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Afganistán (página 2)

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4. El Recurso Racional Del Islam

La fe en El Islám no es una aceptación ciega. Islám despierta en el hombre la facultad de razonamiento y le exorta a usar su intelecto así que él pueda conseguir el más grandioso y sensato conocimiento y sabiduría. Al mismo tiempo, Islám previene al intelecto humano de exceder sus límites.

«(Los hombres) que recuerdan a Allah de pie, sentados o echados, y que meditan en la creación de los cielos y de la tierra: '¡Señor! No has creado todo esto en vano ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castigo del Fuego!'». (3:191)

La fe en El Islam es un acto voluntario: no hay fuerza o compulsión:

«No cabe coacción en religión. La buena dirección se distingue claramente del descarrío.» (2:256)

La Responsabilidad Del Hombre

La vida del hambre no está limitada al corto espacio de existencia en la tierra; la tenencia del hombre en esta tierra terminará el día del Juicio cuando sea establecido nuevo orden en el universo. La raza humana entera será resucitada; todos y coda uno aparecerá ante el Todopoderoso Allah y enfrentará la consecuencia de sus hechos en vida. Así la vida eterna es una continuación de la vida terrestre.

La creencia en tener que rendir cuentas el hombre a Allah, hace la vida significativa y diferencia a los seres humanos de los inanimados; El Islám mantiene al hambre recto y bueno, y esta es la fuerza más potente para producir virtud en la tierra. No puede haber instrumentos de reformación moral ni mejores métodos de desarrollar una sensatez y carácter estable que este de creencia en la Vida Eterna. Así una creencia es, un efecto, la más segura protección contra desviación, corrupción, crimen, inmoralidad e injusticia.

5. Derechos Humanos

El Islám salvaguarda a todos los valores y derechos. Libertad, igualdad, justicia y la protección de la vida, la riqueza y el honor son, consecuentemente, lo primero que le interesa a la ley Islámica.

«(Cualquiera que) matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido (y no en defensa) en la tierra, fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad.» (5:32)

La justicia social es un valor fundamental en Islám. Islám moviliza a sus seguidores en contra de aquellos que explotan, oprimen o practican la injusticia.

«¡Creyentes! ¡Sed íntegros ante Allah cuando depongáis con equidad! ¡Que el odio a una gente no os incite a obrar injustamente! ¡Sed justos! Esto es lo más próximo al temor de Allah.» (5:8)

«¡Creyentes! Sed íntegros en la equidad, cuando depongáis como testigos de Allah, aun en contra vuestra, o de vuestros padres o parientes más cercanos…» (4:135)

6. Pueblos Kurdos

Kurdo, pueblo seminómada que habita en el Kurdistán. Los kurdos son suníes, musulmanes ortodoxos, y muchos de ellos viven en pequeñas poblaciones y se dedican a la agricultura y a la cría de ovejas. Su principal actividad es la fabricación de alfombras de finos tejidos. Hablan una lengua de la rama iraní occidental de las lenguas indoeuropeas.

Los kurdos hicieron frente a las invasiones de multitud de pueblos guerreros, pero fueron sometidos por los seljuk en el siglo XI e incorporados al Imperio otomano en el siglo XIV. En virtud del Tratado de Sèvres, firmado por los aliados con Turquía en 1920, se les prometió un estado independiente; sin embargo, esta promesa no llegó a cumplirse. De una población kurda estimada en 20 millones de individuos a principios de 1990, más de la mitad vivía en Turquía y el resto en Irán, Siria y las antiguas repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Desde 1925 se han sucedido las rebeliones kurdas en Turquía, Irak e Irán.

En 1970, al cabo de más de ocho años de guerra casi continua, el gobierno iraquí prometió a los kurdos la autonomía de una región al noreste del país. La puesta en práctica de esta promesa en 1974 no satisfizo las exigencias kurdas, por lo que se reavivó la guerra civil. El Acuerdo de Argel firmado entre Irán e Irak en 1975 facilitó la derrota de la guerrilla kurda. En 1988, después de que las guerrillas kurdas se aliaran con Irán en la Guerra Irano-iraquí, miles de kurdos murieron (algunos por armas químicas) y cientos de poblados fueron destruidos por las tropas iraquíes. En los meses de marzo y abril de 1991, inmediatamente después de la guerra del Golfo Pérsico, el gobierno iraquí aplastó otra revuelta kurda. Más de 1 millón de kurdos huyó a Turquía, a Irán y a las zonas montañosas del norte de Irak; unos 600.000 kurdos permanecieron en 1992 en campos de refugiados del norte de Irak bajo protección de las Naciones Unidas.

El Kurdistán iraquí

Zona De Protección Desde 1991

Hamburgo (DPA) – Tras la guerra kurda de 1961-70 contra el gobierno iraquí, unos tres millones de kurdos obtuvieron en las provincias norteñas de Dohuk, Arbil y Sulaimaniya, en 1970, una autonomía limitada, que en 1974 fue reformulada por el consejo iraquí revolucionario. Ello condujo, a comienzos de 1975, a un nuevo levantamiento kurdo que se hundió en dos semanas al cesar la ayuda iraní.

Saddam Hussein practicó luego una sistemática política de "deskurdización" con deportaciones masivas, destrucción del 75 por ciento de los pueblos kurdos y asentamiento de árabes en el norte de Irak.

En 1988, Saddam endureció la lucha contra los kurdos por haber ayudado éstos a Iran.

En 1991, los kurdos se levantaron una vez más, pero fueron derrotados de nuevo por el ejército iraquí, dado que el extranjero se mostró pasivo.

En vista de la miseria de los fugitivos, los aliados occidentales de la guerra del Golfo EE.UU, Gran Bretaña y Francia crearon de facto una zona desmilitarizada al norte del paralelo 36 -previa condena del proceder iraquí en la resolución 688 del consejo de seguridad de la ONU del 15 de septiembre de 1991-, en la que no pueden volar aviones iraquíes, ni ser estacionados soldados o policías de Irak.

En el interior del área de prohibición de vuelo, en región montañosa en la frontera con Turquía y Siria, hay una zona especial de protección a los fugitivos de 3.500 kilómetros cuadrados.

El 19 de mayo de 1992 tuvieron lugar en la zona de proteccion y en el área fronteriza con Irán, habitada por kurdos, elecciones al parlamento regional que está dominado por los partidos urdos enemistados entre sí Unión Patriótica de Kurdistán (PUK), de Dshalal Talabani, y el Partido Democrático del Kurdistán (DPK) de Massud Barzani.

