- Características de la sociedad actual: el macro escenario mundial
- Una nueva educación para un nuevo siglo: las reformas
- El nuevo paradigma educativo
- El conocimiento
- El aprendizaje
- Los contenidos
- La competencia tecnológica
- Calidad y costo en el nuevo paradigma de la educación
- Un alumno para el nuevo paradigma
- Un nuevo currículo para las transformaciones sociales
- Un mercado para el nuevo currículo
- Nuevos paradigmas, un nuevo currículo: el escenario universitario
- Una nueva didáctica y un nuevo docente
- Bibliografía
Algunos aspectos por considerar en torno a su replanteamiento:
Antes de posicionarnos en el ambiente universitario y a las definiciones de lo qué es un Curriculum, es necesario puntualizar nuevos sucesos a nivel mundial que inciden a la hora de repensarlo.
Igualmente, existen muchos otros aspectos que afectan su construcción y que provienen de la nueva realidad mundial y de los nuevos paradigmas de la Sociedad de la Información y del Conocimiento y que repercuten en el Campo de la Educación.
Repensar el Currículo es el desafío más apasionante al que se enfrentan docentes, alumnos y el Sistema Educativo de una Nación.
Características de la sociedad actual: el macro escenario mundial
El triunfo de las ideas globalizantes y neoliberales en el seno de una sociedad agitada por un vertiginoso desarrollo científico y tecnológico nos está trasladando vertiginosamente al futuro y el escenario en el que se desarrollan nuestras vidas va cambiando cada vez más de prisa.
Muchas han sido las causas para el advenimiento de esta nueva era, pero el hito que señalará un antes y un después en nuestra historia es sin duda la irrupción de Internet en la década de los noventa. Ahora ya podemos afirmar que estamos en la sociedad de la información o del conocimiento, hecho que afecta tanto a los países desarrollados como a los pobres.
Los nuevos medios de la comunicación y de la información crean una nueva cultura visual y la tecnología trae consigo una cultura del confort que conlleva nuevos conocimientos, nuevas maneras de ver el mundo, nuevas técnicas, nuevas formas de ocio y pautas de comportamiento, el uso de nuevos instrumentos y lenguajes, remodelando todos los rincones de nuestra sociedad e incide en todos los ámbitos en los que desarrollamos nuestra vida, exigiendo de todos nosotros grandes esfuerzos de adaptación.
Una de las consecuencias de la presencia de estas tecnologías al servicio de la comunicación y de la información es la sobreabundancia de información a nuestro alcance. Cada vez nos resulta más fácil acceder a todo tipo de información (TV, prensa, Internet, radio), pero precisamente la abundancia de datos que tenemos a nuestro alcance (no todos ellos fiables y bien actualizados) nos hace difícil seleccionar en cada caso la información más adecuada.
La información se presenta distribuida a través de múltiples medios: mass media, Internet, bibliotecas, etc. Esta competencia de saber, buscar, valorar y seleccionar, estructurar y aplicar, la información para elaborar conocimiento útil con el que afrontar las problemáticas que se nos presentan, es uno de los objetivos de la educación actual.
Otra característica de la sociedad actual son los continuos avances científicos y tecnológicos en todos los campos del saber, especialmente en bioingeniería, ingeniería genética, nuevas tecnologías. El conocimiento se va renovando continuamente, velozmente. Provoca cambios en la forma de hacer las cosas, en los instrumentos que se utilizan. Las nuevas generaciones se encuentran con muchos conocimientos distintos a los que presidían la vida de sus predecesores. Todos necesitamos estar aprendiendo continuamente.
La economía mundial está cambiando y algunos eruditos afirman que nos encontramos en el fin de la era industrial. La población activa de los países en los que se ha consolidado la sociedad de la información trabaja en el sector servicios y casi siempre con una fuerte dependencia de las nuevas tecnologías para realizar su trabajo. Terminó la era industrial en la que el sector secundario (la producción industrial de bienes materiales) era el más importante de la economía.
Los intangibles información y conocimiento son valores en alza, indispensables para el progreso de las empresas y también para asegurar el bienestar de las personas.
La sociedad de la información sostenida por la voluntad de globalización económica y cultural, trae consigo una creciente libertad de movimiento: las fronteras se diluyen y aumenta la libertad para los movimientos internacionales de todo tipo: personas, mercancías, capitales y sobre todo información y conocimiento.
Cada vez son más las profesiones que exigen frecuentes desplazamientos por diversos países y especialmente el dominio de varias lenguas. El inglés ya es indispensable y hace falta conocer otra lengua más a parte de éste y de la materna.
