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Perú: Estado y sociedad (página 3)


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CAUSAS DE LA INTERVENCIÓN ESTATAL:

  1. A lo largo del proceso de consolidación del capitalismo, ocurrió una transición compleja y con cambios profundos: la universalización del intercambio mercantil de mercancías, tierra, trabajo y capital; la formación y organización de estos mercados necesitaban de un fuerte apuntalamiento normativo para funcionar en forma adecuada. Es así como surge la organización estatal como el centro de gravedad de la remodelación de las nuevas relaciones entre las clases y los grupos sociales.
  2. Organización y comportamiento del mercado: el mercado es una suma de racionalidades individuales no preocupadas por enfrentar los problemas de conjunto y de largo plazo del sistema. Desde la perspectiva del sistema es importante la rentabilidad, pero sobre todo crear las condiciones que la estabilicen a través de la construcción de infraestructura básica y de la producción de bienes públicos; de ahí la necesidad del Estado. El mercado no deja de tener su carácter atomizado en la toma de decisiones, menos aún cuando las estructuras oligopólicas son dominantes y sus decisiones no garantizan una estrategia adecuada a las necesidades de la industrialización. En estas condiciones, se requiere de una instancia dotada de capacidad para organizar como un "actor colectivo" el sistema de relaciones económicas.
  3. Distribución de los frutos del progreso técnico: en este aspecto la necesidad del Estado es significativa si consideramos la tendencia inherente a la concentración social y territorial de la riqueza. Los mecanismos por si solos acentúan la desigualdad y por ello requieren de intervenciones normativas que contrarresten esas tendencias que pueden hacer peligrar la continuidad del desarrollo.

Objetivos.

La intervención del Estado puede ser orientativa, en el sentido que incentiva a la economía privada, para que ésta realice determinadas acciones. La acción del sector público sobre la economía puede tomar la forma de regulación de los distintos procesos económicos, mediante la actividad legislativa conforme el marco institucional dentro del que se desarrolla la producción, el comercio y las finanzas o mediante la manipulación y control de las variables económicas significativas que guían la iniciativa privada, a través de la política fiscal, monetaria o comercial. Así mismo, la intervención estatal puede realizarse a través de la intervención directa del sector público en la actividad económica.

A lo largo la historia moderna el papel del Estado ha sido de diversas maneras:

  • Se desarrollaba el papel del Estado como gerente social de la igualdad de oportunidades, creando la estructura económica de una sociedad de bienestar que proporciona educación, sanidad y protección, mediante la generación de los subsidios y pensiones a todos los ciudadanos.
  • El Estado interviene en la economía para corregir situaciones de crisis originadas por la expansión de la gran industria en el siglo XIX.
  • Así como ha jugado diversos papeles, también ha tenido diversos objetivos, algunos de estos han sido:
  • La intervención del Estado tiene como finalidad aumentar el gasto público e incrementar los impuestos en una cantidad igual, es decir; sin crear un déficit público, sin aumentar la deuda pública y al mismo tiempo, generando un efecto positivo sobre el producto y el empleo. En una situación de elevado desempleo, la política económica es capaz de reactivar la producción y el empleo manteniendo finanzas públicas "sanas".
  • Fortalecimiento del Estado mediante las nacionalizaciones y expropiaciones de empresas; lo cual dio comienzo a la formación del sector público en los sectores claves de la economía.
  • El Estado debe poner orden en la economía, reorientar las políticas y adoptar medidas para reactivar las economías, salvaguardando el interés y la seguridad nacional.
  • El Estado crea formas institucionales que no se reducen a garantizar la maximización de la rentabilidad o a evitar la violencia en el enfrentamiento de los intereses contrarios en el seno de la sociedad, sino que reconoce la mayor complejidad social y la necesidad de establecer causes institucionales para disminuir el potencial desorganizador del desarrollo.
  • El Estado debe ser agente de cambio social y transformación económica. Para ello requiere de un aparato burocrático que funcione fluidamente.
  • A través de la empresa pública, el Estado se vuelve en sí mismo un agente de la acumulación de capital, protagonista directo en la producción, distribución y financiamiento.
  • El objetivo primordial de la intervención estatal se basa en el apoyo a las inversiones privadas y a la creación de infraestructura asumiendo los riesgos y promoviendo nuevas áreas de inversión.
  • Propiciar la participación de los diversos grupos sociales en el desarrollo, mediante la elaboración de la política económica en la cual se relacionen aspectos políticos y económicos, ya que dicha política se enfrenta permanentemente a la necesidad de regular un sistema que atienda a la inestabilidad económica, social y política. La política económica es el resultado de conflictos entre grupos y clases que tienden a consolidar, crear o disolver equilibrios político-sociales en el campo económico. Los objetivos de la política económica deben expresar los intereses substantivos de los grupos dominantes, pero también deben considerar los intereses de los grupos dominados para garantizar consenso y justificación.
  • Institucionalizar los procesos de política económica aprobando: objetivos, aplicando instrumentos, organizando instituciones, evaluando las acciones aplicadas, y estableciendo compromisos entre diferentes grupos sociales para procurar el equilibrio.

