El número de salmones que retornan a las aguas británicas es ahora la mitad de lo que solía ser 20 años atrás, y la disminución de la población de plancton es un factor central. " Se ha producido un cambio de régimen y toda la ecología del Mar del Norte ha cambiado dramáticamente" dijo el Dr. Chris Reid, director de la Fundación. "Estamos presenciando un colapso en el sistema tal como lo conocemos. La captura de salmón y bacalao ya ha disminuido y estamos obteniendo pescados más pequeños. Estamos observando evidencia del cambio climático en un ecosistema de gran-escala.
Es probable que veamos un mayor calentamiento, con temperaturas similares a las de la costa atlántica de España o de aun más al sur, generando un cambio completo de la ecología."
Investigaciones de la Sociedad Real británica para la protección de las aves ha establecido que las colonias de aves marinas en las cercanías de la costa de Yorkshire y de las islas Shetlands han sufrido este año su peor época de cría desde que comenzaron a efectuarse los registros, con abandono de sus nidos. La población de aves marinas esta disminuyendo en gran parte por que los lanzones están disminuyendo. Los lanzones se alimentan de plancton. Este estudio se concentró en los kittiwakes, una especie de ave marina, pero otras especies que se alimentan de lanzones, como los frailecillos y las alcas, también se han visto seriamente afectadas.
Los lanzones también constituyen, por peso, de un tercio a la mitad de la captura del Mar del Norte. Los barcos-factoría daneses los han capturado en enormes cantidades, para convertirlos en bolas pequeñas de comida para cerdos y pescado. Durante el verano del 2003, la flota naviera danesa capturó solo 300.000 toneladas de su cuota de 950.000 toneladas, un récord de baja captura.
Cuidado Con Los Eructos De Metano!
Los gases de combustión de las camionetas 4×4 de ayer, no resultan en la creciente temperatura de hoy, no inmediatamente. A través de un complicado ciclo de retroalimentación, los combustibles quemados hoy afectan el calentamiento de dentro de 30 a 50 años. Hoy estamos viendo temperaturas relacionadas con las emisiones de combustibles de aproximadamente 1960, cuando el consumo de combustible era mucho menor. Las emisiones de combustible de hoy, se expresarán en la atmósfera aproximadamente en el 2040.
Los niveles crecientes de gases invernadero cerca de la superficie mantienen el calor allí, impidiendo el avance de la radiación a las capas más altas de la atmósfera. Al calentarse la superficie, la estratosfera se enfría. Las reacciones químicas que consumen el ozono que nos protege de las radiaciones ultravioletas se aceleran a medida que el aire se enfría. Por lo tanto, el área donde el ozono ha descendido por debajo de niveles apropiados, en la Antártida, se mantiene en un tamaño cerca del récord a pesar del hecho de que los clorofluorocarbonos, culpables de la reducción de ozono, fueron prohibidos hace más de 15 años.
En su libro "Cuando la vida casi murió: La extinción masiva más importante de todos los tiempos" (Londres: Thames and Huston, 2003) Michael J. Benton describe una extinción masiva al final del período permiano, aproximadamente 250 millones de años atrás, cuando al menos el 90 por ciento de la vida en la tierra murió. La extinción probablemente se inició con masivas erupciones volcánicas en Siberia.
De acuerdo con las teorías actuales, las erupciones introdujeron enormes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera, causando una cantidad de reacciones bióticas que aceleraron el calentamiento global en aproximadamente 6 grados centígrados. En un capítulo titulado " ¿Qué causó la mayor catástrofe de todos los tiempos?" Benton esquematiza cómo el calentamiento (que se acompañó de anoxia o falta de oxígeno) pudo haberse alimentado a sí mismo: "Quizá el efecto invernadero de finales del período permiano haya sido simple.
De la erupción de los volcanes siberianos se despidió dióxido de carbono, lo que llevó a un aumento de la temperatura global de 6 grados centígrados aproximadamente. Las frías regiones polares se volvieron cálidas y la tundra se descongeló. El "derretimiento" debió penetrar en las bolsas de hidrato de metano localizadas alrededor de los océanos polares, e inmensos volúmenes de metano debieron explotar hacia la superficie de los océanos en enormes burbujas.
Esta entrada extra de carbono en la atmósfera causó un mayor calentamiento, que puede haber derretido, a su vez, mayor cantidad de reservas de hidrato de metano. De esta forma el proceso continuó, cada vez más rápido. Los sistemas naturales que normalmente reducen los niveles de dióxido de carbono no pudieron operar y, eventualmente, el sistema entró en una espiral fuera de control, causando el mayor colapso en la historia de la vida"
La falta de oxígeno de esta inmensa expulsión global de metano, dejó a los animales terrestres luchando por respirar, causando la mayor extinción masiva de la historia de la Tierra, según sugiere la nueva investigación. Greg Retallack, un experto en suelos prehistóricos, de la Universidad de Oregon, ha especulado que la propia "expulsión" de metano fue de tal magnitud que causó la extinción masiva por falta de oxígeno, fatal en los animales terrestres. Bob Berner de la Universidad de Yale, ha calculado que la cascada de efectos sobre las áreas terrestres húmedas y los arrecifes coralinos puede haber reducido los niveles de oxígeno en la atmósfera del 35 por ciento a solo el 12 por ciento en 20.000 años. La vida marina también se debe haber asfixiado en las aguas carentes de oxígeno.
Hoy, eventos de 250 millones de años atrás, son más que de interés académico, porque los 6 grados centígrados que Benton estima desencadenaron estos hechos, son casi iguales al pronóstico de la IPCC sobre del aumento de la temperatura del planeta Tierra para finales de este siglo.
En Cambio Abrupto del Clima (2002) Richard B.Alley escribió que el clima puede cambiar rápidamente ( hasta 16 grados centígrados en una década o dos) "cuando causas graduales empujen al sistema terrestre al límite. Algo así como la presión creciente de un dedo que eventualmente da vuelta rápidamente un interruptor y prende la luz…." La mitad del calentamiento global del Norte Atlántico desde la última era del hielo se alcanzó, escribe Alley, en una década.
El récord de temperatura de Groenlandia, de acuerdo con el estudio de Alley, se parece más a una fila irregular de dientes filosos que a un pasaje gradual de una época a otra. De acuerdo con Alley, "Los proyecciones sobre el calentamiento global, vaticinan un aumento en las precipitaciones globales, aumento en la variabilidad de las precipitaciones, y sequías de verano en el interior de varios continentes, inclusive en regiones productoras de granos. Estos cambios podrían producir más inundaciones y sequías." Las emisiones humanas de gases invernadero pueden aportar el incremento suficiente para desencadenar ese cambio rápido.
Para el año 2000, el ciclo hidrológico parecía estar cambiando más rápido que las temperaturas. El aire más cálido mantiene mayor humedad, haciendo a la lluvia (y a veces la nieve) más intensa. El aire más cálido también aumenta la evaporación, paradójicamente intensificando la sequía al mismo tiempo. Con el calentamiento sostenido, los lugares habitualmente húmedos generalmente parecen estar recibiendo más lluvia que antes; los lugares secos a menudo reciben menos lluvia y son propensos a experimentar sequías más persistentes.
En muchos lugares, sequías o inundaciones se han transformado en el régimen meteorológico del día. La humedad atmosférica aumenta más rápidamente que la temperatura; en los Estados Unidos y Europa, el aumento de la humedad atmosférica fue del 10 al 20 por ciento desde 1980 hasta el 2000. "Es por eso que se ve el impacto del calentamiento global especialmente en intensas tormentas e inundaciones como las que hemos visto en Europa" Kevin Trenberth, un científico que trabaja con el Centro Nacional para la investigación atmosférica (NCAR), le dijo al Financial Times de Londres.
Como si vinieran para corroborar los modelos de climas, el verano del 2002 presentó un número de hechos climáticos extremos, especialmente en cuanto a las precipitaciones. La lluvia excesiva arrasó Europa y Asia, inundando ciudades y pueblos y matando por lo menos a 2000 personas, mientras que sequías y altas temperaturas chamuscaron las ciudades del este y oeste de Estados Unidos. Los escépticos del cambio climático argumentaban que el tiempo es siempre variable, pero otros observadores notaron que los extremos parecían ser mas frecuentes que antes. Un año después, siguiendo las inundaciones episódicas durante el verano del 2002, Europa experimentó algunas de las temperaturas más altas (y más sostenidas en el tiempo) en su historia registrada, causando (según varias estimaciones) entre 19.000 y 35.000 muertes. Se estropearon hasta el 80% de las cosechas en el este de Alemania, escenario de una de las peores inundaciones del 2002.
