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Psiquismo y elementales (página 2)


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Esta es la razón por la cual se insiste por el respeto y el amor que se ha de tener por la flora, la fauna y toda la naturaleza que viene formando parte de nuestro ser y de nuestro entorno, siendo esta, la máxima expresión creadora de la Divinidad.

Mi profundo agradecimiento para quienes cooperaron de cualquier manera, que creyeron en este proyecto haciendo posible su cristalización.

LIBARTM.

Introducción

La Doctrina Espírita, codificada por el sabio y científico francés Allan Kardec, es amplia en cuanto a conocimiento sobre asuntos de la espiritualidad. Partiremos del Capítulo I que habla sobre el origen y naturaleza de los espíritus, comenzando con la pregunta 76, de El Libro De Los Espíritus.

"Dios creó a los espíritus simples e ignorantes." Y dentro del mismo capítulo los clasificó en tres órdenes y diez clases.

La décima clase se refiere a los más primarios. No hace referencia a los espíritus de los animales dentro de esa clasificación. Sin embargo, en la pregunta No. 76 ¿Qué definición puede darse de los espíritus? Puede decirse que los espíritus son los seres inteligentes de la creación que pueblan el universo fuera del mundo material.

Pregunta No. 79 ¿Puesto que dos elementos afirmar que los Espíritus están formados del elemento inteligente, así como los cuerpos inertes se hallan integrados por el elemento material?

Respuesta: "Evidentemente: Los Espíritus son la individualización del principio inteligente, del modo que los cuerpos constituyen la individualización del principio material; lo que desconocemos es la época y la manera de esa formación".

Partamos de que nuestro psiquismo inició su crecimiento acompañado de la chispa divina y haciendo parte del espíritu grupal, por esta razón el Espiritismo y otras doctrinas filosóficas afirman que Dios mora en nosotros y que a través de la meditación encontramos al Dios interno. Además, está presente en todos los reinos de la naturaleza.

El principio divino contribuye a desarrollar el psiquismo en los seres vivos hasta llegar al hombre, para hacerlo co-creador y cooperador en la obra de la creación: duerme en el mineral, despierta en el vegetal, siente en el animal y piensa en el hombre.

El mundo espiritual superior, en su momento, nos dará a conocer nuevas revelaciones, en las que conoceremos cosas que la codificación kardeciana no reveló por considerarlo inoportuno, y no prudente para una humanidad no preparada e inmadura para recibir tan complejos y prematuros conocimientos.

Por otro lado, Allán Kardec, afirmó que sus continuadores recibirían otras revelaciones. Más luego el hombre alcanzará mayor raciocinio, inteligencia, sensibilidad e interés por conocer con profundidad lo divino.

Se comprende que Dios además de ser el creador, es el administrador perfecto del universo y su organigrama es demasiado complejo para nosotros descifrarlo. Pero, muchos aspectos de su maravillosa obra alcanzan a ser comprendidos por el aporte de los ingenieros siderales de muchas jerarquías, o como dicen en la Teología: Ángeles, Arcángeles y Serafines, llamados también Regentes, Logos o Devas en otras filosofías espiritualistas.

Estos espíritus superiores cumplen tareas de acuerdo con su evolución, cooperando en los reinos de la naturaleza y en los componentes de los mismos, como agua, aire fuego, flora y tierra. Para que ello sea posible, es necesario la creación de artefactos robots, llamados elementales ficticios o artificiales como: sílfides del aire, ondinas de las aguas, salamandras del fuego, hadas de las flores y gnomos de la tierra. Las hadas de las flores como otros elementales de la floresta presentan características muy polifacéticas de acuerdo con el ambiente psicológico y lugares geográficos del planeta, así lo describen C.W. Leadbeater y Franz Hartman en la obra Los Elementales.

Los ocultistas tienen como representante más expresivo a la teosofía, movimiento fundado en 1875 por la rusa Helena P Blavatski, sus fuentes de información fueron las escrituras de Oriente "tomadas de relatos de clarividentes". Las teorías teosóficas generalmente son abstractas y complicadas, exigiendo de los estudiosos exhaustivos esfuerzos para adquirir la llave que descodifica su vocablo, y la hermética filosofía.

La teosofía es concordante con algunos puntos del espiritismo, empero también hay muchas divergencias.

En el libro de los espíritus la pregunta respecto a los espíritus de la naturaleza es analizada desde la 536 a la 540 en ellas Kardec confirma la existencia y la participación de entidades en los fenómenos naturales, empero deja en claro que estos no hacen parte de alguna categoría especial en el mundo de los espíritus propiamente dicho. O sea, espíritus libres en el proceso rencarnatorio. En este caso, estaría solamente haciendo referencia a los elementales ficticios.

Estos elementales, llamados ficticios o artificiales son incipientes, carentes de espíritu y por lo tanto mortales en el sentido de la palabra, son los que trabajan incesantemente en el laboratorio de la naturaleza. Obedecen a sus creadores y conductores, como a otras mentes vigorosas que los manipulan. No olvidemos que el hombre alcanza niveles psíquicos que lo tornan co-creador, y en la medida en que crece espiritualmente, mayor responsabilidad y deseo de trabajar se despierta en el espíritu.

Refiriéndonos a los ángeles, estos no son como la Teología los describe, o como Miguel Ángel y Vernini los pintara; en un ambiente lírico y místico, mostrándolos contemplativos.

En un edén fantástico, en expresión de beatitud perniciosa, y como criaturas piadosas privilegiadas por Dios. Si en esos tiempos los hubiera esculpido Botero, su obesidad tendría plena correspondencia a la vida sedentaria y placentera como estos son presentados. La Teología dice que fueron creados bellos y sabios para que vivan en permanente gozo, sin haber pasado por el trasegar de las múltiples reencarnaciones en el mundo de las formas. ¿Será que Dios fue injusto o se equivocó, dándole a estos, este privilegio, mientras el resto de sus criaturas creadas necesitan de millones de años ajustados a la ley de la palingenesia y reencarnación, para un día alcanzar la Angelitud?

No hay privilegio ni discrepancia en la angelización del espíritu creado por Dios. La ley funciona con absoluta ecuanimidad y bajo inmutable sabiduría, a través de la cual Dios providencia la felicidad de sus hijos; no hay injusticia ni protección que recuerden los recursos de los políticos de nuestro mundo.

El ángel tampoco es un autómata guiado por hilos invisibles, sino el producto del esfuerzo propio, sin que se anule, por lo tanto, el estimulo ascensional ante cualquier intervención extranatural de lo alto.

Miremos en el libro de los espíritus las preguntas 128 a la 130 y en el capitulo lll del cielo y el infierno.

Recomendamos leer El Sublime peregrino y El Evangelio a la luz del Cosmos de RAMATIS.

Los espíritus de la naturaleza o elementales

Como decíamos anteriormente, muchos han escrito acerca de los elementales interpretando mal los fenómenos en su origen, los describen como criaturas en una evolución aparte de la humana, con poderes mágicos y sentimientos caprichosos.

Retomamos la obra Mediumnidad, de Edgar Armond con el siguiente texto: "llamamos elementales naturales a aquellos que se inician en los reinos mineral, vegetal y animal hasta llegar al reino hominal". Las almas de los vegetales y los animales son elementales naturales. Este proceso lo explica muy bien André Luiz, en la obra Evolución en Dos Mundos psicografiada por el médium Brasileño Chico Xavier. Igualmente, el señor Rino Curti en su obra Espiritismo y Evolución.

André Luiz y otros instructores espirituales, enseñan que el hombre es creador de formas pensamiento con caracteres tan extraños que su aspecto y función depende del propósito y la calidad del pensamiento. La entidad espiritual Atanagildo en la obra La Vida Más Allá de la Sepultura, psicoagrafiada por el médium Hercilio Maes, del Brasil, toca de manera muy interesante este tema

. Nos dice Ramatis en mensajes del astral páginas 350 a la 351:

"Las palabras creadas por los hombres no revelan toda la verdad creada por Dios. Como Dios está en todo lo que creó, indudablemente no existe algo específicamente "divino" o "no divino" que se encuentre fuera de Él. Esa concepción es para el progreso y mejor comprensión de la mente humana, necesaria para el alma que balbucea el alfabeto espiritual.

Los Ingenieros Siderales son, en realidad, indescriptibles inteligencias arcangélicas que actúan en la región interna de las fuerzas arquetípicas de los mundos, en las propias "matrices" siderales, que permanecen latentes en la mente del creador. Constituyen los núcleos vivos de energías espirituales que alimentan la vida en los diferentes reinos de los mundos físicos que compusieron por la poderosa voluntad del Padre.

Después de la consolidación de esos mundos materiales, surge la indescriptible jerarquía menor de trabajadores, a los cuales Los Iniciados saben que los mundos físicos y astrales son constituidos por tejidos vivos, confeccionados con las energías potenciales, actuantes en los cuatro reinos de la Naturaleza. Tradicionalmente, esas fuerzas son conocidas en el reino del fuego como salamandras; en el reino del agua, como nereidas u ondinas; en el reino de la tierra, como gnomos, y en el reino del aire, como sílfides y hadas. Esas fuerzas vivas, policromicas, que poseen configuraciones visibles, son muy familiares para los clarividentes "positivos", es decir, para aquellos que realmente dirigen su facultad y ven lo que desean, diferenciándose de los clarividentes "pasivos", que solo ven lo que las entidades invisibles determinan que vean, Los Ingenieros Siderales actúan en lo intimo de esas fuerzas vivas, sutilísimas e inquietas, que en incesantes movimientos vertiginosos se colocan bajo el control de esa consciencia planetaria, así como el alma humana coordina las energías que se distribuyen por el cuerpo físico, colocándolas con relación con el mundo exterior.

