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El agua: Consecuencias en el Siglo XXI (página 3)


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Varias sustancias químicas sintéticas, especialmente el grupo conocido como contaminantes orgánicos persistentes (COP), en los que están incluidos los hidrocarburos halogenados, las dioxinas y los cloros orgánicos como el DDT y los PCB (difenilos policlorinados) tienen larga vida y son sumamente tóxicos en el ambiente. No se descomponen fácilmente en los procesos naturales y tienden, por tanto, a acumularse en la cadena alimentaria biológica hasta que llegan a presentar riesgos a la salud humana. Por ejemplo, las ballenas beluga que nadan en el río St. Lawrense, altamente contaminado, que conecta el océano Atlántico y los Grandes Lagos de Norteamérica, tienen niveles tan altos de PCB en la grasa que, por ley de Canadá, se califican de "vertederos de desechos tóxicos". Las comunidades indígenas que una vez cazaban estas ballenas, no están autorizadas para hacerlo por los riesgos que presentan a la salud.

Enfermedades transmitidas por el agua

Las enfermedades transmitidas por el agua son enfermedades producidas por el "agua sucia" – las causadas por el agua que se ha contaminado con desechos humanos, animales o químicos. Mundialmente, la falta de servicios de evacuación sanitaria de desechos y de agua limpia para beber, cocinar y lavar es la causa de más de 12 millones de defunciones por año.

Son enfermedades transmitidas por el agua el cólera, fiebre tifoidea, shigella, poliomielitis, meningitis y hepatitis A y E. Los seres humanos y los animales pueden actuar de huéspedes de bacterias, virus o protozoos que causan estas enfermedades. Millones de personas tienen poco acceso a servicios sanitarios de evacuación de desechos o a agua limpia para la higiene personal. Se estima que 3.000 millones de personas carecen, por ejemplo, de servicios higiénicos. Más de 1.200 millones de personas están en riesgo porque carecen de acceso a agua dulce salubre.

En lugares que carecen de instalaciones de saneamiento apropiadas, las enfermedades transmitidas por el agua pueden propagarse con gran rapidez. Esto sucede cuando excrementos portadores de organismos infecciosos son arrastrados por el agua o se lixivian en los manantiales de agua dulce contaminando el agua potable y los alimentos. La magnitud de la propagación de estos organismos infecciosos en un manantial de agua dulce determinado depende de la cantidad de excremento humano y animal que éste contenga.

Las enfermedades diarreicas, las principales enfermedades transmitidas por el agua, prevalecen en numerosos países en los que el tratamiento de las aguas servidas es inadecuado. Los desechos humanos se evacúan en letrinas abiertas, canales y corriente de agua, o se esparcen en las tierras de labranza. Según las estimaciones, todos los años se registran 4.000 millones de casos de enfermedades diarreicas, que causan 3 a 4 millones de defunciones, sobre todo entre los niños.

El uso de aguas servidas como fertilizante puede provocar epidemias o enfermedades como el cólera. Estas enfermedades pueden incluso volverse crónicas en lugares donde los suministros de agua limpia son insuficientes. A principios de los años noventa, por ejemplo, las aguas servidas sin tratar que se utilizaban para fertilizar campos de hortalizas ocasionaron brotes de cólera en Chile y Perú. En Buenos Aires, Argentina, una "villa miseria" sufrió continuos brotes de cólera, hepatitis y meningitis porque sólo 4% de las viviendas tenían agua corriente o servicios higiénicos adecuados, mientras la alimentación deficiente y el poco acceso a los servicios médicos agravaban los problemas de salud.

Las sustancias tóxicas que van a terminar al agua dulce son otra causa de enfermedades transmitidas por el agua. Cada vez más se encuentran en los suministros de agua dulce productos químicos para la agricultura, fertilizantes, plaguicidas y desechos de la industria. Esos productos químicos, aún en bajas concentraciones, con el tiempo pueden acumularse y, finalmente, causar enfermedades crónicas como cánceres entre las personas que usan esas aguas.

Los problemas de salud derivados de los nitratos presentes en las fuentes del agua se están convirtiendo en una seria preocupación en casi todas partes. En más de 150 países, los nitratos procedentes de los fertilizantes se han filtrado en los pozos de agua, ensuciando el agua para beber. Las concentraciones excesivas de nitratos causan trastornos sanguíneos. Además, los altos niveles de nitratos y fosfatos en el agua estimulan el crecimiento de algas verde – azules, que llevan a la desoxigenación (eutrofización). Se requiere oxígeno para el metabolismo de los organismos que sirven de depuradores, descomponiendo la materia orgánica, como los desechos humanos, que contaminan el agua. De allí que la cantidad de oxígeno contenida en el agua sean un indicador clave de la calidad del agua.

Plaguicidas como el DDT y el heptaclor, que se utiliza en la agricultura, suelen escurrirse del agua de riego. Su presencia en el agua y en productos alimenticios tienen repercusiones alarmantes en la salud humana pues es sabido que causan cáncer y también pueden causar recuentos bajos de espermatozoides y enfermedades neurológicos. En Dacca, Bangladesh, los residuos de heptaclor en las fuentes del agua han alcanzado niveles de 0,789 microgramos por litro – más de 25 veces el máximo de 0,03 microgramos por litro recomendado por la OMS. También en un estudio realizado en Venezuela en el que se recogió agua durante la estación lluviosa se encontró que el agua estaba contaminada en varios plaguicidas. Al examinarse a las mujeres embarazadas de la zona se encontró que todas tenían residuos de DDT en la leche – toxinas éstas que pueden pasar al lactante.

La filtración de contaminantes tóxicos en los depósitos de agua subterránea o superficial utilizada para beber o para uso doméstico también causa problemas de salud en los países industrializados. En Europa y Rusia la contaminación del agua pone en riesgo la salud de unos 500 millones de personas. En el norte de Rusia, por ejemplo, medio millón de personas de la península Kola beben agua contaminada con metales pesados, práctica que ayuda a explicar las altas tasas de mortalidad infantil y las enfermedades diarreicas e intestinales allí notificadas.

Prevención y soluciones.- El mejoramiento del saneamiento público y la provisión de agua limpia son los dos pasos necesarios para prevenir la mayoría de las enfermedades transmitidas por el agua y las muertes resultantes. En particular, la construcción de letrinas sanitarias y el tratamiento de las aguas servidas para permitir la biodegradación de los desechos humanos ayudarán a contener las enfermedades causadas por la contaminación. Habrá que separar al menos los sólidos de las aguas servidas para que estén menos contaminadas. Es importante que el suministro de agua potable se brinde simultáneamente con las instalaciones sanitarias apropiadas puesto que estos dos servicios se refuerzan mutuamente y limitan la propagación de infecciones.

Numerosos estudios vinculan el mejoramiento del saneamiento y la provisión de agua potable a los notables descensos de la morbilidad y mortalidad relacionadas con el agua. En un examen realizado en 1991 de más de 100 estudios de los efectos del agua potable y el saneamiento en la salud humana se encontró que la reducción medida de las defunciones por enfermedades relacionadas con el agua era del 69% entre las personas con acceso a agua potable y saneamiento apropiado.

La provisión de agua potable y saneamiento contribuye a reducir considerablemente la mortalidad infantil. De acuerdo con un examen de 144 estudios de los años ochenta, las defunciones de lactantes y niños bajaron en promedio 55% como resultado de la provisión de agua potable y saneamiento. En un estudio de países en los que las tasas de mortalidad de niños menores de un año bajaron notablemente – como en Costa Rica, donde descendieron de 68 defunciones por 1.000 nacidos vivos en los años setenta a sólo 20 por 1,000 en los años ochenta – los investigadores atribuyeron tres cuartos de la declinación de la mortalidad a los proyectos de agua y saneamiento provistos como parte de los programas rurales de salud comunitaria.

Si bien es muy costoso construir de abastecimiento de agua dulce e instalaciones de saneamiento, es asombroso lo que puede costar no hacerlo. En Karachi, Pakistan, por ejemplo, un estudio reveló que las personas pobres que vivían en zonas sin ningún saneamiento ni educación sobre higiene gastaban seis veces más en atención médica que las personas que vivían en zonas con acceso a servicios de saneamiento y que tenían conocimientos básicos de higiene doméstica.

EL AGUA Y LA GUERRA

Los propósitos de las Naciones Unidas, según quedan expuestos en la Carta de la ONU, son: mantener la paz y la seguridad internacional; desarrollar relaciones amistosas entre naciones: cooperar en la tarea de solucionar problemas económicos, sociales, culturales y humanitarios internacionales y en promocionar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales; y ser el centro para la armonización de las acciones emprendidas por las naciones para lograr estos fines. Estos propósitos fueron reforzados en la Declaración de las Naciones Unidas de Milenio de 2000 y aclarados más a fondo. Ahora, tres áreas clave definen las actividades de las Naciones Unidas: Paz y Seguridad, Desarrollo y Derechos Humanos y Democracia.

Al entrar en el siglo XXI están emergiendo nuevos retos en estas áreas. Nos enfrentamos con amenazas antiguas y nuevas a la paz y la seguridad internacional; la pobreza ha sido reconocida como el más grande de todos los problemas con los que se enfrenta el mundo en el nuevo siglo; y valores fundamentales de libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia, respeto por la naturaleza y responsabilidad compartida ahora forman valores comunes a través de los cuales es posible lograr éxitos en las primeras dos categorías. En cada una de estas áreas clave, el medio ambiente y los recursos juegan un papel central. Las amenazas a la seguridad común incluyen ahora las llamadas "amenazas blandas": degradación del medio ambiente, agotamiento de los recursos, enfermedades contagiosas y corrupción, para nombrar sólo unas pocas.

Es un hecho reconocido ahora que la degradación del medio ambiente y tanto la escasez como la abundancia de recursos naturales son fuentes potenciales de conflicto – y cooperación – y que es necesario tratarlos más sistemáticamente dentro de este contexto. El acceso a agua dulce y servicios de saneamiento es una condición previa para alcanzar los demás objetivos aceptados internacionalmente en la Declaración del Milenio.

En ninguna parte este asunto es más importante que en Medio Oriente, donde el agua es considerada un recurso "estratégico" y las tensiones relacionadas con el agua son altas entre los países de la región. Allí se ha convertido en una cuestión política mayor, y todos los diversos acuerdos de paz propuestos o firmados en años recientes incluyen el agua. Esto ha llevado a afirmaciones de varias fuentes – atribuidas (pero no corroboradas) a personas como Boutros Boutros Ghali y el ex Rey Hussein de Jordania – de que "la próxima guerra en Medio Oriente será por el agua". Esta retórica ha cautivado la imaginación del público y causado gran consternación en las comunidades de inteligencia de diversos países, que se preocupan preguntándose si el agua – o algún otro recurso – podría llegar a ser un futuro punto álgido para conflicto intenacional.

En muchos casos, estos comentarios son poco menos que bombo publicitario de los medios de difusión; en otros, tales declaraciones se han hecho por razones políticas. No obstante, sin tener en cuenta su fuente, o las razones, el agua evidentemente es un recurso escaso en algunas regiones. Existen tensiones sobre el uso del agua, la propiedad de agua y los derechos del agua – y es probable que estas tensiones aumenten en el futuro. El Medio Oriente y África tal vez provoquen la preocupación mayor con respecto a la escasez de agua: se anticipa que para 2025, 40 países en las regiones experimentarán escasez o estrés por falta de agua.

La escasez de agua es una función de suministro y demanda. La demanda está aumentando a un ritmo alarmante en algunas regiones, debido al crecimiento de la población y al creciente uso per cápita. En muchos países en que el agua es escasa, como Jordania e Israel, no existe manera obvia y económica de aumentar el suministro de agua, y por ende es probable que resulten tensiones entre diferentes usuarios de agua. En otros países, como Egipto, las mejoras en el uso eficiente del agua, el evitar cultivos de alto consumo de agua, o la importancia de agua de países cercanos podrían ofrecer soluciones razonables.

La segunda crisis es el deterioro de la calidad del agua. La agricultura es el contaminador más grande: el mayor uso de fertilizantes y pesticidas ha contaminado el agua subterránea así como el suministro de agua de superficie. La contaminación doméstica e industrial también está aumentando, y el problema afecta tanto a países desarrollados como en desarrollo.

Por último, el uso de agua tiene una dimensión geopolítica. El agua corre de los usuarios de corriente arriba a los usuarios corrientes abajo, y su retirada y su tipo de uso en parte pueden afectar la cantidad o la calidad de los suministros corriente abajo. Por otra parte, también hay aspectos históricos, culturales, económicos y sociales en el uso del agua. Para algunos, el agua es un regalo de Dios, al cual no debe ponerse precio, mientras que otros, tales como el Banco Mundial, han ejercido presión para poner un precio total al costo marginal sobre el agua.

La falta de un marco legal adecuado para solucionar las disputas internacionales sobre el recurso del agua presenta otro problema más. La soberanía sobre los ríos internacionales generalmente invoca una de las cuatro doctrinas, a saber: soberanía territorial absoluta, que implica que los estados ribereños pueden utilizar los recursos hídricos en cualquier manera que deseen, aún en perjuicio de otras naciones; integridad territorial absoluta, que implica que el uso de los ribereños de un río no debe afectar de forma negativa a los países corriente abajo; soberanía territorial limitada, que invoca una combinación de las dos dentro de un marco de uso equitativo por todas las partes; y comunidad de estados coribereños, que promueve una gestión integrada de las cuencas.

Los problemas de escasez de agua y contaminación del agua afectan a la salud humana así como a la del ecosistema, y obstaculizan el desarrollo económico y agrícola. Los problemas locales y regionales, a su vez, pueden afectar al resto del mundo al amenazar los suministros de alimentos y el desarrollo económico mundial. La Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible concluye que estos problemas podrían resultar en una serie de crisis de agua locales y regionales, con serias implicaciones mundiales.

¿Acaso es probable que se produzca un conflicto violento por el agua en el futuro? La experiencia del pasado sugiere que esto es poco probable. No obstante, muchos aseguran que la probabilidad de conflicto está aumentando. La base para la mayoría de las proyecciones para futuros conflictos es que, con el aumento de la demanda, la disminución de la disponibilidad de agua dulce (por minería y contaminación de agua subterránea), y los efectos adversos sobre la salud debida al agua de mala calidad, la escasez resultará en violencia y guerra por el agua. Sin embargo, luchar por el agua tiene poco sentido económico y políticamente. "Si existe voluntad para la paz, el agua no será un impedimento. Si se desean razones para luchar, el agua ofrecerá amplias oportunidades".

Hay poca duda de que la escasez de agua constituirá un problema en algunas regiones en el futuro. Es probable que el calentamiento de la Tierra altere las pautas de las precipitaciones y los regímenes de evapo – transpiración en muchas regiones y el planeamiento a largo plazo para el suministro de agua debe tener esto en cuenta. Tampoco se duda que haya la posibilidad de que el agua encarezca a medida que se vaya haciendo más escasa. Esto requerirá que se introduzcan mejores en la eficiencia del uso del agua – y posiblemente la reestructuración de economías lejos de los sectores de alto consumo de agua.

Las mejoras más importantes pueden hacerse en la agricultura ya que aquí la irrigación representa casi un 70 por ciento del uso de agua mundialmente. Con el aumento del precio del agua están entrando en operación distintos sistemas de distribución: agua transportada por camiones cisterna, por conductos a larga distancia y hasta en bolsas de plástico. También podrá haber un mayor uso de la tecnología de desalinización, si bien hasta la fecha su costo ha sido prohibitivo, y las operaciones se limitan primordialmente a pases con excedentes de suministro de energía. Importar agua – como en Singapur – podría convertirse en una opción más normal.

Otros dos factores pueden desempeñar un rol en la tensión relacionada con el agua. En primer lugar, las importaciones de alimentos pueden ser impulsadas por una escasez de agua. Dentro de poco, la mitad de la población del mundo dependerá del mercado mundial de alimentos para su seguridad alimentaria. La manera en que los países pobres, con escasez de agua, financiarán estas importaciones de alimentos bien podría convertirse en un problema importante a tener en cuenta. En segundo lugar, se anticipa una mayor competencia para el agua: entre poblaciones urbanas y rurales; entre la agricultura y lo sectores domésticos; y entre países. Esto puede verse exacerbado por una urbanización acelerada. No obstante, muchos de los problemas relacionados con el suministro de agua en el futuro pueden solucionarse mediante acuerdo cooperativos y cierto grado de inversión económica. Tales acuerdos y diplomacia preventiva sobre suministros de agua compartidos continuarán dominando la situación.

Históricamente, hay pocas pruebas de que la escasez de agua haya causado conflictos violentos, aunque es cierto que, en muchos casos, el agua se ha usado como un objetivo o una meta estratégica, como parte de actividades militares. Sin embargo, ya hubo muchas disputas sobre el agua dentro de naciones: es posible que la probabilidad de conflicto violento por el agua varíe inversamente al tamaño (y tipo) de los órganos políticos involucrados.

Pero la seguridad de agua figurará en un lugar prominente en la agenda internacional durante décadas por venir. En algunos casos, el agua hasta podría ser un factor contribuyente en un conflicto internacional. El Profesor de Hidrología Uri Shamir, uno de los miembros del equipo de negociación israelí del Proceso para la Paz en Medio Oriente, observó cierta vez: "Si existe voluntad para la paz, el agua no será un impedimento. Si se desean razones para luchar, el agua ofrecerá amplias oportunidades".

DE TODO EL AGUA DEL PLANETA

"AÑO 2050. Recién cumplí 40, pero perezco de 55. Sufro de problemas renales porque bebo muy poca agua. No me queda mucho tiempo. Recuerdo mis 15 años: todo era diferente. Había árboles en los parques, jardines en las casas y yo podía disfrutar de una ducha diaria. Ahora usamos toallas empapadas en aceite mineral para limpiar la piel. Antes las mujeres lucían hermosos cabellos. Ahora debemos afeitarnos la cabeza para mantenerla limpia sin agua" (*).

Líquida ironía, le llaman "planeta azul" porque sus dos terceras partes están cubiertas de agua pero se enfrenta una severa crisis de escasez, y con todos nosotros dentro. De toda el aguas que existe en la tierra, sólo el 2,5% es dulce apta para el consumo; el resto es salado. Y de esta reserva de agua dulce, casi el 70% se encuentra congelado en lejanos glaciares, placas de hielo y zonas montañosas, todos lugares de difícil acceso.

Dos moléculas de hidrógeno y una de oxigeno: fórmula vital y escasa. Durante el siglo veinte, la población mundial se triplicó y el consumo de agua se suxtiplicó. Los costos: la mitad de los humedales desaparecieron, algunos ríos ya no llegan al mar y el 20% del agua dulce del mundo se encuentra en peligro, según la UNESCO.

Si hablamos del futuro, la ONU ha creado escenarios posibles basándose en proyecciones. En el más pesimista, hacia el 2050, casi 7,000 millones de personas en 60 países sufrirán escasez de agua. En el más de 2,000 millones de personas en 48 países se enfrentarán a este problema.

Latinoamérica y el Caribe (8.4% de la población mundial) poseen la tercera parte de los recursos. "Sin embargo, la región experimenta con frecuencia períodos de sequía, sufre la contaminación del agua y falta de acceso a los servicios de agua potable y saneamiento", señalan los organizadores del IV Foro Mundial del Agua que se celebrará el año próximo.

En Asia Oriental, el aumento de población y el consecuente incremento en la demanda obligará a vivir escasez.

El norte de África y África Subsahariana también son zonas amenazadas. En veinte años más 230 millones de africanos sufrirán falta de agua y 460 millones vivirán en países con tensión hídrica (cuando el abastecimiento anual se sitúa por debajo de los 1,700 metros cúbicos por persona).

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Marasmo Político

"…pensábamos que el agua jamás se terminaría, pero ahora todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente contaminados o agotados. Solamente puedo tomar medio vaso de agua diaria. La ropa es desechable, lo que aumenta la cantidad de basura: hemos tenido que construir de nuevo letrinas, como el siglo pasado…".

El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsura, advierte que de todas las crisis sociales y naturales que deben afrontar los seres humanos, la de los recursos hídricos "es la que más afecta a nuestra supervivencia y a la del planeta".

Su veredicto es implacable: "Ninguna región del mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis que afecta a todos los aspectos de vida, desde la salud de los niños hasta la capacidad para alimentar a los ciudadanos (…) los abastecimientos de agua disminuyen, mientras que la demanda crece a un ritmo pasmoso.

Se prevé que en veinte años el promedio de abastecimiento de agua por persona bajará en un tercio".

A pesar de las pruebas que revelan, sin duda la magnitud de la crisis, el compromiso político para revertirla es insuficiente.

Y eso que la advertencia viene de atrás. Una serie de conferencias internacionales en los últimos 25 años centraron su atención en el abastecimiento y saneamiento adecuados.

Según la ONU, no se alcanzó "prácticamente ninguno" de los objetivos para mejorar la gestión de los recursos hídricos. De persistir esa "inercia de los dirigentes", la ONU estima que la crisis mundial cobrará proporciones sin precedentes y aumentará "la creciente penuria de agua por habitante en países en desarrollo".

La guerra que se viene

"La comida es sintética. En algunos países quedan manchas de vegetación que son fuertemente custodiadas por el ejército. El agua se ha vuelto un tesoro muy codiciado, más que el oro. Los científicos investigan, pero no encuentran solución posible. No se puede fabricar agua. El oxígeno también se ha degradado, por falta de árboles. El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos…".

Según la ONU, el abastecimiento de agua por habitante se redujo en un tercio entre 1970 y 1990. Y aunque la tasa de natalidad disminuye, la población mundial alcanzará los 9,300 millones de habitantes en el 2050 (en el 2001 ascendía a 6,100 millones).

De otro lado, a diario se vierten dos millones de toneladas de desechos en ríos, lagos y arroyos. Un litro de agua residual contamina unos ocho litros de agua dulce. Si la contaminación sigue el mismo ritmo de crecimiento de la población, la Tierra habrá perdido 18,000 kilómetros de agua dulce hacia la mitad de este siglo. ¿Y cómo se enfrentará este panorama? Algunos pesimistas sostienen que con las armas.

"Espero que no se llegue a una guerra mundial, pero en realidad ya tenemos conflictos por el agua", señala Emilio Gabrielli, secretario ejecutivo de la Global Water parthership (Asociación Mundial del Agua).

Y añade: "El ex secretario de la ONU Boutros Boutros Ghali advirtió que la próxima guerra en el Medio Oriente será por el agua, no por petróleo. Gracias a Dios, esto no ha ocurrido todavía". El año clave para Gabrielli es el 2025 cuando muchos de los países que sufren escasez "tendrán menos del mínimo sustentable para una vida como la conocemos". Sin embargo, la ONU no cree que lleguen a estallar auténticas guerras del agua a pesar de que se agudicen las tensiones entre los Estados pero la amenaza está ahí.

El futuro

"No hay industrias ni talleres, por lo tanto cunde el desempleo. Uno de los pocos lugares para trabajar son las plantas de desalinización donde los obreros prefieren que les paguen con agua en vez de dinero…".

Es difícil saber cuál será el efecto preciso del cambio climático sobre los recursos hídricos. Pero se estima un paisaje nada halagüeño. Dependiendo de las latitudes, las lluvias aumentarán pero seguramente regiones tropicales y subtropicales recibirán menos precipitaciones. Es probable que las inundaciones, sequías, avalanchas de todo, tifones y ciclones aumenten, el tiempo que disminuyan los caudales de los ríos y que la calidad del agua empeore por la contaminación y el aumento de la temperatura.

¿Salidas a la crisis? Los expertos reclaman, primero, responsabilidad política. Es decir manejo responsable de los recursos hídricos. Otros desafíos: proteger ecosistemas, promover una industria más limpia, compartir el agua y satisfacer necesidades de la población, como saneamiento, también hay lugar para otro tipo de iniciativas. Empresas privadas y el Estado se dieron la mano en Argelia y anunciaron la construcción de Hamma Water Desalination SpA (Hamma), que será la planta de desalinización de agua del mar más grande de África, un proyecto que apunta a solucionar, precisamente, la escasez de agua dulce en Arder, capital de ese país.

Quizás no transcurran demasiadas décadas antes que le demos similar uso al Océano Pacífico. *

(*) textos tomados de un correo electrónico que circula en Internet.

¿Qué nos espera?

A pesar de que el Perú tiene una oferta hídrica extraordinaria, se le considera un país "en gran parte carente de agua" según el informe "Hacia una gestión integrada de los recursos hídricos en el Perú" auspiciado por la Global Water Partnership (Asociación Mundial del Agua). El problema de escasez existe. Y si añadimos que, en la costa, 16 de los 53 ríos que la cruzan están contaminados por desechos mineros, industriales y domésticos, y que las descargas que contaminan el mar alcanzan los 20 millones de metros cúbicos al año, hay motivos para preocuparse.

"En el Perú, los recursos de agua, como en los demás países, están bajo presiones como crecimiento de la población y de la actividad económica", precisa el estudio de GWP. Y señala que se debe "crear preocupación en el público para promover el manejo responsable del agua e inducir "cambios en las conductas". El momento reclama acción.

3.2. VARIABLES:

3.2.1. VARIABLE INDEPENDIENTE (V. I.) : El agua

3.2.2. VARIABLE DEPENDIENTE (V. D.) : Perspectivas de futuro.

OPERACIONALIDAD DE VARIABLES

VARIABLES

INDICADORES

SUBINDICADORES

INDICES

TÉCNICAS

VARIABLE INDEPENDIENTE

El agua

La escasez del agua que va sufrir en este siglo.

  • Perú: La polémica no calma la sed.

  • Gota a gota el agua se acaba:

  • 1. La historia

  • 2. Situación actual.

  • 3. Avance tecnológico

  • 4. Nuevas modalidades de privatización

  • Gestión inte-gral del agua:

¿Desafío para el sector saneamiento?

VARIABLE DEPENDIENTE

Perspectivas de futuro

  • El problema del agua en el Perú.

  • Manejo integrado de los recursos hídricos.

Agua escasa

Lambayeque tierra generosa:

    1. La historia que viene del agua.

    2. Fenómeno del niño.

    • Consecuencias a nivel mundial.

    • Consecuencias a nivel nacional.

    • Consecuencias a nivel regional

    • Consecuencias a nivel local.

    3.3. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS.

    • VARIABLE INDEPENDIENTE (V. I.)

    Aquella que produce modificiaciones en otra variable con la cual está relacionada. Suele designársele, por ello, como variable causal.

    LA ESCASEZ DEL AGUA QUE VA SUFRIR EN ESTE SIGLO

    Aproximadamente 4.000 millones de personas podrían sufrir escasez de agua para el año 2025, una cifra tres veces mayor a la situación actual, inclusive en regiones con abundancia de agua como las Américas, comentan los coordinadores del IV Foro Mundial del Agua, la primera de las reuniones trienales internacionales a celebrarse en las Américas.

    América Latina y el Caribe, por ejemplo, tienen vastos recursos de agua. Con sólo el 15 por ciento del territorio mundial y el 8.4 por ciento de la población, la región recibe el 29 por ciento de la precipitación total y tiene un tercio de los recursos renovables de agua del mundo. Sin embargo, la región experimenta con frecuencia períodos de escasez de agua, así como agua de mala calidad y falta de saneamiento, condiciones similares a las que se sufren en las regiones más pobres y áridas de África y Asia.

    Esta situación muestra que la inminente crisis de agua va más allá de la disponibilidad de agua en sí, dice el Presidente Vicente Fox de México. Mientras que los síntomas de la crisis del agua son similares en diferentes países del mundo, las causas son, con frecuencia, muy diferentes. ¿Cómo entonces se puede explicar que los habitantes de lugares con abundancia de agua tienen los mismos problemas que los que viven en países más áridos y con menor grado de desarrollo? Es claro que hay una necesidad de emprender un esfuerzo coordinado para proporcionar agua para el mundo, pero las soluciones deben ser encontradas a nivel local.

    Japón, país sede del III Foro Mundial del Agua 2003, transfirió formalmente a México, a través del Presidente Fox el rol de anfitrión de la Reunión que se llevara a cabo en Marzo del 2006, en la ceremonia que tuvo lugar el lunes en la Residencia Presidencial de los Pinos en la ciudad de México.

    En la actualidad más de 1.200 millones de personas en el mundo carecen de agua potable, y 2.400 millones no tienen servicios sanitarios. Tanto la carencia de agua limpia como de servicios sanitarios llevan a enfermedades que causan la muerte de más de cinco millones de personas en el mundo cada año; siendo dos millones de niños menores de cinco años que mueren por enfermedades relacionadas con la diarrea. A menos que se tomen acciones pronto, estas cifras pueden sextuplicarse.

    La Comisión Nacional del Agua en México, co – organizadora del IV Foro Mundial del Agua, enfatiza que la conferencia planeada para 2006 contribuirá a encarar la crisis mundial del agua al enfocarse en acciones locales para el desafío global. La Comisión Nacional del Agua estima que aproximadamente 140 ministros de gobierno de todos los continentes, junto con 10.000 expertos mundiales de agua, grupos de ciudadanos, organizaciones internacionales y el sector privado vendrán a México a identificar soluciones locales concretas a los problemas del agua.

    Sabemos que no existe una fórmula mágica para solucionar la creciente crisis global del agua, comenta el Presidente Fox, quien declaró el agua como "asunto de seguridad nacional" mucho antes de que el Concejo Mundial del Agua escogiera a México como sede de su cuarta sesión trienal. "Miles de personas en pueblos y ciudades en todo el mundo están aportando sus propias soluciones. Creemos que este evento representa la oportunidad para que México comparta sus propias experiencias y contribuya al diálogo global acerca del agua, al mismo tiempo que aprendemos de otros.

    Ya no podemos mirar la crisis del agua como un problema que sólo atañe a los países pobres y áridos," continúa el Presidente Fox. "Verdaderamente es un problema que existe en todas partes. Nuestro país, como sede del Foro, tiene la gran responsabilidad de abrir un debate pluralista y renovado acerca del estado y las perspectivas de los recursos del agua a nivel mundial, así como la de facilitar acuerdos con actores locales para transformarlas en acciones concretas.

    Como parte del proceso preparatorio, se llevará a cabo una serie de conferencias regionales sobre agua durante dos años, previos a la reunión en 2006, que se enfocaron en examinar los esfuerzos más exitosos para corregir los problemas relacionados con el agua que han surgido localmente. Los organizadores del IV Foro Mundial del Agua participarán en algunas de estas conferencias en Asia, África, África Norte y el Medio Oriente, Europa, América Latina, América del Norte, a fin de promover la participación en el Foro y reunir experiencias exitosas de otros países que pueden ser usadas como contribuciones al Foro.

    La distribución natural irregular del agua afecta a muchas regiones de las Américas y del mundo entero dice William Cosgrove, co-presidente del Comité Organizador Internacional del IV Foro Mundial del Agua, y Presidente del Concejo Mundial del Agua, quien ha co-patrocinado los cuatro foros mundiales. "Los países del mundo deben promover un cuidadoso planeamiento del uso del agua, muchas veces en conjunto con las naciones vecinas, si desean evitar la escasez del agua en las décadas venideras. Mientras que las Américas ilustran estos problemas, debemos hacer hincapié en que el próximo foro mundial tratará los temas principales de la falta de agua y saneamiento en Asia, África, el Medio Oriente y parte de Europa con la misma seriedad.

    El tema principal del IV Foro Mundial del Agua será Acciones locales para el desafío global," agregó el Presidente Fox. "En el Foro, buscaremos convertir las experiencias locales en acciones concretas que puedan ser implementadas por gobiernos, el sector privado y la sociedad civil en el mundo entero.

    PERÚ: LA POLÉMICA NO CALMA LA SED

    Las discrepancias técnicas y políticas respecto del manejo social más eficiente de los recursos hídricos de Perú retrasan el debate sobre el proyecto de la nueva ley de aguas para consumo y riego.

    El proyecto de reforma legal busca, entre otras metas, mejorar la rentabilidad del sistema para atraer capitales que permitan financiar las obras de aprovechamiento de las aguas de deshielo de la cordillera de los Andes, que nutren los ríos amazónicos que atraviesan Brasil con destino al océano Atlántico.

    Parte de esas aguas serían conducidas a la sedienta zona costera del océano Pacífico, donde vive la mayor parte de los 24 millones de peruanos y cuyo principal problema agrícola es la falta de un sistema de riego adecuado.

    El agua de riego está a cargo de la Dirección General de Aguas y Suelo del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), a través de 104 Juntas de Usuarios, que se subdividen en 1.283 Comisiones de Regantes, entidades conformadas por agricultores que supervisan la distribución del agua.

    El Ministro de Agricultura, Alvaro Quijandría, prometió que los expertos de su cartera y del INRENA entregarán a fines de setiembre un borrador del proyecto respectivo.

    El texto será puesto a consideración de las Comisiones de Regantes, del Colegio de Ingenieros Agrónomos y de las organizaciones no gubernamentales que trabajan en asuntos de desarrollo.

    "Esperamos que el borrador no se retrase nuevamente y que el proyecto final, con la incorporación de las opiniones de usuarios, pueda ser debatido por el Congreso Legislativo y aprobado antes del fin de año", señaló Quijandría.

    Portavoces del Ministerio de Agricultura indicaron que algunos expertos promueven la modificación radical de los conceptos básicos de la actual Ley General de Aguas, incluyendo la posibilidad de entregar el manejo del servicio a empresas privadas.

    La Ley General de Aguas en vigor fue promulgadas en 1969, durante el gobierno militar izquierdista de Juan Velasco Alvarado, y establece que es un bien público perteneciente al Estado quien debe administrarlo con sentido social.

    Sin embargo, en 1991, cuando gobernaba Alberto Fujimori (1990 – 2000), se promulgó la Ley de Promoción de las Inversiones Agrarias, que incluyó el otorgamiento en concesión de los recursos hídricos. Pero esa medida nunca fue puesta en práctica.

    La cantidad y calidad del agua dulce es uno de los mayores problemas que afronta la humanidad, junto con el cambio climático, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

    Los problemas del agua y del clima pueden deteriorarse con grave consecuencias si no se aborda el problema con adecuadas políticas, advirtió el Comité Científico pata los Problemas del Medio Ambiente, del Concejo Internacional para la Ciencia, en su informa PMAM-2000.

    La probable privatización del sistema de distribución del agua ha provocado inquietud a la anulación de la Ley General de Aguas y propone reformarla "agregándose sanciones para quienes no usen adecuadamente los recursos hídricos e incentivos para aquellos que hagan un buen uso del agua".

    Pero la cuestión es compleja en un país donde el agua provoca una situación paradójica, pues su territorio contiene más de cuatro por ciento del agua dulce disponible en el planeta, pero 95 por ciento de su población vive en áreas en que el recurso natural es insuficiente y caro.

    "La geografía establece una distribución desigual del agua, pues el territorio está dividido longitudinalmente por los Andes, cuyos deshielos discurren hacia el océano Atlántico, convirtiéndolo en pantanosa la región amazónica, mientras la costa, donde vive la mayor parte de los peruanos, es una faja desértica", explicó Rengifo.

    La zona regada abarca 1,1 millones de hectáreas, que corresponde a 57 por ciento de la extensión cultivada del país, mientras que el resto sólo recibe agua de lluvia.

    Existen tres vertientes hídricas y la más importante corresponde a la cuenca amazónica, que representa 97 por ciento del agua disponible en el país.

    En la región amazónica, pese a la abundancia de agua, sólo se riegan 200.000 hectáreas, porque se trata de un territorio tropical escasamente habitado, cuyos suelos son en su mayor parte altamente erosionados o están cubiertos por pantanos.

    En el extremo sur oriental del país existe un pequeño sistema hidrológico, denominado "Vertientes del Titicaca", constituido por los ríos que vierten sus aguas en el lago de ese nombre, en la que se riegan 6.000 hectáreas y predomina el minifundio.

    En tanto, en la larga y desértica costa peruana, de 3.000 kilómetros de extensión, hay únicamente 70 valles separados entre sí por desiertos de arena.

    En estos valles existen en conjunto 903.000 hectáreas bajo riego controlado y que constituyen las tierras de más alto rendimiento y rentabilidad del país.

    GOTA A GOTA EL AGUA SE ACABA

    De acuerdo a estadísticas del Departamento de Comercio de EE. UU., la industria del agua y desagüe tiene una ganancia de US$ 100 mil millones al año en ese país y cerca de US$ 500 mil millones en escala mundial, con 115,000 compañías y organizaciones registradas. Allí está el motor que les mueve a promover la privatización del agua.

    • La historia.- La historia de la civilización humana está relacionada con la historia de los métodos usados para manipular los recursos acuáticos. Hace más de 5,000 años surgieron los primeros asentamientos humanos en el valle Indus donde construyeron tuberías para la distribución del agua y canales para el desagüe. Atenas en Grecia, Pompeii en Italia, y Cusco en el Perú (en el período pre-inca e inca) ya tenían elaborados sistemas de agua Y desagüe. Y esas comunidades agrícolas surgieron donde había agua para cultivar sus plantas, donde había lluvias y ríos. Como esas ciudades se expandieron por el poder político que adquirieron, tuvieron que traer el agua de lugares más remotos y con métodos de ingeniería sofisticados para conservarlos en reservorios y acueductos. Roma, Atenas y Cusco abastecían a su población y sus dominios con suficiente cantidad de agua como lo hace hoy cualquier ciudad del mundo industrializado. Durante la revolución industrial del Siglo IXX – XX, la demanda del agua creció enormemente. Para confrontar este problema, se construyeron gigantescos proyectos de ingeniería diseñados para controlar inundaciones, proteger las aguas potables, y proveer agua a las hidroeléctricas e irrigaciones que resultó en beneficios tangibles a la humanidad entera. Y gracias al mejoramiento de los servicios de desagüe en el mundo industrializado, se llegó a controlar enfermedades tales como el cólera y la tifoidea que eran endémicos hasta entonces en el mundo. Pero hay un lado oscuro en toda esta historia. A pesar del progreso mencionado, cerca de la mitad de la población mundial todavía sufre de servicios de agua inferiores a las antiguas Grecia, Roma y Cusco. De acuerdo a la ONU, más de mil millones de personas no tienen un servicio sanitario adecuado. Solo en Lima y el interior (Arequipa, Cajamarca, Huancayo y otras), millones de personas beben agua contaminada. En Lima, el agua está amenazada por los metales tóxicos de las transnacionales mineras, por ejemplo el arsénico (los niveles llegan a o exceden un poco los niveles permisibles de la Organización Mundial de la Salud.

    • Situación actual. La ausencia o escasez del agua potable (y desagüe en los asentamientos humanos y barriadas pobres, y la cuestionable calidad del agua en las ciudades están en las primeras líneas de los medios de comunicación del Perú. Dentro de este contexto está la batalla contra la privatización en sus diversas formas y modalidades, porque esta se presenta ante el pueblo como serpiente venenosa de varias cabezas (concesiones, asociaciones mixtas, cogestiones, outsourcing, etc.) Todo esto con el fin de arrebatarnos nuestra agua y convertirla en un producto mercantil sujeto a la oferta y la demanda en un mercado de usura que les dará cuantiosas ganancias. A nivel nacional e internacional, durante el año 2004 y los 6 primeros meses del 2005, los intentos privatizadores fueron derrotados en muchos países del mundo y en el Perú fueron parados en seco (más información en El Valor del Agua, http://arellano.bloxus.com).

    Muchas de las transnacionales europeas y yanquis que estaban arrasando con las empresas nacionales del agua en los 90s, han empezado a retroceder y en muchos casos ya dieron un giro de 180 grados al convertirse de compradores de empresas de agua en las Américas a vendedores de los mismos (The Environmental Benchmarker & Strategist, Annual Water Issue 2004).

    Sin embargo, los jerarcas del capitalismo neoliberal todavía consideran la privatización del agua como uno de sus nichos con más crecimiento en el mercado de la industria del agua. Las fuerzas de la privatización todavía son fuertes por la situación difícil de las municipalidades o agencias estatales que administran el agua potable (expansión del servicio, aumento de costos, requerimientos técnicos, nuevas regulaciones, interferencia política, y un público más informado, etc.) como es el caso de Sedapal en Lima, Sedapar en Arequipa, Seda en Cusco, EPS en Ancash y otras ciudades del país. La lógica de los reaccionarios del desagüe es simple: la mejor solución a este dilema es entregar el agua a la empresa privada (o concesionarlo), esto implica exactamente lo opuesto a la solución del problema del agua. La privatización promueve la elitización y reducción real del servicio del agua, un dramático aumento de las tarifas, la violación de los controles de calidad, la ausencia del Estado y del público en el monitoreo, y sobre todo da una carta blanca a la contaminación ambiental de las fuentes de agua (Doe Run, Newmont, Billiton, Volcán y los otros seguirán tirando sus relaves tóxicos al Mantaro, Rimac, Yanacocha, Vilcanota, etc.). Las transnacionales del agua, las mineras, petroleras, eléctricas, etc. están unidas en alma y cuerpo. Por ejemplo, la General Electric, Proctor & Gamble, U. S. Industries entre otros son también transnacionales del agua.

    De acuerdo a estadísticas del Departamento de Comercio de EE. UU., la industria del agua y desagüe tiene una ganancia de US$ 100 mil millones al año en ese país y cerca de US$ 500 mil millones a escala mundial, con 115,000 compañías y organizaciones registradas y un crecimiento del 3 – 4% (www.commerce.gov). Allí está el motor que les mueve a promover la privatización del agua.

    • Avance tecnológico. Desde los 80, la cantidad de agua consumida en EE. UU. ha disminuido aprox. en un 35% (aunque todavía son los que más derrochan el agua en el mundo). Japón, en 1965 usaba cerca de 13 millones de galones de agua para producir US$ 1 millón de producción comercial, pero para el 90 esa cifra bajó a 3.5 millones de galones de agua. ¿Por qué? tecnología y políticas de conservación del agua. En el Perú, el avance tecnológico y las investigaciones en las universidades pueden ayudar a resolver los problemas del agua potable. Los costos de tecnología avanzada de captación, tratamiento, distribución y conservación del agua han disminuido considerablemente. Por ejemplo, las membranas de filtración, oxigenación avanzada, la reparación de tuberías in-situ, el realineamiento de tuberías antiguas, los monitoreos y fundamentalmente los controles computarizados de los medidores pueden mejorar la administración del agua. No puede ser posible que en pleno Siglo XXI, en Lima cerca del 30% de consumidores (y en Arequipa el 25%) no sean facturados mientras millones de peruanos no tienen servicio de agua potable. Una porción de estas pérdidas se debe al robo del agua. Los que más roban agua en el Perú, con la complicidad de las autoridades corruptas, son las transnacionales y grandes burgueses locales que bombean y desvían clandestinamente agua a sus fábricas manufactureras (las textiles, farmacéuticas y cerveceras donde usan molinos, reactores tanques).

    Otra porción grande del agua desaparece en tuberías viejas, equipos deteriorados y un mantenimiento pobre en los sistemas de distribución. La cantidad de agua que se pierde sería suficiente para proveer de agua potable a gran parte de los sin agua en Lima. Aunque debemos indicar que hasta los sistemas más modernos de agua en el mundo tienen pérdidas del 10 al 20 por ciento por filtraciones y derrames, pero no por facturación. Otra manera de conservar el agua, es lanzar un programa obligatorio de conservación del agua, para el público, educar a nuestra juventud en las escuelas y colegios. En la ciudad de Méjico por ejemplo, un proyecto de cambiar 350,000 toilets deteriorados, resultó en un ahorro de agua suficiente para proveer a 250,000 residentes que no lo tenían. Otra práctica es promover el reciclaje del agua y su re-uso. Por ejemplo, en los ríos más importantes de EE. UU., el agua es usado y rehusado hasta 20 veces antes que llegue al mar, en el Perú gran parte de las aguas de los ríos se van directo al mar (claro con un poco de plomo de Doe Run y Arsenico de Newmont).

    • Nuevas modalidades de privatización (vino viejo en odre nuevo). A pesar de que la privatización del agua fue impuesta casi sin controversia en Europa, en las Américas ha generado un rechazo general de los pueblos. Proyectos grandes que avanzaba PRASA en la ciudad de San Juan (Puerto Rico) y United Water en Atlanta (EE. UU) tuvieron que ser suspendidos o abandonados (ver otros casos en El Valor del Agua). Entonces es hora de cambiar de táctica, dicen las transnacionales. La nueva táctica es primer tomarse el agua de las ciudades pequeñas, hacerlo en concesiones por períodos más pequeños, para luego agarrar las presas grandes (Lima, Arequipa, etc.). En el espectro de nuestro país, empezaron con el agua de Tumbes, pese a la oposición de los trabajadores y gran parte del pueblo. Y así, un fantasma vuelve a recorrer el país, es la palabrita privatización, tal como lo afirma un dirigente de un grupo de los sin agua de Lima (convertido ya en estrella de la prensa de las multinacionales). Por otro lado, esa misma palabrita, está presionado a los burócratas que administran el agua para que el servicio en el país mejore en eficiencia, calidad y llegue a todos.

    En conclusión, el futuro del agua en el mundo, particularmente en nuestro país, está en peligro de ser tomado por asalto por las transnacionales. Es hora de prepararnos para defender y proteger cada gota de agua.

    GESTIÓN INTEGRAL DEL AGUA: ¿DESAFÍO PARA EL SECTOR SANEAMIENTO?

    Los esfuerzos de los gobiernos por mejorar los servicios básicos, entre ellos el de agua potable y alcantarillado, reciben el apoyo de la cooperación internacional. Pero cabe preguntarse: ¿son sostenibles los resultados logrados? El presente artículo argumenta a favor de una ampliación de la visión del desarrollo del sector hacia una gestión integral del recurso agua a partir de experiencias en el programa PROAGUA-GTZ de la Cooperación Técnica Alemana.

    La prestación de servicios de calidad de agua potable y alcantarillado a la población urbana o rural es un desafío para las entidades responsables y la cooperación internacional. Sin embargo, el agua cruda es un tema que no ha recibido la suficiente atención, a pesar de su importancia estratégica para que las empresas prestadoras (EPS) brinden servicios con las cuatro "c": cantidad, calidad, continuidad y costos aceptables.

    Los problemas se resumen en:

    • La creciente demanda de agua potable en los centros urbanos, que exige inversiones cada vez mayores en la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento y en el transporte del agua hacia las ciudades.

    • La menor disponibilidad del agua cruda y, en consecuencia, crecientes conflictos entre los diferentes usuarios urbanos y rurales e impactos ambientales negativos.

    • El deterioro de la calidad del agua cruda por las actividades humanas, agrícolas, mineras, forestales o industriales en las cuencas.

    Esta problemática tiene su origen en la ausencia de un ordenamiento territorial ambiental y en la falta de planificación regional y urbana, que incluyen las relaciones entre el ámbito urbano y rural orientadas a armonizar los intereses de sus diferentes actores. El marco legal no siempre es el adecuado, y con frecuencia es incumplido. Además, prevalecen enfoques sectoriales, cortoplacistas y aislados que son enfocados en el entorno directo e impiden el cambio necesario.

    Las consecuencias son múltiples y traen altos riesgos, además de costos económicos, sociales y ambientales que hasta el momento son externalizados y socializados.

    Para el EPS significa el incremento progresivo de sus costos de producción por el uso de proceso cada vez más sofisticados, así como elevados costos de inversión y operación, hasta la búsqueda de nuevas fuentes menos contaminadas; pero son muy pocas las EPS que cuentan con los recursos necesarios para realizar estas inversiones.

    El recurso agua requiere una gestión integral que debe ser elaborada en forma participativa con todos los actores involucrados. No existe una receta o un procedimiento recomendado. Sin embargo, el capítulo 18 de la Agenda 21 contiene buenas indicaciones para comenzar.

    La población en la Región entre 1981 y 1993, experimentó una tasa de crecimiento promedio anual de 2,6%, que es superior al crecimiento promedio nacional (2,0%), observándose en los últimos 30 años una tendencia decreciente en su velocidad de crecimiento. En los últimos 50 años se ha producido un significativo incremento poblacional, pero desigual entre las provincias. La población de Chiclayo es cerca de siete veces la de Ferreñafe, la menos poblada del departamento y dos veces la población de la provincia de Lambayeque.

    Al buscar la percepción misma de los agricultores sobre sus principales problemas como causa de su actual baja productividad; ellos consideran el régimen irregular de agua en un 36%, a la falta de fertilizantes en un 30%, al crédito insuficiente 20%, a la falta de asistencia técnica 10% y a la salinidad de los suelos 4%.

    Es decir el déficit de agua no lo perciben como un problema de manejo deficiente o de mal uso del recurso, sino vinculado a efectos de la sequía. Por otro lado, para ellos la falta de fertilizantes es un efecto de la falta de crédito; por ello se afirma que el crédito es la principal causa del gran incremento en la brecha tecnológica.

    La edad promedio del usuario registrado y propietario del terreno está por encima de los 50 años. En muchos de los casos, ya no es el usuario, sino son sus hijos que ejecutan las labores principales y por lo tanto están activos en la distribución del agua y en el mantenimiento de los canales. Sin embargo, el estrato juvenil aún no cuenta con la oportunidad para asumir un rol activo en la organización.

    La superficie cosechada por cultivo en el departamento, varía dependiendo de la disponibilidad del recurso hídrico. Los principales cultivos son la caña de azúcar que permanece casi inalterable en el tiempo; el arroz que antiguamente variaba abruptamente entre campaña y campaña, en los últimos años se encuentra en un apreciable crecimiento. Le sigue en importancia el cultivo de maíz amarillo duro, que ha sufrido un incremento de hectáreas cosechadas en los últimos años, aunque no de manera significativa.

    Paradójicamente a pesar de la insuficiente oferta hídrica en el departamento, tal vez el arroz resulte el cultivo más importante, debido al movimiento económico y social que desarrolla. A pesar que en los últimos años el modelo económico adoptado por el Perú, determinó que el gobierno anule la subvención a los precios del arroz en cascara y la fijación de los precios de venta antes de la campaña; el agricultor por el dominio de la técnica y la esperanza de cambios en la política agraria continúa apostando a este cultivo. Por otro lado al haberse logrado avances significativos en la obtención de nuevas variedades de cortos períodos vegetativos, mayores rendimientos y resistencia a plagas y enfermedades, es causa determinante de la inclinación del agricultor por el cultivo de arroz.

    En la caña de azúcar a diferencia del arroz, la tendencia de la tierra y la administración de este cultivo han variado significativamente en el tiempo, desde propietarios individuales, asociaciones cooperativas administradas por los propios trabajadores hasta un modelo empresarial de sociedad anónima. Los diferentes esquemas operativos adoptados han tenido especial incidencia en los niveles de producción del cultivo. En cuanto a la siembra del maíz amarillo duro, se cuenta con gran experiencia en el departamento en el manejo del cultivo. Se produce durante todo el año, especialmente en los meses de invierno entre abril y junio. Tiene una relación directa con la industria avícola regional y de alimentos balanceados en general.

    La salinización constituye el problema ambiental más serio que ha surgido en el ámbito de la Región Lambayeque, en particular del Valle Chancay – Lambayeque; el cual se ha originado por factores artificiales originados por el hombre. Entre los factores naturales que han dado origen a la salinidad, cabe citar la presencia de estratos impermeables cercanos a la superficie del suelo que a la falta de un sistema de drenaje adecuado produce niveles freáticos altos a partir del cual y debido al fenómeno de la capilaridad el agua puede llegar a la zona radicular, e incluso hasta la superficie del suelo, donde se evapora dejando las sales que lleva disueltas.

    La alta presión sobre los recursos naturales debido al acelerado crecimiento demográfico y por consiguiente la disminución del tamaño de la propiedad y uso intensivo del suelo sin medidas de conservación, determinan que las zonas altas de las cuencas se genere un proceso de deforestación con el interés de ganar área para la agricultura de secano. Por estar ubicada estas zonas con marcada pendiente y escasa vegetación arbustica presenta condiciones propicias susceptibles a una fuerte erosión que atenta contra el equilibrio ecológico y posibilita una mayor pérdida de suelo.

    El agua se contamina principalmente por tres tipos de desechos: Uno es sedimento que se deslava de la tierra y llega a las aguas superficiales por erosión natural y por la erosión acelerada del suelo a causa de la agricultura, la minería, construcción y otras actividades de deforestación y que son causa de pérdidas de recursos vegetales. Otro es los desechos orgánicos procedentes de excretas animales y humanos. El tercero es el creciente volumen de diversas sustancias químicas producidas por las industrias. Estos desechos son cada vez mayores a causa del rápido crecimiento.

    ** VARIABLE DEPENDIENTE (V.D.)

    La variable dependiente, por su lado, experimenta modificaciones siempre que la variable independiente cambia de valor o modalidad de darse. Por ello también recibe el nombre de variable efecto.

    EL PROBLEMA DEL AGUA EN EL PERÚ

    Se ha calculado que el potencial de agua dulce superficial en el país es de algo más de 2,000 billones de metros cúbicos. Este potencial, sin embargo, disminuye año a año como consecuencia del proceso de deshielo de la Cordillera de los Andes iniciado hace 150 años, y que se ha acelerado dramáticamente en las últimas tres décadas. Hay que tomar en cuenta que el 95% de la población peruana se abastece del agua que fluye desde las cumbres andinas. El proceso se agrava por un mal manejo de las cuencas hidrográficas, que por acción del ser humano han perdido la vegetación natural disminuyendo su capacidad de retención de agua.

    Los problemas de contaminación del agua en el Perú, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte del mundo, no están relacionados con el uso agrícola del recurso hídrico, sino más bien con el uso minero, industrial y urbano del agua. Estos son los usos más contaminantes del agua. En el Perú, 16 de los 53 ríos de la costa se encuentran contaminados por los relaves mineros y los vertederos poblacionales, y varios de los principales ríos de la sierra corren igual suerte.

    La agricultura es la principal actividad consumidora de agua dulce en nuestro país. El 92% del agua dulce disponible en el Perú es consumida por la agricultura y la ganadería. Parte significativa de este consumo, sin embargo, es por uso ineficiente del agua. Los principales problemas del uso agrícola del agua en el Perú están relacionados con malas prácticas de riego: inadecuadas o inexistentes estructuras de drenaje en los sistemas de riego, a las que se suma la sobreutilización del agua que causa el empantamiento y la salinización de los suelos en la costa. En la sierra, la existencia de estructuras de riego rústicas o inadecuadamente mantenidas causa el colapso parcial o total de los sistemas de riego y acrecientan la erosión de las laderas. Es claro que la situación de los recursos hídricos en el Perú es bastante crítica, no sólo por los altos niveles de contaminación, sino también por el uso ineficiente que se hace del agua. Ante esta situación, ¿cómo es que debemos abordar el problema del agua?.

    EL MANEJO INTEGRADO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS

    En la última década, en el mundo entero ha ido tomando mayor vigencia una nueva forma de enfrentar la problemática de los recursos hídricos. Se piensa -con razón- que el manejo efectivo de los recursos hídricos demanda un acercamiento totalizador, que combine el desarrollo social y económico con la protección del ecosistema. Dicho manejo efectivo debe tomar como unidad de gestión a la cuenca hidrográfica, y además debe ser participativo, es decir, debe involucrar a todos los sectores de la población que intervienen en el uso del recurso. Estos principios son los que asumieron la inmensa mayoría de Estados (incluido el Perú) en la Cumbre de Río de Janeiro y en Dublín, Irlanda, en la Conferencia Mundial del Agua y el Medio Ambiente, ambas realizadas en el año 1992.

    En las décadas siguientes, el manejo integrado de cuencas hidrográficas tomaría mayor ímpetu, y en el Perú, los órganos competentes del Estado y los grupos interesados de la sociedad deberán ponerse de acuerdo para implementar dicho principio.

    AGUA ESCASA

    El agua en el Perú, ha pasado de ser un elemento más de la naturaleza a considerarse un recurso indispensable para el normal desenvolvimiento de la sociedad y aún, como elemento precioso para las comunidades pobre que carecen de ella. No sólo en el Perú se vive esa realidad, sino a nivel mundial. Pero si consideramos que nuestro planeta está constituido principalmente por agua, podría generar confusión en la población el escuchar "no hay agua". Bien, para enmarcarnos dentro del problema, diré que efectivamente agua hay en grandes cantidades y esta es considerada como un recurso renovable obedece a las leyes de la materia (lo que ingresa es igual a lo que sale), ya que está en constante cambio físico a través de un proceso de reciclaje continuo generado por la energía solar, fenómeno conocido como ciclo del agua o ciclo hidrológico. La cantidad de agua en el mundo permanece constante. Lo que varía es la calidad y la disponibilidad. Existe tres grandes tipos de agua: salina, salobre y dulce. La primera llamada así por su alto contenido de sales minerales, la segunda que aunque contiene sales, está se encuentra en una proporción menor, la tercera llamada dulce por oposición al contener sales en mínimas proporciones (más, no porque su sabor contenga azúcares).

    El agua salina constituida por océanos y mares constituyen aproximadamente un 96.5% del agua disponible en nuestro planeta, el agua salobre se presenta el algunos lagos con 1%, el agua dulce es el 2.5% restante conformada por cuerpos de agua que fluyen por la superficie continental (ríos), se depositan en diferentes depresiones continentales (lagos y lagunas), se infiltran debajo de la corteza terrestre (acuíferos) y otro tanto se solidifica dando lugar a los casquetes polares. De esta variedad de fuentes la más accesible para uso antropogénico son ríos, lagos y lagunas, las cuales alcanzan un pequeño porcentaje de 0.003%. Entonces, ya vamos aclarando que este tipo de agua no es tan abundante, a tal punto que se le considera un recurso finito.

    El agua en el Perú, ha pasado de ser un elemento más de la naturaleza a considerarse un recurso indispensable para el normal desenvolvimiento de la sociedad y aún, como elemento precioso para las comunidades pobres que carecen de ella.

    No sólo en el Perú se vive esa realidad, sino a nivel mundial. Pero si consideramos que nuestro planeta está constituido principalmente por agua, podría generar confusión en la población el escuchar "no hay agua". Bien, para enmarcarnos dentro del problema, diré que efectivamente agua hay en grandes cantidades y esta es considerada como un recurso renovable que obedece a las leyes de la materia (lo que ingresa es igual a lo que sale), ya que está en constante cambio físico a través de un proceso de reciclaje continuo generado por la energía solar, fenómeno conocido como ciclo del agua o ciclo hidrológico. La cantidad de agua en el mundo permanece constante. Lo que varía es la calidad y la disponibilidad.

    Existe tres grandes tipos de agua: salina, salobre y dulce. La primera llamada así por su alto contenido de sales minerales, la segunda que aunque contiene sales, está se encuentra en una proporción menor, la tercera llamada dulce por oposición al contener sales en mínimas proporciones (más, no porque su sabor contenga azúcares).

    El agua salina constituida por océanos y mares constituyen aproximadamente un 96.5% del agua disponible en nuestro planeta, el agua salobre se presenta en algunos lagos con 1%, el agua dulce es el 2.5% restante conformada por cuerpos de agua que fluyen por la superficie continental (ríos), se depositan en diferentes depresiones continentales (lagos y lagunas), se infiltran debajo de la corteza terrestre (acuíferos) y otro tanto se solidifica dando lugar a los casquetes polares. De esta variedad de fuentes la más accesible para uso antropogénico son ríos, lagos y lagunas, las cuales alcanzan un pequeño porcentaje de 0.003%. Entonces, ya vamos aclarando que este tipo de agua no es tan abundante, a tal punto que se le considera un recurso finito.

    LAMBAYEQUE TIERRA GENEROSA

    En cada región de Lambayeque hay un poco de historia.

    El esplendor de los Moches, las Tumbas Reales de Sipán y Sicán, las imponentes pirámides de Túcume, la ciudad fantasma de Zaña, la solemne belleza de sus ciudades coloniales, sus lugares de peregrinación, su tradición shamanística o sus hermosas playas y caletas guardan sus misterios para asombro de los turistas. ANDARES DE LA REPÚBLICA dedica este y el siguiente fascículo a Lambayeque cosmopolita y tradicional, primero; y después al Lambayeque arqueológico.

    La historia que viene del agua

    La historia de Lambayeque está marcada por el agua. Mil años antes del apogeo incaico, en Lambayeque prosperaron civilizaciones que aprovecharon cada centímetro cuadrado de su territorio para la agricultura, distribuyendo el escaso caudal de sus ríos con imponentes canales de regadío y un sistema de represas que hoy en día son ejemplos de la ingeniería hidráulica.

    Moches y Lambayeques fueron pueblos que en su apogeo forjaron civilizaciones únicas en su género, que lograron sembrar un área superior al que ocupan los cultivos actuales, amparados en la adecuada utilización del agua de sus ríos y canales.

    Pero así como el agua fue la base de su economía y el sustento de su prosperidad, ambas culturas sucumbieron ante la furia de las aguas cuando el incremento de las temperaturas marinas trastocó el clima local, produciendo maretazos, tormentas e inundaciones catastróficas que pusieron fin al esplendor de su civilización.

    Esta historia se repitió durante el Virreinato y la República, cuando las ciudades de Lambayeque, Jequetepeque, Ferreñafe, Chiclayo y Zaña vieron interrumpida su prosperidad por los cataclismos producidos por el Fenómeno del Niño.

    Fenómeno del Niño.

    Tanta adversidad, sin embargo, forjó el temple de los lambayecanos, una población creativa, alegre y tenaz que ofrece a los visitantes su ancestral hospitalidad y el orgullo de su historia.

    Los primeros turistas que pisaron el departamento fueron las tropas de Francisco Pizarro, quienes llegaron al poblado Copis, en las Pampas de Olmos, para luego seguir a Motupe y Jayanca, donde el cacique Caxusoli los hospedó en el tambo real. De allí marcharon a Túcume y Lambayeque, donde la excesiva hospitalidad mostrada por el cacique Xecfuin Pisan indignó a sus súbditos. Fue allí donde los conquistadores probaron en carne propia lo que es un Fenómeno del Niño, pues tuvieron que retrasar su marcha ante la imprevista crecida del río Lambayeque. Continuaron hasta el valle de Zaña y tomaron el ramal del camino inca que los llevaría hasta Cajamarca. El resto es historia.

    Y es precisamente la historia lo que ha hecho de Lambayeque uno de los departamentos más atractivos para el turista local y extranjero. En 1989 el equipo de arqueólogos encabezado por el Dr. Walter Alva Alva descubrió las Tumbas Reales del Señor de Sipán, considerado el hallazgo arqueológico del siglo, sólo comparable con la Tumba del Faraón Tutankamón, en Egipto.

    Desde entonces el nombre de Lambayeque acompañó al Señor de Sipán en sus exposiciones realizadas en las principales ciudades de los Estados Unidos y difundido en los medios de comunicación más influyentes del mundo. Es así que en los catálogos turísticos dedicados al Perú figuran dos imágenes: Machu Picchu y el Señor de Sipán.

    Por todo esto, la construcción del Museo dedicado a las Tumbas Reales del Señor de Sipán, contiguo a las instalaciones del Museo Brüning, en Lambayeque, es uno de los anhelos de este departamento y un lugar de peregrinación obligada para conocer la historia del Perú.

    CONSECUENCIAS:

    CONSECUENCIAS: A NIVEL INTERNACIONAL

    Es hora de comprender lo que el medio ambiente es en realidad: el asunto de mayor importancia para la seguridad nacional en el Siglo XXI. El impacto político y estratégico del aumento vertiginoso de las poblaciones, la propagación de las enfermedades, la deforestación y erosión de los suelos, el agotamiento de los recursos hidráulicos, la contaminación del aire y, posiblemente, el aumento del nivel del mar en regiones superpobladas críticas como el Delta del Nilo y Bangladesh sucesos que provocarán migraciones en masa y, a su vez, incitarán conflictos entre grupos serán el desafío fundamental a la de la política exterior y la estrategia, de donde emanarán otros, que moverán al público y consolidarán variados intereses que son rezagos de la Guerra Fría.

    CONSECUENCIA: A NIVEL NACIONAL

    Las fuentes, los manantiales, las cuencas o cañadas están en acelerada vía de extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones, sequías y desertización. Pero es la acción humana la más drástica: ejerce una deforestación delirante, ignora los conocimientos tradicionales sobre todo de las comunidades indígenas locales, retira el agua de los ríos de diferentes maneras, entre otras con obras de ingeniería, represas y desvíos.

    En la agenda política internacional el tema de la escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso al agua es un punto importante de los acuerdos de paz entre Israel y sus vecinos. Pero este aspecto no está confinado al Medio Oriente, puesto que el compartir ríos es un asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del 40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de ríos compartidos.

    Y es que, ante una situación de escasez del agua la amenaza se cierre sobre tres aspectos fundamentales del bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y la estabilidad política y social. Esto se complica aún más si el recurso disponible se encuentra compartido, sin considerar el aspecto ecológico.

    CONSECUENCIAS: A NIVEL REGIONAL

    Consecuencias de una situación económica que está amenazando la estabilidad política de los países de la región. La integración de mercados lleva paulatinamente a considerar y también a imponer la cooperación en otras áreas. Entre ellas, la seguridad regional, entendiendo por tal la consideración de la protección del medio ambiente, de los recursos naturales, la prevención y respuesta a catástrofe, el mantenimiento y mejor uso de las fuentes energéticas y la promoción de la investigación y el desarrollo para impulsar el crecimiento de la región. Aspectos militares como la preservación de la soberanía e integridad territorial y la no proliferación de armamentos no convencionales son también parte del debate.

    En Iberoamérica se están promoviendo instancias para debatir alternativas a la diversa problemática de la seguridad regional. En junio de 1991, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago de Chile decidió construir un grupo de trabajo cuyo cometido es definir las bases de la seguridad hemisférica. Integrado por las delegaciones políticas en la organización, dicho grupo de trabajo cuenta con la presencia de oficiales militares delegados ante la Junta Interamericana de Defensa – árgano asesor permanente de la OEA – pero en carácter de observadores.

    CONSECUENCIAS A NIVEL LOCAL

    La escasez de agua nos amenaza a todos, amenaza nuestro bienestar, arriesgando nuestros medios de subsistencia y en ocasiones poniendo en peligro nuestras vidas. En los países más prósperos la escasez de agua dificulta el crecimiento económico y disminuye la calidad de vida. En los países pobres especialmente entre la gente de menores ingresos – la escasez de agua de buena calidad en cantidades adecuadas ya es una carencia mortal. Produce enfermedades, bloquea el desarrollo, profundiza las desigualdades en las oportunidades de ingresos y socava la supervivencia de sociedades enteras. En todas partes, el ambiente natural se pone en peligro por esta escasez y por los torpes intentos de sobreponerse a ella. El riesgo de conflictos se intensifica cuando la escasez de agua se presenta en los límites entre etnias o clases diferentes, en las fronteras internacionales o entre comunidades urbanas y rurales.

    Con fecha 22 de diciembre del año 2010, el diario EL MEN publica en una de sus páginas.

    HECATOMBE CLIMÁTICA RONDA PUNO, PRONTO SE DARÁ ALERTA DE SEQUÍA Y DESAPARECEN HASTA TOTORALES.

    SE SECA EL LAGO TITICACA.

    Las aguas del lago Titicaca, el más alto del mundo, se han reducido y está a 13 centímetros de que se declare la alerta por sequía, situación que afectaría la biodiversidad acuática, actividades económicas y las áreas de reproducción de peces.

    El subdirector del Servicio Boliviano de Hidrografía Naval, capitán Ivo Pérez, dijo que el lago está hoy a una altitud de 3,808,03 metros sobre el nivel del mar, menor a la habitual para la época y muy cerca del nivel de alerta de sequía que se activa en 3.807,90 metros.

    "Históricamente, el nivel más bajo del lago Titicaca se registró en noviembre de 1943 con 3.805,83 metros sobre el mar, mientras que la costa más alta se tuvo en 1986 con una altitud de 3.811,75".

    "Estamos a 13 centímetros de la alerta por sequía y si sigue con esa tenencia (…) de bajar un centímetro por día, en 15 días se alcanzaría el nivel 3.807,90 metros", señaló Pérez.

    El funcionario explicó que las causas del bajo nivel serían el cambio climático, con el aumento de la temperatura, y el retraso en el inicio de las lluvias; lo que ha afectado que algunos de los ríos bolivianos en las cuencas del Plata y la Amazonía mantengan una tendencia decreciente y otros hayan dejado de ser navegables.

    Cambios drásticos

    Por su parte, la Autoridad Binacional del Lago Titicaca (ALT) informó que el nivel de las aguas del lago que comparten Bolivia y Perú, descendió en 81 centímetros en los últimos siete meses y está a sólo 30 de su cuota mínima, lo que podría en riesgo la biodiversidad acuática.

    Asimismo, se diagnostica una disminución de las actividades socioeconómicas vinculadas al aprovechamiento de los recursos hidrobiológicos del lago Titicaca, un deterioro de la calidad ambiental y paisajística y un incremento de la migración a otros departamentos y al exterior.

    La ALT advierte que una eventual tendencia decreciente del nivel de las aguas podría provocar pérdida de la superficie de totorales (fibra vegetal que crece en terrenos pantanosos) y de las áreas de reproducción de peces y hábitat de especies endémicas en el lago.

    "EL AGUA: CONSECUENCIAS EN EL SIGLO XXI"

    Marco metodológico

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