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Utila, Islas de la Bahía (página 4)

Enviado por ahrbom


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Capítulo XIII

La Epidemia de Viruela en la Isla.

Te adoramos, nombre eterno,

y humildemente te confesamos.

Cuan débil es nuestra carne;

somos mortales gusanos.

Los peligros nos acechan,

nos empujan a la tumba.

La enfermedad nos ataca

y precipita nuestro fin.

¡Gran Dios: En que débiles hilos

cuelgan las cosas eternas,

la eterna condición humana,

de delicadas amarras!.

En el año 1891 un manto de desastre y melancolía amortajo nuestra isla amada. La espantosa viruela llego a algunos hogares de los Cayos, trayendo la muerte en su huella. Los valientes nos acobardamos. Los orgullosos se humillaron ante la muerte y pestilencia sembrada por el mensajero de Dios. Me siento incapaz de describir este terrible lapso de sombra en la historia de Utila.

Los registros están llenos de interés tanto como de tristeza. Existe gran cantidad de información sobre el caso, y resulta difícil resumirla de manera apropiada. Confieso que toco el tema con mucha modestia.

Algunos habitantes de Los Cayos tenían plantaciones en Cuera, en el continente. Ellos iban allá semanalmente o en cualquier oportunidad que se les presentara, para vender su fruta.

Sucede que la epidemia de viruela broto en Cuera en 1891. era de tipo benigno, y la gente la llamo epidemia suave. Los pacientes se recuperaron pronto. Nadie murió. Por eso los habitantes de Los Cayos pensaron que no había peligro, y continuaron yendo y viniendo sin temor.

El comercio era fuerte. Los hombres eran diligentes en asunto de negocios. Iban a Cuera en los primeros días de junio, cortaban y embarcaban la fruta y entonces regresaban a sus hogares.

Antes de abandonar Cuera, sin embargo, algunos de ellos yuvieron oportunidad de ver a un enfermo que estaba en condiciones lamentables. Los hombres de Los Cayos, al verlo, supieron al instante que la enfermedad era la viruela. Ninguno de ellos había visto antes a los pacientes con viruela. Tuvieron que salir de Cuera inmediatamente. Uno de ellos ya tenia alta fiebre. este era Daniel Howell. Los otros salieron de Cuera el sábado 13 de junio. Al llegar a Los Cayos se fueron para sus casas esa misma noche. Daniel Howell se quedo en Cuera hasta el lunes 15 de junio, por la mañana. Con el se hallaba su hijo, Edwin, un adolescente de 17 años. Salieron de Cuera a las seis de la mañana en una canoa de remos, sin techo.

Era un día tranquilo. Calma vidriada, y el sol era abrasador. La fiebre de Daniel aumento, y Edwin se vio forzado a remar las 18 millas del viaje.

Vale la pena recalcar que tanto Daniel como su hijo Edwin probaron ser héroes en ese viaje desde la costa. El primero por la casi increíble negación de si mismo, y el ultimo por su maravillosa resistencia. El caso sucedió de la siguiente manera:

Ellos solo llevaban un pequeño cántaro con agua, algo totalmente insuficiente bajo las circunstancias en que viajaban. Con ese calor tropical, el sudor producido por el ejercicio, Edwin no podía seguir remando sin una cantidad razonable de agua. Su padre, al comprender esto, solamente mojaba sus labios tostados con gotas de agua, aun cuando sufría de una fiebre ardiente que se intensifica grandemente con el sol.

Pero aun con suficiente agua y con un día cálido, el trabajo de remar una canoa de buen tamaño a lo largo de 18 millas, es muy pesado para un hombre sano y fuerte, no digamos para adolescente. Su padre estaba agonizando. Todo dependía de la fuerza y perseverancia de Edwin. El parecía saberlo. Cada movimiento del remo lo acercaba mas a su meta. Así que remo y remo, y triunfo. Lector, ¿No es este un acto heroico?.

Después de un largo y cansado viaje, llegaron a Los Cayos como a las 4 o 5 de la tarde del mismo día. El hombre enfermo no permitió que lo llevaran a ninguno de Los Cayos que estaban habitados. Hizo que Edwin lo dejara en el cayo Jack O’Neil. Allí había una casa solitaria – la primera residencia del señor Henry Cooper. Fue dejado en esa casa, y se notifico a su esposa. Esta, inmediatamente llego para atenderlo. El le mostró las ampollas que ya la habían comenzado a salir en el cuerpo. Pero ella no creía que fuese viruela.

Al día siguiente por la mañana ella lo mando a llevar a su casa, en otro de los cayos. La enfermedad progreso rápidamente hacia una conclusión fatal. Ella siguió cuidándolo fielmente hasta el viernes por la mañana, en que la Municipalidad (Consejo de la salud), ordeno que lo devolvieran al cayo Jack O’Neil. Sus dos hijos, Herbert y Edwin, estuvieron con el hasta su muerte. Daniel murió el sábado 20 de junio por la mañana. su hermano Damon también obro de manera noble, estuvo con el en su muerte. Daniel tuvo una muerte de justos; llevaba una vida cristiana.

Como antes mencione, los hombres regresaban de Cuera pensando que estaban libres de la epidemia, y fuera de peligro. Estos hombres eran: Elijah, Esau y Spurgeon Cooper, George y Augustus Dimon, Simeon Hill y Thomas Howell. Pero algunos de ellos ya estaban sentenciados. La viruela broto en Simon Hill el 22 de junio, y en su esposa, Prudence, el 8 de julio. George Dimon también se contagio. Fueron rápidamente movilizados de sus casas y puestos en rígida cuarentena. Dimon tuvo una enfermedad suave. Los otros la tuvieron en la peor forma imaginable. Prudence Hill sufrió una agonía incontable y murió el 19 de junio. Murió en Jesucristo. Había sido separada de sus hijos, uno de ellos un bebe; separada de sus padres y demás seres queridos; sin escuchar sus voces, sin una mujer a su lado para ayudarla en la condición tan deplorable y lastimera en que se encontraba; sin nadie para aliviarla. Cerca de ella estaba su esposo; pero el pobre se hallaba inútil y nauseabundo por su terrible enfermedad, y también necesitaba ayuda y comodidad.

George Dimon le brindo a la enfermedad la asistencia y comodidad que estaba a su alcance. La noticia de la muerte de su esposa llego a nosotros el domingo por la mañana. yo mire la canoa viniendo de Los Cayos. Llego hasta tocar la boya en el puerto, que era el lugar fijado para las canoas de Los Cayos. Un bote de la costa se le acerco para comunicarse, y regreso con la sentida noticia.

Yo espere frente a la residencia Woodville, con la Sra. Woodville, la señorita Carrie Warren y la señora Gabourels, hasta que el Capitán Woodville llego del muelle con la noticia.

Nunca podré olvidar el solemne momento cuando el Capitán Woodville dijo: "¡Prudence esta muerta!".

Nuestras simpatías con los dolientes, incluyendo a Tío Jimmy y su esposa, los padres de la difunta, quienes habían sido avisados, fueron muy sinceras.

Nadie de aquí sabia como tratar la viruela. Pero había una mujer española viviendo en Roatan, quien sabia sobre el tratamiento. La Municipalidad aseguro a sus servicios. Ella vino y cuido a todos los enfermos fielmente, hasta que la enfermedad cedió. Entonces la señora regreso a Roatan, llevándose la gratitud de todos.

Tan pronto como se confirmo que la enfermedad era viruela, el Consejo de salud de Puerto Este puso en cuarentena Los Cayos y las partes infectadas de la costa. La gente de Los Cayos llevo sus provisiones desde Puerto Este, donde se les había separado un almacén bien provisto para que no les faltara nada, incluyendo las medicinas.

Puedo añadir que, aunque la gente de Puerto Este tomo todas las precauciones posibles para mantener la enfermedad fuera del pueblo, fueron considerados con sus vecinos y pacientes de Los Cayos, y los trataron con caridad cristiana y benevolencia.

Concluiré este capitulo atemorizador diciendo que la iglesia elevo sus manos a Dios implorando su piedad. Elevo su voz en humilde petición rogando al Señor del Cielo detener la terrible peste. El oyó nuestras suplicas. Sano la enfermedad, consoló los dolientes y nos envió nuevamente salud y tranquilidad.

¡ Bendigan nuestras almas al Señor ¡

Capítulo XIV

Generalidades.

Nuestra gente es moderada, tranquila y hospitalaria. La moralidad es excelente, aunque no perfecto. Su amor por la belleza se nota fácilmente en los suaves pero gustosos adornos que exhiben en sus casas, y en los bien cuidados jardines a su alrededor.

