Incluso "Las Diez Plagas de Egipto" han podido ser casi todas ellas relacionadas encadenas por los investigadores científicos; y es que todo puede ser explicado cuando nos cuestionamos los hechos. La colina de la Acrópolis se apareció a mis ojos intencionadamente diseñada por unos sabios religiosos judíos, colaborando con los indígenas negros llamados Shona, que en el siglo XIX ya era considerada una civilización perdida. El pueblo judío no se sentía identificado por un territorio o patria; su país podía ser cualquier lugar donde se sintiesen viviendo en presencia de su dios Yahvé. Aquella colina debió parecerles ideal para servir de santuario, y más si la protegían con un simbólico muro.
UN YACIMIENTO MUY ESTUDIADO, PERO MAL COMPRENDIDO
Desde la prehistoria la función ritual para expresar las demandas tribales, trascendía el ámbito religioso. Los símbolos que utilizaron nuestros ancestros (también a los de Zimbabwe), no agotan el significado que en realidad tuvieron. Sus ideas y recursos superaban lo convenido por los arqueólogos, porque opinan según lo descubierto. Es lógico que así trabajen, pero lo es más aún que a mi me sea permitido tratar de complementar su criterio. A pesar de ello, tampoco mi idea podrá ser objetiva, porque ninguna persona viva estaba allí. En todas partes existieron más perspectivas de las hasta ahora concedidas a las tribus estudiadas. De nuevo me interesa el simbólico valor que se daba al rostro humano, por haberle captado su verdadera capacidad de fascinación y de comunicación social. Los primitivos no lo ignoraron, pero nuestros doctos arqueólogos sí; y más cuando ya está muy bien demostrado el culto al cráneo en todas partes del mundo antiguo.
Cada uno de las dos principales enclaves de Gran Zimbabwe, separados solamente unos cientos de metros, tienen raras construcciones de piedra granítica que, generación tras generación, hacen las delicias de los arqueólogos sin que éstos se pongan de acuerdo para encontrar una explicación a los laberínticos pasillos existentes entre sus apretadas construcciones. Cada yacimiento ha sido muchas veces excavado pero, por falta de perspectiva, ha sido mal presentado. La actual hiper-especialización es capaz incluso de dejar de ver al ser humano global (visión holística), por lo que, en concreto ante el dicho yacimiento, resulta que se pierde la comprensión de su unidad, y con ello información importante de la sagrada veneración que allí los antiguos religiosos supieron canalizar. Veneraban la relación palpitante de la Madre-Tierra y los imprescindibles recursos que actualmente todavía nos proporciona.
Su idea yo la elevaré a una mucho mayor altura, por lo cual aquí me atrevo a predecir que, con el paso del tiempo, Gran Zimbabwe puede convertirse en un verdadero "puente" para abrir nuestras mentes a una idea superior la cual nos capacitará para entender la simplicidad del alma humana en relación con la divinidad de turno. Algo puedo añadir. Hay gente que se admiran del mundo en que viven; otros indolentes solamente lo observan, y otros se diría que pretenden arrasarlo. Por suerte ya ha empezado la sensibilización de muchas personas poderosas que convencerán de la necesidad de vivir (todos los que no están "enfermos") siguiendo un orden fundamental. Los ciclos de la Historia nos informan de que ya toca a su fin el esquema social basado en el egoísmo de los poderosos que viven temerosos de la desesperación de los más débiles. Hasta ahora han trabajado para salvar "su cara". Pero volvamos ya al mejor yacimiento del África profunda.
Configurar una forma de rostro humano en la parte más elevada de una colina, tal como se presenta en Gran Zimbabwe (y también en la montaña Montserrat, en Cataluña-NE. de España, de forma natural), es un impulso eterno del alma humana. Allí desarrollaron una capacidad muy poco diferente de la que, desde que somos niños, nos capacita para dibujar una forma de rostro sobre el papel. El paso que dieron en Gran Zimbabwe fue dibujar un rostro en relieve, porque (como en el arte rupestre de la prehistoria), aprovecharon las formas abultadas que tienen las rocas del sector. Los Shona de Gran Zimbabwe inspiradamente se dejaron cautivar por la propuesta de crear una escultórica "geografía" emocional, y como premio disfrutaron de una consciente percepción "aérea" sin necesidad de elevarse en helicóptero.
LA ZONA DEL ROSTRO EN FOTO AÉREA
La imagen de rostro en visión aérea del Gran Zimbabwe (cuyo misterio a mi me recuerda a Machu Picchu, en Perú, aunque sea distinto), presenta su única entrada en la parte S.E., justo en mitad de lo que sería la frente de su calva cabeza. Dicha curvatura se consiguió mediante un lienzo de muralla hecha con enormes "ladrillos" de granito,… cuando en aquellas alturas no era necesaria para defenderse, ni para protegerse de las desbandadas de manadas de grandes animales asustados. Dicha muralla curva se hizo para configurar la parte delantera del cráneo de una cabeza de varón africano, para lo cual dispusieron de 15.000 toneladas de rocas que, adecuadamente apiladas, escaparon a todo entendimiento.
En la Acrópolis no se descubrió antes la dicha forma de rostro porque tampoco nunca antes los arqueólogos lo habían buscaron allí. Buscar, es un ejercicio intelectual, por lo cual siempre ha sido mi pasatiempo favorito, y me sorprendo a mi mismo porque tengo más éxito de lo esperado. La palabra buscar, significa más que mirar, y es superior al hecho de ver alguna cosa. Creo que buscar es innato de una mente humana bien construida, así como también es lo más humanizado que una determinada geografía (insisto en llamarla emocional) puede inspirarnos. Es la idea que nos hacemos previamente, la que nos permite realizar nuestros proyectos.
El aprecio exagerado por los lugares altos no era solamente debido a la estrategia militar. Se creía entonces que los fieles en las alturas se acercaban más a la divinidad, y el mejor ejemplo lo vemos en Moisés al subir al Monte Sinaí; sin olvidarme de Meteora (Grecia), donde abundan los monasterios aéreos ("meteoros" de Tesalia).
El REDESCUBRIMIENTO DE GRAN ZIMBABWE
De Zimbabwe se tuvo la primera noticia por el navegante portugués Joao de Barros, quien la presentó como: "una fortaleza (Symbaoe) en el centro de la región minera". Después el interés por dicho lugar no ha dejado de crecer, en especial por sus construcciones de duro granito, cuyas paredes llevan por lo menos unos 800 años unidas sin mortero. Tienen tan gran consistencia por haberse cortado y colocado con inusitada perfección, así como por haber empleado una técnica que no tiene precedente en parte alguna del África meridional. Las ruinas de Gran Zimbabwe son las más grandes estructuras urbanas al sur del Sahara, pero a pesar de todo fue olvidada hasta ser redescubierta en el siglo XIX. Las primeras noticias sobre la existencia del Gran Zimbabwe llegaron a Europa a través de los comerciantes portugueses del siglo XVI. Transcribo el relato que sobre ella hizo el militar portugués Vicente Pagado: "Entre las minas de oro de las planicies del interior, entre los ríos Limpoco y Zambeze, hay una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño, y parece no haber argamasa uniéndolas. Este edificio está casi rodeado por colinas, sobre las que hay otros parecidos, con el mismo tipo de piedra y sin argamasa, y uno de ellos es una torre de más de doce metros de altura. Los nativos del país llaman a estos edificios Zimbabwe, lo que en su idioma significa "palacio". (contracción de las palabras "dzimba dza mabwe"). Le faltó añadir que en la explotación de minas, como las de Matabeleland, trabajaron incluso mujeres,… ¡y hasta niñas!.
Por las excavaciones allí realizadas se sabe que fue construida por una civilización nativa que alcanzó su apogeo mucho antes de la llegada de los musulmanes y de los europeos. Los desconocidos constructores del siglo XII fueron antepasados del pueblo Lemba. Su rey, que tenía mujeres guerreras, los gobernó desde una ciudad cubierta con láminas de oro, llamada Symbãoe (o Zimbãoche, que significaba "tribunal" en su lengua). Se hacía llamar "Señor de las minas", (a quien los árabes conocieron como "monomatapa"), suponiéndose que los Lemba habrían sido los constructores de unas nuevas murallas en el siglo XV. Los portugueses cuando por fin en 1871, acompañados por el traficante de marfil Mauch George Philips, se atrevieron a penetrar hacia el interior de Zimbabwe, aún debieron arrodillarse en presencia de uno de los reyes descendientes del "Señor de las Minas", tal como habían hecho antes los árabes a quienes comercialmente sustituyeron. Tiempo después, como única manera de frustrar la codicia de los europeos, los africanos abandonaron la zona para trasladarse más hacia el norte, porque ya les pareció una zona demasiado concurrida. No obstante, antes sellaron sus minas y borraron los caminos que llevaban hasta ellas. Por otra parte, parece ser que, a causa de largas guerras tribales, la capital Gran Zimbabwe habría sido abandonada cientos años antes de ser descubierta.
INTROMISIÓN DE LOS JUDÍOS EN ZIMBABWE
Los forjadores del reino Monomotapa, del actual Zimbabwe, fueron los Shona, una civilització perdida, cuyos descendientes serían las tribus que hoy sigue ocupando el territorio ubicado dentro de las actuales fronteras de Zimbabwe, Zambia y Mozambique. Los Monomotapa se habían impuesto sobre el reino de Mapungubwe, en auge entre los siglos XI y XIV d.C.. Por otra parte estaban los Lemba, que tenían conexiones con los Shona, y compartían sus ideas, como por ejemplo: la forma de sus enterramientos, sus tradiciones y sobre todo un antiguo dialecto del Kananga. Los Shona desaparecieron, pero incluso los Lemba siempre supieron que tenían en común con los de Israelitas, las prohibiciones, los rituales religiosos, sus reglas de convivencia, sus símbolos sagrados, arte, joyas, herramientas, etc. Por tal motivo se puede entreveer que fueron realmente los judíos los iniciales planificadores de Gran Zimbabwe, y que la sorprendente forma de rostro fue intencionadamente diseñada por sus sacerdotes, empezando por la muralla de la llamada Acrópolis. Ellos, para realizar una obra tan genuina, es obvio que necesitaron la colaboración de los nativos.