En 1992 el parlamento kurdo dispuso la formación del estado parcial de Kurdistán en el seno de un Irak federado. La región controlada abarca unos 40.000 kilómetros cuadrados, una zona en la que viven entre 2,5 y 3 millones de personas.

29 de Septiembre de 1997

Prosigue Incursion Turca En Irak En Persecucion Kurdos

Diyarbakir (Turquma).-

Prosigue la incursión turca en Irak en persecución de rebeldes kurdos, operación condenada por Bagdad ante la ONU y por la Unión Parlamentaria árabe en Damasco, mientras tropas iraníes e iraquíes se agolpan en sus respectivas fronteras de la zona de operación.

Las tropas turcas, que penetraron en territorio iraquí el martes pasado, están limpiando de kurdos rebeldes zonas del norte de Irak a las que sometieron a fuertes bombardeos la semana pasada. Fuentes militares turcas han informado de que sus soldados han comenzado la operación de limpieza de los campamentos del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistan) en Haftanin, Zeli, Avagoze, Kanimazi, Metina, Sindi, Snath, Hakurk y Zap, en el norte de Irak. La prensa turca señala hoy domingo que el número de víctimas del PKK asciende a 110 desde que comenzó la operación hace seis, pero no hay declaraciones oficiales. El PKK, se alzó en armas en 1984 para luchar por la independencia de unos 12 millones de kurdos que viven en Turquma y, tras la Guerra del Golfo, escogieron la región norteña de Irak como base principal de sus operaciones guerrilleras.

Desde 1984 unas 30.000 personas han perecido en la guerra no declarada entre los rebeldes del PKK y las fuerzas de seguridad turcas. Se ha informado que unos 15.000 soldados y miembros de la guardia rural, apoyados por tanques, blindados y aviones de combate, que han penetrado en el norte de Irak el martes pasado, se están concentrando en zonas cercanas a la frontera con Turquma, del lado iraquí, aunque han llegado a penetrar 50 kilómetros. Fuentes militares turcas dijeron que el objetivo de la operación fue impedir que el PKK se prepare para el invierno y asegurarse que los depósitos de munición y alimentos de ese partido han sido destruidos.

Algunas fuentes han informado que la operación fue limitada pero que ha de continuar hasta que todos los campamentos sean destruidos y todos los rebeldes aniquilados en la región cercana a la frontera turca. Por otro lado, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores turco, Mehmet Batalli, se enfrentó con serias protestas el sábado en el funeral de los seis soldados víctimas de las minas implantadas por el PKK en la región norteña de Irak. Los par entes de los soldados muertos gritaron al ministro "no son capaces de destruir al PKK, lo mas que pueden hacer es venir a los funerales de quienes lo intentan."

"La Voz del PDK" (Partido Demócrata del Kurdistan), dijo el sábado por la noche que sus formaciones están acorralando a los kurdos turcos del PKK en varios distritos y que, éstos, huyen hacia las fronteras iraní y turca. Anteriormente se había informado de que las tropas turcas cuidaban las fronteras iraquíes con Irán y Siria para impedir que los rebeldes del PKK penetren en esos países. Mientras la operación turca continúa en el norte de Irak, se ha informado de que las tropas iraníes e iraquíes se están concentrando junto a sus respectivas fronteras en la zona de operaciones.

El PDK de Masoud Barzani y la Unión Patristica del Kurdistan (UPK) de Jalal Talibani, los dos partidos kurdos iraquíes mayores del norte de Irak, luchan entre ellos por el control de la región y, según fuentes turcas, estos conflictos proporcionan al PKK la oportunidad de adquirir poder en la región.

La agencia semioficial turca, Anatolia, había informado de que la ofensiva turca se efectúa a solicitud de Masoud Barzani, cuya milicia ha estado envuelta en enfrentamientos frecuentes con el PKK. No se tiene información independiente del norte de Irak, ya que el puesto fronterizo turco de Habur sigue cerrado a los periodistas turcos y extranjeros que intentan pasar a Irak.

El Fundamentalismo En El Mundo Actual

El fundamentalismo crea imágenes y complejos cerrados, que facilitan la interpretación de todo el mal que existe en el mundo. Se basa en un principio dualístico: Dios contra Satanás, el bien contra el mal, conceptos que simplifican los patrones de orientación y forman la base de un pensamiento filosófico rígido.

En los medios de comunicación se oye con frecuencia sobre "fundamentalistas" que cometen acciones agresivas contra sus oponentes y tratan de imponer sus rígidas leyes religiosas a los demás conciudadanos. Se habla de "fundamentalismo religioso" refiriéndose a las sectas, tales como los Moonies, que se sirven de técnicas de lavado de cerebro para someter los integrantes a un rígido control.

Se usa este término para los neo-nazistas, europeos y norteamericanos, que cometen actos atroces contra minorías raciales en nombre de un patriotismo exagerado. El mundo entero rechaza a los "fundamentalistas" de Irán, seguidores del Ayatola Khomeini, y a los terroristas islámicos en Egipto y Algeria.

Generalmente el término expresa acciones del terrorismo internacional en atentados y agresiones contra extranjeros, cometidos por fanáticos, en irrespecto a los derechos humanos.

Sin embargo, hay que preguntarse si es cierto que todos los "fundamentalistas" son fanáticos y agresores autocráticos y qué significa este término verdaderamente.

El "fundamentalismo" es un fenómeno que surge a menudo dentro de las tradiciones religiosas judía, cristiana y musulmana en reacción a cambios culturales abruptos, la desorientación espiritual de los fieles, el excesivo materialismo y la secularización. Los fundamentalistas se sienten amenazados en el mundo dominado supuestamente por poderes malignos y buscan respuestas simplistas, autoritarias y moralizantes para crear un nuevo orbe, donde puedan vivir en paz, según las normas ancestrales de su religión.

El fundamentalismo protestante está ligado al pentecostalismo, y nació en los Estados Unidos en el mismo momento histórico y con raíces parecidas. En las iglesias pentecostales se congregan feligreses que desean reestablecer los mismos fundamentos religiosos, pero que además practican una religiosidad emotiva. Su conversión es una experiencia personal que culmina con el "bautizo del Espíritu Santo" y la adquisición de dones de profecía, curación y glosolalia ("hablar en lenguas").

En su grupo, los "creyentes" encuentran estrictas reglas para una "nueva vida" al servicio de Cristo. Las iglesias pentecostales prometen la solución de todos los problemas existenciales y el bienestar material como señal de protección divina, cuando la persona se dedica totalmente a las labores de la iglesia.

