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Comunicación Educativa (página 2)


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Para Wilbur Schramm uno de los principios básicos de la teoría general de la comunicación es que "los signos pueden tener solamente el significado que la experiencia del individuo le permita leer en ellos" (Schramm, 1972) ya que sólo podremos interpretar un mensaje dependiendo de los signos que hemos aprendido a atribuirles, lo que constituye un marco referencial en función del cual puede comunicarse un sujeto, o un grupo de ellos.

La comunicación, en la escuela histórico- cultural, fue trabajada como categoría fundamental a partir de los trabajos de L.S.Vigotsky acerca de las funciones psíquicas superiores, quien destacó cómo éstas no responden a la línea de la evolución biológica, sino que son el resultado de la asimilación de los productos de la cultura, lo que se da sólo a partir del contacto entre los hombres. En este sentido es de destacar también la idea de L.S.Vigotsky acerca del origen interpsicológico de todo lo psíquico, es decir como cada función psíquica y la personalidad en general se genera como procesos ínter-psicológicos para luego interiorizarse.

Durante el proceso de comunicación, los sujetos involucrados se influyen mutuamente, es decir, interactúan sus subjetividades a través de los procesos de externalización e internalización. Unido a esto, se produce una redefinición y configuración de la subjetividad, donde la realidad llega a través del otro.

"En la comunicación humana la cantidad de información que se intercambia en toda situación es enorme. En una conversación habitual no sólo está presente lo que la persona dice con palabras, sino también obtenemos información a partir del tono de voz, de la expresión facial, de la postura corporal y de la situación de contexto". (Hidalgo & Abarca, 1999) Existen situaciones sociales donde es imprescindible interactuar con el otro y para ello recurrimos a temáticas acordes al momento donde se pone a prueba el buen uso de la palabra hablada y las habilidades lingüísticas aprendidas desde la infancia. En ocasiones, el resultado no es el esperado porque algunos de los participantes puede presentar: olvidos, reiteraciones o repeticiones sobre el mismo tema, interrupciones, falta de atención, evasivas. Además, pueden ocurrir traslapes "superposición de las emisiones, los participantes hablan al mismo tiempo". (Castaño, 1995) Es de anotar, que las conversaciones están mediadas por reglas y normas que dependen del lugar o contexto donde se desarrollen y de la familiaridad que exista entre los participantes. Por esta razón es importante identificar los comportamientos verbales o no verbales de las otras personas (con criterios de disposición- indisposición), tener un propósito definido al entablar una conversación (que quiero aportar y que quiero recibir) y hacer uso de la palabra hablada.

La comunicación debe estudiarse como un proceso multidimensional y poli funcional. En correspondencia con esta premisa Lomov plantea la necesidad de abordarla desde tres niveles de análisis con relación a su estructura: un Macro nivel, un Meso nivel y un Micro nivel.

La revolución científico técnica da lugar al surgimiento de distintos medios que favorecen el desarrollo de la comunicación. En primer lugar aparecen los libros, cuyo aporte se considera revolucionario si se lo comparamos con los manuscritos, ya que permitía la reproducción de un gran número de ediciones. Más tarde surgieron los primeros antecedentes de los periódicos, cartas de noticias y otros panfletos informativos. Pero es finalmente en el siglo XVI cuando el periódico hizo su aparición formal. Es llamativo destacar que, desde la difusión de la imprenta, habían transcurrido ya, 200 años.

A principios de siglo surge el cine y más tarde la radio. La televisión, es un medio muy reciente, aunque su difusión se da a un ritmo vertiginoso. Su desarrollo se inició en EEUU en los años 40 y 5 años después se había convertido ya en un medio masivo, habiendo alcanzado su punto de saturación en los años 60.

En la actualidad existen nuevos medios, entre los cuales, Internet merece una especial mención ya que supone la integración total de la información a través de una sola vía. Posibilitando la simultaneidad y la sobreabundancia de datos. Este fenómeno representa una sociedad totalmente mediatizada.

El estudio de la comunicación cobra valor científico cuando aparecen los Medios de Comunicación Masiva. La irrupción de los Medios de Comunicación Masiva o Medios de Comunicación Social (MCS), inició una nueva problemática que alentó la configuración del estudio de los MCS como una ciencia independiente.

El objeto de esta monografía es la comunicación educativa pero no se puede ignorar la implicación de los medios de comunicación masiva en el desarrollo de la educación humana. Las nuevas tecnologías de la información se encuentran formando parte de los medios de comunicación masiva que se utilizan en la escuela cubana actual a partir de experiencias aplicadas en otros países. .

La comunicación educativa

Nuestra existencia transcurre matizada por una serie de intercambios personales que tienen lugar en el seno de numerosos grupos e instituciones; nuestra condición de ser social nos hace sujeto de las relaciones interpersonales desde el surgimiento del hombre. En este proceso la comunicación ha evolucionado desde los sonidos onomatopéyicos, transitando por la aparición y desarrollo del lenguaje con un apoyo significativo de la mímica y la pantomímica hasta recibir un gran impulso en la actualidad con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información.

El proceso de comunicación permite que las personas se relacionen, se vinculen a través de las diferentes actividades y esferas que engloban la vida cotidiana, resulta necesario prestarle especial atención al cómo desarrollar habilidades que potencien esta capacidad humana. La adquisición de la misma facilita el intercambio de información entre los individuos de las diferentes esferas sociales. En la actualidad no es posible abordar una problemática sin la implicación de distintas esferas científicas o técnicas, lo que implica que el trabajo multidisciplinario exija de los participantes una adecuada capacidad para comunicarse y encontrar de conjunto las vías de abordaje a la problemática en cuestión. En el contexto educativo la comunicación es la herramienta fundamental que determina que se desarrollo con éxito el proceso enseñanza aprendizaje como un proceso de retroalimentación.

Teorías de la Comunicación

1.1 Teorías de la comunicación en el mundo.

 Una de las primeras dificultades que se encuentra el estudio de la comunicación es definir los métodos para abordar su historia que nace en el siglo XX como perspectiva científica concreta. Antes de los años 30 se había configurado lo que luego se denominó el sistema de medios de comunicación, prensa escrita, radio y cine. Se concluía que si un miembro del público es inoculado con el mensaje, este necesariamente provocaría los efectos previstos.

En los años 40 y 50s., se desarrollaron otras comprensiones cuyo objetivo se dirigió a señalar las mediaciones sociales y psicológicas presentes en el proceso de comunicación. En los años siguientes las investigaciones y construcciones teóricas acentúan las diferencias entre las ópticas norteamericanas que sirven a intereses del sistema comunicativo y el enfoque crítico que puntualiza las relaciones del sistema de comunicación y las estructuras del poder.

Para el estudio presente se asumen dos métodos tomados de las Ciencias Naturales que dividen a los Investigadores teóricos en dos grupos. Los que afirman que la constitución de una ciencia de la comunicación es factible y deseable, y el de quienes aseguran que la comunicación es un proceso social amplio y complejo que necesita un abordaje interdisciplinario. Los primeros se identifican con los enfoques positivistas desarrollados principalmente en Estados Unidos y los segundos con los enfoques críticos desarrollados en Europa.

El enfoque positivista se identifica con el método general de las ciencias naturales, esto es, que los fenómenos sociales al igual que los naturales, responden a leyes universales incambiables y que el científico tiene que adoptar una posición de plena neutralidad. Será el científico un observador objetivo que desde fuera analiza las causas y las leyes que rigen los fenómenos sociales y comunicativos. Su estrategia metodológica es el empirismo (también llamado: funcionalista, conductista, etc.), que se ocupa del estudio sistemático solo de aquello que es detectable y medible a través de la objetividad que pueden dar los sentidos, diferenciándolos de la subjetividad de los sentimientos, los principios filosóficos o éticos y el compromiso social.

 Los teóricos de la comunicación identificados con esta corriente, tienden a enfatizar la utilidad de los sistemas y fenómenos comunicativos para la estabilidad y preservación de las sociedades actuales. Evitan cualquier cuestionamiento sobre el papel de la comunicación (y la educación) en la distribución desigual del poder y el control de los grupos sociales. Esto es imposible para un científico positivista porque como observador imparcial, jamás será un agente de cambio social.

