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Burocracia y Estado


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Tomado de la guía economía y sociedad (esbozo de sociología comprensiva) por Max Weber
  3. La dominación carismática y su transformación
  4. Sociología del Estado
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Introducción

La sociología de la dominación es un tema muy importante ya que habla desde el principio de cómo surge la política, la dominación carismática, las dominaciones principescas en los países europeos, el liberalismo entre otros movimientos. El sociólogo Max weber define la dominación como ", la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). En la edad media la dominación patrimonial causo muchas contradicciones en Inglaterra y otros países europeos, las dominaciones principescas fueron unas de las más vividas por estos países. Las organizaciones políticas existentes macaron grandes desenlaces en la edad media y aun con su modernización, la burguesía tenia una manera distinta de administrar su estructura económica a la de los patriarcas, esta administración era considerada sospechosa por ellos y era un desagravio por que consideraban que estos lo hacían de una manera deshonesta a diferencia de la burguesía los patriarcas utilizaban métodos muy distintos a la hora de las negociaciones pero a su vez eran similares a los de la burguesía aunque esta no usara es tipo de objetivos que las organizaciones patriarcales amparaban siempre al negociar.

A diferencia de la dominación, la dominación carismática se basa en una manera distinta de enfrentar las bases economías ya que weber define el carisma como Una cierta cualidad de una personalidad individual, que en virtud ella "es considerada aparte" de personas ordinarias y tratado como dotado con poderes o cualidades sobrenaturales, suprahumanas o al menos excepcionales por sus seguidores. Estas como otras no son accesibles a las personas ordinarias, y son vistas como de origen divino o como ejemplares, y sobre la base de ellas el individuo en cuestión es tratado como líder por sus adeptos o seguidores. El carisma es aquella virtud que posee un individuo para realizar algún tipo de destreza, en el caso de la dominación una persona con carisma era la encargada para llevar a cabo una misión de tipo político, económico, social entre otros; el carisma se considera sobre natural que no pertenece a este mundo, debido a que la persona que la posee no suele tener ningún tipo de pago o remuneración monetaria si no lo que el jefe o señor encargado de la misión le obsequie. El Estado es el resultado de una larga evolución de la convivencia humana. Aparece con la civilización sedentaria, cuando el grupo pasa de la vida nómada a la vida agraria. Esto es que el Estado surge cuando la sociedad se divide en clases sociales.

DESARROLLO

Tomado de la guía economía y sociedad (esbozo de sociología comprensiva) por Max Weber

  • Sociología de la dominación

Se entiende por "dominación", la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). No es, por tanto, toda especie de probabilidad de ejercer "poder " o "influjo" sobre otros hombres. En el caso concreto esta dominación (autoridad), en el sentido indicado, puede descansar en los más diversos motivos de sumisión: desde la habituación inconsciente hasta lo que son consideraciones puramente racionales con arreglo a fines. Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de autoridad.

No toda dominación se sirve del medio económico. Y todavía menos tiene toda dominación fines económicos. Pero toda dominación sobre una pluralidad de hombres requiere de un modo normal (no absolutamente siempre) un cuadro administrativo; es decir, la probabilidad, en la que se puede confiar, de que se dará una actividad, dirigida a la ejecución de sus ordenaciones generales y mandatos concretos, por parte de un grupo de hombres cuya obediencia se espera. Este cuadro administrativo puede estar ligado a la obediencia de su señor (o señores) por la costumbre, de un modo puramente afectivo, por intereses materiales o por motivos ideales (con arreglo a valores). La naturaleza de estos motivos determina en gran medida el tipo de dominación. Motivos puramente materiales y racionales con arreglo a fines como vínculo entre el imperante y su cuadro implican aquí, como en todas partes, una relación relativamente frágil. Por regla general se le añaden otros motivos: afectivos o racionales con arreglo a valores. En casos fuera de lo normal pueden éstos ser los decisivos. En lo cotidiano domina la costumbre y con ella intereses materiales, utilitarios, tanto en ésta como en cualquiera otra relación. Pero la costumbre y la situación de intereses, no menos que los motivos puramente afectivos y de valor (racionales con arreglo a valores), no pueden representar los fundamentos en que la dominación confía. Normalmente se les añade otro factor: la creencia en la legitimidad

La edad media refleja que la dominación patrimonial en Inglaterra, Alemania, Rusia y los países latinoamericanos en un sentimiento que combatía la corrupción en la administración patrimonial; el funcionario patrimonial no hace honor en su existencia si no en sus servicios y de ellos espera las ventajas y los ascensos.

