La geopolítica se ha reposicionado como ciencia o como disciplina, y junto a otras ciencias, servir a la conducción política de los Estados es evidente que la geopolítica, como disciplina que estudia el impacto de ciertos factores geográficos en la formulación de la política exterior y de seguridad de los Estados, sigue activa en la mayor parte del mundo occidental y, es más, ha experimentado un renacimiento y ha sufrido una revisión de sus fundamentos teóricos y su aplicación.[4] La geopolítica ha salido de su letargo pos Segunda Guerra Mundial, y está presente en los principales análisis internacionales de los académicos y teóricos que estudian los fenómenos mundiales y el devenir de la humanidad.[5] Los teóricos –que razonan a la luz de los pensamientos de los tratadistas que contribuyen con lo nuevo y mirando más allá de la descripción y de la relación estática– han dejado de perder su tiempo en el encasillamiento y en tratar de homologar teorías pasadas a situaciones presentes, y se preocupan de avanzar en el conocimiento. Lo valioso de todo esto, es que la geopolítica no se está posicionando artificialmente, sino que los problemas que aquejan a todo el orbe son los que han permitido su resurgimiento.
Los nuevos problemas que afectan al mundo en general y a América Latina en particular, son parte de la dinámica de los estudios geopolíticos contemporáneos. Ya no interesa detenerse más de lo prudente en el estudio de los pensamientos clásicos geopolíticos como Friedrich Ratzel (1844-1904),[6] Halford John Mackinder (1861-1947),[7] y Karl Ernst Haushofer (1869-1946),[8] e incluso de Rudolf Kjellén (1864-1922),[9] entre otros. Lo importante es centralizarse en los sucesos que tienen implicancias evolutivas en la vida de los Estados, ya que la geopolítica estudia cuál es la influencia ejercida por los factores geográficos e históricos en la vida y evolución de los Estados, y sus resultados permiten definir objetivos para alcanzar un mayor desarrollo.
En este contexto –en una perspectiva global–, en pleno siglo XXI se observa que todavía existen Estados con fronteras indefinidas; que los fundamentalismos religiosos se han adueñado de la agenda de seguridad, y que los países no privilegian anexarse más espacio, sino que más recursos. Mientras en un extremo del mundo los países desarrollados centralizan sus esfuerzos y estrategias para disminuir el calentamiento global y despejar incógnitas del espacio exterior, en la otra parte del mundo, la de los países más pobres, los esfuerzos se dirigen a que la población no se muera de hambre. Transversalmente, la preservación de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la disminución de la desigualdad y el resguardo de la libertad son también constantes que, no han dejado de estar incluidas en la agenda común del orbe.
Los países de América Latina no han estado inmunes a los problemas mundiales, ni tampoco ausentes en los desafíos globales. Cada país está buscando su espacio para acercarse al desarrollo, o al menos mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos. El camino no ha sido fácil, por el contrario, más han sido los tropiezos que los aciertos. En las dos últimas décadas se observa que los índices sociales presentan una tendencia al cambio positivo: el analfabetismo y la mortalidad infantil han disminuido; el producto interno bruto ha aumentado; la acción benéfica del Estado es cada vez más consistente y –pese a los graves problemas que persisten– las personas están viviendo mejor. Cada país ha ido evolucionando y el pueblo ha sido dueño de su destino, ningún país le debe sus éxitos o atrasos a otro, ya que las decisiones de Estado de los gobernantes están reflejadas en el desarrollo alcanzado por los gobernados.
El objetivo de este artículo, es por tanto hacer evidente algunas de las decisiones tomadas por las autoridades chilenas en las últimas décadas, y que tendrán una influencia decisiva en el desarrollo y evolución del Estado. Se trata de explicitar las políticas que, por sobre los intereses de un gobierno determinado, son importantes para el crecimiento de Chile e influyen en la dimensión de su poder nacional. Basado –principalmente– en este último factor es la connotación geopolítica que se le intenta dar a este artículo a sabiendas que no coincidirá con el pensamiento de ciertos seguidores de esta disciplina, pero deberá entenderse que el vínculo pretendido está en directa relación con decisiones políticas basadas en las particularidades geográficas chilenas, y que la suma de ellas influyen en la evolución de Chile y su pasaje al desarrollo. Las estadísticas e informes internacionales indican que Chile es un país privilegiado. Esta posición privilegiada no ha sido obtenida por azar, ni por efectos de la economía de terceros, es el fruto de algunas políticas de Estado.
B. Desarrollo
Integración del territorio nacional
La integración territorial de Chile está directamente relacionada con las fronteras interiores, con la conectividad, y con la utilización racionalizada de los recursos que estas áreas comprendan. El Estado puede llegar con su acción benéfica a todo el territorio nacional siempre y cuando, primeramente existan, comunicaciones, carreteras, puertos, aeropuertos y seguridad. Las fronteras interiores son aquellos espacios terrestres –bajo la soberanía de Chile– no vinculados total y efectivamente a la acción del gobierno central y/o regional, donde se dificulta el desarrollo de las actividades humanas y productivas, por su distancia del núcleo vital y neohistórico del país; la ausencia de vías de comunicaciones, la influencia económica y cultural extranjera y la percepción ciudadana colectiva –en cada uno de esos espacios geográficos– de constituir un ente diferente, separado y/o postergado del resto de la población nacional, y que no alcanza a disfrutar del bienestar general debido a factores geográficos adversos.
En un programa con un horizonte al 2012 se invertirán 180 mil millones de pesos para la construcción de infraestructura marítima en cuatro regiones: Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes, donde además se subsidiará a la empresa privada en la adquisición de naves de transporte de vehículos y personal. Esta inversión tiene por objetivo solucionar los problemas de transporte e integrar espacios del territorio nacional, que por su condición geográfica están postergados de los beneficios del Estado.[10] La iniciativa del gobierno es un megaproyecto de integración del territorio nacional, que involucra a áreas próximas a la frontera con Argentina (Campos de Hielo o Lago General Carrera).
La interconexión territorial-marítima tendrá implicaciones comerciales, aumento y movimientos poblacionales, y un fortalecimiento de la soberanía nacional. La información inicial indica que las principales obras y licitaciones se realizarían en Calbuco-Isla Puluqui, Lago Tagua Tagua y la pasada de Maullín en la X Región; Puerto Ibáñez – Chile Chico, Caleta Tortel y Puerto Yungay en la XI Región.
