Apuntes de un observador prevenido sobre las relaciones colombo-venezolanas
Enviado por leandro area
- El cuento del "hacernos creer"
- La teoría o el bastón de los ciegos
- ¿La economía o los intereses de mora?
- Lo institucional y las torres de papel
- La ética o la inmersión en el océano de los sargazos
- La política o la selva de los monos
- El caballo de Troya o la fiesta de los locos
- La procesión de los disfraces
- Anexos
- Referencias bibliográficas
El cuento del "hacernos creer"
Las relaciones entre Venezuela y Colombia pasan, ocurren, drenan, por un "momento interesante". Adjetivarlas de esa forma las saca inmediatamente del foco de atención de las ciencias sociales o de los estudios universitarios en sentido estricto para ubicarlas más bien en un contexto cuasi banal, tal vez más cercano al de las revistas de folletón o a las publicaciones del gusto y fuelle de los físico culturistas o de las modas o, in extremis, a los avatares por los que pasan los coleccionistas de chapitas de refrescos ya fuera de mercado. Esta afirmación no las minimiza ni apela al desplante. Sólo pretende contextualizarlas en el plano que las circunstancias del presente conceden.
Catalogarlas de "interesantes", he dicho, no implica descalificación así como tampoco demérito o sarcasmo. Quiero sugerir, sí, que el péndulo normal entre las que ellas oscilaban, a saber, la cooperación y el conflicto, tan típico de nuestra larga historia común, ya no marca las horas, ni enfría ni calienta el termómetro de nuestra cotidianidad para ser más rotundos. Ahora más que nunca cambiamos tan fácilmente del amor al odio como quien muda de camisa, por lo que es importante darle un giro radical a los esquemas que la costumbre, el hastío, el tedio histórico, la falta de creatividad o la sorpresa implantan, para entender lo que tanto nos importa y convoca.
A diferencia de otros tiempos, ahora Venezuela y Colombia andan en una fase de inusual reposo, ocio o tregua, que en años de nuestras escuelas llamábamos "recreo", en el que el puntual transcurrir de las clases se interrumpía para abrirse la puerta anhelada de una realidad o irrealidad, como usted guste llamar, suspendida y feliz que duraba, lamentablemente, apenas quince minutos.
Así pues, no se trata ahora para comprender, dadas las circunstancias anotadas con Santos y Chávez presidentes de ambas naciones, de conocer fechas, narrar episodios, evaluar sesudamente tendencias políticas o económicas mundiales o regionales, revisar estadísticas, hacerse el ilustre o peor aún, darse golpes de pecho y rezar letanías ante temas como la soberanía nacional, o los límites. ¡Qué cursilería! Se trata ahora de la época de "mi mejor nuevo amigo", especie de Disneylandia o "honeymoon" sin puertas ni ventanas, en donde ambos presidentes y sus pueblos, faltaba más, viven felices y contentos; los cancilleres retozan jubilosos en cámara lenta cual gacelas, sobre finos y cálidos bosques tan bien tenidos; las fuerzas armadas ahora se escriben con minúscula y declaman poemas o componen canciones en clave de Morse para auto arrullarse en las noches siderales del plenilunio caribeño mientras, no muy a la calladita, se arman y rearman indecorosamente, dilapidándose la plata de los tan sumisos contribuyentes que solemos ser.
Y es tal el supuesto estado de despreocupación reinante que rige en ambas partes de una frontera visiblemente inexistente de 2.219 kilómetros, a partir de este momento glorioso, que el presidente Santos expresó sin más y con razones de por medio, el 15 de enero de 2011: "Con el presidente Chávez tenemos profundas diferencias pero si nos respetamos podemos tener unas muy buenas relaciones".[1] Está bien, qué bueno que sea así, un tono de sensatez y concordia hacía falta, pero me pregunto con Usted, querido lector, qué significa eso de "respetarnos", hasta dónde llega el respeto, quién lo define, administra, cómo se reconoce el respeto, dónde se le ubica, cuándo se termina. Lo que si se lee en la letra pequeña del contrato es: "Hasta que el irrespeto nos separe", y valla usted a saber, querido amigo, lo que eso significa
Y lo dejo hasta allí porque esta narración va enseñando, cada vez más, que los asuntos entre Venezuela y Colombia dependen exclusivamente de las pasiones, intereses y humores de ambos mandatarios. Pareciera entonces que no hay Estado, instituciones, historia. La realidad, la verdad, obedece a ellos dos por encima de todos y de todo. La racionalidad de las acciones estriba en sus hígados, meandros políticos, ideológicos, biológicos, qué sé yo, hasta del sol que les hace fruncir el seño. El cero catatónico pues. El "complejo de Adán".