PLANIFICACIÓN E INTERVENCIÓN DEL ESTADO:

El origen de la planificación en una economía de mercado debe explicarse con relación a la intervención estatal en la economía. La constante presencia estatal en la economía no se reduce sólo al aspecto legal, a las condiciones generales que permiten el libre intercambio, sino que también contempla acciones de acumulación, distributivas e inclusive productivas, ya sea por una presencia directa del Estado como productor a través de un arsenal de instrumentos, procedimientos, normas y políticas que regulan y ordenan la actividad individual.

Al Estado se ha intentado caracterizarlo mediante rasgos tales como la monopolización del poder, de la coacción física y como una instancia de administración centralizada y racionalizada, que actúa dentro de un ámbito territorial definido. Sin embargo en éstos intentos de exclusión o disminución de la importancia de la economía estatal no se puede ocultar el papel evidente que el Estado juega en la economía.

El Estado tiene dos rasgos característicos: uno interno y otro externo.

El aspecto interno resalta la constitución del Estado moderno como un proceso de diferenciación y separación de los poderes sociales ( ejecutivo, legislativo y judicial ), que surge del producto de la universalización de las relaciones mercantiles y de la formación de un sistema económico basado en la iniciativa individual, actividad que encuentra en el mercado su único instrumento regulador.

El Estado organiza las condiciones bajo las cuales los ciudadanos, en su calidad de personas privadas efectúan intercambios dando sustento al proceso productivo destinado a la satisfacción de las necesidades sociales. El Estado desarrolla y garantiza el derecho privado, el mecanismo del dinero, la infraestructura, etc.; proporciona las premisas existenciales de un proceso económico guiado únicamente por el lucro individual, pero que se legitima, sin embargo, en tanto satisface las necesidades sociales.

El aspecto externo del Estado moderno está relacionado con la forma histórica de su origen. El estado nacional surge a mediados del siglo XVI como un sistema de Estados que surgen a partir de las relaciones que se derivan del establecimiento de una economía global y del tipo de las relaciones pertinentes, que van conformando un mercado mundial.

La emergencia del Estado nacional no ocurrió como un proceso sin planeación y sin el apoyo de una ideología común, sino como respuesta frente a tres situaciones que exigían la creación de estructuras institucionales capaces de conformar una voluntad unitaria superior a los intereses particulares. Estas situaciones son: los cambios de escala de la sociedad; las consecuencias de los cambios realizados en las distintas formaciones políticas y la lógica de la reproducción del sistema, en su conjunto.

Los cambios de escala de la sociedad; determinados tanto por las formas de inserción de su economía a la economía mundial, como por los efectos ocasionados en la vida social debido a los acelerados cambios ocurridos en la ciencia y en la tecnología, los que su vez determinan el volumen, la intensidad y los ritmos de la acumulación, junto con el tamaño del excedente de que dispone la sociedad.

En lo que se refiere a los cambios observados en las formaciones políticas, éstos son particularmente evidentes en época de grandes crisis económicas; como ejemplo tenemos la crisis de los años treinta y la actual. Los estragos sociales que de la depresión económica de 1930 movilizaron a grandes grupos sociales, lo cual dio lugar a importantes modificaciones en las tareas del Estado, ya que éste a partir de una cierta modificación de las pautas de distribución para eliminar la extrema pobreza y asegurar de alguna manera las condiciones generales de estabilidad y de equilibrio económico, tuvo que aprender a la subsistencia de dichos sectores para prevenir los peligros de una transformación radical, surgiendo así el estado de Bienestar.

En la teoría económica, el surgimiento y consolidación del Estado de Bienestar se explica a través del sistema keynesiano. Keynes inicia su análisis a partir de la constatación de que el desequilibrio del sistema, en época de crisis, no puede ser superado por los mecanismos autorreguladores del mercado. Por tanto la situación de un pleno uso de los factores productivos es virtualmente imposible. En las economías de mercado disminuyen los estímulos de inversión y la propensión al consumo, con lo que se determina una reducción de la demanda global y, por ende, se origina la falta de oportunidades con respecto a la utilización plena de los factores productivos.

  1. La emergencia del Estado nacional no ocurrió como un proceso sin planeación y sin el apoyo de una ideología común, sino como respuesta frente a tres situaciones que exigían la creación de estructuras institucionales capaces de conformar una voluntad unitaria superior a los intereses particulares. Estas situaciones son: los cambios de escala de la sociedad; las consecuencias de los cambios realizados en las distintas formaciones políticas y la lógica de la reproducción del sistema, en su conjunto.

    Los cambios de escala de la sociedad; determinados tanto por las formas de inserción de su economía a la economía mundial, como por los efectos ocasionados en la vida social debido a los acelerados cambios ocurridos en la ciencia y en la tecnología, los que su vez determinan el volumen, la intensidad y los ritmos de la acumulación, junto con el tamaño del excedente de que dispone la sociedad.

