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Arquitectura doméstica y decoración de interiores en Argentina: 1860-1936 (página 8)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

Pero si queremos continuar haciendo comparaciones, podemos observar como un escritorio cilíndrico de la residencia Errázurriz Ortúzar – Alvear se corresponde con otro del Palacio de Versalles. Por lo que queda clara la influencia francesa, en la decoración de interiores de Argentina de 1860-1936.

El escritorio a cilindro Luis XVI de Charles-Claude Saunier (1735-1807), presente en la residencia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935), Argentina. Es muy parecido al escritorio cilíndrico Luis XV (rococó). Presente en el Palacio de Versalles, Francia.

Si deseamos seguir haciendo comparaciones. Podemos entablar una relación entre el Palacio Ferreyra (una de las obras cumbres del neoclasicismo Belle Époque) con el Palacio de Versalles. Los autores del proyecto fueron los arquitectos franceses Paul-Ernest Sanson (1836-1918) y su hijo Maurice, egresados de la Escuela de Bellas Artes de París; quienes se destacaron como profundos conocedores de la tradición arquitectónica francesa de los siglos XVII y XVIII, especializándose en la realización de grandes residencias particulares para encumbradas familias francesas. De hecho, este Palacio Ferreyra es uno de los más notables construidos dentro de esta tendencia internacional de recuperación del neoclasicismo francés de los siglos XVII y XVIII a principios del siglo XX.

En el dormitorio neo-imperio de la residencia Ferreyra, se observa el dosel (ornamento que se colocaba formando un techo sobre la cama, desde donde colgaban las cortinas que brindaban privacidad).

Si comparamos la cama "Lit bateau" (en forma de barco, de la época Primer Imperio) presente en la residencia Errázurriz Ortúzar – Alvear, observamos que posee doseles (techo con cortinado) al igual que la imagen del dormitorio neoimperio del Palacio Ferreyra. En dicho dormitorio de la residencia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) también observamos la presencia de estufas para calefaccionar los dormitorios (lo cual se relaciona estrechamente con el dormitorio del Palacio de Versalles (Cámara de la Reina).

10.4 – PROCESAMIENTO CUALITATIVO (Parte 4): Arquitectura doméstica y arte privado de una familia burguesa paradigmática (Errázuriz – Alvear):

Sabiendo que también otras familias, de conocidos apellidos, habitaban con similares características a los Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) (pensemos en las familas: Ortiz Basualdo, Ocampo, Anchorena, Alvear, Pereyra Iraola, Urquiza y otros), se analizará en mayor profundidad el caso de la arquitectura doméstica y el arte privado del "buen vivir" de una familia paradigmática como lo fueron los Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935).

En la residencia de estilo francés, construida a principios del siglo XX que fue declarada "monumento histórico artístico" en el año 1998 (con un valioso patrimonio artístico, contenido en sus salas).

El inventario actual supera los 4.000 objetos (el catálogo original se amplió luego por vía de numerosas donaciones y adquisiciones), que abarcan desde esculturas romanas hasta creaciones artesanales de platería contemporánea. El mayor interés de la colección radica en las pinturas y piezas de artes decorativas europeas y orientales de los siglos XVI a XIX, muchas de ellas pertenecieron a la familia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) (otras no, lo que ha requerido su estudio segmentado). Poco a poco, a través de los años, los objetos originales y los llegados posteriormente (debido a donaciones, de las cuales algunas pertenecían a la familia y otras no) han ido ocupando sus lugares en diálogo armonioso con el marco arquitectónico y el refinado estilo de la decoración)

Actualmente funciona el Museo Nacional de Arte Decorativo. Dicho Museo se creó en 1937 por la Ley 12351 del Gobierno Nacional que determinó la adquisición de la residencia y la colección de arte de Don (De Origen Noble) Matías Errázuriz y Doña Josefina Alvear (1859-1935) [231]El edificio, excelente ejemplo del eclecticismo francés difundido en la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX, y los muebles de época, pinturas, esculturas y objetos de arte decorativo justificaban plenamente la inversión para brindar a la comunidad un nuevo museo.

Podría decirse, en efecto, que fue planeada desde un principio, como si se pensara que con el andar de los años, estaría destinada a ser la cátedra viviente del buen gusto. Todo cooperó a ello, desde la selección del arquitecto excepcional y de los decoradores prestigiosos que colaboraron en su realización, hasta la distribución misma de sus ambientes, rigurosamente condicionados a la evolución de los estilos principales, y hasta el cuidado con que fueron escogidas las obras de arte que lo ornan, magnífico punto de partida a la cual podemos denominar como: "eclecticismo estético".

La calidad de diseño y de decoración del edificio, así como la cantidad, diversidad y riqueza de la colección existente, constituyeron la base patrimonial del Museo, que es sin duda el más importante en su tipo en Sudamérica.

Los planos del edificio fueron encomendados al arquitecto francés René Sergent (1865-1927), cuyas obras se inspiran en los cánones artísticos de la Francia del siglo XVIII.

Sergent supo captar sutilmente lo que forma la esencia misma de ese período, cuyos edificios armoniosos prestan admirable fondo, en París, a la Plaza de la Concordia. En su columnata imponente y en su frontón típico, recogió las líneas generales que luego reproduciría, estilizándolas, en la fachada de la residencia. Sergent (1865-1927) realizó el proyecto en 1911, pero la construcción de la residencia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Doña Josefina Alvear (1859-1935) se demoró hasta 1917 (añadamos, como referencia interesante, que al mismo tiempo que trazaba las nobles líneas -en 1911- M. Sergent ejecutaba uno de los edificios más hermosos que ha levantado en París: el del Conde Moisés de Camondo; en uno y otro caso el mismo paisajista, M. Achille Duchêne, inspirado en el gran Le Nôtre, proyectó los jardines que prestan su verde marco a las dos residencias).

Sergent (1865-1927), además de la residencia de Don Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Doña Josefina Alvear (1859-1935), proyectó el palacio del doctor Ernesto Bosch y su esposa doña Elisa de Alvear, actual Embajada de los Estados Unidos; la casa de la familia de Atucha, en la calle Arroyo 1099 y, fuera de la capital, la Quinta "Sans Souci" de don Carlos Mería de Alvear, en San Fernando, legada al Arzobispado Metropolitano, y la residencia de la familia Ferreyra, en la ciudad de Córdoba.

En todos esos edificios está presente el espíritu del maestro y, a través de su interpretación, el arte de los Borbones franceses, verdaderos reformadores estéticos.

Sergent trabajaba en equipo con un selecto grupo de decoradores especialistas en interiores y jardines. Para esta residencia los elegidos fueron H. Nelson, G. Hoentschel, M. Carlhian y el paisajista A. Duchêne.

Los materiales se trajeron de Europa, los revestimientos de madera, espejos, mármoles, carpinterías, fallebas, molduras, llegaban preparados para su directa colocación en obra, para algunas tareas específicas como la realización de estucos vinieron artesanos europeos.

El aspecto externo es sobrio e imponente, inspirado en el neoclasicismo del siglo XVIII, en especial en las obras de Jacques A. Gabriel artista de la corte de Luis XV. Los cuatro niveles son visibles desde afuera, el subsuelo cuyas ventanas se abren en el basamento, la planta noble comunicada con el jardín y la terraza por puertas, las ventanas que se abren encima de esa planta corresponden al nivel de los aposentos, por encima, detrás de la balaustrada se ven las lucarnas de ventilación de las áreas de servicios que ocupan la mansarda.

También fueron de primera línea los decoradores que proyectaron los ambientes interiores, bajo la dirección de los señores Errázuriz – Alvear. Quisieron estos que cada uno de los salones llevara la firma del artista especializado que más se había destacado por su conocimiento e interpretación de una época determinada.

Los salones de la planta principal, destinados a las recepciones, fueron decorados en diversos estilos franceses excepto el Gran Hall que se inspira en ambientes del período Tudor. Mr. Nelson, autoridad en lo que respecta al Renacimiento, dibujó el Gran Hall de esa época, eje de toda la casa, cuidadosamente armonizada, al tiempo en que la proporción del dibujo geométrico del piso, reducía con sabio criterio las dimensiones inusitadas de esta habitación.

En los departamentos privados también es evidente el gusto por la decoración francesa en los estilos Luis XV o Luis XVI, la excepción la marca el salón decorado por José María Sert.

Mr. Hoentschel (1855-1915), el primer decorador de su época, accedió, a pesar de estar retirado, cuando se le explicó la trascendencia del edificio que se pensaba realizar en Buenos Aires, a encargarse de la ejecución del Salón Luis XIV, de mármoles espléndidos.

Finalmente, Mr. Carlhian tuvo a su cargo los salones del siglo XVIII de la planta baja, ubicando en ellos las "boiseries" del Hotel Letellier (11 Rue Royale de París) correspondientes al reinado de Luis XVI (Gran Salón y Escritorio). El Museo Camondo de París y el Pennsylvania Museum de Filadelfia poseen "boiseries" del mismo origen.

Los nombres citados: Sergent, Duchêne, Nelson, Hoentschel, Carlhian, nos sitúan en un nivel de calidad insuperable. Si agregamos a ellos el del célebre José María Sert, que decoró y proyectó, íntegramente, el pequeño salón de la planta alta, y el hecho de que los señores Errázuriz – Alvear hayan requerido la colaboración de uno de los más ilustres artistas contemporáneos, nos referimos al proyecto de chimenea para el Gran Hall de la residencia, encargada al gran Rodin, que desgraciadamente la guerra de 1914 impidió su realización.

La obra de los artistas más caracterizados de la decoración en la primera parte del siglo XX, cuando esa obra, en lugar de seguir las discutibles corrientes predominantes, buscaba su inspiración en los supremos temas clásicos; y los historiadores, la lección viviente de la atmósfera creada por quienes fueron arquetipos de esa generación cuyo aporte privado cimentó el progreso cultural y artístico del país.

