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Efectos nocivos del clorhidrato de coca y la disforia sexual pornográfica (página 9)


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Una sociedad estable tiene más posibilidades de tener constituidas redes sociales que faciliten el acceso al soporte social. Influencias desestabilizadoras, como un alto índice de desempleo, planes de reubicación de viviendas a gran escala o una rápida urbanización, pueden dar lugar a una desorganización grave de las redes sociales. En tales circunstancias, la acción destinada a promover la salud se podría centrar en apoyar el restablecimiento de redes sociales. Se pueden generar redes sociales en base a muy diferentes criterios. Por ejemplo: a) coincidencia de objetivos: de organizaciones y personas que, aunque no estén en una misma localidad, pueden compartir información, recursos, criterios, etc; cercanía local: en una misma comunidad tiene que desarrollarse la voluntad de colaboración con personas y organizaciones que, aunque no actúen en el mismo ámbito, puedan encontrar coincidencias que permitan afianzar un trabajo comunitario; redes naturales: que se pueden dar en una localidad, por amistad, por historia, etc., y que permiten establecer cauces de colaboración espontáneos.

Resulta evidente que a los métodos tradicionales de comunicación y coordinación que permiten el establecimiento de redes (reuniones, revistas, encuentros, etc.) hay que añadir internet como una herramienta esencial para la creación de redes virtuales.

Basado en: OMS, 1999, UNDCP, 2000; y Alonso, Cembranos et al., 2001.

Reducción de daños. En el contexto del alcohol y otras drogas, la reducción de daños se refiere a las políticas o programas que se dirigen a reducir las consecuencias negativas resultantes del consumo de alcohol u otras drogas, tanto sobre el individuo como sobre la comunidad en general, sin requerir necesariamente la abstinencia. Algunas estrategias de reducción de daños diseñadas para lograr un uso más seguro de las drogas podrían, sin embargo, preceder a intervenciones posteriores para lograr la abstinencia total.

Son ejemplos de reducción de daños el intercambio de jeringuillas para reducir el hábito de compartir material de inyección entre los usuarios de drogas por vía parenteral, o el uso de vasos inastillables para reducir las heridas durante las peleas en los bares.

El término reducción de daños empieza a ser utilizado más ampliamente a partir de los intentos de detener la extensión del HIV, proporcionando material de inyección estéril a los usuarios de drogas por vía parenteral en los primeros años de la década de los 80.

Las estrategias de reducción de daños pueden ser usadas para lograr un menor riesgo en el uso de drogas como un paso intermedio en el proceso hacia el logro de una abstinencia total, si bien el grado en que se trata de evitar la continuación del uso de drogas es diferente en función de la filosofía del programa. Generalmente, la reducción de daños supone establecer una jerarquía de conductas de riesgo e implica también que los individuos y las comunidades trabajen para encontrar una posición en esa jerarquía que sea aceptable para ellos. La definición de reducción de daños en sentido amplio permite que los programas orientados a la abstinencia puedan ser considerados como reductores del daño si se dirigen a la reducción de los daños en lugar de sólo reducir el uso, y si no son coercitivos o punitivos en su planteamiento. La reducción de daños como

tal es neutral en relación a la moralidad de continuar consumiendo drogas o a la forma de enjuiciarlo y no debe ser considerado como un movimiento para legalizar, descriminalizar o promover el uso de drogas.

Adaptado de: UNDCP, 2000.

Ver: Reducción de riesgos; Consumo más seguro; Intercambio de jeringuillas.

Reducción de la demanda. Las convenciones internacionales para el control de drogas usan este término en relación con el intento de disminuir la demanda de sustancias controladas por parte de los consumidores. Las estrategias de reducción de la demanda contrastan con las estrategias que intentan reducir la oferta, aunque en la práctica la reducción de la oferta y la demanda pueden ser complementarias.

Generalmente el éxito de la reducción de la demanda se mide por la reducción de la prevalencia de uso, por Ej. por una mayor abstinencia, y por lo tanto su impacto es distinto al de la reducción de daños.

