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Las movilizaciones campesinas en el Caquet (página 5)


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Pero al mismo tiempo es la violencia una constante que amenaza o aprueba la participación de los actores sociales en la marcha del Bajo Caguán. El tema de la "protección", representada en este caso por los actores militares-políticos de la guerrilla de las Farc, puede desencadenar un contexto difícil de describir y bastante imaginativo para analizar más cuando muchos de los analistas poco conocen del objeto de estudio de manera empírica. Así las cosas, pensarse en las acciones colectivas de una manera libre y completamente racional "sin presiones", es en este caso un tanto fuera de análisis. Aunque no se demerita la organización autónoma de la comunidad desde años atrás, si se acepta como un hecho político y sociológico la presencia y participación decisiva de la guerrilla en estos últimos tiempos de lucha política y social en el Bajo Caguán. De nuevo, Pecaut ilustra unos puntos que reafirman estas líneas:

"Aunque la protección no prohíbe las estrategias individuales de adaptación, si impide en todos los casos las formas de acción colectiva autónoma… En las zonas de colonización, los habitantes estaban acostumbrados a cooperar entre ellos para la construcción de infraestructuras de primera necesidad. Las Juntas de Acción Comunal tenían un prestigio evidente, pero estas formas de acción común tienden a desaparecer pues los eventuales promotores de estas iniciativas se arriesgan a ser condenados sea a unirse a las filas de los actores armados, o a exponerse a sanciones… Obviamente las zonas colocadas bajo "protección" pueden convertirse en el punto de partida de grandes movilizaciones colectivas…"[180]

Quizá se pueda establecer que este tipo de relación también esté enmarcado en un tipo de situación similar a la situación tipo "señor-vasallo", propias del feudalismo.[181]

De otro lado, la violencia desatada por los grandes narcotraficantes, que han logrado desafiar al Estado colombiano mediante las sucesivas muestras de terrorismo, asesinatos, y la fácil permeabilidad de este frente a la infiltración de sus jugosos dineros, ha justificado en la opinión pública nacional la aceptación de las campañas de interdicción, represión y control sobre esta actividad ilícita. Otro aspecto es la conexión que se hace de estos campesinos y colonos como parte central del proceso. Se les muestra como los grandes eslabones de la cadena productiva, como los directos responsables de los embarques de droga hacia Estados Unidos. De otra parte establecen conexiones de tipo instrumental entre la guerrilla, la mafia de las drogas y estos campesinos. De tal forma que la represión queda más que justificada. A este tipo de análisis es que los asesores de seguridad del Estado parecen acatar, de ahí las consecuencias, como estas grandes movilizaciones. Si fuera poco, las declaraciones del Congreso de los Estados Unidos lo reafirman denominando a las Farc como "el tercer cartel", luego de los carteles de Medellín y Cali. [182]

Queda latente una cierta hipocresía, como la llama Jorge Castañeda, en donde dentro de la misma sociedad estadounidense no hay reciprocidad en el tema tan alardeado hacia las fronteras. Es bien sabido en el debate reciente por la presidencia de los Estados Unidos, que el entonces Senador George Bush ha eludido preguntas sobre el uso de las drogas en su juventud, cosa que "según las encuestas, a nadie le importa"[183]

Sobre este ultimo párrafo, puede resultar interesante analizar lo que ha pasado con la producción de la marihuana en el mismo Estados Unidos. a este respecto, Tokatlian expone:

"La oferta de marihuana colombiana al mercado estadounidense no cayó por la reiterada fumigación de la Sierra Nevada, de la Serranía del Perijá y de regiones del Cauca, sino porque en Estados Unidos se expandió el cultivo de la variedad sin semilla, que por ser cinco veces más potente que la nacional y no ser rociada con defoliantes como la de Colombia, resulta mucho más atractiva para los norteamericanos… "[184]

Para ahondar un poco más en el problema de la doble moral con que se maneja este conflicto, la utilización de estimulantes, las anfetaminas y otras drogas psicoactivas han sido utilizadas desde tiempos remotos. Desde los análisis antropológicos se tiene en cuenta que en el caso de la coca, esta se ha estado usando desde los tiempos precolombinos. Otra cosa es que los tiempos del capitalismo y las leyes del mercado hayan convertido esta planta en la base de la producción de una droga llamada cocaína. Algunos autores, como Daniel Vidart, consideran la coca desde sus aspectos profundos, remitiéndose a los fundamentos religiosos-simbólicos vitales en nuestros pueblos aborígenes. Actualizando la problemática, invita a pensarse en la dualidad de la pareja adicto-traficante. Puesto que, propone, esta es una relación no autárquica, puesto que se basa en la constante demanda agónica, cuya distribución se basa en la oferta de unos procesadores lejanos y los abastecedores cercanos, con sus respectivas tarifas.[185]

De esta forma se puede proponer a manera de sencilla conclusión que las cuestiones de la guerra, las persecuciones, los encarcelamientos y desplazados, se siguen exigiendo por la parte del aparente "amo" de esta relación.