7. El ascenso del fundamentalismo islámico

Por John L. Esposito El término ‘fundamentalismo islámico’ evoca numerosas imágenes, desde la Revolución Islámica de Irán hasta el atentado contra el World Trade Center de la ciudad de Nueva York en 1993. Pero las escenas de crisis con rehenes, de embajadas asediadas y de secuestros aéreos sólo representan una parte del panorama del mundo islámico. El abanico de activistas islámicos incluye también a aquellos que prestan servicios humanitarios en instituciones como escuelas, hospitales u organismos de asistencia social. Por cada país en que un grupo islámico busca lograr sus objetivos mediante la violencia, hay otro en el que los partidos políticos islámicos desempeñan un importante papel en el proceso democrático.

El resurgimiento del islam como fuerza política, proceso iniciado a finales de la década de 1970, plantea numerosos interrogantes: ¿cuales son las causas de este renacimiento?, ¿cómo ha conseguido reafirmarse el islam en la política y sociedad musulmanas?, ¿cómo han reaccionado los gobiernos seglares del mundo musulmán frente al auge e impacto del fundamentalismo islámico?, ¿y los gobiernos occidentales? Un análisis de la situación de la política islámica en Irán, Egipto, Afganistán y Argelia revela que el papel final del islam está aún por definir.

El islam, Oriente Próximo y la sociedad musulmana Al igual que el judaísmo y el cristianismo, el islam tiene su origen en Oriente Próximo. Se basa en la revelación divina del profeta Mahoma a principios del siglo VII, recogida en el Corán, su libro sagrado. Bajo el liderazgo de Mahoma y los califas (sucesores de Mahoma), el islam se expandió desde su lugar de origen, en la actual Arabia Saudí, hasta el norte de África, abarcando todo Oriente Próximo y alcanzando incluso Asia. El islam afirma poseer más fieles que ninguna otra religión, a excepción del cristianismo.

Los primeros estados e imperios musulmanes no eran teocracias (estados gobernados por la autoridades religiosas o sometidos a ella). Nunca existió un Estado teocrático en Oriente Próximo hasta la creación de la República Islámica de Irán en 1979.

La reafirmación del islam y de los valores islámicos en la política y sociedad de Oriente Próximo durante los últimos 20 años ha sido identificada, frecuentemente, con el auge del ‘fundamentalismo’. No obstante, la conservadora monarquía de Arabia Saudí, el radical Estado socialista libio o Irán, gobernado por el clero, todos ellos considerados ‘fundamentalistas’, presentan grandes diferencias entre sí. Libia e Irán, por ejemplo, tienen en común una postura anti-occidental, mientras que Arabia Saudí es un estrecho aliado de Estados Unidos. Las expresiones ‘islam político’ o ‘islamismo’ son más acertadas para referirse al papel político del islam.

Las causas del resurgimiento del islam varían entre las distintas regiones y países, pero hay algunos puntos en común. Entre éstos se encuentra un extendido sentimiento de fracaso y la perdida de autoestima en muchas sociedades musulmanas. Las crisis económicas y los efectos negativos de la modernización quebraron las esperanzas que produjo la independencia del dominio colonial —que la mayor parte de los países de Oriente Próximo obtuvieron a mediados del siglo XX—, quedando atrás ciudades superpobladas con escasa infraestructura social, elevadas tasas de paro, gobiernos corruptos y una diferencia cada vez mayor entre ricos y pobres. Todo ello provocó la ruptura de la familia y de los valores religiosos y sociales tradicionales.

Los modelos políticos y de desarrollo económico occidentales, anteriormente ensalzados como símbolos de modernidad, fueron acusados de provocar la decadencia moral y una crisis espiritual. Muchos países se desilusionaron con Occidente y, en particular, con Estados Unidos. El apoyo estadounidense a gobernantes musulmanes autoritarios, como el sha de Irán Muhammad Reza Pahlavi, así como su política pro-israelí, alimentaron estos sentimientos anti-occidentales.

La aplastante victoria israelí en la guerra de los Seis Días (1967) también contribuyó a este sentimiento de fracaso. Tras derrotar a las tropas de una coalición de diversos estados árabes, Israel ocupó importantes territorios, incluidos la península del Sinaí y la franja de Gaza en Egipto, los altos del Golán en Siria, y la parte antigua de Jerusalén y Cisjordania en Jordania. La perdida de Jerusalén, la tercera ciudad sagrada del islam, fue particularmente dolorosa para la comunidad musulmana.

Algunos musulmanes —como los líderes de los Hermanos Musulmanes, una organización islámica internacional con base en Egipto, o el ayatolá Ruhollah Jomeini, teólogo que dirigió la Revolución Islámica en Irán— predicaron que todos estos fracasos eran consecuencia del abandono del islam. Su doctrina se basó en la idea de que el islam es una forma de vida global que íntegra política y sociedad, y que la dependencia del secularismo occidental originó el fracaso de las sociedades musulmanas; los musulmanes debían retornar al Corán y al ejemplo de Mahoma, en concreto volver a regirse por la sharia (ley islámica) y abandonar las leyes occidentales, y cualquier posible desarrollo debería estar guiado por los valores islámicos.

Este renacimiento del islam afectó tanto a la vida privada como a la vida pública de los musulmanes en Oriente Próximo. Muchos empezaron a cumplir de nuevo los dogmas básicos, como la asistencia a la mezquita, el ayuno, el fomento de los valores familiares y la prohibición del alcohol y del juego. En cuanto a la vida publica, se crearon bancos islámicos y programas religiosos en los medios de comunicación audiovisual, comenzó una proliferación de la literatura religiosa y aparecieron asociaciones dedicadas a profundizar en el conocimiento del islam.

A medida que los símbolos, organizaciones e ideología islámicas lograban un lugar preeminente en la vida política de Oriente Próximo, gobiernos como el del dirigente paquistaní Muhammad Zia Ul-Haq o el del presidente egipcio Anwar al-Sadat utilizaron el islam con el fin de aumentar su legitimidad, autoridad y apoyo popular. Los movimientos opositores en Irán, Arabia Saudí, Afganistán y otros países hicieron lo mismo.

De estas corrientes de oposición, la que consiguió un éxito mayor fue la que culminó con el establecimiento de la República Islámica de Irán en 1979. A lo largo de esa década, Irán fomentó disturbios en Kuwait y Bahrein y promovió la formación de milicias islámicas como la Yihad Islámica y Hezbolá (Partido de Dios) —ambas estuvieron involucradas en secuestros aéreos y captura de rehenes durante esos años—. Estos actos, unidos al asesinato en 1981 del presidente egipcio Anwar al-Sadat a manos de extremistas religiosos, contribuyeron a extender una sensación de amenaza ‘fundamentalista’ islámica, un islamismo radical y monolítico que atacaría tanto a gobiernos seculares de Oriente Próximo como de Occidente.

