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Los “nuevos” pobres, de los países ricos (un relato trágico de la crisis) (I) (página 4)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Al estar fuera de las varnas, a los Dalits, históricamente, sólo se les ha permitido realizar trabajos más marginales. Se incluyen los trabajadores del cuero, llamados chamar; los granjeros pobres y los jornaleros sin tierra, los artesanos callejeros, artistas populares, lavanderos de ropa y otros. Tradicionalmente, eran aislados en sus propias comunidades, hasta el punto de que las clases superiores evitaban el contacto de sus sombras. La discriminación contra los Dalits existe aún en zonas rurales y en la esfera privada.

Este fenómeno, no obstante, no es exclusivo de India, puesto que existen grupos similares en Bangladesh (denominados arzal), en Yemen (conocidos por Al-Akdham), y en Japón (donde reciben el nombre de Burakumin).

"Pagano": Persona que paga, generalmente por abuso, las cuentas o las culpas ajenas. (Diccionario de la Real Academia Española).

"Paganini": Persona que acostumbra a pagar gastos ajenos o comunes -compartidos por ella con otros. (Diccionario etimológico del lunfardo).

El "peso específico" de la crisis

Haciendo un cálculo sencillo, a partir de los datos anteriores, podemos constatar que el dinero del contribuyente aplicado por los EEUU para "socorrer" a sus bancos ("too big to fail") alcanzó entre los años 2007 y 2009 la friolera de 8,4 billones de dólares, lo que equivale al 60% del PIB de ese país.

Si el cálculo se hace para la Unión Europea, tenemos, inicialmente 1,6 billones de euros (entre 2008 y 2010), que se transforman en 4 billones de euros (según el presidente de la Comisión Europea) para "el conjunto de medidas puestas en marcha para encarrilar la economía" (sic), lo que equivale al 33% del PIB de la Unión.

Dicho en palabras elementales (para que lo entiendan los que se "lían" con los "billones"): los bancos "demasiado grandes para caer" se han "fumado" en la primera etapa del salvataje (digo primera, porque hay una segunda -en marcha- y vaya Dios a saber cuántas más quedan por venir, hasta que saquen todos los cadáveres del armario), el equivalente al 60% de la producción total de un año en los EEUU y el equivalente al 33% de la producción de un año de todos los países miembros de la Unión Europea.

A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis") americanos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 60% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de los Quantitative Easing (QE) de la Fed. El helicóptero de Bernanke.

A los contribuyentes ("dalits", "paganos" o "paganinis") europeos les han sacado (robado) de sus bolsillos el 33% del producto (trabajo) de un año para auxiliar a los bancos causantes de la crisis. Esto, sin agregar la "exacción" indirecta (por la vía inflacionaria) de las "barras libres" del BCE. La "ponchera" de Draghi.

¿Si esta crisis ("sistémica", dicen los escribas mercenarios), se hubiera producido en otro sector de la economía (minero, pesquero, agrícola, manufacturero, energético, servicios no financieros, profesional…), creen ustedes que los gobiernos hubieran puesto a disposición de los "damnificados" tan ingente (y probablemente irrecuperable) cantidad de dinero? ¿Y si además (para más inri), esos "afectados", resultaran ser los causantes (culpables) de la crisis?

¿Por qué puede (y tal vez debe) quebrar una explotación agrícola, una fábrica, un supermercado, una tienda, un bar, un restaurante, un taller mecánico, un sanatorio, un profesional… y no puede quebrar un banco? ¿En qué manual de economía están establecidos los parámetros del riesgo sistémico? ¿Cuál es el límite? ¿Y el riesgo moral?

Esto comportamiento no es capitalista, tampoco liberal. Es un falso capitalismo, un liberalismo económico asimétrico, donde se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas. Donde se distorsiona (altera) la selección natural. Donde se "amputa" la mano invisible del mercado. Esta es una economía de casino donde las apuestas (particulares) se "cubren" con dinero del contribuyente (público). Y ya se sabe, "el dinero público no es de nadie" (sic).

¿Cómo se puede entender la "naturaleza y causa de las riqueza de las naciones", si se deja a cargo de la regeneración de las finanzas a los mismos que provocaron la crisis (la mayor desde 1930), si se tolera que continúen aplicando los mismos métodos (y vicios) que la originaron? El zorro cuida a las gallinas… el pirómano cuida el bosque… y el monstruo de Amstetten cuida a las mujeres y los niños… "Volved a los camarotes, todo está arreglado" (dijo el Capitán del Costa Concordia).

¿Aparte de Madoff (porque "pisó los callos" a muchos judíos ricos) y Rajaratnam (porque no era "uno de los nuestros"), quién más entró en la cárcel? En la "quebrada" Europa, ni uno. Mucha banca "en la sombra" y ningún banquero "a la sombra".

¿Cuántos de los CEOs (los mariscales de la derrota) siguen al mando de los principales bancos, como si no hubieran tenido nada que ver con el "invento"? ¿Han devuelto algo de los premios cobrados mientras sus bancos se iban a la quiebra? ¿Han dejado de cobrar sus "bonus" multimillonarios durante el proceso de rescate con dinero público?

Resulta (por lo menos) altamente sospechoso que los bancos centrales hayan ayudado (socorrido) a los bancos (acreedores) y no lo hayan hecho con los particulares (deudores hipotecarios) para que pagaran sus deudas con los bancos. Un caso inaudito en que se ayuda al acreedor en vez de al deudor. El mundo económico al revés. "Y Smith lloró"…

Vamos a suponer que no haya habido "cohecho activo" (en el que el político o el funcionario es el que se aprovecha del delito cometido para enriquecerse), pero sin duda ha habido "cohecho pasivo" (en el que el político o funcionario deja de actuar para permitir que terceras personas hayan podido enriquecerse). "Y Montesquieu lloró"…

Según Washington, WikiLeaks (2011) o Megaupload (2012) son miembros del "crimen organizado" (sic). ¿Cómo deberían caratular, entonces, a la banca (los perros de la codicia) y a Wall Street (la mano "visible" de los mercados)? Camino de los 4 años de tormenta financiera (que seguimos soportando), los gobiernos continúan "mareando la perdiz", sin hacer las reformas necesarias del sistema. Sería muy preferible ir a una solución "sistémica" (aquí sí, "sospechosos" escribas liberales), que pase por repensar el conjunto del sistema financiero, reconocer pérdidas, cerrar lo que haya que cerrar, por recapitalizar (sobrecapitalizar) las sobrevivientes, y por poder decirle al mercado (mejor, a los contribuyentes) que hemos puesto fin a la pesadilla.

El fandango de la deuda (la factura de los rescates públicos)

(Haciendo "zapping" por la hemeroteca)

La financiación de los planes de rescate provocará el mayor endeudamiento de la historia (las primeras cuentas a inicios del año 2009)

"Los gobiernos de todo el mundo están centrados en estos momentos en salir cuanto antes de la recesión. No importa cuánto dinero haya que aportar a los planes de estímulo económico ni las participaciones que haya que tomar en bancos privados o las ayudas de Estado que haya que distribuir entre todo tipo de industrias. Hay que hacer lo que sea con tal de salir de la crisis. Ésa es la única prioridad. Después ya veremos"… ¿Y todo esto cómo se paga? (El País – 18/1/09)

Más paro y recesión marcan la herencia dejada por Bush a Obama.

"La herencia económica que recibe Barack Obama es tan excepcional como su elección al frente de la Casa Blanca. Los números asustan. Si tradicionalmente la economía de Estados Unidos se ha permitido un déficit presupuestario y por cuenta corriente de envergadura, el desequilibrio alcanzado en los últimos años es histórico. En el caso del déficit fiscal, la Oficina Presupuestaria del Congreso de EEUU augura un desfase entre ingresos y gastos que este nuevo año alcanzaría 1,2 billones de dólares (el 8,3% del PIB), cifra no vista desde los años 50, posteriores a la II Guerra Mundial. Lejos quedan los 236 millones de superávits fiscales obtenidos por la administración Clinton en 2000"… El mayor déficit en 50 años en EEUU (Cinco Días – 21/1/09)

¿Pueden colapsar la deuda pública de USA y RU? (el dilema de Obama y Brown)

"Máximo nivel de alerta en el día 1 de la era Obama. El valor de la banca se volatilizó ante la "insolvencia" sistémica en EEUU y Gran Bretaña. Obama y Brown avanzan hacia la nacionalización bancaria. La calidad de su deuda pública corre peligro, lo que pincharía la burbuja de los bonos"… El tsunami bancario anticipa el colapso de la deuda pública en EEUU y Gran Bretaña (Libertad Digital – 22/1/09)

Los planes de rescate aprobados en EEUU (2007-2008) comprometen un gasto de casi 10 billones de dólares, cantidad que sería suficiente para pagar el 90% de las hipotecas norteamericanas

"Las generaciones futuras de ciudadanos norteamericanos se preparan para pagar una factura multimillonaria debido al aumento del gasto público que ha decidido efectuar la Administración de EEUU para encarar la crisis financiera que se generó con el estallido de las hipotecas de alto riesgo (subprime) y que fue alimentada por las agencias públicas Fannie Mae y Freddie Mac"… EEUU hipoteca diez billones en rescates (Libertad Digital – 16/2/09)