    En lo que se refiere a los cambios observados en las formaciones políticas, éstos son particularmente evidentes en época de grandes crisis económicas; como ejemplo tenemos la crisis de los años treinta y la actual. Los estragos sociales que de la depresión económica de 1930 movilizaron a grandes grupos sociales, lo cual dio lugar a importantes modificaciones en las tareas del Estado, ya que éste a partir de una cierta modificación de las pautas de distribución para eliminar la extrema pobreza y asegurar de alguna manera las condiciones generales de estabilidad y de equilibrio económico, tuvo que aprender a la subsistencia de dichos sectores para prevenir los peligros de una transformación radical, surgiendo así el estado de Bienestar.

    En la teoría económica, el surgimiento y consolidación del Estado de Bienestar se explica a través del sistema keynesiano. Keynes inicia su análisis a partir de la constatación de que el desequilibrio del sistema, en época de crisis, no puede ser superado por los mecanismos autorreguladores del mercado. Por tanto la situación de un pleno uso de los factores productivos es virtualmente imposible. En las economías de mercado disminuyen los estímulos de inversión y la propensión al consumo, con lo que se determina una reducción de la demanda global y, por ende, se origina la falta de oportunidades con respecto a la utilización plena de los factores productivos.

  2. ESTRATEGIAS DE PARTICIPACIÓN EFECTIVA DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD.

2.4.3.1. ASPECTOS GENERALES

LA COMPETENCIA Y COMPETITIVIDAD COMO ESTRATEGIA:

Interpretando a Porter (2004), la mejor estrategia es la competencia, la misma que está en el centro del éxito o del fracaso de las entidades. La competencia determina la propiedad de las actividades de una entidad que pueden contribuir a su desempeño, como las innovaciones, una cultura cohesiva o una buena implementación. La estrategia competitiva es la búsqueda de una posición competitiva favorable. La estrategia competitiva trata de establecer una posición provechosa y sostenible contra las fuerzas que determinan la competencia.

Según Porter (2003) la esencia de la formulación de una estrategia competitiva consiste en relacionar a una entidad con su medio ambiente.

En el caso de la gestión de la Cooperación Técnica Internacional, este medio ambiente está dado por el Estado, la Sociedad, las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo y otras entidades relacionadas. No puede funcionar la estrategia competitiva en el manejo de la cooperación técnica internacional si hay un divorcio entre estas entidades, por tanto todas las entidades conformantes de este medio están llamadas a establecer una adecuada sinergia para obtener eficacia en el manejo de la cooperación técnica internacional.

Según Caravedo & Pillado (1998), el Gobierno enfrenta hoy el reto de mejorar el nivel competitivo del Estado a través de la calidad de los servicios y productos. La globalización, y las nuevas fuerzas de cambio en los mercados están llevando a investigar nuevas opciones para prestar mejores servicios y reestructurar la organización. Se vive posibilidades de una era de estrategias de alta competencia en la cual el Estado y las instituciones con mayor éxito serán aquellas dispuestas a hacer cambios estratégicos.

LA PLANEACIÓN COMO ESTRATEGIA:

Los patrones en el consumo, las actitudes y los valores de la sociedad, la cultura misma, los perfiles demográficos y los estilos de vida, las motivaciones y otros muchos factores, determinan la silueta de los mercados y por lo tanto al Estado o a las empresas. Y es precisamente en este sentido en el que la estrategia de la planeación adquiere importancia radical, puesto que ella propone la capacidad para identificar, evaluar y determinar las oportunidades y las amenazas que el entorno les plantea. En otras palabras, la planeación constituye una herramienta de importancia vital, puesto que sin ella los administradores probablemente estarían incapacitados para definir los factores de riesgo, las fortalezas y las oportunidades de cara a las oportunidades y a las amenazas del ambiente. Por lo tanto, la estrategia de la planeación tiene que ver con la vigilancia del entorno y con el aprovechamiento del entorno de modo que la alta dirección esté en condiciones de asignar de la mejor manera posible los recursos a tales oportunidades. Por lo tanto, diremos en consecuencia que la planeación es la respuesta lógica a la necesidad de escudriñar los futuros inciertos, principalmente de aquéllos que sobrevienen como consecuencia de las condiciones que le plantean a la sociedad peruana, la globalización y la competitividad.

Según Johnson & Scholes (1999), la planeación estratégica supone tanto un enfoque como una metodología. Es un enfoque porque supone una manera de ver las cosas y la manera en cómo una persona ve las cosas define su conducta y sus actitudes. Un administrador o gerente abordan la administración a partir de lo que tienen en sus mentes; de esta forma los paradigmas suelen ser determinantes y la planeación estratégica es ciertamente uno de ellos. Será necesario, por lo tanto, definir algunos conceptos básicos presentes tanto en la metodología como en el enfoque. Iniciando por «visión», «misión», «objetivos», «estrategias».

