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Las lecciones de la crisis: ¿Y ahora, qué hacemos con Wall Street? (página 9)

Enviado por Ricardo Lomoro


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– Si decido cuánto quiero invertir, ¿por qué no decidir cuánto quiero ganar? (Intereconomia – 9/7/09)

X-Trade Brókers pone a disposición de los particulares un nuevo instrumento de inversión que le permitirá establecer la cantidad a recibir en el caso de que su pronóstico sea acertado, limitando de antemano la máxima pérdida.

Si decido cuánto quiero invertir

¿Por qué no decidir la cantidad a percibir si se cumplen mis previsiones eligiendo entre diferentes mercados financieros como índices, divisas o materias primas?

X-Trade Brókers pone a disposición de los particulares un nuevo instrumento de inversión que le permitirá establecer la cantidad a recibir en el caso de que su pronóstico sea acertado, limitando de antemano la máxima pérdida.

Se trata de la implantación de un nuevo tipo de opciones más intuitivas y sencillas que las tradicionales "Vanila"; nos referimos a opciones "European Digital" y "European Digital Range". A continuación definimos brevemente las características de cada una de ellas:

Opciones "European Digital". Este tipo de opciones le permitirán obtener una cantidad prefijada si el activo sobre el que se hace el pronóstico, en una fecha preestablecida, cotiza por encima o por debajo de un determinado nivel.

Ejemplo: Si pienso que el petróleo, va a cotizar por encima de 70 dólares el día 31 de agosto, elegiré cuanto quiero cobrar si esto se cumple, por ejemplo 400 euros. Como resultado, este pronóstico me costaría 76 euros, siendo esta cantidad, por lo tanto, la máxima pérdida de mi posición. Pudiendo además cerrar la posición antes del vencimiento.

Opciones "European Digital Range". Este tipo de opciones le permitirán obtener una cantidad prefijada si el activo sobre el que se hace el pronóstico, en una fecha preestablecida, cotiza dentro o fuera de un rango determinado.

Ejemplo: Si pienso que el Ibex 35, va a cotizar dentro de un rango entre 8500 y 9000 el día 31 de Agosto, elegiré cuanto quiero cobrar si esto se cumple, por ejemplo 400 euros. Como resultado, este pronóstico me costaría 74 euros, siendo esta cantidad, por lo tanto, la máxima pérdida de mi posición.

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– ¿Qué se dice en Wall Street? (cabezas borradoras)

– Llega septiembre: la visión de los bajistas (El Economista – 27/8/09)

(Por Ainhoa Giménez, Bolságora)

El gran debate de estos días en los medios norteamericanos es si la subida va a continuar o no en septiembre, cuando vuelvan los inversores profesionales y el volumen de negocio. Hasta el propio mercado parece haberse agarrotado por esta incertidumbre, y lleva tres días parado esta semana.

¿Cuál es la opción más probable? Como siempre, hay argumentos para todo, y en Bolságora le vamos a presentar los principales para los dos bandos: hoy los de los bajistas y mañana, los de los alcistas.

El mejor ejemplo de los bajistas nos lo da uno de los tradicionales líderes de los 'osos', Doug Kass, aunque no hay que olvidar que se volvió muy alcista en marzo y, obviamente, lo ha clavado. Ahora, sin embargo, ha vuelto a su 'querencia' tradicional y piensa que la escalada del mercado ha tocado techo.

A su juicio, en marzo había signos de una recuperación económica en EEUU, había indicios de mejora en China, las ventas minoristas se habían estabilizado, la relación entre precio de la vivienda y salarios estaba en mínimos de varias décadas, el ratio entre compra y alquiler de casas en niveles del año 2000, las valoraciones estaban exageradamente bajas y el sentimiento era negativo hasta el extremo. Aun así, todo el mundo ignoró esos factores y el S&P 500 cayó por debajo de 700 puntos.

"Para la mayoría de los inversores, el miedo a estar fuera era eclipsado por el miedo a estar dentro. Pese a los factores que apuntaban a una situación menos mala, los alcistas eran muy escasos o inexistentes", recuerda.

Ahora, los inversores se encuentran en el polo opuesto de entonces, en medio del optimismo económico, la mejora de las valoraciones y el sentimiento positivo. "Para la mayoría de los inversores, el miedo a estar dentro ha sido eclipsado por el miedo a estar fuera. Los bajistas son escasos o no existen a la vista de las continuas alzas de precios", señala.

Como si se estuviera proyectando la película al revés, el movimiento alcista es persistente, las correcciones son mínimas, la liquidez en los fondos de inversión ha sido invertida y los hedge funds mantienen las mayores posiciones alcistas netas en muchos meses. "Dicho simplemente, en la actual tendencia alcista reinan la complacencia, el optimismo y un entusiasmo contagioso". Y el debate económico ha dejado de ser si EEUU está entrando en la Segunda Gran Depresión, ya que ahora la cuestión es si la recuperación es sostenible.

¿Los beneficios serán suficientes?

Kass sostiene que la principal cuestión es si el ciclo de beneficios empresariales -el principal detonante del último tramo alcista de este verano- dominará el escenario de los mercados y hará que los inversores miren más allá de los desafíos que afrontará la economía cuando los estímulos públicos se retiren y lleguen las consecuencias de esta masiva intervención estatal: subidas de tipos y de impuestos.

Muchos han aceptado que, debido a la necesidad de reponer unos inventarios históricamente bajos, los estímulos extraordinarios, y los draconianos recortes de costes, el ciclo de beneficio es tan fuerte que anulará las consecuencias negativas de estas políticas. Y otros muchos piensan que podrán salirse del mercado antes de que se acabe la fiesta y llegue la resaca.

Kass recuerda que, cuando hizo su recomendación alcista en marzo, añadió que tras el tirón inicial esperaba un período de varios años de débiles rentabilidades para los inversores. Y el fin de la alegría actual llegará en otoño, en cuanto quede claro que una recuperación económica autosostenible es muy improbable. "Una década de apalancamiento a ratios de 35 a 1 en todos los niveles públicos y privados no se puede solucionar en sólo 12 meses", argumenta. Como otros muchos analistas -ayer hablábamos de Irwin Kellner-, su escenario principal es un doble suelo de la economía, es decir, una recuperación en forma de 'W'.

Desde el punto de vista técnico, el gestor de hedge funds Rev Shark señala en RealMoney.com subraya tres importante elementos negativos para la continuidad alcista: la subida ha ido más allá de lo razonable y no hemos tenido una consolidación significativa desde principios de julio; en los últimos dos días hemos visto cierres débiles y escasas ganancias pese a las noticias positivas; y hay una fuerte especulación en los valores 'basura' y aquellos de precio bajo, lo que indica "una cierta desesperación de los inversores que buscan una exposición alcista como sea".

Mañana, los argumentos alcistas.

– Llega septiembre: la visión de los alcistas (El Economista – 28/8/09)

(Por Ainhoa Giménez – Bolságora)

Si ayer les presentábamos los argumentos de los bajistas para sostener que en septiembre va a frenarse el rally, hoy les llega el turno a los grandes ganadores del verano: los alcistas. El consenso es demasiado bajista, según Jim Cramer, y la tendencia es la tendencia.

Ayer les contábamos que las principales razones para la esperanza de los bajistas -o de los miles de inversores que se han perdido la subida y están deseando una fuerte corrección para entrar- son el exceso de confianza y de optimismo, el impacto que tendrá en la economía la inevitable retirada de los enormes estímulos fiscales y monetarios, y la necesidad de purgar unos excesos (endeudamiento, sobre todo) mucho mayores de los que se han corregido hasta ahora.

Los alcistas no tienen un argumentario tan elaborado, entre otras cosas porque su abanderado es Jim Cramer, el histriónico gurú de Wall Street capaz de vestirse de torero para recomendar Santander. Cramer es el 'siemprealcista' por definición, lo que le hace poco fiable en general… menos en las tendencias alcistas, porque entonces es el mejor guía para ganar dinero. Y no hay que olvidar en qué tipo de tendencia nos encontramos desde marzo.

Cramer es el polo opuesto de Doug Kass, el bajista impenitente, por eso se ha dedicado a escribir un artículo de respuesta a aquel en que su archienemigo desgranaba sus tesis bajistas para septiembre. El principal argumento de Cramer se basa curiosamente en la opinión contraria: a su juicio, la idea de que en septiembre el mercado va a caer es la del consenso del mercado; y como nunca ocurre lo que espera la mayoría de la gente, esta vez tampoco va a ocurrir.

"Todo el mundo dice que hay que vender en septiembre, y por eso no hay que hacerlo. A pesar de que sólo tres de los últimos 17 septiembres han sido alcistas y de que llevamos una gran subida acumulada. Hay demasiada gente en el campo bajista, y por eso cualquier corrección será moderada", opina este analista.

