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Vida y obra de Alexander Von Humboldt (página 2)


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Esta es la más breve pero exacta definición de la Arquitectura Inca que se haya planteado hasta la actualidad, destacando la perfección técnica de las edificaciones Inca antes que su elegancia y apreciándose la predilección de Humboldt por la Arquitectura Neoclásica . En sus Vues des Cordillères, Humboldt concluye:

"No nos cansaremos de repetir que la arquitectura americana no puede sorprender ni por la grandeza y tamaño de las masas ni por la elegancia de las masas, pero sí es interesante porque ayuda a esclarecer la historia de la primera cultura intelectual de los pueblos serranos del Nuevo Continente."

Humboldt registra, compara y establece diferencias entre los "palacios de los Inca". La presencia de nueve asentamientos Inca entre Chulucanas (Caxas) y Huancabamba, provoca la siguiente reflexión en él:

"Este gran número de edificios en una tan pequeña distancia prueba bastante que el nombre de Palacio de los Incas es bastante vago. ¿Es posible que este soberano haya llevado el lujo hasta este punto? Las más grandes construcciones, como las de los baños [Caxas], de Guamaní [Huancacarpa] y de Huancabamba serán solamente palacios de los Incas, rodeados de otras casas en forma de aldeas o ciudadelas; las otras construcciones dispersas, eran, según yo creo, habitaciones de grandes señores peruanos que gobernaron estas provincias."

En otros párrafos de su diario menciona otro criterio para establecer una tipología de asentamientos, la ubicación altitudinal, éste y el expresado en el párrafo anterior, aglomeración de edificaciones, son los criterios que le permiten plantear la siguiente tipología para la Sierra de Piura:

  • Palacios de los Incas rodeados de aldeas o ciudades (Caxas, Huancabamba).

  • Palacios, habitaciones dispersas de gobernantes (Tambo de Jicate).

  • Fortalezas (Huancacarpa).

Estas generalizaciones que Humboldt plantea están sustentadas en la observación in situ y además en la comparación con otros asentamientos ubicados al norte o al sur de la Sierra de Piura y con aquellos del Viejo Mundo. Así, cuando describe las "casas" que integran el acllawasi de Caxas (Chulucanas), prefiere utilizar el término habitaciones, a semejanza de las de Herculano. También cuando describe las terrazas cercanas al Templo del Sol de Caxas, las compara con el palacio de Sanssouci.

El aporte de Humboldt no se limita a la descripción de asentamientos, que ya de por sí es un gran aporte pues muchos de ellos no se han conservado hasta la actualidad y su registro es el único que tenemos, sino que intenta establecer la función que tuvieron dichas edificaciones. Así luego de describir el ushnu de Caxas reflexiona: "Para una fortaleza es bastante pequeña, sobre todo en el interior. ¿Era un adoratorio?". De este modo se aproxima a la función que el estado actual de conocimientos le asigna a dicha edificación.

Humboldt destaca también la homogeneidad de los asentamientos Incas:

"Al examinar atentamente cualquier edificio del tiempo de los incas, se observa el mismo tipo en todos los otros que se hallan en las alturas de los Andes sobre una extensión de 7,000 Kms., desde mil a cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar. Se podría decir que un solo arquitecto ha construído tan gran número de monumentos."

Así, luego de describir Xicate (Tambo de Jicate) refiere que "…La construcción es tan uniforme en las casas que uno se repite describiéndolas".

El proceso de expansión de los Incas desde el Cuzco hacia el Ecuador también es planteado por Humboldt, quien propone lo siguiente:

"Dad una lista de las ruinas de los palacios de los Incas con su elevación en toesas [1 toesa = 2 m.] y formad una carta geográfica de su posición, lo que dará muchas luces sobre la marcha de la conquista de los Incas."

Luego de registrar las evidencias Inca en el Sur del Ecuador y el Norte del Perú, Humboldt sugiere la ruta del proceso de expansión de los Incas:

"El Inga no vino sino descendiendo del Cuzco para la conquista de Quito, siguiendo la ruta de Cajamarca a Huambos, en el valle del Río Chotano siguió este río hasta su embocadura en el Chamaya, de allí remontó por Pomahuaca a Zaulaca, Huancabamba, Chulucanas, al Cerro al este de Olleros, de Loja al Azuay. Esta ruta está trazada todavía por las ruinas del camino y de los palacios del Inca."

Humboldt también reflexiona acerca de la cronología de los caminos prehispánicos, al comparar un camino delimitado con bordes de rocas en Pomahuaca y los caminos Inca, establece que es "…muy diferente de todos los caminos de los Incas…¿Servía para alguna ceremonia religiosa…" (Humboldt [1802] 1991, 33). Respecto a los edificios de los Inca, en sus Vues des Cordilléres plantea que:

"…existían desde hace muchos siglos en la gran ruta que conducía del Cusco a Cajamarca…[y que] se remonten más atrás del siglo XIII de nuestra era…"

En conclusión, podemos decir que, los planteamientos de Humboldt acerca de la Arquitectura Inca, la tipología de asentamientos, la secuencia constructiva de la red de centros y caminos han sido evaluados mediante las recientes investigaciones arqueológicas y nos permiten plantear la vigencia de sus ideas y considerarlo como el fundador de la arqueología científica en América.

Sus obras más destacadas

Una vez en Europa, Humboldt, después de una breve estancia en Burdeos, se estableció en París, entre los años 1804 y 1827, donde publicó la mayoría de sus textos relacionados con América. Los resultados, extraordinariamente fecundos de este viaje, se publicaron entre 1805 y 1832, en 30 volúmenes, con el título:"Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Mundo", realizado de 1799 a 1804, que incluye una relación histórica (con un atlas); observaciones de zoología y anatomía comparada; ensayo político sobre el reino de Nueva España (con un atlas); observaciones astronómicas, operaciones trigonométricas y mediciones barométricas; física general y geología…; plantas equinocciales,etc.

Asimismo, escribió otra obra titulada:"Ensayo político sobre el reino de la Nueva España", publicado, por primera vez, en 1811. Por sus cinco volúmenes desfila el mayor cuadro estadístico de la Geografía (física, humana y económica) de un país realizado hasta la fecha por hombre alguno. Aparecen consideraciones generales acerca de la extensión y el aspecto físico del Reino de la Nueva España, su población, división de sus habitantes en castas, el estado de la agricultura, minas metálicas, etc. En definitiva, reunió en un solo texto descripciones sistemáticas de la industria, el comercio, las formaciones geológicas e incluso la cultura, la antropología y la historia del virreinato de Nueva España.

Este, ha sido el libro más difundido de la serie, el más conocido y leído en el mundo americanista, el más favorecido por ediciones y versiones. Se basa en el estudio de México, de un México mucho mayor que el actual, en los aspectos de población y económico. Está dedicado a Carlos IV de España, de la dedicatoria son estas líneas:" En mi obra se reflejan los sentimientos de gratitud que yo debo al gobierno que me ha protegido y a esta nación, noble y leal, que me ha recibido no como a un viajero, sino como a un conciudadano". A pesar de estas expresiones de gratitud hacia el monarca español, Humboldt no duda en entrevistarse con Simón Bolívar, Libertador de América del Sur, apoyando decididamente al movimiento independentista latinoamericano.

A partir de ese momento, consagró el resto de su vida a la publicación de su obra titulada:"Cosmos", que apareció en cinco volúmenes de 1845 a 1858, en la que retrata la estructura física del Universo. Su primer volumen se agotó a los dos meses, logrando vender 80.000 ejemplares, siendo traducido a casi todas las lenguas europeas. Esta es una obra sin precedentes por cuanto combina el rigor del estadista con un estilo abierto y popular. Concibió esta obra como un repaso de todos los conocimientos de todas las ciencias naturales y una síntesis que demostrara la íntima relación que existe entre todas ellas.