La construcción de la carretera austral fue una decisión de Estado que ha sido mantenida e incrementada en los sucesivos gobiernos. En el portal del Ministerio de Obras Públicas (MOP) se indica que unir el territorio nacional por tierra desde Arica a Magallanes dejó de ser una utopía. En un trabajo titánico y casi silencioso, el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) enfrenta a la dura naturaleza en el extremo sur del país en su labor de extender la Carretera Austral, para darles conectividad terrestre a los colonos de la Región de Aysén, Magallanes y Antártica chilena.
La proyección y trabajos a realizar, está dado por los convenios que periódicamente el CMT contrae con el MOP, antecedentes que se encuentran definidos en el último Mandato Presidencial oficializado con fecha 09 de Abril de 2008, que cubre el período que va entre el año 2008 y 2015. Documento base que consolida los tres ejes viales principales, sobre los cuales, y conforme a la disponibilidad de recursos, se ejecutan los avances anuales que permitirán unir el país de norte a sur y de este a oeste.
El objetivo o propósito primario del Mandato Presidencial es dar término a la conquista de las Fronteras Interiores del país, mediante el desarrollo de obras viales y complementarias en las regiones de mayor aislamiento, evitando en lo posible que la acción del Estado se vea disminuida o simplemente no llegue a todos sus ciudadanos. En ese orden de ideas, es factible y oportuno señalar que dicha acción de apoyo al desarrollo se ejecuta a través de los siguientes ejes de acción: Ruta Andina, Ruta Costera Norte, Ruta Costera Sur, Carretera Longitudinal Austral y Caminos Transversales.
En la Ruta Andina (Región de Arica–Parinacota) se continuará construyendo en el sector de Visviri–Parinacota; cuya habilitación total del tramo permitirá unir en un futuro cercano el altiplano chileno, entre las localidades de Visviri y San Pedro de Atacama. En la Región de Antofagasta, y también parte de la Ruta Andina, se continúa trabajando en el sector de Ollague-Collahuasi, camino que además de continuar uniendo diversos poblados y localidades del Altiplano, permitirá flexibilizar la actual red caminera, transformándose en una alternativa real y efectiva a la Ruta Nº 5.
En la Ruta Costera Sur (Región de la Araucanía) se continuará trabajando en el sector de Tranapuente–Mehuín–Queule, camino que permite sacar del aislamiento a una serie de caletas pesqueras, comunidades indígenas y a la vez, constituirse como una vía alternativa a la Ruta Nº5. En la Región de Los Lagos, se mantendrán los trabajos en el sector de Bahía Mansa–Estero Quilhue; acción que permitirá mantener la continuidad de la Ruta Costera Sur, uniendo poblados y localidades aisladas con la capital provincial y regional.
Respecto a la Carretera Longitudinal Austral y sus caminos transversales en la Región de Los Lagos, los trabajos en el sector de Puelo–Paso-El Bolsón permitirá unir al sistema vial nacional un nuevo paso fronterizo con Argentina, aspecto que cooperará y facilitará la integración comercial, turística y cultural con ese país. En la misma Región, en el sector de Termas del Amarillo-Futaleufú, se construye un camino que permitirá flexibilizar las comunicaciones terrestres entre los poblados de Futaleufú – Palena y Chaitén con la ciudad de Puerto Montt, empleando para ello el sistema de trasbordadores, hasta la construcción definitiva de la conectividad terrestre entre en el sector Hornopirén – Pichanco–Pillán–Lago Río Negro.
En relación a la carretera Longitudinal Austral (Región de Aysén), el proyecto en el sector de Lago Brown–San Lorenzo–Entrada Mayer permitirá unir por el interior los poblados de Cochrane y Villa O"Higgins, situación que favorecerá la flexibilización vial necesaria para una basta zona con importante proyección en lo ganadero, agrícola y turístico.
En la Región de Magallanes y específicamente en el sector de Estancia Vicuña–Yendegaia se construye el último tramo de la Carretera Longitudinal Austral, ruta que permitirá el desarrollo de bastos sectores de la Isla Grande de Tierra del Fuego y su proyección hacia Puerto Williams.
En general, las obras antes señaladas buscan hacer de Chile un continuo terrestre continental longitudinal, que le permita superar progresivamente el desmembramiento de algunos sectores nacionales, fortaleciendo importantes espacios de reserva en la ocupación poblacional y desarrollo territorial, con lo que se tiende a consolidar la conquista de las Fronteras Interiores, abriéndose nuevas opciones y posibilidades para que el Estado impulse medidas de desarrollo y preservación de las regiones más aisladas.[11]
En 2006 se anunció el Plan de Desarrollo Integral para Chiloé, que contempla la aplicación de políticas públicas en una amplia variedad de áreas. Entre ellas están: infraestructura, educación, salud y electrificación rural. Se trata de una de las mayores iniciativas para el desarrollo de la isla en las últimas décadas. En total se invertirán 270 mil millones de pesos, de los cuales casi un 75% serán materializados por el Ministerio de Obras Públicas hasta el año 2012.[12]
Esta significativa inversión no implica que haya pasado al olvido la proposición de construir un puente sobre el Canal Chacao. El actual gobierno ha manifestado que el aislamiento geográfico de la Isla de Chiloé plantea en la actualidad serios inconvenientes para el desarrollo económico y social de su población. El mejoramiento del sistema actual de cruce tendría una incidencia directa no sólo en el bienestar y calidad de vida de los habitantes de la zona, sino además en el aumento del flujo turístico y mejoramiento en el abastecimiento y suministros de bienes e insumos, creando de esta manera condiciones apropiadas para el desarrollo económico y progreso de la Isla de Chiloé.
Inicialmente, los costos involucrados han obligado a las autoridades a posponer esta inversión, pero no se ha descartado. Las principales ventajas de esta conectividad son: comunicar de manera permanente los centros urbanos y rurales de la Isla Grande de Chiloé con los centros industriales, de servicios y comercio en Puerto Montt, Maullín y Calbuco; integración del territorio nacional, lo cual le entrega a la isla la posibilidad de integrarse al desarrollo del resto del país; instalación de nuevas industrias e impulso del turismo con lo cual se crean nuevas fuentes de trabajo, cruce seguro del canal en 2.5 minutos, actualmente entre la cola del ferry y la travesía se cruza en 1 hora en tiempos normales. En verano estas operaciones pueden durar hasta 3 horas; materializar la unión de la Ruta 5 en el km. 1.080, su límite continental sur, con la Isla de Chiloé, constituyendo de esta manera un eslabón esencial del enlace de la décima región; suplir el uso de los transbordadores lo que mejorará sustancialmente el tiempo de viaje hacia la isla y permitirá aprovechar este medio de transporte para satisfacer demandas de otras localidades que difícilmente podrían comunicarse por otro medio.[13]
La forma alargada de Chile, unido a su desmembramiento en el sur y las continuas sectorizaciones que imponen sus ríos y quebradas transversales, tienen un efecto adverso para el desarrollo y para la acción beneficiosa del Estado. Las decisiones que se han tomado para disminuir las fronteras interiores y para la conectividad de todo el territorio son un esfuerzo inacabado. La persistencia y visión de las autoridades para paliar esta determinación geográfica ha sido constante y todos los años Chile disminuye sus espacios desconectados.
