desvelarnos por la noche y no poder conciliar el sueño, somos presa de la Ansiedad porque sabemos que dormir es necesario y el reloj no para. Al estar despiertos y permanecer acostados sólo podemos pensar y desgraciadamente no pensamos en los disfrutes pasados o venideros, sino que nos centramos en los problemas o preocupaciones a resolver. El hecho de no poder dormir, ya nos mete en faena de preocupación. Recomiendan no permanecer acostados y emprender alguna actividad (lectura) que nos evite los pensamientos. También podemos hacer relajación mental centrándonos en la respiración y el relajo y bienestar general del cuerpo, tratando de evitar el Temor o Preocupación de no dormir. Con esto evitamos los pensamientos, evitamos la Ansiedad de no dormir, y muy posiblemente retomemos el sueño. Recordemos aquello de "contar ovejitas" (al contar, dificultamos el pensamiento en otros temas). No olvidar que de noche o al amanecer, la mente está descansada y muy dispuesta a la actividad, lo que dificulta su control. Cuando tenemos la mente cansada, es mucho más fácil evitar los pensamientos.
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Alegría: "Manifestación social de la Felicidad interna". Cuando recibimos una noticia feliz, y nos encontramos solos, no manifestamos externamente lo que llamamos Alegría ni risa. La Alegría no sería una emoción, sino un síntoma externo y visible de otra emoción agradable interna e invisible que me interesa que se haga visible para que los demás conozcan explícitamente lo que me gusta o cómo tratarme. Estoy contento o soy feliz porque se ha producido una emoción agradable (algo bueno ha ocurrido en mi vida).
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El Temor, Duda, Miedo o Preocupación producen en principio una sensación desagradable, pero si lo temido no se materializa o hemos acertado ante la duda, se produce finalmente placer. Nos apuntamos al riesgo de la aventura esperando la satisfacción del final feliz tras los riesgos asumidos.
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Las Emociones se formaron con la misma mecánica que se forma la experiencia, sólo que la experiencia a veces se transmite, y a veces muere con el individuo. Cuando se transmite culturalmente, corre el riesgo de ir desvirtuándose paso a paso.
Cuando algo ha quedado demostrado a lo largo de muchos milenios (no moda temporal), la Naturaleza lo incorpora a nuestra genética, de manera que los futuros individuos, sin necesidad de aprendizaje cultural, ya cuentan con una base de impulsos claros hacia lo que conviene, o aversión a lo perjudicial.
Burlar la Inteligencia y equivocarla, es tarea fácil para cualquier charlatán. Sin embargo, las emociones siempre están ahí empujando en la dirección para la que fueron configuradas. Dos entes diferentes (Razón y Emoción) no pueden estar capacitados al mismo nivel para tomar decisiones sobre el mismo asunto. Sería el caos. Por lo dicho, la Naturaleza elige que las Emociones eran más fiables a la hora de tomar decisiones que la Inteligencia o Razón.
En tiempos en los que la vida estaba exenta de los frecuentes cambios propios del progreso, las decisiones en la tribu no las tomaban los más inteligentes, sino los más ancianos. En los tiempos de progreso continuo, la experiencia de hoy queda obsoleta mañana, y los años sólo son sinónimo de deterioro neuronal incompatible con los continuos aprendizajes y actualizaciones requeridos por el sistema.
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Añadir a la emoción de Vergüenza, que se produce únicamente en público. Que los demás nos vean poco inteligentes, o descubran en nosotros defectos, hace que baje nuestra valoración objetiva, lo que conduce a una bajada en la Jerarquía social. Para nuestros antepasados era muy importante la Jerarquía, pero como a nosotros, protegidos por las leyes, apenas nos afecta, sería lógico , con la ayuda de la Razón, tratar de comerle terreno a la Vergüenza, dejándola en su sitio.
Para temas de Jerarquía, los hombres somos más sensibles que las mujeres, excepto cuando entra en juego el embellecimiento externo ligado a la búsqueda de pareja. Los hombres, por norma general seremos más vergonzosos que las mujeres porque nuestra jerarquía estaba siempre en juego, sea cual sea el terreno que pisemos.
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En las relaciones de pareja, hay una resistencia a la obediencia, de carácter genético, por parte de la mujer. Esta resistencia era necesaria y equilibrante para evitar que el varón mandase de forma dictatorial. El varón tenía la potestad de mandar y la mujer la obligación de obedecer, lo que no significa que el varón utilizase su poder de forma abusiva. Más bien encontramos evidencias de todo lo contrario.