"Interesantes" entonces insisto, estas relaciones que miran sólo el futuro, donde se han olvidado insultos, agravios y desplantes que hasta ayer no más eran la comidilla de chismes y preocupaciones diarias, y que hoy flotan en una burbuja enmariguanada de paz y amor que para bien de todos, debo decir, ha bajado la tensión pero cuya duración guinda, pende, del mal humor o puntada de hígado que una mañana cualquiera puede hacer aparecer al lobo feroz
Este pronunciado giro de 180 grados se inició públicamente el martes 10 de agosto de 2010 en la histórica Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, día en que Santos cumplía 59 años y hacía sólo tres había asumido formalmente la Presidencia de la República de Colombia por el periodo 2010-2014, acto al que Chávez, debe decirse, no asistió. Pero ello no fue óbice para que ambos presidentes se reunieran y suscribieran días después la Declaración de Principios (Anexo 1) que puede considerarse cual fe de bautismo del relanzamiento de las relaciones colombo-venezolanas divorciadas hasta ese santiamén.
La teoría o el bastón de los ciegos
Las teorías políticas y otras del mismo vecindario ya no tienen dientes o los han perdido casi todos para masticar y ayudar a digerir una realidad cada día más confusa, sofisticada y cruda. "Allí donde coexisten un país comunista -ya no sólo uno-, modernas ciudades capitalistas, campos de explotación feudal, cuando no esclavistas y selvas donde la historia se ha detenido en la época de las cavernas, detectives europeos no sirven para nada".[2]
Así es. Toda esa parafernalia teórico-universitaria del conocimiento científico para evaluar situaciones como las que hoy prevalecen entre Colombia y Venezuela, parece inútil y sin sentido. Nosotros, nuestros profesores y alumnos las repetimos como si de una verdad revelada se tratara. En éste caso, en materia de solidez científica, andamos en pañales y gateando. ¿Pero será que esas teorías, estimado colega, si sirven para comprender y analizar relaciones entre otros Estados?
Tendría la predisposición a responderle en principio que sí y que bastante bien. La precisión del objeto de estudio, los métodos cualitativos o cuantitativos que decido utilizar, las variables intervinientes que voy a incluir, admitirán ellas de seguro extraer determinadas conclusiones que me permitirán afirmar que, si las condiciones se mantienen constantes o estables, se producirán efectos o resultados, que pueden ser esperados, predichos, calculados, contrastados, dentro de cierto margen de error, claro está, pero que tienen una cierta, real y fundamentada probabilidad de ocurrencia. Es decir, alcanzo a predecir, hasta donde es posible conductas, y de allí uno decide o no, cambiar, mejorar, evitar e incidir, asesorando, el curso siempre resbaladizo de los acontecimientos. Ese es sin más el objeto de las ciencias sociales. Pero si todo depende de "La princesa está triste, qué tendrá la princesa", como cantaba el vate nicaragüense Rubén Darío en su "Sonatina", entonces sí que nos encontramos en Babia.
En el caso de las actuales relaciones colombo-venezolanas no vale la pena perder el tiempo por ese camino "científico" en el que ni un ciego con bastón logra orientarse. ¿O será que la subjetividad nos impide ver? ¿O será que la intensidad del proceso produce una miopía investigativa? ¿O será la presencia de Chávez que todo lo invade? ¿Dónde estriba la diferencia? ¿Será el subdesarrollo? En todo caso, pienso que ni un asesor externo estaría en mejores condiciones de "objetividad" que un investigador colombiano o venezolano sobre esta trascendental materia, y como somos sujetos, seamos pues subjetivos.
¿La economía o los intereses de mora?
La economía, si se utiliza como ciencia, si es que ella lo es, tampoco es que sirva de mucho en éste caso. El estudio de las presiones y los intereses de los sectores económicos ejercidos sobre Santos candidato y Santos presidente, eso sí. Fueron y son tantos y de tal magnitud dichas exigencias, que poniendo las cartas sobre la mesa, obligaron al presidente colombiano a "forzar" y "convencer" a Chávez a comprometerse, aún con todas las dudas que la palabra de nuestro "Comandante Presidente" suscita, al desembolso de las deudas pendientes y otros detallitos sobre los cuales es necesario andar ojo avizor.
Se le solicitaba cancelar un mono, que él represaba a voluntad de emperador, de aproximadamente 800.000.000 de dólares a inversionistas y comerciantes colombianos a cambio de la Disneylandia que hoy vivimos por ahora, en la que las denuncias de Colombia en el seno de la OEA, expresadas a sala plena, días antes del prodigio, por intermedio de su embajador Luis Alfonso Hoyos, sobre la presencia documentada de mil y tantos guerrilleros acampados y haciendo turismo en Venezuela, con el visto bueno de este país supongo, y divididos en no sé cuántos campamentos, ahora se encuentran engavetadas. Se ha "extraviado" también, por ahora, la memoria del disco duro de las computadoras encontradas al finado alias Raúl Reyes en territorio ecuatoriano. Se han "traspapelado" también los informes supuestamente encriptados en las computadoras del "Mono" Jojoy. Se le ha dado largas a la entrega del "peligroso empresario venezolano" Walid Makled, acusado de narcotraficante y solicitado por las autoridades de Estados Unidos y de Venezuela y ofrecido al gobierno venezolano en acto de buena vecindad del presidente colombiano, para que sea juzgado por nuestros "órganos jurisdiccionales", "claro que sin pasar por alto, expresó el cachaco, la independencia del poder judicial de mi país". Y mientras tanto, ¡Canta que te canta el pajarito!
