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Ramon Ramonet Riu – Textos reunidos (página 22)

Enviado por Ramon Ramonet Riu


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Los merovingios eran reyes desde su nacimiento, y todos ellos gozaron de una fama de místicos y medio sacerdotes a pesar de ser polígamos y buenos militares. No se les tuvo en cuenta que eran muy crueles, pues era lo propio de su época. Se creía que tenían poderes fabulosos relacionados con el mar, lo que recuerda la fuga de los setenta y dos seguidores de Jesús del otro extremo del mar Mediterráneo. En efecto, los reyes merovingios (apodados Urdus) se consideraron descendientes de Jesucristo, y la explicación muy probablemente deba buscarse en el matrimonio que santa Sara contrajo con algún miembro de la dinastía de los salios galos, siendo de su descendencia que surgieron los primeros reyes merovingios que antes habían sido adoradores de la diosa Diana. Se trata de los reyes de Francia desde principios de siglo V hasta la segunda mitad del siglo VII.

Unos tiempos cuando se usó el papiro, introducido en España por los musulmanes, si bien, debido a su fragilidad y por la barbarie de los tiempos, se perdieron los documentos, incluidos los oficiales. Paradójicamente, se conservó para la posteridad el famoso Jarrón de Soissons (Fr.), el cual contenía muestras de la sangre de los treinta y nueve primeros reyes merovingios francos.

En el siglo V los salios de la Galia creían que su rey Meroveo había sido fecundado por dos padres. El humano se llamaba Colidón, un rey de los salios, y el otro que era muy melenudo, tenía naturaleza divina y habría llegado por mar, motivo por el cual incluso el propio Meroveo se creyó realmente tener poderes milagrosos que fueron heredándolos sus descendientes. Él y sus hijos empezaron luchando contra los romanos pero pronto fueron sus aliados para oponerse a los Hunos de Átila. Después, bajo el rey Kilderico serían aliados de Roma para luchar contra los visigodos del sur de las Galias. Kilderico, en 486 cuando tenía 20 años, por ser muy mujeriego, tuvo serios conflictos y debió exiliarse ocho años en Alemania, de donde regresó para ser de nuevo rey de los francos y logró la independencia de Roma. Su frontera la delimitó el río Rhin.

Hacia el año 500 d.c., con el bautismo y conversión del rey Clodoveo (Clovís I), la Iglesia Romana se instauró como suprema autoridad espiritual de Occidente. Se podría decir que fue un pacto entre Roma y los merovingios, originando una alianza que debería engendrar un nuevo Sacro Imperio Romano. Pero la lealtad de los francos a al Sumo pontífice no era muy intensa, ya que los merovingios seguían manteniendo simpatías por la religión arriana que practicaban desde antes de su conversión al cristianismo. La expansión hacia el sur de Francia del rey Clodoveo, se la brindaron los visigodos de Alarico II al proponerle una alianza, pero duró poco porque el 506 Clodoveó mató personalmente al rey aliado. Después él fue considerado como un cónsul romano que ejercía su poder con las intrigas propias de su tiempo. A Clodoveo se debió la unidad de los pueblos galos y el asentar su capital en París el mismo año que puso su frontera en los montes Pirineos (508). Murió en 511, a la edad de 45 años, dejando el reino dividido entre cuatro hijos que, entre fratricidios y conspiraciones, alimentaron el caos bélico en todos sus estados. A su favor tuvieron la leyenda del desembarco de los seguidores de Cristo, en Saintes Maries-de-la-Mer (hasta el año 542, la aldea era conocida como Saintes-Maries-de-la-Barca en la Camarga francesa). Sara-Tamar se casaría con un miembro de la dinastía de los salios galos, y años después nacerían de ellos los fundadores de la dinastía merovingia. Sólo algunos privilegiados debieron de conocer entonces que por las venas de sus soberanos corría la sangre de Jesús de Nazaret.

El linaje de Clodoveo tuvo ascendencia judía, y sus allegados durante siglos conspiraron a fin de regenerar la sociedad mediante la altruista misión de gobernarlos un rey (Rex-Deus) que fuese legítimo descendiente del rey David. Lo dicho aún fue más evidente después de la Primera Cruzada, no sólo en el Languedoc y Francia, sino en los Países Bajos, e incluso en Escocia. Se pretendió restaurar un Rex Deus" para ejercer el gobierno del mundo; y dicha línea de sangre "sagrada" fue defendida por la Orden de Sión desde antes de crear la orden monástico-militar del Temple. Después se buscó discretamente un nuevo Rey del Mundo, que debería ser capaz de llevar a cabo sus ideas sinárquicas, y entre los candidatos estuvieron: el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, después el rey Jaime I de Aragón, y también el rey Federico II de Sicilia.

La orden del Temple durante sus dos siglos de existencia, por paradojas de la vida -y sobre todo por perderse el espíritu que Arnau de Torroja, que fue el último en saber defender-, degeneró y, sin saberlo, los templarios sentaron las bases para la gestación del galopante capitalismo, el cual sistema, siendo el mejor de los conocidos, para subsistir desvergonzadamente necesita irse hinchando económicamente como un globo.

Los reyes merovíngios tuvieron un secreto muy bien guardado, que lo creyeron originario del rey Salomón: Todos los reyes llevaban en su cuerpo una cruz roja, señal natural de nacimiento, como era bien sabido del rey merovingio Clodoveo, lo cual por cierto se relacionó con la cruz distintiva en el hábito de los templarios. El animal totémico de los reyes merovingios fue la abeja, al igual que entre cretenses y egipcios, dada su organizada sociedad matriarcal. En la tumba de Childerico, padre de Clodoveo, se encontraron trescientas diminutas abejas de oro, las cuales llegaron a decorar la capa del emperador Napoleón al ser coronado. En cuanto a su símbolo heráldico la Flor de Lys, la creyeron inventada por el rey Salomón, pero (pero ya estaba ya en el arte egipcio).

Tanto Clodoveo como su nieto el rey Meroveo adoptaron la Flor de Lis como emblema real, posiblemente por mostrar gráficamente el rito de la circuncisión (preceptivo del pueblo hebreo). Así pues, el símbolo de los reyes borbones parece haber sido inventado en Israel. Ni que decir tiene que la Flor de Lys para los católicos simboliza la Trinidad Divina, y por ello pasó a la realeza. Es el mismo dibujo que también sirvió de inspiración al raro diseño de la llamada "pata de oca" de los templarios.

PERSECUCIÓN DE LOS HEREDEROS DESPOSYNI

Los sicambros cuando estuvieron gobernados por su famosa reina Viviana de Arqs, fueron llamados "desposyni" por los habitantes de la actual Borgoña, siendo antepasados de los merovingios cuyos reyes llevaban muy largas cabelleras y nunca fueron antisemitas. Al reino de Arqs pertenecían los condes de Toulouse y Narbona del Languedoc, por cuyos matrimonios se habían expandido por la región llamada Aquitania. Después de ganar a los "alamanos", los desposyni fueron convertidos al cristianismo de los arrianos cuando lo hizo primero su rey Clodoveo. Hasta entonces a un líder visigodo no era posible reconocerlo de estirpe real porque la Iglesia limitaba el título a los cristianos bautizados, promoviendo un fuerte fanatismo religioso y muy racista. Su excusa sólo podía ser que aquellos reyes, tan sensibles a sus antepasados míticos, tenían la osadía de anexionarse reinos vecinos invocando derechos de sangre…divina.

La Iglesia católica desarrolló la mayor energía política, y eclipsó a herederos de Jesús y de María Magdalena, que eran los "desposyni", palabra griega que significa que fueron familiares del Maestro. La mayor prueba de dicho esfuerzo institucional fue la falsificación llamada Donación de Constantino. Se trata del documento básico utilizado por el Sumo pontífice para dominar el conjunto de monarcas de la cristiandad. En Inglaterra designaron al arzobispo de Canterbury para coronar a sus reyes, y sólo Escocia resistiría aquella imposición del papal, por lo cual sus monarcas sufrieron la excomunión.

Las disposiciones basadas en La Donación de Constantino se aplicaron en todo el orbe católico inmediatamente, y todas las monarquías obedecerían a un dispositivo por el cual la Iglesia católica desarrolló la mayor energía política. El poder espiritual, que antes se había movido en un segundo plano, cobró importancia al punto de que el papa coronaba con sus manos a los grandes soberanos. Pero los templarios conocían su falsedad del documento atribuido a Constantino, por haberlo ya declarado fraudulento el emperador Otón III de Sajonia el año 1001, quien acabó por considerarla una papal "broma" del siglo VIII.

En aquellos tiempos los pontifices romanos no eran ejemplares en absoluto, al menos a partir del llamado Sergio III, que vivió antes del cambio al segundo milenio. De tales barbaridades a la Iglesia nunca le interesó que se divulguasen; y mucho menos que los mandeístas tenían a Juan por el Mesías esperado y no a su primo Jesús. En 1958, el profesor Norton Smith, de la Universidad de Columbia, bien relacionado con el monasterio de Jerusalén, descubrió un fragmento inédito de la carta del Evangelio de Marcos que no había sido perdido, sino tan sólo suprimido. Por expreso deseo del obispo Clemente de Alejandría, se ocultó dicho fragmento inédito a la mayoría de los sacerdotes. Reconociendo que existía el evangelio auténtico, mandó a Teodoro que lo negase con el siguiente argumento: Ni eso, ni todos las cosas verdaderas deben ser dichas a todos los hombres. (N. Smith, Gospel Secret, p. 14 los 16).

LOS MEROVINGIOS Y LOS JUDIOS DE SEPTIMANIA

En el libro El Enigma Sagrado, de los autores Baigent, Leigh y Lincoln (editado en 1982), la implicación de la tribu de Benjamín se considera el origen de la línea de sangre de David que enlazó con los reyes merovingios. Al principio, el enlace entre representantes dinásticos de las tribus de Judá (la de Jesús) y de Benjamín (la de María Magdalena), parece obvio que debió de mantenerse en secreto. La línea de sangre del rey David debió de ser conocido tan sólo por los familiares más íntimos para no alertar a los judíos fundamentalistas, y para la propia seguridad de los desposados y su progenie cuando naciesen. Sus seguidores fueron el primer grupo religioso católico en independizarse de la Iglesia episcopal, y en su monasterio, fundado por san Casiano, predicaron evitar a los obispos.

El rey Clodoveo visitó la tumba de María Magdalena con su esposa Clotilde en el 480, y aquella piadosa iniciativa, en opinión de los cardenales del Vaticano, pesaba en su contra. Hacerlo bautizar fue una maniobra que el sumo pontífice confió a san Rémi, confesor de Clotilde, su esposa cristiana, de modo que ella influyó para convertirlo al cristianismo y hacerse agradable al Vaticano. Clodoveo gustaba de relacionarse con el obispo de Reims y también con santa Genoveva. Después de su matrimonio con santa Clotilde, en Ferrieres, san Rémi empezó a mirar al rey cual un nuevo Samuel. Una estirpe real destinada a personificar los derechos temporales de Jesucristo en el mundo.

San Rémi, en la Nochebuena 496, en Reims, bautizó al rey, así como a unos tres mil de francos, y le confirió la investidura divina, consagrando con ello el matrimonio indisoluble con la estirpe de Clodoveo. Después de su bautismo, éste quiso desposeer a los herejes de las provincias más bonitas de las Galias. Los combatió y, en menos de siete años, sus victorias -de Dijon sobre Gondebaud (500), y la de Vouillé, sobre Alarico (507)- acabaron con los herejes galos y obtuvieron para Francia fronteras naturales: El océano Atlántico, canal de la Mancha, el Rin, los Alpes, el mar Mediterráneo y los Pirineo. De las victorias y alianza de Clodoveo se benefició a la Iglesia, porque el "Nuevo Constantino" acabó en menos de siete años con los herejes del país galo, principalmente arrianos. Gracias a la conversión de Clodoveo y sus vasallos ya era posible entrever la misión divina de su país. El rey había fundado la "Casa de Francia".

Clodoveo, durante 50 años (511 a 561), reunificó el reino merovingio. Hizo matar al hermano de Radegonde y participó en el asesinato de sus sobrinitos Teobaldo y Gontier, a fin de asegurar su herencia de Orleans. Recuerdo estos hechos, porque en la abadía románica de San Radegonde de Poitiers, se conserva el pupitre de la reina, decorado con el Agnus Dei (Cristo) rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas. Es el que se incluyó en la decoración del frontispicio del monasterio ampurdanés de Sant Pere de Roda (Costa Brava-España), cuyo altar portátil aún yo aun continuo investigando.

Últimamente nuevos hallazgos del inglés Hammott parece que confirmarán el interés de los templarios por la zona Rennés-le-Château. Mientras él buscaba en la zona cercana a Rennés-le-Château encontró unas páginas que pueden ser del Evangelio de María Magdalena. El rey Dagoberto tendría que ver con ello, puesto que se consideró descendiente directo de Jesús y María Magdalena, creyéndose superior a los demás reyes del mundo; lo cual recordaré que al Vaticano le pareció muy mal.

Obviamente la Iglesia petrina no lo podía consentir que se diese crédito a las fantásticas ascendencias de los reyes merovingios, y el momento álgido de la ruptura fue el asesinato del rey sicambro Dagoberto II y de casi toda su familia, dado que su hijo Sisgiberto IV (también llamado Sigibert) fue puesto a salvo en la primitiva capital del reino visigodo en el Sur de Francia. Cuando Sisgiberto se casó con Giselle, condesa de Razes (Redae), se unieron los linajes godos con los descendientes del rey David. Contra lo que escribieron los católicos posteriormente, Sisgiberto logró escapar de la matanza de toda su familia, viviendo refugiado en Rennés-le-Château, siendo por dicha ascendencia genealógica que los duques de la Lorena se pudieron considerar descendientes del rey David por dos vías: Una la del rey sicambro Sisgiberto IV, y otra la del "desposyni" rey Meroveo (448-457).

El linaje merovingio tuvo mucho cuidado de perpetuarse en la más estricta clandestinidad. Después todos los reyes de Francia se pueden presentar como descendientes del usurpador Pepino "el Breve", coronado el año 754 por el pontífice Esteban, que dejó escrito que excomulgaría a quien eligiese algún otro rey que no fuese de entre sus descendientes (Cláusula "De Unctione Pappini" en "Monumenta…"). 

EL SANTO GRIAL Y SU DISPERSIÓN

El Santo Grial, que en el siglo XII era llamado Lapsit exillis y tenía origen celestial, para la Orden de Sión debió significar el continente de la Sangre de Cristo, pero no fue un recipiente simbólico, sino su descendencia: Herederos que llevarían su sangre. Tal fue el gran secreto de los caballeros del Temple, de los cátaros y también del posteriormente venido a menos Priorato de Sión. Los conocimientos de aquellos sabios es obvio que no fueron los mismos que pueda tener un exegeta actual, con su gran ventaja de siglos;…pero actualmente éstos no disponen de información de "primera mano".

María Magdalena fue asociada al culto de la Diosa-Madre, presentada ya en el siglo XIII, incluyendo un cáliz en un medallón tallado en madera, el cual sigue decorando la sacristía de la iglesia de Santa María Magdalena de Waldburg (Austria). Otras veces se la simboliza mediante una piedra esférica (Obosom"), porque se regeneraban los cultos paganos utilizando sus piedras a modo de altar. Cuando las piedras eran grandes menhires, entonces se puso una cruz en su punta por ser tradicional que, con la frotación de sus partes, las hembras montadas en ellos se quedaban preñadas.

María Magdalena tuvo éxito en la literatura durante el paso del Primero al Segundo Milenio, y sigue triunfando especialmente por las rarezas detectadas en el lienzo de Leonardo da Vinci La Última Cena en una iglesia de Milán donde la enamorada compañera/novia/esposa de Jesús sustituye a la figura de san Juan Evangelista. En la catedral de Burgos un lienzo muestra a la Magdalena penitente muy sugerente, pues sólo está cubierta con una densa y larga cabellera (al modo como luego lucieron los reyes merovingios). En dicho cuadro la cabecita de un niño asoma mientras le está sorbiendo del pezón, y de ahí salieron nuevas pruebas de la maternidad de la vilipendiada María Magdalena. En cambio, otro cuadro que hace décadas me sorprendió mucho sigue expuesto dentro de la Mezquita de Córdoba (ángulo SE.), precisamente por la desinformación acerca de María Magdalena. Me refiero al gran lienzo de 1672 colgado en el muro detrás del altar, presidiendo la Capilla del Sagrario, en el cual se presenta (sin eufemismos: a María Magdalena), confundiéndose con san Juan, aunque con un aspecto mucho más afeminado que el san Juan del célebre cuadro La Santa Cena de Leonardo da Vinci. Curiosamente lo pintó el fundador de la Academia de San Lucas, de Roma, posteriormente presidida por el genial pintor Nicolás Poussin; un pintor enigmático, y más por estar vinculado al enigma de Rennés-le-Château.

A Jesús y María Magdalena se ha conjeturado que tuvieron dos hijos, según dedujeron hace ya veinte años los investigadores Barbara Thiering de la Comisión de Estudios sobre Divinidades de la universidad de Sydney. L. Garner su libro "El legado de María Magdalena expuso que en septiembre del año 33 nació Tamar "Sarah" (princesa), y el año 37 nació Jesús (Joshua, que en hebreo significa: Dios es la salvación). En su opinión aún habría engendrado un tercer hijo en diciembre del año 44, siendo después cuando María Magdalena se enclaustró seis años en un convento. Según la leyenda, José de Arimatea vivió en el Languedoc francés dedicado al cuidado del Santo Grial, ayudado por su cuñado Brons. En el libro La herencia del Grial (Ed. Grijalbo 1999) se pretende hacer llegar a José de Arimatea, junto con un hijo varón homónimo, hasta Gran Bretaña. Incluso en la iglesia de Derevaig en Escocia se pintó a santa María Magdalena en estado de gravidez, mientras tiene cogido de la mano a su hijo Joshua. Según otras leyendas, José de Arimatea llegó a Glastombury donde fundó la primera iglesia-abadía. En mi oba: Arnau de Torroja, "Segunda Parte" (del cual este escrito es un anexo) amplio esta noticia, ciertamente inesperada.

Es decir, el término Santo Grial fue entendido en dos diferentes sentidos. Uno remite a la Santa Sangre, que fue una metáfora para ocultar a los hijos descendientes de Jesús, la cual supuestamente se trasladó a las Galias. La otra sería el Cáliz de la Última Cena, que popularmente fue la visión física más difundida del Santo Grial, siendo por su éxito la que finalmente fue adoptada por la Iglesia celebrando la santa misa con un contenedor idóneo de la Sangre de Jesucristo crucificado. Pero está bien documentado gráficamente que durante los doce primeros siglos el cristianismo se ignoró el Santo Grial y la descendencia de Jesús y María Magdalena, ante todo porque habría significado la muerte de aquellas personas que hubiesen osado exponerlo. Hasta el siglo XIV cuando el clérigo Roberto de Borón cristianizó el cáliz contenedor de la sangre de Jesucristo, en su romance Historia del Santo Grial y Merlín, el sagrado contenedor nunca antes se había asociado con Jesús, ni con José de Arimatea, quien supuestamente lo habría llevado personalmete a las Islas Británicas. El Santo Grial, al cual dediqué mi libro autoeditado Montserrat, ganga del Grial (1993), se presentó cual una joya, o una reliquia, capaz de guiar la evolución espiritual del heroe empeñado en buscarlo, y en el transcurso de dicha empresa el héroe evolucionaba hacia su propia iluminación sin saberlo.

Como la Iglesia en el clímax de su poder terrenal fue incapaz de acallar aquella línea de pensamiento que ofrecía un nuevo intermediario para relacionarse con Dios, además de Jesucristo, resulta que el Grial sería el tema de mayor éxito de la literatura medieval. La Iglesia omitió recordar la tradición del Santo Grial, considerando que las letras de los romances que lo citaban tenían raíces heréticas. La solución consistió en incorporar una copa a las celebraciones litúrgicas, suponiéndolo el cáliz de la Última Cena. Fue el símbolo de aquella lucha -que aún subsiste- entre los fieles a san Pedro y los de María Magdalena; o en otras palabras, entre los herederos de la sangre y los herederos de la fe.

Debo suponer que Arnau de Torroja supo de lo acontecido en realidad mejor que los exegetas de hoy, dado que, por ejemplo, la Orden del Temple no se consagró a Jesucristo sino, exactamente a María Magdalena, resultando que como institución armada fue realmente única y peculiar en la historia del Cristianismo. En 1989 el pontífice Juan Pablo II llamó a la Magdalena "Apóstol de los apóstoles", confirmando lo dicho por su antecesor en 1969. Tal declaración, obvia para los bien informados, es clave para conseguir que el gnosticismo -del que María Magdalena fue la iniciada perfecta- se pueda adaptar a los dogmas católicos, palabra ésta que significa universal. Recordaré que A.D. Nock, entre otros estudiosos, describió el gnosticismo como la "helenización del cristianismo".

A pesar de la insistencia de Jesús en que no se debía dividir, desunir, etc., la Iglesia católica-romana (pues también son católicas: la luterana, la anglicana, la calvinista, etc., etc.) ha perseverado en discriminar a las mujeres de las jerarquías eclesiásticas, pero los hallazgos arqueológicos cada vez harán más evidente que pudo haber existido un linaje davídico que logró sobrevivir. Insisto en que su salvaguarda pudo haber tenido que ver con los documentos encontrados en Rennés-le-Château por el párroco Francois Berénguer Saunière. Sobre el dicho enigma ya escribí una novela en mis inicios, el descifrado de cuyas pistas sinteticé en una website del año 2008.

La tradición esotérica asoció la diosa ancestral dadora de vida con el Santo Grial, y ello llevó a identificar ambos como sinónimos de Myriam de Magdala. Los sabios de la Orden del Temple, igual que sus fundadores, creyeron que la estirpe del rey David tenía continuidad en los hijos de Jesús y María Magdalena, imponiéndose la misión universal de proteger a quien fuese digno "Rey del Mundo" que querían ver bajo una sola religión y un sólo caudillo (Rex-Deus, que por cierto no era el Rex-Mundi, sino su contrario el Dios Malo, al cual el catarismo presentaba con cuernos por ser el deiurgo Creador del mundo). Por ello María Magdalena fue elevada de categoría, llamándola los templarios Nuestra Señora. Su siguiente empeño sería depositar en buenas manos el poder temporal de este mundo, y nada mejor que buscar al mejor soberano entre la nobleza europea, siendo los Plantagenet y la Casa de Anjou buenos candidatos. Claro está que cuando mandó en la orden bicéfala el catalán Arnau de Torroja, él prefirió pensar en Alfonso II conde de la Casa de Barcelona, y rey de la confederación catalano-aragonesa, de la cual su hermano, Guillem de Torroja, habría sido el principal forjador y sería regente durante la minoría de edad del niño-rey a quien tantas gestiones exitosas se le atribuyeron sin recordar su corta edad y displiciente conducta.

LA PERSPICACIA DE LOS TEMPLARIOS Y CÁTAROS

Sin duda que Arnau de Torroja, desde antes de ser Gran Maestre provincial de los templarios, habría superado la fe simplona que hacía de Jesús el Rey de la Creación, acompañado de su madre y sus discípulos. El nombre mismo de Magdalena, sin creer que fuese la pecadora arrepentida icono de la lujuria y la soberbia, como se presenta en el remodelado Evangelio de San Lucas (s. VI), descubrieron que procedía de las sumerias Magdal-Eder, significando las vigilantes" del rebaño (de fieles de la casa de E-Gal), ya habría sido un atributo de las diosas Inanna/Ishtar (2.500 a.C.). Dichas divinidades sumerias, al igual que María Magdalena, también llevaron en sus manos recipientes que contuvieron agua y no ricos ungüentos, o la Sangre del Crucificado, como fue su caso. Lo avala el hecho de que los reyes bíblicos, igual como en Mesopotamia, también empezaron considerándose simplemente como humildes "pastores".

La sociedad secreta ofrecía protección a los empeñados en restaurar una especial estirpe, y los cátaros fueron muertos por su ánsia de promover la restauración de un Principio Femenino dentro de su Iglesia del Amor" (…a Nuestra Señora). Los trovadores, pues, tuvieron motivos para referirse subliminalmente a la Iglesia católica como "el marido Celoso". La veneración a María Magdalena sobrevivió en clave en las letras de los cantos de trovadores, con la excusa de tratar de moralizar la sociedad y desterrar la tiranía de los tiempos. Los cátaros lo creyeron, y también los templarios, como luego los hugonotes, pero todos lo pagaron con sus vidas, porque prevaleció que la Iglesia era, y habría sido, la única Esposa mística" de Jesucristo. Los templarios después de lo acontecido a los cátaros, demostraron que el aprendizaje consiste en evitar repeticiones. En lo sucesivo, en lugar de repartir lo ganado con la fuerza, tratarían de compartir sus conquistas espiritualistas, porque el cristianismo es la historia de un amor. Pero no se refiere al amor físico, o carnal. Lo explicó en su Evangelio San Felipe (65, 1 y BNH II, 36), porque juzgó negativamente el matrimonio común, dado que se opone a un matrimonio espiritual muy superior porque es inmaculado y puro.

LAS VÍRGENES NEGRAS DEL CATOLICISMO

A María Magdalena se la cita 150 veces en los Evangelios, mientras que al apóstol Pedro tan sólo 14. En un evangelio apócrifo que se descubrió en una tumba de Ajmîm, en Panópolis (traducido por M. Bourian), se lee el cómo los obispos de Roma se acomodaron al pagano emperador Constantino (s. IV). El obispo Anasticio de Alejandría, padre de la ortodoxia, reescribió los Cuatro Evangelios y su resultado fue publicado en 1892 con el título: Memoirs of the French Archeological Mission at Cairo" (vol. IX, Fac. I).

Los Evangelios Sinópticos presentan cuatro versiones diferentes de la Resurrección. Aún así, María Magdalena está presente en todas ellas, y queda claro que Cristo la envió a informar al resto de apóstoles de que ella lo había visto resucitado. En cambio san Pablo, dado que escribió sus "Epístolas" antes de los dichos sinópticos, afirmaba que había sido Pedro quien primero había visto al Resucitado. Incluso en el evangelio atribuido a san Pedro, no se reflejaron sus disputas con María Magdalena, que permanece cual el "Alfa y Omega" de la devoción cristiana. Si Pedro fue el iniciador, la Magdalena estuvo presente en la muerte y en la resurrección de Jesús, pero a pesar de ello fue una figura menguada por la Iglesia católica en todas partes con excepción del Sur de Francia, donde el número de sus lugares de devoción es muy numeroso. Según An Begg, son veneradas allí el 65% de todas las imágenes de vírgenes negras de Europa, pues fue lo que inspiró la fertilidad de la diosa Isis, aquella que en el arte egipcio lleva cuernos en su cabeza y amamantó a su divino hijo Horus sentado en su regazo. Se propagó su culto por evocar, con su oscuro aspecto, el limo del río Nilo. Se consiguió mediante la sociedad "Correa de transmisión de saberes" del Antiguo Egipto, también llamada Cadena Áurea".

Las tradiciones ancestrales de la prehistoria europea giraron al entorno de una Diosa-Madre cuyas sacerdotisas fueron obviamente féminas. Cuando no existian los meses ni las semanas, las estaciones se controlaban por las sombras de rocas o montañas consideradas sagradas. Eran todas culturas matriarcales de cazadores que cuando se hicieron recolectoras con mayor motivo siguieron con su esquema matriarcal sedentaria e igualitaria completamente dependiente del rastro de la sombra evolucionando sobre el suelo. La serpiente simbolizó lo femenino y lo sexual. Su Gran Madre, o sea, su diosa, era consorte de un dios cornudo, el más gráfico de sus esculturas es la forma de toro (bos primigenius, o uro) desafiante que se desprende de la cara norte de la montaña de Montserrat. El culto al toro, cuando la Gran Madre fue relegada por extraños dioses de los agricultores procedentes del Oriente, fue superado y el dios cornudo fue demonizado, en especial cuando siglos después triunfó el cristianismo. Se trata de un proceso bien estudiado por varios expertos, entre los cuales Riane Eisler, Marija Guimbutas, Frazer, y los analistas jungianos Newmann y Withmont, etc., …y por mí mismo, pues creo que en mis trabajos de campo descubrí la evidencia definitiva para confirmar las dichas opiniones, las cuales presento no sólo en libros aún inéditos, sino en síntesis en varias de mis webs acerca del culto al toro, y otras.

Por extraño que nos parezca, cuando tratamos el tema de las Vírgenes Negras con cierta ligereza, durante el mismo período medieval todas fueron la disfrazada María Magdalena. Fueron su imagen "descafeinada" que simbolizaban, no a la compañera/novia/esposa de Jesús "mujer que lo sabía todo", sino que, como portadora de una "carga de profundidad": ¡Conocía el nombre secreto de Dios!, al igual que se decía de las divinidades más antiguas, Lilit, Isis, etc.. La sabiduría tenía que ser forzosamente representada en color negro, porque vive siempre en el profundo interior del caos de la Creación. Yo aquí no podría llegar tan lejos, y modestamente me limito a escribir sobre la mujer que transmitió el verdadero secreto de Jesús, después llamado Cristo.

MARÍA MAGDALENA DESEMBARCÓ CON OTROS 72 FIELES

Santa Marta, anfitriona de Jesús, había nacido de sangre real… de su padre heredó siete castillos, entre los cuales Magdala y Betania… embarcaron junto con Lázaro y su hermana María (entonces encinta) y Máximo, en dirección a Marsella; después fueron a Aix-en-Provence".

La "primera familia de cristianismo" vivió en el Sur de Francia, y dicha idea se encajó en las creencias de épocas medievales. En el año 950, Rabanus Maurus, el obispo de Mayence, escribió cómo Martha había convertido a la gente de Tarascon, donde ella vivió, hasta que su muerte (supuestamente el año 68), en una casa de rezo donde ahora hay su iglesia. Las excavaciones fueron realizadas en 1187, y fueron encontrados los huesos, presuntos, de santa Marta. También con el tiempo serían encontrados los de María Magdalena. Los del resucitado san Lázaro, en cambio, ya habían sido hallados años antes (1146) y están en la cripta de la catedral de San Victor de Marsella. Allí hay también una imagen de color negro llamada Notre-Dame de la Confession, según la tradición esculpida por el evangelista san Lucas.

Según investigó Cristopher Wikombe "The chapel of the courtesan and Quarrel of the Magdalene" (Art Bulletín, N.Y., 1.7.2002, vol 84 -nº2 -ps.273 a 292) un manuscrito del siglo II, escrito en griego, testimonió la predicación de María Magdalena en Provenza, siendo copiados por Rabano Mauro, obispo de Maguncia y autor de "La vida de María Magdalena", quien situó su predicación en la ciudad de Marsella (Fr.), exactamente en el Templo de Diana, donde está la actual plaza Lanche.

En resumen, después de la Crucifixión María Magdalena y su hija Sara-Tamar, acompañadas de setenta y dos discípulos, llegaron al sur de Francia donde serían bien acogidos por la población de etnia judía residente desde siglos antes.

Cuando el año 44 desembarcaron en la costa francesa llevaba sus tres hijos (dos hijos y una hija). Aquella llegada masiva de fieles a Jesucristo fue recogida en el año 600 en un documento de la Biblioteca de París y divulgado en 1895 por M. Beggh "The cult of the black Virgin" (Ed, Arkana- Londres).

Al respecto del desembarco en la Camargue (Fr.), los caballeros templarios, pudieron haber tenido mucha mejor información que nosotros en la actualidad. Al menos en vida de Arnau de Torroja ellos siempre desearon reivindicar el papel inicial de María Magdalena en la vida de Jesús, conscientes de que el cristianismo primitivo no discriminaba al sexo femenino. Fue a partir de san Agustín, obispo de Hipona (N. de Africa; otro "Padre de la Iglesia" + 430) que, erróneamente, se la presentó cual una Eva perversa y pecadora. El texto hebreo no utiliza "bethulah" (virgen), sino "halamah" que significa mujer joven, por lo que la traducción griega en que se basan los cristianos debería decir "neanis" en vez de "partenos". Luego se aprovechó un versículo del profeta Isaías (7:14) para contrarrestar la mala fama de María Magdalena. Pondré un símil actual: Al traducir del alemán al español, la palabra "jungfrau", su significado es virgen, y a la vez mujer joven.

VÍRGENES NEGRAS: IMÁGENES QUE APARECEN Y DESAPARECEN

La Virgen Negra empezó a ser venerada en Ferrieres (Provenza-Languedoc -Fr.) el año 44 d.C. Otra imagen de Verviers (Lieja) además de ser negra, lleva corona tanto ella como su hijo. Se presenta rodeada de estrellas que simbolizan sabiduría. La inspiración del símbolo de la Unión Europea se obtuvo de ella. Al comenzar el siglo III Orígenes de Alejandría ya comparó a María Magdalena con la "prometida" del rey Salomón, en el libro Cantar de los Cantares. En el siglo XII san Bernardo de Claraval en su Patrología Latina (Sermón 57) llamaba a María Magdalena "Prometida de Cristo", y con su opinión aporta luz sobre el probable matrimonio de Jesús y María Magdalena. Para empezar, el hombre judío debía estar casado para hablar en la sinagoga. Tanto los cátaros como los templarios. y tantos otros seguidores, habrían intentado clandestinamente salvaguardar lo que era muy evidente, y ocultaron su verdad tras la definición: la "Novia perdida", en un vano intento de reinstaurar el Linaje divino después de tantos siglos. Las imágenes de la Magdalena, incluso las de tez clara, son todas bellísimas, y de entre ellas prefiero la de la iglesia de Laguardia (Navarra), cuyo frontispicio, por cierto, es casi igual que el de la colegiata de la ciudad de Toro. Su advocación es Santa María de los Reyes. Se presenta de pie, con su supuesto hijo en el parteluz de la entrada, y los laterales están decorados con imágenes de los doce apóstoles, todos ellos todavía bellamente policromados y de tamaño natural.

Después de la conquista de Jerusalén el año 1099, los religiosos utilizaron hábitos negros en las ceremonias de la Virgen María, en lugar de los de color blanco que habían sido habituales. El motivo sólo puede ser debido a tener de ella una visión superior de la que era considerada "Esposa negra" (como Isis y Artemisa) del "Rey Pastor" sacrificado. Empezaba así a mostrarse una María Magdalena muy oculta. A partir de entonces su popularidad, bajo la forma de Virgen Negra, fue creciendo cada década más en toda la Europa Occidental. Cuando en el Vaticano dictaron su prohibición, se solucionó ocultando las imágenes en los sitios más inesperados, aunque relacionados con el entorno natural, de forma que al hallarlas al cabo de los años se pudo pensar que habrían merecido la devoción de los druidas celtas. En la iglesia de Valjunquera, comarca de Matarraña, se da un caso extraordinario de lo dicho. Existen galerías subterráneas donde corre agua separada por algunos pilares y arcos. Acaba por abrirse una espaciosa estancia donde actualmente ya sólo queda la piedra que fue la base de un altar para una de dichas Vírgenes Negras. En otras partes, por ejemplo en la cripta de la catedral de Chartres (Fr.), siguen siendo muy veneradas, pues hay entronizadas dos.

Como era de esperar en el siglo XII aquella prohibición de venerarlas y posteriormente recuperarlas, se justificó, ante la gente inculta, con la gran amenaza de profanación por culpa de la invasión islámica. En efecto, una vez alejados los infieles, todas aquellas toscas tallas de madera pintada burdamente, y otras que son cual obras de orfebrería trabajadas en piedra, como la Mare de Déu del Claustre de Solsona, milagrosamente fueron apareciendo de sus escondites. Actualmente todas celebran su fiesta el día de las Vírgenes Encontradas el 8 de septiembre, menos mi Patrona de Solsona, que se quiso distinguir del resto dedicándole el día 9 de septiembre. De hecho, son tres los días de fiesta y bellísimas ceremonias religiosas que se celebran, con muy gran concurrencia de fieles dentro y fuera de la catedral, pues es sacada en procesión por las calles de la ciudad de Solsona.

Las imágenes negras de María Magdalena se veneraron en la mayoría de templos, encomiendas y posesiones de los caballeros templarios, a pesar de que era una "segundona" respecto a "Nuestra Señora, que es la Madre de Dios de los monjes cistercienses, quienes vestían hábitos blancos como los templarios. Al respecto, crearon santos como san Isidro labrador, que está unido al templo egipcio de Debot, en Madrid. Isidro, significa "don de Isis", la diosa-madre egípcia, y ésta con el agua que transforma y regenera la tierra, siendo tan necesaria cada verano. No obstante, la idea es que también renueva a cada uno de sus devotos haciéndolos capaces de resucitar incluso a sus semejantes; una idea que a mi me cautiva realmente.

Todo el occidente de Europa en el siglo XII sintió súbitamente un gran fervor por las imágenes plásticas de la Madre con el divino Hijo sentado en su regazo. Tanta espontaneidad hace sospechar que la orden del Temple promocionó al menos las de color negro, teniéndoles reservada planes precisos para su veneración en los altares católicos. San Bernardo, que trabajó tanto las reglas de conducta para los monjes cistercienses, como en la de los frailes que eran caballeros templarios, fue el responsable final; y lo evidenció a la posteridad, no tanto por su reconocida mariolatría, como por haber mostrado especial empeño en resaltar la importancia bíblica de la casa de María Magdalena.

Hay una pregunta por contestar: Dado que las caras y las manos de la Vírgenes y su Niño han sido ennegrecidas por los elementos ¿Por qué otras imágenes veneradas no tuvieron un semejante proceso? En realidad, debieron ser oscurecidas al trabajarlas, porque (dejando a parte que sus santuarios resultan más rentables al recibir mayor número de peregrinos), el culto de la Virgen Negra evocó el resurgir de la energía cósmica en lo femenino. La Virgen María, María Magdalena y sus numerosas advocaciones, todas son cercanas a Jesús sin perder los aspectos de la energía cósmica femenina. Su profunda veneración por las órdenes de Sión y del Temple representó actualizar el pagano culto a la diosa de la fecundidad, porque lo espiritual supera lo físico, antes, ahora y siempre.

Arnau de Torroja y los demás enrolados en la caballería de la orden del Temple fueron pioneros en ideales espirituales sorprendentes, al admitir que la idea de venerar a la Virgen con su divino Hijo, en realidad sabían que se trataba de copias de Isis. Era una deidad egipcia, hermana-esposa del asesinado dios Osiris y madre de su vengador Horus. A los templarios les recordaría a la gran-diosa-madre de la prehistoria europea, porque la vida orgánica (tanto la sangre, como las semillas) siempre germina en la oscuridad; los pensamientos también se gestan dentro del cráneo, la sangre corre por las venas, etc.. En la Europa del siglo XII se aceptaron muy bien las nuevas vírgenes de color negro por evocar la fertilidad, la misma idea que en el Neolítico había sido depositada en los dólmenes tauromorfos. En otro libro defiendo el fundamental papel inspirador de un inmenso ídolo natural de la sierra de Montserrat, en Cataluña, que debió de ser venerado en la prehistoria más profunda. (Véase la síntesis de mi libro: Megalitos parlantes. Del culto al toro.

La Virgen María es también la Reina de la Tierra, aunque la Iglesia católica-romana aún evite concederle tal advocación. No se debe olvidar el aspecto femenino de la divinidad, desde el momento que en el libro Génesis (1-26) consta que Dios hizo al ser humano a su imagen. Debe ser reconocida Reina de la Tierra, porque desde que se sabe que para venerar a Isis fue erigida la gran pirámide de Giza, las vírgenes negras ya no pueden ocultar por más tiempo que la recuerdan cuando aparece sentada con el Niño-Dios en sus rodillas. Isis, se esculpió llevando dos cuernos en su cabeza y un sol entre ellos, siendo Isis la imagen subliminal que evocan todas las imágenes de la Virgen y el Niño posteriores. La diosa egipcia Isis además derivó en imágenes de matrona "galacrofusa", por dar de mamar a su divino Niño mientras lo mantiene sentado en su regazo.

En el siglo XII se trato de imágenes de matronas que vistieron ropas que estaban adornadas con motivos dorados. Como frecuentemente se encontraron luciendo joyas y accesorios de oro, resulta que todos los colores principales de la gran obra alquímica se encuentran simbólicamente reunidos en la policromía de dichas matronas con niño. De los tratados alquímicos que Arnau de Torroja tuvo noticia, se deducía que la "materia primordial" se coloreaba al ser pacientemente transmutada, siendo tres los colores dominantes: el negro, el blanco y el rojo. Al negro se le asimilaba frecuentemente el azul, color que representaba la putrefacción, primera por la cual debía pasar la materia. El blanco correspondería la fase siguiente, que era la de la purificación de la materia; mientras que el color rojo simbolizaba el "fuego secreto", clave del éxito de la obra. Los colores simbólicos para María Magdalena fueron el rojo para su vestimenta, y el color verde para su manto, pues se convino que aludía mejor a su fertilidad, incluida la espiritualista. Por otra parte, según la orden religiosa que la encargase pintar podía vestirla, o no, con el color de sus propios gustos.

UN DETALLE QUE SE EXPLICA ACCIDENTAL, Y NO LO ES

En la Santa Biblia hay dos pasajes remiten a la mejilla herida de la Virgen. Uno se encuentra en Miqueas, cap. IV: 8-10) pensando en que los sufrimientos de Jesús los habría de padecer también su querida compañera. La segunda está, obviamente, en el libro de Salomón: El cantar de los cantares" , cuando se lee: Los guardias golpearon y me hirieron…

Este detalle lo capté extrañadísimo, porque siempre se me había explicado que una rotura en la mejilla derecha de la imagen antes citada de la Mare de Déu del Claustre, Patrona de Solsona,mi ciudad natal en el centro de Cataluña, que es de color negro, se debía a su profanación. Quizá sí, pero ya me permito dudarlo, y no sólo por las dos menciones que encontré en la Sagrada Biblia. (Para consultarlo en extenso se presenta el mismo enlace pero terminado en PDF).

La Virgen de Czestochowa venerada en Polonia, aunque según la tradición proviene de Bizancio (Constantinopla), presenta en su mejilla una fea hendidura que la muestra como si estuviese "herida".

Curioseando por si descubría más dibujos y pinturas de la Virgen con el Niño mostrando algún defecto en la mejilla de la madre, encontré la huella de una herida similar en un lienzo de Simone Martini (1284-1344), pero lo pintó al presentar el rostro de María Magdalena. Dicho lienzo para mí resulta interesante, además porque en la vestimenta de María Magdalena se muestra un trazo egipcio muy simbólico, cual es la Cruz de san Andrés, o aspa (X).

Los frailes templarios, que rechazaron la cruz por ser artilugio de tortura, en cambio tuvieron el símbolo del aspa para referirse a la Estrella de la iluminación, que sin duda es el sol. Pero también fue indicativo del "marido", puesto que decían: "Donde el sol brilla, el desierto está debajo". Lean a Margaret Starbird: María Magdalena y el Santo Grial (Ed. Planeta Barcelona 2004, p.193) para profundizar en tan sibilino asunto, porque ahora estoy a punto de concluir, y antes quiero resaltar que es justamente un aspa (X). Efectivamente, Él pintaban incluso sobre las vendas de la momia del faraón embalsamado, y a mi me sugiere el símbolo que logré descifrar en un anillo de hierro meteórico, al cual lo llamé "Anillo de Moisés", si bien probablemente perteneció a algún faraón de tiempos más antiguos, porque dicha herida en realidad también está pintada en las mejillas de algunas Vírgenes de la iglesia ortodoxa. Este detalle de una herida en la mejilla aporta mucho a mi inquietud investigadora en este tema. Y añadiré algo, para que se vea claro que la cultura da alegrías, y nunca nos ha de defraudar.

Una última observación. Lo habría debido bautizar más acertadamente quzá anillo de la diosa egipcia llamada Ses Hat, porque su símbolo era justamente el mismo. Como también lo podemos asociar a los Diez Mandamientos de la Ley de Dios, opté por asociarlo al nombre de Moisés porque así puedo hacer conocer el símbolo del anillo con más facilidad. De todas formas, tampoco se puede descartar que el gran Patriarca hebreo lo llevase en su dedo, dado que desde hace muchos siglos el anillo es propiedad de una familia con ancestros judíos.

Cuando Jesucristo fue cruelmente azotado en la fortaleza Antonia de la ciudad de Jerusalén, es decir, allí donde le colocaron una corona de espinas sobre su cabeza, sigue siendo visible, grabada en una de las losas del suelo, la misma Estrella de David que el Señor vería durante su martirio. La menciono, porque en su centro se distingue el perfil de una paloma con las alas extendidas, como las que me he estado refiriendo. Las seis puntas de los dos triángulos enlazados, simbolizan la unión de la pareja (Hieros Gamos); y la paloma la conexión con el espíritu divino. Por cierto, los cátaros del Languedoc en el siglo XIII, durante su huida, dejaron formas de paloma esculpidas en algunas de las cuevas que les sirvieron de refugio. Personalmente me admiró la paloma gravada en los muros de la cueva de Betlem (Ussat-les-Bains, Ariege-Fr.). En otra cueva inmensamente mayor, situada al otro lado del río, llamada Lombrives, cuando vi en su largo corredor de entrada que la peña del techo presenta pliegues naturales durante cien metros, a mi me pareció incluso milagroso que fuese el mismo diseño del cabello recogido simétricamente en cientos de imágenes de la frente de la Virgen.

SUPERIOR A LA BELLEZA; SOFÍA SIGNIFICA SABIDURÍA

Sofía, (dejando a parte los que opinan que simboliza el ídolo templario llamado Baphomet), fue llamada Minerva por los antiguos romanos, quienes lo aprendieron de los griegos. Sofía, sabiduría, es un nombre que nos evoca la herejía que se persiguió por acoger muchas y diversas diosas paganas de la Antigüedad. Remite a la sedente imagen de Isis egipcia venerada por filósofos, los caballeros templarios y los agnósticos, que son aquellos que (buscan la salvación a través del conocimiento de los verdaderos secretos revelados.

En Isis se inspiraron cuantas imágenes negras de la matrona y su hijo hay en toda Europa, pero en mayor cantidad en Francia, donde los templarios acabaron teniendo su sede central. En España siguen siendo veneradas unas setenta imágenes de Vírgenes Negras, a pesar de ignorarse que el color negro, además de fecundidad simbolizó sabiduría.

Recordemos unas claves fundamentales para muchas religiones antiguas amantes del misterio: María Magdalena era Sophia, "el espíritu femenino de la divinidad" manifestado en la diosa sabiduría. No está faltado de lógica puesto que, como ya escribí, si se divide el día 22 (el día que se la venera), por el mes de julio, que es el séptimo mes del año (22:7=Pi), resulta 3,14. Siendo Dios la fuente de sí mismo, la diosa sería su emanación, algo así como "el juego Dios". De ahí que luego se insistiese tanto en que la Magdalena tendría un lugar esencial viviendo unida a Jesucristo.

Con disfraz de "Madre de Dios" los iniciados frailes con espada de la orden del Temple, gracias a la advocación Nuestra Señora, tan afín a las divinidades Isis/Horus, preservaron la veneración a la compañera/amiga/esposa de Jesús, pero más aún desearon proteger a su descendencia. María Magdalena en tal coyuntura fue cual un chivo expiatorio. En la orden Casinita se la recibió con la máxima veneración de santidad, y sus frailes se proclamaron guardianes oficiales de su tumba. También los franciscanos y otros grupos monásticos de siglos posteriores la dignificaron de forma muy diferente a la Iglesia católica, donde siempre fue recordada de mala manera. La respuesta ha estado siempre ahí, sólo había de superar las imposiciones y aplicar la lógica. De cualquier forma, loemos la sabiduría, la cual es muy fácil de distinguir de la inteligencia, porque ser sabio significa ser incapaz de hacer el mal.

Quien desee más información sobre María Magdalena le recomiendo el libro de Margaret Starbird "María Magdalena y el santo Grial" (Ed. Planeta, 2004), y también "La Magdalena- El último tabú del cristianismo – El secreto mejor guardado de la Iglesia – Las relaciones entre Jesús y María Magdalena", Ed. Aguilar 2006. Aquí -por ser un apéndice anexo- tan sólo esbozo parte de los presuntos privilegiados conocimientos de Arnau de Torroja. © Ramón Ramonet Riu

Arnau de Torroja, Gran Maestre de las órdenes del Temple y de Sión

Este no es un libro sobre la orden religioso-militar del Temple de Jerusalén, aunque pudiese parecerlo, pues tan sólo intento escribir una biografía de quien fuese el noveno de sus máximos Grandes Maestres, de un total de los veintidós que son conocidos de la dicha Orden. Hasta unos años después de fallecer Arnau de Torroja protagonista de esta investigación, dichos líderes, medio monjes y medio soldados, tuvieron su sede o "casa- madre" en los al exterior de la muralla de la ciudad de Jerusalén, pero antes donde hoy está la céntrica Cúpula de la Roca, de ahí su nombre de templarios.

Al escribir la reseña más exacta del noveno Gran Maestre de las órdenes de Sión y del Temple, presentaré una elaborada aproximación a los años que vivió Arnau de Torroja, siendo de desear que el pensamiento filosófico y la sensibilidad artística me proporcionen argumentos suficientes, del mismo modo que si se logran equilibrar, permiten desarrollar óptimamente el lado místico y espiritual de la existencia. No sólo trataré de ofrecer una reconstrucción histórica de su crianza, juventud y educación en Solsona, una muy aislada población del centro geográfico de Cataluña. Mi motivación me hace ser muy sincero al exponer los hechos históricos objetivos. Ciertamente deberé mezclarlos con otros no contrastados, teniendo en cuenta las diversas interpretaciones que se han dado del periodo histórico-cultural durante el cual Arnau de Torroja formó su mente estudiando.

Vivió en el mismo siglo que alcanzaron su apogeo las exóticas culturas de los Ajmed que en Camboya construyeron mil templos entre los que sobresale el de Ankor Vat, o bien en la parte opuesta de África que pisó , exactamente en Malí a los pies del Sahara, se decía que la ciudad de Tombuctú incluso tenía las baldosas de sus calles hechas de oro, al ser el centro espiritual y filosófico del Islam en el tierras de negros.

Para empezar debo advertir que en Solsona (actualmente provincia de Lérida), su lugar de nacimiento, durante el siglo XI hubo dos poderosos señores homónimos que pueden confundirnos al atribuirles la paternidad de mi biografiado, porque ambos fueron llamados Miró: uno era el vizconde, y otro el Señor el palacio fortificado que entonces aún no tenía la población diseminada a su entorno. Por cierto, tampoco se debe confundir al noble Aranu de Torroja de Solsona con el mercader homónimo que trajo a Cataluña los pañales del Niño Jeús (venerados en la catedral de Lérida). Dicha reliquia, de las manos del califa de Bagdad pasó a las del de Tunez.

La familia Torroja fue el linaje que entre los siglos XI y XIII gobernó la villa de Solsona (que actualmente ya lleva más de 400 años ostentando el titulo de ciudad). Los Torroja eran descendientes del conde miró, a quien en el año 990 ya se le encuentra documentado Señor de Solsona. Arnau era uno de sus cuatro nietos. En cuanto a su padre, Ecard-Miró, fue quien construyó en lo alto de la colina cercana a Solsona el castillo llamado hoy llamado Castell-vell (Castillo viejo, porque estaba en el monte llamado desde siempre antes "viejo", por ser un asentamiento ibérico). El dicho castillo cuya silueta al perder su muralla exterior, hoy tal parece ser una pirámide natural dominando Solsona, al ser terminado su recinto, disponía de una planta cuadrada y una torre circular en cada ángulo. Desde allí se dominaba visualmente un muy vasto territorio a su alrededor.

La vieja Solsona entonces estaba bajo el nivel donde construyeron la iglesia románica. Ésta y la residencia del Señor de Solsona, aunque hoy se presenten una en cada extremo de la ciudad, entonces quedaba bastante alejados entre si, y a pie representaba un buen trecho cruzando lo que debieron de ser los huertos del palacio fortificado, que fue la residencia familiar del dicho noble señor.

Se ignora cuando nació exactamente Arnau de Torroja, pero si consideramos que fue poco después de 1122, el error ha de ser mínimo. Sus padres se habían casado en 1104, engendrando poco después al hijo heredero Ramón I (fallecido el 1 de febrero de 1144), al que sucedió su hijo Ramón II, sobrino de Arnau, e involucrado como él y su hermano eclesiástico en las grandes empresas de la reconquista desde Almería hasta las principales ciudades musulmanas de Cataluña. Arnau de Torroja debió de nacer cuando Alfonso I de Aragón codiciaba arrebatar a los musulmanes la ciudad de Zaragoza ayudado por el conde de Toulouse del Languedoc. A aquella coalición se opuso por las armas y derrotó el conde Ramón Berenguer III "el Grande" de Barcelona en 1123 ayudado por el conde de Poitiers. En aquel periodo los catalanes llegaron incluso a asediar Orange (Francia).

Se considera que entre los siglos XI y XIII se vivió el periodo más fascinante y misterioso de toda la Edad Media, por el hecho gravísimo de haberse entonces enfrentado bélicamente los occidentales con los orientales. Éstos, para defender su tierra, y los llamados caballeros cruzados europeos por su deseo de preservar los Santos Lugares donde vivió Jesucristo.

Al venir al mundo Arnau de Torroja en la Península ibérica hacía siglos que se comerciaba con los musulmanes dentro de la mayor tolerancia y entendimiento. Las llamadas tres "Religiones del Libro" convivían incluso en régimen de igualdad en la cosmopolita ciudad de Toledo, y ello era posible por los intermediarios hebreos, que eran en todas partes más numerosos que los musulmanes, aunque al menos al norte del río Llobregat siempre fueron muy inferiores a la población autóctona. No agradaba a los musulmanes que los cristianos se convirtiesen al islam, porque la gente en tal caso dejaba de pagarles tributo por su libertad de culto.

En la comarca de Solsona, la zona prepirenaica donde Arnau de Torroja creció, los moros habían sido expulsados siguiendo el empuje del muy injustamente olvidado Arnau Mir de Tost, quien siguiendo el curso del río Segre, y después el del Noguera Ribagorzana, dejó libre de musulmanes todo el territorio hasta Barbastro, en Huesca. Arnau de Torroja llevó el nombre del dicho campeón del cristianismo en reconquista, y lo aún más importante: Ademá fue el primer cavallero catalán en pisar Tierra Santa. No obstante, siendo tan patriota, repartió entre varios hijos sus bienes, pues no tuvo la idea de una patria.

Arnau de Torroja era hijo de Ecard-Miró, el noble Señor de Solsona entre los siglos XI y XII, pero al no ser su principal heredero, tampoco estuvo obligado a hacerse cargo del patrimonio familiar. Además del primogénito, aún había otro hijo Guillermo, mayor que Arnau. Guillermo era el segundo de los varios hermanos, sino habría sido Arnau el designado tradicionalmente a vestir hábitos de la Iglesia. Así pues, como tercer hijo del Señor de Solsona, la opción natural de Arnau de Torroja hubiese sido unirse a las Cruzadas… pero nació entre la segunda y la Tercera Cruzada, de modo que no pudo participar en ellas si bien se enroló tan pronto pudo para guerrear en Tierra Santa. Por sus contactos y posición social, su partida del suelo patrio sólo sucedió después de ser distinguido con el aprecio personal nada menos que Bertrand de Blanchefort, antes de que éste noble templario fuese nombrado Gran Maestre de las órdenes de Sión y del Temple de Jerusalén entonces muy recientemente introducida en Cataluña. Era un periodo cuando su hábito todavía no inspiraba demasiado temor reverencial, pero sí mucha curiosidad por tan novedosa fórmula de convertir a los monjes en óptimos guerreros. También llamaba la atención su lema: "Non nobis Domine, non nobis, sed Nomini Tuo da Gloriam"; el cual se traduce así: "No para nosotros Señor, no para nosotros, sino para tu mayor gloria".

La bibliografía sobre la Orden del Temple hoy es incalculable, y todavía debe ser mayor lo escrito referente a cada una de las ocho Cruzadas, sin embargo en lo referente al período entre la segunda y tercera grandes cruzadas oficiales, resulta ser todo lo contrario. El caballero Arnau de Torroja fue el miembro más destacado de toda su familia con prestigio internacional porque llegó a ser el noveno máximo dignatario general, conjunto, de las dos hermanadas órdenes de Sión y del Temple de Jerusalén, ciudad ésta donde residió en diferentes etapas de su vida y prácticamente hasta su muerte. Con anterioridad a ostentar la más elevada jerarquía de tan poderosas órdenes de caballería medieval, Arnau de Torroja había sido también el cuarto Gran Maestre Provincial de las tierras de Provenza y de la Confederación catalana-aragonesa.

En el siglo XII para cualquier noble familia era un gran honor tener un hijo perteneciente a la Oreden del Temple. Para ello el recluta debía dar todos sus bienes al enrolarse en la Orden a pesar de su humildísimo lema de autodenominarse "Pobres Caballeros de Cristo". Estuvieron realmente movidos tan sólo para la mayor gloria de Dios, y gracias a sus cotas de malla y el uso de las estribos en sus cabalgaduras, se verían a si mismos cual verdaderos superhombres al servicio de su fe.

La participación de los caballeros templarios en el sitio de Tortosa (1148) y Lérida (1149) está documentada en diferentes cartas de agradecimiento, fuese a Annali Genovesi, o después al obispo de Roda de Isábena. Los templarios también estuvieron en la conquista de Miravet en verano de 1152, y en Mequinenza el año siguiente, siendo el último bastión moro en ser reconquistado junto con Ciurana de Prades.

En 1163 en la comarca catalana de El Priorat, la Iglesia hizo construir la primera cartuja de España de dimensiones gigantescas, llamado Escala Dei (hoy en ruinas). Unas décadas después desde dentro de aquellos muros la inquisición acosó a los herejes occitanos, pues perseveraban en su empeño de predicar dogmas avanzadas a su tiempo que, los cuales desencadenaron un gran caos en tiempos de muy gran incultura popular. Es el eterno "pecado" de defender inoportunamente ciertas ideas. La población de Ciurana en este sentido merece un comentario (y una visita incluso), pues se trata de una casí aérea población a los pies del Montsant, en el norte de la provincia de Tarragona, donde a los cátaros que del Languedoc – hoy francés- fueron a refugiarse en el siglo XIII, pasando siempre por la comarca del Solsonés. En Ciurana ellos, además de encontrar una fortaleza natural, difrutaron de unas fenoméricas panorámicas, resultando incluso más sugerentes para sus ritos solares que las que habían tenido en su emblemático castillo de Montsegur de donde fueron expulsados.

Posteriormente a su conquista, Ciurana y las poblaciones de su vasto entorno se confiaron en las órdenes de Sión y del Temple porque ya habían repoblado con éxito la zona del castillo de Daroca (1142). En la nueva frontera entre la Cataluña nueva y la Vieja, sus encomiendas intercaladas entre los monasterios cistercienses de Poblet (1151) y Santes Creus (1159) complementaban sus esfuerzos, aunque tampoco puede decirse que lo hiciesen en buena armonía. Lo cual extraña, porque además de tener casí la misma Regla, si unos eran la intendencia, los otros prestaban ayuda como cirujanos y defensa armada. Ello obligó a los templarios a conocer bien los Pirineos por ser zona natural de transhumancia de los rebaños de aquellos monasterios durante el siglo XII que me ocupa. Pero antes me referiré al contexto de las dos grandes Cruzadas que en tiempos de Arnau de Torroja ya eran historia en Palestina.

En esta aproximación a un personaje de rango internacional resultan más importantes sus hechos de armas protagonozados en el otro extremo del mar Mediterráneo porque se le exigiron opara ser el máximo dirigente de las órdenes de Sión y del Temple de Jerusalén, cuya bibliografía e historia los historiadores exponen globalmente, así como todo lo referente a las Santas Cruzadas, sin embargo del período entre la segunda y tercera de ellas, que es cuando Arnau estuvo en Palestina, se conservan muy escasos escritos. Abordar una semejante empresa detectivesca de la estancia de Arnau de Torroja en los Santos Lugares, y posiblenente en algunas partes del norte de África, me obligará a ser muy minucioso en aspectos que la historia no tiene demasiado en cuenta. Por otra parte en estas páginas quisiera ignorar cuanto no quede dentro del período de la vida de mi biografiado, aunque tampoco conviene ignorar los acontecimientos históricos que marcaron su idiosincracia, y en breve epílogo no dejaré de referirme a los hechos más significativos inmediatos al año de su traspaso.

Aun cuando Arnau de Torroja fue un paisano mío que vivió en un muy lejano siglo, todavía puedo adivinar algunas de las sensaciones que hicieron vibrar su alma ante muy concretas obras de arte piadosas. No sólo me remito al ábside de la iglesia de nuestra ciudad, sino que, dada la estratégica posición militar del castillo de Cardona, a unos 30 km lejos de Solsona, seguramente debió de contemplar las escenas de las bóvedas pintadas de la iglesia de Santa María de Cardona, que están hoy expuestas en el Museu d'Art Romànic de Barcelona (MNAC), pues datan del año 1040. Situándose debajo de las mismas, quien hoy lo desee podrá conectar con la admiración que debió de sentir aquel piadoso joven, puesto que de los frescos en arte románico del templo de Santa María de Solsona ya no queda ni rastro. Estas construcciones románicas siguen visibles en la catedral de la Seo de Urgel, y para los que no sean catalanes les ha de servir la iglesia de Santa Juliana en la colegiata de Santillana del Mar, ambas del siglo XII.

CONTEXTO SOCIO- POLÍTICO DURANTE LA JUVENTUD DE ARNAU DE TORROJA

Adviértase que Arnau de Torroja debió de nacer cuando el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, se procuraba las alianzas políticas entre los nobles catalanes que harían posible con el tiempo, el que todos a una fuesen capaces de guerrear contra los musulmanes de las principales ciudades. Los reinos taifas tuvieron en ellas sus puntos de comunicaciones estratégicos, y eran las capitales más importantes dentro de la llamada Cataluña Nueva. Al cabo de una década todo el campo de Tarragona pasó de ser "tierra de nadie" a campos cultivados por cristianos repobladores enviados allí por el soberano catalán decidido a superar las empresas de sus antepasados en la unificación del país por las armas y con la ayuda de su fe cristiana. Aun así, eran unos años cuando seguía siendo impensable que Tortosa fuese el origen de una discordia entre Cataluña y Aragón, como luego sucedió.

La infancia de Arnau de Torroja transcurrió plácidamente entre el palacio fortificado del llano y el castillo que su padre estaba terminando de amurallar en la cima de una gran colina llamada Mont-Vell, que domina por la parte de poniente la la ciudad de Solsona. En aquel siglo XII la población estaba más alejada que en el siglo XIV de la privilegiada atalaya natural sobre el Prepirineo, pues desde arriba del Castell-Vell se despliega una gran panorámica muchos meses cubierta de nieve, empezando con el Port del Compte (actualmente con una estación de esquí).

Desde el que hoy es conocido como Castellvell de Solsona, el niño Arnau de Torroja se deleitaría observando la gran planicie que veía extenderse hasta divisar en el horizonte SW. la montaña de Montserrat en días despejados, y soñaría con la libertad de poder imitar a los mayores que veía cabalgar de un lado a otro armados hasta el cuello. Arnau de Torroja en aquellos tiempos de gran cambio social iba creciendo en los peligros de una tierra fronteriza, de la cual, afortunadamente para él, los musulmanes cada día estaban siendo más alejados hacia el sur. Mientras Arnau fue un niño su padre, el conde Señor de Solsona, reconstruía la dicha fortificación en la cumbre del "Mont-Vell", el más elevado y cercano a Solsona, y es de suponer que a Arnau debió de gustarle cabalgar hasta aquella cima de gran visibilidad. Desde ahí se veía bien su palacio fortificado pero no la población, pues quedaba oculta tras la dura pendiente entre la iglesia románica, también en reconstrucción, y el río Negro. En aquel desnivel, mucho mejor protegido de los vientos del norte, la gente en cambio sí veía el castillo en reconstrucción en la cima del Mont-Vell.

Aquella concentración de gente a orillas del río tuvieron en la parte más alta de donde estaban sus casas, la entrada del templo católico dedicado a la Virgen María, que como en todas partes de los Pirineos y el sur de Francia, por no decir todo el orbe cristiano, era devotamente venerada con el divino Niño en su regazo. Desde los primeros tiempos de los caballeros templarios, se había potenciado su devoción, en especial si eran imágenes de color negro, siendo el núcleo esperanzador de las afanosas vidas de las gentes. En tiempos de Arnau de Torroja se veneraba en Getsemaní, muy próxima a Jerusalén, la tumba de la Virgen María, como el mismo tuvo ocasión de comprobar años después. Estaba tan bien localizado que construyeron su sepulcro aislado en medio de la cripta y encima se levantó un templo benedictino al que se accedía por una moumental escalera. Los reyes y líderes cruzados, así como sus familias, pidieron ser enterrados allí. Su tumba en Éfeso fue de invención muchos siglos posterior.

En cuanto al templo románico de Solsona se ubicaba entonces algo alejado del palacio fortificado que era la residencia familiar del conde Ecard-Miró en el llano (después llamado Señor de Torroja). Entre la iglesia y su palacio antiguos hoy corren las sinuosas calles que configuran en casco antiguo de la ciudad de Solsona, siendo fácil de imaginar que cuando el joven Arnau hizo sus primeras galopadas a caballo por aquel terreno, debió de ser preferentemente por la siempre después llamada "calle del Castillo", que es la arteria principal de la ciudad. Por entonces tan sólo eran simples huertos pertenecientes Ecard-Miró, el padre de Arnau.

El principal pasatiempo de los jóvenes de los años en que él creció y se formó Arnau de Torroja debió de consistir, sobre todo, en adiestrarse en el uso de las armas, especialmente la espada, sin descuidar la cultura clásica que a él le correspondería por su noble cuna. Todo ello, Arnau y sus hermanos está claro que al pasar los años supieron aprovecharlo muy bien.

Particularmente lo que más cuesta de entender es cómo fue que Arnau de Torroja, nacido en Solsona como yo mismo, llegase a ser un personaje de talla internacional en el siglo XII, porque cuando crecí a mediados del siglo XX en la misma zona, Solsona seguía estando alejada (por no decir aislada) de las principales carreteras que cruzaban Cataluña. Puedo sospechar no obstante que por el centro de Cataluña entonces debió de existir una ruta transversal que llegaría a los Pirineos siguiendo las vías de tranhumancia desde época muy remota.

Arnau de Torroja fue educado en unos tiempos cuando todos los estamentos de la sociedad catalana estaban fascinados por el renombre de la Orden del Temple, y más cuando el conde Ramón Berenguer III murió (1131), en plena juventud, cubierto con una capa de la Orden de monjes con espada, de la cual él mismo era miembro y gran benefactor, cediéndoles muchas tierras conquistadas en la actual provincia de Tarragona (A. Bofarull "Hist. de Cat.", Barcelona; vol. VI, p.63).

En el monasterio de Santa María de Solsona los monjes tuvieron una escuela donde eran instruidos los jóvenes de la comarca que aspiraban a formar parte del convento de los devotos de San Agustín, obispo de Hipona (N. de África). Todo ello, aparte de los párrocos que se distribuían por las diócesis de la comarca con el propósito de salvar almas. Como escuela pública pionera en el país, existe un documento del ACDS que informa incluso que uno de aquellos maestros se llamó Porcel y ejercía aún en 1153, por lo cual, si se trató de un monje entrado en años, bien pudo haber sido el maestro de Arnau de Torroja. En su niñez tan sólo había sido una escuela para los hijos de la nobleza, pero en pocas décadas de aquellas aulas salieron perfectamente aleccionados todos los jóvenes de la plebe. La rápida ascensión jerárquica dentro del poder eclesiástico de Guillermo de Torroja, el hermano de Arnau, hizo posible que mi biografiado saliese de su ciudad natal para ocupar algún cargo de responsabilidad en Barcelona donde estuvo muy bien recomendado. En efecto, y es que estudios no le faltaron. Escribió al respecto el sacerdote Antoni Llorens, archivero del ACDS, en su libro: "Solsona y el Solsonés en la historia de Cataluña":

"Atribuimos a aquella escuela el manifiesto y notable progreso en el conocimiento de la lengua latina que se observa en la documentación desde comienzos del siglo XII. El monasterio, siguiendo las corrientes culturales de la época, no iría a la zaga de los centros de cultura que eran las escuelasde las catedrales, como lo demuestran los dos cartularios salidos de su "scriptórium" con bella y cuidada caligrafía y las personalidades que de él salieron (…), lo cual no excluye que luego pudiesen ser enviados a centros de cultura superior para completar su formación… (Tortosa, Lérida y Toulouse del Languedoc)".

La mejor prueba que Arnau y sus hermanos aprovecharon bien las lecciones que recibieron por sus maestros eclesiásticos, es que las primeras noticias que constan escritas son de sus cargos entre los canónigos, tanto de la diócesis de Urgel, el hermano llamado Guillermo, como el propio Arnau el año 1135. Así, cuando comenzó a estudiar en el monasterio agustiniano de Santa María de Solsona, ya vivirían allí en en comunidad bastantes más de los cincuenta monjes residentes del año en que Arnau nació. No sólo estudió temas eclesiásticos y del Nuevo Testamento, sino que le pondrían al corriente de las grandes novedades de aquel siglo, como lo fueron, por ejemplo, que se empezó a utilizar la letra cursiva en la escritura franca porque la visigótica cayó en desuso. También fue en aquel siglo se publicó el Codex Calixtinus, que fue la primera guía del viajero (1130) para los peregrinos que hacían el Camino de Santiago. Mucho de lo avanzado se debió a que en el siglo XII los soberanos no podían intervenir en las disputas entre payeses y nobles. De ahí la necesidad del pacto feudal que se años antes se había hecho extensivo por la iglesia con el nombre de "Paz y tregua".

Por supuesto que su padre Ecard-Miró estuvo interesado en que todos sus hijos tuviesen adecuada preparación para la guerra. Eran una familia tan guerreros como místicos, cuyos varones tomaron parte en las famosas conquistas de Almería, Tortosa y Lérida entre otras, en un período en que allí donde está la catedral de Barcelona aún había una sinagoga judía,… y aún siguió estando dos siglos más!. Cataluña habían ya construido incontables iglesias y castillos desde los altos valles pirenaicos hasta el litoral mediterráneo. Pronto Arnau tomaría conciencia que habitaba en un núcleo fuerte del país, así como de que vivía una época de plena expansión por las muchas tierras que se ganaban a los musulmanes.

AUGE DE CATALUÑA Y DE LA "CASA DE BARCELONA" EN EL s. XII

Los miembros del noble linaje catalán, luego llamado Torroja, de Solsona, participaron activamente en la reconquista y repoblación de las tierras, empezando por la comarca de La Segarra, que se extiende al sur de la del Solsonés. Allí conquistaron un estratégico castillo llamado Torroja, significando "tierra roja", situado a 7 km. al sur de Cervera (la capital comarcal). Posteriormente el topónimo degeneró en Tarroja, y está a otros tantos kilómetros del santuario donde fue enterrado san Ramón Nonato (el "Escorial de la Segarra"), formando triángulo con ambas localidades y ocupando su vértice de 90 grados.

Los belicosos Señores de Solsona por algún motivo acabaron variando su señorío por el topónimo Torroja, en perjuicio del de Solsona de donde eran hijos y señores. Creo que para ellos debió de ser un gran orgullo la posesión del tal castillo. Con su cambio de nombre quizá el Señor de Solsona manifestaba, a quien lo dudase, que su familia poseía el señorío de La Segarra sin discusión posible. Está en el centro del valle de Sión, al cual se llega por la carretera que une Cervera con Guisona. Es allí donde el río del mismo nombre confluye con el torrente de Valls. La primera referencia se remonta al año 1040 a través del acta de consagración de Santa María de la Seu d'Urgell. En 1144 Tarroja de Segarra fue donada a la comunidad de Santa María de Solsona, y posteriormente aparece propiedad de la familia Torroja. En 1142 el señor feudal Ecard de Torroja dejó la mitad de dicha villa a Santa María de Solsona y la otra mitad en 1167 a su hijo heredero Ramón II (+1195), que era sobrino de mi biografiado Arnau de Torroja. En siglos posteriores, por matrimonio de Agnés de Torroja con el vizconde de Cardona, aquel castillo pasó a ser propiedad de Ramón Folc III.

Cuando hoy en Cataluña se busca remitirse a heroicidades históricas la gente recuerda la proclamación de autonomía, o del estatuto, etc., pero una década antes del nacimiento de Arnau de Torroja pensaban en las luchas que acabaron con el auge de los musulmanes en el prepirineo catalán, y luego con el doble saqueo de éstos del califato de Córdoba (1010). Fue un gran atrevimiento ya sólo el hecho de llegar hasta allí vía Lérida, Zaragoza y Toledo; y como además les salió bien, se recordó con orgullo durante toda la juventud de mi biografiado. Los catalanes pudieron pensar que eran más poderosos, a pesar de ser menos refinados, y en cierto modo bastante peor desorganizados, que las tropas a las cuales derrotaban. Tantos éxitos eventualmente también se trastocaban, como cuando dichos expedicionarios fueron vencidos en las cercanías de Gibraltar, muriendo en la aquella batalla el conde Ermengol de Urgel y los obispos de Barcelona y de Gerona. Cada conde Ermengol de Urgel quiso ser enterrado en la cripta de la iglesia de Solsona, la cual sigue inexplicablemente aún sellada (?).

Aquella cultura bélica, y los matices políticos del periodo posterior, la debió aprender antes que Arnau de Torroja su hermano mayor Guillermo, tanto antes como después de ser obispo de Barcelona. Guillermo informaría de todo al joven Arnau durante sus estancias en Solsona, quien a pesar de su juventud, sin duda debió de interesarle mucho y supo de la importancia de ciertas estrategias socio-políticas. Por ejemplo, sucedió que el rey de Castilla, Alfonso VII, deseaba dominar la capital del río Ebro, lo cual trataban de evitar con todas sus fuerzas reunidas los condes de Barcelona y de Urgel, éste último porque además ostentaba entonces el título de marqués de Zaragoza. Si el castellano tomaba la plaza a orillas del Ebro, era seguro que después se haría tabién con Lérida y Tortosa, que igualmente estaban en poder de los musulmanes.

El primero en dar protección al rey aragonés Ramiro, fue Pedro Rovira, un maestre de las órdenes de Sión y del Temple, quien por cierto precedió a Arnau de Torroja en el cargo de Maestre de Provenza y todas las tierras hispanas (1143). Los cargos de Maestre Provincial en la Confederación Catalano-Aragonesa desde 1159 fueron sucesivamente: Hugo de Barcelona, sucediéndole en 1163 Hugues de Geoffrey. En 1166 fue nombrado Arnau de Torroja, siendo en los dos años siguientes que los templarios aragoneses participan definitivamente en las conquistas del litoral Mediterráneo, como en Caspe y Alfambra, castillo éste que en 1170 les sería donado. Mayor beneficio les representó la concesión de su independencia respecto a cualquier otra jurisdicción político-religiosa exceptuando el Sumo Pontífice de Roma (1172). En 1176 los templarios aragoneses y castellanos colaborarían también en la conquista de Cuenca. En 1181, cuando Arnau de Torroja fue nombrado Gran Maestre, residiendo en Palestina, el provincial de Cataluña/Aragón fue Berenguer de Avignon. Dos años después lo fueron respectivamente Guido de Sellón y Ramón de Canet y en 1185 lo fue Guilabert Errall.

MAESTRE DE PROVINCIA: DURACIÓN DEL MANDATOPere de Rovira de Nov. 1143 a Enero 1158Hug de Barcelona de 1159 a Abril 1162 Hugues de Geoffrey de Mayo 1163 a 1166Arnau de Torroja de Oct. 1166 a Marzo 1181Berenguer de Avinyó de Abril 1181 a marzo 1183Guido de Sellón de Abril a Junio 1183Ramón de Canet de Nov. 1183 a Julio 1185

Pedro Rovira fue el primero que llevó el sobrenombre de Maestre provincial de la Orden de Occidente. Lógicamente Arnau, al sucederle, continuó en la misma línea de proteger al conde catalano-aragonés cuando lo necesitaba, y lo hizo seguramente más que Rovira, al ser Ramón Berenguer IV su soberano natural.

Cuando el rey Ramiro de Aragón decidió consolidar su amistad con las cortes de Barcelona y del Languedoc (1139), el rey de Castilla, viendo que los aragoneses tenían firmada la concordia con Ramón Berenguer III, salió de Zaragoza tan resentido, que un año más tarde aún firmaba como "rey de Zaragoza" para ultrajar como fuese al conde de Barcelona. De todo aquello el pueblo captaba algo, y no hay duda que mientras duró fue un gran trastorno por la posibilidad de guerrear con el vecino de poniente en tiempos de muy gran carestía.

La Casa de Barcelona indirectamente dominaba Provenza desde tiempos de Carlomagno, pero al retirarse de Toulouse del Languedoc el conde Guillermo de Orange, en 1022 (cuando Arnau de Torroja debió de nacer), los del Languedoc fueron tomando entidad hasta que reclamaron Provenza para tener acceso al mar. Su reina, llamada Gerberga, en el año 1110 casó a su hija Dulce de Provenza con Ramón Berenguer III. Así la Casa de Barcelona se unió con la condesa de Provenza.

Aunque los Condes de Toulouse disputaron casí dos siglos después la posesión de Occitania a la Casa de Barcelona, a favor de los catalanes en Provenza prevaleció el hecho de que el clero y la nobleza apoyaban al conde catalán. Aquellas luchas duraron décadas, con treguas acordadas y también incumplidas, … y ello a pesar de los peligros, ya que el acceso al Mediterráneo era la mejor forma de compararse con los grandes de la política y del comercio europeo. Desde que se unió con Aragón, Cataluña se abrió al mundo con las máximas garantías. En 1162 tuvo lugar la creación del reino catalano-aragonés llamado "La Corona de Aragón".

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29
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