Entendemos la visión como la forma cómo queremos ver al Estado, la sociedad o las empresas dentro de un periodo determinado. La visión expresa algo que evidentemente no existe, es el futuro deseado. La visión es importante porque supone la inspiración necesaria para visualizar aquello que queremos llegar a ser en este momento. Una visión no expresa los propósitos, sino la configuración de la imagen deseada, la apariencia que queremos dentro del largo plazo. Por otro lado la misión destaca la identidad organizacional, sus valores, sus creencias, sus productos definidos en forma de beneficios. La declaración de la misión es fundamental ya que señala la razón de ser en su contexto, y además enfila hacia el cumplimiento de la visión.

De esta forma una misión permea el ambiente total, predispone las actitudes de las personas hacia los fines últimos de la organización y establece los límites, los linderos dentro de los cuales puede y debe actuar. La misión enfatiza más que nada los beneficios y no los "productos". Derivados de la misión se obtienen los objetivos estratégicos que enuncian la detonación de un plan o "estrategia" se refieren a las áreas de desempeño de una organización. Los objetivos son la consecuencia de los planteamientos misionales y visionales. De los objetivos estratégicos será necesario derivar metas, las cuales deben ser medibles, cuantificables, concretas de modo que pueda evaluarse su consecución y el desempeño de los ejecutivos. Los siguientes puntos son una orientación para la toma de decisiones a lo largo de un proceso de planeación estratégica:

Identificar la misión actual, sus objetivos y estrategias.

Revalorar la misión y los objetivos.

Formular las estrategias

Poner las estrategias en práctica

Evaluar resultados

Identificar las fortalezas y las debilidades

Analizar los recursos

Analizar las oportunidades y las amenazas

Analizar el entorno externo

LOS INSTRUMENTOS DE MEJORA CONTINUA COMO ESTRATEGIA:

Según Koontz / O´Donnell (1990), las organizaciones, entre las que se encuentra el gobierno, necesitan crear y mantener mecanismos de permanente y eficaz ajuste que les permita responder de modo oportuno a los cambios en las tendencias que caracterizan el ambiente en que se desempeñan. El Estado y las empresas reconocen la necesidad de una herramienta de mejora continua que oriente a la reestructuración y fortalecimiento de los procesos clave de las áreas administrativa, tecnológica y socio-humana, corrigiendo las deficiencias existentes.

A pesar de que en el campo de la administración han entrado de moda en las últimas décadas algunas corrientes teórico-metodológicas, estamos convencidos de que la misión, visión y los valores de la empresa son los pilares para la estructuración de estrategias en donde se involucra el trabajar en equipo, el reto, el rescatar y sobre todo el valor de la cultura organizacional. Ahora de lo que se trata es de definir propuestas de misión, visión y valores que nos permitan tener un punto de partida. Y sea el eje que nos sirva de puente articulador para llevar a cabo la gestión.

Al respecto, con el objeto de mejorar el manejo de la cooperación técnica internacional, constituyen herramientas de mejoramiento contínuo: i) La eficiencia, eficacia y economía de los recursos, ii) El mejoramiento de la productividad de bienes y servicios; iii) La aplicación de herramientas administrativas como el benchmarking, el empowerment, el coaching, la inteligencia emocional, la administración por valores y otras que fueran necesarias para gestionar de la mejor forma los recursos

EL BIEN COMÚN, EL BIEN PÚBLICO Y EL INTERÉS GENERAL COMO ESTRATEGIAS:

Según el filósofo italiano Matteucci (1991) , el bien común es el principio que da forma a la sociedad y el fin al que ésta debe tender, desde el punto de vista natural y temporal. El bien común se distingue del bien individual y del bien público, ya que el bien público es de todos en cuanto que están unidos y el individual es el objetivo de cada persona. En contraparte, el bien común es de los individuos en cuanto que son miembros de un Estado. La estrategia del Estado en general como de las entidades públicas como la APCI, debe ser la obtención del bien común, tal como se observa en la teoría clásica de la administración pública. En cambio, el pensamiento político contemporáneo se refiere al bien público y al interés general.

Al respecto, Serra (1994) dice que el bien público es el que se dirige al conjunto total de individuos y grupos que forman parte de la sociedad. Por su parte el interés general o interés público es la suma de una mayoría de intereses individuales coincidentes, personales, directos, actuales o eventuales y, asimismo, el resultado de un interés emergente de la existencia de la vida en comunidad, en la cual la mayoría de los individuos reconoce también un interés propio y directo.

LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD EN EL ESTADO MODERNO:

Las sociedades avanzadas se orientan a que el Estado inicie procesos complementarios de participación de la sociedad (ciudadanía) en la toma de decisiones de sus gobernantes, ya sea para ratificarlas o para rechazarlas, entre estas tenemos el referéndum y el plebiscito.

Para que el Estado pueda cumplir con el objetivo de procurar el bienestar y mandato del pueblo, realiza una serie de actividades a través de sus distintos órganos con base en planes, programas y proyectos que sirven como parámetros para su trabajo y desempeño.