Respecto de la familia podemos decir que Josefina Alvear (1859-1935), argentina, y Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953), diplomático chileno, contrajeron matrimonio en la Catedral de Buenos Aires el 23 de abril de 1897. Durante varios años vivieron en el barrio de Monserrat, en la zona sur de la ciudad, donde nacieron sus hijos Matías Mato y Josefina Pepita.

Ambas familias de origen español habían llegado a América en el siglo XVIII. Los Errázuriz se establecieron en Chile. Entre sus integrantes hubo presidentes, políticos, comerciantes y profesores universitarios de gran influencia en la sociedad chilena.

Los Alvear, afincados en la Argentina, tuvieron una destacada actuación en el ámbito político y social desde la época colonial a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. El General Carlos María de Alvear, abuelo de Josefina, participó en las luchas por independencia (1816-1820). El Dr. Diego de Alvear, su padre, fue anfitrión de tertulias y reuniones de gran influencia en la política argentina de finales del siglo XIX. El primer Intendente de la ciudad de Buenos Aires en 1880 fue su tío Torcuato y su primo Marcelo Torcuato, llegó a Presidente de la República en 1922.

Desde 1906 hasta 1917 Josefina, Matías y sus hijos residieron en Francia debido a misiones diplomáticas asignadas a Errázuriz en Europa. Durante estos años se proyecta y construye esta residencia.

Durante su estancia en Europa, el matrimonio, interesado en el arte y las antigüedades, adquiere una valiosa colección de obras de arte europeo y oriental. La mayor parte de esa colección forma hoy parte del patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo. Pues, la residencia señorial de Errázuriz fue levantada en las primeras décadas del siglo XX con el propósito de albergar y exhibir la vartiada colección de sus dueños. Nacida, pues, con vocación de museo, los salones de la casa incluían pinturas notables del manierismo español y del preimpresionismo francés, así como varios óleos de Sorolla y Sert, conjuntos de muebles europeos renacentistas y barrocos, los tres tapices gigantes de Flandes, dos biombos de Coromandel, marfiles, armas, piedras duras, etc.

De regreso a Buenos Aires, la casa de los Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) se inaugura con una gran fiesta y es centro de una intensa vida social en los años que residen en ella.

Entre 1900 y 1920, las mansiones de estilo francés construidas por familias argentinas cuyas fortunas provenían de las exportaciones agroganaderas, impulsaron el desarrollo de los barrios Norte, Recoleta y Palermo de la ciudad de Buenos Aires.

Josefina falleció en 1935, don Matías y sus hijos, ofrecieron al Estado Argentino la posibilidad de comprar la casa junto con la colección de arte, a condición de que se destinaran a crear un nuevo Museo. Convertida, la residencia, en Museo de la Nación en el año 1937.

El proyecto de la residencia fue encargado en 1911 por el matrimonio Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) a René Sergent (1865-1927). Este renombrado arquitecto francés no llegó nunca a nuestro país, pero diseñó varias residencias para Buenos Aires, entre ellas otras dos para los hermanos de doña Josefina: la del Dr. Ernesto Bosch y su esposa Elisa de Alvear (actual residencia del embajador de los Estados Unidos) y la del Sr. Carlos María de Alvear -"Sans Souci"- en San Fernando, actualmente propiedad particular y parcialmente destinada a recepciones.

En su sobria arquitectura académica, Sergent respeta los lineamientos estilísticos vigentes en la Francia de la segunda mitad del siglo XVIII, inspirándose especialmente en la obra de Ange-Jacques Gabriel (1698-1782), autor, entre otros, de la öpera y el Petit Trianon del Palacio de Versalles y de los edificios que conforman la antigua Place Royale -actual Place de la Concorde– en París, todos ellos construidos entre 1753 y 1770.

El edificio es un paralelepípedo con tres fachadas libres. La que abre a la avenida del Libertador tiene tres cuerpos; el central se articula en un conjunto de cuatro columnas corintias monumentales que sostienen un frontón triangular del más puro estilo borbónico. El tímpano está decorado con una reproducción del grupo alegórico "Le bonheur publique" del edificio de Gabriel (cuyo original realizara el escultor Viseaux para el Ministerio de marina de París). Las tres grandes puertas abiertas en el nivel inferior de este pórtico dan acceso a la terraza y corresponden al Salón de baile.

Tenemos ante nosotros un modelo acabado de lo que fue la rítmica nobleza de los edificios franceses levantados bajo reinado de Luis XVI. Así lo pregonan la gracia de la columnata coronada por airosos capiteles, la exacta proporción de la mansarda, la pureza de los grupos de amorcillos esculpidos y los múltiples motivos de ornato que, enmarcando las distintas aberturas o equilibrando la decoración externa, prolongan su acorde de frente en frente, desde el principal, hasta aquel en la cual se encuentra la portada, el acceso y hasta el que formaba un sobrio movimiento alrededor de los cipreses (en el año 1947, dado que actualmente los cipreses no están más) y de la fuente de los cisnes, sobre la calle Sánchez de Bustamante.

La fachada noroeste, recedida sobre Bustamante, se inspira en una de las del Petit Trianon de Versailles, de Gabriel. También tiene tres cuerpos: el central está articulado por cuatro pilastras corintias de orden gigante y en su base se abren -como en el caso de la fachada sobre Libertador- tres grandes puertas que dan salida desde el comedor a la terraza y escalinata sobre el jardín. La fachada sureste -sobre Pereyra Lucena- es la que nuclea los accesos, a través de la entrada esquinera sobre Libertador (aquí se ingresa a la residencia).

Tras cruzar el monumental portón esquinero de hierro forjado y bronce, estilo Luis XVI, se accede al patio de honor de la residencia. A un lado se halla el antiguo pabellón de portería (reciclado en 1991 como café-restaurante del Museo). En el "parterre" subsiguiente se destaca la "Fuente de las Tortugas" (restaurada en 1992) y rodeada por olivos, con los capiteles de mármol blanco atribuidos a Giovanni Lorenzo Bernini (1598-1680) y que proceden del Palacio de la Cancillería de Roma. Sobre la reja de la avenida Libertador, está emplazada "La Culpa", de Luis Torralba (1903-1983), bronce a la cera perdida donado en 1998.

El cuerpo avanzado que cobija la entrada al edificio es una edícula de planta circular que oficia al mismo tiempo de terraza-balcón de la habitación superior (ex dormitorio de Matías Errázuriz hijo). El entablamento está sostenido por cuatro pilastras de orden toscazo y en su interior presenta una bóveda de casquete esférico. La doble puerta de hierro que franquea la entrada está coronada por un grupo de cupidos en plomo fundido y dorado.

El Vestíbulo de entrada es de estilo Luis XVI, con paramentos moldurados, está revestido totalmente de símil piedra de París. En el centro se encuentra la escalera flanqueada por dos basamentos sobre los que están colocadas las quimeras de piedra y debajo de los cuales se abren las entradas al subsuelo.

El diseño incluye doce pilastras acanaladas con capiteles de orden jónico, que sostienen la bóveda conformada por casetones centrados por rosetas y separados entre sí por doble fila de entrelazos (o "entrelacs"), que llevan en los cuatro ángulos exteriores follajes de hojas de acanto (o "rinceaux"). El centro de la bóveda que es liso, está enmarcado por una moldura entrecortada de las mismas hojas, de donde cuelga una importante linterna de hierro con cuerpo cilíndrico de cristal.

Sobre el friso, centrando las entradas, se encuentran dos grupos alegóricos que simbolizan la Música, la Arquitectura, la Pintura y la Escultura, representadas por cuatro jóvenes vestidas a la usanza griega y coronadas de laureles, que sostienen medallones adornados por moños y guirnaldas de flores. Las paredes laterales llevan arcos en cuyo centro se encuentran volutas con flores y claves mensuradas. A cada lado de las puertas se ven cuatro bajorrelieves alusivos a las cuatro estaciones, que completan el ornato del vestíbulo.

En el centro se abre la "escalera de honor", de mármol, flanqueada por dos basamentos sobre los que se han colocado sendas "quimeras" francesas de piedra, siglo XVI. A ambos lados se abren entradas a la planta inferior.

En el nivel superior, a ambos lados de la rama ascendente de la escalera, se han colocado dos importantes figuras de terracota de tamaño natural, una "Hamadríade", de Antoine Coysevox (1640-1720) y una "Bacante con fauno niño", atribuida a j. B. Carpeaux (1827-1875).

La Escalera de honor vista desde la puerta de acceso de la Antecámara Luis XVI posee una Bacante y Fauno Niño.Terracota. Altura 1.98 m. Francia. Siglo XIX: 1870 [232]y una "Hamadríade", terracota de Coysevox [233]

Los muros y el cielorraso están íntegramente revestidos en símil piedra París. El estilo Luis XVI de este ambiente se logró incluyendo en la decoración pilastras jónicas, arcos, el techo abovedado y con casetones. Sobre la cornisa figuras alegóricas le otorgan carácter neoclásico. La escalera de honor conduce a la planta principal en la que se encuentran los salones que se dedicaban a las reuniones sociales.

En la Antecámara Luis XVI, las paredes están revestidas íntegramente en paneles de roble encerado, moldurados y tallados (paneles encuadrados por molduras esculpidas), y las aberturas están coronadas por guirnaldas de flores y frutas, con lazos y moños de cinta decorativos. Cada panel y cada puerta están, a su vez, esculpidas por caídas formadas por hojas de roble y laurel bellotas. Las hojas dobles de las puertas se abren dentro de nichos cuya arcatura superior ("dessus de porte") es casetonada y de doble curvatura (está decorada por casetones superpuestos centrados cada uno por rosetas esculpidas, en cuyo centro se encuentran una concha estilizada). Los marcos de las puertas están formados por cornisas esculpidas con frisos de "godrons". En el cielorraso se aprecia una claraboya cuadrada de vidrios con piezas perimetrales curvadas, que originalmente inindaba el recinto con luz cenital (efecto hoy reducido por la instalación de un sobretecho superior).

