Lo que exista del otro lado de la conciencia, pertenece al dominio del misterio, de lo incognoscible, para usar la terminología spenceriana. La influencia de Spencer no se tradujo, sin embargo, en un especial resalto de las tesis evolucionistas como lo hay en otros positivistas. De lo noción de incognoscible, en cambio, se aprovechó poro justificar una prolongación metafísica de la estética positiva y armonizar las conclusiones de la ciencia con las creencias de la religión. En las páginas finales de las Nociones de estética, en que había fundado fisiológica y psicológicamente el carácter fenoménico de lo bello, Polar acepta, en efecto, lo posibilidad de una belleza no relativo, independiente del hombre, la belleza propia de lo divino, que está, sin embargo, fuera de nuestro alcance. Por otra parte, en la doctrino del conocimiento no descartó la viabilidad de un idealismo religioso, fundado en la dualidad de la experiencia y la razón.
Sobre un positivismo fuerte y sobrio – declara en el discurso pronunciado al tornar el cargo de Rector de la Universidad de Arequipa en (1896), tendremos así un idealismo sano, racional, no quimérico y desequilibrado; tendremos el gran idealismo que se desprende de este soberano principio, hoy por casi todos los hombres de ciencia reconocido: la concepción final del universo debe ser esencialmente religiosa.
Polar tampoco permaneció en las filas del positivismo. En los años terminales de su vida derivó hacia el espiritualismo que en Francia defendían Boutroux y Bergson. Con ellos, Polar sigue a James y a Croce, dentro de una orientación del pensamiento filosófico marcadamente antipositivista que va a ser la dominante en la segunda y tercera década del siglo XX.
La Reacción Espiritualista
El positivismo y el intelectualismo metafísico que sobrevivía en algunos cursos universitarios fueron desplazados por el espiritualismo gracias a la acción de varios profesares, entre los cuales figuran algunos de los más caracterizados positivistas, como Prado y Polar. Pero no puede negarse que la personalidad conductora de este movimiento de crítica y superación fue Alejandro O. Deustua (1849-1945). El encarna en el Perú por primero vez, de un modo definido, el tipo del intelectual y el profesor dedicado casi por entero a la filosofía. No obstante ello, fue una circunstancia fortuita la que la llevó a consagrarse a los estudios filosóficos. Al quedar vacante la cátedra de estética en San Marcos, de la cual era adjunta puramente nominal, se vio obligado a tomar a su cargo el curso, para el que carecía de la preparación necesaria. Asumió, empero, lo tarea docente con un enorme sentido de responsabilidad y con un empeño poco común, que le permitieran reunir pronto un caudal de conocimientos suficiente no sólo para cumplir con decoro las exigencias de la enseñanza, sino además para iniciar y llevar a término un verdadero movimiento de renovación y consolidación de la filosofía.
Influido en un principio por el positivismo, Deustua atraída por la psicología de Wundt y la teoría de las ideas-fuerzas de Fouillée, que resaltaban los aspectos volitivos del psiquismo. A partir de aquí abordó el problema del ser espiritual en busca de una respuesta menos simplista o abstracta que la que ofrecían las filosofías vigentes en la Universidad y también menos tributaria de la actividad práctico que consideraba extraña y aun opuesta a la genuina esencia y a los más altos finos de la vida anímica. En este empeño interpretativo, retomó motivos del pensamiento krausista y los aprovechó paro forjar uno doctrina estética fundada en la vivencia de la libertad, que habría de desarrollarse y asentarse más tarde sobre fundamentos teóricos más firmes que Deustua ganó del contacto con Bergson. –
El maestro sanmarquino expuso los frutos de sus meditaciones en numerosos artículos y libros, en los que, al lado del propio pensamiento, ofrece una nutrida y quizá excesiva información sobre otros autores, que si bien lastra el contenido es buena prueba de su honestidad intelectual y de la inquietud por conocer que alentó en él bosta sus últimos días.
El pensamiento filosófico de Deustua se articulo por e! juego dialéctico de das ideas fundamentales: libertad y orden. Entiende la libertad no en el sentido del indeterminismo, ni como ausencia de coacción exterior e interior; tampoco como simple capacidad de obrar, o de obrar según motivos morales, sino como una actividad creadora, como una suerte de energía que por un íntimo dinamismo evolutivo renueva constantemente sus efectos. Por su parte el orden representa lo estable del ser, lo permanente y acabado, aquello que se impone en la acción humana coma estructura regular y fija. Este concepto es, sin embargo, relativo a la subjetividad. Lo es en un doble sentido, que revela los íntimos lazos que unen entre si a la libertad y el orden. En efecto, por una parte, el orden es un límite necesario a la libertad, puesto que sin existencia ella se disiparía como energía en el vació; por otra parte, el orden debe ser considerado como la impronta del espíritu sobre el mundo exterior, como la ordenación ce la diversidad de lo existente. Esta diferencia entre los aspectos del arden se hace más clara cuando se refiere o casas concretos. Por ejemplo, la libertad sin ley es pura arbitrariedad; lo que no impide reconocer que los sistemas legales mismos son producto de la actividad creadora del espíritu humana. De igual modo, el estilo de uno obra de arte es al mismo tiempo una limitación y un recurso creador, un molde que canalizo lo visión del artista y, a la vez, un recurso creador que el artista utiliza para vencer la resistencia de las materiales con los que trabaja.
Existen, por lo demás, diversos grados de realización del ser libre en el orden y de ordenaciones que traducen los varios estadios del dominio que el hombre ejerce sobre la naturaleza y del desarrollo de su espíritu. Deustua ha estudiado esta dialéctica de los factores esenciales del ser en Las ideas de orden y libertad en la historio del pensamiento humano, así como en su manual de Estética general y en sus apuntes sobre Los sistemas de moral. Veamos:, a grandes rasgos, su planteamiento.
Hay una jerarquía de las actividades humanas, según los valares y logros de ellas, que corre paralela con el desenvolvimiento histórico de la cultura y de sus categorías: economía, ciencia, derecho y moral, religión y arte. Según Deustua, las funciones económicas están dirigidas a satisfacer las necesidades de la conservación de la vida y obligan al sujeto a adecuar su conducto a la regularidad del mundo exterior, de donde surge el orden.
Del obrar y cotidiano. La ciencia que es un paso adelanto en el camino de lo que podríamos llamar la creciente liberación de la libertad, permanece no obstante dentro de la sujeción a la naturaleza, a ala existencia. Es, en esencia, para Deustua "una conciliación del pensamiento con la realidad", de lo subjetivo y lo objetivo, por la cual "el orden excluye la libertad". Los sistemas jurídicos y, más ampliamente, las normas morales señalan un ascenso en la realización de la libertad. Pero el elemento restricto no queda incluido, como tampoco queda excluida en la religión, que si bien sanciona la emancipación respeto al mundo, somete al individuo a la cual no tiene apelación.
