4. – POBREZA FEMENINA
Conceptualmente la pobreza vista a la luz de los determinantes de género conforma una nueva perspectiva que gana importancia en los años 90 (Salles, 1994). Los estudios que se enmarcan en esta preocupación examinan las diferencias de género en los resultados y procesos generadores de pobreza, enfocándose en particular en las experiencias de las mujeres y preguntándose si ellas forman un contingente desproporcionado y creciente de los pobres. Este énfasis implica una perspectiva que resalta dos formas de asimetrías que se interceptan: género y clase (Kabeer, 1992).
Las autoras que se sitúan en esta óptica inquieren si las relaciones de género exacerban o neutralizan las desigualdades asociadas con la clase económica. Desde una perspectiva metodológica se cuestionan los supuestos convencionales en que se apoyan las medidas e indicadores de la pobreza. En particular se critica el supuesto de la naturaleza interna no diferenciada de los hogares que emerge en los trabajos que analizan la pobreza hogareña (Boserup, 1970; Sen, 1985; Kabeer, 1992; Blumerg, 1990; Salles y Tuirán, 1994)
En los trabajos examinados se enfatizan diferentes dimensiones consideradas útiles para estudiar la pobreza femenina a la luz de las asimetrías de género:
La división sexual del trabajo.
La capacitación y especialización en el trabajo.
Las recompensas del trabajo (salarios por ejemplo)
El acceso y utilización de recursos institucionales.
En estas mismas investigaciones se identifican una serie de mecanismos de causación circular que reproducen y agudizan la pobreza de la mujer, entre los cuales se puede mencionar de manera destacada la transmisión intergeneracional de la situación de privación y vulnerabilidad. Los estudios que constatan la existencia de desigualdades de género, particularmente los referidos al acceso y a la satisfacción de las necesidades básicas, permiten argumentar que "la pobreza femenina no puede ser comprendida bajo el mismo enfoque conceptual que el de la pobreza masculina" (Kabeer, 1992).
El tema se reitera en un documento del Fondo de Población de las Naciones Unidas[48]que expone:
La mayoría de las sociedades, aún consideran que las mujeres tienen menos valor que los hombres. Las mujeres, por lo general, tienen escasa o ninguna voz en la adopción de decisiones, dentro o fuera del hogar, a comenzar por una decisión de importancia crucial: cuáles han de ser el tamaño de su familia y el espaciamiento entre sus hijos. Además, las mujeres tienen menos acceso que los hombres a la educación, menos opciones ocupacionales y ganan menos por su trabajo.
Existen muchas mujeres pobres, trabajadoras sin especialización con escasas oportunidades de adelantar. Estas son víctimas de malos tratos y violencia. Las mujeres están poco representadas en órganos de adopción de decisiones, como parlamentos y ministerios.
El origen de las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y las niñas se encuentra a menudo en la familia, donde ellas aprenden inicialmente que las mujeres ocupan un lugar secundario con respecto al de los hombres. Este prejuicio queda reforzado con frecuencia por las costumbres, las doctrinas religiosas y la tradición y raramente se lo menciona en público, ni siquiera en reuniones internacionales."
El número de hogares encabezados por mujeres ha seguido aumentando en medio de importantes cambios demográficos, entre los que destacan la disminución de la tasa de fecundidad y la reducción del tamaño de los hogares.
Los hogares con jefatura femenina son mucho más frecuentes en los estratos más pobres de la población y las mujeres que los encabezan deben asumir múltiples responsabilidades y se ven sujetas a variadas presiones, lo que conspira contra el bienestar de los miembros de la familia. Los bajos ingresos y la mayor vulnerabilidad de los hogares encabezados por mujeres indican que éstos deben seguir siendo objeto preferente de las políticas sociales.
Ha aumentando aceleradamente la participación de las mujeres en la actividad económica. Su incorporación masiva al mercado laboral en las zonas urbanas ha sido notable, sobre todo en el caso de las mujeres del grupo de edad en que el cuidado de los niños exige mayor dedicación. Esto indica que seguirá aumentando la demanda de servicios de apoyo al hogar y apunta a la necesidad de incorporar consideraciones de género en las políticas laborales.
Los antecedentes anteriores nos llevan a conceptuar la pobreza femenina, como un fenómeno estructural que está presente en todas las sociedades del siglo XX. Aparece fuertemente asociada al rol construido culturalmente para las mujeres. El fenómeno presenta características diferenciadas de acuerdo a clases sociales. Además, la pobreza femenina tiene connotaciones particulares en los períodos de ajuste y crisis por las reducciones en los gastos sociales que estas llevan aparejadas.
El proceso de empobrecimiento de las mujeres ha dado lugar, recientemente, al concepto de feminización de la pobreza
POBREZA DESARROLLO Y GENERO
La pobreza vista en términos absolutos, imprime matices particulares a la relación pobreza-necesidades. Se considera un núcleo de necesidades absolutas que son irreductibles a comparaciones, ya que remiten a "la dignidad e igualdad esenciales del individuo considerado como ser humano" (UNESCO, 1991:). Vinculando la cuestión de las necesidades con las capacidades y con la de justicia, el logro de su satisfacción se enmarca en el ámbito de un campo de lucha por los derechos humanos.
El logro de justicia se ubica entonces, en el centro de los procesos de desarrollo que deben tender a satisfacer las necesidades humanas con diferentes satisfactores que pueden responder a ellas.
Si bien las mujeres constituyen la mitad de la población del mundo, en muchos países, carecen de los mismos derechos económicos, políticos y sociales que los hombres. En muchas comunidades, los llamados valores tradicionales y culturales se han utilizado para denegar a la mujer la igualdad en su condición de ser humano. La división sexual del trabajo, sus implicaciones económicas y psicoculturales, y la construcción cultural realizada en torno a ello, incide fuertemente en la pobreza de la mujer.
Lo que en los albores de la humanidad fue la gran riqueza de la especie, la capacidad de engendrar y reproducir biológica y socialmente a los seres humanos, se ha transformado con el correr de los siglos en formas de pobreza estructural para las mujeres, dadas las relaciones de poder y las formas de dominación socioeconómicas y culturales que se dan en nuestra sociedad. Tal situación genérica tiene una connotación particular para las mujeres de las que se preocupa esta investigación. Estas "nacen pobres, y viven pobres".
Si bien la pobreza es un tema de antigua data, presente en las agendas internacionales, no aparece enfocado desde una perspectiva de género, sino a partir de la década del 60 y con mayor fuerza a partir de los 90. Trabajar desde una perspectiva de género significa analizar los roles y relaciones que se dan entre hombres y mujeres.
Los aportes de género al análisis de la pobreza son sintetizados por Irma Arriagada[49]
a) Destacan la heterogeneidad de la pobreza, y, por tanto, aportan a su mejor comprensión y a un diseño más ajustado de las políticas para erradicarlas.
b) Permite una nueva mirada que relaciona el comportamiento de hombres y mujeres.
c) Mejora el análisis del hogar, destacando en especial las asimetrías de poder tanto de genero como de generación al interior de ellos.
d) Aporta una perspectiva multidimensional de la pobreza. Con el análisis de los múltiples roles desarrollados por hombres y mujeres
e) Permiten apreciar otras discriminaciones que se combinan con la de género, como las de edad y etnia."
f) Agregan una visión dinámica del fenómeno de la pobreza al mostrar sus cambios en el tiempo."
En esta síntesis de las contribuciones que aporta el enfoque de género, no aparece una discriminación que combinada con la de género, es de suma importancia para esta investigación. : La discriminación de clase.
Sí bien el concepto de género, la acción y propuesta de las mujeres ha sido un valioso aporte para visualizar formas de segregación y de exclusión social, ya existen voces de alerta para usar el concepto con mayor precisión considerando la interpelación con otras categorías sociales. Compartimos las afirmaciones de Virginia Vargas, feminista peruana que, plantea al respecto " las mujeres no podemos ser reducidas a nuestra condición de género, ni nuestra subjetividad está solamente perfilada por nuestra subordinación de género". Esta es una clara alusión a otras categorías que marcan nuestras relaciones sociales, como raza, clase social, cultura y edad.