En el centro "La Noche", mármol de M. Mollet. En la foto de la derecha puede observarse (a la izquierda) el retrato de Doña Cornelia Ortúzar de Errázuriz (óleo de J. Sorolla) con vestido blanco, abanico y mantilla, debajo un juego compuesto de un "fascitol" (o gran sofá) [234]de diez pies de madera tallada del S. XVII y cuatro sillones estilo Luis XV; le continúa a la izquierda la doble puerta de acceso al Gran Hall (a la derecha de la misma foto). Donde se encuentra el acceso a la escalera al primer piso. Existe una escultura de mármol de Pollet, Joseph Michel-Ange (1814-1870) deominada "La noche", de Francia, mediados del siglo XIX [235]

La antecámara es un ambiente que establece vínculos con otras cuatro salas y con el sector de escalera y ascensor. La decoración sigue las pautas del estilo Luis XVI. Las paredes están cubiertas por un revestimiento de madera de roble con molduras rectas y sobrias, guirnaldas de flores y frutas sobre las puertas y hojas de roble y laurel sujetas con nudos chatos, el cielorraso, con claraboya central, esta decorado con molduras de yeso.

A ambos lados de la entrada al Gran may se exhiben dos óleos de maestros holandeses: un "Retrato de Caballero" de Johannes Verspronck (1597-1662) y una abigarrada "Naturaleza muerta", típica de su autora, Rachel Ruysch (1664-1750).

Además, a ambos lados de la entrada al Gran Hall se exhiben dos óleos de maestros holandeses. Un "Retrato de Caballero" de Johannes Verspronck (1597-1662).

Sobre los paneles principales hay dos grandes retratos al óleo de autoría del español Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923), ambos de cuerpo entero; a la derecha el de "Josefina Alvear (1859-1935) de Errázuriz Ortúzar (1866-1953)", la dueña de casa, con vestido de baile en terciopelo bermellón, mangas de encaje y piel de marta, pintado en 1905.

El Retrato de Josefina Alvear (1859-1935) de Errázuriz Ortúzar (1866-1953) autores: Sorolla y Bastida, Joaquín. 1863-1923 [236]Inventario Nº 315. Óleo sobre tela. Alto: 200 cm, ancho: 120 cm. Firmado y fechado a la derecha: "J. Sorolla y Bastida, 1905". En este retrato de cuerpo entero, viste traje de baile de terciopelo anaranjado, con mangas de encaje y piel de marta, en la mano izquierda tiene un abanico; lleva tocado de "aigrettes" blancas (al fondo, un gran sillón barroco italiano, gris y dorado, cubierto con terciopelo verde pálido). Donación Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953).

También existe un Cupido (archivo del museo, 1947). Estatua de mármol del escultor Francés Pierra Chinard (1756-1813) [237]El dios del Amor ha sido representado bajo la forma de un adolescente desnudo. Tiene dos flechas en la mano izquierda; su brazo derecho se apoya en un arco y a sus pies hay un carcaj. En el tronco de árbol que se alza a su derecha está la firma del artista.

El Escritorio luis XVI es una habitación que sirvió como escritorio, lugar de estudio y entrevistas particulares del dueño de casa y su decoración -así como la de la antecámara, el Salón Regencia y la Sala Luis XVI- fue obra de André Carlhian, quizás el más famoso decorador francés de esta época.

Las paredes tienen revestimiento inferior en recuadros de roble moldurado estilo Luis XVI y paños superiores de terciopelo rojo del siglo XVII. Los nichos de biblioteca son repetidos como decoración ilusionista en el dorso de las puertas de entrada. Sobre cada puerta hay un frontón tallado con temas afines a la función y el carácter del local: caduceos, mapamundis, esfera armilar, tirsos de bacante, hojas de laureles y otros. Los paños sobrepuertas (o "dessus de porte"), de tierra cocida o yeso patinado color terracota, ostentan medallones con figuras encuadradas por guirnalda e intrumentos diversos. Otro paño, sobre la chimenea, está coronado con motivo ("trumeau") de hojas de acanto y arcos prolongados por guirnaldas de flores.

Todos estos elementos provienen, como el revestimiento del Salón Luis XVI, del Hotel Letellier Nº 11 de la Rue Royale de París.

Puede apreciarse en este ambiente un armario-vitrina estilo Luis XVI, una "bergère" [238]de orejas época Luis XV (la madera esculpida lleva decoración floral, tiene almohadón y está cubierta de seda marrón y plata), un sillón de la época Luis XV (de haya encerada natural y moldurada, de factura provinciana, con almohadón "rouleau" y "accotoir" de damasco color oro viejo), y un par de sillones de la época Luis XVI (de roble natural esculpido, con respaldo cuadrado llamado "à la Reine", la decoración de los mismos se compone de "entrelacs" y hojas de acanto, patas ahusadas talladas en espiral y recubiertos de terciopelo rojo antiguo). Con un escritorio (archivo del museo, 1947).

Al frente observamos la mesa escritorio de madera de palo de rosa con bronces cincelados y dorado, revestida en cuero en la parte superior de estilo Luis XVI; con un sillón escritorio (giratorio) de madera de haya tallada y cuero de la época Luis XVI (para el dueño de casa) y un par de sillones de madera de roble tallada y moldurada de estilo Luis XVI (para quien visitaba por asuntos de negocio y/o política al dueño de casa: Don Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953)). En el fondo, sobre la estufa puede observarse un reloj de bronce dorado al mercurio con esfera esmaltada Luis XVI, con dos candelabros a sus lados (modelo de Claude Michel – Clodion) en bronce patinado y dorado Luis XVI (de origen francés, S. XVIII). A su costado derecha un sillón de madera de haya moldurada y esterilada de la época Luis XV.

En esta foto observamos como ha variado la decoración respecto de la imagen anterior, dado que corresponden a fotos de períodos distintos (años: 1947 y 2012). Sobre la repisa de mármol de la chimenea se aprecia un reloj "pendule borne" del siglo XVIII, de bronce cincelado, esculpido y dorado al mercurio, con esfera esmaltada y firmada -en manuscrito- "Gille Laine, Paris", y coronamiento de laureles, antorcha, arco y carcaj. La araña es de bronce cincelado y la mesa central, estampillada J. C. Stumpf, es de palo de rosa, con manijas, bocallaves y galerías de bronce cincelado. La otra mesa, puede apreciarse a continuación.

Se observan cambios en las mesas-escritorio, pero en ambas se ubica arriba la escribanía francesa estilo Luis XVI, con friso calado y tinteros de bronce, y tapas de lapislázuli; ejecutada por Gouthière.

Araña, mesa y escribanía son de época Luis XVI. Una Escribanía de bronce y lapislázuli estilo Luis XVI, Gouthiere (1732-1813). Escribanía de lapislázuli. Inventario Nº 618: Bronce cincelado y dorado. Alto: 8 cm, ancho: 47 cm, profundidad: 24 cm. Época Luis XVI. Legado Mercedes Saavedra Zelaya. 1964 [239]

La decoración del escritorio de Don Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) es también de estilo Luis XVI y en ella se combinan los paneles de roble tallado y encerado con sectores tapizados en terciopelo rojo.

Aquí Don Matías disfrutaba sus momentos de solitaria meditación, rodeado por las pinturas del siglo XIX, las lacas japonesas y las piedras duras chinas. Por lo que se se exhiben aquí óleos franceses preimpresionistas de gran valor, tales como "Vista de la Ville d´Auvray" y una amplia "Vista de Roma", ambas de Jean Baptiste Corot (1796-1876). El "Retrato de Abate Hurel", de Edouard Manet (1812-1883). El "Vaso con rosas", de Henri Fantin Latour (1836-1904).

A la izquierda el "Retrato del Abbé Hurel", óleo de Edouard Manet (1832-1883) [240]Manet y Hurel fueron amigos desde 1860 [241]Inventario Nº 343: Óleo sobre tela. Alto: 45 cm, ancho: 30 cm. Firmado, fechado y dedicado: "à mon ami l"abbé Hurel. Manet, 1875". Francia. Siglo XIX. Ex colección Errázuriz – Alvear. A la derecha el "Vaso con rosas", óleo de Henri Fantin Latour (1798-1875). Inventario Nº 338. Oleo sobre tabla. Alto: 39 cm, ancho: 32 cm. Firmado y fechado arriba y a la derecha "FANTIN 87". Francia. Siglo XIX. Ex colección Errázuriz – Alvear.

A la izquierda Eugène Boudin (1824-1898) [242]"Mañana de niebla en Rouen". Inventario Nº 339. Óleo sobre tela. Alto: 45.5 cm, ancho: 65 cm. Firmado y fechado abajo a la izquierda: "Rouen E. Boudin 44". Francia Siglo XIX. Ex colección Errázuriz – Alvear.

Jean B. Corot (1796-1875). "Vista de Roma desde el Tiber". Inventario Nº 342. Óleo sobre tela. Alto: 41 cm, ancho: 74 cm. Firmado abajo a la izquierda: "Corot". Francia. Siglo XIX. Ex colección Manuel Quintana. Ex colección Errázuriz – Alvear [243]

En esta habitación se exhibe un importante conjunto de "piedras duras" chinas (jade esmeralda, ámbar, malaquita, ágata, calcedonia, cristal de roca ahumado, turquesa, cuarzo rosa, amatista y turquesa verde entre otros) de los siglos XVIII y XIX y una colección de "lacas" japonesas, en su mayoría del período Tokugawa (1615-1867). En las vitrinas y biblioteca figuran, asimismo, obras de renombrados encuadernadores franceses, tales como Louis Crezévault (1875-1958), Pierre Legrain (1889-1958), Genevieve Léotard, etc.