En el caso de las formas pensamiento que también son elementales ficticios, no tienen vida propia, ni son de duración permanente. Los creamos con nuestros actos y pensamientos.

Nos dice Ramatis en la Obra Magia De Redención:

Las ondas mentales transmiten los sentimientos, las divagaciones y reminiscencias de la especulación propiamente psíquica, las formas pensamiento remarcan las figuras con nitidez o configuran símbolos de una naturaleza objetiva y comprensible para los clarividentes. A través de la onda mental, el clarividente bien desenvuelto llega a ver a la persona que lo transmitió mientras que la forma pensamiento se impone por su propia imagen.

El pensamiento produce una serie de vibraciones en el cuerpo mental, y éste proyecta una porción del mismo, en conexión de la materia mental circundante. Del fenómeno citado se genera una forma pensamiento simple y pura, cuya configuración, radiación, vitalidad, brillo y color, perdura tanto como sea la fuerza o la convicción del que la emite.

La forma pensamiento, también se conocer como elemental artificial, pareciendo una entidad viviente temporal, pero dotada de actividad y animada por la idea madre del que la generó. Es un producto del alma, pero robustecida por la esencia elemental vivificante y electrónica del cuerpo. Cuando es maligna trata de imponerse sobre la persona escogida como víctima e incorpora en su trayectoria, la fuerza vital y salvaje que se desprende de las fuerzas del odio, envidia, celo, o venganza. Es tan obstinada como la semilla arrojada en el surco de la tierra, que a pesar de la sequedad del suelo y la acción destructora de los parásitos, siempre trata de sobrevivir.

La forma pensamiento está hecha de materia sutilísima y aunque para algunos sea un producto de la fantasía, podemos asegurar que se equivocan rotundamente, puesto que aparte de estar sobrecargada de sustancia mental y por ende astralina, se fortifica y vitaliza por el éter físico, que se desliza por el doble etérico humano, como también se impregna de la electricidad y del magnetismo biológico de la persona. Electrizándose en su curso benéfico o maléfico, alcanza el objetivo cual dardo creador o destructor, valiendo la intención y el poder de aquel que la proyecta.

En la obra Los Espíritus de la Naturaleza de CW. Leadbeter y Franz Hartman dice que los elementales ficticios que trabajan en la naturaleza monitoreados por mentores espirituales, llegan a aficionarse tanto por los seres humanos, o por su conductor, que se reencarnan en el reino hominal para lograr la inmortalidad, burlando todo proceso evolutivo.

Afirman, además, que tales elementales suelen comunicarse en los Centros Espíritas, en las sesiones mediúmnicas, para producir fraudes y mistificación. En esto coincide otro autor, el Señor M. En su libro Dioses Atómicos quien además les atribuye poderes divinos y satánicos, afirmando además que los dioses atómicos o elementales pueden hacer involucionar al hombre.

De manera enérgica queremos decir, que nada de esto es posible, que los elementales ficticios ni los naturales, pueden comunicarse a través de los Médiums Espiritas o de cualquier otra doctrina o movimiento filosófico, por una sencilla razón:

No hay correspondencia vibratoria entre la psiquis del animal y el hombre y mucho menos entre el elemental artificial, que no es poseedor de psiquismo alguno, pues es una máquina que aunque muy compleja, no tiene voluntad ni pensamiento propio.

No dudamos de la existencia de animales con una psiquis bastante desarrollada, en la que ya hay muestras de sentimientos e inteligencia, como observamos en algunos cetáceos, perros, caballos, monos, y hasta algunas aves etc. sin embargo, muy lejos de estar al nivel del psiquismo humano. Manifestamos total desacuerdo y rechazo a tan absurdas teorías.

Consideramos a los elementales ficticios o artificiales como equipos robots fabricados de manera extraordinaria e ingeniosa, pero como dijimos anteriormente, sus mecanismos no razonan y sus frecuencias no tienen correspondencia con cualquier psíquico, lo que hace imposible que pueda ocurrir intercambio. Estamos sujetos a leyes de peso específico; de esto no cabe duda.

Los elementales artificiales no tienen conciencia de lo que hacen, razón por la cual encontramos a seres humanos malvados que los utilizan para hacer el mal, como se ha comprobado en algunas secciones mediúmnicas.

Los botánicos en las tribus aborígenes tienen un gran respeto. por los elementales de todo orden, en la tarea de recolección de plantas medicinales y espirituosas llevan a cabo previamente una especie de rito en el que piden permiso al elemental, para luego hacerle la solicitud de ayuda o colaboración para con los enfermos que van a tomar el compuesto de tales plantas.

Cuando se invoca al elemental de una planta, lo que ocurre como respuesta positiva manifestando sus bondades, es el espíritu grupal de la especie; ese psiquismo que, aunque considerado muy incipiente, tiene el aval divino, para desdoblar su química en vibración de bondad y servicio hacia su invocador.

Decíamos que el psiquismo inicia su evolución acompañado de la chispa divina. Esta establece el instinto en los seres vivos, desde aquellos con cuerpo muy rudimentario, los cuales una vez por la evolución lleguen al reino hominal, de ahí en adelante, se va tornando menos instintivo y más intuitivo haciéndolo evolucionar.

CHARLES DARWIN, con la teoría de la evolución, realizó un gran aporte a la humanidad en su época. Hoy la ciencia descubre aspectos más complejos de la cadena evolutiva. Y cuando esta acepte que paralelamente con la forma, evoluciona el espíritu, se puede entender mejor el comportamiento de los seres vivos y la complejidad de la psiquis.

Se afirma y especula que existen seres afines o espíritus gemelos (almas gemelas) muy semejantes en sus caracteres físicos. La disparidad siempre existirá por cuanto que los senderos trasegados por los Espíritus en la vida evolutiva no son exactamente los mismos; y aunque parecidos corporalmente, diferentes en sus valores espirituales.

En los reinos vegetal y animal, el espíritu incursiona por diferentes atajos, no es obligado a seguir una línea u orden riguroso en todas las especies, variedades, tipos, clases, familias o razas. En el futuro, en razón del despertar y mayor conciencia del ser humano, la personalidad con sus arquetipos adquiridos, la fisiología y la morfología variarán de perfil, por cuanto nuestro progreso por el sendero de la evolución, se hará en mundos más adelantados de acuerdo con nuestro progreso moral, como lo enseña EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.

En los reinos vegetal y animal, hay tantas y aparentes excentricidades, que aún nos es difícil llevar a cabo una minuciosa secuencia sobre la evolución de los seres vivientes. Tantos especímenes raros y de aspecto aparentemente chocante; por repulsivos que nos parezcan, cumplen tareas específicas dentro del ecosistema de los diferentes mundos, tanto materiales como paralelos. Todas las especies están predestinadas a avanzar a través de las formas; y espiritualmente, para alcanzar el reino humano, y más luego el Angelical. Todo en el Universo es dinámico, nada hay estático, todo cambia y todo marcha hacia la perfección; aunque esta verdad nos cueste a los seres humanos comprender. En consecuencia se dice: "Dios escribe derecho, con letras torcidas".

No existe razón alguna que justifique menospreciar y detestar a los seres que se nos presentan raros o repulsivos y hasta peligrosos, que posiblemente lo son en apariencia; mientras no se les perturbe en su medio natural. Es siempre el hombre que, carente de principios y amor por la Creación, invade, altera el hábitat y la tranquilidad de los animales.

El ser humano será siempre el más terrible depredador; además de ser un bárbaro destructor de todo cuanto existe en el planeta. Solamente, cuando éste alcance niveles elevados de conciencia, se tornará respetuoso y vivirá en armonía con las demás criaturas vivientes. Comprenderá, entonces, que estas criaturas son nuestros hermanos menores, merecedores de nuestra mayor consideración. Recordemos, que en cada ser viviente mora una fracción de Dios, esto llevó a decir al maestro Jesús: "vosotros también sois dioses": metafóricamente se dice que nuestro cuerpo humano es un microcosmos y nuestro espíritu un micro- Dios.

Esa porción de la Divinidad haciendo parte del hombre integral, no nos conduce al panteísmo. Por el contrario, espiritualmente nos inmortaliza, fortaleciendo nuestro Yo, para conservar la individualidad eternamente. Esto se conquista, en todas nuestras luchas reencarnatorias, en la vida física y en los diferentes mundos paralelos, convirtiéndose todas las vivencias, en patrimonio eterno del espíritu. Esa individualización de conciencia, solo sucede después del descenso vibratorio y psíquico, desde la forma galáctica, constelatoria y planetaria hasta ultimar su filtración por la intimidad de todos los reinos de la naturaleza y definitivamente en el hombre, como lo más avanzado y precioso.

La conciencia Espiritual de Dios es la única dirección, control y fundamento en el universo. Ella puede disponer de tantos centros de gobiernos psíquico en el macro o microcosmos, con forme sean las características creadoras exigidas en los campos, sistemas o unidades de la vida.

1.1 FORMAS PENSAMIENTO

Después de la muerte de la Médium Helena P Blavastsky, en 1871, sus discípulos C. W. Leadbeater y Annie Besan, dieron a la luz el libro: "Toughtforms" (Formas Pensamiento), lanzado en el Brasil por la editora pensamiento. Las investigaciones de los dos Teosofistas, de los trabajos del Dr. Hippolite Baraduc, en la expectativa de confirmar, como realmente lo hacen las informaciones tomadas a través de la clarividencia. Los pensamientos- emociones, irradiados por una persona, mostraron que el contenido moral de los pensamientos determinaba las formas: Odio, amor, felicidad, agresividad, miedo frustración; cada pensamiento producía imagen distinta y especifica.

