Violencia juvenil, pandillaje y barras bravas en Lima y Callao (página 3)
Enviado por JAVIER MARTÍN LLERENA PORTAL
El modus operandi es el método que usa el asesino para llevar a cabo su crimen, describe las técnicas y las decisiones que el asesino ha tenido que tomar. De esta evaluación sacamos información sobre cómo mata nuestro asesino y qué características psicológicas se pueden deducir de este método: planificador, inteligente, profesión que puede desarrollar, descuidado, perfeccionista, sádico…
El modus operandi, al contrario que la firma, puede variar a lo largo del tiempo, puesto que, como habilidades, pueden aprenderse, evolucionar o degenerarse con los crímenes posteriores.
El modus operandi tiene naturaleza funcional. (Garrido, 2006) y tiene tres metas: proteger la identidad del delincuente, consumar con éxito la agresión y facilitar la huida.
Por lo que se refiere a la firma, ésta es el motivo del crimen, el por qué, refleja la razón por la que el asesino hace lo que hace. Nos da una información más profunda ya que nos presenta qué quiere decir con el crimen, y más psicológica puesto que nos habla de sus necesidades psicológicas. El asesino mantiene su firma estable a lo largo de su carrera criminal, por lo que, aunque cambie su modus operandi podemos relacionarlo por dicha firma.
Esto no quiere decir que físicamente la conducta o conductas que describen la firma del delincuente no puedan cambiar. El aspecto profundo de la firma no cambia, la ira, venganza, sadismo permanece inalterable, pero la forma de plasmarla puede evolucionar, incrementar, disminuir o degenerarse en función del propio desarrollo de la motivación a la que representa.
Victimología.
La víctima tiene una importancia crucial puesto que es la protagonista del hecho criminal, presencia el crimen en primera persona, sobre ella recae el acto criminal y se representan el modus operandi y la firma del asesino. Si la víctima sobrevive puede aportar mucha información de primera mano acerca de su agresor y de sus circunstancias, si ésta fallece es necesario realizar una autopsia psicológica. En esta autopsia se tratan de recoger varios aspectos personales y sociales de la víctima. Es necesario reunir una serie de información respecto a su domicilio, educación, estado civil, aficiones, situación económica, temores, hábitos, enfermedades, amistades, trabajo…
De toda esta información se desprende primariamente una clasificación de la víctima en cuanto al riesgo que suponen para ser agredidas. En este caso hablamos de víctimas de bajo y del alto riesgo (Ressler 2005). Como es lógico, las víctimas de alto riesgo tienen una mayor probabilidad de ser atacadas y además de no suponer muchos problemas para sus atacantes.
Por otra parte, el estudio y análisis de la víctima nos da información de cómo su asesino se relaciona con sus víctimas, lo que nos proporciona una huella psicológica importante para realizar el perfil. En un crimen hay dos protagonistas, el asesino y su víctima, entre ellos hay una relación, el asesino usa a la víctima para narrar su historia, para satisfacer sus fantasías personales pero también para dejar constancia de su relación con el mundo. Y es en esta relación donde se refleja más su personalidad. (Jorge Jiménez Serrano presentado en el VII Curso de Criminología Psicosocial – Universidad Complutense de Madrid)
1.6 Teorías Sociales Relacionadas a la Delincuencia
1.6.1 Teoría de la Asociación Diferencial
La vida delictiva parece ser algo que se aprende de la experiencia, el que un joven se encuentre por el "buen" o el "mal" camino depende del ambiente en el que se haya criado.
Esta teoría fue expuesta por Edwin Sutherland (1949), la cual plantea que los jóvenes se vuelven delincuentes al aprender maneras incorrectas de sus compañeros y al ver como adultos poderosos infringen la ley. De esta forma la gente joven entra en contacto con personas de las cuales aprenden a rechazar los principios legales y adquieren habilidades para infringir las reglas. Todo el mundo se expone a posibilidades de este tipo, pero cuando se experimenta más a favor del delito que en contra del mismo el resultado será un delincuente. Las actitudes con las que ha estado en contacto han llegado a poseer una fuerza tal que le han enseñado los medios ilegales y no los legales para obtener sus fines. (West, 1970).
Toda conducta delictiva tiene su origen en la asociación diferencial. Esta conducta se aprende en asociación con los que definen lo delictivo favorablemente y en aislamiento de los que lo definen desfavorablemente. Según Sutherland: "…una persona en una situación apropiada participa de esa conducta delictiva cuando, y sólo cuando, el peso de las definiciones favorables es superior al de las definiciones desfavorables." (1969, p. 179).
El autor enfatizó su atención en dos fenómenos: los delincuentes de cuello blanco y las pandillas de adolescentes. Sus estudios le permitieron descubrir una progresión en la conducta delictiva, desde pequeños delitos cometidos en el estímulo del momento hasta operaciones profesionales organizadas bajo la premisa del mínimo riesgo y el máximo beneficio. Así los delincuentes aprenden sus técnicas y, gradualmente, adquieren un lugar propio en el seno de la sociedad de criminales profesionales.
Es evidente que no se trata de una teoría que suministre una explicación completa, realmente, explica la forma en que se transmite el carácter delictivo pero poco aporta al origen de las actitudes antisociales.
Muchos fueron los autores que continuaron el desarrollo de la teoría de la asociación diferencial. Thrasher realizó un estudio de las pandillas juveniles de Chicago, considerándolas como una especie de campo de entrenamiento para el delito. Lo primero que anima al joven es unirse a sus compañeros por medio de la pandilla, luego es arrastrado a ciertas aventuras y a la experiencia de tener éxito al desobedecer las reglas; así el muchacho es llevado gradualmente a cometer delitos. Al crecer, los jóvenes se han adiestrado en técnicas delictivas dentro de sus pandillas juveniles que gravitan en la jerarquía de profesionales.
Otros autores de la escena de Chicago fueron Tanenbaum y Whyte quienes consideraron a las pandillas de delincuentes como el resultado del fracaso de la comunidad para ofrecer salidas razonables a la frustración.
Por otra parte, Block y Niederhoffer estudiaron las pandillas de Nueva York y encontraron que los adolescentes trataban de unirse por imitación a los delincuentes de mayor edad cuyos golpes delictivos eran mejor planeados y lograban mayor éxito. A su vez, los grupos delictivos de más edad fungían de campo de entrenamiento y fuente de reclutamiento. De esta manera, el joven frustrado de barrios bajos tiene la alternativa de unirse a una estructura profesional del delito que puede comenzar en la esquina de su casa y terminar en actos delictivos completamente profesionales.
De los autores planteados puede concluirse que la imagen de los delincuentes juveniles es la de muchachos sanos de una sociedad enferma, su desgracia fue criarse en una clase en la que el estilo de vida delictivo es más accesible y se aprende más fácil y rápido que la conformidad a los valores de la clase media. (West, 1970)
Los adolescentes están particularmente abiertos al aprendizaje de normas, actitudes y valores de cualquier grupo al que se expongan. El mejor elemento de predicción en solitario del comportamiento adolescente, tanto de conformidad como de desviación, es el comportamiento de los amigos más cercanos. El comportamiento delictivo de los adolescentes es, fundamentalmente, un comportamiento grupal. (Akers, 1985)
Al final, así como las personas aprenden a través del proceso de socialización cómo ser conformistas con las normas de su sociedad, también aprenden cómo apartarse de esas normas. Tanto la desviación como el comportamiento conformista, son productos de la socialización.
1.6.2 Teoría de la Anomia
Se interpreta el comportamiento delictivo como un síntoma de frustración que puede acentuarse entre grupos que sufren una presión social especial.
Emile Durkheim (1897) utiliza la palabra anomia para designar una dolencia social en la que las presiones reguladoras y controladoras de una costumbre social son reducidas de forma que los individuos se encuentran sin guía ni freno.
El autor plantea que cuando aumenta la movilidad social el individuo pierde sus esperanzas límites que podrían frenar sus apetencias y ambiciones. Al aumentar las posibilidades, mayor es el peligro de insatisfacción y desencanto. Así, las libertades modernas exponen a las generaciones más jóvenes a mayores oportunidades tanto para el bien como para el mal. Un aumento de oportunidad para la expresión de la personalidad se convierte en la causa que facilita el aumento de las tentaciones y ocasiones para realizar actos ilícitos.