"En un clima más cálido, las posibilidades de encontrarte con demasiado o con demasiado poco, son mayores" dijo el Dr. Wallace, un profesor en ciencias atmosféricas en la Universidad de Washington. Científicos que trabajan para el gobierno, han medido un aumento en tormentas de chaparrón en los Estados Unidos durante el siglo pasado. "En los últimos 50 años, expresó Wallace, las precipitaciones invernales en Sierra Nevada han estado dándose cada vez más en forma de lluvia, aumentando los riesgos de inundación, en vez de nevada, que es lo que provee de agua a los agricultores y pozos por igual a medida que se derrite en primavera.
El reporte del Consejo Mundial del Agua recopiló estadísticas que indican que entre 1971 y 1995, las inundaciones afectaron a más de 1.5 billones de personas en todo el mundo, o 100 millones de personas al año. Aproximadamente 318.OOO han muerto y más de 18 millones se han quedado sin hogar. El costo económico de estos desastres se ha calculado en aproximadamente $ 300 billones en los años noventa mientras que en los años sesenta fue de 35 billones. El calentamiento global está causando cambios en los patrones meteorológicos a medida que las poblaciones migran hacia áreas vulnerables, aumentando el costo de eventos meteorológicos individuales, dijo William Cosgrove, vicepresidente del Consejo Mundial de Agua. Los científicos citados por el Consejo Mundial del Agua esperan que los cambios climáticos que ocurran en el transcurso del siglo XXI traerán estaciones lluviosas intensas y más cortas en algunas áreas, así como sequías mas largas e intensas en otras áreas, poniendo en peligro algunas cosechas y especies, y causando una reducción en la producción mundial de alimentos.
Abundan ejemplos sobre aumentos de extremos en precipitaciones. Noviembre del 2002, diciembre del 2002, y enero del 2003 fueron los meses más secos de Minneapolis-St Paul's en su historia registrada. A esto le siguieron los meses que van desde junio a octubre que fueron los más lluviosos en más de 100 años. En diciembre del 2002, Omaha experimentó su primer mes sin registrar lluvias en cantidades medibles. En marzo del 2003, habiendo soportado el año más seco de su historia registrada en 2002, Denver, Colorado, registró 76 centímetros de nieve en una tormenta. Algunas áreas de la parte delantera de la sierra, amenazada por la sequía, recibieron hasta 10 pies de nieve en una misma tormenta. Luego de esa tormenta, el clima seco retornó.
Aproximadamente la mitad de los Estados Unidos estuvo bajo serias condiciones de sequía durante el verano del 2002. La sequía fue ocasionalmente interrumpida por lluvias torrenciales. El 13 de septiembre del 2002, por ejemplo, Denver, amenazado por la sequía, fue inundado por diluvios provenientes de una tormenta eléctrica de rápido movimiento que causó inundaciones generalizadas.
Eventos similares ocurrieron en Salt Lake City. Diez días después, un chaparrón inundó a Atlanta, igualmente amenazada por la sequía. El 10 de septiembre del 2002, el equivalente a seis meses de lluvias, cayó en tan solo unas horas en los departamentos de Gard, Herault y Vaucluse en el sur de Francia, ahogándose al menos 20 personas. En el pueblo de Sommieres, cerca de Nimes, un arroyo usualmente pequeño se desbordó hasta alcanzar una anchura de 300 metros, interrumpiendo el tráfico terrestre.
Los suburbios de Chicago recibieron entre 20 y 33 centímetros de lluvia en la noche del 12 de agosto del 2002, en un verano que incluyó inundaciones devastadoras en Praga y Dresden, como también en partes del sur de China. La India tuvo un monzón variable, algunas áreas se inundaron mientras que otras experimentaron sequías. Las inundaciones severas de Europa durante el 2002, quizá sean un indicador de un patrón emergente, de acuerdo a Jens H and Ole B. Christensen, quienes modelaron patrones de precipitación en Europa bajo condiciones de calentamiento que quizá sean prominentes en el área, desde el 2070 hasta el 2100. "Nuestros resultados", escribieron en Nature, "indican que los episodios de inundaciones severas pueden volverse más frecuentes, a pesar de la tendencia general hacia veranos más secos". La tendencia hacia la sequía o las inundaciones se intensificará ya que el calentamiento distorsiona el ciclo hidrológico. Una atmósfera en calentamiento, va a contener mayor vapor de agua, que va a proveer un mayor potencial para liberar calor latente durante la formación de los sistemas de baja presión, con lo cual posiblemente se intensifiquen esos sistemas y también haga que haya más agua disponible para precipitaciones." Escribieron Christensen y Christensen.
La cantidad de precipitación media anual en los Estados Unidos ha venido aumentando de 2 a 5 % por década, de acuerdo al científico atmosférico Ken Trenberth y sus colegas (que escriben en el boletín de la sociedad meteorológica americana Bulletin of the American meteological Society) con "la mayor parte del aumento relacionado con la temperatura y, por lo tanto con la capacidad atmosférica de retención de agua…… existe una clara evidencia de que las medias de precipitaciones han cambiado en Estados Unidos….se esperan menos lluvias – o nevadas- pero más intensas". Las tormentas individuales se verán fomentadas por el desprendimiento de calor latente, que proporciona aún mayor humedad a las tormentas individuales.
Generalmente, las mayores temperaturas aumentan la evaporación, con algún enfriamiento compensatorio cuando hay agua disponible. El aumento en la evaporación intensifica la sequía, la cual, hasta cierto grado, se agrava a sí misma a medida que la humedad se va agotando llevando a "un aumento del riesgo de olas de calor e incendios en asociación con esas sequías, ya que una vez que la humedad de la tierra se ha agotado, entonces todo el calor se dirige al aumento de la temperatura y al marchitamiento de las plantas."
En regiones montañosas, escribió Trenberth, " Los "glaciares" (snowpack) son un recurso vital, no solo para los esquiadores, sino como una fuente de agua fresca en la primavera y en el verano, cuando la nieve se derrite. El calentamiento, acorta la temporada de nieve con más precipitaciones cayendo en forma de lluvia y no de nieve; derritiendo más temprano la nieve que hay; y causando mayor evaporación y desgaste. Todos estos factores contribuyen a disminuir los glaciares. En el verano del 2002, en la parte oeste de Estados Unidos, unos glaciares excepcionalmente pequeños y la subsiguiente baja humedad de la tierra, probablemente han contribuido sustancialmente a la intensa sequía generalizada, debido a la importancia del reciclado ( en el ciclo hidrológico). ¿Podría ser éste un signo del futuro?
Las compañías aseguradoras, cuyo negocio es apostar en el futuro, están mirando el clima, y están preocupadas.
Documento de posición sobre adaptación al Cambio Climático
14/07/08 Por Oilwatch
Hace poco las Naciones Unidas reconoció al cambio climático como un asunto de trascendencia con respecto a los derechos humanos. Esto muestra una vez más la importancia que este tema ha alcanzado en las esferas internacionales. Sin embargo, del discurso a los hechos hay un gran trecho, puesto que una cosa son las declaraciones oficiales y otras son las soluciones que se presentan frente a los desastres climáticos.
Hace poco las Naciones Unidas reconoció al cambio climático como un asunto de trascendencia con respecto a los derechos humanos. Esto muestra una vez más la importancia que este tema ha alcanzado en las esferas internacionales. Sin embargo, del discurso a los hechos hay un gran trecho, puesto que una cosa son las declaraciones oficiales y otras son las soluciones que se presentan frente a los desastres climáticos.