La tecnología revoluciona la organización de los entornos laborales y abre grandes posibilidades al teletrabajo. Crece continuamente le número de personas que desarrollan buena parte de su trabajo en casa, ante un ordenador conectado a Internet: telecomercio, telebanca, teleformación.
En cierta medida, también resulta posible afirmar que somos teledirigidos ya que nuevos patrones para las relaciones sociales y nuevos valores se exhiben a través de la poderosa influencia de las TIC; imponen nuevos patrones sobre la gestión de las relaciones sociales: nuevas formas de comunicación interpersonal, nuevos entretenimientos, nuevos comportamientos.
Existe la tendencia a brindar mayor información sobre el ser ciudadano y sus derechos y obligaciones. Podríamos hablar de empoderamiento al ciudadano para la participación activa en todos los órdenes de la vida civil.
Por otra parte y a través de Internet, el estado aumenta la información de que dispone sobre los ciudadanos (cámaras de vídeo en las calles, centralización de datos) y está en condiciones de ejercer un mayor control sobre ellos.
La sensación de pertenecer a una comunidad mundial existe aunque los países más poderosos van imponiendo su cultura (idioma, instrumentos y procesos tecnológicos) amenazando la identidad cultural de muchos pueblos. Afirma Joana Mª Sancho "las tecnologías artefactuales, simbólicas y organizativas transforman de manera insospechada no solo el mundo que nos rodea, sino nuestra propia percepción del mismo y nuestra capacidad para controlarlo" (1).
La población se agrupa en grandes aglomeraciones urbanas (megaciudades) donde muchas veces son necesarios desplazamientos importantes para ir a los lugares de trabajo y de ocio.
En los países desarrollados hay una notable baja de natalidad (Unión Europea), en tanto que en algunos países en desarrollo (China) se toman medidas para contener una tasa de crecimiento excesivo. Otros países siguen sin tomar ninguna medida y con unas tasas de natalidad que desbordan sus posibilidades (México, norte de África).
Aumenta el porcentaje de personas que viven solas (solteras, divorciadas, viudas) y aparecen nuevos modelos de agrupación familiar (monoparental, homosexual). El patriarcado entró en crisis. El alto índice de separaciones y divorcios genera los consiguientes problemas para los hijos.
La mayor incorporación de la mujer al trabajo determina una dedicación menor a la familia, en especial, a la educación de los hijos. Las posibilidades de actuación social de la mujer se van igualando a las del hombre en la mayoría de los países, aunque en otros (como los países musulmanes) este proceso se ve fuertemente dificultado por sus tradiciones religiosas. En muchos casos la mujer sufre el desgaste de una doble jornada laboral: en el trabajo y como ama de casa. Su salario, por igual cargo al de un hombre, es menor.
Ante la imposibilidad de adquirir el enorme y creciente volumen de conocimientos disponible, las personas debemos saber buscar autónomamente la información adecuada en cada caso (aprender a aprender). Las personas necesitan una formación continua a lo largo de toda la vida para poder adaptarse a los continuos cambios que se producen en nuestra sociedad. No se trata de simples "reciclajes", sino de completos procesos de reeducación necesarios para afrontar las nuevas demandas laborales y sociales.
El relativismo ideológico (valores, pautas de actuación) que proporciona una mayor libertad a las personas para construir su propia personalidad, no encuentra referentes estables sobre los que construir su vida. Los modelos axiológicos que nos rodean quedan como islas en medio de tantos individuos que sustentan antivalores. Igualmente emergen nuevos valores que muchas veces se oponen abiertamente a los valores tradicionales, creando desconcierto en una gran parte de la población. Se da gran importancia al momento presente y a la inmediatez (éxito fácil), al tener o parecer sobre el ser. Predomina lo estético sobre lo ético.
Disminución de la religiosidad y del poder de las iglesias tradicionales, aunque proliferan otras formas de adoración y de búsqueda de sentimientos espirituales, con mínima expresión en comparación con el creciente número de escépticos entre el mundo occidental. Se refuerzan los planteamientos integristas musulmanes.
La enseñanza de la Filosofía, la Ética y la Moral no se enseñan o se lo hace parcialmente o sin motivación desde el sistema educativo y el político. También están ausentes en los medios de comunicación masiva.
Grandes avances en la prevención y terapia sanitaria, consecuencia de los desarrollos científicos en ingeniería genética, nanotecnología, láser. Aumento progresivo de la esperanza de vida.
Aumentan las desigualdades de desarrollo (económico, tecnológico, de acceso y control a la información) entre los países del mundo. Desde una perspectiva objetiva, parece que cada vez hay menos pobres, pero en cambio los pobres cada vez son más pobres. Además, el modelo económico de los países desarrollados resulta ya insostenible para el planeta y desde luego inaplicable a todos los países. La riqueza del mundo se encuentra concentrada en unas pocas familias.