La noción de anomia también ha sido desarrollada por Merton que la define como una forma de caos cultural producida por una discrepancia entre las metas culturalmente aceptadas y los medios institucionalizados para alcanzar dichas metas, ambos simbolizan la categoría y el éxito en la sociedad contemporánea.
Según la posición de un individuo en la sociedad, el sistema social actúa como una puerta abierta o como una barrera. Así, los jóvenes pobres se encuentran en desventaja en la carrera hacia los símbolos del éxito aunque están bajo la misma presión de obtenerlos. Cuando la sociedad se organiza lo hace de forma tal que suscita en la clase baja aspiraciones que luego son frustradas, entonces la sociedad obtiene los delincuentes que se merece.
Merton propone cinco modos de adaptación social:
La más grave de estos tipos de respuesta es el retraído, por ser un individuo que rechaza todo el marco de referencia de la sociedad convencional, repudiando tanto los fines como los medios. Por su parte, los innovadores tuercen las reglas para conseguir una mayor probabilidad de obtener beneficios, son inadaptados de forma menos personal que los retraídos pero son delincuentes en potencia. Generalmente, estos individuos pertenecen a clases bajas en las que las oportunidades de mejorar no se comparan con las recompensas obtenidas por incurrir en una carrera delictiva. (Merton, 1970)
1.6.3 Teoría de la Subcultura Criminal
La teoría mertoniana sirvió como fundamento a otros autores para examinar las reacciones de los grupos que dentro de la sociedad se apartan de las normas y valores de la mayoría, a estos grupos se les ha denominado subculturas.
Albert Cohen es el principal exponente de esta teoría, él estudió el aspecto social y los orígenes de los miembros de pandillas de delincuentes juveniles. Las actitudes de la clase obrera hacen a los jóvenes menos capaces de beneficiarse de las oportunidades de progreso convencionales, ellos están en desventaja porque el éxito parece estar reservado para las personas de clase media. Al darse cuenta de su situación, los muchachos de clase baja reaccionan rechazando los valores, la respetabilidad y la moralidad de la clase media. Así, al manifestar desprecio por las autoridades que los habían rechazado, el joven libera sus sentimientos y obtiene la admiración de otros. Entonces, los individuos afectados se juntan para conformar una especie de solución colectiva para su descontento, y cada miembro del grupo recibe apoyo de otros cuya situación es parecida.
El resentimiento contra lo que los rodea y contra lo que defienden las autoridades explica dos rasgos importantes de la ética de las pandillas: la hostilidad para con cualquier forma de control externo y el hedonismo frustrado. Es importante tener en cuenta que la lealtad característica de los miembros pertenecientes a una pandilla contribuye a la ruina familiar de la misma forma que los conflictos familiares contribuyen a reclutar pandilleros. (Cohen, 1965).
Cohen atribuyó a las subculturas criminales las características de no utilitarias, por no constituir medios racionales para obtener un fin determinado. Maliciosas, porque causa diversión hacer daño a otros personas, y negativitas, porque el comportamiento dentro de ellas es aceptado por representar una polaridad negativa a las normas de la clase media.
La subcultura criminal es una solución para los jóvenes de clase baja porque les permite obtener los modelos sociales de éxito por medio de comportamientos de agresión y vandalismo, logrando escapar de una intolerable frustración y ansiedad. (Bergalli, 1983).
Otros autores han expuesto variaciones sobre la temática de la subcultura de la delincuencia. Miller sugirió que la subcultura de clase obrera pude producir la delincuencia por si misma sin que sea necesaria la reacción de la pandilla en contra de los valores de la clase media.
Esto porque los valores de la clase baja animan actitudes consideradas semidelincuentes. En estas pandillas el resentimiento ante la coerción representa una compensación al sentimiento de dependencia representado por la búsqueda de situaciones aptas para delinquir, de forma de ser encerrado en una institución.
Por su parte, Wilkins trata de explicar la dinámica social de la formación de una subcultura de la delincuencia. Estudió el grado de tolerancia del comportamiento desviado según la organización de una comunidad. Así, en una comunidad urbana muy organizada, las desviaciones parecerán extremas y las reacciones también lo serán. El autor observó que mientras mayor es la presión hacia el conformismo, es más probable que los individuos reaccionen negativamente y busquen refugio en las subculturas criminales. Se da un círculo vicioso en el que la información inadecuada hace que más actos sean vistos como intolerables, esto significa que más individuos son rechazados por su comportamiento y, estos comienzan a desarrollar sus valores desviados, lo que comienza de nuevo el ciclo.
En su estudio sobre pandillas de Nueva York, Yablonsky sugiere que las pandillas están poco organizadas y mal orientadas socialmente. Estas pandillas son simplemente conjuntos de individuos inadaptados a los que no se les puede considerar como coherentes formas de protesta contra la injusticia social.
Cloward y Ohlin expusieron una teoría que explica los contrastes entre las subculturas de delincuentes frustrados y las que ascienden hacia una exitosa carrera delictiva. La conquista de una protesta contra los valores de la clase media depende de la medida en que se aprovechen los valores de oposición y los cursos alternativos de acción. Entonces, sólo los vecindarios donde crece una comunidad delincuente ofrecen a los jóvenes una gran oportunidad para aprender el papel delictivo.
En contraposición, Matza llama la atención acerca de la falta de base para la existencia de actitudes que se atribuyen a los delincuentes. El estereotipo sociológico de un delincuente juvenil como un individuo dedicado a una cultura de oposición no parece ser real. Por lo general el delincuente aprendido no se considera a si mismo como un mártir de la causa, por el contrario, siente remordimiento por su comportamiento y lo plantea como una excusa. El valor de la crítica de Matza está en llamar la atención en cuanto a valoraciones exageradas del poder y la importancia de las actitudes antisociales.
Fyvel describe los rasgos de los jóvenes y se interesa por los géneros de conflicto de clases que pueden originar una juventud desilusionada e inclinada a la delincuencia. Una de las peores fuentes de trastorno es el sistema educativo, los muchachos son entregados al mercado laboral sin la capacidad ni la preparación suficiente. De esta forma son apartados de la estructura de la clase media que conduce al éxito, y pasa a considerarse como un fracaso social.
Los conflictos de clase responsables de las subculturas delincuentes asumen formas diferentes según la naturaleza de la cultura dominante de la que se derivan. Existen fenómenos que simbolizan la repulsa a una meritocracia de la educación por parte de los jóvenes frustrados que sufren restricciones sin lograr las recompensas que, supuestamente, están abiertas para todos.
1.6.4 Teoría de la Elección Racional
Ve a la delincuencia juvenil como una perspectiva individual. Existen teóricos que argumentan que aquellas personas que se desvían no saben lo que están haciendo, sin embargo, los teóricos de la elección racional sostienen que en algunos de casos la desviación es el resultado de un cálculo altamente racional de riesgos y recompensas. Los individuos ponen en uno de los lados de la balanza las posibilidades de obtener un beneficio, y del otro, los riesgos de ser atrapado. Es así como deciden su curso de acción.
Pero, es importante tener en cuenta que no todos los jóvenes escogen las acciones más racionales. Sus valores difieren de los valores de las personas adultas, y, en la mayoría de los casos, estos valores todavía no se han formado completamente. Por tal razón, sus motivos para delinquir pueden ser diferentes de los motivos de un adulto criminal. A los adolescentes se les conoce frecuentemente por no pensar antes de actuar, de forma que las acciones delincuenciales son resultado de actuar en contra de la autoridad o de rebelarse contra los valores y normas dominantes en la sociedad. (Zappen, s/f)
1.6.5 Teoría del Conflicto Social
Los principales exponentes de esta teoría son Vold, Chambliss, Quinney y Turk, quienes defienden la idea que la sociedad está dividida en distintos grupos que poseen valores, metas y normas diferentes lo que genera conflictos entre ellos. Cada uno de estos grupos busca imponer sus intereses por encima de los demás, así la definición de lo que es correcto o no es una prerrogativa de aquellos que tienen el poder político para definirlo de acuerdo a sus propios intereses y concepciones. La naturaleza del delito es determinada por la clase social dominante para procurar ventajas a sus intereses materiales y su concepción de la moralidad.