La independencia económica de la burguesía en los últimos años era considerada sospechosa y antiautoritaria sin dignidad y sentimientos patrimoniales por parte de los súbditos una organización muy diferente a las organizaciones burguesas. Todo esto ha quebrantado la perduración de aquella sumisión intima y de todo sentimiento que permite que el espectador de afuera note la ausencia de dignidad propia la cual ha seguido constituyendo una herencia difícilmente desarraigadle de la dominación principesca patrimonial.

Desde el punto de vista político el alemán ha sido y es el súbdito especifico mas intenso en el sentido de la palabra por lo cual ha sido el leuteranismo su religión adecuada, es decir, un tipo de educación y cultura que solo era conocida por el pueblo alemán en tiempos de la edad media.

Así mismo el patrimonialismo conoce un sistema educativo especifico solo bajo el aspecto de la educación para los fines del servicio burocrático y solo esta educación proporcionaba bajo su dominio la base para la administración burocrática patrimonial, es decir, un tipo de educación que solo la tomaban los burócratas con sus funciones desconocidas para el feudalismo tal y como ha acontecido en la edad media, ellos al igual que los alemanes proporcionabas a los gobernantes de su nación un tipo de enseñanza que solo era conocida por ellos para su beneficio, para la buena administración de su patrimonio.

La burocracia moderna adopta un especialismo y un ideal profesional a la hora de hacer negociaciones empresariales, pero siempre en ellas faltan aquellas característica heroicas y la pasión por el héroe y el honor que el feudalismo aguardaba y acogía frente a la objetividad del negocio y de la empresa, por ello la ociosidad y la negligencia por parte del caballero debían parecer frente sus ojos como un error moral, ya que la ética correspondiente a sus reglamentos se introduce dentro de las vías de la moral de la burguesía.

Antiguamente en la filosofía egipcia de los burócratas daban a sus hijos una formación utilitariamente burgués, y hasta ahora no ha cambiado nada hasta la burocracia moderna, se puede ver el buen desarrollo y especialización de los funcionarios patrimoniales burgueses. En ello se ve reflejado el carácter ofrecido por parte de los funcionarios burgueses a sus hijos utilizando las mismas técnicas y enseñanzas por años sin cambiar nada hasta la burocracia moderna.

El utilitarismo burocrático se caracteriza especialmente por su moral específicamente burguesa recusación de la aspiración ganancias referentes a la labor que desempeña tal y como resulta evidente en el caso de los funcionarios que gozan de un pago fijo (sueldo) y que es considerado incorruptible incapaz de cometer un acto de corrupción haciendo persistente su dignidad en no considerar su trabajo como una vía para obtener beneficios propios.

La administración patrimonial la tranquilidad y conservación del sustento tradicional de los súbditos y se opone al desarrollo económico capitalista el cual revoluciona las condiciones de vida dadas haciéndolo de manera radical dentro de la ética confusa burócrata, demostrando estar en contra de todos los poderes económicos independientes. Inglaterra fue el primer país en el que el capitalismo domino y redujo la estructura del poder burocrático, estos fueron algunos de los motivos en los que pudo apoyarse la moderna política social del Estado y que encontraron el camino dentro de los estados burocráticos determinando sus límites y su carácter.

La burocracia: En sociología, la burocracia es una estructura organizativa caracterizada por procedimientos regularizados, división de responsabilidades y especialización del trabajo, jerarquía y relaciones impersonales. Una burocracia hipotéticamente y en forma ideal constaría de varios niveles de dirección que requerirían muchas aprobaciones con firma para la toma de cualquier decisión. Una segunda característica de muchas burocracias, particularmente de las de gobierno, es la suma dificultad para despedir a los empleados (estabilidad laboral) de acuerdo a este concepto podemos entender todo lo dicho anteriormente acerca de las organizaciones burócratas las cuales siempre buscaban la estabilidad pero rigiéndose siempre por su ética profesional y su moral.

La dominación carismática y su transformación

Max Weber definió la autoridad carismática como una de las tres formas de autoridad, las otras dos eran la autoridad tradicional (consuetudinaria) y – por ultimo la legal o autoridad racional. De acuerdo con Weber, el carisma se define como:

Una cierta cualidad de una personalidad individual, que en virtud ella "es considerada aparte" de personas ordinarias y tratado como dotado con poderes o cualidades sobrenaturales, suprahumanas o al menos excepcionales por sus seguidores. Estas como otras no son accesibles a las personas ordinarias, y son vistas como de origen divino o como ejemplares, y sobre la base de ellas el individuo en cuestión es tratado como líder por sus adeptos.