Las previsiones de déficit fiscal para el año 2009 van a peor (reality show)

"La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca ha revisado al alza su previsión del déficit para este año y para el próximo ejercicio fiscal tras incluir en las cuentas los datos más recientes sobre la recaudación fiscal y los planes de rescates aprobados por el Gobierno para ayudar a sectores como el financiero y el del automóvil, entre otros"… El déficit de EEUU sigue engordando: alcanzará 1,84 billones en 2009 (El Confidencial – 11/5/09)

Un balance de la "socialización de las pérdidas" (Bernanke, primer mandato)

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"La intervención de los gobiernos, bajo la excusa de rescatar al sistema financiero internacional y combatir la recesión económica, ha supuesto un desembolso de dinero público histórico. El coste de los rescates bancarios y la aplicación de los planes de estímulo, asciende a 13 billones de dólares hasta 2009. Esta cifra equivale al 21,12% del PIB mundial (61,5 billones de dólares), de modo que la intervención pública supone una carga adicional próxima a los 1.900 dólares por cada ser humano del planeta. Y ello, sin contar con las inyecciones extraordinarias de liquidez aplicadas por los principales bancos centrales"… Casi 1.900 dólares per cápita – La factura de los rescates públicos asciende al 21% del PIB mundial (Libertad Digital – 28/1/10)

El gran agujero fiscal de EEUU

"En 2001, Bill Clinton dejó la Presidencia de Estados Unidos sin déficit fiscal y la Oficina Presupuestaria del Congreso proyectaba un superávit de US$ 800.000 millones por año entre 2009 y 2012. Hoy, la deuda pública federal estadounidense se acerca a los US$ 2 billones y el pago de sus intereses se ha convertido en uno de los cuatro grandes gastos gubernamentales"… (BBCMundo – 1/2/10)

¿Qué pasó en estos años? ¿Cuánto de esta deuda se debe a las dos presidencias de George W. Bush? ¿Cuánto a las recesiones económicas (2001-2002, 2008-2009)? ¿Cuánto a los rescates de los bancos y a la inyección fiscal a una economía moribunda?

Según Josh Bevins, investigador del Economic Policy Institute de Washington, la mayor parte de este déficit se debió a decisiones políticas.

Obama bate el récord histórico de gasto y déficit público de EEUU

"Obama persiste en su receta de estimular la economía con dinero público. El presupuesto del año 2010 llega a los 3,8 billones de dólares, un nuevo récord que hace aumentar el déficit"… (Libertad Digital – 1/2/10)

La Casa Blanca prevé un déficit para el año fiscal 2011 de US$ 1,267 billones

"Estados Unidos registrará un déficit presupuestario de US$ 1,267 billones (millones de millones) en el año fiscal 2011, señaló el lunes la Casa Blanca, en un presupuesto de US$ 3,834 billones que busca alcanzar un equilibrio entre fomentar la creación de empleo en el corto plazo y hacer frente a los problemas fiscales de la nación durante la próxima década"… (The Wall Street Journal – 1/2/10)

"Es probable que en la Roma de Nueva York, en la Atenas de Georgia y en el Madrid de Iowa no reine la sensación de crisis presupuestaria que últimamente domina a sus homónimas europeas, pero los estados y los municipios de EEUU podrían acabar teniendo problemas igualmente graves"… (Financial Times – 11/2/10)

Ahora le toca a EEUU y Reino Unido

"El perfil de la deuda británica y estadounidense es tremendo, insostenible. El mercado ha puesto el foco en Grecia y por extensión en la eurozona, pero California y otros lugares de EEUU están como Grecia. Tal vez eso acabe siendo una ventaja para Europa, que parece iniciar el camino de una inusual disciplina fiscal: ¿EEUU necesita un susto así para enterarse del problema?", se pregunta Carmen Reinhart, de la Universidad de Maryland"… (El País – 21/2/10)

Enfangado por la deuda

"Grecia es el canario en la mina de la deuda soberana, al que todo el mundo vigila, por si se asfixia. Pero sus males son comunes entre las economías desarrolladas. Estados Unidos no es una excepción. El déficit y la deuda están a niveles que no se veían desde la II Guerra Mundial. El presupuesto para 2011 puso el foco en la cantidad y en la manera en la que la mayor economía del mundo gasta, y en analizar de dónde llegan los 3,8 billones de dólares (2,8 billones de euros) que lo nutren. Para ese ejercicio -que arranca en octubre- el déficit se proyecta en 1,4 billones un (9,9% del PIB), por debajo del récord de 1,6 billones para 2010 (10,6% del PIB). El problema es que se mantendrá cercano al billón durante la próxima década y seguirá alimentando una deuda nacional que toca ya los 12,4 billones de dólares (85% del PIB)"… (El País – 21/2/10)

¿50 Grecias?

"Una gran parte de los 50 Estados de EE UU tiene una variante de la gripe griega. Si bien es cierto que no tienen desequilibrios a la escala de Grecia, la recesión ha puesto de manifiesto la deficiente gestión fiscal de algunos Estados. Las suspensiones de pagos no son inconcebibles, pero del mismo modo que la UE va a apoyar a Grecia, el Gobierno federal debería probablemente acudir al rescate"… (El País – 21/2/10)

¿Qué valdría Estados Unidos si fuera una empresa?

¿Quién querría comprar sus acciones? ¿Y qué recomendaría un experto en reflotar empresas a una empresa que perdió más de 2 billones de dólares en 2010?… (Libertad Digital – 21/3/11)

(Agosto 2011) Batalla política en USA: que suban el techo (D) o que bajen el piso (R)

"Estados Unidos puede hacer "default" en agosto. Si los políticos norteamericanos no llegasen a un acuerdo para aumentar el techo de endeudamiento actualmente establecido, el equipo de Obama tendría que escoger cuales de las obligaciones que debe satisfacer le parecen menos importantes: la sanidad, las pensiones o incluso su deuda pública aunque sea lo más improbable. Es francamente difícil de comprender cómo hemos llegado a este punto, cómo una potencia mundial puede acercarse al borde de la insolvencia por puro "morbo", por saber qué se siente negociando acuerdos en el límite y tratar de sacar los mayores réditos políticos"… (El Confidencial – 15/7/11)

Los efectos (la segunda ola del tsunami financiero)

Carta a los dalits, paganos o "paganinis" de la crisis (desde la Europa de los náufragos): la deuda y la vida (escrita a principios del año 2012)

Un diabético con sobrepeso (a punto de sufrir un infarto)

¿Estamos realmente a un paso del abismo? ¿Se acabó el mundo que conocemos?

Tratar de entender las ramificaciones de esta catástrofe hace que la mente tiemble: es como imaginar el infinito. Y en medio del pánico surge una pregunta sencilla: ¿cómo logramos todos ignorar lo obvio?

La crisis financiera mundial puso al descubierto defectos del capitalismo al estilo estadounidense, las insuficiencias de lo que los británicos apodaron como la regulación financiera "leve" y la tendencia del sistema hacia cometer excesos periódicos. Más recientemente, la crisis de la deuda soberana de Europa puso de relieve la tensión de un costoso estado de bienestar en ausencia de un vigoroso crecimiento económico que lo financie.

El modelo de EEUU continúa en dificultades tres años después de que los reguladores dejaran que Lehman Brothers se hundiera. Miles de millones de dólares duermen ociosos en las arcas de las empresas, a pesar de que millones de trabajadores se hallan desempleados desde hace más de un año. El mercado inmobiliario sigue deprimido. La parálisis política en materia fiscal socava la autoridad económica en EEUU. Todo esto y más ha debilitado el argumento más simple a favor del modelo económico de EEUU: el hecho de que funciona.

Los países de la eurozona dependerán en 2012 de que los inversores no sean extremadamente virtuosos, porque, en conjunto, les pedirán 1,25 billones de euros, la cantidad que necesitan para afrontar los vencimientos de deuda pública que tendrán a lo largo del año. Un desafío extraordinario tanto en lo cuantitativo -puesto que esa cifra equivale prácticamente al 13 por ciento de la economía de la región- como en lo cualitativo, porque supondrá una reválida para pulsar el grado de confianza que los europaíses inspiran en los mercados financieros tras la extrema tensión de 2011.

Los vencimientos de deuda estadounidense durante 2012 será seis veces superiores a los de los cuatro grandes países emergentes, China-India-Brasil y Rusia. Casi tres billones de dólares, si sumamos también los intereses a pagar. Sin embargo, estas cuatro economías, imparables en pegar mordiscos a su porcentaje del PIB global, sólo acudirán al mercado para pedir 482.000 millones de dólares.

Sólo Japón afrontará más vencimientos y pagos que EEUU pero el interés será mucho menor. Los bonos nipones a diez años ofrecen intereses menores del 1%, los segundos más bajos del planeta tras Suiza. Los estadounidenses entregaron de media un 2,18% según la agencia Bloomberg. Así que la factura a pagar por Washington podría superar en este 2012 a la japonesa.

Robert Prince, codirector jefe de inversiones de Bridgewater y su equipo de gestores del mayor fondo de cobertura del mundo, se preparan para por lo menos una década de bajo crecimiento y alto desempleo en las principales economías desarrolladas. Prince califica a esas economías, Europa y Estados Unidos en particular, como "zombis" y asegura que van a seguir en ese estado hasta que reduzcan sus enormes deudas.