La misma autora sostiene: "la categoría género se está utilizando en forma acrítica. Si bien es cierto, herramientas como intereses prácticos e intereses estratégicos, han sido útiles al movimiento para negociar y ganar espacios en la interlocución, se han venido instrumentalizando y perdiendo todo su potencial cuestionador y transformador. Progresivamente esta distinción analítica, se ha convertido en una suerte de verdad paradigmática que encasilla las mujeres en dos grandes sectores: Las mujeres de los sectores populares con intereses prácticos – mejora de sus condiciones materiales de vida – y las otras mujeres movidas por los intereses estratégicos – mejora en su posición como mujeres".[50]
El encasillamiento enunciado evidencia a una forma de dominación, basada en la información–educación. Que supone que unas hacen y se mueven en una esfera reducida y las otras piensan y se proyectan en una esfera global. Es pensar el universo de mujeres con la conocida segregación privado-público.
Olga Amparo Sánchez,[51] (feminista, líder reconocida del movimiento de mujeres y Primera Directora de la Dirección Nacional de Equidad de Colombia), también llama la atención al respecto: " Si la cuestión de las mujeres se diluye con el discurso del género, seguramente muchos hombres y muchas mujeres que no quieren cambiar situaciones de subordinación se sentirán nuevamente cómodos con el movimiento de mujeres, pues se engañarán creyendo que es posible construir una sociedad más justa, más democrática y con mayor equidad, sin tocar ni modificar las relaciones de poder entre hombres y mujeres". Sánchez enuncia el problema central en el mundo de hoy: las relaciones de poder en nuestras sociedades.
Las mujeres de nuestra investigación. Son mujeres de la clase trabajadora, excluidas del poder En Chile existen diferencias que se expresan en múltiples formas, ingreso, espacios trato, etc. Según cifras oficiales, que al dividir la población chilena en 10 grupos según sus ingresos, El 10% más rico recibe el 40,8% el producto PIB y el 10% más pobre solo el 1.7% del PIB. Las mujeres de PAC. se ubican en los deciles de los más pobres de esta estratificación.
El lenguaje cotidiano define su posición, suben a trabajar al barrio alto. El espacio es más que lo público y lo privado. No es solo espacio asignado a hombres y mujeres. Existe un espacio de ricos y pobres; dé individuos con poder, de individuos excluidos del poder.
Hombres y mujeres pobres suben hacinados en vehículos de la locomoción colectiva a trabajar arriba (al barrio alto).. Sube la familia pobre, pues los salarios de uno, ya sea hombre o mujer no les permiten vivir como seres humanos. No es lo mismo ser mujer del barrio alto o de los sectores periféricos de la Región Metropolitana.
Al considerar a las mujeres de esta investigación, sostenemos que la pobreza femenina no está relacionada al genero per se, sino que está definida, también, por la clase social. Del mismo modo que intelectuales negras cuestionan la idea de: «hermandad universal de mujeres» reclamando una lectura más fina desde su condición étnica. Debemos considerar la pertenencia de clase, para analizar las causas y la forma que adquiere la doble discriminación, genero y clase, a las mujeres pobres en Chile.
Enfatizamos que en la base de la posición de estas mujeres esta la falta de recursos económicos. En la actualidad los procesos económicos inciden fuertemente en la calidad de vida de los trabajadores chilenos. Supone esto, falta de recursos para una adecuada alimentación, falta de vivienda, salud, recreación, seguridad, etc. Carencias que son enfrentadas en las familias pobres, por, las mujeres con mayor fuerza y sacrificio. Estas son educadas para servir y cuidar a otros.
Estas mujeres sufren formas de pobreza que son analizadas certeramente por Jeanine Anderson.[52]
Esta investigadora menciona cinco tipos de pobreza: de tiempo, de trabajo, de vínculos sociales, estética y de seguridad
La Pobreza de tiempo. Se refiere al tiempo que las mujeres dedican al hogar. El trabajo del hogar, el espacio que se le asigna a la mujer significa una jornada ininterrumpida de constante y permanente preocupación. Que eleva la jornada diaria a más de 10 horas.
Anderson menciona estudios realizados en Estados Unidos que indican que el total de horas dedicadas a las reparaciones en el hogar, es casi equivalente al total de horas de trabajo por año, que contabiliza la industria de la construcción de ese país. El tiempo dedicado a la preparación de alimentos sobrepasa el total de las horas de trabajo de toda la industria manufacturera. Estos antecedentes dan cuenta del valor económico del trabajo hogareño Valor que en definitiva, significa un valor que el empleador no paga. Así, parte importante de la reproducción de la fuerza de trabajo la pagan las mujeres.
La pobreza por razones de sexo, menoscaba la igualdad de oportunidades laborales. La existencia de actitudes preconcebidas respecto del función de la mujer, hace que se le asigne la primera responsabilidad por el cuidado de los hijos, del hogar y de parientes ancianos o enfermos. Tales actitudes preconcebidas afectan las decisiones personales de familia y empleo. Actitudes influyen sobre las opiniones de empleadores y pares que gobiernan la movilidad de la mujer dentro de la fuerza laboral. Dado que tienden a trabajar dentro del hogar, las mujeres registran una menor tasa de actividad económica.
La educación diferenciada y la segregación ocupacional tienden a concentrar a la mujer en campos tales como el servicio domestico u otros, que parecen ser una extensión natural de su papel de esposa y madre. O en actividades precarias y flexibles: como las temporeras La mayor parte de las mujeres se desempeña en el sector informal de la economía, donde no cuentan con protección legal ni beneficios sociales. Así sustenta un tipo de economía que tiende a feminizar el desarrollo. Desarrollo cuyos costos pagan las mujeres y toda la familia trabajadora.
Buena parte de las situaciones de discriminación que enfrentan las mujeres tienen su origen en actitudes preconcebidas respecto de su papel. Los empleadores que tratan de justificar los menores sueldos de la mujer, argumentan que sus salarios sirven para complementar los del hombre, sostén principal de la familia. Para muchas empresas las leyes de fuero materno son un impedimento para contratar mujeres y pagarles el mismo sueldo que a un hombre
Carien Clert[53]analiza los factores utilizados para explicar la desventaja de la mujer y concluye que estos no han aportado suficientemente a la comprensión de la desventaja social femenina. Plantea que en los años 80, factores económicos sociales y políticos llevan a medir la pobreza en términos materiales. Conceptualización que no considera la pobreza como responsabilidad de determinados actores o mecanismos sociales; concepto influyente hasta hoy, usando el método de línea de pobreza, mantiene el tema de pobreza en la agenda publica, pero, no aporta a recoger el enfoque relacional de la perspectiva de género pues se centra en lo distributivo o individual
Luego las críticas de la UNICEF a los impactos de las políticas neoliberales, los grupos más afectados mujeres y niños son llamados "vulnerables", connotando el acceso desigual a los recursos dentro y fuera del hogar. La calificación de vulnerables lleva, a veces, a considerar a las mujeres como víctimas pasivas, legitimando políticas asistencialistas que empobrecen más a sujetos, que han mostrado ser capaces de luchar por la vida, si les otorgan el derecho a iguales oportunidades.
En los años 80 y en el marco de una fuerte emergencia del tema de los derechos humanos, surge el concepto de exclusión social. Su énfasis no esta sólo en los recursos materiales, sino también con las relaciones de la mujer con la familia, la comunidad y el Estado.