La libertad absoluta se logra en la vida estética:
Sólo la actividad estética ofrece esa forma de libertad que, sin oponerse a su propia casualidad, ni a la necesidad representada por su propia resistencia, responde al impulso del espíritu hacia lo mejor, hacia un ideal, que aspira a la expansión interior sin resistencia, que expresa la realidad creando su propio orden y su ley propia.
En la vivencia estética se expresa y alcanza status real, el más alto valor de la existencia. Esto no quiere decir que ella no tenga defectos. Hay un ciertos sacrificios de lo real a lo ideal en el vivir estético, superado mas bien, según nuestro filosofía, por lo conciencia moral que "produce una compenetración de lo ideal con lo real al servicio de éste". Por otra parte, en el arte hay variedades de libertad, es decir, mayor o menor entrabamiento del poder creador por factores exteriores de orden, como es el caso, de la preeminencia de la simetría en las obras clásicas frente a la libre expresión de otras manifestaciones del arte. Sin embargo, toda vez que se dan una integración del orden y la libertad, una adecuación de lo exterior a lo interno, con preeminencia del espíritu, lo que permite a Deustua definir la belleza como.
La conciliación ideal y sentida de la naturaleza y la fuerza y la fuerza libre expresada por la gracia.
Esta misma función de la libertad y el orden y su adecuación presidida por al fuerza creadora del espíritu explican para Deustua el concepto de valor. Siguiendo a Della Valle, piensa que el valor es la única categoría primitivo, irreductible, coexistente con el espíritu, por que está asentado en la libertad. La axiología de nuestro filosofo es, pues eminentemente libertarista, aunque no por eso pueda situársela entre las doctrinas psicologista. Más bien se trata de una tesis que sin, dejar de afirmar la vigencia de la objetividad, funda el valor en una instancia transempíirica pero inmanente, esa instancia que es la fuerza creadora a la libertad del espíritu.
El énfasis en la espiritualidad marcó también las doctrinas pedagógicas de Deustua, que tuvieron gran resonancia en el país. La reforma de la educación que él principio tiene como premisa básica la necesidad de acentuar la formación humanística de los educandos y de dar prioridad a la constitución de una élite dirigente capaz de promover la transformación del país sobre sólida bases morales. En esto se enfrento a la tendencia practicista y técnica que defendieron las positivas y especialmente Villarán, con el cual sostuvo una memorable polémica.
Por otra parte desde el ángulo marxista fue criticado por José Carlos Mariátegui, quien vio en Deustua, especialmente por su actitud negativa respecto al factor económico y su elitismo, una encarnación del espíritu feudal, mientras, para él Villarán representaba más bien el punto de vista de la burguesía progresista que reconoce el justo valor trabajo productivo.
La obra de Deustua como profesor y ensayista repercutió en el ambiente aniversario e intelectual peruana a través de dos generaciones filosóficas, la de 1905 y la de 1925. Surgió así entre nosotros un encendido entusiasmo por la filosofía y por lo que se tenía por expresión de ella, el vitalismo bergsoniano. Al primado de spencer en las décadas anteriores sucedió un dominio no menor de Bergson. Las dos generaciones mencionadas pueden ser caracterizadas adecuadamente como bergsonianasn pues en ellas es notable el impacto de las doctrinas del gran metafísico francés y la utilización múltiples de sus motivos centrales.
La primera está integridad por un grupo de brillantes intelectuales interesada en los estudios de literatura, historia, y ciencia social, cuyas posiciones ideológicas fundamentales se orientan hacia la restauración de los valores y principios tradicionales, aunque varían en ellos el ritmo y la data de la opción conservadora. En filosofía destacan: Francisco García Calderón (1883-1953), autor de serios ensayos sobre la cultura y la sociedad pe ruanas. Como filosofo no produjo ningún libro orgánico, sino ensayo y crónicas, a través de las cuales difundió en el Perú y en Hispanoamericana las ideas y doctrinas de los franceses. Aparte de Bergson, su pensamiento está influido por Guyau, Fouillée, Nietzsche, James y Boutroux, así como por el ensayista uruguayo José Enrique Rodo, que fue mentor de toda su generación.
Víctor Andrés Belaúnde (1883-1967) se intereso también por los estudios sociales e historias, además del derecho y la política. En filosofía, que profeso en San Marcos y, luego en la Universidad Católica, evoluciono desde el positivismo hasta el agustinismo, pasando por periodos de fuerte influencia de Bergson, Kant y Spinoza. Vuelto a la fe catolica, abraza con el la filosofía de la iglesia, en la que ve potenciado la substancia del saber filosófico de todos los tiempos.
Desde la cumbre suprema de la síntesis cristiana puede contemplarse lo que Wilson ha llamado acertadamente: unidad de la experiencia filosófica. La filosofía perenne ha resistido en el transcurso de los siglos el huracán de las doctrinas y la violencia conmoción de las revoluciones. Se ha enriquecido con los despojos de todos los sistemas que sus direcciones extremadas; y se yergue hoy mismo majestuosa, con juventud eterna.
Otra representante de esta generación es Oscar Miró Quesada (1884) quien se intereso tempranamente por Nietzsche y por Guyau y ha mostrado, a diferencias de sus coetáneos, una persistente inclinación por los temas de epistemología y por los puntos de vista .críticos y agnósticos. A través de sus numerosos escritos se delinea una suerte de positivismo crítico según el cual la filosofía es un saber meramente hipotético, encargado de unificar el conocimiento científico, reflexionar sobre sobres sus condiciones e investigar los factores subjetivos del conocimiento. De otro lado, acepta una fundación última de las matemáticas. Para él en efecto, el apriorismo matemático no es obstáculo al reconocimiento de este hecho, pues como dice en su ensayo sobre El número y la realidad.
Los datos arrojados por el cálculo, que coinciden con la realidad, son los mismos que le pedimos prestados a esa realidad y que ella nos otorga mediante la medida directa o indirecta de los fenómenos y de las cosas.
La viva inquietud intelectual de Oscar Miró Quesada y su amplitud de intereses teóricos, gracias a la que ha mencionado, finalmente al notable historiador José de la Riva Agüero (1885-1944), que contribuyo decisivamente a la renovación de los estudios de derecho en los que introdujo los conceptos y doctrinas de la escuela teórica de Savigy, STAHL y Von Ihering. Riva Agüero fue también influido poderosamente por Bergson, antes de retronar al catolismo y de adoptar su filosofía oficial, así como otras posiciones conservadoras en doctrinas social y política. En el teorico de la Evolución creadora vio una rica veta de motivos doctrinarios capaces no sólo de renovar la filosofía sino de impulsar cambio nacional.
