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El español como lengua de poder en el fallido proceso de paz colombiano (página 4)


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2. Estos críticos lo respaldan y están de acuerdo en prorrogar la zona desmilitarizada siempre y cuando nosotros nos comprometamos a suspender todo lo que los afecta, como las retenciones económicas, las pescas milagrosas, la utilización de cilindros contra la Fuerza Pública, el respeto a los derechos humanos, no atacar a la fuerza pública ni a los organismos de seguridad del Estado, permitir el libre ejercicio político a los partidos tradicionales, no aplicar la ley 002, no reclutar a menores de edad, suspender la voladura de oleoductos, torres de energía, cese del fuego y hostilidades contra la población civil, verificación internacional etc. etc. Estas y otras, son las exigencias de quienes se oponen al proceso de paz con justicia social y soberanía.

El segundo argumento de la carta sería: "Estos críticos lo respaldan y están de acuerdo en prorrogar la zona desmilitarizada siempre y cuando nosotros nos comprometamos a suspender todo lo que los afecta". Nótese como la locución conjuntiva condicional siempre y cuando enfatiza el uso de la forma subjuntiva comprometamos, dando a la siguiente expresión un matiz de leve incapacidad, es decir, como si no se pudiera cumplir con las condiciones puestas por la parte contraria. Después de que se enuncia dicho argumento, aparece una base argumentativa que lo refuerza, explicando las exigencias que "los críticos" le están haciendo al grupo guerrillero para seguir con el proceso. En su construcción se observa como el líder guerrillero enuncia los topos que encadenan la base argumentativa, y que según sus palabras, solo afectan a los críticos. Estos son: "las retenciones económicas, las pescas milagrosas, la utilización de cilindros contra la Fuerza Pública, el respeto a los derechos humanos, no atacar a la fuerza pública ni a los organismos de seguridad del Estado, permitir el libre ejercicio político a los partidos tradicionales, no aplicar la ley 002, no reclutar a menores de edad, suspender la voladura de oleoductos, torres de energía, cese del fuego y hostilidades contra la población civil, verificación internacional etc. etc." Es un encadenamiento argumentativo que cumple con la función de aclarar lo que está pasando en la base argumentativa del discurso. Además, cuando termina la enumeración de las razones "del otro" lo hace con doble etcétera, lo que permite suponer que sus exigencias son bastante más numerosas. Inmediatamente después aparece un topos que contextualiza lo que se está diciendo y permite que el último enunciado se interprete como un comentario que refuerza en el lector el argumento de aquellos "críticos" que se "oponen al proceso de paz con justicia social y soberanía" son los únicos culpables de lo que pueda pasar.

Esta alta exigencia de los opositores al proceso de paz, faculta al líder guerrillero para adherir dos palabras – clave[49]al proceso de paz: la primera es una unidad más extensa, un sintagma, "justicia social", que no es utilizado por su contenido denotativo primario, sino esencialmente por su contenido connotativo, por los implícitos que derivan del empleo de la palabra-símbolo "justicia" adjetivada por otro término de fuerte carga emotiva como es "social". Este sintagma empezó su uso más frecuente a partir de los años ochenta, cuando se iniciaron en Colombia los primeros acercamientos entre los grupos de izquierda y los gobiernos de turno. Así, en los escasos debates que se permitían escuchar por aquella época, cada grupo de oposición sacaba a relucir que la negociación se realizaría siempre y cuando se presentara la garantía de que habría "justicia social" para todos. Se presentó, pues, una traslación de significados ya que se cambió la expresión "bienestar social" por "justicia social". Ha de entenderse que en un país como Colombia en donde es tan alto el grado de pobreza y de malestar social, palabras como "bienestar" han sido alejadas del discurso político de los grupos de izquierda por considerarlas, entre otros asuntos, como muy propias de la burguesía. La segunda palabra – clave que utilizó el líder guerrillero fue "soberanía". Ella resume un hecho social y político que se ha cuestionado desde el estallido de 1948, cuyo detonante fue la muerte de Gaitán, y es que Colombia debe ser para los colombianos. Cada vez que estos grupos hablan de las intromisiones de los Estados Unidos de Norteamérica en los asuntos de Colombia, sacan a relucir la palabra-clave "soberanía" que para el conjunto de la sociedad ha tenido siempre una fuerte carga emotiva.

3. De esta manera la clase política bipartidista y el Congreso, han evadido la responsabilidad histórica y política ante el pueblo como promotores y artífices de la violencia partidista. Fue así como el parlamento en forma unitaria aprobó una ley autorizando al ejecutivo en el gobierno del Presidente Guillermo León Valencia, para que diera la orden de ocupar militarmente la región de Marquetalia, conforme la aplicación del plan LASO, asesorado por los Estados Unidos para liquidar las libertades democráticas y afianzar el Frente Nacional, dando inicio al operativo militar al cual le han dado continuidad hasta hoy. Esta responsabilidad histórica no es de nosotros sino del Estado y los partidos tradicionales durante 37 años en el Poder, manejado a través de leyes antidemocráticas y represivas.

Este párrafo funciona como de explicación histórica a todo lo que está sucediendo con el proceso de paz. Aparece el mismo argumento que se ha trabajado en los párrafos anteriores, pero escrito con otro matiz: "De esta manera la clase política bipartidista y el Congreso, han evadido la responsabilidad histórica y política ante el pueblo como promotores y artífices de la violencia partidista". Obsérvese como el argumento va preparando al lector para la conclusión, pues cuando se dice que ellos, "los críticos del partido liberal", la "clase política bipartidista" y el "congreso" "han evadido la responsabilidad histórica y política" no se dice de qué la han evadido sino que se presenta un silencio en la cadena argumentativa y aparece una razón que deshila la dirección que traía el argumento. Es como si lo cortaran de tajo para terminar diciendo que "como promotores y artífices de la violencia partidista" y entra a hablar de la violencia política que ha vivido el país. De esta forma, infiriendo a partir de ese silencio argumental, se podría concluir que "los otros", "han evadido la responsabilidad histórica y política" de conseguir la tan anhelada paz, por tanto, son los únicos responsables de este fracaso.

Hasta este párrafo llegan los argumentos que hablan de las exigencias del otro, del culpable por un posible fracaso del proceso que Manuel Marulanda se atrevió a predecir cuatro meses antes de que se cerrara cualquier intento de negociación. Los párrafos siguientes se dedican a manejar las exigencias del "nosotros", así como de explicar los apelativos que más daño le están haciendo al grupo guerrillero. Atendiendo a la macroestructura de la carta, son tres los párrafos dedicados al "ellos", a los enemigos de la paz, y otros tres dedicados al "nosotros" que, entre otros asuntos, quieren la paz con justicia social y soberanía:

4. En este mismo orden de ideas, nosotros también reclamamos y exigimos del Estado y del bipartidismo una real voluntad política, para combatir el paramilitarismo de Estado lo antes posible para que no acaben con los colombianos desarmados y con el proceso de paz emprendido por el Presidente Pastrana y las FARC-EP. Exigimos soluciones reales al desempleo y subempleo, subsidio al desempleo como solución temporal; estudio por regiones para la concreción de la reforma agraria que entregue la tierra al campesinado que la quiera trabajar; modificación de las costumbres políticas otorgando iguales derechos a nuevas corrientes y movimientos independientes no afiliados a los partidos tradicionales; depuración de la Fuerza Pública, procesamiento y castigo por la justicia civil a sus miembros comprometidos con el paramilitarismo y el genocidio político de la Unión Patriótica y el Partido Comunista; defensa de la soberanía nacional; elaboración de una nueva teoría de la seguridad nacional a cargo de un equipo de notables, nombrados por La Mesa para que estudien en 6 meses cómo y en qué condiciones reducir el tamaño y el presupuesto del ejército y la policía de acuerdo con la realidad nacional y fronteriza; mejoramiento de la justicia conforme lo plantea la Agenda Común; castigo a los corruptos y devolución de los dineros al fisco; relaciones internacionales en igualdad de condiciones y respeto mutuo en los asuntos internos de cualquier país . Todo esto debe corresponder a un cambio en las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente.

Aparece el cuarto argumento a favor de la conclusión general: "nosotros también reclamamos y exigimos del Estado y del bipartidismo una real voluntad política, para combatir el paramilitarismo de Estado lo antes posible para que no acaben con los colombianos desarmados y con el proceso de paz emprendido por el Presidente Pastrana y las FARC-EP". Como es usual en los textos políticos, comienza con una tesis que luego es justificada por los demás argumentos que aparecen a continuación, y cerrando el párrafo, aparece un argumento que apoya la conclusión: "Todo esto debe corresponder a un cambio en las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente".