 El enfoque Positivista además de imitar el método de las ciencias naturales (el método empírico) y de exigir neutralidad, busca estructurar leyes incambiables y no cuestiona el papel de los Medios Masivos de Comunicación (MMC) en la distribución desigual del poder. 

Esta corriente de pensamiento históricamente, se ha desarrollado en los Estados Unidos como lo señalan algunos de sus exponentes principales como Lazarsfeld, Schramm, Berlo, Lasswell entre otros muchos que exponen sus típicas teorías derivadas del paradigma positivista y entienden a la comunicación como una forma de diálogo social y por lo tanto crean técnicas y vínculos que permiten el entendimiento. Para lo que el hecho comunicativo es un agente social dirigido a garantizarle la estabilidad del sistema en una perspectiva horizontal.

 La comunicación se concibe como diálogo social porque su origen deriva en la herencia del interaccionismo simbólico. La comunicación primaria es un impulso genético presente en la interrelación humana que por razones de supervivencia conduce a los seres a comunicarse, por esto, será el germen de la propia relación social y lo que inicia como diálogo entre dos, termina entre varios que se unen por distintos intereses. Es la comunicación una pieza clave dentro de la sociedad porque organiza a los grupos sociales

En América Latina se advierte el enfoque positivista que sirve de base conceptual de muchos estudios como la difusión de innovaciones o la modernización a través del uso de la comunicación de masas. 

El enfoque Crítico adopta una línea radicalmente distinta a la de los teóricos positivistas. Aquel antes de estudiar la comunicación, analiza las características de las sociedades actuales y cuestiona las desigualdades económicas, educativas, de control y de poder en las sociedades contemporáneas. Al encontrar las brechas que dividen a los seres humanos en ricos y desprotegidos, los teóricos críticos de la comunicación se preguntan sobre el papel que juega ésta en la preservación de sistemas tan inadecuados e injustos como los actuales. 

Las interrogantes planteadas por los teóricos críticos se refieren al apoyo que prestan los medios de comunicación y sus mensajes a la difusión de la ideología de las elites económicas y políticas, así como a la obstaculización del cambio social. Cuestionan la posición empirista, positivista e integradora que caracterizaba a la investigación de la comunicación de masas y en general a las ciencias sociales de la época.

Los teóricos críticos tuvieron su origen principalmente en Europa con los marxistas y neomarxistas de la escuela de pensamiento de Francfort, especialmente a Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcuse, entre otros. El énfasis que esta escuela pone en los medios de comunicación como mecanismo de contención del cambio que ha sobrevivido y se enlaza con el enfoque "hegemónico", el hombre está en manos de una sociedad que le manipula a su antojo. Sin embargo, desconocen el papel de la subjetividad y anulan al hombre como portador de cultura y de identidades múltiples que le sirven para enfrentar la manipulación de los medios.

 La Teoría Crítica orientada a las formas comprensivas de conocimiento, se propuso superar los estudios positivistas de la comunicación social. Se crearon formas metodológicas de tipo comprensivo basadas en la autorreflexión, la consideración de la totalidad social e histórica, la especulación y el análisis comprensivo y lucharon contra la sectorialización del saber. Trabajaron con procedimientos de análisis orientados a la verificación de teorías a través del estudio de datos de naturaleza cualitativa. Horkheimer y Adorno, sostienen que toda ciencia social que se reduce a mera técnica de análisis de recogida de datos" objetivos" niega la posibilidad de verdad, por cuanto ignora las mediaciones sociales.

 En las décadas de los 60s y 80s muchos estudios se retomaron de Europa, se exportaron a América Latina sin embargo, América Latina ha hecho aportaciones importantes a nivel internacional dentro del enfoque crítico con los planteamientos conceptuales de la Escuela Culturalista Latinoamericana, representada por Jesús Martín Barbero (Colombia), Néstor García Canclini (Argentina), Guillermo Orozco y Jorge González (México), José Marques de Melho (Brasil).

El enfoque crítico además de estudiar a la comunicación dentro del contexto social y el papel de la comunicación en la desigualdad social, sus seguidores se comprometen con el cambio social –no son neutrales- además, cuestionan el papel de los medios en la ideología dominante. 

En los últimos años del siglo pasado y en parte, como consecuencia del auge de la economía política, la semiótica o los aspectos matemáticos de la comunicación, los planteamientos sociológicos de la comunicación entran en crisis. Según Moragas, la investigación comunicativa tiene que plantearse desde una perspectiva abierta y compleja que sólo puede satisfacerse desde un planteamiento transdisciplinar.

 La revolución tecnológica a principios de este siglo invalida la gran mayoría de paradigmas, modelos, tesis, etc., planteados hasta los 90s. Manuel Castells afirma que si el mundo está interconectado, la comunicación, la educación, la sociología, ya no pueden limitarse a estudiar las estructuras territoriales, tienen que abrirse a la investigación de las agrupaciones humanas globales. Lo que muestra Castells es un nuevo paradigma tecnológico, con el desarrollo de las técnicas de la información que ha derivado de un nuevo modelo de desarrollo informacional en el último cuarto del siglo XX.

Teorías de la comunicación en América Latina

En los años 60 surgen en la región diversas teorías críticas sobre comunicación, como reacción de los científicos sociales latinoamericanos a la expansión de la sociología empirista y del positivismo proveniente de los Estados Unidos los cuales buscan…"las explicaciones últimas de la conducta social a nivel del individuo, o a nivel de la superestructura social, reduciendo así las ciencias sociales a un ejercicio de trivialidades" (Nelson, s.f.). – Redefinición de la tarea de la investigación y del papel del investigador.

Los primeros teóricos críticos, entre los cuales puede mencionarse a A.Pasquali, filósofo, E.Veron, sociólogo y P.Freire, abogado, con formación filosófica y pedagógica, rescatan dos aspectos importantes para el desarrollo teórico de la comunicación en la región: la dimensión política de cualquier teoría científica y su dimensión educativa. Esta última adquiere enorme importancia, se tiene en cuenta el alto índice de analfabetismo de América Latina, así como la posibilidad de reformular el concepto mismo de comunicación con ayuda de la pedagogía, para ponerla al servicio de la educación.

Los principales aportes de estos autores son los siguientes:

A.Pasquali, establece una distinción entre información y comunicación, identifica comunicación con diálogo, criticando el carácter autoritario de la estructura tecnológica de los medios de difusión que impiden la posibilidad de retroalimentación no mecánica y reducen el coeficiente de comunicabilidad entre emisor y receptor.

Veron lleva a cabo el análisis ideológico de los mensajes de los medios masivos, desenmascarando sus intenciones.

La obra de Paulo Freire es la de mayor impacto en los estudios críticos de comunicación en América Latina. Sus fuentes son las teorías económicas de la dependencia y las teorías de la liberación. Su abordaje de la comunicación enfatiza su significación educativa.

Freire comienza a desarrollar su concepción de "educación liberadora" en los años 60, como alternativa de lucha a favor de los explotados. Desarrolla un método de alfabetización por medio del cual enseña a "leer y a escribir" a los iletrados su historia, su cultura, su mundo de explotación.

Para Freire comunicación y educación son dos procesos similares, horizontales y no autoritarios. Concibe el proceso educativo sobre la base de la comunicación estrecha entre los participantes del diálogo entre profesor y alumnos, los cuales establecen entre sí una interacción que los enriquece mutuamente, al transformarse constantemente en emisores o perceptores de los mensajes, los cuales son compartidos para el logro de un fin común.

Desde fines de los años 60 hasta después de los 70, los teóricos de la región acentúan el carácter político de los estudios comunicacionales; analizan los factores económicos y políticos que limitan el desarrollo cultural y de las comunicaciones en América Latina; se plantean un compromiso político ante el imperialismo cultural y las transnacionales de la cultura. Se destaca en este período la obra de A. Mattelart, quien se propone denunciar el papel hegemónico de los medios de difusión, y promueve se vincula la producción de mensajes a los intereses populares es decir, "devolver la palabra al pueblo".