"Lo que tenemos es un cuadro de un sistema económico quebrado que opera con respirador artificial", dice Prince. "Estamos observando un proceso de desapalancamiento que va a durar entre 15 y 20 años y apenas llevamos cuatro", comentó.

En Europa, por ejemplo, "falta mucho para superar la crisis de la deuda", señala. Este problema económico y financiero significa que las tasas de interés permanecerán en cero durante muchos años, tanto en Europa como en EEUU.

Los volúmenes de déficit y, sobre todo, de deuda pública en el Atlántico Norte están en niveles nunca alcanzados en tiempo de paz. Niveles que no eran problema mientras los flujos internacionales de capital estaban también en máximos y el sistema financiero aparentaba poder intermediar con seguridad y solvencia todos esos dineros. Pero la crisis financiera ha mermado seriamente la credibilidad de los bancos en Europa y Estados Unidos, y el bucle crisis bancaria-crisis soberana ha lastrado las calificaciones de los emisores públicos. Ya no quedan activos seguros; desde luego no lo es el bono americano, que ha perdido su triple A por el impasse político; ni el francés que en enero de 2011 perdía su tercera A. Esa pérdida de interés, ese castigo a la credibilidad, ha obligado a reducir los niveles de déficit públicos en los países industrializados, simplemente porque su financiación ya no es tan atractiva para el inversor.

Recordemos la paradoja de Greenspan. Contrariamente a lo que predice la economía clásica, el ahorro de los países emergentes financia la inversión y el consumo en los países ricos. Fue su sucesor en la Reserva Federal el que ofreció la explicación a esa anomalía, la solución Bernanke resalta que es la calidad institucional de los mercados de capitales en los países desarrollados la que explica ese movimiento de capitales aparentemente contra natura. La crisis de las subprime y del euro, han roto esa anomalía, y la han roto definitivamente.

La excepcionalidad occidental se ha acabado. La posibilidad de la que han disfrutado durante casi un siglo los países del Atlántico Norte de evadirse de la restricción externa, se ha esfumado. La particularidad de que siempre había gente en el mundo dispuesta a invertir en los países industrializados, a prestarles dinero en cuantía ilimitada, se ha terminado.

Esa es la situación a la que se enfrenta el gobierno de los Estados Unidos y los gobiernos de los países periféricos de la Unión Europea. Administraciones afectadas de obesidad mórbida. Cuantas calorías aportó la dieta bancaria (estatización de las pérdidas) y cuantas la dieta imperial americana (gastos de defensa) o socialdemócrata europea (estado de bienestar), es algo aún por determinar. Seguramente "entre todos la mataron y ella sola se murió".

Deuda sobre deuda (… más un derrame cerebral)

Ajustarse el cinturón

"Agobiados por unos salarios estancados y unos precios al alza, los consumidores estadounidenses creen que las probabilidades de traer más dinero a casa en el próximo año son las más bajas de los últimos 25 años, según un análisis de Goldman Sachs"… Los estadounidenses rebajan sus expectativas del dinero que van a ganar (El Economista – 3/6/11)

El economista de Goldman Jan Hatzius toma los datos de la encuesta de la Universidad de Michigan y Thomson Reuters, que pregunta a los consumidores si creen que sus ingresos familiares crecerán más que la inflación en los próximos 12 meses. Hatzius aplica una media móvil de seis meses para suavizar los datos y encuentra que el pesimismo sobre los salarios está en su máximo de más de dos décadas.

"Los hogares ya son muy pesimistas sobre el crecimiento futuro de sus ingresos reales", escribe a los clientes del banco de inversión. "Y una ralentización del empleo seguramente se traducirá en un mayor deterioro (esperado y real) de ese crecimiento de los ingresos. Eso elevaría los riesgos a la baja de nuestra actual previsión de que el consumo real crecerá entre el 2,5% y el 3% en el próximo año y obligaría a otra revisión a la baja de nuestro pronóstico para el PIB de EEUU en 2011 y 2012".

Los salarios reales por hora han caído el 2,1% en tasa interanual en el segundo semestre de 2011, una tasa de caída que no se veía en 20 años, según Goldman. Este análisis está respaldado por la otra encuesta más conocida de la Conference Board, que a principios de junio (2011) indicaba que el porcentaje de consumidores que espera que sus ingresos crezcan estaba por debajo del 15% en mayo (2011).

"Me preocupa mucho más que la recuperación del segundo semestre (2011) que esperamos todos nunca se produzca y que para 2012 volvamos a la recesión", afirma Joe Terranova, estratega jefe de Virtus Investment Partners.

Estas expectativas de ingresos tan bajas hacen que las expectativas del mercado laboral sean mucho más importantes. Las encuestas citadas muestran que los consumidores no son tan pesimistas sobre la creación de empleo, pero una vez que el optimismo en la cuestión laboral se desvanezca, no habrá soporte para la confianza del consumidor.

Una típica pauta de recuperación empieza con un suelo de la bolsa, entonces la economía también hace suelo y comienza la contratación y el crecimiento de salarios. Lo que es excepcional y asusta en la recuperación actual es que esa última fase no ha llegado. En la recesión de 2001, el país perdió el 2% del empleo desde el máximo de empleo y entonces los recuperó en un ciclo de 48 meses. En 1990, los empleos perdidos en la recesión se recuperaron en 30 meses.

Pero ahora, 38 meses después del máximo del empleo durante el boom inmobiliario, todavía hay un 6% menos de puestos de trabajo. Y recuperar ese empleo en menos de 10 meses no tiene precedentes, si es que no es imposible.

"La salida de este bache económico va a ser larga y lenta", opina Patty Edwards, jefa de inversiones en Trutina Financial. "Aunque tengan trabajo, muchos consumidores no ganan lo mismo que hace dos años, porque están en puestos peor pagados o porque no hacen las mismas horas".

Clase media americana: una "especie" en peligro de extinción

""La clase media de Estados Unidos está siendo destrozada y sistemáticamente aniquilada", aseguraba hace unos días en un artículo el Business Insider. Desde que estalló la recesión, la situación económica de un gran número de ciudadanos ha dado un giro radical, transformando el sueño americano en una auténtica pesadilla"… No sólo la clase media está en peligro de extinción: sus empleos corren igual suerte (El Economista – 16/6/11)

La mayoría creció creyendo que si trabajaba duro no tendría ningún problema y que si hacía todo lo que el sistema establecía como bueno, habría un lugar para ellos en la clase media. Pero entonces estalló la crisis y el sistema se desmoronó. Ahora ya no hay suficientes buenos empleos para todos. De hecho, ni siquiera hay trabajos poco cualificados para la mayoría.

Desde finales de 2007 (a mayo de 2011) se han perdido alrededor de 7 millones de empleos. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el tiempo medio que un ciudadano está en paro es de 39 semanas. Los trabajos cualificados son cada vez más escasos y, de hecho, el país cuenta con un 10% menos de "puestos de trabajo de clase media" que hace una década.

"El mercado laboral está cambiando y un número cada vez mayor de trabajadores que antes de la crisis tenía un empleo de alta remuneración se ve obligado a aceptar trabajos poco cualificados", asegura Ruth Mantell, articulista de Marketwatch.

"La creación de empleos de alta remuneración se ha detenido e incluso ha disminuido". "Los puestos de dirección están en decadencia", explica Larry Katz, economista de la Universidad de Harvard.

"Trabajadores con salarios entre 40.000 y 80.000 dólares al año absorben el grueso de los costes laborales de las empresa", señala Jeffrey Joerres, presidente ejecutivo de ManpowerGroup. "Las compañías están buscando la manera cambiar estos empleos para hacerlos más simples, para reducir la experiencia y habilidad que requieren".

Según datos recogidos por The Wall Street Journal (a mayo de 2011) hay 5,5 millones de estadounidenses que están desempleados y, sin embargo, no reciben ninguna prestación por desempleo. Además, el número de empleos de baja remuneración ha aumentado de forma constante durante los últimos 30 años y ahora representan el 41% de todos los puestos de trabajo que hay en Estados Unidos.

En mayo, Estados Unidos creó 54.000 empleos, la menor cantidad en ocho meses. La tasa de paro repuntó una décima con respecto a abril y se situó en el 9,1%. Para muchos expertos, el freno en la creación de empleo constata que la recuperación es todavía débil. A la vista de los datos, hay expertos que dudan sobre la sostenibilidad de la recuperación. Otros van más allá y aseguran que es tan sólo el principio de una segunda recesión.

¿Qué ocurre con el empleo, con los salarios, y quién se está "recuperando" realmente en Estados Unidos?