 

Regresando a la vía de explicación cultural, la cuestión se agrava cuando ha sido el mismo capitalismo el que propone una serie de valores, normas de consumo que hacen posible que un producto terapéutico se use como sinónimo de bienestar, recreación, disfrute, o de abundancia y opulencia. La relación que se encuentra a través del consumo de la cocaína en este caso está suplantando una serie de representaciones de lo que no se puede tener en el consumo lato que propone la sociedad del espectáculo, del derroche y de la opulencia. Algo así como un permanente sentido de compensación y escape. Pareciera como si la crítica encarnada en la modernidad se cumpliera en el sentido incluso de lograr la constante destrucción de los valores y símbolos anteriores por unos nuevos, como lo propone Marshall Berman:

"…Hasta las construcciones burguesas más hermosas e impresionantes y las obras públicas, son desechables, capitalizadas para una rápida depreciación y planificadas para quedar obsoletas… si miramos detrás de los sobrios escenarios creados por los miembros de nuestra burguesía y vemos la forma en que realmente operan y actúan, vemos que estos sólidos ciudadanos destrozarían el mundo si ello fuese rentable…" [186]

Dicha transmutación se puede lograr entre otros medios, gracias a la propaganda, que, incentivando al consumo de drogas similares como el alcohol, el tabaco, los sedantes y tranquilizantes, logran que el consumidor se disponga a vivir ese mundo irreal , fantástico y sofisticado. Berman continúa:

"…Pero estos burgueses se han alienado de su propia creatividad, porque no soportan mirar al abismo moral, social y psíquico abierto por su creatividad. Algunas de las imágenes vívidas y sorprendentes de Marx tienen el objetivo de obligarnos a confrontar ese abismo. Así "esta sociedad burguesa moderna, que ha hecho surgir tan potentes medios de producción y de cambio, se asemeja al mago que ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus conjuros…"[187]

No es gratuito que Freud le haya dedicado una verdadera apología con todo su conocimiento de causa [ver en los anexos su ensayo -ahora apócrifo-, "Uber Coca", escrito por el respetable médico-psiquiatra Sigmund Freud, en el mes de julio de 1884]. Algunas de sus observaciones más famosas se pueden condensar en el siguiente párrafo:

"La cocaína provoca regocijo y una prolongada euforia que en nada difiere de la euforia normal de la persona sana… Adviertes el aumento del autocontrol y tiene más vitalidad y más capacidad para el trabajo… En otras palabras, eres sencillamente normal, y pronto te cuesta creer que estés bajo el influjo de la droga…El trabajo mental, o el físico, largo o intenso se lleva a cabo sin ninguna fatiga…De este resultado se disfruta sin ninguno de los efectos desagradables que deja tras de sí la alegría producida por el alcohol" [188]

Pero no basta con detallar la parte cultural, si no se cuenta con alguna información al menos marginal de lo que ha sido su recorrido por Occidente y cómo llega a su "democratización actual" en pueblos, ciudades, megalópolis y en todo el mundo "racional y ordenado". De herencia pre-Inca, la coca, como se ha dicho, estaba ya presente en las culturas aborígenes de Sur América, según la leyenda, es Mama Ocllo la encargada de regalarla a los indios andinos. Para ellos una señal de planta sagrada, de fuerza, resistencia y de contacto con los dioses. Pasa rápidamente a ser consumida en los territorios de los actuales países del Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, en una señal del simbólico mambeo presente en la actualidad en algunas comunidades sobrevivientes. Solamente hasta mediados del siglo XIX se inicia su entrada como planta medicinal a Europa. La euforia producida por la planta fue rápidamente conocida. Su difusión no tardó. En el final de aquel siglo, se patentó el Vino Mariani, en los Estados Unidos cuya mezcla se componía de extracto de coca diluido en vino. Luego la Coca Cola desde el Estado de Georgia se desató por usar la mezcla de coca y medicamentos para las cefalalgias, hasta que se mezcló con agua carbonatada. Su éxito ha sido evidente, aunque en la actualidad se asegura que usa en lugar de coca la cafeína [otro importante estimulante]. [189]

La obtención de la cocaína pura data de 1860, por el químico alemán Albert Niemann. Pero su rápida aplicación al mundo médico y a la naciente psicología y al psicoanálisis, la hizo convertirse en un rápido tesoro digno de tener. En el mismo instante el capitalismo y su desarrollo en los diferentes bienes y mercancías, la adoptará para reprentarla en lo mejor de sus escenas. Desde el siglo XX se puede contar como el tiempo de su ascenso y de su uso desmedido. Las sucesivas crisis del sistema, las guerras mundiales, luego la generación del rock, las revoluciones de la juventud, y la crisis de la sociedad de la era atómica pueden haber detonado su uso creciente en los países industrializados, sobre todo. A continuación se presenta la estructura química de la cocaína:

{Estructura química de la cocaína}

Regresando al contexto de las marchas, mientras en las naciones poderosas, como los Estados Unidos se maneja la política del enemigo externo -respecto a la cocaína -, en los países subdesarrollados se vive la crisis diaria de sus promesas y violencias. En últimas es el campesino y colono del Bajo Caguán el que debe ser asediado y redesplazado por atentar contra la seguridad nacional de los Estados Unidos, por auxiliar al "tercer cartel"[de lo que ellos no están seguros aún], mientras los presupuestos para la guerra aumentan y sus denuncias proyectadas en las actas de acuerdos se posponen a la realización metafísica de algún siglo venidero. El trato que recibe el campesino del Caguán es de poco menos que un criminal de talla internacional, lo que justifica el desencadenamiento de los motores de la lucha justiciera e implacable contra las supuestas bases del negocio. En estos momentos es prudente hacer una distinción sobre el tema del crimen internacional que de manera brillante propone en una obra reciente Manuel Castells:

"En las dos última décadas, las organizaciones criminales han llevado a cabo sus operaciones cada vez más a escala trasnacional, aprovechándose de la globalización económica y de las nuevas tecnologías de comunicación y transporte. Su estrategia consiste en ubicar sus funciones de gestión y producción en zonas de bajo riesgo, donde posean el control relativo del entorno institucional, mientras que buscan sus mercados preferentes en las zonas de demanda más rica a fin de cobrar precios más altos…"[190]

De esta forma se describe la articulación de los cárteles de traficantes, inversionistas y comerciantes de los crímenes internacionales [entre ellos, el tráfico de drogas]. Lejos queda la ubicación de los campesinos en esta cadena. Sus formas rudimentarias y cerradas aún en su vida comunitaria les hace perpetuarse en el papel de simples productores, sin mayores ascensos en la escala del negocio.