5. Estas y otras, son nuestras exigencias, y que la sociedad colombiana reclama con urgencia las que no pueden ser resueltas mediante la confrontación interponiendo intereses foráneos o personales con cualquier pretexto. Por exigir cambios como los señalados anteriormente fuimos tildados de narcotraficantes por el ex embajador Lewis Tambs. Hoy el Secretario de Estado Colin Powel nos ha tildado de terroristas, según la concepción de los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, que el Presidente Pastrana apoya integralmente, independientemente del conflicto interno que tiene otras connotaciones políticas y sin tener en cuenta nuestra plataforma en la lucha para transformar el Estado. Desconociendo esto, los Estados Unidos no desisten de intervenir en Colombia y países hermanos, buscando impedir la independencia de los pueblos Latinoamericanos del imperio. Frente a esto es necesario un pronunciamiento claro del Señor Presidente Pastrana.

El quinto párrafo tiene como función manifestar la utilidad de que se cumplan las exigencias que se hacen en el párrafo anterior. Este tipo de estructuras, además de cumplir con una función argumentativa, supone un apoyo y una aclaración a los argumentos que refuerzan la conclusión. En este caso le sirve a Manuel Marulanda para denunciar la persecución internacional de la que su grupo ha sido objeto, además de argumentar, desde su posición política, que las FARC-EP no pueden ser consideradas como "terroristas". Esta argumentación lo aleja del "señor presidente", pues dice que éste "apoya integralmente independientemente del conflicto interno que tiene otras connotaciones políticas y sin tener en cuenta nuestra plataforma en la lucha para transformar el Estado" y le exige a Pastrana un "pronunciamiento claro" al respecto.

6. Si todos estos elementos son tenidos en cuenta por los opositores al proceso de paz, es posible salvar los Diálogos y la Negociación en los meses faltantes al mandato del Señor Presidente. En caso de no ser así, la responsabilidad histórica recaerá sobre quienes han propiciado este clima de incertidumbre por los medios de comunicación, puesto que han obligado al Señor Presidente a condicionar los diálogos a solamente 3 meses y a tomar otras medidas perjudiciales para el proceso. Ahí si, como dicen los refraneros "como si esto fuera soplar y hacer botellas". Por ello se requiere de un gran esfuerzo nacional uniendo voluntades por encima de intereses económicos, partidistas y electorales, y rodear La Mesa sin condicionamientos ni retaliaciones, con todos los sectores de la sociedad colombiana para buscar una salida civilizada en la que las FARC estarán en primera línea por la paz y la reconciliación nacional.

Este último párrafo tiene como fin primordial cerrar con la conclusión que se venía enunciado en los anteriores: Si no se cumplen con las exigencias presentadas, (inferido) "la responsabilidad histórica – del fracaso del proceso de paz (sobreentendido) – recaerá sobre quienes han propiciado este clima de incertidumbre por los medios de comunicación". Pero, ¿quiénes han propiciado el clima de incertidumbre por unos medios de comunicación que siempre han sido de las elites colombianas? La respuesta sería obvia: el Congreso, los críticos del partido liberal y de la clase política bipartidista, es decir, los que siempre han estado en el poder. De esta forma, el discurso de Manuel Marulanda Vélez defiende una tesis que se infiere de la base argumentativa utilizada y es que "si el proceso de paz fracasa, la responsabilidad histórica recaerá sobre el Congreso, los críticos del partido liberal y de la clase política bipartidista colombiana".

Esta carta presenta la posibilidad de sacar algunas conclusiones inferidas[50]que se deducen de forma inmediata y que se respaldan en cada una de los argumentos. Estas inferencias ayudarán a dilucidar las marcas ideológicas presentes en el discurso de Manuel Marulanda Vélez, máximo líder de las FARC-EP:

  • Según el argumento del párrafo 1, se infiere que:

  • En caso de que fracase el proceso, los directos responsables serán los directivos del partido liberal.

  • Los críticos de los partidos tradicionales y los tres poderes del Estado no desean la paz.

  • Los críticos de los partidos tradicionales y los tres poderes del Estado no aceptan el Acuerdo de San Francisco de La Sombra.

  • La responsabilidad de la buena marcha del proceso es de todo los colombianos que no quieren la guerra.

  • Si fracasa el proceso, la culpa no será del presidente Pastrana no de las FARC-EP sino de todo el pueblo colombiano.

  • Del argumento presentado en el párrafo 2, se puede inferir que:

  • Los críticos de los partidos tradicionales respaldan el proceso de paz, siempre y cuando no se realicen reformas económicas que los puedan afectar.

  • Los críticos de los partidos tradicionales se oponen al proceso de paz con justicia social y soberanía.

  • Los críticos de los partidos tradicionales solo defienden sus intereses.

  • Con respecto al argumento presentado en el párrafo 3, se pueden sacar las siguientes inferencias:

  • La clase política bipartidista y el Congreso, han evadido la responsabilidad histórica y política ante el pueblo, al no propiciar acuerdos que conduzcan a la paz.

  • El Estado y los partidos tradicionales durante 37 años en el Poder, son los únicos responsables de la violencia que vive el país porque lo han manejado a través de leyes antidemocráticas y represivas.

  • El argumento del párrafo 4 sirve para inferir que:

  • Las FARC-EP exigen del Estado y del bipartidismo una real voluntad política, para continuar con el proceso de paz.

  • Las FARC-EP buscan cambiar las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente.

  • Del párrafo 5 podríamos inferir que:

  • Las exigencias de las FARC-EP son las mismas que reclama la sociedad colombiana.

  • Las FARC-EP no son terroristas.

  • Con respecto al párrafo 6, se infiere que:

  • Solo es posible salvar los Diálogos y la Negociación sí la clase política bipartidista y el Congreso tienen en cuenta las exigencias de las FARC-EP.

  • La clase política bipartidista y el Congreso tienen la responsabilidad histórica del fracaso del proceso de paz.

Aplicando los principios del cuadrado de valor ideológico de Van Dijk, del "nosotros" positivo y el "ellos" negativo, se podría decir que este encadenamiento argumentativo llevaría al siguiente presupuesto: "si el proceso de paz fracasa, la responsabilidad histórica no sería nunca de las FARC-EP".

Para finalizar con este análisis sobre las posibles ideologías que mueven este discurso, cabría decir que las conclusiones anteriores por el hecho de haber sido inferidas, dependen de la sintonía del receptor con lo dicho, o mejor, del topos que maneja y en el que se halla inmerso el lector, Así, en la inferencia, al no estar dicho, puede haber interpretaciones que dependen de las características del receptor y del marco argumentativo en que se sitúa (Fuentes y Alcaide:38). Estos dos aspectos del discurso permiten, entre otras cosas, determinar las marcas ideológicas correspondientes porque si el receptor es de "derechas" puede rechazar el marco argumentativo aduciendo que todo lo que se dice ahí son calumnias, o justificarlo arguyendo que el proceso de paz se hará efectivo en la medida en que la guerrilla cumpla con sus exigencias. En cambio, un receptor de "izquierdas" le daría la razón a la tesis de Marulanda Vélez y aceptaría que "solo es posible salvar los Diálogos y la Negociación sí la clase política bipartidista y el Congreso tienen en cuenta las exigencias de las FARC-EP" y apoyaría su tesis con topos extraídos de la carta, como los siguientes:

  • La clase política bipartidista y el Congreso han sido promotores y artífices de la violencia partidista y se han apoyado y asesorado por los Estados Unidos para liquidar las libertades democráticas del país.

  • El Estado y los partidos tradicionales han permanecido durante 37 años en el Poder, y han manejado el país a través de leyes antidemocráticas y represivas.

  • Exigir:

1. Soluciones reales al desempleo y subempleo, subsidio al desempleo como solución temporal;

2. Un estudio por regiones para la concreción de la reforma agraria que entregue la tierra al campesinado que la quiera trabajar.

3. Modificación de las costumbres políticas otorgando iguales derechos a nuevas corrientes y movimientos independientes no afiliados a los partidos tradicionales.

4. Depuración de la Fuerza Pública, procesamiento y castigo por la justicia civil a sus miembros comprometidos con el paramilitarismo y el genocidio político de la Unión Patriótica y el Partido Comunista.

5. Defensa de la soberanía nacional.

6. Elaboración de una nueva teoría de la seguridad nacional a cargo de un equipo de notables, nombrados por La Mesa para que estudien en 6 meses cómo y en qué condiciones reducir el tamaño y el presupuesto del ejército y la policía de acuerdo con la realidad nacional y fronteriza.

7. Mejoramiento de la justicia conforme lo plantea la Agenda Común; castigo a los corruptos y devolución de los dineros al fisco;

8. Las relaciones internacionales en igualdad de condiciones y respeto mutuo en los asuntos internos de cualquier país.

9. Todo esto debe corresponder a un cambio en las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente.

  • Que los Estados Unidos dejen de intervenir en Colombia y países hermanos, buscando impedir la independencia de los pueblos Latinoamericanos del imperio.