Cosmos es el resultado de toda una vida de estudio. En una carta dirigida a su amigo Kart Varmhagen, en 1834, decía lo siguiente, respecto a su último proyecto:" Tengo la loca idea de retratar en un solo trabajo todo el universo material, todo lo que conocemos de fenómenos de cielo y tierra,

desde las nebulosas de las estrellas hasta los musgos que crecen en las rocas graníticas, todo ello en un estilo que estimule y cautive el sentimiento humano. Cada idea grande e importante de mi escrito deberá ser consignada allí, codo con codo, con los hechos. Deberá dibujar una época en el génesis espiritual de la humanidad, en el conocimiento de la naturaleza…Mi título, para esta obra, es Cosmos.

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El objetivo fundamental de esta obra, fue demostrar, que para llegar al conocimiento de la naturaleza era necesario emplear el método científico y no la mera especulación inductiva, como proponían en ese entonces Hegel y Schelling, filósofos de la naturaleza y máximos exponentes del romanticismo alemán.

En el propio prólogo del Cosmos, Humboldt habría de confesar que el esfuerzo de toda una vida de trabajo científico estuvo subrayado por su compromiso con una meta más alta en mente:" La principal motivación que me orientó, fue mi ferviente anhelo de discernir los fenómenos físicos en conexión general, y respetar la Naturaleza como un grado todo, movida y animada por sus propias fuerzas".

Humboldt cumplió este cometido en su último compromiso con la ciencia. Cosmos puede tomarse como la introducción de una nueva e independiente ciencia positiva, la denominada cosmografía física. Es la suma de una postura erudita diferente, para la que muchos consideran como "ciencia humboldtiana".

A continuación vamos a analizar las obras más importantes. Escritas por Humboldt a lo largo de su dilatada vida, que coinciden con las más difundidas por Europa y América.

A) VIAJE A LAS REGIONES EQUINOCCIALES DEL NUEVO CONTINENTE (1799-1804).

Uno de los objetivos más importantes del viaje de Humboldt a Suramérica era el tratar de verificar científicamente si existía o no una comunicación natural entre las hoyas hidrográficas de los ríos Orinoco y Amazonas. Quería confirmar científicamente la existencia del Casiquiare, un gran brazo de agua de más de 300 km de curso que había sido afirmada o negada durante muchos años. Así que durante todo el mes de abril de 1800, remontaron el curso medio del Orinoco, hasta que el 7 de mayo llegaron a San Carlos de Río Negro, donde Humboldt además realizó importantes observaciones sobre la masa de aire ecuatorial y aportó valiosos datos para el conocimiento de la Climatología. El 10 de mayo de 1800 siguieron hacia la desembocadura del Casiquiare, y navegaron por el mismo durante once días, hasta entrar de nuevo en el cauce del Orinoco, demostrando así la comunicación entre las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas.

Pero aunque su principal objetivo era el que acabo de relatar, a partir de su desembarco en las costas de Venezuela, el 16 de julio de 1799, Humboldt, que aún no había cumplido los 30 años, va a realizar exhaustivos estudios e investigaciones, tanto en el vasto territorio de Venezuela, como también en otras extensas regiones o provincias que integran los Virreinatos de Santa Fe, Perú, Nueva España, Cuba…demostrando sus conocimientos, aptitudes y habilidades, en el ámbito de la botánica, zoología, química, geología, astronomía, antropología, etnología, lingüística, arqueología, historia, además de, por supuesto, la geografía física y la cartografía, o sea que, este científico alemán, tenía un cabal dominio de las ciencias naturales y humanas que cultivaba con esmero y a cuyo desarrollo contribuye, tanto en el caso de aquellas ciencias naturales que para su tiempo eran ya disciplinas plenamente constituidas y autónomas como el de aquellas otras ciencias, sobre todo las humanas, que apenas se estaban formando.

Esta obra,fue una de las primeras que escribió Alexander von Humboldt y de las más extensas. Como resultado del viaje que realizó a Iberoamérica, entre 1799 y 1804, el científico alemán fue recopilando una gran cantidad de datos y documentos que le sirvió, posteriormente, para publicar una treintena de volúmenes agrupados bajo el título general de "Viajes a las regiones equinocciales del Nuevo Mundo", volúmenes que se publicaron en Francia entre 1811 y 1834.

En ésta obra se puede constatar que, indudablemente, Humboldt fue un sabio consumado, pues en él se conjugaron, como podemos apreciar al leer esta obra, la doble condición de hombre de ciencia y de filósofo, capaz de superar sus prejuicios y barreras culturales europeas que hubieran podido impedirle alcanzar el amplio conocimiento y la suficiente comprensión que tuvo de una sociedad plurirracial y de numerosas etnias indígenas que hablaban diversas lenguas y dialectos, los cuales, por lo demás, estudió exhaustivamente.

Como parte de ese esfuerzo logra aprender, en poco tiempo el español, lo que le permite comunicarse y entablar relaciones cordiales con personas de las más diversas condiciones económicas y sociales:

"Hablamos ya el español tan corrientemente que no tropezamos con dificultad para seguir una conversación de algunas horas. Admiro en los habitantes de estos alejados países la lealtad, la sencillez de carácter, esa mezcla de austeridad y de probidad con que en todo tiempo se ha señalado la nación española…"

Carta de Alexander von Humboldt desde Caracas al barón de Forell. 3-II-1800.

Humboldt analiza, pormenorizadamente, no sólo los aspectos físicos de gran parte del subcontinente americano sino que también hace constantes referencias al modo de vida de las poblaciones asentadas en esas regiones, la fertilidad de sus suelos y sus costumbres.

En cuanto al primer aspecto, una descripción física por las regiones por donde viaja, nos puede servir de ejemplo el que realizó sobre la Capitanía General de Venezuela. Una vez señalado las diversas regiones que la constituyen ( Nueva Andalucía, Cumaná, Barcelona, Caracas, Maracaibo..) ve que, todas ellas, forman tres zonas distintas extendidas de Este a Oeste:

"Hállase primero terrenos cultivados a lo largo del litoral y cerca de la cordillera de montañas costaneras; luego, sabanas o dehesas; y fin, allende el Orinoco, una tercera zona, la de los bosques en la que se penetra sólo por medio de los ríos que la atraviesan".

A continuación hace una alabanza de la fertilidad de los suelos:

"…Se podría admirar la corta extensión de aquellos terrenos cultivados de bananas pero que son capaces de producir cerca de veinte veces más sustancias alimenticias que el mismo terreno sembrado de cereales…"

"…La inmensa fertilidad del suelo corresponde con la humedad y el calor de la atmósfera. Una numerosa población halla su alimento en abundancia, en un pequeño espacio cubierto de bananos, de yuca, de batatas y de maíz. La soledad de las cabañas dispersas en medio del bosque, indica al viajero la fecundidad de la naturaleza; a veces un pequeño rincón de tierra cultivada es suficiente para el sustento de varias familias…"

En otro apartado de ésta obra, Humboldt comenta las diversas lenguas americanas de las que dice: "Son como máquinas complicadas cuyos rodajes están de manifiesto. Se reconoce el artificio, o bien diré, el mecanismo industrioso de su estructura. Creeríase asistir a su formación y asignaríaseles un origen recientísimo, sino valiera recordar que el espíritu humano sigue imperturbablemente una imposición dada, que los pueblos agrandan, perfeccionan o reparan el edificio gramatical de sus lenguas conforme un plan de antemano determinado, y que hay, en fin, países cuyo lenguaje, instituciones y artes son como estereotipos desde hace una luenga serie de siglos".

También el científico alemán, hace una crítica sobre la administración de la justicia en las colonias españolas:

"Nada es más deplorable que la administración de justicia en estas colonias de ultramar. Por todas partes encontrábamos las prisiones llenas de malhechores, cuya sentencia no era pronunciada sino después de siete u ocho años de espera. Cerca de un tercio de estos detenidos lograban evadirse: las llanuras despobladas, pero llenas de ganados, les ofrecían un asilo y nutrición. Ejercen su vagabundaje a caballo, como los beduinos. La insalubridad de las prisiones hubiera llegado a su colmo, si ellas no se hubieran visto vacías de tiempo en tiempo, por la fuga de los detenidos".