"En Estados Unidos se usa el término "jobless recovery" para definir las recuperaciones económicas en las cuales el empleo tarda mucho en recuperarse o bien lo hace a un ritmo excesivamente moderado. Pues bien, según el último estudio al respecto publicado por la Northeastern University (Boston, Massachusetts) debemos modificar ligeramente el término, ya que según ellos la actual Gran Recesión no solo ha provocado una recuperación mala para el empleo, también para los salarios, por lo que la denominan "jobless and wageless recovery". ¿Alentador, no?"… La economía se recupera, sus ciudadanos no (El Confidencial – 4/7/11)

En un artículo llamado "The Wageless, Profitable Recovery" el New York Times se hace eco del estudio. ¿Qué ocurre con el empleo, con los salarios y quién se está "recuperando" realmente en EEUU? Comencemos por el principio, el PIB sí se recupera. Según el análisis, que trabaja con datos constantes desde 2005, éste pasa de 13,36 billones de dólares en el cuarto trimestre de 2007 a tocar fondo con 12,81 billones. Posteriormente aumenta situándose actualmente según los últimos datos del primer trimestre de 2011 en 13,44 billones de dólares. Recuerdo que los datos son constantes desde 2005, por tanto sin inflación y por tanto no coincidirían si mirásemos ahora los valores nominales en una tabla.

Podríamos pensar según esto que la famosa recuperación "en V" se ha producido y por ello tener una visión muy optimista de la actual situación. Pero no todo va tan bien… no, algunas cosas fallan. ¿Por ejemplo? Pues como se podrán imaginar por lo dicho hasta ahora, el mercado laboral. Los niveles de empleo siguen estancados en los niveles más bajos a pesar de la "recuperación", siendo especialmente acusado entre jóvenes, inmigrantes y en general personas sin educación superior. Todo este proceso, muy similar al caso español, provoca que la producción por hora trabajada aumente de forma notable, es decir, la productividad.

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En la tabla pueden ver los datos de la actual recuperación, desde su mínimo en el 2º trimestre de 2009 hasta el 1º de 2011, comparándolo con los 7 trimestres siguientes de las anteriores recuperaciones. El resultado es inquietante, tras cada nueva crisis el "jobless recovery" parece más acusado, por lo que seguramente no estemos ante algo puntual sino estructural.

Es más, la actual crisis es la primera desde la Segunda Guerra Mundial que no consigue mejorar el número de ocupados totales sietes trimestres después de terminar la recesión oficialmente.

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¿Qué está ocurriendo entonces? Si el PIB crece, si la productividad mejora, ¿a dónde va todo eso? No a los salarios desde luego, ni viendo la remuneración por hora real, ni mirando a las remuneraciones mensuales reales, ni observando a los trabajadores "full time" se ven mejoras. Los resultados son en todos los casos planos o negativos.

¿Dónde entonces? El siguiente gráfico nos sacará de dudas, muestra el aumento del PIB, el aumento de los beneficios empresariales en términos de PIB y lo mismo con las remuneraciones a los empleados.

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A finales de 2010 si el PIB había mejorado en 528 mil millones de dólares, 464 pertenecían a los beneficios empresariales y solo 7 a sueldos y salarios. Es decir, un 88% del actual crecimiento es debido a las empresas, solo un 1% debido a sus trabajadores. Es más, si miramos el primer trimestre de 2011 (que fue realizado con datos provisionales), el porcentaje se incrementaría a 92% por 0%. ¿Curioso, no?

El estudio afirma que la total ausencia de beneficios para los trabajadores en una recuperación económica es algo sin precedentes en la historia. La ausencia de creación de empleo unido al estancamiento de las remuneraciones son los causantes de este "resultado devastador" según el informe.

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Es de esta forma como se produce la paradoja de que el PIB crece, los beneficios empresariales crecen +39.6%, el Dow Jones sube +45.8%, el S&P500 aumenta +44.3% mientras los trabajadores miran tristes como todo sube menos el bienestar que ellos ven delante de sus narices. Quién nos iba a decir que la economía pasaría de un día para otro a esto, a ser otra cosa distinta a la vida real de los ciudadanos.

Ahora bien, ¿hasta dónde llegará este "experimento"? Y aquí volvemos nuevamente a la sostenibilidad de la actual recuperación económica. Se ahorran costes y además algunas empresas se ven muy beneficiadas por la actual coyuntura, por ejemplo por un bajo dólar quien exporte o por el precio de las materias primas una petrolera. Pero, ¿es esto sostenible? ¿Se puede seguir ganando más y más a costa del personal o de factores coyunturales?

Los beneficios empresariales, a pesar de su expansión y salud en anteriores trimestres, parecen no tan vigorosos en conjunto como anteriormente. De ahí que del 2º trimestre de 2010 al 4º del mismo año haya solo una pequeña mejora y de este último al 1º de 2011 un estancamiento. ¿Ha tocado techo el sistema? Algo puede haber.

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Las meadas de los paquidermos y la impostura inmoral de los esclavos exhibicionistas

"Los beneficios récord en las grandes empresas coinciden con los salarios totales mínimos en relación al producto Nacional Bruto en Estados Unidos. No es una casualidad, es una consecuencia de las políticas de los gobiernos y bancos centrales"… Bancos centrales: los QE impulsan a grandes empresas y hunden a las familias (El Confidencial – 5/12/12)

En Estados Unidos los salarios totales han estado disminuyendo en términos de su participación en la economía norteamericana desde el año 1970. Su peso entonces era en el entorno del 53,5% del PNB estadounidense. En estos 43 años, el descenso en la participación del total salarial en la economía descendió continuamente excepto en los años 1995 a 2000 del boom tecnológico y de Internet. Seguramente este repunte solo se debió a los salarios del sector tecnológico, especialmente por las "stock options" a directivos y empleados. A partir de este pico en el año 2.000, la tendencia a la baja salarial continuó incluso con mayor fuerza del 49% sobre el PNB entonces hasta poco más del 43,5% actual.

Por tanto el nivel salarial norteamericano ha perdido nada menos que 10 puntos del PNB en 43 años.

¿Y si ha disminuido el pago salarial en términos del total de la economía que han hecho los ingresos familiares en USA?

Los ingresos familiares aumentaron hasta el año 2.000 y a partir de allí han empezado a reducirse.

¿Por qué aumentaron los ingresos familiares en términos reales cuando los salarios no lo hicieron en los años 80 y 90? ¿Y por qué ahora están descendiendo en términos reales o ajustados a la inflación a partir del año 2.000? Quizás una parte de la explicación proviene del endeudamiento y del crecimiento económico. Si la economía crece las familias obtienen más ingresos de alquileres o ventas de activos que les permite gastar o consumir más lo que beneficia a otras familias. Además si todas las familias, empresas y Estado se endeudan como lo han hecho en los últimos 20 a 30 años, crecen los ingresos de todos, del estado, de las empresas y de las familias.

Pero es que, además, las familias, a partir del inicio de esta crisis en 2008, han empezado a reducir su endeudamiento, lo que claramente desciende la renta disponible del conjunto de familias al disminuir la renta disponible y en consecuencia su capacidad de gasto.

Recordad que los datos del PIB o PNB se calculan sin descontar la deuda, por tanto si tu familia incrementa continuamente su deuda, y todas las familias del país lo hacen, los datos económicos publicados reflejaran siempre una riqueza que en realidad debería restarse el saldo de deuda total para conocer si de verdad el patrimonio neto familiar ha aumentado o no.

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Los grandes desequilibrios entre la población puede ser la antesala de una crisis tras los excesos cometidos. Analizando el reparto de la riqueza en Estados Unidos se detecta claramente unos excesos insostenibles que solo se produjeron en los años previos a la gran depresión de los años 30.

¿Y qué ha ocurrido con los beneficios de las empresa en USA?, como es lógico han sido mucho más volátiles oscilando entre el 3% sobre PNB y el 9% desde los años 40 hasta el año 2.000. El mínimo de los beneficios empresariales se produjo justo a mediados de los años 80 cuando los Estados Unidos salían de la durísima recesión post crisis del petróleo cuando sus tipos de interés estuvieron muy claramente por encima de tasas del 10% durante muchos años.

¿Y cómo se encuentran los beneficios empresariales en estos momentos? De forma sorprendente, se encuentran en máximos históricos nunca alcanzados, suponiendo el 11% del PNB USA con el último dato publicado a octubre 2012.

¿Cómo puede ser que en la mayor crisis desde los años 30 los beneficios de las empresas estén en máximos? Obviamente se trata de las grandes corporaciones, las pymes están sufriendo enormemente tanto en Estados Unidos como en Europa. Uno de los pocos indicadores de la salud de las pymes, se publica en los Estados Unidos por la NFIB y refleja que a octubre 2002, su salud financiera está aún muy lejos de la de los años 90 y 2000.

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En consecuencia, y por eliminación, las grandes empresas multinacionales norteamericanas están en su mejor momento de la historia. En mi opinión hay tres factores claves aunque es opinable y cada uno puede tener un pensamiento distinto. Para mí son:

1. La deslocalización ha permitido reducir costes en la producción externa, así como presionar a la baja a los costes de producción interiores, es decir de las fábricas en Estados Unidos. Esta deslocalización ha presionado a la baja los salarios manufactureros, que no los de servicios, en Estados Unidos y Europa.

2. La globalización les ha permitido aumentar sus ventas y beneficios, e incluso sus márgenes en algunos sectores, en países emergentes.

3. La política de los bancos centrales y gobiernos occidentales de promover el endeudamiento de familias, empresas y administraciones públicas, supuso hasta 2007 un aumento enorme e imparable de los ingresos totales en la economía. Una vez explota la burbuja de endeudamiento en 2008, la FED primero y el Banco de Inglaterra y el BCE luego con sus Quantitative Easing (QE), compras de bonos a mercado y sus inyecciones masivas para salvar a los que en su día se extralimitaron en términos de endeudamiento, han disminuido al mínimo histórico los costes de financiación de las grandes empresas.