  • Si fracasa el proceso, la responsabilidad histórica recaerá sobre quienes han propiciado este clima de incertidumbre por los medios de comunicación.

Concluyendo, este receptor de "izquierdas" le daría la razón a la tesis de Marulanda Vélez y aceptaría la macro – tesis que ha movido desde sus orígenes el conflicto colombiano y es que el problema de Colombia se soluciona si "Las FARC-EP cambian las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente". Nótese como la macro – tesis excluye a las otras ideologías. No se dice, por ejemplo, Las FARC-EP, el partido conservador, el partido liberal y los demás partidos independientes buscan cambiar las estructuras del Estado y su régimen político por medio de una Asamblea Nacional Constituyente. Se presenta, así, la exclusión ideológica que siempre ha alimentado la guerra en Colombia.

5.3.1 Determinación de las estrategias discursivas en el discurso de las FARC-EP a los países amigos del proceso de paz.

Cuando se utiliza la estructura del texto para explicar un fenómeno gramatical determinado, esta debe basarse en una teoría de la estructura del discurso: "Los gramáticos del discurso han tomado tales teorías de una amplia variedad de fuentes que incluye la antropología, la sociología y la inteligencia artificial. Una característica de estos enfoques es que tienden a asociar clases marcadamente diferentes de estructuras con diferentes géneros discursivos" (Cumming y Ono, 1986:200).

En el corpus a analizar, las estructuras del discurso se ocupan de develar cómo escriben los participantes en una situación social determinada, cómo es el saludo de bienvenida por parte de la guerrilla a los representantes de los distintos gobiernos amigos del proceso de paz dentro de la zona de distensión, más concretamente en la vereda Los Pozos, Caquetá, – según se planteó en el Acuerdo De Los Pozos[51]que firmaron ambas partes, luego de un prolongado cese de conversaciones –, cómo interactuan[52]qué léxico utilizan, etc. El método para develar tales estrategias parte del análisis de la macroestructura del discurso, trabajando, además, con la superestructura[53]cuando se habla del tipo de texto utilizado y con la microestructura[54]cuando se analizan asuntos como las frases, proposiciones, enunciados, implicaciones, presuposiciones, descripciones, coherencia local, coherencia global y temas, desplazamientos semánticos, dimensiones de desplazamiento de las estrategias ideológicas a las estructuras semánticas, el volumen, importancia, pertinencia, implicitud / explecitud, atribución, perspectiva, análisis de las estrategias ideológicas empleadas, entre otros. Para facilitar esta labor, se conservó la división en párrafos que presentaba el discurso original y que permitió determinar las siguientes estructuras discursivas:

1)Señores representantes de los distintos gobiernos

Al reiterarles el saludo cálido de todos los guerrilleros y Mandos de las

FARC-EP y expresarles agradecimientos por su presencia en Los Pozos, también les queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre la situación actual.

Análisis: El título del discurso designa mediante un sustantivo indeterminado a un colectivo que se singulariza en la medida en que define al receptor del discurso: los representantes de los distintos gobiernos. La colocación del sustantivo señores ocupando un primer lugar, le da al discurso un lineamiento de respeto hacia quien va dirigido el mismo, ya que el sustantivo señores designa, en este caso, a unas personas respetables y de cierta edad, permitiendo así un tono afectado por un respeto de extrema cortesía, pues en este discurso – muy al contrario al emitido por el presidente Pastrana que nombró al colectivo como "cuerpo Diplomático acreditado en Colombia" – se pretende que el receptor comparta no solo las reflexiones que tienen las FARC-EP sobre los problemas que aquejan a Colombia como son el paramilitarismo, narcotráfico y reforma agraria, sino que se pretende construir una persona retórica creíble para el receptor, aunque para ello se recurra a una cortesía que intenta copiar el tono de los discursos emitidos, por ejemplo, en un parlamento. Así, se tiene la intención de destacar la responsabilidad, como agente, de lo que se dice en el discurso. La circulación de sentido va desde el título –agente responsable – al contenido del texto siguiente, en donde vuelve a aparecer la cortesía como lineamiento de la coherencia discursiva. El discurso muestra como en vez de iniciar con una frase célebre de un personaje – como ocurrió con el discurso del presidente Pastrana – la guerrilla entra sin miramientos al asunto que los ocupa, como es el proceso de paz, y que ellos denominan siempre tras el encubrimiento de una forma temporal que metaforiza la problemática colombiana al ser definida como "la situación actual".

Cabe destacar aquí el estudio de los pronombres personales como una de las formas deícticas que expresan en el enunciado los aspectos concretos del contexto comunicativo y que han sido reconocidos como de gran interés para los estudios sobre el discurso. En el caso del hablante político en particular, el interés radica en que estas unidades deícticas ayudan a determinar las prioridades discursivas – ideológicas del emisor. Cuando el discurso es colectivo – como en el corpus – los planteamientos son emitidos en nombre de un emisor colectivo, empleando con frecuencia la primera persona del plural expresada por formas verbales o pronominales de primera persona del plural (de forma abreviada, nosotros). Este proceder enunciativo se interpreta como una manera de no asumir la responsabilidad individual y de no exhibir el interés personal en provecho de un interés colectivo de límites movibles (Fernández Lagunilla, 1999: 53).

El discurso empieza con un al reiterarles, verbo discursivo al través del cual se expresa la acción del hablante político colectivo que se mueve en el orden de proponer más que en el de hacer: así tiene que ser, pues las guerrillas colombianas lucharon durante más de treinta años para que les quitaran el mote de "bandoleros" y se lo cambiaran por el de guerrilleros, asunto que fue conseguido, paradójicamente, durante el gobierno del General del Ejército Gustavo Rojas Pinilla. Las FARC –EP son la oposición, los grupos al margen de la ley, por tanto sus ideas se plantean con argumentos que parten del "proponer" que en este caso se vale de la denuncia para lograr el acceso al discurso público. Reiterar, repetir, volver hacer, conduce al sentido de que el saludo se da a un receptor político conocido, o al menos que ha tenido presencia dentro del proceso.

  • 2) Es especialmente importante reafirmar hoy y aquí, ante todos ustedes representantes de la comunidad internacional, nuestro compromiso con el éxito de este proceso inédito, que busca solucionar por las vías políticas el conflicto social y armado que desangra a Colombia y afecta la estabilidad de la región. Se trata de reconstruir democráticamente una patria soberana, respetuosa de la opinión ajena y con justicia social.

Análisis: Desde la segunda parte del discurso se impone la función primordial de las ideologías que permite, desde la coordinación de ciertas prácticas sociales, la protección de los intereses de un determinado grupo social. Obsérvese la última oración del párrafo: – "Se trata de reconstruir democráticamente una patria soberana, respetuosa de la opinión ajena y con justicia social"-. En esta oración cuando se utiliza el nexo argumentativo se trata de, la oración siguiente adquiere un valor enfático, es decir, que ayuda a resumir la filosofía central del proceso de paz según la visión de las FARC –EP. Desglosando cada una de sus proposiciones[55]se podría hacer el siguiente análisis:

  • Reconstruir democráticamente una patria soberana: si se observa, la segunda parte del saludo presenta dos verbos claves en el discurso de la guerrilla que son reafirmar y reconstruir. El uso del prefijo re – que en este caso indica una repetición intensificada – permite que estos verbos destaquen la acción del grupo que, según el contexto discursivo, pretende dominar la acción futura.

  • Además de los verbos, se puede observar el uso de la primera persona del plural cuando se habla de – "nuestro compromiso con el éxito de este proceso inédito" [.]-. La primera persona del plural es el paradigma nominal que cumple un papel fundamental en el discurso político, debido a que este "nosotros político" se complejiza en la medida en que se puede referir a un plural de modestia, a un nosotros inclusivo, a un nosotros exclusivo, colectivo, nacional, etc., convirtiéndose en una herramienta de comunicación eficaz que permite integrar al destinatario con un metacolectivo superior como puede ser la sociedad, el estado, el pueblo, la nación, etc.

  • Esto es lo que ocurre en el discurso de las FARC –EP que no solo denomina le proceso de paz como un "proceso inédito" – adjetivo que determina lo nuevo, lo desconocido -, sino que nombran el conflicto que vive Colombia como "social y armado", recurriendo de nuevo a la reformulación de sus ideas para alimentar sus argumentos.