El Gran Hall (neoRenacimiento francés). Este es el salón mayor de la residencia y uno de los más grandes y espectaculares de su tipo, con casi 20 (m) de largo x 18 (m) de ancho y 10,8 (m) de altura. Fue utilizado para las recepciones sociales de la familia. En este ambiente, más que en ningún otro de la casa, es posible advertir el espíritu ecléctico y refinado del coleccionismo de los Errázuriz – Alvear, dado que la mayoría de los grandes objetos que adornan sus muros pertenecieron a la colección original de la residencia.

La decoración del salón es obra de Nelson y sigue en general los cánones del Renacimiento francés en el siglo XVI y principios del XVII (lo confirman la línea de sus enormes ventanales, las ménsulas que sostienen la galería superior, esta misma galería esculpida que por tres lados rodea al Gran Hall; otras cuestiones como la gran chimenea de inspiración francesa, que divide uno de los testeros, y las puertas de paneles labrados). Es de advertir que la singular disposición de las diferentes aberturas y la existencia de una galería balcón que vuela sobre dos lados del recinto obligó al decorador a resolver el equilibrio de una compleja relación de ejes de simetría no coincidentes, con el fin de preservar la impresión general de orden y simetría rigurosa de la composición resultante. Esta simultaneidad de ejes compositivos diferentes pero sabiamente integrados en el sistema general permite compatibilizar la visión del conjunto total con la de las partes que lo constituyen. Esto es lo que hace que la inevitable impresión inicial de gigantismo y desmesura ceda paso poco a poco a la sensación de intimidad, que se logra gracias a las diversas compensaciones de planos y volúmenes que se van enhebrando dentro del espacio único. Esa relación sutil entre lo general y lo particular ha permitido que la difícil decoración de un recinto de tales proporciones con piezas de épocas y estilos diferentes no resulte una aglomeración heterogénea sino que haya podido conservar un clima de habitación armoniosa (atmósfera armoniosa).

Gran Hall decorado por Nelson, vista general desde la entrada, con la escalera helicoidal esquinera y la balaustrada del primer piso. Al centro conjunto de mesas y sillones del siglo XVII; a la izquierda gran chimenea y ventanales estilo Renacimiento francés y biombo Coromandel a la derecha, "El banquete de Syphax", uno de los tres tapices flamencos. Adentro de la gran chimenea se encuentra una plancha trashoguera de hierro forjado negro que ostenta el escudo de armas de la familia Errázuriz junto con el de la familia Alvear (verdadero símbolo político-económico de la época, que caracterizaba a estas familias poderosas).

Aquí, más que en ningún otro ambiente de la residencia, es dado compenetrarse del "espíritu de la época" (para usar un término de Giedion) que presidió al ordenamiento estético de la casa y que constituye la regla fundamental en la presentación de las colecciones que encierra. Objetos que corresponden a períodos diversos y que van de los muebles de la Francia de Luis XIII y Luis XIV [244]a los sitiales italianos y españoles del XVII, a las tallas góticas, a las pinturas primitivas, al alto biombo y el brasero chino; donde los mismos alternan con vitrinas donde se exhiben libros de horas miniados, armas, y obras curiosas de distintas épocas. El conjunto tiene por magnífico marco los tapices de Bruselas, la araña de la Virgen proveniente de la catedral d"Estrées, frente a la chimenea.

El Gran Hall neoTudor (archivo del museo, 1947), vista de la pared noroeste hacia la antecámara. En el primer plano, escalera hacia la antigua sala de esgrima y servicio del subsuelo. Se aprecian varias pinturas españolas e italianas, el gran tapiz de "La Batalla de Tessino", la vitrina con tallas y orfebrería europea y el facistol barroco francés [245]Es de admirar el delicado diseño geométrico del piso de parquet de madera, con su combinación de piezas claras y oscuras, respectivamente de arce y nogal. Con una obra del Taller Cornelius Mattens. "El combate de Tessino". Inventario Nº 513. Serie de Escipión El Africano. Cartón de Julio Romano. Taller Cornelius Mattens. Lana, seda, oro y plata. Alto: 420 cm, ancho: 815 cm. Firmado abajo y a la derecha. Bruselas. Fines del siglo XVI. Ex colección del Duque de Sexto, Marqués de Alcañices. Ex colección Errázuriz – Alvear. "La batalla de Tessino", tapiz del taller de Cornelius Mattens sobre diseño de Giulio Romano (Bruselas, fin s. XVI, principio s. XVII) [246]

Los tres tapices que ocupan el sector más prominente de cada paño de muro, fueron tejidos a principios del siglo XVII en los talleres de Cornelius Mattens, en Bruselas, siguiendo los cartones diseñados por el arquitecto y pintor manierista italiano Giulio Romano (1499-1546) sobre aspectos de la vida virtuosa de Escipión el Africano. Esta serie tuvo un total de trece cartones que contaron entre los más apreciados y hermosos de su tiempo.

Los tapices corresponden a: "La batalla de Tessino" (4,2 x 8,15 metros), "La continencia" (4,2 x 5,9 metros) y "El banquete de Syphax" [247](4,2 x 5,65 metros); todos ellos con guardas con personajes alegóricos ubicados en nichos de estilo renacentista. Los tapices están tejidos, recamados y bordados con hilos de oro y plata sobre tramas de seda.

Este salón es el más amplio de la residencia, el único con doble altura y el eje alrededor del cual se desarrollan todas las actividades de la casa.

El cielorraso, imita madera y está decorado con casetones y vidrio emplomado; la estructura de grandes vigas de hierro está oculta, y de ella cuelgan las cinco grandes arañas. La galería alta comunica entre sí los dormitorios y se conecta con la planta baja por medio de una escalera helicoidal tallada en roble. El parquet tiene un diseño estrellado que combina maderas de arce y nogal.

Uno de los muros se abre en tres grandes arcos con tracerías y vidrio emplomado; en él, la gran chimenea ocupa la mitad inferior del arco central y los tres muros restantes están revestidos en símil piedra París con altas puertas de roble con tallas de grutescos o con alargados balaustres. Todo el salón está rodeado por un zócalo de roble tallado con "servilletas plegadas". Tres tapices flamencos tejidos en Bruselas en el taller de Cornelius Mattens a fines del siglo XVI, según los cartones de Giulio Romano, cubren los muros. El mobiliario está organizado en varios conjuntos de sillones, banquetas, mesas y arcones. Pinturas góticas y renacentistas, obras de imaginería religiosa española, flamenca y alemana, contribuyen a evocar el siglo XVI.

El Gran Hall tiene sus altas paredes con papelería inferior de roble y paramentos superiores símil piedra París, puertas de roble en paneles labrados y enormes ventanales de tracería tardogótica con vidrios emplomados.

Los altos ventanales con vidrios de varios tonos, la decoración del techo, el protagonismo de la chimenea y los muros cubiertos por tapices y madera, recuerdan algunos salones ingleses de época Tudor.

En este Gran Hall encontramos una rica variedad de muebles y objetos (Góticos y del Renacimiento) que van desde sillones frailero del S. XVII, sillones plegadizos del S. XV y XVI, sillas y sillones Luis XIII y Luis XIV, banquetas del S. XVI, sitiales y bancos góticos, escabeles del S. XVI y XVIII, facitoles Luis XIV, mesas del S. XVI y XVII, credencias (credenza o crédence) del S. XV, braseros del S. XVIII, obras de artes diversas (pinturas, esculturas, jarras, vasijas, etc).

Observamos la escalera caracol del Gran Hall Renacimiento, de acceso a los dormitorios del primer piso. Tambien se observa el detalle de la carpintería del techo del Hall. A la izquierda de la escalera de caracol se observa el Clave estilo Regencia, con caja instrumental italiana del siglo XVII. Claramente se observan dos, de las cinco, arañas de bronce, provenientes de la catedral francesa de Estrées y ejecutadas a la manera de los trabajos flamencos de fines del siglo XV que iluminan el ámbito; cada una se compone de dos hileras de brazos de seis luces y terminan hacia abajo en cabeza de león con una argolla en sus fauces (cada brazo simula un tallo curvado, ornado de hojas de viña recortadas y entrelazadas sosteniendo sendos candeleros). Las cuatro arañas laterales coronan sus ejes con ángeles arrodillados y la central con una imagen de la Virgen que, vestida y tocada al modo flamenco, lleva un cetro en su mando derecha.

El Detalle de la carpintería del techo del Gran Hall nos muestra el diseño del cielorraso ofrece tableros cuadrados y profundos casetones, en varios de los cuales se incluyen paños romboidales de vidrios emplomados traslúcidos que dejan pasar la luz proveniente de la claraboya de vidrios (material reemplazado actualmente por chapa de fibras traslúcida).

Otro detalle de la baranda del pasillo del primer piso que da acceso a los dormitorios, que rodea al techo del Gran Hall. Detrás, contra la parede se encuentran un tapiz y debajo del mismo un arcón de madera de nogal tallada y moldurada del S. XVII, al costado del arcón sillones plegadizos de madera de roble tallada y cuero del S. XVI (que no logran verse en esta fotografía).

El rincón gótico. A la derecha, sobre los sillones del coro de observa el hachero gótico (candelabro) de hierro forjado del S. XVI, al lado del cuadro; en la extremidad de un brazo adherido a la pared presenta una caja enrejada, dentro de la cual se alza la barra en la que se fija la antorcha a la gran hacha de cera llamada blandón. A la izquierda del hachero gótico (candelabro) se encuentra dentro de la pared "La virgen con el niño", mármol del siglo XVI. Se encuentra la obra de "La virgen con el niño", mármol del siglo XVI. España. Imagen de mármol policromado y dorado, sobre base gótica. La Virgen está vestida con un rico manto de pliegues suntuosos, cubierto de ornamentos. Sus cabellos caen en ondas sobre la espalda. Lleva en brazos al Niño Jesús, quien está desnudo y tiene en sus manos una paloma (archivo del museo, 1947).