La influencia de Bergson no se circunscribió a la Universidad. Alcanzo a la literatura, al arte y a la política, y en ésta no sólo fue adoptado y encomiado por el bando conservador, sino que fue también maestro de pensar de figuras tan caracterizadamente revolucionarias, como José Carlos Mariátegui, de quien nos ocuparemos más adelante. Sin embargo, su más fuerte bastión fue la enseñanza filosófica universitaria. La generación de 1920 estuvo casi enteramente bajo su signo en gran parte por la acción del magisterio de Deustua. Entre los representantes de dicha generación, el más cercano a Deustua.
La Filosofía Actual
Con Mariano Ibérico (1893), el vitalismo bergsoniano prolonga su influencia en la filosofía actual peruana. Partiendo de esta orientación especulativa, con cuyo seno maduro los temas de su especulación ulterior, Ibérico ha llegado a una sugestiva de la animación del cosmo. Aunque hinca sus raíces en la experiencia estética, la tesis de Ibérico va más allá, pues acentúa el momento de posiividad, de plenitud real del nexo fenoménico que la comtenplación entrega al sujeto. El momento realista e interior de la conciencia del mundo, que el subraya, deja trasparecer las motivaciones hondamente religiosas que mueven su pensar. Conciente de este movimiento interno de su pensamiento, el propio filósofo a propósito de los ensayos reunidos en su libro el nuevo absoluto:
Es fácil observar que el interés concedido en los primeros estudios de esta serie q la vida, estética, se desplaza en los últimos hacia la vida religiosa. ¿Por qué? Sin duda porque una concepción estética de la existencia por profunda que se la suponga, adolece de cierto desde espectacular respecto de los contenidos vitales que examinan, mientras que la concepción religiosa con la mas profunda seriedad metafísica y ética. De esta suerte la religión aparece como la única posibilidad de devolver al hombre en esta época turbada, junto con el sentido cósmico, el sentido interior de la vida.
La vivencia metafísica y religiosa nos pone en contacto con el absoluto, pero un absoluto que no hay que concebir al estilo de instancia rígida y consumada de tradición ontológica, sino como principio dinámico en que todas las diversidades en momentos facticos son, a la vez , conservados y consumados por la vida: en absoluto viviente el pasado subsiste, pero como un resto arqueológico, sino como una resonancia como una resonancia incluida en el destino imprevisible del todo. Y en general el pasado, el presente y todos los momentos de la existencias son eternos y efímeros; permanentes y fugaces ningunos se repiten porque cada cual trae un mensaje único, pero todos quedan integrando la confidencia interminable del espíritu universal.
Influido por el pensamiento de Ludwig klages, aunque sin segar la frente bergsoniana de su inspiración metafísica, ibérico integra su doctrina como una teoría de las formas del. Conocimiento, según la cual, frente al pensar racional y decisivo, existe una especie de conocimiento simbólico no intelectual. Cuando opera este último, el sujeto se vale de expedientes metafóricos y analógicos para penetrar en el hondo del mundo y aprehender su sentido último. Hay por esto, a lado de la filosofía racional una filosofía simbólica que llega a certezas absolutas por comunicación directa, de alma, a alma, con la vida cósmica y sus sino. Ahora bien " como lo que viene de la vida y se dirige a la vida el destino-dice nuestro autor – resulta que la filosofía simbólica es en el fondo una intuición, para emplear esta palabra en su asencion mas literal, acaso la mas profunda y autentica, una teoría del destino" la concepción de Ibérico, que se inicio en la superación del positivismo por la critica del mecanismo y de la defensa de la evolución creadora, a venido a convertirse así en una doctrina metálica de fuertes acentos místicos al estilo neoplatónico.
Psiquiatra de acendrada vocación filósofo, Honorio Delgado (1892) ha profundizado en los aspectos especulativos de la psicología y la biología disciplinas de la que es serio conocedor. En su concepción subraya el momento bélico de la realidad, reflejo de un orden supertemporal absoluto de valores, queda unida a lo creado. Para el.
Una y a la misma ley rige la arquitectura de la naturaleza da sentido a la economía de la biosfera y al ser psicofísico individual, aunque el margen de libertad vaya de aumento de uno a otro extremo aun que la esencia de cada ser y el plano de diferentes virtualidades se revele de modo distinto en lo vital y espiritual de lo anímico. Los valores son, o su juicio, instancias irreductibles a lo fáctico psicológico y natural, y constituyen un reino autónomo aunque vinculado con lo trascendencia, de la cual el mundo de lo experiencia recibe su sentido. Delgado pone especial énfasis en la función axiológica y ontológica de la trascendencia.
Sin ésta declara lo. Inmanente quedo coma puro hecho empírico: no se ilumina ni sehace transparente, dejando al hombre reflexivo en la desesperación de su insignificación con el espíritu abocado o lo nodo como fin último.
Este "idealismo objetivo" que así quiere llamar Delgado o su posición recoge muchos de sus elementos rectores de la filosofía helénico, sin dejar de dar un lugar importante en lo economía de la doctrino al momento cristiano de la fe; se mantiene, a lo vez, muy cerco. De ciertas corrientes del pensamiento contemporáneo axiológico y metafísico,como las que representan Blondel, Hosserl, Scheler, Jaspers y Nicolai Hartmanil Las consecuencias éticas y educativas de sus tesis mayores, que han sido expuestas principalmente en el libro La formación espiritual del individuo poner el énfasis en un concepto aristocrático de la vida que está en la ribera opuesta a los ideales de la democracia burguesa y proletario de lo edad moderna.
Lo obra de Delgado ha sido al mismo tiempo lo de un investigador y lo de un divulgador de las más recientes tendencias científicas y filosóficos. En este último aspecto señalo particularmente el tránsito de lo influencia filosófico francesa a la Alemana, que habrá de ser dominante en el Perú entre los años treinta y cuarenta cinco.
Esa orientación tiene la siguiente promoción filosófica. En ella, Enrique Barboza (1903-1967) fue influido inicialmente por el historicismo idealista de Croce y Gentile y luego hizo suyos los puntos de vista de corte fenómeno lógico y existencia lista. Manuel Argüelles (1904) estudió a Eucken y también derivó a la fenomenología. Julio Chiriboga (1896-1956), que tuvo una notable influencia en la renovación de la enseñanza filosófica en San Marcos, en donde implantó el sistema de los seminarios, se reconoce cerca de la orientación de Nicolai Hartmann. Por su porte, Ramiro Pérez. Reinoso adoptó y divulgó el pensamiento de Spengler.
La influencia de la fenomenología y la filosofía alemana deja existencia se robusteció expandió por acción de las siguientes generaciones de profesores, muchos de los cuales han sido formados en universidades extranjeras.
Debemos mencionar aquí a Carlos Cueto Fernandini (1913), especialista en educación y en psicología; quien trabaja en una fundamentación de la psicología a base de la renovación y extensión del concepto de intencionalidad. En filosofía se orienta en la dirección de Husserl y su escuela, aunque ha frecuentado también los autores de lengua inglesa. Luís Felipe Alarco. (1913) hace suyos puntos de vista concordantes con el ontologismo crítico de Nicolai.