A mediados de los años 70, la teoría latinoamericana de la comunicación se había enriquecido con los aportes de valiosos conceptos para la elaboración de un abordaje crítico, especialmente en aquellos aspectos vinculados a la educación que desarrollan Freire y Pasquali; sin embargo, no puede hablarse todavía de una concepción global del fenómeno comunicativo que se oponga al funcionalismo aún dominante. Esta concepción surgirá con los trabajos de D.Prieto Castillo, quien destaca el carácter social de la comunicación, integra una serie de postulados teóricos, críticos para el estudio sistemático de la comunicación en América Latina, sintetizando los aportes de Freire, Pasquali y Veron en lo que será el primer modelo de comunicación alternativa a las escuelas funcionalistas y conductistas, presentando nuevas propuestas para entender la realidad de la región.

Es así como la naturaleza social de la comunicación, que estuvo presente en los trabajos de Marx al hablar de la comunicación material como base de la comunicación espiritual, pero que fue ignorada por los enfoques dominantes en la sociología occidental, es rescatada en la región por este autor, que incluye como elemento fundamental del proceso comunicativo, la formación social, es decir, el modo de producción, las relaciones sociales de producción en los que tiene lugar el proceso comunicativo.

Para Prieto Castillo, al igual que para Pasquali, no puede hablarse de comunicación a menos que receptor y transmisor estén dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad en igualdad de circunstancias y exista por parte del receptor la posibilidad de retorno, de hacer llegar de manera no mecánica su opinión al emisor.

Destaca la existencia de dos modelos comunicacionales en la sociedad; el dominante, donde las relaciones entre emisor y receptor son de autoridad y el alternativo, donde se dan relaciones de igualdad, de diálogo entre ellos.

Este autor distingue diferentes intenciones en el emisor, que implican tipos distintos de comunicación: mercantil, propagandística, estética y educativa.

Tal como se apuntó antes la intención educativa de la comunicación ha sido desarrollada por P. Freire, y está presente cuando emisor y receptor o perceptor, como prefiere llamarle Prieto Castillo, se transforman dinámicamente, compartiendo mensajes y experiencias para el logro del objetivo educativo.

En el modelo de comunicación que propone Prieto Castillo el mensaje es lo central. El conocimiento de las características de los mensajes es indispensable para producir lo alternativo. La comunicación alternativa se produce a partir de la lectura crítica de los mensajes y de la creación de mensajes propios. El análisis de los mensajes es una vía educativa para descubrir el carácter autoritario de la mayoría de ellos.

En su nuevo modelo Prieto Castillo rechaza el esquema tradicional Emisor – Mensaje – Receptor que considera superficial y empobrecedor del concepto de comunicación, ya que generalmente se centra en el emisor, a quién se da la máxima importancia como la fuente de todo el proceso. Propone replantear el esquema para verlo desde el contexto que crea el proceso comunicativo y determina su orientación, para lo cual incluye los conceptos de formación social y de marco de referencia o contexto más inmediato para obtener una comprensión más global de los procesos de comunicación.

Al incluir la formación social como elemento que explica la comunicación, se refiere a la manera en que en un determinado país se articulan las instancias económicas, políticas e ideológicas dentro de un modo de producción dominante y a las relaciones sociales de él derivadas. La formación social influye en la cultura, en los procesos comunicacionales de una sociedad determinada, en los medios masivos y en las relaciones grupales e interpersonales. Por lo tanto, cuando se analiza al emisor no es posible verlo en abstracto, fuera de su contexto, sino en situación.

El marco de referencia es lo inmediato, la vida cotidiana donde están inmersos emisores y receptores y que los limita y condiciona aunque no sean conscientes de ello.

Sobre la inclusión de estos elementos en su propuesta de esquema de comunicación afirma:

"Un proceso de comunicación no puede ser entendido sin los conceptos de formación social y de marco de referencia. Todos sus elementos están insertos en ellos, sin el contexto es imposible el texto, aún cuando este tenga algún grado de especificidad

El esquema de comunicación propuesto por este autor incluye ocho elementos, que examinaremos brevemente a continuación. Es importante subrayar que estos elementos funcionan integrados en una totalidad, ya que el proceso de comunicación no se explica por elementos aislados. El papel de los elementos varía en función del tipo de comunicación de que se trate.

Códigos: Son las reglas de elaboración, interpretación y combinación de signos. Destaca el carácter social de los códigos los cuales define como: …"conjunto de obligaciones sociales que permiten la comunicación en grupos y entre grupos de una determinada formación social.

Cuando se trata de una comunicación con fines educativos, es preciso flexibilizar los códigos, el conjunto de obligaciones de interpretación por parte del perceptor para que no sea un mero receptor de los mensajes del emisor.

Emisor: Prefiere llamarlo "fase de emisión", ya que no se trata de un momento puntual. Emitir significa ofrecer permanentemente rasgos culturales. Se es emisor dentro de un contexto de significados, de un horizonte cultural. En la fase de emisión se ejerce el poder de diferentes formas: imponiendo significados, modos de valorar y aceptar la realidad. Sin embargo, existen espacios de autonomía relativa a las formas dominantes.

Junto con los factores sociales y culturales que explican la fase de emisión, están también los psicológicos: la forma en que el emisor elabora el mensaje depende de cómo se ve a sí mismo y a los receptores.

Perceptor: O "fase de percepción", en lugar del clásico receptor que implica pasividad y proviene de una comunicación no interactiva. El trata de percibir, de recoger la información necesaria para responder eficazmente al propio entorno; es una extracción de información de la realidad para orientar la propia conducta. Esa extracción está condicionada por el lugar social que se ocupa.

Existen distintos grados de profundidad en la percepción de la realidad: H. Lefebrere ha estudiado la percepción cotidiana, que se caracteriza por la débil legibilidad del entorno", débil conciencia de las causas, de las relaciones esenciales de un contexto social. Sin embargo, existe la posibilidad del aprendizaje perceptual, que permita efectuar una lectura más profunda de la realidad la cual se expresa por ejemplo, aprendiendo a analizar críticamente los mensajes de los medios, para descubrir sus verdaderas intenciones.

En un mismo grupo social coexisten generalmente tendencias perceptuales comunes junto con posibilidades de lecturas distintas a un mismo mensaje.

Medios y recursos.

Esta concepción asegura el empleo alternativo de los medios: se supera la transmisión unidireccional y se promueve no sólo la posibilidad de retorno, sino su calidad.

Mensaje. Signo o conjunto de signos capaz de significar algo a alguien, sea en sentido referencial o estético.

Referente. Es de lo que trata el mensaje. El grado de referencia puede variar en distintos mensajes. Un mensaje de alta referencialidad muestra una versión lo más cercana posible a las relaciones esenciales en la explicación de un objeto ó problema, mientras que el de baja referencialidad sólo ofrece datos superficiales.

El autor llama distorsión referencial a falsear el tema o problema al que alude el mensaje.

Se da la parcialización referencial cuando el mensaje presenta algunos elementos como el todo, por ejemplo, explicar la violencia como debida al alcoholismo.

El papel que la concepción de "Comunicación Alternativa" ha jugado en el área sobrepasa los límites de lo comunicacional, siendo expresión de un proyecto histórico de cambio, de resistencia cultural y de contribución solidaria inserto en la práctica social.

A pesar de sus aportes a la conceptualización crítica de la comunicación, el modelo de comunicación alternativa ha sido objeto de diversas críticas, esta concepción mantiene una posición reactiva, defensiva y mimética con respecto a la propia comunicación dominante, a la que trata de combatir.

Otra crítica es el excesivo énfasis en el mensaje y en los productores; sus críticos pondrán mayor énfasis en el papel del receptor y del consumo de los mensajes.

La "Comunicación Popular" es otra teoría de la comunicación, en pleno auge actualmente en la región. Su origen responde a una necesidad social, cuando aparecen en los años 60 en el área diferentes variantes de organización participativa: "grupos de base", "comunidades eclesiales de base", y otros especialmente en los sectores más desposeídos: pobladores, campesinos, mujeres; movimientos culturales, de educación popular, etc. conformando …"una gran escuela práctica de participación… en las que el pueblo va construyendo poco a poco su propio espacio y creando formas solidarias, democráticas y autogestionarias .

Ante la necesidad de materiales formativos para estos grupos, los equipos de comunicadores comienzan a producirlos para uso grupal. Así se inicia el desarrollo de un nuevo modelo de comunicación educativa.