Pero los últimos años de la década de 1980 y los primeros de la de 1990 revelan una realidad más compleja. Junto a una minoría de extremistas religiosos hay profesionales y organizaciones musulmanas —entre las que se incluyen los Hermanos Musulmanes, el Frente Islámico de Salvación (FIS), el Partido del Bienestar (RP) turco y otras, muchas de las cuales fueron posteriormente ilegalizadas— que se integraron en la sociedad, participaron en elecciones y prestaron servicios educativos y sociales de gran necesidad. Encabezadas por laicos, estas organizaciones islámicas lograron atraer a sus filas tanto a profesionales y tecnócratas como a gentes de las capas inferiores de la sociedad. En la década de 1990, Kuwait, Yemen y Turquía fueron testigos de la elección de candidatos islamistas. En Turquía, Necmettin Erbakan, líder del islamista Partido del Bienestar, se convirtió en primer ministro.

Estos triunfos no han significado, sin embargo, el fin de la violencia. Un repaso a algunos de los principales países del mundo musulmán reflejan la diversidad de la vida política islámica en la actualidad.

Irán: cuna de la revolución Pocos acontecimientos ocurridos en Oriente Próximo atrajeron tanto la atención mundial como lo hizo la Revolución Islámica de Irán (1978-1979). El ayatolá Ruhollah Jomeini, un anciano clérigo de barba blanca, derrocó al sha Muhammad Reza Pahlavi, gobernante moderno y estrecho aliado de Estados Unidos, lo que provocó la creación de la primera república islámica en el mundo.

La revolución iraní fue el resultado del largo y lento desarrollo de un movimiento de oposición al Sha. Durante las décadas de 1960 y 1970, Reza Pahlavi empleó los enormes ingresos procedente de la exportación de petróleo para financiar su Revolución Blanca, un programa de modernización con el objetivo de llevar un rápido progreso a Irán. Pero las reformas beneficiaron a las zonas urbanas y a la elite y no a los miles de poblados rurales del país. Los opositores a las reformas del Sha denunciaron que esta dependencia económica, militar y cultural (a la que se llamó "oxigenación occidental") amenazaba la identidad, la autonomía y la cultura de Irán.

Una red preexistente de religiosos musulmanes, mezquitas y seminarios en cada núcleo de población del país se convirtió en centro de organización, comunicación y movilización. El gobierno prohibió las concentraciones políticas pero no pudo cerrar las mezquitas, en donde los iraníes escuchaban sermones que denunciaban la injusticia y la opresión. Jomeini, exiliado desde 1964 por criticar al Sha, se convirtió en el símbolo de la oposición.

Las fuerzas de seguridad y el Ejército del Sha respondieron con el uso creciente de la fuerza y la violencia. Esta postura de intransigencia transformó a los oponentes del Sha en revolucionarios y, ante los ojos atónitos del mundo, el régimen del Sha cayó. Jomeini regresó del exilio y nació la República Islámica de Irán.

Aunque muchos iraníes creyeron que los mulás (religiosos musulmanes) regresarían a sus mezquitas tras la revolución, en menos de un año Irán se convirtió en una teocracia. Jomeini se convirtió en el líder supremo del país y pasó a ser la máxima autoridad tanto en la vida nacional como en la política exterior. Silenció toda oposición religiosa y civil y muchos iraníes huyeron del país.

Durante su primera década en el poder, el régimen de Jomeini institucionalizó un sistema de gobierno islámico, intentó exportar la revolución a otros países y mantuvo una devastadora guerra de ocho años (1980-1988) con Irak, que causó numerosas bajas y dañó seriamente la economía iraní.

La muerte de Jomeini en 1989 posibilitó que los debates y las discusiones políticas se hicieran más libres y el número de periódicos y revistas independientes creciera de forma significativa. Quizás el ejemplo más asombroso de la creciente moderación y pluralismo del régimen iraní ha sido el triunfo de Mohamed Jatamí en las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 1997.

Jatamí, considerado un moderado, ha intentado, en política interior, crear una sociedad más abierta y tolerante y, en política internacional, promover el diálogo con Occidente a fin de mejorar las relaciones con Europa y Estados Unidos. En enero de 1998, propuso intercambios culturales con Estados Unidos como un medio para derribar el "muro de desconfianza" entre ambos países.

Aunque Irán no ha abandonado por completo su postura beligerante contra Occidente ni ha retirado su apoyo a grupos como Hezbolá, su fervor revolucionario se ha enfriado de forma considerable.

Egipto: equilibrio entre tolerancia y represión Cuando Anwar al-Sadat llegó al poder en 1971, hizo uso del islam para conseguir el apoyo del pueblo. Su predecesor, Gamal Abdel Nasser, había sido un líder extremadamente popular y carismático y Sadat sintió la necesidad de contar con su propia base de apoyo. Al adoptar el título de "presidente creyente", Sadat propició el crecimiento de organizaciones estudiantiles islámicas como medio para contrarrestar a los grupos izquierdistas y marxistas, que se oponían a su política exterior pro-occidental. También liberó a los líderes de los Hermanos Musulmanes encarcelados por Nasser bajo la acusación de conspirar para derrocarle. En 1973, Sadat inició la guerra del Yom Kippur (también denominada guerra del Ramadán) como una yihad (guerra santa) contra Israel, que ocupaba la península del Sinaí.

El uso que Sadat hizo del islam terminó por convertirse en un arma de doble filo. Al no reemplazar el sistema legal egipcio, de corte occidental, por la ley islámica, provocó la crítica de algunos grupos como los Hermanos Musulmanes y la extremista Jamaat al-Yihad, que también denunciaron la decisión de Sadat de firmar la paz con Israel en 1979, su condena de Jomeini y los estrechos lazos políticos, económicos, militares y culturales que mantuvo con Occidente, en especial con Estados Unidos. La situación llegó a un punto límite en 1981, cuando más de 1.500 opositores fueron encarcelados (entre ellos, activistas islámicos, abogados, periodistas, profesores universitarios y antiguos funcionarios gubernamentales). El 6 de octubre de ese mismo año, el teniente de las Fuerzas Armadas Khalid Islambuli, miembro de Jamaat al-Yihad, asesinó al "presidente creyente" durante un desfile militar en conmemoración de la guerra de 1973.

