El día de ayer, un colega convencional, que lo voy a mencionar, el Convencional Rodrigo Campos Cervera, ha dicho, con bastante precisión, que no debemos confundir nuestra función de legisladores, o la función de legislador, con la función de constituyente. En la Constitución, en lo posible hay que prever los derechos básicos y esenciales de modo muy breve, claro, conciso, preciso y no al límite de reglamentar como se hace normalmente en la legislación común. Por eso insto a los colegas Convencionales, a que apoyemos mociones como estas, que modifiquen el proyecto de la Comisión Redactora tal cual viene, pues entiendo que esta es bastante reglamentarista, y en la generalidad de los casos se están aprobando las mociones N 1, que vienen tal cual las generó la Comisión Redactora, sin tener en cuenta argumentos bastante sólidos e irrebatibles, como ha ocurrido con el Artículo 11, por ejemplo, que hemos establecido una nueva categoría de leyes, porque ahora tenemos una ley, y otra sancionada regularmente por el Congreso, de acuerdo a lo que aprobamos en el Artículo 11. Por eso insto que pensemos, reflexionemos cuando tenemos las propuestas que se pone a consideración de este plenario. Muchas gracias.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Domingo Delvalle.
CIUDADANO CONVENCIONAL DOMINGO DELVALLE: Ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales: quiero comenzar a hacer un breve análisis sobre el Artículo 26, ya que los preopinantes se han referido en forma global a los Artículos 26,27, y 28. En el Artículo 26, realmente existe una laguna jurídica por parte del Parlamento Nacional, en cuanto a la regulación sobre la publicidad. En este sentido, mi opinión es que esta parte no debería merecer un texto constitucional, porque si se salva en el Parlamento esta laguna, ya se cubriría los efectos que se estaN buscando, es decir, la protección de la sociedad contra ciertos desbordes de los medios de comunicación, especialmente de la publicidad.
Con respecto al Artículo 27 y 28, quiero hacer una salvedad, principalmente en el párrafo donde dice, en el Artículo 27, "queda reconocida el derecho de las personas a recibir información veraz, responsable y ecuánime". Y en el Artículo 28 dice, "que el periodista columnista tiene derecho a publicar sus opiniones firmadas en el medio en el cual trabaje, sin censura. La dirección podrá dejar a salvo su responsabilidad haciendo constar su disconformidad". En este sentido, noto que existe un vacío muy grande con respecto a la sociedad en general, y me reafirmo en lo siguiente, que la libertad de prensa no debe solamente englobar a los informadores, sino también a quienes van a recibir la información.
En el Artículo 27, del texto de la comisión redactora, afirma la posibilidad de que los ciudadanos podamos recibir una información de primera mano, pero en el Articulo 28, lastimosamente desde mi punto de vista, cabe en una incongruencia, porque desde el momento que la dirección tome parte, en que participe de alguna medida de las opiniones del columnista, da la posibilidad a cercenar la información, y, en este sentido, me hago una pregunta la cual siempre se hace en los países mas desarrollados ¿cuál es una de las causas, o los motivos, por los cuales no nos desarrollamos culturalmente los ciudadanos de los países subdesarrollados? Una de las causas fundamentales es la manipulación, la tergiversación de la información. Esta información del columnista, no debemos interpretar que solamente pueda provenir de un medio masivo de comunicación; hoy por hoy, tenemos informaciones mucho mas importantes, como las informaciones de la ciencia, de la tecnología, y aquellos que investigan campos específicos como la economía, la política, o los campos sociales. Es por eso, para salvaguardar esta situación, que admiro la disposición del proyecto presentado por los Convencionales Rolando Dos Santos y Celso Castillo, quienes, en este artículo, garantizan directamente al periodista la libertad para emitir sus artículos sin que sea sometido a censura previa.
En el capítulo de la educación, ciudadano Presidente, ciudadanos convencionales, nosotros estamos consagrando, o vamos a consagrar si hay buena predisposición política nuestra, de que el veinte porciento del presupuesto vaya a ser destinado al campo de la educación, y políticamente hablando,es el que va a ser uno de los grandes objetivos que vamos a buscar en los próximos cinco, diez, veinte años; tratar de estandarizar la educación y la cultura de nuestro pueblo.
Ciudadanos Convencionales: la educación y la cultura de nuestro pueblo, sea en Asunción o en el lugar mas lejano de nuestro país, va a poder estandarizarse si solamente hay información veraz, ecuánime, tanto de los medios de comunicación, como de las personas que emitan estos medios.
Por eso, ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales, hago mi resalva de que, para que exista una real libertad de prensa, no debe existir ninguna ingerencia, ya sea del medio que fuere. Muchas Gracias.
CIUDADANO PRESIDENTE: Muchas gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Bernardino Cano Radil.
CIUDADANO CONVENCIONAL BERNARDINO CANO RADIL: Muchas gracias, Presidente.
Este es un tema, entiendo de suma importancia para asegurar el verdadero diseño de una sociedad democrática.
Y en ese sentido, creemos, en un principio, que nuestro modo de ver es fundamental. No existe la libertad sin limites, no existe la libertad sin responsabilidad. Y defiendo este principio para gobernantes y gobernados, para hombres y mujeres, para todos los ciudadanos, para los dueños de los medios de comunicación , para los periodistas, para todos aquellos que quieran hacer uso de la libertad de expresión. Y no es ningún invento, ni ningún acápite a esa libertad de expresión, es simplemente poner las cosas en su lugar; no existe la libertad sin límites, no existe la libertad sin responsabilidad. Y surge desde la época del derecho romano esta tensión entre la libertad y la sociedad, entre la libertad y la responsabilidad. Quisiera ir muy brevemente rebatiendo algunos argumentos que se han manifestado en el transcurso esta mañana.
En primer lugar, se cito la constitución de Estados Unidos, como ejemplo paradigmático de que la enmienda primera soluciona el problema que nos está ocupando. Y el preopinante olvidó que cada Estado norteamericano tiene constituciones que agregan muchos artículos sobre ese punto; olvidó también que hay cuatro leyes generales de prensa en los Estados Unidos, 1780, 1914, 40, etc.; olvidó que hay normas que rigen la circulación de publicaciones por medio de leyes que hacen el correo federal, por ejemplo, olvidó que hubo leyes que hacen a la publicación anarquista, socialista, comunista etc., y que fueron leyes dictadas por el Congreso de los Estados Unidos, aparte de muchas otras leyes a nivel estadual, eso hace que realmente sea un despropósito sostenerlo y quien afirme, como dice muy bien un autor, que en los Estados Unidos no existe límites a la libertad de prensa, no existe una ley de prensa, no esta conociendo los derechos positivos de los Estados Unidos.
Se dijo que la Constitución de Colombia, en cinco líneas soluciona este problema que nos ocupa, y nosotros gastamos 81, pero este preopinante también olvida, en su propia propuesta algunos puntos esenciales de esas cinco líneas, que hablan de la responsabilidad social, no tiene su propuesta en ninguna apelación a la responsabilidad social, que habla de la información veraz, objetiva y responsable en las cinco líneas, habla de esos puntos en su propuesta, pero no tiene referencia de esos puntos, que habla también sobre la honra, y aparte, olvida de que hay en otro capitulo de la Constitución Colombiana, que va desde el 73 en adelante, artículos que hacen al periodista, al secreto profesional, que hacen a los espectros electromagnéticos etc., o sea que es un plexo bastante similar al que nosotros estamos desarrollando. En síntesis, tampoco es un buen ejemplo el que sea mentada mañana la Constitución colombiana porque, aparte, en 6 artículos, hay como 70 líneas. Pero es más, ciudadano Presidente, creo que se nos quiere encajonar en un falso debate en esta Convención Nacional Constituyente, y no es desde ahora, es desde hace rato esto.
