El problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría de niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potables, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento.
La mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. La mayor parte del agua dulce se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meridional es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.
Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países en desarrollo se pierden por filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.
En algunas zonas, la extracción del agua ha tenido consecuencias devastadoras en el ambiente. La capa freática de muchas regiones del mundo se reducen constantemente y algunos ríos, como el Colorado en los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar. En China, las capas freáticas acuíferas del norte han descendido treinta y siete metros en treinta años y, desde 1990 desciende un metro y medio cada año. El mar interior de Aral, en Asia Central, ya ha perdido la mitad de su extensión. El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y está agonizando.
Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa sólo como un negocio.
¿SE IMAGINA UN MUNDO EN EL QUE LA RACIÓN DE AGUA NO LLEGUE NI A UN LITRO POR PERSONA?
HOY QUE AÚN DISPONEMOS DE 50 LITROS PER CÁPITA PARA BEBER, BAÑARNOS Y DESPILFARRAR, NO PARECEMOS DARNOS CUENTA DE QUE ESTE RECURSO SE ESTÁ AGOTANDO.
LOS ANALISTAS COINCIDEN EN QUE UN DÍA, MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO, EL AGUA SERÁ MÁS VALIOSO QUE EL ORO.
2.3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA:
Este problema que se nos presenta en la actualidad es un tema que cada día ocupa más la atención de científicos, técnicos, políticos y en general, de muchos de los habitantes del planeta.
Tomar conciencia sobre el problema tan escalofriante como es AGUA: CONSECUENCIAS EN EL SIGLO XXI obliga a reiterar nuevamente un llamado a la modernización de consumo por parte de la población a nivel mundial, ya que sin su colaboración los esfuerzos técnicos que llevan a cabo algunas organizaciones resultarían insuficientes.
2.4. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DEL ESTUDIO
El presente proyecto se justifica por la preocupación y la necesidad existente en los alumnos del 3er. Grado de educación secundaria de la Institución Educativa "Manuel Antonio Mesones Muro" de la provincia de Ferreñafe en que no somos solamente nosotros los que necesitamos agua, sino las demás especies con las que compartimos el planeta así como el ecosistema del cual ellas y nosotros dependemos.
El cambio climático también tendrá su impacto. Algunas áreas probablemente se beneficiarán con el aumento de las lluvias, pero otras zonas se verán negativamente afectadas.
Es importante repensar cuánta agua realmente necesitamos si queremos aprender a compartir los recursos de nuestro planeta.
Mientras que las represas y otros proyectos a gran escala desempeñan un papel importante en el mundo, también hay un creciente reconocimiento del valor de utilizar el agua que ya tenemos de manera más eficiente en vez de seguir extrayendo de ríos u otras fuentes de agua.
Para millones de personas en todo el mundo, encontrar el balance es una cuestión de vida o muerte.
OBJETIVOS
2.5.1. GENERALES
Concientizar a cada uno de los habitantes de este planeta que debemos de estar conscientes del agotamiento de este vital líquido la menor disponibilidad del agua dulce y, en consecuencia, crecientes conflictos entre los diferentes usuarios urbanos y rurales e impactos ambientales negativos deteriorándose la calidad del agua dulce por las actividades humanas, agrícolas, mineras, forestales o industriales en las cuencas.
Evitar la mala gestión y la distribución de los recursos hídricos y sus métodos anticuados porque la mayor parte del agua dulce que se utiliza para la agricultura se pierde en el proceso de riego en un 60% aproximadamente del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos.
2.5.2. ESPECÍFICOS
Evitar el incremento de la depredación de los Recursos Naturales, sin control. El proceso de extracción de minerales, talado de bosques, la sobreproducción mundial, productos de desecho industrial, minero, urbano, etc.
Participación de los miembros de la sociedad para que desde cada una de sus actividades en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad, en las áreas de recreación, consideren el valor del agua haciendo uso eficiente del recurso y cuidando de no regresarla tan contaminada para preservar la calidad de las reservas naturales del agua.
Marco teórico
3.1. ANTECEDENTES DEL PROBLEMA
Por medio de la búsqueda de información bibliográfica sobre diversos trabajos de investigación relacionados a nuestro tema se encuentran los siguientes:
SEGÚN LA (OMS):
La Tierra contiene aproximadamente 1,4 millones de kilómetros cúbicos de agua, pero alrededor de 97,4 por ciento de ella es agua de mar o agua salada. Alrededor de tres cuartas partes del 2,6 por ciento restante están encerradas en casquetes polares y glaciares. El agua dulce disponible se reduce al 0,001 por ciento del total.
Si dividimos esta cantidad por el número total de habitantes del planeta puede parecer que se trata de una cantidad suficiente para cubrir todas las necesidades fundamentales para la supervivencia humana. De hecho, se estima que, hay agua dulce suficiente para abastecer a unos 20.000 millones de habitantes. Desgraciadamente, no está distribuida de forma pareja, como lo demuestran las extensas regiones áridas y semiáridas existentes. De acuerdo a las estimaciones del Banco Mundial, más de mil millones de habitantes en el mundo no tienen acceso a suministros de agua apta para el consumo y 1.700 carecen de saneamiento adecuado. Garantizar el suministro a esos mil millones de personas requeriría una inversión cinco veces superior a la que se destina a este fin actualmente, es decir unos 50.000 millones de dólares al año.
El abastecimiento de agua urbano cuesta unos 105 dólares por persona y una media de 50 dólares en el medio rural, según la OMS.
El consumo de agua se ha triplicado en el mundo desde 1950. La respuesta a este aumento de la demanda ha consistido, en la construcción de más y mayores obras hidráulicas, sobre todo embalses y canalizaciones de desvío de ríos. El número de grandes embalses, es decir, aquellos que tienen una presa de más de 15 metros de altura, se ha incrementado vertiginosamente en todo el mundo, pasando de poco más de 5000 en 1950 a cerca de 38.000 en la actualidad. Más de 85 por ciento de los grandes embalses que existen en la actualidad se han construido durante los últimos 35 años. La ingeniería moderna ha permitido garantizar el suministro de zonas urbanas y rurales pero, según los ecologistas, ha favorecido la degradación de los deltas fluviales y ha propiciado la inminente extinción de especies y humedales.
SEGÚN LA (FAO):
Durante el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental (1981 – 1990) se planificaron programas que permitieron el acceso al agua potable de cientos de millones de personas. En las zonas rurales, la disponibilidad de agua apta para el consumo aumentó a más del doble, y en las zonas urbanas aumentó una vez y media. Por los progresos obtenidos se vieron socavados por el vertiginoso crecimiento de la población en los países en vías de desarrollo.
En 1920, 20 países sufrían escasez de agua. En 1996, ya eran 26 (230 millones de personas), según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El número de países con problemas de agua puede elevarse a 41 en el año 2020. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que de aquí al año 2027, aproximadamente un tercio de los habitantes del mundo sufrirá escasez de agua seria. Las razones para ello son evidentes: la mayor demanda sobre los recursos de agua dulce provocada por las crecientes poblaciones humanas; el empeoramiento de la calidad de los recursos acuíferos existentes debido a la contaminación y las necesidades creadas por la dinámica expansión industrial y agrícola.
Las consecuencias de esta escasez se harán sentir sobre todo en las regiones áridas y semiáridas del planeta, pero también se experimentarán en las regiones costeras en rápido crecimiento así como en la megalópolis del mundo en desarrollo. Muchas de estas ciudades son ya incapaces, o lo serán de proveer agua potable y salubre y servicios de saneamiento adecuados a sus ciudadanos.
En la actualidad, entre el 40 y el 60 por ciento del agua utilizada por empresas de servicios públicos se pierde por causa de filtración o derrame, robo, y rendición de cuentas deficiente. Las redes de tuberías de las grandes ciudades europeas pueden perder hasta el 80 por ciento del agua que transportan a causa de su deterioro. La Comisión Económica para Europa de la ONU evalúa estas pérdidas en unos 10.000 millones de dólares anuales (1.2 billones de dólares).
Sin embargo, por otro lado el consumo se ha reducido, los agricultores que han pasado del riego por surcos o por aspersión a eficientes sistemas de goteo han reducido su consumo de agua entre un 30 y un 60 por ciento, incrementando a menudo simultáneamente la productividad de sus cultivos.
Estos sistema de goteo, pueden resultar demasiado caros para los campesinos más pobres, pero hay investigaciones en curso para lograr abaratarlos.