Los Lemba se unieron a los Shona para ayudarles en la construcción de Gran Zimbabwe, la ciudad de piedra más antigua del África subsahariana. O sea, que tres etnias diferentes habrían colaborando. Judíos, los Shona y los Lemba, puesto que todos ellos habitaban el reino Monomotapa, del cual la Gran Zimbabwe fue su capital después de ser restaurada entre los siglos XV y XVII. Durante el rinado del poderoso Mwene Mutapa, alias Motuta, alli vivieron al entorno del gran recindo entre 15000 y 20000 personas en un conjunto de varios cientos de poblados mucho menos fortificados. Por entonces desde allí se dominaba los paises de su actual entorno, que en total superarían mucho el millón de personas.
También posteriormente los Khami modificaron aquellas murallas. Era una etnia minoritaria gobernada por un rey llamado Rozwi, que habitaron la zona en el siglo XV. Ellos fueron los escultores de numerosos imágenes de pájaros que decoran las últimas murallas de el Templo, por cuya peculiaridad se incluyó uno de ellos en la bandera oficial del nuevo estado de Zimbabwe. Aunque trataron de seguir el modelo ancestral, por la sucesión de tótem pájaro sobre las murallas del Templo casi circular del valle, es obvio que no lo consiguieron.
LOS POBLADOS PALESTINOS DE LA ANTIGÜEDAD
Los típicos poblados palestinos de la prehistoria parecen tener una forma de cabeza parecida la que presento en la Acrópolis del Gran Zimbabwe. De los recintos amurallados palestinos sabemos que Jericó, la más antigua ciudad citada en la Santa Biblia, lo tenía ya hacia el año 5.000 a.C.. Los típicos poblados posteriores continuaron teniendo su perímetro como si buscasen hacer un óvalo con sus murallas. Simbólicamente, es muy probable que reprodujesen una forma de cara humana. Además, en Gran Zimbabwe hay una torre cónica dentro del Gran Recinto de forma casi ovalada, que se asemeja a un edificio de la ciudad de Marib (????, Yemen).
La idea de configurar figuras para admirarlas en perspectiva aérea, ya la experimentaron los habitantes de Nazca (Perú). Asimismo, existen en el mundo muchas formas de rostros humanos enormes, como por ejemplo, la increíble escultura de indio piel roja Caballo Loco, y en el mismo país, los de cuatro presidentes de Estados Unidos de América, esculpidos en el Mt. Rushmore (Black Hills-Dakota del Sur), donde trataron de emular las esculturas de los dioses y faraones egipcios que fueron esculpidos en Abu Simbel junto el río Nilo ¿Les negaremos a los judíos del África meridional tener una semejante iniciativa? La Santa Biblia creo que puede esclarecerlo bastante.
Cuando varias circunstancias fruto de mi esfuerzo intelectual, me avisan de que algo debe ser de una manera determinada, por doquier surgen las pruebas que antes no se consideraron. Es como cuando me siento enfermo, o de cuando tengo hambre. En ambos casos mis ojos no pueden ver nada, pero raramente me equivoco. El diseño del Arca de la Alianza (de la cual el "Primer Templo de Salomón" sería un símbolo en si mismo), respetó la constante tradicional; o sea, tendría aspecto de baúl. Me refiero a que el Templo de Salomón, pudo parecerse a un armario, porque su forma de "contenedor sagrado" habría sido copiada del Arca venerada por Moisés. Desde el reinado de Salomón se guardó (invisible, excepto para el sumo sacerdote), en su más profundo interior, también de la misma forma (sanctasanctorum), que copiaron de los templos del Antiguo Egipto. El científico británico Isaac Newton, que tanto la estudió, debió concluir eso mismo.
La teoría de origen semítico había sido impulsada por Henry Rider Haggard's (1856-1925) en su novela de aventuras: "Las minas del rey Salomón", publicada en 1895. En numerosas ocasiones en la Santa Biblia se compara a Yahvé con una fortaleza. Se lee:"Dios es mi roca y mi salvación, mi ciudadela". Efectivamente, en el libro de los Salmos (61 y 62) se da mucha importancia a que: "gracias a la inaccesibilidad, puede hallarse sosiego". Con ese criterio, el Templo de Salomón se construyó en la parte alta de la llamada "Ciudad de David". La tumba de este rey todavía se encuentra en una cota más elevada, y desde la Primera Cruzada (1099) era llamada por los franceses (franys): Notre-Dame-du-Mont-Zion, o sea, "Iglesia de Nuestra Señora del Monte Sión".
La forma de la muralla exterior de la Acrópolis de Gran Zimbabwe pudo haber sido inspirada -como en Palestina- para tener forma de cabeza humana, porque, como sucede con un tambor, por su sonido, igualmente podía ser tenido como digno contenedor de la divinidad. Simbolizaría el funcionamiento interno del Lugar Santísimo, también llamado "Trono de Dios", y eso es lo más reconocido en una cabeza humana.
Recuérdese que me refiero a unos tiempos cuando aún existía la fusión del gobierno con la religión (la iglesia y el templo, etc.), que mucho después se separaron. Ciñéndome a la Acrópolis de Zimbabwe, es obvio que la muralla, siguió el modelo tradicional. Aquella inspirada colina no sirvió de castillo, sino que cumplía específicamente funciones de santuario. Como máximo podía servir para otear la llanura para ver venir los peligros. Si eran tribus enemigas, obviamente serviría de refugio, pero sería una eventualidad. En definitiva, en la Acrópolis hay buenas razones para pensar que en aquella colina no se podría vivir.
¿EL ORO DE LAS MINAS DEL REY SALOMÓN?
La población llamada Sofala en la antigüedad se cree que debió de ser la legendaria ciudad de Ofir, de donde el sabio rey judío Salomón obtenía grandes cantidades de oro que, durante décadas, les llegaba después de realizar muy duraderos viajes por vía marítima. Efectivamente Gran Zimbabwe tuvo un pasado de sobresaliente actividad minera, y posiblemente aún dará sorpresas en tiempos venideros. Sin duda alguna de aquella zona se extrajo mucho cobre y oro, tanto, que se ha venido sospechando que abasteció los reinos de Saba y de Jerusalén ¿Se trata de la mítica Ofir?, ¿O quizá sería el no menos enigmático País de Punt?, ambos mencionados en la Santa Biblia.
El aventurero que descubrió Gran Zimbabwe, después de muchas investigaciones, volvió el año siguiente convencido de que se trataba de Ofir. Su idea relacionaba estrechamente a los judíos con las costas de Mozambique y Zimbabwe, lo cual a los estudiosos les costará cada vez más ignorar, empezando porque se encontraron esculturas fálicas, aparentemente de miembros circuncidados, en algunas de las ruinas. Por ello se pudieron considerar a los antiguos Lemba como un "grupo sub-étnico de la diáspora judía".
En 1964, el escritor de ciencia ficción Lyon Sprague de Camp era capaz de escribir: "Zimbabwe tuvo la mala suerte de quedar atrapado en la gran controversia del siglo XX sobre las diferencias entre las razas humanas".
EL "ARCA DE LA ALIANZA" FUE MUY BIEN OCULTADA
Otro enigma bíblico también podría tener relación con Gran Zimbabwe. Me refiero a que el Arca de la Alianza un día desapareció de Jerusalén, y nadie supo jamás donde podría seguir estando oculta. El investigador autodidacta más famoso relacionado con la búsqueda del Arca, fue Ron Wyatt, quien incluso afirmó haberla visto, aunque él siempre demostró tener mucha motivación, nunca pudo aportar la menor prueba, por lo cual no comentaré su aventura al tener poco crédito. Otros escritos informan de que un ángel bajó del cielo para llevarse el Arca (Baruc: 6,7). El caso es, que desapareció y se ignora su paradero, a pesar de que se han hecho muchas especulaciones acerca de su escondite.
Existen varias hipótesis que pretenden que el Arca de la Alianza después del saqueo de Jerusalén por parte de los romanos, quizá habría sido ocultada en Roma, o incluso en los Pirineos, adonde llegaría después que los visigodos saqueasen el Ara Pacis de Roma. De ahí la importancia que en las últimas décadas se investigue el llamado "Tesoro de Rennes-le-Château", a cuyo misterio ya le dediqué un libro en forma de novela, debido a su gran complejidad. Lo pudo haber sido mucho más si hubiese incluido los conocimientos de Marconis de Négre, fundador de los masones científicos franceses, quien en el siglo XIX dirigió la Lógia de Menfis, creada después de regresar a Francia la expedición de Napoleón en Egipto.
Dejando a parte los israelitas deportados a Babilonia, varias tribus de África y Asia creyeron ser los descendientes de alguna de aquellos judíos durante los dos milenios siguientes. En Internet, exactamente en la Wikipedia, se relacionan diversos sitios donde el Arca podría haber sido escondida: El Monte Nebo; en un pozo de la Isla del Robo (Escocia); debajo del Monte de la Calavera (Gólgota) en Jerusalén; y en la misma ciudad, aún hoy seguiría estando debajo de las ruinas del Templo de Salomón. A los frailes de la orden del Temple también se les cree capaces de haberla guardado en Francia, y quizá sus descendientes lograsen ocultarla en Rosslyn (Escocia). Así lo afirmó el investigador Grahamdisciplinados m
Phillips ("Los Templarios y el Arca de la Alianza", Ed. Planeta) que presentó pruebas de que los templarios del siglo XII la tuvieron en su poder y, al ser perseguidos la llevaron hasta Inglaterra. Por último, estaría en Etiopía. De los judíos etíopes de raza negra, conocidos como Falashas ya me ocupé en otra investigación, cuando me interesé en cómo los frailes con espada presuntamente localizaron el Arca de la Alianza en Etiopía.