La "Comunicación Popular" pretende superar las limitaciones de la comunicación alternativa, aunque comparte con ella muchos principios. Se plantea una posición activa, propositiva y no sólo reactiva ante la comunicación dominante. Según sus promotores presenta verdaderas alternativas de comunicación al servicio de las causas populares:

"Estrategias reales de comunicación y de lucha ideológica que partan de la sensibilidad popular, de la cultura del pueblo, de sus códigos, lenguajes y significados. Que asuma al igual que la Educación Popular o la Investigación Participativa- el valor de lo personal, de lo subjetivo y lo íntimo y lo sepa desarrollar y relacionar con lo grupal, lo colectivo y lo masivo" Algunos de los principales impulsores de la Comunicación Popular son Mario Kaplún, Raúl Leis, los hermanos López Vigil, entre otros.

C.Núñez propone partir de una concepción metodológica dialéctica que integra diferentes dimensiones y estrategias de intervención social para aprehender y transformar la realidad.

M.Kaplún ha tenido una destacada labor en el desarrollo de la Comunicación Popular, fomentando la comunicación grupal con su método del cassette foro, siendo precursor del movimiento en favor de la comunicación "horizontal", democrática difundido en toda América Latina. Ha trabajado también por el desarrollo de la lectura crítica de los mensajes y de una actitud crítica del lector frente a los mismos.

El método ideado por M.Kaplún es un sistema de comunicación para la promoción comunitaria y la educación de adultos, puesto al servicio de las organizaciones populares. A través del intercambio de Cassettes grabados, promueve la comunicación intra e intergrupal y bidireccional permitiendo el establecimiento de diálogos en cada uno de los grupos y de unos grupos con otros a pesar de la distancia.

Al igual que otros críticos, rechaza el modelo clásico de comunicación y sostiene:

"La comunicación o es diálogo o no es comunicación, sino tan sólo información o difusión. Si hoy hablamos de comunicación participativa, dialógica, horizontal, bidireccional, etc.; estos adjetivos que adosamos al vocablo constituyen en rigor, una redundancia impuesta por la apropiación indebida que los medios masivos de difusión han hecho del término comunicación".

Mientras que en algunas experiencias de comunicación educativa grupal los destinatarios reciben un mensaje producido por otros y lo discuten en la comunicación participativa que promueve M.Kaplún los grupos se convierten en emisores, en productores de mensajes y establecen relaciones entre sí a través de los medios. Algunos autores llegarían a establecer una distinción entre Semiótica y Semiología: la primera estudiaría los signos sin dependencia especial de la Lingüística, mientras que la segunda utilizaría, cuando menos, modelos cuasi-lingüísticos o paralingüisticos.

En la actualidad sigue aún sin resolver el problema de la extensión del objeto de estudio de la Semiótica o Semiología pues, por un lado, existe la posibilidad de analizar cualquier fenómeno en términos semióticos y por el otro en no trascender a la Lingüística.

En conclusión, la Semiótica o Semiología ha brindado una importante contribución a la Teoría de la Comunicación, llegando a confundirse con ella en algunos momentos, pues los límites de la pragmática son cada vez más difusos.

Teorías sociológicas y psicológicas de la Comunicación

Bajo este rubro presentamos la concepción marxista de comunicación, los aportes de la Sociología norteamericana, a partir de finales del siglo XIX, la sociología europea y los estudios de corte socio-psicológicos desarrollada principalmente en los Estados Unidos.

1.3.1 Concepción marxista de la comunicación.

La psicología marxista se ha nutrido de las concepciones de Marx sobre comunicación en algunos de sus trabajos filosóficos, para desarrollar científicamente esta temática. El concepto de comunicación que sostiene se diferencia sustancialmente de la interpretación del mismo por autores de otras orientaciones.

El concepto de comunicación marxista parte de su interpretación como una condición vital para el desarrollo de la sociedad y de los individuos, el cual está indisolublemente ligado a la actividad material, productiva del hombre con sus semejantes.

En los trabajos de Marx, la comunicación tiene una doble acepción: se maneja en un sentido amplio, como conjunto de relaciones sociales entre los hombres, y en un sentido más limitado, como relaciones espirituales entre ellos.

La comunicación en sentido amplio, también llamada comunicación material, se refiere a las relaciones sociales que están en la base de las relaciones espirituales condicionándolas de alguna manera.

Estas relaciones sociales no se establecen entre individuos por sí mismos, sino entre grupos humanos: clases sociales, profesiones, partidos políticos, etc.; son relaciones impersonales, es decir, que aunque se dan entre personas, las mismas interactúan en calidad de representantes de diferentes grupos sociales. Son ejemplos de relaciones impersonales los vínculos que se establecen entre el obrero y el capitalista, el profesor y sus alumnos, el jefe y los subordinados. Dichas relaciones están determinadas socialmente, dependen de la posición que cada uno ocupa en el sistema de relaciones sociales.

Ahora bien, para que estas relaciones sociales se produzcan, para que se establezcan vínculos materiales, productivos, políticos, ideológicos, etc., es imprescindible su concreción en vínculos entre personas concretas. Las relaciones sociales tienen su forma de manifestación en las relaciones interpersonales, espirituales entre ellos. Es sólo a través de las relaciones interpersonales que pueden darse las relaciones sociales y que la sociedad puede ejercer su influencia sobre los individuos.

Aunque las relaciones sociales determinan en última instancia a las relaciones interpersonales, esta determinación no debe entenderse de modo mecanicista. Las características personales de cada uno de los interlocutores y los vínculos emocionales entre ellos juegan un papel determinante en el establecimiento de la comunicación.

Independientemente del valor implícito de los estudios de Lomov acerca de los 3 niveles de análisis en la estructura a los que se ha hecho referencia, concuerdo con lo planteado por Andreieva, G. M. a este respecto cuando aborda 3 aspectos entrelazados indisolublemente. Estos son:

  • Aspecto comunicativo: que no es más que el intercambio de información, ideas, criterios entre los participantes en la comunicación.

  • Aspecto interactivo: que se refiere al intercambio de ayuda, cooperación en la comunicación, de acciones de planificación de la actividad.

  • Aspecto perceptivo: que está referido al proceso de percepción de los comunicadores, a cómo se perciben ambos en el proceso de comunicación, de lo cual dependerá la comprensión y la efectividad en el intercambio comunicativo.

Estos tres aspectos a su vez se identifican con tres funciones fundamentales de la comunicación que son:

  • Función informativa: que comprende el proceso de transmisión y recepción de la información, pero viéndolo como un proceso de interrelación. A través de ella el individuo se apropia de experiencia histórico-social de la humanidad.

  • Función afectivo-valorativa: que es muy importante en el marco de la estabilidad emocional de los sujetos y su realización personal. A través de esta función el hombre se forma una imagen de sí y de los demás.

  • Función reguladora: mediante la cual se logra la retroalimentación que tiene lugar en todo el proceso comunicativo, que sirve para que cada participante conozca el efecto que ocasiona su mensaje y para que pueda evaluarse a sí mismo.

Las formas y el contenido de la comunicación se determinan por las funciones sociales de las personas que entran en ella, por su posición en el sistema de las relaciones sociales y por su pertenencia a una u otra comunidad o grupo; se regulan por los factores relacionados con la producción, el intercambio y el consumo, así como por las tradiciones, normas morales, jurídicas e institucionales y servicios sociales.

Debido a que el proceso de comunicación, es el que permite que las personas se relacionen, se vinculen a través de las diferentes actividades y esferas que engloban la vida cotidiana, resulta necesario prestarle especial atención al cómo desarrollar habilidades que potencien esta capacidad humana.

Tendríamos que partir para ello, de cuáles serían las condiciones, entorno a dicho proceso, que faciliten y propicien su efectividad. En primer lugar es necesario crear un clima psicológico favorable, de seguridad, confianza, positividad, empatía, entre otros factores. Es preciso orientarse en el otro comprendiéndolo y mostrando dicha comprensión, ponerse en su lugar y aceptarlo, mostrarse sincero, permitir una total expresión sin ofensas ni agresividad. En esencia es estimar al otro, respetar su derecho a expresar sus sentimientos.

Resulta imprescindible también como otro elemento esencial de la comunicación interpersonal la capacidad y habilidades de escucha adecuadamente desarrolladas en los participantes del proceso comunicativo.

La posibilidad de un verdadero diálogo, aprendizaje y cambio depende de que exista una alta capacidad de aportar datos para afirmar lo que se piensa, con una alta capacidad igualmente elevada para estar dispuestos a escuchar a continuación, y llegar a modificar cualquier idea que sea necesaria.