Esto se evidenció en diciembre del 2007 en Bali, durante la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático (UNFCCC) y del Protocolo de Kioto (PK), pues está claro que los países que más contaminan no están interesados en cumplir con los compromisos establecidos en las negociaciones internacionales sobre clima y ahora aspiran a diseñar nuevos acuerdos para el escenario post 2012, año en el que termina el primer periodo del protocolo (post-Kioto). Todo está forjado a través de mecanismos para la mitigación y ahora para la adaptación al cambio climático con los que evitan reducir las emisiones reales, y permitirán nuevos negocios climáticos. Los países que tienen obligaciones de reducir las emisiones de los gases con efecto invernadero han hecho muy poco, y lo están haciendo mal, mientras que aparecen como acciones positivas.
El Protocolo de Kioto ha fallado, ignora deliberadamente a los hidrocarburos como parte de los orígenes del problema y propone falsas y perversas soluciones. El mercado de carbono y una serie de otras supuestas soluciones como los organismos genéticamente modificados, los sumideros de carbono, la fertilización de los océanos, el almacenamiento de carbono, los agrocombustibles, entre otros, han sido formulados para dejar de lado a la industria petrolera, el sector número uno culpables del calentamiento global. Estos mecanismo aspiran a transferir las responsabilidades y los impactos al Sur, creando nuevas amenazas para los pueblos, como la conversión de territorios indígenas en plantaciones, el pillaje de tierras y desplazamientos forzados de poblaciones locales; estos mecanismos permiten la entrega de bosques a las empresas, la privatización de áreas protegidas y zonas frágiles y de bosques naturales y la ocupación de tierras campesinas y agrícolas y la privación de sus derechos, sustento y formas de vida tradicionales a las comunidades locales. Todo esto significa un subsidio para la industria y los contaminadores y un estímulo para los países energívoros a mantener sus modelos de producción y consumo.
Las catástrofes ambientales son una realidad, y la adaptación a los cambios climáticos -uno de los 4 bloques temáticos de las negociaciones (los otros son mitigación, transferencia de tecnología y financiación e inversiones)- es algo que todos los países deben hacerlo. En le caso de los países más vulnerables, como son los países del Sur, es una necesidad.
Para eso, Bali decidió consolidar el Fondo para la Adaptación (Adaptation Fund), cuya secretaría estará en el Global Environmental Facility (GEF), y al Baco Mundial como tenedor del fideicomiso. El Fondo de Adaptación está compuesto por un grupo de 16 países miembros rotativos.
Para la mayoría de los países del Sur, el tema de la adaptación es crucial pues de ella depende la supervivencia de miles de pueblos y comunidades. Frente a esto, su mayor exigencia es contar con fondos e instituciones especializadas para aplicar los planes y proyectos que les permitan enfrentar los desastres climáticos, como necesidades de infraestructura, tecnológicas o de seguridad ciudadana. De hecho los planes de adaptación deberán ser incluidos en los planes de desarrollo de los países más vulnerables ya afectados.
A nivel internacional el Programa de Nairobi sobre Adaptación (Nairobi Work Programme on Adaptation), es uno de las iniciativas de las Naciones Unidas para preparar los materiales técnicos sobre de este tema, siendo ahora un requerimiento el desarrollo de programas regionales, nacionales y locales.
¿Cuanto costaría la adaptación?
De acuerdo a los estudios de las Naciones Unidas se calcula que se necesitaría invertir anualmente lo siguiente:
* Agricultura, forestería y acuacultura: 14.000 millones US$
* Agua: 11.000 millones US$
* Salud humana: 5.000 millones US$
* Zonas costeras: 11.000 millones US$
* Infraestructura: 8.000 a 130.000 millones US$
¿Quién debe pagar los costos de adaptación?
Ya existen varios fondos para la adaptación bajo la UNFCCC y el PK en particular para países empobrecidos con un total de algo más de 300 millones de dólares.
1. El Fondo para Países Menos Desarrollados que ha apoyado los Programas Nacionales de Acción para la Adaptación en los países LDC y que recibe fondos de contribuciones voluntarias de países del Norte.
2. El Fondo Especial para el Cambio Climático para países en desarrollo.
3. Fondo Estratégico para la Adaptación que consta de 50 millones del GEF para proyectos pilotos y de fondos de agencias de cooperación bilateral que ascienden a más de 100 millones.
4. El Fondo para la Adaptación para actividades concretas de adaptación (2% de los beneficios de los proyectos de Mecanismos de Desarrollado Limpio (MDL) de Kioto como de donantes particulares, para lo cual la Unión Europea propuso en Bali que sea el Banco Mundial y el Global Environmental Facility (GEF) los encargados de su administración. Con el Fondo de Adaptación ratificado en Bali, quienes causan los desastres climáticos nos obligarán a aplicar más nefastos proyectos MDL para justificar los fondos de adaptación.
Pero son los países industrializados quienes deben pagar la adaptación al cambio climático a los países del Sur, tanto por que así lo establece la UNFCCC (Arts. 4.3 y
4.4) como por el reconocimiento de la existencia de una deuda ecológica que tienen estos países con los pueblos de los países en el Sur. Actualmente se calcula que los costos de adaptación podrían alcanzar entre de 50.000 y 100.000 millones al año. Las desigualdades e injusticia climática nuevamente aparece en la esfera de la adaptación pues mientras en algunos países del Norte ya se están planificando y ejecutando infinidad de proyectos multimillonarios en otros países los pueblos siguen sufriendo devastadoras inundaciones, sequías, plagas, enfermedades y desplazamientos forzados (se calcula que ya hay más de 25 millones de refugiados por el clima). Por ejemplo, el PNUD en uno de sus informes señala la ayuda multilateral para adaptación solo alcanza 26 millones de dólares, lo que representa tan solo lo que Reino Unido destina a la semana como defensa frente a las inundaciones. Es lo que Desmond Tutu, Obispo sudafricano llamó el "apartheid" de la adaptación.
El principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas que establece la
Convención de Cambio Climático, debería también acompañarse con un trato justo en materia de adaptación incluida la obligación de transferencia tecnológica y de fondos del Norte al Sur, donde se pueda ejercer una capacidad soberana de decidir cuáles tecnologías, cuándo, cómo, bajo qué prioridades y que signifique el reconocimiento histórico de la apropiación ilegal e ilegítima de la atmósfera y la responsabilidad por los daños del calentamiento global.
Pagar los costos de adaptación es una forma de resarcir la deuda ecológica con el
Sur. Además debemos exigir que los daños ya causados sean reparados e indemnizadas las poblaciones afectadas.
¿Quienes se benefician con estos planes de adaptación?
* En primer lugar los países del Norte que piensan que basta con destinar algunos fondos para la adaptación en el Sur, en lugar de reducir sus emisiones en sus países.
*Las empresas petroleras pues sus intereses no se verán afectados y están destinando fondos para la adaptación como una manera de lavar su imagen de culpabilidad.
*Las empresas de construcción de infraestructura.
* La gran industria agrícola que abastece la ayuda alimentaria mundial y que aspira a que los países afectados vean reducida su producción de alimentos
(50% en la producción agrícola para el 2020 y del 90% hasta el 2100 en África; un 30% en Asia para el 2050 y 30% en América Latina en el 2080)
* Empresas biotecnológicas pues aspiran a que la transferencia tecnológica incluya a los organismos genéticamente modificados supuestamente resistentes a sequías, enfermedades, etc.
*La industria farmacéutica que lucrará de la venta de vacunas y medicamentos que se verán obligados a comprar los gobiernos del Sur para suplir los planes de salud pública para la prevención y control de enfermedades; aquellos países que han formados tratados de libre comercio serán los más afectados pues estarán sujetos a rigurosas normas de propiedad intelectual.
* Las empresas que quieren controlar las fuentes de agua
*Las transnacionales de la conservación que buscan administrar bosques protectores, y otros ecosistemas que permiten paliar los impactos del clima
* Las empresas de seguros
* El sector financiero que considerará la entrega de préstamos a personas que tendrán que proteger y reforzar sus viviendas, a los agricultores que se verán obligados a adquirirlos para proteger sus cosechas, con el riesgo de perder sus tierras al verse imposibilitados de pagar los créditos
* La industria militar y de seguridad que creará escenarios propicios para intervenir y proteger espacios estratégicos
* Las empresas consultoras especializadas en cálculos de riesgos
* La banca internacional pues nuestros países se endeudarán para estos fines.
¿Qué buscan los planes de adaptación?