El carisma también ha sido estudiado como un conjunto de comportamientos o rasgos. Por ejemplo, un psicólogo moderno postula que el carisma es básicamente agregativo, una aglomeración de distintos rasgos de personalidad que se complementan bien en ciertos individuos para formar la cualidad conocida como carisma.

Teatralmente el carisma puede algunas veces ser "desempeñado" sobre un escenario y en películas y es transmitido tanto en comunicación verbal como no-verbal. A parte de que signifique que hay una persona por encima de las otras

Tanto las organizaciones burocráticas como las patriarcales son organizaciones en las que la estabilidad figura como un rasgo muy importante. Para ello, las organizaciones patriarcales emplean un plan de acción que origina de la economía desarrollándolos con procedimientos normales para lograr una satisfacción. La burocracia es una organización traspuesta y contrafigura que emplea un conjunto de normas racionales y también aplican ciertos procedimientos con la finalidad de obtener satisfacción mediante procedimientos normales a las necesidades de cálculo. Pero la satisfacción de las necesidades situadas mas allá de de las exigencias planteadas por las cotidianidades económicas es muy heterogénea, es decir, si miramos al pasado la historia esta fundada carismáticamente; lo que significa que los jefes naturales en caso de dificultades de tipo psíquicas, físicas, económicas, éticas, religiosas o políticas, no eran personas que ocupaban un cargo ni gentes que desempeñaban una "profesión" en el sentido actual del vocablo, aprendida mediante un saber especializado y practica mediante remuneración, si no portadores de dones específicos del cuerpo y del espíritu estimados como sobre naturales (en el sentido de no ser accesibles a todo). (Guía de Weber, pág.846).

La dominación carismática se opone, igualmente, en cuanto fuera de lo común y extracotidiana, tanto a la dominación racional, especialmente la burocrática, como a la tradicional, especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas son formas de la dominación cotidiana, rutinaria -la carismática (genuina) es específicamente lo contrario. La dominación burocrática es específicamente racional en el sentido de su vinculación a reglas discursivamente analizables; la carismática es específicamente irracional en el sentido de su extrañeza a toda regla. La dominación tradicional está ligada a las precedentes del pasado y en cuanto tal igualmente orientada por normas; la carismática subvierte el pasado (dentro de su esfera) y es en este sentido específicamente revolucionaria. No conoce ninguna apropiación del poder de mando, al modo de la propiedad de otros bienes, ni por los señores ni por poderes estamentales, sino que es legítima en tanto que el carisma personal "rige" por su corroboración, es decir, en tanto que encuentra reconocimiento, y "han menester de ella" los hombres de confianza, discípulos, séquito; y sólo por la duración de su confirmación carismática.

El carisma es una virtud y una capacidad que posee el ser humano para realizar ciertas destrezas en la sociología es considerado sin ningún significado. Según lo afirma berserker el energúmeno árabe tenia la capacidad para el éxtasis heroico hasta el punto que mordían en su escudo y a su alrededor como un perro rabioso hasta echar a correr ávido de sangre. Pero para nosotros estas cosas son fenómenos nobles y elevados, es decir, no tiene valor absoluto así como el libro sagrado de los mormones que es considerado una mentira pero la sociología no lo considera de esta manera si no que cada uno posee un carisma.

En oposición a todas las organizaciones burocráticas el carisma no posee reglas ni procedimientos para la organización del nombramiento o sustitución tampoco conoce ningún tipo de formación o profesión, ningún ascenso o nombramiento, ningún tipo de pago o sueldo, ninguna formación profesional de una persona que posea el carisma, por lo cual no se puede apelar a ningún tipo de autoridad. Tampoco existen instituciones que dependan del carisma de la persona íntimamente en la forma de las magistraturas de la burocracia. El carisma solo posee el conocimiento de sus delimitaciones internas y sus límites propios. La persona que posee el carisma se concentra solo en el objetivo que le ha sido dado, este exige obediencia y respeto en su misión.

Los límites cualitativos de la misión asignada a una persona nacen de su mismo interior y no del orden externo, de acuerdo al sentido que esta tenga y a su contenido, la misión puede dirigirse a un grupo de hombres determinados, capacitados por circunstancias éticas, políticas, profesionales o de cualquier origen o forma.

El dominio carismático en su estructura económica y en todas sus cosas se diferencia del burocrático, este es todo lo contrario ya que mientras la economía sea una economía de contribuciones en dinero el carisma vivirá en este mundo pero no es de el, por tanto se comprenderá de manera justa. No obstantemente rechaza constantemente la posesión de dinero y toda fuente de ingresos así como lo que hicieron san francisco y sus seguidores pero esto no establece naturalmente las reglas.