  • En este texto se observa, además, una relación proposicional inversa que se establece entre la connotación y la indefinición del componente denotativo con el uso de "palabras símbolo" como son Colombia, región y patria. El carácter simbólico de estas palabras – símbolo está determinado por la fuerte carga emotiva que ellas poseen y por la indeterminación de significado denotativo que se produce como consecuencia de su uso abusivo y estereotipado, lo que se ve facilitado porque algunas de ellas designan conceptos abstractos de difícil comprensión (Fernández Lagunilla, 1999:22).

  • En esta parte del discurso se empieza a observar también la presencia de "palabras – clave" como son proceso, conflicto, etc. Como ya se dijo antes, las palabras – clave son llamadas así porque representan o resumen los hechos sociales y políticos más importantes acaecidos en una determinada etapa histórica. A este tipo de palabras, símbolo y clave, se añaden otras unidades más extensas, e igual que ellas, poseen un fuerte valor simbólico, ya que son utilizadas para hacer parte de lemas o eslóganes políticos. Tal es el caso de la expresión "justicia social" que unida a palabras como país, Colombia y Estado, han hecho parte de los eslóganes que se han utilizado en las campañas políticas, tanto de la guerrilla como de los últimos gobiernos colombianos.

  • 3) Pero, crear las bases de esta tarea luego de 53 años de violencia oficial ininterrumpida es difícil, porque los obstáculos erigidos son serios y muy poderosos los enemigos de la reconciliación ya que están en juego intereses geoestratégicos, importantes negocia-dos alrededor de las armas, del narcotráfico, del petróleo, de las privatizaciones, de la tenencia de la tierra, de la biodiversidad y macroproyectos interoceánicos que hacen del proceso algo especialmente sensible.

Análisis: El texto inicia con el conector adversativo[56]por excelencia pero, que sirve para marcar una oposición a algo anterior (Martín Zorraquino, 1998). En este caso, al utilizar pero se da la posibilidad de estar anunciando la idea principal, sobre todo cuando se piensa que se pudo haber reemplazado por aunque (Bello (1981 [1860]: párr, 1262). Es más, desde la teoría de la argumentación, el uso del pero le da una mayor fuerza argumentativa a la idea (Portolés 1998:84. Fuentes 1998:14). Obsérvese como la primera proposición que viene cerrando el párrafo anterior – "se trata de reconstruir democráticamente una patria soberana, respetuosa de la opinión ajena y con justicia social" – posee toda la fuerza argumentativa, mientras que la segunda tiene un sentido adversativo que se focaliza en la medida en que se califica como de difícil – "crear las bases de esta tarea luego de 53 años de violencia oficial ininterrumpida es difícil" -. Teniendo en cuenta el análisis permitido por el cuadrado ideológico (Van DijK, 1986, 1997, 2000), cuando el discurso hace referencia a "cincuenta y tres años de violencia ininterrumpida", la circulación de sentido que va desde el agente responsable al contenido del predicado proposicional, evidencia una valoración negativa del otro. Esto corresponde a la presentación o resaltamiento de las malas acciones de los otros y de las buenas del "nosotros", la guerrilla de las FARC-EP. De esta forma, para "reconstruir democráticamente una patria soberana, respetuosa de la opinión ajena y con justicia social", solo se podría contar con la valoración positiva del "nosotros", dando lugar a una asimetría de poder ideológico, ya que se tendría en cuenta a una sola ideología para "reconstruir democráticamente una patria soberana".

El análisis de los elementos léxicos se correlaciona con palabras que, en un contexto determinado, expresan juicios de valor. Es tanto así que el autor colectivo opone a "proceso de paz" la proposición "enemigos de la reconciliación", e intenta deslegitimar la expresión "proceso de paz" al nombrarlo como "proceso inédito", desconociendo todos los intentos de proceso que se han realizado con anterioridad en Colombia. Además, el autor intenta argumentar por medio del ordenamiento sintáctico, eligiendo un léxico apropiado para "denunciar" ¿o manipular?[57] ante los países amigos la imposibilidad del proceso de paz y menciona como topos de su posible fracaso unas causas macroeconómicas que residen en las prácticas sociales de los dominadores. Esta denuncia exime de responsabilidades a su grupo social (presuposición). Acto seguido, el conector argumentativo porque se utiliza para relacionar dos proposiciones como causa – efecto, de la siguiente manera: "[.] crear las bases de esta tarea luego de 53 años de violencia oficial ininterrumpida es difícil, porque los obstáculos erigidos son serios y muy poderosos los enemigos de la reconciliación". Semánticamente esta relación, en rigor, no es de causa – efecto ya que se habla de una causa: crear las bases de esta tarea (proceso de paz) y no se enuncian los efectos de esta causa, sino que se habla de los "obstáculos" y "enemigos" que se oponen a "crear". Esta posición obliga a un sobreentendido y no a un presupuesto, lo que hace que se constituya un efecto de sentido que induce al lector a que realice su propia interpretación.

En los enunciados se deja claro que las funcionalidades del lenguaje estructuran un sentido que es inseparable de la ideología del hablante – escritor colectivo. La función ideacional comunica un suceso y un proceso: el proceso de crear las bases del proceso de paz y el suceso de los obstáculos y enemigos del mismo que hacen "del proceso algo especialmente sensible". Aquí, la función del hablante escritor colectivo frente a los enunciados/proposiciones pone énfasis en una verdad que convierte al proceso de paz en algo que se adjetiva como "sensible", es decir, que reacciona fácilmente a la acción de un agente natural.

Este aspecto de la adjetivación ha de tenerse en cuenta porque el discurso político puede verse modificado, pues el examen que se haga de los adjetivos arroja datos interesantes en relación con el cambio semántico que experimentan algunos sustantivos considerados como palabras – clave en un momento político determinado: en este caso cabría pensar en la palabra proceso. El cambio en cuestión supone generalmente una ampliación, extensión e incluso un vaciamiento del significado originario del sustantivo al que el adjetivo modifica, tanto si son especificativos como no especificativos (Fernández Lagunilla, 1999 II. 49-50).

  • 4) Sin embargo, en estos dos últimos años hemos logrado cimentar caminos a través de la Mesa, abrir espacios y crear nuevas posibilidades en una verdadera labor de orfebrería, de la cual este encuentro con todos ustedes, es otra feliz evidencia y un estímulo para continuar adelante.

Análisis: El párrafo se inicia con el conector contraargumentativo sin embargo[58]que en este caso sirve para vincular a dos miembros del discurso – el párrafo 3 con el 4 -, de tal modo que el segundo se presenta como supresor o atenuador de alguna conclusión que se pudiera obtener del primero (Portolés: 1995 a, en prensa b). Sin embargo es utilizado para diferenciar enunciados antecedentes y consecuentes, ya que hablar del proceso de paz es hablar de la Mesa de Diálogo y negociación, de los nuevos espacios políticos (sobreentendido) y de la creación de nuevas posibilidades, tres acciones que hacen referencia a lo que se ha hecho, lo que se ha venido haciendo y lo que se hará, así sea trabajando como en "una verdadera labor de orfebrería", sintagma que puede ser considerado no solo como lítote (la ley del litote establece que para atenuar el significado de una determinada oración se utiliza otra oración cuyo contenido afirmado, no el contenido presupuesto, es menos fuerte que la oración sobreentendida) sino que también se puede considerar como una asociación metafórica que está determinando las relaciones de sinonimia semántica entre las "nuevas posibilidades" para el proceso de paz, que de tan complejas, se han convertido en una verdadera "labor de orfebrería", es decir, en algo que se hace lentamente y con cuidado, como se procede cuando se fabrican las joyas. Este sustituido figurado no solo funciona como constructo conceptual que facilita la comprensión de la labor realizada por la oposición en la Mesa de Diálogo y Negociación sino que ayuda a establecer una construcción valorativa por parte del receptor del discurso. Así mismo, "cimentar caminos" es una metáfora de frase que en el lenguaje político tiene una función cognitiva e ideológica no solo como expresión para manifestar una manera de entender la realidad de acuerdo al imaginario del emisor político sino que se utiliza para destacar hechos de la oposición que no se reconocen por parte de los que tienen acceso al discurso, es decir, de los que ostentan el poder.

  • 5) Pero los enemigos de la paz no cesan en su accionar: sin escatimar medios ni escrúpulos han mantenido su ofensiva contra la zona de Despeje, contra el ritmo de las conversaciones, etc. No fue casual, entonces, que a partir del inicio de estos diálogos entre el gobierno y las FARC, se incrementara la criminal estrategia paramilitar de guerra sucia, que intenta a través del terror acallar las alternativas políticas democráticas o revolucionarias, así como amedrentar a la nación entera y sabotear cualquier posibilidad de acuerdos hacia la paz duradera.