La genética masculina nunca le permitió abusar injustamente de la mujer. No así a la inversa, si era posible.
Cuando los intereses electoralistas entran en juego, aparece el eslogan "Cómo. ¿El hombre manda y la mujer obedece…? Suena mal ¿Verdad?". A partir de ahí se gana el voto femenino y se allana el camino a la desobediencia. De la desobediencia al "haz lo que te de la gana" sólo hay un paso. Desaparece aquel equilibrio necesario, y en la pareja aparece lógicamente el trato injusto y desequilibrante, ya que el hombre nunca necesitó hacer uso de la política doméstica, y carece de recursos. Entonces la pregunta ¿Cómo pueden los hombres, promover y aplaudir esta situación de desequilibrio en su contra?. La respuesta la encontramos en las emociones, en aquello que dijimos que el hombre está genéticamente dotado para buscar siempre el beneficio y el respeto a la mujer, sea o no su pareja. En la pareja, igual que en cualquier empresa , a ninguna de las dos partes que la componen puede concedersele carta blanca con total impunidad.
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El filósofo Jose Antonio Marina ha observado que "Las chicas escuchan mejor durante el cortejo (noviazgo) que en el resto de su vida". Lo que quiere decir -entiendo yo- que después de casadas no les interesan mucho los argumentos, o razones de su pareja sino el interés particular. El que escucha deja la puerta abierta a la posibilidad.
Este filósofo entiende que "el niño necesita aprender a ser libre", porque para él –según explica- ser libre es poder tomar sus propias decisiones, y el niño no es libre, sino esclavo de sus instintos. Desconoce -entiendo yo- que la libertad además de en los instintos, está en manos de nuestros superiores (gobernantes, alcaldes, jefes, etc.) Si no puedes llevar a efecto tus decisiones, proyectos o ideas, en qué queda tu libertad. Nos trazan a voluntad (de ellos) unas directrices que nosotros nos vemos obligados a seguir.
La libertad no consiste en poder tomar muchas decisiones, sino en que tus decisiones no encuentren oposición.
Al hombre primitivo casi todo le estaba permitido. A medida que avanza la civilización la vida se complica y todo debe estar regulado por normas, muy justas y necesarias, pero que constituyen una merma de tu libertad. Resultaría interminable una lista de todo lo que podríamos hacer y sin embargo no debemos o no nos dejan. Sin esa falta de libertad sería imposible vivir en una sociedad tal y como la tenemos actualmente configurada. Una tribu en medio de la Naturaleza podría sobrevivir sin apenas normas. En nuestra sociedad, eso sería inviable.
La libertad no existe. Se supone por defecto. Está ahí "de serie". Sólo existe la mayor o menor falta de libertad. Hablamos de "más libertad" cuando en realidad deberíamos decir "menos recortes o prohibiciones". De todas formas, no nos perdamos en nomenclaturas.
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Es fácil seguir el funcionamiento de nuestro cuerpo material con el microscopio. Cualquiera que se le ocurra una tontería al respecto, puede ser inmediatamente apeado de su criterio con pruebas materiales visibles (todo es visible en nuestro cuerpo físico).
Pero ¿Qué ocurre con las emociones totalmente invisibles?. Sólo conocemos por la Neurociencia los efectos que producen, e incluso podemos comprobar por dónde pasó el impulso eléctrico, qué sustancia se produjo, o a qué zona cerebral afectó. Saber esto no sirve para orientar mi conducta de forma consecuente. Lo interesante sería conocer por qué motivo se produjo aquel impulso o sustancia (conocimiento emocional), y esto nos llevaría a poder adecuar nuestra conducta para que la dichosa corriente o sustancia se produjeran o dejaran de producirse, y aprendiéramos a abrir y cerrar nuestras puertas emocionales. La Neurociencia nos dice qué, cómo y dónde ha ocurrido algo, pero no puede contestar a "por qué " ha ocurrido.
Como el funcionamiento de nuestra psiquis es invisible, es muy fácil interpretar o teorizar (yo no puedo demostrar que esto sea verdad, pero tú tampoco puedes demostrar que lo que digo sea mentira). Tengo credibilidad, porque SOY, y al terminar de leer mi libro vas a comentar: "Qué bien escribe este tío, y lo que sabe" y no te das cuenta que aquello que dice el libro va a chocar con la realidad de tu vida. Si acaso servirá para insuflarte ánimos en un primer momento.