Leadbeater y Annie Besant concluyen que las investigaciones que realizaban podrían revolucionar la ciencia que, finalmente, podría envolverse en el estudio sobre los fenómenos psíquicos. La ciencia jamás se interesó por ese tipo de investigaciones, salvo sólo (algunos notables) a cargo de científicos del porte de T. Fukurai, el Francés Comandante Darget y el Alemán Albert S. Notzing, los dos últimos notables experimentadores en el campo de la ectoplasmia.

En los años de 1.810, el Dr. Fakurai realizó una serie de experiencias con un grupo de médiums. Solicitaba que transfiriesen símbolos de escritura japonesa para un negativo fotográfico, usando solamente la fuerza del pensamiento. El método del Dr. Fakurai anticipaba, en años, lo que sería utilizado por el sensitivo Americano Ted Serios.

Se consideraba así el pensamiento como una forma de energía que conseguía imprimirse en los negativos, imágenes y signos directos. El éxito de esas revolucionarias experiencias no consiguió a pesar de todo, sensibilizar los sectores ortodoxos de la ciencia oficial. Hubo hasta acerba reacción de sus colegas de la Universidad imperial de Tokio.

Rectificamos que la ignorancia, el preconcepto, el espíritu de sistema y la vieja y perniciosa envidia, siempre se constituyen en obstáculo a los avances científicos En la actualidad el estudio de los fenómenos psíquicos, promovido por los encarnados ( vivos) y desencarnados ( muertos) ha avanzado considerablemente. Hasta crearon, en el laboratorio, el termino PSI, tomado de la letra Griega del mismo nombre por Thouless y Wesner, para designar cualquier especie de conocimiento que no se coadyuve con las leyes científicas actuales.

Establecen una división:

. psi gama (mentales)

. pisi kapa (o físicos)

En Diciembre de 1.969 la "Asociación Americana de Avance de la Ciencia" aceptó la filiación de la parapsicología – Asociación. El hecho representa la coronación de larga y penosa lucha desde los tiempos gloriosos de las investigaciones psíquicas. Se ha comprobado la realidad de los fenómenos de la telepatía, clarividencia, premonición y psicoquinesia. Pero se debe reconocer al Maestro Allán Kardec, que fue el directo responsable consciente de todo el proceso de investigación en torno del hombre y del alma, a partir del momento en que lanzó en París "EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS", El 18 de abril de 1.857.

Héctor Darville 1.848 1.923), continuador de la obra el magnetizador, Barón Du Potet, realizó extraordinarias experiencias sobre el desdoblamiento espiritual. Escribió una obra clásica al respecto del magnetismo, en compañía de Paul C Yagot. En cierta ocasión una médium llevada por Héctor Darville al estado sonambúlico descubrió lo siguiente:

La paciente piensa, la médium lee.

No puedo escuchar su voz, pero veo sus pensamientos como especie de rayos de luz saliendo de su cerebro, emanados de su propio espíritu; "nosotros, almas libres, conseguimos ver con increíble facilidad las vibraciones que ésta emite, a través del organismo físico al pensar"

Es por ese motivo que almas más adelantadas pueden leer nuestros pensamientos y ellos actuando, conforme al tenor, del cual ellos mismos se revisten.

En escala menor, es claro, se puede identificar el fenómeno de la naturaleza. Cleve Beckster, pionero de la moderna investigación sobre el comportamiento de los vegetales, admite que ellos poseen, aunque en ámbito primario, un tipo de percepción cuyo mecanismo es una incógnita. Después, de una serie de demoradas experiencias, Cleve Beckster (con su polígrafo) comenzó a tener acceso al fantástico universo emocional de las plantas. Constató que una planta doméstica a veces escoge una persona que se encuentra en la sala y comienza a producir en el polígrafo, un padrón gráfico que reproduce a la perfección las arremetidas cardiacas de la persona elegida como modelo.

Las plantas saben, cuando deseaban enseñar, un desmayo estratégico. Cuando un científico canadiense visitó a Beckster para observar sus experiencias, las plantas no se manifestaron. En cuanto el investigador extranjero permaneció en el ambiente no se dispusieron a cooperar. Percibiendo que algo determinara el "procedimiento" de las plantas, preguntó el Canadiense si sus trabajos, de algún modo registraban violencia con las plantas. La respuesta lo dejó perplejo. "Si, yo las llevo al horno, a fin de obtener su peso seco para el análisis." Poco tiempo después de la partida del visitante, las plantas retomaron sus sorprendentes manifestaciones.

El tema es sobre todo, fascinante y perturbador. Y no adelanta recursos para los ya trillados rótulos parasicológicos, ellos no explican cosa ninguna, admitiendo que Las revelaciones de Leadbeater y Annie Besant no se sustentan en la ilusión debiendo ser tratados como auténticos fenómenos. Se debe concluir que las formas – pensamiento, que ambos observaron, éstas son compuestos, de una manera sutil, capaces de ponerse en movimiento. Veamos lo que los exponentes de la Teosofía informan al respecto:"Si los pensamientos de alguien están concentrados en otra persona, la forma creada por tales pensamientos se encamina en la dirección de la misma. Si los pensamientos de alguien están concentrados en el propio emisor, entonces ellos quedan circulando a su regreso. Siempre prontos a influenciarlos". El finaliza: "el hombre viaja por la vida dentro del involucro de pensamientos que el mismo crea".

Algunos científicos, a lo largo de sus investigaciones, percibieron que existe una incuestionable relación, entre el pensamiento y la materia. El científico Niels Bohr llegó a afirmar que: "si quisiéramos interpretar correctamente la mecánica cuántica, sus experiencias y sus paradojas, tenemos que aceptar el pensamiento como una acción puramente física".

Einstein, a su vez admite el concepto de que la materia es un fantasma electrónico, hasta la idea de que él "pensar" es una forma pensamiento que se materializa, de su concepto a la realidad no existe un gran paso. Hace un tiempo, el Físico Marcel Vogel, de California, realizó experiencias utilizando métodos espectrográficos, destinados a medir una secuencia de pensamientos concentrados y expresar los resultados gráficamente. Vogel, publicó los resultados de sus notables y revolucionarias experiencias en 1.973.

Se viene observando que los fenómenos antes estudiados y practicados por el esoterismo, constituyen objeto de las preocupaciones de los grandes científicos, que no miden esfuerzos para penetrarles la naturaleza íntima de sus mecanismos. En verdad, lo que antes andaba en el terreno de la superstición, es materia de laboratorio.

Al final de cuentas, la fenomenología Espiritual tiene su génesis en la propia ley natural. Y el pensamiento es, nada más y nada menos, que expresión del ser espiritual, que viene vivificando una existencia corpórea o incorpórea. Ambos como afirmó Allán Kardec, tienen condiciones de provocar idénticos fenómenos dependiendo de las circunstancias ambientales".

En la Revista reformador de julio 1984-208, encontramos un interesante tema sobe el psiquismo de las plantas y donde se hace mención a la obra La Vida Secreta de las Plantas "El relato sobre las relaciones físicas emocionales y espirituales entre los vegetales y el hombre"

Una compilación de experiencias científicas de Peter Tompkins y Chistopher Birt, son 324 páginas dictadas por la Expresión y cultura, traducción cristalina de Leonardo Froes, fundamentado en pesquisas de laboratorio realizadas en los Estados Unidos, Europa, Unión Soviética, Japón e India, el libro narra la capacidad de las plantas para realizar tareas que el hombre solo consigue a través de sofisticados aparatos, como captar señales estelares y comunicarse a distancia. Muestra también el coraje de científicos que sacrificaron su reputación al libertinaje público, para probar que los vegetales son tan evolucionados al punto de tener consciencia ética.

La esperanza es que estas generaciones puedan tener un mejor despertar de consciencia ecológica que favorezca a este descalabrado planeta.

¿Quién podría creer en la historia de Jonás, nacido y criado en la cierra entre Angra de los Reyes y San pablo? Remando en busca de peces, él le contó a un labrador la historia del tío, viejo maestro fabricante de canoas, víctima de un árbol que el torturó. Decía que se trataba de un árbol muy grande difícil de derribar, pues ponía en riesgo su choza en la caída con sus ramas; entonces el viejo resolvió quitarle una faja de corteza en su entorno para la suspensión de la savia, haciendo que este muriera lentamente; sus gajos secos se desprenderían poco a poco, hasta su aniquilación total Empero igualmente el agresor fue enfermando agotándose hasta .la muerte.

También tenemos para contar nuestra propia historia.

Un vecino mal intencionado determinó envenenar el árbol que sombreaba a nuestra casa y al segundo piso en el cual opera el centro espirita donde comulgamos con Dios y la espiritualidad para el servicio del bien. Tan pronto el frondoso y bello árbol entro en decadencia, igualmente ocurrió con mi pobre vecino. Problemas de salud y de orden económico lo llevaron a la banca rota. Nuca tuvimos un mal deseo para el impostor, pero en muchas ocasiones los elementales de los vegetales no perdonan.

Las experiencias de Cleve Backster fueron el punto de partida para la investigación detallada de Tompkins y Bird, que rastrearan una infinidad de experiencias semejantes, como las de Marcel Vogel, pesquisidor químico, contratado por la IBM para dar curso de creatividad a sus ingenieros y científicos.

Algunos científicos y gente del vulgo, al leer sobre las pesquisas de Backster, fue motivo para señalarlo como embustero. Sin embargo, la idea se había fijado en su cabeza. Especialistas en fenómenos magnéticos, aparatos óptico-magnéticos y sistemas de cristales líquidos, desenvolvió él, para inventos fundamentales para el almacenamiento de información en computadores, mereciendo premios y el reconocimiento general.

Reconsiderando su opinión inicial, repitió con sucesos las experiencias de Backster y las llevó adelante probando cabalmente por otros métodos, que las plantas pueden leer pensamientos.