Tenemos el ejemplo de un pirata genial que puede ejercer un dominio carismático de manera desprovista de toda recompensa monetaria, mientras que los héroes políticos carismáticos van siempre en busca del tesoro que no es mas que el oro o botín. Pero el carisma siempre rechaza como indigno todo ingreso monetario racional sistemático y cada base económicamente racionalista ello indica su oposición a toda base patriarcal la cual consiste en la acción de ordenar la hacienda de el jefe o señor.

En su forma natural el carisma para la persona que lo posee no es nunca una vía de remuneración personal en el sentido de aprovechamiento económico en una manera de intercambio de servicios y tampoco lo es en manera de una remuneración.

No registra ninguna regla de impuestos para cubrir las necesidades objetivas de su misión; pero cuando se trata de una misión pacifica se le otorgan todos los recursos económicos indispensables, mediante una ofrenda, un obsequio, un regalo personal u otras remuneraciones voluntarias por parte de la persona a la cual esta dirigida la misión, esta se encarga de poner a disposición del poseedor del carisma todos los elementos económicos necesarios para cumplir su objetivo en este caso la misión encomendada.

En oponencia al dominio patriarcal el carisma puro es lo contrario de toda gestión económica ordenada, es también el poder antieconómico.

El carisma tiene este carácter por que por naturaleza no se trata de ninguna institución más si no se trata en su forma natural puede ser justamente lo contrario. Con el propósito de cumplir su misión el poseedor del carisma, tanto el jefe como sus empleados y sus escoltas tienen el deber de actuar desvinculados de este mundo de su vida cotidiana y de toda obligación familiar, es decir, de toda aceptación de cargos eclesiásticos y la prohibición de poseer algún tipo de bienes. Según sea el carisma las condiciones económicas pueden brindar un aspecto muy opuesto.

El carisma es por naturaleza muy inestable el poseedor pude sentirse abandonado por parte de su dios como Jesús en la cruz y mostrar que ya no posee sus mismas fuerzas y puede perder el carisma. Su misión queda anulada y se busca una nueva persona poseedora del carisma, pero sus seguidores no reconocen su legitimidad si no la proveniente de su propia fuerza que se justifica incesantemente.

El valor del carisma como modo de dominación es dependiente de la importancia que los dominados carismáticos le otorgan al atributo de este líder . Por tal razón es necesario que el líder carismático reafirme sus cualidades carismáticas para poder ser reconocido por los dominados. Pues este reconocimiento según Max Weber es psicológicamente, una entrega plenamente personal y llena de fe surgida del entusiasmo o de la indigencia y la esperanza"3 El reconocimiento funciona como una especie de pacto implícito (pero no necesariamente por escrito como el de la dominancia legal) entre los dominados y el dominante carismático. Si el dominado ha de confirmar los atributos del dominante, entonces es su deber seguirle por acto de fe. De lo contrario el dominado, de acuerdo con Weber sería un "objeto de burla y desprecio en todo el mundo"4

Por otra parte, si el líder carismático perdiese de alguna forma sus cualidades "sobrehumanas" o ya no fuese respaldado por quien se las otorgó en primer lugar sería puesto en duda. Esto implicaría eventualmente la caída de su imperio, pues ya no sobresaldría entre sus discípulos ni les otorgaría beneficio alguno. La comprobación del carisma para conservar la obediencia de los seguidores, es para Weber,  el sentido genuinamente carismático del imperio "por la gracia de Dios

Weber menciona en el texto dos casos en la historia en la que el reconocimiento del carismático se mantenía, siempre y cuando no ocurriese ninguna desgracia. La comunidad veía al líder el causante de los contratiempos. Sus habilidades carismáticas eran puestas en duda, de forma tal que se le obligaba a renunciar a su cargo. Weber "En ese caso no tenía el carisma de la "virtud" exigida (clásicamente determinada) por el espíritu del cielo y no era, por tanto, el legítimo "Hijo del cielo

La organización y unificación de un imperio carismático no se basa en una cuestión económica ni depende de leyes, reglamentos, ordenes burocráticos, jerarquías o tradiciones del pasado. Su cometido es el de llevar acabo una misión. El líder carismático otorga dicha misión y a su vez crea los mandamientos, (en cuanto sea necesario y dependiendo del caso) pero éstos son adjudicados a inspiración divina. No hay puesto especiales ni forma de apropiarse de ellos, a menos que haya alguna falta a la corroboración del carisma que amerite a que el líder carismático sea reemplazado. Esta decisión sólo se puede tomar mediante medios extraordinarios o por el reconocimiento de la comunidad.