Serra (2004), dice que la actividad del Estado se origina en el conjunto de operaciones, tareas y facultades jurídicas materiales y técnicas para actuar, y que le corresponden como persona jurídica de Derecho público y que realiza por medio de los órganos que integran la Administración Pública. Las estrategias del Estado deben encaminarse a la consecución del bien común, la interpretación y aplicación correcta del interés general, la obediencia del mandato popular y el logro del equilibrio y la armonía de toda la población.

El Estado, dice Serra (2004), no debe tener otras estrategias que las que beneficien integralmente a la sociedad.

2.4.3.2. ESTRATEGIAS ESPECIFICAS QUE DEBEN APLICARSE PARA

OBTENER UNA PROSPECTIVA EFICAZ EN LA CTI:

Convertir al Perú en un país más competitivo en el mercado de la Cooperación Internacional:

Ante (1) la calificación internacional del Perú como país de renta media baja; (2) el surgimiento de nuevos tópicos internacionales (la rehabilitación tras el tsunami, la reconstrucción de Irak, la lucha contra el terrorismo, entre otros); (3) la atención de la cooperación internacional concentrada en África; y de ahí la amenaza de una reducción mayor de los recursos de Cooperación Internacional No Reembolsable hacia el Perú, la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) necesita construir y ofrecer un escenario más ordenado y atractivo para la Cooperación Internacional.

Es importante convertir al Perú en un país más competitivo en el mercado de la Cooperación Internacional. Ser competitivo en este caso significa mostrar con claridad, frente a la Comunidad Internacional, tareas de desarrollo focalizadas y ser eficiente en el uso de los recursos de la cooperación. Para lograr esta competitividad, la APCI debe continuar liderando y fortaleciendo el Foro de Donantes del Perú y debe concluir el documento llamado Marco Estratégico para la Cooperación Internacional.

Una vez establecido el Marco Estratégico, ha de conseguir el compromiso de la Cooperación Oficial y No Gubernamental hacia una mayor alineación a las tareas de desarrollo del Perú, y hacia no producir la tendencia mostrada, de insuficiente concentración en los Objetivos de Desarrollo Mundial (ODM). En el caso de la Cooperación No Gubernamental, el esfuerzo de alineación tiene que ser aún mayor.

Mayor impacto, con priorización y focalización más cuidadosa.

La elaboración del Marco Estratégico debe ser producto del análisis de las agendas nacionales (Plan Nacional de Salud Pública-PNSP, Acuerdo Nacional, Políticas Sectoriales, entre otros) y las agendas internacionales (ODM, Compromiso en G8 y otros). Dos puntos cruciales surgen al respecto:

  1. La agenda global no siempre es precisa en todos los aspectos. En el caso de que se adopten los ODM como lineamiento prioritario a seguir, es importante adecuarlos a la realidad peruana y definir las tareas concretas a realizar.
  2. La discusión debe abarcar las ventajas y desventajas de asumir paquetes completos como las agendas de los ODM o el PNSP, ya que, en un país de renta media baja, el volumen de Cooperación Internacional es relativamente pequeño frente a las necesidades de desarrollo generadas por una economía mayor que las economías de países de renta baja. Todas estas discusiones tienen que ser lideradas por la APCI. El Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), recientemente conformado, sería uno de los interlocutores claves en el desarrollo de estas discusiones.

Maniobrabilidad y alineación realista

La política de alineación de los recursos debe ser llevada a cabo tomando especialmente en cuenta la maniobrabilidad de cada agencia de cooperación internacional. Para algunas agencias no todo el dinero proviene de la Ayuda Oficial para el Desarrollo, sino que muchas veces se recibe directamente desde el origen, desde un ministerio en concreto o desde un fondo específico para atender los temas o sectores de interés. Solicitar la alineación de estos recursos es simplemente imposible pues eventualmente podría significar la retirada de los mismos (y la disminución de la cooperación internacional). La política de alineación debe ser suficientemente realista, identificando bien aquellos recursos maniobrables dentro de la totalidad de CTI.

Mayor coordinación con la Cooperación Reembolsable:

En cuestión del impacto y sinergia de la Cooperación Internacional, la APCI debe procurar, en el seno de Foro de los Donantes, la convergencia y sincronización entre la Cooperación Reembolsable (canalizada mediante el Ministerio de Economía y Finanzas, MEF) y la Cooperación No Reembolsable (a través de la APCI).

Estrategia para capturar nuevos recursos de cooperación:

Ante la posible disminución de recursos de la Cooperación Internacional, es importante elaborar una Estrategia Proactiva de Captura de Nuevos Recursos de Cooperación Internacional mediante un seguimiento sistemático y analítico de la coyuntura mundial, de los nuevos actores y de las tendencias en las modalidades de cooperación, así como tratar de resaltar la presencia del Perú en el escenario global.