Conceptos de comunicación

A continuación se presentan una serie de concepciones acerca de la comunicación manejadas por diferentes autores.

…S.L.Rubinstein:

…Es un intercambio de pensamientos, sentimientos y emociones.

G.M. Andreieva.

…modo de realización de las relaciones sociales que tienen lugar a través de los contactos directos e indirectos de las personalidades y los grupos en el proceso de su vida y actividad social.

  • A. Sherkovin.

…proceso de intercambio de informaciones que contienen los resultados del reflejo de la realidad por parte de las personas, parte inseparable del ser social y medio de formación y funcionamiento de su conciencia individual y social.

B.L. Lomov.

Forma específica y autónoma del activismo del sujeto cuyo resultado es el establecimiento de relaciones con otros hombres, los cuales revelan las acciones o influencias de unos sobre otros.

Berelson y Steiner

…el acto que se llama comunicación, consiste en la transmisión de información, ideas, emociones, habilidades,etc mediante el empleo de signos y palabras.

Osgood.

…tenemos comunicación siempre que una fuente emisor influencia a otro, el destinatario, mediante la transmisión de señales que pueden ser transferidas por el canal que los liga.

Ricardo Noceda

…comunicación es el proceso por el cual un individuo entra en cooperación mental con otro hasta que ambos alcancen conciencia común.

AntonioPasquali

…la relación comunitaria humana que consiste en la emisión/recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad.

lr..Beltran

…el proceso de interacción social democrática, basada en el intercambio de signos, por el cual los seres humanos comparten voluntariamente experiencias bajo condiciones libres e igualitarias de acceso, diálogo y participación.

Jesús Martín Barbero

"Comunicación es hacer posible que unos hombres reconozcan a otros y ello en doble sentido: les reconozcan el derecho a vivir y pensar diferente, y se reconozcan como hombres en esa diferencia".

C. I. Hovland.

"…definir la comunicación como el proceso por medio del cual el individuo (el comunicador) transmite estímulos (generalmente símbolos verbales) para modificar el comportamiento de otros individuos (perceptor)".

Coincidimos con el profesor Dionisio F. Zaldívar Pérez quien al referirse al término lo ha definido como "el complejo proceso de carácter social e interpersonal mediante el cual se producen intercambios de mensajes, verbales y no verbales, y se ejerce una influencia recíproca entre los interlocutores; que propicia diversas interacciones racionales y emocionales entre estos"

Estructura y funciones de la comunicación

La psicología de orientación marxista concibe la comunicación como un fenómeno complejo y multifacético, en el que se distinguen tres aspectos componentes que, a su vez, cumplen funciones diferenciadas, pero mutuamente relacionadas:

– Proceso informativo, en el que la comunicación cumple la función de intercambio de información.

– Proceso de interacción, de influencia recíproca, la comunicación cumple en este caso una función regulativa de la conducta.

– Proceso de comprensión mutua, de percepción interpersonal, donde intervienen las emociones de los comunicantes y que cumple una función afectiva.

3.1 Función informativa de la comunicación

Durante mucho tiempo en la literatura científica y en las interpretaciones cotidianas del término se ha concebido la comunicación únicamente como la transmisión de información. Esto puede explicarse no sólo por una concepción limitada de la comunicación, sino también por el notable papel que juega la información en la vida social y personal, así como por las posibilidades reales de abordar su estudio en el plano científico.

Nuestra concepción de esta función tiene características específicas que se señalan a continuación (Ojalvo, ):

– Al hablar de información, ésta se concibe no sólo como ideas, conceptos, conocimientos, sino que incluye también los intereses, estados de ánimo, sentimientos, actitudes que se producen entre las personas durante la actividad conjunta.

– Se trata de un intercambio de información, es decir, un fenómeno bidireccional y no de una mera transmisión en una sola dirección. En este sentido es necesario subrayar el carácter activo de cada uno de los interlocutores de la comunicación. No se trata de transmitir un mensaje acabado que es recibido y aceptado por el interlocutor, como se ha interpretado a veces de modo mecanicista, sino de un proceso común entre los participantes en el que se va formando, precisando y desarrollando la comunicación.

Este proceso interactivo de intercambio de información supone que cada uno de los participantes considere al otro no como un objeto, sino como sujeto hacia el cual debe orientarse, teniendo en cuenta sus motivos, objetivos y actitudes, para que el proceso de intercambio tenga lugar realmente y no quede en un simple monólogo o "diálogo de sordos".

Ante cada información que se transmite por el emisor, este recibirá una nueva información como respuesta a la suya, en un proceso de intercambio de roles entre el emisor (fuente de la información) y el perceptor (quien la recibe), estableciéndose así el verdadero intercambio comunicativo.

Debe subrayarse que el hecho de transmitir una información no garantiza que la misma sea comprendida por el interlocutor ni aceptada por él. En este sentido es necesario entrar a considerar el problema de la significación del mensaje para el perceptor. Es un hecho cotidiano que la significación de las palabras varía de una persona a otra, en dependencia de factores de índole social, político, cultural, experiencias individuales, edad, etc. De aquí que sea imprescindible el establecimiento de un código o lenguaje común entre los interlocutores, que permita una similitud en los significados de los términos usados y la elaboración de un sentido común de la comunicación.

El primer requisito de toda comunicación es que tanto el emisor como el receptor tengan un sistema de codificación y decodificación único o similar, en base a sus experiencias anteriores, puntos de vista, actitudes y valores. Cuando no existe este sistema común la comunicación no se produce. Junto al establecimiento de un código o lenguaje común, es preciso que exista comprensión por parte de los interlocutores de la situación comunicativa dada por la actividad conjunta en que ésta se presenta.

El código se ha definido como: "un conjunto de reglas que asocian elementos de un sistema sintáctico (señales distinguibles entre sí, de acuerdo con leyes combinatorias internas) y elementos de un sistema semántico (unidades culturales que se refieren a estados de la realidad, posibles contenidos de la comunicación". El código implica además de las diversas formas de articulación del lenguaje, su significado; constituye un principio regulador para la selección e integración de los significados relevantes, las formas de su realización y la evocación de contextos, presupone también, una jerarquía en las formas de comunicación, en su demarcación y criterio. Resulta imprescindible que emisor y perceptor compartan los códigos para llevar a cabo satisfactoriamente la comunicación. Sólo la aceptación de un sistema común de significados brinda la posibilidad de comprensión mutua en el proceso comunicativo.

La coincidencia de los significados depende no sólo de un único sistema de codificación y decodificación de los mensajes, sino de la comprensión de la propia situación de comunicación, que se logra cuando se tiene en cuenta no sólo el acto comunicativo aislado, sino la inclusión de la comunicación en el sistema de la actividad conjunta, donde este acto tiene lugar. Así, por ejemplo, ante un diálogo entre jóvenes estudiantes, es preciso conocer el código empleado (significación que se le atribuye a las palabras, frases, modismos, etc.) así como su propia actividad vital – su condición de estudiantes, lo que genera motivaciones, objetivos y actitudes determinadas, que difieren en cierta medida de las que puedan tener jóvenes trabajadores, deportistas, etc.

La ausencia de unidad en las significaciones de las informaciones es una de las causas del surgimiento de obstáculos en la comunicación: son las llamadas "barreras" que dificultan el logro de un adecuado intercambio de información.

En la comunicación como intercambio de información se define la influencia psicológica de un individuo sobre otro, con el fin de cambiar su comportamiento; precisamente la efectividad de la comunicación se mide por su capacidad de influencia. En la psicología norteamericana se han desarrollado muchos estudios acerca de la "comunicación persuasiva", los cuales han aportado conocimientos útiles al tema. Sin embargo, en estos estudios, cuyos resultados ha incorporado la Tecnología Educativa, la comunicación persuasiva se concibe como un proceso unilateral, de influencia exclusiva del Emisor sobre el Perceptor; del profesor sobre los alumnos. Frente a esta interpretación, nuestra posición sostiene que la comunicación es siempre un proceso interactivo entre dos o más sujetos, la influencia que se ejerce es mutua, por lo que tanto el que brinda la información como el que la recibe se modifican en el proceso.