Tal como es definida por la UNDCP, la reducción de la demanda es un término amplio usado para un conjunto de políticas y programas que buscan una reducción del deseo de obtener y usar drogas ilegales, incluyéndose en este tipo de estrategias los programas preventivos o educativos para disuadir a los usuarios, o potenciales usuarios, de experimentar con drogas ilegales o continuar usándolas, los programas de sustitución (por Ej., metadona), los programas de tratamiento dirigidos principalmente a facilitar la abstinencia, la reducción en la frecuencia o las dosis usadas, los programas que ofrecen educación o tratamiento como alternativas a la prisión, las políticas amplias de carácter social para reducir la influencia de los factores que contribuyen al uso de drogas tales como el paro, la marginación o el abandono escolar.

En la práctica preventiva, las estrategias de reducción de la demanda incluyen todo tipo de programas y actuaciones destinados a minimizar la influencia de los factores de riesgo de consumo o a maximizar la influencia de los factores de protección, no sólo de drogas ilegales sino también legales, reservándose otros términos más vinculados al tratamiento para las acciones dirigidas a los drogodependientes.

Basado en: UNDCP, 2000.

Ver: Prevención.

Reducción de la oferta. Tal como es definida por la UNDCP, la reducción de la oferta es un término amplio usado para un conjunto de actividades diseñadas para detener la producción,

manufactura y distribución de drogas ilegales. La producción puede ser restringida a través de la erradicación de cultivos o a través de grandes programas de desarrollo de alternativas. La producción (manufactura ilícita) es atacada directamente a través de la supresión de laboratorios ilegales y/o el control de los precursores químicos, mientras que la distribución es reducida a través de policía y aduanas, y en algunos países mediante operaciones militares. El control de la oferta es un término usado a menudo para referirse a las actividades policiales y aduaneras.

En la práctica preventiva, este término se amplía también a la oferta de drogas legales, incluyendo medidas que suelen ser de carácter legal y que regulan aspectos como la venta de alcohol o tabaco a menores, la publicidad de estas drogas, los horarios de venta, los establecimientos autorizados para la misma, etc..

Basado en: UNDCP, 2000.

Ver: Estrategias de prevención.

Reducción de riesgos. Describe políticas o programas que se centran en promover la disminución del riesgo de daño por consumo de alcohol o de otras drogas. Las estrategias de reducción de riesgos tienen algunas ventajas en el sentido de que las conductas de riesgo son normalmente más inmediatas y más fáciles de medir objetivamente que los daños, particularmente cuando éstos presentan baja prevalencia. Por ejemplo, podría ser más práctico medir la reducción de la conducta de compartir material para la inyección que un índice de daño como la incidencia del HIV.

Tomado de: UNDCP, 2000.

Ver: Conducta de riesgo; Reducción de daños; Consumo más seguro.

Reforzamiento (Refuerzo). Todo acontecimiento que sigue a una conducta (u otro tipo de respuesta) y modifica la probabilidad de repetición de la misma. Existen dos formas fundamentales de reforzamiento:

– Reforzamiento positivo: si en una situación determinada un sujeto hace algo que se sigue de un reforzador positivo, entonces es más probable que el sujeto haga lo mismo cuando se encuentre en una situación similar. Un reforzador positivo es sinónimo de recompensa y se refiere a cualquier evento que, cuando se presenta inmediatamente después de una conducta, aumenta la frecuencia de dicha conducta.

-Reforzamiento negativo: es el incremento de la frecuencia de una respuesta por la terminación de un estímulo aversivo inmediatamente después de que se ejecute la respuesta.

Se ha demostrado que los efectos inmediatos de la mayoría de las drogas tienen una acción reforzadora positiva tanto en humanos como en diferentes animales de experimentación.

Con la administración continuada y el establecimiento de la dependencia se ponen en marcha diferentes mecanismos neurobiológicos que contribuirían a que la auto-administración de drogas se mantenga, al menos en gran parte, como resultado de un proceso de reforzamiento negativo en el drogodependiente trata de evitar las manifestaciones desagradables que produce la abstinencia.

Adaptado de: Olivares y Méndez, 1999; Koob, Sanna y Bloom, 1998.