La gente ha establecido un standard de "excelencia ideal", al cual aspira firmemente. Pero el modelo es cambiado con frecuencia, y elevado a un grado mayor, y, ¿quién, teniendo un ideal superior, estará satisfecho con el progreso actual? "Pliny nos informa" –dice F. F. French- "que Zeuxis, el artista eminente, pinto aun niño sosteniendo un plato lleno de uvas, tan naturales que los pájaros volaban cerca, intentando picotearlas. Zauxis, no obstante, estaba insatisfecho con la pintura, y dijo: Debí haber pintado mejor al niño, así los pájaros tendrían miedo de acercarse". Por lo tanto podemos darnos cuenta de que siempre hay posibilidad de mejorar. Muchos de los lideres entre la gente han sido y son personas de energía, así como inteligentes y con buen sentido común. Y siempre apoyaron sinceramente el bienestar de las comunidades. El Señor Henry Cooper, quien todavía vive, es uno de ellos. El siempre iba adelante en todo lo que podía beneficiar a la isla, y ponía todo su corazón en hacer el bien. El le dio liberalmente a la iglesia; generosamente contribuyo al apoyo de la educación, a pesar de que no tenia hijos; y fue un fuerte defensor del buen orden y progreso, comenzando por dar el ejemplo. En el, un extraño, viudo y huérfano, se podía encontrar a un buen amigo. Y otros como el están también dando un fuerte empujón a la civilización de la isla.

También eminentes mujeres han vivido y muerto en la isla, y muchas almas nobles todavía siguen sus huellas.

Elizabeth Wilder –Tía Betsy- era una persona de quien cualquier familia justamente pudiera sentirse orgullosa. Era un alma bendita y, en la isla, un ejemplo de bondad. Ella fue la joven con quien el seor Warren contrajo matrimonio. después de muerto el señor Warren, ella se caso con el señor Wilder, quien era en esa época Director de la escuela diurna de la isla, o, mas bien, de Los Cayos, pues la gente no se había mudado a Puerto Este todavía.

Tía Betsy era simpática y dulce; todos la querían. Siempre tenia una palabra de valor, de animo, de auxilio y simpatía para aquellos que buscaban su consuelo. Al respecto, ella era algo así como las personas descritas por el señor Beecher como "las que van por la calle como una banda de música", siempre dejándonos la alegría de haberlas conocido.

Frecuentemente las pequeñas bondades que cuestan al ejecutor tan solo un agradable esfuerzo, apenas notado por ellos mismos, se han adherido a nuestros recuerdos así como la hiedra se adhiere a las paredes, alegrándonos por toda la vida. Personas se han cruzado solo una vez en nuestro camino; pero en esa única vez han dejado en nuestro corazón una luz brillante que no ha sido opacada por nada. El encuentro ha tenido lugar en una calle, o al cruzar en un bote, o quizás en un comedor; pero fue suficiente, ha tenido el efecto de un poema de amor, de una fascinante pieza de música, o de una espléndida pintura, en nuestra vida.

Según mi conocimiento, la querida Tía Betsy jamás escribió un libro, no compuso un poema ni dirigió una congregación; pero su vida fue una epístola viviente. Ella vivió un sermón, lo cual fue mejor que predicarlo.

Su casa era un modelo de orden así como de comodidad. Ella le dio apropiada atención a pequeñas y grandes cosas. La economía era practicada alejando las penurias. Siempre se acordaba de dar limosna los domingos, y guardaba algo para las misiones extranjeras.

No es mi intención enumerar todas las buenas cualidades de la querida dama. Eso no se puede hacer en un espacio limitado. Ella era una sincera cristiana, eso lo dice todo.

Sus hijos son ejemplos vivientes de su genuino esfuerzo. Que los Warren de Utila son gente importante y favorecida actualmente, se debe en gran medida da a la vida, influencia y ejemplo de esta excelente y magnifica mujer. En una bonita piedra de mármol que ha sido puesta por sus hijos sobre su tumba, en el cementerio, podemos leer la siguiente inscripción y epitafio:

En memoria de

Elizabeth C. Wilder.

Nacida en las Islas Caimán

el 22 de enero de 1821,

Murió en Utila

el 29 de noviembre de 1890.

Duro solo un momento la tristeza;

entonces los ángeles tocaron a la puerta

y, silenciosamente, se llevaron

a nuestra querida madre

para habitar en la hermosa ribera.

La Tía Betsy tuvo 7 hijos, todos del señor Warren, 5 hijos y 2 hijas. Fannie, la hija mayor, se caso con el Capitán Robert Woodville, y los tres jóvenes, mencionados en varias partes de este libro, son hijos de esta respetable pareja.

La educación de estos jóvenes fue guiada tanto por la Tía Betsy, como por la hija menor, Carrie Warren, quien nunca se caso. Todos vivían en la misma casa. Desde el principio, una atmósfera de amor reino en este hogar modelo. Una recta forma de conducta fue establecida y, sin duda alguna, desde esta familia se derramaban influencias como pequeños destellos de luz bendita, sobre el vecindario.

Por supuesto, otras familias de la isla también han influido y contribuido con su bondad, por eso Dios ha bendecido grandemente a nuestra comunidad.

Otra mujer fuerte que ha vivido entre nosotros fue la señora Annie E. Gabourels. Ella era de Belice, y realizo algunos estudios en Inglaterra. Vino a Utila en 1872, trayendo una familia grande. Al paso del tiempo se volvió útil en la isla como partera, y tratando enfermedades con medicinas homeopáticas.

Los esfuerzos de la señora Gabourels por aliviar el sufrimiento humano fueron muy apreciados por nuestra gente.

Igualmente, el Capitán Woodville ha sido una bendición para Utila. El trata las enfermedades con remedios alopáticos, y ha tenido gran éxito. Para componer un hueso quebrado, extraer una muela, aliviar una hinchazón… ¿qué hacíamos nosotros, sino buscar los servicios gratuitos del Capitán Woodville?.

La señora Gabourels fue también dirigente de un gran grupo metodista, y por muchos años, superintendente de la Escuela Dominical.

Y de una y otra manera, realizo una magnifica labor y dejo un noble ejemplo en esta comunidad. Pero ahora descansa en paz. Murió en el año 1896, siendo su muerte profundamente lamentada por sus parientes y por los agradecidos isleños en general.

En esta corta mención de estas útiles y cristianas personas, es imposible estimar completamente el afecto de sus ejemplos e influencia en nuestra comunidad.

Charles G. Finney dice: "Cada vez que el hombre camina, pisa cuerdas que vibran por toda la eternidad". Otro agrega: "Lo mismo puede ser dicho de cada palabra que uno pronuncia". Y es cierto que "nuestras mas pequeñas acciones ponen en movimiento olas que se ensanchan, ensanchan y ensanchan, y crecen mas y mas, hasta que se rompen en los bancos lejanos de la eternidad, y esparcen su roció plateado en los brillantes arenas de esa bella costa".

Por lo tanto, es indudablemente imposible, calcular el beneficio que recibe la humanidad, de aquellas nobles personas.

El Capitán Woodville ha sido afortunado en la educación de sus tres hijos: Cecil, quien se educo en un colegio de varones de Nueva Orleáns, trabaja con su padre. Warren, entro a la Universidad de Tulane en 1900, y se graduó en artes. El periódico "Times Democrat" del 27 de mayo de 1904, publico lo siguiente en su articulo: "Distinguida clase se gradúa": "30 jóvenes se graduaron de Bachilleres en Artes, Ciencias e Ingeniería". Fue señalado por el Dr. Alderman (el Presidente) que seis jóvenes del grupo de graduandos han obtenido distinciones tan altas, que solo pudo obtenerlas otro grupo en 1894. estos seis jóvenes fueron: Horace Edwar Crump, Ralph Conover Many, David McLeod Davidson, Jonh Leopold Warren Woodville, Albin James Nott, Alfred Lambremont Webre".

Y otro honor le esperaba a la familia Woodville como podemos observar en el siguiente extracto tomado del diario "Times Democrat" del 8 de junio de 1904: "J. L. Warren Woodville ha sido designado como profesor de Historia de la Universidad de Tulane. El comenzara su labor a principios del próximo año. Esta es una recompensa a sus exitosos y brillantes estudios universitarios.

Alonzo es un abogado exitoso de Nueva Orleáns. Quizá fue el mas precoz joven de Utila. A los tres o cuatro años ya deletreaba y pronunciaba palabras que estaban escritas en las cajas de la tienda de su padre, como jabón, candela, almidón, etc. Cuando era niño concurso y gano un premio ofrecido por una revista americana por desarrollar un tema escrito.

Como ejemplo de su poder de retentiva, le he escuchado recitar el poema de Poe llamado: "El Cuervo", y al recitarlo lo hizo sin ningún titubeo ni rapidez, y utilizando tonos y modales encantadores.

A edad temprana, la maestra de Alonzo, la señora Herrera, quien era maestra titulada en Nueva York, informo a sus padres que no podía hacer nada mas por el joven, y les aconsejo que lo enviaran a una escuela mas avanzada. Sus padres, siguiendo el consejo de la señora Herrera, enviaron a Alonzo a Nueva Orleáns. Allí asistió a una escuela de gramática durante un año, y a un colegio de varones por 4 años, graduándose entre los primeros de su clase.