Quiero recordar que la prensa tuvo acceso a nuestras deliberaciones en comisiones y subcomisiones, a pedido de los propios emisores de estos medios de comunicación, y después, cuando entraron en las Comisiones, nos criticaron porque les dimos acceso a las Comisiones. Hay otra contradicción bastante interesante de recordar, o sea, palos porque bogas; palos porque no bogas en ese aspecto es una larga historia, donde nos quieren poner en una falsa contradicción, y hoy, el titular de un periódico matutino, habla si va haber libertad de prensa o no en el Paraguay.
Creo que es un falso dilema; y a través de la falacia y los falsos dilemas, es que se quiere coartar la voluntad soberana de esta Convención.
Quiero traer a colación algunas normas de Convenciones Internacionales sobre los derechos humanos que hacen al tema que nos ocupa. La Declaración Universal, en su artículo 12, sanciona la libertad de expresión, pero pone limites, no hay libertad sin limites, pone responsabilidad, no hay libertad sin responsabilidad. La Declaración Americana del 48, de San José Costa Rica, de los derechos humanos, también habla de la libertad de expresión, pero le pone limites, no hay libertad sin limites, no hay libertad sin responsabilidad. La Convención de los Derechos del Hombre de Roma, 1950, habla de la libertad de expresión, y también vuelve a poner limites, así como recorrer catorce declaraciones que hacen sobre este tema, incluyendo las recomendaciones de UNESCO, y ¿cuáles son estos limites? Y aquí es donde estamos por entrar al meollo de la cuestión.
En primer lugar, no se admite la censura previa; estamos creo, todos de acuerdo, ése es el corazón de la libertad de prensa. Nadie aquí está abogando por la censura previa, pero se admite en todo tratado internacional, se admite en legislaciónes de constituciones comparadas la responsabilidad ulterior a la publicación, eso es lo que se pretende con estos artículos que presenta la Comisión Redactora; muy simplemente, acabar con el libertaje, y esto tiene un fundamento ético, por no desarrollar sociológico, político y hasta doctrinario, y voy a limitarme a citar una fuente que me parece calificada, dejando de lado a diversos autores que son la Encíclica de los Medios de Comunicación Social, producto del Vaticano II de nuestra Iglesia Católica.
En muchos aspectos que hacen a la comunicación donde se exige la responsabilidad, se exige el respeto de la intimidad, el respeto a la honra, al honor, a la reputación, a la fama, se exige a los medios de comunicación una información veraz, objetiva, no tendenciosa, neutra, imparcial y comprometida con el desarrollo popular de los pueblos etc, en una frase dice, sin embargo"una libertad de comunicación que en su ejercicio no tenga en cuenta las exigencias intrínsecas y los limites al derecho de la información, mas sirve en realidad a los intereses del difusor, que los intereses de la sociedad o de la colectividad que pretenden tutelar o que pretenden informar". Eso es lo que estamos discutiendo hoy.
La Convención Nacional Constituyente, ¿va a aceptar, como se aceptaba hace mas de 40 años, que el derecho a la información es un derecho individual del propietario de los medios de comunicación"? ¿O va a aceptar que el derecho de la comunicación, que es distinto, es un derecho de alcance social, donde todos somos protagonistas, y es un proceso en el cual van a participar con igual derecho los emisores y receptores? Por qué vamos a temer el asumir un compromiso, donde vamos a intentar democratizar la comunicación con algunas de las propuestas que trae la comisión que estamos redactando. Por ejemplo, la cláusula de conciencia, el secreto profesional; por ejemplo, el tema de la libertad de expresión, y la no censura dentro de los mismos medios de comunicación social.
Dice un autor norteamericano en una obra muy interesante Stevenson Hichock, que "la libertad de expresión no es democrática, se convierte en la expresión de los dueños de los bienes de comunicación o de los medios de comunicación". Eso es lo que pretendemos; creemos que la libertad de expresión, en nuestro país, se va a limitar a los propietarios de los medios de comunicación. Entonces, estamos anclados a la década del siglo pasado, a la década del 40, donde se entendía, y voy a permitirme citar una breve evolución histórica, donde se pretendía comparar la hermosa lucha de la libertad de expresión de la prensa, cuando era una imprenta que tenía 400 o 600 ejemplares, de tiraje, con un mito romántico libertario muy compartido por los presentes con las monstruosas empresas de comunicación que hoy asuelan en el mundo.
Creo que son niveles distintos, incomparables, y no se puede comparar esa lucha por la libertad de expresión, con la organización industrial con fines de lucro, que hoy empaña la libertad de expresión y lo hacen las empresas de comunicación. Creo que es distinto señores, no podemos ya confundir, como Alexis de Tocqueville, como Johnn Stuart Mill, todos estos mitos, cuando eran 500 los ejemplares, o cuando son 14.000.000 o 100.000.000 los afectados por una información. La información tiene un carácter social, la información es un deber compartido de toda la sociedad, no del que tenga plata, y pueda poseer sus medios de comunicación, el monopolio de la verdad. Eso es lo que hoy estamos buscando, muy simplemente, y no creo que eso signifique censura, no creo que signifique coartar la libertad de expresión; ¿y saben por qué? Porque queremos horizontalizar mas esa libertad de expresión, y lo que queremos es que no haya irresponsabilidad en el manejo de un bien social.
Hoy, para no cansar mucho al auditorio, estamos discutiendo en el campo de los derechos humanos, los derechos de la tercera generación. Y hoy esta Convención Nacional Constituyente, está queriendo proteger los derechos del consumidor, y si vamos a proteger al consumidor de un zapato, si vamos a proteger al consumidor de una heladera, de un automóvil o de un producto cualquiera del comercio. ¿Qué es la información, es un consumo, es un producto? Debe ser protegido el pueblo de un producto cuando en este aspecto también hace a los derechos del consumidor, ¿o no es cierto que también es un producto hoy la información y la noticia? Es un producto y algo mas, ciudadanos; es un producto comercial, vamos a decir las cosas como son. Está en el mercado del comercio, tiene valor, y ese valor hace que haya lucro, y si hay lucro, hay intereses que, muchas veces, transcienden la ética y el compromiso de cada uno.
Entonces, ciudadano Presidente, creo que se ha cambiado muy inteligentemente el eje de este debate, poniendo a algunos contra la libertad de prensa y poniendo a otros a favor de la libertad de prensa, y lo que nosotros estamos en este momento defendiendo es muy claro.
Quiero manifestar que ese falso dilema en el cual nos querían comprometer, es absolutamente falaz y malicioso, porque nosotros, en nuestra propuesta de artículo, dos cosas aceptamos y aseguramos de por siempre. Primero, de no haber censura previa, esa fue la lucha de los libertarios y los tribunos durante 300 años. La censura, ciudadanos, esa fue la lucha. Hoy garantizamos que no va a haber censura, pero no solamente el Estado, su lucha era contra la censura del Estado. Hoy ampliamos esa lucha del Estado, y contra todo aquel que quiera censura, incluso los propietarios de los medios de comunicación. Es un paso mas de avance de la sociedad.
En segundo lugar, esta lucha estaba circunscrita, en alguna medida, a manifestar la pluralidad de la fuente de información. Eso también se esta garantizando con una frase que "haya pluralidad".
Por otro lado ciudadanos, vamos a revisar qué dice el derecho constitucional comparado, y las constituciones de otros países. Una breve síntesis les voy a manifestar. Sin contar los proyectos, vamos a empezar con los proyectos de Constitución que han presentado los partidos, movimientos e instituciones. El Partido Colorado asegura un texto muy similar al que tenemos; la responsabilidad de la libertad de prensa, la solidaridad, el respeto a la intimidad, a la dignidad, a la honra, al honor.