Se consolida una globalización de la economía mundial que supone el desarrollo de grandes empresas y grupos multinacionales actuando en un mercado único mundial. Las mercancías y los capitales se mueven con gran libertad por todo el mundo (dinero electrónico). Las personas, en general, también lo hacen.
Constante mejora (rapidez, seguridad, capacidad) de los medios de transporte aéreo, trenes de alta velocidad, carreteras), que conjuntamente con Internet hacen posible el desarrollo de la economía globalizada.
Los continuos avances científicos y tecnológicos introducen continuos cambios en las actividades económicas, en la producción, en la organización del trabajo y en las formas de vida en general de las personas. La formación permanente resulta indispensable para poder adaptarse a las nuevas situaciones. Frente a las organizaciones jerárquicas verticales de la etapa industrial, se tiende a las organizaciones en red (redes variables que se configuran según los proyectos).
Uso de las nuevas tecnologías en casi todas las actividades humanas por su marcada tendencia de costes decrecientes y a la alta productividad que conlleva su uso. Se hace necesaria una alfabetización científico-tecnológica de todos los ciudadanos para que puedan adaptarse a las modificaciones en la organización del trabajo y en muchas actividades habituales que supone el uso intensivo de estas tecnologías.
Aumentan progresivamente las actividades que se pueden hacer a distancia con el concurso de los medios telemáticos: teletrabajo, teleformación, telemedicina, telebanca.
La información y conocimiento van adquiriendo una creciente relevancia económica como factor de producción (el uso de tecnología aumenta la productividad) y como mercancía (servicios de acceso a la información para la formación, el ocio).
En este sigo XXI, la gran mayoría de la población activa sociedad no va a estar concentrada en producir alimentos ni en fabricar objetos, sino en ofrecer servicios: procesar información o atender a las personas. Estamos pasando de un consumo basado en los productos a un consumo basado en los servicios, especialmente, en los servicios relacionados con la creación, proceso y difusión de la información.
El fenómeno de la globalización va acompañado de una ideología político-económica de corte neoliberal que considera positiva la globalización económica y del mercado, pero no ve tan necesaria la globalización política, ya que considera que el mejor funcionamiento de la economía es aquel en el que hay pocas interferencias políticas.
Se producen grandes concentraciones de poder financiero. Profundos cambios en el mundo laboral. En la sociedad actual, donde la información y los conocimientos constituyen el elemento sobre el cual se desarrollan muchas de las actividades laborales, y donde las herramientas para recibir, tratar y distribuir la información están en todas partes (empresas, domicilios, locales sociales, cibercafés.), la organización del trabajo en general está sufriendo cambios profundos que apuntan hacia nuevos sistemas de trabajo flexible (mayor autonomía, teletrabajo) y nuevas fórmulas contractuales (en vez de retribuir el tiempo de dedicación, se retribuye el trabajo realizado).
Se valoran los trabajadores cualificados, con iniciativa y capacidad de adaptación tecnológica y organizativa. La imposibilidad de acceder a la Red supone analfabetismo y marginación Aumentan el paro y los fenómenos de exclusión. Los incrementos de productividad que conlleva la integración de las nuevas tecnologías en los procesos productivos es uno de los factores que genera paro, especialmente en los trabajos menos cualificados. Es un escenario que se podría caricaturizar diciendo que tenemos un crecimiento continuado de la riqueza total y un crecimiento paralelo del paro.
Una creciente emigración de población de los países más pobres y con conflictos (África, Sudamérica, Asia) hacia los países ricos (Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón), los cuales han articulado mecanismos para integrarla o promover zonas de desarrollo en los países de origen que promueven la marcha a través de los programas migratorios. Otros países reciben inmigración ilegal o prima el juris sanguis por el cual los descendientes obtienen la ciudadanía del ancestro (Italia, España, Francia, Alemania). En muchos países desarrollados se configura una sociedad multicultural.
La humanidad toma conciencia de las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente a causa de la incontrolada actividad económica, pero aún no se han puesto medidas suficientes para evitar los efectos a corto plazo y a largo plazo. Corresponde a los hombres y mujeres de la política tomar la decisión de preservar un planeta para todos.
En los países que han trabajado para ello, se consolida el estado del bienestar entre la mayoría países desarrollados (suficiente trabajo digno para todos, educación y sanidad gratuita, pensiones de jubilación, seguridad jurídica, etc.).