Ahora bien, Cramer tampoco vive en una nube y es consciente de que hay valores y sectores que han subido en exceso y deben corregir. Entre los más vulnerables, señala a los cíclicos puros con exposición a China, la tecnología que no tiene que ver con Internet móvil y los centros comerciales, que descuentan no ya una buena, sino una fantástica vuelta al cole. Tampoco se fía de las inmobiliarias salvo Toll Brothers, ni de unas petroleras que se basan en una escalada del crudo poco fiable, ni de los bancos, donde prefiere esperar a que se descubra todo lo que tienen en balance. En el otro extremo, recomienda salud, alimentación o gas natural.

La tendencia es la tendencia

Técnicamente, también hay razones para mantener la fe en que las subidas van a continuar. Ayer les contábamos que Rev Shark subrayaba elementos bajistas como la subida excesiva sin consolidación, la incapacidad para seguir subiendo pese a las buenas noticias y la excesiva especulación en los chicharros. Pero este gestor de 'hedge funds' también opina que hay dos grandes factores alcistas.

Por un lado, la extrema fortaleza de la tendencia alcista -demostrada por enésima vez ayer con la octava subida consecutiva del Dow Jones-. "Y las tendencias casi siempre duran más de lo que se piensa que durarán; desde luego, así ha sido con la actual", añade Shark. La segunda razón es que el dinero siempre ha aparecido en los recortes, y esta táctica siempre ha salido bien hasta ahora.

"Normalmente, los que compran en los recortes tienen que fallar unas cuantas veces para que se vuelvan menos agresivos. Este mercado ha recompensado de forma consistente a los que compran en la debilidad, y la confianza en que eso va a continuar sostendrá al mercado", sentencia.

La conclusión del balance entre los argumentos positivos y negativos que hace Shark es que "en algún momento veremos una severa corrección, pero el mercado no se hundirá y será muy terco en el rebote. De hecho, ha sido mucho más terco de lo que pensaba que sería. Pero yo no sería salvajemente negativo hasta que no haya una confirmación bajista de los precios". Porque, al final, nada más que el precio importa, por muchos otros factores que se consideren para estimar hacia dónde va el mercado.

– Los analistas de S&P esperan una caída del 7%-8% en septiembre (El Economista – 1/9/09)

(Por Ainhoa Giménez – Bolságora)

En el debate entre alcistas y bajistas respecto a septiembre, del que les dimos cuenta en Bolságora la semana pasada, los segundos ganaron ayer un adepto muy importante: la mismísima Standard & Poor's, la agencia de rating más importante del mundo y la gestora de índices como el S&P 500. Sus analistas de bolsa anunciaron que esperan una caída de Wall Street de entre el 7% y el 8% en septiembre.

Su estratega técnico jefe, Mark Arbeter, cree que el S&P 500 puede llegar a bajar hasta 940 puntos antes de retomar las alzas. Porque, eso sí, no contempla un cambio de tendencia, sino una mera corrección, después de la cual el índice batirá sus anteriores máximos anuales.

El estratega jefe de inversión de S&P, Sam Stovall, asegura que "los inversores tienen motivos para tener miedo", considerando la terrible historia bursátil de este mes. "Lo que no sabemos es si serán las preocupaciones sobre la temporada de resultados del tercer trimestre las que provocarán esta digestión de las ganancias, o si será el nerviosismo por el mercado chino si anticipa un menor crecimiento de la economía, pero septiembre es tan buen mes como cualquiera para sufrir un retroceso", añade.

Como saben, el nerviosismo sobre septiembre se basa en los precedentes y en la situación actual del mercado, que ha subido más del 50% desde que hizo suelo. Por ello, todo el mundo espera una corrección, si bien es verdad que los analistas llevan anunciándola casi desde abril y todavía no ha llegado.

Respecto a la historia, desde 1929 el S&P 500 ha sufrido su peor comportamiento del año en septiembre, con una pérdida del 1,3% como media, comparada con la media de todos los meses, que arroja una subida del 0,5%. Según Stovall, el comité de inversiones de S&P cree que la bolsa está entrando en un período de consolidación antes de reanudar su avance.

No hay que estar tan seguros de la caída

Pero no todo el mundo está convencido de que sea inevitable que la gran corrección llegue en septiembre. "Quizá el mercado nos está diciendo que la idea de una recuperación económica dolorosa y lenta está completamente equivocada", afirma Michael Darda, economista jefe de MKM Partners, en Barron's.

En efecto, si los datos económicos confirman que la recuperación está en marcha -y la mayoría de los que se han publicado últimamente van en esa dirección-, es posible que los agoreros se lleven una sorpresa. Y si los preanuncios de las empresas confirman que lo del segundo trimestre no fue flor de un día, más todavía.

Y no olvidemos que la tendencia alcista sigue siendo muy fuerte ni tampoco la opinión contraria: si todo el mundo piensa que el mercado va a bajar, es probable que no baje. Y si hasta S&P piensa que va a bajar, es que prácticamente todo el mundo lo cree.

– La economía cobra fuerza y surgen signos alentadores en EE.UU., Asia y Europa (The Wall Street Journal – 2/9/09)

Por Justin Lahart y Marcus Walker

Los avances del sector industrial reportados el martes en Estados Unidos, Europa y Asia se sumaron a la creciente evidencia de que la economía global se está recuperando con más fuerza que lo previsto hace apenas unos meses.

Por primera vez desde enero de 2008, un índice manufacturero clave cruzó el umbral que indica que la producción industrial aumentó en agosto. Asimismo, una serie de sondeos realizados entre gerentes de compras mostraron que la actividad manufacturera se expandió el mes pasado en China, Francia y Australia. El ritmo de contracción en otros países, como Alemania, se desaceleró marcadamente.

Las bolsas experimentaron un retroceso generalizado el martes, pero los mercados financieros han repuntado, las empresas y familias han recuperado parte de la confianza perdida y los economistas han revisado al alza sus proyecciones. Las señales positivas se acumulan. Algunas automotrices registraron en agosto sus mejores ventas en EE.UU. en más de un año al tiempo que la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios informó que el índice de ventas de viviendas que están a punto de concretarse alcanzó su mayor nivel en más de dos años.

"Hemos estado esperando una mejoría, pero la velocidad y la magnitud con la que se está produciendo es sorprendente", dijo Bruce Kasman, economista de J.P. Morgan Chase & Co. "Todos caímos en forma abrupta y todos estamos levantándonos muy bien".

La economía global, sin embargo, aún tiene un largo camino que recorrer. "En general, no creo que el cuadro haya mejorado respecto a lo que conversamos al final del segundo trimestre", manifestó John Rice, presidente de la junta directiva de General Electric Co. durante una conferencia organizada por Morgan Stanley. "La buena noticia es que no ha empeorado".

No todas las señales son positivas. Gran Bretaña anunció el martes que su sector manufacturero se contrajo en agosto. Los bancos estadounidenses siguen teniendo problemas con la cartera de préstamos incobrables. Ayer, las firmas financieras lideraron una venta generalizada que provocó una caída de casi 2% en el Promedio Industrial Dow Jones, que cerró a 9.310,60 puntos.

Uno de las mayores interrogantes es la reacción de la economía mundial una vez que se agote el gigantesco estímulo fiscal y monetario provisto por los gobiernos.

De todos modos, las condiciones actuales son mejores de lo que muchos anticipaban. A fines de julio, los economistas sondeados por Macroeconomic Advisers estimaron que el PIB de EE.UU. crecería a una tasa anualizada de 1,5% en el tercer trimestre. La estimación de la semana pasada era de 2,9%, casi el doble. En junio, economistas de J.P. Morgan calcularon que el PIB en la zona euro crecería 0,5% en el segundo semestre. Ahora, esperan una expansión de casi 3%. El Fondo Monetario Internacional revisó al alza su proyección de crecimiento global en 2010 de 2,5% a casi 3%.

En EE.UU., el Instituto de Gestión de Suministros dijo que su índice que mide el ánimo de los gerentes de compras de manufacturas subió a 52,9 en agosto después de llegar a 48,8 en julio. Cualquier cifra por encima de 50 indica una expansión.

El fabricante de semiconductores International Rectifier Corp. ha detectado un repunte de la demanda en las empresas que utilizan sus productos, como los fabricantes de computadoras y las automotrices. La compañía divulgó la semana pasada su primera ganancia después de cinco trimestres de pérdidas. Al anunciar los resultados, International Rectifier resaltó los "signos alentadores de estabilización" en América del Norte y la robusta demanda de China y Taiwán.

Gracias a una enorme inyección de estímulo fiscal, China ha superado la caída de la actividad global con más velocidad y decisión que el resto de las economías importantes. Ya han surgido señales de que la inversión de las empresas chinas está repuntando. BOE Technology Group y un consorcio de empresas estatales del país anunciaron la semana pasada una inversión de US$4.100 millones para construir una fábrica de pantallas de cristal líquido en Beijing. Aun así, las inversiones de las empresas privadas han sido más cautas, la confianza sigue siendo frágil y la euforia inicial sobre el paquete de estímulos se ha evaporado. La Bolsa de Shanghái cayó 23% en agosto ante las preocupaciones de los inversionistas sobre una desaceleración de los préstamos bancarios.

