Hacia la Transformación de la Institución Escolar Pública – Problemática y Gestión de la Calidad en Educación
A GILMA, mi esposa; a mis hijos. A los maestros, que desde su ser político, dignifican la Pedagogía. En memoria de mi hermano Martín. Al Creador del Universo. El Autor
Prólogo
El libro "Hacia la Transformación de la Institución Escolar Pública" viene a llenar un gran vacío académico, respecto a la necesidad de una obra que interpele con objetividad la cultura escolar, la docencia y la pedagogía, con especial atención a los colegios del distrito, en un momento crucial afincado en la incertidumbre, las tensiones sociales, políticas y pedagógicas, que le ofrecen un marco complejo a la educación oficial. Frente a este panorama las opiniones de los entendidos en el tema, son disímiles y a veces polarizadas, sin que exista un referente sistemático, conceptual y práctico, desde donde se empiece a pensar la educación pública, como un escenario favorable para construir un país más civilizado y competitivo en el hemisferio occidental.
Pero además de esta evidente ganancia para los lectores comprometidos con la educación, es preciso subrayar que recorriendo las páginas del texto se encuentra el intérprete con las herramientas necesarias para mejorar sustancialmente los índices de calidad en el establecimiento académico. Tales recursos son el resultado del valioso filtro tejido por la experiencia real "in situ" del autor, nutrida, no sólo por la vida diaria de la pedagogía en las instituciones en donde ha laborado, sino por sus investigaciones experimentales y cualitativas. A lo anterior es oportuno agregarle la evidencia respecto a que el discurso pedagógico incluido en la obra, emerge de una documentación abundante y pertinente, obviamente transformada por el ideario pedagógico del educador- autor.
El manejo de los temas le propone al lector resolver los ejercicios de aplicación y problemas pertinentes dirigidos a los profesores, con el fin de convertirlos en asuntos indispensables para la deliberación en los foros escolares o institucionales del conocimiento, con la idea de iniciar los procesos de investigación o de transformación de las tareas pedagógicas. Desde esta aseveración es oportuno manifestar que los problemas aludidos, no se extraen de la erudición teórica, sino del escenario auténtico de la escuela, sin el sesgo que en no pocas ocasiones les impone la investigación científica tradicional. Es imperioso que el colectivo de educadores y directivos vuelvan su mirada al hecho educativo, para desde allí asumir el ser político del magisterio, articulado indisolublemente con la pedagogía. En verdad, el texto que nos ocupa es un excelente recurso para lograrlo.
Valga la oportunidad para resaltar dos aspectos de la obra que no pueden pasar por alto. Me refiero al tema de la Docencia del Español y la Literatura de aplicación en las demás asignaturas del plan de estudios. Este asunto que se encuentra distribuido en los diversos subtítulos del contenido, nos deja ver al pedagogo que no sólo presenta el sustrato semiótico o pragmático de la enseñanza idiomática, sino al enunciador que conduce al lector a que determine la importancia de enfocar dicho apostolado, desde un punto de vista educativo, político y social. Aquí, pues, el Profesor Amaya, asume, recordando a Michel Foucault, que: "Todo sistema de educación es una forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y los poderes que implican"(Foucault, Vigilar y castigar, 75-98:37).
Igualmente es preciso hablar de la preocupación que muestra el autor acerca del estado deficitario de la lectura escolar. Aprovecho la oportunidad para sugerirle al autor la necesidad respecto a que profundice y escriba sus consideraciones socio-pedagógicas, con igual rigurosidad, acerca del problema aludido. Son bien conocidos los resultados de las pruebas internacionales de lectura crítica en donde Colombia ocupa los últimos lugares. Quedamos, entonces a la espera de un segundo volumen del Profesor Justo Amaya, esta vez centrado en la situación académica y política que incorpora la lectura en la Institución Educativa.
Finalmente, invito a los lectores, a que al terminar la lectura de este tratado, quede en ustedes la inquietud o el interés por adoptar una nueva concepción y sobre todo actitud, ante el estado actual de la educación escolar. En suma este procedimiento se debe tornar en una oportunidad para desplegar las acciones necesarias, con el ideal de transformar la escuela, para lograr contribuir a disminuir la brecha social en Colombia, una de las más protuberantes del mundo. Así mismo a que quede en cada uno la impronta sobre la importancia que tiene para un país de economía emergente, la profesionalización, calidad de vida y posicionamiento político de los maestros, como verdaderos promotores del desarrollo económico y social del país.
Víctor Miguel Niño Rojas Doctor en Filosofía y Letras- Universidad Complutense de Madrid.