Más adelante, de nuevo relaciona las particularidades del crimen y la identidad e ideología:

"En las fuentes del crimen global se encuentran organizaciones con arraigo nacional y étnico, la mayoría con una larga historia, entrelazada con la cultura de países y regiones específicos, su ideología, sus códigos de honor y sus mecanismos de vinculación…"[191]

Sobre el tema del consumidor [la otra parte de la relación delincuente- consumidor], se tiene, en Castells que:

"La fuente de drogadicción y por tanto, de la mayoría de los delitos en el mundo, radica en los daños psicológicos causados a las personas por la vida cotidiana en nuestras ciudades. Así que, pese a la represión, habrá un consumo masivo de drogas en un futuro previsible. Y el crimen global organizado encontrará medios de suministrar esta demanda, haciendo de ello un negocio muy rentable y la madre de los delitos restantes" [192]

Quizá este eterno conflicto de los moralistas y guerreristas se disipe cuando se puedan producir grandes cantidades de droga de mejor calidad, hasta sintética, que no tenga que romper las finanzas de las acciones ahora legales de las bolsas de Wall Street, Tokio o Londres. Por el momento es inevitable que mientras haya consumidores, necesariamente habrá quién los satisfaga oportunamente. [193]

En estas páginas sobre últimas reflexiones, la vía de la interpretación del por qué en la selva amazónica, se pueden exponer dos vías al menos de interpretación posibles. Por un lado, las hipótesis planteadas sobre la geopolítica internacional, en donde Colombia es un eje de entrada obligado para toda Sur América, y que posee parte activa de reservas del capital biológico y natural de la selva más grande del mundo. Factor que lo hace aparecer en el concierto internacional como un buen aliado o un buen negocio presente y futuro. Para mencionar algunos datos que corroboran esta hipótesis de la zona del Amazonas bastaría con decir que el río que le da su nombre lleva 1/5 del caudal de todos los ríos del mundo, que posee más del 80% de plantas leñosas de todo el planeta, cerca del 80% del bosque lluvioso; con la más alta tasa de especies por hectárea, tanto vegetales como animales; y con un patrimonio de sus tribus -algunas en estado de salvajismo aún-, incalculable. También recibe el nombre de "pulmón verde de la humanidad ", "reserva de la biosfera". E indudablemente un patrimonio de la humanidad.

Sus bosques son hasta ahora inagotables, a pesar de su extrema explotación. Territorio de reservas minerales y energéticas. Muchas de sus tierras no han sido recorridas, lo que invita a otro mundo de similares aventuras a las leyendas míticas que le dieron origen a su nombre "las Amazonas".

Entre los defensores de esta vía, el Profesor de la UNAM de México, Heinz Dieterich analiza:

"La Amazonia es -junto con el agua dulce de las capas polares- el objeto estratégico más importante del nuevo milenio. Es el nuevo Dorado que tienen que asegurarse las potencias dominantes del sistema mundial contemporáneo, tal como en los siglos XVI y XVIII tuvieron que apropiarse del Dorado de los metales preciosos y esclavos, y en los siglos XIX y XX del Dorado del petróleo. La Amazonia alberga el 56% de la superficie de los bosques tropicales, es el área de mayor diversidad biológica en el mundo; produce alrededor del 40% del oxígeno del mundo, es el "pulmón verde de la Humanidad"; representa, junto con las cuencas del Orinoco y del Paraná, una de las mayores reservas de agua dulce renovable en el mundo y tiene además, importantes yacimientos de petróleo y de otros minerales preciosos."[194]

En términos sociológicos, se ha denominado de "importancia ambiental vital para la comunidad internacional". Así lo hacen saber el jefe de operaciones de la DEA, el Comandante en Jefe del Comando Sur (SOUTHCOM), el Zar antridogas de Estados Unidos y dos exembajadores de este mismo país en Colombia.

Analizando a fondo el tema, se regresa hacia una intervención extranjera a través de estas políticas sobre las drogas, que en últimas lesionarán al campesinado del Bajo Caguán. La zona de reserva natural ha sido recortada a la fuerza, en un proceso por ahora irreversible. En lugar de este proceso detenerse, más bien y luego de la marcha, los colonos desplazados luego de amenazas, y de su pobreza, están ocupando las zonas de las riberas de otros ríos que desembocan al río Caquetá y Putumayo en la selva amazónica. Puede ser explicable este gran éxodo constante ante la falta de unas reformas a la tenencia de tierras – o mejor una verdadera Reforma Agraria-, y a la democratización y rentabilidad del campo colombiano. Lo que prima es el deseo de no perder sus pocas oportunidades, de no perder el cultivo que por fin les está ofreciendo una posibilidad de avanzar en la consecución de sus necesidades básicas. Por ahora, como lo asegura Noam Chomsky, es imposible que prime el deseo de conservar cuando se trata de sobrevivir:

"Los agricultores colombianos, por la inequitativa competencia de la agroindustria subsidiada de los países desarrollados, se vieron obligados a ocuparse de cultivos para los que hay un mercado estable. La agroindustria a gran escala tolera las fluctuaciones de precios de los productos, pues compensa en unas partes lo que se pierde temporalmente en otras. Pero el campesino colombiano, o boliviano, no les puede decir a sus hijos; "no se preocupen, que el año entrante vamos a tener algo para comer´. En estas condiciones, los empresarios de la droga hallan fácilmente "campesinos dispuestos a sembrar coca, cannabis u opio", géneros para los cuales siempre hay mercado fácil en sociedades ricas." [195]

Para cerrar el tema sobre el discurso desde los Estados Unidos y sus iniciativas de moralidad y guerra articulados a su constante tutoría sobre el conflicto de las drogas en Colombia, Chomsky afirma:

"La Corte Suprema de EU. concluyó recientemente que "la amenaza más grande sobre la salud pública es el tabaco", responsable de 400.000 muertes al año, por lo cual resulta más letal que el SIDA, los accidentes de transito, el alcohol, las drogas ilegales y el suicidio, combinados…"[196]

De otro lado, la presencia de identidades propias hace que no solo sea la zona amazónica la apetecida, sino el tipo de actor social colombiano "traficante", cómo se unen al momento de participar del negocio. De nuevo Castells ubica algunos rasgos del porqué Colombia? en este concierto de intereses y de conflictos legales:

"El dominio en la industria global de la cocaína de los cárteles/redes de Colombia, que por primera vez ocupa una posición hegemónica en un sector importante de la economía global, aparte de las exportaciones de café, está vinculado a determinadas características culturales e institucionales… Por qué Colombia? Por la combinación original de unas redes latentes del narcotráfico vinculadas con los Estados Unidos, la existencia de una clase empresarial marginada por la industrialización fallida de América Latina el vigoroso arraigo en sus culturas y sociedades locales de unos contrabandistas relativamente educados y con movilidad social ascendente…" [197]

Claro que no se puede lograr una única explicación. La relación entre esas inmensas selvas en donde ha existido amplia libertad de producción y hasta de amparo y protección de grupos armados que no entorpecen su desarrollo, se articula con la propuesta de Castells. Nuestra particularidad cultural, tal vez sea parte de la explicación. Ciertamente, como lo señala igualmente el autor, en muchos de los actores involucrados en los negocios -en especial los jóvenes-, están los referentes de querer ser como Gacha, o como Escobar, imaginarios que se traducen en:

 

"… La vida misma carece de significado y la propia no tiene futuro. Saben que morirán pronto. Así que solo cuenta el momento, el consumo inmediato, la buena ropa, la buena vida, a la carrera, junto con la satisfacción de provocar miedo, de sentirse poderosos con sus armas…" [198]

Antes de finalizar esta investigación, el Plan Colombia ya había sido aprobado. Uno de sus mayores objetivos es el de recuperar la democracia reforzando las instituciones del Estado, apoyado en iniciativas militares, sociales y de Derechos Humanos. La preocupación del gobierno nacional tiene que ver con el incremento de la violencia en Colombia, acompañada de un repunte en las acciones de la guerrilla que han creado hasta 1996 "66 frentes de las Farc y 40 del ELN". En el punto sobre la erradicación de cultivos ilícitos dice:

"Al reconocer que la violencia del país posee profundas raíces en la exclusión económica y política y en el ejercicio de una democracia con desigualdad y pobreza y que también se ve dinamizada por la presencia de cultivos ilícitos; la inversión tanto pública como privada, debe contribuir a crear las condiciones para construir la paz…" [199]

En el punto sobre la protección al medio ambiente recoge de nuevo el tema sobre la producción de drogas, que según el documento, ha generado una dependencia de una parte de la población. Su espacio de desarrollo son las zonas especiales de conflicto [que bien sabemos que coinciden con las zonas de producción, en cuanto a lo rural], generando otra serie de reacciones que no se han hecho esperar. Por ejemplo, los gobernadores de los Departamentos del Tolima, Huila, Caquetá, Cauca y Putumayo han elevado su voz de rechazo en contra de las fumigaciones y del Plan Colombia, mencionando sus consecuencias directas sobre otro tipo de plantaciones que nada tienen que ver en el conflicto :

"Cuando se fumiga un solo cultivo se afecta 50 o 100 fincas que se encuentran en los alrededores del cultivo fumigado. Eso quiere decir que por un solo cultivo se está perjudicando las demás siembras" [200]

Por lo demás se espera el aumento de los desplazamientos, la intensificación de la guerra y la necesaria intervención de lo social en el plano de asistencia, ó de intermediarios tipo ONG"s humanitarias de "conteo y enfermería"[201] ante la posibilidad de la polarización sobre sus alcances. Sin embargo, el gobierno ha sustentado sus alcances sociales por encima de los militares. Sobre este tema queda todo por escribir y seguir observando.

Por más que se intente abarcar las diferentes manifestaciones del mundo de la producción, comercialización y consumo de las drogas ilícitas en este estudio, solamente se lograría describir unos cuantos aspectos. Estos campesinos que se describieron movilizándose bajo un proyecto de demandas ante el Estado, aunque quizá no lo sepan están atravesados por toda esta "constelación de intereses"; se unen ante un enemigo común: las políticas de fumigaciones adelantadas por el Estado; se organizan y movilizan sus recursos humanos, culturales, de resistencia y también físicos para exigir soluciones puntuales. Así mismo se atreven a plantear que el problema no es coyuntural incluyendo amplias demandas de corte estructural como la educación, salud, tierra, desarrollo sostenible, entre otros.