REYES PAGANOS DE JERUSALÉN EN PERÍODO DE INVASIONES
En este estudio me remito a cuando Isaías (64,10) un auténtico profeta, y muy equilibrado, supo hacer frente a las trampas y al juego sucio del impio rey Ajaz. Escribió Isaías, entristecido, que: el Templo de Salomón había sido presa del fuego, y Jerusalén era un lugar desolado como una cabaña en un viñedo (Isaías 1, 8). Su metáfora utilizaba una imagen familiar para sus contemporáneos, porque sobre cuatro palos montaban un cobertizo aéreo para sostener al vigilante de los campos muchas horas. Jerusalén claramente era un lugar indigno para que allí siguiese siendo venerada el Arca de la Alianza.
Para aquellos lectores que mis ideas les sorprendan, empezaré por recordarles una cita de la Santa Biblia. Se puede leer que en Israel, coincidiendo con la dominación de Samaria por los asirios, se vivió un paréntesis de unos cincuenta años cuando la religión de los judíos fue realmente monoteista. Se lee que el rey Ezequías (Hizqiyahu, 715-696 a.C): Hizo desaparcer los "altos" (o sea, los lugares de culto a los dioses paganos), rompió los "cipos" (que eran columnas "masebot", otro símbolo pagano), derribó "aseras" (que eran imágenes de la diosa Asherah), etc…." (I Reyes: 18, 4-5).
Ezequías, el gran restaurador de la Ley de Moisés (Mosaica), al ser sucedido en el trono por su hijo Manasés (como la virtud no se hereda), éste mal hijo volvió a dejarlo todo tal como estaba en el reinado del pagano Ajaz, rey de Israel (II Reyes 21, 3). Fue durante aquellos turbulentos años cuando los judíos temerosos de Yahvé se creyeron en la obligación de ocultar el Arca de la Alianza.
LAS DIVERSAS FORMAS QUE TUVO EL "ARCA DE LA ALIANZA"
El Arca siempre ha merecido la atención de los religiosos, a pesar de que incluso en la misma Santa Biblia ya se la presenta de forma diferente según se lea el libro Deuteronomio (de forma sencilla, a pesar de haberla hecho el propio Yahvé), o el libro Éxodo, donde el Arca se describe realmente esplendorosa. La confusión continuó al ignorar el lugar donde sigue estando oculta. El verano del año 2011 el profesor Ron Garfinkel creyó poder identificarla al analizar un bloque de piedra, tallado de forma rectangular y vacío por dentro, como si fuese un tiesto para plantar flores (jardinera). Cuando detectó en la piedra vestigios de pintura roja, lo puso en el suelo por su base cuadrada (la pequeña) porque entendió que serviría de "altar portátil". En el interior del cubículo se habría venerado la imagen de alguna divinidad. Por tal motivo lo presentó como un armario, o "Arca de Dios" (Aaron Nabrit).
Posteriormente Ron Garfinkel encontró, también en Palestina, otro altar semejante, pero estaba hecho de cerámica. Podría tratarse de copias del Arca original, quizá para uso familiar. Todas cumplían la función esencial del Arca primitiva, que era: "mantener invisible la presencia de Dios" (xckinà). Desde el Antiguo Egipto, hasta los sagrarios de las iglesias católicas, todas las cajas, más o menos decoradas, han cumplido esa misma finalidad. Lo paradójico del caso es que Jesús de Nazaret nunca pudo haber visto la verdadera Arca de Moisés, pues vería por el exterior solamente la estancia ("naos") del "Segundo Templo", construido nuevo por Herodes. En su interior ya se veneraba una copia,… la cual quizá ya no estuvo fielmente reproducida. Al menos no parece que lo estuviese después entre los judíos que, a la fuerza, fueron alejados de Jerusalén.
UN TAMBOR SUSTITUYÓ AL "ARCA DE LA ALIANZA"
El profesor Tudor Parfitt, presentó una tesis en la que quedó probada la conexión entre los palestinos judíos y una tribu africana. Se apoyó en el enfoque literalista de los textos bíblicos, y en su investigación explicó que el tambor tribal, llamado Ngoma lungundu, estaba relacionado con el Arca de la Alianza. Su hipótesis se basa en que el dicho instrumento musical del pueblo Lemba poseía atributos similares a los del Arca. El tambor Ngoma lungundu tenía un tamaño parecido al Arca, e igualmente fue trasladado sólo por sacerdotes, con la prevención de que nunca el tambor sagrado pudiese tocar el suelo. El Ngoma lungundu fue venerado como la "voz de Dios", y por otra parte, se utilizó como un arma de gran poder. Después de haber participado activamente en varias batallas tuvo que ser reconstruido. Finalmente ¿pudo haber sucedido que adoptase la forma de un tambor de cuero?
De eso escribiré, comenzando por prestar atención a la diáspora de varias tribus judías (dejaré a parte a los Bene-Israel, un grupo de hebreos que en la actualidad viven en la India). Empezaré por repasar el fondo tradicional de la tribu Lemba, unos 40.000 individuos asentados entre Sudáfrica, Zimbabwe y también en Mozambique.
Se recuerda que siete sacerdotes judíos Cohen (o Kohanin) y sus adeptos que decidieron salir del Yemen (donde alrededor del siglo IV a.C. había una próspera colonia judía), navegando en dirección sur, costeando, al cabo de dos semanas permanecieron en la costa donde fundaron un asentamiento que llamaron Sena, que en lengua árabe significa Jerusalén (actualmente es Yadyamaucol). Es decir, lo bautizaron como su lugar de origen en Palestina, y después en Yemen con igual significado. En efecto, en aquel pueblo de la península arábiga (Senna, y también Sanaw) había una importante comunidad judía cuando nació el Islam. De allí provendrían los Shona (o Senen) antepasados de los Lemba de la antigua Rhodesia.
Mi interés por ellos es tangencial al estudio del Arca de la Alianza, porque yo intento comprender mejor cómo pudo llegar la más famosa reliquia del mundo antiguo a Etiopía, lo cual está bien avalado por creencias basadas en evidencias circunstanciales. Yo nunca habría sospechado que el Arca perdida había triplicado la distancia hasta Etiopía, como escribí en mo biografía del gran maestre de la Orden del Temple, fray Arnau de Torroja (+1184). Me inquietó saber que un profesor británico defendía que aquella reliquia (la más importante del mundo que sigue en paradero desconocido), habría pasado de Jerusalén a Etiopía, vía Yemen y Zimbabwe.
Actualmente creo verosímil defender que unos sacerdotes judíos portadores del Arca llegaron hasta Etiopía desde el sur, y no por el norte. Lo que aquí interesa es recordar que los Lemba (descendientes de los Shona) se auto proclaman haber sido constructores del Gran Zimbabwe. Después de tomarlo en consideración, ciertamente se podría pensar que los judíos enseñaron a los nativos a construir las muy insólitas murallas de piedra, empezando por el trazado semicircular que daba forma a una calva cabeza humana. Ocupa la mitad de la superficie de la enigmática Acrópolis de Gran Zimbabwe.
LA CONVULSA HISTORIA DE JERUSALÉN Y DE SU TEMPLO
Después de morir el rey Salomón (970-930 a.C.) en Israel hubo grandes disturbios y el país quedó dividido en dos partes. En tiempos del profeta Isaías, que empezó a predicar en el año 740 a.C., Israel entre los reinados de Ajaz (735) y el de Manasés (696), se lee en la Santa Biblia que los judíos construyeron sus lugares más sagrados sobre montículos, tal como también comprobamos que se hizo en la Acrópolis de Gran Zimbabwe. Probablemente el aprecio por los lugares elevados ("oteros", que laman "tell") procede de la prohibición escrita en el libro del Éxodo (19, 12) cuando Yahvé en el Mt. Sinaí dijo a Moisés: "Marcarás un límite en torno, diciendo: Guardaos de subir vosotros a la montaña y de tocar el límite, porque quien lo toque morirá".
El rey asirio Senaqueribo en vano asaltó Jerusalén (701 a.C.), porque el rey Ezequías supo defenderla (Reyes II: 19, 32-33). En el 598 a.C. el rey Nabuconodosor II, el último rey de Babilonia (630-562 a.C), sí logró invadir la ciudad, destruyendo entonces el Templo de Salomón. Los hebreos de Israel dejaron de vivir en Jerusalén, que incluso cambió su nombre por el de Aelia Capitolina, y a los demás de Judea se les comenzó a llamar judíos. Con seguridad, antes de la dicha invasión sus principales tesoros sagrados habían sido escondidos.
El Arca desaparecida se creyó que en su interior contenía, entre otras cosas, dos lascas de piedra con símbolos que significaban las normas de convivencia para ser más felices viviendo honestamente. Eran las "Tablas de la Ley de Dios", y a los símbolos escrito en ella (eran todos analfabetos) se ha convenido en llamarlos "Los Diez Mandamientos", los cuales el propio Yahvé habría dictado a Moisés durante los días que estuvo viviendo solitariamente en el Monte Sinaí. Posteriormente él mismo las rompió, por haberse enfadado, pero regresó a la montaña y escribió unas Tablas nuevas.