Alrededor del 80 por ciento de todas las enfermedades y más de una tercera parte de todas las muertes en los países en desarrollo están relacionadas con el agua. Cada ocho segundos muere un niño por una enfermedad relacionada con el agua. Cada año, más de cinco millones de personas fallecen por dolencias vinculadas a su consumo, la falta de higiene en el hogar o defectos en la canalización. Y la diarrea originada en un 30 por ciento de los casos por el agua causando una grave deshidratación y malnutrición, mata cada año a casi 3 millones de niños menores de cinco años, lo que representa la cuarta parte de muertes en este grupo de edad.
Los riesgos para la salud asociados al consumo de agua serán especialmente severos en las zonas urbanas en rápida expansión, donde el crecimiento de la población y la construcción de grandes metrópolis limitará aún más la disponibilidad de agua, según los expertos.
En el Perú se siente CALOR INTENSO y se presagia LARGAS SEQUÍAS
– Hemos perdido el 22 por ciento de glaciares y 12 por ciento de agua. Advierten funcionarios del SENAMHI, PROCLIM y CONAM.
– Río Mantaro en observación, El Niño amenaza quedarse.
– El Titicaca en la mira de Chile.
Las primeras señales del calentamiento global en el Perú ya están a la vista. Escasez de agua y tropicalización en la costa, incremento del nivel del mar, fenómenos del Niño constantes, falta de lluvias en la sierra, subida de temperatura en la Amazonía. Las relaciones con nuestros vecinos también podrían alterarse. Y es que el agua del Titicaca es un tesoro envidiable.
En este marco de disputa que sostuvieron los pobladores de Moquegua y Arequipa por las aguas del río Tambo, hace algunos meses, debería ser tomada como una pequeña muestra de lo que podría suceder en nuestro país en los próximos años.
La costa norte de Chile es un desierto sediento. Los sureños necesitan agua urgente y para nadie es un secreto que ya le han puesto el ojo a ríos bolivianos y al Titicaca, cuya mitad compartimos, aunque es verdad que sin extraerle mucho provecho.
En una entrevista otorgada a esta revista, el historiador Gustavo Ponz Muzzo recuerda que anteriormente Chile ya le había propuesto a Perú y Bolivia utilizar el agua del Titicaca tripartidamente, petición que no tuvo respuesta positiva.
Teresa García ingeniera de la Dirección de Climatología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), señala que si bien falta realizar estudios sobre el Titicaca, se trabaja la hipótesis de que las aguas de este lago pueden evaporarse como consecuencia del calentamiento global.
La especialista presume que en el futuro el lago podría tener el mismo destino que el Uyuni de Chile, que se convirtió en un salar. "Existen evidencias, pero no olvidemos que es una incertidumbre que siempre nos traen este tipo de fenómenos", precisa.
María Paz, directora del Programa de Cambio Climático y Calidad del Aire (PROCLIM).
Respecto al Titicaca, María paz, directora del Programa de Cambio Climático y Calidad del Aire (PROCLIM), señala que su institución aún no ha hecho ningún estudio, pero asegura que es una de las zonas que está en la lista de prioridades en la agenda y reconoce que lo primero que se tiene que hacer es descontaminarlo.
En el Perú tenemos el 77% de los glaciares tropicales del mundo, gigantes que alimentan gran parte de nuestros ríos costeros, cuyas aguas son utilizadas por el 60% de la población peruana. Precisamente por esta razón seríamos uno de los países más afectados con el cambio climático y el incremento de la temperatura, causantes de la deglaciación que se inició en los años 80.
Según el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), la superficie total de glaciares en el Perú se redujo en un 22% en los últimos 35 años. Como consecuencia de esta merma, hemos perdido alrededor de 12% en volumen de agua. Se estima que para los años 2015 ó 2020, todos los glaciales debajo de los 5 mil metros van a desaparecer derretidos.
"Es un impacto enorme y la disponibilidad de agua en la costa se va a reducir. Nosotros dependemos de los regímenes de los ríos que vienen de los glaciales. Tendremos consecuencias negativas en la agricultura, en el agua que se va a utilizar para generar energía y para el uso doméstico", advierte María Paz, directora del PROCLIM.
Uno de los ríos más afectados sería el Mantaro, que deriva del nevado Huaytapallana y de la laguna Junín, origen del glacial. Este río alimenta a la Central Hidroeléctrica Mantaro, que representa aproximadamente el 40% de la energía del país y alimenta al 70% de la industria nacional que está concentrada en Lima.
Por la importancia de los glaciares para el adecuado ciclo hidrológico peruano, en 1998 el CONAM encargó su estudio al glaciólogo Julio Arnao. En esa oportunidad, se observó una deglaciación alarmante en los nevados de Yanamaré, Grosbi, Santa Rosa y Huaytapallana.
Del mismo modo, estudios recientes realizados por la Universidad de Massachussets, en Quelcaya, Cusco, están indicando que la temperatura de congelamiento ha ascendido a 100 metros, es decir se está congelando más arriba y ya no se encuentra nieve en las partes bajas.
Otra de las evidencias de la deglaciación en nuestro país es la disminución de nieve en el nevado de Ticlio. El geólogo sanmarquino, Honorio Campoblanco, recuerda que hace 30 años, cuando se viajaba al centro del país, no se podía pasa temprano por la carretera porque había una gran precipitación de nieve de 60 a 80 cm. "Los carros no podían transitar, teníamos que esperar a que lo limpiara el caterpillar, pero actualmente los copos de nieve que habían en las partes altas de esos cerros han desaparecido por completo debido al calentamiento global", subraya.
El especialista señala que una de las zonas de gran riqueza glaciar en el Perú es la Cordillera Blanca en Ancash. También tenemos en la Cordillera Central y en la Oriental, cuyas capas de hielo se están adelgazando y en algunos casos desapareciendo debido a la acumulación de CO2, metano, clorofluorcarbonados, óxidos, nitrógenos, principales elementos que causan el efecto invernadero.
Según los datos de la Organización Internacional del Agua, en el 2025 el Perú sería el único país en Latinoamérica que sufriría estrés hídrico permanente. Hoy los estándares mundiales indican que para cada habitante se necesita 1700 litros de agua por año, es decir 5 litros diarios. Nosotros estamos debajo de esos índices.
Afrontaremos este problema, más que por la falta de recursos hídricos, por el mal planteamiento de los sistemas de ocupación territorial, y por lo modelos de desarrollo que tenemos en el país.
"No es porque no dispongamos de agua, el problema es que el 60% de nuestra población está abastecida sólo por el 1% del agua que está en la costa y el resto se encuentra en la selva", señala Julio García Vargas, coordinador en Vulnerabilidad y Adaptación del PROCLIM.
Por ejemplo, la vertiente del Atlántico, que es el Amazonas, tiene dos billones de metros cúbicos de agua, mientras que la del Pacífico, en la costa, tiene sólo 35 mil millones de metros cúbicos. "Entonces cualquier sistema va a tener que decidir entre irnos para la selva, donde está la mayor cantidad de agua, o traerlo a la costa, esto ya se está haciendo en Lima con el proyecto Merca II", explica García.
Otro de los impactos que se acentuará como consecuencia del calentamiento global es el incremento del nivel del mar. Se estima que en los próximos 100 años puede elevarse hasta un metro más, eso quiere decir que en el Perú vamos a tener zonas costeras totalmente inundadas.
Si seguimos contaminando el planeta, la presencia permanente del Niño es un fantasma que no podemos descartar. Al darse este fenómeno se prevé que el calentamiento atmosférico será mayor, igual que su intensidad y periodicidad cada vez será más breve. Actualmente, la frecuencia de los fenómenos del Niño en el país es cada cuatro años, cuando anteriormente se presentaba entre 15 y 20 años.
María Paz explica que con el cambio climático la intensidad y la frecuencia del Fenómeno del Niño está subiendo. Eso significa que tenemos mayores impactos en la pesca, en la agricultura, modificación de regímenes de lluvia, inundaciones que dañan la infraestructura. En 1998 tuvimos un fenómeno del Niño que nos afectó tanto y perdimos más o menos el 5% del PBI. "Es lógico imaginar que si hablamos de un fenómeno de mayor intensidad el costo será mayor", subraya.
Incluso también se habla de un proceso de tropicalización en nuestra costa. Por ejemplo en Piura, que tiene un bosque seco tropical, se convertiría en bosque húmedo tropical, por la cantidad de humedad y precipitación que se daría como consecuencia del calentamiento global.
Julio García señala que esta tropicalización traería como consecuencia un Fenómeno del Niño más acentuado y a la vez también oportunidades, por ejemplo la proliferación de bosques de algarrobos, un nuevo recurso que podría ser manejado racionalmente para lograr un desarrollo sostenido. "Hay nuevas oportunidades, igual que en el sector marino – pesquero", refiere.