En todo caso, la reactivación simultánea del crecimiento en EE.UU., Europa y Asia podría agregarle dinamismo a la recuperación. "El repunte es real y durará entre seis y nueve meses", señala Philip Suttle, director de estudios globales del Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a varios bancos globales.

En Brasil, cifras gubernamentales dadas a conocer el lunes mostraron un alza de 2,2% en la producción industrial de julio, comparado con el mes anterior. Se trata del mejor desempeño mensual desde el inicio de la crisis.

Por otra parte, el índice de gerentes de compras de la zona euro se elevó a 48,2 en agosto, su nivel más alto en 14 meses, frente a 46,3 en julio. El hecho de que esté cerca del nivel de 50 indica que la actividad ha dejado de caer.

Los sondeos mostraron una recuperación más rápida del sector manufacturero en Alemania y Francia que en otros países que usan el euro.

Alemania y Francia son el eje de la recuperación de la región (las dos economías registraron inesperadamente crecimiento en el segundo trimestre), pero otros países, incluyendo a Italia, España e Irlanda, tienen aún serias dificultades, como un deterioro de las finanzas de los hogares y una pérdida de la competitividad internacional.

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– El estímulo de Washington surte efecto (The Wall Street Journal – 2/9/09)

(Por Deborah Solomon)

WASHINGTON—Los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para inyectar cientos de miles de millones de dólares a la economía parecen estar ayudando a ese país a salir de la peor recesión en décadas.

De todas maneras, no todos están de acuerdo sobre qué programas han producido el mayor impacto. Algunos economistas sostienen que medidas como la agresiva compra de deuda del Tesoro y valores respaldados por hipotecas por parte de la Reserva Federal (Fed), así como los esfuerzos del gobierno para apuntalar los bancos proveen un mayor impulso que el paquete de estímulo fiscal de US$787.000 millones.

La economía estadounidense empieza a mostrar señales de mejoría, en tanto que muchos economistas aseguran que lo peor ha quedado atrás y las cifras apuntan a un crecimiento mayor de lo previsto. El martes, datos mostraron que el sector manufacturero de EE.UU. creció en agosto por primera vez en más de un año. "Hay un método hacia la locura. Nosotros estamos saliendo de ella", dice Brian Bethune, principal economista financiero de EE.UU. en la firma de análisis IHS Global Insight.

Gran parte del gasto de estímulo empieza a filtrarse a través de la economía y se espera que alcance su máximo en algún momento este año o a principios de 2010. El gobierno ha inyectado alrededor de US$60.000 millones de los US$288.000 millones que prometió en deducciones impositivas para las familias estadounidenses, mientras que aproximadamente US$84.000 millones de los US$499.000 millones en gastos han sido desembolsados. Washington ha prometido cerca de US$200.000 millones para ciertos proyectos energéticos y de infraestructura.

Los economistas dicen que este dinero, combinado con la expectativa de fondos adicionales, está alimentando el crecimiento más de lo que se hubiera conseguido sin la acción del gobierno.

Muchos analistas indican que el gasto de estímulo ha desacelerado el ritmo de declive del Producto Interno Bruto en dos o tres puntos porcentuales y allana el camino para un crecimiento real en el tercer trimestre, algo que parecía casi inconcebible hace sólo unos meses. Algunos economistas dicen que la contracción de 1% en el segundo trimestre hubiera sido mucho peor, posiblemente de hasta 3,2%, si no hubiera sido por la intervención del gobierno.

Para el tercer trimestre, los economistas de Goldman Sachs & Co. proyectan que la economía estadounidense crecerá 3,3%.

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– Los grandes fondos "macro" no creen en una recuperación económica sostenida (Negocios1/9/09)

Asumen una posición bajista, frente al alza de los bonos y acciones.

(Por Cristina Alesci / Bloomberg)

Paul Tudor Jones, el multimillonario administrador de fondos que superó a sus competidores el año pasado, está apostando a que los analistas de los bancos de inversión Goldman Sachs y Morgan Stanley se han equivocado al declarar el inicio de una recuperación económica.

La firma de Jones, Tudor Investment, así como Clarium Capital Management y Horseman Capital Management, están asumiendo una posición bajista al tiempo que los precios de los bonos y las acciones de Estados Unidos suben, argumentando que el gasto récord del Gobierno podría estar evitando otra desaceleración y una venta masiva en los mercados. Las firmas supervisan inversiones por un importe total de 15.000 millones de dólares en fondos macro, que buscan beneficiarse con las tendencias económicas negociando acciones, bonos, monedas y materias primas.

"Si tenemos una recuperación, no será sostenida", dijo Kevin Harrington, director gerente de Clarium, en una entrevista en las oficinas de la empresa en Nueva York. "Esto se asemeja más a una recesión de salto de esquí: un estímulo a corto plazo creará un repunte que a la larga producirá una caída más precipitada".

La mano del Gobierno

Los mercados de valores y crédito se han recuperado por la esperanza de que la intervención del Gobierno esté sacando a Estados Unidos de la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Hasta ayer, el índice Standard & Poor"s 500 había subido un 51% desde su mínimo de 12 años en marzo. La economía crecerá a un ritmo anualizado del 2% o más en cuatro trimestres consecutivos hasta junio de 2010, la primera racha semejante en más de cuatro años, según el pronóstico mediano de cuando menos 53 participantes en una encuesta de Bloomberg News. Tudor, firma con sede en Greenwich, Connecticut, fundada por Jones a principios de los años ochenta, dijo a los clientes en una carta del 3 de agosto que la subida de la bolsa era "un alza de mercado bajista".

El débil crecimiento de la renta familiar es una de las razones para dudar de las posibilidades de supervivencia de la recuperación, dijo Tudor.

Caída de la rentabilidad

La rentabilidad de los bonos de empresa en comparación con los bonos de referencia del Tesoro estadounidense ha caído a niveles no vistos desde antes del colapso del banco de inversión Lehman Brothers Holdings en septiembre del año pasado, una señal positiva para los mercados de crédito.

"Un estímulo a corto plazo creará un repunte que a la larga producirá una caída más precipitada", dice Harrington. El diferencial de los bonos basura bajó en pasado mes de julio a unos 10 puntos porcentuales con respecto a los bonos del Tesoro, lo que los sacó de la categoría de deuda problemática por primera vez en casi un año.

"Pensamos que la recesión está terminando", dijo Abby Joseph Cohen, estratega senior de inversiones en Goldman Sachs, en una entrevista con Bloomberg Radio el 17 de agosto. El banco neoyorquino pronostica que el producto interno bruto de Estados Unidos crecerá un 2% en 2010.

Los economistas de Morgan Stanley han subido en el último mes su pronóstico de crecimiento del PIB para el trimestre actual a un 4,8% anualizado desde un 3,5% anteriormente.

Reino Unido

Las previsiones para el país británico no son mucho más halagüeñas y diversos estudios como el publicado ayer por la City de Londres apuntan a que se seguirá destruyendo empleo en el sector financiero por culpa de la crisis. El repunte de la contratación en ese sector depende del crecimiento económico, según Stuart Fraser, jefe de política pública de la City de Londres.

"Tendremos un crecimiento lento en los próximos años, y eso nos lleva a 2013, 2014", dijo en una entrevista telefónica. "Esperamos que para entonces estemos en una situación más equilibrada para acelerar el crecimiento", apuntó.

Pimco aconseja evitar los bonos de alta rentabilidad o basura

Pacific Investment Management (Pimco), la mayor gestora de fondos de bonos, asegura que los inversores deben evitar los agujeros negros del mercado de bonos basura en un momento en que están cayendo las tasas de recuperación. "Somos algo más cautos sobre los bonos de alta rentabilidad", escribió en un artículo en la página web de la firma el director general de Pimco, Curtis Mewbourne. "Una cuidadosa atención a la selección del crédito y evitar los llamados agujeros negros del crédito serán probablemente ingredientes críticos para una estrategia inversora exitosa".

Las tasas de impagos podrían subir, mientras que las de recuperación de la deuda morosa han caído por debajo del 20% desde alrededor del 40%, dijo Melbourne citando datos de Moody"s Investors Service.

Los bonos de empresa han tenido este año un curso alcista en un contexto en el que los mercados se recuperaron de la crisis financiera desencadenada por los colapsos del mercado estadounidense de la vivienda en 2007 y el de Lehman Brothers el pasado año. Pimco considera que las condiciones empresariales y económicas son peores que en el tercer trimestre de 2008, al tiempo que los diferenciales sobre el crédito han vuelto a niveles preLehman, explicó Mewbourne.