El proyecto del Partido Liberal Radical Autentico, un texto similar: cree en la libertad de expresión con responsabilidad, cree en la responsabilidad después de la emisión, no cree en la censura previa; muy similar. Puedo citarles los artículos afectados. Democracia Cristiana igual, del CIDSEP, igual que la Católica, igual, entonces no estamos alejados de los proyectos iniciales. Si vamos a las Constituciones comparadas Alemania, artículo primero y quinto, está con breves palabras, pero el mismo principio rector ciudadanos, la libertad de expresión debe ser con responsabilidad, y limitada en base a los derechos de terceros, y las leyes generales. Eso es, lo que se busca; no es censura.
Si vamos a España, tenemos un texto similar al que tenemos, al artículo 18 y 20, en donde incluso se introduce el derecho a la intimidad, al honor, que después voy a desarrollar en detalle.
Vamos a Costa Rica: habla de las leyes que van a regular este derecho de la libertad de expresión. Vamos a Chile, vamos a Ecuador, a El Salvador, Guatemala, Honduras, Dominicana, aquí tengo todos los textos el que quiera consultar Nicaragua, Perú, Portugal,Panamá, Venezuela, Uruguay, Bolivia,etc, todas estas Constituciones entienden la libertad de expresión con responsabilidad y con limites que tiene la intimidad, el honor, la información veraz, objetiva y responsable, ese es el camino que esta Convención tiene que hoy aprobar y liberarse.
Porque aquí, ciudadanos, durante estos años de la transición estamos hablando de la presión de las Fuerzas Armadas, de la Iglesia, no hay presión de los dueños de los medios de comunicación, en tantas decisiones políticas. Claro que es una presión, no nos vamos a engañar, y ¿quién le va a poner el cascabel al gato? Propongo que esta Convención Nacional inaugure la información veraz, responsable, democrática y el derecho de los periodistas en nuestro país. Muchas Gracias .
APLAUSOS…
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Humberto Ayala.
CIUDADANO CONVENCIONAL HUMBERTO AYALA: Ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales: creo que hay un consenso, en que hay un falso dilema en esta Convención. Creo que todos los que forman parte del recinto, tienen las mas sanas intenciones con respecto a la libertad de expresión, a la libertad de prensa, y a la libertad de desarrollo de los periodistas. Pero quiero significar algunas cosas, en apoyo de la moción de la Comisión Redactora.
Algunos decían que no debemos trasladar frustraciones de fantasmas del pasado, pero, sin embargo, cuando mas conozcamos de la historia, menos riegos corremos de cometer las mismas equivocaciones del pasado. Se ha hablado de que tiene un exceso de infinitivos el proyecto de la Comisión Redactora, se ha hablado que tiene muchas líneas. Pero, ¿qué es, básicamente, lo que nos interesa? Es básicamente la posibilidad de garantizar al máximo la libertad de prensa, y si podemos dar mas libertad con mas líneas, creo que deben ser bienvenidas esas líneas.
Ciudadanos Convencionales: creo que la libertad tiene un doble sentido, un sentido hacia el público que recibe la información, y ese público que recibe la información, en determinadas oportunidades fue dañado tremendamente por el cierre y por la clausura de medios de comunicación. No hace falta ni tampoco está demás recordar el cierre de ABC Color y radio Ñandutí, todavía no hace mucho tiempo.
Cuánto daño han hecho al pueblo, esas clausuras en momentos en que el pueblo necesitaba de información para rebelarse legítimamente contra el poder que lo estaba oprimiendo. Pero, por otro lado y, en el otro sentido, también el público tiene derecho a recibir información adecuada y la prensa debe estar en condiciones de dar esa información veraz y objetiva.
Y en el movimiento laboral, reiteradamente nos hemos encontrado con el cierre de la prensa para denunciar la multiplicidad de opresiones que numerosos sindicatos han sufrido; y quiero mencionar explícitamente, cuando un medio de comunicación, el Diario Noticias, parte interesada en un conflicto, tuvo una información verdaderamente descalificadora y descalificante en el conflicto que afectó a una empresa de la cadena, la empresa "La Vencedora". Una información completamente tergiversada, que volcó la opinión pública y debilitó tremendamente al movimiento sindical.
Muchos conflictos laborales no han sido publicitados, por múltiples razones, razones de publicidad, razones de que los mismos dueños de empresas, como propietarios del capital, se han negado terminantemente a hacer esas publicaciones, y uno de los casos más patentes y actuales quizá sea el conflicto del CIE, Consorcio de Ingeniería Electromecánica, donde la prensa, una excepción que un solo periódico no le haya dado ningún destaque a un conflicto de extrema gravedad, ¿cuantos conflictos? Y aquí se ha mencionado a la Coca Cola, y podemos citar muchas empresas más, Paraguay Refrescos, el caso de la Coca Cola, la Pepsi, la Cervecería Paraguaya, que, por su tremenda potencialidad publicitaria, han tenido fuerza como para parar, verdaderamente, la información.
Entonces, cuando estamos apoyando el proyecto de la Comisión Redactora, en realidad, lo que estamos aprobando, conforme al concepto que muchos en esta sala compartimos, es ese derecho sano a la información pero a la información, veraz y objetiva.
La propia Convención Nacional Constituyente ha sido víctima de esa situación. La propia Convención Nacional Constituyente, quizá una de las instituciones más relevantes en la historia política del país, sin embargo, el Sindicato de Periodistas del Paraguay tuvo que denunciar que la información que daban los medios de información no se ajustaban a la información que estaban recogiendo los propios periodistas aquí en el seno de la Convención.
APLAUSOS…
Por otra parte, debemos insistir en que hay aspectos que deben ser resaltados por más de que las leyes los vayan regulando. La mención en la Constitución Nacional da una característica especial a la defensa privilegiada de esos derechos, y eso se debe defender en este Paraguay, en el que nosotros somos parte determinante y al que debemos ayudar con nuestra gestión.
Por eso creo también en la regulación de la publicidad. No es posible que nuestra población esté sujeta a la manipulación de los medios de información para darnos cualquier tipo de información, que muchas veces no debe llegar a nuestros hogares. No debe llegar porque se abusa; y prueba de ello lo son las publicidades relativas a películas de sexo, que se dan en horario de protección al menor.
Entonces, desde este punto de vista y por la importancia que tiene para nuestro país, aunque muchos interpreten que esto sea reglamentarista, es quizá una muestra de la voluntad de esta Constitución en la construcción de un nuevo país; por ello concretamente propongo a los compañeros Convencionales apoyar la moción de la Comisión Redactora. Muchas gracias.
APLAUSOS…
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra la ciudadana Convencional Nilda Fernández de Marín.
CIUDADANA CONVENCIONAL NILDA FERNANDEZ DE MARIN: Ciudadana Presidente, ciudadanos Convencionales: a pesar de que mucho ya se ha expresado en uno y en otro sentido con respecto a las diferentes propuestas, sin embargo, como mujer Convencional, no puedo pasar por alto esta oportunidad, y voy a tener que emitir algunos conceptos.
Respecto al borrador que nos presentara la Comisión Redactora sobre el Artículo 26, como algunos preopinantes dijeron, tal vez estén en exceso infinitivos, verbos, palabras, líneas incluso, pero yo coincido con que habría que conservar este texto de la Comisión Redactora. Nosotros los paraguayos, somos demasiado proclives a aplicar la ley del ñembotavy, cuando algo no está expresamente escrito, cuando nos conviene algo, decimos sencillamente ¿y dónde está escrito? Y cuando nos conviene, decimos la misma cosa: está escrito o no está escrito.