Hartmann, cuyas ideas ha expuesto en sus trabajos escritos y en sus cursos universitarios; se ha preocupado especialmente por los problemas de la metafísica y de filosofía de la educación. José Russo Delgado (1917-) ha sido influido por el historicismo y el existencialismo; destacan sus trabajos sobre Nietzche y Martín Heidegger, filósofo este último a quien, además, ha traducido. Nelly Festini (1921) se ha interesado por el temo kantiano de lo imaginación y se ocupo preferentemente de estético, disciplina en la que muestra huellas de la influencia de Geiger y lo corriente fenómeno lógica. En los promociones más jóvenes, sobresale Víctor Li Corrillo (1928), cuyos trabajos de historio de la filosofía griego se cuentan entre los más serios de la América Latina; ha traducido y expuesto a Heidegger, con quien estudió en Friburgo, así como a otros pensadores contemporáneos. Son asimismo de gran mérito los trabajos de Antonio Peña Cabrera (1928) sobre filosofía medieval campo en el que es el más destacado especialista peruano.
En los últimos años se han difundido mucho entre nosotros las filosofías .de lengua francesa e inglesa. Estas últimas han penetrado en la medida en que se acentúa el interés por los temas lógicos y epistemológicos. El profesor que más ha contribuido en este sentido y a quien se debe la reforma de lo enseñanza de la lógica en la Universidad peruana es Francisco Miro Quesada (1918). Sus primeros estudios lo sitúan en el circulo de la filosofía fenomenalógica, de la que habrá de desplazarse hacia los temas lógica-matemático y de teoría de la ciencia, sin dejar, por esa, de interesarse por los problemas especulativos y antrapalógicos que, para él, ofrecen la materia de un filosofar no riguroso, ineliminable incluso indispensable en el conjunto de la filosofía.
Las investigaciones epistemológicas de Miró Quesada, centradas en el problema de, la explicación científica y la validez matemática, lo han llevado a reconocer la existencia de principios válidos o priori dentro del cuadro de una razón que es, sin embargo, histórica.
La razón es histórica dice en su libro más reciente porque sus principias evolucionan a través del tiempo. El complejo originario de evidencias que hace posible la constitución del conocimiento racional lógico-matemático sufre mutaciones, va perdiendo cuerpo, se va disgregando a través de la historia. Pero este procesa no conduce a una disolución final, a una relativización total de la razón. Este procesa tiene una dirección; está impulsado por un vector: la depuración de las evidencias racionales a través del rigor de la formalización.
Este racionalismo histórico, al por que da cuenta del cambia de las certezas del conocimiento, no descarta, según Miró Quesada, la existencia de principios suprahistóricos de validez, con lo cual quedo neutralizado todo conclusión escéptico lo mismo tiempo que todo tentación dogmática y absolutista.
También se interesan por lo problemática epistemológico, Walter Peñaloza (1920), que ha estudiado el contraste entre !as formas del conocimiento griego y moderno, tomando como términos de referencia los sistemas presocráticos y la doctrina gnoseológica kantiana, y Gustavo Saco (1917), quien se consagra también a los trabajos psicológicos. Los estudios de lógica así como los de historia de la filosofía, son cultivados también por Juan Bautista Ferro (1920), autor de dos tesis de alto nivel académico sobre el problema de la decidibilidad. Por acción de todos estos profesores, que ejercen en San Marcos, se ha definido en el Perú uno línea de pensamiento riguroso, propicio más a la reflexión crítica que a lo especulación metafísica, que se consolido por la difusión e influencia crecientes en los medios académicos de autores como Wittgenstein, Moore, Carnap, Ryle y los representantes de la escuela analítica lingüístico inglesa
En otras universidades se impulsan asimismo los estudios filosóficos. Se debe mencionar especialmente a este respecto la Universidad Católica del Perú, que es el centro de irradiación y de estudio del pensamiento filosófico católico en el Perú. A ella se vinculan, por su formación o su docencia, además de Víctor Andrés Belaúnde, ya citado, el P. Luís Lituma (1908), Mario Alzomora Valdez (1909), iniciador del movimiento neotomista peruano, que suscribe en lo fundamental los tesis de esta orientación, aunque aprovecho también el aporte de otros corrientes, como lo axiología fenomenológica de Max Scheler; Carlos Rodríguez Pastor (1900); Alberto Wagner de Reyna (1915), que busca conciliar el pensamiento católico con las modernas corrientes de la filosofía de la existencia, especialmente la heideggeriana: Wagner Desiaca, además,. Como estudioso y traductor de Aristóteles y Santo Tomás; y los sacerdotes Gerardo Alarco, Falipe MacGregor, y Antonio San Cristóbal. Otros profesores son Jorge del Busto, Antonio Pinillo y Enrique Torres Llosa. En las promociones más jóvenes destacan Beatriz Benoit Larcor, quien ha investigado en el concepto de historicidad en lo filosofía contemporáneo, Alfonso Cobián Machiovel!o, prematuramente desaparecido, que se inclinó por los temas de la antropología filosófica, y Luís Felipe Guerra, que está interesado en la problemática de la lógica y la teoría del conocimiento: y ha difundido el pensamiento de Teilhard de Chardin.
Centro filosófico importante está también lo Universidad de Arequipa, en donde han sido formados y ejercen la docencia Eduardo Azálgaro Bollón (1917), y Eduardo Gómez Becerra (1918), Manuel Zevallos Vera (1919), y el psicólogo Miguel Ángel Rodríguez Rivas (1920). Entre los estudiosos más jóvenes destacan Luís Castillo (1928), interesado en lo problemática de lo teoría de la ideología y la filosofía del trabajo, Armando Barreda, que ha estudiado el problema de la expresión, Walter Garaycochea (1928), cuyo tema central es el conocimiento histórico, Gustavo Quintanilla Paulet especializado en estética, y Edgar Guzmán Jorquera, cultivador de la lógica y la filosofía analítica.
Desde lo perspectiva de otros disciplinas, como lo psicología, el derecho y lo historia diversos autores aportan una valioso contribución al pensamiento filosófico peruano de nuestros días. En el campo de los estudios psicológicos, en que tuvo carácter de obro pionera en puesto de rigor y modernidad la ya citada Psicología de Mariano Iberico y Honorio Delgado, tiene especial importancia lo obra desarrollado por el investigador. Alemán, nacionalizado peruano, Walter Blumenfeld. (1882-1967), introductor de la psicología experimental en el Perú. En efecto, Blumenfeld, que había sido sólidamente formado en filosofía en Alemania, contribuyó con hondura y entusiasmo al debate filosófico peruano, especialmente en el campo de la ética. Otros estudiosos de lo psicología son los ya citados profesores Saco y Chiappo, y Enrique Solari, Luís A. Guerra, Humberto Rotondo, Carlos Seguín, Francisco Alarco, Emilio Mailuf. Entre los más jóvenes figuran Reinaldo Alarcón, Baldomero Cáceres, Victor R. González Moreyra, Carlos Franco.