Los bonos han dado una rentabilidad a los inversores del 13% este año, según el índice Global Broad Market Corporate, de Merrill Lynch. "No creemos que tenga sentido invertir mucho en activos de alta rentabilidad ahora, dadas nuestras expectativas de que las tasas de impagos continuarán subiendo y las de recuperación permanecerán más bajas para bonistas vulnerables", dijo. "Sin embargo, hay algunas oportunidades".

Mewbourne añadió que Pimco está encontrando "valor convincente" en algunas partes del mercado de bonos de empresa. A la compañía le gustan los bonos de alta calificación crediticia de bancos y servicios públicos y de algunas energéticas. También prefiere algunas compañías mineras y de metales de alta rentabilidad que se beneficiarán de la demanda de los mercados emergentes de materias primas, afirmó. Los bonos de alta rentabilidad, o basura, están calificados por debajo de BBB- por S&P y Baa3 por Moody"s.

El sector financiero en la "City" destruirá más empleo en los próximos años

Los niveles de empleo en las empresas de servicios financieros de Gran Bretaña, Francia y Alemania no regresarán a las cifras de 2008 antes de 2013, según un estudio de la City de Londres.

El Reino Unido sufrirá los peores estragos por la pérdida de empleos y dentro de cuatro años tendrá 10.000 puestos de trabajo menos en los sectores de banca, seguros y administración de fondos que en 2008, según el informe, encargado por el municipio a cargo del principal distrito financiero del Reino Unido. Los bancos y las firmas financieras europeas han suprimido 140.000 empleos desde el tercer trimestre de 2007, cuando los mercados financieros se colapsaron tras la crisis de las hipotecas subprime, o de alto riesgo, de Estados Unidos, según datos recogidos por Bloomberg. Las compañías eliminarán unos 84.000 puestos de trabajo en Europa este año, de los cuales 35.000 empleos serán suprimidos en el Reino Unido, en la región el país con más trabajadores del sector financiero.

La producción económica del sector europeo de servicios financieros se contraerá un 6,2% este año y seguirá reduciéndose en 2010 antes de empezar a crecer en 2011, según el informe. La recuperación procederá a un "ritmo mucho más moderado" que el rápido crecimiento de 2000 a 2007, según el informe de la consultoría London Economics.

Bancos como Lehman Brothers, que quebró en septiembre del año pasado, han suprimido empleos en Londres. Lloyds Banking y Royal Bank of Scotland han eliminado unos 15.000 puestos de trabajo desde que fueron rescatados por el Gobierno.

Adair Turner, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros de Gran Bretaña (FSA), dijo la semana pasada que el sector financiero debe reducirse y pagar más impuestos para limitar la paga excesiva.

– ¿Dejarán las acciones de ser la estrella de las inversiones? (The Wall Street Journal – 3/9/09)

Algunos expertos creen que los bonos de empresas y las materias primas son opciones más rentables, incluso a largo plazo

(Por Sam Mamudi)

Durante al menos una generación, los profesionales de las finanzas han insistido con vehemencia en un pilar de las inversiones: las acciones le dan fuerza a un portafolio, mientras que los bonos proveen protección.

Ahora, algunos profesionales cuestionan esa creencia. Después del colapso bursátil del año pasado, y ante una recuperación económica posiblemente débil, argumentan que los bonos y algunos valores alternativos como las materias primas merecen mayor ponderación.

Claro que el índice Standard & Poor's 500 cerró agosto con un alza de 51% desde su mínimo en marzo y acumula un retorno de 13% en los primeros ocho meses del año. Ese repunte, no obstante, ha dejado las acciones mucho menos baratas que hace unos meses. Además, según los profesionales del sector, durante al menos los próximos años es poco probable que las acciones vuelvan a sus máximos previos, especialmente si una recuperación lenta restringe el crecimiento de las ganancias de las empresas. Aun si las acciones en general producen a largo plazo retornos más altos que los bonos, la diferencia puede no ser tan grande para justificar la mayor volatilidad de la renta variable.

Por otra parte, la clásica división 60-40 entre acciones y bonos —la fórmula que muchos fondos balanceados usan para distribuir inversiones en EEUU— ignora las clases de activos alternativos que pueden generar retornos con diferentes niveles de riesgo.

La asignación de activos debería ser "más dinámica", señala Andrew Silverberg, cogestor del fondo de inversión Alger Balanced Fund. "Hay muchas oportunidades al otro lado de los balances financieros", agrega, en referencia a los bonos corporativos.

Bonos en la delantera

A pesar de su reciente alza, las acciones estadounidenses no han tenido un buen desempeño en los últimos dos años. El S&P 500 ha caído cerca de 30% desde el 31 de diciembre de 2007. Los bonos han tenido un rendimiento muy superior. Por ejemplo, un índice de bonos estadounidenses de Barclays ha subido 10,1% durante el mismo lapso.

A los tenedores de bonos les fue mejor que a los inversionistas en acciones también en los últimos cinco años y en la última década, lo que contradice la creencia de que las acciones superan a los bonos en el largo plazo. Durante los últimos cinco años, el S&P 500 retornó un promedio de 0,1% al año, mientras que el índice de bonos de Barclays tuvo un rendimiento anual promedio de 5%. En cuanto a los últimos diez años, el índice bursátil perdió un promedio de 3,7% por año, mientras que los bonos generaron un retorno de 6,3%.

Históricamente, las acciones han tenido máximos mucho más altos pero mínimos mucho más bajos que los bonos. En su mejor año en los últimos 50 años, 1975, las acciones estadounidenses generaron un rendimiento de 37%, pero cayeron 37% en su peor año, 2008. Para los bonos, en cambio, el mejor año fue 1982, cuando tuvieron un retorno de 36%, mientras que su peor año fue 1999, cuando cayeron 6%.

En cuanto a las inversiones alternativas, el Índice Reuters/Jefferies CRB, el indicador de commodities globales más antiguo, ha producido retornos anualizados de 1,5% durante los últimos cinco años y de 8,6% durante los últimos diez. El Índice de Mercados Emergentes MSCI ha subido 50% este año y ha producido rendimientos anualizados de 17% y 10,4% en los últimos cinco y diez años, respectivamente.

Uno de los detractores más acérrimos de la idea de invertir mucho en acciones para el largo plazo es Rob Arnott, presidente de la gestora de fondos Research Affiliates, quien hace poco escribió un artículo para el Journal of Indexes que demuestra que una estrategia de inversión en bonos del Tesoro estadounidense a 20 años habría superado el rendimiento de las acciones en los últimos 40 años.

Arnott, un experimentado analista financiero, afirma que la teoría del portafolio balanceado en 60-40 se hizo popular luego del explosivo crecimiento de la bolsa estadounidense de 1949 a 1965, lo que les dio a los inversionistas la "idea equivocada de poner las acciones en el centro de nuestro universo de inversiones". Durante ese período de 17 años, el retorno anualizado del S&P 500 fue de 16,3%, mientras que los bonos subieron 1,9% al año.

En los últimos 200 años, dice Arnott, las acciones han superado a los bonos en 2,5 puntos porcentuales al año, pero la mitad de proviene de ese período entre 1949 y 1965. El ejecutivo opina que el colapso del año pasado debería ser una señal de alarma para que los inversionistas reduzcan sus inversiones en acciones y diversifiquen de forma más amplia. "No hay una sola respuesta" a la pregunta de cómo un inversionista promedio debería asignar sus recursos, explica Arnott, sin embargo recalca que la mayoría debería poner por lo menos 20% en activos alternativos. Desde 2006, Arnott en general ha estado reduciendo la exposición a acciones del fondo Pimco All Asset que administra para la gestora Pacific Investment Management Co. Para los inversionistas que están muy expuestos a las acciones, "este es el momento perfecto para mudarse a otro lugar", incluyendo a activos alternativos como las materias primas, aconseja Arnott. "Pero muchas personas seguirán el camino convencional de 60-40, y creo que eso es un error".

"Es simplemente ridículo"

Otros gestores concuerdan. "Cualquier tipo de asignación porcentual estricta no tiene sentido", asegura Steven Romick, gestor del fondo FPA Crescent Fund. "Es simplemente ridículo". Su fondo, que puede invertir en cualquier activo, tiene 38% en acciones, 28% en bonos corporativos y 7% en posiciones al descubierto; el resto está en efectivo, a la espera de ser asignado.

Para Romick, en el entorno estadounidense actual los bonos corporativos son más atractivos que las acciones. En un momento en el que los precios de las acciones están a un nivel similar a su promedio histórico tras el reciente ascenso, "no te pagan lo suficiente como para entrar al juego", dice Romick, quien agrega que "el crecimiento no va a ser bueno por varios años". Su fondo ha subido 18,2% en lo que va del año.

¿Seguir en el camino?