Presentación
Los grandes viajes, hallazgos, revoluciones y transformaciones de la humanidad, sólo han sido posibles por la inspiración surgida de una maravillosa utopía, que el racionalismo a ultranza no quiere entender (El autor) Ya no se trata de "enseñar" lo que dice el documento, sino de "aprender" qué pasa si unas hipótesis son confrontadas con la realidad (Campos del Pensamiento, Secretaría de Educación Distrital, pg. 17)
Esta obra es el resultado de las investigaciones pedagógicas y de las múltiples observaciones cualitativas, clasificadas y agrupadas de acuerdo con los temas que le otorgan los nombres a los capítulos del texto. Estos datos fueron recolectados durante el amplio ejercicio profesional del autor tanto a nivel universitario como escolar, en diversas jornadas, colegios y localidades del distrito, donde trabajó, lo que le otorga la fundamentación pedagógica al enunciador. La explicación registrada sirve para determinar que los nombres de los capítulos obedecen básicamente a un procedimiento metodológico e intelectual, pues hay temas que son transversales, de acuerdo con el desglose de las tesis del autor. En el presente orden de ideas, si bien la obra se origina y se dirige a los colegios distritales de Bogotá, indudablemente es un tratado que de acuerdo con sus temas disciplinares interpelados desde el diario vivir del colegio, se deben aplicar en cualquier institución pública del país.1 Esta particularidad, por consiguiente, representa una muestra para inaugurar la revisión crítica y propositiva de la educación oficial.
Desde la asunción anterior, es pertinente afirmar que las concepciones y argumentos incluidos en esta producción intelectual, se expresan también a manera de autocrítica, y desde esta perspectiva es visible que el análisis se concentra en el contexto de la docencia escolar. En otras palabras el propósito del autor no es pontificar, ni sentar cátedra sobre los temas elegidos, sino presentar su pensamiento pedagógico apoyado no sólo en la fundamentación de la que se habló antes, sino en una rigurosa documentación, investigaciones más recientes y datos estadísticos, sobre la educación escolar oficial y privada, lo que le brinda el rigor científico al texto, todo ello con la finalidad de contribuir al mejoramiento de la calidad educativa en las instituciones escolares, lo que le otorga la justificación y el sustento fáctico o apelativo a la obra.
En esta línea, la obra actual lejos de presentar una sucesión de temas científicos desglosados de una manera secuencial, expresa una gran diversidad temática que guardan su coherencia, al ser utilizados por el autor para argumentar el propósito central de la escritura y que está incorporado en el título del texto: "Hacia la Transformación de la Institución Escolar Pública". Este procedimiento es ineludible para lograr el objetivo de la obra respecto a que la comunidad académica y la sociedad en general
Lo que aquí se enuncia significa que este libro tiene un carácter eminentemente pedagógico y político, escrito con el propósito de contribuir a reformar la educación pública en Bogotá, lo que incorpora la generalización al resto del país, a través de una investigación cualitativa. La escritura del presente texto se sustenta en un esfuerzo personal, con una financiación particular, pues no existe ni en el MEN, ni en la Secretaría de Educación una editorial democrática y popular, despojada del entramado burocrático oficial, que acoja este tipo de estudios con el fin de asesorarlos, evaluarlos y editarlos.
Para que esto suceda, ineludiblemente, es indispensable contar con el padrinazgo político correspondiente. Este es uno de los motivos para que los maestros distritales (y los del país) no tengan un aliciente para adelantar esta clase de trabajos, que sólo surgen por una vocación y un ideal educativo de difícil comprensión y justificación. Todo lo anterior nos permite establecer que una de las bondades del libro radica en la autonomía y libertad del pensamiento del autor, quien como antecedente no está limitado por el encargo efectuado por determinada organización o partido político, en particular.
adquieran conciencia sobre la necesidad de intervenir desde las diversas aristas que aquí asumimos, la escuela pública, fuente original del equilibrio o desigualdad social en nuestro país.
Por consiguiente, uno de los propósitos relevantes de la obra, es el de inaugurar la discusión sobre la problemática educativa en Colombia, desde y hacia la trascendencia de la pedagogía y la dignidad de los maestros-profesionales de la educación. Este trámite, por supuesto, se justifica en tanto el colectivo nombrado asuma su compromiso histórico relacionado con la reivindicación de la educación pública, encaminada a encontrar su nuevo rumbo, anclado también en la voluntad política de los legisladores educativos. En el sentido precedente, el contenido del libro incorpora los elementos fundamentales para establecer una pedagogía crítica aplicada a la escuela pública Analizar la problemática educativa escolar no es una tarea fácil, pues las variables culturales que allí intervienen son múltiples: la axiología social y familiar, el plano virtual y de las telecomunicaciones, las políticas hemisféricas, las nuevas formas de relacionarse, la corrupción en los entes de control, justicia y fiscalización; etc. Por lo tanto, en este libro y ante el cúmulo de información existente, el autor ha seleccionado los aspectos que considera más relevantes y constituyen el contexto de la educación escolar, dándole importancia a la cultura escolar y a la configuración política y social que la caracteriza.