En derecho se han interesado por la problemática filosófica Juan Bautista de Lavalle, José León Baronniarán y Mario Alzamora Valdez. Desde la perspectiva histórica, por el tratamiento explícito de temas de filosofía de la y historia y por su interpretación de la historia peruano de aliento filosófico, se inserta en el desenvolvimiento de la filosofía, Jorge Basadre (1903), que es uno de los más notables historiadores del continente. También se ha interesado por la filosofía de la historia Carlos Daniel Valcárcel y por los estudios de historia de las ideas Alberto Tauro; Raúl Ferrero, José Durand Flores, Pablo Macera, Manuel Mejía Valera y Maria Luisa Rivara de Tuesta Otro contribución interesante es la de los estudiosos del arte y la literatura, entre los que debe mencionarse al poeta José María Egurren, autor de ensayos llenos de aliento filosófico, y al crítico Guillermo Salinas Cossío, que enseñó estética en San Marcos.
Como en los anteriores periodos del pensamiento peruano, en la actualidad el debate ideológico político es también un fermento de análisis y difusión de conceptos y doctrinas filosóficos. Entre las nuevas corrientes políticas, la del Acción Popular se orienta en el sentido de una revaloración del espíritu de la cultura antigua del Perú, que intenta conciliar con los principios de la moderna civilizaci6n técnica. Son figuras representativas de esta dirección ideológica, el fundador del partido, Fernando Belaúnde Terry, y el filósofo, ya mencionado, Francisco Miró Quesada. De otro lodo, el abogado y político Héctor Cornejo Chávez es la más destacada figura del grupo demócrata – cristiano, que se inspira en los principios de la filosofía la social de la iglesia católica. Como figura independiente, debe consignarse aquí el nombre del expresidente José Luís Bustamante y Rivero. Finalmente, el Movimiento Social Progresista, busca conciliar en sus tesis doctrinarias los postulados del socialismo y los aportes de la antropología existencial y se muestra así fuertemente influido por los pensamientos filosóficos contemporáneos.
Los Pensadores Actuales
Mariano Ibérico Rodríguez
Nació en Cajamarca, el 11 de Abril de 1842. Hijo de Mariano Ibérico y Concepción Rodríguez. Estudió en el colegio "San Ramón" (Cajamarca). Realizó Doctorado en Letras, Ciencias Políticas y Administrativas y Derecho, en San Marcos, donde fue Catedrático de Filosofía Subjetiva e Historia de la Filosofía Contemporánea.
Gracias a una beca, proporcionada por la universidad (1927), realiza estudios de perfeccionamiento en Francia. Ejerció la Magistratura en la Corte de Huánuco, Junín y Lima. Fue representante del Perú ante el Comité Jurídico Internacional del Río de Janeiro. Fue rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1952 – 1955); y ejerció, fugazmente en el Ministerio de Educación (Diciembre – 1955).Es considerado como uno de los más distinguidos filósofos contemporáneos del Perú; su obra muestra la influencia de Bergson y Klages. Es autor de las obras: "El Nuevo Absoluto" (1926); "Meditaciones Filosóficas"; "El sentimiento de la Vida Cósmica" (1939 – 1946); "Perspectivas sobre el Tema del Tiempo" (1958).En colaboración con Honorio Delgado, publicó un tratado de Psicología. Publicó "La Transrealidad del Objeto Poético" (Rev. Letras).
Su obra es muy amplia, pero hemos distinguido, dentro de ella, tres etapas (Cf. las periodificaciones de J.G. Llosa en La filosofía humanista de Mariano Ibérico, Lima 1952, Salazar Bondy, Historia de las ideas…, 1967, Miró Quesada, Despertar y proyecto de filosofar latinoamericano, México (1974):
La positiva, representada por la tesis El Carácter (1913).
La bergnosniana, que comprende: la fase estetizante: Una filosofía estética (1920), y la fase religiosa: El nuevo absoluto (1926). La etapa de la madurez, en la que se distinguen cuatro fases: la del descubrimiento de las contradicciones en la unidad, que abarca el artículo Él viaje del espíritu" (1928) y el libro La Unidad divina (1932); la del hallazgo del ritmo cósmico, sobre todo en el paisaje, que comprende las notas sobre el paisaje de la Sierra (1937) y El sentimiento de la Vida cósmica (1939) – y cronológicamente – los Principios de Lógica jurídica (1944), la filosofía de la Aparición. Ensayos sobre el ser y el aparecer (1950) y, las obras posteriores vinculadas a esta última: Perspectivas sobre el tema del tiempo (1958), El espacio humano (1969) y La aparición histórica (1971), en que se bosqueja una filosofía del tiempo del espacio y de la historia, pero que no llega a constituir una etapa aparte. Nosotros nos ocuparemos aquí sólo de La aparición, el mejor libro de Ibérico, y de su crítica de la época contemporánea. La aparición comprende dos partes.
– La primera trata, la poesía, que según Ibérico, es un testimonio invalorable para estudiar el tema que lo ocupa y, porque es una zona de meditación preliminar a la intuición de la problemática y de la significación del aparecer.
– La segunda parte trata del objeto de la investigación. Existen tres modos de concebir el ser: el lógico, el existencias, y el esencial. Iberico se constriñe al estudio del ser según el modo existencial.
El análisis de la idea de ser, lleva al autor a formular dos proposiciones: que el ser es uno y que es: alteridad. Por otro lado, la intuición del ser particular, muestra que es aparición y desaparición, que el ser se determina como existen por su esencia y que el ser es para ser contemplado, es decir, que el reflejo es espectacular del aparecer, es condición de existir. El ser está vinculado al aparecer, por la creación y él retorno.
¿Existe una unidad entre el ser y el aparecer? Sí, piensa Iberico, es la realidad, cuyas características son: la participación, la aparición y la transitividad. Una descripción del aparecer muestra: El es una heterogeneidad inexhaustible, que se despliega en el espacio y en el tiempo. El es un aparecer a un alma. El está sujeto a las leyes empíricas del contraste y de la alternación rítmica. El se da según modos y relaciones comparables a las existentes en el mundo de la luz. Todo aparecer expresa o dice relación al ser. El desarrollo de estas proposiciones enseña que estas tres unidades ontológicas o existenciarias – ser, aparecer y reflejo espectacular del aparecer – se corresponden, se implican y se reclaman: el ser aparece, la aparición es y el reflejo del alma aparece y es.