La vida secreta de las plantas, no es un libro nuevo, su primera edición en portugués se dio en 1974. Y las novedades que relatan completan un siglo. El genio que dio luz a esta floresta de misterios fue un indiano, Jagadis Chandra Bose, cuyo trabajo en el campo de la fisiología vegetal revolucionó la ciencia, siendo por esto perseguido y reprimido por haber develado lo que está apenas delante de nuestras narices.

Jagadis Candra Bose fue el primer hombre que comprobó que las plantas tienen sentimientos, y por eso fue boicoteado casi hasta el fin de su vida, teniendo en sus ensayos descubrimientos negados sistemáticamente por la Real Sociedad Británica, hasta que el acumulado de evidencias le valió el reconocimiento y respeto que merecen los sabios. Su filosofía sintetizada por el mismo, demuestra la dimensión de su espíritu.

1.2 CONTACTO CON LAS SALAMANDRAS

En los años 1996 y 1967 trabajé como empleado público en la campaña antimalárica en una vasta zona que comprendía los hoy departamentos del Casanare, Meta, Vichada, Vaupés y Guainía. En esos lugares, tuve mis mejores experiencias con los espíritus de la naturaleza. El conocimiento que la Doctrina Espírita me impartiera, determina la decisión de escribir sobre este tema, para colocarlo entre quienes buscan ahondar sobre esta realidad.

En cierta ocasión, cumpliendo con nuestras funciones en el sector rural entre Aguazul y Maní Casanare, lugar deshabitado y silvestre, convinimos con mi compañero de trabajo, separarnos, para que, individualmente visitáramos algunas viviendas, eligiendo como reencuentro una casa deshabitada que figuraba en el croquis- guía, y desde allí retornáramos a la población de Maní. Fijamos como hora para el reencuentro las 6:00 pm. Pasada esta hora no llegó, habiéndolo esperado hasta entrada la noche. Mientras se sucedía la espera, repentinamente observé un foco de luz, aproximadamente a 70 metros de distancia. Me fue difícil definir el fenómeno. La primera impresión me hizo pensar que la luz se originara en la linterna de mi colega; pero al acerarme a la misma, ésta se desplazó manteniéndome a cierta distancia, e imposibilitándome descifrar claramente el fenómeno.

Fascinado por el acontecimiento, la seguí durante dos horas movilizado en un semoviente mular, trasegando la oscura sabana, bajo amenaza de lluvia. El ambiente nocturno, con su cintilar de luciérnagas acompañado por el coro de los batracios y el cántico de algunas aves nocturnas que llamaban a la inspiración. Transcurrido algún tiempo, andando como escolta del luminoso fenómeno, éste se estacionó, dándome la oportunidad para acercarme aproximadamente a unos 30 metros. Pude apreciar una esfera encendida del tamaño de u balón de fútbol. Momentáneamente; y con una sorprendente rapidez, se elevó verticalmente unos cincuenta metros, para luego desplazarse horizontalmente en vertiginoso vuelo hasta perderse en la penumbra.

Después de transcurrido el episodio, escuché una algarabía de voces y el ladrar asustadizo de perros. Ensimismado por el fenómeno, no me había percatado que estaba muy cerca de un hato y allí una veintena de hombres vaqueros, apostados en los corrales eran testigos del mismo, el que venían observando por largo rato desde la lejanía. Alarmados, los hombres preguntaron:

–usted venía con la bola de fuego, ¿no sintió miedo? Mi respuesta fue negativa. Pasé a comprender que se trataba de un evento desconocido para mí. A continuación escuché variadas narrativas que rayaban en la leyenda y el mito, acompañadas de terroríficas descripciones. Decían, entre otras cosas, que en ocasiones se mostraba como una mujer, cuya transparencia permitía observar sus vísceras y que gustaba perseguir a los hombres embriagados que transitaban los caminos en horas nocturnas.

Esta, no fue la única oportunidad de ver este tipo de salamandras; se presentaron otras en diferentes regiones y épocas. Fueron tres casos, especialmente los que más me proporcionaron vivencias muy interesantes.

Otra de mis experiencias aconteció en el hato Barroblanco, muy cerca del río Cusiana, sobre el piedemonte llanero, a donde llegué una tarde y solicité hospedaje. El administrador de la hacienda me franqueó la casa para que amarrara mi hamaca donde mejor se me facilitara. Decidí instalarme en uno de los corredores de la tranquila y pintoresca casona. En las horas de la madrugada, un vocerío de aterrorizado hombre y mujeres me despertó. Un tractor, conducido por el joven hijo del hacendado, llegaba del pueblo y en él venía un grupo de mujeres cabareteras, con las que compartía en sus noches de farra y desvarío. Muy asustado se me dirigió para comentarme que a un lado de la casa se encontraba la "bola de fuego" que los venía persiguiendo. El mozo me ofreció un revolver para que le disparara. Le confesé que no era posible, por cuanto nada tenía contra esa entidad amiga, a la que mucho aprecio y agradecimiento le debía por sus manifestaciones positivas al beneficiarme en muchas ocasiones. Era mi amiga y en diversas oportunidades me guiaba a lugar seguro. Tomé la resolución de aproximarme a ella lo más cerca posible, para poder examinar minuciosamente su fisiología y morfología. A medida que me acercaba lentamente, le dirigía pensamientos amistosos, le manifestaba mi gratitud y confianza. Llegué a estar cerca de tres metros, distancia suficiente para hacer detalladas observaciones. No me fue posible aproximarme más, por cuanto sus ondas vibratorias, cuando rebotaba del suelo, llegaban muy fuerte, produciendo en mi caja torácica la sensación de que se fuera a estallar.

Comprobé que su configuración no era la de una mujer transparente mostrando sus vísceras, tal como me habían comentado los habitantes de la región. Verifiqué, que su fuego no producía quemaduras en el gramado y los arbustos ni en cualquier lugar donde ésta posara. Sucede que, producto de la ignorancia, los habitantes de esas regiones han concebido leyendas supersticiosas, mientras que otras personas crean visiones ideo plástica haciendo del fenómeno algo terrorífico y fantasmagórico.

Durante, diez minutos aproximadamente, la observé con detalle y sin temor. Fue la última oportunidad y experiencia que compartí con este tipo y variedad de salamandras.

En otra ocasión, transitando por la margen derecha del Rio Cusiana kilómetros abajo de la población de Maní (Casanare), con otro compañero llegamos a una hacienda para pernoctar esa noche. El anciano dueño de la misma, que en anterior ocasión nos había hospedado, nos recibió amablemente, recomendándonos que tomáramos un baño en el río antes de cenar, para que nos despojáramos de las garrapatas que abundan en tiempo de verano y sobre todo, en el mes de diciembre. Entrada la noche, penetramos al río en una parte llana como precaución para evitar el ataque de bichos peligrosos que mucho abundan en esas fuentes. Estábamos por finalizar el baño, cuando observamos sobre la superficie del agua el reflejo de fuego. Miramos hacia arriba y descubrimos por encima de nuestras cabezas a unos dos metros de distancia, tres leños prendidos. Dos de ellos, medían cerca de ochenta centímetros de largo y el del centro tenía unos 60 centímetros, con un diámetro cada uno de tres pulgadas aproximadamente. En su desplazamiento, se entrechocaban desbrazando y lanzando chispas en el espacio. El fenómeno se dirigió hacia un cercano árbol ribereño muy frondoso.

El ruido generado por las vibraciones, se me hizo muy semejante al producido por la "bola de fuego". Me es difícil explicar en detalle la naturaleza del ruido, en razón de no encontrar los términos apropiados para definirlo. Pude, constatar además, que ese fuego es inofensivo, así como el de la "bola de fuego", igual, que el fuego de los "gases fatuos", que observé en alguna oportunidad. Las salamandras son visibles para cualquier persona, sin que necesariamente deba ser clarividente. Lo contrario ocurre con elementales como gnomos, ondinas, sílfides y otros, que para observarlos se requiere ser clarividente.

Debido a los fenómenos presentados en los medios de comunicación donde anuncian incendios sobre objetos dentro de algunas viviendas y que por lo visto no es provocado por seres encarnados pero si por espíritus pirómanos y que en alguna ocasión yo también fui testigo al observar en la casa de un compañero espírita donde en presencia de nosotros se incendiaban cortinas, colchones, ropa colgada en perchas y hasta discos de acetato. Una semana más tarde en una sesión mediúmnica en el centro espírita donde yo asistía, una entidad se comunicó a través de un médium psicofónico manifestando que él se había demorado algún tiempo en el aprendizaje de convertir ese fuego entérico o de la otra dimensión en fuego de esta dimensión y que lo hacía por venganza ya que en una existencia atrás él había sido víctima, perdiendo su casa de campo por un incendio provocado por los padres de mi amigo y colega ya mencionado; por esto, llegamos a deducir que también en algunos casos de incendio forestales u edificaciones en las ciudades no todas las veces lo puede causar ratas que muerden fósforos, corto circuitos, rayos o veladoras

1.3 LAS ONDINAS

En una tarde invernal, cuando los caños crecen y las sabanas se inundan, en compañía de cuatro funcionarios, devorábamos las distancias del llano. De pronto, tropezamos con una cañada que corría por entre bosques y arrabales. Obligadamente debíamos cruzarla para proseguir nuestra marcha a lomo de mula. Organizamos el grupo de tal manera, que el único compañero que no sabía nadar cruzara el turbulento caño bien vigilado por nosotros; cuando el colega novato punteaba la caravana, en la mitad de la agitada corriente, se manifestó una gigantesca boa constrictora para atacarlo, apareciendo de inmediato una extraña figura semejante a una sirena, que pasó a rechazar el ataque del enorme reptil causando fuerte agitación al agua. A mis compañeros, que iban concentrados en los semovientes, no les fue posible observar mejor. No fue necesario comentarles a ellos lo acontecido, pues consideré que estaban muy lejos de entender la razón de estos fenómenos.