Hablamos de "Inteligencia emocional" o de "Control emocional". Antes de esto parecería obvio y previo hablar de "Conocimiento emocional". ¿Cómo vamos a controlar algo que desconocemos? Las emociones se estudian con metodología equivocada. No nos vale una investigación que desconozca el estilo de vida de nuestros antepasados, y las consiguientes adaptaciones genéticas.
Cuando hablamos de la vida de nuestros antepasados, siempre lo hacemos refiriendonos a su vida en relación con el medio ambiente, pero nunca a sus relaciones interpersonales, origen de las emociones que más influyen en nuestro actual estilo de vida (amor, odio, envidia, gregarismo, soledad, imagen, competición, "progreso"…) Las emociones son rígidas e inmediatas (genéticas). La Inteligencia por el contrario se adapta y adopta todo lo relativo al "progreso". Sin inteligencia no hay "progreso". Nosotros somos más inteligentes que nuestros antepasados y por lo tanto mal le iría a quien pretendiera progresar tomando como referente la vida y costumbres de nuestros antepasados. Esto mismo lo aplicamos a nuestro progreso en el terreno de las emociones , desoyendo la voz de nuestros torpes antepasados, y ahí está el error. Pretendemos conocer las emociones y progresar en su estudio sin mirar a sus motivaciones vitales en origen. De qué manera la vida de nuestros antepasados mejoraba con ellas.
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A veces nos ponemos nerviosos cuando actuamos en público. Los nervios son directamente proporcionales a lo bien que queramos quedar, o el temor a quedar mal. Si apelamos a nuestra humildad, y tiramos la toalla de la Imagen ("voy a salir y me da igual equivocarme o tropezar en los escalones. Es humano."), se hace la paz interior, desaparece el temor, y con él los nervios. El resultado final, será más positivo.
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En la vida real y material, la potestad de decisión del Jefe, en sus ausencias, es asumida por otra persona. Nunca se produce conflicto de competencias decisorias.
En nuestra vida psíquica, la potestad decisoria reside en las Emociones, y en ningún caso hay motivo de delegar en la Inteligencia ya que las emociones nunca se ausentan.
En el cuerpo somático, no existe ninguna función compartida por dos órganos diferentes. La Naturaleza es cuidadosa en no crear conflicto de competencias que podrían conducir a la inoperancia o indecisión fatales. Cada órgano tiene su función específica, sin perjuicio de la colaboración entre ellos para una función de conjunto más amplia.
La especialización de cada órgano es imprescindible para una economía orgánica. Por ejemplo: En mi fábrica de ladrillos, trabajan un administrativo y un operario de horno. El administrativo no necesita los músculos del operario, ni éste la capacidad organizativa del administrativo. Los dos funcionan al 100 % . No sería inteligente alternarlos en sus puestos. Resultaría costosísimo buscar un administrativo 10 en organización y 10 en músculos, y un operario de horno también 10 en todo. Tendríamos dos infraestructuras duplicadas, y siempre estaría inactiva una de ellas (los músculos o la capacidad organizativa). El espacio, infraestructura o el mantenimiento excesivos son un lujo para un organismo eficiente. La Naturaleza es sabia. Lo vemos en lo físico y consecuentemente deberíamos adivinarlo en lo psíquico.
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Los vendedores de libros, coaching, etc. andan intentando hacernos ver que podemos alcanzar altas metas competitivas y de éxito, y a la vez recibir los beneficios de la mentalidad oriental, es decir, eludir los problemas de occidente ("despácheme Vd. un pez bien gordo, pero que no pese mucho para que me salga más barato"). Si queremos mirar hacia Oriente, es imprescindible modificar nuestro estilo de vida. Oriente y Occidente marchan en dirección opuesta. Si miramos a Oriente, se resiente nuestra competitividad y éxito. Algo a lo que no estamos dispuestos a renunciar.
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PAREJA: En asunto de sexualidad, por la ley de la oferta y la demanda, antiguamente la mujer ofertaba poco y el hombre demandaba mucho. Así la mujer estaba muy revalorizada y podía poner condiciones, la más importante de ellas , la del paso por la vicaría previo a las relaciones sexuales. La virginidad era para ella un importante tesoro que no se podía dilapidar.