2. Ejes de Integración y Desarrollo o Corredores Bioceánicos
A inicios de la década de los noventa del siglo pasado se trató el tema de los corredores bioceánicos como la idea de conectar centros de producción con terminales portuarios, abriendo nuevas alternativas logísticas para los flujos de comercio exterior. A fines del mismo periodo un experto en la materia indicaba: el desarrollo previsto para los corredores bioceánicos, particularmente en el sector norte del país, contribuye al mejoramiento de las zonas extremas de nuestro país, dinamiza los espacios geográficos, valoriza geopolíticamente el territorio y diversifica su productividad, potenciando así su cohesión territorial nacional, previendo una adecuada consolidación del espacio territorial.[14] Siguiendo la misma lógica, pero en un concepto ampliado, en el marco de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana IIRSA, se habla de "Ejes de Integración y Desarrollo" para concebir áreas comprensivas de uno o más corredores, donde se visualizan además de la conectividad, las potencialidades productivas que dan valor agregado a la complementariedad subregional.[15]
Estos ejes consideran espacios de varios países asociados geográficamente, donde se augura una funcionalidad logística en sus conexiones existentes y potenciales. Al trazar estos ejes, se incluyen centros dotados de alta conectividad, así como localidades más aisladas y de menor desarrollo. En este último caso, la vinculación de los centros poblados más aislados de un país con las regiones de mayor desarrollo, o con el exterior, es una oportunidad para acceder a servicios básicos y al intercambio comercial, cultural y turístico. De esta manera, localidades que no cuentan con las condiciones suficientes, pueden buscar nuevas formas de desarrollo bajo un concepto de complementariedad, que aprovechando la cercanía geográfica quedarán vinculadas entre sí por nuevas conexiones físicas. La necesidad de potenciar las posibilidades de conectarse representa un desafío para la implementación de plataformas logísticas que satisfagan tales demandas. En este empeño, los países de América del Sur, han debido preocuparse de la creación de accesos terrestres y fluviales desde sus propios centros habitados y de producción hacia los puertos marítimos, generando además conexiones hacia el interior de la Región, en un concepto amplio de la integración física comprensiva de diversos factores que intervienen, como la infraestructura, el transporte internacional, los controles fronterizos, entre otros.[16]
En el año 2009 un corredor bioceánico de 4.700 kilómetros unirá a Brasil, Bolivia y Chile. La carretera pavimentada permitirá el transporte de dos millones de toneladas por año entre el puerto brasileño de Santos, en pleno océano Atlántico, pasando por Bolivia, hasta llegar a los puertos de Arica e Iquique en Chile. En la actualidad el 75% del futuro corredor bioceánico está pavimentado. Chile invertirá 36,9 millones de dólares para mejorar la carretera de 192 kilómetros que une Arica con la población boliviana de Tambo Quemado, y 56,3 millones de dólares para 216 kilómetros entre Iquique y Pisiga en Bolivia. El gobierno boliviano deberá invertir 78 millones de dólares para la conexión vial Pisiga-Oruro, y tramitará un crédito de 260 millones de dólares para construir el tramo San Matías-Concepción en el departamento de Santa Cruz. Brasil dispondrá de 132,8 millones de dólares para mejorar dos ramales de 2.525 kilómetros desde Santos hasta la frontera de Bolivia en Puerto Suárez y San Matías.
Se ha indicado que lo más importante de este proyecto vial es generar mecanismos para una vinculación efectiva, y facilitar el comercio internacional, ya que Bolivia está en el corazón de América y por tanto toda integración que considere a este país es vital para el área central de América del Sur.[17] En el mensaje presidencial del 21 de mayo 2008, la presidenta indicó: en materia de pasos fronterizos y corredores bioceánicos, el año 2007 invertimos más de 22 mil millones de pesos, que entre otras inversiones, incluye el mejoramiento del paso Pehuenche y las obras de repavimentación del corredor bioceánico en Huara Colchane en la Región de Tarapacá. Pero debemos avanzar aún más. El año 2008 aumentaremos en más de un 60 por ciento la inversión en este tipo de obras. En el año 2012 completaremos la ruta interlagos y en 2015 la ruta costera, en las que ya se está trabajando. Se trata de más de cinco mil kilómetros de ruta, lo que permitirá el acceso a zonas de gran belleza escénica y alto valor turístico. Así generaremos actividades de hotelería, alimentación, transporte y cultura en cada región y rincón de Chile.[18]
Los ejes de integración o corredores biocéanicos son esenciales para el desarrollo de las regiones administrativas, y para la relación internacional con los países vecinos, por las opciones de desarrollo e interdependencia que éstos representan. Con el anuncio del corredor desde el puerto brasileño de Santos hasta Arica e Iquique, se ha pasado de la buenas intenciones a los hechos.
Energía
Uno de los principales desafíos de las autoridades chilenas, y que éstas analizan meticulosamente por las significativas repercusiones que tiene para la economía, evolución y desarrollo de Chile, es el que se relaciona con la producción de energía que el país requiere para satisfacer su demanda presente, y la que se requerirá en el futuro. La decisión no sólo implica variables económicas, sino que también medio ambientales, y por sobre eso, interpretar la postura nacional en la protección del escenario geográfico, la aceptabilidad para diversificar las fuentes energéticas y construir una matriz flexible, diversa y sustentable. Un ejemplo de ello, es el proyecto para la construcción de represas en Aysén. Algunos se han alineado con los propietarios de los territorios afectados y otros en los costos involucrados. Los menos argumentan que las hidroeléctricas no son necesarias para la demanda eléctrica de Chile, y que ésta podría satisfacerse reduciendo la demanda. El tema es parte de un gran debate nacional, donde los grupos de interés incrementan sus influencias, y donde la responsabilidad y decisión final se ha centrado en la autoridad de gobierno. Lo cierto, es que Chile necesita cuando antes una política altruista y consensuada que le permita continuar y prever su desarrollo.