SUGERENTE FORMA CIRCULAR DEL "TEMPLO DE LA DIOSA"
En el Templo residencial del llano, a pesar del tiempo transcurrido, las muchas reformas y las piedras expoliadas, visto desde el aire se descubre que buscaron configurar su planta con objeto de obtener una imagen de rostro en esquema. Cuando a los indígenas más ancianos se les preguntó qué función había tenido aquel recinto en la antigüedad, ellos informaron de que era la "Casa de la Gran Mujer". Entonces sus "ladrillos" estaban casi cubiertos por la maleza, y sus muchos árboles y la espesa vegetación impedían el completo reconocimiento del poblado. Para que cada cual juzgue por si mismo, incluyo varias fotos de las ruinas del llamado el Templo, que permitirán conocer su entorno. Dicho recinto construido con piedras manejables perfectamente cortadas y ensambladas, tiene un perímetro casi circular de 253 m. y una muralla de entre 5 y 11 m. de altura, por un mínimo de 1'20 m. de grosor. Es un poblado que bien pudo haber sido la principal residencia del rey, además de sus esposas, concubinas e hijos.
Es en dicho poblado, tan bien protegido, donde mejor se puede apreciar las antiguas técnicas constructivas. Se picaron para parecerse a la forma de ladrillos, y remiten a la forma de trabajar y de planificar de los constructores judíos, pues el obelisco, siendo tan gigantesco, es lo más parecido a las altas "agujas" de piedra de los egipcios. En la muralla apilaron las piedras sin mortero ni argamasa, pues, para darle estabilidad tan solamente confiaban en su robustez. Para proveerse de piedras, calentaban con fuego las peñas del suelo para reblandecer el duro granito después de mojarlo. Es decir, sus "ladrillos" pudieron ser modelados después de haber sido descostada la peña, tal como hicieran muchas culturas antiguas.
EL PECULIAR OBELISCO CÓNICO DE GRAN ZIMBABWE
Dentro del cerrado perímetro del Templo se pueden distinguir dos estructuras peculiares: Su estrecha puerta de entrada, y un gran cono de piedra. A su interior se accede por un largo pasadizo con peldaños, tan estrecho que sólo puede pasar una persona a la vez. En cuanto a la muy consistente columna cónica, es el símbolo más conocido de Gran Zimbabwe y también es el más inexplicable. Mide 10 m. de alto y 5 m. de diámetro en su base (su perímetro mide 17'4 m.), y está separada sólo unos palmos de la imponente muralla circular interior. Es una aparente torre dentro del Templo, pero no parece haber tenido ninguna función. Yo no me puedo creer que fuese sólo una escultura de "ladrillos" manejables, que allí, por su altura, recuerda una chimenea del periodo industrial. Siendo nueva, aquella arrinconada torre creo que tan sólo podía servir para lo mismo que un obelisco en el Antiguo Egipto. En cuanto a su emplazamiento tan arrinconado, hay que explicarlo por haber sido remodelada la más ovalada muralla antigua para convertirla en casi circular, tal como fueron las tradicionales chozas donde vivieron los descendientes de los pueblos Shona y Lemba, porque ignoraban su propio pasado.
Palestina fue depositaria de los conocimientos del Antiguo Egipto, puesto que Moisés mismo había sido uno de sus sacerdotes máximos iniciados. En la Santa Biblia se prohibió realizar cultos idólatras (Éxodo, 23, 24) porque realmente se hacían. Ello nos invita a pensar en la ritual utilidad de la alta torre (el muy peculiar obelisco de forma cónica) dentro del Templo. No ha de extrañar, si tenemos en cuenta que incluso en el sello del rey Ezequías se incluían dos cruces egipcias Ankh ("de la Vida"), lo cual revela, más que su sumisión a los asirios invasores, un verdadero aprecio por las ideas egipcias.
SACERDOTES JUDÍOS EMIGRARON CON EL "ARCA-TAMBOR"
Para avalar la presencia del judaísmo tan al sur del continente africano, existen diversas teorías. En los siguientes párrafos resumiré lo expuesto. En otra investigación yo mismo defendí que, desde muchos siglos antes del VIII a.C., los judíos encontraron una nueva patria en el antiguo reino de Aksum (o Axum) en la actual Etiopía. Por otra parte, se recuerdan diversas tradiciones que presentan a muchos judíos (sin necesidad de identificarlos como sacerdotes) refugiados en Yemen, y existen vestigios arqueológicos que son capaces de corroborar una conexión cultural, y también lingüística, entre israelitas y yemenitas.
Si los judíos abandonaron el Yemen, debió de ser porque golpear el tambor tampoco debió de serles siempre favorable en sus luchas, pues decidieron ponerlo a salvo de profanaciones, para lo cual creyeron que lo más seguro sería emigrar llevándose su objeto sagrado, sustituto del Arca, y embarcarse para costear hacia el sur del Continente africano. Recuérdese que el rey Salomón habría tenido contactos con el Yemen de la reina de Saba, y recibían barcos cargados de oro y especias procedentes de la costa del sur de África.
A los judíos Cohen en su nuevo destino también los acompañaba su sagrado Tambor para que, con sus poderes sobrenaturales, les ayudase en las batallas, de la misma forma que la Santa Biblia explica que se hacía con el Arca de la Alianza del Templo de Jerusalén. Para protegerse durante el transporte le añadieron unas anillas laterales a fin de poder introducir las dos barras (o costales) con la que transportarlo sin tocarlo. Aún recordaban que aquel objeto de su veneración tenía las mismas propiedades, aunque pasados dos mil años en realidad los Lemba veneraban una copia del Arca que tenía forma de tambor. Lo llamaban " Ngoma lungundu" (o "Ogoma lundungo"), lo cual significa: "el tambor que truena" como la voz de la divinidad.
LOS LEMBA Y LOS PALESTINOS COMPARTEN NOMBRES Y CROMOSOMAS
Los Lemba de Zimbabwe pintaron estrellas de seis puntas sobre sus tumbas, y fueron tan vegetarianos como los más estrictos judíos de Palestina, con los cuales incluso compartieron un cromosoma "Y". Según descubrió el investigador británico Tudor Vernon Parfitt, profesor de la "Escuela de Estudios Orientales y Africanos" en la Universidad de Londres, la ciudad de Sofala incluso podría tratarse de la antigua Melukhkha, que se considera la hipotética patria original de los sumerios, a lo cual ayudó el nombre del rey asirio Sena(queribo). En el siglo XIX hubo defensores de todas estas hipótesis, y más.
Muchos nombres de yemenitas son parecidos a los de varones de las tribus Lemba, de raza negra asentados en África meridional, debido a los matrimonios de los judíos con mujeres negras. A sus actuales descendientes ello les hace sentirse superiores, pero al mismo tiempo marginales en aquella zona, pues insólitamente los varones de allí todavía se siguen cubriendo la cabeza con unos grandes mantos. Siempre ha creido que Egipto, Sudán y Etiopia eran los principales paises de donde procedían sus ancestros judíos cuando llegaron al Africa austral. La etnia Shona habrían llegado al Congo en el siglo IX a.C., desde la régión du Shaba, y, por hallazgos arqueológicos, se dice que tenían una organización muy jerarquizada. Desde siempre los Lemba buscan el reconocimiento oficial de sus raíces judías, y al mismo tiempo denuncian ser víctimas del racismo por parte de los judíos de Palestina, puesto que no los aceptan como sus hermanos en la religión mosaica. Lo evidente es que los nativos de Zimbabwe no son parientes de sus actuales vecinos, y quizá algún día se acepte que los Lemba son descendiente de los israelitas.
La explicación del británico Tudor Vernon Parfitt fue que tal vez los Cohen podrían ser la famosa "Tribu Perdida" (de las doce que inicialmente tenía Israel). Su teoría se vio confirmada en 1996 por el análisis del ADN, puesto que los cromosomas masculinos "Y" de los actuales varones descendientes de los Cohen de Sudáfrica y los cromosomas de varones de Zimbabwe, son los mismos que los cromosomas de las tribus procedentes del Yemen. Para corroborar dicho parentesco se analizó la sangre de 49 hombres de la etnia Lemba. El resultado fue que la mitad de varones descendientes de la antigua casta sacerdotal Cohen tenían (casi exclusivo de ellos) el mismo cromosoma el denominado "Haplotipo Modal Cohen", también llamado "Cromosoma Y, de Aaron", por ser propio de los descendientes directos de aquel primer gran sacerdote Israel, hermano de Moisés. En fin, los Lemba comparten una peculiaridad genética con los pueblos semitas judíos y árabes, por lo cual no tienen la genética normal entre africanos, sino la de los individuos de Oriente Medio, tal como aseguró siempre su tradición oral.
EL "ARCA/TAMBOR" PUDO SER FOTOGRAFIADA
El sagrado tambor de madera, de casi un metro de diámetro, fue recogido por un misionero del siglo XIX que entendió sus posibilidades y lo guardó; primero en el Museo de Harare, de la capital de Zimbabwe, desde donde pasó a ser expuesto al público en el Museo de Ciencias de dicha capital. Fue allí donde el supuesto sustituto del Arca de la Alianza pudo ser fotografiado por Parfitt. En sus obras éste defiende que, cualquiera que sea el carácter sobrenatural de Arca, sería, al igual que el Ngoma, una combinación de relicario, arma y tambor, apoyándose en el pasaje de la Santa Biblia donde se lee que:"… el rey David bailaba desnudo delante de ella".
Tudor Vernon Parfitt logró hacer analizar una astilla del Ngoma Lundungu por el método del "Carbono 14", y el resultado lo dató aproximadamente en el año 1350 a.C. (o sea, 2.500 años después de Moisés). Parfitt cree que el tambor que fotografió habría sido hecho por los sacerdotes judíos para reemplazar un tambor anterior. Lamentablemente, el mismo Parfitt informó de que aquel sagrado instrumento de percusión finalmente también desapareció, y se ignora su actual paradero. Sólo le alegra la probabilidad de que aquel tambor pueda ser considerado como la más antigua obra del arte sudafricano.