Aquí cabe señalar que el escritor ha seguido un método racional, crítico- propositivo e hipotético deductivo, de acuerdo con su manera de vislumbrar la educación, en confrontación con la realidad escolar, lo que determina también los títulos y subtítulos incluidos en el contenido. La primera estrategia se utiliza para cuestionar la realidad, con base en la observación y testimonio del enunciador ante los significados que adquiere la pedagogía en el escenario real de la escuela, mediante la sustentación de los referentes consultados en diferentes textos impresos y virtuales. El segundo método, establece en el rumbo de un proceso cualitativo, las hipótesis de trabajo, que se deducen en cada capítulo, constructo de gran utilidad para el desarrollo de las posibles investigaciones originadas en el enfoque que aquí se plantea. El primer capítulo formula un diagnóstico preliminar de la educación pública distrital, afincado en tres asuntos relevantes: Primero, la inequidad educativa centrada en los resultados evaluativos de los bachilleres procedentes de los colegios oficiales, versus los privados. Segundo, la investigación pedagógica escolar, tema que suscita el interés del autor pues lo vuelve a tratar en el capítulo 3, al considerar que esta es una de las estrategias básicas para sacar a la escuela oficial del relativo atraso en que se encuentra. Por último, aborda el tema de la educación de calidad, cuestionando la gestión del MEN.
Este capítulo pone sobre la mesa de discusión el análisis comparativo entre la educación pública y la privada, planteamiento que implica ingresar reflexivamente a la cultura escolar, para que de allí emerjan situaciones socio-educativas que invitan a examinar las políticas educativas entronizadas en las tradiciones de la escuela oficial, en donde el enseñar subordina el aprender, el formar aspirantes a técnicos o tecnólogos prevalece sobre educar a ciudadanos pensantes y críticos, el saber está por encima del ser, el repetir contenidos a veces inútiles, es más que interpretar la realidad para construir el conocimiento, el imitar lo extranjero relega la creación autónoma y original y así sucesivamente.
El capítulo segundo contiene tres bloques conceptuales: Inicialmente se focaliza en la formación actual de los licenciados en educación, desde el pregrado hasta el post-grado, a partir de los resultados en las pruebas Saber Pro vigentes. Luego, se sientan los referentes principales en el camino de transformar la profesión del educador, enfatizando en sus derechos y en la evaluación de su labor, transcurso un tanto complejo si se examina detenidamente esta situación. Finalmente nuestro análisis se detiene en una mirada de fondo del sistema democrático escolar, con el fin de evidenciar la fractura entre el espíritu de la Ley y su cumplimiento institucional.
El capítulo tercero continúa con el tema de la docencia, que lo dilucida a través de tres dimensiones: la política, la pedagógica y la didáctica, que aparecen sistemáticamente organizadas, pero con la asunción relacionada con que el ser político del maestro es un componente sustancial de su misión educativa. Es hora de superar la concepción canónica de la pedagogía con el propósito de otorgarle el sitial que debe tener, como recurso imprescindible para fundamentar el desarrollo económico y social que reclama el país. El capítulo cuarto se estructura en dos formantes, ambos articulados desde el marco referencial de la educación aplicada a la escuela pública: el pedagógico y el curricular. El primero se encarga de plantear los fundamentos conceptuales de la pedagogía, que según nuestro criterio son los más útiles en la tarea de diseñar el currículo escolar. El segundo entra a reflexionar sobre los principales elementos en vía de construir el currículo del colegio (que varía según la evolución de los contextos educativos), procedimiento que en ocasiones olvida la gestión escolar, lo que demuestra el fondo anquilosado y estancado de la escuela pública.
Al final de cada capítulo se ofrecen los ejercicios de aplicación con los objetivos que allí aparecen y además se incorpora la bibliografía, con el propósito no sólo de darle la fundamentación técnica y científica al libro, sino para que el lector extienda su mirada exploratoria o espíritu investigativo a las fuentes que fueron consultadas por el autor.
La exposición y el lenguaje utilizado procura ser claro, conciso, y pertinente. Para cumplir con este precepto, los conceptos se relacionan con el trabajo pedagógico diario del profesor, a través de ejemplos, esquemas, tablas y cuadros analíticos. Para mayor comodidad del lector, la estructura de la obra se manifiesta a través de numerosos títulos y subtítulos, lo que le permite efectuar una indagación rápida y objetiva, que puede complementar con los temas principales resaltados en negrilla a lo largo del libro y que se organizan al final, en el índice temático.