Personas menos informadas y menos discretas que los Woodville, en lugar de estar agradecidas por la maestra por el interés que había puesto en el joven, pudieron haber dicho: "Ella ya no puede enseñarle a mi hijo". Pero la señora Woodville me dijo: "Señor Rose, yo nunca pensé que la señora Herrera no tuviera la capacidad de enseñarle a alonzo. Yo la comprendí. Yo me siento agradecida con ella y respeto su candor". ¿qué persona inteligente no respetaría el buen sentido de la Sra. Woodville?.

La señora Herrera tenia un máximo de 67 alumnos, y ella fue la única maestra de la escuela publica que tuvo una Asistente pagada.

Desde ese día, debido al crecimiento constante de la población, el numero de alumnos inscritos ha aumentado a 100. y un maestro sin Asistente es responsable por todo el trabajo.

Refiriéndome a la carrera exitosa de Alonzo, tengo el placer de copiar el siguiente texto, tomado del Mistletoe de Nueva Orleáns, de Abril 1901:

"El Vice-presidente de American Grove es actualmente el hermano John Alonzo Woodville, un Druida que tiene ilimitada confianza y fe en el triunfo de los principios druídicos. El fue educado en las escuelas publicas de esta ciudad y asistió a la Universidad de Tulane, en la carrera de Leyes, graduándose en 1895. Ahora practica una carrera lucrativa –producto de sus esfuerzos personales –asegurando la confianza de sus clientes debido a la cercana y constante atención prestada a los asuntos que se le confían".

La siguiente nota proviene del diario: "The Sunday States" del 31 de agosto de 1902.

"Entre los 25 Notarios recientemente juramentados por el Gobernador Heard, se encuentra el señor John Alonzo Woodville, un abogado que ha construido una grande y lucrativa carrera de leyes".

Refiriéndose a las escenas alborotadas de la ciudad de Nueva Orleáns, hace poco el Daily States del 2 de mayo 1904, dijo: "No hay duda de que el Señor Woodville es el centro de atracción de Nueva Orleáns actualmente. Su nombre esta en boca de todos y no se habla de otra cosa que de su incursión de ultima hora".

El "Picayune del 3 de mayo dice: "Una demostración como la de anoche no ha sido vista en Nueva Orleáns en muchos días. No fue una reunión. Fue toda una demostración, y J. Alonzo Woodville, el Comisario Policial del Sexto Distrito, fue el hombre del día".

El que Utila haya proporcionado estos dos nobles nombres a las filas profesionales de Nueva Orleáns, es un asunto de humilde agradecimiento al proveedor de buenos regalos. Hace algunos años, Alonzo se caso con Minnie Bleker, originaria de Nueva Orleáns.

Hemos labrado la tierra sin arado, y siempre hemos obtenido buenos resultados. Con el tiempo, la gente sabrá mas sobre la agricultura. Conocerán mejor los beneficios de fertilizar los suelos agotados; la razón para los cultivos rotatorios, la economía de tiempo y trabajo que proporcionan el arado y otra maquinaria agrícola, y las ventajas derivadas de la irrigación y buen drenaje. Mas productivos métodos de cultivo empleara entonces nuestra gente.

Es claro que no se verificara el cambio en forma inmediata. Pero el tiempo probablemente lo traerá. El mundo no fue hecho en un solo día, y las costumbres no se modifican al instante, sino que, según las necesidades, se imponen gradualmente.

La mayor parte de la isla de Utila son marismas y pantanos. Es posible, quizá, realizando algún gasto, secar algunos para incrementar las áreas cultivables de la isla. Pero esto puede parecer un gasto frívolo e innecesario, puesto que basta trasladarse al continente para obtener la cantidad que uno quiera, de la mejor tierra.

Aunque así puede hacerse, aquí en la isla el Sr. Loomis, un americano de Texas, quien vino en 1870, seco una parcela de pantano. El había empezado a sembrar su terreno, pero una buena parte se le inunda durante el invierno, inutilizándolo por completo.

Aquí se observan dos estaciones: la seca y la lluviosa. Decidido a recuperar el área, construyo una zanja de 1 ½ millas de longitud, por cuatro pies de ancho e igual profundidad. Esta zanja vació el agua del terreno de la laguna Oriental, y la tierra produjo magnificas cosechas durante todo el año. Esto mismo puede hacerse en otros sitios.

El Sr. Loomis tuvo una muerte repentina en junio de 1873. fue así: La goleta Lady Woodbury estaba cargando fruta para New York. Mr. Loomis iba en su carreta de bueyes hacia la plantación, a llevar un viaje de fruta para la goleta. En el trayecto los bueyes halaron la carreta fuera del camino, haciendo que las ruedas rasparon contra un árbol de coco. La carreta se inclino hasta casi volcar, siendo Mr. Loomis lanzado hacia fuera y cayendo frente a la carreta. Las pesadas ruedas pasaron sobre un cuerpo y cabeza, hirieron su cara y fracturándole el cráneo.

Fue llevado al pueblo lo mas rápido que se pudo, y se hizo todo esfuerzo por salvarle. Pero la asistencia humana no basto. Murió después de pocas horas de indescriptible sufrimiento. Estaba consciente y se esforzaba mucho por hablar, sin conseguirlo.

Me han contado que el tenia la costumbre de acostarse en el fondo de la carreta, y dejar que los bueyes, por su propio instinto, siguieran el camino de la plantación, y que en esa posición iba cuando ocurrió el accidente.

La mayor parte de los pantanos esta cubierta de densos manglares. A lo largo de las orillas de las lagunas se encuentran ostras adheridas a las raíces del mangle.

Un viejo francés, Monsieur Batiste, quien vivió aquí en 1871 y 1872, solía recoger ostras para su propio consumo. Me dijo que era deliciosas y nutritivas.

Porciones de pantano se secan en el verano, pero el invierno las inunda hasta dos pies de profundidad, y entonces los lagartos se entierran en el fondo. Algunas personas, colocando trampas en el pantano, inadvertidamente se paran en una de estas criaturas dormidas, y se ven forzadas a una inesperada batalla contra el enfurecido reptil.

En 1893 Serapis Torres, un nativo, cuando vadeaba uno de estos pantanos con su rifle al hombro, seguido por su perro, fue atacado por una de estas fieras y, antes de que pudiera escapar y protegerse, había sido mordido repetidas veces en el muslo y pierna, severamente, lacerando su carne. A tan corta distancia no pudo disparar su arma; pero la uso como garrote. Y después de lucha desesperada, que duro solo unos minutos, apoyada con el auxilio del perro, aparto de si la furia del animal. Llego a su casa en muy malas condiciones, y estuvo confinado por una semana, curando sus heridas.

Una cordillera de bajas colinas se extiende a través de la isla. En la cima de una de ellas, Brandon Hill, esta la entrada a "La Cueva".

Muchas personas, cuando visitan la isla, entran a La Cueva, para lo cual necesitan un guía, un cordel y una linterna.

Hace muchos años fueron encontrados aquí una copa y un crucifijo de oro, mas una espada herrumbrosa, objetos que compro Mr. Whitefield, uno de los comerciantes de la isla.

La copa fue finalmente enviada para exhibirla en Comayagua, la antigua capital de Honduras. Allí se especulo mucho acerca de cómo estos artículos fueron colocados en la cueva; pero es improbable que llegue a saberse la verdad algún día.

La colina La Calabaza, situada al extremo noreste, es la mas alta de la isla. Tiene 290 pies sobre el nivel del mar, y es lo primero que uno distingue cuando se aproxima desde cualquier dirección. Le fue puesto el nombre porque, vista de lejos, su forma parece una calabaza, o, puede ser también, por su suelo, en un tiempo, produjo ayotes en gran escala.

En ciertos puntos de la colina, se ven enormes rocas esparcidas por la superficie. Algunas, encima de otras, balancean en un punto pibotal, pareciendo que, al menor disturbio, van a rodar, aplastándolo todo en su camino.

Solamente hay cultivos en un lado de la colina. Hace algún tiempo un audaz visitante, después de pasear por la colina, anuncio a sus dueños que esta compuesta mayormente de fosfatos. Ofreció reportar este descubrimiento a una compañía de su país, e interesarla en la compra de este abono. De allá enviarían barcos para llevar el material.

Si los dueños de la colina pusieron sus esperanzas y fundaron sus perspectivas en el brillante negocio del abono, aun están esperando que se realice.

El paisaje natural de la isla es común a los trópicos: rico mas allá de lo que se puede decir. Una lujuriante vegetación alegra la vista casi en toda dirección.

Majestuosas palmeras, adorables helechos en gran variedad; orquídeas, cuyas espirales desnudas terminan en bellísimas flores; enredaderas de toda clase, y muchas flores silvestres esparcidas por doquier en gran profusión.

A lo largo de la costa el suelo esta bien adaptado a las plantaciones de coco, y la isla se ve adornada en casi todo su contorno con esta lucrativa planta de hermosa apariencia.

Si no fuera por la chinche del coco, que es un gran escarabajo de la familia Scarabaens, la isla seria una magnifica arboleda de cocos desde un extremo al otro.