Aunque a Parfitt le sean exigidas pruebas más concluyentes, la verdad es que en sus libros todo está muy bien defendido con argumentos científicamente sólidos. Se titulan: "Viaje a la ciudad desaparecida" (1992), donde reveló la historia de los Lemba y su vinculación con el pueblo judío; y "The Lost Arch" (El Arca Perdida: Resolviendo 2500 años de misterio de la antigua Arca bíblica" (Ed. 2000). Basándose en los textos rabínicos, cree que habrían existido dos arcas. De ellas, una tenía forma de cofre, y otra, que denominaba "Arca de la Guerra", sería el Ngoma Lundungu, de la cual el actual tambor que él fotografió sería solamente una replica, pues habría sido destruido en varias ocasiones. (C) Ramón Ramonet Riu
PATRONA DE SOLSONA; TESORO CÁTARO
Solsona (Lleida), es una modesta ciudad del centro de la geografía catalana, que tiene su Sede Episcopal y es capital comarcal. Es una población pequeña si bien muy íntegra y con mucho carácter, tal como le corresponde por el gran tesoro de tipo espiritual que guarda casi en secreto. Para aquellos que no conozcan la imagen de la Patrona de la ciudad de Solsona, diré que actualmente parece haber sido extraida de una piedra tan oscura como la noche. Está tan bien hecha como si hubiera sido trabajada, no por un escultor sino por la mano de un orfebre miniaturista. El autor E. Remond, que en 1966 la analizó, escribió acerca de ella, que: era una piedra quizás venerada en la prehistoria por su color rojizo oscuro, tal vez un meteorito. Tras estar esculpida aquella piedra, la imagen fue tan venerada que probablemente; todos creyeron que había caído del cielo a la Tierra.
El exacto color de la piedra es el rojizo, como se puede ver en su zapato más besado de la imagen de la regia persona de la Madre. En otras esculturas religiosas más visitadas, la fervorosidad de los fieles incluso ha gastado la funda metálica protectora del pie más besado. Pues bien, ni fue nunca blanca ni tampoco inicialmente era negra; cuando fue nueva y comenzó a ser venerada se presentó policromada, como todas las demás imágenes de La Virgen con su divino Hijo.
Solsona pesar de tener una oficina de turismo, no renuncia a la herencia de los siglos; una actitud ésta que aumenta mucho su natural encanto. En síntesis, el núcleo urbano se puede presentar diciendo que las dos calles principales casi paralelas –San Miguel y Calle del Castillo– cada una con un portal en su extremo, confluyen en la Plaza Mayor. La señorial Calle de Llobera, y la Calle del Castillo, era donde tenían casa la mayoría de los antiguos nobles y canónigos de la catedral. Solsona por otro lado, hay que decir que filológicamente también podría dar una gran sorpresa en caso de aceptarse la explicación del investigador local Jaume Clavé Cinca, expuesta en su libro titulado: "Athanagia", porque él, después de estudiar la toponimia local, demuestra mejor que nadie (por deformación de "Lacetania"), hasta la "Katelania"), que en aquellos andurriales tuvo su origen el enigmático nombre de Cataluña.
La imagen de la Virgen del Claustro es reconocida por los expertos en Arte Románico como la mejor trabajada de todas las esculturas conocidas del periodo medieval, … y eso que mide poco más de un metro de altura. Lo que no se dice, sin embargo, es que también debe de ser la más quebrada de cuantas aún se sigue rindiendo culto en el altar de una iglesia católica. Pensando en aquellas personas que tal vez la confundan con otras esculturas de matronas que llevan el mismo nombre en Cataluña, como la venerada en el claustro de la catedral de Tarragona, diré que son mucho más visitadas, Para diferenciarla, presentaré a continuación, abreviadamente, nuestra primorosa imagen de la Virgen del Claustro Patrona de Solsona, lo que es decir el centro mismo de la supeficie de Cataluña (NE. de España). Es la "Cataluña profunda".
Representa una reina sentada llevando su Niño en su regazo. Al mirar de perfil la escultura de nuestra Patrona, que hoy vemos tan ennegrecida, sucede que el gran relieve de las rodillas de la Madre disminuye, y se ve una imagen de un grosor casi regular de arriba a abajo. Es decir, que a pesar de tener poca profundidad, la imagen cobra gran relieve. Fue esculpida en 1163 por el maestro Gilabertus. Era el año cuando en Notre-Dame de Paris se experimenta por primera vez la técnica de la pared delgada, mediante escuadrar las piedras con perfección absoluta, para garantizar su óptimo acoplamiento. Tan novedosa inquietud fue general entre los que trabajaban la piedra en 1163, y Gilabertus la aplicó al tamaño de la Madre y el Niño, que finalmente encontró reposo en la muy noble ciudad de Solsona.
Gilabertus entonces (1163) trabajaba para la iglesia de La Daurade de Toulouse del Languedoc, la gran capital del sur de Francia donde hay todavía otras imágenes vestidas y peinadas con su tan meticuloso arte escultórico. Aquella iglesia, actualmente sin claustro y reconstruida en estilo neoclásico, los fieles siguen venerando una virgen con el Niño que son de madera. Ambos también están vestidos y coronados. Se la conoce como: Notre-Dame-la-Noire. Con ella recuerdan la imagen más antigua perdida en 1240, siendo evidente que se trata de la hoy ya bien "solsonina", también conocida entre sus fieles de la comarca como la Virgen de las Trenzas".
En la iglesia La Daurade de Toulouse todavía hay colgado un gran cuadro, muy antiguo, donde una copia de la Virgen del Claustro luce trenzas y corona en su cabeza, tal como la podemos admirar en Solsona. Además, en uno de los capiteles románicos originales de aquellos claustros, expuestos hoy en el Museo de los Agustinos de la capital del Languedoc, aún se puede ver la misma talla de la Virgen del Claustro, en miniatura , decorando el espacio de un capitel de las antiguas claustros de La Daurade . Tal imagen, sin embargo, fue esculpida en semirelieve y en visión reversa, es decir, especular, tal como se vería mirando mediante un espejo.
El mejor capitel, y el más famoso de los eculpidos por el mestro Gilabert allí está situado sobre una doble columna. Por su lado derecho se ve a Dios saliendo de entre las nubes para acoger amorosamente el alma de san Juan Bautista después de haber sido decapitado. Siguen otros grupos de imágenes, sin separación, que representan diversas escenas, hastra llegar a la del lado derecho (donde otra escena acaba de llenar el espacio) mostrando al rey Herodes lujuriosamente enamorado de la madre de Salomé, con lo cual se hace evidente el dualismo de los libre-pensadores medievales del sur de Francia llamados cátaros.
Primero la escultura fue venerada dentro de una hornacina, siendo la parte central de una escena entre los doce apóstoles. Posteriormente fue arrancada, probablemente de la pared de los claustros de La Daurade, y transportada hasta el castillo de Montsegur (Languedoc), donde sería venerada varios añ. Allí, sin embargo, antes de que el casi el aéreo castillo fuera conquistado por los cruzados -exactamente la noche antes-, la imagen pudo ser salvada por cuatro cátaros, de los que sólo la persona de una mujer, excepcionalmente atrevida y devota, ha resistido los esfuerzos los historiadores para lograr identificar el misterioso cuarto personaje.
En la Edad Media, los pacifistas cátaros sufrieron la oposición clerical de los católicos porque habían deseado ser una Iglesia menos rica. Al defenderlo los cátaros, conjuntamente con los nobles que los apoyaban, fueron expulsados de la ciudad de Toulouse por los soldados llegados de toda Europa, todos bendecidos por el Papa. Posteriormente los cátaros fueron perseguidos por la inquisición dominicana que, al atraparlos, los quemó a cientos en hogueras. Poco faltó para que, en aniquilar tantos librepensadores, los eclesiásticos no acabaran definitivamente con los conocimientos pseude-científicos acumulados durants milenios. Aquellas nueve cruzadas sucesivas duraron más de 60 años. Tan largas guerras de exterminio fueron bendecidas pesar hacerse contra gente bautizada, logrando borrar a sangre-y-fuego la cultura Occitana cuando fue la más avanzada del periodo medieval, dando a Francia la muy codiciada salida al mar Mediterráneo, por anexionarse ilegalmente aquella parte norte de los Países Catalanes.
La crueldad de la persecución obligó a los cátaros -unos fieles que sentían amor puro por Jesucristo, (que deseaban la austeridad de la "Iglesia de las Catacumbas")a llevarse el único símbolo que tenían, y que, después de todo, en el mundo es y siempre será: Una madre con su hijo. Como no aceptaban los dogmas, su misión en la vida era redimir la naturaleza. Transformarían el mundo entero con el fin de espiritualizarlos. No veneraban la cruz tal como hacían los católicos, a pesar de asociárseles posteriormente la de Las Doce Perlas del condado de Toulouse. Sin embargo, los cátaros, amantes de la universal idea sufista, podían pensar que eran verdaderos guardianes del espíritu de la Cruz. Naturalmente que creían en Dios; o si quiere puede decirse el Inefable, omnipresente en todo el cosmos, porque Él todavía habla más en la mente de cada uno de nosotros, que no consigue cualquier persona que todo el mundo que se ponga a rezar. Esto para mí es un hecho, como lo es que: toda influencia útil proviene siempre del centro para ir al círculo, y no al revés. Quien no lo crea así, que lo demuestre. Por eso dicen que, reconocer la Luz del Centro es el triunfo del espíritu humano.