Análisis: El adversativo pero[59]esta vez sin la coma, conecta el discurso causa-efecto de una manera rápida, pues la anterior oración –"este encuentro con todos ustedes, es otra feliz evidencia y un estímulo para continuar adelante" -, de naturaleza afirmativa y con una fuerte carga de cortesía política, sirve para que el emisor tenga en cuenta a sus interlocutores y se pueda valer de sus propias frases para organizar el efecto que necesita para convencerlos sobre quiénes son en realidad los enemigos de la paz. El sentido de los enunciados marca la ideología en la medida en que muestra la función ideacional del suceso. Este proceso se venía mencionando desde el principio del discurso, pero en esta parte se percibe con más claridad cuando se determina a los enemigos de la paz como aquellos que han diseñado una "criminal estrategia paramilitar de guerra sucia". La función textual es la expresión escrita del discurso y está conformada por la coherencia textual que, en palabras de Van Dijk, marca el orden de las palabras, el estilo y la coherencia. Estas propiedades del discurso pueden describirse no solo como estructuras abstractas, como se hace en la lingüística, sino también en términos de las realizaciones estratégicas de los usuarios del lenguaje en acción: por ejemplo, los hablantes y los escritores están permanentemente ocupados en hacer que sus discursos sean coherentes. Así, lo que es válido en las estructuras del discurso lo es también para su procesamiento mental y para las representaciones requeridas en la producción y la comprensión: "la cognición tiene una dimensión social que se adquiere, utiliza y modifica en la interacción verbal y en otras formas de interacción" (Van Dijk: 1977(d):22).

El valor relacional de las palabras formalizadas en el texto y la elección de las mismas, depende de las relaciones sociales previas en el texto. Por ejemplo, la palabra "estrategia" adjetivada por palabras tabú como "criminal", se utiliza como expresión peyorativa al segundo calificativo de "paramilitar" que unido a la preposición "de" da sentido a la expresión "guerra sucia", modificador adjetivo de contrasentido que no tiene otra explicación sino la de ser el elemento connotativo fundamental que permite la naturaleza polémica del discurso político, pretendiendo, entre otras cosas, realzar las acciones del hablante-escritor colectivo en detrimento del otro que en este caso no es el gobierno sino los grupos paramilitares al margen de la ley.

La utilización de la proposición "criminal estrategia paramilitar de guerra sucia" revela una intencionalidad oculta que activa valoraciones ideológicas consabidas en los receptores del discurso y que forman parte de la reproducción ideológica de las relaciones de poder ocultas en el lenguaje. El hablante – autor colectivo ejerciendo ideológicamente el derecho consuetudinario auto asignado por su grupo social de denominar al otro con su propio léxico, ocultando, de hecho, su accionar violento como grupo al margen de la ley. Esta relexicalización / remantización por parte del hablante escritor colectivo refleja una función de la ideología: reproducir a nivel del lenguaje asimetrías de poder en las estructuras sociales.

En esta parte del discurso se empieza a evidenciar, desde la perspectiva del cuadrado ideológico, el resaltamiento de las malas acciones de los otros que con su "guerra sucia" atentan contra la zona de despeje, contra la mesa, contra el ritmo de las conversaciones, etc. Este modo de unir las frases con la preposición contra, le permite al discurso no solo manejar el nivel de la denuncia sino valerse del sentido polémico del lenguaje político para dejar en evidencia las ideologías del emisor del discurso.

6)Valga un paréntesis para comentarles, que en Colombia desde siempre, pero particularmente a partir de 1948, se desató una violencia oficial sistemática para aplastar desde el poder al adversario político y de paso expulsar a los campesinos de sus parcelas arrebatándoles sus legítimos títulos sobre ellas.

Para esto utilizaron a la fuerza pública que se agregó sin pudor sicarios a sueldo llamados chuladitas. Masacres, incendios, terror, expropiación, destrucción signaron desde aquel trágico momento nuestra historia a nombre de la defensa de las instituciones y de la civilización cristiana.

Análisis: "Valga un paréntesis" es una frase conectora que permite la digresión en el discurso: el receptor del mensaje cuando escucha esta expresión conectiva, se prepara no solo para abandonar por un momento la idea central que viene manejando el discurso, sino que se dispone a recibir una nueva información. Tal digresión discursiva lleva a que el receptor escuche "un comentario" que hace el hablante escritor. El comentario es la exposición de una idea que no exige para su desarrollo y comprensión la profundidad requerida por la argumentación. De esta manera el hablante –escritor colectivo utiliza una estrategia de limitación de las acciones negativas de su grupo social, del nosotros-grupo, agentizando a los otros (gobierno y paramilitares) la negatividad de la situación actual. Se inscribe así una estrategia de polarización en la que se resalta la responsabilidad de los grupos ajenos y se les negativiza. En la opinión emitida por el hablante – escritor colectivo hay una opinión presupuesta: – "en Colombia desde siempre, pero particularmente a partir de 1948, se desató una violencia oficial sistemática para aplastar desde el poder al adversario"- . Esta presuposición es central para comprender la unidad y la coherencia interna del discurso, y como toda presuposición, es de entera responsabilidad del hablante – escritor colectivo. El criterio semántico de esta presuposición posibilita comprender la unidad transoracional del discurso, es decir, la unidad coherente de sentido presupuesto que el hablante autor expresa en el corpus. Además, es clave para comprender la tesis central que se implica en el discurso: en Colombia desde siempre ha habido violencia. Se presupone, entonces, que la violencia en Colombia es inevitable y que la paz nuca será duradera.

El hablante – escritor colectivo nos da un buen ejemplo de cómo el lenguaje posibilita, a través de la manipulación ideológica, interpretar los hechos históricos. El cuadrado valórico ideológico es claro en maximizar lo negativo –en este caso de otro: el gobierno – y de minimizar lo negativo del nosotros (guerrilla de las FARC-EP). Se infiere que los que han ostentado el poder, han desatado violencias sistemáticas, aplastado al adversario político, expulsado a los campesinos, arrebatado títulos de parcelas, agregaron sicarios a la fuerza pública, propiciado masacres, incendios, terror, expropiación, destrucción, y todo en defensa de las instituciones y de la civilización cristiana.

Se presupone que estos gobiernos han sido pillos, asesinos, ladrones, incendiarios, expropiadores, terroristas e intolerantes políticos y religiosos. Se presupone que son insensibles con los campesinos porque los expulsan y les arrebatan los títulos de las parcelas.

En los modelos del hablante – escritor colectivo se hace necesario considerar las creencias religiosas. Esto define la pertenencia a otro grupo ideológico, además del grupo cultural y social al que pertenecen: el grupo que denuncia las masacres, incendios, terror, expropiación y destrucción a nombre de la defensa de la religión cristiana. Así, la visión comunista de principios del siglo XX Marxista-Leninista está profundamente arraigada en el hablante-escritor colectivo, transformando el discurso en un proselitismo valórico muy semejante al sostenido por los líderes de la revolución rusa. La utilización de un léxico con palabras tabú –desatar, aplastar, expulsar, arrebatar, sin pudor, masacres, incendios, terror, expropiación, destrucción, trágico – posibilita activar la ideología antirreligiosa y además reproducirla mediante el discurso. El autor del discurso hace presuponer que la religión cristiana es un mal cultural. De esta forma está implicado el rechazo a la religión cristiana así como a las instituciones que conforman la actual democracia colombiana. Este rechazo a las instituciones pone en evidencia la ideología política, pues se denuncia que las instituciones se han cimentado a través de actos tan reprochables como son las masacres, incendios, expulsiones, etc.

7) Esos mismos asesinos y la vandálica modalidad operativa de arrasar con la población civil desde el poder del estado, son la manifestación de la misma estrategia paramilitar que hoy, 51 años después, continúa llevando su macabro mensaje de terror a los fincarios, a los líderes de la comunidad y a quines se oponen al régimen. Recordemos que para ese entonces no existía la guerrilla revolucionaria, que se formó y consolidó tan solo muchos años después, primero como respuesta a esa criminal estrategia del Estado y posteriormente con el objetivo de alcanzar el poder político en procura del cambio estructural de la sociedad.

Análisis: el análisis de la valoración experiencial, relacional y expresiva de las palabras emitidas por el hablante escritor colectivo, revela la intencionalidad encubridora de una parcialidad valorativa real mediante una imparcialidad valorativa aparente: "asesinos", "vandálica modalidad operativa", "arrasar con la población civil", "estrategia paramilitar", "macabro mensaje de terror", "Régimen", muestran una parcialidad mimetizada en el léxico que el emisor quiere mostrar como imparcial. Las relaciones ideológicas significativas entre las palabras se tornan evidentes cuando se tiene en cuenta los siguientes aspectos:

  • a) En el esquema clasificatorio del léxico utilizado se inscribe la estrategia de emisión de juicios de valor negativos respecto del otro, acentuado con palabras tabú – todas ellas referidas al ámbito de la muerte – sus malas acciones y mitigando al máximo sus buenas acciones.