Quienes están más interesados en aplicar estos planes proponen una serie de pasos y actividades entre los que se encuentran:
* La transferencia y desarrollo de tecnologías (OGM, plantaciones, etc.)
* El establecimiento de ambientes y ecosistemas adecuados para esta transferencia y el desarrollo de planes piloto
* La búsqueda y consecución de incentivos para la empresa privada
* La adquisición y concreción de derechos de propiedad intelectual a través de licencias de tecnológicas "bajas en carbono" y de infraestructura; es decir los desastres climáticos como una nueva fuente de beneficios monopólicos
* Liberar más el comercio pues sostienen que es necesario eliminar o reducir las barreras para bienes y servicios ambientales cuya función sea mitigar y facilitar la adaptación y desarrollar un mercado de carbono eficiente basado en el régimen de comercio internacional. Aquellos países que han firmado tratados de libre comercio o acuerdos de Asociación tendrán mayores problemas, pues están atrapados bajo los candados a los que han sido sometidos.
* Abrir nuevas ventanillas financieras para flujos de capitales provenientes de la banca multilateral, es decir mayor deuda externa
El Banco Mundial y sus negocios de adaptación
El Banco Mundial (BM) es uno de los financiadores públicos mas grandes de la industria fósil y uno de los mayores intermediarios en el mercado de Carbono.
Desde 1992 hasta el 2004, el grupo del Banco Mundial había aprobado 11.000 millones de USD para mas de 120 proyectos de energía fósil (proyectos que significan el 20% de todas las emisiones globales por año). En el mercado de
Carbono, el BM controla actualmente cerca de 2.000 millones de USD, con una ganancia de un 13% sobre cada transacción. Y ahora será el administrador de más de 50.000 millones de dólares que necesitarán anualmente los países del Sur para adaptarse al cambio climático.
Pero el Banco Mundial tiene sus propios planes pues insiste en que una buena parte de estos costos de adaptación tendrían que ser cubiertos no solo con Ayuda Oficial al Desarrollo-AOD sino con créditos directos o con inversión extranjera directa.
Es decir, más deuda externa, más condicionalidades y seguramente más negocio para las empresas transnacionales; es decir, más impactos sociales y ambientales o lo que es lo mismo, más deuda social y ecológica del Norte con el Sur.
Formas de financiar la adaptación en el Sur, según en BM (en millones US$):
* AOD y financiación en condiciones "favorables" 4.000-8.000
* Inversión extranjera directa 2.000-3.000
* Inversión nacional 3.000-30.000
* Coste total anual de la adaptación 9.000-41.000
El BM ha propuesto la creación de los Climate Change Investment Funds (CIFs) que consisten en tres fondos específicos para inversiones en cambio climático:
* El Fondo para Tecnologías Limpias con 5 a 10 mil millones $
* El Fondo de Adaptación (Fondo Piloto para la Resiliencia [1] Climática) de 500 millones, junto con el Fondo Estratégico par el Clima
* El posible fondo para Inversiones en Bosques y cambio climático
Para muchas organizaciones estos fondos que se alimentarán con donaciones privadas entrarán en conflicto con el Fondo para la Adaptación de Bali creado por las NNUU.
Sin embargo tampoco el Fondo de las NNUU es una garantía para el beneficio de los más afectados. Todos estos fondos tratan de lucrar de la miseria y afectación de los más empobrecidos y solo sirven para crear nuevos mercados y formas de lucro gracias al clima.
Debemos alertar también que la Banca Regional como el BID ya se encuentra exigiendo la incorporación en los planes de desarrollo o en los proyectos que financia la obligación de incluir un fondo para cubrir los riesgos climáticos. Es decir que de esta manera los países que adquirimos créditos con ellos estaríamos cubriendo cualquier contingencia que significarían riesgos climáticos para los proyectos en los que invierten.
Nuevos partnerships para el cambio climático
El GEF mantiene también algunos fondos para la adaptación al cambio climático con cerca de 280 millones de dólares, muchos de estos se ejecutan a través de
Asociaciones Público-Privadas APP, o partnerships.
*El Fideicomiso para Prioridades Estratégicas para la Adaptación (Strategic
Priority for Adaptation Trust -SPA)
* El Fondo Especial para el Cambio Climático (Special Climate Change Fund
-SCCF)
* El Fondo para Países Menos Desarrollados (Least Developed Countries Fund
-LDCF)
1 Ahora se tiende a llamar RESILIENCIA el grave problema de adaptarse al cambio climático. De acuerdo a su acepción, la resiliencia sería la capacidad de los pueblos a seguir viviendo a pesar de los traumas que significan los desastres climáticos. Significa que los pueblos del Sur debemos seguir encajando en los planes del Norte de seguir manteniendo sus estilos de vida depredadores y energívoros. Los expertos sicólogos dirían que es una forma de "ajuste saludable a la adversidad".
El GEF está encargado de buscar más fondos en empresas y entre los organismos multilaterales y bilaterales.
¿Qué tipo de adaptación requerimos en el sur?
Debemos hacer una crítica a los planes del PK en cuanto al financiamiento para la adaptación pero también a los planes de transferencia tecnológica para estos fines pues estos planes reproducen modelos que dependencia y de dominación del Norte hacia el Sur. Frente a esto es necesario visibilizar y apoyar las iniciativas de adaptación locales, como las de comunidades que mantiene formas de agricultura sustentable, o pueblos indígenas y pescadores que conservan los bosques como barreras naturales.
Mantener y rescatar el conocimiento tradicional es básico. Durante miles de años los pueblos en el Sur han sabido adaptarse a lo cambios del clima. Comunidades ribereñas a lo largo de los siglos se han adaptado a las crecidas periódicas de los cursos de agua, han podido resolver diversos problemas hidráulicos, conocían de ingeniería para captación de agua; poblaciones semi nómadas de las selvas migraban de acuerdo a las inundaciones estacionales; pueblos que vienen el ártico pueden reconocer fácilmente lugares con capas de hielo seguro; millones de campesinos conocen del manejo de las semillas cuando hay heladas o sequías y las almacenan; o, pastores nómadas migran hacia oasis en temporadas sin lluvias.
Estos y muchos otros conocimientos deben ser sujetos de cuidado y respeto pues no son hechos aislados, forman parte de un bagaje de conocimiento que son la base de la adaptación natural de los pueblos a los cambios de la naturaleza. Ahora, que el cambio climático ocurre con violencia y es impredecible, estos conocimientos nos pueden ayudar a enfrentarlo.
Cualquier plan de adaptación deberá considerar a la gente local, sus necesidades, sus propias capacidades y saberes locales, el respeto a los derechos colectivos y respetar la voluntad de los pueblos indígenas y campesinos ante la aplicación de propuestas concretas de adaptación.
En Bali los pueblos indígenas manifestaron sus inquietudes sobre los esquemas de mitigación y adaptación pues están basados en mecanismos de mercado y porque pueden devastar las tierras y territorios indígenas y causar mayores violaciones a sus derechos.
Es prioritario conocer cuáles con las vulnerabilidades reales, el uso de tecnologías adecuadas, valorar la información y prácticas tradicionales en el diseño de los planes y una intervención directa de los gobiernos locales y nacionales.
Debemos denunciar los planes de adaptación que nos quieren imponer
La hipócrita "ayuda" para la adaptación debe ser denunciada y rechazada por los pueblos pues constituyen nuevas formas de dominación y control de nuestros recursos y economías. Debemos estar alertar solo ante los planes que vienen desde el Banco Mundial, sino también los programas que nacen del Protocolo de Kioto. Debemos exigir que la adaptación sea costeada por lo que los países del Norte que nos deben por el consumo de combustibles fósiles y por los desastres climáticos. La adaptación debe ser través de fondos con manejo soberano, sin condicionalidades, y desde lo local. Los pueblos deben decidir cuáles son sus prioridades.
Los gobiernos y países del Norte quieren ahorrarse mucho dinero mientras que los gobiernos del Sur solo quieren pedir limosnas. Limosnas en transferencia tecnológica, limosna para los planes de adaptación, pero son limosnas que se convierten en grilletes para los pueblos del Sur.
¡Por el reconocimiento de la deuda de carbono y por el cambio Climático!