Bajo el mandato del sucesor de Sadat, Hosni Mubarak, los Hermanos Musulmanes se aliaron con otros partidos políticos, como el Nuevo Wafd, para emerger como el principal grupo de oposición en las elecciones al Parlamento de 1984. Los Hermanos también obtuvieron el liderazgo en asociaciones profesionales y, junto a otros grupos islámicos, desarrollaron una red de escuelas, hospitales, bancos, centros de asesoría legal y centros para la juventud. Esta labor era una forma silenciosa de criticar la incapacidad gubernamental para satisfacer las necesidades de la población. Al mismo tiempo, organizaciones extremistas como la Gamaa Islamiyya (Grupo Islámico) y la Yihad Islámica atacaron y asesinaron a miembros del gobierno, a intelectuales y a egipcios de religión cristiana, en un intento de derribar a Mubarak. También atacaron a turistas extranjeros con la intención de cortar los importantes ingresos en divisas procedentes de la industria turística.

En la década de 1990, la nueva legislación promovida por Mubarak empezó a obstaculizar el ascenso de los islamistas a la dirección de asociaciones profesionales y el gobierno se hizo cargo del control de todas las mezquitas particulares o independientes y limitó la libertad de prensa. A pesar de estas medidas represivas, Egipto continúa sufriendo periódicos ataques terroristas, como la emboscada y asesinato de 62 turistas extranjeros en la ciudad de Luxor en noviembre de 1997. Las dificultades del gobierno para enderezar la economía y reducir el desempleo constituyen un permanente suministro de argumentos para los críticos islamistas.

Afganistán: ¿el islam ha ido demasiado lejos? En diciembre de 1979, la desaparecida Unión Soviética invadió Afganistán para afianzar el régimen comunista que regía el país. La resistencia de los muyahidin (guerreros santos) afganos contra la invasión soviética fue vista con buenos ojos y simpatía por muchos países occidentales e islámicos.

Pero una vez que los soviéticos se retiraron en 1989 y los rebeldes derrocaron al antiguo presidente comunista Muhammad Najibullah en 1992, la identidad islámica común que había unido a los muyahidin se disolvió en antiguas rivalidades tribales, étnicas y religiosas. Los diversos señores de la guerra iniciaron una sangrienta lucha por el poder que destrozó gran parte del país.

Cuando ya parecía que las luchas y el caos no tendrían fin, la situación cambió de forma repentina. A finales de 1994 apareció el movimiento talibán, cuyo nombre proviene de los talibanes (estudiantes de teología), su principal fuerza; se presentó inicialmente como un grupo sin vínculos militares, aunque en realidad muchos de sus miembros eran veteranos de la guerra afgano-soviética. Los talibanes censuraron a los muyahidin y reclamaron el liderazgo moral por considerarse representantes de la mayoría de la población afgana.

En un principio, los talibanes obtuvieron cierto prestigio al proteger las ciudades y mantener el orden en las calles, pero su interpretación estricta del islam pronto se convirtió en un problema. Tras tomar Kabul, capital del país, los talibanes impusieron su reforma islámica en la ciudad: segregación de sexos fuera del ámbito del hogar, cierre de escuelas para niñas, exigencia de que todas las mujeres fueran completamente tapadas en público y exclusión de la mujer del mundo del trabajo. También declararon ilegal la televisión, el cine y la música, e impusieron la obligación de que los hombres se dejaran crecer la barba y rezaran cinco veces al día.

Estas medidas fueron criticadas tanto por organizaciones internacionales de derechos humanos como por países musulmanes tan diversos como Arabia Saudí e Irán. Los talibanes han de hacer frente también a una constante oposición dentro de Afganistán, que les impide hacerse con el control del país. En la actualidad, la zona septentrional de Afganistán permanece bajo el control de los muyahidin, que se unieron para oponerse a los talibanes.

Conclusión Al no distinguir entre grupos islámicos que participan en la sociedad y revolucionarios violentos, los enemigos del islam argumentan que los islamistas son extremistas que buscan "secuestrar la democracia" y manipular el sistema político con la finalidad de obtener el poder e imponer su ley. Algunos expertos argumentan que este tipo de reacción contribuye a la radicalización de los islamistas moderados.

La experiencia musulmana varía sensiblemente de un país a otro y refleja un amplio abanico de respuestas frente al mundo moderno y a Occidente. El islam, dentro del mundo musulmán, es una presencia que no se puede ignorar; su fuerza creciente lo convierte en un importante factor en las políticas de Oriente Próximo. La cuestión no es si el islam tiene cabida y un papel en la sociedad sino cómo permitir, del mejor modo, que asuma ese papel.

Sobre el autor: John L. Esposito es profesor de religión y relaciones internacionales, así como director fundador del Centro para el Entendimiento Cristiano-Musulmán, de la Universidad de Georgetown (Washington D.C., EEUU). Es autor, entre otros libros, de La amenaza del islam: ¿mito o realidad?

8. ¿El fundamentalismo es inherente al islam?

Occidente teme al Islam Occidente tiene miedo de que el islam sólo pueda vivirse de una manera fundamentalista. Este temor va siendo confirmado, es verdad, con las noticias que nos llegan de Argelia, Egipto, Sudán, Irán… Sin embargo, todos esos países viven en la necesidad de definirse y de recuperación de identidad tras el período de la colonización11bis. Su sentimiento de inferioridad frente a los avances tecnológicos de la cultura occidental ha sido muy fuerte. El integrismo que viven es su forma concreta de nacionalismo. En Argelia han probado ya el modelo francés y el modelo socialista. Hoy claman por ensayar una solución propia. A toda esta situación hay que sumar la enorme corrupción de sus gobernantes y la pobreza extrema de una población que crece mucho más que la economía.

Esta situación nos hace olvidar que en otros tiempos la cultura islámica era mucho más avanzada que la nuestra. Como ya hemos visto, el fundamentalismo tiene mucho que ver con el tipo de interpretación que se hace de los textos. Pues bien, hasta el siglo X había una gran libertad de interpretación en el islam12. Era el tiempo del Ijtihad. Esta palabra designa el esfuerzo que debe hacer todo creyente para penetrar en el mensaje de los textos. El desarrollo intelectual y místico13 es enormemente vasto en esta época14. Sin embargo llega un momento que, por temor a interpretaciones demasiado heterodoxas se declara la prohibición de la interpretación libre. El creyente debe acudir a los órganos competentes. Se declaran "cerradas las puertas del Ijtihad". Por lo que venimos diciendo hasta ahora, podemos fácilmente deducir que si la interpretación está cerrada, si no es posible adaptar el lenguaje religioso a las nuevas circunstancias, toda mirada al pasado se hará desde una descontextualización.