Por cierto que me han llamado profundamente la atención algunos aspectos de la llamada Declaración de Miraflores firmada en Caracas el 3 de noviembre de 2010 por Chávez y Santos (Anexo 2), en las que se toman decisiones trascendentales para ambas naciones en distintas materias de nuestra bilateralidad y ello es natural y saludable. Pero no dejan de sorprender algunas concesiones exageradas, a cambio de qué, en temas y áreas vitales para Venezuela que hacen pensar en el famoso proyecto de "condominio" colombo-venezolano en el Golfo de Venezuela de la época de los presidentes López Michelsen de Colombia y Carlos Andrés Pérez de Venezuela que se propuso en 1975 y que fue abortado, sin más, por las presiones políticas, militares y civiles de aquel país de entonces tan distante que éramos.
Veamos de cerca. En la citada Declaración de Miraflores se expresa que en lo atinente a las actividades que debe realizar la Comisión de Energía recientemente creada, ambos gobiernos: "Acordaron dar inicio a la evaluación técnica, económica y ambiental que permita el desarrollo del trabajo conjunto de exploración y producción, entre Pdvsa y Ecopetrol, en los campos maduros de Occidente, actividad de exploración y producción en la Cuenca Apure-Barinas y la posibilidad de participación de Ecopetrol en la Faja Petrolífera del Orinoco"¿Qué es esto de la evaluación técnica, económica y ambiental que permita el desarrollo del trabajo conjunto de exploración y producción, etc. etc. ,etc.?
Lo que es a mí me huele a Golfo de Venezuela, dados los históricamente persistentes intereses geopolíticos de la hermana República, sin pasar por alto el dato de que haca apenas un año mal contado ya se hablaba de una "solución" con mapa y todo, que fue denunciada ante la opinión pública por uno de los Negociadores Presidenciales venezolanos, como lesiva a los intereses del país. También por allí anda los tres fantasmas: culpa, miedo y expediente, que no dejan dormir a quien sabemos, y lo convierten en presa fácil, frágil, manejable y dadivosa. Por eso nada más, ¡Guillo!
Cambalache, amigo lector, dejémonos de vainas, del más puro y descarnado. A nivel de tango y arrabal amargo. Todo por un puñado de dólares o de silencio o de territorio, en el más puro estilo del "El Padrino" de M. Puzzo cuya trama se queda corta frente a la realidad actual. No es pues entonces querido Marx que la violencia sea la partera de la historia, como decías en el lejano 1.848 en tu "Manifiesto Comunista", sino el chantaje diáfano y voraz como un bisturí de diamante. Mientras tanto, todo reposa en el expediente con el que pudieran encontrase en la bajadita, que no es una comarca, sino la Corte Penal Internacional de La Haya. "¡Cumpla, pues!"" ¡Sea varón!".
Lo institucional y las torres de papel
¿Son las instituciones las que coordinan u organizan este asombroso momento de nuestra relación bilateral? ¡Ni se diga! Con todo el respeto que me merecen las teorías del teutón Max Weber sobre la burocracia y con las diferencias ya de viejo establecidas entre la solidez de las instituciones colombianas y la fragilidad de las venezolanas, el papel que ellas juegan en estos momentos "interesantes", es irrelevante, agencias de festejos puras y simples no más, pues el Estado, en concreto, no consta sino como cascarón de proa, cual entelequia jurídica. Solo existe el "máximo líder. Al menos lo es así y en mayúscula, en el caso venezolano. Más aún, hermano, en Venezuela nos hemos quitado la careta y llenado la Cancillería de balseros, damnificados, pobrecitos, convirtiendo a nuestros respetables funcionarios en vacíos existenciales, (a quienes por cierto les han quitado sin permiso el 10 por ciento de sus escuálidos sueldos para "colaborar" con tan digna gesta), pues ya no tienen ni taburete dónde sentarse. Y total qué importa, si la política exterior está en manos del jefe supremo y él no acostumbra, digámoslo bajito, a consultar nada con nadie, menos, claro está, con San Fidel. Pero ya que éste es un asunto atinente a la mitología, lo mejor es no entrometerse en él, así como tampoco debe hacerse en cuestiones del amor que no sea el de uno, pues se corre el riesgo de rematar crucificado.
En Colombia, imagino que al no existir contraparte, los dedicados funcionarios del tema de Venezuela, su ex segundo socio comercial, no tienen qué hacer más que leer los periódicos y seguirle las pistas, cual entrenados sabuesos, a las extravagancias del Comandante Presidente de por aquí, a ver qué carambola explicativa consiguen así sea de dos bandas. Porque pensar en la exquisita ciencia o arte del ajedrez para entender la acción política y concebir al diplomático como una especie de Capa Blanca en la especialidad, es gastar horas mirando las fichas de marfil o de plástico, qué más da, como quien observa una jirafa en mitad de una autopista, es decir, con la boca abierta, nariz tupida y pañuelo en la mano, en las tardes lluviosas y frías de la tan querida y encumbrada Santa Fe de Bogotá.
La ética o la inmersión en el océano de los sargazos
"El amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que le tenía".Ya quedó dicho. En el ritmo que Usted quiera ponerle, joropo o ballenato, a este estribillo tan popular. Su verdad es la que mejor dibuja la conducta política, no sólo de nuestros mandatarios bananeros, cafeteros, cocaleros o petrolíferos, sino también y cómo, a toda la dirigencia mundial que nos gobierna y que nos tiene al borde de un precipicio. Excepciones habrá, pero a usted toca encontrarlas con lupa.