Nuestra queridísima Virgen del Claustro, una imagen de la Virgen morena que pesa unos 85 kilos, a pesar de romperse, una vez restaurada pasó a ser venerada en su peregrinaje por el sur de los Pirineos, primero en la cueva de Belén (Ussat-les-Bains) donde todavía hay un espacio pentagonal excavado en la pared, y dentro se esculpió su ovalad rostro incluyendo trenzas y corona. y trenzas. De aquel periplo, en el cual se la veneró a la luz de las antorchas, la imagen aún conserva a ambos lados de su parte inferior dos agujeros dispuestos para introducir los extremos de un trípode de hierro lateralmente. A fin de que le proporcionasen estabilidad cuando era el centro ritual de los cátaros celebrados a la luz de las hogueras, en las cuales hoy sabemos que voluntariamente les estaba permitido suicidarse si estaba de acuerdo los matrimonios. Para sus creencias, las llamas no podían hacerles nngún daño. Dejando aparte su fatalismo, que los habría llevado a fracasar sin "ayuda", rendían un muy particular culto a la fémina sagrada (que también los motivaba, hasta el punto de inventar las Cortes de Amor), los citados fueron dos de los muchos aspectos donde residen sus principales errores, si bien, por otra parte, está científicamente probado que el culto a la Gran Madre prevaleció desde el 30000 hasta el 2000 aC..
Al ser venerada en Solsona, la imagen debió ocupar su altar firmemente fijada a una silla metálica, obligó siempre después de la multitudinaria Ceremonia de la Coronación a sacar en procesión una de las dos copias guardadas en la sacristía. Otra copia es venerada en una provincia del África negra por gestiones de los misioneros del obispado de Solsona; y aún he visto personalmente una copia de yeso sin pintar se encuentra depositada en el MNAC MNAC (Museo Nacional de Arte) de Barcelona. En cuanto a las copias más reducidas existentes, y esculturas del busto de la imagen, son incontables.
Las roturas de la mano que sostenía su cetro, así como la cabeza y corona del Niño Jesús, se sumaron a la máa importante rotura de la imagen por se cintura. Todo ello fue obligadamente restaurado varias veces, la última de las cuales a mediados del siglo XX, con mucha discreción.
PUIX TANT AMOR ENS TENIU, PER SER LA NOSTRA PATRONA,DE LA CIUTAT DE SOLSONA, ELS VOSTRES FILLS PROTEGIU
Solsona tuvo el liderazgo durante la reconquista de la Cataluña cristiana, entre los años 700 y 1000 cuando, en el transcurso del avance hacia la cohesión del país, sus hombres eran vistos como "rayos de guerra" por los sarracenos. Después, cada vez las casas de campo se edificaban muy dispersas en las tierras conquistadas, quedando muy lejos de algún pueblo. En el campo permanecen construcciones de antiguos cortijos "masías" que parecen representar la grave psicología petrificada de los sufridos resistentes, empeñados en habitar las tierras recién reconquistadas, y tan reservados como los emboscados caminos por donde se movían, especialmente en aquellas rutas del más montañoso sector norte de la comarca. Por este motivo se ha presentado la comarca del Solsonès como un cruce de paisajes. Últimamente, en pocas décadas se ha evolucionado tanto como durante unos quinientos años del periodo medieval, tan persistentemente arraigado en toda la comarca.
En la iglesia de Solsona entre los años 1161 y 1195 se construyeron unos magníficos claustros, quizás también para dignificar un antiguo montículo con un insólito pozo casi sagrado. En el entorno edificaron, además la bodega y el refectorio, anejos al segundo templo románico de Solsona, que estaba en sol naciente de dicho lugar, que era un pequeño cerro. Éste quedaba todavía al mismo nivel de la actual plaza del Palacio Episcopal, o sea, mucho más elevado que el suelo del ábside del templo más antiguo construido en estilo románico, que es el arte autóctono del periodo de la gestación de Cataluña. Al decidir rebajar unos dos metros el suelo de todo el espacio ajardinado de los claustros, trataban de dejarlo al mismo nivel del pavimento del templo (entre los años 1.739 y 1745) las obras destruyeron, por falta mecimientos suficientes, la doble columnata de las antiguos claustros y 62 magníficos capiteles de puro estilo románico, que aún actualmente algunos de él se guardan en el remodelad Museo Diocesano y Comarcal (MDCS) de Solsona,… por cierto, allí donde es expuesta la pintura románica del Orante de Pedret, que he defendido hecha los mismos años cuando se inventaron las campanas y se colgaron en los tejados de los templos.
A Aquella antigua reforma de los claustros de Santa María de Solsona hizo desaparecer la parte alta del pozo donde había sido escondida en 1244 la imagen de la Virgen del Claustro . De los 6 metros de profundidad, actualmente sólo quedan unos 4 metros. En cuanto a su antiguo exterior, aquel pozo fue decorado y rodeado por cuatro columnas que parecían aguantar sobre una pirámide hecha de losas. Sólo ha llegado de aquel templete del antiguo pozo una descripción. Aquí adjunto unas fotos de algunas modificaciones posteriores, las cuales informan de cómo debía de ser la evolución de aquel pozo desde su descubrimiento en el lugar más alto de la población. En efecto, Solsona antes de tener murallas, para protegerse de los vientos del norte, se extendía cerca de la orilla derecha del río Negro. La entrada al antiguo templo estaba enfocada hacia aquel sector del sol naciente más habitado, lo cual significa que la puerta principal se abría en el lado opuesto a la entrada construida siglos después en la Plaza de Misa.
Actualmente los huertos particulares del sector (cerca de donde yo viví) muchos todavía recordamos haber visto un inmenso lavadero público llamado en vernáculo Els Tints (Los Tintes). Queda lejos de la muralla construida entre 1310 y 1412, pero allí aún brota una fuente que mantiene vivos peces de colores. Antiguamente no había otras fuentes para el suministro de agua a la población que las de aquel sector junto al río Negro. Son aguas que no tiene relación con las demás fuentes de Solsona, ni con las de su siempre empapado subsuelo. El agua que mana de las fuentes actuales de la ciudad se canalizaron desde bastante lejos siglos después, cuando aún al pueblo (vicus) de los señores Torroja que se extendía por aquella parte presentada extendida a lo largo del río y a un nivel inferior.
Desde el siglo IV edificó un templo cristiano cercano a donde siempre había habido un pozo de agua potable, utilísimo desde los tiempos prehistóricos. Sin duda alguna aquellas fueron unas aguas consideradas sagradas por sobrados motivos. Ahora que está muy bien adecentado, como todo el claustro renacentista a su alrededor, sólo mantiene un metro de agua, lo mismo que mide la boca del pozo. Una grieta natural en la peña del subsuelo proporciona el líquido elemento proveniente de aguas freáticas tan abundantes en la parte baja de Solsona (como por ejemplo el subsuelo de la calle Sant Lorenç, donde también viví), y puedo asegurar que las bodegas estan siempre en proceso de quedar inundadas.
El pozo de los claustros fluye por existir una grieta entre peñas, dado que la humedad no rezuma. Es por tal motivo que nunca pasa la humedad a las dependencias del subterráneo del Palacio episcopal. Justamente allí el archivero Mn. Enric Bartrina, muy esforzadamente trasladó el Archivo Diocesano y Comarcal (ADCS) el año 2005, puesto que antes estaba en el último piso del Palacio Episcopal. Es un archivo muy importante, a pesar de no conservarse en él documentos anteriores al año 900. El nivel del agua del pozo coincide, pues, con el lugar donde -hasta el año 2004- estaba destinado a sala de conciertos y exposiciones culturales de todo tipo. De hecho el pozo del Milagro del Claustro sólo está separado unos diez metros de los libros por la existencia de una una muy regia pared (antigua muralla), y no traspasa aunque en el pozo sigue habiendo agua. Otra cosa es, que ya haga siglos décadas que el líquido elemento ya no se aproveche.
Aquí hay que recordar al antiguo canónigo archivero Dr. A. Llorens, autor de los dos grandes volúmenes: SOLSONA Y EL SOLSONÈS A LA HISTORIA DE CATALUÑA (Ed. 1985 hasta 1.987 mil) en qué trabajo compilado y amplió las tareas de investigación histórico-arqueológica de los también sacerdotes Mn. J. Costa Bofarull y Mn. J. Serra Vilaró, además de todas las monografías escritas sobre la Virgen del Claustro. La afección del Dr. Llorens a la arqueología hizo que por un lado descubriera el Orante de Pedret, y por otro construyó el que todavía hoy es el único gran bloque de pisos del sector donde estaba ubicada la villa de Solsona, antes de quedar desprotegida por la muralla del siglo XIV hecha por el vizconde Ramon Folch de Cardona. Esta obra monumental, queda todavía cien metros muy bien preservada en el soleado sector del Vall Calent, protegida por haber unos huertos tapiados entre las diversas torres de defensa que la hacen invisible, así como también por los muchos metros de tierra superpuesta que cubre el antiguo foso. En un futuro no muy lejano, el derribo de la tapia y excavación del foso devolverá una gran altura en la muralla. No sólo ganará el Vall Calent, sino que dará categoría monumental de primera magnitud en la ciudad de Solsona que, se diría que tanto se resiste a aumentar sus atractivos culturales.
La fe de los frailes guerreros de la orden del Temple de Jerusalén les capacitó para incluir, ayudados de los monjes de la orden Cisterciense (que eran sus provisores de alimentos o intendencia), para llevar a cabo unos diseños arquitectónicos que fuesen capaces de producir el fenómeno de la pareidolia entre aquellos que miraban las bóvedas esperando ver la cara de Dios, porque además, los sacerdotes así se lo prometían. En efecto, se procuró que subliminalmente, en esquema, pudiese ser distinguido el rostro de Jesucristo configurado por las bóvedas de crucería. En los claustros también dejaron más simbolismo, el cual, como vemos en incontables catedrales medievales, no pudo ser ajeno a los frailes de la orden del Temple, aunque en la catedral de Solsona no se hayan conservado, al haber sufrido muchas remodelaciones, resultando finalmente un conjunto ecléptico por sus muchos estilos arquitectónicos también por su parte exterior.