En la órbita anterior, el género humano se manifiesta mediante el significante amplio de "niños", con la obvia inclusión de las "niñas", semejante al sentido de jóvenes, adolescentes, alumnado o estudiantado (masculino y femenino). De todas maneras, en varias secciones de la obra se utiliza el término joven, niño adolescente, con relación a los contextos correspondientes, y que de acuerdo con sus masculinos y femeninos, determinan la igualdad de géneros que pretende manifestar el presente contenido. Igual sucede con la referencia a los profesores que en un plano semántico abarca el colectivo de profesoras, lo cual obedece a un recurso estilístico y de ninguna manera a que se privilegie un género sobre el otro. En conclusión, espero que los presentes capítulos sirvan para que los lectores empiecen a concebir otra escuela, más evolucionada, tecnificada, humanizada, y sobre todo competente, todo ello en el ámbito de cumplir con su verdadero sentido misional: educar a las generaciones de colombianos, que de la escuela pública deberían ingresar a la vida laboral, con mejores argumentos y preparación, con el propósito de resolver la marcada inequidad social en Colombia.
Por último, quiero dar mis más sinceros agradecimientos a mi familia, inspiración permanente de mi trabajo intelectual, quienes con su paciencia y comprensión me han apoyado irrestrictamente para desempeñar mi vocación de escritor.
Capítulo 1
Un Diagnóstico Educativo Preliminar
La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar, sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo- el que con mayor nitidez marca nuestro salto evolutivo respecto a otras especies- exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes. Fernando Savater. El Valor de Educar.
No obstante lo ambicioso del título que orienta este capítulo, ha sido pensado en el sentido de que los datos, reflexiones y propuestas que aquí se ventilan, sean elementos de juicio en el camino de establecer un sistema de hipótesis, hechos tangibles, y consideraciones teóricas, que bien se podrían sistematizar en posteriores investigaciones cualitativas de la educación escolar en Bogotá. Sin embargo, es prioritario inaugurar la discusión, considerando que uno de los recursos más exitosos para cualquier empresa social es el de la dialéctica. De aquí arrancan las grandes transformaciones y la de la educación escolar oficial es una que no da más espera, pues de lo contrario en contados años nos veríamos abocados a tener un país con un desequilibrio social más acentuado.
Diagnosticar los problemas que aquejan a la Institución Escolar es reconocer que tienen una gran diversidad y un origen disímil: pedagógico, político, socio-económico, tecnológico, etc. Por lo tanto, ahondar en el tema exige no sólo la infraestructura adecuada (v.gr. acceso a los archivos de las dependencias públicas respectivas), sino el espacio suficiente, no en un libro sino en una serie que exigiría un equipo interdisciplinar suficientemente financiado. Así que, nuestro trabajo se situó en tres de los problemas más significativos y de urgente solución, todos ellos ubicados en el Centro de Enseñanza actual: la inequidad educativa, la investigación escolar y la educación de calidad.
El primer aspecto sugiere un problema socio- político muy arraigado en la historia de Colombia y que indudablemente caracteriza a la Institución Escolar Oficial, la cual y de acuerdo con los datos dispuestos, debe entrar a competir en franca desventaja con el sistema educativo privado. El segundo plantea la dicotomía entre una legislación pensada para un maestro erudito "replicador" de teorías disciplinares y moldeador de pensamientos ceñidos a los discursos dispuestos por los organismos y agencias estatales correspondientes, en contraste con que ante dichas disposiciones, al mediador investigador socio- pedagógico, crítico y gestor de la transformación social en Colombia, no le queda el espacio suficiente o no asume su compromiso con la historia. La tercera consideración cuestiona la tan publicitada educación oficial de calidad, interpretando este concepto desde una perspectiva política, pedagógica y humana- social.
Claro está, que esta discusión no se instala y se queda allí, sino que acude a dar algunas recomendaciones que deben ser vistas como etapas preliminares para resolver el cuestionamiento que se efectúa. En resumen, la presente sección expone los argumentos que permiten determinar la necesidad de reformar la Institución Escolar. En esta línea, el capítulo 1 pretende apoyar a quienes realmente desean poner su talento al servicio de lo que hemos denominado la revolución (pacífica) del sistema escolar oficial, en tanto ello se torna en la única oportunidad para que muchos niños, adolescentes y jóvenes sean capacitados para ingresar a una cultura letrada, de manera competente, en beneficio de poder ejercer una ciudadanía digna, influyente y participativa.
