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La educación en la argentina en los gobiernos de D. Peron y C. Menem

Enviado por chasquira04


    1. LA DOCTRINA PERONISTA
    2. LA INSUFICIENCIA DE LAS VIEJAS RESPUESTAS
    3. LOS GOBIERNOS PERONISTAS (1946 – 1955)
    4. LAS REFORMAS DEL SISTEMA EDUCATIVO
    5. EL CONFLICTO CON LA IGLESIA CATÓLICA
    6. VISTA PREVIA AL GOBIERNO MENEMISTA:
    7. EVOLUCIÓN DEL PROGRAMA EDUCATIVO
    8. LEYES PRIMORDIALES DE ESTA ETAPA
    9. UN NUEVO FRENTE DE PRESIÓN: LOS DOCENTES
    10. APARICIÓN DE HUELGUISTAS Y CARPA BLANCA DOCENTE
    11. LA SITUACIÓN ACTUAL:
    12. LINEAMIENTOS GENERALES EN EL ESTADO NEOLIBERAL
    13. CONSECUENCIAS MÁS IMPORTANTES DE LA LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN
    14. CONSECUENCIAS PRÓXIMAS DE LA REFORMA

    LA DOCTRINA PERONISTA

    El peronismo se presenta como una nueva propuesta política, centrada en el bien común que reconstruiría un país lastimado por la exclusión social, la pobreza y la falta de trabajo y de inequidad social. Nos parece importante, para comprender con mayor exactitud la política peronista, incorporar al inicio de nuestro trabajo los veinte principios fundamentales expresados por Perón sobre los cuales se asienta su política, destacamos entre ellos la idea de justicia social y de bienestar común:

    1. Defiende un solo interés: el del pueblo.

    2. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y

      Tanto, no peronista.

    3. El peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular y, por lo

      Caudillo, lo es sólo de nombre.

    4. El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo o a un
    5. No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.

      Uno produzca por lo menos lo que consume.

    6. En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho y es un deber, porque es justo que cada
    7. Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.

      Un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.

    8. Ningún peronista debe sentirse más de lo que es, ni menos de lo que debe ser. Cuando

      Patria, después el Movimiento y luego los hombres.

    9. En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: primero la

      Es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.

    10. La política no es para nosotros un fin, sino sólo el medio para el bien de la Patria, que
    11. Los dos brazos del peronismo son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos

    Al pueblo un abrazo de justicia y amor. 11. El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires. 12. En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños. 13. Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el Justicialismo. 14. El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.

    15. Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad. 16. Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social.

    17. Como doctrina social el Justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social. 18. Queremos una Argentina socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Soberana. 19. Constituimos un gobierno centralizado, un estado organizado y un pueblo libre. 20. En esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.

    LA INSUFICIENCIA DE LAS VIEJAS RESPUESTAS

    Durante la década de 1930, la sociedad argentina se volvió cada vez más compleja como producto del desarrollo industrial; de las migraciones internas y externas, de la conformación de demandas de sectores recientemente constituídos o asociaciones sindicales, profesionales, académicas, estudiantiles; de la gestación de nuevos campos técnico – profesionales. Ni el sistema educativo estatal vigente, ni la capacitación en fábricas o la educación laboral realizada por parroquias, alcanzaban a responder a la demanda social de una educación que fuera moderna y que superara las clásicas deficiencias del sistema, es decir, la deserción, la repitencia y la exclusión de los sectores más pobres de la población. Las insuficiencias en el desarrollo de la sociedad civil para hacerse cargo de mediante formas privadas de educación de los problemas planteados, se hicieron evidentes durante los últimos años de la década de 1930.

    La sociedad civil desarrolló desde fines del siglo XIX múltiples modalidades dirigidas a responder al conjunto de necesidades educativas de las que el Estado conservador no se hacía cargo. Si bien, durante el yrigoyenismo se ampliaron los márgenes de los servicios educativos estatales, no se realizaron modificaciones sustanciales al sistema consolidado desde 1884 hasta 1916. En la década de 1930 tanto aquel sistema, como las sociedades populares de educación comenzaron a resultar insuficientes para atender a una población que había crecido considerablemente al ritmo de la modernización. La demanda de capacitación para obreros, empleados, adultos y mujeres crecía y era más compleja. La industria aceleraba su desarrollo, las capas humildes de campesinos que llegaban a las ciudades, especialmente a Buenos Aires, aspiraban a lograr una capacitación que los hiciera aptos para ingresar a una fábrica y ascender socialmente.

    Por todos estos factores, es que las miradas se dirigieron hacia el Estado, exigiendo acciones centralizadoras. La comunidad educativa consideraba necesario la verticalización de la conducción educativa en el Estado Nacional. Reclamaba que este último extendiera su capacidad de contención de la población que demandaba algún tipo de educación y de la modernización del sistema escolar, en especial su función de capacitador para el trabajo industrial.

    LOS GOBIERNOS PERONISTAS (1946 – 1955)

    Cultura en los sectores populares: a partir de 1945 hubo cambios muy importantes en la cultura Argentina bajo un panorama manifestado de la siguiente manera: por un lado una elite junto a una clase media que buscaba ascender con rasgos de minoría culta y por el otro una cultura popular distinta y totalmente opuesta. Esta última adquirió carácter Nacional. El proceso de nacionalización se intensificó gracias a la decreciente inmigración y a la falta de productos extranjeros (a causa de la Segunda Guerra mundial). La característica más relevante de esta situación fue el enfrentamiento entablado entre "la cultura nacional y popular" y "la cultura oligárquica" donde ambas defendieron su acción, sus códigos y actitudes.

    El teatro, las universidades, los museos, las bibliotecas, y la literatura siguieron siendo ámbitos predominantes de la elite y la clase media. El símbolo del conflicto social cultural del peronismo se traduce a la frase del sector popular "alpargatas sí, libros no". Para los trabajadores aislados de la cultura elitista, ser culto era ser rebelde con la oligarquía, ya que esto dignificaba su identidad como pueblo.

    Sobre todo este conflicto se expresó en la educación, para ser más precisos en las instituciones educativas, con un crecimiento de matrículas en los tres niveles de enseñanza, lo que significó una incorporación masiva de los sectores trabajadores a nuevos ámbitos culturales.

    La candidatura de Perón fue apoyada por un frente heterogéneo de partidos articulados en torno a dos núcleos. Uno de los núcleos era el Partido Laborista, una institución política creada por la CGT, cuyo primer afiliado era el propio Perón. El otro era un desprendimiento de la UCR denominado UCR – Junta Renovadora, liderado por Hortensio Quijano, el candidato a vicepresidente. También, en varias provincias, algunos caudillos conservadores respaldaron a Perón, al igual que el Ejército. Finalmente, la posición oficial de la Iglesia también favorecía indirectamente a la fórmula Perón – Quijano. Como en las elecciones de 1931 y 1937, la Iglesia manifestó que prohibía a los católicos votar por partidos que sostuvieran la separación del Estado con la Iglesia, el laicismo escolar y el divorcio legal. En la medida en que Perón reafirmaba su orientación católica, proponía "la enseñanza obligatoria, gratuita y laica de 6 a 14 años", la opción por Perón se manifestaba con claridad.