Recuerdo otro suceso muy interesante con estos seres maravillosos llamados Ondinas. En otra ocasión nos movilizábamos a caballo con un cargamento de D.D.T (insecticida para los mosquitos), para abastecer el grupo de trabajo que dirigía, y al cruzar el río aumentaba su caudal y una fuerte arremetida nos derrumbó obligándonos a nadar. Luego, algo curioso y extraordinario me sucedió, se apoderó de mí una extraña sensación de tranquilidad y habilidad, que me permitió despojar del freno a la bestia de monta, facilitando la organización de los aperos y ubicándome en medio de los equinos en posición de nado para conducirnos por el centro del caudaloso río.

Con anterioridad, era sabedor de que el río lo bordeaban enormes piedras y rocas muy peligrosas. Recordé el aviso de mi guía, cuando en días anteriores me había dicho: "Mira esa isla". Calculé que la isla observada días antes, podría estar a pocos kilómetros del puerto de la población de Upía- lo que más admiración me causó fue el ambiente de paz, armonía, vigor y confianza que me rodeó, además de escuchar por momentos una dulce sinfonía que nos seguía; tal vez, proveniente de un grupo de ninfas maravillosas que nos acompañaba, las que ocultamente nos protegían para que no nos sintiéramos como náufragos. Curiosamente, en los equinos y en mí, no había señales de fatiga, Lo más importante de todo, fue la manera bien calculada con que nos orientamos hacia el centro de la isla, cuya extensión podría estar en los dos kilómetros cuadrados. Fue un poco difícil pisar tierra firme, debido al banco de arena un poco movedizo que bordeaba la isla.

Superado el obstáculo de la arena, nos propusimos la tarea de abrir una brecha por el tupido almácigo de caña brava, juncos, bejucos, hasta despuntar en la pradera donde encontramos una choza. La habitaba una familia de campesinos, quienes al conocer cómo llegamos hasta allí, se sorprendieron sobremanera. Me alojaron en su humilde hogar, llenándose de admiración cuando se enteraron de lo que conmigo había acontecido. Permanecí una semana en ese lugar, mientras el río continuó creciendo durante ese tiempo. Lo más preocupante para mí, fue haber perdido la conciencia momentos después de haber llegando a ese lugar. En él curso de la semana, actúe como un autómata, no me daba cuenta de lo que hacía, y el día que salí después de haber estado en ese aturdimiento, convencido estaba que era lunes, pero realmente era sábado. En este día, ya el caudal del río había descendido y en consecuencia me dispuse a viajar, siendo guiado por el generoso anfitrión hasta donde me fue posible atravesarlo. La mayor sorpresa fue encontrarme con el grupo de compañeros, quienes nos consideraban náufragos.

Este es un suceso digno de meditar. ¿Cómo nos salvamos de morir ahogados? Tengo la certeza de que en semejantes condiciones, muchos náufragos se han salvado de morir.

1.4 LOS ELEMENTALES SÍLFIDES

Tenía cerca de veinte años de edad, cuando una noche en compañía de un hermano nos dispusimos a visitar dos chicas también hermanas en la condición de pretendientes; siendo las nueve de la noche, se presentó un fuerte temporal que presagiaba lluvia tempestuosa, por lo tanto resolvimos cancelar la visita y regresar a casa, transportándonos rápidamente en una motocicleta, ya en medio de la tormenta que se iniciaba y la ausencia de energía eléctrica. Cuando nos aproximábamos al hogar nos abordó un pájaro chillando como un pollo, llegando cerca de nuestro dormitorio. Para mí no fue sorpresa, pues ya estaba acostumbrado a escuchar ese fenómeno, como otros tantos que se presentan en la naturaleza.

Recuerdo que por la avenida que fuera escenario de lo anterior mente narrado, se continuaron sucediendo durante algunos años tales fenómenos, los que se presentaban en la madrugada cuando me dirigía al trabajo. Éste elemental solamente lo he podido escuchar, pero no lo he visto. Algunas personas me habían dado referencias y afiliación del elemental, pero yo aún poco acreditaba en esto, debido a las ponderaciones supersticiosas que la gente sabe ponerle a todo lo que sea fantasmagórico.

Otra de las variedades de sílfides, es el silbador, fenómeno muy común especialmente en los campos; emite un silbido prolongado, sutil y persistente que sigue a algunas personas que transitan de noche.

Un viejo amigo me contó que en el Dpto. del Caquetá en una noche tempestuosa, una especie de pájaro pichón con características muy particulares, chillando como un pollo penetró a su dormitorio campestre, el cual él atrapó y luego encerró en un cajón seguro; y esa misma noche durante la tormenta, el bicho produjo un estrepitoso ruido desapareciendo de su cautiverio. No es de dudar porque un evento muy parecido pude testimoniar,

Cuando estaba en la escuela, el profesor nos llevo a las afueras de la ciudad para platicar una clase sobre ecología. Mientras esta transcurría, descubrimos repentinamente una liebre, y todos los muchachos incluido el profesor, nos pusimos en la tarea de cazarla. Esta acción era una actitud contraria al espíritu de la clase, No había duda. Después de una larga correría logramos atraparla dentro del hueco de un árbol. La lleve a casa, y mi Padre la encerró en un cubículo construido en malla con orificios muy pequeños, en un diámetro de 2X2 –Mts una especie de cuarto de maquinas

No existían orificios grandes en el recinto, por lo tanto no era posible que durante la noche pudiera escapar el animalito de este especial cautiverio. Mi propósito era sacrificarla para consumirla al siguiente día. Esa noche llovió demasiado, acompañada de tormenta eléctrica. Tenía conocimiento de que las liebres, las perdices y otros animales silvestres en cautiverio, desaparecían en noches tormentosas; me era difícil aceptar este hecho. ¿Serán los genios de la espiritualidad los encargados de auxiliar de manera tan increíble a los animales? Me atreví a creer que sí. ¿Por qué? Pues la liebre, a pesar de la seguridad, esa noche desapareció del aposento.

1.5 SEÑORES DE LA TORMENTA

Ha sido frecuente durante siglos atribuir la autoría de las tormentas, cargadas de sobrecogedores fenómenos eléctricos, tanto a invisibles seres fantásticos como a tenebrosos seres humanos llamados tempestarios provocadores de tormentas; por lo regular se encontraban en las Galias y entre los pueblos .Zeltas.

Algunos follets del viento. Látares sobrenaturales están catalogados como sílfides. En la antigüedad los manipulaban las brujas tempestearías, dicha función era ejercida por nigromantes perversos como por los siniestros vudús, también por personas mañosas y diestras (a veces, siniestras) en las artes hechiceras.

1.6. GNOMOS EN LOS BOSQUES Y EL ELEMENTO ÍGNEO

Cuando algunas personas ven en televisión esas pequeñas criaturas o dibujos animados, piensan en los Pitufos del Padre Abraham, en David Gnomo o, tal vez, en aquellos libros publicados a principios de los ochenta, Los Gnomos y la llamada de los gnomos, escritos por Will Huygen y bellamente ilustrados por Rien Poortvliet. Es bueno olvidar esas imágenes estereotipadas que nos han trasmitido porque no se aproximan a la verdad. Estos dos autores holandeses se propusieron a escribir el libro más completo y sensacional sobre gnomos jamás publicado, empero lo único que lograron fue una serie de inventos sensacionalistas que solamente han soportado el paso del tiempo. Describen costumbres de estos personajes asemejándolos en sus necesidades a los humanos, desde su vestimenta hasta las medicinas que utilizan cuando están enfermos, pasando por su rutina cotidiana, sin ningún fundamento. Y lo peor es que otros escritores se han servido de estos datos para entusiasmar a algunos libretistas, con lo cual han logrado fascinar a los niños en programas televisivos o del cine

Los autores hablan sobre la situación geográfica de los gnomos, establecen el límite en una línea que va de la costa de Bélgica hasta los Balcanes, es decir, sitúan el hábitat de los gnomos por encima del paralelo 45, dejando de lado parte de Francia, toda España y Portugal lo que demuestra una clásica mistificación.

El alquimista Paracelso fue quien creó en el siglo XVI la palabra "gnomo" por la que son conocidos estos pequeños y curiosos espíritus de la naturaleza (en cuyos libros aparece por primera vez), es derivado del término griego gnome para unos y gignosko para otros, que significa conocimiento, sabiduría. debido a que, según él, estos seres conocían los secretos de los suelos y de otros elementos de la naturaleza "Sabed así que los gnomos, otra de sus misiones es la de proteger los tesoros de la tierra, es decir, los metales en estado natural y otros objetos. Pues allí donde se encuentren esas criaturas hay tesoros, minas de toda naturaleza y en cualquier cantidad. Los tesoros y demás riquezas son custodiados, conservados y ocultados por esas criaturas para que nada salga a la luz del día hasta su momento oportuno".

Hecha esta importante apreciación, explicamos quiénes son en realidad estas pequeñas criaturas tan vinculadas con la naturaleza.

Se habla de unos seres que son invisibles, etéreos, transformistas, volubles, juguetones, longevos, escurridizos, carentes de alma inmortal, como realmente los consideramos, (elementales ficticios o artificiales.)

Según algunos clarividentes, los hay de ambos sexos y, físicamente, son descritos como pequeños seres antropomorfos, con atuendos que imitan al vestuario de los hombres, algunos provistos de luengas barbas y con gorros o capuchas en sus cabezas, buscan esporádicamente la compañía del hombre. Viven, comparativamente, menos años que un espíritu perteneciente a los elementos del fuego, agua, o aire debido a que la sustancia de la que están compuestos sus cuerpos es más densa que la de sus congéneres.