Actualmente el hombre, con la ayuda de las redes sociales, y el nuevo estilo de vida promiscuo, encuentra mucha oferta , lo que hace que disminuya su demanda. Ante esto, la mujer reacciona tratando de mejorar la oferta "poniendo toda la carne en el asador" y ya no queda más carne, lo que no hace sino acentuar su devaluación y agravar aún más su problema.
Ante esta perspectiva, y en vista de las leyes que impiden al hombre ejercer la antigua patria potestad, y la desigualdad en los repartos en caso de divorcio, el hombre huye del compromiso, mantiene la sartén por el mango y puede imponer condiciones, entre ellas el control sobre su pareja, como vemos en las nuevas generaciones , mucho más controladoras que las anteriores.
Lo que eran cañas, se vuelven lanzas. Cuando tocamos a un ecosistema equilibrado a lo largo de millones de años, inmediatamente comienzan a aparecer efectos secundarios con los que no se contó. No cesamos de creernos más listos que una Naturaleza tan anticuada.
—o0o— "La vida está hecha para obrar, y es tan corta, que si nos obstinamos en razonar cada uno de nuestros pasos, corremos el peligro de quedar inmóviles" (Armando Palacio Valdés ) Si las Emociones genéticas , automáticas y subconscientes no existieran, El individuo tendría que estar pensando (inteligencia) a cada paso qué debía hacer. Cada persona iría a su bola y el mundo, sin unas normas básicas generales y comunes sería un caos. Además la Inteligencia es lenta y se le amontonaría el trabajo. Caeríamos en la inoperancia.
Esto demuestra que decidimos al margen de la Razón. La Razón toma conciencia después, para organizar la conducta previamente decidida por las emociones.
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Cuando tienes un problema importante, tu organismo lo hace tema central de tus pensamientos, y no puedes quitártelo de encima. Es lógico. Tenemos que trabajar y darle vueltas a lo que está mal para arreglarlo. ¿Para qué entretenernos en lo que está bien? Intentas no pensar en el problema. Propones otro pensamiento distinto, pero a la media vuelta, nuevamente acude el pensamiento recurrente "importante". No podemos pasar página. Pienso que la única manera de evitar el pensamiento obsesivo, sería quitarle importancia al problema. También nos lo quitaríamos si apareciera otro problema mayor. Nos dedicaríamos a éste y nos olvidaríamos de aquel. Si el problema es pequeño, no merece la pena dedicarle mucho tiempo. Al hilo de este tema podríamos considerar que la persona que no tiene problemas que solucionar, se dedicaría a manosear problemillas pequeñísimos, que las demás personas pasamos por encima de ellos por insignificantes. Esa persona nos aparece entonces como "quisquillosa" o "puntillosa". Además, pensemos que esos problemas pequeñísimos, son infinidad en la vida, y por tanto imposible solucionarlos todos. Siempre habrá motivo para estar de malhumor. A medida que los problemas van aumentando en importancia, van disminuyendo en número de manera que hay momentos en que el individuo puede tener la sensación feliz de no tener problemas.
Cuando hay un problema importante, el pensamiento no es libre de dejarlo y pasar a otro escenario, sino que es obligado por las emociones a trabajar en ello, por muy contraindicado que le resulte a la Razón. Estamos plenamente convencidos -y así lo aconseja el psicólogo-de que no debemos seguir pensando en ello, sin embargo continuamos dándole vueltas.
Problema solucionable, con coste razonable: Pensar y trabajar en ello.
Problema irresoluble, o de coste excesivo: Tratar con la ayuda de la Razón de quitarle importancia y poco a poco se irá olvidando. Recordemos la actitud de la zorra de Esopo ante la imposibilidad de alcanzar las uvas: "No están maduras"
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Eckhart Tolle trabaja el concepto del "renacer" como quitarnos de la cabeza todos los pensamientos negativos y preocupantes que nos mantienen depresivos.