En el marco de lo aseverado por Clert, es pertinente indicar que los Estados Latinoamericanos, o de personeros al interior de ellos, intentando enfrentar el problema de la pobreza ha formulado diversas estrategias o enfoques:
ENFOQUE DE BIENESTAR
Basado en la consideración de que las mujeres son receptoras pasivas del desarrollo y que la maternidad y la crianza de los hijos es su función más importante. Esta política pública se impulsó en las décadas del 40 al 60, bajo el modelo económico desarrollista que predominaba en la época.
Se dio en esos años, énfasis a programas de nutrición materno-infantil, y en la década de los 60 dan prioridad a la planificación familiar, no como un derecho de la persona a controlar su fecundidad, sino como un medio para frenar el crecimiento de la población y por lo tanto la pobreza.
La mirada del Estado frente a las mujeres esta estrategia, se centró en considerarlas "población pobre", destacando su función meramente reproductiva y de responsabilidad en la familia. A partir de este enfoque, en el marco de los programas de nutrición materno-infantil, se promovieron políticas de mejoramiento del hogar para las mujeres campesinas, producción de alimentos y planificación familiar, con un marcado énfasis asistencialista.
Este enfoque homogeniza a las mujeres y diseña políticas, desconociendo sus diversidades socioeconómicas, de clase, etnia y cultura. El análisis se centra más en la esfera productiva, ignorando la esfera de la reproducción social, que determina, en gran medida, la condición de las mujeres y las relaciones de poder existentes entre los géneros.
Implicaciones de este enfoque: el problema son las mujeres, más no la falta de recursos. La solución al problema de la pobreza está en manos de las mujeres. Se mantiene la condición subordinada y se profundiza la dependencia.
Aún se sigue impulsado, en algunos países porque implica menos costos, no amenaza el Estado actual, es políticamente neutro y se supone de fácil administración. De la crítica al enfoque de Bienestar surge una nueva forma para enfocar la pobreza: Equidad,
EL ENFOQUE DE EQUIDAD
Reconoce la participación de las mujeres en el desarrollo y da importancia especial a la independencia económica de la mujer. Es decir, si la mujer trabaja y gana un salario estaría en igualdad de condiciones con el varón. Bajo esta concepción las mujeres aparecen de nuevo como la población más pobre y responsables del bienestar de la familia, con una particularidad frente a los enfoques anteriores: ellas son actrices económicas en sus hogares.
Este reconocimiento se debe, en parte, al surgimiento de los movimientos sociales de mujeres, en la búsqueda de nuevos espacios de participación. Estos están orientados a la reivindicación de derechos políticos, al cuestionamiento del orden patriarcal, de las prácticas androcéntrica en el ejercicio del poder, a las nuevas maneras de construir y transformar los paradigmas tradicionales de la masculinidad y la feminidad.
La estrategia asumida por este enfoque consistió en fomentar los programas de empleo para las mujeres y reducir paralelamente la fertilidad Es importante señalar que cuando la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos, creó el enfoque MED – Mujer en el Desarrollo- sus argumentos fueron, de un lado, que el modelo de desarrollo capitalista impuesto en el Tercer Mundo había potenciado la desigualdad y de otro, que es falso que modernización sea equivalente a igualdad. Su intervención produjo en 1973 la Enmienda Percy al Acta de Ayuda Extranjera de USA, cuyo planteamiento central era que los programas de cooperación extranjera deberían promover a las mujeres en las economías nacionales.
En 1975 se hizo la declaratoria de la Década Internacional de la Mujer (1975 – 1985) en donde se impulsó la reflexión relativa a la participación de la mujer en el desarrollo, sus aportes en la generación de alternativas a la violencia y en la construcción de procesos democráticos.
Este enfoque se desarrolló en el Plan de Acción Mundial aprobado en Méjico, para la Década de la Mujer. La mayoría de las Agencias para el Desarrollo se mostraron hostiles ante los Programas de Equidad, por considerarlos una exportación feminista del mundo desarrollado, que era considerado de poca importancia para las mujeres del Tercer Mundo.
En este enfoque, se sigue desconociendo la división sexual del trabajo y las relaciones de poder al interior de la familia, al no tomar en cuenta las limitaciones culturales de las mujeres para poder competir en igualdad de condiciones que los hombres.
Se sigue aplicando, ya que esta en la línea de la tesis cepaliana de "crecimiento con equidad".No obstante estas criticas el enfoque de equidad permitió el surgimiento de otros que se aproximan más a un enfoque relacional de genero: Antipobreza, Eficiencia y Empoderamiento.
Todas estas propuestas surgieron en la misma época y se les asimila a diversas variantes dentro del enfoque MED. Si bien estos enfoques no cuestionaban el modelo de desarrollo vigente, se planteaba un papel diferente para el Estado, en un proceso de cambio planificado. A éste le correspondía impulsar cambios en el acceso a los recursos, impulsar reformas institucionales y definir los grupos vulnerables, en quienes debía centrarse la acción del Estado
ENFOQUE ANTIPOBREZA:
A raíz del choque y lucha iniciado por el enfoque de equidad, terminando la Década del Desarrollo surgió el segundo enfoque MED. El Banco Mundial, expresó su preocupación por la redistribución del crecimiento y la erradicación de la pobreza, mediante la estrategia de atención a necesidades básicas: salud, alimentación, educación, derechos humanos.
Se identificó a la mujer como el grupo más pobre y se le reconoció el papel que cumple en la satisfacción de las necesidades básicas del grupo familiar. La pobreza existente de manera diferencial entre hombres y mujeres, no tiene que ver en este enfoque con la subordinación, sino con la falta de recursos y en ningún momento se considera que la misma se origina, en buena medida, por la falta de acceso a los recursos y por el machismo que genera discriminación sexual en el mercado laboral.
La estrategia de este enfoque consistió en fomentar los programas de empleo para las mujeres. En él se sigue desconociendo la división sexual del trabajo y las relaciones de poder al interior de la familia, al no tomar en cuenta las limitaciones culturales de las mujeres para poder competir en igualdad de condiciones que los hombres.
ENFOQUE DE EFICIENCIA.
La recesión mundial a finales de los años70, cuyo impacto se extiende durante toda la década del 80, llevó al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional a implementar las políticas conocidas como ajuste estructural, con el fin de mejorar las tasas de crecimiento económico. Este enfoque fue impulsado por las Agencias de Desarrollo. Se les reconoce a las mujeres su gran capacidad de entrega, su sacrificio y solidaridad para dar todo de sí.
En el marco de estas políticas de ajuste se producen las siguientes situaciones:
Se apela al espíritu de sacrificio femenino y así los recortes en los gastos sociales, asumidos por los gobiernos, son amortiguados con trabajo no pagado, realizado por las mujeres
Impulsar a las mujeres para la generación de estrategias de supervivencia, para el cuidado de los niños, enfermos y ancianos, para el procesamiento de alimentos y provisión de combustibles. Este enfoque afecta la calidad de vida de las mujeres, porque a su trabajo y roles reproductivos, se le suman los roles productivos y comunales, generando una sobrecarga de trabajo, el aumento de la violencia intrafamiliar y el incremento de los hogares con jefatura femenina.
Al reconocer el impacto de esta política, se impulsaron programas compensatorios como "Desarrollo con Rostro Humano" y "Capitalismo Social", por parte de UNICEF, que apuntaban a dar respuesta a la falta de compromiso de los gobiernos para reducir la pobreza e incluir a las mujeres en los procesos de planeación nacional y en las estrategias macroeconómicas.
El énfasis de este enfoque es la búsqueda del desarrollo; se pretende insertar, a las mujeres, en el desarrollo tal y como está planteado en las políticas de ajuste y estabilización económica, diseñadas por el Fondo Monetario Internacional. El ajuste plantea, como uno de sus objetivos, restaurar el equilibrio de la balanza de pagos, incrementar las exportaciones y restaurar los índices de crecimiento. Esto se logrará, entre otras vías, con incrementos en la productividad y la eficiencia y son estos propósitos los que enmarcan los programas de la mujer
En definitiva;: solo logra satisfacer algunas necesidades prácticas de género, invirtiendo muchas horas de trabajo no remunerado, lo que ha significado el traslado de costos de la economía remunerada a la no remunerada. Este enfoque es muy popular entre las Agencias de Desarrollo e instituciones gubernamentales que fomentan el desarrollo sin comprometer mayormente, las políticas sociales del Estado.