Tal como se examinó antes, los roles de emisor y perceptor de la información son circunstanciales, cambian durante el proceso. El mensaje es el contenido de la información y transita en dos direcciones, a través de determinadas canales o medios de comunicación: el lenguaje y la comunicación no verbal. El referente es aquello a que alude el mensaje.

Una importancia capital en esta comprensión de la comunicación educativa la tiene la noción de retroalimentación.

Algunos autores identifican los términos interacción y retroalimentación, refiriéndose a la mayor o menor influencia mutua de los interlocutores en el diálogo educativo.

Se han distinguido niveles de interacción o retroalimentación, ellos son:

1er. Nivel o ausencia de interacción, se trata de una relación física donde dos personas conversan pero cada una de ellas está centrada en su propio mensaje, sin interactuar ni interesarse en lo que dice el otro. Aquí realmente no existe la comunicación educativa.

2do. Nivel se trata de una acción-reacción, se emiten mensajes de un polo para influir en el otro. Aunque hay retroalimentación, ésta se limita a determinar si el mensaje ha llegado, si se ha logrado el propósito buscado o no, en cuyo caso el emisor adecua su mensaje para lograr una mayor efectividad.

3er. Nivel se expresa la retroalimentación como interacción empática entre los participantes, cada uno de los cuales, "se pone en el lugar del otro", se compromete afectivamente con el otro.

4to. Nivel se identifica como la interacción plena, la máxima retroalimentación, en la cual tiene lugar la asunción recíproca de roles: "El objetivo de la interacción, en este caso, es obtener una perfecta combinación de sí mismo con el otro, con una capacidad para predecir y conducirse de acuerdo con las mutuas necesidades.

Resulta interesante reflexionar acerca de estos cuatro niveles de la retroalimentación, dado que es frecuente el uso limitado que se hace del término sólo para que el docente compruebe si su mensaje ha llegado o no al alumno. Tanto este análisis de niveles más profundos de la retroalimentación, como la comprensión cabal de la comunicación educativa que sostiene la psicología de orientación marxista donde se integran las funciones de intercambio de información, influencia mutua y percepción y comprensión mutuas, permiten superar esta interpretación estrecha de la noción de retroalimentación.

Medios o canales de la comunicación

La comunicación requiere de un sistema de signos a través de los cuales se produce la codificación y decodificación del mensaje. Es así que, cuando el emisor quiere transmitir una idea, estado de ánimo, sentimiento, etc., la codifica a través de signos, en un mensaje, el cual es decodificado por el perceptor (interpretado según el mismo código).

El lenguaje es el sistema de signos más utilizado para el intercambio de información. Aunque es el más universal no es el único medio de comunicación. Agrupados en la clasificación de: comunicación no verbal, existen otros sistemas de signos de amplio empleo en las relaciones interpersonales.

Comunicación verbal y no verbal están estrechamente unidas. La comunicación humana se produce simultáneamente en varios niveles, tanto consciente como inconcientemente, empleando en la misma todos los sentidos, además de las palabras. Se ha afirmado que las palabras no representan la totalidad, ni siquiera la mitad de un mensaje, sino tan solo el comienzo

En la comunicación el lenguaje cumple seis funciones:

Función referencial: esta función es fundamental en cualquier comunicación, ya que define las relaciones entre el mensaje y el objeto al cual se refiere; consiste en la posibilidad que tiene el lenguaje de referirse al mundo de los objetos y a sus relaciones.

Función emotiva: está presente en todo acto comunicativo, se trata de la expresión de lo personal en la comunicación. En cualquier diálogo, el que habla, además de emitir un mensaje con determinado referente, da información sobre sí mismo y sobre su relación con el referente y con el mensaje, a través del lenguaje o de gestos, expresiones del rostro, posturas, tono de voz y otras formas de comunicación no verbal.

Función comunicativa: esta función permite al emisor, a través de su mensaje, obtener una respuesta del perceptor; se enfatiza la relación entre el mensaje y quién lo escucha. Para que la función comunicativa se produzca es necesario apelar a la inteligencia, a la afectividad o a ambos aspectos de la personalidad del perceptor, quién deberá reaccionar ante el mensaje emitido. Existen numerosos estudios donde se indaga la efectividad comunicativa de los mensajes racionales o emotivos, en dependencia del tipo de persona a quién va dirigido y del referente del mensaje.

La función comunicativa prevalece en los mensajes didácticos y publicitarios. En los primeros se dan instrucciones para realizar alguna acción basándose en la inteligencia del perceptor, mientras que en los mensajes publicitarios se apela principalmente a la afectividad para influir en la audiencia.

Función poética o estética: En esta función el mensaje deja de ser mero instrumento de la comunicación para convertirse en su objeto; es la relación del mensaje consigo mismo, la relación interna entre sus elementos. En las artes el referente es el mensaje: un cuadro, una poesía, una novela, tienen valor estético por ellos mismos, independientemente de que reflejen la realidad con mayor o menor objetividad.

Función fática: es la relación que se establece entre el mensaje y el proceso comunicativo para afirmarlo, mantenerlo o detenerlo. Se expresa en la vida social, al permitirnos ponernos en contacto, abrir canales de comunicación para, cuando se requiera, informarnos y actuar juntos. En este caso es menos importante el contenido de la comunicación que el hecho mismo de "estarse comunicando".

Función metalingüística: Esta función se manifiesta cuando el lenguaje se convierte en el objeto de la comunicación, cuando se privilegia la relación entre el mensaje y el lenguaje o código empleado. En estudios de gramática o cuando se explican los términos que se usan o el sentido que se le da a una expresión, se manifiesta la función metalingüística del lenguaje.

En la actividad docente esta función adquiere gran importancia: al emplear términos científicos o técnicos, debe esclarecerse su significación, de modo que puedan ser comprendidos por los alumnos y se evite el surgimiento de barreras en la comunicación.

La función metalingüística permite también la autorregulación en la comunicación, la adecuación del mensaje a las posibilidades de la persona a la que va dirigida.

La utilización del lenguaje como medio de intercambio de información permite que se cumpla no sólo la función informativa sino también la función de regulación de la conducta, que se ejerza influencia sobre los participantes: no sólo se transmite la información sino que los interlocutores intercambian sus acciones, organizan la actividad común que desarrollan, se orientan y convencen mutuamente e intentan cambios en sus comportamientos a partir de las imágenes interpersonales y las relaciones emocionales que han ido conformando.

La comunicación no verbal

El estudio de la comunicación animal, en pleno auge actualmente, ha sido de gran utilidad por la comprensión de la comunicación humana, especialmente de la comunicación no verbal o corporal, pues ha permitido revalorizar las fuentes de comunicación no orales, el papel de los sentidos, de los patrones comportamentales y ritualizaciones de animales y hombres en la cooperación social. Ha ampliado la conciencia del espectro de señales con que se comunican animales y hombres.

Muchas veces no se es consciente de que se está enviando y recibiendo información a través de la comunicación no verbal, sin embargo, su papel es fundamental para la comprensión mutua, de ahí la importancia de que los docentes tomen conciencia de su funcionamiento en las relaciones interpersonales con sus alumnos, de modo que la comunicación no verbal apoye el mensaje verbal y lo haga más efectivo. A. Mehraban determinó con sus investigaciones que el noventa y tres por ciento del impacto de un mensaje depende de la comunicación no verbal.

La comunicación no verbal se utiliza en mayor medida para la expresión de las emociones y actitudes, para la autopresentación y exhibición del yo, asociándose con la comunicación verbal.

Los comportamientos no verbales se adquieren por imitación, pero, dada su función social e interactiva se han convertido en un importante campo de entrenamiento educacional, para aumentar la competencia expresiva, mejorar la comunicación, elevar la urbanidad, entre otros.

En cualquier profesión que implique el desarrollo de las relaciones interpersonales resulta esencial el buen manejo de la comunicación no verbal, por ejemplo en las acciones para lograr influencia, persuasión, consenso.

La comunicación no verbal adquiere una gran importancia en el proceso docente-educativo. Desde el primer día de clases y aún sin pronunciar una palabra, como señala P.Alvarado, el profesor ya se está comunicando con sus alumnos: … "por su manera de vestir, su postura, sus expresiones faciales, puede parecer aburrido o interesado, tenso o relajado, deprimido o entusiasta".