Fortalecimiento de la base de datos y transparencia mutua:

La APCI ha detectado indicios de cifras no suficientemente precisas en las estadísticas de la década pasada (1994 ? 2004), especialmente entorno a los recursos privados canalizados a las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD). Esta Agencia debe continuar reforzando su base de datos y ordenando su base legal con el objeto de disponer de capacidad para recabar, producir y diseminar información sobre Cooperación Internacional. Las agencias e instituciones de la Cooperación Internacional, siguiendo los nuevos compromisos de eficiencia, deben responder a la APCI aumentando su transparencia y responsabilidad en la rendición de cuentas.

Mayor transparencia en las actividades de las ONGD:

Teniendo en cuenta que las ONGD ejecutan mayor cantidad de recursos que las entidades oficiales, y considerando que la alineación, así como la transparencia en las prácticas de desarrollo, son requisitos cada vez más importantes para mantener al Perú como país receptor competitivo en los foros internacionales, la APCI debe:

  1. Desarrollar y propiciar el empleo de un sistema de certificación voluntaria de ONGD, sobre su calidad institucional;
  2. Desarrollar y poner en uso un nuevo formato uniformado y simplificado para facilitar la rendición de cuentas por parte de los ejecutores de los proyectos de la cooperación internacional en el Perú; y
  3. Reforzar los instrumentos legales que permitan a la APCI cumplir con sus obligaciones fiscalizadoras, específicamente un registro obligatorio de ONGD, con actividades y características de los proyectos.

Analizar la concentración en Lima:

La concentración de la CTI en el departamento de Lima debe ser estudiada con cuidado para conocer realmente en qué zona de la región los proyectos están desplegándose. El estudio debe ser realizado por iniciativa

de la APCI. Se trata de verificar si los proyectos realmente están o no en zonas marginales peri-urbanas donde se concentra la mayor población afectada por la pobreza. En caso contrario, se recomienda que se dirijan más a las zonas pobres o, por lo menos, a regiones de mayor pobreza o extrema pobreza que Lima.

  1. EVALUACIÓN Y CONTROL DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD
  1. El Estado organizado en los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial tiene las entidades, instrumentos y herramientas para llevar a cabo la evaluación y el control de la Cooperación Técnica Internacional.

    En el Poder Legislativo la Comisión de Fiscalización y también las otras Comisiones tienen la potestad para realizar la evaluación y el control; sin embargo por diferentes motivos, sólo son objeto de evaluación y control las denuncias puntuales.

    En el Poder Ejecutivo, en todas las dependencias públicas se cuenta con los Organos de Control Institucional (OCI), que son las dependencias de control que deberían evaluar y controlar la Cooperación Técnica Internacional que es utilizada por las dependencias de la entidad y por las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo en los programas, proyectos y actividades. Asimismo tenemos el órgano rector del Sistema Nacional de Control, como es la Contraloría General de la República, que debe recibir de las entidades del Estado, los informes sobre la inversión y los resultados de la evaluación practicada a los recursos provenientes de fuentes extranjeras cooperantes; sin embargo todo esto tampoco se realiza con la rigurosidad del caso. En este mismo contexto tenemos el Organo de Control Institucional de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional, que realiza solo el control de las actividades de la Agencia, pero no evalúa ni controla en el nivel que se desea a la Cooperación Técnica Internacional que es remitida por los gobiernos, organismos multilaterales y entidades privadas del exterior, para que sea canalizada a las actividades económicas y sociales de los ambientes de mayor pobreza de nuestro país.

    El poder Judicial tampoco participa activamente en la realización de denuncias por acción propia, ni tramita con celeridad las denuncias de malos manejos de la Cooperación Técnica Internacional; todo lo cual crea una suerte de desconfianza en la población destinataria de la Cooperación y en los países, organismos y entidades extranjeras por la falta de decisión para efectuar una evaluación y control efectivos de este importante instrumento de financiación de programas, proyectos y actividades que desarrollan el gobierno general, regional y local en los lugares o ambientes donde no llegan los recursos ordinarios del Estado.

    Para efectos de llevar una evaluación y control efectivos, las entidades del Estado, así como las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo, deben disponer de los Estándares correspondientes. Para estos efectos se considera Estándares de control, los Manuales de: Políticas, Riesgos, de Organización y Funciones y Procedimientos; Reglamentos de: Control Interno, Auditoria Interna, Auditoria Externa, De Organización y Funciones; Plan Estratégico Institucional; Presupuesto; Programas de Inversiones, Programas de Financiamiento y otros documentos

    Otros Estándares de control son los documentos fuente, libros principales y auxiliares, estados financieros y los estados presupuestarios, las Memorias de los Consejos Directivos, los Informes de Gerencia, etc.