Los plantadores siembran y vuelven a sembrar, pero tan pronto como las plantas crecen, la chinche las mata. Anualmente el escarabajo aniquila cientos, y quizá miles, de palmeras. Uno mira hoy un lindo y prometedor árbol, joven o viejo, cargado con la valiosa Reina de las Nueces, y al regresar algún tiempo después se conduele al ver el mismo árbol, amarillo, lánguido y agonizante. Y nada lo puede salvar.

Perforando el árbol, el escarabajo deposita su larva, y el destino de la planta queda sellado. Jardines enteros de coco han sido destruidos en el interior de la isla, aun antes de que produzcan. Sin embargo, usualmente el ataque sucede cuando ya la planta esta cargada de fruta. Varios intentos se han hecho para exterminar a este terrible enemigo, sin resultados satisfactorios.

En ciertos lugares de la costa, especialmente hacia los rumbos Este y Norte, la isla baja hacia el mar en despeñaderos de roca caliza llamados "costa de hierro" o "frontera del hierro". En algunos de estos sitios el mar produce acantilados y honduras.

Cuando el mar rompe contra la costa de hierro se oye un prolongado ronquido que suena agradable cuando uno se acostumbra a el.

La isla tiene unos excelentes bañaderos marinos que, en verano, muestran sus aguas limpias como el cristal. En ellos se ve el fondo claramente a través de muchas brazadas de transparente liquido. ¡Cuan entretenido es, en un día calmo, observar los peces multicolores del fondo moverse de aquí para allá, rápidamente, entre las rocas!. O tal vez admirar las ramificaciones del coral creciendo desde el fondo. Solo personas de imaginación viva pueden visualizar en su mente las ricas escenas que me atrevo a describir. Ante estas maravillas y misterios desplegados por todas partes, ¿quién puede dejar de reconocer la sabiduría, el poder y el amor del Gran Dios y Padre Nuestro? "Cuan innumerables son tus obras, Oh Señor! Todas las hiciste con sabiduría; la tierra esta llena de tus beneficios". Salmo 104, 24-25.

Muchos de nuestros isleños son aficionados al baile. Este pasatiempo favorito es uno de los impedimentos para la difusión de la religión en la isla. Ha sido frecuentemente excomulgado desde el pulpito, y no se ha podido extirpar. El baile sigue, y la gente lo ama.

Hay muchos bailarines excelentes. A los pequeñines también se les permite bailar y organizar bailes con sus compañeros, de manera que, al crecer, son expertos en este arte.

He estado viendo a estos chicos bailar con tanto deleite como el que disfrutan los mayores en una fiesta formal.

Como ya lo he dicho, ellos mismos organizan la reunión. Contratan los músicos, y preparan todo. Escogen pareja y bailan con movimientos ordenados y precisos, como si hubieran sido entrenados por un "Maestro de baile francés".

Observándolos en su alegre danza, he sentido que el baile y la doctrina que lo anatematiza, me recordaban al personaje del libro: "Un cristiano en Casa del Interprete", donde Bunyan lo representa mostrando un "fuego ardiendo contra la pared, y un individuo vertiéndole agua para apagarlo. Pero, en el lado opuesto, otro sujeto lo alimenta con aceite para que siga ardiendo". El baile viene a ser como el agua, que intenta apagar el fuego; y los sermones son el aceite, que mantiene viva la llama.

Hace tiempos, barcos de guerra ingleses, al cruzar estos mares, llegaban a los puertos de Islas de la Bahía. Frecuentemente venían a Puerto Este, y algunas veces se quedaban un día o dos. En una de estas ocasiones la gente organizo un baile en honor de la llegada del H. M. S. Zephyr. El señor Darle Thomson era el Capitán. Se hicieron los preparativos. El baile se dio en el piso de arriba de la casa de Don Francisco Castro, un salón muy grande. Muchos isleños asistieron a la fiesta. Por supuesto, los oficiales del barco fueron invitados; llegaron, disfrutaron del baile, y regresaron a bordo justo a tiempo.

Ellos reconocieron francamente la cortesía y bondad de los isleños, lo que les comprometió a aceptar la cálida demostración de simpatía.

En otra ocasión, por los años setenta, el barco de guerra ingles Flamingo llego aquí un poco después de un infortunado hecho ocurrido en la isla. Fue así: Un hombre llamado Abraham Symmes fue encarcelado en la pequeña cárcel de madera del poblado. Para prevenir su evasión, las autoridades le metieron los pies en el cepo. *

Cierta noche, durante su prisión, la cárcel, misteriosamente, cogió fuego y solamente quedaron cenizas. Era mas de medianoche y todos en el pueblo dormitan y descansaban.

Sumido en profundo sueño, ni el ruido de las llamas, el crujido de la madera, la temperatura ardiente y aun, suponemos, los gritos de terror del miserable hombre, despertaron a la población hasta que ya era demasiado tarde para rescatar al prisionero.

A la mañana siguiente del incendio, los restos mortales del fallecido, que consistían en pedazos de intestinos, la calavera y fragmentos de otros huesos, fueron recogidos y enterrados.

El Flamingo llego a Puerto Este pocos días después de la catástrofe, y la historia del incendio fue contada a los oficiales del navío. Alguien también le contó al Comandante del barco que el señor Symmes había estado en uno de los regimientos de las Indias Occidentales al servicio de Su majestad.

Asegurándose de la verdad sobre esto, el Comandante reunió una compañía de sus hombres y, con el Capellán, desembarco en el muelle de en medio. Aquí los hombres hicieron fila y marcharon hacia el cementerio, donde el Capellán realizo la ceremonia religiosa, y se colocaron ofrendas sobre la tumba.

De esta manera los representantes de la Reina pagaron un tributo de respeto y honor a la memoria de alguien que ha servido a la Soberana y a su país. "Así se trata al hombre a quien el Rey quiere honrar". Ester 6,9.

Los cristianos tienen la seguridad de que el servicio mas simple del mas humilde individuo, rendido en honor del querido Salvador, aun el obsequio de una taza de agua, será apreciado en el cielo y tendrá su recompensa.

Antes de irse, el Comandante del Flamingo invito al Comandante de Utila para que lo acompañase a Roatan. El Comandante Don Rafael Ynestroza acepto la cordial invitación.

A la mitad del trayecto se ordeno una practica de tiro. De acuerdo al relato de Ynestroza, fue una escena emocionante. "Me dio –dijo- una buena idea de la perfección de la disciplina a bordo de un buque de guerra ingles, de la destreza y agilidad de los hombres, y la correcta puntería de los artilleros."

A excepción del piano del señor Whitefield, que el usaba para su propio entretenimiento, no había en la isla hace 10 o 18 años, otro piano u órgano, ni ninguno de los isleños podía tocar uno. Actualmente muchos de estos instrumentos forman parte de la vida diaria en nuestra amada isla.

Yo compre el primero para mi hija Blanche. Es un hermoso órgano Mason & Hamlin. Y después de haberlo usado por años se encuentra en buenas condiciones, con un dulce tono.

La Sra. Gabourels se lleno de alegría cuando el órgano fue desembarcado aquí. Ella trabajaba activamente en asuntos religiosos de las islas. Y dijo: "He deseado esto por mucho tiempo. Ahora mejoraremos nuestro canto y aprenderemos nuevos tonos.

Y así fue. Después de que Blanche hubo terminado su internado y regreso a casa, tuvimos dos o tres practicas semanales. De esta manera aprendimos pronto a cantar muchos himnos recopilados por el señor Sankey, así como otros sagrados cantos que usábamos en la Iglesia y Escuela Dominical. Además, Blanche enseño a muchas niñas y jovencitas a tocar el piano. +

Con el tiempo David Warren y Carrol Thompson compraron el elegante piano y mas fino órgano para sus amadas hijas Rosa y Winnifred (la primera fue educada en Nueva Orleáns y la segunda en Belice).

Otros pianos fueron comprados y el numero de instrumentos musicales creció, así que no hace mucho "El Pabellón de Honduras" publico lo siguiente:

"Pianos y órganos son tan comunes en Utila como las guitarras lo son en el interior".

Blanche, Rosa y winnifield dieron clases de música a las niñas que deseaban aprender, y ahora es común que las chicas de doce o trece años se sienten en un piano y toquen ciertas canciones. Algunas de las mayorcitas han progresado muchísimo.

Ahora, cuando uno esta disfrutando de un entretenimiento en esta isla, y encantado escucha melodías en fonógrafo, mandolina, arpa, guitarra, órgano y otros instrumentos, juntamente con las bellas y entrenadas voces de las cantantes, y recordando como fue aquí la música quince o veinte años atrás, comparada con el presente, casi se sentiría inclinado a pesar que una hada ha ejercido sus poderes de transformación en beneficio de nuestra comunidad. Una corta reflexión, sin embargo, nos demuestra que fue la voluntad y destreza humanos, y el talento bendito por el Señor.

En una reciente ocasión, la Srita. Hélice Morgan acompaño con el órgano dos o tres solistas. Sus voces eran claras y armoniosas. La Srita. Morgan se llevaba bien con ellos, parecía entender que el cantante –no el organista- era el real actor. Así que mantenía bajo un perfecto control el instrumento, y no minimizo sus voces abriendo mucho los tonos del órgano.