Solsona siempre había sido una importante ciudad, como lo demuestra que debía nacer en ellos el muy noble Arnau de Torroja, que fue el noveno Gran Maestre general de las órdenes del Templo de Jerusalén y de Sio; (también llamado: Arnold de Torroge, Arnaud de Toroge, o Arnaldus de Torre-Rubea), un solsonense de quien a mí particularmente me gusta recordar que fue con los caballeros de la Orden del Temple cuando, al mismo tiempo aliados con los cruzados y los bizantinos, ocuparon la ciudad de El-Cairo el año 1164. Después de morir él en 1181, ambas potencias pseude-religiosas la Orden del Temple y la de Sion (hoy en día todavía muy activas en clandestinidad ) se separaron. En el transcurso de los siglos se mantuvo el prestigio de la ciudad de Solsona, como se demuestra por el hecho de ser nombrado José Grau, decano del monasterio de Santa Maria de Solsona, quien por cierto fue nombrado el 105 presidente de la Generalitat de Cataluña en 1704.
En Solsona el año 1244 se reunieron casi secretamente (para confabularse) muchos nobles catalanes emparentados o amigos del conde Roger IV de Foix-Castellbò, protector de los cátaros como sus antepasados, que siempre se defendieron militarmente del obispo de la Seo de Urgel (quien ciertamente entonces pasó a ejercer desde la más segura población de Solsona). Por otra parte, la empresa de salvaguardar la imagen de Gilabertus fue a la vez religiosa y patriótica, debido a que el rey Pedro II de Cataluña había muerto en la batalla de Muret (Fr.) contra los cruzados (1213). Son unos hechos que no pueden obviarse, y necesité dos gruesos volúmenes mecanografiados para exponer mi investigación (aún inédita) para exponer lo mejor que pude los tales eventos. (El borrador está depositado desde hace muchos años en el Archivo Históric i Comarcal de Solsona. Puede consultarse mi obra en dos gruesos volú,menes, y también se pueden descargar de Internet mediante el sistema PDF. En realidad se trata de las fotografías de mis páginas, las cuales lamentablemente tardan más en abrirse que las síntesis presentadas en las dos websites en sistema HTML: 1ª PARTE: hppt://webspace./../../../marededeudelclaustre.html ; y la 2ª PARTE: /../../patronadesolsona.html
Los cátaros del Languedoc cantaban una canción titulada:
"AQUELLES MUNTANYES, QUE TAN ALTES SÓN, "
La imagen, una vez estuvo en Solsona, disfrutó de la mayor protección de nobles pro-cátaros confabulados, porque toda la ciudad era su refugio, tal como consta en los: Documentos en Vulgar los siglos XI, XII y XIII de la Sede de Urgell. Exactamente a la línea 77 consta Solsona "nido de cátaros". Es el pergamino número XV, el cual en la Biblioteca de Cataluña de Barcelona me di cuenta que se incluye en el libro: BIBLIOGRAFÍA FILOLÓGICO DE LA LENGUA CATALANA, (Ed. 1913). En la p. 242 (y en la nota nº 50 de la p. 260) constan firmando una alianza entre un tal Rubert de Solsona y el bastardo Lupus de Foix (indudablemente cátaro, era hermanastro de Esclaramonda de Foix y su verdadero apellido era B. de Orsan), y R. De Sabartés en 1246. También en el libro "Los cátaros del Berguedá", escrito por Mn. Enrich Bartrina, el antes mencionado responsable del Archivo Diocesano y Comarcal de Solsona" consta escrito: "La iglesia de Santa María de Puig-reig conserva pinturas de interpretación dualista, las cuales se relacionan con las posibles filtraciones del catarismo en las casas templarias pirenaicas. En la misma obra leo que en "El Archivo Diocesano de la Seo de Urgell", se guarda un proceso inquisitorial del año 1250, donde la testigo María Roca afirmó que en casi todas las casas del pueblo de Gósol (Berguedá), hay vivían herejes cátaros. Otro testigo llamado Aglesa, mencionó Solsona como la localidad donde los herejes de Gòsol se comunicaban con los de otras poblaciones.
Dicho Lupus de Foix, que era hermanastro de Esclarmonde (Esclaramonda) de Foix, y el gran héroe de la resistencia contra los cruzados, también se lo encuentra firmando un acuerdo con los nobles de solsona. Cabe decir que posteriormente en Solsona hicieron más confabulaciones si bien bien encubiertamente, gracias al linaje de los Cabeza-de-Cerdo de Solsona. (Consta también un miembro de esta saga entre los últimos defensores del castillo de Montsegur). Los cátaros y sus fautores, justo un mes después de rendir s los defensores de Montségur en 1244, acordaron hacer una extraña tregua con el Obispo de Urgell. Los representaba el conde de Foix, Roger IV, también vizconde de Castellbó, firmando Bernat de Alió conjunto con Ramón de Josa (p. 168 del original mencionado). es más interesante el hecho de que el bastardo Lupus de Foix, hermanastro de Esclarmonda y jefe de la resistencia cátara, se presenta allí como un sustituto de los fiadores, por si acaso fallara algún garante. Por otra parte, también el investigador Lladonosa, en su Historia de Lérida (Vol. I, p. 355), informó que el catarismo se popularizó en el transcurso de los siglos XI-XII entre Andorra y Berga, llegando hasta la comarca El Solsonès (quizá sea la explicación del porque la comarca de 1001 km2. tiene un parecido número de masías dispersas?).
La veneración de la imagen (que los cátaros le decían "Mani" ) cuajó en Solsona muy pronto por el hecho de atribuirle el gran milagro de salvar un niño caído al pozo, pero sobre todo gracias l esfuerzo particular de la mitificada dama N'Esclarmonda de Alió -entonces ya viuda de Bernardo de Son, cuya rama de descendientes catalanes fue estudiada Mn. A. Bach: El castillo de N'Esclarmonda de Alió (Llo de Cerdanya, a 7 Km. De donde nace el río Segre). Ella fue la noble -y entonces joven- proveedora secreta del avituallamiento a los cátaros resistentes a Montsegur durante el muy largo asedio. Ella tenía el valor y la organización para garantizar que llegara su símbolo del Amor en Solsona para ser escondido en el pozo en torno al cual se había consolidado el prestigioso templo de Santa María. Tanto ella como su familia Foix-Castellbò quedaron comprometidos y dejaron me muy buenas manos las fortunas que se confiaron los correligionarios y nobles occitanos encarcelados o muertos. Solsona ocurrió mucho y muy rica !.
Con tanto dinero, no tardaron demasiado en devolverle a la imagen ultrapirenaica la más digna veneración religiosa posible. Esclarmonda de Alió, fugitiva, fue protegida por el viejo conde de Bagá (viudo de otra señora homónima). Esclarmonda de Alió pasó entonces a señorear en Pinós El Solsonès, si bien seguro que residiría en Solsona. No podía vivir lejos del símbolo del Amor verdadero; … tanto le hacía que fuera venerado por unos como por los otros! El sol sale tanto por los buenos como los malos, debía de pensar la tan mitificada Gran Esclarmonda. Ella, además que ser recordada tradicionalmente como una paloma que levantó el vuelo desde Montsegur el último momento, pienso que, a pesar de la imagen de nuestra Patrona tenga una paloma gráficamente perfilada en medio de la frente (la nariz le hace de cola ), en Mujer Esclarmonde de Foix le procedería mejor el símbolo de la abeja (que también lo es del Norte de Egipto, porque trabaja en hacer la miel sin importarle quien se la comerá.
En Solsona durante todo el siglo XIII algún miembro del noble linaje Cap-de-Porc (en vernáculo "cabeza de cerdo") era al servicio del monasterio de Santa María , así como ellos servían económicamente (con dinero de los expulsados del Languedoc) al rey catalán Jaume I (1.208-1.276). Entonces el rey se entrevistó en el castillo de Ogern con Ponç Cabo-de-Cerdo, que ejercía de monje bodeguero (una especie de secretario plepotenciari) del monasterio de Santa María de Solsona. Cuando el conde de Carcasona, Ramon III (Trencavel) descendiente directo de la Casa de David, alcanzó el liderazgo (príncipe Nasi) de los reyes merovingios, linaje judíoestablecidos en el sur de Francia, para morir sin hijos lo traspasó al conde Roger IV de Foix, casado con mujer Brunissenda de Cardona.
Posteriormente, en fecha 10 de agosto del año 1250 el conde Roger IV de Foix-Castellbò (principal estratega de que la imagen pasara a Solsona) pagano 50.000 sueldos al vizconde de Cardona (casado con otra N'Esclarmonda de Foix) que entonces era Señor de Solsona, con el fin de alquilar el dedo señorío, al mismo tiempo con los lugares que ahora se corresponden con los términos de las poblaciones: San Lorenzo de Morunys y Torá de Riubregós (Archivo de Foix: caja 44, doc. págs. 226 hasta 227). Los años posteriores (marzo de 1251, hasta agosto 1258) los pagos también fueron por el mismo alquiler, si bien que encubiertamente (copia Doat: 171 – 04/22/1255).
El 1280 fue obligado a dejar el arrendamiento que tenía por: Solsona, San Lorenzo y Torá, pero sus descendente tuvieron cuidado de que su símbolo goza cada vez de más veneración. Así hay que entender que Mujer Brunisenda, condesa de Foix, que era "soror Brunisindis" de los monjes del monasterio de Solsona, fuera enterrada junto a su imagen (Mani), en fecha 22 de marzo de 1292 (XI kal. Aprilis MCCXCIII, según transcribe del obituario de Santa María el rector D. Costa Bofarull en su obra Memorias de la ciudad de Solsona y super iglesia Barcelona 1959; Vol. I, p.66). Es una noticia que, sacada de su contexto, no puede ser entendida; … incluso no lo es ni el teorema de Pitágoras si se aplica sobre una superficie esférica. esférica.