CONCLUSIONES

Políticamente los campesinos en Colombia se encuentran sin representación nacional. Sus anteriores muestras de cohesión han sido suprimidas o en algunos casos eliminadas [Casos de la UNIR, ANUC]. Su fuerza frente a la producción nacional es relativamente poca, a juzgar por la escasa importancia que el gobierno nacional muestra hacia los cultivos internos.

Paralelo a lo anteriormente expuesto, la inclusión de nuevas zonas geográficas a la vida económica, política y social del país ha sido peligrosamente lenta. La violencia arremete de una manera general sobre todo en aquellas regiones que se caracterizan por su riqueza y descuido estatal. Se podría hablar de una sumatoria de factores tanto históricos como recientes que convergen en el declive de la posibilidad de convivencia y progreso racional en el territorio nacional.

Ante este panorama, un buen número de campesinos, colonos, indígenas, desempleados, aventureros y algunos oportunistas; se encuentran en una lucha común: impedir que el Estado a manos de sus dirigentes les continué lesionando su dignidad arremetiendo con las fumigaciones y la consiguiente penalización sobre la única forma práctica-real de subsistencia cotidiana. A este grupo social por cierto heterogéneo, los une además la relación momentánea y estructural hacia la tierra que les permite a los unos laborar y a los otros continuar sembrando un producto altamente rentable para su sustento. El campesinado en esta movilización ha demostrado su fortaleza organizativa, su claridad de criterios. También se ha mostrado sólido en su defensa de su cultura agraria, de su modo de vida comunitaria. Así como ha exigido respeto y participación en otros conflictos reseñados aquí, se mostró coherente al retomar dentro de sus reivindicaciones el derecho a la tierra, a la inversión social y a la cultura en toda su expresión.

 

Atendiendo estos planteamientos, la causa principal de la movilización en lo coyuntural fue la fumigación sobre los cultivos ilícitos. Se puede analizar por un momento las barreras de lo lícito y lo ilícito[202]puesto que fácilmente se pueden invertir en estas tierras del Caquetá, en donde lo lícito ha sido hasta ahora el abandono estatal, la militarización ante cualquier muestra de descontento o de exigencia de trato digno. Para reafirmar esta situación, el Estado colombiano contribuye a formar los imaginarios de delincuentes y parias utilizando la persecución hacia los campesinos del Bajo Caguán. Lo ilícito ha sido traducido en un arma no siempre negativa en estos lares, puesto que las ganancias logran afianzar las fincas, dotar sus casas de algunos enseres, aportar para la educación de los hijos, por ejemplo. Lo ilícito es descubrir que si el plátano, la yuca, las frutas no las vienen a comprar o no se pueden vender por la distancia, ahora ha llegado un producto que se mercadea en la misma finca, en el mismo plantío [la coca]. Por ello al hablar de la llegada de la coca a estos lares del Bajo Caguán, se debe medir la distancia entre la visión de la sociedad que penaliza el consumo de este tipo de drogas, pero acepta que los problemas arriba enunciados no se consideren como violaciones fundamentales a la dignidad humana. Es indudable que la intermediación del Estado una vez más se quedó corta y las redes de comerciantes, carteles y beneficiarios han impuesto en esta zona del país su ley.

Pero este producto no sería ilícito sino cuando este es recogido por los intermediarios y llevado desde la selva de la Amazonia hasta los centros de consumo, allí es cuando se coloca en el foco de atención nacional y mundial. Para reforzar la argumentación sobre lo ilícito, se declara la arremetida total hacia los campesinos caqueteños sustentada esta en la relación entre la guerrilla y los cocales que aún queda sin ser completamente aclarada de parte de los organismos estatales. De parte de algunos analistas como Alfredo Rangel [citado en el texto], es la forma cómo los primeros se benefician para financiar la guerra; asumiendo su instrumentalidad y cálculo racional hacia este producto.

En este trabajo se puede observar que sí existe una " identidad cercana" entre los habitantes de la zona del Bajo Caguán y la guerrilla sostenida por su sentido de crítica al Estado, por compartir el medio geográfico y cultural, por reconocerse como aliados quiérase o no, al momento de adelantar alguna movilización amplia[203]Lo anterior no quiere decir que no haya libertad de acción en el sentido lato de la palabra; por el contrario el actor social en estas zonas está representado por gentes emprendedoras, trabajadoras, con sentido de justicia, lo que los lleva a organizarse autónomamente ante las adversidades. Así crearon las Juntas de Colonización, las Asociaciones Campesinas e indígenas. Así fundaron pueblos y caseríos. Así salieron a marchar en el 92, y a protestar en el 85. Claro que, en el 96 la cuestión bien pudiera ser de protestar o perecer.

Según los argumentos expuestos por algunos de los actores, la movilización campesina e indígena se presentó también por la decisión de decretar a la zona como "Zona Especial de Orden Público", mejor entendida como "Zona Roja". Por ello los campesinos marcharon con un solo objetivo colectivo, defendiendo su historia, sus terruños hechos con su propio esfuerzo, y claro, defendiendo los plantíos de coca que en su mayoría son de minifundistas.