De todos modos, muchos profesionales de las finanzas siguen creyendo que las acciones deberían ser el componente central de un portafolio a largo plazo. Ned Notzon, presidente del comité de asignación de activos en la gestora de T. Rowe Price, opina que las acciones en general superarán a los bonos en el largo plazo. Notzon agrega que es riesgoso tratar de eludir los períodos de pobre desempeño bursátil y luego invertir mucho en acciones en épocas de bonanza. El gestor también es cauteloso hacia los bonos "debido a la cuestión inflacionaria". Como los tenedores de bonos reciben los intereses en términos nominales, un alza de la inflación disminuye tales pagos en términos reales.

El grupo de asignación de activos de T. Rowe Price, que basa sus decisiones en las perspectivas para los mercados en los próximos 18 meses, recomienda para el portafolio balanceado de la firma destinar un 65% a las acciones y un 35% a los bonos.

(Sam Mamudi es reportero para MarketWatch en Nueva York)

– Los nervios del mercado (Expansión – 3/9/09)

(Por Lex Column / FT)

No fue tanto un 'déjà vu', como un 'déjà senti'. Los inversores han sufrido recientemente un escalofrío después de que la preocupación sobre los bancos se apoderase nuevamente de los mercados.

Las bolsas mundiales han titubeado tras de seis eufóricos meses de repuntes liderados por los valores financieros, aunque la caída del 8% sufrida por el índice KBW de bancos estadounidenses apenas afecta a la subida del 155% experimentada desde mediados de marzo. Aún así, resulta irónico que los rumores de un colapso bancario volvieran justo cuando Bank of America, Wells Fargo y Lloyds Banking Group consideran que pueden valerse por sí mismos.

Apenas han pasado nueve meses desde que BofA se apresurase a aceptar otros 20.000 millones de dólares (14.000 millones de euros), más la protección frente a las fuertes pérdidas, del gobierno estadounidense. El cambio de parecer de Lloyd's llega seis meses después de acceder a participar en el esquema británico de protección de activos. Estos bancos no deberían plantearse siquiera abandonar el apoyo y las restricciones gubernamentales.

Ambos países siguen –por el momento– en recesión, con unos precios de la vivienda que, si bien están ralentizando su caída, distan de ser estables. Y lo que es más importante, la solidez de la recuperación está en duda. Una débil recuperación, o, peor aún, una recesión roubinesca en forma de w, generarían más pérdidas. Entretanto, aún sigue preocupando que la reticencia de los bancos a confesar todas las provisiones necesarias, que según los cálculos del Fondo Monetario Internacional ascenderían a 2,7 billones de dólares, implique que los balances no estarán plenamente recuperados cuando se inicie el nuevo ciclo.

El deseo de salir es algo inevitable después de que algunos bancos, como Goldman Sachs, abandonaran los programas gubernamentales devolviendo los fondos con antelación. Una importante diferencia es que este grupo de posibles fugitivos aún están digiriendo –con Merrill Lynch, Wachovia y HBOS– adquisiciones muy dañadas. Si deciden avanzar en solitario, deben abandonar cualquier esperanza de volver a solicitar ayuda estatal en caso de que aún pudieran necesitarla. Una forma poco usual de celebrar el primer aniversario de la quiebra de Lehman Brothers.

(The Financial Times Limited 2009. All Rights Reserved)

– Tras un repunte de 44% en seis meses, el Dow Jones parece vulnerable a una corrección (The Wall Street Journal – 8/9/09)

(Por E.S. Browning)

Los inversionistas estadounidenses regresan hoy del feriado del Día del Trabajo con una gran preocupación: ¿seguirá adelante el gigantesco repunte accionario de los últimos seis meses?

Habitualmente, las jornadas posteriores al Día del Trabajo han servido para reflexionar y ajustar estrategias. La realidad es que a pesar de una avalancha de gratas sorpresas tanto en el frente económico como en el empresarial, que llevaron al Promedio Industrial Dow Jones un 44% al alza desde el 9 de marzo, los mercados bursátiles aún no están en terreno firme.

Mientras las buenas noticias sigan llegando, las ganancias pueden continuar. Sin embargo, mientras mejores son las noticias, más cuesta sorprender a los inversionistas y mayor es el riesgo de que algún acontecimiento decepcionante agüe la fiesta. "Las economías del mundo ya no están al borde del abismo y el crecimiento económico parece al alcance de la mano", escribió Gordon Fowler, director general de inversión de la firma de gestión de patrimonio Glenmede Trust, en un informe a sus clientes. No obstante, tanto las personas como el gobierno deben reducir su endeudamiento, lo que "tiene el potencial de descarrilar la tendencia alcista".

La buena noticia es que una serie de factores que hace seis meses parecían bombas a punto de explotar han mostrado una paulatina mejoría.

Las empresas consideradas demasiado grandes para quebrar, como los grandes bancos y fabricantes estadounidenses, gozan de mejor salud. La demanda y los precios de las viviendas pueden estar tocando fondo, al menos en algunas regiones de Estados Unidos. Las empresas siguen realizando despidos, aunque a un ritmo menor. Los indicadores líderes de la economía, como los permisos de construcción, los pedidos de maquinaria pesada y la actitud de los consumidores, que a menudo anticipan la dirección de la economía, han empezado a repuntar.

edu.red

Neal Soss, economista jefe para EE.UU. del banco de inversión Credit Suisse, menciona la comparación que hizo el fallecido economista Milton Friedman entre la economía y una cuerda muy tensa: mientras más se estira la cuerda, mayor es la reacción en el sentido contrario. Soss opina que el vigor de la recuperación podría sorprender a los inversionistas. "Pensamos que el riesgo es que la economía, tras haber caído más hondo que en cualquier recesión después de la Gran Depresión, repunte con mayor fuerza de lo que se espera", escribió Soss en un reciente informe.

La Reserva Federal (Fed) sigue inyectando cientos de miles de millones de dólares al sistema financiero y el gobierno gasta otros miles de millones de dólares como parte de su plan de estímulo fiscal. Los analistas creen que buena parte de esos fondos han ido a parar al mercado bursátil y la llave sigue abierta.

Los pesimistas, en todo caso, tienen sus dudas. Muchos economistas, incluyendo los de la propia Fed, estiman que el crecimiento estadounidense será débil, en especial una vez que el impacto del estímulo fiscal se desvanezca. Algunos incluso temen una recaída en 2010.

Muchas pequeñas empresas aún tienen problemas para conseguir préstamos y muchos bancos regionales están en serios aprietos, señala Peter Morici, economista de la Universidad de Maryland. "El flujo de caja, el crédito y la quiebra podrían ser las palabras más populares de 2010 a medida que las empresas y los bancos más pequeños se declaren en bancarrota y la economía vuelva a caer en una recesión", afirma.

Una de las mayores preocupaciones en este sentido es la persistente debilidad del consumo en EE.UU. Aunque la deuda de los consumidores empezó a declinar como porcentaje de su ingreso disponible, sigue muy por encima de los niveles históricos.

En momentos en que el valor de los bienes raíces sigue deprimido, los bancos son renuentes a otorgar préstamos y las personas tratan de reducir el pago de intereses, cuesta imaginar que los consumidores no sigan recortando su deuda.

– Morgan Stanley y Credit Suisse comparten la idea de que "el rally todavía no ha acabado" (Expansión – 8/9/09)

Las advertencias derivadas de mercados defensivos como el oro y la deuda pública no impiden que las firmas de inversión refuercen si cabe su optimismo sobre la evolución de la renta variable. Morgan Stanley destaca que "el rally todavía no ha acabado", por lo que aconseja aprovechar las correcciones para comprar, y Credit Suisse augura subidas de otro 13% en Wall Street.

Morgan Stanley no puede ser más explícito en el título de su último informe sobre renta variable europea: "El rally todavía no ha acabado", y Credit Suisse no puede ser más conciso en sus perspectivas para Wall Street: el índice S&P 500 alcanzará los 1.150 puntos a mediados del próximo año.

La actualización de previsiones de la firma de inversión suiza contempla cerca de un año más de avances en la Bolsa de Nueva York, al igual que hicieran la pasada semana los analistas de Standard & Poor's. Desde Credit Suisse cifran el cierre de 2009 en el índice S&P 500 alrededor de los 1.100 puntos, lo que supondría un 8% de potencial alcista respecto a sus niveles actuales. Para mediados de 2010 las subidas alcanzarían los 1.150 puntos, un 13% por encima del cierre del viernes.

La firma suiza mantiene su recomendación de 'sobreponderar' sobre la renta variable estadounidense. Justifican este optimismo en la mejora económica, con numerosos indicadores macro en niveles previos a la caída de Lehman Brothers, y en la consiguiente revisión al alza en los resultados empresariales.