¡Justicia climática ahora! www.ecoportal.net
Referencias:
[1] Ahora se tiende a llamar RESILIENCIA el grave problema de adaptarse al cambio climático. De acuerdo a su acepción, la resiliencia sería la capacidad de los pueblos a seguir viviendo a pesar de los traumas que significan los desastres climáticos. Significa que los pueblos del Sur debemos seguir encajando en los planes del Norte de seguir manteniendo sus estilos de vida depredadores y energívoros. Los expertos sicólogos dirían que es una forma de "ajuste saludable a la adversidad".
Bibliografía:
GEF. FINANCING ADAPTATION ACTION November 2007. Global Environment
Facility. Washington.
OILWATCH. Debt and Oil. December 2007.
OXFAM. Adaptarse al cambio climático. Informe 104. Mayo del 2007.
http://www.oxfam.org/es/policy/briefingpapers/bp104_cambio_climatico
TWN Info Service on Climate Change www.twninside.org
UNITED NATIONS. "Los derechos humanos y el cambio climático". 7/…
Consejo De Derechos Humanos. 7mo período de sesiones. Tema 9.
Promoción y protección de todos los derechos humanos,
Civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido
El derecho al desarrollo. A/HRC/7/L.21/Rev.1. 26 de marzo de 2008
UNITED NATIONS. UNFCCC. Climate Change: impacts, vulnerabilities
And adaptation in developing countries. 2007
United Nations. UNFCCC. Cross-chapter case study. In: Climate Change
2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. Contribution of Working Group II to
the Fourth Assessment Report of the IPCC. "Indigenous knowledge for adaptation
to climate change". Cambridge University Press, UK. Pp 864-867.
United Nations. UNFCCC. Nairobi work programme on impacts, vulnerability
and adaptation to climate change. Varios documentos. Diciembre 2007
United Nations. UNFCCC. Report of the COP13, Bali, from 3 to 15 December
2007. Addendum. Part Two: Decisions adopted by the Conference of the Parties)
FCCC/CP/2007/6/Add1, 14/03/2008
Cambio climático grave pero ignorado
Irwin Loy
Las lluvias monzónicas fueron benignas con el agricultor camboyano Tep Va el año pasado y saciaron la sed de su preciado arrozal. Pero él no está seguro de tener la misma suerte esta temporada. "Antes no teníamos que preocuparnos por el estado del tiempo; ahora es un gran problema", dijo.
Hace pocas temporadas, las lluvias eran escasas. A varios kilómetros de Phnom Penh, sus cultivos resecos se marchitaron y casi un tercio de lo sembrado no llegó a la cosecha.
Muchos científicos creen que esa meteorología irregular e impredecible es efecto del cambio climático. Puede haber sequía en una temporada donde antes eran típicas las lluvias y, a la siguiente, es posible que haya más precipitaciones que las que los cultivos pueden soportar.
Ya en la carretera, el agricultor Yu Sok dijo que los habitantes de su aldea han oído sobre el cambio climático, pero no todos entienden qué implica. "Muchas personas no comprenden el cambio climático, pero sí el estado del tiempo. En el pasado, los cultivadores camboyanos siempre plantaban arroz según el estado del tiempo. Pero ahora éste cambia de un año a otro", explicó.
Nuevas investigaciones divulgadas esta semana sugieren que tales opiniones están muy arraigadas en este país del sudeste asiático. El estudio nacional, que aspira a cuantificar las percepciones públicas sobre el cambio climático en Camboya, sugiere que la mayoría cree que el fenómeno está afectando al país hoy, pero no necesariamente lo entiende.
La difusión del estudio sobre cambio climático tiene lugar mientras los líderes mundiales participan en la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados, que finalizará el viernes en la ciudad turca de Estambul. Se trata de la mayor cumbre de esta clase en 10 años.
El cambio climático es visto como una barrera cada vez mayor para el desarrollo en los países más pobres.
Camboya es uno de los 48 países menos adelantados reconocidos por la ONU como "el segmento más pobre y más débil de la comunidad internacional". Aproximadamente 80 por ciento de los camboyanos residen en áreas rurales, y la mayoría de ellos viven de la agricultura.
Noventa y cinco por ciento de los consultados informaron que los cambios meteorológicos habían afectado mucho sus vidas. "Los camboyanos dicen que el estado del tiempo y el ambiente están cambiando y que están sintiendo los efectos", concluye el estudio.
"Informan que los eventos meteorológicos extremos, particularmente las sequías, son más frecuentes y más intensas que antes, y que las temperaturas han aumentado", indica.
Los impulsores del reporte lo ven como una evaluación básica de dónde está el país en términos de conocimientos sobre el cambio climático, y hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos futuros.
Pero la mayoría no entienden cabalmente qué lo causa ni cómo adaptarse a sus potenciales consecuencias. "Hubo muchos malentendidos y lagunas en torno al cambio climático", dijo Charles Hamilton, director para Camboya del Fondo Fiduciario del Servicio Mundial de la BBC de Londres, que implementó la investigación para el Ministerio de Ambiente. "Es un concepto relativamente nuevo para Camboya", sostuvo. Por ejemplo, muchos consultados en el estudio también creían que el cambio climático era un problema local causado por la deforestación, en vez de un asunto mundial. Y muchos parecían inseguros sobre cómo responder a sus consecuencias.
Ante la pregunta de qué puede hacerse para reducir los impactos del cambio climático en sus medios de sustento, la cuarta parte de los entrevistados dijeron no saber. Otras respuestas comunes incluyeron "pedir donaciones" y "conseguir aire acondicionado".Pero la pregunta de cómo adaptarse a los efectos del cambio climático puede ser uno de los temas más cruciales que enfrente Camboya a largo plazo.
En los últimos tiempos, otros estudios han señalado a Camboya como uno de los países más vulnerables a los efectos de este fenómeno: su economía depende mucho de la agricultura y de los recursos pesqueros fluviales, también para abastecerse de alimentos, y tiene poca capacidad de adaptarse si se producen cambios repentinos en estos sectores.
Camboya tiene uno de los rendimientos arroceros más bajos de la región. En 2009, último año para el cual hay disponibles estadísticas comparativas, los agricultores camboyanos produjeron un promedio de 2.836 kilogramos de arroz por hectárea, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En comparación, Vietnam produjo casi el doble: 5.228 kilogramos.
Si el cambio climático, como algunos investigadores han pronosticado, reduce los rendimientos de los cultivos en Camboya, el país estaría mucho menos preparado que sus vecinos para absorber las pérdidas.
Es por eso que resulta crucial saber dónde y cómo elaborar las estrategias para adaptarse al fenómeno, dijo Brian Lund, director regional para Asia oriental en Oxfam radicado en Camboya. Esa organización ayudó a financiar el estudio nacional. "La mayor parte de la comunidad de aquí está formada por cultivadores, que necesitan poder adaptar sus sistemas agrícolas a los cambios en el clima", dijo Lund. "Si no se les brinda información, sus sistemas comenzarán a fallar, y eso será un gran problema para el país. Así que, desde el punto de vista de los países menos adelantados, se trata de aumentar esa capacidad para poder responder adecuadamente", agregó.
Lund dijo que la comunidad internacional debería ayudar más a que los países menos adelantados aborden el cambio climático. "Decimos esto prácticamente cada seis meses. Cuando hay una reunión importante de jefes (de Estado) planteamos que por se necesitan por lo menos 100.000 millones de dólares para la adaptación al cambio climático. Pero los socios para el desarrollo en todo el mundo no contribuyen con suficiente dinero", afirmó Lund.
Un estudio presentado en 2010 por el Banco Mundial señaló que los países en desarrollo necesitarán entre 70.000 millones y 100.000 millones de dólares anuales para adaptarse al cambio climático. La cifra es similar al presupuesto anual de asistencia exterior de los países industrializados, según el informe.
Fuente: http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98169
Movimientos sociales cuestionan mercado de carbono y creación del Fondo Verde para el Clima
Giorgio Trucchi
El Movimiento Social Nicaragüense "Otro Mundo es Posible" dio a conocer un documento elaborado en conjunto con las diferentes organizaciones que conforman el Foro Mesoamericano de los Pueblos, en el que además de cuestionar "las respuestas que se vienen formulando desde los centros de poder" para buscar soluciones a la crisis climática, se dirige al Comité de Transición para el Diseño del Fondo Verde para el Clima planteando sus inconformidades y demandas ante el inicio del proceso de discusión de este nuevo instrumento.