A la izquierda se observa la sillería del coro de madera de nogal tallada y moldurada del S. XV, los asientos se dividen entre sí por diversos elementos decorativos. A la derecha sillón de madera tallada y cuero del S. XVI, llamado sillón frailero español, grandes clavos dorados y calados ornamentan el mueble, el travesaño delantero esculpido con grifos y en el centro una decoración de hojas estilizadas (alto: 124 cm, ancho: 66 cm y profundidad: 39 cm).

Una mesa que soporta el "antifonario de coro" (procedente de Italia, Florencia, hacia 1480; que se observa dentro de la caja de cristal) de madera de nogal moldurada y torneada del S. XVII. Otra mesa extensible de madera de roble taraceada de la época Isabel 1º (1558-1603), donde se observa el "bulbo de melón"; rodeada de seis sillones de madera de roble tallada y torneada Luis XIII (se pueden apreciar las chambranas en "H" o travesaños torneados que unen las patas de balaustres) tapizados de damasco, con fondo de oro. En la foto solo se observan tres sillones (de los seis) de madera de roble tallada y torneada Luis XIII, junto a la mesa inglesa extensible de roble de la época de Isabel I, que presenta dos ballestas alemanas del S. XVIII apoyadas arriba. Sobre la mesa na ballesta [248]arma de madera con incrustaciones de marfil. Alemania. Siglo XVIII [249]

El proyecto de boca de chimenea. Auguste Rodin (1840-1917) [250]Inventario Nº 1462. Bronce patinado. Alto: 74 cm, ancho: 60,5 cm, profundidad: 19 cm. Fundido por Alexis Rudier. Francia. Siglo XX. Ex colección Errázuriz – Alvear. Este modelo de frente de chimenea en bronce, proyectado en 1913, a pedido de los Errázuriz – Alvear para reemplazar el que ya estaba encargado; nunca se llegó a concretar, subsistiendo esta maqueta como ejemplar único, d egran valor. Los personajes rodinianos que rondan incesantemente las creaciones del maestro desde su proyecto inconcluso de "La Puerta del Infierno" (1880) aparecen aquí en nuevas asociaciones: "la muerte del poeta" y las "sirenas" en el frontón supeior; Adán y Eva en las jambas laterales, en actitud de duelo y tamaño colosal.

La obra de "Jesús con la cruz a cuestas", óleo sobre tela de Domenikus Theotocopuli -El Greco- (1541-1662) [251]Inventario Nº 328. Óleo sobre tela. Alto: 79,5 cm, ancho: 58,5 cm. España. Siglo XVI. Ex colección Errázuriz – Alvear. En la obra Jesús aparece de medio cuerpo, coronado de espinas y llevando la cruz.  Sus manos se apoyan relajadas sobre el madero, no hay crispación ni gesto de esfuerzo,  algunas gotas de sangre caen sobre el rostro y el cuello, pero sin rictus de sufrimiento. Con serenidad camina hacia el Calvario, sólo sus ojos inundados de lágrimas y mirando al cielo, nos hablan de dolor. El ambiente sombrío y tormentoso, las luces que coronan la cabeza de Jesús, el uso de colores enrarecidos como un rojo que va del naranja al bordó, o un azul con matices verdosos, logran una atmósfera trágica y espiritual. El punto de vista del observador se ubica  bajo, de modo que la figura adquiere monumentalidad. Esta impresión se refuerza con otros recursos utilizados por el artista como las proporciones alargadas y el tamaño pequeño de  la cabeza  en relación con el cuerpo voluminoso.

El Comedor (Luis XIV), inspirado en el barroco francés. Es el antiguo comedor de la residencia utilizado ocasionalmente para sesiones de la Academia de Letras y para banquetes oficiales. Su decoración es autoría de Georges Hoentschel (1855-1915), afamado decorador francés que moriría poco tiempo después de proyectar esta sala, claramente inspirada en la Sala de Guardias del palacio de Versailles.

Está compuesta por rico revestimiento de mármoles policromos de los Pirineos franceses que combina pilastras rectas y gruesas consolas (base angosta ornamentada con tapa de mármol contra las paredes)[252] redondeadas de mármol rosa salmón de Francia con zócalos oscuros veteados de "gran campan melangé", paños centrales de serracolín verdoso de los Pirineos y molduras de blanco de Carrara. Las puertas de roble poseen un valioso trabajo de relieve. Tres arañas de bronce cincelado y dorado, con caireles de cristal, hacen juego con los apliques que centran los paños.

En esta vista hacia el jardín, con sendas portaantorchas en los entrepaños y busto de Luis XIV en el eje del ventanal central. Alrededor de los grandes ventanales pueden observarse seis sillones de madera de nogal y estilo Regencia que están tapizados en terciopelo de Génova verde. En el centro de mesa suele presentarse una notable sopera de plata cincelada y sobredorada, ejecutada entre 1757 y 1761 por François Thomas Germain, a pedido de la emperatriz Elizabeth de Rusia para el Palacio Imperial del Ermitage en San Petersburgo. Dos importantes juegos de té de plata de fines del siglo XIX, orfebrerías Odiot y Boucheron, de París, completan el conjunto.

A un costado, sobre un pedestal, el calco en yeso patinado del busto de Luis XIV de Antoine Coysevox, cuyo original está en el palacio de Versalles, parece dar fe de la calidad estilística de esta transculturación operada a través del tiempo y del espacio.

Una sopera con escudo imperial. Germain, François Thomas (1726-1791). Inventario Nº 1840. Plata cincelada y sobredorada. – Epoca Luis XV. Sopera alto: 36 cm, ancho: 45 cm; 'presentoir'. Alto: 8 cm, ancho: 45,5 cm, largo: 60 cm. Ejecutada en Francia para la Zarina Isabel I de Rusia entre los años 1756 y 1759. Procedencia: Museo Imperial del Ermitage. Ex colección Paula de Köenigsberg. Legado Mercedes Saavedra Zelaya, 1963 [253]

La elección del estilo decorativo del Salón Comedor se vincula con la activa vida social y diplomática de sus dueños Don Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Doña Josefina Alvear (1859-1935) organizaban frecuentes comidas y reuniones sociales para las que planificaron un entorno suntuoso. El Palacio de Versalles, escenario cortesano por excelencia, fue el recuerdo inspirador y el Salón de Hércules el modelo elegido.

La atmósfera barroca se logró con la combinación de mármoles de hermosa veta de las canteras de Carrara y del Macizo Central francés. Los muros trabajados en varios planos acentúan los efectos de luz y sombra. Las puertas y los encuadres de las pinturas tallados en madera con conchas y roléos mantienen el estilo.

Las escenas de caza, las consolas de mármol Rose de France con porcelanas chinas y el biombo de Coroman del daban espléndido marco a las fiestas.

Sobre cada consola hay un óleo sobre tela, obra de Alfred de Dreux (1810-1860) representando, respectivamente "La caza del jabalí" y "La caza del siervo".

A eje de los entrepaños que flanquean la puerta central de las tres que abren al jardín, hay dos porta-antorchas de tamaño natural, esculpidas en madera en Francia, a inicios del siglo XVIII.

Alrededor de la gran mesa central hay doce sillas [254]Luis XV [255]del siglo XVIII, de nogal claro, tallado y moldurado. Llevan tapicería "gros point", con motivos de personajes en las reservas de respaldos y motivos florales en los asientos. El mobiliario del comedor [256]históricamente fue estudiado por Siegfried Giedion en La mecanización toma el mando (1978).

A la izquierda se exhibe un par de "Perros de Fô" de la dinastía Chìng iniciada en 1644. Los monstruos de cerámica color turquesa realzada en verde y ocre, llevan en el dorso un recipiente en forma de balaustre, destinado a quemar incienso. A la derecha los "Perros de Fô", sobre la consola, debajo del cuadro "La caza del siervo".

Juegos de vasos sobre la consola, debajo del cuadro "La caza del jabalí". El vaso de porcelana con tapa "Perro de Fô" (al centro de la foto) en biscuit es inventario Nº 690. Alto: 84,5 cm, diámetro: 47,5 cm. Remata la tapa un "Perro de Fô". China.Epoca Yung-Cheng (1722-1736). Ex colección Errázuriz – Alvear [257]

Porcelanas (platos, bol, tazas de caldo o "écuelle à bouillon", jarras, cremera, aguamanil y azucarero), "Pâte tendre" de Sèvres [258]siglo XVIII. El conjunto de Vincennes incluye una cremera de pasta blanda (pâte tendre), con fondo blanco sobre flores: en el Sèvres figuran varias piezas importantes de pasta blanda: una taza de caldo decorada en ojo de perdiz y follaje dorado sobre fondo azul oscuro (o "real") y otra, con fondo ojo de perdiz oro y azul, decorado con guirnaldas de laurel sobre cinta rayada de oro; un plato cuadrado, de fondo rosado, reservas decoradas con aves y follajes, y guirnaldas doradas, de formas ligeramente curvas y esquinas redondeadas, que perteneció a la condesa Du Barry; una taza con tapa y bandejilla oval, de fondo azul oscuro, con reservas decoradas con aves en paisajes, enmarcados por flores doradas; un par de tazas con asa, de fondo verde y reservas de fondo blanco con flores y ornamentos dorados, y un conjunto de tazas de café decoradas por los más notables pintores de la Manufactura de entonces. En la cuarta vitrina se exponen porcelanas chinas del siglo XVIII, boles, tacitas y tetera, así como varias piezas en forma de tomates, sueltos o agrupados en pirámide.