Entonces, palabras más, palabras menos, más aún cuando salimos de una vida manipulada y manejada con arbitrariedad, no podemos, inaugurando esta nueva época, dejar a dudosas interpretaciones lo que nuestra vida de relación y de información tiene que reglar.
Por eso, ciudadano Presidente, comparto la formulación que ha hecho la Comisión Redactora en este tema en el Artículo 26, pero hago un llamamiento muy especial, sobre todo en cuanto a la última parte de esta formulación, este trozo que dice así: "la ley regulará la publicidad a los efectos de la mejor protección de los derechos del niño, del joven, del analfabeto, del consumidor y de la mujer".
Y llamo la atención sobre este trozo, porque, curiosamente, aparte de la formulación de la Comisión Redactora, ninguna de las otras propuestas ha incluido este trozo, y, ciudadano Presidente, respetados Convencionales, es necesario mantener esta última parte, cualquiera sea la redacción que salga ganadora en esta Convención. Nosotras, como mujeres Convencionales, hemos recorrido también a lo largo y a lo ancho de nuestra geografía paraguaya, y hemos recogido el clamor de nuestras congéneres en pro de la dignificación de la mujer paraguaya. Estamos cansadas de que las publicaciones que no tienen otro objetivo que llevar al consumismo a nuestro pueblo paraguayo, estén ofreciendo y promocionando, desde yerba, pasando por las bebidas alcohólicas, que, incluso están ofreciendo la imagen de Caacupé, hasta la venta de muebles, y discúlpenme señores, "mujeres descubiertas" en la pantalla, promoviendo venta de cubiertas de automóviles.
Es hora de que se respete la dignidad de la mujer, no que se esté manipulando con fines eróticos lo que fácilmente puede entrar por la vista.
Y, en cuanto al niño y al joven, nosotras mujeres, que somos también madres -y hablo a los varones en nombre de sus esposas de sus hijas y de sus hijos- que tienen que preservar lo que, un preopinante ha dicho, esa moral que tiene que ser el pilar de la formación sana de la mente de nuestros niños y de nuestros jóvenes, porque sin pedir permiso, esos mensajes subliminales que hace llegar la pantalla chica a nuestros hogares, están destruyendo todo aquello que, con tanto esfuerzo, contra viento y marea, los padres de familia, con sano criterio, están tratando de inculcar y vivenciar en sus hijos.
Por eso, ciudadano Presidente y estimados Convencionales, quiero decir un detalle más. Un preopinante también dijo que parte de esto ya está consagrado en la ley. Vuelvo a decir lo que dije ayer: no podemos dejar a funcionarios ni a personeros de turno, que a la hora necesaria tengan que legislar con responsabilidad y acabadamente sobre lo que hace, sobre todo, a los intereses de la solidaridad y al respeto de la familia.
Yo sé muy bien la Ley N 836 del Código Sanitario, sancionada en el año 1980 tiene perfectamente señalado todo tipo de reglamentación sobre las campañas de oferta de productos, sobre todo de substancias que puedan producir hábitos y vicios, como lo es la difusión del consumo del cigarrillos, consumo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, no se cumple acá.
Basta con mirar uno de los canales de nuestra televisión paraguaya, para que veamos que hay grandes propagandas de cigarrillos que abarcan casi todo lo ancho y largo de la pantalla. Sin embargo, después sale una franja azul chiquitita con unas letras que apenas parpadean, y dice: "Fumar daña la salud". Con esfuerzo hay que leer esa propaganda, que quiere dar, supuestamente, el Ministerio de Salud, y no se anima a desafiar a los grandes intereses económicos del país, para presentar en letras grandes, como los nombres de los cigarrillos y de las bebidas alcohólicas que se ofrecen a la juventud.
Y hace poco que, una estadística ha dado, que, el Paraguay, que es uno de los países con menos población, está ocupando el segundo lugar entre los mayores consumidores de bebidas alcohólicas, y claro, porque la difusión, la prensa está ofreciendo como camino de la felicidad, el ser un alcohólico, tomando cerveza, tomando whisky, porque supuestamente así se es feliz.
Ahora mismo por radio se nos dice que el camino de la felicidad más corto es llegar a un supermercado para comprar whisky y cerveza.
Ciudadano Presidente y ciudadanos Convencionales: les insto para que, concretamente, esta propuesta del último trozo que aparece en la propuesta de la Comisión Redactora. Incluyamos después de cualquiera de las mociones que resulte ganadora, para preservar los valores de la ética, de la moral y de la práctica de las buenas costumbres de la familia paraguaya. Gracias, ciudadano Presidente.
APLAUSOS…
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadana Convencional.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Franklin Boccia.
CIUDADANO CONVENCIONAL FRANKLIN BOCCIA: Gracias, ciudadano Presidente.
Seré muy breve. He acompañado muy de cerca las deliberaciones de la Comisión Redactora, y estoy seguro de que la intención, al redactar este proyecto del artículo, fue realmente poner una estructura muy sólida a la libertad de prensa y al ejercicio de las funciones de los periodistas. Y, con el respeto que se merecen los señores miembros, pido disculpas; creo que, en el afán de hacer una estructura muy sólida, y a la vista de las experiencias citadas aquí por varios preopinantes, experiencias todavía frescas en nuestra memoria, esta estructura, también -como diría otro preopinante-, es la de un árbol demasiado frondoso, y la misma sombra que quiere proteger la libertad la puede ensombrecer.
Por eso, quiero apoyar la idea del Convencional Rafael Eladio Velázquez, disculpe que lo cite, de que unos artículos claros y cortos son mucho más prácticos que el articulado largo que puede volverse en contra de la libertad de prensa. Me adhiero a la propuesta N 4, por lo corto, por lo claro y por lo conciso y, como vamos a entrar en un sistema de votación, que tendría que votarse primero la propuesta de la Comisión Redactora, llamo la atención a los colegas Convencionales y vuelvo a pedir disculpas a los miembros de la Comisión Redactora, para que votemos en contra de esta moción, ya que las otras propuestas que vienen recogiendo lo básico, lo principal de la propuesta de la Comisión Redactora tienen una redacción más feliz. Nada más que eso ciudadano Presidente, y, en respeto al tiempo, agradezco el uso de la palabra.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional José Ismael Candia.
CIUDADANO CONVENCIONAL JOSE ISMAEL CANDIA: Muchas gracias, Presidente.
Ciudadano Presidente: solamente voy a tratar de hilar algunas palabras que sirvan no como recomendación, no como la voz de ningún maestro, porque acá estamos escuchando muchas veces las voces de maestros que tienen, posiblemente, el oráculo en el bolsillo, y que determinan el curso de las discusiones por el solo hecho de que los mismos hayan explicitado o explicado sobre algún tema determinado.
Han existido exposiciones brillantísimas. Recuerdo que los sofistas también eran brillantes. No obstante, se ha dicho una verdad de perogrullo; la limitación a la libertad de prensa, como, la de todas las libertades relativas, y reitero, como la de todas las libertades relativas, surge de los derechos que son necesarios precautelarlos, y que son anteriores a la libertad de prensa, como el derecho de la vida, etc. y otros derechos que no vale la pena citar, surge la única limitación, está en virtud a aquellos derechos fundamentales del hombre.
Y yo me pregunto, ciudadano Presidente, si existe una verdad o una información veraz y objetiva, ¿quién califica de veraz y objetiva una información? Me pregunto si en el mundo existe un solo medio de opinión que sea absolutamente independientes, y que no represente la voz de algún sector, que no tenga intereses que defender; me parece que esa es una realidad extraterrena, no acorde con la idiosincrasia de los seres humanos. En idéntico sentidos me pregunto: si existe algún periodista objetivo, y que se atreva a afirmar que lo es, y que lo demuestre en base a la acción de todos los días de su actuación. Estas son cuestiones que me llaman a una reflexión, porque en base a lo que es la verdad, y en base a lo que es la objetividad, tendríamos que crear un tribunal de la verdad y de la objetividad, que nos diga dónde está la verdad, y dónde esta la mentira.