  2. EVALUACIÓN Y CONTROL DEL ESTADO
  3. EVALUACIÓN Y CONTROL DE LA SOCIEDAD

El 13 de noviembre del 2004 se publicó la Ley No. 28386 mediante la cual se encarga a la APCI la fiscalización de la Cooperación Internacional No Reembolsable y la correcta utilización de los recursos que reciben las Organizaciones No Gubernamentales de desarrollo domiciliadas en el país; Sin embargo debemos tener en cuenta que la FISCALIZACIÓN ES TAREA DE TODOS; por tanto como ciudadanos, tenemos el derecho de participar en esta labor; para el efecto, la APCI ha creado el Portal de Fiscalización, en donde se debe comunicar o denunciar cualquier acto de corrupción o ilegalidad en el uso de los recursos de Cooperación Internacional.

 

Los objetivos del Portal de Fiscalización, son los siguientes:

  1. Establecer un mecanismo que permita canalizar la participación de la ciudadanía en el control de los bienes y recursos de CTI;
  2. Promover acciones que faciliten el ejercicio del derecho de participación ciudadana en la fiscalización de recursos de CTI;
  3. Fomentar actitudes responsables por parte de la ciudadanía en el ejercicio de dicho control;
  4. Reducir los riesgos en la gestión de la CTI;
  5. Obtener a través de la participación ciudadana una fuente de información calificada y permanente sobre el uso de recursos de CTI.

Los actos que se pueden denunciar, son los siguientes:

  1. Uso indebido de los recursos de Cooperación Internacional;
  2. Deficiente gestión de los proyectos de Cooperación Técnica Internacional;
  3. Incumplimiento de los objetivos del proyecto;
  4. Donaciones que no llegan a los beneficiarios o se utilizan para otros fines;
  5. Incumplimiento de compromisos asumidos con la comunidad;
  6. Impacto negativo de los proyectos sobre la población; y,
  7. Incumplimiento de la legislación de CTI.

Los Requisitos para presentar una denuncia son los siguientes:

  1. Nombres y apellidos completos, domicilio y, de ser el caso, número telefónico, correo electrónico del denunciante o de la persona que lo represente, acompañando copia del documento de identidad. Los representantes de personas jurídicas deberán acreditar su condición mediante poder;
  2. Exposición detallada y precisa de los hechos relativos a los actos u operaciones que constituyan la presunta irregularidad, que permita su comprobación, con indicación de fechas y lugares, así como de fuentes de información y montos involucrados, si fuere el caso;
  3. Los datos con que se cuente para la individualización de los partícipes y/o de los testigos;
  4. Las pruebas pertinentes, adjuntándolas en copia simple; o la indicación de la correspondiente evidencia identificable y sus características o lugar de ubicación, para poder acceder a ella;
  5. Los hechos deben estar vinculados al uso de recursos de CTI; y,
  6. Las denuncias anónimas serán rechazadas.

Cuando de la revisión o evaluación de la denuncia se establezca la inobservancia de requisitos sujetos a subsanación de deficiencias u omisiones detectadas, se podrá conceder un plazo no mayor de diez días hábiles en función a la envergadura o lugar de origen de los hechos denunciados. De no ocurrir ello, se procederá al archivo de la denuncia; salvo en los casos debidamente justificados, a criterio del Órgano encargado.

 

La Sociedad Civil, puede denunciar:

  1. A las Entidades e Instituciones Extranjeras de Cooperación Técnica Internacional (ENIEX); las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo nacionales (ONGD-PERU); y, las Instituciones Privadas sin fines de lucro receptoras de donaciones de carácter asistencial o educacional (IPREDA), inscritas en los Registros que tiene a su cargo la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI);
  2. A las Asociaciones Civiles Sin Fines de Lucro que ejecutan programas, proyectos o actividades con recursos de Cooperación Técnica Internacional, inscritas en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos SUNARP; y,
  3. A las Entidades y Dependencias del Sector Público que ejecuten proyectos de cooperación internacional.

Las denuncias se pueden dirigir a o la Av. José Pardo N° 261, Miraflores, Lima 18 – Perú Telefax: 242 ? 8005.

Los recursos de la Cooperación Técnica Internacional, corresponden a todos los peruanos, aunque en la práctica solamente se direccionen a los ámbitos de mayores necesidades económicas. Siendo así, la sociedad, vale decir la sociedad civil organizada, debería desarrollar una serie de mecanismos para evaluar, supervisar y controlar los recursos que provienen de la Cooperación Internacional y que es manejada por algunas entidades Públicas y privadas, sin la intervención de la Sociedad Civil.

En todos los países, existen sendas denuncias contra personas del sector público y del sector privado por malos manejos de los recursos que corresponden a la sociedad y la misma desde siempre ha estado como mera espectadora de esta cruda realidad.

Según Hernández (2005), cuando una sociedad lucha contra la corrupción, siempre enarbolará la bandera de lucha, porque cree firmemente que la relación que guarda el individuo en sociedad y el Estado es la base de la confianza mutua. De esta forma, la democracia está basada en la confianza mutua y la corrupción rompe con ella. Trae cosas negativas, crea sospecha, crea la idea de que los políticos sólo trabajan para el bienestar propio; esto es un problema, porque nosotros necesitamos a los políticos para planear el futuro.