    En 1946, Juan Domingo Perón asumió la Presidencia. Perón inauguró su gobierno con un mensaje de conciliación con la oposición opositora. Sin embargo, varias decisiones políticas que tomó durante los dos primeros años de su mandato desmintieron estas intenciones. Uno de los objetivos prioritarios de Perón era organizar y disciplinar a sus seguidores. El proceso de reunificación de los distintos sectores bajo el liderazgo exclusivo de Perón se completó en 1947 con la creación del Partido Peronista y en 1949 con la creación del Partido Peronista Femenino. Estas entidades se encuadraban junto con la CGT en el Movimiento Peronista.

    En los discursos y proclamas de Perón como presidente, se podía observar que el gobierno no consideraba al Movimiento Peronista como una agrupación política más, sino que tendía a identificarlo con toda la nación. Esta concepción tornaba ilegítima cualquier oposición: el desacuerdo con la doctrina peronista era, para el gobierno, un enfrentamiento con la nación misma.

    De esta manera, Perón llevó adelante una política de marginación de las expresiones políticas y sociales opositoras. Durante todo el mandato de Perón los medios de comunicación independientes fueron sometidos a fuertes presiones, como así también los políticos opositores sufrieron la persecución del gobierno.

    La doctrina peronista incorporaba algunas ideas generales entre las que se destacaba la de la justicia social. Por cierto, la justicia social tenía antecedentes en la historia argentina, pues distintos partidos y organizaciones sociales, habían planteado en las décadas anteriores concepciones semejantes a las de Perón. Pero ninguna de ellas había hecho de esta idea el eje de su política. La noción de justicia social suponía el reconocimiento de las desigualdades sociales generadas por el funcionamiento de una economía capitalista, pero excluía la alternativa de un cambio revolucionario hacia un sistema socialista. La alternativa propuesta residía en una intervención estatal, que arbitrara en el conflicto entre el capital y el trabajo y socorriera a los sectores más desprotegidos de la sociedad argentina.

    Otras de las ideas centrales del pensamiento de Perón era la "Tercera Oposición". Esta concepción presentaba al justicialismo como una alternativa ante los dos grandes sistemas políticos e ideológicos existentes durante la Guerra Fría. Esta postura era considerada como la superación de la oposición entre el individualismo capitalista y el colectivismo marxista.

    La aplicación de esta orientación a la política exterior se expresaba en que el gobierno peronista se manifestaba independiente frente al conflicto entre el bloque occidental y el comunista.

    Durante la segunda posguerra, se afianzó en los países capitalistas la tendencia hacia una mayor intervención estatal en la vida económica y social. En los países industriales de Europa occidental y de América del Norte se desarrolló un nuevo tipo de Estado denominado "Estado de Bienestar". La transformación consistió en que los estados de bienestar, aseguraban al conjunto de la población una amplia cobertura de servicios sociales. Así, durante los 30 años posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial, el panorama social de los países industriales estuvo marcado por la extensión de los servicios de salud y de educación, por el desarrollo de programas de seguridad social y de vivienda y por la implementación de seguros de desempleo.

    Estas tendencias también se manifestaron en la Argentina, con algunos rasgos diferenciales: la expansión de los servicios sociales fue muy rápida y, además los cambios en la legislación social y el súbito crecimiento de los asalariados en el ingreso nacional se realizaron en un marco de baja conflictividad social. Esto se debió principalmente a las ventajosas condiciones económicas del país a comienzos de la segunda posguerra.

    La buena situación económica permitió sostener un importante aumento del gasto público, el Estado aumentó la inversión en vivienda, salud, seguridad y educación.

    Un componente importante de la política social del gobierno fue la ayuda directa a los sectores más necesitados de la población, ejecutada a través de un organismo paraestatal, la Fundación Eva Perón.

    Eva Perón mantuvo una estrecha relación con aquellos sectores débilmente cubiertos por otras formas de protección estatal o sindical. La orientación distribucionista del gobierno en un contexto económico propicio favoreció tanto el pleno empleo como la ampliación del mercado interno. La acción estatal con respecto a la ampliación de servicios de salud, educación, construcción de viviendas, y en general, de los sistemas de seguridad social, tuvieron un fuerte impacto positivo sobre el bienestar de los sectores populares.

    LAS REFORMAS DEL SISTEMA EDUCATIVO

    Las reformas al sistema realizadas durante el primer gobierno peronista, se fundamentaron en los principios del Primer Plan Quinquenal (1947). El Plan destaca la búsqueda de una filosofía educacional que equilibre materialismo e idealismo y que haga compatible el principio de democratización de la enseñanza, con la creación de una modalidad de compensación para quienes no han tenido las oportunidades de educación que otros poseen. Entre las primeras observaciones que surgen frente a esta primera reforma del sistema hecha por el peronismo, se destacan:

    • No se incluye la gratuidad en el nivel secundario, a diferencia de lo que ocurre en el

    Nivel primario y la universidad. Al respecto, surgen varias hipótesis, tales como que se consideraba que el nivel medio debía ser selectivo y que a la Universidad sólo debían acceder los alumnos mejor capacitados. También, es posible que se diera especial importancia al aporte empresarial para sostener el nivel medio técnico, que serviría a la capacitación de recursos humanos, inmediato interés de ese sector. Finalmente, es posible que la gratuidad de la Universidad haya sido una medida tomada con el objetivo de calmar las tensiones provocadas ante la decisión de quitarle la autonomía.

    • Este plan consideraba problema de Estado la promoción y el enriquecimiento de la

    Cultura nacional. Proveía dos vías principales para la acción cultural: por la enseñanza y por la tradición. La primera se desarrollará a través de las escuelas, los colegios las universidades, los conservatorios, los centros científicos y los centros de perfeccionamiento técnico. La segunda mediante el folklore, la danza, la religión, la poesía popular, la familia, la historia y los idiomas.

    En 1949, con Oscar Ivanissevich a la cabeza, se retrocedió respecto de las propuestas del Primer Plan Quinquenal, quedó consagrada la subsidiariedad del Estado en materia de educación y se limitó la autonomía de las universidades.

    Perón, una vez afirmado el control del Movimiento Peronista y limitadas las posibilidades de acción de la oposición política y social, decidió reformar la Constitución Nacional.

    El objetivo de esta medida era adecuar el ordenamiento constitucional del país a los cambios que había producido el peronismo. La nueva Constitución fue sancionada en 1949 e incluyó algunos principios del justicialismo, además de la reelección presidencial. Entre los principios fundamentales, se incluyen en el artículo 37, los derechos de la educación y la cultura, que establecen: la educación y la instrucción corresponden a la familia y a los establecimientos particulares y oficiales que colaboren con ella, conforme a lo que establezcan las leyes. Para ese fin, el Estado creará escuelas de primera enseñanza, secundaria, técnico – profesionales, universidades y academias.

    1. La enseñanza tenderá al desarrollo del vigor físico de los jóvenes, al perfeccionamiento de sus facultades intelectuales y de sus potencias sociales, a su capacitación profesional, así como a la formación del carácter y el cultivo integral de todas las virtudes personales, familiares y cívicas.

    2. La enseñanza primaria elemental es obligatoria y será gratuita en las escuelas del Estado.

    La enseñanza primaria en las escuelas rurales tenderá a inculcar en el niño el amor a la vida del campo, a orientarlo hacia la capacitación profesional en las faenas rurales y a formar la mujer para las tareas domésticas campesinas. El Estado creará, con ese fin, los institutos necesarios para preparar un magisterio especializado.