En el plano de la especulación metafísica hablamos de la derivación de lo múltiple a partir de lo uno y de la reducción de lo múltiple a lo uno. El tránsito mismo del ser al aparecer y a la inversa es impenetrable al pensamiento conceptual y sólo puede ser descrito con los términos de creación y milagro. A su método de captación de lo real, Ibérico lo denomina intuitivo, y habla de su pensamiento como una filosofía de la superficie – aunque manifiesta que desde otro punto de vista es una filosofía de la profundidad.
Ibérico ha realizado dos consideraciones sobre la crisis de la época contemporánea.
La primera está contenida en su libro El nuevo absoluto (1926) en el ensayo que da su nombre al volumen. Según el autor, la agitación de la época está caracterizada por la soledad del hombre actual en el tiempo, por la voluntad religiosa que se advierte y por el Nuevo Absoluto que irrumpe. Para lo primero, la solución es crear mediante la técnica de la cultura un nuevo anhelo sacro. La ruptura con la tradición ha puesto de manifiesto precisamente una nueva voluntad religiosa, como se nota en el socialismo y en la nueva metafísica. Esta última postula un Nuevo Absoluto, que ya no es estático como en el pasado sino dinámico.
La segunda crítica de nuestro tiempo se encuentra en el volumen "La aparición histórica" (1971) en el artículo "Homogeneidad y división". La tesis de este ensayo es, mientras en el mundo contemporáneo aumenta la homogeneidad – como se puede observar del predominio del sentido económico de la vida, de la universal fe en la técnica y del creciente pragmatismo -, no se produce paralelamente un mayor crecimiento de la armonía, del entendimiento y de la paz, sino una división cada vez mayor. Esta división es horizontal, entre grupos y Estados; y vertical, en el propio seno de las diversas comunidades nacionales. La solución que Ibérico propone para remediar este problema es "defender y preservar el acervo tradicional, la idiosincrasia de la propia nación contra la marea de la igualación cosmopolita", con lo que cree que no sólo se sirve a la causa del particularismo, sino además al imperativo de mantener la viviente unidad de lo diverso. Fallece en 1974.
José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui nació en Moquegua, el 14 de junio de 1894 en una familia muy modesta. Sus padres fueron María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo, tuvo dos hermanos: Guillermina y Julio César. Cuando José Carlos era muy niño su padre abandonó el hogar por lo que la familia se trasladó a Huacho, ciudad de origen de su madre. En 1902 Mariátegui sufre un accidente en la escuela y es internado en la clínica Maison de Santé de Lima. Su convalecía es larga y queda con un problema en las piernas que lo acompañaría el resto de su vida. Este mal le impide terminar sus estudios primarios. En 1909, con apenas 14 años ingresa a trabajar en el diario "La Prensa" como ayudante de linotopista, y luego se desempeña como corrector de pruebas. A pesar de no haber culminado sus estudios escolares, José Carlos publicó su primer artículo periodístico en 1911, firmando con el pseudónimo "Juan Croniqueur", a partir de allí comienza a escribir regularmente en "La Prensa" y a colaborar con la revista "Mundo Limeño" y otras publicaciones, cultivando varios géneros literarios, desde policiales hasta sociales, desde cuentos hasta hípica, desde obras de teatro hasta artículos para revistas femeninas. En 1916 ingresa a trabajar en el diario "El Tiempo", como redactor principal y cronista parlamentario. En 1917 publica su propio diario "La Noche", opositor al gobierno de José Pardo. Luego estudia latín, recibe un premio periodístico de la Municipalidad de Lima y es elegido vicepresidente del Círculo de Periodistas de Lima.
En 1918 colabora con el diario socialista "Nuestra Época" donde critica la estructura social vigente. En 1919 creó el diario "La Razón" desde donde apoyó la Reforma Universitaria y las luchas obreras. Critica al presidente Augusto B. Leguía y se vuelve la voz de los obreros al fundar la Federación Obrera Regional Peruana. El diario "La Razón" fue clausurado por el gobierno de Leguía.
José Carlos viajó a Italia gracias a una beca del propio gobierno de Leguía, que quería deshacerse de él. En Génova conoce a Anna Chiappe, con quien se casó en 1921 y juntos tuvieron cuatro hijos. Mariátegui recorre varios países europeos y se alinea al marxismo. Desde allí colabora con el diario "El Tiempo".
En 1922 funda la primera célula comunista peruana, junto con César Falcón, Carlos Roe y Palmiro Machiavello. Luego asiste a la Conferencia Internacional convocada por el Concejo Supremo de la Sociedad de las Naciones.
El 17 de marzo de 1923 regresa a Lima e inicia un ciclo de conferencias en la Universidad Popular González Prada, titulado "Historia de la Vida Mundial". Colabora en diversos diarios y revistas. En octubre de ese año fue detenido cuando elaboraba la revista "Claridad" pero puesto en libertad inmediatamente.
En 1924, su salud sufre un revés, logra salvar su vida pero le fue amputada una pierna. Sin embargo, su producción literaria se incrementa. Sale la revista "Claridad", dedicada a Lenin y funda la Editorial Obrera Claridad. También colabora con la revista "Mundial" con su sección "Peruanicemos al Perú". En 1925 publica su primer libro, "La Escena Contemporánea" y funda la Editorial Minerva.
En setiembre de 1926 sale a circulación la revista "Amauta", donde publica sus "7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana", por capítulos. En 1927 el gobierno de Leguía denuncia la existencia de un "complot comunista", por lo que se inicia una represión contra obreros, sindicatos e intelectuales. La revista "Amauta" es clausurada y Mariátegui es recluido en el Hospital Militar. Sin embargo, en diciembre de ese año, la revista "Amauta" logra volver a circulación.
En 1928 Mariátegui rompe con el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana, del líder Víctor Raúl Haya de la Torre) y funda el Partido Socialista y la revista proletaria "Labor". Un año más tarde, funda también la Confederación de Trabajadores de Perú (CTP). Envía delegados al IV Congreso de la Sindical Roja en Moscú, definiendo su orientación ideológica.
En 1929 publica su libro "La Novela y la Vida". Se forma la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) y Mariátegui es nombrado miembro del Concejo General de la Liga Anti-Imperialista por la Tercera Internacional Socialista. En setiembre de ese año su casa fue allanada por la policía y clausurada su revista "Labor".
El 16 de abril de 1930 José Carlos Mariátegui falleció en Lima con apenas treinta y seis años de edad y debido a su ardua labor política en defensa del sindicalismo y el proletariado, así como por su innovador pensamiento político, es reconocido como "El Amauta" del Perú , es decir, el Maestro, en quechua. El pensamiento mariateguista ha marcado el siglo XX en el Perú y ha influenciado a muchos movimientos políticos peruanos y latinoamericanos.