Muy recientemente alguna gran multinacional norteamericana reconoció que los costes de financiación son tan bajos que realizó una gran emisión de bonos a muy largo plazo aunque no necesitaba el dinero.

Esta política de ayudar a quien haya hundido un banco o un Hedge Fund o un país probablemente empezó en 1998 con la quiebra del LTCM (leer el artículo "quizás en 1998 se gestó la semilla de la destrucción en el sistema financiero mundial"). Fue en 1998 que los grandes bancos comerciales y de inversión vieron que lo más inteligente era apalancarte al máximo y si ganas perfecto y si pierdes ya vendrá el banco central o el gobierno a poner dinero.

Por último, la brutalidad de la subida de los beneficios empresariales norteamericanos, debido, en parte, que los márgenes empresariales están en máximos históricos, nos reflejan que muy difícilmente los beneficios actuales son mantenibles con lo que los múltiples actuales cotizados en bolsa, pueden sufrir por la parte de los beneficios, lo que podría afectar a los precios bursátiles para el 2013 y 2014… a no ser, claro, que las inyecciones masivas continúen ad infinitum.

Entre el abismo fiscal y el abismo laboral (graves consecuencias)

"El pulmón del planeta ha vivido en sus propias carnes un total de once recesiones desde el fin de la II Guerra Mundial. Un cúmulo de contracciones que ha vapuleado el mercado laboral de Estados Unidos durante más de medio siglo pero, al mismo tiempo, brindado una flexibilidad inmejorable a la hora de adaptarse a contextos económicos difíciles. Sin embargo, el país todavía sufre las consecuencias de la conocida como Gran Recesión. En medio de una recuperación enclenque e incompleta, muchos se preguntan si las más de 23 millones de personas en busca de empleo a este lado del Atlántico son víctimas de un problema estructural o, simplemente, dependen del crecimiento para volver a encontrar un puesto de trabajo"… ¿Sobrevivirá el mercado laboral de EEUU a la resaca de la recesión y el abismo fiscal? (El Economista – 10/12/12)

Es cierto que durante los últimos tres años, la tasa de desempleo ha tenido una clara tendencia bajista hasta situarse en un cómodo 7,7% el pasado mes de noviembre. Dicho esto, este porcentaje sigue estando muy por encima de las lecturas previas a la recesión sufrida en 2009, mientras que la cuota de la participación en el mercado laboral (aquellos empleados que buscan activamente un puesto de trabajo) apenas muestra señales de recuperación. En estas circunstancias, algunos expertos sostienen que la falta de una evolución clara es el resultado de un daño estructural en la oferta de trabajo que será difícil de reparar, incluso si la economía norteamericana registrase un crecimiento robusto y continuase apoyada en estímulos fiscales y monetarios.

Al fin y al cabo, al contrario que en contextos anteriores, la transformación provocada por la Gran Recesión ha reducido sensiblemente la capacidad y voluntad de los trabajadores potenciales a optar a los puestos disponibles, ya que muchos no cuentan con las habilidades requeridas o la capacidad suficiente para encontrar empleo. Como resultado, la tasa natural de paro ha aumentado y el porcentaje de la población que puede y quiere participar en el mercado de trabajo ha disminuido, lo que implica que hay menos margen de maniobra.

A diciembre de 2012 existen un total de 23,1 millones de estadounidenses sin trabajo. Dentro de esta cifra se incluyen alrededor de 12,3 millones de personas que cumplen con la definición oficial de desempleo: trabajadores sin puesto laboral que buscan activamente trabajo. En segundo lugar, también se suman los 8,3 millones de empleados que trabajan a tiempo parcial pero que desean y están disponibles para trabajar a tiempo completo. En tercer lugar, se añaden a los 2,5 millones de ciudadanos que quieren un trabajo y están disponibles para trabajar, pero que han renunciado a la búsqueda activa de trabajo. Para Joshua N. Feinman, economista jefe de DB Advisors, el aumento sin precedentes en el número de desempleados de larga duración es una preocupación, "no porque es una señal de problemas estructurales, sino porque podría convertirse en una condición permanente si se tarda demasiado tiempo en cambiar".

Por su parte, según apunta Nigel Gault, economista jefe de la consultora IHS Global Insight, "la creación de empleo se está manteniendo a pesar de los temores sobre el abismo fiscal". "Esto sugiere que si se puede negociar con éxito el ajuste fiscal sin prolongar la incertidumbre, el crecimiento del empleo debería acelerarse en 2013", añade.

Desde que el mercado laboral de EEUU tocase fondo en febrero de 2010, la economía ha conseguido añadir casi 5 millones de empleos. Sin embargo, debido a la histórica sangría laboral experimentada durante la Gran Recesión, el mercado laboral estadounidense cuenta a día de hoy con 3,8 millones de puestos de trabajo menos de la cifra registrada antes del comienzo de la recesión en diciembre de 2007. Además, tampoco se debe pasar por alto que, debido a que la fuerza laboral incrementa a medida que la población crece, en los cinco años desde que comenzó la crisis el país debería haber sumado 5,2 millones puestos sólo para mantener la tasa de desempleo estable.

"Si ponemos las cifras en perspectiva, podemos apreciar que la brecha en el mercado de trabajo es de 9 millones de empleos", explica Heidi Shierholz, economista del Instituto de Política Económica. Es por ello que corregir el déficit de 9 millones de empleos durante los próximos tres años, sin dejar de lado el crecimiento de la fuerza laboral, requeriría la creación de cerca de 330.000 puestos al mes. Recordemos que, según las cifras oficiales, la economía de EEUU generó 146.000 empleos en noviembre (2012).

Out of order: el ascensor social está averiado (asalto a la ilusión)

"La idea de ir a la universidad -y la expectativa de que la próxima generación estará mejor educada y será más próspera que su predecesora- ha sido durante años una de las ambiciones innatas de la clase media del país"… EEUU: el ascenso social va en descenso (The Wall Street Journal – 17/12/12)

Sin embargo, ahora existe una profunda preocupación, debido a que esta movilidad ascendente va en sentido inverso.

Andreas Schleicher, asesor especial de educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dice que Estados Unidos es actualmente la única gran economía del mundo en la que la generación más joven no estará mejor educada que la anterior.

"Es un asunto de gran importancia porque gran parte del poder económico actual de EEUU se basa en el alto grado de capacitación de los adultos, que ahora está en riesgo", dice Schleicher.

"Estas habilidades son el motor de la economía de EEUU y ahora ese motor está fallando", agrega Schleicher, uno de los expertos más influyentes del mundo en educación internacional.

Las estadísticas del informe anual de la OCDE muestran que sólo uno de cada cinco adultos jóvenes de EEUU consigue un nivel educativo más alto que el de sus padres. Este es uno de los índices más bajos de ascenso social en el mundo desarrollado.

A pesar de ser un país cuya imagen está basada en el optimismo y la oportunidad, EEUU es ahora un lugar en el que es poco probable que un hijo con padres poco educados llegue a la universidad. Mucho menos probable que en cualquier otro país industrializado. Es exactamente lo contrario a un final feliz de Hollywood.

Además, sólo uno de cada cinco jóvenes adultos en EEUU se identifica ahora en términos educativos con la "movilidad descendente", pues a pesar de tener padres con posgrados, ellos no pueden alcanzar ese nivel universitario.

Mientras la educación superior del mundo busca la rápida expansión y el aumento del número de graduados, una potencia como Estados Unidos está a punto de moverse en el sentido contrario.

Muchas veces se pasa por alto el predominio de la educación universitaria de EEUU en la era posterior a la guerra o en qué medida estaba vinculada a su papel como superpotencia económica, científica y militar.

EEUU tuvo la primera gran participación masiva del sistema universitario. El proyecto de ley GI, que proporcionó subsidios para una generación de veteranos de la Segunda Guerra Mundial, apoyó a tres veces más personas de las que se encuentran actualmente en todo el sector universitario del Reino Unido. Un estadounidense nacido en la década de 1950 tenía el doble de probabilidades de convertirse en un graduado que cualquier otra persona del resto del mundo industrializado.

Pero el sistema universitario de EEUU ya no es el más sobresaliente. En la actualidad, ha sido superado por rivales en Asia y Europa. Los jóvenes estadounidenses de hoy tienen menos de la mitad de oportunidades de graduarse, en comparación con otras economías industrializadas. En un discurso reciente, el secretario de Educación de EEUU, Arne Duncan, se preguntó cómo EEUU solía ocupar el primer lugar en cantidad de graduados del mundo y ahora -en apenas una generación- se encuentra en el puesto 14.

¿Qué salió mal?

El creciente costo de la educación superior en Estados Unidos se cita a menudo como uno de los impedimentos, debido a que la deuda colectiva de estudiantes ya supera el billón de dólares. Sin embargo, Andreas Schleicher sostiene que es un problema más profundo que radica en las desigualdades del sistema escolar. Schleicher dice que el nivel de segregación social y la excesiva relación entre el contexto familiar y el éxito en la escuela está "cortando el camino" entre la escuela secundaria y la universidad.