Cuando recorría con el cura fraile de Cariaco el trayecto para embarcarse rumbo a Cumaná, tiene ocasión de conversar sobre un tema polémico para aquella época cual era el de la esclavitud:

"…Cuán largo nos pareció el camino, durante el cual no pudimos librarnos de conversaciones sobre la necesidad de la trata, sobre la malicia innata de los negros, y sobre las ventajas que saca esta raza de su estado de servidumbre entre los cristianos…"

Más adelante prosigue:

"…No sería posible negar la levedad de la legislación española, comparándola con el Código Negro de la mayor parte de los demás pueblos que tienen posesiones en ambas Indias. Pero tal es el estado de los negros aislados en lugares apenas desmontados, que la justicia, lejos de protegerlos eficazmente en el curso de su vida, no puede ni aun castigar los actos de barbarie que les han causado la muerte. Si se intenta una averiguación, se atribuye la muerte del esclavo a la flaqueza de su salud, a la influencia del calor y humedad o a otras causas parecidas…"

También señala algunos casos, muy significativos, del maltrato que sufren los esclavos en estas regiones latinoamericanas, relatando el caso del plantador de Cariaco y su inhumana e injustificable actuación contra sus esclavos negros:

"…En Cariaco mismo, un plantador que sólo poseía ocho negros hizo perecer a seis de ellos fustigándolos de la manera más bárbara. Destruyó voluntariamente gran parte de su fortuna, habiendo perecido en el acto dos de sus esclavos…delincuencias tan grandes han quedado más o menos impunes…"

Humboldt considera que para cualquier estudio antropológico o histórico debe hacerse tanto en forma diacrónica como sincrónica. Hay que investigar desde los más remotos antecedentes hasta las circunstancias y condiciones actuales, a fin de poder conocer adecuadamente la estructura de una sociedad o grupo social determinado y su historia:

"El carácter y las costumbres de una nación expresan a la vez, como su idioma, el estado pretérito y el presente, sólo conociendo toda la historia de la civilización o del embrutecimiento de una horda, sólo siguiendo a las sociedades en su desarrollo progresivo y las diferentes etapas de su vida, podría llegarse a la solución de problemas que el mero conocimiento de los informes actuales no puede esclarecer".

Casiquiare, 12 de mayo de 1800.

En el último capítulo de su vasta y relevante obra, Humboldt presenta una especie de informe o "cuadro corporativo de la población, de la agricultura y del comercio de todas las colonias españolas", antes de las guerras que acompañaron al proceso emancipador de éstas de la metrópoli.

Durante diez y seis meses recorrió buena parte del inmenso territorio de la que era parte entonces la Capitanía General de Venezuela. El mismo Humboldt resume su ingente labor en este territorio:

"…Examinando sus límites naturales, su clima y sus producciones, he discutido la influencia que ejerce la configuración del territorio sobre la agricultura, el comercio y el progreso más o menos lento de la sociedad. He recorrido sucesivamente las tres zonas que se siguen de Norte a Sur desde las Antillas hasta las selvas del Alto Orinoco y del Amazonas…"

Así, pues, en el transcurso de este viaje, Alexander von Humboldt logró adquirir un cabal conocimiento tanto de las exuberantes flora y fauna, como de la geografía física, de la población, en su compleja composición étnica y distribución territorial, constatando que mayoritariamente la población se sitúa en la costa, y de la organización político-jurídica y económico-social. Gracias a los resultados de las investigaciones científicas en Iberoamérica, Humboldt pudo realizar y publicar esta obra que tituló: "Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Mundo" dando con ella a conocer a todo el mundo una vasta zona, casi desconocida hasta entonces, señalando su situación geográfica, sus recursos naturales y los seres humanos que vivían por aquellas latitudes.

El 24 de noviembre de 1800 Humboldt embarca en un buque norteamericano que transportaba un cargamento de carne desde Venezuela rumbo a Cuba donde estaría poco más de mes y medio para regresar de nuevo a Suramérica y recorrer Colombia y Ecuador.

En marzo de 1801 Humboldt y su amigo Bonpland regresaron a Suramérica, llegando a Cartagena de Indias (Colombia) por accidente, después de que una tormenta desviara su barco. Aquí conocieron a José Ignacio de Pombo, quien les narró los esfuerzos que realizaba el sacerdote

José Celestino Mutis en Santa Fe de Bogotá al frente de la Real Expedición Botánica. Éste hecho hizo que cambiaran de planes y se dirigieran al interior del Nuevo Reino, con el objetivo de comparar sus colecciones con las del botánico Mutis, por lo que tuvieron que remontar el río Magdalena y ascender por los caminos de los Andes. Lo que no esperaron encontrar era un equipo tan organizado de herbolarios y pintores trabajando, por lo que la obra de Mutis fue ampliamente elogiada.

En Ecuador exploraron varios volcanes, entre ellos el Chimborazo, famoso con sus 6.257 metros por ser considerado la montaña más alta del mundo a principios del siglo XIX. En 1802, los dos viajeros, junto al ecuatoriano Carlos Montúfar, trataron de subir hasta la cumbre, pero desistieron a los 5.875 metros, a causa del soroche o mal agudo de montaña. En este punto, Humboldt y Bonpland se encontraban en la mayor altura alcanzada por un europeo en la historia escrita. El viaje por Suramérica terminó en Perú, donde estudió el desarrollo de las culturas indígenas y la influencia hispana son de gran valor para la Antropología cultural.

Humboldt realizó mapas físicos de algunas de las regiones que visitó en América, fue el primero en trazar las "lineas isotermas" que actualmente se utilizan en los mapas climáticos y que indican las temperaturas en todos los lugares, en un momento dado. También contribuyó en la Oceanografía Física, cuyo desarrollo no hubiera sido el mismo sin las observaciones y mediciones que Humboldt hizo sobre las aguas del Océano Pacífico, descubriendo la corriente marina que con posterioridad fue denominada "Corriente de Humboldt".

B) ENSAYO POLÍTICO SOBRE EL REINO DE LA NUEVA ESPAÑA (1811).

Escrito y publicado en el momento preciso, este notable ensayo del científico alemán, Alejandro de Humboldt (1769-1859), alcanzó una inmortal notoriedad convirtiéndose en la fuente original de numerosos trabajos de distintos investigadores. De hecho el Ensayo político sobre el reino de la Nueva España se constituyó en la referencia inmediata para los sectores de la burguesía en ascenso, al igual que los círculos de la nobleza, precisamente cuando en la Nueva España generábase el intrincado y complicado proceso de Independencia.

Si Alejandro de Humboldt hubiese escrito esta obra dos decenios antes, la misma hubiese quedado como lo que es: un excelente retrato de las condiciones que prevalecían en el reino de la Nueva España pero … hasta ahí, nada más … Sin embargo, el tino del barón de Humboldt fue la precisión casi cronométrica tanto de su investigación como de la publicación de su ensayo.

La obra escrita de Alejandro de Humboldt es harto variada y enfocada claramente al terreno científico. Sin embargo, podemos mencionar, además de su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, su Ensayo político sobre la isla de Cuba, al igual que otro trabajo sobre el antiesclavismo, como los trabajos que se ubican en el terreno político ya que, la inmensa mayoría de sus escritos, pertenecen al campo de la ciencia.

A pesar de lo prolífero de su obra científica, Alejandro de Humboldt tendrá, en relación a México, la importancia de haber sido el primero que, apoyándose en estudios parciales y regionales sobre diversos temas, realizados por escritores españoles y americanos, pudo concretar un excelente retrato de la situación que predominaba en la Nueva España a principios del siglo XIX, tan sólo unos cuantos años antes de que con la invasión napoleónica a territorio hispano, cambiase radicalmente el destino político de la Nueva España.

La obra, Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, fue terminada en 1808. Contiene un conjunto de mapas que de hecho conforman el Atlas de la Nueva España, incluyendo las fichas descriptivas de esos mapas y suficiente material para que todo aquel interesado en conocer la situación política, económica y social prevaleciente en el reino de la Nueva España antes de que se iniciase la gesta de Independencia, pueda sacar sobrado provecho.