Francisco Miro-Quesada Cantuarias
Nació en Lima, el 21 de Diciembre de 1918. Sus padres fueron Oscar Miro-Quesada De La Guerra y Josefina Cantuarias. Inició sus estudios en el Colegio de los Sagrados Corazones de Passy (Francia) y la Secundaria en el Colegio Antonio Raimondi (Lima). Estudió en la Universidad Católica, graduándose de Abogado y en la Universidad Mayor de San Marcos, donde optó el grado de Dr. en Filosofía. En 1940, ejerció la docencia en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en la especialidad de Filosofía Contemporánea. Años más tarde (1952), viajaría a Francia, Italia e Inglaterra, becado por la UNESCO, para estudiar la formación del profesorado secundario. Sus principales actividades han sido la filosofía y el periodismo.
Se ha distinguido por introducir la lógica y las corrientes epistemológicas contemporáneas en el Perú. Contribuyó a la fundación de la Sociedad Peruana de Filosofía, cuya presidencia ha ejercido y fue miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua (1971). Como sub-director de El Comercio, asumió la responsabilidad de editar el Suplemento Dominical (1953).
Francisco Miro-Quesada fue por años el ideólogo de Acción Popular. Para Miró-Quesada es fundamental la concepción de un Humanismo Situacional, postulado no en nombre de ideas, sino del reconocimiento de la condición del hombre del otro.
Dictó las Cátedras de Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, a la vez, que dirigió el Instituto de Investigaciones Filosóficas del mismo Centro Superior.
En el primer gobierno del Arq. Fernando Belaunde Terry, fue nombrado Ministro de Educación Pública (1963-1964), pero renunció al cargo al ser censurado por el Parlamento compuesto en su mayoría por la coalición de los partidos Apra y Unión Nacional Odrística.
En su cargo, realizó varias innovaciones, entre las principales tenemos: la creación de una oficina especialmente dedicada a atender a los padres de familia, otra orientada a la atención de los miembros del gremio magisterial; la construcción masiva de aulas utilizando los métodos de cooperación Popular; la aplicación, por primera vez, de métodos de Educación Bilingüe en el Perú y, la incorporación de un alto porcentaje de población escolar primaria al Sistema Educativo, así como la planificación científica del desarrollo Educativo en el Perú.
Ha publicado libros sobre diversos temas, como la lógica matemática, filosofía de la cultura y filosofía del derecho.(Julio 1963 – Setiembre 1964)
En un paper de 1953 ("Outline of my philosophical position", en Southern Philosopher. University of North Carolina, 1953", Vol. 2, pp. 1-5) Miró-Quesada ha delineado su posición filosófica: que diferencia la Filosofía del Siglo XX de la Filosofía anterior, es la importancia que en aquella ha alcanzado la lógica y la epistemología. Gracias a estas disciplinas, se puede decir que hoy existe un aspecto de la filosofía que es verdaderamente científico; no obstante, seguimos hablando de Filosofía, porque las proposiciones resultanteºs conciernen a cuestiones de principio y porque la filosofía es, precisa, ante, la ciencia de los primeros principios.
Según Miró-Quesada, las tareas filosóficamente más importantes del presente son en el plano de la teoría la elaboración de un nuevo concepto de la razón y en la práctica el análisis de la situación y el destino del hombre-destino que no es Dios para el autor que por entonces se autodenominaba "ateísta nostálgico"; posteriormente, ha virado a este respecto a una suerte de panteísmo.
En Apuntes para Una Teoría de la Razón (1963), Miró-Quesada ha afrontado la primera tarea, en donde, expone que el sistema de evidencias tradicionales de la razón ha caducado parcialmente. Sin embargo, hacer esta constatación, cree que no lleva simplemente a rechazar la razón, sino a la comprobación de que hay un proceso de depuración de las evidencias racionales a través del rigor de la formalización. Por esto, es fundamental plantear el problema de la relación entre conocimiento y lenguaje. El paso de los lenguajes vernáculos a los formalizados atestigua, que el hombre pasa de una visión del mundo subjetiva genéricamente a una visión objetiva y universal, esto es, racional.
En su artículo "Metateoría y razón" (1968), Miró-Quesada ha llevado esta investigación un paso más allá, al distinguir dentro de la razón dos vertientes: una algo rítmica o mecánica y otra poética o creadora (que encuentra soluciones aunque no existan algoritmos que conduzcan a ellas).
En otro trabajo, "Sobre el concepto de razón" (1975), el autor ha sostenido que la reflexión sobre la multiplicidad de las lógicas (instuicionista, polivalente, de la probabilidad, modal, lógicas heterodoxas) nos muestra coincidencias que prueban:
Hay principios racionales comunes a estos sistemas, tales principios, revelan una estructura racional profunda, la razón es un sistema de principios universales y necesarios, la razón se expande históricamente manteniendo su unidad dentro de una diversidad, Humanismo y Revolución (1969) busca exponer la manera sistemática y asequible la ideología humanista y mostrar las posibilidades de rigorización del análisis ideológico utilizando ciertos métodos desarrollados por el pensamiento filosófico contemporáneo. La ideología humanista se apoya en el principio de la autotelia -la afirmación kantiana de que todo hombre es un fin en sí mismo, del que se derivan otros más. La revolución consiste en el cambio de estructuras, su meta es la velocidad justa y es sentido la desaparición de la violencia. En opinión de Miró-Quesada, el humanismo permite fundamentar la revolución mejor que la Filosofía Dialéctica, ya que ésta no admite una confrontación con los hechos ni es coherente con los resultados de las Ciencias Naturales y Sociales.
Además de estos planteamientos, Miró-Quesada ha realizado otros muy importantes en el campo de la Lógica, la Historia de las ideas y la Lingüística. En problemas fundamentales de Lógica Jurídica (1956), sostiene que la Lógica Jurídica es una especie de lógica aplicada que se basa sobre lo que el autor denomina "paralelismo normativo-preposicional".
Según este principio "a toda norma corresponde una proposición verdadera"- aunque la inversa no sea cierta -, lo que posibilita "una aplicación directa de la lógica proposicional a la derivación normativa". Despertar y Proyecto del Filosofar Latinoamericano, (1974) sostiene que en el Filosofar Latinoamericano hay cuatro generaciones: la primera es la de los "patriarcas" o "fundadores", la segunda es la de los "forjadores", la tercera es la generación "técnica" y la cuarta es la provisionalmente última. Miró-Quesada habla de Filosofar y no de Filosofía Latinoamericana.
"El proyecto latinoamericano de filosofar puede precisamente definirse como la decisión de transformar un mero filosofar en un filosofar que dé por resultado una filosofía auténtica" (p. 25).