Los datos que aparecen en el camino de sustentar tanto el marco problemático anunciado, como las propuestas resolutivas corresponden al periodo comprendido entre el 2007 y el 2014, cifras representativas para justificar la discusión aquí sugerida. Tales guarismos reflejan un factor endémico e histórico, arraigado en la sociedad, desde la cultura política del país, marco determinante de un sistema educativo sumido en una crisis permanente, no obstante, los salvavidas transitorios y emotivos, sin planeación ni legislación alguna, propuestos por los gobernantes, en atención a las órdenes impartidas por los organismos económicos internacionales correspondientes. Sin embargo, este libro es una contribución para que la situación expuesta progrese hacia la consecución de una educación de calidad a partir de un cambio profundo en el contexto antes señalado.
Adicionalmente, habría que mirar el presente capítulo como un estudio sincrónico ubicado en la evolución marcadamente lenta de la educación en Colombia. Por este motivo, su contenido se manifiesta como una referencia imprescindible para las futuras investigaciones descriptivas o históricas que se efectúen, acerca de las variables que integran los problemas que aquí se analizan.
La inequidad educativa: la escuela pública frente a la privada
Es indispensable precisar que la concepción de educación asumida en estas páginas (desde, Brunner, 1998; Arnaiz, 2003), se deriva del contexto cultural del país, en tanto la situación social, la diversidad étnica, y las costumbres políticas, definen el perfil educativo, en donde el desarrollo de la lectura tiene una injerencia inusitada, es decir, de este marco y el de la pedagogía que se aplique, depende en gran medida la transformación de la escuela. En este plano, el desequilibrio entre el sector público y el privado es una circunstancia política y económica, si se tiene en cuenta que: en Colombia, al igual que en todos los países asociados a la OCDE, la mayor parte del gasto en educación proviene de los recursos públicos: el 65% del gasto en instituciones educativas en Colombia es de origen público, sin embargo en comparación con el promedio de la OCDE del 84 %, denota una notoria desproporción. Adicionalmente, la participación del financiamiento privado en Colombia es una de las tres más grandes observadas entre los países (35%, comparada con el promedio de la OCDE de 16%). Es tangible, entonces, que en Colombia la tendencia del gasto educativo se localiza en la educación privada, en comparación con la pública, revisando los promedios de la OCDE, (Informe OCDE, 2011).
Los datos que aparecen al respecto, corresponden al periodo que ya se mencionó antes y se consideran representativos, puesto que los cambios educativos en Colombia son paquidérmicos y esta situación es evidente, incluso dentro de las aulas universitarias. En este lapso, es histórica la necesidad de que Colombia mejore el índice de desigualdad social, y de rendimiento en las pruebas internacionales PISA- OCDE, reforma a las facultades de educación, equiparar la educación pública con la privada, un estatuto docente unificado, la jornada única; a que se le otorgue un nivel realmente profesional, una vivienda y un salario digno a los maestros, etc. Hasta ahora la situación descrita no presenta variaciones visibles, pues estas intenciones sólo forman parte de las promesas electorales incumplidas por los políticos, circunstancia "normal" en la cultura colombiana. Nuestro pensar es que esta situación "es consecuencia del surgimiento (desde 1980) del nuevo conservatismo de mercado y de la manifestación de sus agentes como empresarios de la política y práctica de la educación", (Bernstein B. 1990:68). Es decir, la educación al adquirir una connotación empresarial ligada a la política, fracturó sus ideales pedagógicos resumidos en las doctrinas de Comenio (1655) y Decroly (1925), entre otros.
Algunas cifras que sustentan la baja oportunidad de ingresar, cursar y finalizar la escolaridad para continuar los estudios universitarios, técnicos y tecnológicos de los estudiantes de los colegios oficiales, en el Distrito Capital y en Colombia, son los siguientes. Estos guarismos fueron publicados por las entidades y en los años que figuran en la cita de pie de página correspondiente, excepto cuando se mencione una fecha distinta.
(1) Tasa de deserción de los colegios del distrito: 3.6%.
(2) La Población en Edad Escolar (PEE) de estratos 1 y 2 representa el 46.20% del total de la PEE de Distrito: el estrato 3 concentra el 41.20% y los estratos 4, 5 y 6 concentran el 12.10% de la PEE del distrito. Es decir, que los estratos más bajos de la población escolar, conforman el 87. 40 % de los estudiantes pertenecientes a los colegios distritales.
(3) El número de bachilleres egresados en el Distrito Capital fue de 87.976 estudiantes, de los cuales
56.110 (63.78%) corresponden a colegios oficiales, y 31.836 (36.19%) a colegios privados.