La ética, los principios, los valores, se han ido cariando en estos tiempos postmodernos y cuando uno quiere apoyarse en ellos, o no los encuentra o se resbala, y si no acérquese al libro "La Era del Vacío" para que se de cuenta de lo que le digo[3]Y no es que crea que los humanos seamos malos por naturaleza, como algunos sostienen, Thomas Hobbes el más aplaudido entre ellos con la imperativa afirmación de que "el hombre es el lobo del hombre", sino que aquella ética de nuestros abuelos o padres, ya no es práctica ni sólida ni útil para nadie, ni siquiera para los monjes ortodoxos que viven enclaustrados en los conventos griegos del Monte Athos, cerca del puerto del Pireo, donde Platón solía ilustrar con sus locuras a los iniciados, bajo la sombra asombrada de un olivo. Porque el mundo cambió, no así la historia que nació anciana y será eterna si así se lo permiten los líderes mundiales y las amenazas de destrucción ambiental o nuclear que flotan en el aire.
Además la ética ha perdido entendimiento, filo, utilidad y eco colectivo. Si Usted dice justicia, o libertad o igualdad, con qué versión se queda, quién se la compra, sino es capaz de ver la mercancía. Y por favor no incluyamos aquí el tema de la "guerra entre civilizaciones" pues correríamos el placentero pero perverso riesgo de perdernos interminablemente, a lo Borges, en los jardines de La Alhambra. El diccionario de la ética anda descocado e inmerso en el mar de lo desconocido, es un artículo para coleccionistas o dueños de galería de objetos raros como los unicornios, comercio de iniciados románticos, tipos estrambóticos que visten de escafandra y descienden en batiscafo a los bajos fondos submarinos, y pertenecen a clubes secretos que duermen en las simas del mar. Julio Verne conoce su dirección y demás detalles. Si se tropiezan con él favor me avisan.
La política o la selva de los monos
Podríamos coincidir a estas alturas en que la pobreza, la desigualdad, la corrupción, el narcotráfico, la violencia, el escupitajo diario a los derechos humanos, el irrespeto suicida al medio ambiente, animales incluidos, o a la libertad de expresión, son algunos de los problemas claves con los que tiene que lidiar la política y por ende los políticos. Esos son los enemigos comunes de los objetivos que toda política debe perseguir, que son en principio, la paz, la justicia y la prosperidad, no de uno, ojo, sino la de los demás, pero lamentablemente el zoológico político no da muestras de entenderlo, ponerse de acuerdo, dejar el "yoismo", que por razones tan variadas y profundas su discusión no cabe en este espacio.
Pero con todo la política es, ha sido y será el barco de nuestro destino. En él andamos, y de cada uno depende que lleguemos a buen puerto. Por eso tan deleznable y aborrecible es la actitud de los que quieren echar a los otros por la borda para convertirlos en alimento de pirañas, o en balseros del espíritu, o en náufragos del destino, creando las condiciones para multiplicar, más aún, la pobreza, la violencia, la desigualdad, la corrupción, la injusticia y la ira. El fin de la política será el epitafio de la humanidad que nadie podrá leer. Y la política, apreciado lector, se cocina con discusión, salivita, tolerancia, paciencia respeto, acuerdo, humildad y alternancia en el ejercicio del poder. Porque el poder es la droga preferida de los políticos, y de otros, que como simios enloquecidos saltan entre los árboles en su búsqueda. Por eso es que el poder mal habido o eternizado y sin control provoca locura y dependencia, y ésta tiene un nombre específico: Dictadura.
El caballo de Troya o la fiesta de los locos
Parece mentira pero es verdad que dándole un giro a la frase de Marx y Engels, autores tan sonados y poco leídos en Venezuela, (ellos mismos deben estarse muriendo otra vez pero de la risa en sus tumbas), escrita en "La Ideología Alemana", en 1845-1846, según la cual, y cito de memoria, "que son las condiciones reales de existencia las que determinan el comportamiento humano", afirmación con la que tratan de explicar que lo económico es, en última instancia, la razón y causa de todas las conductas humanas, puede uno asomarse a conclusiones diferentes y entender el comportamiento de las relaciones colombo-venezolanas que hemos indefinido, sí, indefinido para provocar atención de "interesantes".
Aquí habría que emparentar al austriaco Freud, sin su permiso y disgusto tal vez, a los viejos marxistas antes aludidos, para darle significación relevante al papel de los individuos en la historia más que a las condiciones que los rodean y obligan.
Cuando analizamos en perspectiva histórica, frase grandilocuente ésta, las relaciones entre Venezuela y Colombia, podemos palpar que los elementos personales, las sintonías o cortocircuitos entre mandatarios, marcan la pauta de la relación entre las naciones por encima, a veces, de otros elementos tan importantes como la economía o el estado de las relaciones internacionales o hasta de las propias ideologías. En tal sentido y para no ir muy lejos en nuestra historia común, se hace evidente una mayor presencia del carácter y de la personalidad de los Jefes de Estado en el efecto que sobre las relaciones se generan. Esto es obvio. Pero utilicemos un microscopio y miremos esa realidad en dos momento precisos de nuestra historia común, que son un caso, un sinsabor y una enseñanza al mismo tiempo.