A esta altura de la civilización, esto es absolutamente inaceptable, en base a los principios que ya hemos consagrado en los artículos anteriores.
También le damos un valor extraordinario a todo lo que tiene que ver con la opinión hecha a través de los medios de comunicación, porque, realmente, seguimos el principio de aquel secretario famoso de la República de Florencia, que dijo que las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen. Entonces, en base a esta distorsión, le damos el supervalor o una supervaloración a la opinión emitida, a través de algún medio de comunicación. Hoy, conversando con algún periodista, le he manifestado esto en otros términos, diciéndole que cuando fulano de tal opina en rueda de amigos sobre un determinado tema, tiene valor exageradamente relativo, pero cuando esa opinión se publica en algún medio de comunicación, pareciera que emerge como un vocero de una opinión respetable sobre aquello el que no se le dio la menor transcendencia cuando se lo había formulado en base, no a la opinión pública, sino en una opinión manifestada en rueda de amigos, porque las cosas, creemos, no pasan por lo que son, sino por lo que parecen.
Esto está esbozado en base a una opinión que sigue la misma lógica, que dice también lo siguiente: teniendo en cuenta la naturaleza de la opinión pública asustadiza, corta, voluble, de memoria, poco amante de modificar sus contenidos, es posible que el político, por ejemplo, con el apoyo de sus consejeros y asesores, gabinetes de prensa, medios de comunicación, de masas, etc., adecue su imagen a las conveniencias y a los usos vigentes, aunque personalmente los repudie; el gobernante ha de adoptar muchas veces la condición del seductor del pueblo o demagogo, otras las de hombre hazañero, la más la del actor, ¿cómo habría ser de otra forma si vivimos inmersos en lo que los estudiosos de la comunicación han nombrado sociedad del espectáculo?.
Pero he aquí, que me aferro a un derecho anterior a la creación de los medios de comunicación, como un norte, porque creo en lo que les voy a decir seguidamente; yo entiendo que la opinión pública, si está definida como el sentir de muchos sobre un hecho de la vida pública que afecta a sus intereses y a los valores vigentes, se manifiesta allí donde están los obstáculos -de cualquier naturaleza que sean- a la comunicación humana no son insalvables. Ergo, quiere decir que los únicos que pueden trabar la comunicación, son estos obstáculos que pueden ser de naturaleza geográfica, técnica o política, o cualquiera otra que se pueda concebir.
Consecuentemente, fundando mi opinión en el sentido de que, jamás ha mandado nadie en la tierra cubriendo su mando esencialmente de opinión pública, al decir de Ortega, entiendo que los pueblos pueden tener su propia idea, y pueden tener y la tienen efectivamente, a pesar de no poder manifestarla, por diversas circunstancias, a través de los medios modernos de comunicación.
Consecuentemente, reitero que esta reflexión apunta a peticionar a los sesudos de esta Convención Nacional Constituyente que se avengan a hacernos una formulación que consagre fundamentalmente la libertad de prensa y que reconozca como único límite todos los otros derechos que se pretenden precautelar, y también, que tengan muy en cuenta el interés social o el interés público, el interés de los propietarios de los medios de comunicación y el interés de los propios periodistas. Muchas gracias, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Isidro Melgarejo.
No está en la sala.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Julián Britos, para una moción de orden.
CIUDADANO CONVENCIONAL JULIAN BRITOS: Solicito el cierre del debate por suficiente ilustración, ciudadano Presidente y, lo pongo a consideración de esta plenaria.
CIUDADANO PRESIDENTE: A consideración. Corresponde, de acuerdo a la modificación del Reglamento que, en este caso, un miembro de cada bancada se expida sobre esta moción de orden. En ese sentido, la Presidencia va a pedir que un miembro de cada bancada haga uso de la palabra.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Luis Alfonso Resck.
CIUDADANO CONVENCIONAL LUIS ALFONSO RESCK: Gracias, ciudadano Presidente.
Ciudadano Presidente, honorables Convencionales: puedo asegurar que voy a ser sumamente breve y concreto. Mi participación, ciudadano Presidente, sólo obedece al propósito de reafirmar una posición de principios…
INTERRUPCION…
CIUDADANO PRESIDENTE: Ciudadano Convencional, ¿se va a referir al cierre del debate, si es suficientemente ilustrativa la discusión sobre eso?
CIUDADANO CONVENCIONAL LUIS ALFONSO RESCK: Me opongo al cierre del debate, y exhorto a los compañeros a que se nos deje hablar por lo menos una vez en toda la Convención a quienes formaron parte de la Comisión, ciudadano Presidente. Creo que es un legítimo derecho participar como uno de los miembros de la Comisión y es la primera vez que voy a usar de la palabra, ciudadano Presidente. Le ruego encarecidamente que se nos brinde esta generosa y respetuosa, digamos, oportunidad, y nada más, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Ciudadano Convencional: usted ha hecho uso de la palabra en nombre de su bancada, y entiende la Presidencia que cree usted que no ha sido suficientemente ilustrado el tema.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional José Félix Fernández Estigarribia, por la bancada del P.L.R.A.
CIUDADANO CONVENCIONAL JOSE FELIX FERNANDEZ ESTIGARRIBIA: Gracias, ciudadano Presidente.
Me voy a oponer al cierre del debate, ciudadano Presidente, y justamente, en base al consenso de los ciudadanos líderes, en el día de ayer se nos decía, frente a mis preocupaciones particulares, que me oponía a las reformas al Reglamento, que no se iba a aplicar en forma antidemocrática. Creo, ciudadano Presidente, que este es uno de los temas cruciales de la sociedad paraguaya. Durante demasiado tiempo las libertades públicas, y en particular la de prensa, fueron conculcadas por un régimen despótico. ¿Qué cuesta esperar unos minutos más? Probablemente, largos, -no estoy inscripto, por supuesto, en la lista de oradores, y por eso tengo alguna autoridad para referirme y agotar el debate en este tema-. Hay artículos que pueden, realmente, considerarse suficientemente ilustrados, para la opinión pública y la opinión de los ciudadanos Constituyentes, pero en materia de libertades, falta mucho para que los paraguayos nos sintamos satisfechos del hambre que tenemos. Me opongo al cierre del debate.
APLAUSOS…
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Se opone al cierre del debate.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Euclides Acevedo. No va a hacer uso de la palabra.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Oscar Paciello, por la bancada de la A.N.R.
CIUDADANO CONVENCIONAL OSCAR PACIELLO: Ciudadano Presidente: realmente, esta es una jornada agotadora en la que, por cierto, no me opongo a que quienes figuran en la lista de oradores continúen haciendo uso de la palabra, porque no queremos coartar la libertad de expresión de nadie. Somos coherentes y consecuentes. Simplemente, les pediría, a quienes restan, que, en homenaje al esfuerzo de atención de los compañeros de esta Convención Nacional Constituyente, sinteticen al máximo sus expresiones, porque en esta materia, creo que es muy poco lo que resta por agregar. Nada más, ciudadano Presidente. Muchas gracias.
CIUDADANO PRESIDENTE: ¿Falta algún orador de bancada?
CIUDADANO CONVENCIONAL ALCIBIADES GONZALEZ DELVALLE: Sí, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Tiene la palabra el ciudadano Convencional Alcibiades González Delvalle.
CIUDADANO CONVENCIONAL ALCIBIADES GONZALEZ DELVALLE: Constitución para Todos también está por que se siga debatiendo, porque sería absolutamente contradictorio que, debatiendo sobre la libertad de expresión, no dejemos hablar a los compañeros que ya están inscriptos. En el mismo sentido que el preopinante, también estamos porque se abrevien lo más posible las intervenciones, de forma que después ya pasemos a votar este artículo, porque tenemos todavía mucho por delante. Muchas gracias.
CIUDADANO PRESIDENTE: La Presidencia va a llevar a votación, con el informe de que solamente quedan ocho oradores, de manera que, quienes estén por el cierre del debate por suficiente ilustración, se servirán levantar la mano. Minoría.
Continúa el debate, y se ruega a los oradores, reduzcan al máximo el tiempo de su intervención, y sean sintéticos.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Diógenes Martínez.
CIUDADANO CONVENCIONAL DIOGENES MARTINEZ: Ciudadano Presidente: en homenaje al pedido, yo declino hacer uso de la palabra.
APLAUSOS…
CIUDADANO PRESIDENTE: Muy bien.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Benjamín Maciel Pasotti.
CIUDADANO CONVENCIONAL BENJAMIN MACIEL PASOTTI: Gracias, ciudadano Presidente.
El pueblo me ha elegido para hacer escuchar mi voz, compañeros, y el que no quiera escuchar mis expresiones lo puede, pues tiene la posibilidad de ir a tomar un café mientras tanto.
CIUDADANO PRESIDENTE: Orden en la sala. Se ruega escuchar al orador y respeto al mismo.
CIUDADANO CONVENCIONAL BENJAMIN MACIEL PASOTTI: Porque, y fundamentalmente, considero que, como cualquier Convencional, por más académico e ilustrado que sea, como campesino tengo el mismo derecho y el mismo privilegio de cualquiera de ustedes.
Ciudadano Presidente: quiero iniciar diciendo que, pareciera ser que muchas veces aquí se pretende distorsionar, efectivamente, la base de la discusión; porque, desde el principio he estado asistiendo a este debate, y no he escuchado que nadie, absolutamente nadie, se haya opuesto ni haya dicho que aquí se esté pretendiendo aplicar censuras ni extralimitarse en el sentido de la prensa responsable. Nadie ha dicho eso, y si han aparecido tales afirmaciones en hojas de periódicos, no es responsabilidad de esta Magna Asamblea Nacional Constituyente. Para un preopinante, que ha dicho que aquí se quiere desvirtuar y de que sí la prensa tiene límites y resposabilidad, les digo que absolutamente todos estamos de acuerdo. Pero sí quiero iniciar diciendo que no es con más palabras cuando se aclara mejor lo que se pretende decir, sino sabiéndolo decir exactamente, en la misma medida en que se deben decir las cosas.
Y es en la extremada extralimitación en el uso de una verborragia o terminología, en donde muchos no estamos de acuerdo con el Proyecto Base, ciudadano Presidente y ciudadanos Convencionales. Y la lógica, en uno de sus principios, establece claramente que, a mayor extensión, siempre hay menor comprensión. Esto indica que, cuando más amplio sea el enunciado, es más difícil poder comprender el concepto que se quiere enunciar. Tengo entendido que ésta es la pretensión inicial de la Comisión Redactora, que es muy plausible, naturalmente, pero, sin embargo, en contrapartida, la generalización implica también, por lógica consecuencia, una, vuelvo a repetir, la generalización implica por lógica consecuencia, cuando ésta se refiere a la particularidad de los términos, una restricción a lo que se pretende decir. Y eso resta, naturalmente, posibilidad de una clara interpretación.
La conceptualización que se debe hacer de cuanto se quiera trasmitir con una idea constitucional en la cual se quiere preservar un derecho tan abstracto como universal, como la libertad de prensa, no significa que justamente tengan que legislarse, prácticamente, en todas sus formas las posibles previsiones de situaciones que podrían comprometer la efectiva expresión del derecho de informar. Sin embargo, creo yo que, cuando se puntualizan menos, o cuando se puntualiza más, mejor, se está coartando, de alguna medida, la posibilidad de la interpretación posterior. Y, ¿por qué esto? Porque estamos seguros de que todos admitimos no pretender que exista, posteriormente, una Ley de Prensa. Y si a posteriori no va a existir una Ley de Prensa, toda la interpretación jurídica de esta libertad de expresión y otras, van a quedar deferidos definitivamente al precepto constitucional que hoy vamos a establecer. Y si particularizáramos tanto los términos, hoy día, va a llegar un momento en que la interpretación jurídica, justamente, se va a someter a lo estrictamente expuesto en estos artículos. De manera que, creo, cuando más general es la concepción, cuando más universal es la expresión, de lo que se diga en estos artículos, va a ser más amplia la concepción de la libertad que vamos a dar a la expresión, y al ejercicio del periodismo, y a cuanto sea inherente a ésto.
Por tanto, reitero, cuando más generalizada, más amplia acepción demos a la expresión constitucional, estaremos facilitando y universalizando también el concepto de la libertad de prensa, que va a tener, que va a dar mayor libertad jurídica a comprender la dimensión de esa libertad que pretendemos otorgar. Y en ese sentido, digo, firmemente estoy de acuerdo con quienes afirman que un excesivo reglamentarismo se ve aquí, no sé si por una cuestión de despecho al pasado, o por una muy buena intención de querer dejar sin soslayar ninguna de las cuestiones, pero, reitero, considero que lo único que vamos a hacer es confundir más con particularidades, cuando estamos legislando sobre una cuestión muy abstracta y universal, como lo es la libertad de prensa.
Finalmente, quiero hacer una salvedad, en el sentido de que la última parte, en donde se establece "la Ley regulará la publicidad a los efectos de la mejor protección de los derechos del niño, etc.", no entiendo la razón por la cual está inserto acá, quizá metodológicamente sea correcta, pero considero que si por una cuestión tenga que rechazarse el Proyecto Base, éste debe ser sí, efectivamente, considerado como un artículo especial, porque realmente necesitamos de una protección contra la publicidad que no hay que confundir con el ejercicio del periodismo, porque una cosa es la publicidad y otra cosa es el ejercicio de la libertad de expresión. La propaganda, si bien es correlativa a la libertad de prensa, no es lo mismo en relación al ejercicio del periodismo. Y esto debe ser de un tratamiento muy especial en un artículo, si fuera posible, también especial.
Ciudadanos, los únicos límites de la libertad de expresión son los derechos de los demás, y la única responsabilidad que pueda ejercerse en este sentido son la conciencia de cada uno de los periodistas, las Leyes naturales de la República…
INTERRUPCION…
CIUDADANO PRESIDENTE: Ciudadano Convencional: se han cumplido los diez minutos.
CIUDADANO CONVENCIONAL BENJAMIN MACIEL PASOTTI: Concluyo, ciudadano Presidente.
Y fundamentalmente, aparte de todo eso, la responsabilidad de una sociedad mejor que va a darnos también mejor periodismo y mejor libertad de prensa. Muchas gracias.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Ramón Romero.
CIUDADANO CONVENCIONAL RAMON ROMERO: Ciudadano Presidente: todos los Convencionales electos democráticamente, y el pueblo que nos ha votado, somos conscientes de que este tema en cuestión es de singular importancia para el proceso de democratización que vive la República del Paraguay. Y en honor al tiempo, ciudadano Presidente, quiero solamente significar que todos, absolutamente todos, queremos garantizar la libertad de expresión y la libertad al derecho de informar.
Ciudadano Presidente: solamente quiero sumarme, porque fueron muchas las expresiones ya vertidas y los fundamentos vertidos en esta Convención en relación al tema, solamente quiero sumar mi apoyo a lo dicho por la compañera Convencional Nilda Fernández de Marín, en relación a que cualquiera sea el artículo aprobado, que el último párrafo del Proyecto de la Comisión, Proyecto Base propuesto por la Comisión Redactora, sea incluido en la parte, que dice lo siguiente: "la ley regulará la publicidad a los efectos de la mejor protección de los derechos del niño, del joven, del analfabeto, del consumidor y de la mujer. Muchas gracias, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Castor Giménez.
CIUDADANO CONVENCIONAL CASTOR GIMENEZ: Ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales: en honor al tiempo, voy a tratar de ser muy breve, pero, con el debido respeto de esta Magna Asamblea, quiero romper las reglas de juego, y quiero hablar en guaraní ha'e hagua ñaha'avaera ko ape jajapo petei… mbyky ha hesakava, porque kóako ojekuaata …. tuichakuéjaveve haikatu vaera oguahévo oleekuaa ha oleekuava yva, ha aga hetaiterei pe moïro término he'iva ikaraiñe'eva, ha hasyetereíva oréve ndaikatuichéne campesino orerekópe roentende porä mba'epa he'iva ñáne Constitución. Angete alee hína ha ajuhu ko ape he'i generar ha producir he'i, ha amañä ha aikua'ase mba'epa. Guaraníme ningo generar he'ise rejapo, ha producir he'ise avei rejapo. Ajuhu ningo che koa ñáne confundíntema ha ävarente ko umi abogado-i oñekaramamorö campañaháre ha a veces oremondo pe pytuhápe pypykuporä voi. Peareve ajeruréta peëme ore rehépe, ore campesino roiva ko ape hina ko Asamblea nacionálpe, ha rorepresentáva heta campesínope, jajapóvaera peteï Constitución mbyky ha hesakä poräva. Ha ñahaä katu cheirükuera tetagua Convencional, karai Tendota Convencional avei, jajapo peteï Constitución omóndohova kóa apyra momarandusä. Ani ñañapytïti la mamoarandukuérape ha tove toguahe marandupy kuatiárehe, pyhoerupive terä taängambyryrupive ha avei ñamondohokatu avei isä mytuëme ikatuhaguáicha sarakípe osë oñemosarambi ñáne retäpyre umi mytuëvera oheguerekóva, oimeramo ndaikatúi peikuaáva myturë amombe uta umi ndoikuai'yvape, ha umi oikuaáva ta che disculpa, pensamiento, libre y brillante, mytuëvera, pea ha'e hína.
Mbykymínte entonces, por no ambopukueterei, ajeruréjevy jevy, pe'eme ñaha äke ñamyesaka porä ñáne Constitución ha ñamondohókatu ñeëmbujakuapyrä oikóva ani ñaikuäpysä apytiti ha avei myturë ani ñañapytiti ñemosarambípe ha jekuaapyre ñamoguahe opaite hendárupi. Aguyje ndeve, Tendota karai Presidente, ha mayamába changuirukuéra Convencional Tendotápe.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Gustavo Laterza.
CIUDADANO CONVENCIONAL GUSTAVO LATERZA: Gracias, ciudadano Presidente.
Como se acostumbra a decir en esta Magna Asamblea…
INTERRUPCION…
CIUDADANO PRESIDENTE: Orden en la sala.
CIUDADANO CONVENCIONAL GUSTAVO LATERZA: Como se acostumbra a decir en esta Magna Asamblea, las brillantes intervenciones previas me exoneran de todo comentario, pero como se acostumbra a decir también, a pesar de eso, voy a hacer algunos comentarios, ciudadano Presidente.
He participado, desde el primer minuto, en la redacción de estos artículos, puesto que provienen de la Subcomisión N 1, como todo el mundo lo sabe. El vocero de la Comisión Redactora me ha atribuido la paternidad, en exclusividad, creo, por lo menos del Artículo 26 de su primer párrafo, y creo que eso es un mérito que no lo poseo. Han sido los siete miembros de la Subcomisión N 1 quienes ha tenido la tarea de redactar todos estos artículos. Y, particularmente, en el caso de este primer párrafo, en la numeración de estos diez infinitivos que tanto va a costar manejarlos en el futuro,-no he sido el único que ha aportado; han aportado todos su cuota- y creo que nos hemos quedado cortos, ciudadano Presidente, porque podrían haberse agregado otros cinco o seis más.
Lamentablemente, uno hace cosas de las cuales se arrepiente apenas terminarlas; yo muy pronto me arrepentí de haber colaborado, como un gran admirador del diccionario, en la elaboración de este farragoso primer párrafo del Artículo 26 que, con muy buen criterio, el preopinante solicita sea reducido a su mínima expresión, a fin de que pueda ser leido por alguien más que nosotros.
Pero no es solamente éste el defecto de estos artículos, pues, tenemos que reconocer, ciudadano Presidente, compañeros Convencionales, que no todo lo que proviene de la Comisión Redactora es una maravilla; que no pueda ser transformado. Ese es un sofisma que hay que eliminar definitivamente de esta Comisión. Es cierto que, por razones de prisa y por razones de economía de trabajo es preferible no tocar lo que no va a ser mejorado. Pero en este caso, creo que hay mucho por mejorar, y yo espero, confío, que en esta Convención de ciento noventa y ocho personas seamos capaces de mejorar estos cinco artículos que, hay que reconocerlo, adolecen de defectos.
Por de pronto, uno de los defectos más señalados es que la palabra censura aparece en tres artículos, como si no fuera suficiente para el criterio jurídico y para el entendimiento del común de la gente, que en una sola frase que diga que se prohibe la censura en cualquiera de sus formas, ya esté contemplado o estén contemplados todos los casos posibles de censura, no solamente protegiendo a los medios de comunicación de la censura que se ejercía a partir del Poder del Estado, y no solamente protegiendo a los periodistas de la censura que es administrada a partir de las direcciones de los medios de comunicación, sino también protegiendo al ciudadano común de la censura que el Estado ejerce sobre los medios de comunicación, la que los directores ejercen sobre los periodistas y la que los mismos periodistas ejercen sobre el mismo material que ellos procesan; porque de esto no se ha acordado nadie. Y sin embargo, existe y tiene tanta vigencia y tanta realidad como las demás censuras.
También se ha hablado aquí, con muy buen criterio, lo ha hecho muy bien varias personas que me han precedido, acerca de la publicidad; se ha puesto el tema de la publicidad indebidamente dentro del tema de la prensa. La publicidad no tiene absolutamente nada que ver con la prensa y, si es cierto que por el mero hecho de que la mayor parte de la publicidad se canaliza por medio de la prensa, eso no nos autoriza a cometer este error metodológico, de manera que, es evidente que la publicidad debe ser legislada por separado y en un artículo especial. Todo el mundo sabe que hay publicidad en los muros, hay publicidad en las puertas de los cinematógrafos, hay publicidad hasta en las remeras que usan nuestros jóvenes, y eso no tiene absolutamente nada que ver con la prensa.
De modo, ciudadano Presidente y ciudadanos Convencionales, es mucho lo que hay que revisar en estos artículos. No seamos presuntuosos, no seamos soberbios, y no querramos llevar este farragoso mamotreto de cinco artículos a tambor batiente, con el grave problema que vamos a tener después, no solamente los que van a tener que interpretar ésto, sino los que van a tener que defender esta Constitución en los foros internacionales, y van a tener que explicar cómo fue posible que nosotros hayamos podido escribir todo ésto.
Eso no es más que un exhorto final a que con toda calma, y poniendo el mayor empeño posible, hagamos una revisión, detallada, completa y con la mejor buena voluntad posible, de todos estos artículos, lo cual espero que se concrete en un acuerdo común de la mayor cantidad posible de Convencionales. Gracias, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene el uso de la palabra el ciudadano Convencional Federico Callizo.