De lo expuesto se deduce que no todos los actos considerados como delitos son la expresión de los intereses del grupo social dominante, por lo que ninguna norma es apoyada por todos los distintos grupos que conforman la vida societal. (Bergalli, 1983)
Los teóricos del conflicto argumentan que la delincuencia juvenil es el resultado de un conflicto societal entre dos o más grupos, conflicto con base en la clase social y la economía (lucha de poder). El conflicto puede surgir entre el sistema legal y grupos minoritarios que se sienten oprimidos por este sistema. El carácter del conflicto puede ser étnico, racial o ideológico.
Desde esta perspectiva la delincuencia juvenil es vista como una situación en la que se recurre a la acción delictiva para escapar de una situación abusiva, el individuo se revela en contra de la sociedad represiva dominante. Esta forma juvenil de exteriorizar el conflicto puede ser mal vista desde el punto de vista legal, pero puede ser moralmente correcta y estar justificada. Aunque, si un joven mata con un cuchillo a un compañero, el acto es difícilmente justificable de manera racional.
Un joven comprometido en actos delictivos hacia un grupo conflictivo también puede llegar a ser sub-culturalmente aceptado. (Zappen, s/f)
1.6.6 Teoría del Etiquetamiento
Una de las principales referencias del labelling se encuentra en la construcción de la figura del outsider por Howard Becker, quien actúa violando las reglas establecidas de los distintos grupos sociales; le es adjudicada una etiqueta de desviado por parte de las personas que cuentan con el poder de fijar las reglas. Es importante tomar en cuenta que la comprensión de este fenómeno debe enmarcarse en un contexto normativo dado y una época determinada.
La aplicación de una etiqueta es el resultado de un proceso político porque es sólo el comportamiento discriminado el que viola las reglas dominantes que han sido impuestas por medio de criterios de poder. Entonces, la conducta desviada es consecuencia de un proceso de interacción entre la acción que es cuestionada y la reacción que viene de otros individuos.
Así se conforma una carrera criminal que, al ser complementado con el mecanismo de la profecía autorrealizable, hace que el individuo termine modelando su identidad según la imagen que los demás tienen de él. (Bergalli, 1983)
Los grupos sociales producen la desviación al hacer las reglas, cuya violación constituye una desviación al aplicar estas reglas a los individuos y al etiquetarlos como extraños. Desde este punto de vista la desviación no es una cualidad del acto que se comete, sino que es consecuencia de la aplicación por otros de reglas y sanciones al culpable. El desviado es aquella persona a la que la etiqueta le ha sido aplicada exitosamente. Cuando un individuo es atrapado por haber cometido un crimen puede comenzar a verse en un contexto negativo. (Becker, 1963)
La teoría del etiquetamiento es crucial para entender la delincuencia juvenil porque es durante la adolescencia cuando termina de formar la identidad de si mismo. Esta teoría también ayuda a explicar las consecuencias a largo plazo de la etiqueta de desviado en la identidad social del individuo. Si un joven es etiquetado como delincuente, su propia identidad puede desarrollarse de forma que se vuelva más propenso a verse envuelto en actividades criminales. Por el concepto negativo de su identidad, escogerá involucrarse con el crimen y asociarse con otros delincuentes con los que comparte la etiqueta. (Zappen, s/f)
1.6.7 Teoría del Control Social
Por medio del control social se describen los mecanismos mediante los que la sociedad ejerce su dominio sobre la totalidad de los individuos que la integran. Es gracias a este control que se superan tanto las tensiones como los conflictos, mientras más rígido sea el control, mayor afianzamiento y permanencia del sistema social.
El ejercicio del control social se da a través de la reacción social, la respuesta reprobatoria que la audiencia social atribuye al comportamiento humano que llega a apartarse de las expectativas sociales. (Bergalli, 1983).
Los teóricos del control social comienzan su planteamiento con la premisa que el comportamiento es antisocial y delincuente por naturaleza. Travis Hirschi establece que los seres humanos son animales, capaces de cometer actos criminales porque está en su naturaleza hacerlo. Así, los delincuentes son las personas que externalizan sus inclinaciones más primitivas.
Esta perspectiva plantea que los miembros de una sociedad forman vínculos con otros miembros o instituciones. Los vínculos sociales identificados por Hirschi incluyen: los lazos afectivos que se desarrollan entre los niños y las personas más cercanas a ellos, el compromiso con las normas sociales de comportamiento y con el éxito en lo que se refiere a las recompensas de tales valores, la participación en diferentes actividades ya que, mientras más actividades realice una persona, menos tiempo le queda para meterse en problemas, y, por último, el hecho que la mayoría de las personas son criadas para respetar y creer en las leyes. Por la creación de estos vínculos el individuo internaliza las normas de la sociedad. Entonces, la teoría del control social atribuye la delincuencia juvenil a la falla de la juventud de crear los mismos vínculos y niveles de capital social que los ciudadanos de ley. Esta falla en su proceso de socialización hace que los jóvenes que la padezcan sean más propensos a involucrarse en actividades criminales. (Zappen, s/f)
La expresión de Control Social fue utilizada por primera vez en 1905 por el Sociólogo americano Edmund Ross quien indica una definición algo más que normas y sanciones para mantener el buen funcionamiento de una sociedad.
En una definición no tan amplia se podría decir que Control Social es "la totalidad de sanciones positivas y negativas a las que recurre una sociedad para coadyuvar la conformidad de las conductas a los modelos establecidos".
Las sanciones tienen la misma función, ya sean positivas o negativas, que son las de asegurar una conformidad suficiente a las normas que orientan las acciones colectivas, esto a fin de salvaguardar el factor común necesario para la cohesión y el buen funcionamiento de dicha colectividad; inversamente, dichas reacciones funcionan desalentando todas las formas de inconformidades que puedan haber con respecto a las normas establecidas en la colectividad.
Siempre que se habla de roles y status se habla de normas, ambos fenómenos normativos. Los roles deben cumplirse y el estatus alberga la expectativa de conducta por parte de quienes rodean a quien lo posee. La vida social afectada por la normatividad. Por ello la conducta humana es básicamente normativa, aun cuando se desvíe de las normas del grupo, porque entonces obedecería otras normas. Son los grupos los que establecen las reglas de la interacción o juego social y las institucionalizan.
Las instituciones, en sociología, son una infinidad de normas conectadas entre sí, y sistemas de roles.
Los canales de conducta no formalizados en instituciones sociales también son normas, como el lenguaje, el vestido, el saludo. Todas ellas participan del "normal" funcionamiento de la vida social.
Las normas no son entidades impuestas al hombre desde fuera de la sociedad. Si bien es cierto ya existen cuando esta nace y tiene que aceptarlas, también puede rechazarlas, entrar en conflicto con ellas e imponer sus propias normas, como es el caso de los revolucionarios. Así, la sociedad se controla a través de las normas, ejercidas mediante roles y distribuidas en los diferentes estatus de los individuos y grupos. El control suele ejercerse sobre todo gracias al alto nivel de conformidad que consiste en la aceptación de la norma ya existente. Las fuentes de tal conformidad no son estáticas puesto que la dinámica de la sociedad misma propicia situaciones diferentes. Las instituciones no son sostenidas solo por la conformidad, éstas son mantenidas en funcionamiento por agentes adicionales de control, como son las instituciones políticas, jurídicas, religiosas, económicas. A pesar de ello esta demostrado que las instituciones se mantienen en gran parte gracias al consenso social. El cómo se alcanza el consenso social, en algunos casos, es claro de explicar: la actitud consensual surge automáticamente, como ocurre con la aceptación de una lengua determinada por la población. El idioma materno se adquiere en el proceso de socialización, entre los habitantes de un país el lenguaje aparece dado, y el consenso es total aunque inconsciente. Algo parecido puede decirse de algunos códigos morales prevalecientes pero es difícil diferenciar el elemento consensual cuando el control social se ejerce a través de la "coerción", tanto la abierta como la más sutil que alberga manipulación. Hay manipulación cuando los individuos son inducidos a comportarse de cierta manera ya sea por quienes posean poder e influencia sobre los agentes que crean opinión (sacerdotes, ideólogos, periodistas) o los medios que la trasmitan (radio, prensa, televisión). La doble vertiente del control social, consensual coercitiva, debe tenerse en cuenta en el estudio de la conducta humana.