"El comportamiento no verbal de un profesor puede crear un ambiente dispuesto para la reciprocidad -abierta o cerrada, positiva o negativa- que puede influir para aumentar o disminuir el deseo del estudiante por aprender".

Una muestra de la importancia de la comunicación no verbal en el proceso docente es, por ejemplo, la información que por la vía del tono de la voz y la postura envían de forma cotidiana los docentes a sus alumnos: Tanto el tono de voz como la postura asumida por el maestro frente a su clase revelan sus actitudes ante la materia de estudio, su interés o desinterés por la misma, transmitiéndolos de forma inconsciente a sus alumnos.

Existen expresiones primarias de comunicación no verbal comunes en todas las culturas, como los gritos de dolor, el llanto de pena, el temblor y la palidez por el miedo, la risa y la sonrisa como expresiones de alegría y felicidad. Sin embargo, la influencia de la cultura y condiciones socio-históricas marcan definitivamente las manifestaciones no verbales, diferenciándolas y caracterizándolas. En diferentes culturas se imponen restricciones a sus manifestaciones abiertas. En nuestra sociedad, por ejemplo, se reprime en los varones las manifestaciones de dolor, pena, debilidad física y temor, cuando se enseña a los niños, desde muy pequeños que "los hombres no lloran".

Un investigador de esta temática, Argyle, ha señalado que la comunicación no verbal es útil en tres sentidos diferentes:

– para manejar una situación social inmediata

– para servir de apoyo a la comunicación verbal

– para sustituir a la comunicación verbal.

Mediante el empleo de los sistemas de signos no verbales, aumenta la comunicación significativa pues es más factible el descubrimiento de las intenciones de los interlocutores, sus propósitos en la conversación.

La comunicación no verbal ejerce una función llamada de "fascinación" es decir, disminuye las resistencias a la aceptación del mensaje, aumenta su poder persuasivo.

Funciones de la comunicación no verbal son:

– Emblema: son generalmente gestos o posturas que pueden traducirse fácilmente en palabras porque han adquirido un sentido común para todos los miembros de un grupo social o nación: por ejemplo, amenazar con el puño, pedir silencio, sonreír, fruncir el ceño, gestos obscenos, etc.

– Ilustradores o reforzadores: son gestos que forman parte del habla y sirven para dar énfasis a lo que se dice, ilustrar tamaños, formas de los objetos de los que se habla. Son muy frecuentes los movimientos de cabeza, asintiendo o negando, gesticulación con las manos, etc.

– Manifestaciones de afecto: son gestos o expresiones que indican emoción y que pueden ser mucho más evidentes para el interlocutor que la comunicación verbal.

– Reguladores: su función es ayudar a que una conversación transcurra normalmente, se clarifiquen los términos, pueda terminarse de hablar.

Por su intermedio, se marca el inicio y fin de un diálogo, permite pedir, retener o renunciar al uso de la palabra. Comprende también la retórica del saludo y los rituales de despedida.

Por ejemplo, ante determinada información, la expresión del perceptor le indica al emisor que debe ser más explícito pues no se ha comprendido su mensaje; un gesto de impaciencia del interlocutor significa que no debe insistir más en el tema, etc.

– Adaptadores: son actos relacionados con necesidades de tipo corporal como: rascarse, cambiar de postura, etc.

Por lo visto hasta aquí, las funciones de la comunicación no verbal son muy diversas. No sería posible comprender el proceso de comunicación si no se tuviera en cuenta la comunicación no verbal. G.M.Andreieva analiza cuatro sistemas de signos específicos en las relaciones interpersonales, estos son:

– La motricidad del cuerpo o de alguna de sus partes: gestos con las manos, rostro (mímica) y del cuerpo (pantomima), posturas, poses.

– El sistema paralingüístico y extralingüístico: calidad de la voz, tono, pausas, llanto, risa, el ritmo del lenguaje, carraspeo.

– La organización espacial y temporal de los participantes en la comunicación.

– La comunicación visual.

Veamos a continuación la influencia que ejerce en la comunicación interpersonal cada uno de los sistemas de signos no verbales.

– La motricidad del cuerpo o de alguna de sus partes:

Gestos de las manos, de la cara o posturas de todo el cuerpo reflejan las reacciones emocionales del hombre y brindan una información adicional a la comunicación verbal de considerable interés.

Por ejemplo, los gestos con las manos pueden indicar una activación emocional general del individuo o bien un estado emocional concreto como la ira, miedo, etc. Estos gestos pueden estar coordinados con lo que se dice, para ilustrarlo e incluso sustituir al lenguaje.

Los movimientos de cabeza juegan un papel significativo con respecto a la palabra; se ha comprobado que el movimiento de cabeza tiene cierto poder de atracción sobre el emisor: al observarlo, éste tiende a dirigirse a esa persona, ya que percibe que está de acuerdo con lo que se está diciendo. El movimiento de cabeza también ayuda a la fluidez de la conversación, porque parece autorizar al que habla para que continúe.

La expresión facial como medio de comunicación que sirve de apoyo a la conversación y brinda retroalimentación, ha sido muy estudiada. La literatura refiere la existencia de más de veinte mil descripciones de las expresiones del rostro, que son combinaciones de expresiones de tres zonas del rostro: ojos y frente, nariz y zona nasal, boca y barbilla.

A partir de la mímica se expresan emociones básicas como la alegría, ira, sorpresa, odio, terror y tristeza.

Las posturas y posiciones que asumen los participantes en la comunicación son también un importante medio de comunicación no verbal. Por ejemplo, la inclinación hacia adelante en contraste con el hecho de permanecer recostado hacia atrás mientras el emisor habla, es una muestra de interés en el interlocutor. Se han hecho estudios de las posturas en relación con el status del comunicador y del perceptor, así, por ejemplo, se refiere que sentarse de lado o en posiciones relajadas se asocia con un emisor de más bajo status, mientras que ante personas de más alto nivel el interlocutor se muestra más tenso y rígido en su postura.

Se ha evidenciado también que las interrupciones a los demás son más frecuentes cuando se tiene más alto status que en caso contrario.

La postura de los participantes en la comunicación varía con su estado emocional y esta situación es más difícil de controlarse por el sujeto que la expresión facial, de ahí que la postura se convierta en un excelente medio de información acerca del estado emocional del interlocutor.

El Dr.Scheflen distingue tres grupos de posturas que pueden adoptarse en las relaciones interpersonales: inclusiva – no inclusiva, de orientación frente a frente o paralela y de congruencia-incongruencia.

La primera se refiere a la manera en que los miembros de un grupo se incluyen o no en el mismo.

La disposición frente a frente es típica en las relaciones maestro-alumno, sin embargo, es frecuente encontrar a docentes que no se dirigen a sus alumnos, sino al pizarrón o al vacío, mostrando su incapacidad para comunicarse con ellos.

Por último Scheflen se refiere a la congruencia – incongruencia de la postura, indicando la capacidad de los miembros de un grupo para imitarse unos a otros.

El sistema paralingüístico y extralingüístico

Sus elementos como la voz, tono, timbre,, las pausas, ritmo del habla, el llanto, la risa, cumplen la función de "fascinación", pues complementan la información verbal creando un "fondo" complementario que le da más fuerza y debilita las resistencias que pudieran presentarse a la comprensión del mensaje.

En la vida cotidiana se tiene la experiencia de como se interpretan de forma muy distinta las mismas palabras dichas en un tono amigable o irónico.

Diferentes investigaciones han mostrado que resulta más difícil y menos frecuente expresar de forma verbal los afectos negativos que los positivos. Por esto las reacciones negativas ante cualquier información no se manifiestan tanto de forma explícita, por medio del lenguaje, sino mediante inflexiones de la voz o expresiones faciales, etc. De aquí la importancia de aprender a descifrar, a decodificar estas formas de comunicación no verbal, así como a utilizarlas adecuadamente para hacer más persuasiva la comunicación.

La organización espacial y temporal de los participantes en la comunicación.

El espacio y el tiempo adquieren un valor semántico en las situaciones de comunicación. La disposición cara a cara de los interlocutores favorece el contacto, es una manifestación de atención al emisor y de éste al perceptor. Por lo contrario, alejarse, dar la espalda, son muestras de desatención que dificultan la comunicación.

La distancia que una persona mantiene con respecto a otra depende de su medio cultural, sexo, preferencia, etc.