    3. La orientación profesional de los jóvenes, concebida como un complemento de la acción de instruir y educar, es una función social que el Estado ampara y fomenta mediante instituciones que guíen a los jóvenes hacia las actividades para las que posean naturales aptitudes y capacidad, con el fin de que la adecuada elección profesional redunde en beneficio suyo y de la sociedad.

    4. El Estado encomienda a las universidades la enseñanza en el grado superior, que prepare a la juventud para el cultivo de las ciencias al servicio de los fines espirituales y del engrandecimiento de la Nación y para el ejercicio de las profesiones y de las artes técnicas en función del bien de la colectividad. Las universidades tienen el derecho de gobernarse con autonomía, dentro de los límites establecidos por una ley especial que reglamentará su organización y funcionamiento.

    Una ley dividirá el territorio nacional en regiones universitarias, dentro de cada una de las cuales ejercerá sus funciones la respectiva universidad. Cada una de las universidades, además de organizar los conocimientos universales cuya enseñanza le incumbe, tenderá a profundizar el estudio de la literatura, historia y folklore de su zona de influencia cultural, así como a promover las artes técnicas y las ciencias aplicadas con vistas a la explotación de las riquezas y al incremento de las actividades económicas regionales.

    Las universidades establecerán cursos obligatorios y comunes destinados a los estudiantes de todas las facultades para su formación política, con el propósito de que cada alumno conozca la esencia de lo argentino, la realidad espiritual, económica, social y política de su país, la evolución y la misión histórica de la República Argentina, y para que adquiera conciencia de la responsabilidad que debe asumir en la empresa de lograr y afianzar los fines reconocidos y fijados en esta Constitución.

    5. El Estado protege y fomenta el desarrollo de las ciencias y de las bellas artes, cuyo ejercicio es libre; aunque ello no excluye los deberes sociales de los artistas y hombres de ciencia. Corresponde a las academias la docencia de la cultura y de las investigaciones Científicas postuniversitarias, para cuya función tienen el derecho de darse un ordenamiento autónomo dentro de los límites establecidos por una ley especial que las reglamente.

    6. Los alumnos capaces y meritorios tienen el derecho de alcanzar los más altos grados de instrucción. El Estado asegura el ejercicio de este derecho mediante becas, asignaciones a la familia y otras providencias que se conferirán por concurso entre los alumnos de todas las escuelas.

    7. Las riquezas artísticas e históricas, así como el paisaje natural cualquiera que sea su propietario, forman parte del patrimonio cultural de la Nación y estarán bajo la tutela del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para su defensa y prohibir la exportación o enajenación de los tesoros artísticos. El Estado organizará un registro de la riqueza artística e histórica que asegure su custodia y atienda a su conservación.

    Las diferencias ideológicas entre el Plan y la reforma constitucional de 1949, difieren también en las metas que se proponen. Frente al perfil nacionalista y vinculado a la práctica y al trabajo propuesto por Arizaga, el nuevo texto constitucional ubica como prioridad el desarrollo físico de los jóvenes. En segundo lugar quiere el perfeccionamiento de sus facultades intelectuales y luego su capacitación profesional.

    Detrás de la reforma de la educación peronista estaba la valorización de la educación laboral como parte de la planificación del desarrollo nacional, por esto se crean numerosos establecimientos de educación técnica, destinadas a la formación de mano de obra calificada al interior del país.

    Los siguientes datos nos sirven para comprobar nuestra hipótesis, en la cual afirmamos que se producen importantes progresos en la educación estatal durante el peronismo, ya que la enseñanza media normal pasó de 48.794 alumnos en 1943 a 55.238 en 1948 y 97.306 en 1955, es decir que duplicó su población durante este período. En 1943, eran estatales el 61.87% de los establecimientos de enseñanza media normal y privados el 38.13%; en 1948 los porcentajes respectivos eran de 64.18% y 35.82%; en 1995, 69.35% y 30. 65%. El sistema educativo privado había decrecido al término del segundo gobierno peronista. Pero la Ley 13.047 de 1947 había establecido el subsidio oficial a las escuelas privadas. Perón, favorecía por un lado al liberalismo católico que quería desarrollar un sistema escolar propio y ratificaba la enseñanza religiosa en las escuelas y, por otro lado, incorporaba formas de control sobre la educación eclesiástica.

    Nos parece importante agregar que en el campo de la enseñanza primaria se trabajaba para ampliar la educación en todas las actividades atenientes a la Nación (industria, producción, técnica y artesanal, entre otras), utilizando la implementación de métodos pedagógicos exclusivamente argentinos. Siguiendo con estas necesidades, se crearon 2.000 escuelas primarias, las cuales eran características propias de la construcción de la época, que utilizaba la grandeza en todos sus edificios. En este periodo se realizaron más escuelas, que en ningún otro, aproximadamente tres escuelas por día; (y unas 8.000 en total). Se estipulaba de esta forma que el índice de analfabetismo que era de un 15%, se redujo para el año 1955, a tan sólo un 3%.

    Además se crearon escuelas fábricas cuyo objetivo era la inclusión total de los argentinos a La educación.

    Con la sanción de la ley 12.921, quedó constituida la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional, que fue uno de los pilares sustanciales en los que se basó la enseñanza técnica y la industria nacional. Por consecuencia de esta disposición se crearon establecimientos de escuelas en dónde se buscaba orientar a la juventud argentina, para perfeccionarse en las técnicas industriales.

    Otras de las funciones que se le atañen a éstos establecimientos son las de funcionar, como centros docentes de diversos oficios artesanales. Además, de funcionar como centros asistencialistas, ya que en ambos gobiernos de Perón, los alumnos de dichas "escuelas", recibían sin costo alguno: desayuno, almuerzo, herramientas, elementos de estudio, libros, e incluso la vestimenta de trabajo.

    Dicha, ley tiene a su cargo el funcionamiento del aprendizaje y de orientación profesional, que comprende tres ciclos: el básico, técnico y la universidad obrera.

    • Ciclo Básico: duración de 3 años. Comprendía a su vez:

    a) Los cursos de aprendizaje que estaban diseñados para menores de 14 a 18 años de edad, con la condición de haber terminado el nivel primario satisfactoriamente. Las actividades se realizaban dentro del funcionamiento normal de las escuelas fábricas, bajo un régimen mixto de enseñanza con producción; los cursos eran de 8 horas diarias con instrucción técnica, distribuida en dos turnos de 4 horas cada uno.

    b) Los cursos de medio turno, estaban destinados a menores de edad, ocupados en las industrias Nacionales. Su desempeño se realizaba, también en las escuelas fábricas.

    c) La universidad obrera se detalla, más adelante, con relación a la participación universitaria que se manifestó, en la segunda presidencia de Perón.

    A la finalización del curso básico, se les entregaba un título correspondiente a la orientación, que habían elegido, y de este modo se aseguraban un trabajo seguro y remunerado.

    • Ciclo Técnico: con una duración de 4 años; cuyo objeto era la formación del personal técnico que dirigía los establecimientos industriales referidos a la producción. Los ingresantes debían tener aprobado cualquier curso del ciclo básico y era una condición indispensable que el alumno trabajara en la especialización ya abordada y aprobada. Con este procedimiento se buscaba el enriquecimiento del oficio escogido (artesanal o técnico).
    • Ciclo Universitario: duración de 6 años. Los requisitos para los ingresantes eran, haber aprobado el ciclo técnico en la especialidad correspondiente, y estar ocupado en actividades industriales, vinculadas a la misma.