Esto sería lo mismo que lo que yo llamo "tirar la toalla". Posiblemente a él le ocurrió, según cuenta, que de joven llevaba una vida muy insatisfactoria (parece que sus circunstancias vitales no eran muy halagüeñas), hasta que lógicamente, no aguanta más sufrimiento y decide "tirar la toalla", "renace", y su vida empieza a cambiar a mejor. Alguien dijo que se renace cuando te hartas de sufrir. (Sufres mientras piensas que puedes solucionar el problema, hasta que llega un momento que lo ves imposible y "tiras la toalla". A partir de ahí desaparece la lucha o preocupación , se hace la paz interior y queda abierta la puerta al bienestar). Es importante subrayar nuestra capacidad para desmontar los problemas preocupantes. Por ej. Estoy en el paro: Yo puedo dejar de verlo como un problema preocupante a pesar de que continúe mi labor de búsqueda de empleo. Nosotros valoramos subjetivamente nuestros problemas y tenemos la capacidad de concederles una valoración más alta o más baja, teniendo en cuenta que una preocupación de valor muy alto favorece la lucha y solución del problema, pero perjudica el bienestar mental, y una preocupación muy baja, sificulta la resolución del problema pero favorece la felicidad. Queda clara la importancia de la Razón en buscar el término medio. No olvidar que el bienestar mental ayuda algo a la resolución del problema, mientras que el estrés preocupante nubla el camino de la solución.
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Hay muchos "predicadores" que escriben libros y "se forran". Dan buena imagen (imprescindible) y tienen predicamento. Dan conferencias y la gente los escucha sin cuestionar nada de lo que manifiestan. Nadie del auditorio hace preguntas comprometidas o inteligentes. A todo el que predica que el dinero no da la felicidad, le pediríamos que no vendiese libros sino que los publicase gratis en Internet, haciendo el bien a los pobres.
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Alegría o Tristeza: Manifestación externa y visible del agrado o desagrado internos invisibles. Son manifestaciones informadoras dirigidas al grupo. Si el individuo está sólo, se produce la sensación de agrado o desagrado, pero las manifestaciones externas no se producen o lo hacen de forma muy tenue.
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Células Espejo: Pienso en la genética lógica: Si el individuo ve que hay felicidad a su alrededor, es que las cosas van bien en el grupo, y por tanto hay motivo para estar feliz. Recordemos aquello de que "Vamos en el mismo barco", o esto otro de "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar". He oído hablar de las células espejo, pero no sé exactamente en que consiste.
¿Realmente las células espejo tienen entidad propia y se diferencian fisiológicamente del resto de las células nerviosas, o es un invento como tantos otros? Desde mi pequeño laboratorio no puedo comprobarlo.
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Al ir aumentando la fluidez de conocimiento de las emociones, aumenta el conocimiento de los motivos del comportamiento humano, ya que sobre éste inciden muchas emociones a la vez. Es como el progreso: Un descubrimiento es base para otros tres. Es como un árbol: De una rama, al año siguiente no nace otra, sino que nacen muchas más.
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Tengo muchas preocupaciones, y cuando creo que he terminado con todas, me queda la preocupación de que debería preocuparme por algo que no sé que es, pero que debe estar ahí , porque me preocupa. No me creo que no tenga preocupaciones.
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Posiblemente el Pensamiento se vea obligado por las Emociones a trabajar en un asunto determinado, sin perder de vista que fue el propio Pensamiento quien dictaminó la importancia de ese asunto e invitó a estas emociones que ahora le obligan a él. Es por ello que cuando hay emociones, o intereses fuertes de por medio, no podemos "quitarnos de encima los pensamientos". Este Pensamiento obsesivo sería equiparable y funciona igual que cualquier otra forma de conducta obligada por las emociones.
Estaríamos ante otra Emoción importantísima, que se olvidó de incluirla en la relación de "Emociones, sencillamente". Paradógicamente, la única forma de abandonar el pensamiento obsesivo, sería con el Pensamiento, que se encargaría con sus razonamientos de quitar importancia al problema motivo de obsesión. Mientras la Razón continúe dictaminando la importancia del problema, la Emoción continuará obligando al pensamiento obsesivo.
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Si estoy placentero y feliz, pienso en el ahora. Si estoy fastidiado, pienso en el mañana. No es lo mismo estar en una fiesta que en un penal, o en el hospital o con depresión, o en momentos desagradables. No podemos generalizar el famoso "Aquí, ahora".
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El Pesimismo es en el fondo una variedad de Temor ( Se teme que las cosas no salgan bien). Los temores, a veces están indicados., pero otras veces (excesivas) hacemos de ellos un uso abusivo. Igual que en el punto anterior, no podemos generalizar y considerar siempre malo el pesimismo. Hay personas sistemáticamente pesimistas y esto es lo problemático, pero el pesimismo tiene sus indicaciones y por eso forma parte de nuestra naturaleza.
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