El 17 de noviembre de 1986, siendo Presidente de la República Jaime Lusinchi (Clarines, Edo. Anzoátegui), "el Gobierno de Venezuela decide conferir la "Orden del Libertador en el Grado de Gran Cordón", al Excelentísimo Señor Julio Londoño Paredes, Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia".[4] Era normal, había sido recién nombrado Canciller por el entrante presidente de la República de Colombia, el cucuteño Virgilio Barco Vargas. ¡Honrar honra! Es verdad también que desde hacía unos meses largos el ambiente se había caldeado, existía un plan, una ofensiva calculada contra la soberanía de Venezuela que se destapó definitivamente el 6 de mayo de 1987, seis meses después de la condecoración de marras, cuando el Canciller Londoño informa por escrito y sin más a su par venezolano, el merideño Simón Alberto Consalvi, de la designación, inconsulta a todas luces, de dos de los cinco miembros de la bendita Comisión de Conciliación prevista en el "Tratado de No Agresión, Conciliación, Arbitraje y Arreglo Judicial" que ambos países suscribieran el 17 de diciembre de 1939. [5]No está demás repetir que en Capítulo Segundo del fulano Tratado se expresa: " exceptuando solamente las que atañen a los intereses vitales, a la independencia o a la integridad territorial de los Estados Contratantes". [6]y ¿el Golfo de Venezuela no está inscrito dentro de las excepciones allí estipuladas? Por ende, la zutana Comisión de Conciliación no tenía ni tiene vela en ese entierro.
Pero no todo quedó allí. Esto trajo como consecuencia que frente a la categórica respuesta del gobierno venezolano ante tal desaguisado, en comunicación suscrita por el Canciller venezolano Simón Alberto Consalvi, el 6 de Agosto del mismísimo año[7]y como reacción a su frustración, tres días después, el 9 de agosto, el condecorado militar en representación de su país, debemos suponer, mala paga él, introdujo naves de guerra colombianas en territorio marítimo soberano de Venezuela, en un peligroso ensayo, "brinkmanship", para medir fuerzas o llevar a Venezuela a la Corte de Justicia de la Haya a fin de discutir lo indiscutible. La respuesta de Venezuela, de la nación, fue terminante y estuvimos a punto de iniciar una guerra a partir de una baladronada que se conoce con el escalofriante nombre de "La crisis de la Corbeta Caldas"[8]. Pero ya el mal estaba hecho lamentablemente y quedará grabado como una "herida abierta", parafraseando al Presidente colombiano Miguel Antonio Caro al referirse a las implicaciones históricas que tendría para ambos pueblos el malhadado fallo judicial sobre límites comunes dictado en el Laudo Español del 16 de Marzo de 1891.
A partir de esa ofensa se inicia un período de estéril silencio y menoscabo para ambos pueblos que duró dos años hasta que en 1989, con un nuevo presidente en Venezuela, colombiano o venezolano, ya que más da, Carlos Andrés Pérez, aquellos mismos que urdieron la agresión tuvieron que sentarse a conversar creándose un nuevo esquema exitoso de integración global entre ambos países que la historia recordará, tal y como la actual Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín Cuellar, en representación de su gobierno, ha reconocido en Miami frente a los restos mortuorios de Carlos Andrés Pérez. ¡Cosas vederes, querido Sancho!
Pasado el tiempo y llegado Chávez, oriundo de Sabaneta, Estado Barinas, al poder por vía electoral, luego de haber ensayado sin éxito un golpe de estado contra la institucionalidad democrática, las cosas se volvieron a complicar a pesar de que el presidente Andrés Pastrana Arango, bogotano él, supo capear el temporal. Con la llegada de Álvaro Uribe Vélez, antioqueño, a la Presidencia en el vecino país (2002-2006 y 2006-2010), todo empeoró. Estos dos personajes pasaban del amor al odio con infinita franqueza o hipocresía, e irresponsable histrionismo metafísico, llevando a los países a romper, vía micrófono, en varias oportunidades, sus relaciones en todos los ámbitos y a militarizar, Chávez, la frontera de manera unilateral peligrosa e iracunda. Habría que recordar que en esos días habían dado de baja a alias Raúl Reyes, "canciller" de las FARC, en la frontera colombo-ecuatoriana creándose así un conflicto militar, binacional y regional complicado, más aún, ya no sólo por la presencia de diferencias políticas o económicas, sino sobre todo y sustancialmente ideológicas entre el pseudo marxismo inoculado desde Cuba a Chávez y exportado por éste cual franquicia a sus aliados Ecuador, Bolivia y Nicaragua y a otros países de la región a través del chantaje ,otra vez, de los petrodólares, y el estado democrático liberal y en crisis que impera en Colombia, que tiene como aliado indispensable a los Estados Unidos.