Después de 16 años de procesos de negociaciones oficiales alrededor del cambio climático, los resultados "han sido insuficientes". Lejos de cumplirse los objetivos de reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, establecidos en el Protocolo de Kyoto, "las emisiones han aumentado de forma alarmante, teniendo en ello una participación preponderante los países del Norte", se lee en la introducción del documento que fue entregado en Ciudad de México a los delegados del Comité de Transición.
Según Martha Flores, del Movimiento Social Nicaragüense "Otro Mundo es Posible" (MSN), lo único que se hizo en todos estos años fue "oficializar la mercantilización del carbono". Además, durante la COP 16 en Cancún (12/2010) "sólo se lograron acuerdos voluntarios y no vinculantes, como la decisión de abrir la discusión sobre un supuesto Fondo Verde para el Clima".
Con esta decisión, los países del Anexo 1 (países industrializados) deberán depositar cierta cantidad de fondos, para que los países No Anexo 1 (países en vía de desarrollo) puedan adaptarse al cambio climático para hacer frente a sus dramáticos efectos.
"Lo presentan como algo interesante, sin embargo estamos muy preocupados por el hecho de que estos fondos, de los cuales ni siquiera se conoce la cantidad, ni el mecanismo de transferencia, serán administrados de forma interina por el Banco Mundial, una de las organizaciones financieras más nocivas para nuestros países, y van a aumentar la deuda externa de los países", destacó Flores.
Para el MSN y el Foro Mesoamericano de los Pueblos (FMP), esta propuesta representa también una falsa solución del problema.
"Los mecanismos que nos pretenden imponer, como el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) y ahora el Fondo Verde para el Clima, son instrumentos con los que los países del Norte global pretenden evadir sus responsabilidades históricas.
Además, son instrumentos que conllevan el despojo del territorio, daños ambientales, la privatización de los recursos y graves afectaciones para las poblaciones y comunidades locales, que nunca son tomadas en cuenta al momento de desarrollar estos proyectos", señaló Flores.
Ante esta situación y retomando los resultados y propuestas surgidas durante la Conferencia mundial de los pueblos sobre cambio climático (4/2010) en Cochabamaba, Bolivia, las organizaciones que conforman el FMP presentaron varias demandas al recién instalado Comité de Transición.
"El Banco Mundial -continuó la activista del MSN- debe estar fuera de todo proceso vinculado al clima. Además, debe haber un reconocimiento de la responsabilidad histórica de los principales países contaminantes y la restitución y reparación de la deuda ecológica. Exigimos también que los fondos de adaptación deben ser públicos, nuevos, adicionales a la Ayuda oficial al desarrollo y no reembolsables".
Entre las demandas presentadas en Ciudad de México destaca también que el financiamiento para enfrentar el cambio climático "debe ser un 6 por ciento del Producto Bruto Global" y debe ser dirigido a la "búsqueda de un camino hacia una sociedad no-petrolera".
Finalmente, el MSN y el FMP demandaron la eliminación del Mercado del Carbono, que los recursos para la adaptación en los países en vía de desarrollo sean manejados por los mismos países, y no deben servir para "subsidiar a corporaciones y empresas".
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2011/05/nicaragua-movimientos-sociales.html
Conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio climático y los derechos de la madre tierra
François HoutartNouveaux Cahiers du SocialismeTraducido por S. Seguí
Convocada por Evo Morales, tras el fracaso de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Copenhague, convocada por las Naciones Unidas, y anterior a la de Cancún (México), que se celebrará en diciembre de 2010, tuvo lugar en Cochabamba, ciudad famosa por su lucha contra la privatización del agua en 1990, esta Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. En Copenhague se alcanzó un raquítico acuerdo, que algunos grandes países impusieron a la mayoría, y que, entre otros, Bolivia y Ecuador se negaron a firmar.
La originalidad del planteamiento de Cochabamba consistió en convocar conjuntamente a los movimientos sociales y los gobiernos. De hecho, sólo dos jefes de Estado estuvieron presentes: Evo Morales y Hugo Chávez, y dos vicepresidentes, los de Cuba y Burundi. Las delegaciones oficiales ascendieron a 47, además de algunas organizaciones internacionales, como la Secretaría de las Naciones Unidas. Estuvieron presentes 147 nacionalidades y hubo cerca de 35.500 personas inscritas, que superaron con creces las 15.000 que se esperaban. Más de 800 europeos y un número de africanos y asiáticos se vieron impedidos de tomar parte en el evento debido a la interrupción del tráfico aéreo por la actividad volcánica.
La Conferencia se celebró en la Univalle, una universidad privada situada en un suburbio de Cochabamba, que puso su campus y algunos cientos de estudiantes al servicio de esta actividad. Diecisiete grupos de trabajo -mesas- dedicados al tema central prepararon la declaración final y elaboraron informes sobre temas como los datos científicos, las causas estructurales del cambio climático, las migraciones y la deuda climática, los derechos de la Madre Tierra, un referéndum sobre el clima mundial, la creación de un tribunal internacional de crímenes contra la naturaleza, etc.
Un decimoctavo grupo de trabajo, éste no oficial, se reunió fuera del campus, en un restaurante, y trató de un asunto no incluido en la conferencia: la contradicción entre la protección de la naturaleza (la Pachamama) y las políticas extractivas (petróleo, gas y minería) de los países progresistas de América Latina. Los grupos ambientalistas e indígenas hicieron críticas muy duras, a la vez que, en general, reconocían los méritos de las políticas sociales de estos países.
También hubo cientos de talleres autogestionados, organizados por los movimientos sociales y las ONG, que se ocuparon de cuestiones diversas, tales como el papel de los bancos internacionales (Banco Mundial, BID, etc.), la cultura y el cambio climático, los glaciares, el agua, los efectos sobre la salud, los pueblos indígenas, además de muchos casos prácticos, como el Yasuní, en Ecuador (región de gran diversidad habitada por pueblos indígenas que alberga una enorme reserva de petróleo que el gobierno está dispuesto a no explotar, a condición de que la comunidad internacional le proporcione la mitad de los beneficios que la explotación pudiera aportar al país) o las operaciones mineras en Canadá, EE.UU., Australia y América Latina. La Asamblea de Movimientos Sociales también abordó varios aspectos de estos asuntos, y fue Vía Campesina quien tuvo el papel central, con su presidente indonesio, y el MST (Movimiento de Campesinos Sin Tierra) de Brasil.
El último día, una reunión conjunta entre los representantes de países y organizaciones internacionales y los movimientos y organizaciones no gubernamentales (sociedad civil) permitió la presentación de los resúmenes de varios grupos, que fueron comentados por los representantes de los diferentes gobiernos. En esta ocasión el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Platino, informó de que su país y Bolivia habían sufrido una reducción de 2,5 millones y tres millones de dólares, respectivamente, de los fondos de cooperación de Estados Unidos por no haber firmado el Documento de Copenhague. El ministro aprovechó la oportunidad para anunciar que Ecuador estaba dispuesto a otorgar a EE.UU. la suma de 2,5 millones dólares si este país ratificaba el Protocolo de Kioto.
En su discurso inaugural, Evo Morales, dio el tono de la Conferencia. Es el modo de desarrollo, dominado por los principios del capitalismo, lo que está en juego, porque es destructivo para la Madre Tierra y las comunidades humanas. Hugo Chávez afirmó, en la conclusión, que sólo el socialismo podría aportar una respuesta completa. Evo Morales proporcionó ejemplos simbólicos de las insólitas consecuencias de un modelo productivista, a la vez que se preguntaba por qué los europeos se volvían calvos, mientras que los indígenas de América Latina mantenían su cabellera, atribuyendo, de manera muy inoportuna, los cambios en la orientación sexual de los hombres a las hormonas femeninas presentes en la dieta de los pollos producidos industrialmente. La prensa boliviana particularmente hostil al régimen del presidente Morales, se apropió inmediatamente de este maná mediático para sus titulares. La prensa internacional no iba a ser menos, y, desde el New York Times a El País, expresaron una vez más a qué nivel se sitúan los medios de comunicación social cuando se trata de denigrar un proyecto que cuestiona el sistema dominante.