Julio García, coordinador de Vulnerabilidad y Adaptación de PROCLIM.
García explica, que para reunir información adecuada sobre estos fenómenos y tomar medidas de prevención, el CONAM y el Senamhi están realizando estudios para generar datos que permitan tomar decisiones acertadas.
En ese sentido el PROCLIM viene desarrollando un proyecto piloto en la cuenca de los ríos Piura y Mantaro. El objetivo es hacer un análisis sobre cuáles van a ser los cambios de temperatura a nivel regional, local y ver qué modificaciones se deberían hacer en la zona.
En estas dos cuencas se están realizando proyecciones sobre cómo va a variar la temperatura en los próximos 10, 20 ó 50 años, y cómo éstas transformaciones afectarán la zona. También se pretende determinar cuál es la vulnerabilidad del lugar para generar una serie de propuestas de adaptaciones.
Paz dijo que para este estudio eligieron, Piura porque allí se da el Fenómeno del Niño con mayor intensidad y porque una gran parte de su población está en extrema pobreza. En el caso del Mantaro fue también por los elevados índices de pobreza y porque la mayor cantidad de agua que se usa en Lima proviene de esta cuenca.
La especialista refiere que una de las principales medidas que se tiene que tomar para hacer frente a este fenómeno es saber qué es lo que va a pasar en el país y a partir de allí, con nuestros propios datos, planificar las posibles soluciones.
Señala también que el Perú no está preparado para enfrentar este fenómeno, razón por la cual dice que el PROCLIM está tratando de fortalecer a las instituciones generando información sobre lo que va a pasar en los siguientes tres escenarios: climáticos, análisis de vulnerabilidad y propuestas de solución.
El resultado de este trabajo será de vital importancia porque nos permitirá estar preparados para enfrentar los estragos de la naturaleza a los que estamos expuestos constantemente, porque según el Tindall Center, Centro Privado de ser un país que ocupa el tercer lugar, luego de Honduras y Bután, en la lista de territorios con mayor riesgo climático a nivel mundial realizado por el Tindall Center, Centro Privado de Investigaciones, del Reino Unido.
Como el Perú tiene casi todo el territorio amenazado por severos peligros, a los que se suma la pobreza de la mayoría de los habitantes, tenemos que estar preparados y eso significa reducir las condiciones de vulnerabilidad y trabajar a nivel municipal y regional. "Lo importante es tener capacidad de respuesta ante las emergencias, pero todo esto tiene que estar incorporado dentro de la toma de decisiones políticas y en la formulación de planes y programas", precisa García.
En la Amazonía 250 mil hectáreas de bosque son taladas cada año ilegalmente.
Valentín Bartra, presidente del Instituto Andino y Amazónico de Derecho Ambiental.
Al analizar el calentamiento global tenemos que referirnos necesariamente a lo que ocurre hoy en la Amazonía, considerada el gran pulmón del planeta y una de las zonas cuyo altísimo índice de deforestación es el principal causante de las alternaciones de temperatura en el planeta.
Los especialistas señalan que la contribución del Perú al calentamiento global es mínima, entre 0.4 y 1.1%, sin embargo, más de la mitad de ésta cifra tiene que ver con la deforestación.
El doctor Valentín Bartra, presidente del Instituto Andino y Amazónico de Derecho Ambiental, sostiene que la depredación de la Amazonía peruana irrumpe a un ritmo irracional. "No es posible que 250 mil hectáreas se deforesten anualmente", subraya indignado.
La ilegal tala de árboles en esta zona es la principal causa de deforestación. Algunas estadísticas señalan que al día se depredan alrededor de 590 hectáeas de bosque, razón por la cual se han perdido 9 millones de hectáreas en los últimos 30 años.
Valentín Bartra refiere que en esta zona ya podemos hablar de la extinción de especies, pero principalmente a raíz de la deforestación que se hace por la quema de árboles. "Al quemar se mata a todas las especies que están dentro de ese espacio: nidos, semillas, huevos".
Marco Espino, director de Asuntos Científicos y Ambientales del Instituto Antártico Peruano.
Por su parte el biólogo Marco Espino, director de Asuntos Científicos y Ambientales del Instituto Nacional Antártico Peruano, es más cauteloso cuando se refiere al tema de la extinción de especies a raíz del calentamiento global. Señala que no podemos hablar de una extinción como tal, sino de una migración o traslado de especies a otros hábitats con mejores condiciones.
Precisa que en el caso del Amazonas podría darse la extinción de especies, de continuar la tala indiscriminada de árboles. Con respecto a las marinas señala que es mucho más difícil su extinción porque tienen la facilidad de trasladarse a otras zonas. "Cuando se produce el Fenómeno del Niño las especies que viven en aguas frías se trasladan al sur y en nuestra costa aparecen otras de aguas cálidas", indica.
Definitivamente, no podemos tapar el sol con un dedo y como lo han señalado los especialistas, la deforestación genera, entre otras cosas, severos impactos ambientales, pérdida de ecosistemas y de diversidad biológica y si las autoridades de turno y la misma población no tomamos conciencia de esta amenaza, están en peligro no sólo nuestros bosques tropicales que conservan unas 15000 millones de toneladas de carbono y una diversidad de especies, sino todas las actividades que están relacionadas con ellos, incluida la economía del país.
Uno de nuestros problemas ambiéntales más graves es la contaminación del aire en Lima.
El 60% de la contaminación en la capital proviene del parque automotor, seguida por las emanaciones de las industrias con un 30% y el resto generado por los demás agentes contaminantes.
El objetivo del Protocolo de Kioto es reducir un 5,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales.
Su misión es lograr que los países industrializados reduzcan las emisiones de los 6 gases que producen el efecto invernadero de origen humano como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: hidroflurocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafloruro de azufre (SF6).
Pese a no estar obligado, el Perú ratificó este tratado para beneficiarse con los otros compromisos, como la transferencia de tecnología, que permite a las naciones desarrolladas realizar proyectos sobre la reducción de emisiones en países como el nuestro.
El Perú contribuye al calentamiento global entre 0.4% y el 1.1%.
La deforestación en nuestra Amazonía es de 250 mil hectáreas al año.
Con el calentamiento global la temperatura se elevará 6 grados más y el nivel del mar aumentará en 1 metro en los próximos 50 años.
SOLUCIONES PARA UN MUNDO CONE ESCASEZ DE AGUA
Con el crecimiento de la población del mundo y el aumento de uso de agua por persona, la demanda de agua dulce se está elevando enormemente. Pero los suministros de agua dulce son limitados y se cierne sobre ellos la amenaza de la contaminación. Para evitar una crisis, muchos países deben conservar agua, reducir la contaminación, regular el suministro y la demanda y contener el crecimiento de la población.
Entre la demanda creciente de agua dulce por una parte, y los suministros de agua limitados y cada vez más contaminados por otra, muchos países en desarrollo enfrentan decisiones difíciles. El número de habitantes continúa aumentando rápidamente, pero la tierra no tiene ahora más agua que 2.000 años atrás, cuando estaba habitada por menos del 3% de la población actual. La demanda creciente de agua para la agricultura de regadío, el consumo doméstico (municipal) y la industria está imponiendo una dura competencia por la adjudicación de escasos recursos hídricos a las diversas zonas y tipos de uso.
Hoy día 31 países, habitados por menos del 8% de la población mundial, se ven frente a déficit crónico de agua dulce. Pero para el año 2025 se prevé que 48 países enfrentarán estos déficit, que afectarán a más de 2.800 millones de habitantes – 35% de la población mundial proyectada. Entre los países que probablemente se verán afectados por la escasez de agua en los próximos 25 años están Etiopía, India, Kenya, Nigeria y Perú. Parte de otros países grandes, como China, ya encaran problemas hídricos crónicos.
En gran parte del mundo, el agua contaminada, la evacuación inadecuada de desechos y la deficiente ordenación de las aguas causan serios problemas de salud pública. Enfermedades relacionadas con el agua, como el paludismo, cólera, fiebre tifoidea y esquistosomiasis dañan o matan a millones de personas todos los años. El uso excesivo y la contaminación de los suministros de agua también están infligiendo serios daños al medio ambiente natural y presentan crecientes riesgos a numerosas especies biológicas.
¿Qué puede hacerse?
Para algunos países con escasez de agua y rápido crecimiento de la población quizá ya sea demasiado tarde para evitar una crisis. Muchos otros países pueden evitar la crisis que se aproxima si formulan y aplican a la brevedad políticas y estrategias apropiadas. Sea que el agua se use para la agricultura, la industria o los servicios municipales, existen amplias posibilidades de conservación y de un mejor aprovechamiento. En las estrategias debe considerarse no sólo la forma de regular mejor el abastecimiento de agua sino también cómo regular mejor la demanda.