ENFOQUE DE EMPODERAMIENTO.
Una evaluación critica a los distintos enfoques que los gobiernos han implementado para superar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible ha hecho emerger en los últimos años una perspectiva que considera como central el problema del poder. Se cuestiona desde lo económico, el postulado de que el desarrollo favorece a hombres y mujeres por igual. A su vez, cuestiona la validez de los roles que socialmente se han asignado a hombres y a mujeres a partir de sus atributos biológicos. Hace énfasis en la organización de las mujeres y en el reconocimiento de su triple rol: En la producción, en la reproducción y en el trabajo comunitario. Con base en este reconocimiento, las mujeres deben elevar su conciencia, valoración y capacidad de negociar con el Estado.
Este enfoque no es reciente; desde mediados de la década del 80 se ha hecho popular el término en el campo del desarrollo; vino a reemplazar conceptos como bienestar, participación comunitaria, concientización, alivio de la pobreza, como términos que se referían a metas de desarrollo.
El término empoderamiento significa "dar poder" y "conceder a alguien el ejercicio del poder". Este enfoque rescata las experiencias vividas por las mujeres organizadas del Tercer Mundo. Mujeres que libraron sus luchas vinculadas a las propuestas sociales de la época, a veces en un contexto de regímenes dictatoriales; esta lucha aparece como una estrategia impulsada por el movimiento social de mujeres del Sur, que querían avanzar en el cambio de sus vidas y generar un proceso de transformación de las estructuras sociales.
Este enfoque tiene expresión en Chile: Las mujeres durante la dictadura "salen a la calle" y crean organizaciones realizando múltiples acciones de micro política que las transforman en protagonistas
La otra expresión de este enfoque es lograr poner en la agenda de los partidos, del gobierno y de las organizaciones el tema de género y los problemas específicos y particulares asociados al concepto. Plantea la persistencia de la subordinación de las mujeres en las actuales relaciones entre hombres y mujeres y señala cómo la vivencia de ésta, es diferente de acuerdo a la clase, raza, edad e historia colonial de cada país (en el caso de los países del Tercer Mundo).
El concepto de empoderamiento se remonta a la interacción entre el feminismo y el concepto de educación popular, desarrollado en América Latina en los años 70. Es nítido el pensamiento de Freire desde el punto de vista de considerar la educación como una acción política. transformadora. "Mujeres y hombres, somos los únicos seres que social e históricamente nos volvemos capaces de aprehender. Por eso, somos los únicos para quienes aprender es una aventura creadora, algo, por lo mismo mucho más rico que la mera repetición de la lección dada. Aprender para nosotros es construir, reconstruir, constatar para cambiar, lo que no se hace sin apertura al riesgo y a la aventura del espíritu[54]
La teoría de la concientización, de Freire, ignoró la perspectiva de género; sin embargo, avanzó, al plantear la necesidad de ampliar los mecanismos de participación en las instituciones y en la sociedad, como exigencia para la creación de un sistema más democrático y equitativo.
Las metas de las educadoras populares se definieron en los siguientes términos: Tomar, de una forma no ambigua, el punto de vista de las mujeres. Demostrar a las mujeres y a los hombres cómo se construye socialmente el género e indicar que puede ser cambiado… Visualizar por medio de las experiencias de los participantes, cómo las mujeres y los hombres son construidos como tales, por medio de la clase, la raza, la religión, la cultura, etc. Investigar cualitativamente cómo la clase (casta), la raza y el género se interrelacionan; con el fin de profundizar en el conocimiento colectivo acerca de estas relaciones. Construir una visión colectiva y alternativa de las relaciones de género.
Lo fundamental de esta estrategia es que plantea respuestas para satisfacer las necesidades básicas de las mujeres, al tiempo que se genera un fortalecimiento dentro de su condición de mujer y sus necesidades estratégicas.
A la teoría sobre el empoderamiento contribuyó, en gran medida, la tesis desarrollada por Foucault[55]que mostró cómo se manifiesta el poder y cómo está presente en todos los niveles de la vida social, con una visión multidimensional que supera las explicaciones dualistas, dicotómicas o binarias. Este autor planteó la noción de poder como proceso, lo que permite mirar el empoderamiento y el desempoderamiento, no como opuestos, sino como caras de una misma moneda.
La perspectiva de género no se centra en la mujer en sí misma; pretende indagar por qué a ella se le han asignado sistemáticamente roles inferiores y secundarios. Cuestiona, además, la construcción social de las relaciones entre hombres y mujeres, como fundamental en la identificación de las relaciones desiguales. Igualmente, considera la generación de poder desde el punto de vista de desarrollar capacidad en la toma de decisiones y marcar e incidir en los procesos de desarrollo,
Además, polemiza en torno a los fundamentos de la equidad social (poder), lo cual supone una transformación estructural y un claro compromiso del Estado, que debe jugar un rol central en la superación de la inequidad de las mujeres. El concepto empoderamiento representa un desafío a las relaciones de poder existentes y busca obtener mayor control sobre las fuentes de poder. Conduce a lograr autonomía individual, a estimular la resistencia, la organización colectiva y la protesta, mediante la movilización.
En suma, los procesos de empoderamiento son, para las mujeres, un desafío a la cultura androcéntrica, con miras a transformar las estructuras que refuerzan la discriminación de género y la desigualdad social. El empoderamiento, por tanto, se entiende como un proceso de superación de la desigualdad de género.
. El empoderamiento es diferente para cada individuo o grupo según su vida, contexto e historia y según la localización de la subordinación en lo personal, familiar, comunitario, nacional, regional y global. Desde esta mirada, se da prioridad a las organizaciones de mujeres que privilegian la no-jerarquización, la pluralidad, la organización abierta, en redes. Así mismo, este enfoque plantea propósitos de orden social global y propósitos individuales, que tiene más que ver con las transformaciones en las subjetividades femeninas y masculinas. Entre los propósitos de orden social global, está el logro de una sociedad alternativa e igualitaria desde el punto de vista de clase, género y raza, que fue lo expresado en la IV Conferencia Mundial de Beijing, cuyos objetivos fueron la igualdad, el desarrollo y la paz.
El enfoque de empoderamiento supone cambios en la ley, nuevos términos para el ejercicio del derecho al trabajo, acceso igualitario a la justicia y a los beneficios del desarrollo y reapropiación del cuerpo.
La liberación de la opresión de género, conlleva la liberación de otras opresiones, lo que supone procesos largos que requieren cambios políticos, sociales económicos y culturales, como es el cambio de mentalidad en hombres y mujeres, para asumir con justicia los roles productivos y la reproducción social de la especie. El empoderamiento de las mujeres supone la redistribución del poder.
Este enfoque, que desafía todas las formas de poder, ha desarrollado excelentes metodología de análisis y de trabajo y goza de acogida por parte de varias ONG y algunos organismos internacionales como UNICEF. Pero, debe indicarse que aún no es parte del discurso de poder vigente en Chile. En nuestro país es hegemónico el enfoque de equidad-
Actualmente, es cada vez mayor el número de mujeres que se esfuerzan por lograr su propia potenciación. Pero no pueden lograrlo por sí mismas. Es imprescindible contar con el apoyo de los hombres. Sin este apoyo, es poco probable que los esfuerzos por mejorar la condición de la mujer tengan éxito. Dado que en la mayor parte del mundo, los hombres son quienes tienen poder para influir sobre el pensamiento social, corresponde a los hombres un papel fundamental que desempeñar a la hora de eliminar las desigualdades entre ellos y las mujeres.