En cuanto a la política, existe paz entre las grandes potencias mundiales especialmente tras la caída del muro de Berlín, símbolo de la guerra fría entre la URSS y USA, hay numerosos conflictos latentes o declarados entre pueblos, grupos étnicos y grupos resentidos por pasadas injusticias de tipo económico o social. Se multiplican los focos terroristas y los poderes mafiosos y de corrupción en todo el mundo y se configura un terrorismo capaz de desafiar a cualquier estado.
Los Estados no pueden controlar todo lo que ocurre en el ciberespacio global que carente de fronteras, escapa de cualquier control político y pasa a ser controlado por políticas técnicas económicas de grandes empresas multinacionales.
La democracia se va consolidando en casi todos los países del mundo (quedan muy pocas dictaduras y ejemplos de caudillismo) "de jure" aunque no "de facto". No obstante se observan indicios de debilitamiento de la democracia (grupos fascistas, fanatismos, populismo, corrupción) en algunos de los países donde la democracia estaba más consolidada y en general los ciudadanos que disfrutan de democracia se quejan de su imperfecto funcionamiento.
Aumenta la tendencia de los países al agrupamiento en grandes unidades político-económicas, como en el caso de la Unión Europea, al tiempo que dentro de los estados resurgen los nacionalismos que reclaman (a veces con violencia) el reconocimiento de su identidad. Por otra parte, se apuesta a los multiculturalismos.
Una nueva educación para un nuevo siglo: las reformas
El entorno social actual, junto con los omnipresentes mass media y las autopistas de la información que convierten al mundo, según lo profetizado por Mc Lujan, en una aldea globlal (2) donde todo está a nuestro alcance, tienen más predominancia en la educación informal que la impartida por la familia, la centros eclesiásticos, los lugares de trabajo y aún que la enseñanza sistemática ofertada por la escuela en todos sus niveles y la universidad.
El medio académico favorece la integración de las personas en grupos (presénciales y virtuales) y facilita su formación continua, impartiendo carreras de grado, maestrías, doctorados, especializaciones. En determinados segmentos ubicados hacia la cúspide de la pirámide- y cada vez incorporando más segmentos hacia la base, existe la necesidad universal de una formación continua para poder hacer frente a las nuevas exigencias de esta sociedad en rápida evolución, que conlleva al hecho que además de las universidades, las empresas (que se encargan en gran medida de proporcionar a sus trabajadores los conocimientos que necesitan para el desempeño de su actividad laboral) y la potente educación informal que proporcionan los mass media y los nuevos entornos de Internet, vaya siendo cada vez más conveniente que las instituciones educativas que tradicionalmente proporcionaban la formación inicial de las personas se impliquen también en la actualización y renovación de sus conocimientos a lo largo de toda la vida.
Con los avances técnicos en las comunicaciones, con el hambre por la información y el conocimiento y su difusión generalizada, la formación on-line irá en aumento, especialmente en los entornos de formación de profesionales y en la formación continua (3), (4).
Surge una nueva ciudadanía en la nueva era posindustrial y posmoderna que se educará en nuestras escuelas, en nuestro sistema de educación pública abarcando sus diferentes niveles, el que tendrá que hacerse cargo de esta tarea.
Son claras las tendencias que indican que ingresamos en la "era del conocimiento"; el saber científico tecnológico es el capital más importante para enfrentar este momento de crisis, de tránsito entre el siglo XX al siglo XXI. Como dice Toffler: "Todos los sistemas económicos descansan sobre una "base de conocimientos". Todas las empresas dependen de la existencia previa de este recurso, de construcción social. A diferencia del capital, el trabajo y la tierra, aquél suele ser desdeñado por economistas y ejecutivos cuando determinan las aportaciones precisas para la producción. Y, sin embargo, este recurso es el más importante de todos." (5)
Es el más importante porque es el más humano sólo conoce (aprende) el ser humano, pero también porque "el conocimiento tiene virtudes intrínsecamente democráticas. A diferencia de las fuentes de poder tradicionales (la fuerza, el dinero, la tierra) el conocimiento es infinitamente ampliable. Su utilización no lo desgasta sino que, al contrario, puede producir más conocimiento. Un mismo conocimiento, puede ser utilizado por muchas personas y su producción exige creatividad, libertad de circulación, intercambios, críticas constructivas, diálogo. Todas ellas condiciones propias de una sociedad democrática" (6).
Este conocimiento debe darse dentro de una sociedad ética regida por la solidaridad y aplica la regla de oro expresada por Immanuel Kant: "Haz por los demás, lo que quisieras que hicieran por ti". Conocimiento dentro de una sociedad ética, con altos valores que construyan lo "público" como un espacio donde se resguarde realmente el bien común y la dignidad de todo ser humano (7).
El instrumento pacífico más potente para lograr el desarrollo de una sociedad ha sido y es la educación. La educación rompe el círculo vicioso de la pobreza, ya que es el determinante fundamental del empleo y desde allí, del acceso a todos los bienes materiales y culturales que la sociedad ofrece.