Credit Suisse lanza un mensaje de tranquilidad respecto a la evolución de la inflación, e identifica tres factores de riesgo que invitarían a comenzar a infraponderar la inversión en bolsa. La primera de las amenazas sería el inicio de la segunda fase en una recuperación en forma de W, una vez que la Fed suba los tipos de interés. El segundo factor citado sería un rebrote de la crisis financiera, y el tercero un 'sobrecalentamiento' de la economía de China.

Comprar en las correcciones

El informe de Morgan Stanley, referido en este caso a la renta variable europea, ofrece algunas señales de mayor cautela a medio plazo. Hasta entonces, todavía ve claras opciones de aprovechar la continuidad de la escalada bursátil.

A corto plazo, cuantifica su estrategia de aprovechar las correcciones puntuales para incrementar la cartera. La firma estadounidense explica que "compraríamos un poco más" si las bolsas europeas bajaran entre un 5% y un 10% respecto a sus máximos del pasado 28 de agosto, y empezarían a vender si alcanza el 15% de subidas.

Desde Morgan Stanley recuerdan que el rebote medio después de grandes ciclos bajistas en bolsa se sitúa, de media, en el 71% a lo largo de 17 meses, frente al 50%, en apenas seis meses, que registran los principales mercados europeos.

A la hora de identificar el final de este rally, vuelven a citar el comienzo del periodo de ajuste al alza en los tipos de interés. En este sentido añaden que su previsión es de una primera subida de los tipos por parte de la Reserva Federal en el tercer trimestre de 2010.

Por sectores, la firma estadounidense apuesta por tres opciones. La primera se basaría en combinar una estrategia de 'valor' con una elevada rentabilidad por dividendo (telecos, utilities, energéticas y aseguradoras). La segunda aprovecharía la mejora en los mercados crediticios (repetirían aseguradoras, utilities y telecos), y la tercera se centraría en sacar partido al 'efecto China', a través de las inversiones en sectores como energéticas, materiales y utilities.

– S&P prevé una corrección en bolsa previa a un ciclo alcista (Expansión – 3/9/09)

Wall Street cerrará el año por encima de los niveles actuales, aunque a corto plazo podría prolongar su reciente corrección. Las previsiones actualizadas de S&P contemplan después de estos recortes el que podría ser el inicio de un ciclo alcista, que se estabilizaría durante los próximos doce meses, con subidas adicionales cercanas al 10%.

El reciente pinchazo que ha experimentado la renta variable con el inicio de septiembre no evita que los analistas de Standard & Poor's hayan revisado al alza sus perspectivas, a medio plazo, para Wall Street.

El último informe elaborado por Sam Stovall, estratega jefe del departamento de análisis de renta variable de S&P, eleva a 1.100 puntos, desde los 1.015 puntos anteriores, el precio objetivo establecido para el índice S&P 500 a doce meses vista. De cumplirse estos vaticinios supondría un 10% de subida desde los niveles actuales.

A más corto plazo, desde la firma estadounidense auguran un cierre de 2009 en el índice S&P 500 próximo a los 1.047 puntos, un 5% por encima de la cotización con la que partirá hoy este indicador.

– Goldman prevé subidas de otro 12% en bolsa al cierre del año (Expansión – 4/9/09)

El optimismo sigue reinando entre las firmas de inversión. Si ayer S&P auguraba subidas adicionales del 5% en Wall Street hasta final de año, hoy Goldman Sachs ha mejorado sus perspectivas para las bolsas europeas, a las que otorgan ahora un potencial de revalorización del 12% para el cierre de 2009.

En las dos últimas jornadas, dos de las firmas internacionales de inversión de referencia han revisado al alza sus perspectivas bursátiles para lo que resta de 2009, en medio de los recientes amagos de corrección en los mercados.

Las mejoras, además, alcanzan a los dos principales mercados, Europa y Estados Unidos. Para el caso de Wall Street, los analistas de Standard & Poor's estimaban una subida adicional hasta final de año próxima al 5%, y al 10% a doce meses vista.

Más optimistas aún se muestran hoy desde Goldman Sachs en su actualización de perspectivas para la renta variable europea. Elevan el precio objetivo de cierre de 2009 para el índice Stoxx 600 desde los 235 puntos hasta los 260 puntos.

De cumplirse estos vaticinios, representaría una revalorización respecto a los niveles actuales del 12% hasta final de año. "Aunque a un menor ritmo", pero la firma estadounidense cree que los mercados europeos "tienden a conseguir mayores avances mientras la economía comienza a salir de la recesión".

La mejora de las previsiones bursátiles va en paralelo, además de a una evolución económica más favorable, a una revisión al alza en las estimaciones de beneficios empresariales. Según Goldman Sachs, las empresas cotizadas europeas registrarán de media un incremento del 40% en sus beneficios durante el próximo año, frente a su anterior estimación del 34%.

La firma estadounidense añade en este sentido que aunque estas últimas cifras podrían parecer muy elevadas, "no son inusuales en el primer año de recuperación".

En lo que va de año, el índice paneuropeo Stoxx 600 acumula una revalorización del 18% (por debajo del 21% que se anota el Ibex), aunque sigue presentando un balance negativo en los últimos 12 meses, del 16%.

Pero lo más inminente, antes de estas subidas, podría ser una corrección en la Bolsa de Nueva York, que llevaría el S&P 500 hasta el entorno de los 940-960 puntos, cerca también de un 5% de caídas respecto a los niveles actuales.

Una vez superada esta corrección, podría suponer "el inicio de un mercado alcista", con una recuperación que "se estabilizará en los próximos 12 meses".

– Olvídese de septiembre: octubre es el mes peligroso (El Economista – 18/9/09)

(Por Ainhoa Giménez, Bolságora)

¿Se acuerdan del miedo que tenía todo el mundo a septiembre en la bolsa? A principios de mes, todo el mundo anunciaba que este mes llegaría por fin la gran corrección con la vuelta del volumen de negocio, con los temores sobre la solidez de la recuperación y con las dudas sobre la sostenibilidad de las valoraciones alcanzadas en agosto.

Pues bien, los datos económicos han sido buenos, las dudas se han disipado y una vez pasado el ecuador del mes, los índices están en máximos de los últimos 12 meses.

Pero los analistas siguen siendo agoreros. Si no ha sido en septiembre, será en octubre, nos dicen. Y, al igual que ocurría con este mes, para el próximo también hay argumentos que justifican la cautela. El principal es que la economía vivirá su gran prueba de fuego el próximo mes, cuando el Gobierno de Obama empiece a retirar los estímulos masivos que ha inyectado en la economía.

Así lo cree la analista de moda, Meredith Whitney. Aunque es innegable que la economía ha evitado el peor escenario, sigue estando débil, el empleo sigue sin crecer y el mercado inmobiliario continúa deprimido. "No hay creación de empleo en Main Street (la economía real) y la liquidez para los consumidores y las pequeñas empresas todavía se está reduciendo", afirma en una entrevista con la CNBC.

"En estas circunstancias, es difícil que el motor siga moviéndose sin un fuerte apoyo gubernamental. Por tanto, cuando se empiecen a retirar los estímulos, va a llegar la prueba de fuego que todo el mundo va a mirar con lupa en octubre", añade.

Lo cierto es que la Reserva Federal tiene previsto reducir su agresiva compra de bonos del Tesoro en octubre. Al mismo tiempo, Obama y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, han anunciado que el Ejecutivo se plantea una salida de los rescates masivos de entidades financieras para evitar su hundimiento en 2008.

Tampoco se puede ignorar que, aunque todo el mundo considera que EEUU está saliendo de la recesión, el desempleo sigue en niveles muy elevados y la mejora de los indicadores económicos es muy modesta. A juicio, de Whitney, hay muy pocas áreas de actividad que prometan una importante creación de empleo. Y encima, las cosas pueden complicarse más con la actitud proteccionista de la Casa Blanca evidenciada en el asunto de los neumáticos chinos.

Ni empleo ni venta de casas

"¿De dónde saldrán los empleos?", se pregunta esta analista. "Si este país se vuelve decididamente proteccionista, construiremos nueva capacidad industrial. Pero, ¿es eso necesariamente bueno? No. No hay mucho capital disponible para la innovación de las pequeñas empresas, que representan la mitad del mercado laboral", reflexiona Whitney.

Respecto al mercado inmobiliario, afirma que las ventas han mejorado gracias a los embargos y las ventas forzadas de los que no pueden pagar la hipoteca, pero las ventas de viviendas de lujo siguen cayendo. Y el consumo tampoco despega, porque la gente sigue comprando los productos más baratos.

Así pues, octubre representa un nuevo desafío para la bolsa, y no hay que olvidar que también es un mes históricamente bajista en Wall Street. ¿Acertarán esta vez los analistas? ¿O se repetirá la historia de septiembre?

– Optimismo en Wall Street en el día de la `cuádruple hora bruja´ (Intereconomia – 18/9/09)

 

Jornada de vencimientos de opciones y futuros a nivel mundial

Optimismo en Wall Street

Wall Street cierra una jornada más en positivo, aunque sin mucha fuerza ya que en ningún caso los principales índices superan el medio punto porcentual, tras las recientes subidas generadas por el optimismo sobre la recuperación económica que inunda el mercado.