    Otra de las bases principales de la Comisión de Aprendizaje y Orientación, fue el instituto de Psicotécnica y Orientación profesional, que tenían por objetivo: la revisión de menores desde el punto de vista psicofísico y psicotécnico, como complementario de la revisión médica. Realizar estudios acerca de las condiciones físicas y psicofísicas que se necesitan para el desarrollo de todos los oficios; realizar también, estadísticas sobre el aprendizaje en las escuelas o cursos profesionales o técnicos que existían en esa época en el país. Organizar una biblioteca y asuntos referidos al aprendizaje, los cursos técnicos, la legislación de la educación y del trabajo de menores, entre otros.

    Entre 1947 y 1951 se crearon 78 escuela fábricas, 103 escuelas para aprendizaje, 106 escuelas de medio turno, 304 escuelas de capacitación obrera para adultos y 78 escuelas de capacitación profesional para mujeres. También existían institutos de enseñanza técnica del sistema educativo general, dependientes del Ministerio de Educación, que se les formaba con prácticas intensas y aún más relacionadas a la industria.

    EL CONFLICTO CON LA IGLESIA CATÓLICA

    Afines de 1943, los militares imponen como obligatoria y optativa la enseñanza religiosa católica, en las escuelas primarias y secundarias. Era optativa porque cada padre podía abstener a sus hijos de tal educación con solo solicitarlo a comienzos del año de inicio; pero la educación religiosa debía de estar en todos los planes de estudio. Esta disposición se modificó en 1944. Pero recién en 1947 al producirse el conflicto de Perón con la Iglesia, el Ministerio de Educación suspendió la enseñanza de religión y moral.

    La política de política social de la Fundación Eva Perón estuvo vinculada a la incorporación de la mujer a la vida política y puso en serio peligro el poder que la Iglesia Católica sostenía mediante la beneficencia y las obras de caridad.

    El peronismo y la Iglesia mantenían muy estrechos vínculos desde los comienzos del gobierno. Además, el gobierno había promovido la ratificación legislativa del decreto 18.411/43, que establecía la enseñanza de la religión católica en las escuelas públicas, y había duplicado los aportes estatales para sostener el culto, medidas que facilitaron la expansión de la presencia institucional de la Iglesia.

    Sin embargo, esta alianza se fue deteriorando progresivamente, a causa del énfasis creciente del peronismo en la afirmación de una doctrina que competía con la Iglesia, además ya en 1945, el gobierno decidió sacar del control eclesiástico la enseñanza religiosa de las escuelas públicas. El conflicto se agudizó cuando en 1954, el gobierno decidió suprimir la enseñanza religiosa en las escuelas y en 1955 cuando expulsó a algunos sacerdotes que lo habían criticado por establecer el divorcio y legalizar la prostitución. Pero el impacto más importante del conflicto entre Perón y la Iglesia se produjo en las Fuerzas Armadas. Los militares antiperonistas vieron fortalecidas sus posiciones, en la medida en que la mayoría de los oficiales, hasta entonces neutrales o peronistas, sufrieron la tensión entre su condición de católicos y su lealtad al gobierno o a sus funciones profesionales.

    En este contexto de agudización de los enfrentamientos, se produjo un levantamiento militar en Córdoba el 16 de septiembre de 1955, lo que provocó la renuncia de Perón y posteriormente su exilio.

    3.1 VISTA PREVIA AL GOBIERNO MENEMISTA:

    Luego de seis años de gobiernos militares que tuvieron un régimen represivo, y de la vuelta a la democracia con la asunción como presidente de Raúl Alfonsín, quien se encontraba frente a un país que reclamaba justicia con respecto a los militares que participaron en el proceso además de un importante problema de tipo económico: ante el fracaso de las primeras medidas, Alfonsín convocó en 1985 a un grupo de técnicos para la preparación de un proyecto económico, al que se denominó Plan Austral. Este plan tuvo éxito al iniciarse; la enorme inflación que sufría el país bajó a niveles insólitos, (a 1 o 2% mensuales), la confianza retornaba. En consecuencia, en ese mismo año, las elecciones de renovación de diputados dieron otra victoria a la UCR, mientras el peronismo se desangraba en luchas internas entre "renovadores" y "tradicionalistas". Entre el primer grupo se distinguieron Antonio Cafiero, Carlos Grosso y Carlos Menem. Este último se había caracterizado, el año anterior, por su apoyo al gobierno radical, cuando se conoció la decisión del Papa respecto al Canal de Beagle, que favorecía a Chile. Alfonsín decidió consultar al pueblo mediante referéndum. La votación favoreció al tratado que se firmó en 1984; pero durante la campaña en peronismo oficial se opuso a la decisión del árbitro.

    En 1987 reemergió el tema militar interno. Una rebelión de mandos medios conocida como "carapintadas" paralizó al país durante Semana Santa. Pedían la suspensión de las medidas legales aplicadas contra los militares por las violaciones de los Derechos Humanos por la ley de punto final del año anterior, que consistió en imponer un plazo de 60 días para la extinción de la acción penal contra los militares, el 26 de febrero de 1987 se promulgó la ley y antes del plazo estipulado la corte confirmó las condenas.

    Luego de la crisis de Semana Santa, el gobierno aprovechó para anudar un pacto social con los sectores de trabajo y producción. Este pareció estancarse, pese a los buenos oficios del gobierno.

    En mayo del '87, se convirtió en ley un proyecto elaborado por Gama, procurador general de la nación, que consistía en no imputar a los militares que durante la lucha antisubversiva habían cumplido órdenes, pero podían ser juzgados aquellos que se habían extralimitado y se habían enriquecido. Esto distendió a los sectores militares, pero provocó protestas en los sectores de Derechos Civiles y de Izquierda.

    La situación militar se mezcló con la política y la económica. Para enfrentar la renovación de diputados en mejores condiciones, el gobierno cedió en tomar medidas populares contrarias al Plan Austral. Por ello la inflación volvió por sus fueros, de todos modos, el peronismo tuvo la victoria, que se posicionaba en varios gobiernos provinciales, lo que podía suceder a nivel Nación. La autoridad del gobierno comenzó a desvanecerse.

    Al comenzar el año 1988 otra rebelión carapintada, esta vez en Corrientes, puso en vilo al país. Aunque no fue difícil reprimirla, evidenció la continuada existencia de malestar militar, a pesar de las leyes que cedían a sus preocupaciones. Lo mismo ocurrió con otro motín a fin de año en las afueras de la Capital Federal. Ese mismo año, las internas peronistas dieron victoria a Menem contra Cafiero. Menem, del grupo renovador en principio, había roto con ellos y se había unido a los tradicionalistas, incluyendo a la mayoría de los sindicalistas.

    La situación económica, seguía empeorando, un plan se sucedía a otro sin poder parar la inflación. Hacia febrero de 1989, a pocos meses de las elecciones presidenciales, se evidenciaba que, por las encuestas, que Menem sería el próximo presidente.

    La perspectiva del retorno al poder de un peronismo confiscatorio, violento, se impregnaba en la opinión independiente. La reacción en estos casos era exagerada: comprar dólares, acaparar productos, echar inquilinos para no perder propiedades, etc. este pánico unido a desperfectos económicos y la especulación contra el austral, terminaron generando hiperinflación una vez que los resultados de la elección confirmaron la victoria menemista con un 47% de las voluntades populares. El radicalismo juntó un 37% para su candidato, el moderador E. Angeloz. El resto de desperdigó en pequeños grupos de derecha, centro- derecha provincialista y diversos grupos de izquierda.