Taza para caldo, porcelana de Sèvres [259]decorada con Cupidos y atributos de caza y flores. Francia, siglo XVIII. Escudilla con plato. Porcelana  Sèvres – 1768. Francia.  Siglo XVIII. Este  tipo de tazón con dos asas, tapa y bandeja se empleaba para servir raciones individuales de caldo.  Está decorada con cintas que forman lazos, la cinta es dorada y con capullos de flores en azul oscuro (blue du roi) obtenido del cobalto, color descubierto en 1749 por M. Hellot, químico de la Manufactura de Sèvres. Todo el fondo está cubierto por una decoración en ojo de perdiz y los bordes en diente de lobo.  El asa de la tapa tiene la forma de una rama con yemas y las asas de la escudilla son dobles y forman una torzada. En Francia se producían magníficas piezas de la llamada pasta tierna.  En 1753 la Manufactura de Vincennes se trasladó a Sèvres donde años más tarde se produjeron verdaderas porcelanas de una pasta nueva que contenía un 44% de caolín y un 40% de feldespato. En la década de 1760, a raíz del descubrimiento de los yacimientos de caolín, comenzaron las pruebas con esa arcilla.  Nuestra pieza esta fechada en 1768 y es probable que en su pasta esté presente el caolín.

Taza para sopa con plato y tapa. Porcelana de Sèvres. Inventario Nº 697 a y b. Pasta blanda siglo XVIII. Fondo azul de cobalto, dorados en relieve realizados por Baudoin, en las reservas decoración de pájaros y flores [260]

Taza "trembleuse". Porcelana pasta tierna. Manufactura de Sèvres – 1768. Francia.  Siglo XVIII. Esta pieza de pasta tierna tiene en la base las dos eles cruzadas que identifican a la Manufactura de Sèvres; está datada con la letra p que corresponde al año 1768 y arriba de la marca aparece la firma de Chappuis aîné decorador especialista en flores, pájaros y paisajes que trabajó entre 1761 y 1787.  El cuerpo de la taza y el borde del plato llevan una decoración en tonos de azul y oro con una estilización de las plumas de pavo real. Las manufacturas de porcelana europeas crearon gran variedad de modelos para los más diversos usos en la mesa.  Rápidamente aparecieron tazas especialmente diseñadas para beber café, té, chocolate o caldo.  El modo de servir y de tomar estas bebidas dio lugar a creaciones particulares. La invención de la llamada taza trembleuse nació de la costumbre de sostener en una mano, durante la charla,  la taza sobre el plato con el té o el café. Para evitar que la taza se deslice o se vuelque  se diseñó un plato con el fondo hundido en el cual se inserta la taza. Los servicios de mesa estaban compuestos por platos de diversos tamaños y recipientes para ensaladas, a los que se sumaban una serie de fuentes circulares u ovaladas que completaban el conjunto.  Las trembleuses no formaban parte de estos servicios tradicionales, por lo cual son piezas muy especiales que rara vez aparecen en los remates.

A la derecha, sobre las dos puertas falsas del paramento norte se ha instalado un par de grandes "Perros de Fô", de cerámica china "tres colores", dinastía Ming (1368-1644). Estas figuras, macho y hembra, se colocaban a la entrada de los templos, como guardianes benefactores.

El Jardín de Invierno (Luis XVI) o Fumoir (salón de fumar para los caballeros). Situada en la esquina noroeste del edificio, esta sala se abre como transición entre el Comedor y el Salón de Baile. Su decoración, en un puro estilo neoclásico de la época Luis XVI, es obra de Nelson. Las paredes y el cielorraso son estucados aquellas en delicados tonos de ocre y crema, imitando mármol; éste -con un elegante perfil abovedado- en estuco liso color marfil. En la parte superior corre un friso decorado con follajes y encima de las puertas se ven guirnaldas de hojas de roble y bellotas. Los cuatro sobrepuertas tienen como motivo central un medallón con una urna distinta en cada uno, todas ellas encuadradas por cornucopias, ramas de laurel y guirnaldas de roble. Las arañas y apliques, también de estilo Luis XVI, son de hierra pintado y dorado y llevan en sus ramas flores blancas de porcelana antigua de Sajonia.

Par de grandes quimeras (Perros de Fô) [261]China, cerámica del reinado de Kang-Hi (1661-1722), son de cerámica verde y amarilla y proceden del patio de honor de algún palacio chino, pues es corriente encontrar en ellos parejas de monstruos guardianes como éstos, mezcla fabulosa de perro y de león. Los animales fant´sticos reposan sobre bellas bases decortivas y, en posición ritual, el macho afirma una pata sobre la bola simbólica -la "perla"- que, de acuerdo con la leyenda, protege su vida y la hembra en cambio sobre el lomo del cachorro.

La decoración de este pequeño salón debía ofrecer un enlace estético entre el salón Comedor y el de Baile.

La elección del sobrio estilo Luis XVI es fundamental en cuanto al diseño. El color de los muros acorde con las maderas de tonos claros y los dorados del salón Regencia, la textura y las vetas del mármol, reemplazado en esta sala por estuco, logran una buena combinación con los revestimientos del comedor.

La Diosa Minerva. Anónimo Romano. Inventario Nº 52. Escultura de mármol. Alto: 125,5 cm, ancho: 31 cm, profundidad: 26 cm. Roma. Fines siglo I y principios siglo II después de Cristo. Hallada en excavaciones en la Vía Appia, ca. 1922 -1923. Ex colección Ángel Gallardo. Adquisición. 1987 [262]

El Salón de Baile (Regencia). Corresponde al estilo propio del período Regencia (1715-1723) y su diseño se inspira en el Salón Oval (o "boiserie" de música del palacio de los Archivos de París, antiguo "Hôtel de Soubise"), decorado por Boffrand hacia 1716 (este palacio, uno de los más hermosos de París, ha sido utilizado com documento de reproducciones en diversas oportunidades). El proyectista fue André Carlhian, que lo diseñó tomando como base una "boiserie" traída de un hotel parisino de aquella misma época.

Este revestimiento, muy ornamentado, ocupa íntegramente las paredes del recinto y está compuesto por doce paneles conjugadamente simétricos y piezas de ajuste que van desplegando la típica continuidad ondulada del estilo, reforzada por la curvatura de las cuatro esquinas, que incluyen otras tantas hojas dobles de puertas curvas, y por la del friso superior, que se recorta en "rocailles" contra el cielorraso. Los sobrepuertas y "cartouches" (coronamientos de aberturas y nichos decorativos) presentan, esculpidos en madera, conjuntos de instrumentos musicales y armas. Los paneles están pintados en un tono uniforme color crema, con molduras y tallas doradas a la hoja.

En los lados largos del recinto se abren, tres a tres, amplios vanos simétricos que se corresponden: las tres puertas-ventanas que dan a la terraza (sobre la actual Avenida del Libertador y los parques de Palermo), y los tres que se les enfrentan y que están íntegramente revestidos de espejo. También las puertas dobles corredizas de los testeros tienen ambas caras revestidas con paneles espejados. Esta particularidad decorativa, que produce un efecto de multiplicación al infinito tan propia del barroco y del rococó, se refuerza por la iluminación puntual de las siete arañas y los ocho apliques de bronce cincelado y dorado que llevan caireles de cristal transparente y otros en forma de gota de color amarista y topacio. Las cuatro puertas dobles esquineras tienen sus hojas curvas, verdadero alarde de artesanía carpinteril; dos de esas puertas abren hacia el Gran Hall, las otras dos (que dan a la actual Avenida del Libertador) son falsas.

Los típicos elementos decorativos del estilo, que simplifica la suntuosidad ampulosa del Luis XIV, enriquecen sobriamente la "boiserie" formando encuadramientos realzados por "rinceaux" terminados por hojas de acanto estilizadas.

Los "dessus de porte" y los "cartouches" son de madera esculpida y dorada formando composiciones armoniosas integradas por instrumentos de música, mientras que las que decoran la parte superior de los vanos que separan y unen los salones de la "enfilade" representan grupos de instrumentos musicales y guerreros.

Las plantas curvas son las que mejor se adecuan cuando se proyecta un salón dedicado a la danza. Este concepto predomina en esta decoración, todas las molduras, excepto las verticales, son curvilíneas, el revestimiento de madera se une al cielorraso con una fuerte moldura ondulante, los ángulos del salón y la unión de sus muros con el cielorraso, se basan en líneas curvas.

Esta sala evoca los años de la Regencia (que fue un "estilo pesado" del período 1715-1723, de transición del Barroco propio del Luis XIV al Rococó del Luis XV), por lo cual bien podemos denominarla de transición del Barroco-Rococó, o transición entre el boato solemne del Barroco y la armónica gracia del confort Rococó [263]

Rococó que en el siglo XIX era solo para el consumo burgués -preferentemente de la alta burguesía a la que pertenecía la familia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935)- [264]como lo expresó Siegfried Giedion en La mecanización toma el mando (1978).

Escribe sobre "El espejo rococó", Piera Scuri, en la revista Summa Nº 198 (1984). Diciendo que del Rococó francés, arte de los interiores por excelencia, un aspecto singular fue la gran cantidad de espejos usados.

Hay un antecedente de este amplio uso de los espejos, y se trata de Versalles. La famosa vidriería de Saint Gobain fue fundada justamente para satisfacer los encargos de espejos de gran tamaño para el palacio. Versalles resplandecía de ellos y la galería de los espejos es solo el ejemplo más famoso. Versalles era el fondo simbólico para la gloria del reinado, todo debía exaltar la potencia del más grande soberano de Europa.

Nuevas costumbres y un protocolo más flexible, permitieron la expresión de una juvenil alegría que se manifestó en la preferencia por los colores claros, el uso de la luz y sus reflejos, la generosidad del dorado a la hoja y los múltiples paños de espejo que no permiten percibir con exactitud los límites del espacio real.

En París, los salones del Hôtel del Príncipe de Rohan-Soubise fueron el paradigma de la decoración de principios del siglo XVIII y han inspirado el diseño de esta sala.