Pero saliendo, muy a su pesar, Uribe del poder, en un fallido intento por reelegirse por segunda vez, de la noche a la mañana, para sorpresa de todos, el martes 10 de agosto de 2010, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, Santa Marta, donde murió El Libertador Simón Bolívar el 17 de diciembre de 1830, desterrado de Venezuela, acuerdan Santos y Chávez pasar la página, mirar hacia el futuro y "respetarse" mutuamente. Mes y pico después, dentro de ese mismo espíritu mágico-conciliador, Santos afirma, refiriéndose al mandatario venezolano: "He encontrado a mi nuevo mejor amigo". [9]Chávez recibe esta agua bautismal alborozado y la aplaude feliz en cadena nacional. Razón tiene García Márquez: vivimos bajo el imperio del realismo mágico.
Y llegamos a hoy. Venezuela ha pagado, parece, ya buena parte de la deuda comercial y sigue haciéndolo. Colombia ha dejado por ahora de mirar en las computadoras de Raúl Reyes, del Mono Jojoy y demás; en apariencia ha desestimado las denuncias concretas de Walid Makled, los refugios de las FARC en territorio venezolano, el supuesto compinche-triángulo ETA-FARC-Gobierno de Venezuela. Todo está tranquilo en la superficie, aunque el volcán no duerma. Hace la siesta mas no reposa. Colombia además juega hábilmente al ya crónico distanciamiento entre el gobierno de los Estados Unidos y el de Venezuela, tensión de la cual, de pasar a más, pudiera verse ella favorecida comercialmente, pues Venezuela tendría que aumentar sus importaciones desde Colombia como es natural geográficamente y como las circunstancias políticas y económicas actuales lo consienten y estimulan.
Ante esta realidad, que hemos dado en llamar de "apariencia interesante", es bueno estar pendientes todos, en todos y con todos los sentidos. Venezuela entra en una etapa preelectoral compleja en la cual Chávez, según sus propias palabras, desea perpetuarse en el poder, y ha recibido en tal sentido poderes a través de Leyes habilitantes de la Asamblea Nacional saliente, ya en las últimas horas de su larga agonía, para que gobierne por decreto, aunque ahora éste recule y contra recule. Con una economía en crisis a pesar, o por lo mismo, de los altos precios del petróleo. Con una política reiterativa y antidemocrática de expropiaciones, ocupaciones e intolerancia que tiene dividido al país. Con unas instituciones públicas "ordene Ud. Mi Comandante","Patria, Socialismo o Muerte".
Pero agregue que en la calle de enfrente se ve el empuje de una oposición con una ambición más estructurada, unida hasta donde se puede, con conflictos sociales permanentes, con un voto opositor de un 52 por ciento de la población, y un gobierno cerrado al diálogo, cansado, ineficiente, sordo mudo y militar, que puede utilizar el tema de Colombia y del Golfo de Venezuela como excusa, de la cual asirse a falta de oxigeno político, para lograr, de la manera que sea, sino por la vía de la reelección legal o fraudulenta, su mantenimiento en el poder por caminos más expeditos y no del todo imprevisibles.
Insertemos aquí unos datos de última hora que nos pueden dar una perspectiva de hasta dónde llega la desmesura y falta de control de nuestro mandatario. El citado presidente, el 20 de enero de 2011, en su mensaje de rendición y cuenta ante la nueva Asamblea Nacional, durante las 7 horas que duró su intervención, se refirió a sí mismo 489 veces, lo que quiere decir que se aludió "yo" 69,86 veces por hora o lo que es lo mismo 1,16 veces por minuto, lo que creo constituye de por sí un récord mundial que debe ser incluido en el libro de Guiness, pero además vale de radiografía para entender las ambiciones enfermizas de poder que tiñen al personaje. [10]
Por el momento y para terminar, recordemos mejor aquellos viejos tiempos en los que el brevísimo Presidente de Colombia, Francisco Javier Zaldúa, bogotano, condenado a muerte a punta de frío y altura, daba instrucciones al curtido diplomático Aníbal Galindo, el 26 de mayo de 1882, a través de su Canciller J.M. Quijano Wallis para que se encargara de los asuntos atinentes a la aplicación en el terreno de lo estipulado en el desdichado Laudo Español de 1871 sobre los límites entre Colombia y Venezuela, en las que le trasmitía el siguiente mensaje: "Finalmente, desea el Presidente que usted ponga especial cuidado en que el estilo brille por su sencillez. La elocuencia debe consistir aquí en la pulcritud de la dicción y de las formas, y en la rígida demostración de la verdad. En suma, el Presidente, como Jefe de la Nación, sentiría menos por su parte la perdida total o parcial del pleito, que el sonrojo de que la República se viera expuesta a rectificaciones y confrontaciones que pusieran en duda la lealtad de su palabra y de su proceder". [11]
¡Otro mundo mi querido Don Quijote, otro mundo!
ANEXO 1
Declaración de Principios
Santa Marta 10 de Agosto de 2010
Los presidentes de la República de Colombia y de la República Bolivariana de Venezuela, reunidos en la ciudad de Santa Marta, Colombia, acordaron relanzar la relación bilateral, restableciendo las relaciones diplomáticas entre los dos países con base en un diálogo transparente, directo, respetuoso y privilegiando la vía diplomática.
Este diálogo se llevará a cabo buscando garantizar la permanencia y estabilidad de la relación bilateral, dando estricto cumplimiento al Derecho Internacional y aplicando los principios de no injerencia en los asuntos internos y de respeto a la soberanía e integridad territorial de los estados.
Los mandatarios también decidieron avanzar en la integración bilateral en beneficio del desarrollo de los dos pueblos y particularmente de las zonas y comunidades fronterizas, donde acordaron impulsar programas conjuntos en materia social y económica.
Acordaron igualmente la creación de cinco comisiones de trabajo así:
Primero: Comisión para el pago de la deuda y reimpulso de las relaciones comerciales.
Segundo: Comisión para trabajar un acuerdo de complementación económica entre ambos países.
Tercero: Comisión para desarrollar un plan de trabajo de inversión social en la zona de frontera.
Cuarto: Comisión para el desarrollo conjunto de obras de infraestructura.
Quinto: Comisión de seguridad.
Mecanismo de Cooperación
Los presidentes de la República de Colombia y de la República Bolivariana de Venezuela, reunidos en la ciudad de Santa Marta, Colombia, resolvieron establecer un Mecanismo de Cooperación a nivel de ministros de Relaciones Exteriores para diseñar una estrategia conjunta que aborde las problemáticas de frontera en materia social, económica y de seguridad, que entre otros fines, busque prevenir la presencia o acción de grupos alzados al margen de la ley.
Además, decidieron coordinar las actividades de los dos países con miras a aumentar la presencia de ambos estados en la zona de frontera.
Los mandatarios instruyeron a los cancilleres para que definan los procedimientos concretos necesarios para hacer efectivo el mecanismo. Este mecanismo estará acompañado por la Secretaría General de Unasur.
ANEXO 2
DECLARACIÓN DE MIRAFLORES
Caracas, 3 de Noviembre de 2010
Reunidos el 2 de noviembre de 2010 en el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, los presidentes de la República de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, y de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, pasaron revista de forma detallada a los resultados del trabajo adelantado por las comisiones creadas el 10 de agosto en la ciudad de Santa Marta.
Agenda de decisiones: Comisión de complementación productiva y económica:
1. Crear el Comité Binacional Económico-Productivo, cuyo objeto será avanzar en el acuerdo de Complementariedad Económica y Productiva, e impulsar las alianzas productivas sectoriales en sectores tales como: textil, alimentos (café y cacao), ganadería, vivienda y materiales de construcción, automotriz y energético. El cronograma y plan de trabajo establecido iniciará el 8 de noviembre de 2010.
2. Reconocer el buen avance del proceso de regularización de la deuda debidamente validada, autorizando el pago de 336 millones de dólares hasta la fecha. 3. Instruyeron suscribir un acuerdo para el intercambio de información sobre el tema de los presuntos ilícitos comerciales, entre la DIAN y el Seniat.
4. Acordaron generar una base de datos mensual de precios referenciales de cada país, a fin de evitar a futuro situaciones como los sobreprecios.
5. Decidieron agilizar los trámites asociados a las exportaciones colombianas, priorizando en una primera etapa los siguientes sectores:
a. Textil.
b. Calzado.
c. Medicamentos.
d. Producto de higiene personal y limpieza.
e. Alimentos.
f. Empaque.
g. Repuestos y autopartes.
6. Acordaron la ampliación de frecuencias y nuevas rutas para el desarrollo bidireccional del turismo.
7. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela anunció al gobierno de Colombia la autorización de 456 certificados de origen para exportadores venezolanos, con destino a Colombia, en sectores como química, farmacéuticos, plástico y textil por un monto de 219 millones de dólares.
8. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela anunció al gobierno de Colombia el compromiso de comprar la producción de la Cooperativa de Caña de Azúcar del Norte de Santander 2010-2011
Comisión para un plan de inversión social en la zona de frontera:
1. Decidieron crear las orquestas sinfónicas binacionales juveniles e infantiles, y el desarrollo de cuatro centros musicales en la regiones de frontera.
2. Aprobaron la celebración de un concierto binacional, con la participación de la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela y las orquestas profesionales de Colombia el 15 de diciembre de 2010, en la ciudad de Bogotá, bajo la dirección del maestro Gustavo Dudamel.
Comisión para el desarrollo conjunto de obras de infraestructura:
1 .Instruyeron iniciar los trabajos necesarios para la construcción del "Puente de Tienditas" que unirá a ambos países. Las obras iniciarán en enero de 2011, pautando la inauguración para principios de 2012.
2. Decidieron habilitar el puente José Antonio Páez, que une el estado Apure con el departamento de Arauca, como paso internacional de frontera.
3. Instruyeron resolver los asuntos que obstaculizan el transporte de carga en la frontera.
Comisión de energía:
1. Acordaron restablecer los esquemas de suministro de combustibles venezolanos a los departamentos fronterizos de Zulia-La Guajira (11.518.000 litros al mes), Táchira-Norte de Santander (Hasta 19.000.000 litros al mes), Apure-Arauca (4.750.000 litros al mes), Amazona-Vichada y Guainía (2.255.000 litros al mes) para un total de 37.156.800 litros mensuales equivalentes a 7.741 MBD. Para tal efecto Pdvsa suscribirá con Ecopetrol los respectivos contratos.