Lo que hay que determinar es en qué casos el orden social es mantenido coercitivamente y quién ostenta el poder, y en qué casos es mantenido consensualmente o por ultimo en qué medida ambos están presentes.
Las Sanciones
Los modelos no son normas técnicas o extractos de la conducta. Una parte de un poder de persuasión y discusión radica en las sanciones a ellos inherentes. El término sanción no significa solo castigo, por el hecho de que una sanción puede ser negativa o positiva puede ser recompensado para la aprobación o desaprobación que un acto entraña para la persona que lo lleva a cabo en cada colectividad, la conformidad a los modelos puede merecer diversas recompensas y la insumisión o inconformidad puede dar lugar a la imposición de ciertas penas.
Clases de Sanción.- Se distribuyen cuatro clases de sanciones negativas.
a) Sanciones Físicas.- Son aquellas que imponen algún tipo de vivencia, el empleo de la fuerza física para corregir al no-conforme reducible al orden o impedir que siga perjudicando a los demás. La máxima sanción física es la pena de muerte, que puede ser ampliada por el sistema judicial, la magia, una vergüenza o un duelo. Las torturas, el encarcelamiento, la residencia vigilada constituyen otros tantos empleos de la fuerza a títulos de sanciones donde los diferentes puntos de vista se toman como castigo, protección a la sociedad, corrupción o rehabilitación. También hay sanciones mínimas de usos mas corrientes como una bofetada de padres a hijos, entre adultos o manera de protección o agresión, etc.
b) Las Sanciones Económicas.- Las de carácter público y oficial, como las multas o apoyo de daños y perjuicios, otros mas indirectos o camuflados como el boicot, el bloqueo económico en todos los tipos de sociedades.
c) Las Sanciones Sobrenaturales.- Pueden ser religiosas o mágicas. Los religiosos afectan las relaciones del hombre con la divinidad o con los espíritus o concierne a su destino después de la muerte. La característica más relevante de la religión radica en la ofrecida reparadora como por ejemplo los rezos para borrar los pecados. Las sanciones mágicas no recurren necesariamente a los espíritus, sino que consisten mas bien en la manipulación virtual de las fuerzas sobrenaturales, secretas y más poderosas que las fuerzas naturales. Como por ejemplo la macumba.
d) Las Sanciones propiamente seriales.- Estas son muy numerosas y se presentan de varias formas. Las más fuertes son la expulsión del seno del grupo, la exclusión y el rechazo de manera concertada del que manifiesta una conducta reprensible para los demás. Otras sanciones menos drásticas como las muchas de disgusto, retirada de la confianza o amistad, etc. También el chismorreo y el comadreo sobre todo en medios reducidos; la burla, el sarcasmo, son sanciones muy efectivas.
Se han considerado sólo sanciones negativas, pero en realidad son intrínsecas las positivas. Los aspectos positivos y negativos son irresponsables, por cuanto constituyen de algún modo el universo y el recurso de una misma realidad.
1.6.8 Teoría de la Presión (Strain Theory)
Esta teoría se preocupa de cómo la estructura de la sociedad contribuye a que algunos de sus miembros no puedan alcanzar sus metas. Esto crea una presión que abre el camino para que el individuo rechace las metas aprobadas culturalmente y se acerque a la delincuencia y al comportamiento criminal.
La teoría sostiene que las personas que cometen crímenes, poseen básicamente los mismos valores que todos los demás, en estos valores se encuentra un predominio de logros y éxito. Los caminos para conseguir el éxito están restringidos para las personas de clase social baja, entonces, los individuos de esta clase enfrentan un gran dilema: o renuncian a los valores de éxito y prosperidad o abandonan la obediencia a la ley.
Las condiciones de la sociedad que le impiden al joven lograr el éxito pueden causar un desafío hacia las normas y valores socialmente aceptados, lo que lo conduce a involucrarse en actos delictivos. Este patrón de delincuencia puede llevar al joven a una vida en prisión o a una vida sin éxito.
El planteamiento central es que los jóvenes de clase baja comparten los valores de éxito de la cultura dominante pero, por una inadecuada socialización, son incapaces de competir efectivamente. Esto produce una tensión que deben procurar resolver para no caer en una vida de delito. (Zappen, s/f)
1.6.9 Teoría de la Cultura de la Desviación
Ve a la delincuencia en función del ambiente en el cual el joven vive. El ritmo de la delincuencia es mayor en vecindarios empobrecidos del interior de las ciudades, Los teóricos de esta perspectiva afirman que el ritmo de la delincuencia se mantiene constante incluso cuando las personas que allí viven cambian completamente.
De esto se deduce que es el ambiente el que produce a los delincuentes en general, y a los delincuentes juveniles, en particular. Las condiciones que conducen a la creación de un ambiente delincuencial son las condiciones sociales propias de estas áreas: segregación económica, racial y étnica y una alta incidencia de enfermedades sociales (mortalidad infantil, desempleo, deserción, etc.). El criarse en áreas culturalmente desviadas generará estilos de vida criminales, en los que los individuos pueden aprender patrones de comportamiento desviado.
Todas las teorías hasta ahora expuestas explican las causas sociales de la delincuencia juvenil en cierta forma. Es necesario tomar en cuenta que estas teorías dejan de explicar fenómenos importantes dentro de la temática -esta afirmación no pretende quitarles mérito- porque, como todo problema social, la delincuencia juvenil es producida por un gran número de factores causales. Por esta razón, la clave para tratar de explicar la delincuencia juvenil es tratar de "rellenar" los vacíos con las respuestas de otras teorías, es decir, complementar una teoría con otra. (Zappen, s/f)
1.7 Definición de Pandilla Juvenil
La problemática de las pandillas juveniles -barriales y escolares- así como de las denominadas "barras bravas" requiere necesariamente en su delimitación conceptual, de una perspectiva de horizonte amplio, ello contemplando que su definición se encuentra contenida, derivada y asociada con otros conceptos y definiciones cuyo conocimiento nos permitiría contextualizar y precisar adecuadamente la naturaleza compleja del problema que nos ocupa.
En principio resulta conveniente señalar que la violencia juvenil grupal se inscribe como una expresión particular dentro de una manifestación más general agrupada en la temática de la violencia.
Dentro de la tipología planteada por la OMS, vemos que la violencia juvenil se incluye dentro de la violencia interpersonal a nivel de comunidad y que contempla una naturaleza de ocurrencia física sexual, psíquica y de privaciones o descuido.
Sin embargo, constatamos que el pandillaje juvenil no es un fenómeno típicamente local y contemporáneo, encontramos antecedentes a nivel internacional; los primeros registros de "barras bravas" se presentan en Inglaterra con los denominados Holigans quienes a lo largo de los años han protagonizado de manera reiterada hechos violentos, no solo en su país, sino incluso en muchos países europeos hasta donde se trasladan para asistir a los partidos en que disputa la selección inglesa o equipos profesionales de futbol de este país.
En América Latina el accionar de las "barras bravas" comenzó en la Argentina a finales de los años sesenta y se ha extendido posteriormente a casi todos los países de la región; todas las BB comparten características comunes com son: exaltación de la fuerza, el nacionalismo, el sentido del honor asociado con la capacidad de pelear y la necesidad de reafirmación.
Una breve revista crítica de las definiciones existentes sobre el pandillaje en general y del pandillaje juvenil en particular, resulta necesaria para intentar precisar un apropiado acuerdo del significado y el significante que nos permita un mayor entendimiento y comunicación respecto a este delicado problema.
Al respecto, la Organización Mundial de Salud OMS (1) define a esta como :"El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones".
Nuestro Código de los Niños y Adolescentes CNA vigente, considera como Pandillaje Pernicioso al "grupo de adolescentes mayores de 12 años y menores de 18 años de edad que se reúnen y actúan para agredir a terceras personas, lesionar la integridad física o atentar contra la vida de las personas, dañar bienes públicos o privados u ocasionar desmanes que alteren el orden interno".
Por su parte el Diccionario de la Real Academia Española DRAE, define a la pandilla como el "conjunto de personas reunidas en pandilla para fines poco lícitos".