Así, la nueva sociedad se perfila como superadora de las anteriores, a condición de que el conocimiento y la información se conviertan en un bien disponible para todos, al alcance de todos y distribuido de tal manera que garantice igualdad de oportunidades.
El sistema escolar es el encargado de garantizarlo, al cual toda la sociedad le da el mandato de hacerlo. Las dos condiciones básicas que parecen importantes frente al futuro son los conocimientos y los valores que obligan al replanteamiento de preguntas básicas filosóficas: los fines de la educación, qué valores enseñar, qué concepción del hombre y de la sociedad deseamos transmitir, etc.
El sistema educativo en su conjunto debe volverse democrático posibilitando el alcance de todos los habitantes del país, sin distinción de riqueza, raza o religión, el conocimiento y los valores necesarios para participar en una sociedad competitiva y solidaria.
Con los cambios de paradigmas operados en el escenario mundial, la respuesta común es la reforma de la educación que no pasan por explicar viejos modelos y modernizándola con materiales didácticos y con computadoras. Esta solución es por demás ingenua y denota muy poca capacidad de mirada prospectiva y análisis crítico prospectivo.
El nuevo paradigma educativo
Propone pasar de los conocimientos a las competencias. En su estructura se distinguen principios vertebradores y estructurantes (formas soportantes) que rigen la organización del sistema educativo en sus distintas instancias. (8)
Estos principios v ertebradores se agrupan en tres grandes niveles de análisis implicados entre sí:
1. Nivel político-ideológico: es el que da el sentido al sistema educativo, determina el campo de posibilidades del nivel técnico-pedagógico.
El sistema educativo existe dentro de una sociedad concreta que es un sistema complejo. La educación como tal es uno de los múltiples subsistemas del todo social, fuertemente conectados.
Hace referencia a cuáles son las definiciones exógenas al propio sistema educativo que expresan los requerimientos que le hacen los otros diferentes subsistemas de la sociedad a la educación. Normalmente se expresan como fines y objetivos de la educación. El aporte fundamental de los sistemas educativos (en tanto aparatos escolares) al todo social, es la distribución amplia de las competencias socialmente válidas para participar en la sociedad, incluyendo en la idea de competencia no sólo su dimensión cognitiva sino también los procedimientos mentales, valores, actitudes, normas, y elementos conductuales que revierten sobre la realidad.
Supone una demanda general o básica referida a que el sistema educativo debe distribuir los conocimientos y los valores y actitudes adecuados para sostener una sociedad determinada, con competencias individuales para que cada individuo pueda encontrar un lugar propio dentro del contexto social.
La demanda general se especifica a partir de tres áreas concretas: el área de la cultura, la político-institucional y la de la producción.
Sistema cultural demanda la formación de la identidad nacional, o sea la transmisión de los valores que aseguren la continuidad de la sociedad.
Sistema político-institucional demanda actitudes y formación de conductas básicas para funcionar dentro del modelo institucional y de distribución y ejercicio del poder que la sociedad ha definido como el adecuado.
Sistema productivo requiere dos componentes principales: la formación de las capacidades y las actitudes y conductas acordes con lo que requiera el aparato productivo de la sociedad y el aporte de ciencia y tecnología para el crecimiento.
La demanda cultural parece orientarse hacia el hecho de un replanteo de la formación de la identidad del individuo y de las naciones, lo cual tiene consecuencias muy directas, por ejemplo, sobre los contenidos de la enseñanza, o sobre los rituales frente a los símbolos patrios, por no agregar también, sobre la misma idea de "patria".
Se subraya la importancia de formar ciudadanos con capacidad para enfrentar la incertidumbre, el constante de cambio y la incertidumbre sin apelar a la supresión del debate. Para ello las instituciones deben democratizarse.
La experimentación, admitida hasta hoy solamente como pauta de la investigación científica, debería comenzar a ser admitida en la reflexión teórica y en la práctica política. En algunos contextos, estas demandas suponen formación para la participación, conocimiento para poder optar, actitudes solidarias y tolerantes, pero en otros contextos se incrementan justamente las contrarias de intolerancia, rigidez o discriminación.
Ambas posturas tienen consecuencias directas por ejemplo sobre el tipo de oferta educativa que se da (igual para todos, mejor para algunos), las decisiones sobre quiénes pueden concurrir a ellas, los modos de "hacer las cosas" dentro de los niveles de enseñanza, por ejemplo aceptar y/o promover la divergencia de opiniones entre profesores y alumnos para generar el aprendizaje de conductas de disidencia democrática.