LA POBREZA TIENE CARA DE MUJER
De acuerdo con la Cepal, Naciones Unidas la Ong Medicus Mundi: La situación de pobreza se acentúa en el caso de las mujeres, que constituyen el 70% del total de pobres que existen actualmente. Las mujeres trabajan más que los hombres, pero cobran menos. La economía informal las prefiere porque protestan poco y trabajan mucho. Trabajan más horas que los hombres en casi todos los países. De la carga total de trabajo, remunerado y no remunerado, un promedio del 53 % corresponde a las mujeres en los países en desarrollo (en los países industrializados es del 51 %), según el Informe sobre el Desarrollo Humano 1995 de Naciones Unidas. Pese a ello, su trabajo no está valorado ya que habitualmente se realiza en la esfera doméstica por lo que resulta difícil atribuirle un valor monetario real.
La maternidad no es aún para ellas un milagro de vida, sino una pesadilla de muerte. Cada vez estudian más, pero las aulas no se han transformado aún, en su caso, en el trampolín que impulse su igualdad con los hombres. Esta es, en síntesis, la situación actual bajo la que viven, o sobreviven, las mujeres del Tercer Mundo, que aspiran a la igualdad, en el contexto de la situación económica de sus países y sus acondicionamientos sociales, culturales y religiosos.
La presente investigación, asumiendo el impacto diferenciado de la pobreza en hombres y mujeres, como se evidencia en las cifras, pretende revisar la, pobreza asociada al modelo vigente desde la percepción de las propias mujeres pobres. La revisión se centrara en dos ámbitos de análisis la familia y el mercado.
La entendemos como el conjunto de significados que mujeres pobres le atribuyen a su situación de pobreza. Investigar la percepción de la pobreza,, nos sitúa en un plano que asume la totalidad del sujeto, su mundo privado, su experiencia vital y el mundo público; la sociedad que lo contiene.
Al respecto desde la práctica de historiadora, Gabriela Cano, comenta: "Los testimonios orales y subjetivos son claves para desentrañar la compleja relación entre el proceso social y la vida individual en un momento histórico determinado." [56]
El relato de vida o biografIa
Estos testimonios orales y subjetivos, se obtienen mediante biografías consideradas por Szczepanski como". : La representación de la participación del actor en una situación social específica y su personal concepción de dicha participación."[57]
Corresponde a un proceso de constitución cultural que el actor o la actriz realiza desde el presente reconstruyendo el pasado. De este modo, le atribuye diversos significados a sus vivencias, en conformidad a esquemas culturales a partir de los cuales elabora contenidos, y rememora "hechos". Esto es resultado de una experiencia, donde se interrelacionan la memoria individual con representaciones colectivas, y las vivencias pasadas, con circunstancias presentes.
La experiencia, en la definición del historiador inglés E.P. Thompson es "La respuesta mental y emocional de sujetos históricos individuales o colectivos ante los acontecimientos". Las experiencias narradas aparecen entonces como capaz de recoger la multiplicidad de expresiones de la vida humana
El recoger las experiencias nos ubica ante las posibilidades de aportar a la transformación de los sujetos. Las respuestas, el darse cuenta ya expresa un cambio. Las experiencias de vida nos permite leer los modos en que los individuos se explican a sí mismos, a los demás y a los acontecimientos macrosociales. De ese proceso de construcción cultural resulta un criterio de "verdad" acerca de la realidad social, ni más ni menos válido que el entregado en historias oficiales.
Lo anterior nos sitúa en el plano de la interrelación biografía personal e historia social Franco Ferrarotti nos entrega soportes teóricos al método de biografías: El carácter sintético del relato de vida y la posibilidad de leer una sociedad a través de la biografía.
LA CULTURA
En la perspectiva de la descripción densa,[58] consideramos la cultura, como un concepto semíótico. (Geertz, 1992). El análisis de la cultura ha de ser por lo tanto no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Fijar lo dicho en el hablar, buscando las estructuras de significación de los fenómenos sociales. Escribir o inscribir la significación del suceso del habla no el hecho en sí.
La significación nos permitirá hacer emergen la construcción cultural de mujeres populares acerca de la pobreza, la implementación del modelo económico y el impacto de este en sus vidas.
Lo previamente expuesto nos sitúa en una perspectiva constructivita. En esta línea pensadores, tales como Berger y Lukmann,[59] conciben la realidad social como la creación de la producción social del ser humano. Desde la premisa de que es la actividad humana y las relaciones sociales que se generan a partir de ella, las que constituyen el mundo social; deducimos que el mundo en que vivimos es un mundo intersubjetivo, de significados compartidos con otros, lo cual hace a la auto producción humana una empresa social con un constante interactuar dialéctico de momentos de externalización, objetivación e internalización. De tal modo, que el ser humano será constructor y artificio en una doble relación de agente y paciente simultáneamente. Dicha empresa se erigirá sobre la base del flujo constante de símbolos significativos compartidos.
POBREZA EN CHILE
. El Estado chileno ha tenido, en distintos períodos históricos, énfasis diferentes con relación a las políticas sociales, es decir, con relación al fenómeno de la pobreza en el país.
1. – El Estado de Bienestar, desde 1938 a 1973, asume un papel creciente en el financiamiento y la producción directa de programas sociales. Además, opera a través de políticas de empleo y de fijación de precios a bienes y servicios básicos y al final del período con políticas de apoyo a la organización vecinal y comunitaria urbana y campesina. En términos generales corresponde a un tipo de "Estado Benefactor".
El Régimen de la Unidad Popular, que asume en 1970, intenta realizar transformaciones significativas que se tradujeran en transferencias del poder-económico, social y político. Dicho proceso afecta las reglas tradicionales del juego político y genera una sorda y radicalizada lucha en favor o en contra de las transformaciones. El presidente constitucional Salvador Allende G. es derrocado en una cruenta acción armada el 11 de septiembre de 1973
2. – El período 1973-1990 se puede caracterizar como "Estado Subsidiario". Organizado de acuerdo a la filosofía neoliberal: El Estado se reduce y el mercado asume las decisiones sobre asignación de recursos y la provisión de servicios.
El objetivo prioritario en lo social se define como "erradicar la extrema pobreza". En la segunda mitad de los 70, se inicia una política sistemática de focalización, se traspasa la gestión de los servicios sociales a instancias descentralizadas y al sector privado, promoviendo formas de asignación de recursos que privilegian la demanda y que estimulan la competencia entre los servicios.
Tales medidas se dieron en el marco de un gobierno autoritario que ejerció un fuerte control sobre las organizaciones y la expresión colectiva de las demandas sociales. El resultado de políticas económicas y sociales aplicadas durante este período, derivaron en un aumento de los niveles de pobreza y en una mayor concentración del ingreso en los estratos socio- económicos altos El Estado cambia su rol en este período, exigido por la implementación en el campo económico del modelo neoliberal, lo que significo profundas transformaciones en el ámbito social a causa de la brusca disminución del gasto público. Las transformaciones corresponden al cambio del modelo de desarrollo hacía adentro, de "sustitución de importaciones", que se venía implementando desde 1938; por el modelo de desarrollo signado en lo económico por un enfoque neoliberal y en lo político por un gobierno autoritario. Se reemplaza el anterior" Estado de Bienestar" por un "Estado subsidiario".
La reducción del gasto social obedeció tanto a objetivos de corto plazo, como de largo plazo. Por un lado, la política antiinflacionaria se basó en una fuerte reducción del gasto del gobierno y por otro, la estrategia de desarrollo de largo plazo estableció como pilar fundamental al sector privado, forzando una reducción del tamaño del Estado. Otro cambio sustancial, se llevó a cabo en los distintos servicios sociales, en el sentido de otorgar una mayor participación al sector privado y en el esfuerzo por introducir al mercado como mecanismo de racionamiento y disciplinamiento.