El estudio trata de esclarecer cómo la tercera generación de la Filosofía Latinoamericana se dividió en dos grupos: uno "regionalista" y otro "universalista". Finalmente, en sus tres artículos contenidos en Siete temas de Lingüística teórica y aplicada (1976, el volumen contiene además cuatro trabajos de E. Zierer), Miró-Quesada se refiere a la Teoría Lingüística como una Teoría Explicativa, a la diferencia entre los lenguajes científicos y políticos y al problema de la comunicación – el que para expresar un conjunto infinito de informaciones sólo dispongamos de un conjunto finito de palabras- y la solución que le da el lenguaje.
Francisco Miró-Quesada C. fue por años el ideólogo de Acción Popular. Este partido fue fundado por Fernando Belaúnde Terry, que procuró delinear su doctrina en La conquista del Perú por los peruanos (1959), Pueblo por pueblo (1960) y El mestizaje de la economía. En estos libros, en sus manifestaciones y proclamas, Belaúnde planteó las tesis de "el Perú como doctrina" de Acción Popular, que se fundamentaría sobre todo en la gran tradición del Imperio Incaico. Miró-Quesada trató de desarrollar este planteamiento en La ideología de Acción Popular (1964) y en Manual ideológico. En su opinión, los principios que dicho partido toma del pasado son la "tradición planificadora del Perú, la acción popular y la justicia agraria". Es fundamental para Miró-Quesada, la concepción de un humanismo situacional, postulado no en nombre de ideas, sino del reconocimiento de la condición del hombre del otro.
En los últimos años, Miró-Quesada ha renunciado a Acción Popular y ha desarrollado libremente su idea del humanismo, a la que quisiera ver sustentado los planteamientos de una "nueva izquierda".
Augusto Salazar Bondy (1925-1974)
Augusto Salazar Bondy, ilustre maestro y filósofo humanista peruano, hermano del célebre escritor Sebastián Salazar Bondy, nació en Lima el 8 de diciembre de 1925. Inició sus estudios en el Colegio Alemán y cursó la Primaria y la Secundaria en el Colegio San Agustín hasta 1941. Su formación superior (1945-1947) la realizó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, consiguiendo su Doctorado en 1953 a los 28 años de edad. Estudió también en la Universidad Autónoma de México (1948-1950), y en las Universidades de París y Munich (1951-1953).
Desde muy pequeño mostró inquietudes por la investigación y la enseñanza. Es así como se inicia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos como profesor asistente. En 1953 fue nombrado Catedrático Principal de las Facultades de Letras y de Educación. En dicha casa de estudios enseñó durante casi veinte años las cátedras de Introducción a la Filosofía, Axiología, y también la de Didáctica de la Filosofía.
Fue presidente de la Sociedad Peruana de Filosofía, Presidente del Consejo Superior de Educación del Perú y miembro del Consejo Directivo del Instituto de Educación de la UNESCO. Inicialmente interesado en la Fenomenología y después en la Filosofía Analítica, trabajó posteriormente en el campo de la Axiología y la Ética, la Filosofía e Historia de las ideas en el Perú y Latinoamérica y en la Educación.
Salazar Bondy tuvo el ímpetu creador y el ímpetu de la acción. Sostenía que el pensamiento valía en la medida en que se plasmaba en actos concretos. Salazar fue una fuerza inteligente y creadora al servicio desinteresado del Perú.
El análisis crítico característico de su pensamiento refleja su insatisfacción en los enfoques tradicionales, e incluso modernos, en los campos de la ética y la axiología. Afirmó que no hay ciencias humanas y sociales neutrales y que el intelectual -filósofo, científico o artista- tiene un compromiso ineludible con la realidad, son pena de in autenticidad.
Su conocida tesis sobre la Cultura de la Dominación permitió entender la necesidad de una cultura libre, es decir, sin dependencia política, económica o cultural, como requisito indispensable para fundar un pensamiento vigoroso y auténtico. Denunció así las características negativas del pensamiento peruano: mistificación de valores, in autenticidad de la conducta, sentido imitativo de las actitudes, superficialidad de las ideas e improvisación de los propósitos. La solución que sugiere Salazar al problema de la falta de un pensamiento propio se basa en la cancelación del subdesarrollo económico y de la dominación política y cultural.
Asimismo, desplegó significativos esfuerzos por mejorar la calidad de la enseñanza en el país, especialmente en el campo de la Filosofía, trabajando como miembro de la Comisión de la Reforma de la Educación , durante el Gobierno Militar del General Juan Velasco Alvarado .
El maestro Salazar Bondy es autor de innumerables obras sobre Educación y Filosofía, entre las que podemos mencionar: Historia de las ideas en el Perú Contemporáneo, (2 tomos; 1965), La cultura de la dominación (1966), ¿Existe una filosofía de nuestra América? (1968), Entre Escila y Caribdis (1969), Para una filosofía del valor (1971), Bartolomé o de la Dominación (obra póstuma).
Este hombre bueno, laborioso y desinteresado en todas sus actividades, nos abandonó prematuramente, cuando estaba a punto de consolidar un pensamiento maduro, vigoroso y auténtico, el 6 de febrero de 1974, a los 49 años. Sin embargo, los valiosos textos que nos dejó constituirán durante muchos años una fuente de aprendizaje, reflexión e inspiración para futuras generaciones de jóvenes pensadores peruanos.
Reflexión Crítica
La exposición de la monografía es la secuencia de un arduo trabajo de investigación que nos lleva a decir como reflexión los siguientes puntos: que la filosofía en el Perú es una creación autóctona sino mas bien un reflejo de la reflexión en Europa. Se niega que no exista una filosofía antes de la conquista española y que nuestro pensamiento no es autóctono, no sigue una secuencia mas bien tiene interacciones desde la llegada de los españoles; ahora los pensadores tratan de interpretar un mundo globalizado lleno de problemas y angustias es por eso que hablamos de la tolerancia y armonía
Conclusión
Tenemos conocimiento del gran debate que viene ocurriendo en los últimos tiempos en el Perú
El pensamiento filosófico en el Perú se da apartir de la dominación con la llegada de la religión y el escolasticismo
La filosofía en el Perú no existe. Porque se trata de un pensamiento influenciado por los grandes pensadores europeos
Bibliografía
SALAZAR BONDY AUGUSTO. Existe una filosofía de nuestra América. Siglo veintiuno Editores de Colombia. Primera edición 1968
REFLEXIONES SOBRE LA VIDA PERUANA HACIA EL SOCIALISMO PERUANO TESTIMONIOS. Ediciones rikchay Perú. Tercera edición 1985
LA FILOSOFIA EN EL PERU. Panorama histórico. Librería studium S.A. Plaza Francia 1164 lima Perú
ACTAS VI CONGRESO NACIONAL DE FILOSOFIA. HOMBRE NATURALEZA Y FILOSOFIA. 1 al 4 de octubre de 1996. Julio Cesar Olortegui Saenz. Editor UNAP Iquitos Perú
Paginas Web:
www.pucp.edu.pe/ira/filosofia–peru
Autor:
Lic. Educ. Dante Enrique Rojas Linares Mgr.
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