La meritocracia ya no opera en el sistema escolar. "Si se pierde la confianza en la idea de que el esfuerzo y la inversión en la educación puede cambiar las oportunidades de vida, tendremos un problema muy serio", dice Schleicher.

Un estudio realizado por el Centro Pew examinó el fenómeno del descenso social y encontró que un tercio de los adultos de clase media abandonará ese estatus en algún momento de su vida adulta. Los hallazgos reflejan una percepción de inseguridad moderna, pues las familias ya no pueden suponer que sus hijos serán prósperos. De hecho, se espera que aproximadamente una cuarta parte de los niños nacidos en la clase media bajen de estatus. Nada de esto encaja con la imagen de EEUU como lugar ideal para empezar de cero y de millonarios que se hacen a sí mismos.

Las dificultades actuales, sin embargo, no deben asociarse con señales de una supuesta decadencia del imperio, dice Philip Altbach, director del Centro para la Educación Superior Internacional del Boston College. En su lugar, él cree que es una cuestión más práctica: el creciente costo de la educación superior es un elemento de disuasión. Y hay un problema más amplio de financiación de la educación superior a nivel estatal.

También dice que hay otro "pequeño secreto sucio" de la educación superior en EEUU. y es que muchas personas que se matriculan en la universidad no se gradúan, y eso reduce la tasa de graduados. Andreas Schleicher también dice que hay razones para el optimismo: EEUU cuenta con recursos financieros, capacidad y flexibilidad para cambiar de rumbo rápidamente y ponerse al día, casi más que cualquier otro país.

Y como parte de esta campaña, la American Asociation of Community Colleges posee un proyecto llamado "El reclamo del sueño americano", con un ambicioso plan para crear cinco millones más de plazas universitarias. Pero es una aspiración, en medio de un panorama sombrío.

"El sueño americano se ha estancado", dice el informe de la asociación que además describe a una sociedad en donde los ingresos familiares han caído durante más de una década. "Es más probable que un niño que nace pobre en Estados Unidos hoy en día, siga siendo pobre el resto de su vida, mucho más que en ningún otro momento de nuestra historia. Muchas otras naciones ahora nos superan en nivel de estudio y movilidad económica. La clase media estadounidense se está encogiendo ante nuestros ojos".

BLa exclusión social (la cara más fea de la crisis del Primer Mundo)

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La crisis de los rehenes… (un camino a ninguna parte)

Llega el Apartado más triste del relato, difícil, desagradable, angustioso, doloroso, penoso, sangrante, desolador, desconsolador,… cuando los "grandes números" se transforman en "dramas personales", en nombres, caras, voces, desdichas, tragedias, calamidades, desventuras, miedo, espanto, horror, desesperación, depresión, pánico…

Desempleo y la falta de oportunidades económicas, caída de los salarios reales y de los ingresos familiares, grandes brechas de riqueza, altos índices de pobreza, crisis educativa, niveles de desigualdad tercermundista, cupones de comida, carencia de sanidad pública, desahucios, villas miseria, inseguridad alimentaria infantil, fracaso escolar… tristes records del país más poderoso de la tierra, sufridos por su propia gente.

Gente que alguna vez creyó en "el sueño americano"… que se imaginó libre por siempre de padecer las lacras del Tercer Mundo, y que hoy vive la pesadilla de una post guerra sin haber tenido ninguna guerra, que hoy arrastra la desesperanza de su propia vida, las dudas sobre las posibilidades de sus hijos y el recelo por el futuro de sus nietos.

Gente que hasta ayer tenía un empleo (o dos, contando el de su mujer), un salario razonable y seguro (o dos, contando el de su mujer), casa propia (con deuda hipotecaria a largo plazo), probablemente dos automóviles (uno todo terreno, para ir al súper), colegio o universidad para los hijos, plan de pensiones, seguro de salud, club, gimnasio, vacaciones, viajes, ocio, esparcimiento, hobbies, todos los electrodomésticos y chucherías electrónicas novedosas que las grandes tiendas ofrecían, más teléfonos móviles que miembros del hogar, varios ordenadores… en fin, todo aquello que satisfacía el consumismo glotón y confirmaba el "american way of life".

Casi todo ello (en muchos casos pueden quitar el "casi") se ha ido perdiendo. El empobrecimiento ha desestructurado lo cotidiano; ha derribado con la violencia de los hechos, proyectos y expectativas que daban sentido a las propias acciones. No es sorprendente, entonces, que también ponga en jaque las creencias que el individuo se ha forjado por años acerca de sí mismo, sobre el lugar que ocupaba en el mundo, en síntesis, sobre su propia identidad. Los empobrecidos se preguntan quiénes son en esta sociedad. Les preocupa saber si siguen siendo de clase media a pesar de todo, lo cual les lleva a preguntarse qué es ser de clase media, en definitiva.

¿Un pasado mejor, una antigua jerarquía en el trabajo, un título profesional, que no se borran, alcanzan como requisito para mantenerse en la clase media? ¿Quién cambió: ellos, el resto de la sociedad, ambos? Y si toda la clase media se empobreció: ¿acaso no se sigue siendo de clase media, solo que masivamente devaluados? ¿Cuál es la frontera? ¿Hay un límite objetivo o en última instancia todo depende de cómo se ve uno? ¿Quién decide si sigo siendo o ya no soy: yo mismo, mis amigos, la sociedad? Si ya no soy de clase media, ¿Qué soy?

"El empobrecimiento va erosionando poco a poco los basamentos en los que se sostiene la propia identidad social; es decir la percepción de una ubicación en la estructura social y de un posicionamiento con respecto a otros grupos sociales que forman parte de esa misma sociedad. Se trata de una preocupación central entre los nuevos pobres… Sin embargo, el interrogante sobre la propia identidad difícilmente pueda concluir en una respuesta acabada, y menos que menos común para todos los empobrecidos. La hibridez propia de la nueva pobreza, la coexistencia en la misma persona de hábitos, relaciones sociales, títulos y creencias propias tanto de su pasado no pobre como de su presente pobre, posibilitan que una misma persona pueda considerarse como perteneciendo todavía a la clase media, si toma en cuenta lo que aún posee y no dejará nunca de poseer -"soy un profesional, a pesar de todo"- , o bien como un expulsado, si toma en cuenta lo que perdió"… (La nueva pobreza en la Argentina – Alberto Minujin & Gabriel Kessler)

Si el empobrecimiento erosiona de algún modo la propia identidad social, es interesante ver específicamente por qué vías lo hace. En muchos casos, la crisis de identidad aparece en relación directa con la caída de poder adquisitivo, la contracción del consumo. Esta es una visión muy extendida de lo que definiría a la clase media: el consumo. Una identidad que se sostiene en base al acceso a bienes y servicios que permitían algo más que lo puramente ligado a la supervivencia. Identidad construida en base a determinada ropa, salidas, vacaciones, electrodomésticos, automóvil…

La clase media aquí se define entonces en la cotidianidad, en los hábitos de consumo, de frecuentación de lugares y en la manipulación de bienes. Quizá parezca a simple vista una identidad "superficial", más ligada a una cuestión de imagen y al consumismo que a un sentimiento profundo. Sin embargo, es esta propia cotidianidad, ligada a los hábitos, a la casa, a todo aquello con lo que uno se relaciona cada día, lo que constituye gran parte de la identidad de la clase media, en tanto identidad.

Identidad cotidiana , que no exige ningún compromiso ni rito particular para reafirmar su pertenencia, como sí se le requiere, por ejemplo, a quien se considera feligrés de una determinada religión o miembro de una agrupación política. Se es de clase media por el solo hecho de vivir como se vive. Y éste es también su talón de Aquiles en la caída: los cambios en los hábitos cotidianos implican la desestructuración de las bases de identidad.

Otra forma de erosión de la identidad, es la terrible sensación de que aquello que se es, que siempre se ha sido y de lo que se está orgulloso, ha perdido todo su prestigio social. Para algunos de ellos, la identidad aparece puesta en tela de juicio al ver retrospectivamente que todos los ideales y valores alrededor de los cuales estructuraron su vida no han dado los frutos esperados. Lo que aparece en escena es la sensación de haber hecho una elección equivocada, o en su caso, la sensación de que "cuando te tocaba, te escamotearon el premio".

Hasta ahora me he referido a nuevos pobres que sufren la depreciación salarial, pero que todavía están ocupados; distinta es la erosión de la identidad que se produce al sufrir el desempleo. A veces el cuestionamiento de la identidad viene dado por la mirada de los demás, hasta la de los más cercanos. A veces, la mirada de los demás interviene para calificar de modo positivo o negativo una misma conducta, dependiendo, justamente, del grupo social donde se la ubica. En la construcción de la identidad intervienen también prejuicios, estereotipos, imágenes de clase que sirven no solo para construir una imagen de los otros, sino, por sobre todo, para establecer una frontera entre esos otros y uno mismo. La pobreza implica una marca, un estigma que los nuevos pobres luchan por evitar.

Considerarse "clase pobre" o aun perteneciente a la clase media tiene consecuencias distintas, como por ejemplo con relación a autopercibirse como objeto legítimo de políticas públicas. Muchas familias que sufren una verdadera situación de pobreza, llegan a considerar que, de todos modos, "su situación es transitoria", que no era a ellos a quienes se debía ayudar, sino a los "verdaderos pobres".