A pesar de no basarse en fines lucrativos o contar con salarios fijos como compensación, la dominación carismática no renuncia totalmente a los bienes. Esta dominación subsiste por medio de patrocinios, limosnas sobornos y/o extorsiones. , fundaciones, soborno, propinas de importancia y, de otro lado, el botín y la extorsión violenta o (formalmente) pacífica. El carismático utiliza su habilidad de encantar a sus seguidores, para cambiar y emplear un nuevo orden de obediencia. Estas habilidades para dominar no son heredadas como en la dominación tradicional. Tampoco siguen un método legal y racional. Es por tal razón que la dominación carismática se considera revolucionaria en comparación con las demás.

La dominación carismática se opone, igualmente, en cuanto fuera de lo común, tanto a la dominación racional, especialmente la burocrática, como a la tradicional, especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas son formas de dominación cotidiana, rutinaria, la carismática (genuina) es específicamente lo contrario. La dominación burocrática es específicamente racional en el sentido de su vinculación a reglas discursivamente analizables; la carismática es específicamente irracional en el sentido de se extrañeza a toda regla. La dominación tradicional está ligada a los precedentes del pasado y en cuanto tal igualmente orientada por normas; la carismática subvierte el pasado y es en este sentido específicamente revolucionaria. No conoce ninguna apropiación del poder del mando, al modo de la propiedad de otros bienes, ni por los señores ni por poderes estamentales, sino que es legítima en tanto que la carisma personal rige por su corroboración

La dominación carismática supone un proceso de comunicación de carácter emotivo. El cuadro administrativo de los imperantes carismáticos no es ninguna burocracia, y menos que nada una burocracia profesional. Su selección no tiene lugar ni desde puntos de vista estamentales ni desde los de la dependencia personal o patrimonial

Transformación del carisma

El carisma es la gran fuerza revolucionaria en las épocas vinculadas a la tradición. A diferencia de la fuerza igualmente revolucionaria de la ratio que, o bien opera desde fuera por transformación de los problemas y circunstancias de la vida y, por tanto, de modo mediato, cambiando la actitud ante ellos o bien por intelectualización, el carisma puede ser una renovación desde dentro, que nacida de la indigencia o del entusiasmo, significa una variación de la dirección de la conciencia y de la acción, con reorientación completa de todas las actitudes frente a las formas de vida anteriores o frente al "mundo" en general. En las épocas prerracionalistas tradición y carisma se dividen entre sí la totalidad de las direcciones de orientación de la conducta.

La transformación antiautoritaria del carisma.

El señor legítimo en méritos de su propio carisma se transforma en imperante. La gracia de los dominados, que estos por su arbitrio libre eligen y ponen, y eventualmente deponen también. El imperante en es ahora jefe libremente elegido. El tipo que transición más importante es la denominación plebiscitaria. Encuentra la mayor parte de sus tipos en las "jefaturas de partido", dentro del estado moderno. El principio de "elección", una vez aplicado a los imperantes puede ser aplicado al cuadro administrativo.

Sociología del Estado

IX. La institución estatal racional y los partidos políticos y parlamentos modernos (sociología del estado)

  • Origen del Estado racional

El estado racional surgió en la edad media y de el la burguesía en el sentido moderno, el estado racional

 Max Weber, en 1919, define el Estado moderno como una "asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas". Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores

Para que la nación pueda ejercer o eventualmente recuperar su soberanía no existe otro instrumento que el Estado. Dice Ernest Gellner que las naciones no preexisten al nacionalismo; son, por el contrario, obra de este último a través de su instrumento de nivelación cultural y política que es el Estado nación. No hay, como pretenden los nacionalistas, naciones sin Estado. El mensaje irónico de Gellner fue que el nacionalismo, de forma no intencionada, preservó el milagro del liberalismo occidental porque inhibió el despotismo global y ayudó a destruir el mundo de los imperialismos europeos. El nacionalismo precede a la nación porque las identidades se construyen y escogen. Así, el Estado resulta ser un instrumento. En su origen no es un fin sino un medio. Ya tenemos a Francia, ahora debemos hacer a los franceses decían los revolucionarios de 1789, porque se pensaba que el Estado nacional sería sólo una fase transitoria hacia una comunidad igualitaria y armónica, libre y fraterna que no usaría ya de instrumentos de dominación social Lo mismo pensaron los revolucionarios bolcheviques cuando organizaron el estado de la clase obrera como el camino inevitable hacia la sociedad sin clases. Sin embargo, ese camino conduce hacia la unidad y la identidad y rechaza la pluralidad. El nacionalismo quiere construir nación, la nación es identidad es decir igualdad con ella misma. La función del Estado es entonces nacionalizar, es decir, nivelar, asimilar, hacer de una población heterogénea dividida en grupos dialectales, lealtades tribales y religiosas diferentes, un cuerpo de ciudadanos que hablen la misma lengua y se consagren al engrandecimiento de la nación como identidad. Ahora bien, si el nacionalismo precede a la nación ¿cuál es la causa del nacionalismo? El libro de Hall sobre Estado y nación analiza la teoría de Gellner. No toda sociedad es nación. La sociedad es la categoría permanente, la nación podría ser un Prólogo a Estado y nación de John Hall. Hall, John A (ed.). Estado y nación. (Cambridge University Press. Madrid, 2000 415 pp.)

Casi todas las sociedades del mundo constituyen en realidad un delicado equilibrio entre etnias, minorías de diversos tipos, grupos agrarios distintos, culturas diferentes. Parte de ese equilibrio depende de todo aquello que las comunica: mecanismos de interculturalidad, grupos étnicos intermedios y el propio lenguaje de la clase dominante, además de un sistema nacional de mitos que se extrae del pasado histórico o se constituye con alusiones religiosas. En el caso de países todavía en parte rurales como el Perú, la propiedad de la tierra, la familia y la religión son la base de la cultura campesina. Pero nada de esto supone ciudadanía. La ciudadanía constituye una típica categoría de la cultura occidental desde su origen griego. Para Arendt, en la Grecia antigua, el concepto de ciudadano se equiparaba con el concepto de humano, los que no eran ciudadanos no eran humanos: eran esclavos o extranjeros (Féher 1989, pg. 268).

En medio de estas sociedades donde coexisten identidades colectivas, la ciudadanía tiene que ver con la soberanía individual. Un ciudadano es antes que todo, un individuo. La ciudadanía está construida sobre la individualidad. Pero la individualidad como tal sólo existe en occidente y sus ramificaciones. Grandes áreas del mundo, el mundo árabe por ejemplo, no han asimilado todavía la idea del individuo. En la evolución histórica para sondear en el origen de la ciudadanía, hay que remontarse a Lutero. Con Lutero surge la idea de la subjetividad individual y la relación directa del individuo con Dios, sin mediaciones. El individuo es inventado para construir sobre él la idea de la ciudadanía. Habermas dice que los estados modernos surgen de la Paz de Westfalia, 1648, que pone fin a las guerras religiosas y la Guerra de Treinta Años. Estos nuevos estados creados a partir de una convención entre religiones en pugna y no a partir de realidades étnicas y culturales, son los que dan origen a la idea de la soberanía.

La soberanía del Estado reproduce la soberanía del individuo. Luego viene históricamente el período de las monarquías absolutas que se expanden y abarcan pueblos, etnias y culturas diversas y en algunos casos, como los del imperio austrohúngaro y el zarista, resultan ser verdaderas cárceles de pueblos. Es en contradicción con esas monarquías absolutas que, según Habermas, va produciéndose la idea del estado natural. Es un mito al que después se añadirá otro: el de la ciudadanía portadora de derechos. Los sociólogos dirían: constructos, ideas construidas para dar respuesta a realidades que no son aceptadas por injustas. No sólo las sociedades premodernas, también las modernas fueron y son productoras de mitos. Descartes y Locke intentaron dar forma racional a la actividad humana y a la sociedad. Locke (1650) creó la idea de la soberanía del Estado como contrato entre el pueblo y el rey, el gobierno de la mayoría, el estado natural y el pacto original. Para Locke, sin embargo, el pacto natural presuponía y aceptaba exclusiones y desigualdades. Se entendía que era justo condenar a la esclavitud a quienes se había perdonado la vida en una guerra justa, porque lo único que se hacía era postergar la justa muerte de los agresores; se aceptaba que el hombre dirija el hogar y la familia sobreponiéndose a la mujer; que los propietarios se distribuyan desigualmente las tierras. Y que los esclavos sean excluidos. Todo ello no contradecía la democracia parlamentaria con separación de poderes en la que el Parlamento gobierna y el poder ejecutivo castiga. La separación de una igualdad en derechos como mitología y una desigualdad aceptada como realidad, base del liberalismo, empieza con Locke (Locke 1999). Al formular su teoría política Locke abandonó a Aristóteles para el cual la igualdad era una condición previa de la libertad. El nivel del ciudadano es el nivel de libertad. Introducción de Manuel Jiménez Redondo a: Jurgen Habermas. Más allá del Estado nacional Editorial Trolta, Madrid, 1997. 185pp.El Leviatán de Hobbes es un dios mortal que puede poner fin a los conflictos mediante la coerción pero que, al hacerlo, anula la ciudadanía.