Las demandas del subsistema productivo de la sociedad parecen estar centradas en la necesidad de desarrollar competencias para la resolución de problemas, la capacidad de protagonismo, de ser creativo, de trabajar en equipo. Ha variado el concepto de inteligente, que hoy incluye las tradicionales capacidades cognitivas, pero también otras como emociones, creatividad, intuiciones, imaginación.
2. Nivel técnico-pedagógico: se refiere a las decisiones estrictamente educativas, dentro del aparato escolar. Para organizarlo existe una serie de opciones técnicas o pedagógicas a partir de las cuales se toman las decisiones concretas que permiten alcanzar las deseadas definiciones político-ideológicas.
Expresan el compromiso concreto del aparato escolar para responder o no a las demandas de los demás sectores de la sociedad, expresadas en el nivel anterior y se basan en tres grandes definiciones: qué se entiende por conocimiento, aprendizaje y contenido de la educación.
Deben ser discutirlos, redefinidos de tal modo que esto se exprese en la práctica, o sea en la organización y la gestión de todas las instancias educativas. Los sistemas educativos actuales, nacidos como consecuencia de la industrialización, se encuentran organizados sobre la base de las definiciones de ciencia (conocimiento), de aprendizaje y de contenidos vigentes en el momento en que se generaron. Para cumplir con este objetivo se desarrollaron instituciones (las escuelas y los sistemas escolares) cuyos ejes organizadores son definiciones pedagógicas que postulan cómo garantizar que una serie de conocimientos válidos sean aprendidos por toda la población. La definición de estos supuestos es importante porque determina la forma concreta de organización de la propuesta de enseñanza, o sea los elementos materiales específicos que deben existir para que se lleve adelante el proceso de aprendizaje, y por lo tanto los insumos materiales y los recursos humanos para ello.
El conocimiento
Es la actividad humana que tiene como objetivo la descripción y explicación de los fenómenos de la realidad, con el fin de generar teoría que permita predecir su comportamiento. El conocimiento se orienta hacia la producción de teoría y por lo tanto el objetivo de la escuela será la adquisición de saberes que se definen fundamentalmente desde su dimensión teórica.
Un sistema educativo orientado hacia las necesidades del siglo XXI debe incorporar una definición de ciencia (conocimiento) que la entienda con el enfoque de Investigación y Desarrollo, o sea como la actividad humana que explica los diferentes campos de la realidad y genera teoría, tratando de producir cambios en ellos.
En este enfoque, el fin fundamental de la ciencia es operar sobre la realidad para transformarla; supone pasar de una actitud pasiva y contemplativa a una activa y de intervención sobre la realidad, en síntesis, conocimientos y competencias para el hacer.
El aprendizaje
Es la resultante de un proceso de estímulo-respuesta, en el que tiene un papel preponderante el esfuerzo individual, el estímulo de los textos y la acción de transmisión del docente sobre el alumno. Es decir, la relación docente-alumno debe ser directa, personal, y permanente. Un sistema educativo orientado hacia las necesidades del siglo XXI debe entender el aprendizaje como el resultado de la construcción activa del sujeto sobre el objeto de aprendizaje.
El aprendiz debe ser activo, desarrollar hipótesis propias acerca de cómo funciona el mundo y sus respuestas deben ponerse a prueba permanentemente. Supone la generación de operaciones mentales y procedimientos prácticos que permitan seguir aprendiendo solo, durante el tiempo de vida que está dentro del sistema educativo y también una vez que egresó del sistema educativo formal.
El maestro y el alumno exploran y aprenden juntos, pero que esta exploración y aprendizaje mutuo puede revestir diferentes formas, desde las más presénciales hasta las más remotas.
Los contenidos
Son elementos conceptuales de las disciplinas, que llegan a ser muchas veces sólo los datos descriptivos singulares (fechas, datos, nombres). Un sistema educativo orientado hacia las necesidades del siglo XXI debe incorporar una definición de contenido de la enseñanza "mucho más amplia de lo que es habitual en las discusiones pedagógicas. En realidad, los contenidos designan el conjunto de saberes o formas culturales cuya asimilación y apropiación por los alumnos y alumnas se considera esencial para su desarrollo y socialización." (9). O sea que la Universidad debe enseñar, por supuesto, todos los elementos conceptuales que el avance de la ciencia y las necesidades de resolver problemas determine pero, y con igual nivel de compromiso, es tarea del sistema escolar enseñar los procedimientos mentales que permitan actualizar los conceptos y aplicarlos a la realidad y las actitudes y valores que entran en juego cuando dicha aplicación tiene lugar.