Juana Martel Simbalo (2006) Socióloga señala a la pandilla como : "el grupo de personas que sienten una relación cercana o íntima entre ellos, por lo que suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o ideóloga o filosofía común entre los miembros, hecho que les lleva a realizar actividades en grupo".
En los que respecta a las denominadas "barras bravas" la Socióloga Juana Martel Simbalo la define como :"aquellos grupos organizados dentro de una hinchada que se caracterizan por producir incidentes violentos, dentro y fuera del estadio, despliegue pirotécnico y cánticos empleados durante el desarrollo de los partidos".
Para la presente investigación se utilizará el término "pandilla juvenil" para referirnos a la "agrupación mayor de 10 miembros integrada por adolescentes y adultos jóvenes de ambos sexos que comparten una organización, conjunto de creencias e ideología y que desarrollan regularmente hechos violentos contrarios a la seguridad ciudadana y el orden público". Esta agrupación puede ser principalmente de tres tipos: pandilla barrial, pandilla escolar o "barra brava" o pandilla deportiva.
Puede definirse al pandillaje bajo diferentes tópicos o realidades espaciales científicas, éste no es sino: el "desconocimiento de los derechos de los demás, la trasgresión de las normas de convivencia civilizada y la aplicación de la ley de la selva en grupos sociales determinados. Esta combinación paradigmática es la que afecta a la sociedad y se trasunta en crisis, violencia y miedo, causando inseguridad, y estados de ánimo defensivos en la población". (Rojas y Daugthers. R, 1998: 215 – 217).
"Es el influjo pernicioso de las pandillas constituidas por grupos de niños y jóvenes de 12 a 24 años que pertenecen generalmente a un mismo barrio, cuyos lazos de amistad se refuerzan al unirse a ésta con diversos propósitos, especialmente para cometer infracciones y delitos como el robo, el asalto, micro comercialización de drogas, incluyendo delitos violentos que pueden acarrear la muerte". (Congreso de la República, Comisión Especial que Investiga las Causas y Consecuencias de la Violencia Cotidiana en el Perú: 1998: 46 – 47).
Su comportamiento individual y colectivo revela un proceso cada vez más notorio de baja autoestima y rechazo a la aceptación de normas que pretenden imponer desde fuera. Esta conducta trastoca la disciplina escolar, la tranquilidad del barrio y el orden social en general.
1.8 Pandillas como Fenómenos Urbanos
La pandilla juvenil es un fenómeno social que aparece en las grandes ciudades del siglo XX. Los primeros en estudiarla fueron los Sociólogos de la Escuela de Chicago, a quienes les interesó conocer a los nuevos actores sociales marginales que se estaban formando. Robert E. Park (1929), en la década de los 30, comentaba que la formación de las pandillas juveniles no se originaba en las zonas rurales, sino que son consideradas como consecuencia de las dinámicas de las grandes ciudades.
Cohen y Miller (1955), ven el tema desde una propuesta estructuralista considerando como fuentes a las apreciaciones dadas por Durkheim y Merton, poniendo especial énfasis en las contradicciones entre las expectativas y las posibilidades del sistema como factor esencial de generar la formación de las pandillas.
Los Teddy Boys de Inglaterra, despiertan gran interés por los investigadores en la década de los 60. Por ejemplo, Downes y Monod (1943), dicen que el problema de las pandillas juveniles se encuentra en las clases sociales proletarias y en el tiempo libre que tienen los jóvenes.
En América Latina en la década de los 90, aparecen las pandillas juveniles en las grandes urbes, específicamente en las zonas urbano-marginales. El enfoque que utilizaron para explicar dicho fenómeno fue el estructuralista, el cual le dio importancia a la explicación sobre las disfunciones del sistema.
Las pandillas en el Perú aparecen en la década de los 90, luego de que se controlara la violencia del terrorismo en nuestro país. La ciudad más afectada fue Lima, debido al alto porcentaje poblacional de jóvenes y al alto número de pandillas que existen en los conos, lo que ha contribuido a que un buen porcentaje de jóvenes se haya sumado a estos grupos. Son los medios de comunicación quienes siempre les dan cobertura de manera sensacionalista y han provocado que al pensar en pandillas se tenga presente la delincuencia y el vandalismo.
Las pandillas preferentemente se encuentran en la periferia de la ciudad, en los distritos más populares de Lima como por ejemplo: El Callao, El Agustino, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Comas, Ate, Los Olivos, La Victoria, El Centro de Lima, entre otros. (Informe del Ministerio del Interior para el año
2001). Excluyendo a los distritos del Callao, La Victoria y el Centro de Lima el resto son distritos jóvenes, ya que su formación no sobrepasa los 50 años desde que invadieron y luego pasaron a ser asentamientos humanos conformados en su mayoría por migrantes de provincia que aportaron a la ciudad su cosmovisión cultural pero la cual sufre una hibridación. Estos distritos sufren altos índices de pobreza y presentan graves problemas sociales en la salud, en violencia familiar, delincuencia, etc. Pero a pesar de todos estos problemas, lo que se puede rescatar de estos distritos es su capacidad organizativa que desde los 70 se ha visto reflejada en los movimientos sociales de pobladores que no tenían tierras y que con el transcurrir de los años fueron reconocidos por el Estado. Aunque los jóvenes de hoy no participaron en esa época de estos movimientos, en los 90 es donde comienzan a surgir los grupos juveniles antisistémicos, de donde se originan las pandillas juveniles, las que incluyen en su actuar la delincuencia y comienzan por una violenta defensa de su barrio.
CAPITULO SEGUNDO
Estudio situacional de la violencia juvenil en Lima y Callao 2007 – 2008
Para lograr la caracterización del pandillaje se ha tomado en cuenta el "ESTUDIO SITUACIONAL DE LA VIOLENCIA JUVENIL EN LIMA Y CALLAO 2007 – 2008" como caso práctico realizado por un Equipo Técnico especializado de la Policía Nacional del Perú a través del Estado Mayor General-Dirección de Investigación y Desarrollo, dirigido por el Coronel Sociólogo PNP José Hernán Cantelli Díaz y la población del cual se ha obtenido los datos del citado estudio es la que están en las distintas jurisdicciones policiales de Lima y Callao.
2.1 EDADES.
La OMS dentro del "Perfil del Pandillero" consigna que: "las pandillas son un fenómeno básicamente masculino. La edad de los miembros de la pandilla puede variar entre los 7 y 35 años, pero comúnmente son muchachos adolescentes o veinteañeros. Suelen provenir de zonas económicamente desfavorecidas y de ámbitos urbanos y suburbanos de la clase trabajadora con bajos ingresos. A menudo los integrantes de las pandillas han abandonado la escuela y tienen trabajos que requieren poca capacitación o mal remunerados"
CUADRO Nº 01
GRUPOS DE EDAD
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
De acuerdo con los grupos de personas que integran las pandillas juveniles y "barras bravas" que se entrevistó, se encontró que más de la mitad (55.4%) de éstos son personas de 18 años de edad; principalmente adultos jóvenes.
Si bien el tramo etario considerado como adolescentes por nuestro Código de los Niños y Adolescentes CNA, -12 a menos de 18 años- concentra el 44.60% de los entrevistados. No se encontró menores de 12 años en ninguno de los distritos donde se aplicaron las encuestas para la presente investigación.
No se descarta sin embargo, que al interior de las pandillas puedan existir niños incluso desde los 10 años, esto de acuerdo a referencias de algunos comisarios, promotores e integrantes de serenazgo municipal y juntas vecinales.
GRAFICO N° 01
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
Destaca señalar la presencia de un número significativo de personas comprendidas entre los 24 a menos de 30 años e incluso pandilleros aún mayores, quienes aparentemente ejercerían en algunos casos un rol de conducción o liderazgo al interior de sus respectivas agrupaciones, según se apreció en las reuniones de trabajo con los pandilleros en algunos de los lugares donde se aplicaron los cuestionarios para la presente investigación.
Finalmente, es preciso hacer referencia a la presencia de una persona mayor de 36 años en la jurisdicción del barrio Boterin en el Callao; el mismo que evidenciaba una larga experiencia en el manejo del grupo e incluso el local donde se aplicó el cuestionario, era su hogar y taller de trabajo; así como centro de reuniones de la pandilla.