Al cierre, el S&P 500 ha subido un 0,27, el Nasdaq un 0,29% y el Dow Jones un 0,37%.

Este viernes, ha sido jornada de vencimientos de opciones y futuros a nivel mundial. No obstante, la jornada también se ha caracterizado por la falta de datos macroeconómicos relevantes.

La experiencia muestra que el día de la cuádruple hora bruja se debería haber visto más volatilidad de lo normal. No ha sido así. Sin embargo, los analistas afirman que, tras la última jornada habrá movimientos laterales que no tendrán consecuencia y que el mercado se tomará un descanso mientras los índices dudarán entre el rojo y el verde.

En el ámbito macroeconómico, los inversores han conocido los datos de empleo. Estas cifras se publican un día después de que el Departamento de Trabajo informase de una inesperada caída en el número de estadounidenses que solicitaron el subsidio por desempleo en la última semana.

En el apartado corporativo, Palm ha registrado una pérdida trimestral sin embargo, la compañía ha asegurado que las ventas de sus teléfonos móviles, ha aumentado un 134% durante el último trimestre. La bolsa neoyorkina cerró el pasado jueves con ligeras caídas después de varios datos alentadores que han llevado a los índices a tocar niveles no vistos desde el comienzo de la crisis a mediados de septiembre de 2008. Los analistas creen que el mercado no será capaz de mantener esos niveles por mucho tiempo y que habrá una corrección del 6% o del 8% a final de mes o a principios de octubre.

– La tendencia alcista se prolonga, pero hay sobrecompra (Cinco Días – 19/9/09)

El análisis técnico indica que hay margen de subida.

(Por Cárpatos)

En febrero de 1945, según cuenta la revista Muy interesante, las tropas japonesas de ocupación estaban rodeadas por el ejército británico en una isla pantanosa del sudeste asiático llamada Ramree. La única salida que tenían para reunirse con otro batallón de infantería, reagruparse y así poder plantar cara, era recorrer 16 kilómetros de pantanos plagados de cocodrilos.

Pero más les hubiera valido enfrentarse a los ingleses que al enemigo invisible que aguardaba. Los cocodrilos atacaron a los japoneses justo en plena noche con la ventaja de la oscuridad a su favor. En la noche del 19 al 20 de febrero, el batallón fue exterminado y de los 1.000 soldados sólo 20 vivieron para contar cómo los animales habían devorado a sus compañeros. A veces el peligro está en donde menos uno pueda esperar.

En Bolsa la semana cierra muy tranquila, y así llevamos tiempo. ¿Ya no quedan cocodrilos acechando?

Si vemos el gráfico que corresponde al futuro del mini S&P 500, el más seguido del mundo, en semanas, comprobamos cómo seguimos inmersos en una clara figura alcista de hombro cabeza hombro invertido que marcó el suelo y liquidación de la tendencia bajista anterior.

El objetivo técnico de subida estaría en casi 1.200, es decir técnicamente hablando tendría más margen razonable de subida. El retroceso de Fibonacci del 50% de toda la tendencia bajista anterior le presentará batalla como resistencia previamente en los 1.125. Ese nivel es bastante complicado de pasar.

La única pega, la enorme sobrecompra que refleja por ejemplo el oscilador estocástico. Esto es muy relativo porque todas las grandes tendencias alcistas cursan con grandes sobrecompras que se mantienen durante mucho tiempo. Pero esta no es una sobrecompra cualquiera, es una de las mayores de la historia.

Bespoke Invest. Group ha estudiado los casos en que se ha pasado de estar por debajo del -20% de distancia de la media de 200 sesiones a estar en +20% en menos de un año, exactamente como es el caso actual, es decir situaciones de sobrecompra extrema por la velocidad de una subida de tales dimensiones.

Algo así sólo ha pasado desde los años veinte en tres ocasiones. La primera se vio el 29 de agosto de 1932. En sólo 20 sesiones se pasó del -20% al +20% respecto a la media de 200, al mes bajaba más del 6 %, a los 3, el 21 % y a los 6, el 36 %. La segunda vez fue el 24 de octubre de 1938. La tercera, el 13 de mayo de 1975.

Creo que sería razonable pensar que en esta ocasión en algún momento tendrá que regularizarse la situación. Esto no quiere decir que haya que lanzarse a vender ahora mismo, eso sería un error grave, jamás se va contra tendencia. Pero sí quiere decir que ya a estas alturas, señales de debilidad confirmadas en los gráficos deberían hacernos extremar la prudencia. De momento nada de eso ha sucedido, así que no hay más que hablar, tendencia a corto y de medio plazo alcista y punto.

– El Dow Jones se aproxima a los 10.000 puntos: es momento de preocuparse (El Confidencial – 19/9/09)

(Por David Callaway)

Las subidas de las acciones de la bolsa estadounidense en marzo tras seis meses consecutivos de caídas fue un alivio. En abril y mayo, fue desconcertante. En junio, julio y agosto, la recuperación de la mitad del terreno perdido por el mercado proporcionó ánimos a los inversores. Ahora, en septiembre -supuestamente un mal mes para las acciones- el avance de la bolsa es un motivo de preocupación.

 

Ha pasado casi un año desde que los inversores vieron por última vez al Promedio Industrial Dow Jones cerrar por encima de los 10.000. Ahora el índice se aproxima de nuevo a dicho nivel y podría alcanzarlo a comienzos de la próxima semana.

El repunte de 108 puntos del miércoles marcó el mejor día del mes para el Dow Jones, que ha subido en septiembre más del 3% y acumula en lo que va de año un 11,6% de ganancia. El alza es de casi el 50% desde el 9 de marzo, cuando marcó su mínimo anual.

Pero, de la misma forma que las acciones no se desplomaron totalmente en primavera, no deberían subir de golpe. La opción de que el Dow alcance este año los 14.000 puntos no es mejor de la que había en marzo de que cayera hasta 3.500, cuando el índice se situó por debajo de los 6.500.

El inicio de octubre marcará el sexto mes consecutivo de esta sorprendente racha alcista de las acciones estadounidenses y el segundo aniversario del máximo del mercado antes de que la crisis subprime se extendiera.

Octubre tiene mala fama entre los inversores y se le conoce como el asesino de los mercados alcistas. También tiene fama de ser el mejor mes para que arranque la tendencia al alza de las bolsas. Pero la historia no es de mucha ayuda para determinar que ocurre en octubre cuando septiembre resulta ser un buen mes. Mark Hulbert, historiador de mercados y columnista de MarketWatch, reveló que los resultados en más de un siglo son estadísticamente insignificantes.

Los resultados empresariales no son buenos, Washington se encuentra en un atolladero debido a las reformas financieras y al sistema sanitario, los bancos siguen teniendo problemas y el desempleo se está acercando al 10%. Pese a esto, algunas cifras muestran que lo peor de la recesión ya ha pasado, hipótesis que ganó algo de credibilidad esta semana después de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijera que es probable que la recesión haya terminado.

Los volúmenes de negociaciones de valores de las firmas de corretaje en línea están creciendo en Charles Schwab, E-Trade Financial y TD Ameritrade Holding, y los pequeños inversores están volviendo a los fondos de inversión, en especial a los fondos que se cotizan en bolsa.

En algún punto, una corrección es inevitable. Y podría decirse que está bien el rally actual mientras dure. Podría ocurrir la próxima semana o quizás el próximo año, pero, cuando llegue corrección, golpeará duramente a las acciones.

A largo plazo, la corrección será mejor para el mercado que el rally que vive en los últimos meses y que ha llevado al Dow Jones a situarse al borde de los 10.000 puntos, aunque ahora mismo los inversores no lo perciban así. Para fin de año, creo que las acciones se cotizarán por encima de los niveles actuales, probablemente por encima de los 10.000. Diciembre, en concreto, podría establecer el escenario para una recuperación de los precios en el 2010.

Por ahora, se trata de una carrera hacia los 10.000, y nada más importa, hasta que se alcance ese nivel.

– 'Money, money, money…' es lo que realmente importa (Cinco Días –19/9/09)

Un libro recoge los entresijos de la actual crisis financiera.

(Por Paz Álvarez)

Se le ha llamado de muchas maneras. Pasta, guita, vil metal, pelas, parné, money, plata, el nombre es lo de menos, lo que importa es lo que significa. El dinero, se llame como se llame, es importante. Ahora más que nunca cobra mayor relevancia. Así lo recoge, el catedrático e historiador de la Universidad de Harvard Niall Ferguson en la obra El triunfo del dinero (Debate, 24,90 euros), donde demuestra que la historia de las finanzas forma parte del trasfondo de la historia.