Las opciones que se toman en torno a qué definición de conocimiento, de aprendizaje y de contenido es válida para una sociedad, determinan desde los planes de estudio hasta la forma organizativa y las prácticas cotidianas concretas del sistema educativo: qué se enseña y en qué contexto organizacional se enseña. Por esto una transformación educativa, para ser estructural, debe proponer cambios fuertes en estos tres aspectos y no atender única, o básicamente, a uno de ellos sin ocuparse de manera sustantiva de los demás.
3. Nivel organizacional: determina qué forma debe tener la organización concreta de la educación. Los contenidos científicos, los procedimientos, los valores, las actitudes, las normas, se aprenden a lo largo de todo el sistema educativo a través de la rutina diaria de la clase o del funcionamiento institucional que instituye normalidad, orden y disciplina.
Esta transmisión está relacionada con la manera en que se definen las opciones técnico-pedagógicas. La definición de conocimiento, de aprendizaje y de contenido que adopta un sistema educativo concreto, justifica sus modelos de organización y sus prácticas rutinarias así como la cultura institucional, tanto a nivel de aula, de la institución escolar, de la supervisión, o de la conducción nacional.
Entonces, la forma externa concreta del algún nivel del sistema educativo deberá ser diferente si se varían las definiciones técnico-pedagógicas. Consecuencias organizativas de la opción tradicional o clásica de definición de ciencia (conocimiento, saber) son, por ejemplo, la organización del aprendizaje centrado básicamente en textos y manuales o la decisión de resolver la relación educación-trabajo a través de la existencia de un tipo de escuelas (las técnicas), yuxtaponiendo a la oferta educativa clásica un complemento de práctica (el taller) cuya organización responde no a lógicas pedagógicas sino a lógicas empresariales.
Consecuencias organizativas de la opción tradicional o clásica de la definición de aprendizaje es la propuesta organizativa que predetermina la cantidad de alumnos por docente, suponiendo que un determinante absoluto de la calidad del proceso de enseñanza es el pequeño número de alumnos.
Por último, la educación no ha incorporado todavía la idea de reingeniería, es decir de repensar una organización en todas sus dimensiones para que cumpla mejor su función: brindar educación de mejor calidad, a más cantidad de gente, con menores costos.
En el campo de la salud, la meta para el nuevo siglo, pendiente del pasado, es la Salud para todos y en educación se repite la meta en el nuevo paradigma: EDUCACION PARA TODOS. Ambos campos se completan y se necesitan sin salud no se aprende y sin educación no hay salud y sin ambas resulta insuficiente la productividad.
Destacando el nuevo paradigma de las competencias conviene definirla como un saber hacer, con saber y con conciencia. El término competencia hace referencia a un conjunto de propiedades de cada uno de nosotros que se están modificando permanentemente y que tienen que someterse a la prueba de la resolución de problemas concretos, ya sea en la vida diaria o en situaciones de trabajo que encierran cierta incertidumbre y cierta complejidad técnica.
Las competencias como conjunto de propiedades inestables de las personas, que deben someterse a prueba permanentemente, se oponen a las calificaciones que se medían por un diploma y por la antigüedad en la tarea. Ser competente quiere decir saber hacer cosas, resolver situaciones complejas que requieren muchos conocimientos, teóricos y prácticos y mucha imaginación y creatividad.
La competencia tecnológica
El saber tecnológico es el centro de la nueva cultura de la sociedad del conocimiento. No se trata de tecnologías duras solamente, que pareciera que se oponen a la mirada clásica del humanismo. Se trata de una manera de pensar. Por esto, no se trata de despreciar o dejar de lado la cultura humanista, cuna de nuestra civilización, se trata de redefinirla teniendo en cuenta las necesidades de la nueva sociedad.
El pensamiento tecnológico supone modos específicos de operar de la mente. Tishman presenta un resumen interesante de sus características (10). Para este autor existen siete disposiciones del pensamiento tecnológico, cada una con sus propósitos y movimientos clave.
1. La disposición a ser amplio y aventurero
Propósito: ir más allá de lo obvio y hacia una concepción más rica de un tópico o hacia una serie más amplia de opiniones.
Movimientos clave: ser audaz; avanzar más allá de lo obvio; buscar otros puntos de vista; tener en cuenta lo opuesto, lo contrario; cuestionar los supuestos; explorar territorios nuevos, avanzar más allá de los límites.
2. La disposición a tener capacidad de asombro, a la búsqueda de problemas y a la investigación.
Propósito: encontrar y definir enigmas, misterios e inseguridades; estimular la capacidad de inquisición.
Movimientos clave: ser curioso; identificar problemas, preguntas y enigmas; buscar lo que está escondido, lo que falta; preguntarse sobre los temas profundos; hacer preguntas difíciles; identificar senderos intrigantes de investigación.