Tibor. Porcelana. Familia rosa. China. Época Chien Lung (1736-1796). Altura 0,65 m. Diámetro mayor 0,36 m. [265]También hay vasos de porcelana [266]con tapa o "potiches" de porcelana china. Inventario Nº 645-646. Porcelana "Familia Rosa" (famille rose). Alto: 132 cm, diámetro: 61 cm. China. Época Kang-Hi (1662-1723). Ex colección del conde Bonn de Castellana. Ex colección Errázuriz – Alvear. Adornan esta sala.

También hay un antiguo clave italiano del siglo XVII, cuya afinada caja armónica, casi triangular, está alojada en un mueble francés, época Regencia, cubierto de laca roja con relieves dorados de escenas de "chinoiseries", descansando en seis esbeltas patas en consola. Restaurado en 1998 "in memoriam" de José Clucellas, se ha vuelto a utilizar periódicamente en recitales de música de cámara.

El Salón de Madame (Luis XVI). También aquí la decoración es autoría de Carlhian, quien utilizó parcialmente "boiserie" de roble, puertas, herrajes y fallebas de Hotel de la Rue Royale 18, de París, de puro estilo Luis XVI. El modelado presenta los elementos característicos: hojas de acanto, "raies de coeur", "baguettes enrubannées" y "godrons". Los contramarcos están decorados con entrelazados que tienen una amapola en su centro y terminan en dos consolas en forma de hojas de roble que sostienen una cornisa esculpida con motivo de ovas.

Cada puerta tiene un motivo con hojas de acanto y laurel y las sobrepuertas de yeso blanco presentan una lira con cabezas de águila, instrumentos musicales, el caduceo de Mercurio y -en la parte superior- una máscara radiante que simboliza el sol (dicho de otro modo: los diversos "dessus de porte" de yeso representan una lira con cabezas de águila y distintos intrumentos entre los cuales hay una trompeta y el caduceo de Mercurio). El encuadramiento de las puertas lleva los típicos "entrelacs", en cuyo centro hay una flor de amapola. Las puertas y los herrajes y fallebas proceden del "hotel" que Letellier ejecutó en la calle Royale Nº 11 en París, y cuyos motivos decorativos, así como los de la casa del Nº 13 pertenecen hoy a prestigiosos museos. Una de las "boiseries" del Nº 11, compañera de la que se encuentra en esta residencia está ubicada actualmente en el "grand salon" del Museo Nissim de Camondo de París y otra del Nº 13 en The Pennsylvania Museum of Art.

La construcción de la célebre Rue Royale se llevó a cabo como parte del proyecto monumental emprendido para honrar a Luis XV, monarca reinante a la sazón, e incluía la Plaza Louis XV, hoy de la Concordia. El arquitecto Ange-Jacques Gabriel (1698-1782) fue designado por concurso, en 1753, para realizar su diseño, y de 1757 a 1770 se levantaron las fachadas de los dos palacios que se encuentran en su lado norte. Entre ambos y hasta el emplazamiento reservado a la iglesia de la Magdalena, corría la Rue Royale, cuyas residencias debían presentar un exterior uniforme. Su construcción se llevó a fin gradualmente, bajo la dirección de los arquitectos Letellier padre e hijo.

En 1781, Louis Letellier, padre, adquirió los solares de los números 11 y 13. Era entonces "architecte du roy et contrôleur des bâtiments de son domaine de Versailles". No ha sido posible precisar si Louis Letellier, que contaba en esa época con 81 años, dibujó la casa, o si se encargaron de su trabajo su hijo Pierre-Louis o su yerno Jean Caqué, también arquitecto.

Tras de retirar las "boiseries" citadas, que fueron reemplazadas en la casa por sus reproducciones en yeso, el edificio, con sus restantes salas de menor importancia, fue clasificado por el gobierno francés como monumento histórico.

Estos revestimientos están reproducidos en la célebre obra "Les Vieux Hôtels" de París, que cataloga los edificios más típicos de la Ciudad Luz.

El salón fue íntegramente puesto en valor en 1995, reemplazándose con sedas especialmente traídas de París el entelado del paño central y los cortinados y pasamanería, así como el tapizado de los sillones en general. Las dos arañas de bronce y cristal se inspiran en modelos del Grand Trianon de Versalles.

En este salón se exhiben varios importantes óleos del siglo XVIII.

Cambio de ángulo de la foto del salón de estar, Luis XVI, decoración de Carlhian. Vista general hacia el ángulo noreste, con la vitrina de porcelanas chinas Capucine. Sobre el perímetro, pianoforte y colección de sillones y muebles franceses del siglo XVIII, "El Gran Canal", óleo de Marieschi, el tapiz de Charles Coypel (1694-1752) sobre tema quijotesco y "La Eterna primavera" de Rodin. En el paño central, entre las dos ventanas que abren a la avenida del Libertador, se halla encastrado un curioso tapiz de la Manufactura francesa de Gobelinos que presenta a modo de cuadro enmarcado dentro del tejido, a "Don Quijote visitado por la Sabiduría en el momento de su muerte". Pertenece a la serie de la "Historia de Don Quijote", con cartones originales de Charles Coypel y con encuadre, guirnaldas y moños de Tessier.

Sala de estar íntima, revestida con paneles de madera pintada algunos de los cuales son del siglo XVIII, evoca la influencia que la reina María Antonieta tuvo en la decoración Luis XVI.

Este ambiente, con sus confortables sillones, mesas y secretaires (mesa mas cajones ocultos) [267]del siglo XVIII, cuyo clima estimula la charla amigable, era el que prefería doña Josefina Alvear (1859-1935) para recibir.

La decoración se enriquece con pinturas francesas de temática galante "El sacrificio de la rosa" de J.H. Fragonard y "Venus con Cupido" de J.F. De Troy, paisajes venecianos del siglo XVIII y en lugar de honor "La Eterna Primavera", un mármol de Rodin que nos recuerda la amistad que la familia mantuvo con artistas de comienzos del siglo XX.

Rincón de sillones Luis XVI con respaldo oval y tapizado original en "petit point" con motivos de flores y moños sobre fondo rojo junto a la mesa de juego de caoba. De fonfo el "secrétaire" al lado de los cortinados del gran ventanal. A la izquierda sillón Luis XVI con respaldo oval y tapizado original en "petit point" con motivos de flores y moños sobre fondo rojo. A la derecha, "secrétaire" [268]Anónimo. Inventario Nº 1564. Marquetería en "bois de rose" y "bois de violette", tapa de mármol rojo. El batiente representa una dama en un jardín, en el cajón alto hay personajes y paisajes y en las dos puertas inferiores figuras a caballo. En el interior, hay seis cajoncitos decorados con "marqueterie" de cubos. A los lados, cubos y medallones con vasos, bronces cincelados y dorados. Alto: 145 cm, ancho: 93 cm, profundidad: 39 cm. Francia. Epoca Luis XVI. Ex colección Errázuriz – Alvear.

Escultura de Auguste Rodin (1840-1917) [269]"La Eterna Primavera". Inventario Nº 1464. Escultura en mármol de Carrara, representando el típico motivo del beso de la pareja. Alto: 70 cm, ancho: 28 cm, profundidad: 37 cm. Firmado: "A. Rodin". Francia. Siglo XIX. Ex colección Maurice Masson. Ex colección Errázuriz – Alvear. Sobre la chimenea se observa la terracota del "Cortejo de Bacantes".

Chimenea con espejo, reloj y candelabros franceses de bronce a su costado (de época Directorio, representando mujeres que sostienen portavelas, modelos Clodion). El reloj es de base de mármol blanco, friso de bronce cincelado y dorado al mercurio, y esfera esmaltada firmada L. J. Laguesse, de Lieja. El zócalo tiene bajorrelieves de cupidos y palomas, y está flanqueado por dos figuras femeninas -modelo de Falconet- de bronce dorado que leen y escriben el libro de la Vida, alegoría del Tiempo. El reloj, con caja y marco de bronce, se corona con el águile imperial que sostiene antorchas en sus garras. Esta pieza fue ejecutada especialmente para el palacio imperial de Gatchina, en San Petersburgo. Sobre la chimenea se observa la terracota del "Cortejo de Bacantes".

Michel, Claude –  Clodion (1738-1814). Cortejo de Bacantes. Terracota. Francia. Siglo XVIII. Este relieve de terracota en forma de placa muestra a un grupo de seis alegres  jóvenes en cortejo; están vestidas con ligeras túnicas y van descalzas. Llevan un tirso -vara cubierta con hojas de hiedras y vid que simboliza la fecundidad- una urna humeante, ánforas y canastas con frutos.  Están acompañadas por un amorcillo que toca un aulos, flauta con cinco agujeros por tubo. Todos  participan de una fiesta orgiástica llamada bacanal, que se hacía en honor a Baco, dios del vino.  Eran celebradas en los bosques, con danzas y gran cantidad de vino en medio del bullicio y la  lujuria. El tema de las bacanales fue abordado con frecuencia por los artistas del Renacimiento y del Barroco. En la época Neoclásica se reiteran estos temas, pero se atemperada la sensualidad como se puede observar en esta pieza. Claude Michel , llamado Clodion, perteneció a una familia de escultores de la Lorena.   Estudió en Paris en el taller de Jean-Baptiste Pigalle. Cuando ganó el Prix de Rome se trasladó a Italia para estudiar el arte antiguo.  En esos años Clodion se interesó en el modelado de la arcilla y creó esculturas de terracota que fueron consideradas obras de arte y no meros modelos para obras mayores.  En 1771 regresó a Paris donde continuó el trabajo en terracota.  Se asoció con sus hermanos en un taller que produjo obras en estilo Rococó. Con el tiempo su producción evolucionó hacia el Neoclasicismo, estilo predominante en los últimos años del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Escritorio a cilindro. Saunier, Charles-Claude (1735-1807) [270]Es de madera de "satiné" con aplicaciones. Está adornado de bronces cincelados y dorados según modelo de Delafosse, que representan hojas de acanto. Tiene seis cajones. Al abrirse, deja al descubierto cuatro cajoncitos, una bandeja y la tableta para escribir cubierta de cuero verde. Se trata de una "píese de maîtrise", de aquellas que los ebanistas de prestigio realizaban para mostrar (dentro de las proporciones reducidas) la pureza de su arte. Lleva las iniciales C. A., coronadas de flores (foto archivo del museo, 1947). Alto: 99 cm, ancho: 92 cm, profundidad: 96 cm. Estampillado: Charles-Claude Saunier. Francia. Época Luis XVI. Ex colección Errázuriz – Alvear. El escritorio [271]fue estudiado por Siegfried Giedion en La mecanización toma el mando (1978).