La palabra Estado es moderna y corresponde a la unificación política lograda después de la era medieval. Para los griegos, la palabra "polis", o sea ciudad, expresaba la comunidad diferenciada por un modo de vida propia. El Estado era entendido por los romanos como "res pública" o "civitas". Del uso de las expresiones tales como "status reí romanae", pude provenir la voz Estado. Al extender su dominación, Roma llamó "imperium" a su organización política, acentuando así el elemento decisivo del concepto  "Estado", que es el imperio o potestad de mandar. En el derecho germánico también se acentuó el elemento de dominio, pues el Estado fue llamado "Reich", voz que procede de "regnum", o sea mando de un príncipe.

El Estado moderno en cuanto construcción consistente u obra de arte, apareció en la Italia de los siglos CIV y XV, cuando se centralizó el poder por reacción contra el feudalismo. La denominación "Estado" fue acuñada por Maquiavelo, desde las líneas iníciales de su obra "El Príncipe" (ver bibliografía). Tal acepción de la palabra "stato", deriva de la voz latina "status", que expresa un orden, vino a responder a una necesidad general qua que ninguna de los voces antes usadas servía para denominar la pluralidad de formas políticas existentes en la Italia renacentista. Unido al nombre de una ciudad como Florencia, Génova o Venecia, el término "stato" dio expresión a todas las formas, fueran republicanas, monárquicas o tiránicas, o bien aplicada sólo a una ciudad o sea a toda una región sometida a una misma autoridad. La nueva denominación fue adoptada antes de dos siglos por los principales idiomas y su uso se convirtió en universal.

El Estado es el resultado de una larga evolución de la convivencia humana de la convivencia humana. Aparece con la civilización sedentaria, cuando el grupo pasa de la vida nómada a la vida agraria. Esto es que el Estado surge cuando la sociedad se divide en clases sociales.

Con el Estado se alcanza el grado más alto de la organización social, el de la unidad colectiva dotada de capacidad para la autodeterminación y regida por una ordenación jurídica. El hecho de que el Hombre esté naturalmente destinado a la convivencia fue lo que determinó las formas primitivas de la vida social y la aparición del Estado

Los elementos humanos más próximos del Estado no son los individuos, puesto que la sociedad no es un agregado de átomos, sino las comunidades locales y las familias. Se ha constituido históricamente por las asociaciones de los grupos naturales, o sea la familia y comunidades locales, las cuales formaron un grupo superior en cuyo desarrollo se fueron distinguiendo las funciones que hacen necesario el poder.

La primera sociedad natural, fue sin duda la familia. Por extensión o crecimiento espontáneo de la familia, o bien por agregación de otras, se formaron el clan y la tribu. Esta fundó la ciudad, realidad permanente que arraiga al hombre a un territorio. Las necesidades de la defensa común y el intercambio comercial favorecieron la agregación de ciudades dentro de una más vasta unidad social: la nación. Sólo dentro de ella puede el hombre realizar sus destinos y alcanzar el mayor grado posible de perfección.

Históricamente, ha sido el Poder el que ha creado el Estado, organismo social encargado de realizar el derecho. Lo más probable es que el Estado reconozca su origen en el acatamiento tácito de la autoridad de quienes asumieron el Poder por un simple impulso de voluntad. La coexistencia de familias, o bien quizá de sujeción de unas familias a otras, añadida a la descendencia común en una estirpe, no bastan para dar nacimiento a la sociedad civil, que es específicamente distinta de la familia. Se precisa siempre un factor de asentimiento a las obligaciones recíprocas, de costumbre o aceptación tácita, para explicarse la formación del Estado.

Por naturaleza, las actividades del Estado se manifiestan en tres formas, que se les denomina funciones: legislativa, administrativa y jurisdiccional. Mediante los actos legislativos, el Estado instituye el ordenamiento jurídico que regula su organización y su acción, así como la vida social. Mediante actos administrativos, el Estado provee las necesidades y mantiene los servicios públicos de seguridad y de vida en relación. Mediante actos jurisdiccionales, el Estado interviene en las controversias y declara el derecho concreto, en los casos en que se precisa su aplicación.