2.2 GENERO
CUADRO Nº 02
GENERO
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
Es importante mencionar que la mayoría de las personas que integran pandillas juveniles PJ y "barras bravas" BB, son varones, alcanzando ellos el 98.56% de nuestra población encuestada de pandilleros, así mismo, el 1.44% son mujeres, porcentaje que difiere de la información recolectada en las fichas de datos sobre violencia juvenil en las comisarías PNP.
GRAFICO Nº 02
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
En los resultados de la ficha aplicada a las comisarías, cerca de un 93% del total poblacional corresponden al género masculino. Hay que anotar también que en la información extraída de las fichas de datos remitidas por las comisarías -que abordaremos mas adelante- se contabilizan a nivel de Lima y Región Callao un total de 951 personas de género femenino (7.84%), integrando activamente pandillas barriales, escolares y "barras bravas". Lima Norte (353) y Lima Centro (260), reportan el mayor número de pandilleras, mientras que la Región Callao consigna solamente 26 mujeres integrando las agrupaciones juveniles violentas que operan en su jurisdicción.
Sin embargo, destacaría consignar una creciente presencia de jovencitas que se vendrían incorporando a pandillas tradicionalmente integradas sólo por varones y que incluso constituirían PJ y BB, exclusivamente integradas por mujeres, como son los casos de las pandillas conocidas como "Las Neras", "Las Mamis", "Las Riperas", "The Babys", "Las Turkis" y "Las Cracys"; todas ellas operando en el sector Lima Este en el distrito de San Luis y áreas urbanas aledañas.
Corresponde también recordar que tradicionalmente, el rol de las mujeres dentro de la pandilla, se circunscribía a la de "informante", "campana" y/o acompañante o pareja de los líderes o integrantes varones. Ahora podemos apreciar posiblemente un nuevo rol, tanto de liderazgo personal del grupo, así como de "guerreo" directo según refieren algunas de nuestras fuentes consultadas.
2.3 EDUCACION/ESCOLARIDAD
CUADRO Nº 03
CONDICION EDUCATIVA ACTUAL
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
Se evidencia una muy alta cantidad de pandilleros que han abandonado los estudios (70.50%); un significativo número de ellos sin haber concluido siquiera satisfactoriamente el nivel secundario e incluso el de primaria. Sólo 3 de cada 10 de los integrantes de pandillas que han participado del estudio, se encuentran actualmente en situación de alumnos regulares de centros educativos e instituciones técnicas. Este dato resulta particularmente preocupante para su futuro laboral, considerando la creciente competitividad existente, así como los rigurosos perfiles de especialización vigentes en las economías globalizadas en la actualidad.
GRAFICO Nº 03
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Como sabemos, la escuela constituye una de las más importantes instituciones sociales encargada de orientar una adecuada socialización e interacción social dentro de un marco de respeto y armonía del conjunto de personas que constituyen una sociedad; todo lo contrario por cierto a lo que evidencia la práctica violenta de las personas que integran pandillas y sus estilos de vida trasgresores de las normas de convivencia social.
Algunas pistas que podrían esclarecer las razones subyacentes al elevado número de desertores escolares que encontramos entre la población de pandilleros podría rastrearse, entre otros aspectos, desde un balance objetivo de los factores atractivos y repulsivos de los métodos de algunos centros educativos en nuestro medio, según plantean desde hace algún tiempo destacados especialistas en la materia. En este mismo sentido la escolaridad que presentan los pandilleros se puede observar en el siguiente cuadro y gráfico.
CUADRO Nº 04
GRADO DE INSTRUCCIÓN
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
Según puede detallarse en el cuadro, los niveles educativos alcanzados a la fecha por los pandilleros encuestados, ubica a más de la mitad dentro del grupo de secundaria incompleta (53.24%), un importante grupo cercano al 39% señala en su caso haber concluido satisfactoriamente el nivel secundario de educación. Incluso vemos que existe un muy reducido número de ellos que actualmente estudian en instituciones de nivel técnico y universitario. Hay que anotar que el elevado porcentaje de pandilleros con niveles de escolaridad inferiores a educación secundaria completa se puede atribuir a las carencias familiares y a las condiciones de las instituciones educativas.
GRAFICO Nº 04
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
2.4 FAMILIA
El 87.05% tiene ambos padres vivos, lo que equivale a 9 de cada 10 pandilleros entrevistados. El 11.51%, tiene una relación mono parental, de los cuales 10.79% sólo tienen madre viva; un 0.72% tiene el padre vivo y sólo el 1.44% no tiene ningún progenitor vivo.
GRAFICO Nº 5
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Sin embargo, tal como se aprecia en el Gráfico Nº 06, sólo cerca de la mitad de los pandilleros viven con ambos padres (49.64%); aún cuando también hay que destacar que cerca del 29% sólo viven con su madre. Respecto a las familias con presencia de ambos padres; en algunos casos estaríamos frente a una situación de insuficiencia de control y autoridad de los padres respecto a sus hijos, hecho que podría explicarse considerando situaciones como: familias con un elevado número de hijos pequeños que absorben su tiempo y consecuente disponibilidad para el cuidado y atención de los hijos, casos de violencia familiar que moldean una "cultura de violencia" en la socialización de los niños y adolescentes.
También habría que agregar padres permisivos poco afectos y preocupados por mantener un control y cuidado de los niños. Por último podríamos adicionar la presencia de algunos padres con conductas sociales marginales como: consumidores de drogas y alcohol, micro comercializadores de drogas, delincuentes y el denominado "lumpen social" diversos.
GRAFICO Nº 06
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
De otro lado, también hay que anotar que casi la mitad de los pandilleros entrevistados declaran tener actualmente una pareja estable, cuatro de ellos incluso conviven con estas personas con sus respectivos menores hijos en una relación de hecho.
CUADRO Nº 05
TIENE PAREJA ESTABLE
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP.
2.5 HISTORIAL POLICIAL
El 49% informan haber sido detenidos más de una vez; el 23% registra una detención, un 19% por ciento señaló no haber sido detenido nunca por la policía y el 9% no responde. Vemos entonces que cuatro de cada cinco pandilleros manifestó haber sido intervenido por la policía una o más veces, aparentemente en no pocos casos -así lo indican algunos promotores- ese parece ser un primer contacto de acercamiento que han tenido los Promotores PNP con estos jóvenes y que por cierto ha sido adecuadamente aprovechada por los efectivos policiales para ganar su confianza y establecer un sólido vínculo de trabajo. Con excepción del distrito de Santa Anita, los demás grupos de pandilleros solo aceptaron invitación para la entrevista, en lugares de su elección -alejados de la comisaría- y con la presencia tan solo del personal de promotores policiales de su entera confianza.
GRAFICO Nº 07
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Destaca también consignar el sentimiento de respeto y muestras de consideración espontánea que se hacía evidente entre los promotores y los jóvenes de las PJ y BB evocando quizás en esta relación una figura paterna ausente o de hermano mayor en esta interacción personal observada. También tenemos que anotar en algunos casos existió una actitud de rechazo e incluso hostil frente a la institución policial en particular de las comisarías y cuerpos de serenazgo municipal.
2.6 DROGAS
CUADRO Nº 06
CONDICION DE CONSUMO DE DROGAS
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
GRAFICO Nº 08
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
A priori, el consumo de drogas y alcohol aparecen estrechamente asociados con la operatoria y estilos de vida de los grupos delincuenciales y/o transgresores sociales. Hemos encontrado que en efecto un elevado número superior al 64% de integrantes de PJ y BB declaran consumir drogas; es decir, que cerca de dos de cada tres encuestados es un consumidor habitual de drogas.
Respecto a las drogas que consumen los pandilleros destaca la marihuana que concentra cerca del 40% de las respuestas; así mismo poco más del 21% señala consumir más de un tipo de droga de manera regular.
GRAFICO Nº 09
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
2.7 Características Socio Demográficas
2.7.1 Numero de Pandillas
De acuerdo con el reporte de (111) Comisarías de Lima Metropolitana y Región Callao consignados en la "Ficha de Datos sobre Violencia Juvenil en las Comisarías VII-DIRTEPOL-PNP", existirían actualmente un total de (12,128) personas que integran (410) agrupaciones juveniles violentas entre: pandillas barriales, pandillas escolares y "barras bravas". Cerca del 93% son varones y un aproximado de más de 7% pertenece al género femenino.