Argyle señala la proximidad entre los interlocutores como un importante medio de comunicación no verbal. Se han estudiado las diferencias de significación de la proximidad en diferentes culturas; por ejemplo, los latinoamericanos y los árabes tienden más a la proximidad durante sus relaciones interpersonales que suecos, escoceses o ingleses. Existe una relación directa entre agrado y proximidad: nos acercamos más a quienes más nos agradan. Por otra parte, las personas inadaptadas tienden a mantenerse alejadas de los demás.

Los cambios que se producen en la distancia entre las personas durante su comunicación son indicadores del deseo de iniciar o terminar un encuentro.

Hall estudia la significación comunicativa de distintos tipos de distancia entre los participantes en una relación interpersonal:

– Distancia íntima: expresa máxima afinidad afectiva, mayor intensidad del vínculo.

– Distancia personal: propia de relaciones de amistad y de interacción conversacional.

– Distancia social: presente en las relaciones profesionales de forma generalizada.

– Distancia pública: se expresa en situaciones oficiales, de posicionamiento de la autoridad.

Estas distancias tienen valores diferentes, en dependencia de diversos factores: personales (edad, sexo, posición en el grupo); de factores interpersonales (atracción, rechazo), situacionales y de contexto, culturales.

Las diversas concepciones y utilización del espacio en las instituciones educativas ha dado lugar al desarrollo de la noción de espacio educativo.

El espacio educativo tiene considerable importancia en el proceso docente, facilitando o obstaculizando la comunicación y el aprendizaje.

La concepción de cómo deben ser los espacios educativos y su utilización ha ido cambiando progresivamente, desde espacios preestablecidos, donde objetos y personas tienen posiciones estáticas (el maestro, al centro, en una posición mas elevada, los alumnos de frente al docente y dando la espalda a sus compañeros) a otras más flexibles y dinámicas, que les permiten mayor libertad e interacción.

El espacio educativo es tanto el instrumento, como el marco de referencia del proceso docente, por lo tanto, se ha recomendado que en el diseño de estos espacios se tenga en cuenta la modalidad educativa que se utilice, la tecnología y metodología a emplear, así como mobiliarios, equipos y materiales pedagógicos requeridos, ya que:

"La adecuación de estos factores y el orden que se dé a los objetos físicos y a las personas dentro del espacio, podían incrementar o entorpecer: la comprensión de la información, el acceso y la utilización de materiales, el desplazamiento de los usuarios, y las relaciones de comunicación entre los individuos que participan en estos procesos".

La posición que los alumnos ocupan en el aula es un indicador de su actitud ante la materia y el proceso educativo: generalmente los que se sientan delante se muestran interesados y participan activamente, mientras que los que ocupan los últimos asientos manifiestan de esta forma su desinterés e intenciones de "pasar inadvertidos".

Igual que con el espacio, con el tiempo se elaboran normas en diferentes culturas que se constituyen en medios de comunicación: la puntualidad, las tardanzas y el margen de tolerancia hacia ellas enriquecen el contenido semántico de la comunicación: cuanto está dispuesto a esperar un joven por su novia, puede ser una muestra de la magnitud de su amor hacia ella; cómo se interpreta llegar tarde a una importante reunión de trabajo; las normas de puntualidad e impuntualidades que rigen en el mundo diplomático, son informaciones asociadas al tiempo y su empleo por los participantes en la comunicación.

La utilización del tiempo o cronémica afecta la relación entre profesor y alumnos, sus percepciones mutuas: si el docente es puntual o impuntual despertará actitudes de aceptación o rechazo. La duración de los temas indica el valor e importancia que el maestro les concede. Su aprovechamiento del tiempo, su impaciencia por marcharse, también brindan determinadas informaciones y despiertan actitudes dadas en los estudiantes. Del mismo modo, las tardanzas, ausencias, mal aprovechamiento del tiempo y la prisa por salir de clases, son elementos que el docente ha de tener en cuenta para conocer mejor a sus educandos.

Comunicación visual

Durante mucho tiempo se consideró que el contacto visual se limitaba a la comunicación íntima en la pareja. Sin embargo, en la actualidad, los signos de comunicación que se expresan a través de los movimientos oculares se incluyen en diversas situaciones de comunicación, como las de jefe-subordinados, maestro-alumnos, entre amigos, etc. Mirar al que habla indica interés en su mensaje; del mismo modo, cuando el emisor mira al perceptor al hablar, muestra su interés por él. Se tiende a mirar más a las personas que nos agradan, aunque la mirada fija a desconocidos se ha interpretado como desafío o amenaza. Como los demás medios de comunicación no verbal, la significación del contacto visual varía en función del medio social y cultural.

El contacto visual en el aula es un indicador de la distancia psicológica entre el docente y sus alumnos.

Wolfang estudió la conducta no verbal de los maestros en el aula y encontró que los docentes que mostraban atención a los estudiantes, manteniendo contacto visual con ellos, así como que pasaban más tiempo frente al grupo que detrás del escritorio o ante el pizarrón, fueron los que obtuvieron un mayor rendimiento de los estudiantes, a diferencia de los maestros que no ejecutaban este tipo de comportamiento.

Además de las formas de comunicación no verbal o corporal analizadas hasta aquí, García Carrasco incluye otras más, de no menor importancia que las anteriores:

– Señales físicas y químicas: se le concede valor de signo a la forma corporal, color de la piel, altura o peso corporal, masa muscular, longitud, color del cabello, olores, sonidos corporales no vocálicos.

A partir de los años 70 se investiga la concordancia subjetiva o intersubjetiva entre los aspectos externos de los sujetos y las percepciones, comportamientos y actitudes que los mismos provocan.

El primer contacto con una persona brinda cuatro bloques de información: características físicas o corporales -que resultan ser determinantes al producir impresiones globales de atractivo-no atractivo; comportamientos reales, comportamientos supuestos y rasgos de personalidad o estimaciones globales inferidas.

La importancia de la "primera impresión" en las relaciones interpersonales es notable, tal como se verá más adelante.

– Conducta táctil: Por intermedio de variadas conductas táctiles tales como: palmear, abofetear, golpear, pellizcar, acariciar, sacudir, besar, lamer, sostener, guiar, abrazar, enlazar, apoyar, etc., se marcan y expresan contextos de comunicación diferentes, en el ámbito profesional, social ó de las relaciones interpersonales de amistad, amor y sexualidad.

– Elementos artificiales asociados a la corporeidad: pelucas, espejuelos, indumentaria, adornos, cosméticos, entre otros, devienen en medios no-verbales de comunicación.

– Elementos y marcos en el entorno que afectan a la comunicación: mobiliario, iluminación, distribución, sonorización y señales acústicas, también contribuyen a brindar determinadas informaciones que complementan o sustituyen el uso de las palabras con fines comunicativos.

A través del lenguaje y de otros sistemas de signos no verbales, se establecen códigos para la comunicación. El éxito de la misma depende de que estos códigos sean comprendidos por todos los participantes en la comunicación. Es necesario, por tanto, insistir en la importancia de profundizar en el conocimiento de estos códigos. Es preciso tener en cuenta que en la comunicación no basta considerar sólo la información que se transmite, sino tener en cuenta lo que se ha llamado "información semánticamente significativa", es decir, no la que parte del emisor, sino aquella que "llega" al perceptor la que "funciona", la que influye en el comportamiento del perceptor, la que tiene sentido para él.

Todos los sistemas de signos no verbales multiplican el sentido de la información, (cuando está presente la comprensión de esos signos) y permiten conocer las intenciones de los participantes, por lo que enriquecen la comunicación verbal, pudiendo incluso sustituirla exitosamente en determinadas circunstancias.

3.2 Función regulativa de la comunicación

Al estudiar la comunicación en su función informativa se le describió como el intercambio de la información entre los interlocutores. Por su parte, la función regulativa de la comunicación destaca la interacción, el intercambio de acciones entre ellos y la influencia que ejerce uno sobre otro en la organización de su actividad conjunta.

Existe un vínculo estrecho entre interacción y comunicación, al extremo que muchos autores los identifican. En nuestro caso se concibe la interacción como un aspecto o función de la comunicación entendida en su sentido más amplio. La interacción puede entonces, definirse como la organización de la actividad común, la organización de las acciones que permiten al grupo realizar cierta actividad conjunta entre todos sus miembros.

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