2. Decidieron fortalecer los esquemas de control en ambos lados de la frontera para erradicar el contrabando de combustible y desarrollar programas de reconversión social y laboral.
3. Acordaron dar inicio a la evaluación técnica, económica y ambiental que permita el desarrollo del trabajo conjunto de exploración y producción, entre Pdvsa y Ecopetrol, en los campos maduros de Occidente, actividad de exploración y producción en la Cuenca Apure-Barinas y la posibilidad de participación de Ecopetrol en la Faja Petrolífera del Orinoco.
4. Decidieron avanzar en los estudios del proyecto de extensión a Centroamérica del Gasoducto "Antonio Ricaurte", y evaluar la posibilidad de extender la interconexión a Ecuador. Igualmente solicitaron adelantar los estudios para la construcción del Oleoducto-Poliducto entre la Faja del Orinoco y el Pacífico colombiano.
5. El Gobierno colombiano ofreció su experiencia en materia de gasificación del gas doméstico y Gas Natural Vehicular (GNV), a fin de que Venezuela pueda implementar programas similares.
Comisión de seguridad
1. Acordaron la creación de un grupo de trabajo de carácter binacional encargado de negociar y concretar los términos generales de un acuerdo de cooperación en la lucha contra el problema mundial de las drogas.
2. Acordaron llevar a cabo una reunión el próximo 19 de noviembre de 2010 en Cartagena de las autoridades encargadas de la lucha contra el tráfico de drogas y delitos conexos.
Ambos presidentes ratificaron el interés de reunirse de manera regular, y de que los equipos de trabajo se mantengan en comunicación permanente.
El presidente Santos agradeció las atenciones del pueblo de Venezuela y ratificó su invitación al presidente Chávez para que el próximo encuentro se realice en Colombia, marcando el camino de la unión histórica de nuestros pueblos.
Firmado en la ciudad de Caracas, Palacio de Miraflores, el 2 de noviembre de 2010,
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República de Colombia
Hugo Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Ampuero, Roberto. El Caso Neruda. Editorial La Otra Orilla, 2008.
Area, Leandro, y Stockhausen, Elke. El Golfo de Venezuela. Documentación y Cronología. Volumen I (1790-1981). Caracas: Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela, Primera edición 1984.
Area, Leandro, y Stockhausen, Elke. El Golfo de Venezuela. Documentación y Cronología. Volumen II (1981-1989). Caracas: Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Central de Venezuela, 1991.
Galindo. Aníbal. Alegato presentado por parte de Colombia en el Arbitramento de Límites con Venezuela 1882. Bogotá: Ministerio de Relaciones Exteriores, 1990.
Lipovetsky, Gilles. La Era del Vacío. Ensayos sobre el Individualismo Contemporáneo. Barcelona: Anagrama, Colección Argumentos, 1986.
Otálvora, Edgar C. La crisis de la Corbeta Caldas. Caracas: Rayuela Taller de Ediciones, 2003.
República de Venezuela. Imprenta Nacional. Gaceta Oficial No 33.603 de fecha 21 de noviembre de 1986.
Autor:
Leandro Area
Profesor jubilado de la UCV y Embajador jubilado del MRE de Venezuela
Caracas, Enero de 2011
[1] El Nacional, Caracas 15 de enero de 2011, p. 1-12.
[2] Ampuero, Roberto. El Caso Neruda. Editorial La Otra Orilla, 2008, p. 94.
[3] Lipovetsky, Gilles. La Era del Vac?o. Ensayos sobre el Individualismo Contempor?neo. Barcelona: Anagrama, Colecci?n Argumentos, 1986.
[4] Rep?blica de Venezuela. Imprenta Nacional. Gaceta Oficial No 33.603 de fecha 21 de noviembre de 1986.
[5] Ver Area, Leandro, y Stockhausen, Elke. El Golfo de Venezuela. Documentaci?n y Cronolog?a. Volumen II (1981-1989). Caracas: Facultad de Ciencias Jur?dicas y Pol?ticas, Universidad Central de Venezuela, 1991, pp.-250-251.
[6] Ver Area, Leandro, y Stockhausen, Elke. El Golfo de Venezuela. Documentaci?n y Cronolog?a. Volumen I (1790-1981). Caracas: Facultad de Ciencias Jur?dicas y Pol?ticas, Universidad Central de Venezuela, Primera edici?n 1984, pp. 168 y ss.
[7] Ver Area, Leandro, y Stockhausen, Elke, op.cit., tomo II, pp. 264-266.
[8] Ver Ot?lvora, Edgar C. La Crisis de la Corbeta Caldas. Caracas, Rayuela Taller de Ediciones, 2003, pp. 105 y ss.
[9] El Tiempo, Bogot?, 7 de noviembre de 2010.
[10] El Universal, Caracas, 20 de enero de 2011, pp. 1 y 2.
[11] Galindo. An?bal. Alegato presentado por parte de Colombia en el Arbitramento de L?mites con Venezuela 1882. Bogot?: Ministerio de Relaciones Exteriores, 1990, pp. 9-10.