CUADRO Nº 07
NUMERO DE PANDILLEROS POR GENERO
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
La distribución por sectores geográficos de la población de pandilleros evidencia un reparto más o menos equitativo entre los cuatro sectores que conforman Lima Metropolitana, tres de ellos con valores porcentuales cercanos al 25%; otro es el caso de la Región Callao donde sólo se registran un número de 207 pandilleros, es decir, apenas el 1.71% del total de la población de estudio.
GRAFICO Nº 10
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP"-(SET-2008)
2.7.2 Tipos de Pandillas
Como apuntamos anteriormente, las PJ y BB se organizan básicamente en tres manifestaciones. La Pandillas Barriales, de arraigo en la manzana, sector, zona, asentamiento; es decir de la comunidad más próxima. Las Pandillas Escolares, de larga data con rivalidades principalmente entre centros educativos nacionales con numeroso alumnado y las "Barras Bravas" o Pandillas Deportivas, que se organizan zonalmente y se agrupan también a nivel de barrio, cuadra, manzana; concentrados en torno al fanatismo deportivo.
GRAFICO Nº 11
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP"-2008
CUADRO Nº 08
NUMERO DE PANDILLAS SEGÚN TIPO
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
El tipo de pandilla barrial con el 47.08%, concentra el mayor porcentaje de agrupaciones juveniles violentas con un número que alcanza las 196 pandillas reportadas. Las denominadas "barras bravas" (deportivas), contarían con 185 agrupaciones, la mayoría (52) operando en el sector Lima Este.
2.7.3 Distribución por Comisarías
De un total de (111) comisarías, poco más de la mitad reportan presencia de agrupaciones juveniles violentas operando en sus respectivas jurisdicciones. Las 10 principales comisarías que dan cuenta de un mayor número de pandilleros e integrantes de "barras bravas" son: La Victoria (1,300), Collique (790), Pro (554), Huaycán (530), Rímac (503), Mateo Pumacahua (495), Pamplona I (450), Villa El Salvador (400), Sol de Oro (360) y El Agustino (350).
El total de integrantes de pandillas y "barras bravas" que operan en estas diez jurisdicciones policiales (5,732), bordea el 50% del total poblacional reportado por las (111) comisarías de Lima Metropolitana y Región Callao.
CUADRO Nº 09
COMISARIAS VII DIRTEPOL-PNP CON MAYOR NUMERO DE PANDILLEROS REPORTADOS
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
2.7.4 Requisitos para el Liderazgo
El carácter de la persona; categoría que agrupa un conjunto de respuestas como : "ir al frente", "fajarse", "ser aventado", "tener huevos", "batutear", "liderar", "guerrear", "parar pleito" y "atreverse"; es considerado por los encuestados como el principal requerimiento para ser líder dentro de una pandilla. También destaca que un grupo importante considera que el hecho de tener conocimientos sobre: "la gente", "la pandilla", "el club", "el barrio", "tener experiencia", "saber guerrear", entre otros aspectos asociados constituirían los requisitos para alcanzar el liderazgo del grupo.
CUADRO Nº 10
REQUISITOS PARA LIDERAR
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
GRAFICO Nº 12
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP"-(SET-2008)
Otro aspecto relevante podemos encontrarlo en el grupo de personas que consideran que no existe líder al interior de la pandilla (10.1%) y que las decisiones de éstas se adoptan de común acuerdo entre todos los miembros del grupo sin distinción.
2.7.5 Economía de la Pandilla
De acuerdo a lo señalado por los encuestados los recursos económicos que sostienen a la pandilla y a sus integrantes, especialmente en las "barras bravas", se generan principalmente a través de actividades lícitas, tales como: polladas y campeonatos deportivos opción que concentra mas del 40% de las respuestas- así como de prácticas laborales -básicamente en el sector informal – que incluyen alrededor de un 20%. Sin embargo, el robo constituye la práctica generadora de ingresos que realizan cerca de una de cada tres pandilleros.
CUADRO Nº 11
ECONOMIA DE LA PANDILLA
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Observamos también que los encuestados que pertenecen a las "barras bravas" de VES, son quienes de manera ampliamente mayoritaria señalan a las actividades pro-fondos como la opción de generación de recursos más utilizada, de igual modo que Campoy-Zárate; situación opuesta se presenta en las jurisdicciones del Callao y Lima Norte; y en menor medida en Santa Anita. Anotamos también que la propina aparece como una práctica muy poco frecuente por parte de los padres y otros familiares hacia sus menores hijos o parientes.
GRAFICO Nº 13
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
En lo referido al destino que manifiestan darles los pandilleros a estos recursos vemos que se orientan principalmente hacia la compra de drogas y a la diversión o "vacilón" en su propio lenguaje; esto incluye : fiestas, discoteca, boulevard, pinball, etc., porcentualmente más de la mitad de los encuestados orientarían su dinero hacia estos fines. En el primero de los casos son, la marihuana, PBC, clorhidrato de cocaína y alcohol, las drogas que concentran las preferencias de los pandilleros. Otro destino de los recursos que obtienen los encuestados se orientaría hacia la compra de ropa, especialmente zapatillas y gorras de marca, según pudimos apreciar en las reuniones de trabajo con algunos grupos.
Organización
CUADRO Nº 12
ORGANIZACIÓN DE LA PANDILLA
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Los grupos de pandillas y "barras bravas", se agrupan a partir de una organización mayormente barrial (60.4%); lo cual implica una demarcación especial, a nivel de sector, asentamiento, cuadra, manzana y demás áreas de influencia. Incluso encontramos que las "barras bravas" priorizan este espacio de organización, encima de la integración por fanatismo deportivo o pertenecía a la hinchada de un equipo de fútbol.
Es importante también mencionar que uno de cada cuatro pandilleros señala al grupo más próximo de amigos como el nivel a partir del cual se desarrollaría una estructura organizacional mayor denominada pandilla y/o "barra brava".
GRAFICO Nº 14
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
El barrio, como micro escenario de una relación interpersonal "cara a cara", constituye un lugar privilegiado para el encuentro con los pares y aparece de hecho como escenario natural para la constitución de la red amical y el círculo más cercano de influencias e imitaciones de conductas, hábitos y referentes.
Los estilos de vida propios de una comunidad local-barrial ejercen una influencia en la socialización de los individuos y los mecanismos formales e informales de integración social ejercen gravitante influencia en la conducta social de sus miembros.
2.8 Accionar del pandillaje
2.8.1 Horas de Mayor Acción
Las horas comprendidas entre las 6 de la tarde y las 12 de la noche, constituyen las de mayor acción de las pandillas concentrando la suma de ambas casi un 60%. Asimismo, un número importante de pandilleros (1 de cada 4) operarían en horario de madrugada. Un grupo menor de pandillas prefieren operar en horarios diurnos; muchos de ellos, integrantes de "barras bravas" que se reúnen en horas de la mañana o tarde para dirigirse a los escenarios deportivos donde juegan los equipos de su preferencia.
En este sentido hay que anotar que considerando que la mayor concentración de BB se registra en distritos alejados de los escenarios deportivos, resulta necesario realizar un desplazamiento muchas veces de varios kilómetros a pie; generando las BB a su paso temor y zozobra en las personas y vecindarios afectos, como es el caso de las zonas aledañas al Estadio Monumental de Ate, como también a los vecinos de los estadios : Nacional, Alejandro Villanueva Matute, Miguel Grau-Callao y San Martín de Porras-Sporting Cristal.
GRAFICO Nº 15
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Días de Mayor Acción
CUADRO Nº 13
DIAS DE MAYOR ACCION
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Los viernes, con un 46.04% del total, aparece como el día de mayor operatoria por parte de las pandillas; encontramos entonces que conjuntamente con los sábados, concentrarían más del 69% del accionar violento de las agrupaciones encuestadas. Vemos también de otro lado que los días lunes, martes, miércoles y jueves evidenciarían un significativo descenso en el accionar de las pandillas.
GRAFICO Nº 16
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
2.8.3 Toma de Acuerdos
Las decisiones para la realización de las actividades que desarrolla la pandilla se adoptan principalmente de dos maneras; un 47% refiere que son todos los integrantes de la agrupación quienes de manera consensuada toman sus decisiones. Otro grupo importante mayor al 38% indica por su lado que estos se asumen por mayoría en una asamblea donde intervienen los pandilleros presentes. También destaca anotar las respuestas de un grupo minoritario de 5% que señalan que son los líderes quienes tomarían las decisiones del grupo.