(4a) Los exámenes de estado, arrojaron los siguientes resultados a nivel nacional: un 29 por ciento de colegios oficiales se ubicó en niveles bajos de desempeño y en los privados esta cifra es del 11 por ciento.
Adicionalmente, el 32 por ciento de los públicos está en categorías altas frente a un 73 por ciento en el caso de los privados. Aunque este año, bajó la proporción de colegios oficiales en categoría muy inferior, inferior o baja y subió en media, alta, superior y muy superior; la desigualdad entre el sector privado y público sigue siendo preocupante.
(4b) El 60% de los colegios distritales está en categoría alto, superior y muy superior. Hace 6 años en estas categorías estaba el 17%…Los privados tienen en estas categorías, el 77% de sus colegios. No obstante, se percibe una tendencia a la alta en los colegios oficiales de Bogotá, el contraste público/ privado es una realidad inocultable.
(5) Número de estudiantes del distrito que ingresaron de la media a la educación post- secundaria:
DESTINO/ AÑO | 2004 | 2007 | |
Técnica y Tecnológica | 7.658 | 10.544 | |
El Sena | 8.883 | 18.588 |
(6) El sector productivo exige cada día más, y conforme la tendencia mundial, de requerir mano de obra en el campo técnico y tecnológico especializado, ante lo cual el Gobierno Nacional ha impulsado el desarrollo en estas áreas a través del Consejo Nacional de Competitividad y Planeación Nacional, entre otras, tendiendo a fortalecer la educación técnica y tecnológica, para que se produzca un incremento en las mismas, contribuyendo a subsanar las necesidades de producción requeridas.
(7) En Colombia, sólo el 17% de los bachilleres graduados en 2012 lograron acceder a la educación superior. Las asociaciones de padres de familia manifestaron que de los 450 mil bachilleres de 2012, el 10% ingresaron a la universidad y el 7% a la educación técnica y tecnológica. En consecuencia, el 83% de los bachilleres colombianos pasó a engrosar las filas de los desocupados y el trabajo informal.
(8) En el nivel universitario la deserción alcanzó el 45% en 2011, en el país, lo que significa que 1 de cada 2 personas que ingresaron a la Educación Superior no culminó sus estudios. En el nivel técnico y tecnológico la cifra fue de 54,6% respectivamente.2
Análisis de los datos
Los datos precedentes (en 1.1.), nos permiten analizar los siguientes aspectos comparativos:
(a) Grado de deserción y concentración de la población en edad escolar en los colegios del distrito:
La primera consideración, se dirige a la comparación entre los colegios privados versus públicos, en cuanto al grado de deserción y de concentración de la población en edad escolar (datos 1 y 2). Aunque no hay cifras acerca de la deserción en las instituciones privadas (que debe ser menor, por el nivel económico), sí las hay de las públicas que en el 2007 llegaba al 3.6% (en el 2012, bajó a 3.1%, CVNE, 2013). Sin embargo, aún es una cifra que requiere una atenta reflexión por parte de la Secretaría de Educación, pues los factores que la producen son diversos, empezando por la política económica aplicada a la educación. Además, es oportuno resaltar que de la población en edad escolar del Distrito Capital en el año 2008, el 87.40% de la P.E.E. se ubican en los estratos 1, 2, 3 y por lo tanto los 12.60% restantes, se sitúan en los estratos 4,5,6. Esta situación ha ido en aumento, al llegar la P.E.E. de los estratos populares a más de un 90%, en el año 2013 (Caracterización Sector Educativo, SED, Tabla 32,). Es muy diciente que la mayoría de niños, niñas y jóvenes que potencial o realmente asisten a los colegios de Bogotá, correspondan a los estratos populares de la población citada. De esta aseveración se puede colegir, en primer término, la responsabilidad que le asiste a la Institución Educativa Distrital, en la misión de educar a casi el 90% de la población escolar en Bogotá, pues es a este tipo de colegios que van los niños, niñas y jóvenes de los estratos 1 al 3.