Para evitar que a la larga se produzca una catástrofe, también es importante actuar ahora mismo y desacelerar el crecimiento de la población a fin de contener el aumento de la demanda de agua dulce. Actualmente, en numerosos países en desarrollo millones de personas quieren planificar sus familias y practicar la anticoncepción. Los programas de planificación familiar han sido muy importantes para asegurar la salud reproductiva individual y reducir los niveles de fecundidad nacionales. La continuación y ampliación de estos programas también puede ayudar a que el crecimiento de la población se vaya frenando y llegue a niveles sostenibles en relación con el suministro de agua dulce.
HACIA LA REVOLUCIÓN AZUL
El mundo necesita una "revolución azul" para conservar y ordenar los suministros de agua dulce en vista de la creciente demanda del crecimiento demográfico, la agricultura de regadío, las industrias y las ciudades – así como la revolución verde transformó la agricultura en los años sesenta. Para la revolución azul de requerirá que se den respuestas coordinadas a los problemas en los niveles local, nacional e internacional.
Las iniciativas de origen local muestran que el agua puede aprovecharse mucho más eficientemente. Cuando las comunidades aprovechan eficientemente los recursos de agua dulce, también aprovechan mejor otros recursos naturales, mejoran el saneamiento y reducen las enfermedades. En el plano nacional, especialmente en las regiones con escasez de agua y alta densidad de población, la adopción de una perspectiva de ordenación de una vertiente o cuenca hidrográfica es una alternativa necesaria frente a políticas no coordinadas de ordenación de las aguas por jurisdicciones distintas. En el plano internacional, los países que comparten cuencas hidrográficas pueden adaptar políticas factibles para ordenar más equitativamente los recursos hídricos. Las organizaciones de desarrollo deberán ocuparse más de asegurar el suministro y gestión de los recursos de agua dulce y de proporcionar saneamiento como parte de los programas de desarrollo y salud pública.
Un mundo con escasez de agua es un mundo intrínsecamente inestable. En los albores del nuevo siglo, la crisis del agua obstaculizará el mejoramiento de los niveles de vida y la salud en un número cada vez mayor de países e incluso planteará el riesgo de francos conflictos por el acceso a suministros escasos de agua dulce. Deberá ser de máxima urgencia buscar ahora las soluciones.
LA CRISIS VENIDERA DEL AGUA
El agua dulce está surgiendo como uno de los problemas más críticos de los recursos naturales que enfrenta la humanidad. Al aproximarse el año 2000, la población mundial se está expandiendo rápidamente. Pero la tierra no tiene más agua ahora que 2,000 años atrás, cuando estaba habitada por menos del 3% de la población actual.
El agua es, literalmente, la fuente de vida en la tierra. El 70% del cuerpo humano es agua. Una persona comienza a sentir sed después de perder solo 1% de líquido corporal y corre peligro de muerte si la pérdida de líquido se aproxima al 10%. El ser humano puede sobrevivir por sólo unos pocos días sin agua dulce. Pero en un número creciente de lugares los habitantes están extrayendo agua de ríos, lagos y fuentes subterráneas más rápidamente de lo que demora en renovarse – "extrayendo, de forma insostenible, lo que una vez era un recurso renovable", como dijo un investigador. Hoy día, 31 países – en su mayoría en África y el Cercano Oriente – encaran tensión hídrico o escasez de agua.
Se estima que el crecimiento demográfico por sí solo llevará a que 17 países más, con una población proyectada de 2.100 millones, pasen dentro de los próximos 30 años a la categoría de países con escasez de aguas. Hacia el año 2025, 48 países con más de 2.800 millones de habitantes – 35% de la población mundial proyectada para 2025 – se verá afectada por el estrés hídrico o la escasez de agua. Otros nueve países, incluido China y Pakistán, estarán próximos a sufrir tensión hídrico.
Más allá del impacto del crecimiento mismo de la población, la demanda de agua dulce ha estado aumentando en respuesta al desarrollo industrial, la dependencia creciente en la agricultura de regadío, la urbanización masiva y los niveles de vida más altos. En este siglo, mientras la población mundial se ha triplicado, la extracción de agua ha aumentado más de seis veces. Desde 1940 la extracción mundial de agua por año ha aumentado en promedio entre 2.5% y 3% por año, en comparación con un crecimiento anual de la población de 1.5% a 2%. En el decenio pasado la extracción de agua en los países en desarrollo ha estado aumentando a razón de 4% a 8% por año.
Además, el suministro de agua dulce de que dispone la humanidad se está reduciendo a raíz de la creciente contaminación de muchos de esos recursos hídricos. En algunos países los lagos y ríos se han transformado en receptáculos de una variedad abominable de desechos, inclusive aguas negras municipales parcialmente tratadas, efluentes industriales tóxicos y sustancias químicas de las actividades agrícolas lixiviadas en las aguas de superficie y freáticas.
Al encontrarse entre suministros de agua limitados y crecientemente contaminados por una parte y la demanda rápidamente creciente del crecimiento demográfico y el desarrollo por otra, muchos países en desarrollo enfrentan decisiones problemáticas. La insuficiencia de agua dulce probablemente sea uno de los principales factores que coarten el desarrollo económico en los decenios venideros, advierte el Banco Mundial.
CONTENER LA DEMANDA, CONSERVAR LOS SUMINISTROS.
Para evitar las crisis del agua, sobre todo en países donde ya escasea y la población crece rápidamente, es vital contener el aumento de la demanda de agua mediante una mejor gestión de este recurso mientras se retarda a la brevedad posible el crecimiento de la población. Los programas de planificación familiar son muy importantes, no sólo para la salud reproductiva, sino también para la sostenibilidad del uso del agua dulce y otros recursos naturales en relación con el tamaño de la población.
Conforme aumenta la población, aumenta también la demanda de agua dulce para la producción de alimentos, el uso doméstico (municipal) e industrial. La disponibilidad de agua dulce impone límites al número de personas que puede sostener una zona e influye en el nivel de vida. A su vez, el crecimiento y densidad de la población afectan habitualmente la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos de una zona cuando los habitantes tratan de abastecerse de agua cavando pozos, construyendo depósitos y embalses y desviando el curso de los ríos. Si las necesidades son constantemente superiores a los suministros disponibles, en algún momento el uso excesivo de agua lleva al agotamiento de los recursos hídricos de superficie y subterráneos y provoca la escasez crónica de agua.
Los suministros escasos e impuros de agua son problemas críticos de salud pública en gran parte del mundo. El agua contaminada, los déficit de agua y las condiciones de vida insalubres causan la muerte de más de 12 millones de personas por año.
La competencia por el suministro de agua dulce produce tensiones sociales y políticas. Las cuencas fluviales y otras masas de agua no respetan las fronteras nacionales. Así, por ejemplo, la utilización del agua por un país situado aguas arriba suele menoscabar el suministro disponible para los países situado aguas abajo. En los albores del siglo XXI se vislumbra el peligro creciente de conflictos armados por el acceso a suministros de agua dulce.
Si ha de prevenirse una crisis, la utilización excesiva y equivocada de agua dulce en el mundo debe cesar lo más pronto posible. No podemos permitirnos seguir despilfarrando y ensuciando nuestros preciosos suministros de agua. Las actividades humanas están alterando cada vez más el caudal de agua y extrayendo agua dulce sin dar tiempo a que aquél se reponga. En todo el mundo se despilfarran enormes cantidades de agua con subvenciones agrícolas inapropiadas, sistemas de riego ineficientes, pérdidas en las cañerías municipales, fijación inadecuadas de precios para el agua de los servicios municipales, ordenación ineficiente de las cuencas hidrográficas, y otras prácticas imprudentes. Es hora de que se apliquen amplias medidas de conservación y políticas eficaces de ordenación de las aguas y de que se preste atención creciente al suministro de agua dulce y saneamiento decente como parte de los proyectos de desarrollo y salud pública.
DISPONIBILIDAD Y USO DEL AGUA
Un 70% de la superficie de la tierra es agua, pero la mayor parte de ésta es oceánica. El volumen, sólo 3% de toda el agua del mundo es agua dulce, y en su mayor parte no se halla generalmente disponible. Unas tres cuartas partes de toda el agua dulce se halla inaccesible, en forma de casquete de hielo y glaciares situados en zonas polares muy alejadas de la mayor parte de los centros de población; sólo un 1% es agua dulce superficial fácilmente accesible. Ésta es primordialmente el agua que se encuentra en los lagos y ríos y a poca profundidad en el suelo, de donde puede extraerse sin mayor costo. Sólo esa cantidad de agua se renueva habitualmente con la lluvia y las nevadas y es, por tanto, un recurso sostenible.