En diferentes regiones y países del planeta se ha manifestado el interés por construir nuevas centrales núcleo-eléctricas de potencia para satisfacer sus demandas energéticas. En el caso de Europa diferentes países como Suiza, Francia, Inglaterra, Bulgaria y otros, han retomado el tema nuclear como una forma de dar cumplimiento a la cuota de disminución de las emisiones de CO2 suscritas en el Protocolo de Kyoto, como también paliar la escasez de hidrocarburos que se producirá en el mediano plazo, todo esto a pesar de los acuerdos alcanzados hasta hace un tiempo con grupos ecologistas que presionaron a los gobiernos para desincentivar, reducir y cerrar las plantas nucleares que operaban en gran parte de Europa. Esta actitud tiene su explicación en que una gran cantidad de países de la UE ve en la energía nuclear de potencia, su futura solución para paliar la escalada de la crisis que se avecina por la extinción de los combustibles fósiles, que se estima se comenzará a acrecentar a partir del año 2030.[19] El gobierno italiano anunció en el mes de mayo 2008 la construcción a partir del 2013 de un grupo de plantas nucleares, poniendo fin a más de 20 años de prohibición de la energía nuclear: solamente las centrales nucleares posibilitan la producción de energía de forma segura, competitiva, y considerando el medio ambiente, afirmó el ministro de Desarrollo Económico.[20]
El Comité de Estudios Nucleares del Ejército es parte de esta preocupación nacional. Sus estudios han permitido indicar que en el área energética nacional se aprecia un incremento notable en el desarrollo de proyectos de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), este fenómeno se produce porque de acuerdo a lo que estipula la Ley Corta II que incentiva este tipo de energías, al año 2012 todas las compañías generadoras de electricidad deberán aportar al sistema un 5% de su generación con energías de esta naturaleza, de lo contrario la empresa será objeto de multas y restricciones en su generación, lo que a la larga va a redundar en pérdidas. Esto representa un gran logro para el país, pero hay que reconocer que por este medio se genera poca energía, que el valor de los proyectos aumenta y que las zonas aptas para su implementación son escasas. Por otra parte, llama la atención que Chile siendo un país esencialmente costero no invierta en ciencia y tecnología para estudiar el desarrollo de la energía mareomotriz, lo que podría significar un hito en el desarrollo para Chile, si se situara a la vanguardia en esta materia, tomando en consideración que el planeta tierra está constituido en un 80% por océanos y mares.[21]
A nivel nacional se observa un cambio de actitud en las autoridades políticas, en el sentido de acrecentar de modo más decidido sus opiniones favorables para la futura adopción de núcleo electricidad en la matriz energética chilena. Ya no existe la tendencia discursiva de evitar el tema nuclear para no verse expuestos a conflictos de carácter políticos e idealistas, sino mas bien ha existido una apertura para abrir el debate a nivel nacional, impulsado por la preocupación que existe en el ambiente empresarial de ver encarecidos sus procesos de producción por falta de energía a costos razonables, lo que los hace menos competitivos en el área de las exportaciones y, por otra parte, la conciencia que existe en el gobierno de que si no se aborda el tema desde ya, el país se verá enfrentado a frenar su crecimiento. Este factor se ha visto incrementado por la crisis energética que impera actualmente a nivel mundial, donde países con escasos recursos energéticos –como es el caso de Chile–, han visto como salida a su crisis, la adopción de la energía nuclear como solución paliativa.[22]
Chile debe hacer el máximo de esfuerzos para construir centrales en base a hidroelectricidad, continuar con los proyectos de gas natural licuado importado, a pesar de su costo, e iniciar decididamente los estudios para generar núcleo electricidad, tal como se está haciendo actualmente en el mundo, con la construcción de 34 centrales nucleares, lo que se puede observar claramente en las noticias provenientes de diferentes países y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Por otra parte, no es conveniente la construcción de centrales térmicas a carbón, porque ellas generan gases de efecto invernadero, que en el corto plazo van a significar exigencias y sanciones económicas de diverso tipo, que afectarán a las exportaciones y serán motivo del juicio adverso de la comunidad internacional.[23]
Territorio Antártico
La soberanía chilena sobre la antártica es la única respaldada por títulos jurídicos de entre todos los países interesados en ella. No existe otro país en el mundo con títulos jurídicos y argumentos históricos o geográficos tan sólidos como los del territorio antártico chileno.
El Instituto Antártico Chileno (INACH) que vela por los intereses antárticos chilenos tiene su sede en Punta Arenas. Según la información disponible en su página WEB desarrolla un Segundo Plan Quinquenal de Investigación Científica para el período 2006-2010, con miras a constituirse en el eje de la gestión científica antártica nacional con la mayor proyección internacional y enfrentar los desafíos de un nuevo Año Polar Internacional (2007-2008). Con sus equipos de investigación, sus bases y refugios en el Territorio Antártico Chileno, su catastro de investigaciones y publicaciones, INACH no está a la zaga, ni tampoco preocupado de atesorar un pasado valioso, sino comprometido con una visión del futuro.[24] Este tipo de progresos son fundamentales para la defensa de los derechos antárticos de Chile, protegidos por el Tratado Antártico, pues el país ha conseguido avances y descubrimientos notables en el continente blanco, conocimientos y fundamentos que después serán vitales para la validación de sus derechos, ya que Chile es uno de los pocos países en relación antártica constante: nuestras actividades antárticas en el presente siglo han sido sin descanso y hemos tenido la satisfacción de ser reconocidos en el mundo entero como una nación de indiscutible jerarquía antártica.[25]
Un interesante texto del geógrafo don Ricardo Riesco, es ilustrativo al concluir que la antártica ha pasado a convertirse en uno de los macroproblemas de la geopolítica mundial, ya que es un espacio del planeta que tiene suficiente gravitación geoestratégica en términos posicionales, además de la dotación de recursos naturales. Por esta razón, la Antártica es un ámbito que está siendo, y será a futuro cada vez más arduamente disputado: la legitimación a través de la actividad científica se ha traducido, a la luz de la historia del tratado, en una incorporación abrumadoramente mayoritaria de países del hemisferio norte.[26]
La posición de Chile es privilegiada con respecto a la Antártica, y así lo han entendido las autoridades. Todos los esfuerzos realizados y los que se hagan en el futuro, son decisiones que implican repercusiones geopolíticas y estratégicas de gran importancia para Chile: esa realidad geopolítica debe y puede ser contrastada por los países del hemisferio sur apoyados en su fundamento geográfico posicional. El cono sur de Sudamérica enfrenta al principal acceso antártico que es la Península Antártica. El extremo sur del continente africano, Australia y Nueva Zelanda deben coordinar lateralmente sus esfuerzos con el cono sur de Sudamérica y conformar un cinturón circumantártico controlador del acceso al continente. Las características físicas y climáticas de la Antártica, su ubicación rodeada por un cinturón oceánico subantártico determinan una valoración especial y única de los enclaves continentales terrestres de la periferia.[27]
Migraciones
En el documento sobre la historia de las migraciones en Chile que publica en la WEB el Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior se indica que: la visión del gobierno en materia migratoria se enfoca a regular la inmigración de manera que beneficie tanto a los inmigrantes como a las comunidades de origen (….) en los más importantes foros internacionales, se ha analizado la relación de este fenómeno con el respeto de los Derechos Humanos, su relación con el desarrollo, con la seguridad humana, dando un importante lugar a la contribución de los Estados para combatir los efectos negativos que fenómenos de esta envergadura pueden producir tanto para sus protagonistas, como para las sociedades involucradas, si no existe una regulación del fenómeno por parte de agentes estatales y una sociedad civil atenta a apoyar a los protagonistas de estos procesos.[28] Chile ha tenido diversas experiencias con las migraciones. En general las influencias culturales y económicas han sido positivas. Sectores postergados del territorio nacional se han desarrollado gracias al esfuerzo mancomunado de inmigrantes y de chilenos de origen. La experiencia ha sido positiva, pero siempre el Estado ha tenido una participación activa en la regulación y en el equilibrio que este tipo de situaciones aconseja.
