La Semana Santa: tradiciones paradójicas

1. ¡OH Jerusalén!
2. Para la hermana Michele Lenane…
3. Todo es político — todo es religión
4. El Sepulcro
5. El ritual del fuego sagrado
6. Pero, ¿dónde se encuentra lo religioso y sublime?

Este ensayo lo dedico a una de mis pacientes, cuyo tratamiento exitoso la hizo convertir en la fe del catolicismo. Como nosotros, ella visitó la Tierra Santa y el Santo Sepulcro. Me pidió que para la reunión de su grupo que estudia las escrituras sacras, hiciera esta ponencia.

¡OH Jerusalén!

Jerusalén es el sitio de la muerte y la resurrección del Cristo Redentor. En esta ciudad polvorienta se mezcla todo lo que apela a lo ridículo, y a la vez sublime, en la religiosidad humana.

Michele era una de mis primeras pacientes sufriendo de anorexia nervosa en los años mil novecientos sesentas. Su condición se complicaría por parálisis secundaria del nervio peroneal y por síntomas de demencia megaloblástica.

Los padres de esta joven mujer eran fundamentalistas episcopales que profesaban un odio genuino hacia la curia y la iglesia católica. Les produjo mucho dolor cuando Michele se convirtió al catolicismo y se uniera a una orden religiosa pedagógica.

Habiendo enseñado por muchos años en Jerusalén, Michele retornó a América donde todavía enseña a niños chicanos en Arizona.

Para la hermana Michele Lenane…

La religión es un sentimiento, a veces egoísta, intolerante y posesivo. En la Tierra Santa no es diferente. Lugar donde los palestinos que viven en Israel y en los estados circundantes, como cristianos fieles, se preparan, durante esta semana, a celebrar el evento más significante en su historia. La Resurrección de Cristo. Algunos lo observarán como lo celebran las iglesias fieles del oeste, el domingo de Pascua. Por contraste, otros, los que siguen el calendario oriental, esperarán cinco semanas más, antes de que entonen el himno pascual de: "¡Brilla, brilla, OH nuevo Jerusalén, porque la gloria del Señor ha amanecido en ti!"

Palestina, actualmente, es el hogar de la intifada y el nido donde se incuban los odios, se nutren las mentes y se preparan los "mártires" cuyas bombas fijadas a sus cuerpos siembran terror a los habitantes del odiado estado judío.

Para Cristo sería extraño que su mensaje de amor se interpretase de modos tan opuestos a su espíritu. Pero para los palestinos — hace mucho desterrados — para que los israelitas encontraran una "tierra prometida", el mensaje de Cristo se apaga con el imperativo de la venganza.

Todo es político — todo es religión

En Jerusalén los cristianos se dividen en la manera en que ofrecen simpatía y soporte a los combatientes locales. Mientras que los cristianos locales disminuyen en números, una fuerza novel y poderosa ha surgido en la Ciudad Vieja. Llegando en ímpetu dentro del escenario político/religioso: existe un grupo dinámico de cristianos evangélicos, la mayoría de ellos americanos, que simpatizan con el extremo ultra-conservativo de las políticas del gobierno de Israel.

Ellos creen que los judíos son los únicos que tiene derecho a vivir en Judea — como ellos mantienen que lo definen las escrituras — y que todos (todos) los demás que allí habitan deben de marcharse — Por su radicalismo, muchos de los otros grupos cristianos locales, encuentran que le es difícil identificarse con estos extremistas religiosos.

Iglesia del Santo Sepulcro

Esta tensión entre religiones y entre culturas es lo que preocupa a Michele, quien no puede creer que tanto dolor puede infligirse a otros en nombre de Dios, personificado en Cristo/Redentor.