Las dulces cadencias de esa deliciosa música y canto todavía perduran placenteramente en mis oídos.

Nuestra gente es demasiado progresista para conformarse con sus adelantos actuales. Y esta consciente de que, para obtener un alto grado de excelencia, debe dedicar mucho tiempo al estudio y practica de este arte encantador.

Sir Arthur Helps escribe: "Dos cosas, las cuales no pueden ser llevadas a perfección a menos que se aprendan en la juventud, son: la música y el poder de decisión".

Muchos de nuestros jóvenes han hecho esfuerzos por su desarrollo personal, y se merecen y tienen nuestros elogios. Pero demasiados, me temo, no están aprovechando bien las oportunidades. Aun en las escuelas, la aplicación y asistencia de los niños podrían mejorar.

Hablando en general, nuestros alrededores forman una barrera contra cualquier desarrollo mental, como el siguiente trozo de filosofía interpretado por un niño de doce años que vive aquí. Su madre le dijo: "Hijo mío: Estudia duro, y recibe toda la educación que puedas". "Madre –contesto el mirándola fijamente a los ojos- no veo la necesidad de recibir mucha educación; cuando tenga quince o diez y seis años tendré que empezar mi vida. Para esto, me empleare en un barco, o tomare mi machete para chapiar solares, o mi hacha y bolsa para recoger cocos. Y, mama: de eso ya se lo suficiente".

Esto es verdad, en parte. Muchos de nuestros hombres están bien empleados en la Vaccaro BROS., o con la United Fruit Company; y se abrirán suficientes plazas para todos los utileños que califiquen para desempeñarlas con responsabilidad. Por otra parte, hay isleños que triunfan en sus propios negocios.

Sin embargo, me aventure a asegurar que, de acuerdo a la vida actual en la isla, el punto de vista del niño mencionado, es el mismo que el de la mayoría de muchachos. No hemos estimulado la vocación hacia las artes y oficios. Una docena de empleados llena las necesidades locales. Los capitanes de nuestras naves no necesitan saber de navegación, ellos son empíricos. No somos buenos ejemplares para nuestra juventud, pero los jóvenes, a pesar de todo esto, deben aspirar y esforzarse por su propia capacitación.

+ Mi amada Blanche murió el 17 de abril 1903. A su funeral concurrió la comunidad entera, acompañando los restos mortales y consolando a los dolientes. La iglesia estaba literalmente llena de extremo a extremo. La Sra. Lucy Howell y otras personas de Los Cayos vinieron en lancha, remando contra el viento. El ataúd tenia una ventana de vidrio para ver el rostro de la amada difunta, el cual parecía tener vida aun. El féretro fue bajado a la fosa y cubierto con tablas; después, la tierra del valle oculto de nosotros para siempre los restos de nuestra amada.

Querida noble y linda Blanche: como esposa, madre, hermana, hija, amiga y maestra, tu fuiste una bendición y un tesoro.

En medio de mi gran dolor cumplí mi deber de consolar a mi acongojado yerno, Mr. Wilson Bodden. El había sido un noble esposo, muy apegado a Blanche, y su profundo dolor se expresaba en lagrimas y silencio.

Muchos han alcanzado esta meta, constituyéndose en ejemplos dignos de imitar.

Las escuelas de la isla creo que están, consciente e inteligentemente, haciendo todo lo posible para la formación de mejores ciudadanos. Se lograrían óptimos resultados en este sentido si se mantuviera franca relación y cooperación entre el hogar y la escuela. Los padres, maestros y alumnos deben trabajar unidos en su propósito.

Desde luego que el maestro indispensable. El dirige al niño, le muestra el camino, lo guía paso a paso en el logro del conocimiento. Y el maestro es responsable por el desarrollo intelectual del niño.

Este, por su parte, debe tener altas aspiraciones y nobles propósitos. Debe mostrar el anhelo congénito que apoya y estimula su tierna inteligencia, y ese anhelo debe ser fustigado, no tanto por el maestro, cuanto por el ardiente deseo y esfuerzos del estudiante.

En una carta dirigida a la Advocación Cristiana de New York, el Reverendo W. V. Morrison, D. D., escribió: "Hace mas de 40 años, cuando yo era un estudiante y me veía obligado a ganar mi propio sustento, conseguí una plaza de maestro en una escuela de Niles, O. Esta escuela había estado en rebelión, y el maestro que me precedió tuvo que retirarse sin terminar su periodo. Yo tuve mucho trabajo heroico para desempeñarme con estos jóvenes, ninguno de los cuales sobresalió nunca.

Allí estuvo, sin embargo, en esa escuela, por dos años, un joven de comportamiento modelo, obediente a los reglamentos, pulcro en su presentación personal, estudioso, siempre moderado en su expresión, y líder favorito. Nadie le superaba en honorabilidad y rectitud. Altos honores le tenia preparados el destino en su futuro. Su nombre era: William McKinley, hoy Presidente de los Estados Unidos".

En un articulo, el periódico Succes dice: "todo el que conoce el alfabeto puede convertirse en un hombre capacitado, si el así lo quiere. Y, si no lo desea, ningún colegio del mundo puede capacitarlo… Ud. Puede conducir a un joven al colegio, pero no lo puede hacer que piense".

No muchos de nuestros jóvenes pueden asistir al colegio o a la preparatoria. De hecho, gran parte de ellos no concurren con regularidad necesaria a sus clases, o durante el tiempo que requieren los estudios, para ganar la instrucción elemental que se brinda en las islas. Pero estos, si se hacen un firme propósito, tienen potestad de alcanzar su propio mejoramiento.

Me agradaría ver una biblioteca, aunque fuera pequeña, en cada hogar de la isla. ¡Que bendición seria para muchos jóvenes, leer, durante una o dos horas diarias, buenos libros y revistas!. Además, estos muchachos podrían organizar un "Club Literario", o con cualquier otro nombre, que tuviera por fin el desarrollo de la mente y la difusión del conocimiento.

Aun los estudios especiales en casa se pueden establecer con éxito. El Reverendo Newell Dwight Hillis, escribiendo en Succes un encomiable articulo, dice:

"Un hombre puede mejorar así mismo estudiando en casa los mejores libros. Y es posible que logre superior preparación que los graduados en el colegio. He conocido jóvenes que han forjado sus propias oportunidades simplemente observando a otros con el animo de aprender, y que pueden ser comparados favorablemente con los egresados de nuestros colegios".

"Unos maestros, cierta vez, elaboraron una lista de cien hombres prominentes de Inglaterra que vivieron durante los años 1851 a 1900. eran principalmente hombres de genio, como Darwin, Huxley, Tyndall y Ruskin. Quedaron grandemente sorprendidos al descubrir que solo veinte habían recibido educación colegial. Los demás eran producto de su auto-formación, o fueron moldeados por tutores, en su hogar".

Nadie en estos lares quiere aspirar a lograr la dimensión de los hombres sobresalientes que menciona Mr. Hillis. Yo puedo decir, sin pecar de irreverente: "Sabiduría tan admirable esta fuera de mi alcance; es tan alta que no puedo comprenderla" Salmo 139, 6.

No aspiramos a tanto, pero al menos hallamos el coraje necesario para capacitarnos y mejorar el medio que nos rodea.

Hallo mis propios sentimientos en ciertas palabras escritas por Mrs. Helen Hunt Jackson. Ella dice: "Me siento infeliz cuando veo mi pasado, y observo el tiempo desperdiciado. ¡Cuánto hubiera aprendido y realizado si admitiera que la vida es un suspiro".

No puedo animar mejor a mis jóvenes amigos que diciéndoles que la educación por correspondencia esta dentro del alcance de todo aquel que desea mejorar a si mismo. El costo no es exagerado, y el estudio se puede realizar en las horas ociosas. La persona de firme propósito, si tiene buena salud, lo hará cómodamente. Quien aprende un curso con voluntad perseverante, se sorprenderá y gozara al advertir su progreso.

Las escuelas internacionales por Correspondencia, Scranton, Penn., ayudara eficientemente a los jóvenes que luchan, a adquirir una buena educación. Sus sistemas y métodos son los mejores, sus libros no tienen rival. Están institucionalizadas y mantienen una gran reputación. Sus exigencias son razonables, y ellas ponen especial interés en el éxito de sus estudiantes.

Capítulo XV

El Barco H. M. S. Psyche en las Islas.

¡Mire, Mr. Rose, hay un buque de guerra llegando por la punta!.

Esta exclamación la hizo Doña Ana Warren, mi hijastra, que vino a pasar el día con nosotros. Ella estaba en lo cierto. Pues el aparejo rectangular del barco y la cruz de San George ondeando en el penol, eran señales infalibles de que era un buque de guerra.

Pronto el grito de: "¡Atención, buque de guerra ingles se acerca!", cundió por toda la isla. La gente estaba feliz porque venia el barco de Su Majestad. Pero nadie pensó que traía malas noticias. Era el crucero británico Pdyche, comandado por el Capitán Cooper key.

Eran como las seis de la tarde del jueves, 17 de julio, cuando el Capitán Cooper Key bajo a tierra. Estaba acompañado por el nuevo Gobernador de las Islas de la Bahía, General Domingo Lacayo Jerez, y el Pro-cónsul ingles Mr. E. Koeneman, de Trujillo. Pronto se supo el motivo de la inesperada visita de este barco, y la alarmante noticia de que venia con ordenes de privar a muchos de los isleños nativos de su caprichosa nacionalidad británica, y retirarles la protección de aquel Gobierno, se regó como pólvora por toda la isla.

Semejante informe cayo como rayo encielo claro. Inmediatamente acudió gente de todas partes a un punto frente a los almacenes de D. Warren y R. Woodville y, como las zorras de Sansón y fuego de teas, una gran consternación se difundió entre la gente. Aunque había mucha excitación, prevaleció el orden. Todos estaban ansiosos por saber las nuevas. Por donde quiera que uno se volviera escuchaba las mismas preguntas:

  • Oyó Ud. algo? ¿Es cierto lo que dicen? ¿Ud. lo cree? ¿Qué será de nosotros?

Todo era: "¡Cuéntenos Ud. algo; cuéntenos mas!"

Los españoles residentes, muy risueños, saludaban a los isleos nativos con expresiones así:

  • "Amigos, somos paisanos. Ahora tenemos muchos paisanos"

Walter Warren acababa de regresar de Roatan. Vino en una pequeña chalupa, anclado en este puerto casi simultáneamente con el barco. Grupos de ansiosos ciudadanos se le acercaron. Y el les contó los sucesos del día anterior en Roatan. El Psiche, les dijo, en cuanto llego ese día, convoco una gran asamblea de todos los hombres de la isla, y el Capitán les declaro que muchos de los isleños eran súbditos del Estado de Honduras. Mucha gente quedo aturdida por el golpe inesperado; otros libremente dieron rienda suelta a su amarga desilusión.

El barco ya había llevado a Guanaja la malvenida noticia.

La gente escucho el cuento de Walter, pero quedo insatisfecha. Parecía como si su curiosidad esperase ser apaciguada por la propia voz del Capitán. Los hombres fueron convocados para una reunión en la escuela, a las 8 de la mañana siguiente, y un correo salió para notificar a Los Cayos.

Las horas largas de la noche pasaron una tras otra, y un nuevo día amaneció para aquella gente que esperaba escuchar algo que detuviese su sentencia. Temprano, en la mañana, la gente se puso en movimiento. Todo trabajo se suspendió, excepto, claro esta, el absolutamente necesario.

A las ocho el Capitán vino a la costa, y en esta memorable mañana del 18 de julio de 1902, la escuela estaba atestada de gente porfiada, que hasta ese momento se consideraba súbdito ingles, y había sido siempre considerada como tal.

Indudablemente, no había súbditos ingleses mas leales en todo el Imperio británico, que en estas islas.

Los tres funcionarios, Capitán, Gobernador, Pro-cónsul, entraron a la escuela y tomaron asiento en la plataforma.

El Capitán Cooper Key entonces se paro y, en forma breve pero clara, declaro que "mucha gente de la que habita en las islas y reclama la protección inglesa, no son súbditos británicos. "Yo no he venido –continuo- a imponer una ley nueva. Es la misma ley que conocemos desde que se firmo el Tratado".

Entonces leyó el primer articulo del Tratado entre Honduras y la Gran Bretaña, firmado el 28 de noviembre de 1859.

Lo que sigue es parte de tal articulo, traducido de una copia en español de dicho Tratado: "Su Majestad Británica accede a reconocer las Islas de Roatan, Bonacco, Helene, Utila, Barbarat y Morat, conocidas como Islas de la Bahía, y situadas en la Bahía de Honduras, como parte de la Republica de Honduras".

"Los habitantes de dichas Islas no seran molestados en el disfrute de ninguna propiedad que pudieran haber adquirido allí, y mantendrán perfecta libertad de credo y culto religioso, en publico o en privado, pero permaneciendo en otros respectos sometidos a las leyes de la Republica. Si alguna de ellos quisiera retirarse de las Islas, esta en completa libertad de hacerlo, y disponer de sus tierras y otras pertenencias como crea conveniente, siguiendo para ello los procedimientos del caso".

Dijo, además, que las palabras del Tratado son inequívocamente claras para el, y que no concebía como la gente no entendió su significado.

Substancialmente, agrego lo que sigue:

"Todos los súbditos británicos que estaban viviendo en las islas en 1861, cuando estas fueron entregadas a Honduras, son súbditos de Honduras, ellos y sus hijos, mientras permanecen en este país; pero mas allá de los limites de la Republica son súbditos ingleses. Todos los súbditos ingleses que se asentaron en las islas después que fueron cedidas a Honduras, son súbditos británicos, y tal titulo ostentan ante los privilegios de la protección británica, dentro y fuera del país".

Continuo diciendo que se tomarían las medidas apropiadas para determinar quienes son súbditos británicos y quienes hondureños, para que en el futuro no haya dificultad en distinguirlos.

Mientras hablaba el Capitán los hombres permanecieron calmos y silenciosos, pero tan pronto como concluyo, algunos de ellos presentaron su documentación; otros procuraron con argumentos orales apoyar sus reclamos de la nacionalidad británica. Unos pocos hicieron preguntas relacionadas con la situación, y recibieron las respuestas apropiadas, y con eso concluyo la reunión.

El Capitán Cooper Key invito cortésmente a los isleños a visitar el barco, permitiéndoles permanecer a bordo durante una hora. Su invitación fue aceptada con alegría por gran numero de mujeres, hombres y niños, quienes subieron a conocer y admirar el espléndido crucero Psyche. Yendo con los demás yo también subí, y vi mucho que me intereso. El barco era tan lindo como una mariposa, pero sin ser chillón; tan adorable como su homónima, la Princesa Psyche, en la alegoría del antiguo oriente.

Cada cosa a bordo estaba en excelente orden. Los oficiales y tripulación eran atentos y corteses con los visitantes. Los equipos del barco aparentaban muy buen estado y eran de ultimo modelo.

El año de 1898 aparecía grabado en sus cañones calibre cuatro pulgadas, de disparo rápido.

Un buen maestro no podría explicar mas cuidadosamente una lección a sus alumnos, de cómo uno de los artilleros –supongo que esto era- describió algunas armas y nos explico como fueron fabricadas, manipulando la maquina durante su platica para ilustrar sus explicaciones.

Con letras repujadas en brillante latón habían formado sobre la rueda del timón la frase: "Para Dios, el Rey y la Nación". Bajo todo aspecto, el barco era un producto digno de tan poderoso país.

Pero la hora asignada había expirado, y nos recordaron que debíamos bajar. Agradeciendo a nuestros atentos anfitriones, dijimos adiós a ellos y al barco, que había dejado tras su estela, mezclados, el dolor y el placer. El Psyche levo anclas un poco después, y despego de la isla, regresando a Pot Royal, Jamaica.

Volviendo a tierra nos encontramos de nuevo entre el desanimo y la tristeza, el desconsuelo y las cabezas ganchas. Desde luego, no es fácil, talvez, para alguien que no ha pasado situaciones similares, comprender el apuro en que se hallaba los isleños nativos.

Este caso puede resumirse brevemente como sigue:

1.- Los isleños que permanecían en las Islas de la Bahía después que estas fueron cedidas a Honduras, quedaron, por los términos del Tratado, sujetos a las leyes de la República. Esta cláusula ha sido interpretada como que los propios isleños se convertían en ciudadanos de Honduras. Los isleños fieles a sus costumbres, idioma y predilecciones nacionales, buscaban constantemente ser reconocidos como súbditos británicos: esto lo habían conseguido por mas de cuarenta años.

2.- Al momento de la cesión, el Gobierno Británico ofreció retirar por su cuenta a los isleños que así lo pidieran, y suplirles tierra gratuitamente, en una colonia británica.

El Dr. Gahne dice: "Lejos estaba esto, sin embargo, de ser una generosa oferta, pues las tierras de los isleños consistían de plantaciones y alamedas de coco, mientras que las tierras que les ofrecían eran ásperos matorrales que no valían ni la quinta parte de los terrenos cultivados que iban a dar en cambio. Y la Gran Bretaña debía dar una reparación a estos isleños, pues al no haber su Gobierno declarado a las Islas de la Bahía una colonia británica, ellos querrían haber mantenido su completo carácter autónomo, bajo la soberanía nominal de Honduras". (Tomado de "El Guardián Colonial", agosto 16, 1902).

Los isleños prefirieron permanecer en la tierra que les era tan querida. Aparentemente, la presente acción inglesa era inevitable. Y mientras algunos de nuestra gente están mortificados por la perdida de su apreciada nacionalidad, nosotros aun no perdemos de vista el hecho de que hay una ley internacional que gobierna ciertas condiciones de la vida humana, y demanda su cumplimiento, en lo cual no hay extravio.

Veamos imparcialmente el asunto, dando a Inglaterra el debido crédito por los muchos años de noble protección que ha brindado a estos isleños, a los cuales esta hoy, obligada por las circunstancias, retirando su nacionalidad.

3.- El Gobierno de Honduras veía a los isleños como súbditos, o, mejor dicho, como ciudadanos de la Republica. El General José Santos Guardiola, el Presidente, emitió una proclama al pueblo de Islas de la Bahía, de la cual extractamos lo siguiente:

"Es cierto que vosotros cesareis de pertenecer a un importante y poderoso Imperio; pero, por otro lado, tendréis la noble misión de contribuir, con vuestra lealtad e industria, al crecimiento y progreso de esta favorecida tierra, de la cual formareis parte integral. Vosotros marchareis a la vanguardia de la civilización, y el ejemplo que daréis a vuestros hermanos de tierra firme, y el grandioso y mas extenso intercambio y comercio que os enlazara con el resto de Honduras, pronto cerrara estrechamente los limites de fraternidad y buena voluntad, que siempre deben unir a los habitantes de una patria común".

El Gobierno de la Republica siempre ha mostrado interés en el bienestar de los isleños. Corteses y considerados ciudadanos han sido nombrados para gobernar las islas. Algunos de los nativos han desempeñado puestos de honor y emolumento, y unos pocos de Roatan han sido electos para Diputados del Congreso Nacional, en representación de este Departamento. Seguramente que ahora, cuando gran numero de isleños son sus ciudadanos e hijos, el Gobierno será no menos indulgente. En confirmación de este aserto, el Gobernador, General Lacayo, en una reunión sostenida en esta isla, aseguro al pueblo que el Gobierno le desea paz, prosperidad y progreso, y hará todo lo que pueda para lograr este fin.

Viendo los grandes adelantos que Honduras invariablemente realiza en la marcha hacia el progreso y la civilización, cualquier persona imparcial y sin prejuicios admitirá que sabias y patrióticas autoridades han estado, y están, dirigiendo y gobernando el país. Y los que han manejado también los asuntos de la nación, sabrán que hacer en este caso nuestro.

Con respecto a Utila, tenemos buenas seguridades de que todo ira bien. El siguiente articulo, traducido al ingles, apareció en las columnas de "El Pabellón de Honduras" del 12 de abril 1902.

"En vista de estas cortas pero lisonjeras noticias, estimamos que Utila alcanzara un amplio desarrollo en cuanto sea declarada puerto libre. En muy corto tiempo su población crecerá en numero y en riqueza, y sus beneficios seran extensivos a las otras islas. Al mismo tiempo el país ganara mucho, no solo por esto, sino porque el contrabando en el golfo de Honduras, quedando confinado a una zona marítima reducida, será controlado mas eficientemente que AHORA".

El articulo concluye diciendo: "Tarde o temprano el puerto libre de Utila será una realidad, aun cuando Tela ya fue erigido en zona militar y puerto de ingreso".

En lo que toca a la gente de Utila, son amantes de la paz, ciudadanos defensores de la ley. Sus visitas a los juzgados son muy escasas. Tienen elevadas aspiraciones y luchan por sus ideales. Su reputación de honestidad y trato justo, es proverbial. Los utileños no temen al fracaso, pues con sus hábitos y determinaciones enérgicas y laboriosas, su sentido común y natural inteligencia, ya sean ellos hondureños o británicos, siendo Dios para todos, Sésamo les abrirá cuando toquen y llamen.

Los baisleños en general son inteligentes, laboriosos, capaces y progresistas. Son exactamente la gente que allí se necesita, en gran medida, para continuar esa prosperidad. Están profundamente arraigados a Las Islas, y la mayoría de ellos ama a Honduras.

Como cristianos, nosotros debemos creer que "todas las cosas son para bien de los que aman al Señor", aun cuando "todavía vemos a través de un cristal empeñado". Y todo hijo de Dios tiene el gran consuelo, aunque condicional, de saber que dondequiera se halle, en Edén o Babilonia, Egipto o Palestina, "Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que le sirven de corazón". 2 Corintios 16:9.

Capítulo XVI

Observaciones Finales.

Al escribir este libro he sido estimulado por el pensamiento de que "donde una mente trabaja, el obrero no necesita esperar al genio, ni a las mejores oportunidades". Yo soy un hombre ocupado y, además de mi quehacer cotidiano, buen numero de pequeñas labores reclaman mi atención. Sin embargo, no he permitido que mi devoción al deber, o mi falta de genio, me disuadieran de mi propósito de escribir. Habiéndolo ya iniciado, debo, en la medida que mis ocios lo permitan, completarlo.

La preparación de un libro depende de la solicitud de los publicistas, quienes, bondadosamente, se han hecho cargo del trabajo; y de la pericia y cuidado de compositores, impresos, correctores, encuadernados, grabadores y otros, a todos los cuales presento, anticipadamente, mis agradecimientos.

Este pensamiento lo tome del prefacio de "Higher History", por Henry E. Chambers.

Durante mi vida he recibido muchas cartas de personas en los Estados Unidos, y de todas partes, pidiéndome información sobre la vida en estos lugares. Cuando las conteste, no tuve la menor intención de escribir un libro. Si mi pequeño volumen sirviera para interesar a los turistas y otras personas, sirviéndoles información, aunque incompleta; o a nuestros jóvenes, cuando quieran hojear la historia de su isla, estaré altamente recompensado por mi labor de compilación.

Me he esforzado por decir la verdad. Pero puedo haber caído, sin embargo, en inexactitud en algunos datos. Creo haber hecho uso adecuado de las citas ajenas de mi composición, libre de ofensas.

En razón del interés puramente local de mi historia, y por otras razones diversas, yo dudaba en escribir este libro. Pero el pensamiento me presionaba constantemente con fuerza tan irresistible, que me vi con peligro a actuar.

Varias veces quise dejarlo a un lado, y otras tantas volví a acogerlo, al leer pensamientos como estos: "Quien espera la certidumbre, nunca gana", o, "nada es imposible para el hombre resuelto",y, "la oración y la acción completaran la obra".

Habiendo terminado el manuscrito, envié una parte de el al Reverendo Edward D. Webb, en Inglaterra, con una carta pidiéndole su opinión y consejo sobre la publicación del libro. Su respuesta fue de lo mas cortes y entusiasta. Lo siguiente son extractos de muy atenta carta:

"Su carta con un ejemplar de su libro me llego hace quince días. El Reverendo George Sykes, quien estuvo conmigo en Honduras, ha leído junto a mi su manuscrito. Ambos estamos complacidos con su producción. Yo la prestare con mucho gusto la ayuda que pueda, dándole toda la información que poseo, como la temprana historia del Metodismo en Utila, que quizá Ud. no tenga todavía".

También me dirigió elogios que me abstengo de imprimir.

Mr. Webb falleció poco después, antes de facilitarme la información ofrecida. Pero su critica favorable ha influido en mi decisión de publicar el libro. Ciertamente, me ha fortalecido la alta opinión de estos nobles servidores del Señor.

"Cuando una mente trabaja –dice el Reverendo Jonh S. Gastry- es imposible Pre-estimar cuanto bien puede hacer un solo individuo".

Ha sucedido con frecuencia que una simple frase, dicha por un humilde discípulo del Único Talento, ha sido precursora de bienestar y, en la Buena Providencia de Dios, un Capitulo escrito, o aun el párrafo que se lee, pueden empujarnos a la vida y actividad, la semilla latente dormida en el alma humana. La Advocación Cristiana, de New York, dice:

"Un médico lego en literatura escribió un simple articulo sobre juguetes, y lo publico en el periódico. Fue leído por una joven dama rica, quien, hasta esa fecha, nunca había encontrado una ocupación. El articulo despertó en ella el deseo de suplir las necesidades de los niños pobres de la ciudad. Comenzó por elaborar vestidos para muñecas, llevándolos a niñas pobres o enfermas. Así lleno de alegría muchos hogares plenos de tristeza.

La pregunta: "¿Dónde esta tu fe?", que me dirigió un laico, abrió mi entendimiento, haciéndome comprender que la fe es algo que debe ejercitarse. En aquellas cuatro palabras que componen la pregunta, oída en una conversación privada, aprendí una lección que nunca olvidare.

La motivación es clara, y fue esta: en aquel momento mi mente estaba en la forma adecuada para captar el verdadero significado.

Hace años pedí a Rosa Warren que me les pusiera música a unos versos. Ella replico:

-"No me atreveré a eso. Nunca hice cosa parecida".

Pero finalmente me rindió a mi persuasión. Cuando me devolvió el papel con las notas, me dijo:

  • "Fue mas fácil de lo que yo creí".

Colton dice que "las colinas en la jornada de la vida aparecen enormes desde lejos; pero cuando nos acercamos, se nos hacen fáciles de escalar".

La complacencia de Rosa a mi petición fue tal vez el medio de enterarse de que poseía un talento ignorado, que hoy puede aun incrementar y mejorar.

Ante mi aparece una vista que se extiende tres décadas hacia el pasado. Comparando la vida de hoy en Utila con la de aquel entonces, distingo las etapas del ascenso a la civilización, y, permitiendo algunas excepciones, muchos isleños están ahora mejor vestidos, mejor alojados, y mejor informados, de cómo estaban antes. Esto demuestra que la gente alimenta altas aspiraciones. Inventamos las necesidades y creamos sus satisfacciones.

Muchos de los isleños se han vuelto superiores a las circunstancias. Planeando sabiamente y actuando con precaución encontraron el éxito a pesar de obstáculos y dificultades. Para ello la vida es real, verdadera, y actuando de conformidad con este conocimiento, han ganado la estima de sus semejantes.

Me aventurare a mencionar dos o tres de ellos:

Samuel Warren, uno de los principales jóvenes en el mercado de El Porvenir. Cuando muchacho desempeño con acierto el responsable puesto de sobrecargo en la goleta F. B. Hiiler. Después le dieron la Gerencia de un importante establecimiento de Roatan, y finalmente se inicio en el comercio de El Porvenir.

Ebert Wood, un carpintero formado por esfuerzo propio, dirige su buen taller. Es empleado por los señores Vaccaro Bros & Co., como capataz en Salado.

Otro joven triunfador es Walter Rose, quien sirvió con fidelidad a sus empleadores, ganado ascensos. Ahora esta a cargo de un establecimiento comercial de Cooper & Rose, en Conex Hole, Roatan. Estos son solamente prototipos de nuestros excelentes jóvenes.

Que un brillante futuro espera a la isla, lo creemos confiadamente, aunque, de que manera vendrá, no podemos decirlo. ¡Cuánto anhelamos el amanecer de ese día feliz!.

Por otro lado, algunos amigos sienten grandes temores por el bienestar de las nuevas generaciones. Ellos arguyen que la poca proporción de buenas tierras en la isla es insuficiente para producir el sustento de una población considerable, y que esta va creciendo rápidamente. ¿Qué hará entonces la gente para subsistir?

Esta es una cuestión muy seria, y no debe tomarse a la ligera. Por el momento mucha gente nuestra hace considerables esfuerzos para obtener escasos medios. Hablando crudamente, nuestro dólar –el sol- equivale a cuarenta centavos en buena moneda. Por razones obvias, los suministros son caros. De modo que nuestro dólar solo tiene poder de compra aquí, pues en los Estados Unidos tendría un valor de solamente 25 o 30 centavos.

Aun no veo una causa real de temor. Nuestra población actual es menos de 50 personas por cada milla cuadrada, lo que no es alarmante. Mas aun, hay amplio espacio en el continente para un exceso de población.

El futuro, sin embargo, no nos pertenece. Hagamos hoy lo mejor que podamos.

"Como un vendado caminando a tientas,

no tratare ahora de tocar mas lejos.

Puesto que el futuro se oculta a la vista,

solo necesito hacer el hoy bien hecho".

Haciéndolo así, estaremos a la vez en pasado, presente y futuro. Una cosa, sin embargo, parece cierta: la mayoría de las generaciones por venir se verán obligadas a depender de labores manuales.

Los mejor educados probablemente tendrán mejor éxito en la vida. Aunque la experiencia ha mostrado que, al menos en estas latitudes, muchos individuos de mediana capacidad se han hecho ricos e influyentes, mientras que hombres de educación superior permanecen pobres y, en cierta medida, dependientes.

Cierta clase de conocimiento es vendible aquí, y por buen precio. En estos casos, por el contrario, el haber estudiado vale muy poco. Conste que no estamos subvaluando la educación.

El joven prudente de Utila comienza a hacer dinero; ama el trabajo, le gusta el ahorro, cree en la emancipación que da el dinero. Parece estar acorde con las palabras de Addison:

"Un hombre que esta equipado con argumentos acuñados convencerá a su antagonista mucho mas que otro que los extrae de la razón o la filosofía. El oro es un magnifico esclarecedor del entendimiento; el disipa las dudas y los escrúpulos en un instante; se acomoda a las mas obtusas capacidades; silencia las protestas y alharacas, convence a los mas obstinados e inflexibles".

Conozco a un muchacho utileño, chico de doce años, que había ganado cien dólares trabajando. Y como el podría citar a muchos.

De un editorial del Dr. Buckley titulado "¿Ha comenzado Ud. a economizar?" he sacado los siguientes extractos, en los que, después de una interesante reseña acerca de los bancos de ahorro de todo el mundo, entre otras cosas dice:

"Yo animaría a todos los jóvenes a economizar el dinero, poniéndolo en un banco de ahorro. Permítanme decirles que pasaría con el. Si Ud. pusiera sus economías en el banco, sin retirarlas durante diez y ocho años, al cuatro por ciento, se duplicarían". "Yo conocí a un joven –sigue diciendo el Dr. Buckley- que comenzó cuatrocientos dólares al año. Para algunos esto no parece mucho, pero el fue a depositarlo en el banco y, cuando habían pasado treinta años, tenia la fortuna de treinta mil dólares. Ahora, si Ud. multiplica treinta mil dólares por cuatro por ciento, le dará mil doscientos dólares al año para vivir el resto de su vida".

"Conocí a otro joven –continua el Dr.- quien gastaba mas de cuatrocientos dólares al año en cigarrillos, boletos de teatro, y otras cosas así. Ha venido varias veces a mi Oficina de la Advocación Cristiana, a pedirme dinero prestado. Tiene ya como cuarenta y cinco años de edad, y aparenta tener sesenta y cinco, y es pobre, bebedor e infeliz. Si Ud. no economiza en su juventud, probablemente nunca lo hará".

Aquí no tenemos banco de ahorro, pero el dinero puede invertirse de alguna manera que rinda intereses, o quizá se puede depositar en el Banco de Ahorro, de Belice.

Nuestra gente esta muy agradecida con todos aquellos que, después de disculpar nuestras faltas, reconocen nuestros valores. Y sin duda los mismos amables espectadores experimentan una intima satisfacción al reconocer nuestras aspiraciones, esfuerzos y progreso. Pues, como dijo el poeta:

Quien a otros bendice en sus actos cotidianos,

hallara la cura que su espíritu reclama,

pues toda flor esparcida en el camino ajeno,

al nuestro confiere su fragancia.

En conclusión, debo felicitar de corazón a mis compañeros isleños por los grandes adelantos hacia una mejor, elevada y noble existencia. Yo he compartido con ellos la lucha. Se lo que es, y me aliviana el saber que nuestro Dios y Padre en los cielos, nunca nos faltara si seguimos su camino.

APÉNDICE

Nota. Cuando el Gobierno Británico declaro a las Islas de la Bahía una colonia inglesa, el Gobernador de Jamaica fue nombrado su Gobernador; el Superintendente de Honduras Británica quedo como Teniente de Gobernador, y un Magistrado Presidente fue enviado para administrar el gobierno de las islas. En este libro, ambos funcionarios: el Superintendente de Honduras Británica y el Magistrado Presidente, han sido titulados "Gobernadores".

Inglaterra evacuo las islas en cumplimiento de los términos del Tratado Clayton Bulwer, que había sido firmado en 1850 entre Gran Bretaña y los Estados Unidos de América.

Líneas de vapores que comerciaban con Honduras, y tocaban Utila para contartar pilotos e inspectores de fruta, y para entregar o recibir el correo, eran: United Fruit Company, Vaccaro BROS & Co., Oteri Line: Tenían oficinas en New Orleáns y La Ceiba. El pasaje costaba $ 25.00

Servicio regular de Trujillo a Puerto Cortes.

Entiendo que el Gobierno de Honduras esta para firmar un arreglo con Mr. George Haylock, de Guanaja, para establecer un servicio regular de correo semanal entre Trujillo y Puerto Cortes, pasando por Ceiba y Tela incluyendo a Islas de la Bahía. Se hará el servicio en el nuevo bote de gasolina de Mr. Haylock, "Alva", y suplicara el necesario sistema regular de comunicación y paseo. El "Alva" fue construido, pertenece y es operado por Cróeles of Bonacco. Es el primer vapor construido en Honduras. Y es otra muestra de las empresas de los nativos isleños. Les deseo éxito a sus dueños.

Dondequiera que se halle la palabra "costa" en este libro, se refiere al continente. Nunca se usa aquí en relación con las islas, a menos que se especifique. Pero al mencionarlas se dice invariablemente: "del lado Norte, fuera del extremo oriental, a lo largo del lado Sur, etc.", de la isla que se esta mencionado.

"Hondureña".

Las palabras "Bonacco" y "Honduranian" son de variada ortografia. La primera la he encontrado escrita así: Bonaco, Bonacco, Bonaca, Bonacca. En una carta del Ministro Británico en Guatemala, hace algunos años, la ultima aparecía escrita así "Honduranian". En numero reciente del Times Democrat, decía: El Dr. Gahne lo imprime así: "Honduranean". Todas estas son autoridades excepcionalmente capacitadas.

 

Elaborado por

Edarwd Rose

Traducción carlos romero

RECOPILADO POR

Jorge Fernando Martinez Gabourel

Partes: 1, 2, 3, 4
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