    Las elecciones ocurrieron en mayo. Bajo condiciones de hiperinflación (200% en sólo el mes de junio) y de pánico, era imposible esperar los siete meses, hasta diciembre para el traspaso de mando. El gobierno radical estaba muy golpeado y falto de autoridad, en especial frente al sindicalismo dispuesto a usar las armas.

    El enfrentamiento dado en esos momentos en el país, teniendo en cuenta lo ocurrido en su historia reciente y las actitudes mostradas por Menem durante su campaña, permitían prever una situación de agravamiento de conflictos, hasta terminar con una reedición de los episodios de 1973-76.

    Menem, ante esta posibilidad, optó por concertar un acuerdo con la derecha para pacificar el panorama político. Pero como no había un partido conservador creíble, decidió pactar con la mayor empresa del país: Bunge y Born. Ésta, comenzando como exportadora de granos, se había expandido a actividades industriales. Representaba, junto a otras comercializadoras de productos agrarios, el tipo de economía contra la que el justicialismo había luchado desde la primera presidencia de Perón. Por ello, el acercamiento tenía un valor y carácter simbólicos.

    3.2 EVOLUCIÓN DEL PROGRAMA EDUCATIVO

    La transformación de la educación encarado por el gobierno de Menem, no constituyó un problema aislado y se enfrentó conjuntamente con el resto de la problemática social en el marco de la reforma del estado.

    La diferencia fundamental que ha planteado la política educativa neoliberal con el neoliberalismo clásico y que afecta en la educación clásica y media es la consideración de la educación como un elemento del mercado, antes que un bien social. En consecuencia, propugna el retiro del estado de la función educacional.

    Así se propuso esencialmente la transferencia de servicios educativos a las provincias, y su asistencia para el mejoramiento de las administraciones educativas locales en un proceso de consolidación del sistema federal de educación nacional.

    La política educativa del gobierno menemista se ajusta exactamente a las directivas del Banco Mundial. Estas políticas tienen el objetivo global de disminuir el gasto estatal para derivar fondos hacia el pago de la deuda externa. El gobierno argentino no discutió ninguna de las recomendaciones del Banco, y le posibilitó intervenir directamente en la organización de las finanzas del país y en las decisiones sobre el monto y uso del presupuesto educativo. Al mismo tiempo, el Banco actúa como prestamista colocando dinero a alto interés para que se financie el ajuste del sistema. El gobierno argentino aceptó todas las directivas del Banco, de acuerdo con los documentos:

    – El financiamiento de la educación en los países en desarrollo, Washington, D.C., Banco Mundial, 1986;

    – Prioridades y estrategias para la educación, Washington, D.C., Banco Mundial, 1995;

    – Carnoy, Martín; Moura Castro, Claudio, Qué rumbo debe tomar el mejoramiento de la educación en América Latina? Documento de antecedentes para el Banco Interamericano de Desarrollo, Seminario sobre la Reforma Educativa, BID, Buenos Aires 21 de marzo de 1996.

    La política educativa puede resumirse en el ajuste de la educación al programa económico neoliberal. La política consiste en:

    1. Disminuir la responsabilidad del Estado como financiador y proveedor de educación pública

    2. Establecer aranceles o subsidios privados en todos los niveles y modalidades, comenzando por la Universidad y terminando por la Educación Básica.

    3. Achicar el sistema de educación pública hasta un mínimo posible, mediante:

    – la transferencia de los establecimientos a jurisdicciones menores (de la Nación a la Provincia, y de éstas a los Municipios), tendiendo a su privatización;

    – reducción de modalidades que no dan rédito económico inmediato, como la educación de adultos, y de materias del currículo como música, educación cívica, plástica y educación física, lo cual se llevó a cabo raudamente en algunas provincias;

    – descuido de la educación para discapacitados;

    – restricciones sociales y territoriales en la extensión del servicio de educación pública.

    Producida la desarticulación y avanzado el retiro del financiamiento del sistema educativo tradicional por parte del Estado, el programa apunta a volver a centralizar los rubros de mayor incidencia en el control ideológico y político del sistema educativo nacional público y privado. Los principales instrumentos son: el programa de Contenidos Básicos Comunes de la Educación Nacional; los Contenidos Básicos de la Capacitación Docente y la Red Federal de Formación Docente y el Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad de la Educación.

    Se trata de una reforma profunda, la más importante desde el primer gobierno de Perón. Su signo es opuesto tanto al proyecto de la generación de '80 como al del peronismo tradicional, sus efectos no se reducen a programas no experimentales o a modificaciones inconsistentes, sino que llegan a la modificación de leyes fundamentales de la Nación.

    3.3.1 LEYES PRIMORDIALES DE ESTA ETAPA

    Las acciones desarrolladas en primer lugar apuntaron a la gestión de los servicios educativos. De este modo el cuerpo legal en el cual se sustenta esta reforma es el siguiente:

    • El artículo 75, inciso 19 de la Constitución Nacional, cuya reforma fue habilitada por el llamado Pacto de Olivos establecido entre la UCR y el Partido Justicialista, para realizar la convención constituyente de 1994. Peronistas y radicales acordaron también el nuevo texto que habilita al gobierno a distribuir la gratuidad en forma equitativa, es decir, que elimina el derecho universal a la enseñanza gratuita y eleva a nivel constitucional la autonomía universitaria. La autonomía, bandera histórica del movimiento estudiantil- docente queda, sin embargo, profundamente alterada: en el texto se agrega la palabra autarquía, que funciona como un arma de doble filo porque expresa tanto que las universidades pueden administrar sus recursos como que deben también conseguirlos. La reforma constitucional dio marco a las leyes anteriores que había emitido el gobierno de Menem, y a otras posteriores. Ley de transferencia (24.049) de los establecimientos educativos.
    • Ley 23.846, de titularización del personal docente que se desempeñaba como interino en los niveles inicial, primario y medio.
    • Ley 23.906, que establece un régimen de afectación de recursos tributarios nacionales, destinados al financiamiento adicional (complementario y no excluyente) de la finalidad: cultura y educación, ciencia y técnica.
    • Ley 23.929, sobre negociaciones colectivas para los trabajadores docentes.
    • Ley 24.049: esta ley se dicta en el marco del proceso de transformación educativa. En ésta se faculta al Poder Ejecutivo Nacional a transferir, a partir del 1º de enero de 1992, a las provincias y a la ciudad de Buenos Aires, los servicios educativos administrados en forma directa por el Ministerio de Cultura y Educación y por el Consejo de Educación Técnica, así como las facultades y funciones sobre los establecimientos privados reconocidos.

    El Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Cultura y Educación, se reserva la definición de los objetivos, estrategias y políticas educativas nacionales, como así también la coordinación y compatibilización del funcionamiento interjurisdiccional de la gestión educativa (art. 20 a 22).

    En el año 1992 se instrumentó el proceso de descentralización de los servicios educativos mediante convenios con cada una de las provincias y la Municipalidad de Buenos Aires, los que resolvieron los problemas particulares.