Sécrétaire Luis XVI, con laca china e incrustaciones de nácar, firmado J. N. Malle (1733-1784) [272]decorado con paneles de laca china e incrustaciones de nácar, herrajes de bronce cincelado y dorado, tapa de mármol blanco. Sobre él, "Sacrificio de la Rosa", óleo de Honore Fragonard, fines siglo XVIII.

Fragonard, Jean Honoré (1732-1806). Óleo sobre tela. Alto: 0,65 m ancho: 0,54 m. Francia. Siglo XVIII [273]"El sacrificio de la rosa" [274]una mujer desnuda y junto a ella, tendido en forma que parte de su cuerpo desaparece en el fondo obscuro, un genio alado. Sobre un altar que decora un friso de amores, hay una rosa que el genio quema con su antorcha volcada. Amores niños vuelan en la parte alta de esta composición alegórica. Fragonard, Jean Honoré (1732-1806) [275]Inventario Nº 322. Óleo sobre tela. Alto: 65 cm, ancho: 54 cm. Francia. Siglo XVIII. Ex colección Marqués de Forbin-Jeanson (Nº 28 de su venta). Ex colección C. Santamaría. Comprado por Matías Errázuriz el 28 de noviembre de 1930, en la venta de la sucesión de Susana Rodríguez de Quintana, viuda del ex Presidente de la República, Manuel Quintana, Nº 46 de dicha venta. Ex colección Errázuriz – Alvear.

Las Terraza y Jardines. Desde el Salón de Baile se accede directamente a la terraza que da sobre Avenida del Libertador y que en su momento abría sobre el verde de los parques de Palermo, prolongando sin trabas la visión hasta el horizonte; desde el Comedor se salía al jardín principal, en la esquina noroeste -hoy Bustamante y Libertador-, donde la ciudad se iba esfumando en una trama dispersa de casas viejas y nacientes residencias.

El jardín fue diseñado por el notable paisajista francés Achille Duchène (1866-1947), que en la misma época proyectaba el jardín de la residencia de Moïse de Camondo, hoy Museo de Artes Decorativas de París. Su trazado es geométrico, sobre la tradición instaurada por André Le Nôtre, autor de los jardines de Versalles, e incluía una fuente con amplio espejo de agua, hoy vacía, y una calle de altos cipreses, actualmente eliminada.

Estos espacios no se hallan habilitados normalmente al público.

La obra"Escenas de la Vida de Cristo", tapiz de lana, Tournai, Francia, segunda mitad del siglo XV. Escenas de la vida de Cristo. Tapiz de lana y seda. Alto 2,43 m, ancho 4,40 m. Manufactura de Tournai. Francia. Ultimo cuarto del siglo XV. En este tapiz reconocemos tres escenas del ciclo de la Pasión de Cristo: a la izquierda la Última Cena, en el centro Cristo en la Cruz con María y San Juan Evangelista y a la derecha la Resurrección. Las tres escenas se desarrollan sobre un fondo "mille fleur" que por su tipo podemos relacionar con trabajos de los talleres de Tournai de finales del siglo XV en los que trabajaban tejedores errantes provenientes de Flandes. La presencia simultánea de varias escenas es una característica de tradición medieval.  El punto de vista es frontal en la Crucifixión, pero es diferente y bastante más alto en las otras dos escenas, por eso podemos ver la superficie de la mesa en la Última Cena y el sarcófago destapado en la Resurrección.  Se puede suponer que las escenas originalmente fueron previstas como obras separadas.

El rapto de Oritia por Bóreas. Manufactura Real de Beauvais, Francia ca. 1730. Cartón de  René Antoine Houasse 1645-1710. Guarda perimetral atribuída a Guy L. de Vernansal 1648-1729. Tapiz de lana y seda – largo 4,96 m  alto 2,75 m. La princesa griega Oritia, hija del rey de Atenas, es raptada a orillas del río Iliso por Bóreas, dios del invierno y del viento helado del norte. Una joven de su séquito intenta retenerla sin éxito.  Bóreas la lleva al helado reino de Tracia, donde la hace su esposa inmortal y diosa de los  vientos helados. René A. Houasse, artista diseñador de esta escena, fue discípulo de Charles Le Brun (1619-1690) y participó activamente en la decoración de los techos de los salones de Venus, Marte y de la Abundancia en el Palacio de Versailles. La Manufactura Real de Beauvais fue una tejeduría de tapices fundada por Luis XIV en 1664.  El ministro J. B. Colbert la instaló en el norte de Francia que era una zona productora de tapices de gran calidad. En 1688 René Houasse creó para la Manufactura de Beauvais los cartones con temas de las Metamorfosis de Ovidio, serie a la que pertenece este tapiz.

La Sala Sert. Este ambiente ocupa un lugar único dentro de los recintos de la residencia y se destaca por su atmósfera especial y por su curioso estilo decorativo, ya emparentado con el futuro "art déco". Su autor fue el renombrado pintor y decorador catalán Joseph maría Sert (1876-1945), quien así respondió -entre 1918 y 1920- al encargo del joven hijo de Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Josefina Alvear (1859-1935), quien usaría el saloncito como lugar de estar y recibo de sus amistades. El joven dio entonces una muestra clara de su seguro sentido estético al solicitar al maestro una creación de tan singular originalidad, especialmente si se considera que ella estaba destinada a decorar una residencia de Buenos Aires.

No sólo los paneles denominados "Goyescas" que animan sus muros, sino estos muros mismos, la chimenea de espejos -precursora de las que más tarde se multiplicaron siguiendo los dictados de la moda-, las suntuosas puertas con sus picaportes de jade chino y las vigas doradas, fueron proyectados por el artista hace más de veinte años. El estuco pardo oscuro de los muros, que ya no imita mármol veteado sino el nuevo "terrazgo", el perfil de la chimenea francesa revestida de trozos de espejo, la lisura del dorado a la hoja en las puertas y marcos de pinturas y el cielorraso de fondo negro "craqulé" y vigas doradas, con cuatro faroles prismáticos colgantes, conforman una propuesta absolutamente inédita para la residencia.

Dos influencias se suman en esta rara habitación: la de Goya, cuyos temas característicos predominan en el lujo y el dramatismo de los paneles, y la de Serge Diaghilew, el genial creador de los revolucionarios "Ballets Russes", ricos de fantasía oriental y de ciencia europea, que tan marcado sello impusieron a todas las manifestaciones artísticas de comienzos del siglo XX. Este salón está incluído en la lista de obras del maestro, recopiladas en el artículo que escribió sobre Sert, André Dezarrois, director de la Revue de l"Art, conservador adjunto de los Museos Nacionales de Francia, en la página 73 del número 278 del tomo L de la citada revista, meses de julio y agosto de 1926. Sert colaboró en varios "ballets" para Diaghilew.

Entre otras famosas, Sert es autor de la decoración de la catedral de Vich, de la capilla genealógica de los Duques de Alba en el Palacio de Liria (hoy desaparecida), y del comedor de los Marqueses de Salamanca, en Madrid; del salón de baile de Sir Philip Sazón, en Londres; varios salones del castillo de Laversine, perteneciente al Barón Robert de Rothschild, en Francia; el Waldorf-Astoria de nueva Cork; una de las salas en la sede de la Sociedad de las Naciones en Ginebra, y, en Buenos Aires, fuera de esta sala de la residencia Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935), los techos de la antigua residencia de don Celedonio Pereda (actual embajada de los Estados Unidos).

Además en esta sala se pueden encontrar varios "tsuba" (guardasables), del arte japonés del siglo XVI al XVIII

Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) niño [276]óleo de Joaquín Sorolla y Bastidas, 1910. Matías hijo (Mato) está representado con indumentaria española del siglo XVII, de terciopelo verde oscuro recamado de plata y cuello de encaje. Con un mastín a sus pies.

Sert envió asimismo las cuatro animadas pinturas de clima goyesco, genéricamente llamadas "La Comedia Humana". En cada una de ellas aparecen biombos de un color distinto y personajes esquivos. Tres son óleos sobre tela y la cuarta -sobre la chimenea- es un "eglomizer" u óleo sobre espejo, que representa un joven disfrazado de mujer mirándose en un biombo de espejos que multiplica su imagen.

En el Dormitorio estilo 1º Imperio (1799-1815), se aprecia la cama lit bateau, con mesa cilíndrica, una cómoda y sillas Napoleón 1º, dos sillones de la época Directorio-Consulado, mesa de tocador y escritorio (coiffeuse-bureau) de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. 

El Dormitorio (Primer Imperio francés). El estilo Imperio tiene larga data, ya Giedion lo describió [277]como la "devaluación de los símbolos" [278]El mobiliario es tratado en el espíritu de una arquitectura autosuficiente. Las piezas son concebidas a menudo como entidades aisladas, y el mobiliario pierde su relación con el espacio que lo rodea (Giedion, 1978). Se caracteriza por sus líneas rectas, las molduras desaparecen, se buscan efectos de superficie. Las maderas más empleadas fueron la "loupe d´orme" (olmo), el "érable" (arce) y el "citronnier" (limonero). Los muebles se adornaban con bronces cincelados y dorados, los que alcanzaron en dicha época extraordinaria perfección.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
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