En la ceremonia inaugural, la representante del Secretario General de las Naciones Unidas pronunció un discurso muy comprometido. A pesar de eso, fue abucheada por gran parte de la asamblea, no por el contenido de su discurso sino porque representaba una institución que había perdido su prestigio y credibilidad como resultado de la Conferencia de Copenhague.
La declaración final1
La declaración final incluye, después de dejar constancia de una serie de hechos, un conjunto de principios y propuestas concretas. En primer lugar, propone reconocer la Madre Tierra como fuente de vida y afirmar el principio de la armonía y el equilibrio entre todos y con todo. Sobre esta base, el sistema capitalista debe ser cuestionado por cuanto ha sembrado la muerte y la depredación, contrariando así la armonía con la naturaleza y entrando en contradicción con el respeto de la vida. En efecto, este sistema ha impuesto una lógica de la competitividad, el progreso y el crecimiento ilimitado en una búsqueda sin fin de lucro que separa al hombre de la naturaleza, establece un sistema de dominación sobre ésta y convierte todo en mercancía. En su lugar, es preciso crear un nuevo sistema, basado en los principios de la complementariedad, la solidaridad y la equidad, del bienestar colectivo y de la satisfacción de las necesidades de todos, en armonía con la Madre Tierra, que reconozca al ser humano por lo que es y no por lo que tiene. En efecto, sólo puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos.
En términos prácticos, se decidió transmitir una serie de propuestas a la Conferencia de las Naciones Unidas de Cancún: la ratificación por todos los países industrializados del Protocolo de Kyoto; la reducción del 50% de las emisiones de CO2 para 2050, tomando como base los valores de 1990; la limitación a un grado centígrado de aumento, en lugar de dos, la temperatura global, a diferencia de lo previsto en Copenhague; una carta de derechos de los migrantes climáticos; y el fomento de la educación en asuntos ambientales y climáticos. También se propondrá a Cancún un conjunto de medidas concretas, tales como el desarrollo de una Declaración Universal del Bien Común de la Madre Tierra y la Humanidad, de la que se elaboró un proyecto, presentado por el padre Miguel D'Escoto, ex presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como base para la reforma de la ONU; un referéndum mundial sobre el respeto y el derecho de la naturaleza, cuyas preguntas fueron redactadas por el grupo de trabajo formado a este efecto; y, por último, el establecimiento de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental.
Cuestiones pendientes
Aunque la Cumbre de Cochabamba ha permitido plantear preguntas fundamentales y promover el pensamiento y las propuestas políticas, siguen pendientes, como en cualquier proceso en curso, una serie de cuestiones que deben resolverse en el futuro. Conviene mencionar dos, una de orden teórico y otra, práctico. Las reflexiones que siguen a continuación podrían servir como hipótesis de trabajo.
En el plano teórico, es la concepción de las relaciones entre la Humanidad y la Naturaleza lo que está en juego, y por tanto también el vocabulario utilizado. Sin duda no es el término Madre Tierra lo que ha planteado un problema; de hecho, ya había sido aprobado por unanimidad por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2009, cuando el 22 de abril, fecha elegida también para la clausura de la Cumbre de Cochabamba, fue declarado Día de la Madre Tierra. Sin embargo, algunas voces pidieron, durante la Conferencia, una extensión del concepto. Es sobre todo, el texto de la introducción del documento de la Conferencia y algunos discursos, los que de forma muy explícita, iban más allá de lo metafórico, hasta asignar a la Madre Tierra las características de una persona viva, capaz de escuchar, responder, de ser amada, y, por esta misma razón, ser sujeto de derecho. La declaración final -el Acuerdo de los Pueblos-llama a la revalorización de la sabiduría y los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas, y a reconocer la Madre Tierra como un ser viviente con quien tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual. La declaración habla, entre otras cosas, del derecho de la Madre Tierra a la vida y la existencia, a ser respetada, a poder continuar sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas, y a mantener su identidad e integridad con sus seres diferenciados e interactivos.
Es obvio que no se trata de cuestionar la necesaria armonía entre la Naturaleza y la Humanidad o la necesidad de regeneración del planeta, ni de aprobar el concepto capitalista de explotación destructiva de la naturaleza, de acuerdo con un desarrollo entendido como un crecimiento material ilimitado. No se trata tampoco de la necesidad de revisar una filosofía de esta relación que hace caso omiso de las otras especies vivientes y de la capacidad de reproducción del equilibrio de la naturaleza. No podemos aceptar tampoco el desprecio y la marginación de culturas pueden aportar a la humanidad de hoy una crítica salvífica, tanto de las relaciones de explotación que vehicula la lógica del capitalismo como del modelo de individualismo extremo del modelo de consumo, y de otros comportamientos que caracterizan a éste. No obstante, hay que reconocer que hay culturas diferentes. Querer expresar el cambio necesario sólo en términos de un pensamiento simbólico que tiende a identificar el símbolo con la realidad significa darse de bruces con una cultura caracterizada por el pensamiento analítico que sitúa la causalidad de los fenómenos en su ámbito específico, ya sea físico o social.
Las dos culturas existen en la actualidad. La primera con una riqueza de expresión que recuerda el poder del símbolo y la realidad de lo ideal, especialmente útil en el ámbito de la relación con la naturaleza, cuyos parámetros son perfectamente traducibles a conocimientos, actitudes y políticas, pero cuya visión del mundo es difícilmente asimilable por una cultura urbana e industrial en cualquier lugar del mundo. La segunda, que sin duda ha reducido la cultura a una racionalidad instrumental o una mera superestructura (la guinda del pastel, que diría Maurice Godelier), fortaleciendo así la lógica del capitalismo y contribuyendo a su reproducción, pero que ha permitido también el desarrollo de importantes conocimientos, útiles para resolver problemas prácticos y políticos. Al reaccionar ante las contradicciones del capitalismo, que lleva a la humanidad y la naturaleza al desastre, probablemente sería prudente permitir la expresión de diversas culturas, y aplicar el principio de la multiculturalidad en todas sus dimensiones.
Es sólo el comienzo de una reflexión, sin pretender imponer un marco de pensamiento sobre este tema, sino sólo abrir el debate y llegar a soluciones que permitan una lucha común en la diversidad y el respeto mutuo, lo que es particularmente importante en el aspecto jurídico. ¿Cómo definir el significado de los derechos de la Madre Tierra y hablar de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental? Obviamente, los conceptos jurídicos pueden evolucionar y el respeto de un equilibrio natural es esencial. Además, es preciso saber si se utiliza una metáfora para expresar una realidad concreta o si se crean nuevos conceptos para definir la armonía necesaria. Todo ello tiene consecuencias sobre la forma de formular el Derecho, precisar las responsabilidades y aplicar las sanciones.
La segunda cuestión es la planteada por el grupo número dieciocho, es decir, la contradicción entre las políticas extractivas y la defensa de la naturaleza política. Es evidente que la actividad minera implica un cierto grado de destrucción de la naturaleza, y que la producción y el uso de los recursos naturales producen daños ambientales. Por otra parte, no se puede pedir a Venezuela que detenga la explotación de su petróleo mañana mismo, o que Bolivia deje de producir gas o que Ecuador cierre sus minas de inmediato. Los ingresos de estas actividades forman la base de nuevas políticas, en particular en los planos social y cultural.
Una solución podría consistir en utilizar operativamente el concepto de transición y definirlo en términos políticos, tomando cuatro pautas básicas. En primer lugar, desarrollar una economía basada no en la extracción para la exportación, sino en el mercado nacional. Esto por supuesto, no se logra de hoy para mañana, y requiere el medio y largo plazo. Varios países ya están tomando medidas en este sentido. A continuación, establecer normas estrictas del punto de vista ecológico y social, a fin de limitar los daños a la naturaleza y garantizar el respeto de los derechos de las poblaciones. En tercer lugar, exigir de los países industriales (el Norte), para los que se lleva a cabo la mayor parte de las extracciones, que reduzcan el consumo de recursos naturales, sus emisiones de gases de efecto invernadero y apoyen los esfuerzos de los países del Sur en favor de la protección de la naturaleza y el respeto de los derechos sociales. Por último, establecer normas internacionales en estas áreas, sancionadas por un tribunal internacional, a fin de evitar que aquellos que cumplan estrictamente los principios de protección y equidad se vean penalizados económicamente. Sobre esta base, podrían conseguirse avances reales.