No podemos aceptar la realidad actual, no podemos aceptar la corrupción. Y es que la corrupción se ha convertido en parte de un cuadro social complejo, destruyendo las redes sociales de confianza. Recordemos: la lucha contra la corrupción no es sólo una cuestión de dinero. Esta lucha es vital para conservar las democracias. Por eso, cuando tratamos de combatir la corrupción, debemos dar la mayor prioridad a las redes de información social. La información es fundamental. Hace algunos años, por ejemplo, no entendíamos qué cantidad de dinero estaba envuelta en diferentes actos de corrupción. Hoy los medios informativos nos han acercado a ello y lo percibimos de una manera más consciente.

Algunos de los elementos para combatir la corrupción son: una sociedad responsable y un sistema judicial independiente que pueda abolir la impunidad y aplicar la ley, que es la base de toda sociedad justa con un capital social activo. El capital social es una herramienta efectiva para combatir la corrupción. De todas formas, cuando este capital social es negativo, a la gente no le importa mucho la lucha contra la corrupción, en esta situación los individuos actúan como animales en el medio de la selva: ellos van a tratar de salvarse de la forma que puedan.

Por esta razón, la ética es muy importante. Necesitamos reconstruir el modo espiritual de pensar acerca de la vida para poder contrastar los efectos de la corrupción, que está caracterizada por la ambición material y el egoísmo.

Cuando la corrupción se vuelve algo normal no existen diferencias entre el Directivo o Funcionario del Estado, el de una paraestatal, de una compañía transnacional, o de un hombre común que roba para enriquecerse a sí mismo. Para proteger nuestras sociedades necesitamos una forma ética de pensamiento. Necesitamos convencer a las Organizaciones de Base de la Sociedad que es de su interés adquirir un rol más participativo en el desarrollo social, por lo menos en tres niveles: la aplicación de la ley, la conciencia ética, y la inclusión del sector privado en esta lucha.

El capital social es fundamental en la lucha contra la corrupción, porque cuando las personas confían entre ellas, usan esa energía para construir una sociedad mejor: Cuando esto pasa, las personas no están aprovechando su poder para enriquecerse ellas mismas. Pero debemos estar alerta siempre, porque el capital puede ser más y más negativo. Por ejemplo, el secreto del modelo social Escandinavo es el alto nivel de consenso social, porque las personas sienten que el gobierno se ocupa de ellos y de esta forma hay un ambiente social de confianza. En el caso particular de Noruega, la gente se siente parte de una sociedad transparente; las personas ganan suficiente dinero para vivir, pagan impuestos y respetan las leyes. Todos saben que el contrato social está basado en el capital social. Estos hechos son la razón por la que no existe corrupción en Noruega. Por esta razón, el Estado y las empresas Noruegas están menos expuestas a la corrupción; éstas son partes de una sociedad que rehúsa a comportarse incorrectamente.

Al hablar de la corrupción, debemos enfocarnos también al fenómeno de la globalización y su influencia en el avance o freno de este mal social. La corrupción en el tercer mundo es común, pero éste es un fenómeno globalizado negativo. Aún en países del primer mundo ocurren casos de corrupción. Este es un problema global.

Cuando se presentan casos de corrupción globalizada, existen algunos obstáculos para poder confrontarla. Por un lado, hay muchas multinacionales involucradas en casos de corrupción a lo largo de diferentes países. Por el otro lado, para poder investigar y enjuiciar, estamos obligados a usar instrumentos y leyes nacionales. Como resultado de esto, existe una brecha entre el problema ? la demanda judicial- y cómo puede ser resuelto. Muchas veces aparece un caso de corrupción internacional, el cual no puede ser adjudicado por cortes y leyes nacionales. No tenemos todavía una respuesta global para la corrupción; las respuestas son sólo nacionales y regionales, por esta razón necesitamos trabajar más en esta área.

Hemos visto una continua y larga lista de fracasos administrativos en grandes empresas, tales como Enron, WorldCom, Credit Lyonnais, Parmalat; en importantes medios de comunicación como el New York Times, USA Today y la BBC; en organismos de gobierno, como la CIA, MI6, FBI, el Departamento de Defensa y el programa de la ONU de petróleo por comida en Irak, además de escándalo tras escándalo de corrupción en el gobierno de Francia, México y Perú que tiene lo suyo. Como resultado de ello, se han multiplicado las conferencias y los foros para discutir mejores programas de responsabilidad y supervisión, tanto en el gobierno como en la empresa privada. En casi todos los casos se consiguieron varias de las condiciones siguientes:

  • Inadecuada comunicación a todos los miembros de la organización sobre normas éticas y de comportamiento.
  • Excesiva dependencia en la cadena de mando como vía para el flujo de la información.
  • Falta de los directivos y de los altos ejecutivos en instrumentar medidas correctivas al notarse las fallas. Además, en todas partes hay la tendencia a tapar las malas noticias.

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