Así, la marcha ha representado para estas gentes un avance en lo organizativo, un encuentro en la clase social dominada ante otro intento de "presencia" del aparato legal del Estado, representado en avionetas, bombardeos, militarización, francotiradores, cárcel y eliminación de los campesinos marchantes. Ciertamente traficar la cocaína es un acto ilícito, pero este discurso no deja de representar en el escenario de lo real nada más que lo que dicen las clases dominantes que entronizan el consumo legal del tabaco, las anfetaminas, el alcohol, y persiguen a los carteles en el mundo subdesarrollado. En el caso de los campesinos, estos ni siquiera están directamente relacionados con sus intermediarios [los que se quedan con los dividendos del negocio], como ellos mismos lo aseguran " que ni conocen a los patrones que trafican". Tal vez la moralidad y el concepto de lo ilícito se acercarán más a la realidad si se capturara a quienes perciben las jugosas ganancias del 98% [cálculos de Tokatlian, citados en este estudio] que no llega al país.

De esta manera se demuestra que la fuerza y el poder son más fácil de aplicarlas sobre los dominados. Por ello los diferentes Estados se esfuerzan por perseguir indígenas en el Perú y Bolivia; negros y chicanos-latinos en Estados Unidos; inmigrantes en Europa; campesinos y consumidores en Colombia. Lo hacen para sustentar que se están ejercitando las grandes sumas dispuestas por las naciones que quisieran eliminar este tipo de negocio que no pueden aún controlar ni usufructuar "legalmente".

Por lo anterior, la violencia se intensifica en los centros de consumo de la coca ahora procesada en cocaína. Son las barriadas, los grupos "indeseables", los que finalmente explotan en las calles detrás del consumo del bazuco[204], la cocaína, y otros alucinógenos que se sembraron en las selvas, se traficaron con el amparo del Estado, de la guerrilla, así sea a través del gramaje; y llegaron finalmente a las ciudades convirtiéndose en un negocio altamente productivo.

Pero también a través de estos consumidores se sustentan muchas acciones políticas y económicas de grupos religiosos, ONG"s, políticos oportunistas, y obviamente los empresarios de la droga ilegal. De nuevo es el Caguán el teatro de guerra en lo social y en lo militar por la presencia de los actores armados y la coca. Esta -la coca- en este conflicto fue usada indirectamente como una herramienta de comunicación para hacer pensar al mundo sobre otra gente que está alejada y obligada a refugiarse en estas inhóspitas zonas en donde ya del Estado se recuerdan son sus promesas, su falta de estrategia sumada a los abusos de autoridad y rematada con la inclemencia institucional ante la problemática social. A pesar de que el Estado formalmente sí ha hecho presencia, son tantas las necesidades que se ha quedado infortunadamente corto.

La cantidad de personas movilizadas deja mucho que pensar: Con el uso de la presión puede ser casi imposible movilizar tanta gente [más de 250.000 personas a nivel nacional]; pero también se puede decir que esta selva ya no está deshabitada, que hay gente que la aprovecha ,la defiende,-a su manera pero lo hace-. También que el poder de organización y resistencia campesina acumuladas en procesos de largo aliento, demuestra que las acciones colectivas no tienen que estar monitoreadas por otros actores necesariamente. La violencia se trajo a estas zonas con la exclusión y las militarizaciones anteriores. Ahora los campesinos continúan talando selva, avanzando hacia zonas "no controladas y de libre producción", avizorando que el problema simplemente se ha desplazado, más no superado…

Una alternativa: en repetidas ocasiones se han dado muestras de la voluntad de diálogo y negociación de los campesinos e indígenas cultivadores. Así en 1992, en el Caquetá, se plantearon exigencias de desarrollo hacia las zonas. De nuevo en el 96 se plantean amplios pliegos petitorios que más parecían planes de desarrollo que desbordaban la mera problemática de los "narco-cultivos". Antes que el Estado y la comunidad internacional acaben con estos cultivos ilícitos, se puedan rebelar los dominados como en el caso de los indígenas que por su ubicación estratégica dominan los recursos hídricos en sus nacimientos y será necesario replantear seriamente un debate amplio que incluya la despenalización[205]la inversión social, la inclusión de los países productores y la total decisión de no aportar un muerto más en nuestros campos y barriadas ante este insaciable negocio de rentas excluyentes.

El Estado colombiano parece seguir en su carrera de someterse a los Estados Unidos y a la comunidad internacional, colocando a estos colombianos del Bajo Caguán en simple carne de cañón, ocultando con ello sus errores históricos y condenando una vez más a la penalización al campesino e indígena, patrimonio de nuestra cultura.

BIBLIOGRAFÍA

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"Samper avaló acuerdos ayer en Florencia". En: Diario del Huila, 14 de septiembre de 1996.

"Se mantienen zonas de orden público". En: Diario El Tiempo, Bogotá. Septiembre 28 de 1996.

"Serpa se reunió ayer con los campesinos". En: Diario del Huila, 1 de septiembre de 1996.

"Siguen los disturbios". En: Diario El Tiempo, Bogotá. 1 de Septiembre de 1996.

"Suspendida erradicación de cultivos ilícitos en el Huila". En: Diario del Huila. 15 de septiembre de 1996.

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ANEXOS:

1.ENTREVISTA

2. CUADROS

3. ACTAS DE ACUERDO MARCHAS CAMPESINAS

La siguiente entrevista vía internet, fue enviada hacia la comandancia de las Farc.