De otra manera, hay que tener presente la política educativa de los últimos gobiernos, tendiente a ampliar la cobertura, lo que implica una decisión más de tipo político que educativo. Cabe acentuar , desde un criterio pedagógico, que el énfasis en la cobertura sacrifica la calidad (Departamento Nacional de Planeación, 2012), si se piensa entre otros motivos, en las dificultades de enseñanza que surgen cuando un maestro le da una clase a un número de alumnos que sobrepasa el límite pedagógico establecido en otros países, o en las instituciones de carácter privado, encasilladas en los primeros lugares de las pruebas saber 11. Desde luego que la cobertura debe ir de la mano de la calidad, por
Los datos fueron tomados de los documentos: (1), (2),(3): Contraloría de Bogotá. Subdirección de Análisis Sectorial. 2008. Análisis de la articulación de educación media con el nivel superior en los colegios públicos con énfasis en la Universidad Distrital (http://pqr.contraloriabogota.gov.co/, consulta: 23- 05-2011.) y Secretaría de Educación del Distrito, Oficina Asesora de Planeación Sector Oficial, Tabla 54. Tasas de aprobación, reprobación y deserción intra-anual para el sector Oficial de Bogotá por grado. Boletín estadístico, Sector Educativo ,Bogotá, 2009 – Secretaría de Educación. Las estadísticas referidas provienen de: (4a): Pruebas Saber 11, El Tiempo, 9 de diciembre de 2013: http://m.eltiempo.com/vida-de-hoy, consulta, 4-01-2014. (4b) Centro virtual de noticias de la educación: http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/, 9 de diciembre de 2013, consulta, 4-01-2014. (5) Contraloría de Bogotá. D.C. Informe Sectorial (Secretaría de Educación del Distrito), pg.13, noviembre de 2008. (6) El Tiempo, 9 de diciembre de 2013: http://m. eltiempo.com/vida-de-hoy, consulta, 4-01- 2014. (7) (Caracol, enero 4 de 2013).http:// www.caracol.com.co/ noticias/actualidad/, Consulta, 4-01- 2014. (8) Educación Superior 20, capital humano para el avance colombiano: http://www.mineducacion.gov.co/ pg. 7, consulta, 4-01-2014.
lo tanto, para promover la cobertura es indispensable ampliar y cualificar la infraestructura educativa y pedagógica en el país.
El hacinamiento por salón de clase (cfr. Acto legislativo 01 de 2001, Ley 715 de 2002, Decreto 1850 de 2002), es uno de los factores que determina una educación subdesarrollada. Este es el camino que actualmente recorre el distrito, por ejemplo, con la expedición de la Resolución 2843 de 2002, que establece un mínimo de 40 alumnos por curso, en secundaria. Existen colegios en donde se ubican hasta 48 escolares aglomerados en salones con capacidad para 30 alumnos. Además, el Decreto 0827 de 2012 expedido por el Departamento Administrativo de la Función Pública, señala que el rector de Institución Educativa, oferente de tres jornadas y que cuente con 1000 o más estudiantes, se le otorga un 30% de reconocimiento salarial adicional.
Para que la revolución educativa no se quede en palabras politiqueras, es indispensable incrementar al doble el presupuesto para Educación, Ciencia, Tecnología e Investigación, destinando un rubro para elevar la calidad educativa con máximo 25 alumnos por curso y otro para dignificar el salario de los docentes, valorando al gremio mencionado a nivel social y profesional. Esta es una tesis de una evidencia notable, pues de su aplicación depende que las buenas intenciones consignadas en este texto se hagan realidad. Uno de los argumentos es el protagonismo que deben asumir desde ahora los maestros como transformadores críticos de un escenario que inevitablemente confluye en que "los vínculos entre el Estado, la educación, el campo de control simbólico y el campo cultural probablemente se vuelvan más fuertes", ( Bernstein, 1990: 77).
(b) Estrato social y tipo de colegio, en el distrito:
En los datos (2) también se aprecia una pirámide social, en donde se observa una base con 87.40% de P.E.E., porcentaje que contrasta con una cúspide del 12,60% del índice aludido. Si tenemos presente que los estratos de esa cúspide, correspondientes al 4, 5, 6, asisten a los colegios privados pues tienen la capacidad económica para pagar $1.200.000, que en promedio cuesta la matrícula y la mensualidad en un colegio de esa modalidad (véase también, SED- Caracterización del sector educativo, 2013, tabla 32) , podemos deducir la gran desproporción existente respecto al acceso a una educación verdaderamente de calidad, afirmación que se comprueba con la lista de los mejores colegios del país , en donde los puestos de privilegio siempre han sido para los colegios privados, como lo veremos posteriormente. Esta es una realidad que no se puede desconocer.
Es cierto que en los dos últimos años la educación pública ha mejorado su rendimiento académico de acuerdo con los resultados en las pruebas Saber 113 (SED. Caracterización del sector educativo, 2013, gráfica No.43), sin embargo, en términos generales la situación de desigualdad social y de la oportunidad proyectada a recibir una educación de calidad en Colombia, continúan sin una variación significativa (Agencia de Noticias UN-, 2012) . Hacia allí se debe dirigir la transformación de la escuela pública: a mirar los medios políticos, sociales, sindicales, jurídicos, etc. para que esta situación se modifique, al darle cabida a una escuela oficial competente, que anhela la mayoría de la población. En esencia, esta es la ruta que sigue el actual capítulo y la obra actual.