La obra está dividida en seis libros, con sus correspondientes capítulos, en los que Humboldt va analizando aspectos de la geografía física de la Nueva España, como sería la influencia de la configuración del suelo y clima (Libro primero, capítulos: I, II y III). En el segundo y tercer libro, Humboldt analiza la población general de México y la división de sus habitantes en castas, apoyándose, para ello, en el censo general realizado en 1793. En el libro cuarto, el ilustre barón alemán, entra ya a estudiar aspectos económicos de la Nueva España, iniciando éste estudio por la agricultura y minas metálicas. En el libro quinto, se centra en el estado de las manufacturas y del comercio. Y, por último, en el sexto libro, en las rentas del Estado y la defensa militar del territorio.

En el prefacio de la obra el propio Humboldt señala lo siguiente:

"Residí en el vasto reino de México durante un año, habiendo llegado por el mar del Sur en el mes de marzo de 1803. Tras de haber llevado a cabo algunas investigaciones en la provincia de Caracas, en las riberas del Orinoco, del río Negro y del Amazonas, en la Nueva Granada, en Quito y en las costas del Perú, debí sorprenderme por el contraste que existe entre la civilización de la Nueva España y la poca cultura de las porciones de la América meridional que acababa de recorrer. Este contraste me excitaba a la vez al estudio particular de la estadística de México y a investigar las causas que más han influído en los progresos de la población y de la industria nacional. Una breve estancia, el año de 1804, en Filadelfia y en Washington, me puso en actitud de establecer comparaciones entre el estado actual de los Estados Unidos y los de México y el Perú. De este modo, mis materiales geográficos aumentaron de tal manera, que fue preciso incluir sus resultados en la Relation Historique du Voyage aux Régions Equinoxiales du Nouveau Continent. Me lisonjeo con la esperanza de que una obra bajo el título Essai Politique sur le Royaume de la Nouvelle Espagne podría ser acogida con interés, en una época en la que América, más que nunca, llama la atención de los europeos. Mi trabajo proporciona materiales a varios documentos oficiales destinados a la discusión de los intereses del comercio y de la industria manufacturera en América…"

A continuación, en el libro primero, capítulo III, se refiere al relieve mexicano comparándolo que otros países de Europa:

"Todo el interior del reino de México forma una meseta inmensa con una altitud de 2,000 a 2,500 metros. Difícilmente podrá encontrarse un punto en el globo donde las montañas presenten una estructura tan extraordinaria como las de Nueva España. En Europa se consideran como países muy altos Suiza, Saboya y el Tirol; pero mientras las cimas de los Alpes se elevan a 3,900 y aun a 4,700 metros, las llanuras inmediatas en el cantón de Berna no pasan de 400 a 600. Esta es la altura media de las mesetas de Suabia, Baviera y la Nueva Silesia. En España, las dos Castillas tienen poco más de 580 metros de altura. En Francia, la planicie más alta, que es la de la Auvernia, tiene 720 metros."

En el libro segundo, capítulo cuarto, Humboldt intenta calcular la población total mexicana basándose en distintas fuentes:

"…Es más difícil evaluar la relación de nacimientos y muertes con la población, que la de los nacimientos con las muertes. Si se pudiera admitir que en la Nueva España la relación de los nacimientos con la población es como 1 a 17, y la de los fallecimientos con la población es como 1 a 30, se tendrían unos 350.000 nacimientos por año, y unos 200.000 fallecimientos. El exceso de los nacimientos, en años en que no hay hambre, ni epidemia de viruelas, ni matlazahuatl que es la enfermedad más mortal de los indios, sería de cerca de 150.000. Según esto, la población de Nueva España debería duplicarse cada diecinueve años, pues en diez aumenta el 44 por 100. En los Estados Unidos se ha visto duplicarse la población, desde 1784, cada veintidós o veintitrés años. El único signo verdadero de aumento real y permanente de población es el aumento de los medios de subsistencia, y el aumento de productos de la agricultura es evidente en México. En un país católico, los diezmos eclesiásticos son el termómetro por el cual se puede formar juicio del estado de la agricultura, y estos diezmos se doblan en menos de veinticuatro años.

Estas consideraciones bastan para probar que admitiendo 5.800.000 habitantes al fin del año 1803, señalo un número que, lejos de ser exagerado, es probablemente inferior a la población existente. Ninguna calamidad pública ha afligido al país desde 1793. Añadiendo una décima parte por los individuos no comprendidos en el censo, y dos décimas por el progreso de la población en diez años, se supone un exceso de nacimientos que es la mitad menor que el que presentan los registros parroquiales. En este supuesto, el número de los habitantes no se doblaría sino en un período de treinta y seis a cuarenta años. Sin embargo, personas instruídas se inclinan a creer que la población ha hecho progresos mucho más rápidos. Tengo por muy probable que en 1808 la población de México fue superior a 6.500.000 almas."

A continuación, después de referirse a las diferentes razas o étnias existentes en la Nueva España, Humboldt señala los principales cultivos de esta región:

"…El maíz se produce en la misma región que el plátano y el manioc, (mandioca) pero su cultivo es aún más importante y extenso. Subiendo hacia la planicie central, se encuentran campos de maíz hasta el valle de Toluca, a 2,800 metros de altitud. El año que falta la cosecha de maíz, es de hambre y miseria para los habitantes de México. No se duda ya entre los botánicos que el maíz o trigo turco es un verdadero trigo americano y que el nuevo continente lo ha dado al antiguo. Cuando los españoles descubrieron América, el Zea maíz (en azteca, tlaolli) ya se cultivaba desde la parte meridional de Chile hasta Pensilvania. Era tradición entre los aztecas que los toltecas introdujeron en México, en el siglo VII d. de C., el cultivo del maíz, el algodón y el pimiento. La fecundidad del tlaolli o maíz mexicano es mayor de cuanto se puede imaginar en Europa…"

Libro cuarto, capítulo IX.

Posteriormente, nuestro insigne alemán, analiza, en el libro quinto, el estado de las manufacturas y el comercio mexicano:

" … Hasta 1765, el algodón y las lanas de la intendencia de Guadalajara se habían exportado para mantener la actividad de las fábricas de Puebla, Querétaro y San Miguel el Grande; a partir de aquella fecha se han establecido algunas en Guadalajara, en Lagos y en las ciudades vecinas.

La intendencia entera, que cuenta más de 630.000 habitantes, produjo en 1802, en telas de algodón y tejidos de lana, 1.601.200 pesos; en cueros curtidos, 418.900, y en jabón, 268.400.

Las manufacturas indígenas de algodón podrían ser para México de gran importancia. Las de la intendencia de Puebla, en tiempo de paz, suministran al comercio interior un producto anual de 1.500.000 pesos; pero este producto no se debe a fábricas reunidas, sino a gran número de telares de algodón dispersos en las ciudades de Puebla, Cholula, Huejocingo y Tlaxcala.

En Querétaro se consumen anualmente, en la fabricación de mantas y rebozos, 200.000 libras de algodón.

En 1802 se contaban en Puebla más de 1.200 tejedores de telas de algodón y cotonados rayados.

Las más antiguas fábricas de paño en México son las de Texcoco. La mayor parte fueron establecidas en 1592 por el virrey don Luis de Velasco II. Este ramo de la industria nacional fue pasando poco a poco a manos de los indios y de los mestizos de Querétaro y de Puebla.

En agosto de 1803 visité las fábricas de Querétaro. Estas se distinguen en grandes, llamadas obrajes, y pequeñas, llamadas trapiches. Se contaban entonces veinte obrajes y más de trescientos trapiches. 

Hoy en día es casi nula en México la fabricación de géneros de seda. En tiempos del viaje del Padre José de Acosta, hacia fines del siglo XVI, cerca de Pánuco y en la Mixteca se criaban gusanos de seda que se habían llevado de Europa, y entonces se fabricaban también excelentes tafetanes con la seda mexicana. Tampoco tiene la Nueva España manufacturas de lino, ni de cáñamo, ni de papel.

La del tabaco es un derecho de regalía, y las fábricas más importantes son las de México y de Querétaro. En esta última ciudad, visité la gran fábrica de puros y cigarros, que da ocupación a 3.000 obreros, de ellos 1.900 mujeres. Las salas están limpias, pero mal ventiladas, y son muy pequeñas, y, por tanto, muy calientes.