Los gnomos parecen estar provistos de sensores capaces de registrar el deseo y voluntad del hombre, pues cuando mentes vigorosas los invocan para utilizarlos como agentes dañinos, es decir "hechiceros", estos obedecen.

El español Vicente Beltrán Anglada, profundo estudioso de estos temas en el ámbito esotérico, reconoce que son los elementales de la tierra más conocidos que "habitan en el interior de las piedras, en las profundidades del suelo y en los huecos de los grandes árboles". Pero a pesar de todo, siempre se ha dicho que los gnomos también viven y trabajan en la floresta, en las profundas minas, aparecen vinculados a las setas. Se ha llegado a pensar que cuando un gnomo se encuentra materializado y se siente acosado y acorralado por algún animal (o por el hombre) opta por convertirse en una seta para pasar inadvertido.

Bécquer describe al gnomo como un hombrecillo transparente y diabólico, semejante a un fuego fatuo, que se ríe a carcajadas mientras da saltos y cabriolas entre las peñas. Como esos duendes que nos describen Huygen y Poortvliet.

Bibliografía tomada de la revista Año cero, Revista internacional de espiritismo.

1.7. UNA VERSIÓN SOBRE LAS HADAS

En la pequeña localidad inglesa de Cottingley poco después de la segunda guerra mundial, fenómenos extraordinarios darían lugar a una intensa controversia y mantendría fascinado a todo un país durante años: dos niñas habían conseguido registrar fotográficamente a las hadas.

Se trata sin duda de un caso apasionante, no solo porque se supuso el descalabro profesional de Sir Arthur Conan Doyle, autor de las Aventuras de Sherlok Holmes, médico y estudioso del espiritismo.

En diciembre de 1920, la revista londinense Strand Magazine, publicó unas extrañas fotografías donde podían verse con cierta claridad un grupo de supuestas hadas y gnomos, tomadas por dos jóvenes en un jardín del pueblo de Cottingley, cerca de Bardford (Yorkshire). Conan Doyle pidió ayuda a los mejores fotógrafos de Inglaterra a fin de analizar las fotografías, y tras la investigación, se atrevió a asegurar que eran auténticas y que estaba dispuesto a arriesgar su reputación profesional en defensa de esta causa. Según él, las fotografías eran exposiciones sin montajes, y las figuras que allí aparecían se habían movido durante la exposición, que fue instantánea… Pues llevó los negativos a las oficinas de la Compañía Kodak, cuyos expertos afirmaron que los clisés parecían haber sido retocados por un falsificador muy hábil, aunque no se atrevieron a decir que todo fuera fruto de un trucaje, Conan Doyle llegó incluso a escribir al mago Harry Houdini (el cual desprestigiaba a los médium espiritas siempre que tenían ocasión) sin embargo, calificó las fotos de "revelación".

Cinco polémicas fotos fueron tomadas en dos fases. Las dos primeras en el verano de 1917 por Eise Wright, de 16 años de edad, con una cámara de Midg de placas de cristal Imperial Rapid, en lugar de película flexible. En la primera de ellas se ve a su prima francés Griffths de 10 años, sentada sobre la hierba y rodeada por un grupo de cuatro hadas danzarinas, tres aladas y otra tocando una flauta. En la otra foto se aprecia a Eise con un pequeño gnomo a su lado. En adelante, el asunto empezó a tener una gran discusión. Nadie más veía a las hadas y a los gnomos, salvo ellas, y, según decían, eso ocurría desde que eran muy pequeñas; pues por lo entendido, las niñas serían clarividentes. El asunto salió a la luz pública por razones ajenas a su voluntad, cuando la madre de Eise se las mostró a Edwar L. Gardner, uno de los líderes de la Sociedad Teosófica de Bradford, después de asistir a una de sus conferencias.

Habiendo propagado la prensa esa historia, hubo motivación para que muchos otros niños se atrevieran públicamente a declarar que también ellos habían jugado alguna vez con hadas y gnomos, sin que alguno de éstos las hubiera fotografiado.

Desde luego, surgieron muchos detractores. Tanto Gardner, como Conan Doyle, plantearon la posibilidad de tomar nuevas fotografías y así se hizo. En agosto de 1921 presentaron al francés y Elsie una nueva cámara con una veintena de placas en las que previamente se habían puesto marcas secretas que impedían cualquier truco o sustitución. Empezaba de nuevo el contacto con hadas" para demostrar irrefutablemente su existencia.

La madre de Elsie, escribió una carta al impaciente Gardner que espera ansioso en Londres las placas y las noticias. Decía en su misiva: "El tiempo estuvo nublado y brumoso toda la mañana y no pudieron tomar fotos hasta la tarde, cuando se disipó la niebla y salió el sol. Así que las dejé y fui a tomar el té con mi hermana. Cuando volví quedé bastante desilusionada: solo habían podido fotografiar a dos hadas"

Solamente se pudieron tomar tres fotografías con una cámara Carneo, donde se veían brumosamente otros espíritus de la naturaleza, difíciles de identificar. Estas imágenes también fueron publicadas en la Strand Magazine.

En 1922 Conan Doyle publicó su libro La llegada de las hadas, donde se relata la investigación de estos fenómenos y otros casos de apariciones de seres sobrenaturales. En uno de sus párrafos declaraba contundentemente: "No intentaré afirmar que la prueba sea tan arrolladora como en el caso de los fenómenos espiritualistas. pero entran en el contexto de la parapsicología y, aunque trataremos de encontrar más pruebas, las que ya existen basta para demostrar esta verdad: la gente menuda existe".

Los principales miembros de la Sociedad para la Investigación Psíquica (SPR), de la que Doyle era miembro activo desde 1891, se inclinaron por la opción de que las fotos eran un fraude y antes de que se acallaran los ecos de Cottingley pidieron que no se identificase a los integrantes de la Sociedad con el creyente Conan Doyle.

Por su parte, Gardner, que en definitiva era quien salía al paso de cualquier crítica u objeción que se hiciera a las fotos, afirmó que esos seres, cualquiera que fuese su especie no tenían cuerpos humanos ni ningún otro tipo, sino que poseerían "núcleo que pueden adquirir formas diversas". Cuando toman la forma humana pueden ser grotescos o gráciles, compactos o etéreos". La principal crítica era que las imágenes de las hadas eran demasiado tópicas, a lo que él replicó diciendo que las hadas de la tradición y las hadas observadas mediante la clarividencia aparecían siempre con las mismas vestiduras. "Lo sorprendente – afirmaba – sería que fueran diferentes."

Lo cierto es que el asunto adquirió tal popularidad que se originaron excursiones a Cottingley y se solicitó al clarividente Geoffrey Hodson que se trasladara a este pueblo para que confirmase si él podía "ver" también a las "bellas damitas del arroyo" como se las llamaba. Efectivamente, Hodson llegó a sostener que había visto, a escala astral, a una de ellas y su libro Fairies at work and play escribió: Estoy convencido de la bona fides de las dos chicas que tomaron las fotografías. He pasado algunas semanas con ellas y sus familias y pude asegurarme de la autenticidad de su clarividencia y de la total honestidad de las partes implicadas, al ver personalmente a las hadas, tal como las fotografiaron, en el estrecho y cerrado valle de Cottingley.

Bibliografía tomada de la Revista Año cero.

1.8 EN LA FLORESTA DE UNA MONTAÑA

Siendo el año de 1974 adquirimos un bien rural sobre la cordillera central, ubicada a una altitud de 2.600 metros sobre el nivel del mar. Se conformaba de bosque de selva virgen. Reserva del predio, había plantado lulo, fruto muy conocido en Colombia. Cierto día encontrándome en recolecta, siendo las 6:30 de la tarde, escuché un fuerte grito de origen femenino, con el estilo de cómo lo acostumbraban hacer los campesinos para anunciar o alertar, más o menos así:–"aijaaa". Se sintió a unos quinientos metros de distancia En ese momento llegó hasta mi memoria el recuerdo de los comentarios expuestos en muchas ocasiones por los aserradores, arrieros y labriegos de las montañas que se referían al grito de la "madre monte", ese espíritu que para los habitantes de la ciudad no pasa de ser una leyenda o superstición. Reviviendo la experiencia, pensé en la posibilidad de que el grito lo hubiera ocasionado un perico ligero o perezoso, mamífero de la familia de los osos, que se mantiene colgado de las ramas de los árboles en los bosques cordilleranos. Medité, analicé el asunto, raro y poco común, tratando de encontrarle una explicación. Me inclinaba por la primera hipótesis, y sugería experimentar nuevamente el suceso más cerca de mí.

Un mundo de pensamientos se cruzó en segundos, cuando nuevamente escuché el mismo grito, aún más fuerte, como a unos 80 metros de distancia, repitiéndose seguidamente y mucho más cerca de mí, venciendo la distancia en fracciones de segundos. Estos hechos me sorprendieron y preocuparon, ya que el ambiente se tornó un poco fantasmagórico. Mi primera reacción fue salir corriendo velozmente hacia la casa para buscar refugio. Allí, un poco pensativo, reflexionaba sobre lo acontecido, llegando a la conclusión de que tales eventos deberían formar parte de la colección de experiencias espirituales, para en la posteridad darlas a conocer.

Después de transcurridos varios años, y después de haber sido testigo de tantos sucesos con espíritus humanos y de la naturaleza, sentí la inquietud y por qué no decir, necesidad por escribir sobre esta fenomenología, como testimonio y aporte para quienes la desconocen. Sobre las Hadas de las flores y los Gnomos, no me fue posible tener ningún tipo de experiencias.