  • b) La aserción defendida mediante argumentaciones por el hablante escritor colectivo es objetiva y valorativa. El fundamento de que el arrasamiento de la población civil es producto de la estrategia paramilitar que lleva 51 años de existencia se basa en un criterio de verdad socialmente compartido con supuestas bases tanto en observaciones empíricas como investigaciones académicas –estudios sobre la violencia colombiana, algunos de los cuales se trabajaron en la introducción de esta investigación – de tipo social.

  • c) La contrastación de palabras como mismos asesinos – vandálica modalidad – arrasar población civil –estrategia paramilitar – macabro mensaje – oponen al Régimen, cumplen la función de significar un conflicto interhumano, con lo cual se pretende hacer creer que lo dicho no es una creación del hablante-escritor colectivo ni de su grupo social, sino una asimetría de poder, violenta e inevitable. A través del lenguaje se expresan estructuras organizativas de la sociedad cuyo origen no sería de responsabilidad del grupo al cual se adscribe el hablante – escritor sino de los otros.

  • d) El léxico, lo gramatical y lo pragmático se unifican para dar sentido a lo dicho directamente y a lo dicho indirectamente: la inevitabilidad de los hechos referidos a la relación Régimen – dominados, la improcedencia de justificar una violencia con 51 años de existencia, la intención perlocucionaria de convencer de la inutilidad de oponerse al fatalismo de la historia de Colombia en donde, desde siempre, ha habido violencia.

  • e) El uso de la oración "la vandálica modalidad operativa de arrasar con la población civil desde el poder del estado" corresponde a una estrategia discursiva que activa a través de la estructura semántica profunda, una identificación con una ideología política a la cual pertenece el hablante- escritor colectivo. La relación entre la estructura social asimétrica reconocida por el hablante – escritor colectivo y las estructuras discursivas está mediatizada por la Interpretación –representación de lo social, efectuada en la conciencia del hablante –escritor en relación con sus modelos de hechos y de contextos. La ideología sustenta, activa y reproduce tales representaciones.

  • f) La creencia valorativa de sí mismo y del grupo al cual representa es emitida por el hablante – escritor por medio de una descripción de responsabilidades históricas que lleva a pensar en una antes, en un ahora y en un después, identificándose como "la guerrilla revolucionaria" que tiene, para un futuro, "el objetivo de alcanzar el poder político en procura del cambio estructural de la sociedad". El uso de sintagma como "cambio estructural de la sociedad" denota la presencia de un metacolectivo singular al que se le atribuye la agentividad de todo lo que se realice en el presente. El modelo socio – cognoscitivo del hablante – escritor se expresa como opinión (creencia valorativa) y como ideología, las cuales coinciden en la coherencia discursiva que, después de una perspectiva socio cognitiva, se relaciona con los modelos. La coherencia de este discurso en particular, la propiedad de sus oraciones – proposiciones de configurar una unidad semántica, está definida en forma relativa y referencial respecto de un modelo de lo que se está hablando, de los hechos referidos. Este modelo preconfigurado se relaciona con las valoraciones del cuadrado ideológico, esto es, de resaltar las acciones malas de ellos (estado y paramilitares) y buenas de nosotros (guerrilla de las FARC –EP), y de mitigarlas acciones buenas de ellos y malas de nosotros.

8) Sirva esta fugaz digresión histórica, para adicionar elementos a las reflexiones de hoy, para refrendar un aserto que a veces tiende a escamotearse: el paramilitarismo es una estrategia nacida de la doctrina de la Seguridad Nacional, enseñada y transmitida en las escuelas de formación militar continentales, que en Colombia pretende erigirse como tabla de salvación de unas instituciones incapaces de prospectar un futuro digno para nuestra nación.

Las diversas lecturas que sobre el paramilitarismo gravitan alrededor de la mesa de Diálogos, han generado dificultades adicionales al proceso, porque los hilos entrecruzados de la Fuerza Pública con los ejecutores de las masacres, de las expropiaciones de fincas, de los asesinatos selectivos de líderes populares y del terror generalizado, son cada vez más evidentes sin que parezca existir la fortaleza institucional que lo pueda derrotar internamente.

Tras la mampara de enfrentar a la guerrilla revolucionaria con la guerra sucia, se esconden grandes negociados del narcotráfico, turbias aspiraciones politiqueras, corruptelas de los gamonales de siempre y la maleable moral de la diplomacia estadounidense, que como todos sabemos no tiene amigos sino intereses.

El paramilitarismo es hijo ilegítimo y vergonzante del Estado Colombiano. Su negativa a reconocerlo como tal ha resquebraja-do aún más su capacidad y por momentos lo ha colocado cerca del colapso.

De no adelantarse una ofensiva seria contra la estrategia paramilitar para enfrentarla y derrotarla como se concluyó tanto en El Acuerdo de los Pozos como en el encuentro con la dirigencia política nacional el pasado 28 de febrero, será bastante difícil avanzar hacia los acuerdos duraderos.

Análisis: El análisis basado en modelos preexistentes en el hablante – escritor se basa en el principio de que no todo lo que se sabe se dice. En razón de lo contextual, solo se dice lo que favorece al nosotros y desacredita al ellos. Hay una estrategia global de manipulación de los datos históricos en beneficio del nosotros. El volumen de las proposiciones que resaltan lo negativo de ellos y lo positivo de nosotros se va acrecentando cada vez más respecto del volumen de las proposiciones que resaltan lo positivo de ellos y lo negativo de nosotros. La importancia de los hechos históricos que se utiliza para argumentar el concepto de "paramilitarismo" están estructurados jerárquicamente en los modelos de acontecimientos, en la conciencia del hablante – escritor, de tal manera que dichas jerarquizaciones son manipuladas en el significado global del discurso: las proposiciones más favorables a ellos aparecen solo en la micro estructura discursiva. En cambio, las proposiciones desfavorables al nosotros aparecen como macro proposiciones omnicomprensivas que llevan a concluir la argumentación sobre paramilitarismo como una advertencia –"de no adelantarse una ofensiva seria contra la estrategia paramilitar(.( será bastante difícil avanzar hacia los acuerdos duraderos" – que va prefigurando el futuro del proceso de paz. La interpretación global de los hechos históricos seleccionados por el hablante – escritor influye de esta manera en la tematización (advertencias que el hablante – escritor – pone de manifiesto en el discurso para que se pueda llegar a un acuerdo de paz) y en la coherencia global.

9) Pero si bien es cierto que el paramilitarismo representa un peligro para el proceso de reconciliación, también debemos señalar que la solución a los retos planteados por la siembra de coca, amapola y marihuana se torna cada día más crítica por su incidencia en la economía y la política mundiales. En ese gran reto de la humanidad por borrar el narcotráfico de la faz de la tierra, atacando todos y cada uno de los eslabones que conforman la cadena, ningún país, por poderoso que sea, puede arrogarse el derecho exclusivo de combatirlo o la posesión monopólica de las estrategias para derrotarlo. Mucho menos puede pretender pasar por sobre la soberanía de ninguno otro país so pretexto de su prestancia moral o su grado de afectación.

Colombia, atribulada por las dificultades, necesita resolver su tarea de erradicación de cultivos ilegales por la vía de la persuasión y los acuerdos con las comunidades. Los planes unilaterales de fumigación y de violencia tanto química como biológica, lesionan el suelo patrio, nuestra dignidad nacional y solo logran desplazar el problema. Son una agresión contra más de 350 mil familias pobres, que no tienen alternativa; contra el equilibrio ecológico en tanto afectan irreversiblemente la vida humana, animal y vegetal vale decir la biodiversidad, pilar de nuestro futuro; y porque impele al campesino a profundizarse y a ejecutar nuevas tumbas de montaña, acelera el proceso de recalentamiento de la tierra por la disminución en la producción de oxígeno en la cuenca amazónica. Mucho menos funcionarán esos diseños, si están sustentados en la guerra para ponerlos en marcha. La legítima resistencia interna que ello crea, se añade al desequilibrio militar que empieza a darse en la región y a los interrogantes lógicos que surgen en nuestras fronteras. Si nos atenemos a las dramáticas cifras proporcionadas por la Oficina de Naciones Unidas para el Control de Drogas y la Prevención del Crimen (Unodccp) -Global Ilicit Drug Trends 2000- la guerra contra las drogas declarada hace 30 años por el presidente Nixon ha sido un completo fracaso: más drogadictos, más volumen de sustancias psicotrópicas consumidas, más hectáreas cultivadas, más corrupción, más dinero del narcotráfico en el torrente del sistema financiero internacional, aumento de las fábricas de insumos químicos, más guerras y crecientes tensiones en las fronteras. Un verdadero desastre, manejado con la doble moral de la gran potencia.