Pero la conducción del Estado, o sea la actividad política, está por encima de la clasificación de funciones. Pero que sin embargo, a modo didáctico emprenderemos a estudiar cada una de estas funciones, debiendo distinguirlas desde el punto de vista sustancial o material, que atiende a la naturaleza intrínseca del acto, y del punto de vista formal, que atiende al Órgano o autoridad que realiza el acto. En la generalidad de los casos los gobernados no requieren hacer un análisis sutil del acto para saber cuál es su naturaleza, si legislativa, administrativa o jurisdiccional, pues le basta atribuirle la materia correspondiente a la autoridad de la cual emana; así, para el común de las personas, un acto jurídico es legislativo si lo realiza el Parlamento; es administrativo, si lo realiza el Ejecutivo; y, es jurisdiccional si lo realiza el Poder Judicial. Por razón de sustancia, es decir de contenido o materia, el acto no puede coincidir con su aspecto o forma. Así, un reglamento es una norma, o sea legislación, pero el acto de dictarlo es administrativo.

Decimos que la actividad del Estado se manifiesta de tres formas, a la que denominamos funciones, siendo estas:

Consiste en regular las reglas de derecho positivo; y como ya hemos visto líneas arriba, la acción que el Estado ejerce sobre el Derecho es doble: de un lado, monopoliza su sanción, y del otro, centraliza las formas del Derecho bajo la supremacía y hegemonía de la ley. Esto es, que el Estado centraliza la producción del derecho mediante una forma que le es peculiar: la Ley. Como veremos posteriormente, ella no es la única fuente de Derecho, pues también lo es la costumbre, la doctrina y la jurisprudencia, que como la ley resultan ser fuentes formales, y la primera, esto es la ley, resulta ser fuente obligatoria de Derecho. Instituciones jurídicas que veremos más adelante.

Función Legislativa.

Tiene por finalidad asegurar la ejecución de las leyes y el funcionamiento de los servicios públicos, proveyendo a las necesidades del grupo social. Pero estos propios de administración no suelen darse por suerte del azar; de allí que los actos de administración van relacionados con otros actos, como los de reglamentación de las leyes, acto administrativo este que contiene de alguna manera una función legislativa, que siendo propia del Órgano legislativo, le resulta necesario a dicho Órgano, a efectos de que para el cumplimiento cabal de su función eminentemente administrativo se vea cumplida de manera efectiva. En materia de regulación del orden público propio, hasta la regulación de los servicios públicos básicos, contribuyendo estas facultades al llamado poder de policía.

Entre los otros actos administrativos que le son propios al Poder Ejecutivo, son los actos políticos, que no son necesariamente legislativos, entre los que se encuentran las leyes de amnistía; también se encuentran los actos diplomáticos, que son actos "sui generis", del que se participa de la función administrativa y de la legislativa, pues son concretos y a la vez fijan normas de derecho que prevalecen sobre las leyes nacionales.

Resulta necesario distinguir entre los actos de gobierno y los actos administrativos, pese a que ambas clases de actos son del resorte del mismo poder del Estado. Los actos administrativos son recurribles y revocables, mientras que los actos de gobierno son de naturaleza eminentemente política, por lo que no puede pedirse su revocatoria. Los primeros son regulados, son de función rutinaria para cumplir con los servicios públicos, con los de orden, de policía o de sanidad, etc. En tanto que los actos políticos son eminentemente discrecionales, inspirados en las altas necesidades del Estado o en la defensa de un régimen.

Función Administrativa.

Función Jurisdiccional.

Consiste en obtener en casos concretos una declaración del derecho existente, mostrando que se reúne las características previstas por la norma, como sucede con la declaración de herederos, por ejemplo. Que indudablemente incluye las acciones coactivas de las sentencias para su cumplimiento. La declaración contenida en una resolución se obtiene mediante proceso (judicial).

Resulta impropio denominarlo función judicial, porque a veces no es ejercida por el cuerpo de magistrados, cuyo conjunto constituye el Poder Judicial. Si bien éste es el encargado de ejercerla, no la ejerce completamente, ya que ciertos actos administrativos jurisdiccionales son efectuados por autoridades administrativas o por tribunales privativos.

Por su parte Silva Santisteban, en su obra "Fundamentos de Ciencia Política", manifiesta que la autoridad estatal, la que es ejercida por la élite política, tiene dos funciones esenciales, la arbitral y la administrativa.

Partes: 1, 2
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