Durante estos seis años el porcentaje de colegios-jornada del sector no oficial clasificados en las tres categorías superiores se ha incrementado en 16%., a partir del año 2008.
(c) Bachilleres egresados en el Distrito Capital:
De las cifras consignadas en (3), se deduce que la mayoría de los bachilleres egresados en el año 2007, pertenecen a colegios distritales, lo cual significa que la oferta de cupos de las universidades oficiales debería darle prioridad al número de bachilleres señalado, egresados de de los colegios oficiales, considerando que la tasa del 63.78% está constituida por los jóvenes provenientes de familias de bajos recursos, cuyos ingresos no alcanzan para costear la matrícula y el pago semestral de una universidad de carácter privado (cfr. el ítem 2).En este sentido, el gobierno tendría la oportunidad de estimular con unos cupos dirigidos a los mejores bachilleres de las instituciones distritales, que de manera gradual entrarían a competir en cuanto a la admisión a la Universidad Pública, en igualdad de condiciones con los jóvenes egresados de los establecimientos particulares. Sin embargo, la realidad es distinta, prueba de ello, son las estadísticas de los cupos ofrecidos por las universidades oficiales de Bogotá, en contraste con el número de aspirantes que no logran ingresar (El Tiempo, 16 de diciembre de 2014, Temas del Día: "Sólo el 16% de los jóvenes de Bogotá llega a la universidad").
(d) Los mejores colegios en las pruebas saber 11, a nivel distrital y nacional Situación socio- económica
Para analizar el sentido del actual subtítulo y en la perspectiva de argumentar el desequilibrio en oportunidades y en calidad educativa entre los colegios del sector privado y el público, es imprescindible partir de un enfoque socio-económico de la situación planteada, pues en la desigualdad mencionada es en donde se manifiesta el problema de la calidad en la educación. Para documentar este postulado, se ha seleccionado la siguiente cita, que precisa los resultados de un estudio técnico sobre las pruebas de Saber 11, en comparación con los estratos de quienes las presentaron.
Las condiciones socio-económicas familiares son un buen predictor del logro académico de los estudiantes. Al utilizar el estrato social como medida del nivel socio-económico de la familia, se observa que los de estratos altos obtienen mejores resultados en las pruebas académicas estandarizadas que sus pares de estratos bajos. Esto se puede constatar para el caso colombiano, al observar el gráfico 1 (aparece en el texto citado), el cual muestra que el puntaje medio en el área de Matemáticas de la prueba Saber 11 (2008-2011) es proporcional al estrato socio-económico del estudiante. Además, la brecha en los puntajes por estrato se ha ido ampliando en el tiempo. Por ejemplo, entre los años señalados, el puntaje medio asociado a los estudiantes de estrato 6 creció en 11%, mientras que en los estudiantes de estrato 1 ( y así proporcionalmente con los estratos 2 y 3) decreció en 0,5%. Esto quiere decir que en los últimos cuatro años, el rendimiento académico de los estudiantes de estratos altos ha mejorado mucho más que el de los estudiantes de estratos bajos. En efecto, este resultado sugiere que los estudiantes con condiciones socioeconómicas favorables, dado que obtienen mejores puntajes, son los que pueden acceder a una educación superior de mayor calidad, pues las mejores universidades, tanto públicas como privadas, exigen altos puntajes en las pruebas Saber 11 para el ingreso. En contraste, los estudiantes con condiciones socioeconómicas desfavorables no sólo obtienen una educación de menor calidad, sino que esta situación no parece estar mejorando.4
El estudio de la referencia determina la persistencia de una constante cultural en la sociedad colombiana: la brecha entre los estratos bajos y los altos. En este plano se incrusta la educación, que como el resto de sectores depende de la desigualdad señalada, englobante de una lucha de clases, que se proyecta a la
Sánchez, Andrés; Otero, Andrea (2012). Educación y reproducción de la educación en Colombia. Centro de Estudios Económicos Regionales. Banco de la República Sucursal Cartagena. Fuente ICFES, cálculo de los autores, 2008. Bogotá, No. 154. Publicaciones del Banco de la República. pg.1.
Institución Escolar5. De modo que, y como se puede observar en la cita anterior, los investigadores encontraron una clara relación entre el estrato social y el éxito o fracaso de los resultados obtenidos en la pruebas Saber 11, lo cual implica que las clases favorecidas accedan a las mejores universidades ya que cuentan tanto con los recursos económicos como con el puntaje exigido en las instituciones universitarias acreditadas por el ICFES. Esta situación se encuentra en discrepancia con los estratos bajos o rurales que debido a un destino fatalista, se ven sometidos a optar por una educación de baja calidad en el país:
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