En total, sólo un centésimo del uno por ciento del suministro total del mundo se considera fácilmente accesible para uso humano.
Se considera que, mundialmente, se dispone de 12.500 a 14.000 millones de metros cúbicos de agua (12.500 a 14.000 kilómetros cúbicos) por año para uso humano. Esto representa unos 9.000 metros cúbicos por persona por año, según se estimó en 1989. (Nota: I metro cúbico es igual a 1.000 litros). Se proyecta que en el año 2025 la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5.100 metros cúbicos por persona, al sumarse otros 2.000 millones de habitantes a la población del mundo. Aún entonces esta cantidad sería suficiente para satisfacer las necesidades humanas si el agua estuviera distribuida por igual entre todos los hábitos del mundo.
Pero las cifras per cápita sobre la disponibilidad de agua presentan un cuadro engañoso. El agua dulce mundialmente disponible no está equitativamente distribuida en el mundo, ni en todas las estaciones del año, ni de año a año. En algunos casos el agua no está donde le queremos, ni en cantidad suficiente. En otros casos tenemos demasiada agua en el lugar equivocado y cuando no hace falta. "Vivimos bajo la tiranía del ciclo del agua", observa el hidrólogo Malin Falkenmark, refiriéndose al ciclo hidrológico de la tierra.
El ciclo hidrológico de la tierra actúa como una bomba gigante que continuamente transfiere agua dulce de los océanos a la tierra y de vuelta al mar. En este ciclo de energía solar, el agua se evapora de la superficie de la tierra a la atmósfera, de donde cae en forma de lluvia o nieve. Parte de esta precipitación vuelve a evaporarse dentro de la atmósfera. Otra parte comienza el viaje de vuelta al mar a través de arroyos, ríos y lagos. Y aun otra parte se filtra dentro del suelo y se convierte en humedad del suelo o en agua de superficie. Gran parte del agua subterránea finalmente vuelve a pasar al caudal de las aguas superficiales.
DE FRENTE A LA ESCASEZ DE AGUA
Los años de rápido crecimiento demográfico y el creciente consumo de agua para la agricultura, la industria y las municipalidades han creado tensiones en los recursos de agua dulce mundialmente. En algunas zonas la demanda de agua ya es superior el suministro de la naturaleza, y se prevé que un número cada vez mayor de países enfrentarán condiciones de escasez de agua en un futuro cercano.
CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN, ESCASEZ DE AGUA
La población del mundo, de casi 6.000 millones, está creciendo a razón de 80 millones por año. Esta cifra entraña un aumento de la demanda de agua dulce de aproximadamente 64.000 millones de metros cúbicos por año – cantidad equivalente a todo el caudal anual del Rin. Si bien las tasas de crecimiento de la población se ha frenado algo, el número absoluto de habitantes que se añaden cada año a la población – la cifra pertinente para considerar la disponibilidad y necesidad de agua dulce – permanece cerca de los niveles más altos de la historia. Para dar un ejemplo, como desde 1970 se han añadido al planeta casi 2.000 millones de habitantes, se dispone ahora de un tercio menos de agua per cápita que entonces.
China y la India, que ocupan, respectivamente, el primero y el segundo lugar entre los países más populosos del mundo, ofrecen ejemplos de la manera en que aún modestas tasas de crecimiento demográfico se traducen en grandes números absolutos cuando la base poblacional es grande. En China la tasa de crecimiento de la población estimada en 1998 es de un 1% por año. Pero como la población de China supera los 1.200 millones de habitantes, aun una tasa de crecimiento demográfico baja significa 12 millones más de habitantes por año. La tasa de crecimiento demográfico de la India, que es de alrededor de 1.9% por año, considerablemente más alta que la de China, significa que anualmente se añaden unos 18 millones de habitantes a la población actual de la India de unos 970 millones.
En las dos regiones del mundo que ya enfrenta la escasez de agua absoluta o estacional más sería – África y el Cercano Oriente – las tasas de crecimiento de la población siguen estando entre las más altas del mundo. En el África subsahariana la población está creciendo, término medio, a razón de 2,6% por año; en el Cercano Oriente y África del Norte, a razón de 2.2%. Estas tasas de crecimiento demográfico tienen consecuencias nefastas para el suministro de agua per cápita en los países de esas regiones.
Tensión hídrica y escasez de agua. A medida que crece la población, aumenta el número de países que confrontan condiciones de escasez de agua. Se dice que un país experimenta tensión hídrica cuando el suministro anual de agua desciende a menos de 1.700 metros cúbicos por persona. Cuando desciende a niveles de 1.700 a 1.000 metros cúbicos por persona, pueden preverse situaciones de escasez periódica o limitada de agua. Cuando los suministros anuales de agua bajan a menos de 1.000 metros cúbicos por persona, el país enfrenta escasez de agua. Una vez que un país experimenta escasez de agua, puede esperar una escasez crónica que amenace la producción de alimentos, obstaculice el desarrollo económico y dañe los ecosistemas.
Malin Falkenmark formuló los conceptos de tensión hídrica y de escasez de agua basándose en un índice de las necesidades de agua dulce per cápita. Para ello estimó una necesidad mínima de 100 litros por día por persona para uso doméstico, y de 5 a 20 veces más para usos agrícolas e industriales. Estos conceptos han sido ampliamente aceptados y empleados por los hidrólogos, el Banco Mundial y otras organizaciones. Population Action International (PAI), por ejemplo, se ha valido de ellos para efectuar proyecciones de la disponibilidad de agua per cápita y para pronosticar situaciones de escasez de agua en 2025 y 2050.
Los cálculos sobre tensión hídrica y escasez de agua se basan en estimaciones de los suministros renovables de agua dulce de un país y no incluyen el agua extraida de acuíferos subterráneos fósiles. Las aguas subterráneas fósiles son esencialmente un recurso no renovable puesto que estos profundos acuíferos necesitan decenas de miles de años para reponerse. Un país puede evitar por un tiempo los efectos de la tensión extrayendo agua no renovable, pero esta práctica no es sostenible, especialmente si la población continúa creciendo rápidamente y aumenta la demanda de agua per cápita.
En 1995, 31 países con una población conjunta de más de 458 millones, enfrentaron tensión hídrica o escasez de agua. Esto representa una adición de solo tres países desde 1990, cuando 28 países con una población de 335 millones en total experimentaron tensión hídrica o escasez de agua. Pero el número de habitantes que, según se estima, viven en países con tensión hídrica y escasez de agua experimentó un aumento de casi 125 millones durante estos cinco años, lo que pone de manifiesto el aumento de la población en países con escasez de agua.
LA PRÓXIMA ERA DE TENSIÓN HÍDRICA Y ESCASEZ DE AGUA
La próxima era de tensión hídrica y escasez de agua. Estas cifras, que ya son indicio de un serio problema, están prontas a hacer explosión. En 2025 más de 2.800 millones de persona vivirán en 48 países que encaran tensiones hídricas o escasez de agua, según proyecciones de PAI basadas en las proyecciones medias de población recientemente revisadas de las Naciones Unidas.
De estos 48 países, 40 están en el Cercano Oriente y Norte de África o en el África subsahariana. Las proyecciones indican que en los próximos dos decenios, el solo aumento de la población – para no mencionar la creciente demanda per cápita – llevará a que todo el Cercano Oriente experimente escasez de agua. Hacia el 2050 el número de países con tensión hídrica o escasez de agua ascenderá a 54, y la población conjunta a 4.000 millones de habitantes – 40% de la población mundial proyectada de 9.400 millones.
El Cercano Oriente y Norte de África. Los 20 países del Cercano Oriente y Norte de África enfrentan las peores perspectivas. El Cercano Oriente es la región del mundo más escasa de agua. En efecto, todo el Cercano Oriente "se quedó sin agua" en 1972, cuando la población total de la región era de 122 millones, de acuerdo a Tony Allan, experto en recursos hídricos de la Universidad de Londres. Desde entonces la región ha estado extrayendo de los ríos y acuíferos más agua de la que se repone. Actualmente, por ejemplo, Jordania y el Yemen extraen anualmente de los acuíferos subterráneos un 30% más de agua de la que se repone. También en Israel el uso anual de agua ya supera en un 15% el suministro renovable.