    • La Ley de Educación Superior; que si bien articula entre sí a las instituciones terciarias y universitarias, habilita la reducción de las primeras, la imposición de arancelamientos a la enseñanza. El Poder Ejecutivo elaboró un anteproyecto de ley de educación superior, como pieza clave para la reforma estructural del sistema universitario argentino. Es notable desde aquí la injerencia del Poder Ejecutivo Nacional en varios aspectos de la enseñanza y organización universitarias.
    • Ley Federal de Educación (Nº 24.195), que reestructura el sistema de acuerdo a un modelo semejante al aplicado en España desde finales de la dictadura de Franco hasta fines de la década de 1980. Su diferencia más significativa con las propuestas conservadoras es que aumenta en lugar de disminuir la escolaridad obligatoria, poniéndose en esto a tono con las directivas de la UNESCO. Introduce también la capacitación laboral con el objetivo de dar salida a los jóvenes hacia el mercado de trabajo; pero a diferencia de la reforma de Saavedra- Lamas que retenía la principalidad de la labor del Estado, esta reforma tiende a subordinar la capacitación a los intereses empresariales inmediatos, convirtiendo a la escuela en una bolsa de trabajo abaratado. De hecho, ya regía una nueva forma de contratación, que aunque con el nombre de "becas", recibía estudiantes seleccionados por las instituciones educativas y los sometía a un régimen laboral de 8 horas diarias, sin pagarles prestaciones sociales ni darles facilidades para estudiar.

    Estando en marcha el proceso de descentralización educativa con la transferencia de los servicios a las provincias, se hizo necesario reorganizar los modos de su prestación, articulando las formas de gestión y estableciendo condiciones de gobernabilidad del sistema. Teniendo en miras estos objetivos se sanciona en abril de 1993 esta ley.

    A través de esta norma se estructura un nuevo sistema educativo para toda la nación. Según lo dispone la ley, el mismo debe implementarse en forma gradual y progresiva y abarca:

    1. El Nivel Inicial, constituido por el jardín de infantes, desde los 3 a los 5 años, estableciendo la obligatoriedad del último año. Educación General Básica, también obligatoria, de nueve años de duración, a partir de los 6 años de edad, organizado en ciclos.
    2. Educación Polimodal, posterior a la Educación General, de tres años de duración como mínimo.
    3. Educación Superior, profesional y académica de grado cuya duración será determinada por las instituciones universitarias y no universitarias.
    4. Educación Cuaternaria.

    La norma estatuye, además, los derechos, principios y criterios que deberá respetar el Estado Nacional al fijar los lineamientos de la política educativa:

    – El fortalecimiento de la identidad nacional atendiendo a las idiosincrasias locales, provinciales y regionales.

    – El afianzamiento de la soberanía de la Nación.

    – La consolidación de la democracia en su forma republicana, representativa y federal.

    – Concreción de una efectiva igualdad de oportunidades y posibilidades.

    – La equidad a través de la justa distribución de los servicios educacionales.

    – Cobertura asistencial y la elaboración de programas especiales para el acceso, permanencia y egreso de los habitantes al sistema educativo.

    – La valorización del trabajo como realización del hombre.

    – La erradicación del analfabetismo.

    – El derecho de las comunidades aborígenes a preservar sus pautas culturales y el aprendizaje y enseñanza de su lengua.

    – Gratuidad en los servicios estatales, en todos los niveles y regímenes especiales.

    – Obligatoriedad de 10 años de educación.

    – Se amplía la oferta de servicios y se implementan programas asistenciales de salud, alimentación vestido, material de estudio y transporte para los sectores sociales más desfavorecidos.

    En el título sobre Derechos y Deberes de los miembros de la comunidad educativa se tratan los de los educandos, padres y docentes. Se pautan, además, las bases de la calidad de la educación y su evaluación, en el de gobierno y administración del sistema educativo, se estipula la responsabilidad concurrente y concertada del Poder Ejecutivo Nacional, de los ejecutivos provinciales y el de la municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. También se determinan las competencias del Ministerio de Cultura y Educación y del consejo Federal de Cultura y Educación. Cabe aclarar que la inversión en el sistema educativo es considerada como primordial.

    La ley federal de educación establece que "el Estado nacional realizará el aporte financiero principal al sistema universitario estatal para asegurar que ese servicio se preste a todos los habitantes que lo requieran".

    En el desarrollo de la nueva relación instituida entre el Ministerio de Cultura y Educación y las universidades, los cambios estructurales se producen sobre la base de la siguiente normativa:

    – Decreto Nº 2330/93, que regula el funcionamiento de las universidades privadas.

    – Decreto Nº 256/94, que modifica las regulaciones para el otorgamiento de validez nacional a los títulos de nivel universitario y que determinan las incumbencias profesionales.

    3.4 UN NUEVO FRENTE DE PRESIÓN: LOS DOCENTES

    Luego del anuncio del tratamiento y sanción de la nueva ley de educación, la sociedad percibió una amenaza a la gratuidad de la enseñanza. Los docentes no estuvieron solos, la comunidad educativa se sumó a la protesta y hubo una gran agitación; el tema saltó al tapete, al punto que el recientemente electo senador por la Capital Federal, Fernando de la Rúa asumió como uno de sus compromisos prioritarios la defensa de la educación pública.

    La primera marcha en resguardo de la educación pública y gratuita se realizó el 25 de junio de 1992 y concitó la asistencia de más de 30.000 personas; fue una de las pocas causas que unió a las generaciones y pudo verse marchar a padres e hijos. Las marchas se reiteraron, las huelgas docentes también, y legisladores y funcionarios del Poder Ejecutivo salieron a asegurar que la enseñanza seguiría siendo gratuita. Las promesas no alcanzaron para poner fin a las huelgas y reclamos del sector docente, las que continuaron con mayor o menor acatamiento, pero sin solución de continuidad.

    3.5 APARICIÓN DE HUELGUISTAS Y CARPA BLANCA DOCENTE

    Mas tarde, el 25 de marzo de 1997, el sindicato de docentes neuquinos inició una huelga que tendría trascendencia nacional y cuya duración alcanzaría los treinta y siete días corridos. El gobierno de la provincia del Neuquén, ante una grave emergencia económica, decretó la reducción en un 20% de todos los salarios de los empleados públicos, incluidos los docentes provinciales. Así, docentes, desocupados de todo tipo trabajadores cesanteados y huelguistas estatales iniciaron una modalidad de lucha y protesta social que pronto se extendió a otras partes del país: los cortes de rutas clave en el tráfico comercial nacional e internacional.

    El presidente Menem, tal como fue su costumbre tildó a los manifestantes de activistas de izquierda, blandiendo la amenaza de un probable foco subversivo, incluso llegó a culpar al FREPASO de tener vinculaciones con estas protestas obreras. El 19 de abril, en un reportaje aparecido en el diario Clarín el ministro del interior declaraba que "esta película ya la vimos", insistiendo con la idea de un rebrote subversivo.

    Pronto, a los que cortaban las rutas se los llamó "piqueteros" y el gobierno los enfrentó, la mayoría de las veces, mediante la represión de las diferentes policías provinciales o de la Gendarmería Nacional, con numerosos golpeados y heridos por bastonazos hasta, incluso muertos. Neuquén capital, Cutral-Có y Plaza Huincul (Neuquén), Tartagal (Salta)y Libertador General San Martín (Jujuy) fueron la cara amarga del plan económico y educativo y de las nuevas políticas empresariales. Lo de Cutral-Có y Tartagal estaba ligado al despido de personal por parte de la petrolera privada YPF; lo de Jujuy, las nuevas formas de trabajo mecanizado de los ingenios azucareros, mientras que en la capital de Neuquén, persistían los problemas con los docentes quienes se resistían a aceptar el otro nuevo grupo de medidas educativas. Mas en vastas zonas del país el índice de pobreza alcanzaba a gran parte de la población, en las ciudades mencionadas la desocupación trepaba hasta el 50% de la población económicamente activa.