La posibilidad de un Islam tolerante

¿Será capaz el islam de salir de la etapa integrista en la que está hoy en día sumido? No pocos intelectuales musulmanes declaran la exigencia de una nueva apertura de la puerta del Ijtihad. Es verdad que las noticias que recibimos de muchos países árabes son desoladoras. La tarea no será nada fácil. Pero tampoco lo fue para el Vaticano II. Además, ¿quién se esperaba en el siglo pasado los cambios que iba a sufrir la misma Iglesia? Podemos tener la tentación de decir que en los Evangelios tenemos como ideas esenciales el amor al enemigo, el perdón sin límites, etc, que nos han permitido con más facilidad reconocer los valores de la tolerancia, del diálogo, de las libertades, etc. Es cierto, los Evangelios son muy diferentes del Corán. Sin embargo, el islam no carece de elementos que podrían fundamentar un pensamiento más abierto. Por ejemplo, el islam no obliga a los no musulmanes a cumplir su legislación. Este principio teórico ha sido normalmente respetado. Los no musulmanes tan solo debían pagar un impuesto que se correspondía a la limosna obligatoria que tenía que pagar todo musulmán adinerado.

El problema que tiene el Corán es que están mezclados los textos de deberes estrictamente religiosos con los de deberes políticos. Pero, muchos musulmanes saben distinguir la importancia de unos y de otros. Relativizar ciertas leyes de convivencia acordes a su tiempo y adaptarlas al momento presente, significa hacer una interpretación no-fundamentalista.

A veces nos escandalizamos al encontrar en el Corán conceptos tales como la ley del talión o la "guerra santa". Pero no es de extrañar ya que en el texto coránico hay una pretensión de organización de la sociedad. El ojo por ojo y diente por diente, significaba un avance en la justicia de entonces: no puedes volverte a tu enemigo con una moneda mayor. Jesús supera incluso esta ley perdonando en la cruz a sus enemigos. Sin embargo, la justicia en nuestros países se guía más por la ley del talión que por la del perdón, por mucho que se diga que la misión fundamental de nuestras cárceles es la reinserción social. Además, el Corán también prevee una renuncia al derecho del talión. Le servirá al creyente de expiación (Cfr. C 5,45)

Respecto a la guerra santa15, diremos brevemente que éste es un concepto más espiritual que militar. Consiste en la lucha interior contra el mal que nos arrastra16. Es también una guerra militar en caso de ser atacado o de poner en serio peligro la fe musulmana (cfr. C 8,39). Sea como sea en el combate hay la prohibición expresa de excederse con el enemigo (Cfr. C2, 190).

La posibilidad de una interpretación tolerante del islam es real y sería internamente más coherente. El cristianismo le ha aventajado porque ha pasado por una Ilustración y por continuadas críticas al inmovilismo de la Iglesia. Al final, la Iglesia ha asumido la modernidad y ha aceptado en toda su radicalidad –pero no sin resistencias, incoherencias e injustificados frenazos– el estudio de la Biblia desde la filología, la sociología, la historia, etc. El islam tiene esta batalla pendiente. Todavía no han estudiado científicamente el texto coránico. Por ello niegan que ciertos contenidos del Libro hayan llegado a Mahoma a través de su contacto con cristianos y judíos. Para ellos, el texto es un dictado de Dios a través de un ángel. Mahoma no ha puesto nada de su parte.

El problema del diálogo interreligioso no es debido tanto a las diferencias entre ambas teologías, cuanto a que el cristianismo y el islam hablan desde paradigmas diferentes. El cristianismo desde la modernidad, y el islam desde una postura históricamente menos madurada.

Pasemos ahora a estudiar por qué la religión ha sido vivida a menudo desde posturas fundamentalistas. ¿No será que tiene algunos puntos teológicos que las personalidades fundamentalistas podrán fácilmente interpretar de manera errónea?

9. Articulos

Martes 11 de Agosto de 1998 Teheran denuncia el secuestro de once de sus diplomaticos en Afganistan Tensión entre Irán y los talibanes Teherán. EFE

El canciller iraní, Kamal Jarrazi, pidió ayer a las Naciones Unidas una "intervención global y urgente" para liberar a once diplomáticos iraníes detenidos el sábado por las fuerzas talibanes en Mazar-i-Sharif (norte de Afganistán), informó la agencia oficial IRNA.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ministro iraní deploró los "malos tratos" que sufrieron los miembros de la misión cuando los integristas talibanes conquistaron la ciudad, y afirmó que los diplomáticos fueron detenidos "durante varias horas en los sótanos de la sede diplomática".

El gobierno iraní sólo reconoce al anterior gobierno afgano de Burhanudin Rabani, derrocado en 1996 por los talibanes, y no oculta sus simpatías por los grupos opositores afganos.

Solamente Pakistán, Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos han reconocido al gobierno impuesto por los talibanes, en setiembre de 1996.

Aunque Irán y los talibanes sostienen la instalación de una teocracia islámica como forma de gobierno, dentro de las dos grandes ramas del islamismo, los iraníes son mayoritariamente chiítas y los talibanes, sunnitas.

Irán, país que ocupa actualmente la presidencia de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), dijo el domingo que se realizaron contactos con los talibanes, así como con la ONU y la Cruz Roja Internacional, para obtener la "liberación inmediata" de sus ciudadanos. En su misiva, Jarrazi afirma que Irán "hace responsable a Pakistán -aliado de los talibanes- por la vida y la seguridad de los miembros de la misión, así como de las instalaciones diplomáticas" iraníes en Mazar-i-Sharif, según IRNA.

Un portavoz de las milicias islamistas, Wakil Ahmad Mutawakil, había afirmado que los diplomáticos no se encontraban en el consulado iraní cuando las fuerzas penetraron a sangre y fuego el sábado a Mazar-i-Sharif, último gran bastión que permanecía en manos de la oposición afgana.

Irán desmintió las afirmaciones de los talibanes y dijo que "no hay ninguna duda de que estos diplomáticos están en poder de los talibanes".

El domingo, el presidente del Parlamento iraní, Ali Akbar Nategh-Nuri, indicó que el gobierno iraní estaba hablando por teléfono con el jefe de la misión diplomática "precisamente en el instante en que ocurrió el ataque de los milicianos contra la sede diplomática y alcanzamos a escuchar varios disparos", precisó.

Un vocero de los talibanes dijo que los únicos iraníes en su poder son "30 traficantes que vendían armamento a las fuerzas de la oposición".

Jueves 20 de agosto de 1998 Grupos islámicos amenazan a EE UU El Cairo. EFE

La sombra de una ofensiva terrorista contra objetivos estadounidenses "en todas partes" cobró fuerza ayer con un comunicado del Frente Islámico Mundial por la Guerra Santa contra Judíos y Cruzados, en el que amenaza que "los próximos días garantizarán, con la voluntad de Dios, que EE.UU. enfrente un destino negro".