GRAFICO Nº 17
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
Hay que apuntar también que los acuerdos que adoptan las PJ y BB se refieren a aspectos diversos como: realización de actividades de recaudación de fondos (polladas, parrilladas); deportivas (encuentros de fulbito y fútbol), recreativas (paseos, campamentos); solidarias (visitas a integrantes de la pandilla recluidos en los penales); traslados a los estadios, actitud frente a otros grupos, personas y pandillas; así como también sus estrategias de operatoria en los enfrentamientos y prácticas contrarias a la seguridad ciudadana (robos, consumo de drogas, agresiones, etc.).
2.8.4 Motivos para los Enfrentamientos – "Guerrear"
CUADRO Nº 14
MOTIVO PARA LOS ENFRENTAMIENTOS
Fuente : Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
Las principales razones o motivos que identifican los pandilleros para explicar el hecho de enfrentarse con otros grupos son la pertenencia a la fanaticada de un equipo de fútbol; este sentimiento exacerbado de cariño a la camiseta concentra más del 23% de las respuestas de la población incluida en el estudio. En esta misma dirección y con valores muy cercanos (22.30%) se señalan las rivalidades, tanto personales como las que existen entre los grupos. Un tercer grupo de respuestas refiere que el control territorial es el motivo principal de sus enfrentamientos, situación que aparece determinada por la necesidad de control territorial como se ha explicado anteriormente.
GRAFICO Nº 18
Fuente: Encuesta "Juventud y Seguridad Ciudadana" (SET-2008) DIVIIT-DIRINDES-EMG-PNP
2.9 Impacto del Pandillaje
2.9.1 Delitos Contra el Patrimonio
Considerando el período (2007/ENE-SET2008); es decir, 21 meses o 630 días, vemos que durante este espacio de tiempo se han registrado en promedio mas de 2.6 delitos contra el patrimonio cada día en Lima Metropolitana y la Región Callao; sólo la modalidad agravada alcanza un número de 428 hechos reportados por las comisarías en el período en mención.
CUADRO Nº 15
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
Apreciamos así mismo que Lima Sur registra un 45% del total de la ocurrencia de hechos contra el patrimonio con 738 casos reportados. En el caso de los sectores agrupados como Lima Norte y Lima Este, ambos presentan valores porcentuales bastantes similares cercanos al 20%.
También destaca detenernos en el registro de la Región Callao que con 147 casos supera a Lima Centro que solo consigna 108 casos; ello, a pesar que ésta región contaría con una población de pandilleros significativamente menor, tal como lo hemos podido apreciar en los capítulos precedentes referidos a la población de PJ y BB encontradas.
GRAFICO Nº 19
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008
2.9.2 Delitos Contra la Libertad Sexual
Las violaciones con un 63.4% aparecen como la modalidad con mayor frecuencia de ocurrencia dentro de los delitos contra la libertad sexual. Esto nos indica que cerca de dos de tres DCLS que se cometen por acción de PJ y BB en Lima Metropolitana y región Callao corresponde a violaciones mayoritariamente cometidas contra personas de sexo femenino.
CUADRO Nº 16
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
También constatamos que Lima Sur (77) y Lima Norte (72) muestran los registros de casos más elevados concentrando un 31% y 29% respectivamente de los hechos reportados en el período antes señalado. También hay que apuntar -como en el caso de patrimonio- el elevado registro que muestra la región Callao con 24 casos, es decir cerca del 10% del registro total reportado.
GRAFICO Nº 20
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008
2.9.3 Delitos Contra la Propiedad
Tenemos un registro de 549 delitos contra la propiedad; es decir, más de 26 hechos mensuales de esta naturaleza como promedio a nivel Lima Metropolitana y Región Callao. Lima Sur (36.25%) y Lima Norte (21.25%) muestran los valores porcentuales más altos y juntas agrupan a más de las dos terceras partes del total de casos reportados. Resulta destacable señalar que Lima Centro sólo concentra un 6% de casos, valor menor al 50% que reportan la Región Callao (13.11%) y Lima Este (12.75%).
CUADRO Nº 17
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
La propiedad pública resulta el sector que acusa un mayor impacto de daño con el 56.10% del total de casos reportados. Por su parte, la propiedad privada (negocios, viviendas y vehículos motorizados) han sufrido 241 hechos de esta naturaleza reportados a las comisarías PNP durante el período materia del presente estudio.
GRAFICO Nº 21
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
2.9.4 Delito Contra la Libertad de Tránsito
Los desplazamientos y enfrentamientos entre pandillas o "barras bravas", generan entre otras situaciones contrarias a la seguridad ciudadana y el orden público la interrupción y bloqueo de vías para el libre tránsito vehicular y peatonal. Durante el período de estudio, se encontró registro de 890 delitos de interrupción del libre tránsito; un 67% producto de desplazamiento de las pandillas y "barras bravas".
Recordemos también que muchas veces, además de la interrupción del libre tránsito, las pandillas y "barras bravas", ocasionan además otros daños principales o colaterales durante sus desplazamientos hacia sus puntos de destino o reunión (caso de BB en dirección o retorno de los estadios) como son; pillaje, actos contra la moral, pintarrajeos, agresiones físicas y verbales; así como el consumo de drogas.
CUADRO Nº 18
INTERRUPCION DEL LIBRE TRANSITO
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
Los sectores de Lima Sur (279) y Lima Norte (261), agrupan conjuntamente más del 64% de los hechos reportados. Por su parte Lima Centro y la Región Callao presentan los valores de menor frecuencia con 54 y 66 casos respectivamente.
GRAFICO N° 22
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008
2.9.5 Agresiones
Uno de los hechos violentos que presenta una mayor frecuencia de ocurrencia en nuestro medio son las agresiones; las comisarías dan cuenta de 1,264 agresiones entre leves, graves y faltas acontecidas en Lima y Callao; lo cual significa que cada día se registrarían en promedio más de 2 agresiones a personas en nuestra ciudad. Corresponde anotar también que en Lima Sur ocurrieron más de 4 de cada 10 del total de agresiones registradas en el período del estudio; vemos que ocurre como en los delitos anteriores (patrimonio, libertad sexual y propiedad), como este sector de nuestra ciudad capital evidencia un impacto significativamente mayor en la ocurrencia de delitos que tienen como autores a personas que integran agrupaciones juveniles violentas en sus tres manifestaciones materia de la presente investigación. Caso contrario ocurre con Lima Este que respecto a las agresiones solo concentra un 1.58% con 20 casos reportados; también hay que apuntar que las agresiones leves y graves juntas concentran más del 78% del total de agresiones ocurridas en nuestra ciudad durante el período de estudio.
CUADRO Nº 19
AGRESIONES
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008")
GRAFICO Nº 23
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
2.9.6 Pillaje
Los hechos de pillaje muestran un registro de 129 casos, 97 de los cuales se han registrado en la jurisdicción de Lima Sur, cifra que equivale aproximadamente al 75% del total de 129 casos reportados por las Comisarías PNP.
CUADRO Nº 20
"FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
También corresponde anotar que la propiedad privada aparece como la principal víctima de hecho de pillaje con 101 casos, equivalentes a más del 78% del total de hechos reportados. Las principales víctimas de los actos de pillaje son los locales comerciales, los vendedores ambulantes, vehículos de transporte público, casos comerciales y domicilios particulares.
GRAFICO Nº 24
FUENTE: "FICHA DE DATOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL EN LAS COMISARIAS VII-DIRTEPOL-PNP" (SET-2008)
2.9.7 Homicidios
Durante el período se han reportado 31 homicidios, principalmente en la modalidad grupal, concentrando el sector Lima Sur el 32.26% del total de homicidios que tienen como presuntos autores a integrantes de pandillas juveniles y "barras bravas". Destaca señalar que 8 de los 10 casos que reporta este sector han sido cometidos en modalidad grupal. El sector que registra un menor número de homicidios es el de la Región Callao, con sólo un caso en la modalidad individual y ninguno en la grupal.
CUADRO Nº 21
HOMICIDIOS
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