En Puebla, México y Guadalajara, la fabricación de jabón sólido es materia de un comercio considerable. Favorece mucho esta fabricación la abundancia de sosa que se encuentra casi en todas partes de la mesa central a 2.000 ó 2.500 metros de altura.

Puebla fue en otro tiempo célebre por sus fábricas de loza y de sombreros. Hasta principios del siglo XVIII, estos dos ramos de la industria vivificaban el comercio entre Acapulco y el Perú. Hoy las comunicaciones entre Puebla y Lima son casi nulas, y las fábricas de loza han disminuído de tal manera, que de cuarenta y seis que se encontraban todavía en 1693, no quedaban en 1802 más que dieciséis de loza y dos de vídrio.

En Nueva España, como en la mayor parte de los países de Europa, la fabricación de la pólvora es un derecho de regalía; pero se vende mucha de contrabando: la que se fabrica a expensas del rey está en proporción de uno a cuatro con la vendida de contrabando. La fábrica real de pólvora, única que existe, está cerca de Santa Fe, a tres leguas de la capital. Los edificios son muy bellos, y están situados en un valle estrecho que suministra el agua para el movimiento de las ruedas hidráulicas. Todas las partes de las máquinas, principalmente las ruedas cuyos ejes descansan en poleas de frotamiento, lo mismo que los epicicloides de bronce que sirven para el juego de las baterías de pilón, están dispuestas con mucha inteligencia. Sería de desear que los cedazos destinados a tamizar el grano fuesen igualmente movidos por agua o caballos, en vez de los ochenta muchachos mestizos que trabajan en esa maniobra por dos reales y medio de jornal.

La orfebrería mexicana está muy desarrollada. Hay pocos países en donde se fabrique anualmente mayor número de grandes piezas de platería, vasos y ornamentos de iglesia. En las villas más pequeñas hay plateros que ocupan en sus talleres a oficiales blancos, mestizos e indios. La Academia de Bellas Artes y las escuelas de dibujo de México y Jalapa han contribuído mucho a difundir el gusto de las bellas formas antiguas. En estos últimos tiempos se han fabricado en México vajillas de plata de valor de 30 a 40.000 pesos, que en elegancia y perfección del trabajo pueden competir con todo lo que se ha hecho de este género en las partes más civilizadas de Europa.

La Casa de Moneda de México, la más grande y rica de todo el mundo, es un edificio de arquitectura muy sencilla, contiguo al palacio de los virreyes. El establecimiento apenas ofrece cosa notable en cuanto a la perfección de las máquinas o de los procedimientos químicos; pero es muy digno de la atención de los viajeros por el orden, actividad y economía que reina en todas las operaciones de la amonedación…"

Por último, en el libro sexto señalaré algún párrafo interesante sobre el estado de las cuentas públicas de la Nueva España, según nos refiere Alexander von Humboldt, a principios del S. XIX:

"…El producto de los ingresos de la Nueva España puede evaluarse en 20.000.000 de pesos, de los cuales 6.000.000 se envían a España, a la tesorería general.

El aumento extraordinario que se observa en esta renta pública desde principios del siglo XVIII prueba, así como el de los diezmos, los progresos de la población, la mayor actividad del comercio y el acrecentamiento de la riqueza nacional.

Las rentas del Estado, según los registros que se conservan en los archivos del virreinato y en el Tribunal Mayor de Cuentas, eran en 1712 de 3.068.400 pesos, y en 1802 ascendieron a 20.200.000.

La disminución del precio del azogue, la pragmática del comercio libre, el establecimiento de las intendencias, la organización de la renta del tabaco y otras varias medidas gubernativas, pueden considerarse como las causas de este aumento de las rentas públicas.

He aquí los principales ramos en que éstas consisten en la Nueva España:

1.Renta del producto de las minas de oro y plata: 5.500.000 pesos.

2.Real estanco del tabaco: de 4.000.000 a 4.500.000 pesos.

3.Alcabalas: cerca de 3.000.000 de pesos.

4. Producto líquido del tributo personal de los indios: 1.300.000 pesos.

5. Derecho sobre el pulque: 800.000 pesos.

6. Derecho de almojarifazgo: 500.000 pesos.

7 . Venta de indulgencias papales, o bulas de la Cruzada: 270.000 pesos.

8. Renta de correos: 250.000 pesos.

9. Real estanco de la pólvora: 150.000 pesos.

10. Renta de mesada y media anata, sobre los beneficios eclesiásticos:

100.000 pesos.

11. Estanco de naipes: 120.000 pesos.

12. Papel sellado: 80.000 pesos.

13. Estanco de juegos de gallos: 45.000 pesos.

14. Estanco de la nieve: 30.000 pesos…"

Libro sexto, capítulo XIII.

En definitiva y en apenas cinco años (1799-1804), Humboldt realizó investigaciones centrales no sólo para el conocimiento de América, sino también para el desarrollo de diversas ciencias.

C) COSMOS (1845-1858).

Es la obra cumbre de Alexander von Humboldt y a la que dedicó gran parte de su vida, nada menos que cincuenta años, las últimas décadas de su dilatada vida como él mismo señalara al inicio de su obra, en el prefacio:

"Ofrezco a mis compatriotas, en el ocaso de mi vida, una obra cuyas ideas ocuparon mi espíritu por medio siglo. Frecuentemente las abandoné, dudando de la posibilidad de realizar un emprendimiento así, tan temerario: siempre, tal vez imprudentemente, terminaba por volver a ellas, persistiendo en mi intención original. Ofrezco el "Cosmos", que es "una descripción física del mundo", con una timidez que me inspira la justa desconfianza en relación a mis fuerzas. Intenté creer que las obras esperadas más tiempo, son generalmente aquellas que el público toma con menos indulgencia".

Al escribir el Cosmos se situó en la perspectiva que señaló en el subtítulo de la obra, es decir, en la de realizar un ensayo de la física del mundo; con un concepto de mundo que a veces no sólo se limita a la tierra, sino que también abarca la infinitud del espacio cósmico, y tomando como referencia el conocimiento científico que sobre la tierra y el universo se tenía en la época.

La idea que tiene Humboldt de "física del mundo", es la de una "ciencia que aspira a hacer conocer la acción simultánea y el vasto encadenamiento de las fuerzas que animan al universo". La cualidad básica de esta ciencia es la relación de los hechos con el todo; "cuanto más elevado es este punto de vista tanto más reclama la exposición de nuestra ciencia un método que le sea propio" (Cosmos, tomo I, pág. 38). De esta manera, Humboldt ve a la física del mundo como una ciencia independiente, con validez en sí misma y que reclama un método particular y propio. Dicha ciencia está compuesta por "una geografía física reunida a la descripción de los espacios celestes y de los cuerpos que llenan esos espacios". Esto significa que en el Cosmos aparecen dos líneas: una cosmológica y otra geográfica.

El científico alemán señala claramente la parte más importante de esta ingente obra y su contenido:

" El primer volumen de esta obra (Cosmos) comprende la parte más importante a mi ver de toda mi empresa, un cuadro de la naturaleza que presenta el conjunto de los fenómenos del universo desde las nebulosas planetarias hasta la geografía de las plantas y de los animales, terminando por las razas de hombres…" (Cosmos, tomo I, final del prefacio, 1852).

El concepto de cosmos que tenía Humboldt era el de "orden en el universo y magnificencia en el orden". Esto implicaba que su obra, si quería ser digna de tal expresión, debía "abrazar y describir el gran Todo y coordinar los fenómenos, penetrar en el mecanismo y juego de las fuerzas que lo producen y pintar, en fin, con animado estilo una imagen viviente de la realidad".

La declaración que hace Humboldt desvela la pretensión de una obra que intenta abarcar la totalidad del universo infinito, analizado desde un punto de vista "físico" y bajo el prisma de un conocimiento limitado por la imposibilidad de descubrir todas las fuerzas que obran en él. Por otro lado, nos aclara la idea que tiene de cosmos. Esta idea nos da a entender que el cosmos es un todo regulado por el mecanismo de un juego de fuerzas encargadas de producir el orden necesario en el universo.