3. -Actualmente se implementa una modalidad de desarrollo conocida como "crecimiento con equidad", que intenta enfatizar en la inversión en las personas en sus capacidades individuales y colectivas para insertarse en el Mercado y contribuir al desarrollo económico
En Chile la pobreza parece ser un rasgo distintivo de nuestra identidad. Desde nuestros orígenes fuimos una de las colonias más pobres de América. Pero, al lado de las mayorías pobres siempre hubo minorías opulentas". [60]
En el marco de un discurso del orden, de la autoridad, del derecho y de la democracia como discurso institucional de unidad nacional tendiente a fortalecer el Estado. Los pobres han resultado una realidad incomoda y cuya existencia no ha sido siempre reconocida. Hoy en condiciones de crecimiento económico, El informe de Panorama social de CEPAL,1997, declaraba que en Chile " no obstante los avances en el combate a la pobreza, la distribución del ingreso ha opuesto una férrea rigidez al cambio, sin haberse conseguido aminorar los altos niveles de concentración". La relación de
Participación en los ingresos del 10% más alto, respecto del 40% más bajo, es de 3 a 1. Ello
configura una situación más regresiva que la de otros países latinoamericanos, tales como
Argentina, Costa Rica, Jamaica o Uruguay.[61]
Con respecto al tema, dice el Presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Benito Baranda, la reducción de la pobreza hace mucho que está estancada, no sólo por la crisis económica del 98 sino porque no se cuenta con un Programa de Superación de este problema y se continúa trabajando con estándares atrasados. Por otra parte, opina , el país no puede continuar con políticas sociales que provienen de finales de la década de los 50, porque Chile ha cambiado sustancialmente. "Se han seguido repitiendo políticas que no son las que hoy día requieren las personas que viven en condiciones de marginalidad social o pobreza material", destaca. Enfatiza que esta reforma debiera haberse hecho, tal como sucedió en otros países, en la década pasada, en un buen periodo económico. Señala que se requieren nuevos instrumentos para evaluar la pobreza material en la que viven las personas. Esto significa modificar sustancialmente lo que es la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen).
"Los parámetros que toma la Casen son de 1986 y las necesidades que tiene una persona que vive en marginalidad ahora son diferentes a las de esa época", enfatiza. A su juicio, Chile debiera apuntar a fijar una línea de pobreza móvil, como lo hace EE.UU., que es con relación a su desarrollo. Esto significa definir con cuánto tiene que vivir una familia actualmente, e ir modificándolo cada dos años porque el costo de la vida va cambiando o las necesidades son distintas. "Si nosotros lo hiciéramos de acuerdo al desarrollo como en EE.UU., tendríamos al 60% de personas en pobreza", afirma Baranda. La Fundación sugirió nuevos instrumentos para la medición de pobreza y un programa de "Mínimos Sociales" que fueron entregados en noviembre del año pasado, en la campaña. presidencial[62]
1.- pobreza y distribucion del ingreso
CUADRON°1 Evolución De La Pobreza e Indigencia 1987-1996
1987 | 1990 | 1992 | 1994* | 1996 | ||||
Hogares | ||||||||
Indigentes | 13.5 | 11.6 | 7.2 | 6.2 | 4.9 | |||
Pobres no indigentes | 24.5 | 22.9 | 20.6 | 17.0 | 14.8 | |||
Total Pobres | 38.0 | 34.5 | 27.8 | 23.2 | 19.7 | |||
Población | ||||||||
Indigentes | 17.4 | 12.9 | 8.8 | 7.6 | 5.8 | |||
Pobres no indigentes | 27.7 | 25.7 | 23.8 | 19.9 | 17.4 | |||
Total Pobres | 45.1 | 38.6 | 32.6 | 27.5 | 23.2 |
Fuente: MIDEPLAN, Encuestas CASEN 1987, 1990, 1992, 1994 y 1996.
Cuadro 2
Distribución Del Ingreso De Los Hogares Según Quintiles 1965 –1994.
Quintiles | 1965 | 1970 | 1975 | 1980 | 1987 | 1990 | 1992 | 1994 | 1996 | |
I | 4,0 | 3,8 | 4,2 | 4,6 | 4,5 | 4,6 | 4,9 | 4,6 | 4,1 | |
II | 8,0 | 7,1 | 8,4 | 9,0 | 8,2 | 8,6 | 8,7 | 8,5 | 8,2 | |
III | 12,8 | 11,3 | 12,9 | 12,7 | 12,1 | 12,5 | 12,4 | 12,3 | 11,9 | |
IV | 19,6 | 19,3 | 20,6 | 18,7 | 19,0 | 18,4 | 18,5 | 18,4 | 19,1 | |
V | 55,6 | 58,5 | 54,0 | 55,0 | 56,3 | 55,9 | 55,6 | 56,3 | 56,7 |
Fuente: Datos 1965 – 1980, Banco Central, sobre Encuestas de Empleo de la U. De Chile, Gran Santiago.
De acuerdo con las cifras de la (CASEN "96) se constata una reducción importante de la pobreza en el país. Las cifras muestran que la población bajo la línea de pobreza se redujo desde un 27,5% en 1994 a un 23,2% en 1996,61 y la indigencia, que corresponde a aquellas personas cuya situación es más crítica, lo hizo desde un 7,6% a un 5,8% en el mismo período. Estos resultados pueden considerarse positivos y atribuibles principalmente al crecimiento económico sostenido que se ha registrado en el último tiempo en el país, que ha permitido mayores y mejores oportunidades de empleo a muchas personas y con ello, un mayor bienestar económico.
Junto con estos resultados se han entregado las últimas cifras de la distribución del ingreso en el país que no presenta variaciones significativas en los últimos años. Al considerar las cifras se hace evidente que reducir la pobreza material y distribuir el ingreso son problemas distintos. En el Cuadro 2 se muestra la evolución de la distribución del ingreso en Chile, concluyéndose que se ha mantenido estable durante los últimos 30 años, período que se ha caracterizado por la aplicación de políticas sociales de la más variada índole en el país, las que no han tenido un gran impacto en términos distributivos.
Los antecedentes indican que mientras en 1990 el 39,2 % de los ingresos -de hogares urbanos- se lo llevó el 10 % más rico del país, en 1994 este mismo grupo socioeconómico aumentó su participación a un 40,3 %. Según la Encuesta CASEN, de 1998, la pobreza ha disminuido a la mitad desde 1990 y casi no presenta diferencias por sexo. En 1994 el 27% de los hombres se encontraba en situación de pobreza, en 1998 el porcentaje era de 21,5%, mientras que los porcentajes de las mujeres eran de 28% en 1994 y 21,9% en 1998. La disminución de la indigencia ha tenido un ritmo más lento, bajando de cifras en torno al 7% a cifras cercanas al 5%.
Las Cifras oficiales, no dan cuenta de una pobreza oculta, que emerge, ocasionalmente en la prensa En la municipalidad de Providencia, los consultorios del municipio entregaron 1.629 tarjetas de gratuidad y en lo que va corrido del 2000 ya se han distribuido 373[63]
Cifras para medir pobreza La línea de pobreza es a noviembre de 1998 $28.750 y la línea de indigencia es $12 875[64]
Entre 1996 y 1998 se mantiene la reducción en los niveles de pobreza en los hogares, aunque a un ritmo menor al del resto de la década, mientras que los niveles de indigencia permanecieron relativamente inalterados. La reducción del porcentaje de hogares en situación de pobreza e indigencia fue mayor en las zonas rurales que en las urbanas.[65] [66]
La situación de pobreza, producto de la globalización, preocupa a ya a funcionarios del FMI Michel Camdessus, ex-director del FMI, reflexiono: "Es verdad que si hay un peligro capaz de hacer estallar este sistema, es la pobreza y las diferencias enormes entre pobre y ricos que ha generado"[67] .