3. La disposición a construir explicaciones y comprensiones.
Propósito: construir comprensiones profundas de tópicos, ideas, objetos y eventos a través del uso activo del conocimiento.
Movimientos clave (3 áreas):
Area 1 – Describir y clasificar: descríbalo claramente; mire los detalles; identifique los diferentes aspectos o dimensiones; clarifique lo que es raro o poco claro.
Área 2 – Explicar y demostrar: explíquelo claramente; identifique los aspectos centrales; compárelo con otras cosas; identifique las causas; de un ejemplo.
Área 3 – Conectar e integrar: haga conexiones; encuentre conexiones con otras cosas que ya sabe; transfiera lo que ha aprendido a otros contextos; encuentre aplicaciones nuevas e inusuales a su conocimiento; pregunte qué puede hacer para llevar más allá su conocimiento.
4. La disposición a hacer planes y a ser estratégico.
Propósito: establecer estándares y metas y perseguirlas estratégicamente.
Movimientos clave: sea organizado; identifique metas; establezca estándares; pronostique, prevea, anticipe obstáculos; use estrategias de pensamiento.
5. La disposición a ser intelectualmente cuidadoso.
Propósito: hacer que el pensamiento se organice y enfoque en lo que es importante.
Movimientos clave: sea preciso; preste atención a los detalles importantes; haga listas, haga diagramas, use organizadores gráficos; sea meticuloso; prevea errores costosos.
6. La disposición a buscar y evaluar razones.
Propósito: explorar y evaluar las redes de razones que subyacen las creencias, las teorías y las acciones.
Movimientos clave: pregunte por qué; busque justificaciones, razones a favor y en contra; demande y provea pruebas; identifique las razones que cuentan más y las que cuentan menos; busque las consecuencias y las implicancias.
7. La disposición a ser metacognitivo.
Propósito: ser conciente del propio pensamiento, desarrollar y aplicar estándares a su pensamiento, ser responsable del la gestión y de la evaluación del propio pensamiento.
Movimientos clave: 2 áreas.
Área 1 – Describir el propio pensamiento: sea conciente de sí mismo; describa su pensamiento en dibujos y en palabras; note las regularidades y tendencias en su pensamiento y en su proceso de aprendizaje.
Área 2 – Evaluar el pensamiento: sea auto evaluativo; critique su propio pensamiento, identifique fortalezas y áreas de mejoramiento; aplique estándares a su pensamiento; desarrolle criterios para pensar correctamente.
El saber tecnológico dentro del sistema educativo no se agota con la necesaria introducción de las nuevas tecnologías de la información (NTI). No se trata de la vieja escuela con computadoras, ni del modelo clásico con un área que se llame educación tecnológica.
Se trata de un estilo de pensamiento supone modos específicos de operar de la mente y también modos de aprender. Es la base que redefine la manera de entender el aprendizaje en el paradigma clásico y también la base que hace posible el desarrollo de competencias.
Requiere, también, el desarrollo de adecuadas propuestas de enseñanza y de organización de la tarea de aprendizaje dentro y fuera de la escuela.
Calidad y costo en el nuevo paradigma de la educación
Una educación de calidad para todos es la condición para la sociedad competitiva para el Siglo XXI. Planteado así el problema, la situación es trágica porque cuando se quiere expandir y generalizar la educación y se miran los marcos presupuestarios de los países de la región latinoamericana encontramos que hay poca flexibilidad para llevar adelante estos propósitos y la Argentina no escapa de esta realidad.
Dar educación, del modo en que hoy se hace, es sumamente costoso. Nuestro sistema escolar se organizó en un momento histórico dado, en una sociedad con características concretas.
La organización clásica de los sistemas educativos supone poblaciones concentradas, con alta densidad demográfica. De hecho, en América Latina, ha funcionado más o menos bien (hasta donde pudo) en las zonas urbanizadas, con alta densidad de población, pero no ha sido lo mismo en las zonas de alta dispersión de población.
En América Latina donde los territorios son muy extensos y las comunicaciones bastante costosas, complejas y difíciles, la accesibilidad a los centros educativos se entorpece. Argentina también cumple con esta realidad.
Otra condición de la realidad latinoamericana es que la economía se caracteriza por profundos desequilibrios estructurales, donde no se paga la capacitación (ínfima diferencias salariales) y no se invierte en recursos humanos capacitados, aparatología, equipamientos, investigación destinada a la Educación y la ciudadanía no hace un reclamo directo y preciso sobre el este deber del Estado. Esto ocasiona desinterés y fuga de recursos humanos capacitados a otros países organizados donde reconocen y pagan la cuantificación del capital simbólico conocimientos-competencias.
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