1.9 LA MADRE DEL GANADO

También hemos recogido buena información sobre otro curioso fenómeno llamado "la madre del ganado", esa graciosa vaquilla que suele pastar en algunas praderas junto a los rebaños bovinos. Un tipo de vaca enana bonita, graciosa que, cuando ha sido capturada por algunos vaqueros, emprende fuga sin que nadie haya sido capaz de detenerla, pues su fuerza es descomunal Personas muy conocidas, dignas de crédito en sus narrativas, nos contaron sus experiencias personales.

Nos decía el viejo Efraín, antiguo pescador y vaquero, de nuestra región, que en la década del cincuenta, en compañía de otro vaquero observaron una madre de ganado pasteando junto a un lote de reses, a orillas de la laguna del Juncal, ubicada en el municipio de Palermo Dpto. del Huila, muy cerca de la represa de Betania.

–El compañero no aguantó la curiosidad; armó el chipiado, y enlazó a la vaquilla; esta, tan pronto se sintió atrapada, emprendió veloz carrera rumbo al Río Magdalena llevando consigo el rejo, porque le fue imposible detenerla.

José, otro viejo amigo, que también ejerció la vaquería, nos comentó que en la cordillera central sobre el Municipio de Santa Isabel en el Dto. Del Tolima, al llegar a la casa de la Hacienda Totarito, encontró una chipa de rejo de unas 32 brazadas, colgada en la sala de manera muy cuidadosa, como si fuese un trofeo o pieza valiosa de museo, y además por la forma adornada que se exhibía, despertó interés por la investigación.–¿A qué se debe esa soga tan cuidadosamente conservada? Y dijeron los moradores de la Hacienda:

–Un día en la pradera a rededor de la laguna, se encontraba pasteando un rebaño; dentro del pastoreo se encontraba la madre del ganado, esa vaca enana, con las mismas características de las ya vistas en tantas ganaderías. Los vaqueros resolvieron enlazarla para apreciarla muy de cerca. Al lograrlo, la pequeña criatura emprendió estampida hacia la laguna donde sumergió sin volverse a ver, apareciendo al día siguiente el rejo cuidadosamente enchipado a orillas del lago de donde fue recogido para luego colocarlo en el lugar de conservación, como una pieza sagrada. Pues dicen los ganaderos que mientras la madre del ganado no se moleste en sus momentos de aparición, trae como consecuencia prosperidad, es decir fecundidad y salud en las ganaderías. Y cuando se perturba su presencia, puede ocurrir lo contrario. Sobre este fenómeno hay mucha información, lo que pasamos a cree que no se trate de mito o leyenda, y si, de un fenómeno real. ¿Será este un elemental ficticio o natural? Mas luego lo sabremos.

1.10 AMOR Y CONSIDERACIÓN PARA LOS ANIMALES

Parece que estos fenómenos se tornan cada día más escasos, a medida que la civilización se acerca vertiginosamente a los campos llevando consigo la electrificación para esas áreas, la que es totalmente negativa para la producción de eventos originados por los elementales. Tiene incidencia en lo anterior, la inclemente y acelerada deforestación producida por la inconsciencia del hombre ignorante, que no alcanza a dimensionar el cruel daño que se le causa al ecosistema. Siempre me lamentaré él haber cometido estos mismos errores.

En una ocasión, en nuestra propiedad, derribamos dos hectáreas de bosque virgen para sustituirlo por un plantío. Cuando los hacheros realizaban el derrumbamiento de los frondosos árboles, la conciencia me incitaba a la reflexión, sintiendo desespero y remordimiento en lo más profundo de mi ser, por la angustia que se podría estar produciendo en tanta criatura viviente que clamaba por la sobrevivencia. Con esta demencial actitud, la vida en cadena se destruía, ya que en sólo dos mil metros cuadrados donde todo era armonía y esperanza, la vida microscópica fenecía y los monos ya no podrían gozar del festín de los frutos silvestres que la generosa naturaleza ofrece a todas las criaturas en vía de evolución. Al contemplar la devastación, el panorama era desolador y triste, el paisaje se tornó menos pintoresco y un poco lúgubre; se había detenido o perdido el esfuerzo de muchos especímenes vegetales que se desarrollaron durante siglos y milenios para alcanzar tan maravilloso follaje, para brindar condiciones de vida a especies menores, además de hospedaje a tantos seres del reino animal.

Es brutal la agresión que recibe el planeta por parte del hombre que obra irracionalmente; pues, mientras éste deforesta el campo y diezma la fauna silvestre, causa otros daños a su entorno como la contaminación de las aguas, el aire y el empobrecimiento de la corteza terrestre, por eso de alguna manera interferimos en el orden natural de las cosas .diezmando la flora y la fauna so- pretexto de la búsqueda de lucros indispensables para sobrevivir. El hombre destruye lo que las leyes divinas han venido construyendo durante tantos milenios para enriquecer el suelo con sus elementos nutrientes. Esclavos del egoísmo y de la ignorancia espiritual, cometemos verdaderos sacrilegios al patrimonio divino a nosotros otorgado. Provocando el fin de los bioreductores por falta de alimento.

El suelo desmantelado de todo tipo de floresta dejará de producir humus que es la fuente de materia orgánica para la nutrición vegetal. Si no se lleva a efecto un desenvolvimiento biosustentable, buscando el equilibrio, hay posibilidad de un riguroso desgaste ecosistémico sin un suelo cubierto de nutrientes y organismos responsables por el reciclaje relativo a la fertilización de las camadas. Los bosques praderas y pastizales no sobrevivirán. Las quemas, por ejemplo, destruyen los laboratorios que procesan la camada fértil de los suelos las cuales tornan más intenso el efecto invernadero, oriundo de la absorción y de la irradiación solar por la atmósfera que transmite calor a la superficie del planeta, elevando el nivel térmico. Emisiones de gases químicos de fábricas y vehicular, han acidificado la atmósfera, produciéndose las famosas lluvias ácidas, destruyendo por otro lado la capa de ozono, en un área del tamaño de Canadá y Estados Unidos y su tendencia es crecer día a día, afirman los científicos, el gas azul pálido, oxidante y reactivo, variedad alotrópica del oxigeno que protege la tierra contra los rayos ultravioleta que influyen tanto en las particularidades eco sistémicas como en la atmosféricas ya viene dando señales drásticas de cambios climáticos. Secuencias repentinas de tornados, de huracanes que llegan a alcanzar 500 kilómetros por hora, los fuertes veranos y las terribles inundaciones, el deshielo en los glaciares que aumenta paulatinamente el volumen de las aguas oceánicas y atmosféricas haciendo parte de la actual situación..

En conclusión, la tierra desprotegida de la fuerza vegetativa y de fauna, torna fácil el efecto de erosión por las lluvias y por los vientos

Desde hace varios años, se comprobó que los rayos ultravioleta provenientes del sol al pasar por el hueco dejado por la destrucción del ozono en la atmósfera, afectan el crecimiento de los seres vivos, genera molestias en la piel y causan efectos adversos en el desarrollo de cultivos de productos comestibles… Sin embargo, Dios no castiga, somos nosotros quienes nos castigamos al violar las sabias leyes que rigen el Universo por el mal uso de nuestro libre albedrío.

Aún no sabemos hacer buen uso de todo cuanto nos rodea y proporciona la naturaleza, por cuanto desde tiempos inmemorables en las múltiples reencarnaciones hemos atropellado al planeta que se nos brinda como escuela para nuestro debido aprendizaje. El hombre, con la invención del hacha, el machete y la motosierra, ha logrado desbastar enormes áreas de bosque natural, y aún más, cuando aparece el narcotráfico, aceleró esta brutal actividad para dejarse venir luego la fumigación con glifosato a los cultivos ilícitos, terminando por causar los mayores desastres ecológicos.

Retomando el tema de los animales, en la actualidad, cuando la civilización ha obtenido los mayores avances en lo tecnológico, científico y lo intelectual, existe una gran afición por la adquisición de mascotas. Se observa un comercio irresponsable además de ilegal, el de traficar con animales capturados en el medio silvestre.

La vanidad del ser humano manifestada en la afición hacia los canes, les modifica la genética. Aparte de lo anterior, determinadas razas de perros se les amputa la cola y se les recorta las orejas para aparentarlos más típicos y atractivos. En una oportunidad, fui testigo de los sutiles y modulados quejidos que manifestaba un cachorro de raza pincher, al que le habían mutilado las orejas y amputado la cola, el cual, alzado por su dueña, salía de un consultorio veterinario de mí cuñado.

Recuerdo el caso de otro ejemplar de la raza french poodle, cuya dueña, también cuñada mía, no le permitía que los huesos de pollo fueran consumidos por el animalito bajo el argumento de que estos le perforaban sus vísceras y les ocasionaban caries, tal vez desconociendo que los perros por excelencia, son carroñeros. Un hueso para un perro es como un confite para un niño. Estos canes se tornan tan delicados que tienen que ser llevados frecuentemente a controles médicos, al salón de peluquería, además de someterlos al manicure y pedicure, y de vestirlos con ropa especial.

Lamentablemente es la suerte futura de estos pobres animales que bajo la manutención de seres ignorantes y vanidosos, llegan a estos extremos que van en contravía con la naturaleza, por cuanto estos animales se tornan inhábiles al perder sus instintos y destreza, afectando también su sistema inmunológico, genético y estigmatizándolos para el proceso palingenésico. Son personas que muchas veces niegan el buen trato y el amor a sus hijos o a sus empleados, eximiéndose de ejercer la caridad, en determinadas circunstancias al prójimo, prefiriendo dedicar inoficiosamente tiempo y dinero a sus mascotas. Y qué decir de algunos equinos, los cuales en ciertas razas presentan dotes de belleza y habilidades, que pasan a ser valiosos ejemplares que requieren de capital para su manutención y adiestramiento. Estos animales son atendidos en pesebreras como príncipes. (Recordemos al caballo blanco de Calígula Instatus, al que le colocaban la comida en una vasija de oro, y no por ello dejó de ser un caballo), aperados con lujosas y finas monturas para exhibirlos en plazas de ferias, carnavales o coliseos, mientras el salario del trabajador de la caballeriza es irrisorio.