Chile ha estado desarrollando una política gubernamental solidaria, coherente y consistente en el tema migratorio, pero en concordancia con los requerimientos chilenos que pretende un desarrollo sustentable para todos y cada uno de sus habitantes, sin consideración de su nacionalidad.[29]
Actualmente la cantidad de chilenos interesados por emigrar es menor. El país ha recibido una importante cantidad de ciudadanos inmigrantes de Suramérica, en especial de Perú, Bolivia, Colombia y Argentina. La situación económica en esos países ha sido el detonante, y Chile ha solidarizado con ellos. Lo importante son políticas nacionales que incluyan una perspectiva geopolítica de la evolución de la población chilena. La tasa de crecimiento de la población chilena es del 0,94% anual, muy similar a la de los países desarrollados como EEUU y Canadá, y con tendencia a continuar disminuyendo. Lo que sucede en otras partes del mundo con tasas de natalidad similares son un indicativo para las decisiones que en el camino de la migraciones se deberán adoptar: no hay que olvidar que detrás del fenómeno de la migración está la realidad de muchos seres humanos que, por distintas circunstancias –en oportunidades dramáticas– han dejado sus sociedades de origen en busca de mejores expectativas. Pero, también, está el derecho de quienes forman una sociedad, a mantener sus costumbres, tradiciones y realizar sus propias aspiraciones.[30]
Multiculturalidad. Pueblo originarios
El multiculturalismo promueve la no discriminación por razones de raza o cultura, la celebración y reconocimiento de la diferencia cultural así como el derecho a ella. Se ha concebido como una oposición a la tendencia presente en las sociedades modernas hacia la unificación y la universalización cultural. El multiculturalismo celebra y pretende proteger la variedad cultural, al tiempo que se centra sobre las frecuentes relaciones de desigualdad de las minorías respecto a las culturas mayoritarias.
En este aspecto cabe mencionar la aprobación del Convenio Nº 169 de la Oficina Internacional del Trabajo; la aprobación de la ley que crea el espacio costero marino de los pueblos originarios; la indicación al proyecto que modifica la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza; la aprobación de la reforma constitucional sobre territorios especiales; la realización de un Dialogo Nacional con los Pueblos Indígenas; la concreción de una política cada vez más progresiva de restitución de tierras; el incremento del programa de Becas y Residencias para Estudiantes Indígenas; el mejoramiento del Programa de Salud Indígena; y la construcción de Jardines Infantiles Interculturales. Todas estas medidas implican avances sustanciales para el mejoramiento de las condiciones de vida de los indígenas y para su plena incorporación a la sociedad en igualdad de condiciones.
El gobierno ha elaborado un Plan de Acción que se estructura en torno a tres áreas: a) Sistema político, derechos e institucionalidad; b) Desarrollo integral de los pueblos; y c) Multiculturalidad y diversidad. Cada área y eje temático está detallado en un conjunto de acciones específicas. Su cumplimiento constituye el compromiso básico sobre el que se podrá construir el Pacto Social por la Multiculturalidad. La implementación de este Plan de Acción no será posible si no se cuenta con la plena participación de los pueblos indígenas, de los medios de comunicación y de todos los ciudadanos en el esfuerzo de construir una sociedad multicultural, en la cual se acepten las diferencias y se destierre toda forma de racismo y discriminación. Para concretar este Plan de Acción el gobierno instalará un Comité de Ministros para Asuntos Indígenas, y ha designado un Comisionado Presidencial que tiene la responsabilidad de conducir el proceso.