Hay mucho que explicar acerca de donña Brunisenda de Foix-Castellbò de Foix-Castellbò, pero aquí aprovecho sólo para hacer notar que fue contemporánea de Arnau de Solsona, el comerciante que trajo de Tierra Santa el Santo Pañal del Niño Jesús que es venerado en la catedral de Lérida.
Cabe decir que, por más contradicción histórica, en tres ocasiones Solsona justamente fue el centro de las revueltas nobiliarias de aragoneses, ampurdaneses y los Foix-Castellbò contra el gran soberano (años 1231-1268 y 1274), tal como he ido divulgando -lo en las revistas locales. Se reunieron en Solsona y no a Cardona, a pesar de que su vizconde fue casi siempre la cabeza de los sublevados, porque justamente habían abundantes fuentes en el sector cerca de la orilla del río Negro, necesarias para las tropas de su escolta y sus cabalgaduras..
Al estudiar el noble linaje de los Cap-de-Porc (mi resumen fou publicado en el: Vol 2 de les "Actes del I CONGRÈS D'HISTÒRIA DE L'ESGLÈSIA CATALANA…;1993, p.463-476, que corresponde al capítulo noveno del mi libro inédito: VIRGEN DE SOLSONA, TESORO CÁTARO) me di cuenta de que a los pergaminos del ADCS los Cap-de-Cerdo aparecen documentados en Solsona exactamente los mismos cien años que otra rama de aquella estirpe eran juristas al servicio del conde de Tolosa, e incluso uno de ellos fue jurista de la curia de Montpellier cuando el Papa residió unos años junto a la catalana villa donde nació Jaime I.
Los estudiosos del catarismo demostraron que cuatro cátaros sacaron secretamente algo de Montségur la última noche antes de devolver a los cruzados. Se extraño, debido a que días antes los cátaros ya habían quitado sus tesoros materiales cargados en albardas en la espalda de los asnos, por lo que sospechan que podría haber sido quitado del castillo de Montsegur sin embargo que el Santo Grial, la reliquia medieval que inspiró cientos de "libros de caballería" en la Edad Media, y actualmente más aún !. Los antiguos héroes no buscaron su trascendencia -que es la elevación desde la condición humana a la vida eterna en el seno de las fuerzas divinas-, sino tan sólo generalizar una calidad iluminadora.
Com que también he escrito Montserrat ganga del Grial", creo que si el Grial fuera algo material, no tendría ninguna mejor símbolo que la imagen de la primorosamente esculpida Patrona de la ciudad de Solsona. La Madre y su Hijo siempre han sido el receptáculo más adecuado para representar, en el mundo occidental y en todas partes, el íntimo deseo de salvación humana desde mucho antes del Concilio de Trento (Italia s. XVI).
Muchos investigadores piensan que el Santo Grial no hace referencia a la sangre de Jesucristo, como su propio nombre evoca, sino que lo definen como Luz. No la del sol, ni aquella que nos hace discernir entre el bien y el mal, sino la Luz divina, tan providencial como íntima. En tal supuesto, a nuestra Patrona le sienta aún mejor, porque mediante la fe en su imagen, ella nos ilumina nuestro mundo interior. La Madre de Jesucristo finalmente ha sublimado esta tan universal eterna idea y podemos pensar, los que amamos el Símbolo, que no sólo nos beneficiamos de nuestra fe ya en vida, sino que podemos mirar un gozo que la boca no puede decir. Incluso tal vez podremos disfrutar de lo que no es posible ser imaginado.
Del otro lado del Pirineo le proviene a nuestra Patrona el nombre de Claustra, el cual no se obtiene como en un bautismo, y tampoco consta en ningún pergamino del ADCS hasta el año 1303. Posteriormente desaparece para reencontrarse con como La Claustra (1316-1343). En cambio era, y creo que todavía es, un nombre común en el Languedoc francés. (Es grabado al vuelo. 12 del Dietarie Topographique de la France 1873, París). Cabe decir que el listín telefónico de Perpiñán se encuentra registrado también un Antonio Ricou, indicando de donde procede el nombre de una específica comparsa tradicional que siempre ha tenido por genuina de Solsona).
Al ser encontrada dentro del pozo de los claustros, la imagen restaurada fue vestida y así se veneró hasta la primera mitad del siglo XX. De antemano la pusieran en una capilla cerca del pozo del hallazgo, y fue por la mediación del poderoso y riquísimo devoto alcalde de Solsona, Arnau de Vilaró, y de su hijo Ponç que posteriormente fue nombrado obispo de Vic. Este mitrado deseó ser enterrado en los claustros cerca de la imagen en 1306. Un tan insólito deseo hace sospechar que debía ser él "el niño" que cayó al pozo y se salvó al ser acogido por los brazos de la imagen recién llegada -según una tradición iniciada en 1248-. No podía ser de otro modo teniendo unos tan buenos padrinos, demostradamente protectores de los cátaros del Languedoc que llegaban a miles a la comarca del Solsonès, (camino de Ciurana de Prades, tanto o más elevados y bien protegidos de forma natural que su emblemático castillo de Montségur) la ennegrecida nueva imagen de La Mare de Dé del Claustre pronto sustituyó a la que fue titular -también sedente- del templo de Santa Maria, la cual debía ser como todas las desproporcionadas tallas de madera propias de aquellos tiempos en este lado de los Pirineos.
El vizconde Arnau de Castellbó, aliado con el de Foix, desde antes de emparentarse familiarmente ya luchaban a la defensiva juntos contra el obispo de la Seo de Urgel, que los perseguía para ayudar al trasvase de los fugitivos cátaros vía Tírvia y Alins del Valle Ferrera, (Pallars S.), dado que (pese a quien pese), el obispo de la Seo de Urgel, incluso desde su residencia de Solsona, dominaba las orillas de los ríos Valira y Segre. Desde que los nobles perseguidos reaccionaron, el obispo no le fue posible de vivir en su peligrosa Sede, y pasó a residir en Solsona, donde tenía el castillo de Olius y también un palacio en Sanaüja. Nunca la liturgia de aquellos años preveía que el obispo estuviera ausente de los oficios y ceremonias celebradas en la iglesia de Solsona. Por este motivo la Seo de Urgel hoy tiene una iglesia románica, mientras que en Solsona en 1299 ya se inició la gran nave gótica, que fue terminada en el año 1343.
Según la tradición oral, el primer templo cristiano de Solsona fue edificado por unos monjes provenientes de África en el transcurso del siglo IV. La primera mención se encuentra en el "Acta de Consagración de la Seo de Urgel", y fue destruido en el año 942 por los húngaros a las órdenes del rey Hugo de Italia, cuando los envió a España para ahuyentar a los musulmanes que invadían el norte peninsular. Del templo románico de Santa María de Solsona se conocen tres consagraciones (los años: 977-1070 y 1163); si bien en el Acta de la primera consta que había habido un templo anterior, cuya acta de fundación se perdió. El segundo templo románico de Santa María de Solsona corresponde al mencionado en el acta de 1163, cuando el obispo Roger de la Seo de Urgel dejó escrito que: Solsona es la iglesia principal de la comaarca del Alto Urgell.
Varios condes de Urgell pidieron, también por escrito, ser sepultados en -la todavía hoy- muy oculta cripta de la actual catedral de Solsona. Yo sigo opinando a pesar de las décadas transcurridas desde mis primeras investigaciones, que es claramente comprensible porque las catedrales góticas guardan muchos misterios.
Sería poco costoso verificarlo agujereando detrás del ábside del templo más antiguo construido, puesto que queda -desde hace ya un siglo- 5 m. descalzados sus cimientos por su exterior. Desde el nivel de la carretera se debe agujerear el muro (insisto que me refiero al exterior) y así, muy fácil, se abriría un acceso, rápidamente y sin peligro, al espacio de la todavía en 2016 inaccesible cripta. En mi juventud pedí públicamente que se hiciera (Rev. "IN6" 1995 n. 5 p.16-19), no tan solo porque sería recuperar el espacio germinal, (que también es el "joyero" de cada templo), sino incluso conviene abrirla de una vez a fin de enriquecer el conocimiento y el patrimonio local. El subsuelo del antiguo altar mayor de la iglesia románica, tiene una profundidad de 2'90 m. hasta el nivel del suelo de la cripta. Actualmente allí está la sacristía que mide 2'80 m. de altura desde el suelo hasta el inicio de los capiteles románicos. Insisto en repetir que algunas iglesias guardan secretos, y la catedral de Solsona, que fue construida en el siglo XII, no es una excepción.
A continuación daré argumentos para defender mi opinión. El año 1244, ante la acordada rendición a los franceses que los asediaban, los defensores del castillo de Montsegur (Sur de Francia), la noche antes de salir todos del castillo, hubo cuatro de ellos que habían arriesgardo sus vidas, descendiendo un grandioso barranco durante la noche, a fin de poder salvar los máximos símbolos de su fe, alejándolos secretamente, siendo el principal, la imagen de piedra esculpida en arte románico, la cual milagrosamente apareció en un pozo de los claustros de la iglesia de Solsona para ser pronto devuelta a un altar y al cabo de unos siglos ser nombrada Patrona de Solsona. Para hacerlo posible, fue regenerada para representar a la Virgen María con su Hijo. Con esa imagen, que los cátaros le decían "Mani", también salvaguardaron otros tesoros espirituales, siendo el más famoso de ellos el nombrado "Libro del Amor", el cual dejó de ser referenciado justamente después de aquel año 1244. Según era creencia de los más puros del cátaros heterodoxos, se trató de un evangelio muy especial al haber sido escrito por el mismo Jesús de Nazaret. La investigadora Kathleen McGowan, en su novela titulada "La Esperada" dedicó una trilogía al linaje del rey David después que se refugiaron en el sur de Francia, En aquel libro expuso sus enseñanzas acerca del verdadero Amor, al cual texto se añadieron dos anexos: "Las Profecías de la hija de María Magdalena", seguido de "Los Hechos de los Apóstoles ".
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |