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Comportamiento del Alcoholismo en Adolescentes de la ESBU Roberto Coco Peredo. Colón. 2008


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Diseño teórico
  4. Objetivos
  5. Diseño metodológico
  6. Análisis y discusión de los resultados
  7. Conclusiones
  8. Recomendaciones
  9. Anexos

PENSAMIENTO:

"La inteligencia no es la facultad de imponerse; es el deber de ser útil a los demás"

Resumen

En la actualidad, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas por los jóvenes es uno de los problemas de salud emergente. La sociedad cubana no escapa a dicha problemática, por ello en los últimos años se han producido manifestaciones sociales que deben ser analizadas, demostrándose una aceptación casi incondicional hacia el consumo de alcohol, y una tolerancia poco recomendada hacia sus consecuencias. Se debe tener en cuenta que nadie está exento de que un hijo sufra de adicción. Se realizó una investigación descriptiva prospectiva con el objetivo de caracterizar el alcoholismo en un grupo de adolescentes de noveno grado en la ESBU Roberto Coco Peredo en el municipio Colón, provincia Matanzas en el tiempo comprendido desde el 1ro de enero al 31 de diciembre del 2008. El universo estuvo constituido por 120 estudiantes y la muestra quedó conformada por 68 bebedores. A estos se les aplicó una encuesta para conocer el nivel de conocimiento acerca del alcoholismo y sus consecuencias, utilizándose las siguientes variables: categoría de bebedores, edad, sexo, entre otras; obteniéndose los siguientes resultados: se evidencio que el mayor porciento de los/las adolescentes eran bebedores; tanto en el sexo masculino como el femenino existió un elevado porciento de bebidas alcohólicas, siendo la categoría social la más representativa; la mayoría de los estudiantes tuvo la ingestión del alcohol a partir de los 12 años; el alcoholismo familiar resultó el factor de riesgo más presente en la mayoría de los adolescentes y conocen poco acerca del alcoholismo y sus consecuencias.

Introducción

Desde los tiempos en que hombres y mujeres encomendaban sus destinos a las bondades del Dios Baco, el consumo de bebidas alcohólicas ha marcado pautas en la existencia humana, por esa suerte de alegría-nostálgica o tristeza-eufórica que provoca, las cuales pasan por distintos estadios, que van desde la ansiedad y la desinhibición hasta la depresión y la violencia. Asociado generalmente a actividades recreativas, el beber (como se le conoce) convertido en adicción, deriva irremediablemente en un problema de salud y no escapan de su afectación personas adultas, jóvenes, niños e incluso, aun antes de nacer. El problema del alcoholismo infantil preocupa tanto, que en algunos lugares del mundo constituye una enfermedad pediátrica. La afluencia de niños y niñas a hospitales y servicios de salud, en estado de embriaguez o en coma etílico aumenta vertiginosamente.[1]

La primera definición de alcoholismo hecha por Jellinek fue: Todo uso de bebidas alcohólicas que cause daño de cualquier tipo al individuo, a la sociedad, o a los dos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea: el alcoholismo es un trastorno conductual crónico manifestado por ingestas repetidas de alcohol, excesivas, respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad y acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor. [2]

El abuso del alcohol fue reconocido desde épocas anteriores como un problema social, es el hábito tóxico más extendido en el mundo, este criterio del autor español Alonso Fernández se refiere al daño biológico, psicológico o social inherente a la ingestión inadecuada del tóxico.[3]

Según la OMS la adolescencia es la etapa de la vida que separa la niñez de la adultez, o sea, un proceso universal que varía entre persona y cultura, donde ocurren diferentes cambios biológicos, psicológicos y sociales. Resulta tan intensa y diversa, que por esa razón, no se disfruta a plenitud la mayoría de las veces. La madurez psicológica y la incorporación a la sociedad ya como adulto joven puede ocurrir más rápida o lentamente; pero la edad establecida por esta organización oscila entre 10 y 19 años. Algunos la dividen en: adolescencia temprana (10 a 14 años) y adolescencia tardía (15 a 19 años). 2

Å® los varones, el alcoholismo es más intenso entre los 18 y 20 años, en pleno período de la adolescencia, siendo a esta edad especialmente rigurosa, y en las mujeres el pico más elevado entre los 25 y 29 años.1

Algunos autores coinciden con el criterio de que el adolescente actual arrastra consigo muchos males como un inadecuado comportamiento ante la sexualidad, el incremento del tabaquismo y el uso / abuso de drogas, siendo el alcohol la más popular y altamente peligrosa con consecuencias que pueden poner en peligro la vida. Muchas veces las primeras experiencias con el alcohol ocurren en el seno familiar, lo cual se incluye en el proceso de socialización durante el principio y mediado de la infancia, mientras que en la etapa adolescente la influencia nace en los compañeros de grupo. Existen otros factores de riesgo involucrados en la aparición del alcoholismo como; el nivel socioeconómico, el nivel cultural, la violencia intrafamiliar, los medios masivos de comunicación los cuales en ocasiones envían mensajes que pueden ser contradictorios a la hora de interpretarse. [4],[5], [6][7]

Muchos jóvenes comienzan a beber ya en la escuela secundaria, incluso antes,

lo cual es peligroso. Los jóvenes que beben tienen más probabilidades de ser víctimas de crímenes violentos y agresiones sexuales. Tienen más probabilidades de tener problemas serios en la escuela. También de estar involucrados en accidentes de tránsito relacionados con la bebida. Además, pueden desarrollar problemas con el alcohol en etapas posteriores de sus vidas.[8]

Para la OMS el consumo de alcohol en adolescentes se inicia a los 11 años, su comportamiento en varios países se reporta de la siguiente manera:

  • En Canadá el 40% de los adolescentes han comenzado a beber a los 12 años.

  • En Inglaterra los varones se inician en el consumo de alcohol a los 13 años.

  • En Suiza los jóvenes comienzan a consumirlo a los 12 años.

  • En Colombia el 76% de ellos beben a los 17 años.

  • En Estados Unidos el 42% de los varones y el 15% de las hembras a los 17 años también beben una vez por semana y según datos del US Department of Health, Education and Welfare cerca del 75% de las muertes de los jóvenes en este país se deben a accidentes, homicidios y suicidios, los que están estrechamente relacionados con el consumo de alcohol y drogas.

  • En América Latina el inicio de la ingestión de alcohol oscila entre los 12 y 13 años de edad. [9][10][11]

Hoy día, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas por los jóvenes es uno de los problemas de salud emergente, [12]y su solución se ha convertido en prioridad para muchos países del mundo. La sociedad cubana no escapa a dicha problemática, por ello en los últimos años se han producido manifestaciones sociales que deben ser analizadas, como por ejemplo, la costumbre de beber en lugares públicos sin festividad popular; la aceptación del consumo de bebidas alcohólicas por los adolescentes y jóvenes para cualquier actividad recreativa; la avidez por el consumo en lugares de expendio, que a su vez han proliferado en número y ampliado su horario de venta; la oferta de bebidas alcohólicas por algunos colectivos laborales y comunitarios como vehículo de gratificación, la venta ilícita por algunos individuos con fines lucrativos, y hasta la propaganda ingenua, demostrándose una aceptación casi incondicional hacia el consumo de alcohol, y una tolerancia poco recomendada hacia sus consecuencias que se ejemplifica en la peculiar frase de "bajar la botella", sin olvidar el factor subjetivo que juegan los mitos y creencias en la ingestión de alcohol como intensificador de la conducta social. [13]

Algunos autores consideran que en la actualidad esta problemática está en una etapa inicial como problema social, [14][15][16]otros refieren que es un flagelo social el cual ha ido creciendo en los últimos tiempos con consecuencias ya bien establecidas desde el nacimiento de un niño, teniendo en el adolescente una repercusión física psicológica – social de trascendencia incalculable. Pero, ¿qué es el alcoholismo? constituye una enfermedad, la cual causa dependencia, que se puede adquirir por varias vías, constituyendo la adolescencia una etapa de gran vulnerabilidad difícil en el desarrollo del adolescente, donde se pueden favorecer las conductas de consumo de alcohol, ya sea para reafirmar independencia, imitar a los adultos, por proporcionarle más virilidad, libertad en la toma de decisiones etc. [17][18][19][20]

El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y fatal caracterizada por tolerancia y dependencia física o cambios orgánicos patológicos, o ambos, toda consecuencia directa o indirecta del alcohol ingerido. Ha sido definido con las siguientes características. [21]

Produce cambios crónicos progresivos físicos, emocionales, y sociales que se desarrollan, son acumulativos y progresan si se continúa bebiendo. Tolerancia (adaptación cerebral a la presencia de altas concentraciones de alcohol). Dependencia física (síntomas de abstinencia que ocurren cuando disminuyen o cesa el consumo de alcohol). La persona con alcoholismo no puede predecir la duración del episodio o la cantidad que irá a consumir. Los cambios orgánicos patológicos pueden encontrarse en cualquier órgano involucrado más a menudo el hígado /cerebro/ sistema nervioso periférico y tracto gastrointestinal. El patrón de bebida es generalmente continuo, pero puede ser intermitente con períodos de abstinencia entre los episodios de bebida. Los síntomas ambientales, sociales, emocionales y las consecuencias del alcoholismo resultan del efecto del alcohol sobre la función del cerebro. El grado en el cual estos síntomas y signos son considerados patológicos dependerá de las normas culturales de la sociedad, o grupos en los que la persona se desenvuelva.21, [22][23]

La gravedad del alcoholismo toma un carisma bochornoso cuando lo vemos como vicio que se encuentra cada vez más entre los adolescentes y aun en algunos casos que comienza en la niñez. 7

También las féminas se han visto afectadas por el Alcohol, e incluso durante la etapa prenatal (embarazo), lo cual ocasiona consecuencias graves que repercuten en el desarrollo y función del cerebro en el feto, ocasionando el Síndrome Fetal Alcohólico (SFA) y el Efecto Fetal del Alcohol (EFA). 1

De acuerdo con el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, las mujeres embarazadas no deben ingerir ninguna forma de alcohol. Ellas cuando piensan en embarazarse tienen que estar conscientes de los efectos serios y negativos del alcohol en el desarrollo del bebé (feto). En los Estados Unidos, la exposición prenatal al alcohol es la causa más común de los defectos de nacimiento. La exposición al alcohol durante el embarazo le hace daño al cerebro y afecta el comportamiento del niño, dichos efectos se pueden prevenir en un 100 porciento.[24]Según el Doctor Juan E. Sandoval Ferrer presidente de la Sección de Alcoholismo y otras drogadicciones de la Sociedad Cubana de Psiquiatría, ६ ser humano no es violento por naturaleza. No obstante, la relación entre consumo de alcohol y conductas violentas constituye un problema social que a menudo tiene repercusión legal, y se ha ido incrementando en numerosas partes del mundo hasta, incluso, ser asumidas por algunas personas y grupos humanos como parte de la vida cotidiana, sea en forma resignada o como expresión de airadas protestas. A partir de este concepto es fácil comprender la frecuente asociación de distintas formas de violencia, intrafamiliar o no, caracterizadas por maltratos físicos, violaciones, abuso sexual, conductas suicidas u homicidas; maltrato psicológico que se manifiestan en ofensas, humillaciones, prohibiciones para el ejercicio de derechos, accidentes de tránsito o laborales. [25]

Muchos autores han estudiado la dinámica familiar en el hogar de procedencia del alcohólico y señalan su coincidencia con la llamada "crisis familiares no transitorias" (divorcio, enfermedades crónicas o muerte en uno o ambos padres, hostilidad excesiva, violencia doméstica, pérdida de la estimación hacia el bebedor, descuido de los hijos, situaciones judiciales, actos deshonrosos, malas relaciones interpersonales, entre otras). Esta situación se considera que condiciona un trastorno del aprendizaje en una población específica de niños que se ha denominado "niños con incapacidad para aprender" con inteligencia normal, que no presentan el perfil característico de retraso mental y en los que se invocan un déficit cognoscitivo específico para el aprendizaje. 21

Se ha demostrado que muchos de los adolescentes que beben, son hijos de bebedores habituales y comienzan anticipadamente la ingestión de alcohol, de forma que su consumo se convierte en un mal hábito que puede conducirles a la condición de alcohólicos crónicos a temprana edad. Si bien se dice que los niños menores de 9 años lo ingieren accidentalmente, no siempre es así, pues algunos padres les ofrecen bebidas alcohólicas a sus hijos por considerarlo un episodio de picardía, travesura u hombría precoz. 15

Uno de cada cinco americanos adultos vivió con un alcohólico mientras crecía. Los siquiatras de niños y adolescentes saben que estos niños corren mayor riesgo de tener problemas emocionales que los niños cuyos padres no son alcohólicos. El alcoholismo es común en las familias y los hijos de alcohólicos tienen una probabilidad cuatro veces mayor que otros niños de convertirse en alcohólicos. La mayoría de los hijos de alcohólicos han experimentado cierta forma de abandono o abuso. Un niño en este tipo de familia puede tener una variedad de problemas, tales como: culpabilidad, ansiedad, vergüenza, incapacidad, confusión, ira, depresión, etcétera. Algunos hijos de alcohólicos tratan de actuar como "padres" responsables de la familia y entre sus amigos. Los siquiatras de niños y adolescentes ayudan a estos niños con sus problemas personales y también los ayudan a entender que no son responsables de los problemas de sus padres. [26]

Es necesario que cuando aparezcan mensajes de tendencia alcohólica en los adolescentes, así como la presencia de este proceso patológico en sí, el médico comunitario y el de la escuela, tracen un plan en conjunto con la dirección del centro para encabezar el trabajo; primero, el estudio de las causas que lo están produciendo y segundo en la orientación a los profesores, trabajadores y alumnos, en la promoción de salud en los casos que aún no lo presentan y con los que ya tienen el problema, una labor intensa para eliminarlo.

En este sentido el trabajo es multidisciplinario pero en una sola dirección estando comprometidos la dirección de salud y educación según el nivel donde se desarrolla el problema, con el consejo de dirección de los centros, personal docente (principalmente profesores guías) etc. Actuando estrechamente con el personal de salud, los estudiantes de la carrera de medicina y enfermería, para así entre todos poder influir en la familia y la comunidad.

Según la OMS cada año se reportan más de 200 mil muertes vinculadas con el uso del alcohol, internacionalmente, más del 50 por ciento de los alcohólicos oscilan entre los 15 – 28 años y más del 65 por ciento de ellos están en edad productiva. Los costos sociales tanto directos como indirectos se han estimado en más de 150 billones de dólares, valorados fundamentalmente en pérdidas en la producción, cuidados de la salud, accidentes y delitos. En Estados Unidos este trastorno ocupa el tercer lugar en la lista de los problemas de salud, con más de 20 millones de personas alcohólicas, de las cuales cerca de 5 millones son mujeres. Europa es el continente con más alto consumo, producción y exportación de alcohol a escala mundial, donde cada año mueren más de 55 000 jóvenes a causa de este tóxico. Según cálculos de la Organización Panamericana de la Salud(OPS) el alcoholismo en América Latina afecta a unos 38 millones de personas, que representan el 10 por ciento de la población adulta, en una proporción de 10,4 hombres por cada mujer. 2

Según la pagina Wikipedia, la enciclopedia, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del alcohol se relaciona con el 70% de las muertes por accidentes de tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre los 15 y 30 años de edad. Se estima que 27 mil mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito y la mayoría se debe a que se encontraban bajo los efectos del alcohol. En Argentina, la Asociación Civil Luchemos por la Vida calcula que el consumo de alcohol es el factor determinante en 50% de las muertes en accidentes de tránsito. En Chile, el estudio Perfil de conductores de la Región Metropolitana reveló que el 40% de las muertes por accidentes de tránsito ocurren bajo la influencia del alcohol. [27]

En Cuba el 45,2 % de la población mayor de 15 años consume bebidas alcohólicas, con un índice de prevalencia de alcoholismo entre el 7 y el 10 %, uno de lo más bajo en Latinoamérica, con predominio en edades comprendidas entre los 15 y 44 años. Se señala que en los últimos 15 años el consumo ha aumentado notablemente en Cuba, el 90,4 % de la población inicia la ingestión del tóxico antes de los 25 años y la mayoría de los bebedores problema se encuentra entre 25 y 42 años. Se calcula que el alcoholismo puede incidir hasta en el 40 % en los ingresos de los servicios de urgencia y que el 2 % de los enfermos que ingresan en los servicios médicos hospitalarios sufren de una enfermedad causada o agravada por el abuso de alcohol. [28][29]

En Cuba esta problemática preocupa a las autoridades sanitarias y los profesionales de la salud, con el consecuente desarrollo de investigaciones que profundizan en el conocimiento de los comportamientos y trastornos relacionados con el alcoholismo.[30], [31]Existen estudios y publicaciones que promueven su prevención y control. [32][33]

En Colón en el año 2008 había una población que sumaba 10077 adolescentes comprendidos entre las edades de 10-19 años,[34] de ellos consumían bebidas alcohólicas 7032, cifra alarmante si se tiene en cuenta el universo de jóvenes con factores de riesgo para la adicción y sus consecuencias.

Por todo lo anterior planteado y por la importancia que tiene el tema tanto a nivel mundial como en Cuba, los autores se sintieron motivados para realizar la presente investigación. Además en la práctica diaria se ha comprobado una tendencia en la población adolescente a la ingestión de bebidas alcohólicas como elemento indispensable en fiestas, y en reuniones familiares, lo cual ha sido motivo de consulta al cuerpo de guardia del Hospital Dr. Mario Muñoz Monroy.

Diseño teórico

El alcohol, del árabe alkuhi (esencia o espíritu) es la droga más consumida en el mundo. Su utilización por el hombre, en forma de brebaje, se supone que data de los albores de la humanidad. La ingestión inicial vinculada con actividades religiosas dio paso a su consumo colectivo. Desde entonces se distinguieron dos grandes categorías de consumidores, aquellos que beben dentro de las normas sociales de responsabilidad y los que, desafortunadamente pierden el control y se convierten en bebedores irresponsables.6

Desde antes, el pintor y grabador inglés William Horgarth (1697-1764) había abordado el tema cuando recreó en una de sus obras un pasaje que refleja el torbellino del Londres de su tiempo. El callejón de la ginebra, fechado en 1751, muestra la euforia y la indolencia de una madre embriagada, mientras su hijo cae accidentalmente al Támesis.[35]

Con el desarrollo científico, en particular de especialidades vinculadas al estudio del cerebro humano, el concepto de alcoholismo ha transitado por diferentes etapas hasta reconocerse como una enfermedad. Aunque en la sociedad actual prevalecen perjuicios en torno al tema, los especialistas insisten en que es vital entenderlo no como un vicio, ni debilidad de carácter, sino como un mal que puede afectar a cualquiera, y que es sobre todo prevenible. [36]

Las definiciones empleadas en la actualidad bajo el término alcoholismo, no se apartan de la que hizo Magnus Huss en 1849. Una de las aceptadas internacionalmente es la propuesta por la OMS en 1976,[37] con el término "síndrome de dependencia del alcohol (SDA)" descrito como un trastorno de conducta crónico, manifestado por un estado psíquico y físico, que conduce compulsivamente a ingestas excesivas de alcohol con respecto a las normas sociales y dietéticas de la comunidad, de manera repetida, continua o periódica con objeto de experimentar efectos psíquicos y que acaban interfiriendo en la salud y en las funciones económicas y sociales del bebedor. 2, 6

Esta concepción terminológica sirve de base, desde el punto de vista médico, a 2 sistemas diagnósticos empleados casi en paralelos; en Europa son más aceptados los de la OMS (Décima Edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades-CIE-10-1982),[38] mientras que en Norteamérica los plasmados en el Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM IV 1994).[39] La CIE-10 define el sistema de dependencia alcohólica como un trastorno, no una enfermedad, mientras que el DSM IV plantea que la dependencia a sustancias psicoactivas, extensivo al alcohol, es un patrón desadaptativo de consumo que conlleva a un deterioro o malestar clínicamente significativo. Los principales criterios empleados en ambas son: el excesivo consumo de alcohol, la repercusión física y psíquica que produce y los conflictos psicosociales, legales, laborales y familiares que crea.7, 15, [40]Para el pesquizaje masivo y clasificación de los alcohólicos se utilizan cuestionarios establecidos mundialmente (Cuestionarios de Identificaciones Diagnósticas (CID) [41]el CAGE, entre otros) cuyos resultados se aproximan con bastante exactitud a la realidad, de manera que se puede CLASIFICAR a los consumidores de bebidas alcohólicas como sigue:

  • Consumo social o bebedor social.

  • Consumo de riesgo.

  • Consumo perjudicial.

  • Dependencia alcohólica.

Existe una regla de oro que no debe ser jamás olvidada y es que una vez establecido el comportamiento ante consumo dañino o dependencia, el objetivo de la intervención médica es lograr la abstinencia total definitiva, ya que una vez alcohólico, siempre se es alcohólico. [42]

Según el Dr. Antonio Caballero Moreno estudiosos del tema, alertaron desde finales del siglo pasado, que el uso indebido de esta sustancia por parte de individuos no alcohólicos tiene, a nivel mundial, efectos en la sociedad más negativos que los problemas asociados a la conducta de quienes padecen el síndrome de dependencia. Se dice que por cada enfermo existen de 10 a 12 bebedores "presuntamente sociales" que si incorporan patrones de consumo inapropiados, no solo corren el riesgo de convertirse en alcohólicos, sino de enfrentar grandes tragedias. 35

El alcoholismo es aceptado universalmente como uno los principales problemas de la salud pública en todo el mundo y representa una grave amenaza al bienestar y a la vida de la humanidad. Por esta razón, en la actualidad, muchos países dedican cuantiosos recursos financieros a su investigación. En la lucha contra esta adicción las instituciones estatales de salud, entre otras, y la población en general, cumplen una importante función para prevenir y controlar esta enfermedad. [43]44 En Europa se estima su costo entre 2 y 3 % del producto nacional. En Estados Unidos se calcula que su significación económica está en los alrededores de los 100 billones de dólares anualmente. De un modo similar ocurre en España e Inglaterra. [44]

En la actualidad el consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuentes de transgresiones sociales como violaciones y riñas, práctica de sexo sin medios de protección, abandono familiar y laboral. Se vincula mundialmente con el 50 % de las muertes ocurridas en accidentes de tránsito y el 30 % de los homicidios y arrestos policiales. Reduce de 10 a 15 años la expectativa de vida y determina el 30 % de las admisiones psiquiátricas y el 8 % de los ingresos por psicosis. También se ha responsabilizado con casi la mitad de los condenados por faltas y delitos tan graves como asesinatos. En este medio se relaciona con la tercera parte de los hechos delictivos y violentos y entre el 20 y el 25 % de las muertes por accidentes. 12, 38, [45]

Salvo algunos países de cultura hindú o islámica donde el consumo de alcohol es menor como consecuencia de tradiciones o influencias religiosas, alrededor del 70 % de la población, por encima de los 15 años, ingiere alcohol en determinada cantidad, del 3 al 5 % son dependientes y, de ellos, el 10 % se convertirán en bebedores problemas en algún momento de su vida. Actualmente España ocupa el 4to lugar mundial en el consumo de alcohol después de Francia, Luxemburgo y Alemania.[46] Cada español consume por término medio 108 litros de alcohol al año, casi el 4 % de la población española (1 600 000 personas) consume diariamente más de 100 g. Se considera que existe un incremento de consumo de alcohol de alrededor del 30 % en los países desarrollados durante los últimos 20 años, índice muy superior al esperado por el aumento de la población en esta etapa. En Cuba se calcula que el alcoholismo puede incidir hasta en el 40 % en los ingresos de los servicios de urgencia y que el 2 % de los enfermos que ingresan en los servicios médicos hospitalarios sufren de una enfermedad causada o agravada por el abuso de alcohol. [47]

El café y el tabaco también son considerados drogas, pero a diferencia de estos, el alcohol modifica la personalidad de quien lo consume en exceso y afecta de forma importante su conciencia. El peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas, aunque el conocimiento de este tóxico puede contribuir a evitar que se caiga en sus redes. La adolescencia es una etapa difícil del desarrollo, donde se pueden favorecer las conductas de consumo de alcohol, ya sea por la reafirmación de la independencia, la virilidad, la libertad en la toma de decisiones, la creencia de determinados mitos o la imitación a los adultos. [48]

El alcohol potencia, a su vez, los efectos de la ira, la violencia y el descontrol de las emociones, que puede llevar a actitudes criminales, problemas graves de convivencia familiar y provocar accidentes de tráfico, debido a conductas temerarias.[49]

El Doctor en Ciencias Antonio Caballero Moreno, profesor titular de Psiquiatría del Hospital Enrique Cabrera con más de tres lustros vinculado a la atención de pacientes alcohólicos y respaldado, además, por las estadísticas y cifras epidemiológicas internacionales que señalan al alcohol. En Cuba la mayoría de estos hechos, incluyendo los accidentes de tránsito, son cometidos por individuos que han ingerido alcohol. Algo similar ocurre en los casos de abuso infantil y de violencia intrafamiliar, pues muchas veces el victimario es un bebedor. 35

Además, entre las primeras causas de divorcio en Cuba esta el consumo de bebidas alcohólicas por alguno de los cónyuges, sobre todo el masculino. La violencia asociada al uso y abuso de esta sustancia es un fenómeno complejo que tiene aristas filosóficas, antropológicas, sociales, legales y, por supuesto, biológicas. Haciendo un enfoque clínico del asunto, el Dr. Caballero precisa que se trata, por definición, de un depresor del sistema nervioso, capaz de influir en la química del cerebro y desencadenar conductas violentas, incluso en personas no enfermas de alcoholismo. Uno de los efectos descritos en quienes padecen del alcoholismo es el delirio celotipico del alcohólico. Consiste en que la persona fabrica un sistema de pensamiento falso, muy elaborado a veces, en la relación con su pareja, que la puede llevar a adoptar conductas muy agresivas, cuando en realidad esta no le ha sido infiel, que es casi siempre de lo que se le acusa. 34

Existe un aumento en la ingestión del tóxico por parte de los adolescentes, si se tiene en cuenta que la adolescencia es una etapa vulnerable en la vida del ser humano por los cambios que ocurren. Se plantea que los que ingieren el tóxico en edades tempranas tienen un riesgo mayor de convertirse en alcohólicos que los que lo hacen en la edad adulta. 20

Etiopatogenia

Los mecanismos etiopatogénicos en la instalación del alcoholismo se formulan a partir de la obtención de datos genéticos, neurofisiológicos y bioquímicos. En los estudios realizados por Goodwin con hijos adoptados cuyos padres biológicos eran alcohólicos, la presencia de alcoholismo es cinco veces más frecuente que en aquellos cuyos padres biológicos no lo eran. Pollock señala que las hijas de mujeres alcohólicas presentan una tasa de alcoholismo superior a la de los hijos varones, mientras que Winokkour plantea una alta incidencia de alcoholismo en hijos varones de madres con trastornos afectivos, y de mujeres con trastornos afectivos hijas de padres alcohólicos. A partir de estos análisis se ha formulado la hipótesis de que en algunas familias el alcoholismo puede representar una variedad del llamado espectro depresivo ligado al sexo. Entre los hallazgos neurofisiológicos aparece en muchos pacientes alcohólicos, un patrón electroencefalográfico caracterizado por la presencia de ondas a lentas y ondas b rápidas que se modifican con discretas dosis de alcohol y se repiten con relativa frecuencia entre sus hijos. Los estudios experimentales han identificado en las pruebas de potenciales evocados, en niños con historia de trastornos por déficit de atención y alteraciones neurocognitivas, menor amplitud en la onda P300, este hecho se ha asociado a un aumento del riesgo de convertirse en adultos con trastornos relacionados con el alcohol. Los mecanismos etiopatogénicos en la instalación del alcoholismo se formulan a partir de la obtención de datos genéticos, neurofisiológicos y bioquímicos. En los estudios realizados por Goodwin con hijos adoptados cuyos padres biológicos eran alcohólicos, la presencia de alcoholismo es cinco veces más frecuente que en aquellos cuyos padres biológicos no lo eran. Pollock señala que las hijas de mujeres alcohólicas presentan una tasa de alcoholismo superior a la de los hijos varones, mientras que Winokkour plantea una alta incidencia de alcoholismo en hijos varones de madres con trastornos afectivos, y de mujeres con trastornos afectivos hijas de padres alcohólicos. A partir de estos análisis se ha formulado la hipótesis de que en algunas familias el alcoholismo puede representar una variedad del llamado espectro depresivo ligado al sexo. [50]

Teorías sobre el consumo de alcohol en la adolescencia

Existen teorías multifactoriales en la literatura sobre los orígenes y mantenimiento del alcoholismo, como son: Teorías psicobiológicas , Teorías psicológicas y la Teoría biopsicosocial aplicadas al alcoholismo sugiriendo, esta última, tanto para la explicación de esta cuestión como para su posible abordaje, puesto que parece ser el que más se acerca a este fenómeno y el que lo aborda. Fue aplicada al alcoholismo por Erwing (1980) y Moss y Finney (1983). La principal característica de este modelo es su carácter multifactorial e integrador. Sugiere que la etiología del consumo de alcohol y de la posterior adicción se debe a la interacción de numerosos factores constitucionales (genéticos y biológicos), factores sociales (actitudes, disponibilidad, presión, etc.) y factores psicológicos (historia de aprendizaje, tolerancia a la frustración, creencias, etc.). Algunos factores actuarían como protectores y otros aumentarían el riesgo de caer en el alcoholismo. Este modelo considera que los elementos causantes del inicio a la conducta deben considerarse independientemente a los que determinan su mantenimiento y desarrollo. El peso de cada factor varía tanto intra como interindividualmente. [51]

Estudio en animales

El patrón de consumo intensivo intermitente de alcohol (Binge Drinking) se ha consolidado entre adolescentes y jóvenes. Este patrón (BD) ha despertado una fuerte preocupación en la comunidad neurocientífica por su posible impacto en un cerebro aún en maduración. La investigación con modelos animales demuestra los graves efectos estructurales y funcionales que un patrón BD puede tener a estas edades. Algunas regiones como el cortex prefrontal y el hipocampo, de maduración más tardía, y los importantes procesos que éstas organizan, parecen diana especial de la acción del alcohol. [52][53]

Estudio en humanos

La adolescencia abarca la segunda década de la vida y para algunas estructuras buena parte de la tercera. De forma similar a lo que ocurre en otros períodos evolutivos críticos, en algunas regiones del cerebro adolescente se producen importantes transformaciones tanto regresivas (con pérdida de un número sustancial de sinapsis superfluas), como progresivas (de mielinización de las neuronas y consolidación de sus conexiones) que tendrán importantes consecuencias comportamentales en la vida adulta. Estas regiones en maduración median importantes aspectos del comportamiento adolescente y parecen diana especial para los efectos del alcohol. Entre ellas se debe destacar la corteza prefrontal. Los procesos neuromadurativos en esta región se extienden hasta la tercera década de la vida y tiene importantes repercusiones en funciones cognitivas relevantes como planificación, toma de decisiones, control comportamental, memoria de trabajo o procesos de atención, entre otros. En cuanto a otra de las posibles dianas, el hipocampo, que está implicada en la formación de nuevas memorias y en el mantenimiento de representaciones del entorno espacial. Algunos fenómenos asociados al hipocampo, muestra daño estructural después de escasas sesiones de ingesta de alcohol. A nivel estructural, los escasos estudios en humanos ratifican algunos de los hallazgos observados en animales. Así, se ha informado, mediante RMN (resonancia magnética nuclear), de una reducción media significativa en el volumen del hipocampo en jóvenes que empezaban a cumplir los criterios DSMIV de abuso o dependencia alcohólica. [54][55][56][57]

DEFINICIÓN DE ALCOHOLISMO

Se han propuesto varias definiciones del alcoholismo como las mencionadas anteriormente, 2 pero también se hará mención a la siguiente: consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo. Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales. [58]

DEFINICIÓN DE ADOLESCENCIA

La adolescencia es una época de la vida que marca la transición entre la infancia y el estado adulto. Por lo general, se considera que comienza alrededor de los 12 o 13 años y finaliza hacia los 19 o 20 años. Durante este periodo, se producen grandes cambios y el adolescente verá como se desarrollan en él aspectos como el físico, el intelectual, el social, etc. La adolescencia es el momento de la vida en que realmente se comienza a aprender sobre el mundo que nos rodea y a encontrar un lugar en él. Este aprendizaje implica el intentar nuevas experiencias, algunas de las cuales pueden resultar arriesgadas o incluso peligrosas. Los jóvenes a esta edad anhelan la excitación en una forma que la mayoría de los adultos encuentran difícil de comprender, sobre todo las actividades excitantes que pueden resultar peligrosas. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes buscan estas sensaciones en la música, el deporte u otras actividades que precisan de gran cantidad de energía pero que conllevan un escaso riesgo físico real. 41

Existen señales que indican uso del alcohol y abuso de drogas, siendo estas las físicas: fatiga, problemas al dormir, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente, las emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad, comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio, depresión, retraimiento y una falta general de interés, de familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de comunicarse con la familia. En la escuela: interés decreciente, actitud negativa, calificaciones bajas, ausencias frecuentes, faltas al deber y problemas de disciplina y problemas sociales: amigos o padres envueltos con alcohol, problemas con la ley y el cambio dramático en el vestir y apariencia. 40

ASPECTOS CONCEPTUALES DEL ALCOHOLISMO

Formas de alcoholismo

Existen dos formas de alcoholismo: El alcoholismo Agudo y el Alcoholismo Crónico.

  • ALCOHOLISMO AGUDO: Llamado también embriaguez o ebriedad, es transitorio. Consiste en una crisis pasajera que va desde la euforia (bebida alegre) a la tristeza (bebida triste) hasta la pérdida de la razón, marcha titubeante mareos, náuseas y vómitos.

  • ALCOHOLISMO CRÓNICO: Se produce por el consumo habitual de moderadas dosis de alcohol. El alcohólico presenta trastorno del carácter (desconfianza, irritabilidad, con periodos depresivos que pueden llevarlo al suicidio en algunos casos extremos). Todos los órganos resultan afectados, sobre todo el sistema nervioso. Temblor en las manos, alteraciones digestivas que pueden derivar al cáncer, etc. Puede llegar al delirium tremens que lo conduce a la muerte, aunque no sea muy habitual. 33, 35, [59]

Clases de bebedores

Hay distintas clases de bebedores, se pueden clasificar en cuatro clases diferentes entre ellas:

  • Bebedor Moderado: Ingestión habitual de diversas bebidas alcohólicas inferior a los 3/4 litros por día.

  • Bebedor Habitual: Toda su vida social se centra en el alcohol. No consumen por gusto, sino porque le aporta una sensación aparente de seguridad, valor o placer. Al comienzo, la ingesta es circunstancial, y puede dejar de beber. Con el tiempo, se establece el hábito.

  • Bebedor Excesivo: Bebe más de 1 litro de vino, o su equivalente, por día, y presenta más de una embriaguez por mes. No obstante, aun puede controlar el consumo, aunque difícilmente.

  • Alcohólico: Se caracteriza por depender del alcohol, tanto física como psíquicamente, y la incapacidad de detenerse o abstenerse. 33, 35, 38

El desarrollo de la dependencia del alcohol puede ocurrir entre los 5 y 25 años siguiendo una progresión. Primero se desarrolla la tolerancia alcohol. Esto ocurre en personas que son capaces de consumir una gran cantidad de alcohol antes de que se noten los efectos adversos. Después de la tolerancia aparecerán los lapsus de memoria. Más tarde aparece la falta del control de beber, y la persona afectada no puede permanecer sin beber, lo necesita para desarrollar su vida diaria. El problema más serio de los bebedores son las complicaciones físicas y mentales. Algunas personas son capaces de conseguir un control sobre su dependencia en las fases tempranas antes de la total pérdida del control. 55

Etapas del alcoholismo 38

  • Etapa 1

En esta primera etapa el individuo: Bebe demasiado en todas las reuniones. Aumenta su tolerancia y la frecuencia de la ingestión. Bebe con rapidez. Sufre lagunas mentales. Siente preocupación por beber. Bebe furtivamente.

  • Etapa 2

Durante esta etapa el individuo: Manifiesta un cambio en la actitud y la forma de beber. Sufre pérdida de control. Bebe en la mañana para curarse la curda. Siente aumento del impulso sexual y, al mismo tiempo, impotencia o frigidez. Inventa un sistema de pretextos. Sufre por los reproches de la familia. Derrocha. Muestra agresividad y conducta antisocial. Siente remordimientos persistentes después de las borracheras. Hace intentos de dejar de beber. Cambia su modo de beber. Ocasiona la pérdida de sus amistades. Siente resentimiento. Pierde su trabajo, o cambia frecuentemente de trabajo. Su familia se aparta, forma una unidad defensiva, y cambia de hábitos respectos a las amistades y a la comunidad. Piensa en el escape geográfico. Recurre al ocultamiento.

  • Etapa 3

En esta etapa al individuo se le puede producir en cualquier momento: hospitalización, divorcio, accidentes y arrestos. Sufre borracheras prolongadas. Pierde la tolerancia al alcohol. Le lleva más tiempo recuperarse de una borrachera. Padece temores indefinidos. Se derrumba su sistema de pretextos. Tal vez tenga que ser recluido en una institución mental.

Partes: 1, 2
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