El Plan se ha programado en el tiempo, identificándose las acciones que se desarrollarán en los próximos dos años, así como las que quedarán iniciadas para ser implementadas en años subsiguientes. Por cada tarea se ha identificado la institución responsable y los resultados esperados, los que serán objeto de un monitoreo de cumplimiento por el actual gobierno y por los próximos.[31]
Nuevas Regiones
La división política y administrativa del país tiene diferentes propósitos, y todos inciden en el desarrollo nacional en general, y en el de cada región en particular. En 1969, el Gobierno creó la Oficina de Planificación (ODEPLAN), con el fin de solucionar los problemas suscitados por la regionalización de la CORFO. La nueva regionalización pretendió que cada región contara con autonomía económica, generando doce regiones. En 1974 se creó la Comisión Nacional de la Reforma Administrativa (CONARA) con la finalidad de solucionar los problemas de centralismo, mala distribución de los recursos económicos, administrativos y de la población. La regionalización fue puesta en marcha, creándose trece regiones, divididas en provincias y éstas en comunas.[32]
Entre las reformas a la Constitución aprobadas en agosto de 2005 se contó la facultad de crear o suprimir regiones en el territorio nacional a través de una Ley Orgánica Constitucional, de iniciativa exclusiva del Presidente de la República. El Gobierno inició entonces la redacción de los proyectos de ley para concretar la creación de dos nuevas regiones: Región de Los Ríos y Región de Arica y Parinacota . Tras su aprobación en el Congreso Nacional, el 2007 se firma el estatuto de administración de las nuevas regiones de Arica y Parinacota y Los Ríos, bajo juramento se constituyeron los Consejos Regionales respectivos.[33] El significado de la creación de las nuevas regiones se relaciona con la instauración de dos nuevos espacios de administración, es decir objetos de preocupación estatal hacia los que se dirigirán esfuerzos financieros e instrumentales, instalándose la estructura institucional correspondiente al nivel regional. Con ello el Estado tiene la posibilidad de operar con una estructura pública regional flexible, es decir adaptada a la realidad de las dos nuevas regiones. Por otra parte, se crea la posibilidad para los habitantes de las nuevas regiones, para que enfrenten su propio desarrollo y den inicio a la construcción de una identidad territorial.[34]
La descentralización del país comprende un esfuerzo del Estado por el desarrollo equilibrado del territorio para terminar con las desigualdades regionales. Por tanto, se busca una redistribución de atribuciones y poder desde el centro hacia el resto del territorio, mediante la definición de una política de descentralización, con la elaboración de un plan de modernización regional que contemple instancias de coordinación y reflexión. Sus principales objetivos se relacionan con la búsqueda de eficiencia en la gestión pública, el fortalecimiento de la democracia y participación ciudadana, y el desarrollo territorial integral. [35]
Los acuerdos de libre comercio o asociaciones comerciales
Un tratado de libre comercio (TLC) consiste en un acuerdo comercial regional o bilateral para ampliar el mercado de bienes y servicios entre los países participantes. En la práctica consiste en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, y acuerdos en materia de servicios.
En las últimas décadas las autoridades chilenas ha optado por una economía abierta, competitiva y orientada al libre comercio, disciplinada en el acatamiento de las normativas internacionales y con una política comercial compatible con la rigurosidad en la gestión macroeconómica. La estrategia se ha sustentado en el regionalismo abierto que incorpora la apertura unilateral, las negociaciones multilaterales, y las aperturas negociadas a través de acuerdos bilaterales.
En las negociaciones comerciales, Chile ha aspirado a conseguir acuerdos de amplio alcance, sólidas disciplinas, y mecanismos institucionales para la solución de controversias, todos ellos compatibles con la Organización Mundial de Comercio. Dichos convenios, particularmente con los principales megamercados, son imprescindibles para ingresar a ellos en condiciones iguales o superiores a los competidores, consolidar dicho acceso, y asegurar reglas del juego estables. La experiencia de Chile muestra un vínculo preciso y positivo entre exportaciones y crecimiento, entre acuerdos comerciales y dinámica exportadora, con una desviación de comercio reducida. Estrechamente coordinadas, diversas agencias de Gobierno y Ministerios colaboran para alcanzar este objetivo siendo su más clara manifestación el Comité Interministerial para las Relaciones Económicas Internacionales.[36]
Entre 2002 y 2004 Chile ha vivido una etapa histórica relevante, en lo que respecta a acuerdos de libre comercio: se firmó el acuerdo de Asociación Política y Comercial con la Unión Europea en noviembre de 2002; concluyeron exitosamente las negociaciones del TLC con Corea del Sur y Estados Unidos, firmándose ambos Tratados en febrero y junio, respectivamente. Asimismo, Chile y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), finalizaron las negociaciones para firmar un Tratado de Libre Comercio, en junio del año 2003.
Todos éstos han concluido sus trámites de ratificación y están vigentes: el Acuerdo con la Unión Europea desde el 1 de febrero de 2003, el TLC con EEUU desde el 1 de enero de 2004, el de Corea del Sur desde el 1 de abril de 2004 y con EFTA desde el 1 de diciembre de 2004.[37]
A 2008 Chile mantiene Tratados de Libre Comercio con Panamá, Japón, China, EEUU, Canadá, México, Corea, Centro América, Asociación Europea de Libre Comercio; Acuerdos de Asociación con Unión Europea; Acuerdos de Complementación con Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, MERCOSUR, Perú, Venezuela; y Acuerdos de Alcance Parcial con la India y Cuba.[38] Este amplio espectro de acuerdos y asociaciones permite promover una adecuada inserción de Chile en el mundo, mediante la negociación y administración de acuerdos económicos internacionales y la promoción de exportaciones de bienes y servicios nacionales. El crecimiento, desarrollo y evolución de Chile dependen esencialmente de la producción nacional y de los productos chilenos que se puedan exportar.
Satélites artificiales
El empleo de información satelital data de mediados del siglo XX. El primer satélite artificial fue lanzado por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957 y se le denominó Sputnik 1.[39] Uno año después, en 1958, Estados Unidos lanza el Explorer 1, permitiendo el descubrimiento de los cinturones de radiación de la Tierra. En los años siguientes se lanzaron cientos de satélites, la mayor parte desde Estados Unidos y desde la antigua URSS. En 1983 la Agencia Espacial Europea comenzó sus lanzamientos desde un centro espacial en la Guayana Francesa.
Los primeros pasos para obtener información satelital de una fuente propia los dio la Fuerza Aérea de Chile con los satélites experimentales Fasat Alfa y Bravo. En 2008 junto con la proposición de la creación de una agencia espacial chilena, las autoridades realizan las gestiones para la compra de un satélite que orbitará el planeta y entregará valiosa información sobre Chile cuando pase sobre él.
La información satelital tiene una gran variedad de fines, principalmente científicos, tecnológicos y militares. Los satélites de comunicación se emplean para la transmisión de datos digitales e imágenes de televisión y comunicación telefónica. Los satélites meteorológicos fotografían la Tierra a intervalos regulares en la luz visible y en el infrarrojo, y proporcionan datos a las estaciones meteorológicas de la Tierra, para la predicción de las condiciones atmosféricas de todo el mundo. Los satélites de navegación permiten determinar posiciones en el mar y en tierra, y ayudan también a la navegación en la localización de hielos y trazado de corrientes oceánicas. Existen sistemas de navegación que utilizan señales de varios satélites, proporcionando así localizaciones más precisas. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) de Estados Unidos, basado en 24 satélites, permite determinar la posición, la velocidad y el tiempo 24 horas al día en cualquier lugar del mundo. Su primer satélite fue lanzado en 1978. Otro sistema de navegación por satélite, de uso casi exclusivamente militar, es el sistema GLONASS, lanzado por la antigua Unión Soviética. Hacia 2010 entrará en funcionamiento Galileo, el sistema europeo de navegación, que constará de 30 satélites. En diciembre de 2005 se lanzó el Giove-A, el primer satélite de prueba de este sistema.