    Ante la emergencia laboral, el gobierno nacional atendió el reclamo de los gobernadores de provincias enviando subsidios e implementando planes de trabajo temporarios. Es importante señalar la actuación de varios miembros de la iglesia católica que permitió canalizar los conflictos y hacer oír con más fuerza los reclamos en la ciudad capital.

    Aquella huelga que habían comenzado los docentes neuquinos se hizo nacional el 31 de marzo y volvió a repetirse el 14 de abril, esta vez la paro se sumó la movilización de unas veinte mil personasen una marcha de silencio que unió al Congreso con la Plaza de Mayo, repudiando la represión neuquina (donde muere la joven Teresa Rodríguez) y la intransigencia de su gobernador. La ministra de Educación, Susana Decibe, con ánimo pacificador intercedió ante el mandatario del Neuquén, Felipe Saipag, solicitándole que accediese al reclamo fundamental de los maestros: que no se descontaran los días de paro.

    Dos días antes de dicha huelga, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), llevó a cabo una forma muy original de protesta: armó una carpa blanca sobre la Avenida Entre Ríos, frente a la entrada principal del Congreso Nacional, adonde concurrían maestros de todo el país para ayunar con el fin de lograr una ley de financiamiento educativo que pusiera término a las marchas y a lasa huelgas. Así las cosas, la Carpa Blanca o Carpa de la Dignidad se transformó en un hito contra la política educativa y salarial del gobierno, y hacia allí convergió la mayoría del arco opositor.

    El 20 de junio, día de la Bandera, y con un ayuno de los maestros que ya llevaba ochenta días, el gremio docente volvió a llamar a una nueva huelga y movilización: esta vez la convocatoria sorprendió a todos: alrededor de cuarenta mil personas caminando pacíficamente hasta Plaza de Mayo. El gobierno siguió buscando culpables y descargó una parte de la responsabilidad, correcta por cierto, sobre los gobiernos provinciales. Afirmó que éstos eran culpables por la crisis social debido al mal manejo de los fondos públicos que mes a mes gira el gobierno nacional.

    La ministra Decibe consiguió que la máxima dirigente de Ctera, Marta Maffei, concurriera a su despacho el 8 de julio, para mantener una reunión que sentara las bases para un futuro acuerdo de financiamiento educativo. La conversación sirvió para aflojar momentáneamente el profundo malestar en el gremio docente, pero quedó en claro que la ministra no tenía el poder de decisión para impulsar un proyecto de creación de un fondo docente que podía involucrar nuevos fondos gubernamentales, a lo que se oponía el ministro Roque Fernández. Pero el 10 de septiembre, y ante el aumento de la popularidad de la Carpa Blanca y de sus reclamos, el mismo Menem dio un anuncio impactante, a tan sólo cuarenta y cinco días de las elecciones para la renovación de las Cámaras: prometió aumentar el sueldo a los docentes mediante el camino de enviar al Congreso un proyecto de ley de financiamiento educativo. Decibe dio mayores precisiones y habló de un aumento del 20%, pero desde el Ministerio de Economía sus hombres más encumbrados se mostraron sorprendidos del anuncio y señalaron que no conocían de dónde saldría el dinero para abonar dichos aumentos salariales. Fernández aseguró que la medida desbalancearía el presupuesto nacional y que la promesa presidencial sólo sería posible si se ejecutaba una racionalización del personal docente. Las afirmaciones del ministro de Economía tensaron aún más la difícil situación existente dentro del gabinete nacional, y, particularmente, con Susana Decibe.

    El Poder Ejecutivo apuntó al desgaste paulatino del gremio, pero no tuvo su objetivo; la Carpa Blanca recién se levantaría en el gobierno del presidente De la Rúa.

    3.6 LA SITUACIÓN ACTUAL:

    Tanto el gobierno como la sociedad enfrentan hoy un dilema. La ley Federal de educación produjo más problemas que soluciones. Pero lo más importante de un sistema educativo es su capacidad de integración antes que de rechazo y exclusión, su potencialidad para contener y estimular a los alumnos, su equidad interna y sus posibilidades de contribuir a profundizar la equidad social, su capacidad para combinar extensión de la oferta con sostenimiento de la calidad y para admitir la diferencia sin desintegrarse en su conformidad nacional. Para responder a tan contradictoria demanda es necesario dictar una ley modificatoria de la Ley Federal que limite la división mediante criterios que pueda compartir la mayoría de las provincias y de la comunidad educativa y programar una evaluación que garantice la participación de la mayor cantidad de sectores posibles, mediante las más diversas formas de representación.

    Sin duda lo primero es evaluar la marcha de la reforma y publicar los resultados. Que ésta no quede sólo en manos de un organismo público, nacional, internacional o privado.

    Es necesario la reordenación de niveles y ciclos, la implementación de políticas repararatorias, la capacitación de los docentes y el ordenamiento de la oferta de educación laboral. Entre las urgencias mencionadas, elegimos el tópico de las políticas compensatorias, pues permite finalizar este artículo penetrando aspectos profundos de las políticas en juego.

    3.7 LINEAMIENTOS GENERALES EN EL ESTADO NEOLIBERAL

    Finalmente, este largo, riguroso y conflictivo proceso pedagógico con sus respectivas propuestas educativas neoliberales en nuestro país, puede resumirse en los siguientes puntos:

    • Liberalizar las relaciones laborales en el sistema educativo estatal. Para ello se propone modificar los estatutos docentes para permitir la libre contratación de estos por parte, primero de los gobiernos provinciales y más adelante de las escuelas, transformando al director en un gerente, eliminar los convenios colectivos de trabajo, subordinar los salarios docentes de los nuevos contratos a evaluaciones que establezcan ranking de eficiencia.
    • Descentralizar totalmente el sistema de manera que las escuelas sean autónomas en cuanto a planes de estudio, contenidos, métodos de enseñanza, etc. difundiendo escuelas chárter.
    • Dar libertad total de elección de curriculum por parte de las escuelas y la familia (clientes), reorganizando la demanda en torno al principio de libertad de elección.
    • Otorgar fondos a cada establecimiento per cápita, es decir por alumno, de acuerdo a un ranking de escuelas. Las mejores calificadas recibirán mas fondos por alumno.
    • Postergar el arancelamiento de la educación básica y media (últimamente se admite también postergar el arancelamiento universitario) porque esa medida tiene alto costo político y no soluciona el problema financiero.

    La intención de quienes auspician estas propuestas sería retirar del estado todas las funciones que pudieran ofrecerse a empresas privadas, como la aplicación de pruebas de evaluación a alumnos, a docentes, a la gestión escolar y a los sistemas provinciales, para los cuales se establecían convenios de tercerización con funciones privadas, la capacitación docente, la educación preescolar, la atención sanitaria, las vacaciones útiles y la alimentación de los alumnos.

    Debe subrayarse que de todos modos, la educación carece de cualidades necesarias para ofrecerse como campo tan competitivo como el de otros rubros. La rápida caducidad que afecta actualmente a los conocimientos básicos es una ventaja para el mercado.