Entran en juego aquí muchos factores: en primer lugar la sensación de estigma frente a medidas de tipo asistencialistas. Muchas familias en muy mala situación llegan a sentirse muy incómodos ante una medida de "darles" y, más aun, algo tan íntimo como es la elección de la dieta familiar. Pero además, sin excepción, lo que los nuevos pobres exigen es trabajo, trabajo bien remunerado, que permita restablecer el piso mínimo de justicia que exigen de su sociedad: "que si trabajas te alcance para vivir".

Permanecer en la clase media ayuda a resguardar la identidad ante el dislocamiento generalizado de la cotidianidad. La inscripción dentro de la categoría colectiva puede actuar como un eje estructurante de demandas: el desfase entre aquello a lo que la propia condición -en tanto profesional, trabajador o miembro de la clase media- debería permitir acceder y lo que realmente hoy se tiene se transforma a veces en la base legítima de una serie de reivindicaciones, aunque no lleguen al terreno de lo público y de la acción colectiva. Sin embargo, permanecer exige también un esfuerzo, a menudo sobrehumano, de resguardo de ciertas prácticas cuya supresión confirmaría que la expulsión de clase ha acontecido.

En el otro extremo, estar fuera de la clase media puede tener un efecto dresestructurante, sobre todo en aquellos que no han podido encontrar un nuevo refugio. Pero en muchos de los que se ven como "ex clase media" o directamente ya dentro de la "clase baja" o "trabajadora", llevará también a una mayor resignación frente a la vivencia de las limitaciones y carencias hoy socialmente aceptadas como propias de tal grupo.

Un ideal tambaleante: el progreso

Los estadounidenses han sido educados con la idea de progreso como un destino, un puerto de llegada que daba sentido a gran parte de sus acciones y, sobre todo, a sus sacrificios. En la base de sus creencias más profundas el futuro y el progreso aparecen casi fusionados, como si fueran lo mismo: el progreso aparece como el signo de los tiempos, como si todo debiera progresar, perfeccionarse, mejorar con el correr de los años. Mirar hoy el pasado y caer en la cuenta de que, por más sacrificios y ahorros que se hayan hecho, por más que se hayan cumplido las reglas, el "saldo da en rojo", es uno de los más duros golpes para los que han caído: el empobrecimiento es la afrenta más grande que pueda hacerse a la idea de progreso, es su mayor desmentida.

Renunciar a la idea de progreso es demasiado doloroso: implica resignarse a la inexistencia de algún principio de justicia que rija el mundo, algo que se mantenga en pie a pesar de las vicisitudes circunstanciales que la mano del hombre inflija. El progreso funciona como principio de justicia y equidad de base de todo orden social: una creencia que promete que a mayor esfuerzo, a mayor mérito y sacrificio, corresponderán mayores logros.

El número de estadounidenses que recibe cupones de alimento bate récords

"Unos 44 millones y medio de americanos recibieron cupones de comida del Gobierno en el último mes. El número de personas que recurren a esta ayuda lleva aumentando 30 meses de forma consecutiva. Con un gasto público mensual de 6.000 millones de dólares, el programa de asistencia bate récords históricos en paralelo al aumento del desempleo… Obama, el presidente de los cupones de comida (Libertad Digital – 10/6/11)

El número de quienes utilizan los cupones de comida aumenta en paralelo al de desempleados. Y ambos se encuentran en niveles nunca vistos:

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Unos 44,5 millones de estadounidenses recurrieron a estos cupones en mayo de 2011, según los datos del departamento de Agricultura, responsable del programa. Se trata de un récord histórico tanto en números absolutos como relativos: más del 14% de la población. Es decir, casi uno de cada siete americanos recibe comida pagada por el gobierno, en un país cuyo principal problema de salud es la obesidad.

Además, se trata del 30º mes consecutivo en el que aumentan estos datos. Desde octubre del 2007 se ha pasado de 27 millones de beneficiarios a los actuales 44,5.

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En el último año (mayo 2010- mayo 2011) se han sumado al programa más de 4 millones de personas, una subida del 11%. Este aumento ha afectado a 47 de los 50 estados, en algunos casos con incrementos superiores al 20%.

Con estos números y unos gráficos tan llamativos, los conservadores no han tardado en culpar a Barack Obama de la extensión de la pobreza. "Es el presidente de los cupones de comida", aseguró el ex congresista republicano Newt Gingrich.

Sin embargo, aunque las políticas de Obama no ayudan precisamente a mejorar la economía ni a sacar de la dependencia a los millones que viven del Estado, el problema se remonta a mucho antes, como se puede ver en el siguiente gráfico.

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Fuente: familyinequality.wordpress.com

Como cualquier otro programa gubernamental, el de los cupones de comida ha ido a más con el tiempo. Su alcance es enormemente mayor en 2011 que cuando se puso en marcha, hace 40 años, a pesar de que entonces las familias vivían en condiciones mucho peores.

El problema en ese momento era que los niños no ingerían suficientes calorías, y ahora es que "están obesos", asegura Chris Edwards, director de estudios fiscales del Instituto Cato. "Además, la economía de EEUU ha crecido y la pobreza y el hambre se han reducido. Sin embargo, los programas de cupones de alimentos tienen más beneficiarios que nunca y su coste sigue en aumento".

Las disparidades "abisales" de los marginales (¿o marginados?) sociales

"La brecha entre la riqueza de los blancos y cada una de las dos grandes minorías de Estados Unidos -hispanos y negros- se ha ampliado hasta niveles sin precedentes en medio de la crisis del sector de la vivienda y la recesión, según nuevos estudios"… Crece la brecha entre la riqueza de los blancos y de las minorías en EEUU (The Wall Street Journal – 27/7/11)

La riqueza media neta de los hogares blancos es 20 veces mayor que la de los hogares negros y 18 veces en el caso de los hispanos, de acuerdo con un análisis de nuevos datos del gobierno correspondientes a 2009, realizado por el Pew Research Center, un centro de investigaciones independiente.

Las disparidades son las mayores desde que el gobierno comenzó a hacer el seguimiento de esos datos hace 25 años. La separación entre los blancos y los otros grupos es el doble de lo que era en las dos décadas previas a la recesión y a la crisis financiera de 2008, de acuerdo con el estudio.

"En los cuatro años transcurridos entre 2005 y 2009, hubo un súbito y pronunciado incremento en las disparidades de los niveles de riqueza", dijo Rakesh Kochhar, un investigador del centro Pew y coautor del informe. Kochhar agregó que "utilizar la riqueza neta promedio, como opuesta al valor medio, no pintaría un cuadro tan preciso porque daría un peso más grande a los hogares más ricos".

El sombrío panorama fue acentuado por el colapso de la burbuja inmobiliaria en 2006 y la recesión que duró desde fines de 2007 a mediados de 2009, que tuvieron "consecuencias mucho mayores" para la riqueza de las minorías que para la de los blancos, según el estudio.

Entre 2005 y 2009, la riqueza media ajustada por inflación se hundió dos tercios entre los hogares hispanos y 53% entre los negros, en comparación con solamente 16% entre los blancos.

La riqueza -la suma de activos tales como vivienda, autos, acciones, cuentas de bancos y de retiro, menos la suma de las deudas- es un indicador fundamental del bienestar económico, junto con los ingresos. Los ingresos están compuestos por salarios, intereses, ganancias y otras fuentes de beneficios. La principal diferencia entre riqueza e ingresos es que la riqueza puede ser transferida.

"La riqueza puede establecer el estatus financiero de una familia durante generaciones", dijo Kochhar, que es un economista.

A fines del año 2010, la oficina del Censo de EEUU informó que el número de estadounidenses viviendo en la pobreza había llegado al nivel más alto en 15 años.

Para todos los grupos, la propiedad de una vivienda es el mayor elemento que contribuye a la riqueza neta. El incremento en los precios de las viviendas a comienzos de la década pasada fue acompañado por un histórico aumento en la cantidad de propietarios de viviendas, que llegó a 69% en 2009, desde 64% en 2004. Pero el desplome en el valor de las casas luego se transformó en la mayor causa de la erosión en la riqueza de los hogares, concluyó el estudio.

La caída en los precios tuvo un efecto más perjudicial en las minorías que en los blancos: los hispanos y los negros obtienen más de la mitad de su riqueza neta de sus viviendas, en tanto que ese factor representa 44% en el caso de un hogar blanco.

Como resultado de las caídas, el hogar negro medio tenía solamente US$ 5.677 en riqueza en 2009, mientras que el hispano tenía US$ 6.325. El hogar medio blanco tenía US$ 113.149 en 2009.

La casa de dos dormitorios de Laevonne Gordon, una afroestadounidense de Escondido, California, valía US$ 265.000 cuando la compró en 2005. Ahora, está valuada en US$ 81.000 y está atrasada con los pagos mensuales de su hipoteca. "Estoy tratando de obtener una modificación del préstamo para poder conservar la casa", dijo durante una visita a Community Housing Works, una agencia de asesoría en San Diego, California.

Los hispanos fueron golpeados con más fuerza por el declive en el mercado de la vivienda porque están concentrados en zonas que sufrieron las mayores depreciaciones en el valor de las casas, como los estados de Arizona, California, Florida y Nevada.

El valor medio de las acciones de posesión directa y de los fondos de inversión cayó con más fuerza en el caso de hispanos y negros. El valor retrocedió 32% para los hispanos y 71% para los negros. Para los blancos, el valor declinó 9%. Los blancos e hispanos con dificultades financieras pueden haberse visto obligados a vender acciones o a dejar de aportar a sus planes de pensión, disminuyendo así el valor de sus portafolios, explicó Kochhar.

Dado que una parte mayor de blancos es propietaria de acciones y participa en fondos de inversión, y tiene cuentas de retiro, la recuperación del mercado bursátil desde 2009 probablemente haya beneficiado a los hogares de esa parte de la población más que a las minorías.

También es probable que el desempleo prolongado y el hundimiento de los ingresos hayan afectado de forma negativa la riqueza de los hogares, señaló el estudio de Pew.

Gordon, madre de tres hijos que se está divorciando, ha estado distribuyendo diarios desde que su debió cerrar su guardería infantil porque muchos de sus clientes perdieron sus empleos y hogares.

Las conclusiones se basan en el análisis de Pew de la "Survey of Income and Program Participation", un cuestionario económico distribuido en más de 36.000 hogares por la Oficina del Censo de EEUU a fines de 2009.

Distintas maneras de contar la misma pobreza

"Una cifra récord: 46,2 millones de habitantes de Estados Unidos son pobres, según los datos del año 2010 dados a conocer este martes por la Oficina del Censo de ese país. Este es el número más alto jamás recolectado por el organismo desde que comenzó a ejercer sus funciones en 1959"… Estados Unidos registra los peores niveles de pobreza en casi dos décadas (BBCMundo – 13/9/11)

Las estadísticas que revelan el descalabro son múltiples y uniformemente malas. En términos porcentuales, la tasa de pobreza es la más alta desde 1993: 15,1%. En el año 2000, la cifra era de 11,7%.

Mientras tanto, el ingreso anual de los hogares promedio cayó en un 2,3%, hasta llegar a los US$ 49.445.

Para EEUU una familia pobre es aquella que posee un salario anual de US$ 22.314 o menos. Si se trata de una sola persona, el monto anual debe ser igual o menor que US$ 11.139.

Por otra parte, el número de habitantes sin seguro médico supera los 50 millones de personas.

Los analistas consideran que más que alarmantes, estas son cifras "esperadas", pues según ellos, la pobreza siempre aumenta en tiempos de recesión, y esta ha sido la más profunda y extensa desde la Gran Depresión de 1929.

Sheldon Danziger, director del National Poverty Center (Centro Nacional de la Pobreza) de la Universidad de Michigan, explicó a BBC Mundo algunas de las posibles causas de estos resultados.

"Nuestros índices de pobreza son mayores que en Canadá y algunos países del norte de Europa por dos razones: la primera es que desde hace 30 años los salarios reales de los que no tienen un diploma de secundaria han disminuido considerablemente, en especial para aquellos que trabajan en la construcción", dice Danziger.

"En segundo lugar, nuestras políticas sociales hacen muy poco por aumentar los salarios de los trabajadores en épocas de bonanza económica o para ayudar a los desempleados durante las recesiones", agrega.

Otro dato que resalta Danziger es que el 21% de los niños en EEUU son pobres. Según él, ese es un porcentaje similar al del año 1965.

"La mayoría de ellos no tiene acceso a la educación superior, por lo que es más probable que continúen siendo pobres cuando sean adultos", agregó.

El nivel de pobreza entre los hispanos resultó ser bastante más alto que los blancos no hispanos: 26,6% frente a un 9,9%.

Su media anual de ingreso es de US$ 37.800, mientras que más del 30% de ellos no tiene seguro médico. Ni público, ni privado.

En 2010, un portavoz de la organización Pan para el Mundo (BFW, por sus siglas en inglés) explicó a BBC Mundo que una de las causas de la pobreza de los hispanos era el área y las industrias en las que trabajan. Además, el nivel de desempleo en sectores como la construcción y los servicios es mucho mayor al promedio general, dijo entonces.

Durante los últimos meses, la tasa de desempleo en EEUU ha continuado por encima del 9%. En un intento por bajar esa cifra, el presidente Barack Obama dio a conocer la semana pasada un c plan de empleo que aún deberá ser aprobado por el Congreso.

De cualquier manera, según las perspectivas del National Poverty Center de la Universidad de Michigan, para que la tasa de pobreza general regrese a los niveles de 2000 (11,7%) tomará por lo menos unos seis o siete años.

"La tasa de pobreza en Estados Unidos aumentó en 2010 por cuarto año consecutivo hasta el 15,1%, lo que representa 46,2 millones de personas que viven con menos de 1.000 dólares al mes, según los datos divulgados hoy por la Oficina del Censo"… La tasa de pobreza en EEUU sube por cuarto año consecutivo (Cinco Días – 13/9/11)

En 2009, la cifra fue de 43,6 millones de personas en situación de pobreza, de acuerdo con el informe "Ingreso, pobreza y cobertura de seguro médico en los Estados Unidos: 2010", lo que suponía un 14,3% de la población total,

Se trata del cuarto incremento anual consecutivo, la tasa más alta desde 1993 y la cifra total más grande desde que las estimaciones de pobreza comenzaron a publicarse en 1959.

De acuerdo con estos datos, uno de cada seis estadounidenses vive por debajo del umbral de pobreza.

Asimismo, el ingreso de los hogares de clase media declinó un 2,3% respecto a 2009, al pasar de 50.598 dólares a 49.445 dólares, lo que ahonda la pérdida de poder adquisitivo de los estadounidenses y reafirma la lentitud de la recuperación económica.

Los datos revelados hoy también mostraron cómo la brecha entre el grupo de los que reciben más ingresos frente al de los que reciben menos ha seguido ampliándose.

El 10% que recibe menos ingresos vio disminuir su renta en un 12,1%; mientras que el 10% de los que ingresa más solo vio reducirse su renta un 1,5%.

La raza también aparece como un factor destacado en la diferente situación económica, con blancos y asiáticos a la cabeza de los ingresos y negros e hispanos en la cola, aunque todos los grupos sufrieron una disminución en su renta.

Los hispanos en situación de pobreza aumentaron de 12,3 millones en 2009 (25,3%) a 13,2 millones en 2010 (26,6%), y los negros pasaron de 9,9 millones (25,8%) a 10,6 millones (27,4%), respectivamente.

Sus ingresos también registraron un notable descenso, de 2,3% en el caso de los hispanos (37.759 dólares) y de 3,2% en el caso de los negros (32.068 dólares).

La población blanca no hispana vio mermar también sus rentas en un 1,3%, pero sobre una base mucho mayor: de 55.360 dólares en 2009 a 54.620 dólares en 2010.

Por familias, la situación también ha empeorado, con 11,7% del total y 9,2 millones en 2010 en la pobreza, comparado con el 11,1% y los 8,8 millones de 2009.

En lo que se refiere a la distribución geográfica, el sur de EEUU fue la región en la que concentró el aumento de la pobreza, al pasar de 17,6 millones a 19,1 millones de personas.

El sur estadounidense registra las mayores tasas de pobreza, con un ascenso de un 16,9% en 2010 frente al 15,7% en 2009, mientras que el resto de las regiones apenas registró cambios estadísticos (noreste, 12,8%; medio-oeste, 13,9%; y oeste, 15,3%).

Durante la presentación del informe, Robert Groves, director de la Oficina del Censo, resaltó la importancia de los datos, ya que "nos muestran cómo las cambiantes condiciones económicas han impactado en las familias estadounidenses".

La Oficina de Presupuesto y Gestión de EEUU situó este año los ingresos que definen el umbral de pobreza, actualizados por la inflación anual, en 22.314 dólares para una familia de cuatro miembros y en 11.139 dólares para una persona sola, lo que significa recibir menos de 1.000 dólares al mes.

En lo que respecta a las personas sin cobertura médica, la cifra se mantuvo en los niveles del periodo anterior: un 16,3% del total de la población de 310 millones de habitantes, aunque la cifra ascendió de 49 millones en 2009 a 49,9 millones en 2010.

Desde 2007, un año antes de la reciente recesión económica, la media de ingreso real de los hogares ha declinado 6,4% y la tasa de pobreza ha aumentado un 2,6%.

USA (nuevo "hermano" latinoamericano): "Bienvenido al Tercer Mundo"

"Algunos medios estadounidenses como la revista The Atlantic han destacado que la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres de EEUU ha superado en la última década a la de varios países de Latinoamérica, tradicionalmente considerada la región más desigual del mundo"… La sociedad de EEUU se aproxima a la desigualdad de A. Latina (BBCMundo – 20/9/11)

Estados Unidos ha superado en desigualdad a Venezuela, según el coeficiente Gini, una fórmula que es usada por la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, en su Libro de Datos del Mundo, una fuente ampliamente usada por académicos y periodistas.

Desde hace décadas, la sociedad estadounidense ha sido mucho más desigual que las de otros países desarrollados como los europeos, pero las diferencias de clase eran menores que las que existían en los países de América Latina.

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