Después de medio siglo del lanzamiento del primer satélite en el mundo, Chile podrá acceder a información satelital. Todavía se desconoce el proveedor y las características de la adquisición y servicios negociados por Chile, pero la decisión adoptada por las autoridades chilenas, trascenderá la coyuntura política, y permitirá que un amplio espectro de instituciones chilenas utilice información que beneficiará el desarrollo nacional.[40]
Comentarios
La geopolítica preserva el pensamiento clásico de su origen, pero su esfuerzo se ha centralizado en la contemporaneidad: el concepto es hoy usado con connotaciones estrictamente analíticas en estudios descriptivos y explicativos, desarrollados por geógrafos y teóricos de las relaciones internacionales.[41] Esta ha sido la mejor expresión del reposicionamiento de la geopolítica, como lo asevera el profesor Germán García Arriagada al indicar la conveniencia de determinar qué materias son indispensables de conocer para un oficial de estado mayor, y propone entre otras: los pueblos originarios, el desarrollo de vías de comunicaciones, los corredores bioceánicos, integración vecinal y regional, medio ambiente y fronteras interiores.[42] Pese a que G. García circunscribe este conocimiento a los oficiales de estado mayor, se estima que sus planteamientos son extensos y propositivos para una nueva perspectiva de la geopolítica.
La integración del territorio nacional; los ejes de desarrollo o corredores bioceánicos; la energía; el territorio antártico; las nuevas regiones del país (XIV y XV), la preocupación por las inmigraciones; la multiculturalidad y pueblos originarios; los acuerdos de libre comercio; y aspectos tan específicos como la adquisición de satélites artificiales son en definitiva algunas de las materias que permiten una mirada diferente de la situación privilegiada de Chile. Por ello, se podría decir que la evolución del país ha estado precedida de decisiones políticas que han incluido una perspectiva geopolítica.
Al arrimo de estas materias, la geopolítica se está posicionando nuevamente en la política nacional e internacional: la geopolítica durante la mayor parte de su historia como disciplina ha tenido como objeto la búsqueda de las causas geográficas que estarían detrás de las relaciones entre Estados, o, de las verdaderas razones del comportamiento geopolítico de los Estados.[43] Las autoridades están adoptando decisiones e implementando políticas de Estado, que de una forma u otra incidirán en el desarrollo y evolución de Chile. La geopolítica se mantendrá vigente en la medida que sobre la faz del planeta continúen presentándose fenómenos geográficos que, al influir en la vida de los hombres, reclamen la previsión de los conductores políticos.[44]
En las últimas décadas se han adoptado una serie de decisiones que se enmarcan en la acepción geopolítica. La integración del territorio nacional y el acercamiento de las fronteras son una clara demostración de políticas de Estado, que por sobre las circunstancias políticas impactan en la evolución de Chile. En la medida que la perspectiva geopolítica –con o sin explicitación del vocablo– sea la referencia de las autoridades para avanzar al desarrollo, es dable esperar que sus efectos positivos se dejen ver en los próximos años.
Para terminar definitivamente con los cuestionamientos que se le han realizado a la geopolítica como ciencia belicista, es conveniente alejarla del discurso que primó después de la II Guerra Mundial. En la medida que los análisis y estudios pertinentes no antepongan las relaciones de conflictividad y los manipulados intereses contrapuestos entre los países, será posible entender el valioso aporte que hace la geopolítica al desarrollo nacional. Los países se están relacionando en un esquema de interdependencia y de cooperación. Reconocen que el conflicto tradicional está presente en las relaciones entre los Estados, pero también aceptan que los desafíos comunes son más trascendentes para el desarrollo y para la preservación de la especie.
Los Estados son un organismo vivo. No cabe duda que éstos nacen y mueren, basta con ver la transformación que ha tenido Europa en los últimos años, o la experimentada por la ex Unión de Repúblicas Soviéticas. Incluso el proceso de integración que está aglutinando a la Unión Europea es otra forma de evolución. Pero en este siglo esta expresión no encuentra su origen en el espacio vital, sino en la cooperación y en la mutua conveniencia de alcanzar el desarrollo a partir de procesos de integración que permiten unir esfuerzos en pro de desafíos que son comunes. Los Estados evolucionan y otorgan mejores condiciones de vida a sus nacionales utilizando dos vías: enfrentando los cambios progresistas en consonancia con otros Estados, con los cuales comparte desafíos y beneficios; y adoptando decisiones políticas donde el Estado está primero, lejos de la demagogia y de la simple circunstancia.
Sucesivamente las autoridades chilenas han promovido políticas que se enmarcan en una perspectiva geopolítica. Se han adoptado decisiones que han transformado a Chile, y han permitido que la población tenga una mejor calidad de vida, no han sido simples políticas públicas, sino que han sido políticas y decisiones de Estado. Desafíos quedan muchos, pero con el esfuerzo sostenido como lo ha sido hasta la fecha, el futuro de Chile es auspicioso.
Bibliografía
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Comité de Estudios Nucleares del Ejército de Chile Informe de Situación Nuclear Nº 1/2008 del período del 01 enero – 29 febrero de 2008.
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Pontillo Juan, Mauricio, "Corredores Bioceánicos: los desafíos para Chile en el desarrollo y la defensa", en VV.AA., Memorial del Ejército de Chile Nº 462, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1999.
Riesco, Ricardo, La Antártica: algunas consideraciones geopolíticas. Disponible en www.cepchile.cl/dms/archivo_1268_1407/rev25_riesco.pdf -. Ingreso el 27 de mayo 2008.
Autor:
Rodolfo A. Ortega Prado
Doctor en América Latina Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid
[1] Por ejemplo: Geopolítica de la Cultura de Matte Lart, Armand, Arces-Lom, 2002; o Geopolítica del hambre de VV.AA., Icaria, 1999.
[2] García Arriagada, Germán, "¿Quo vadis geopolítica?", en VV.AA. Memorial del Ejército de Chile Nº 476, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 2005, p.49.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd. p.48
[5] Peter J. Taylor en Geografía Política, Trama S.L., 1994, p.45, indica que el renacimiento se ha producido de tres formas distintas: 1) Para utilizarse vulgarmente para referirse a la rivalidad global, 2) en el mundo académico como una geopolítica moderna y crítica, y 3) pro militar relacionándola con el pensamiento estratégico.