El autor realiza un repaso desde cuando el dinero de metal pasó a papel, por qué los tipos de interés suben y bajan como si fueran un yoyó, por qué la gente nunca aprende de las distintas burbujas bursátiles que siempre acaban estallando. Pero también analiza por qué los seguros ya no son la mejor manera de protegerse contra el riesgo, o por qué sobrevaloramos las ventajas de invertir en el sector inmobiliario. La mejor manera de entender las finanzas es conocer los orígenes de los distintos instrumentos, lo que además ofrece una visión distinta de la historia del mundo desde la aparición del dinero en la antigua Babilonia hasta la presente crisis.

La codicia y el temor

La crisis financiera desatada en el mundo occidental en el verano de 2007 constituye, dice el autor, un oportuno recordatorio de una de las verdades permanentes de la historia financiera. Porque, antes o después, toda burbuja estalla, o también, los vendedores bajistas superan en número a los compradores alcistas. Y, también, antes o después, la codicia se convierte en temor. Según Ferguson, la causa inmediata de la contracción económica 2008-2009 era de índole financiera: "para ser más exactos, un espasmo en el sistema crediticio precipitado por los crecientes impagos en una clase de deudas conocidas eufemísticamente como hipotecas subprime". Visto retrospectivamente, la transición de una crisis de las hipotecas subprime a una crisis financiera global a gran escala pareció producirse a cámara lenta. El historiador reconoce que ha aprendido mucho al escribir el libro, sobre todo tres ideas. La primera es que la pobreza no es el resultado de una serie de voraces financieros que explotan a los pobres. Tiene que ver con la falta de instituciones financieras. Su segundo descubrimiento está relacionado con la igualdad y su ausencia porque las finanzas acentúan las diferencias, enriqueciendo a los afortunados e inteligentes, y empobreciendo a los menos afortunados y no tan inteligentes. Y también se ha dado cuenta de que pocas cosas resultan más difíciles de predecir con precisión que el momento y la magnitud de las crisis financieras, debido a la complejidad del sistema financiero. Porque el camino del dinero nunca ha sido llano.

Las finanzas, en relación con la evolución

El mundo financiero tiene rasgos comunes con el sistema evolutivo. Niall Ferguson descubre seis:

1. Los genes, en el sentido de que ciertas prácticas empresariales desempeñan el mismo papel que los genes en biología, permitiendo que la información se almacene en la "memoria organizativa" y pase de un individuo a otro, o de una empresa a otra cuando se crea una compañía nueva.

2. El potencial de mutación espontánea, que en el mundo económico normalmente alude a la innovación y, sobre todo, aunque no necesariamente siempre, a la tecnología.

3. La competencia por los recursos entre individuos de una misma especie, cuyos resultados, en términos de longevidad y proliferación, determinan qué prácticas comerciales persisten.

4. Un mecanismo de selección natural a través de la asignación de capital y recursos humanos del mercado, y la posibilidad de muerte en caso de bajo rendimiento.

5. Margen para la especiación, sustentando la biodiversidad a través de la creación de especies de instituciones financieras totalmente nuevas.

6. Margen para la extinción, con especies que desaparecen.

– El optimismo de los analistas se impone al pesimismo de los estrategas (Negocios – 22/9/09)

La débil recuperación de los estrategas se desvía de la tendencia de largo.

La fuerte subida que acumulan las bolsas en el año y, sobre todo desde los mínimos de marzo, despiertan ciertas dudas a algunos analistas sobre si los precios recogen de forma correcta las expectativas de beneficios.

El final de la recesión en EEUU, si no de forma totalmente oficial, es un hecho reconocido a la vista de los indicadores conocidos recientemente. "Parece claro que, al menos durante los próximos dos o tres trimestres, vamos a encontrarnos en un entorno de crecimiento económico, en principio propicio para un entorno positivo para la bolsa", afirma Nicolás López, de M&G Valores.

Teniendo en cuenta que el índice estadounidense S&P 500 marca en buena medida el tempo en el resto de bolsas mundiales, el experto echa mano de las expectativas de beneficios por acción para intentar ver si la bolsa está cara o no.

Perspectivas dispares

De esta forma, se observa un problema: existe una fuerte disparidad entre las previsiones de los analistas (que fijan sus previsiones a través del estudio de las compañías y, desde este punto, realizan las estimaciones económicas, es decir, las previsiones bottom-up) y las de los estrategas (al contrario que los anteriores, establecen expectativas de beneficios empresariales teniendo en cuenta en entorno macroeconómico, por tanto, son previsiones top-down). Las expectativas de los primeros sitúan el beneficio por acción estimado para 2010 de las compañías del S&P 500 en 72,98 dólares, mientras que las previsiones de los segundos son un 39% inferiores, de 52,63 dólares por título.

Traducido a valoraciones bursátiles, las estimaciones de los analistas implicarían un PER (precio / beneficio por acción) estimado para el año que viene de 14,6 veces, y las de los estrategas, de 20,3.

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López se pregunta qué teoría es la más adecuada. El experto explica que las previsiones de los analistas sugieren una recuperación intensa de los beneficios acorde con la brutal caída motivada por la crisis. Sin embargo, los estrategas parecen trasladar a los resultados empresariales la visión pesimista sobre la economía.

Con estas premisas en la mano, López concluye que la débil recuperación que vaticinan los estrategas no es consistente con las tendencias de largo plazo de los beneficios y con espectacular hundimiento que han tenido en esta crisis financiera.

Por el contrario, afirma que un BPA en 70 dólares implicaría una vuelta sobre su tendencia de largo plazo: "Si asumimos que no se ha producido un cambio estructural en la economía que justifique una desviación respecto al crecimiento desde 1934, resulta obvio que los beneficios empresariales estén en condiciones de sorprender con un fuerte crecimiento en los próximos trimestres".

Continuidad del ciclo

En este caso, el PER calculado sobre este BPA tendencial señalaría, a juicio de López, la posibilidad de un ciclo alcista realmente importante en la bolsa.

Por lo tanto, el experto no cree que vaya a producirse uno de los principales temores que atenazan al mercado, es decir, la posibilidad de que la fuerte subida desde los mínimos provoque un fuerte deseo de hacer caja y, por lo tanto, se desarrolle una nueva fase correctiva".

Al contrario, espera un proceso lateral, en el que la bolsa se movería en un rango de entre el 10% y el 15% tanto al alza como a la baja. "Una recaída severa que acercara los índices de renta variable a los mínimos de marzo sólo se produciría su el mercado anticipara una nueva recesión, algo que, de producirse, necesitaría bastante tiempo para gestarse", afirma López. Y pone como ejemplos las recesiones que siguieron a los grandes mercados bajistas de 1929-1932 y las de 1973-1974, que se produjeron cinco años después de los mínimos y el rally de la bolsa se prolongó cuatro y dos años, respectivamente.

– ¿Ha llegado el momento de vender? (El Confidencial – 25/9/09)

(Por María Igartua)

Hay nerviosismo en los mercados. Los inversores comienzan a estar con la mosca detrás de la oreja de cuándo cambiará la tendencia alcista, que se mantiene ya desde hace siete meses. ¿La bolsa está cara o está barata? ¿La recuperación es real o es un espejismo todavía? La repercusión que cualquier información tiene en el mercado está magnificada, y prueba de ello fue ayer el inmediato giro a la baja que experimentaron todos los mercados después de conocer el dato de venta de viviendas de segunda mano en Estados Unidos.

El Standard & Poor´s 500 ha subido un 60% desde que perdió la mitad de su valor entre la última mitad de 2008 y el primer trimestre de 2009. Un rebote que puede parecer lógico después de la abrupta caída experimentada. Pero este argumento es algo superficial, más si se tiene en cuenta que, cuando se produjo la crisis de 2002, a los mercados les costó tres años para recuperar ese porcentaje.

En este sentido, desde el Wall Street Journal apuntan a que será en los 1.070 puntos cuando se comiencen a ver señales alarmantes de que los mercados están sobrevalorados. Y no queda mucho para ello.

Liam Denining, en la edición de ayer del rotativo norteamericano, se vale del comportamiento del PER de las compañías del índice para defender la teoría de que el mercado está caro. Así, haciendo el cálculo conforme a beneficio operativo (sin contar los extraordinarios) de los últimos doce meses, arroja un PER de 27 veces, mientras que, si se incluyen los extraordinarios, éste se dispara a 142, cuando lo habitual es 15 veces de media.

La cosa cambia si este cálculo se hace sobre previsiones. En este caso, "el consenso de los analistas estima que el beneficio operativo para 2009 dejará un múltiplo de 19,5 veces, y 15.1 veces para 2010, teniendo en cuenta que se esperan que las compañías del S&P500 ganen de media 70 dólares por acción".

El problema es que, según David Rosenberg, economista del Gluskin Sheff, el selectivo está descontando en estos momentos un beneficio por acción de 83 dólares para el año que viene, apoyándose en el ajuste inflacionario.

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