1.ENTREVISTA SOBRE LA MARCHA CAMPESINA EN EL BAJO CAGUAN CAQUETEÑO 1996

[ Las movilizaciones campesinas en el Caquetá: el caso de la marcha del Bajo Caguán, durante los meses de mayo a septiembre de 1996.]

Propósito: servir de material de sustentación e investigación, para la tesis del mismo nombre de la entrevista, presentada por Juan Carlos Gallego Código # 9517907, Estudiante de Sociología. Universidad del Valle, Cali.

Director de Tesis: Sociólogo : Carlos Alberto Mejia.

No es necesario detallar los nombres de los entrevistados, ni su rango o cargo. Les agradecemos ser lo más explícitos posible en sus respuestas [las que ustedes consideren convenientes]. Si existe otra pregunta no incluida aquí, les solicitamos sea incluida.

A. Sobre el contexto:

1. A su entender, por qué se presentó la marcha de los campesinos en el Caquetá?

2. Quiénes intervinieron en esta marcha?

3. Su organización intervino en la marcha, de que manera?

4. Existe alguna conexión histórica entre la marcha de marquetalia – pato- guayabero(1964), con la marcha del caquetá en 1996?. En qué aspectos?

5. El Estado tradicionalmente se ha alejado de esta zona. Se puede hablar de un cierto "para- estado" representado principalmente en la presencia de la insurgencia político – militar?

6. Actualmente se habla del acabose de la guerra fría y que luego de ella y como continuidad de la guerra, se está promulgando por la guerra anti- drogas (escondiendo la guerra anti-comunista), qué opinión le merece este comentario?

B. Sobre las fumigaciones y la producción de coca:

7. A su parecer, las fumigaciones sobre los cultivos ilícitos incidieron sobre la movilización del 96?

8. Sobre la producción de coca, cual es su posición [la de su organización]. De qué manera se manifiesta?

9. En los diarios se habló de la "marcha cocalera", en ese sentido, los "cocaleros" estarían representados por los mismos campesinos y colonos?

10. Ustedes como caracterizan a un "raspachin"?

11. Qué opinan de la legalización del negocio de las drogas ilícitas?. Solucionaría la confrontación hacia sectores como el campesinado?

12. Alguna propuesta hacia la superación del problema de las drogas?

C. A nivel Internacional:

13. Estados Unidos interviene a menudo en la política colombiana. Qué grado de incidencia tiene su presión hacia la "erradicación" de los cultivos?

14. Recientemente el estado ha señalado la llegada de apoyo internacional, y del programa Plante. Este sería una buena salida al problema?

D. Sobre aspectos de la marcha:

15. La relación campesino – insurgencia es de qué carácter?

16. Como se maneja la propiedad sobre la tierra en las zonas en las cuales ustedes tienen influencia?

17. Actualmente en la zona de despeje se habla de lograr un municipio piloto para erradicar los cultivos. Cómo se relacionan las dos cosas? (el despeje y los cultivos).

18. En las diferentes propuestas de paz de la insurgencia se remarca el interés hacia el tema del campo. Qué trascendencia tiene para este momento político el tema? , y sobre todo la Reforma Agraria?

19. El campesino del sector comprende la lucha adelantada por ustedes?, la comparte? la acepta ? (u otras razones)

20. A su entender qué se pretendía al momento de iniciar la marcha y al punto de su salida con la negociación?

21. Se demostró su poder movilizador y de proceso en la zona con la marcha?

Existe alguna posibilidad de viajar a la zona a realizar entrevistas yo investigaciones relativas a esta tesis?. Sugieren otros mecanismos?

Por su disposición, quedamos cordialmente agradecidos. Los resultados estarán disponibles en la siguiente dirección de la web: [al mismo tiempo que el contenido total de la investigación de la tesis]

E-mail:

fedecamilo_[arroba]latinmail.com

2. CUADROS

COMPARACIÓN DE LOS CULTIVOS DE COCA EN LOS PAISES DEL AREA ANDINA

 

País

Área cultivada de coca

Erradicación efectiva

Droga incautada

Lavado de dinero

Detenidos por droga

 

1,995 1,996

1,995 1,996

1,995 1,996

1,995 1,996

1,995 1,996

Bolivia

48.500Ha 48.600

5.693 6.600

6,96Tm 10,34

400Us Millones 800

2.494 3.312

Chile

 

 

121Tm

1.000 500

1.400 ——–

Colombia

45.000 59.000

25.402 18.300

265,5 240

3.000 3.000

2.885 2.547

Ecuador

 

 

10 15

400 3.000

2.260 3.012

Perú

115.300 112.000

19.113 3.374

29,12 31,5

1.000 2.000

10.709 12.189

Venezuela

 

 

20.4 4.5

2.000 2.000

9.741 7.706

Fuente: Comisión Andina de Juristas. El tráfico de drogas y las políticas andinas. Bogotá. 1988

DISTRIBUCIÓN POBLACIÓN COLOMBIANA URBANA Y RURAL.1996

#Municipios

1.060

Urbana

27.931.643

Rural

11.579.021

%Rural

29.300

Fuente: Equidad y política social en Colombia. Seminario pobreza

y política social en Colombia. Universidad Nacional. Bogotá. 1999

INDICADORES DE POBREZA E INGRESOS RURALES 1976-1995

 

 

 

 

 

 

 

61,75

64,46

64,96

6,71

-3,5

LP Internacional

30,58

31,36

26,16

 

-5,2

LI Nacional

28,18

32,38

24,69

4,2

 

LI Internacional

10,67

11,45

8,39

0,78

 

 

GINI DE INGRESOS RURALES

1978

1991

1995

1978-91

1991-95

Hogares

0,5

0,58

0,44

0,08

-0,13

Personas

0,49

0,57

0,44

0,08

-0,13

Fuente: Tras el velo de la pobreza. Misión Rural. Bogotá. 1998

INDICE DE DESEMPLEO EN COLOMBIA 1990-1996

INDICE DANE

1,99O

10,6

1,991

9,3

1,992

9,6

1,993

7,6

1,994

7,6

1,995

9,3

1,996

14

Fuente: Tras el velo de la pobreza. Ibíd.