Humboldt observa que el hombre se sentía tan identificado con la naturaleza terrestre que cuando miraba al espacio realizaba todas sus valoraciones en función de ella, considerando a la tierra como el punto central del universo. Pero este punto de vista había que rechazarlo y así renunciar a un geocentrismo comparativo, estéril ante la realidad del universo observado bajo la óptica científica. De esta manera —afirmaba—, nuestro planeta como punto de referencia básico "no tiene importancia en la generalidad, sino exclusivamente en relación al hombre. La tierra en tal caso no debe aparecer primero, sino como un pormenor subordinado al conjunto del que forma parte".

El nivel científico que en materia astronómica había alcanzado la época permitía junto con la observación de los planetas la medición de sus volúmenes, el cálculo de sus masas y la valoración de las densidades con una gran precisión; no obstante, "sus propiedades físicas nos son completamente desconocidas. Sólo en la tierra merced al contacto inmediato, estamos en relación con los elementos constitutivos de la naturaleza orgánica e inorgánica" (Cosmos. tomo I, pág. 167). La combinación de estos dos elementos son los que proporcionan la finalidad a la investigación de la naturaleza terrestre en general. A partir de ellos se inician las investigaciones geográficas del autor del Cosmos.

Alejandro de Humboldt entendía por geografía una parte de la ciencia que estudia la física del mundo. Consideraba que la geografía física, o la "descripción física del globo", "ofrece el cuadro de lo que coexiste en el espacio, de la acción simultánea de las fuerzas naturales y de los fenómenos que estas producen".

Llegados a este punto me gustaría destacar ciertas similitudes entre dos grandes científicos del S. XIX, Humboldt y Darwin. Ambos científicos realizaron un viaje a Sudamérica para investigar e indagar sobre diversos campos científicos: botánica, zoología, antropología, arqueología…,si bien Darwin realizó dicho viaje unos años más tarde que Humboldt en el Beagle. Además, tanto Humboldt como Darwin tuvieron, al menos, dos maestros en común, Lamarck, sobre la transformación de los seres vivos, y Thomas Malthus, sobre la inevitable lucha por la vida.

Veamos, en estas líneas, el pensamiento que tiene Alexander von Humboldt al respecto:

"…En el reino animal, como en el reino vegetal, formas orgánicas que habían quedado aisladas, han sido enlazadas por eslabones intermedios, por fuerzas o tipos de transición. La geografía de los seres se completa, mostrándonos especies, géneros, familias enteras propias de un continente, reflejadas en formas análogas de animales y de plantas del continente opuesto. Estas son equivalentes que se suplen y se reemplazan en la gran serie de los órganos. La transición y el encadenamiento se fundan sucesivamente sobre un minoramiento o un desarrollo excesivo de ciertas partes, sobre la preponderancia que resulta de una falta de equilibrio en el balance de las fuerzas, sobre relaciones con las formas intermedias, que lejos de ser permanentes caracterizan solo ciertas fases con un desarrollo normal…" (Cosmos, tomo I, pág. 33. 1852).

En todo lo expuesto hasta ahora se desprende que la geografía estudia la distribución de la naturaleza desde el punto de vista de las interrelaciones; estudia lo orgánico y lo inorgánico, encargándose de analizar y describir los hechos naturales de la superficie de la tierra, y pretende descubrir las leyes que regulan tanto a las distribuciones como a los fenómenos.

Humboldt todavía se hallaba lejos de pensar en términos deterministas. Era consciente de que la influencia del medio físico había determinado en el pasado la aparición de grandes corrientes migratorias humanas, pero las diferencias en el desarrollo cultural y material de la humanidad no tienen nada que ver con el contorno físico en el que se circunscriben. Precisamente, señalaba Humboldt, en la zona tropical, donde el globo aporta más estímulos para el avance del conocimiento, se desarrolló el grupo humano más atrasado del planeta, mientras que en latitudes boreales, "a pesar de todas las dificultades que oponían al descubrimiento de las leyes de la naturaleza, la excesiva complicación de los fenómenos y las perpetuas variaciones locales en los movimientos de la atmósfera y en la distribución de las formas orgánicas", se reveló a un pequeño número de pueblos "un conocimiento íntimo y racional de las fuerzas que obran en el mundo físico" (Cosmos, tomo I, pág. 12-13). Esto significa que el desarrollo cultural de los pueblos no obedece a las mejores condiciones objetivas del medio, sino que va ligado a otro tipo de condiciones que Humboldt no especifica.

En otro capítulo de su obra analiza no solamente la fisonomía de la naturaleza y en concreto los tipos de vegetales sino que los estudia poniéndolos en relación con las civilizaciones más antiguas (mesopotámica, egipcia, persa, china…) y la importancia que tiene la naturaleza no solamente desde el punto de vista comercial sino también estético:

"…A pesar de la libertad permitida al desarrollo de las partes, la fuerza originaria de la organización une forzosamente la conformación de los animales y de las plantas a tipos determinados que se reproducen sin interrupción. Dota a cada una de las zonas de la tierra de un carácter que le es propio y que se puede llamar la fisonomía de la naturaleza. Es también uno de los más hermosos frutos de la civilización europea, que hoy le sea posible al hombre, en las comarcas menos favorecidas, gustar, gracias a las colecciones de plantas exóticas, a la magia de la pintura, al paisaje, y al poder de la expresión pintoresca, una parte de los goces que va a procurar el viajero, muchas veces a precio de bastantes peligros, en la contemplación inmediata de la naturaleza…"

Cosmos, volumen III, parte III.

Humboldt, como hombre de su tiempo, también hace un análisis de la situación económica de Europa señalando qué actividad es la mejor para el desarrollo de estas naciones:

"…Los pueblos que no toman una parte activa en el movimiento industrial, en la elección y en la preparación de las primeras materias, en las aplicaciones felices de la mecánica y de la química, en los cuales no penetra esta actividad en todas las clases de la sociedad, deben infaliblemente decaer de la prosperidad que habían adquirido…" (Cosmos, tomo I, pág 36. 1852).

Los estudios que en materia geográfica realizó Alexander von Humboldt han sido considerados tradicionalmente como la primera manifestación de la geografía moderna. Su capacidad científica le situó en un lugar de honor dentro de la historia de la geografía, representando una de las máximas figuras en la esfera del estudio de las ciencias de la tierra, en particular, y del universo, en general.

Algunos descubrimientos científicos de Humboldt

A Alexander von Humboldt se le atribuyen gran cantidad de investigaciones y aportes científicos entre los que mencionaré algunos de los más importantes:

A) La corriente de Humboldt. Es una corriente oceánica fría que fluye en dirección norte a lo largo de la costa occidental de Sudamérica; también se la conoce como corriente Peruana o del Perú. Fue descubierta en 1800 por el naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt, al medir la temperatura de la zona oriental del océano Pacífico frente a las costas de Callao (Perú). Se forma frente a las costas de Chile, Perú y Ecuador debido a que los vientos reinantes que soplan paralelos a la costa arrastran el agua caliente de la superficie. Por este motivo, la temperatura de estas aguas es entre 5 y 10 ºC más fría de lo que debería ser, incluso en las proximidades del ecuador. El agua fría contiene nitratos y fosfatos procedentes del fondo marino de los que se alimenta el fitoplancton, el cual se reproduce rápidamente, favoreciendo así el desarrollo del zooplancton, que se nutre del anterior. A su vez, los peces que se alimentan de zooplancton se multiplican con rapidez, lo que proporciona abundantes frutos para los pescadores y las aves marinas. Esta corriente fría es la responsable de las abundantes brumas o hasta nieblas que se condensan en las costas de Chile y Perú, lo cual posibilita una flora incipiente, a pesar de la poca pluviosidad de esta zona de clima árido y desértico.  

  Hay ocasiones en las que esta corriente no llega a emerger y los vientos del norte llevan aguas calientes hacia el sur. Cuando esto sucede, una corriente cálida, que se conoce con el nombre de El Niño, reemplaza a la habitual corriente de Humboldt. El Niño constituye una extensión de la corriente ecuatorial y provoca un ascenso de la temperatura de las aguas superficiales de unos 10 °C. Esto supone una disminución del plancton que se desarrolla en la corriente más fría y, por consiguiente, una catástrofe para la industria pesquera y para la supervivencia de las aves marinas de la zona.