El Frente Islámico Mundial se trataría de una organización terrorista fundada en febrero por el millonario saudita Osama Bin Laden, señalado como el supuesto artífice de los atentados contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania hace una semana.

Bin Laden está acusado de la colocación en 1995 de un coche bomba en Riad, Arabia Saudita, que mató a siete personas, cinco de ellas estadounidenses.

Se estima que su agrupación fundamentalista es una coalición de seis grupos provenientes de Egipto, Pakistán y Bangladesh. Y según uno de los arrestados por los ataques en Africa, el palestino Mohammed Saddiq, se estaría frente a una "internacional del terror", con 4.000 a 5.000 militantes que tienen como blanco los intereses de Estados Unidos en el mundo.

Detenido en Pakistán el mismo día de los ataques en Africa, Saddiq confirmó que el jefe de ese supuesto ejército terrorista es el elusivo Bin Laden, actualmente refugiado en Afganistán bajo la protección del régimen integrista de los talibanes.

El régimen talibán advirtió ayer a Washington que no intente capturar al saudita y afirmó que, bajo ninguna circunstancia, Bin Laden será entregado a las autoridades estadounidenses. Washington, en tanto, pidió a los talibanes que eviten que Bin Laden "cometa nuevos atentados terroristas", pero no reclamó la expulsión del multimillonario.

En tanto, la amenaza terrorista contra Estados Unidos se redobló con el comunicado del Frente Islámico Mundial, publicado ayer en el diario en lengua árabe Al-Hayat, en Londres. El documento había llegado el martes a la sede de ese periódico en El Cairo.

"Continuarán en todas partes los atentados y los grupos islámicos surgirán uno tras otro para luchar contra los intereses de Estados Unidos", dice el comunicado.

El documento agrega que los atentados se hicieron en represalia por la intervención estadounidense en Somalia a fines de 1992. Entonces, EE.UU. encabezó fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas enviadas a Somalia para proteger las caravanas de alimentos para combatir la hambruna en ese país del nordeste africano.

Al-Hayat dijo que el comunicado llegó acompañado de otros tres, firmados por el desconocido Ejército Islámico para la Liberación de los Lugares Santos (EIL), que se atribuyó los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania. Hasta entonces no se conocía a esta agrupación.

En ninguna de las cuatro declaraciones se explica el vínculo entre los dos grupos.

En uno de sus comunicados, el EIL dijo que "continuaremos llevando más cadáveres de estadounidenses a su injusto gobierno, hasta que humillemos la arrogancia estadounidense y arrastremos su dignidad por el lodo de la derrota".

"El objetivo del Ejército Islámico no fue infligir víctimas al pueblo keniano. Esta operación fue destinada a humillar y matar a los estadounidenses", agrega el documento. Y promete "vengarse de los bandidos cruzados criminales estadounidenses y de sus aliados judíos".

En medio de las nuevas amenazas, unos 120 infantes de marina estadounidenses rodearon ayer la embajada de EE.UU. en Albania ante el temor de un ataque.

Martes 11 de agosto de 1998 Irán acusa a los afganos teheran. Ansa

La agencia gubernamental iraní IRNA denunció ayer la participación de las milicias afganas de los talibanes en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, en los que murieron más de 200 personas.

"Los talibanes son responsables del atentado terrorista en Kenia", afirmó la agencia, que citó imprecisas "fuentes extranjeras".

Teherán, que apoya a la oposición antitalibán, acusó ayer a los talibanes por la desaparición de once diplomáticos iraníes de la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif.

Según IRNA, el multimillonario saudita Osama Bin Laden, sospechoso de haber ordenado los atentados, "se ha establecido en Afganistán, donde financia las actividades terroristas de los talibanes, dirigidas contra el gobierno legítimo afgano".

La agencia iraní sostiene que esa hipótesis fue confirmada por medios extranjeros, como el diario libanés Middle East, el francés Le Journal du dimanche y la red televisiva pública francesa France 2.

El diario conservador iraní Jomhuri islami afirmó por su parte que el ataque contra Mazar-i-Sharif, plaza fuerte de la alianza antitalibán en el país afgano, "fue posible por el financiamiento de Arabia Saudita y de Bin Laden".

Martes 21 de julio de 1998 Afganistan: Asesinatos, Arrestos Y Allanamientos Talibanes, contra grupos humanitarios Kabul. AFP

Los talibanes allanaron ayer locales de organizaciones humanitarias, arrestaron a miembros de su personal local y cerraron la oficina humanitaria de la Comisión Europea en Afganistán. En tanto, desde Ginebra se anunciaba el asesinato de dos colaboradores de dos agencias de la ONU en Kabul.

Las instituciones humanitarias de Afganistán señalaron que los talibanes se instalaron en el local de una organización no gubernamental (ONG) médica francesa y arrestaron a algunos de sus empleados afganos. Los responsables extranjeros partireron a Pakistán.

Tres ONG francesas fueron allanadas: Ayuda Médica Internacional (AMI), Solidaridades y Acción contra el Hambre.

AMI, al igual que muchas otras ONG, se negó a obedecer la orden de los talibanes de instalarse en un barrio inhabitable de la capital o abandonar el país.

"Es el fin de la presencia de las ONG extranjeras en Kabul y probablemente el comienzo del fin para todos los extranjeros", dijo Charles MacFadden, jefe de la coordinación de las ONG en Kabul.

Los talibanes "entraron por la fuerza a los locales, lanzaron serias advertencias y partieron con dos de nuestros agentes" afganos, dijo el jefe de una ONG médica.

Los talibanes dominan los dos tercios de un país donde han impuesto la ley "sharía" (ley islámica).

El gobierno talibán acusa a las organizaciones de llevar a cabo actividades políticas incompatibles con su estatuto porque dichas organizaciones denunciaron la prohibición de que las mujeres estudien y trabajen. En Ginebra, el Alto comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) indicó que dos colaboradores de dos agencias humanitarias de la ONU, la propia ACNUR y el Programa de Alimentación Mundial (PAM) fueron asesinados en Afganistán tras haber sido secuestrados el 13 de julio en Jalalabad. Los cadáveres fueron hallados este fin de semana. Se ignora quién mató a los colaboradores. Ambos fueron secuestrados en una zona controlada por los talibanes.

El cadáver de Mohammed Hashim Bahsaryar, de 55 años y colaborador de PAM, fue encontrado el sábado en un suburbio de Jalalabad. El cuerpo sin vida del voluntario de ACNUR Mohammed Nazir Habibi, de 49 años, fue hallado cerca de la frontera con Pakistán.