    En el caso Argentino, hay otro aspecto de la relación entre los gobiernos y la iniciativa privada que se debe analizar: las insuficiencias burocráticas y la renuncia del estado a solventar los gastos y la mala administración institucional, ayudaron a hacer permeables las escuelas públicas. Las funciones complementarias o periféricas de la escuela han sido asumidas por los docentes. En las escuelas pobres el docente cubre tareas que son remuneradas a empresas privadas en las escuelas ricas.

    3.8 CONSECUENCIAS MÁS IMPORTANTES DE LA LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN

    Señalamos de la ley federal de educación los problemas más destacables:

    • Distintas interpretaciones de la nueva estructura, por las cuales hay provincias

    (Mendoza, Santa Fe) en donde coexisten tres y cuatro sistemas distintos (primaria y secundaria de 6 años cada una, primaria de 7 años y secundaria de 5 años, tres ciclos y polimodal dos ciclos, escuela intermedia y polimodal).

    • Desarticulación del sistema educativo nacional, pues no se corresponden entre sí los

    sistemas de muchas provincias.

    • Cierre de escuelas antes de implementar el tercer ciclo (los grados séptimo, octavo y

    noveno, o sea, séptimo de primaria más primero y segundo de secundaria) y el polimodal (correspondiente a los años superiores de la enseñanza media) porque debían sustituirlas sin tener edificios suficientes y adecuados.

    • Primarización de los primeros años del secundario que obliga a la convivencia de

    adolescentes con niños menores, desarticula a los grupos etarios y carece de una organización institucional y pedagógica especifica.

    • Ruptura del ciclo de enseñanza media producida como consecuencia de la inclusión, en

    algunas provincias del tercer ciclo de la EGB en el mismo establecimiento de los anteriores o bien organizándolo como escuela intermedia en un local aparte.

    • Cierre de las diversas opciones de enseñanza técnica que, insuficientes y desordenadas,

    sostienen la modalidad desde hace muchas décadas en el país.

    • Eliminación de clases de idiomas, incluyendo a sus docentes.
    • Transferencia de profesores de un área de conocimiento a otra sin brindarles la

    capacitación adecuada.

    • Descalificación de los profesores de enseñanza media al otorgarle funciones en la

    enseñanza básica para la cual no han sido capacitados o bien en áreas curriculares distintas a la de su especialidad.

    • Falta de preparación de los directores de primaria para supervisar a profesores de

    media y los docentes de nivel primario para atender población adolescente.

    • Deterioro de la educación de adultos, la educación especial, y la educación artística que

    al adquirir el carácter de régimen especiales que fueron separadas del tronco central del sistema.

    • Insuficiencia de la educación inicial y exclusión de la asistencia materno- infantil de la

    responsabilidad educativa pública, que desampara a capas de niños afectados por la desocupación de sus familiares y que carece de estimulación temprana, indispensable para escolarizarse.

    El gobierno del partido justicialista que terminó su mandato el día 10 de diciembre de 1999 no cumplió con las previsiones presupuestarias de la ley. De la Rúa ratificó en marzo del 2000 la intención de alcanzar una inversión educativa del 6% del PBI durante su mandato.

    La estructura de Derechos y Principios que contiene la ley fue gestada en el Congreso Pedagógico de 1.985, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Paradójicamente no fue el gobierno radical quien tradujo a la letra una ley con aquellos principios, sino que fue el gobierno de Menem.

    La ley de transferencia precedió a la ley Federal y determinó la conclusión de un proceso de retiro del Estado Nacional que, junto con los establecimientos, alumnos y docentes, quedó a cargo de las provincias como proveedor directo de la educación.

    La reforma menemista fue la única de la serie mundial de ajustes neoliberales de los aparatos educativos que se decidió por ese modelo cuya estructura apunta a despedir paulatinamente de la pirámide escolar a los sectores de menos recursos.

    Si bien la ley establece cumplir 10 años de escolaridad, se produce un deterioro de la educación manifestado por la deserción o el fracaso del aprendizaje de los sectores pobres, que pone en duda aquel precepto.

    3.9 CONSECUENCIAS PRÓXIMAS DE LA REFORMA

    Algunas de las consecuencias de la reforma son

    • Los hijos de los más pobres no tendrán guarderías, jardines maternales o programas de prevención y deberán arreglarse con los servicios de la parroquia o alguna subsistente sociedad de fomento.
    • Los sectores medios que tengan empleos podrán mandar a sus hijos a guarderías privadas, barriales o algunas públicas privadas, una parte de ellos llegará al polimodal donde será adaptado al mundo del trabajo, pero pocos ingresarán a la educación superior y otra mínima cantidad terminará la universidad. Los ingresantes a algunas facultades de universidades públicas provienen cada vez más de escuelas secundarias privadas.

      

    CONCLUSIÓN

    Una vez finalizado este trabajo de investigación en el cual hemos abordado la temática educativa en los gobiernos de Perón y Menem y sus repercusiones en la sociedad argentina, nos consideramos en condiciones de afirmar la hipótesis que había sido planteada al comienzo de nuestra investigación: "el sistema educativo presenta más progresos en el Estado Benefactor (que coincide con el gobierno de Perón) que en el Neoliberal (ejercido por el presidente Menem)".

    Gracias a la información obtenida a través de la bibliografía consultada de fuentes primarias, ya sean libros o Internet, y a la entrevista realizada al profesor de Historia…, quien concluyó que la etapa neoliberal en nuestro país fue funesta en lo referente a la educación, hemos logrado comprobar que las políticas de ajuste recientes provocaron graves consecuencias en la prestación de los servicios sociales como la educación.

    En el momento en que asume Perón al poder, la historia argentina toma un rumbo imprevisto: se suceden medidas asistencialistas por parte del Gobierno que contemplan un sector social siempre olvidado hasta ese momento: el obrero. La ideología presentada por el mismo, novedosa en ese tiempo, tuvo una repercusión magnífica: el país se había dividido en dos columnas: una peronista y otra antiperonista. El movimiento peronista cobró un vasto poder en la Nación, así se logró sancionar una considerable cantidad de leyes que contenían derechos para la clase trabajadora, a los cuales se les denominó "derechos sociales". Podemos referirnos, entre ellos, a los de materia sanitaria, laboral, educativa, etc. Analizando el material, consideramos que esta figura de la historia hizo mucho por la Nación, especialmente por los sectores más carenciados, respondiendo con las medidas necesarias.

    Cuando son adoptadas por Menem las medidas político – económicas liberales características del mundo globalizado, se manifiesta una disminución de la capacidad de los Estados Nacionales para poner en marcha planes de desarrollo social. Por ello, las medidas educativas que practica, responden directamente a la idea de alejar el Estado de la prestación de servicios. En la década del '90 el Estado se descentraliza, desvinculándose de la población lo que produce que el gobierno se despreocupe de los conflictos educativos, entre otros.

    Estefania Bicentella

    Edad: 17 Años

    E-Mail:

    Estudios: 5° año de Secundario

    Fecha: 20 de Noviembre de 2004.

    Titulo: La Educación en la Argentina en los Gobiernos de D. Peron y C. Menem

    Categoría: Educación

    Reseña: el sistema educativo en la República Argentina y los cambios efectuados durante los gobiernos de Domingo Peron y Carlos Menem.