Nos sentimos identificados con las voces que desde la comunidad europea señalan que la erradicación de cultivos ilegales no es un problema continental, sino un gran problema hemisférico y mundial, que requiere de políticas sociales, por eso su éxito depende de una planificación colectiva, de un compromiso común y del apoyo de los más solventes a las comunidades sumidas en la obligatoriedad de tales cultivos para su sobrevivencia.

Las FARC-EP reiteran su propuesta de implementar un plan piloto de sustitución de cultivos en Cartagena del Chairá, también en el criterio de soluciones acordadas con las comunidades, en planes que propendan por la preservación de la biodiversidad y la reforestación y, por supuesto, en la legalización del consumo de psicotrópicos en el mundo entero.

Análisis: La utilización de la conjunción adversativa pero, esta vez unida a una frase conectiva "si bien es cierto" en la que "si bien" conforma una expresión compuesta por dos afirmaciones – es decir, una doble afirmación – seguidas de la expresión "es cierto" que es un conector de certeza equivalente a es evidente que, es indudable que, y que generalmente se utiliza para señalar que los enunciados que le siguen son argumentos validados previamente por el autor y/o la comunidad, por lo cual se hace innecesario ponerlos en duda. Es decir que, en el caso que nos ocupa, dos enunciados son considerados de certeza por el hablante – escritor: A) el paramilitarismo representa un peligro para el proceso de reconciliación (lo cual presupone que si no se erradica el paramilitarismo, tal y como ellos lo plantean, no habrá proceso de paz). El proceso es entre ellos y el gobierno. No se dice pero se presupone que en ningún momento las FARC-EP admitirán como otro miembro más en la Mesa de Diálogo y Negociación a los Paramilitares, a pesar de haber sido considerados en el saludo del Presidente Pastrana a los embajadores de los distintos gobiernos, como otro grupo que estaba al margen de la ley. Este aspecto es silenciado por el hablante – escritor, ya que si se admite que los Paramilitares están siendo medidos por el mismo rasero ante el gobierno, se les daría frente a la opinión pública un reconocimiento político igualitario al que tiene la guerrilla. 2) La solución a los retos planteados por la siembra de coca, amapola y marihuana, se torna cada día más crítica por su incidencia en la economía y política mundiales. La oposición argumentativa es claramente valorativa, pues expresa una opinión del hablante – escritor, más no así la opinión de los supuestos beneficiados (los cultivadores) con un proceso deseado por ambas partes. Además, se señala otra estrategia del nosotros que se concretiza en las siguientes proposiciones que sirven para señalar el cambio de tema del "paramilitarismo" a otro de igual envergadura para los acuerdos de paz, como es el del "narcotráfico": la tematización de los párrafos, es decir, la existencia actual del narcotráfico está relacionada con la semantización profunda que se da en lo no dicho como es la relación de la guerrilla de las FARC-EP con el narcotráfico, – muchas veces denunciada por los periódicos colombianos, por el TIME y otros medios de comunicación -, en las proposiciones implicadas, en las presuposiciones, etc. La conclusión sobre la existencia del narcotráfico es: el narcotráfico existe porque el Control de Drogas y la Prevención del Crimen (.( ha sido (presupuesto) un verdadero desastre, manejado con la doble moral de la gran potencia.

Se cumple aquí con los principios de la contrastación ideológica entre el comunismo marxista – leninista y el capitalismo – en presencia de los Estados Unidos de América -. En palabras de Van Dijk (1996 (a):18) "las relaciones entre sociedad e interacción, y por tanto entre sociedad y discurso, son necesariamente indirectas, y están mediadas por representaciones mentales compartidas por actores sociales en tanto miembros de grupos". En esta perspectiva, las ideologías son sistemas que sustentan las cogniciones sociopolíticas de los grupos (en este caso capitalismo –comunismo), y como las ideologías influyen en los conocimientos y creencias de los individuos a través de diversas formas de representación social como son el conocimiento y las actitudes socioculturales, se comprende la situación concreta que controla este discurso cuando el hablante – autor al presentar el problema del Control de Drogas y la Prevención del Crimen, se vale de las cifras proporcionadas por la oficina de Naciones Unidas y concluye diciendo que son "(.( un verdadero desastre, manejado con la doble moral de la gran potencia". Así, con respecto a este problema las FARC-EP incluyen en sus argumentaciones sus valores más significativos, haciendo una selección propia y específica de aquellos intereses que competen a la economía y a la política del mundo entero, y se atreven a hablar de "ese gran reto de la humanidad por borrar el narcotráfico de la faz de la tierra y se identifican "con las voces de la comunidad europea" cuando "señalan que la erradicación de cultivos ilegales no es un problema continental sino un gran problema hemisférico y mundial". Así, en la producción de este texto, el modelo de los hechos (representación de hechos) están dialécticamente relacionados con lo real objetivo que se manifiesta en oposición a las políticas que devienen de la gran potencia (Estados Unidos) para controlar el problema de las drogas y del crimen organizado.

Esta estrategia discursiva intenta mostrar las asimetrías productivas entre ellos y nosotros. Se presupone que la dominación de la gran potencia, más que el problema de la droga y del crimen organizado, les interesa hacerse con el control de la región. Se presupone que la gran potencia traerá el desarrollo, la industrialización y el empleo adecuado del as tierras que al momento vienen siendo objeto de "planes unilaterales de fumigación y de violencia tanto química como biológica que lesionan el suelo patrio".

En este discurso como no hay marcas del yo, la enunciación cumple con el acto ilocucionario de aseverar – convencer a cargo de un enunciador "desapareciendo" el locutor – actor. Los propios enunciados proponen un enunciador de la enunciación como actor de los enunciados y del acto de convencer, que ya no es el autor real de los enunciados sino una autoridad intemporal. Esta estrategia permite dejar la impresión que en discurso no se están utilizando las opiniones sino las aserciones. En los enunciados mismos e encuentra una polifonía conformada por el autor real del discurso y un enunciador "extradiscursivo" que le confiere autoridad y que asume la responsabilidad de lo dicho cuando se manifiesta directamente, tal y como sucede en el siguiente texto: – "Las FARC-EP reitera su propuesta de implementar un plan piloto de sustitución de cultivos en Cartagena del Chairá, también en el criterio de soluciones acordadas con las comunidades, en planes que propendan por la preservación de la biodiversidad y la reforestación y, por supuesto, en la legalización del consumo de sicotrópicos en el mundo entero" -. En este caso, la enunciación misma implica el punto de vista del autor – colectivo, sus creencias valóricas en relación con sus modelos de acontecimientos, de contexto y de su ideología que le permite resaltar de nuevo, como sucede en el texto anterior, las acciones buenas del nosotros que contrastan a su vez con las malas de un ellos que en este caso son los Estados Unidos de Norteamérica.

10) Señores delegados: Colombia está ahogándose en las miserias ocasionadas por sus compromisos financieros con la banca internacional. La tercera parte del presupuesto nacional, debe ser entregada cada año, puntualmente, como pago por los servicios de la deuda, a pesar de lo cual ésta continúa creciendo transformándose en amenaza para nuestro futuro como nación soberana.

Con la deuda externa nos está sucediendo lo mismo que con la vivienda financiada por el sistema UPAC: se recurre a los préstamos por necesidad, la banca impone sus condiciones y a pesar de cumplírsele con los compromisos adquiridos y de cancelarse varias veces el valor del préstamo inicial con sus intereses, al final todo queda en manos de ese capital usurero. Lo absurdo de esta comparación es que aludimos no a una casa de habitación sino a todo el patrimonio económico de una nación.

Y más grave aún, que cada préstamo implique onerosos condicionamientos por parte del Fondo Monetario Internacional, sometiendo a nuestros necesitados países a políticas definidas desde los centros mundiales del poder elaboradas no precisa-mente para favorecer a los débiles.

Será imposible construir un proyecto de nación viable, de no hacerse un replanteamiento serio sobre la deuda, sus intereses, sus amortizaciones y su destino final.

Planteamos a la comunidad internacional la necesidad de una moratoria de 5 años del pago de los servicios de la deuda, de forma tal, que podamos durante un lustro disponer para la INVERSIÓN de esa TERCERA PARTE DEL PRESUPUESTO NACIONAL, dándole a Colombia el oxígeno requerido para avanzar en la reconstrucción de su tejido social. Sería un aporte concreto al proceso. La disponibilidad y control de esos recursos deben quedar a disposición de la Mesa, dados los altísimos grados de corrupción de la llamada clase política colombiana.