La Unión Europea y las ONG decidieron este fin de semana suspender la ayuda alimentaria y sanitaria a Afganistán. Cientos de miles de personas, víctimas de la guerra, han quedado sin ningún tipo de asistencia.

Viernes 26 de junio de 1998 El Integrismo Islamico En Afganistan Ley talibán contra las mujeres Los médicos no podrán atender a las mujeres si no van a la consulta acompañadas por un hombre · Sólo en Kabul, la capital, la medida deja fuera del sistema de salud a 30.000 viudas sin parientes masculinos

Kabul. AFP

A la larga lista de medidas y castigos que el régimen fundamentalista islámico de los talibanes viene imponiendo en Afganistán desde setiembre de 1996, cuando tomó el poder, se agrega ahora la prohibición a los médicos de atender a las mujeres que no estén acompañadas por un familiar del sexo masculino.

La medida, anunciada ayer por la emisora oficial Radio Charia, deja fuera del sistema de salud a por lo menos 30.000 viudas en Kabul, la capital, muchas de las cuales no tienen un pariente del sexo opuesto que las pueda acompañar.

La prohibición modifica una medida anterior que impedía a médicos y enfermeros revisar a pacientes del sexo opuesto. Por ella, las mujeres sólo podían atender a las mujeres, y los hombres a los hombres. Pero en el país casi no existen médicas y la ley prohíbe trabajar a las escasas profesionales habilitadas para hacerlo.

"El departamento de inspección del Ministerio de Salud Pública ordenó a todos los médicos y personal médico que no examinen ni atiendan a las mujeres sin la presencia de su tutor legal", precisó la radio del régimen.

Los talibanes, una facción dirigida por extremistas islámicos que se hizo fuerte en Pakistán, tomaron el control de Kabul hace casi dos años. Ahorcaron, entonces, a Mohammed Najibullah, último presidente prosoviético de Afganistán, y colgaron su cuerpo en un poste de luz frente al palacio presidencial.

Luego derrocaron al presidente musulmán moderado Baranuddin Rabbani, y lograron el control del 80 por ciento del territorio afgano. Su objetivo: instaurar en el país un "sistema islámico integral y puro", basado en su estricta versión de la Sharia, la ley islámica.

Partidarios del fanatismo y del castigo, los talibanes aplican la ley islámica a través de una inflexible interpretación, especialmente brutal para las mujeres, a quienes entre otras cosas se les prohíbe estudiar o salir de la casa sin un pariente consanguíneo. Si lo hacen, la pena prevista es el apaleamiento e, incluso, castigos físicos mayores.

El "hejab", un velo que se extiende de la cabeza a los pies, con una pequeña hendija a la altura de los ojos, es el símbolo del sometimiento de las mujeres. Si quieren salir a la calle deben pagar treinta dólares (el salario de un funcionario público) para cubrirse con la vestimenta obligatoria.

Entre otras violaciones a los derechos humanos más básicos las mujeres también tienen prohibido usar los baños públicos de la ciudad.

Obligadas a abandonar sus trabajos, enfrentadas a una nueva y atroz realidad surgida de una larguísima guerra contra la ex Unión Soviética y un conflicto civil que aún no llegó a su fin, entre los talibanes y las fuerzas moderadas del gobierno derrocado, algunas mujeres han decidido organizar la resistencia. Pero el régimen es brutal, los talibanes ocupan las dos terceras partes del país y el apoyo de grupos humanitarios no basta.

Si antes conformaban el 70 por ciento del personal público, muchas mujeres afganas están hoy empobrecidas y al borde de la desesperación. Quienes mantenían a sus hijos con su trabajo, hoy deben alimentarlos a pan y té.

El líder religioso Agha Gulabi advirtió en varias oportunidades que los adúlteros y bebedores serán ejecutados. "Dios dice que aquellos que cometan adulterio deben morir a pedradas. Quienes beban serán ejecutados y sus cadáveres colgados por tres días hasta que la gente diga que es el cuerpo de un bebedor que no obedeció al Corán y las órdenes de Alá." Según esta ley a los ladrones se les cortan las manos, y si reinciden, los pies. De la interpretación que los talibanes hacen de la ley islámica se desprenden las obligaciones religiosas más insólitas, al menos a la luz de Occidente. Como ejemplo, en Afganistán está prohibido gritar goles y aún más festejarlos. Tras el tanto, fanáticos y jugadores deben gritar Alá U Akbar. En castellano: Dios es grande.

Martes 26 de mayo de 1998 Lucha De Tendencias Irán: graves choques Teherán. AFP

Más de dos mil estudiantes, que manifestaban ayer cerca de la Universidad de Teherán a favor del presidente reformista Mohamed Jatami y contra el poder de los religiosos intransigentes, fueron atacados por militantes integristas con cadenas, garrotes y piedras. El incidente, que dejó un saldo de veinte heridos, fue un nuevo capítulo de la lucha planteada en el país entre aperturistas e integristas.

Integrantes de la Asociación de Estudiantes Islámicos, que respaldan el proceso de apertura iniciado por Jatami, se concentraron en el parque Laleh (Tulipán), en las proximidades de la Universidad.

Fue la primera manifestación pública que se llevó a cabo para denunciar las presiones del régimen de los ayatolás sobre el jefe de Estado, que en mayo de 1997 ganó las elecciones generales.

Los integristas han opuesto fuerte resistencia a Jatami y controlan la Justicia y el Parlamento. Reivindican, básicamente, el liderazgo del guía espiritual de la Revolución, el ayatolá Alí Kamenei.

Los estudiantes fueron agredidos por militantes de la organización Seguidores de Dios, considerada un instrumento de los líderes del integrismo.

Los estudiantes coreaban consignas como "­Viva la libertad!" y "­Talibán, talibán, esto no es Afganistán". Los talibanes son los fanáticos islámicos que hoy gobiernan en Afganistán.

La policía antimotines intervino casi media hora después del inicio de la refriega. Un oficial de las fuerzas de seguridad advirtió a los atacantes utilizando un megáfono que "ésta es una demostración autorizada por el Ministerio del Interior" y les solicitó que permitieran a la Asociación de Estudiantes Islámicos proseguir su manifestación pacífica.

Pese a los llamados a la calma, los integristas continuaron golpeando y apedreando a los manifestantes, un tercio de los cuales eran mujeres que vestían el tradicional chador (velo) negro.

Los agentes dispararon gases lacrimógenos y detuvieron a varios de los integristas, a quienes acusaron de gritar lemas contra personalidades del gobierno.

Categoría: Geografía Resumen: este trabajo es acerca de la zona del Islam enfocada desde el punto de vista de la geográfia físico-política.

 

 

Autor:

Martín Petrillo

Partes: 1, 2
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