Los vientos constituyen fuerzas externas que pueden explicar la circulación general de la superficie de los océanos. Así, las principales causas de las corrientes marinas son:

  • Vientos permanentes soplando sobre la superficie del agua (que producen fricción y arrastre de las moléculas superficiales del agua oceánica).

  • Diferencias de densidad entre masas de agua.

  • Influencia de la disposición de los continentes y los litorales. 

El modelo de flujo de las corrientes marinas se debe a los siguientes mecanismos:

1. Vientos superficiales que por fricción mueven el agua de la superficie oceánica.

2. La forma de las cuencas oceánicas y los continentes que las rodean rigen las corrientes en un movimiento circular.

3. La fuerza de Coriolis actúa desviando las corrientes y el viento.

4. Existen diferencias de altura en la superficie del mar.

La superficie del mar no es plana, tiene diferencias de altura de uno a dos metros, que se reflejan en la circulación de las corrientes superficiales. Lo anterior está ligado a la noción de topografía dinámica.

En efecto, el agua que se acumula en el centro de los giros de corrientes produce elevaciones que pueden sobrepasar el metro. Estos apilamientos afectan las primeras centenas de metros del agua (1000 m) y reposan sobre las capas de agua más profundas y frías. Las diferencias de altura de la superficie del mar (topografía dinámica), también dependen de las variaciones de la densidad del agua, así el agua más cálida y poco salina es más dilatada y más elevada en superficie. La elevación del agua es más importante en el Pacífico Norte que en el Atlántico Norte donde el agua es más salada.

Por otra parte, si el océano fuera homogéneo y se encontrara en reposo, el nivel del mar estaría sometido a una fuerza de gravedad constante. La superficie donde la fuerza de gravedad es de intensidad constante se conoce como geoide. Esta superficie es una esfera, aplanada en los polos. Las anomalías del geoide son abultamientos y depresiones que constituyen la topografía dinámica.

Así, la diferencia entre la superficie oceánica real y un geoide es la topografía dinámica.

La importancia de lo anterior en la circulación oceánica es evidente, los abultamientos de agua crean fuerzas horizontales en la dirección de la pendiente del agua que escurre de los lugares más altos a los más bajos. Sin embargo, como ya se señaló, el efecto de Coriolis desvía el sentido del flujo a la izquierda en el Hemisferio Sur y a la derecha en el Hemisferio Norte. El agua escurre no solo a lo largo de la pendiente de la topografía dinámica, sino que alrededor de los abultamientos. Por ejemplo como ocurre con la corriente del Golfo en Atlántico N; con la corriente de Kuro Shio en el Pacífico Norte.

En un océano cerrado todo transporte de agua hacia el Norte, es compensado por un transporte hacia el Sur. Si no hay continente, la corriente da una vuelta a la tierra como ocurre a 50°S con la corriente Antártica circumpolar, con una dirección hacia el Este.

El efecto de Coriolis es muy débil en el Ecuador, por lo tanto los vientos alisios arrastran el agua en el sentido del viento y tienden a acumularse hacia el oeste. En el curso del desplazamiento, el agua se calienta y dilata. Aquí el nivel del mar es más alto, alrededor de 50 cm. Una parte de esta agua alimenta corrientes como Kuroshio y otra parte se devuelve en el sentido de la pendiente como una corriente de retorno hacia el este o contracorriente.

Las corrientes del litoral chileno se incluyen en el llamado Sistema Humboldt, agregándose la Corriente Deriva del Oeste o Circumpolar. Ambas forman parte del Giro del Pacifico del Sur.

Este giro, de este a oeste, comprende la Corriente Circumpolar Antártica o Deriva del Oeste, muy fría y rica en nutrientes, que es la única que gira alrededor del globo sin ser interrumpida por un continente, sólo un sector de ella impacta en las costas de Chiloé, aproximadamente a los 43° Lat. Sur, dando origen a dos corrientes: la del Cabo de Hornos, que se dirige hacia el sur; y la de Humboldt o del Perú, que luego de bañar las costas de Chile y Perú, se integra a la gran corriente cálida Subecuatorial, que cruza el océano para luego dirigirse hacia el sur antes de llegar a las costas de Australia y cerrar el giro al integrarse a la Corriente Circumpolar.

La Corriente de Humboldt a lo largo de sus 4000 km de extensión no está constituida por un único flujo, sino que está dividida en una rama costera y otra oceánica, que alcanzan una profundidad aproximada de 300 y 400 m respectivamente, razón por la cual frecuentemente se habla del Sistema de la Corriente de Humboldt.

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Sistema general de corrientes superficiales del Océano Pacífico Sur.

La corriente de Humboldt, como ya se dijo anteriormente,  se deja sentir a partir de la isla de Chiloé hacia el norte; es una corriente superficial, generada por el sistema de altas presiones del Pacífico y de los Vientos Bravos del Oeste. La corriente constituye una extensión septentrional de aguas subantárticas de baja salinidad (34,7%), baja temperatura (18°C) y alto contenido de oxígeno.

Las propiedades térmicas y químicas de la denominada Corriente de Humboldt se asocian a:

Fenómenos de surgencias.

Nieblas costeras.

Gran productividad marina.

El área de la corriente de Humboldt es una de las más productivas del Sistema del Pacífico, debido principalmente a la presencia de zonas de surgencias o afloramientos que se producen por la acción del viento principalmente, el que desplaza grandes cantidades de aguas superficiales, creando un espacio que es llenado por el ascenso de aquellas que se encuentran en profundidades que fluctúan entre los 150 a 300 metros.

  Estas aguas son frías y muy ricas en nitratos y fosfatos, sustancias básicas para el mantenimiento de la vida, que provienen de la descomposición de los organismos del mar y/o de los residuos que llegan a él.  Las aguas, ricas en nutrientes, al llagar a la superficie y por acción de la energía solar, facilitan la proliferación de las algas microscópicas que forman el fitoplancton, el que sirve de alimento a pequeños peces, iniciándose así una cadena alimentaria que continuará en el zooplancton, que es el componente animal del plancton; los peces y los grandes habitantes del mar. 

Por lo tanto, la importancia de estas surgencias radica en el hecho de que al aportar aguas de mayor profundidad, la temperatura, por lo tanto, de dichas aguas es menor, lo que le confiere mayor posibilidad de oxígeno, que a su vez da mayor riqueza biótica y por ende se constituyen en zonas de pesca de gran productividad. También estas surgencias tienen directa relación con las nieblas costeras, las que se presentan con mayores densidades y contenido de agua en los sectores de presencia de dichas surgencias.

El primer científico en analizar todos estos hechos fue el alemán Alexander von Humboldt, en su viaje por Iberiamérica a principios del siglo XIX.

B) Tormentas geomagnéticas. Desde mayo de 1806 hasta junio de 1807, el barón Alexander von Humboldt junto con un colega, observaron una pequeña declinación en el campo magnético de Berlín cada media hora, desde la media noche hasta el amanecer. Usaron un microscopio para identificar en qué dirección apuntaba la aguja magnética. El 21 de diciembre de 1806, se registraron fuertes perturbaciones magnéticas. Humboldt notó que esta alteración magnética estaba acompañada de fuertes luces aurorales. Al amanecer, las luces aurorales habían desaparecido. Humboldt quedó como descubridor de las tormentas geomagnéticas.

Una tormenta geomagnética es lo que Humboldt registró, una alteración temporal del campo magnético de la Tierra. Al principio se pensaba que las tormentas geomagnéticas se sucedían debido al influjo de una cantidad mayor a lo normal de partículas solares desprendidas durante un destello o CME (eyección de masa coronal). Los destellos solares y CME están relacionadas con tormentas geomagnéticas, pero no a causa del aumento de partículas en la magnetosfera de la Tierra .