Análisis: El discurso marca una digresión temática y para ello interpela directamente al destinatario político de naturaleza apostrófica como es la expresión "señores delegados". El texto se enfoca utilizando una construcción no personal con una palabra – símbolo "Colombia". Este recurso permite establecer las diferencias de actitud del emisor político con respecto a su discurso y al destinatario al cual va dirigido. Además, le permite hablar a las FARC-EP del problema de la deuda externa, valiéndose del carácter polémico del lenguaje político que, para explicar el problema de la "deuda externa", se ve en la necesidad de crear un adversario "El Fondo Monetario Internacional", pues, en política "si no existe un adversario, hay que fabricarlo" (Rebollo, 1993:28). Según el cuadrado ideológico, en este texto aparece de nuevo el resaltamiento de las acciones malas de ellos. En este caso del Fondo Monetario Internacional – a quienes – "al cancelarse varias veces el valor del préstamo inicial con sus intereses, al final de todo queda en manos de ese capital usurero. (.( y más grave aún, que cada préstamo implique onerosos condicionamientos por parte del Fondo Monetario Internacional, sometiendo a nuestros necesitados países a políticas definidas desde los centros mundiales de poder elaboradas no precisamente para favorecer a los débiles" -. En este texto, el elemento valorativo de "nación" presenta una connotación positiva en cuanto le permite al emisor político hablar de – "esta (la deuda) continúa creciendo transformándose en una amenaza para nuestro futuro como nación soberana" -. El discurso vuelve a retomar su matiz de advertencia cuando se dice que – "Será imposible construir un proyecto de nación viable de no hacerse un replanteamiento serio sobre la deuda" -. El texto permite que el sentido de la palabra – símbolo "nación" sea no solo político sino ético, pues dentro de la denominación de "la nación", esta se califica como de "viable" – Adj. 1 Que puede ser llevado a cabo (RAE, 2000) -. Es decir, que se está pensando en un proyecto para construir una nueva nación en el que supuestamente se incluiría a toda la sociedad. De esta manera, la adjetivación le da licencia al hablante – escritor para que haga un planteamiento a la comunidad internacional de "una moratoria de cinco años del pago de los servicios de la deuda" y lo califica como un "aporte concreto al proceso", argumentando que – "la disponibilidad y control de esos recursos deben quedar a disposición de la Mesa, dados los altísimos grados de corrupción de la llamada clase política colombiana" -.

Este último argumento con relación a la deuda externa está formado por una coherencia textual cuyo valor relacional de las palabras depende no solo de su elección dentro del contexto sino de las relaciones sociales previas en el texto. Por ejemplo, la palabra moratoria: – s.f. DER. Ampliación del plazo que se tiene para cumplir una obligación, esp. Para pagar una deuda vencida. (DRAE: 2000) -, está siendo usada con una intención positiva, pero encubierta por el uso extendido de ella al referirse a que ésta sería "un aporte concreto al proceso", cuyos "recursos" deben quedar a disposición de la Mesa: en la Mesa de Diálogos participan todos, los de derecha y los de izquierda, es decir que no existen exclusiones de participación para los asuntos del proceso de paz, pero, en cuanto su asentamiento o lugar físico contextual, está por fuera de Bogotá en donde funciona la administración de gobierno, ya que la Mesa funciona en la zona de distensión en donde se obedece la ley de la guerrilla. Se revelan aquí tres intencionalidades ocultas en el locutor de activar valoraciones ideológicas consabidas y muy arraigadas en los destinatarios políticos: la primera, se evidencia cuando el emisor habla de "los altísimos grados de corrupción de la llamada clase política colombiana", reforzando la imagen negativa de los otros. Además, se refuerza ideológicamente una oculta posición de asimetría política, puesto que se presupone que el texto está dirigido a una grupo social que se siente en una posición de superioridad frente al hablante –escritor colectivo que sigue siendo considerado como parte de un grupo al margen de la ley. La segunda, tiene que ver con la intención de participación en los asuntos de la hacienda pública colombiana en los cuales necesitan participar administrativamente las FARC-EP para fortalecer los espacios políticos desde la legalidad. La tercera y última valoración ideológica está marcada por el adjetivo "concreto". Obsérvese que cuando se construye el sintagma "aporte concreto", se le está diciendo al interlocutor político que de ellos necesitan primero que todo –"concreto"- una ayuda económica para construir "el proyecto de nación viable", y que esos dineros podrían venir de la moratoria que hiciera el Fondo Monetario Internacional (presupuesto).

11) Para finalizar, queremos reclamar su atención sobre nuestra problemática agraria ubicada en el centro del conflicto. La tenencia de la tierra en Colombia, es una monstruosa criatura semifeudal que retrasó y trancó el desarrollo económico de todo nuestro sistema productivo y generó una república señorial, asentada en el gamonalismo como forma esencial de las relaciones políticas.

La acrecentada tendencia de concentración de las tierras fértiles con las mejores vías de comunicación en unas pocas manos y la expulsión de más de 2 millones de campesinos de sus parcelas en los últimos 5 años, grafican la tragedia que invade a nuestros campos.

Los megaproyectos que suponen los canales interoceánicos en marcha, las fuentes de agua dulce, la amazonía con su riqueza genética, biológica y de recursos naturales no renovables han sumado nuevos elementos a una problemática de por sí compleja y sensibilizada aún más por el ejercicio del narcotráfico en procura de legalizar sus sucios capitales con la compra de tierras.

Si a esto agregamos el desastre que para nuestra economía agraria significó la neoliberal e infame Apertura Económica del gobierno de César Gaviria, tendremos una visión más completa de la situación que atraviesan nuestros campos. La verdad, es que anualmente estamos importando 8 millones de toneladas de alimentos que producíamos acá, antes del desastroso gobierno del señor Gaviria.

Esta situación, reclama actitudes positivas de la comunidad internacional, particularmente de aquellas naciones de economías poderosas, que pueden abrir fronteras a muchos productos nuestros y eliminar aranceles aduaneros para facilitar la realización de las mercancías colombianas. Es evidente que necesitamos unos pactos internacionales de comercio más generosos con nuestros marginados países.

Análisis: En esta parte del discurso predomina el tono de conclusión y vuelve a configurarse una opinión valorativa con respecto a la problemática agraria que ellos consideran "ubicada en el centro del conflicto". Es el recuento último (para finalizar) "la tenencia de la tierra en Colombia grafica su propia tragedia" (presupuesto). Esta interpretación es inferida de todo lo textual precedente y de la frase que en su situación contextual es un enunciado que comienza con una frase conectiva "Es evidente que", la misma que sirve para señalar restricciones a las afirmaciones, así como restricciones epistemológicas para el hablante escritor: – "Es evidente que necesitamos unos pactos internacionales de comercio más generosos con nuestros marginados países" – .Explícitamente, el hablante – escritor afirma algo que queda claro para él y que llega al destinatario con el matiz de petición. Es evidente que es una frase conectora que permite concluir esta parte del discurso con la intención de que el interlocutor se sienta artífice del proceso de paz, – ¿y yo qué puedo hacer para mejorar esta situación?- se preguntaría el interlocutor al escuchar que esta problemática es de todo un continente. Así, la primera persona del plural retomaría su importancia dentro del contexto a pesar de su complejidad, pues aquí el nosotros se colectiviza de tal manera que ya no se refiere al nosotros del emisor político FARC-EP sino que hace referencia a los países de América Latina (sobreentendido).

La tenencia de la tierra en Colombia se sobreentiende opuesta a "la acrecentada tendencia de concentración de tierras fértiles con las mejores vías de comunicación en pocas manos". El concepto Tierra se presenta como valóricamente opuesto a concentración. En esta parte del discurso, los sobreentendidos se hacen necesarios para develar la intencionalidad oculta del hablante-escritor, y como se dijo antes, se debe recurrir a ellos porque son interpretaciones que pertenecen a otro momento de la comprensión y que surgen del sentido de la enunciación sin estar marcados en el significado de las frases. Si la interpretación la realiza un lector que pertenece al mismo grupo social del hablante-autor, con modelo de contexto y acontecimientos semejantes, la inducción de sobreentendidos actúa reproduciendo ideologías que aparecen para justificar las asimetrías culturales inscritas en el discurso. En caso contrario, si el lector pertenece a un grupo social distinto al del hablante-escritor, la interpretación la realizará por medio del contrasentido y los sobreentendidos le ayudarían a generar la controversia.

14) Proponemos a este encuentro, la programación y realización de TRES EVENTOS especializados, para abocar en cada uno de ellos los temas enunciados anteriormente, a saber: Sustitución de Cultivos Ilegales, Deuda Externa y Política Agraria. La comunidad internacional, el gobierno nacional, las FARC-EP y las organizaciones sociales colombianas nos encontraríamos acá, en Los Pozos, para aportar salidas concretas y avanzar en la consecución de la paz.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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