HECTÁREAS SEMBRADAS DE COCA VS. HECTÁREAS ERRADICADAS.

DEDICATORIA

Aquí reside el esfuerzo colectivo de la educación, los valores y las bregas de mi familia. Mis viejos, mis hermanos. Estas letras son también las de ellos. Son nuestras. Ahora podemos saber un poco más sobre nosotros mismos. Las letras y el conocimiento también son nuestro derecho.

A esas tres mujeres que han llenado mi vida, gracias. Fanny, Dora, Camila. Mi fortaleza.

Y claro, estas líneas van para mi pueblo que ojalá las llegue a leer.

AGRADECIMIENTOS

Alguna vez escuché que la vida era un camino por recorrer y por vivir. Luego me enteré que también se podría mencionar como un gran "camino que anda", así como lo enuncia Fernando Soto Aparicio, en una de sus geniales novelas. Por ello, en este largo camino que se construye día a día y que hoy se acerca a este sendero llamado Monografía de Grado, deseo colocar en estas páginas más que unos cuantos nombres; unos cuantos recuerdos y agradecimientos a todos y todas las personas que me han apoyado, criticado y guiado en ese gran camino que anda.

A los verdaderos Maestros de la Ciencia Sociológica Colombiana, quienes unas veces cerca u otras desde la distancia solidificaron este trabajo. En especial a Orlando Fals Borda, Decano de la Sociología Rural Colombiana. Sus libros y comentarios fueron mis lentes. Espero que en el desarrollo de este escrito se muestre esta relación. Obviamente mis opiniones no comprometen en nada sus respetables aportes. A todos mis amigos por soportar mi testarudez, mi siempre enfado ante lo indigno: los que en las asambleas, en los pasillos, en los salones, cafeterías, en los prados; me acompañaron y sin quererlo terminaron redondeando estas líneas. A Arnulfo y su fortaleza como compañero en las buenas y en las malas; a Milton, Alex, Lina, Dalila, Efra, Willy-oso, Ruben_cultura, Van Derlinde, Franco, Andrés _paskin…, a Antonio y sus sabios consejos rodeados de frescura y embriagante ánimo. A la biologita- tumaqueñita Eliza, Leo, Deissy, Janier A todos. Su paciencia y compañerismo no han sido en vano. A Sintraunicol que siempre me tendieron solidariamente la mano. Hermanos de clase.

A Lily y Carlos Arturo, quienes desde la Sociología fraterna me animaron en todo instante leyendo y corrigiendo este trabajo. Su fundación FINDES abrió sus puertas incondicionalmente para mí. Ni qué decir de su biblioteca. Amigos.

Al Profesor Carlos Alberto Mejía, por aceptar con paciencia tutoriar y escuchar mis opiniones -siempre en desorden-, acerca de este trabajo. Recuerdo su pronta asistencia a pesar de sus múltiples compromisos. Sus enseñanzas y reflexiones seguramente me seguirán acompañando durante mi desempeño profesional. Qué bueno que sus anhelos se irradien hacia otras sillas tan necesitadas de un nuevo aire en La Academia. Una vez más, estaré atento a sus comentarios y recomendaciones.

En el campo de trabajo, indudablemente a los estudiantes de la Universidad de la Amazonia por sus entrevistas y comentarios acerca de la zona de estudio. Al Profesor Fernando Cubides de la Universidad Nacional por su desinteresado aporte; a los campesinos desplazados que me atendieron, a los líderes populares y campesinos que me ilustraron con ese saber que solo ellos son capaces de compartir al calor de un guarapo, una chicha o una cerveza. A los indígenas que me atendieron en sus moradas y me ampliaron la sensibilidad histórica y fraterna sobre mi problema de investigación. En especial al asesor en asuntos indígenas de la Presidencia de la República-Plante: Jairo Valencia. A Jorge Olaya "Guambía" y su eterna lucha. En San Vicente del Caguán a Rafael, a los campesinos que me permitieron las entrevistas. Aún tengo mil inquietudes por resolver. El tema de los raspachines me quedó de tarea.

Seguramente buscaré a Fabio ó a Diego, ellos seguramente sabrán ampliar este enorme tema. Son ellos realmente los que hicieron esta tesis; así algunos nunca la lean: pues o no saben o no les interesa este tipo de saber. Quiero que sepan que aunque no citaré sus nombres, sus imágenes y comentarios son la base de este trabajo.

En la oficina de Orden Público del Ministerio del Interior, y en especial a Raúl Gratz quien con su manejo de estos temas me dio un acercamiento óptimo a la investigación. En el Ministerio de Agricultura; en la Oficina del Programa Rumbos; y a todos aquellas personas que superan su función y se levantan de su escritorio a servir como verdaderos empleados públicos. A todas y todos, gracias.

Juan Carlos Gallego Pineda.

 

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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