    El término "tormenta magnética" que señala una perturbación magnética de alcance mundial, fue acuñado por el mismo Alexander von Humboldt (1769-1859). Un naturalista que ganó notoriedad explorando las selvas venezolanas. Humboldt dedicó la mayor parte de su vida, casi setenta años, a la promoción de la ciencia. Produjo los cinco volúmenes de "Cosmos" (comenzando el uso moderno de ese término), un relato enciclopédico que cubre el espectro completo de las ciencias. Fue "Cosmos" el que atrajo la atención del mundo hacia el descubrimiento del ciclo de manchas solares.

    Después de viajar por Siberia, Humboldt convenció al zar para montar una red de observatorios magnéticos a lo ancho de las tierras rusas, y también se montaron estaciones adicionales por todo el Imperio Británico, desde Toronto a Tasmania. Esta red mostró con claridad que las tormentas magnéticas eran esencialmente idénticas por todo el mundo: un descenso pronunciado del campo más allá de las 12-24 horas, seguido por una recuperación gradual que duraba 1-4 días. El cambio en el campo magnético era pequeño, en unidades modernas unos 50-300 nT (nanotesla) de una intensidad total de 30-60,000 nT, pero su escala a nivel mundial sugirió que había ocurrido algo muy grande en el espacio.

C) Elaboración del mapa de isotermas. Fue el primer científico en trazar las " líneas isotermas" que actualmente se utilizan en los mapas climáticos y que indican las temperaturas en todos los lugares, en un momento dado. Así, para una misma área, se pueden diseñar un gran número de planos con isotermas, por ejemplo: Isotermas de la temperatura media de largo periodo del mes de enero, de febrero, etc., o las isotermas de las temperaturas medias anuales.

 Este descubrimiento fue de gran significación para su obra meteorológica elaborando y, posteriormente, publicando el primer mapa de isotermas realizado por Humboldt en 1817 en un intento de establecer la relación existente entre la temperatura y la distribución geográfica de las plantas.

Humboldt se fundó en los registros de la Sociedad Palatina y la Sociedad Médica de París, en las observaciones de von Buch, Beguelin, Euler, Jurin, Cotte, Kirwan, Young y en las suyas propias, dada su condición de viajero infatigable por las tierras del Nuevo Mundo. Humboldt puso definitivamente de manifiesto con sus investigaciones la falsedad de la creencia, procedente de la filosofía natural griega, relativa a la simple determinación del clima por la latitud introduciendo la influencia de otros factores como los vientos, la proximidad de los océanos, la inclinación, la naturaleza química, el color, la evaporación, la dirección de las cadenas montañosas,…

D) El término Jurásico.rEl nombre "Jurakalk" fue introducido por A.von Humboldt, en 1795, quien usó el término para hacer referencia a las rocas carbonáticas de los Montes Jura en el sur de Alemania y en Suiza. M Los geólogos, a finales del S.XVIII, están en plena actividad, buscando pruebas que confirmen o desmientan las teorías de los padres de la geología. Entre los investigadores de esta época se encuentra Alexander von Humboldt , naturalista alemán protagonista de campañas geológicas en los Alpes.

Estudió, en particular, las regiones meridionales de Francia, Suiza y los Alpes italianos, llegando a la conclusión de que la formación denominada Jura-Kalkstein (literalmente «piedra caliza del Jura») era una unidad geológica muy importante para la historia del planeta.

Sus observaciones sobre la composición, la estructura y el contenido fosilífero de las estratificaciones permitieron definir el periodo Jurásico, cuya sección-tipo puede observarse efectivamente en los Alpes del Jura.tas Magnéticas El clima fresco y húmedo que se daba al principio del Jurásico y que da lugar a vastos depósitos de carbón fue cambiando a cálido y seco en el Dogger. Este aumento de temperatura permitió un importante auge de los arrecifes durante el Malm, que constituye, junto con el Silúrico medio, Carbonífero inferior y Triásico medio las grandes épocas de formación de arrecifes. Este incremento térmico propició la extensión de sedimentos de colores más vivos y depósitos de yeso y sal.

La fauna del Jurásico es una de las más ricas y mejor conocidas del pasado geológico. Los fósiles característicos y utilizados como fósiles guía para la estratigrafía del sistema son los Ammonites –sucesores de los Goniatites–, y los Belemnites, también cefalópodos. Son también importantes los braquiópodos, en concreto los rinconélidos y terebratúlidos (Rinconelas y terebrátulas).

Los reptiles alcanzan un desarrollo extraordinario, adaptándose a todos los medios. Así, en el mar se dan los Plesiosaurios, Ictiosaurios y cocodrilos; en la tierra y agua dulce algunos corpulentos vegetarianos, como el bípedo Iguanodon, el Stegosaurus y, finalmente, se adaptaron al vuelo, como los Pterodactilos.

  Una de las familias más importantes en el Hemisferio Sur es el de las Araucariaceas, representadas por los bosques petrificados de la Fm La Matilde (J m), en la provincia de Santa Cruz. 

Las primeras plantas con flores (angiospermas) pertenecen a este período.

Importancia de la obra de Humboldt

Las obras de Humboldt ejercieron una gran influencia en la Nueva España y en toda Europa, ya que fueron traducidas a varios idiomas en diferentes épocas. Aunque el relato de von Humboldt no fue el primero que se hizo sobre México en el siglo XIX, sí fue el que tuvo mayor difusión. El sabio alemán supo dar a su viaje por América gran publicidad: escribía a sus amigos influyentes en Estados Unidos o en Francia. Los principales periódicos de Alemania seguían con interés su viaje y publicaban cualquier noticia que se tuviera de él. En los círculos de las altas clases burguesas que tenían interés científico, se esperaba con ansia el resultado de los trabajos del famoso erudito.

La admiración que el auge económico causara a Humboldt en tierras americanas, contribuyó a afianzar la confianza de los criollos en las posibilidades económicas de su patria. Humboldt creó una visión ideal de México y, sobre todo, describió un país inmensamente rico en potencia. Actualmente, se le ha reprochado haber trazado un cuadro falso de México, respecto a los habitantes o por haber tenido escasa información sobre las manufacturas y sobre la agricultura.

La obra del alemán provocó que los empresarios capitalistas extranjeros -alemanes, ingleses y norteamericanos- se fijaran en México para invertir sus capitales y explotar sus riquezas. Humboldt escribió que los yacimientos de metal se encontraban en regiones fértiles para la agricultura, con ciudades y pueblos bien poblados: "El vasto reino de la Nueva España -afirmó-, bien cultivado, produciría por sí solo todo lo que el comercio va a buscar en el resto del globo: el azúcar, el cacao, el algodón, el café, el trigo, el cáñamo, el lino, la seda, los aceites y el vino." También alaba las maderas de construcción, la abundancia de hierro, cobre, níquel y plomo, la producción agrícola, así como los capitales de los propietarios de minas y empresarios.

Pero aunque habla mucho de las riquezas del país, Humboldt no dejó de insistir en los obstáculos para obtenerlas. Menciona la ausencia de ríos navegables y la escasez de agua, la falta de puertos, la sequedad del clima, la falta de canales y sistemas de riego, la falta de transportes para las mercancías, la deficiencia de la administración española de su colonia, y la miseria y marginación de la población indígena.

La obra de Humboldt abrió, desde la perspectiva de la investigación de la naturaleza, un amplio campo para la comprensión de América Latina y contribuyó a reforzar la identidad del subcontinente al contribuir, de forma apreciable, al desarrollo de la Cartografía moderna levantando mapas físicos de algunas de las regiones visitadas de América. En el mapa del Casiquare, por ejemplo, incluye las formaciones vegetales, las fechas de su itinerario y los puntos en donde hizo observaciones astronómicas. Fue el primero en trazar las "líneas isotermas" que actualmente se utilizan en los mapas climáticos y que indican las temperaturas en todos los lugares, en un momento dado. 

Por último, se atribuye a Humboldt la invención de nuevas expresiones, como isodinámicas, isotermas, isoclinas, Jurásico y tempestad magnética. Desarrolló las bases de la geografía física, la geofísica y la sismología y demostró que no puede haber conocimiento científico sin experimentación verificable.

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Autor:

Benedicto Cuervo Álvarez.

 

Partes: 1, 2
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