Lecciones de Cochabamba
La movilización popular en favor de la armonía entre la humanidad y la naturaleza, la Madre Tierra, es un requisito previo indispensable para que los responsables políticos tomen las decisiones necesarias. Con este fin, el diplomático mexicano a cargo de la preparación de la Conferencia de Cancún, Luis Alfonso de Alba, dio la bienvenida a todos los movimientos sociales. Algunos miembros de la delegación mexicana, sin embargo, no ocultaban su preocupación, temiendo que la presencia de estos movimientos perturbara la tranquilidad de los debates. Los presidentes Morales y Chávez han asegurado que presentarían los resultados de Cochabamba en sede oficial. El dossier no está cerrado, lo es quizás lo más importante.
François Houtart, sociólogo belga y profesor de la Universidad de Lovaina (Bélgica), es fundador del Centro Tricontinental (CETRI) y de la revista Alternatives Sud.
Declaración de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático y los Derechos de Madre Tierra
La siguiente es la Declaración suscrita el jueves después de tres días de deliberaciones en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra
ACUERDO DE LOS PUEBLOS
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra
Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.
De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado "Entendimiento de Copenhague" existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Asimismo se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.
Las corporaciones y los gobiernos de los países denominados "más desarrollados", en complicidad con un segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el cambio climático como un problema reducido a la elevación de la temperatura sin cuestionar la causa que es el sistema capitalista.
Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza que se aceleró con la revolución industrial.
El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma.
Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.
El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.
La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.
Requerimos forjar un nuevo sistema que restablezca la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos. Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de "Vivir Bien", reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual.
Para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:
* armonía y equilibrio entre todos y con todo
* complementariedad, solidaridad, y equidad
* bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra
* respeto a los Derechos de la Madre Tierra y a los Derechos Humanos
* reconocimiento del ser humano por lo que es y no por lo que tiene
* eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo
* paz entre los pueblos y con la Madre Tierra.
El modelo que propugnamos no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero de ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el planeta es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30% la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030.
En un sistema interdependiente del cual los seres humanos somos uno de sus componentes no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra.
Para ello proponemos el proyecto adjunto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra en el cual se consignan:
* Derecho a la vida y a existir;
* Derecho a ser respetada;
* Derecho a la continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;
* Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
* Derecho al agua como fuente de vida;
* Derecho al aire limpio;
* Derecho a la salud integral;
* Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos;
* Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable.
* Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración causados por las actividades humanas.
La visión compartida es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para hacer efectivo el Artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que determina ?la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas para el sistema climático? Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.
Enfatizando la necesidad de acción urgente para lograr esta visión, y con el apoyo de los pueblos, movimientos y países, los países desarrollados deberán comprometerse con metas ambiciosas de reducción de emisiones que permitan alcanzar objetivos a corto plazo, manteniendo nuestra visión a favor del equilibrio del sistema climático de la Tierra, de acuerdo al objetivo último de la Convención.
La "visión compartida" para la "Acción Cooperativa a Largo Plazo" no debe reducirse en la negociación de cambio climático a definir el límite en el incremento de la temperatura y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que debe comprender de manera integral y equilibrada un conjunto de medidas financieras, tecnológicas, de adaptación, de desarrollo de capacidades, de patrones de producción, consumo y otras esenciales como el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.
Los países desarrollados, principales causantes del cambio climático, asumiendo su responsabilidad histórica y actual, deben reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, como base para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este marco exigimos a los países desarrollados que:
* Restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera mediante la reducción y absorción de sus emisiones.
* Asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico restringido.
* Se hagan responsables por los cientos de millones que tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus países.
* Asuman la deuda de adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones.
* Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.
El enfoque debe ser no solamente de compensación económica, sino principalmente de justicia restaurativa: es decir restituyendo la integridad a las personas y a los miembros que forman una comunidad de vida en la Tierra.
Deploramos el intento de un grupo de países de anular el Protocolo de Kioto el único instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.
Advertimos al mundo que no obstante estar obligados legalmente las emisiones de los países desarrollados en lugar de reducir, crecieron en un 11,2% entre 1990 y 2007.
Estados Unidos a causa del consumo ilimitado aumentó sus emisiones de GEI en 16,8% durante el periodo 1990 al 2007, emitiendo como promedio entre 20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más de 20 veces las emisiones de un habitante de África Subsahariana.
Rechazamos de manera absoluta el ilegitimo "Entendimiento de Copenhague", que permite a estos países desarrollados ofertar reducciones insuficientes de gases de efecto invernadero, basadas en compromisos voluntarios e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4ºC.
La próxima Conferencia sobre Cambio Climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la enmienda al Protocolo de Kioto, para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013 a 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas de al menos el 50% respecto al año base de 1990 sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación que enmascaran el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.
Requerimos establecer primero una meta para el conjunto de los países desarrollados para luego realizar la asignación individual para cada país desarrollado en el marco de una comparación de esfuerzos entre cada uno de ellos, manteniendo así el sistema del Protocolo de Kioto para las reducciones de las emisiones.
Los Estados Unidos de América, en su carácter de único país de la Tierra del Anexo 1 que no ratificó el Protocolo de Kioto tiene una responsabilidad significativa ante todos los pueblos del mundo por cuanto debe ratificar el Protocolo de Kioto y comprometerse a respetar y dar cumplimiento a los objetivos de reducción de emisiones a escala de toda su economía.
Los pueblos tenemos los mismos derechos de protección ante los impactos del cambio climático y rechazamos la noción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación a los impactos provocados por las emisiones históricas de los países desarrollados, quienes deben adaptar sus estilos de vida y de consumo ante esta emergencia planetaria. Nos vemos forzados a enfrentar los impactos del cambio climático, considerando la adaptación como un proceso y no como una imposición, y además como herramienta que sirva para contrarrestarlos, demostrando que es posible vivir en armonía bajo un modelo de vida distinto.
Es necesario construir un Fondo de Adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados. Bajo este Fondo se debe valorar: los impactos y sus costos en países en desarrollo y las necesidades que estos impactos deriven, y registrar y monitorear el apoyo por parte de países desarrollados. Éste debe manejar además un mecanismo para el resarcimiento por daños por impactos ocurridos y futuros, por pérdida de oportunidades y la reposición por eventos climáticos extremos y graduales, y costos adicionales que podrían presentarse si nuestro planeta sobrepasa los umbrales ecológicos así como aquellos impactos que están frenando el derecho a Vivir Bien.
El "Entendimiento de Copenhague" impuesto sobre los países en desarrollo por algunos Estados, más allá de ofertar recursos insuficientes, pretende en si mismo dividir y enfrentar a los pueblos y pretende extorsionar a los países en desarrollo condicionando el acceso a recursos de adaptación a cambio de medidas de mitigación. Adicionalmente se establece como inaceptable que en los procesos de negociación internacional se intente categorizar a los países en desarrollo por su vulnerabilidad al cambio climático, generando disputas, desigualdades y segregaciones entre ellos.
El inmenso desafío que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo.
El Cambio Climático ya está produciendo profundos impactos sobre la agricultura y los modos de vida de los pueblos indígenas/originarios y campesinos del mundo y estos impactos se irán agravando en el futuro.
El agro negocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático. Sus herramientas tecnológicas, comerciales y políticas no hacen más que profundizar la crisis climática e incrementar el hambre en el planeta. Por esta razón rechazamos los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual sobre la vida, los paquetes tecnológicos actuales (agroquímicos, transgénicos) y aquellos que se ofrecen como falsas soluciones (agrocombustibles, geoingeniería, nanotecnología, tecnología Terminator y similares) que únicamente agudizarán la crisis actual.
Al mismo tiempo denunciamos como este modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la Soberanía Alimentaria y profundizando la crisis socioambiental.
Exigimos reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua y apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental.
La definición de bosque utilizada en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual incluye plantaciones, es inaceptable. Los monocultivos no son bosques. Por lo tanto, exigimos una definición para fines de negociación que reconozca los bosques nativos y la selva y la diversidad de los ecosistemas de la tierra.
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