Arabia Saudita presenta uno de los peores casos del mundo de uso de agua insostenible. Este país extremadamente árido debe ahora explotar los acuíferos fósiles subterráneos para satisfacer las tres cuartas partes de sus necesidades de agua. Los acuíferos fósiles de Arabia Saudita han estado perdiendo, término medio 5.200 millones de metros cúbicos de agua por año.
De 14 países del Cercano Oriente, 11 ya están enfrentando escasez de agua. En cinco de esos países la población aumentará al doble en los próximos dos decenios, según las proyecciones. El agua es una de las principales cuestiones políticas que confrontan los líderes de la región. Puesto que varias naciones comparten prácticamente todos los ríos del Cercano Oriente, las tensiones actuales por los derechos al agua podrían escalar y convertirse en francos conflictos, impulsados por el crecimiento de la población y la creciente demanda de un recurso cada vez más escaso.
Cuatro países del golfo Pérsico: Bahrain, Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, tienen tan poco agua dulce disponible que recurren a la desalación, la costosa conversión del agua de mar en agua dulce. Sin desalación, los estados del golfo Pérsico no podrían sostener una población ni siquiera aproximada a la que tienen ahora. La población de Bahrain depende por completo de la desalación del agua de mar del golfo. Este país no tiene prácticamente nada de agua dulce. La desalación, por otra parte, es demasiado cara y no es práctica para la mayoría de los países con escasez de agua, por no mencionar los países sin litoral, se ahora o en el futuro previsible.
África subterránea. Gran parte de África al sur de Sahara encara serias limitaciones hídricas. Casi 200 millones de personas viven en los países africanos con tensión hídrica. Si bien sólo 6 millones viven en países con escasez de agua, el rápido crecimiento de la población empeorará el problema. En 2025, vivirán en países africanos con escasez de agua unos 230 millones de personas. Otros 460 millones estarán en países africanos con tensión hídrica.
Problemas hídricos dentro de los países. Se consideraría que áreas de muchos grandes países como la India, China y los Estados Unidos enfrentarán tensiones hídricas o escasez de agua si los cálculos fueran regionales y no nacionales. Diecinueve importantes ciudades de la India ya se hallan frente a situaciones de escasez crónica de agua. Se prevé que el país todo pasará en 2025 a la categoría de país con tensión hídrica.
China, con 22% de la población mundial, pero con sólo 7% del total de la escorrentía de agua dulce, quedará en 2025 apenas fuera de la categoría de tensión hídrica determinada por el límite de 1.700 metros cúbicos per cápita. Se ha estimado que los suministros de agua dulce de China son capaces de sostener 650 millones de habitantes de manera sustentable – sólo a mitad de la población actual del país de 1.200 millones. Pese a las inundaciones periódicas del sur, a lo largo del río Yangtse, China encara situaciones de escasez crónica de agua dulce en la parte norte del país – que sólo en la cuenca del río Hai afecta a 92 millones de personas. Numerosas ciudades, inclusive Beijing, enfrentan situaciones críticas de escasez de agua. En Beijing la capa freática ha estado descendiendo a razón de aproximadamente dos metros por año, y la tercera parte de los pozos se han secado.
Aún en los Estados Unidos que, como nación, tiene agua en abundancia, las reservas de agua subterránea se están agotando en muchas zonas. En general, el agua freática se usa a un ritmo de 25% más rápido que el de recuperación. En la parte oeste del país, los acuíferos subterráneos se están reduciendo a un ritmo aún más rápido en algunas zonas. El enorme acuífero Ogallala, especialmente, que se extiende debajo de partes de seis estados y riega 6 millones de hectáreas, se ha sobreexplotado. En algunas regiones se han extraído la mitad del agua allí existente.
COMPETENCIA POR LOS SUMINISTROS ESCASOS DE AGUA
En los países desarrollados y en desarrollo por igual está aumentando la competencia entre los usuarios de agua. Como podría esperarse, las tensiones son especialmente grandes en zonas escasas de agua en las que las presiones de la población, la urbanización y las necesidades del desarrollo se combinan para crear una intensa demanda de recursos limitados de agua dulce.
Varios países desarrollados con escasez de agua enfrentan actualmente tensiones por esa causa, inclusive Bélgica, el Reino Unido, Polonia, Singapur y los Estados Unidos. En el sur de Gran Bretaña, por ejemplo, la demanda urbana de agua está aumentando tan rápidamente que supera la capacidad de suministro de los ríos y acuíferos durante los meses más secos del verano. En el oeste de Estados Unidos, los agricultores que quieren más agua para el riego de sus cultivos se contraponen a las zonas urbanas rápidamente crecientes que demandan más agua para uso doméstico y otros servicios municipales.
En la India hay disputas entre los estados por el derecho al uso del agua y por los embalses que podrían suministrar más agua a un estado a costa de otro. "Si no se las atiende, las disputas por el agua serán un terrible dolor de cabeza para la estabilidad de la sociedad India", dice Mohan Katarki, un abogado que representa al estado de Karnataka en una disputa por el agua con Andhra Pradesh. Estos dos estados están discutiendo en los tribunales la altura de una presa en el río Krishna, que podría afectar la cantidad de agua disponible para el uso en ambos estados.
China ya está practicando lo que algunos llaman "el juego de suma cero de la gestión del agua". El juego de suma cero – cuando las autoridades le quitan agua a un usuario para dársela a otro – tiene lugar entre las zonas en competencia del país y entre los tipos de uso en competencia, como cuando las ciudades compiten con los agricultores. El río Amarillo, en China, es un caso clásico del juego de suma cero. El río está tan sobreexplotado que en el último decenio todos los años quedó seco durante 70 días, término medio, antes de desembocar en el mar Bohai. En 1995 el período seco se extendió por 122 días. En 1996, uno de los pocos años en que hubo bastante agua para regar los cultivos de las aldeas agrícolas cercanas a la desembocadura del río, las autoridades públicas ordenaron no tocar ni una gota de agua. Toda el agua que corría por las tierras resecas se destinó a los yacimientos petrolíferos del estado más cercanos a la desembocadura.
Además, para satisfacer las necesidades urbanas, el gobierno de China está proyectando construir un enorme acueducto que transportará agua del embalse de Danjiangkou, en la provincia de Henan, a Beijing, a través de 1.300 kilómetros de tierras dedicadas a la intensa explotación agrícola – tierras que también necesitan agua para la producción de alimentos.
Si China desvía demasiada agua de las tierras dedicadas a la agricultura, la producción de granos probablemente ha de sufrir las consecuencias y China se verá obligada a importar más granos. Pero otros países productores de granos tienen pocas probabilidades de incrementar las exportaciones, advierte el Worldwatch Institute. En Estados Unidos y Europa, por ejemplo, los incrementos de la productividad agrícola apenas se mantienen al mismo ritmo que los incrementos de la población. Australia y Canadá dependen de la agricultura apenas se mantienen al mismo ritmo que los incrementos de la población. Australia y Canadá dependen de la agricultura de secano y están limitados por las escasas lluvias. De modo que la "escasez de agua de China pronto podrá convertirse en escasez mundial de granos", predice el Worldwatch Institute. La demanda en aumentos de granos en China podría provocar el alza de los precios en el mercado mundial y ponerlos fuera del alcance de algunos países pobres.
Conflictos regionales. En casi todos los países donde escasea el agua, la amenaza de conflictos regionales por este limitado recurso está surgiendo como un serio problema. En África, por ejemplo, unos 50 ríos sirven, cada uno de ellos, a dos o más países que lo comparten. En particular, el acceso al agua de las cuencas del Nilo, el Zambezi, el Niger y el Volta es una posible fuente de conflictos.
En Asia Central, la cuenca del mar de Aral es fuente de numerosos conflictos internacionales por el agua. Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajstán, Kirguizitán y Tayikistán dependen para su supervivencia de las aguas de los ríos Amu Darya y Syr Darya. El curso de ambos ríos se ha desviado casi totalmente para alimentar cultivos de regadío intenso, como algodón y arroz. Generalmente sólo llega un hilo de agua al mar de Aral. A medida que aumenta la demanda de esta agua, crece el desacuerdo de los países respecto a su división, y las cinco repúblicas del Asia Central demandan una mayor parte. Las disputas están aumentando entre los quirguices y los uzbecos por el agua y las tierras del fértil valle de Fergana; entre los quirguices y los tayiks por la asignación del agua para el riego del Syr Darya; y entre los turkmenistanos y los uzbecos por la distribución del agua de riego del Amu Darya.