CIUDADANO CONVENCIONAL FEDERICO CALLIZO: Ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales: es muy importante, realmente, hacer referencia a estos artículos. Y digo estos artículos cuando, justamente, estamos estudiando el Artículo 26, pero sin embargo, debido a la confusión ya explicada en esta sala por varios preopinantes, nos lleva la atención del tema de la libertad de prensa, la libertad de información, etc, a tener que mezclar todos estos artículos en la discusión que se ha venido planteando a lo largo de parte de la mañana y de toda la tarde, hasta este momento.
Por eso, quiero sumar mi voz de alerta a los ciudadanos Convencionales, de no aprobar este tópico de la libertad de prensa tal como viene redactado por la Comisión Redactora en mayoría, Presidente, porque hay resalva en minoría con respecto a estas disposiciones.
Pienso que la libertad de prensa, como su gemela la libertad de conciencia, tienen valor institucional, tienen carácter fundamental dentro de una Constitución y, por lo mismo, el pueblo debe reservarlas para sí y no puede delegarlas, en el sentido de que las mismas no pueden ser legisladas, no pueden caer en la reglamentación. Estas son libertades puras, libertades claras, sencillas, que el pueblo debe saber que su Constitución las tiene perfectamente expresadas.
Es mucho lo que se puede decir, ciudadano Presidente, porque hay que reconocer, y creo que es de lealtad hacerlo, que no creo que en la sala exista nadie, como ya lo dijo el representante, el ciudadano Convencional Benjamín Maciel Pasotti, aquí que queira atentar contra la libertad de prensa, y sobre todo en una forma directa. Pero cuidémonos de hacerlo en una forma indirecta, en una forma solapada, ciudadano Presidente.
Tomemos la expresión "a recibir información veraz, responsable y ecuánime", por ejemplo. ¿Quién dice que la información es veraz? ¿Quién es el Juez? ¿Es el poder administrador? Mal Juez, ciudadano Presidente. No es el poder administrador ni consejos especiales que se están queriendo crear, por ejemplo, en algunas Provincias argentinas, como la de Rio Negro.
Estos consejos, que so pretexto de convertir a la libertad de prensa en una institución educativa, están realmente censurando la libertad de prensa. Y yo me declaro partidario acérrimo de la libertad de prensa sin ningún tipo de restricciones, lo cual quiere decir, no que no tenga límites, y los límites perfectamente expresados en la libertad de los demás, ciudadano Presidente.
Creo que la prensa debe ser responsable, y creo que existe una opinión pública que también debe ser responsable, y esa opinión pública es el único Juez que tiene la prensa, ciudadano Presidente.
Tenemos el Artículo 26 en su segunda puntuación, en donde se despacha con una serie de inifinitivos, que dice; "toda persona tiene derecho a generar, producir, recibir, recabar, poseer,acumular, procesar, comercializar, comunicar o difundir información". Esto es una barbaridad, ciudadano Presidente. Esto no puede ser, ciudadano Presidente. No podemos nosotros llevar estas expresiones a un foro internacional, como mencionó recientemente el preopinante ciudadano Convencional Gustavo Laterza. ¿Por qué, en todo caso, e hipotéticamente, no se dice como habla la Convención americana de Derechos Humanos, que dice: "Toda persona tiene la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones"? ¿Por qué no se ha buscado una frase más clara, sencilla, ciudadano Presidente?
Entonces, yo llamo la atención, que no cometamos el error de caer en la aprobación in totum de estos artículos venidos de la Comisión Redactora en mayoría y que se nos permita de esa forma poder encontrar una redacción más acorde con una Constitución que honre a la República del Paraguay. Por eso, yo invito a los ciudaadanos Convencionales, a que tengan cuidado en este punto, ciudadano Presidente?
Entonces, llamo la atención, que no cometamos el error de caer en la aprobación in totum de estos artículos venidos de la Comisión Redactora en mayoría, y que se nos permita de esa forma poder encontrar una redacción que honre a la República del Paraguay. Por eso, yo invito a los ciudadanos Convencionales, a que tengan cuidado en este punto, ciudadano Presidente.
Creo que, por otra parte, si me lo permiten los señores que han suscrito la propuesta N 7. Hago esta pausa por si alguien se opone a que lo haga, y me lo dice y termino.
Estos, ciudadanos que figuran, han tratado de redactar los Artículos 26, 27, 28, 29 y 30, resumiéndolos en uno sólo. Si me permiten el ciudadano Presidente y la Convención, voy a leer, porque no es demasiado extenso, o sea que, con el permiso del ciudadano Presidente voy a dar lectura, si me permite.
CIUDADANO PRESIDENTE: Puede ser. Adelante.
CIUDADANO CONVENCIONAL FEDERICO CALLIZO: Se garantiza la libre expresión y difusión del pensamiento y de la opinión por cualquier medio. Toda persona tiene derecho a proporcionar y a recibir información libremente. Queda proscrita toda forma de censura de prensa, como asímismo la prensa carente de dirección responsable. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. El ejercicio del periodismo es libre y no está sujeto a autorización previa. Quedan prohibidas las prácticas discriminatorias en la concesión de frecuencias electromagnéticas, provisión de equipos e insumos y obstrucción a la libre circulación de las ideas impresas.
Ciudadano Presidente, en estas cinco frase, cinco párrafos, queda totalmente resumido lo que significa la libertad de prensa, la libertad de recibir y dar información, y el ejercicio del periodismo.
Hago votos, ciudadano Presidente, por que los ciudadanos Convencionales recojan esta idea y votemos, finalmente, este artículo como comprendiendo los que he señalado anteriormente. Nada más, ciudadano Presidente.
CIUDADANO PRESIDENTE: Gracias, ciudadano Convencional.
Tiene la palabra el ciudadano Convencional Luis Alfonso Resck.
CIUDADANO CONVENCIONAL LUIS ALFONSO RESCK: Gracias, ciudadano Presidente, Honorables Convencionales: yo ruego a los honorables que me dispensen…
INTERRUPCION…
CIUDADANO PRESIDENTE: Orden en la sala para escuchar al orador.
CIUDADANO CONVENCIONAL LUIS ALFONSO RESCK: Unos minutos.
En primer término, soy el único en mi bancada. Si fuéramos dos, otro lo haría y no lo haría yo. Creo que es un derecho. En segundo término, cuando me cupo el inmerecido honor de presidir brevemente, yo mismo me anoté en último término como gesto de solidaridad y respeto para con los demás compañeros. Por ello les ruego que me dispensen sólo unos minutos. Y lo hago, ciudadano Presidente, ciudadanos Convencionales, porque también formé parte de la Subcomisión 1 y tuve mi humilde aporte porque a lo largo y a lo ancho de la geografía humana de nuestra morena y tan castigada América Latina, llevé la bandera de la defensa de la libertad de prensa. Cuando, en primer término, fue clausurado el periódico que en entonces dirigía Oscar Paciello. Posteriormente, el diario ABC, luego Ñandutí.
De ahí que quisiera ratificar una posición de principios, como un devoto de esta defensa. Ciudadano Presidente: creo que en esta sala solemne vibra el alma de la libertad de prensa. todos estamos contestes. Y, al proclamar que la prensa no sólo tiene por objetivo informar a la opinión pública en el marco de los valores con honestidad, objetividad, quiero rendir desde la hondura de mi ser un solemne homenaje a un mártir de la prensa que es Santiago Leguizamón, con quien compartiera en sus últimos días en radio Mburucuyá, allá en el lejano Pedro Juan Caballero. Para mi fue un compromiso y un legado de defender a quien defendió esos valores desde la quejumbrosa voz de la libertad de prensa.
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