2. -POBREZA FEMENINA
De acuerdo con el último censo realizado en el país (1992). Las mujeres constituyen el 50,65% de la población total (6.795 millones sobre 13.348 millones).[68]. El 84% de los hogares sin parejas (469 mil) tiene como jefa a una mujer. Los hogares unipersonales son el 9% del total: el 45% son mujeres solas y el 55% son hombres solos.
Al igual que en el resto de la región, paulatinamente ha ido creciendo el número de hogares con jefatura femenina: en 1970, era un 20,3%, en 1982, 21,6% y en 1992, el 25,3%. [69]Las mujeres representan el 31,9% de la fuerza de trabajo en el ámbito nacional, pero solamente reciben el 25.1% de los ingresos generados en el país, en contraste con la relación positiva de los hombres que participan en un 68% en el mercado laboral, pero reciben el 74,9% de los ingresos.[70]
La indigencia y la pobreza afecta en mayor grado a las zonas rurales y a las mujeres. En Chile existen más de dos millones 700 mil mujeres en situación de pobreza. En las zonas urbanas el porcentaje de indigencia femenino es levemente superior que el de los hombres. En tanto que en las zonas rurales es mayor el porcentaje tanto de pobreza como de indigencia.. Sobre la base de la encuesta Casen 1992, se puede calcular que la indigencia ataca en 0,5 puntos más a la mujer con 9,2% (628,411 mujeres) que a los hombres 8,7% (571.536 hombres).
A escala nacional se ha producido un notable cambio en la composición de la Fuerza de Trabajo producido por la incorporación de la mujer al mercado del trabajo. En este sentido aumentó la tasa de participación por género desde el 30,5% al 33,7%, mientras que la tasa de participación masculina se mantuvo en torno al 76,2%.
Este cambio en la composición por género de la fuerza de trabajo involucra principalmente a las mujeres mayores de 24 años. Esto podría tener su explicación en el bajo nivel de remuneraciones observado en el mismo período, ya que la mujer en Chile recibe salarios más bajos que el hombre por el mismo trabajo; un 45,5% de los ocupados recibe menos del doble del salario mínimo requerido. Están en o bajo de la línea de pobreza, según INE, (1994).
Según MIDEPLAN[71]: "Una de las variables centrales para caracterizar la situación de los hogares del país según sexo de la jefatura de hogar es la variable ingresos del hogar". Ese mismo organismo comenta que para el total de los hogares, el ingreso promedio autónomo de los hogares con jefatura masculina es 1,5 veces el ingreso de hogares con jefatura femenina,
El proceso de empobrecimiento de las mujeres o feminización de la pobreza se profundiza, al existir este rasgo cultural de pagar menos a las mujeres. Esto indica que en esta materia no se ha roto el patrón cultural de pagar más al hombre por ser "el proveedor la casa" Pero los tiempos han cambiado. El aumento paulatino de las jefaturas de hogar femeninas, la discriminación salarial y empleo con relación a las mujeres cuestionan, profundamente, no sólo la responsabilidad paternal sino que también la aplicación de un modelo socioeconómico excluyente y discriminador.
Esta discriminación que se hace evidente en el siguiente cuadro, hace que la mujer tenga mayores dificultades para superar la pobreza.
Cuadro N° 3
Tasa de desocupación por sexo, según quintil de ingreso autónomo64
Per cápita del hogar1998***(en porcentaje)
Quintil de ingreso | Hombre | Mujer | Total |
I | 24,4 | 36,2 | 27,7 |
II | 9,3 | 15,1 | 11,2 |
III | 6,4 | 9,8 | 7,6 |
IV | 4,2 | 6,6 | 5,1 |
V | 9,1 | 11,7 | 2,8 |
Total | 9.1 | 11,7 | 10,0 |
*noviembre 1998
**Se excluye el servicio domestico puertas adentro y su núcleo familiar
*** Cifras preliminares
Fuente: Mideplan CASEN 1998
El cuadro muestra que la tasa de desocupación de la mujer es mayor que la del hombre en todos los quintiles.
Hoy en día, aproximadamente el 23% de los hogares está encabezado por mujeres; el 42,3% de estos hogares corresponden a familias extensas, el 31,9% a familias nucleares monoparentales y el 17,9% a hogares unipersonales. Cerca del 43,09% de estas mujeres tienen entre 60 años y más y son viudas.
Aun cuando el 52,3% de las mujeres jefas de hogar se declaran inactivas, cerca de un tercio de ellas aporta la mitad o más del ingreso familiar total, lo que corresponde a ingresos de pensiones, rentas o trabajos informales. Las jefas de hogar ocupadas se desempeñan fundamentalmente en el sector comercio y en servicios comunales, sociales y personales. El 81,3% de los jefes de hogar hombres ocupados tienen contrato versus el 69,2% de las jefas de hogar ocupadas. [72]
El ingreso promedio de los hogares encabezados por mujeres alcanza $335.754, mientras que los hogares encabezados por hombres alcanzan un ingreso promedio de $505.282. Es decir, el ingreso autónomo promedio de los hogares encabezados por un hombre e 1,5 veces el mismo de los hogares encabezados por una mujer. El 8,1% de los hogares con jefatura femenina recibe pensiones asistenciales, mientras que en los hogares con jefatura masculina este porcentaje es de 5,2%. En 1998 la tasa de desocupación nacional es de 9,9%, para las mujeres esa tasa se eleva al 11,3%. [73]
La pobreza se expresa no sólo en el ingreso, sino también en la satisfacción de necesidades básicas como educación, salud, vivienda, etc. y en la calidad de vida; además en las oportunidades de acceso al empleo La pobreza es experimentada en forma diferente por hombres y mujeres según muestran las cifras, entregadas por organismos gubernamentales, que denotan una discriminación de las mujeres con relación a los hombres. El proceso de empobrecimiento femenino se acentúa al disminuir la presencia del Estado y los sistemas de seguridad social.
LA COMUNA DE PEDRO AGUIRRE CERDA
1. Historia Comuna.65
La comuna de Pedro Aguirre Cerda constituida el 2 de julio de 1991, surge de sectores que conforman las comunas de San Miguel, La Cisterna y Santiago. Estos sectores compuestos por grupos sociales en su gran mayoría pertenecientes a los sectores populares dan identidad a barrios calificados como "bravos" o "peligrosos".
La historia de estos asentamientos urbanos se remonta al momento en que las tierras eran usadas para pastoreo y vías de comunicación entre comunidades pichunches de Santiago y otras ubicadas al sur del valle del Mapocho.
Tal condición no oscurece la participación de este sector en la lucha por la independencia. Mientras él ejercito realista acampo en las casas de la Hacienda Lo Espejo. San Martín y el Ejercito patriota lo hacia en la casa patronal de la viña Ochagavia (hoy, sede de la municipalidad de Pedro Aguirre Cerda). En la batalla de Maipú, no solo participa el ejercito sino, que también hombres, mujeres y jóvenes del pueblo, armados de corvos y puñales y de sus gritos que aportan a la gesta libertaria al igual que el guerrillero Manuel Rodríguez con sus Husares de la muerte.
Durante la Colonia y el siglo pasado estos son los bordes donde se asienta el "bajo pueblo" "la ciudad de afuera" que ubica a sus habitantes en una marginalidad originaria. Lentamente, y gracias a la temprana iniciativa de Bernardo O"Higgins, que posibilita que en 1920 el río Maipo vacíe sus aguas en el Mapocho y se construyera el Zanjón de la Aguada, Surgen en Los Llanos del Maipo, chacras y extensiones de producciones agrícola y viñas, en cuyas cercanías se instalan los primeros migrantes que se asientan. a mediados del siglo XIX, en sus rancherios del Zanjón de la Aguada, y en el populoso barrio Matadero.