En los Estados Unidos, el río Colorado, que corre a través de la parte sudoeste del país, ha alimentado la agricultura de regadío y ha permitido el crecimiento explosivo de las ciudades del desierto. Pero ahora la demanda de agua del río para el riego y el uso urbano se ha vuelto tan grande que el río ya no llega a su desembocadura en el golfo de California en México. Sus aguas terminan en un chorro delgado en algún lugar del desierto al sur de la frontera entre México y Estados Unidos. La prematura desaparición del río ha sido causa de altercados entre estos dos países.
CONSERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS.
Prescindiendo del uso que se le dé al agua – sea para la agricultura, la industria o los servicios municipales – hay grandes posibilidades de mejorar su conservación y aprovechamiento. El agua se desperdicia en casi todas partes. Hasta que realmente escasea, casi todos los países y casi todas las personas consideran natural tener acceso al agua dulce.
"Tenemos que dejar de vivir como si tuviéramos suministros infinitos de agua y empezar a reconocer que debemos lidiar con serias restricciones", han advertido Falkenmark y sus colegas. La pregunta a tono con la realidad no es "¿cuánta agua necesitamos y dónde la conseguimos?" sino "¿cuánta agua hay y cómo podemos aprovechar mejor?" O sea que debemos regular mejor la demanda de agua en lugar de continuar concentrándonos en una gestión orientada hacia el suministro.
En los que respecta a la demanda, una variedad de medidas económicas, administrativas y comunitarias pueden ayudar a conservar agua inmediatamente. A la larga, la desaceleración del crecimiento de la población contribuirá a contener el incremento de la demanda de agua y ayudará a ganar más tiempo para elaborar mejores estrategias de conservación y aprovechamiento del agua.
AHORRO DEL AGUA EN LA INDUSTRIA
La industria hace uso intensivo del agua. Así, por ejemplo, para fabricar una tonelada de acero pueden consumirse hasta 300 toneladas de agua. En los países desarrollados las industrias usan entre la mitad y las tres cuartas partes de toda el agua extraída, en comparación con el promedio mundial de aproximadamente la cuarta parte (139).
Empujadas por los reglamentos más rígidos y la necesidad de recortar los costos, las industrias con uso intensivo de agua como las de productos químicos, hierro y acero, y pulpa y papel han dado grandes pasos para reducir la cantidad de agua necesaria para la producción. En algunos países estas industrias están recuperando y reciclando el agua en los actuales procesos de producción, y también rediseñando estos procesos para que requieran menos agua por unidad de producción. Considérense los siguientes ejemplos:
En los Estados Unidos, el uso de aguas industrial disminuyó más de un tercio entre 1950 y 1990, mientras que la producción industrial casi se cuadriplicó.
En la ex Alemania Occidental la cantidad de agua utilizada en la industria hoy día es la misma que en 1975, mientras que la producción industrial ha aumentado casi un 45%.
En Suecia las estrictas medidas de control de la contaminación han logrado reducir a la mitad el uso del agua en la industria de la pulpa y el papel, mientras que la producción se ha duplicado en poco más de un decenio.
En los países en desarrollo, por otra parte, hay un enorme campo para ahorrar agua en la industria. Tomemos China, por ejemplo. La cantidad de agua que se necesita para producir una tonelada de acero oscila entre 23 y 56 metros cúbicos, mientras que en los Estados Unidos, Japón y Alemania el promedio es menos de 6 metros cúbicos. De manera similar, una tonelada de papel producido en China requiere alrededor de 450 metros cúbicos de agua, el doble del volumen utilizado en los países europeos.
CONSERVACIÓN MUNICIPAL DEL AGUA
Para conservar agua destinada al uso personal en las ciudades (inclusive la de uso doméstico y municipal) se requiere regular tanto el suministro como la demanda de agua. Gran parte del agua suministrada por las municipalidades se pierde antes de llegar a los consumidores, por fugas en las cañerías principales, tuberías y grifos, o por extraérsela de grifos ilegales. Además, cuando los consumidores tienen acceso conveniente al agua corriente, usan mucho más de lo que realmente necesitan. En los Estados Unidos, por ejemplo, se usan para fines personales 600 litros por día, término medio, en comparación con 50 litros por día en la India.
Suministro. El suministro municipal de agua enfrenta problemas en casi todas partes. En una encuesta realizada en 1986 de 15 ciudades latinoamericanas se encontró que los sistemas municipales perdían entre 40% y 70% del agua. En la India más del 40% de toda el agua suministrada por las municipalidades se pierde en tránsito, antes de que pueda llegar a los consumidores. Aún en Malta, uno de los países con mayor tensión hídrica, 30% del agua destinada a los consumidores se pierde por fugas del sistema.
Los sistemas de abastecimiento municipal no tienen por qué perder tanta agua. Por ejemplo, Ginebra, en Suiza, pierde sólo 13% del agua en el camino de la fuente al consumidor. Si en la mayoría de las ciudades se ajustarán las juntas de las cañerías y se arreglaran las fuentes de agua pública y las conexiones domiciliarias que pierden, se recuperaría más de un tercio del agua que actualmente se desperdicia. Según se estima, Yakarta, Indonesia, por ejemplo, podría reducir las pérdidas de agua en un 20% si se repararan los caños de distribución que pierden, recuperándose así casi 45.400 millones de litros de agua por año, lo suficiente para abastecer de agua corriente a 800.000 habitantes más.
Muchas ciudades podrían regular mejor el suministro de agua si pudieran eliminar los grifos ilegales. En las Filipinas, por ejemplo, el Concejo Regulador del Agua ha estimado que hay unas 20.000 conexiones ilegales en el sistema de abastecimiento de agua de Manila, tanto domésticas como comerciales, que extraen más de 200.000 metros cúbicos de agua por día. En virtud de los términos de la Ley sobre la Crisis del Agua de 1995, cualquiera que se encuentre robando agua puede recibir una multa o ir a la cárcel.
Demanda. "Lentamente se está difundiendo la idea de que el mejor camino para llegar a la seguridad hídrica es la regulación de la demanda y no continua lucha por satisfacerla", ha observado la hidróloga Sandra Postel. En la regulación de la demanda se aplican varios métodos para conservar agua, inclusive políticas económicas, notablemente la fijación de precios, legislación y reglamentos, como las restricciones a ciertos tipos de uso del agua; soluciones técnicas, como la instalación de constrictores al caudal del agua y participación pública y comunitaria.
Por ejemplo, en la reunión de 1998 de la Comisión para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, numerosos delegados argumentaron a favor de un planteamiento económico en los países con sistemas adecuados de distribución del agua. En estos países el agua podría tratarse como una mercancía y venderse a los consumidores a precios que reflejen su valor a fin de estimular la conservación. Los siguientes son otros ejemplos de medidas que podrían ayudar a reducir la demanda municipal.
MAYOR USO DE APARATOS DOMÉSTICOS QUE AHORRAN AGUA
Códigos de construcción que requieren la instalación de inodoros que funcionan con menos agua en las nuevas construcciones.
Jardinería que requiera poco agua – jardinería xerófita – en zonas áridas y semiáridas.
Esas medidas podrían adoptarse tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. La ciudad de México ofrece un ejemplo: esta megaciudad depende del agua freática que más del 80% del suministro municipal. El bombeo del agua subterránea extrae 50% a 80% más agua que la que vuelve a cargar naturalmente el acuífero. Como resultado, los niveles del agua freática han bajado, no sólo reduciendo el futuro suministro de agua, sino también ocasionando el hundimiento del terreno y dañando los edificios. La ciudad ha tenido que importar agua de lugares cada vez más lejanos.
La ciudad de México ha abordado este problema con una estrategia polifacética de conservación del agua. En 1989 el gobierno municipal adoptó estrictas normas de eficiencia para todos los nuevos dispositivos y artefactos de las instalaciones sanitarias domésticas. Un año después subió los precios del agua, estimulando así a los residentes a instalar más grifos y artefactos con uso más eficiente del agua. Además, la ciudad exigió que todos los nuevos inodoros instalados no debían usar más de 6 litros por descarga de agua, en comparación con los inodoros corrientes que promedian 16 litros por descarga. En 1991 se habían instalado más de 350.000 inodoros con baja descarga de agua, ahorrándose así 28 millones de metros cúbicos de agua por año – lo suficiente para satisfacer las necesidades domésticas anuales de 250.000 personas adicionales. Los infortunios relacionados con el agua están lejos de desaparecer, pero se ha logrado reducir la opresiva demanda impuesta al sistema de abastecimiento de agua.