Algunos perros son especializados para pelear, con rígidos adiestramientos como el de negarles el alimento por varios días antes de efectuar la disputa, para que se porten más feroces. Así mismo, cierta variedad de gallos viene siendo entrenadas para confrontar a otros en las galleras con las consabidas apuestas, que no persiguen otro propósito que el de deleitar el instinto cruel y bárbaro de quienes se divierten con el dolor y el infortunio de estas criaturas, que tienen que morir o salir mal librados mediante esas bochornosas riñas.

Otro acontecimiento popularizado en América y apadrinado por España, es la actividad de la tauromaquia, que nos recuerda las faenas del circo romano, donde el emperador de turno sentado en la tribuna de honor se satisfacía con el macabro espectáculo. Desde su posición privilegiada tomaba las decisiones de condena o indulto a los gladiadores. Las corridas de toros en pleno siglo XXI, como tantos otros actos que llegan a la crueldad, no son más que la recordación de la época romana pagana.

Hoy, en la tribuna de honor se ubican, el Presidente, el rey, el Gobernador, o el alcalde, las reinas de belleza o del folclore, con sus séquitos, amigos y miembros del gobierno, acompañados de la aristocracia y los potentados. ¿Qué se puede esperar de un pueblo al que se le estimula su instinto bárbaro con esta clase de espectáculos taurinos, cuando quienes los organizan carecen de sentimientos, al someter a la tortura a los toros de casta como un ingrediente mayor en cualquier fiesta del pueblo? Lo insólito es que se cuenta con el aval de las autoridades gubernamentales y hasta eclesiásticas, para la realización de estos certámenes taurinos, que como evento central en muchas fiestas patronales, constituyen a la parte atractiva y carnavalesca. Lo anterior se acompaña con otros actos de extrema crueldad, tales como la descabezadura de gallos, carreras de burros encostalados y el coleo de vacunos.

Como hermanos menores de la Creación, tal como los llamaba Francisco de Asís, igualmente sienten y padecen como el hombre, con la circunstancia agravante de que en razón de la naturaleza de su psiquismo no pueden manifestar su angustia su disgusto y su dolor.

Y, hasta dónde llega la ingratitud del hombre para con los animales que, después de haber usufructuado el trabajo físico de los mismos, cuando ya no rinden el mínimo en las faenas del campo, sin ningún sentimiento de gratitud llevan a estos animales a mataderos clandestinos donde se sacrifican y sus carnes envejecidas se convierten en la codiciada salsamentaría. Otros, son vendidos por sus dueños a zoológicos y circos para alimentar felinos en cautiverio y criaderos de babillas dedicadas a la industria del cuero.

Lo anterior nos conduce a la reflexión de cómo pueden existir seres humanos tan insensibles y con tan alta dosis de perversidad y deshonestidad, que llegan a extremos de no valorar el servicio que los animales domésticos prestan al hombre. No les dan una tregua en compensación, pues según cuentas, come sin retribuir, y ya deja de ser negocio.

Otro asombroso y espeluznante procedimiento es el de amputar las extremidades de los lechones, para que estos no quemen calorías con el caminar y así conseguir mayor rendimiento de carne en menos tiempo.

Guardamos certeza que para el nuevo milenio el hombre despierte consciencia comprendiendo los propósitos divinos para los cuales fueron creados los seres vivos, entendiendo la razón de ser de la obra de Dios, para que este despertar nos conduzca a aceptar y respetar a nuestros hermanos menores de la Creación que mucho sirven a la humanidad.. Entiéndase que los animales son también poseedores de espíritu en estado rudimentario y los cobija el quinto Mandamiento de la ley: NO MATARÁS.

Hace menos de dos siglos los esclavistas argumentaban que los esclavos no poseían espíritu, por tal razón estos no eran dignos de consideración y respeto. Este concepto lo avalo la iglesia católica. Igualmente ocurre hoy día cuando los retardados espirituales arrullan la misma idea respecto al alma de los animales, esto con el propósito de seguir sustentando la infantil teoría de la creación, en vez de la teoría de la evolución.

El elevado índice de materialidad del hombre moderno lo lleva a desconocer la ley. Poco importa para él, violarla asesinando su hermano menor o llegar a extremos de depredación. Resta muy poco tiempo para que el ser racional caiga en la cuenta de que todos los seres vivos forman parte del Plan Divino de la creación y cualquier acción en contra atenta directamente contra nosotros; posiblemente, algunos lectores se extrañarán al afirmar que los animales poseen espíritu. Este asombro obedece al desconocimiento sobre el asunto, en razón de la posición que adoptan muchos seres humanos acompañada de una elevada dosis de orgullo intelectual narcisista como es llegar a negar aquello sin previamente informarse sobre el particular.

Para llevar a cabo una discusión sensata, debe estar apoyada sobre argumentos sustentables. Una posición, con estas condiciones, dificulta entender muchas realidades, tales como la de aceptar que somos inmortales y por lo tanto nuestro cuerpo no pasa de ser un instrumento de trabajo que cumple una finalidad suprema, la de brindarle al espíritu encarnado, la construcción de su propio y glorioso destino; el que lleva a cabo a través de la ley palingenésico, reencarnación, medios por el cual el espíritu progresa moral e intelectualmente en otros mundos del universo, y en la dimensión espiritual con el apoyo y los subsidios que nos brinda el mensaje consolador de la doctrina de Jesús, que nos eleva por encima de las miserias humanas.

Nuestra doctrina espírita no comparte la teoría de la transmigración de las almas o metempsicosis la cual afirma que nuestras acciones humanas degradadas nos condenarían a reencarnar en cuerpos de animales, constituyéndose en castigo, tal como lo proclama y enseña el Brahmanismo. "Esto sería retrogradar, pues el espíritu no retrocede. El río no se remonta hacia su fuente", – Respuesta a la pregunta 612 de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. En esta misma obra encontramos la pregunta 118 ¿Pueden los espíritus degenerar? Respuesta: "No, ya que conforme avanzan van comprendiendo lo que les alejaba de la perfección. Cuando el espíritu ha superado una prueba, adquiere el conocimiento de ella y no le echa al olvido. Puede permanecer estacionario, más no retrocede". Seguramente, la teoría de la metempsicosis se la inventaron para asustar a sus creyentes, igualmente como lo han hecho las demás religiones que amenazan a sus fieles o seguidores con el fuego eterno del infierno y la figura terrorífica del demonio.

Existen esferas o colonias espirituales que se ubican desde la superficie hasta bien adentro de la corteza del planeta, habitadas por espíritus maquiavélicos que por su degradación moral y elevado grado de rebeldía llegan a sufrir malformaciones en su anatomía periespiritual, hasta el punto de presentar características animalescas que da la sensación de involución en algunos espíritus. A este proceso se le denomina zoantropía. Cuando, como consecuencia de una acción hipnótica transitoria se causa a un espíritu en su cuerpo periespiritual transformaciones, como figuras `parciales de animales se le denomina licantropía.

Es posible que estos factores hayan determinado el origen de tales teorías expuestas por místicos videntes del Brahmanismo, la religión católica, el protestantismo, así como la religión judaica.

Algunas experiencias mediúmnicas personales nos han comprobado la existencia del espíritu en los animales. Cuando niño, estuve al cuidado de mis abuelos paternos, quienes igual que mis tías eran piadosos y fanáticos en la fe católica. En la infancia me comprometieron para cooperar en los oficios religiosos de la parroquia del pueblo llamado Villavieja, portal del desierto de la Tatacoa en el norte del Departamento del Huila. Recuerdo que la primera misa de los domingos se empezaba a oficiar a las 4 de la mañana y continuaban hasta el medio día; la tarde se dedicaba a la catequesis. De 6 pm a 7 pm, se cumplía con el Rosario en la iglesia. Después de llevar a cabo esta jornada, me dirigía a casa. Allí, debía soportar el desarrollo de otro Rosario el que se acompañaba de largas y aburridoras letanías. Todo esto me producía cansancio hastió y apatías, y el resultado era finalmente un estado de adormecimiento. Bajo este estado, veía cruzar por la sala donde se encontraban los rezanderos, un ave de la familia de las zancudas, parecía a un tente.

En el año 1981, dedicados aún a las faenas del campo en una finca agrícola y ganadera, teníamos un lote de ganado a mayor valor de propiedad del Fondo Ganadero; en una de las visita que solían hacer los funcionarios de dicha entidad, determinaron que un toro cebú rojo de nombre "pacho" se debía vender porque ya era demasiado viejo. Mi compañera se sintió un poco consternada por la decisión tomada contra el semental, cuyo destino final era el matadero de la ciudad de Neiva; ella me preguntaba si el animal tenía espíritu, dándole una respuesta afirmativa, diciéndole que probablemente el espíritu del semental regresaría a la manada por apego y afinidad con la misma. Efectivamente, así aconteció; dos días después, en las horas de la madrugada, percibimos la llegada de "pacho" furioso y desafiante, rondando la casa. En otra oportunidad, me desplacé desde la casa de campo acompañado de un lobo siberiano hacia un caserío cercano, para abastecernos de artículos alimenticios; allí permanecimos hasta el anochecer. Bajo la oscuridad, a la salida del poblado, un can enorme y de color amarillo se nos acercó, sin que los dos animales se olieran como es de costumbre entre los perros, lo que para mí fue un hecho curioso y extraño.

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