Al inicio del nuevo siglo surgen las primeras poblaciones obreras, los conventillos, y la expresión urbana de la "cuestión social" las organizaciones de arrendatarios y el inicio de la lucha por la "habitación popular"
Los habitantes del Santiago de fines del cincuenta elaboran múltiples formas para satisfacer necesidades básicas tales como la vivienda. Inician así una serie de tomas de terrenos. Uno de los hitos más relevante en este proceso fue la Toma de terreno que dio origen, en 1957, a la población "La Victoria".
LEGISLACION COMUNAL
Los cambios jurídicos relativos a lo comunal alcanzan su mayor expresión en la Constitución de 1980 y en la Ley Orgánica Constitucional Municipal de marzo de 1988.Esta última entiende por Municipalidad: .. "Corporaciones de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propios encargados de la administración de cada comuna o agrupación de comunas que determine la Ley, destinadas a satisfacer las necesidades de la comunidad local y asegurar su participación en el progreso económico, social y cultural de la comuna…" La Municipalidad, dueña de personalidad jurídica propia, constituye un ente diferente al Estado, en condiciones de funcionar formalmente como ente descentralizado y de ejercer competencias propias.
Con el advenimiento del gobierno democrático en Chile, el 12 de noviembre de 1991, se promulga la reforma de la Constitución Política, mediante la Ley 19097, conforme a la cual se reformó la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, mediante la Ley 19130 del 19 de marzo de 1992. Posteriormente, se aprobó la Ley Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, promulgada el 11 de noviembre del mismo año. En virtud de estas normas, el 28 de junio de 1992 se eligieron los concejos municipales y el 3 de abril de 1993 se eligen, indirectamente, los consejeros regionales.
La comuna de Pedro Aguirre Cerda se crea, como dijimos anteriormente, como unidad administrativa en 1991,rasgo central de su carácter comunal es su función residencial. Es una de las "comunas dormitorios" de la región metropolitana. Su territorio desprendido de tres comunas constituye una suerte de patio trasero de estas; con áreas económicamente deprimidas.
El origen de su población data de 1949, fruto de un asentamiento rural, sin condiciones previas de urbanización y con un bajo nivel de instalaciones de infraestructura.
La antigüedad de su asentamiento marca a sus habitantes con una memoria colectiva común. Tienen grados relativamente altos de organización, estos están, actualmente cruzados por los impactos de un modelo económico que alienta los valores del individualismo y la competencia, unidos a la situación de desesperanza y frustración de una población que de acuerdo al informe de MIDEPLAN, 1995, tiene altas cifras de pobreza material
MIDEPLAN de acuerdo a datos de la Casen 1994, ubica a PAC en el primer lugar de pobreza de las comunas de la zona sur de la región metropolitana, con un 82,7%, 41.140 pobres de los cuales 9860 son indigentes. Los rangos de mayor pobreza corresponden a los siguientes grupos: niños de 0 a 14 años, un 43,1%; los jóvenes, un 30,9%; los adultos mayores al 21,6% y las mujeres jefas de hogar al 21,6%. En la actualidad, la comuna, aparece en el lugar N° 88 de IDH, de Mideplan. En tanto que La Cisterna ocupa el lugar 19, San Miguel el 24 y el Bosque el 87.[74]En la comuna existen también, otros tipos de pobreza no recogidos en las cifras y datos agregado
ANTECEDENTES DE LA COMUNA P.A.C-
I. MARCO FISICO:
La comuna de Pedro Aguirre Cerda (PAC) está ubicada al Sur Poniente de la Región Metropolitana
Sur : Avenida Lo Ovalle
Norte: Avenida Isabel Riquelme.
Oeste: Avenida Los Cerrillos
Este : Avenida José Joaquín Prieto
II.- ANTECEDENTES DEMOGRAFICOS PAC
Total Población 130.441 habitantes
Mujeres: 67.834 52%
Hombres: 62607 47,99%
1. – FISICOS Y DEMOGRAFICOS | COMUNA | REGION | ||
Superficie total Km.2 | 8,6 | 15.348,8 | ||
Superficie urbana Km.2 | 8,6 | 599,6 | ||
Superficie rural Km.2 | 0 | 14749,2 | ||
Población 1970 | 141.592 | 3.153.775 | ||
Población 1982 | 145.207 | 4.318.097 | ||
Población 1992 | 130.441 | 5.257.693 | ||
Densidad urbana bruta | 143.480 | 95.692 | ||
Población masculina 1992 | 62.607 | 2.523.377 | ||
Población femenina 1992 | 67.834 | 2.734.560 | ||
Tasa natalidad 1933 (0/00 | 18.1 | 20,9 | ||
Tasa mortalidad general 1993 | 5,6 | 5 |
Fuente INE y SEREMI de Salud
.2.ANTECEDENTES DE POBREZApac | COMUNA | REGION | ||
Población pobre 1992* | 49.128 | 1.373.295 | ||
Población pobre 1994 | 41.140 | 1.142.822 | ||
Población indigente 1992* | 13.248 | 315.156 | ||
Población indigente 1994 | 9.860 | 263.628 | ||
% de variación Pob. Pobre 92/94 | -16.259 | -16,782 | ||
% Pob. Pobre c/r a Pob. Total 1994 | 32,7 | 20,9 | ||
% de indigentesc/r a Pob.total 1994 | 7,8 | 4,8 | ||
Total de hogares 1994 | 31.110 | 1.394.937 | ||
Hogares pobres 1994 | 8.160 | 249.297 | ||
Hogares indigentes 1994 | 2.040 | 57.895 | ||
Personas por hogar 1994 | ||||
Pobres | 5 | 4,6 | ||
No pobres | 3,7 | |||
Total | 4 | 3,9 |
Fuente Casen 1992-1994
*Corregida en 1994 según nueva serie de ingresos familiares.1986-1994; estimada por el Banco Central.
3.SALUD | COMUNA | REGION | |||
Tasa mortalidad infantil 1993 | 16,20 | 11,40 | |||
Distribución de la población en el Sistema Nacional de Salud . 1994. (%) | |||||
Sistema Público (Fonasa) | 67,3 | 53,9 | |||
Sistema Privado (Isapre) | 23.3 | 32,3 | |||
Otros (FFAA. , Particulares y otros) | 9,5 | 13,8 | |||
N° de establecimientos de salud | |||||
Hospitales | 0 | 28 | |||
Consultorios generales | 3 | 114 |
Fuente Seremi Salud. Casen 94
En menores de 6 años bajo control
4 EDUCACION | COMUNA | REGIÓN | |||
Matricula Municipal 1994 | 8340 | 755.544 | |||
Matricula Particular Suv. Y Corporaciones Privadas 1994. | 9.583 | 481.802 | |||
Matricula particular pagada 1993 | 0 | 145.251 | |||
Tasa de Analfabetismo 1994 (%) | 4.6 | 2,6 | |||
Escolaridad Media de la Pob. (15 años o más).1994 | 8.3 | 10,0 | |||
Municipal | 61.0 | 63,7 | |||
Particulares Subvencionados | 59,4 | 70,1 | |||
Particulares pagados | 0 | 71.7 |
Fuente. Ministerio de Educación. Seremi de Educación. Casen 94.
7.SERVICIOSCOMUNITARIOS | COMUNA | ||
Consult. Jurídico (Corp de Asist. Judicial | 1 | ||
Centro de Atención de Menores (SENAME) | 0 | ||
Casa de la Mujer | 1 | ||
Casa de la Juventud | 1 | ||
Centro de Discapacitados | 1 | ||
Centro Comunitario. de Salud Familiar y Mental | 1 |
Unidades VecinalesPACC | 45 | |
Juntas de Vecinos | 45 | |
Socios | 27.058 | |
Centros de Madres | 54 | |
Socios | 1.080 | |
Clubes Deportivos | 140 | |
Socios | 1.400 | |
Comités de Allegados | 28 | |
Inscritos | 41 | |
Grupos Juveniles | 22 | |
Inscritos | 5.724 | |
Centros culturales | s/i. |
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