En la mayoría de los casos, la introducción de una estructura de precios que valore correctamente el agua puede cambiar considerablemente las cosas. Por ejemplo, cuando la empresa pública reguladora del agua de Bogor, Indonesi, triplicó, y en algunos casos cuadriplicó los precios del agua, el consumo doméstico mensual de agua bajo un 30% en menos de un año. La empresa pudo conectar más viviendas al sistema existente de abastecimiento de agua y se libró de construir un nuevo sistema.
EL PROBLEMA DE LA CONTAMINACIÓN
La contaminación está muy generalizada. Pocos países, sea en desarrollo o industrializados adecuadamente la calidad del agua y han controlado su contaminación. Muchos países carecen de normas para controlar el agua de manera adecuada, mientras que otros no pueden hacer cumplir las normas de calidad del agua.
Cada vez más, las organizaciones para el desarrollo internacional piden que los países en desarrollo dediquen más atención a la protección y el mejoramiento de la calidad del agua. El mundo desarrollado también debe gastar y esforzarse más para limpiar las corrientes de agua degradadas, o el desarrollo se detendrá y la calidad de la vida decaerá.
EL PEOR CONTAMINADOR DEL AGUA
La agricultura es el sector que más contaminación produce, más aún que las industrias y las municipalidades. En prácticamente todos los países en los que se aplican fertilizantes agrícolas y plaguicidas, se han contaminado acuíferos subterráneos y el agua de superficie. Los desechos animales son otra fuente de contaminación persistente en algunas zonas. El agua que vuelve a los ríos y arroyos después de haberse utilizado para el riego está a menudo seriamente degradada por el exceso de nutrientes, salinidad, agentes patógenos y sedimentos que suelen dejarla inservible para cualquier otro uso posterior, a menos de tratarla – habitualmente a gran costo – en instalaciones depuradoras de agua.
En Estado Unidos, los productos químicos usados en la agricultura, los sedimentos de la erosión y los desechos animales han ensuciado más de 278.000 kilómetros de vías fluviales. Se dice que la agricultura es responsable de 70% de la actual contaminación del agua en los Estados Unidos. En la India, que depende de la agricultura de regadío para abastecerse de alimentos, más de 4 millones de hectáreas de tierra de alta calidad han quedado abandonadas a raíz de la salinización y el anegamiento causado por el riego excesivo.
La tremenda producción de contaminantes del mundo pone a prueba la capacidad de las corrientes de agua para asimilar o librarse de la contaminación. Los ingenieros hidráulicos tienen un dicho: "la solución de la contaminación es la dilución". Este axioma está asumiendo dimensiones alarmantes. Todos los años se arrojan a los ríos, arroyos y lagos aproximadamente 450 kilómetros cúbicos de aguas servidas. Para diluir y transportar esta agua sucia antes de volverla a usar se necesitan otros 6.000 kilómetros cúbicos de agua limpia – un volumen igual a unas dos terceras partes del total anual de la escorrentía de agua dulce utilizable del mundo. De continuar las tendencias actuales, a mediados del próximo siglo se necesitaría todo el caudal fluvial estable del mundo sólo para el transporte y dilución de los contaminantes, según estima la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Países industrializados. Europa y Norteamérica confrontan enormes problemas de contaminación dela gua. Más de 90% de los ríos de Europa tienen altas concentraciones de nitrato, sobre todo de productos químicos utilizados en la agricultura, y 5% de ellos tienen concentraciones por lo menos 200 veces mayores que los niveles naturales de nitrato comunes de los ríos no contaminados. En Polonia, tres cuartas partes del agua de los ríos del país están demasiado contaminadas aún para uso industrial.
Más de la mitad de los lagos de Europa son eutróficos a causa de la sobrecarga de nutrientes agrícolas y municipales. La eutrofización es un proceso que ocurre cuando un exceso de nutrientes estimula el crecimiento de algas, las que, cuando se mueren y descomponen, quitan oxígeno al agua. En Europa la eutrofización se ha convertido en uno de los problemas más serios que afectan el agua dulce y los ambientes marinos cercanos a la costa.
La contaminación del agua subterránea en Europa está empeorando. Dentro de 50 años es probable que los acuíferos subterráneos de Europa Occidental y Central estén contaminados con plaguicidas y fertilizantes. De los 1.600 campos de pozos perforados para extraer agua subterránea en Hungría, 600 ya están contaminados, principalmente con productos químicos utilizados en la agricultura (83). En la República Checa, 70% de las aguas de superficie están sumamente contaminadas, sobre todo con desechos municipales e industriales. Un 30% de los ríos del país están tan sucios con contaminantes que no hay pez que sobreviva. En Estados Unidos, 40% de las aguas de superficie no son aptas para bañarse ni para pescar, y 48% de los lagos son eutróficos.
Países en desarrollo. La contaminación es un problema inquietante en los países donde la población está creciendo rápidamente, las demandas del desarrollo son grandes y los gobiernos tienen otras prioridades para las inversiones. En los países en desarrollo, 90% a 95% término medio, de las aguas negras domésticas y 75% de los desechos industriales se descargan en aguas de superficie sin ningún tratamiento de ninguna clase.
Los 14 ríos principales de la India están muy contaminados. Estos ríos transportan, juntos, 50 millones de metros cúbicos de aguas negras sin tratar por año a las aguas adyacentes a la costa de la India. Todos los días la ciudad de Nueva Delhi arroja 200 millones de litros de aguas negras sin tratar y 20 millones de desechos industriales al río Yamuna, cuando este pasa a través de la ciudad, camino del Ganges.
En Tailandia y Malasia el agua está tan contaminada que los ríos suelen contener 30 a 100 veces más agentes patógenos, metales pesados y sustancias tóxicas de la industria y la agricultura que lo permitido por las normas de salud del gobierno.
Más de tres cuartas partes de 50.000 kilómetros de importantes ríos de China están tan llenos de contaminantes y sedimentos que ya los peces no pueden vivir en ellos. En 1992 las industrias de China descargaron 36.000 millones de toneladas métricas de efluentes no tratados o parcialmente tratados en ríos, arroyos y aguas adyacentes a la costa. En secciones del río Liao, que corre a través de una parte sumamente industrializada del norte de China, se murieron en 1986 casi todos los organismos acuáticos dentro de un radio de 100 kilómetros cuando, en un período de tres meses, se arrojaron al río 1.000 millones de toneladas de desechos industriales.
En el Gran Sao Paulo, Brasil, todos los días se arrojan al río Tieté 300 toneladas métricas de efluentes no tratados de 1.200 industrias al pasar el río por la ciudad. Como resultado, el río contiene altas concentraciones de plomo, cadmio y otros metales pesados. La ciudad también descarga en el río unas 1.000 toneladas métricas de aguas negras por día, de las cuales sólo 12% se someten a algún tratamiento.
Karachi, la mayor ciudad de Pakistán, ha abrumado por completo la capacidad de sus anticuadas instalaciones de depuración de aguas servidas. A raíz de las frecuentes averías y atascamientos de las cañerías, estas instalaciones a menudo operan a 15% de su capacidad como máximo. La mayor parte de todas las aguas servidas se filtran en el suelo circundante, contaminando los pozos de donde sacan agua para beber los residentes de la ciudad.
Contaminantes industriales y municipales. Aunque la agricultura sigue siendo la fuente más grande de contaminación del agua, los desechos de las industrias y municipalidades han aumentado enormemente en los últimos decenios. Se estima que entre 200 y 400 productos químicos importantes contaminan los ríos del mundo. Los contaminantes industriales, como los desechos de las fábricas de productos químicos, suelen arrojarse directamente a las vías fluviales. El agua arrastra también sales y aceites de las calles de las ciudades. En los vertederos industriales y municipales se produce la lixiviación de metales pesados y cloros orgánicos.
Además, contaminantes como el dióxido sulfuroso y los óxidos de nitrógeno que se combinan en la atmósfera para formar lluvia ácida, han tenido amplio efecto en los ecosistemas de agua dulce y terrestre. La lluvia ácida hace bajar el pH de los ríos y corrientes de agua. A menos que el calcio (contenido en la piedra caliza) las amortigüe, las aguas acidificadas matan a muchos peces sensibles a la acidez, inclusive el salmón y la trucha. En el suelo, los ácidos pueden liberar metales pesados, como plomo, mercurio y cadmio, que luego se cuelan en las vías de agua.
Algunos de los peces contaminantes son las sustancias químicas sintéticas. En el mundo se usan comúnmente unos 70.000 sustancias químicas diferentes. Se estima que todos los años se introducen 1.000 compuestos nuevos. Muchos de ellos llegan a los ríos, lagos y acuíferos subterráneos. En los Estados Unidos solamente, se han detectado más de 700 sustancias químicas en el agua para beber, 129 de las cuales se consideran sumamente tóxicas.
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