[6] Las leyes de la expansión de los Estados de Ratzel: el espacio de los Estados aumenta con el crecimiento de la cultura; el crecimiento de los Estados debe ser precedido por un aumento de la capacidad de los ciudadanos; el crecimiento de los Estados se produce por la fusión, amalgamación y absorción de las unidades políticas menores; la frontera es el órgano periférico del Estado y, como tal, la prueba del crecimiento es la fuerza y los cambios de este organismo; en su crecimiento y expansión, el Estado tiende a incluir secciones políticamente valiosas; al Estado primitivo el primer impulso para el crecimiento territorial le llega desde afuera, de una civilización en más alto grado de desarrollo; la orientación general hacia la amalgamación transmite la tendencia de crecimiento territorial de Estado a Estado y aumenta esa tendencia en el proceso de transmisión.
[7] Autor de El Pivote Geográfico de la Historia. Es célebre por ser el autor de la teoría del heartland (región central), formulada por primera vez en 1904 y revisada en 1919 y 1943. Esta teoría plantea que la zona norte y central de Eurasia, debido a su control sobre el continente y a su riqueza en recursos naturales, será, finalmente, el centro del poder político que domine el mundo frente a las potencias cuya fuerza reside en el control de los mares y espacios circundantes (rimland).
[8] Manifestaba que la geopolítica es la base científica del arte de la actuación política en la lucha a vida o muerte de los organismos estatales por el espacio vital. (Lebensraum).
[9] Desarrolló un sistema de ciencia política basado en la interacción de las fuerzas sociológicas, políticas y físicas, acuñó el término ‘geopolítica’ en su obra Staten som Lifsform (El Estado como un organismo, 1916).
[10] Información preliminar en diario La Nación del 15 de abril 2008, "El plan más ambicioso desde la Carretera Austral".
[11] Información proporcionada por el Departamento de Planificación y Control del Comando de Ingenieros del Ejército.
[12] Información disponible en http://www.vialidad.cl/animación/chiloé/planchiloe.html. Ingreso el 12 MAY 2008.
[13] Información disponible en http://loslagos.vialidad.cl/obras%20relevantes/pte_chacao/chacao_ principal.htm. ingreso el 12 MAY 2008.
[14] Pontillo Juan, Mauricio, "Corredores Bioceánicos: los desafíos para Chile en el desarrollo y la defensa", en VV.AA., Memorial del Ejército de Chile Nº 462, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1999, p.80.
[15] Información disponible en http://www.difrol.cl/0107.htm. Ingreso el 12 MAY 2008.
[16] Ibíd.
[17] Información disponible en http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp? idnoticia=285534. Ingreso 12 MAY 2008.
[18] Información disponible en http://www.gobiernodechile.cl/viewEjeSocial.aspx?idarticulo=23439&id SeccionPadre=119. Ingreso el 22 MAY 2008
[19] Comité de Estudios Nucleares del Ejército de Chile Informe de Situación Nuclear Nº 1/2008 del período del 01 enero – 29 febrero de 2008.
[20] El Mercurio, Cuerpo A, p.5 "Tras una prohibición de 20 años Italia vuelve a la energía nuclear, Santiago, 23 de mayo 2008.
[21] Comité de Estudios Nucleares Nº 1/2008, op. cit.
[22] Comité de Estudios Nucleares del Ejército de Chile Informe de Situación Nuclear Nº 2/2008 del período del 01 marzo – 30 abril de 2008.
[23] Comité de Estudios Nucleares Nº 1/2008, op. cit
[24] Disponible en www.inach.cl/InachWebNeo/Controls/Neochannels/Neo_CH6193/deploy /08.pdf. Ingreso el 29 de mayo 2008.
[25] Polanco Nuño, Santiago, "Chile en el Continente Antártico", VV.AA., Memorial del Ejército de Chile Nº 326, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército, 1965, p.119.
[26] Riesco, Ricardo, La Antártica: algunas consideraciones geopolíticas. Disponible en www.cepchile.cl/dms/archivo_1268_1407/rev25_riesco.pdf -. Ingreso el 27 de mayo 2008.
[27] Ibíd. p. 226.
[28] Disponible en http://www.extranjeria.gov.cl/filesapp/migraciones.pdf. Ingreso el 24 MAY 2008.
[29] En los últimos años Chile ratificó la Convención sobre Trabajadores Migratorios y sus Familias; el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la Trata de Personas; y el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Emigrantes, complementarios de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional.
[30] Piuzzi Cabrera, José, "Migraciones en el Cono Sur y en Chile: una aproximación sobre su realidad y efectos en lo social", en VV.AA., Memorial del Ejército de Chile Nº 455, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1997.
[31] Información disponible en http://www.gobiernodechile.cl/viewEjeSocial.aspx?idarticulo=22941&id SeccionPadre=20. Ingreso el 22 de mayo 2008.
[32] Instituto Geográfico Militar http://www.igm.cl/37.Regionalizacion.htm. Ingreso el 25 de mayo 2008.
[33] Con la promulgación de la Ley Nº 20.175 se crea la Región de Arica y Parinacota y mediante la Ley Nº 20.174 que crea la Región de los Ríos.
[34] Información disponible en http://www.modernizacion.cl/1537/article-175631.html. Ingreso el 22 MAY 2008.
[35] http://www.modernizacion.cl/1537/propertyvalue-25364.html. Ingreso el 20 de julio 2008.
[36] Información disponible en http://www.direcon.cl/index.php?accion=quienes_somos. Ingreso el 26 de mayo 2008.
[37] Ibíd.
[38] Ibíd.
[39] Desde el lanzamiento del Sputnik se han puesto en órbita innumerables satélites artificiales. En la actualidad hay satélites de comunicaciones, navegación, militares, meteorológicos, de estudio de recursos terrestres y científicos.
[40] En forma extraoficial en el diario El Mercurio de 15 junio 2008, pág D-12, se informa que el consorcio EADS Astrium fue seleccionado como fabricante.
[41] Molina, Ignacio y Delgado, Santiago, Conceptos fundamentales de Ciencia Política, Madrid: Alianza Editorial, 2004, p.56.
[42] García, Germán, op. cit., pp. 54-55.
[43] Agnew, John, Geopolítica una re-visión de la política mundial, Madrid: Trama Editorial, 2005.
[44] López Ardiles, Marcos, "Geopolítica del Siglo XXI: Perspectivas de Amenazas", en VV.AA. Memorial del Ejército de Chile Nº 450, Santiago: Departamento Comunicacional del Ejército de Chile, 1996, p.51.
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