Registro. En epidemiología, archivo de datos relativos a todos los casos de una determinada

enfermedad o de otro proceso de importancia para la salud, en una población definida, de modo que los casos puedan relacionarse con una población base. Con esta información se pueden calcular las tasas de incidencia. Ejemplos de registros tenemos los de nacimientos y muertes, registros de cáncer, de gemelos, de malformaciones congénitas, etc.

Adaptado de: Last, 1989.

Regresión. En estadística, es sinónimo de Análisis de Regresión.

Tomado de: Last, 1989.

Ver: Análisis de regresión.

Regresión lineal. Análisis de regresión de los datos mediante la utilización de modelos lineales.

Adaptado de: Last, 1989; y Domènech i Massons, 1982.

Relación Coste-Beneficio. Relación entre el valor actual de los beneficios medibles derivados de una intervención y el valor de los costes derivados de la misma. El cálculo de esta relación se utiliza en evaluación económica para determinar la viabilidad o el éxito económico de una intervención o programa.

Tomado de: Last, 1989.

Ver: Análisis coste-beneficio.

Relación Dosis-Respuesta. Relación entre una causa y su efecto en la que un cambio en la cantidad, intensidad o duración de la exposición a la causa se asocia a otro cambio, ya sea aumento o disminución, en el efecto. Se considera uno de los criterios de causalidad.

Adaptado de: Last, 1989.

Replicaciones del programa. Número de veces que el programa ha sido usado y evaluado en un ámbito determinado.

Basado en: CSAP, 2000.

Resiliencia. La resiliencia es un proceso que implica una compensación de los factores de protección frente a los factores de riesgo, y una acumulación gradual de fuerza emocional que permite a los niños responder con éxito a los cambios en sus familias, escuelas y comunidades.

Puede definirse como la capacidad para reponerse después de acontecimientos vitales traumáticos (Ej., muerte de un pariente, divorcio, abusos sexuales, quedarse en la calle o sufrir una catástrofe) y otros tipos de adversidad, para lograr una eventual restauración o mejora del funcionamiento competente o de la capacidad para resistir el estrés crónico (Ej., pobreza extrema, padres alcohólicos, enfermedad crónica, o violencia en el hogar o en el barrio) y para mantener un funcionamiento competente a pesar del mantenimiento de las condiciones de vida adversas o estresantes.

Es un anglicismo procedente del término "resilience". Por ello se propone el término "adaptación

positiva" para sustituirle ya que, ante situaciones que suponen una acumulación de factores de riesgo, algunas personas se adaptan a las mismas implicándose en conductas negativas para el individuo o para la sociedad, tales como conducta violenta o delictiva, consumo de drogas, etc. (lo cual podría definirse como "adaptación negativa"), mientras que otras son capaces de adaptarse de forma positiva, desarrollando formas de conducta que favorecen el desarrollo del individuo y del grupo al que pertenece. Decimos que estas últimas personas tienen una elevada capacidad de "adaptación positiva".

Este concepto trata de explicar por qué una parte de los niños en situación de alto riesgo llega a convertirse en adultos competentes, confiados y cuidadosos, señalando que estos niños comparten determinadas características de personalidad: competencia social, estrategias para solucionar problemas, conciencia crítica, autonomía y creen en un brillante futuro. También comparten factores ambientales como una relación de apoyo con otras personas, altas expectativas en su familia y su comunidad y oportunidades para participar en conductas con gran significado.

Los factores que contribuyen a la resiliencia en los jóvenes son:

– Una fuerte relación con los padres o los adultos que se encargan de su cuidado, los cuales les proporcionan un entorno educativo desde sus primeros años y de forma constante.

– Sentimientos de éxito y sensación de tener una capacidad que le permiten poder decir que hace algo bien y poder mantener un sentimiento de respeto hacia sí mismo.

– Fuertes recursos internos y externos tales como buena salud física, autoestima, sentido del humor y una red de apoyo que incluye la familia, la escuela y la comunidad.

– Habilidades sociales, incluyendo buenas habilidades para comunicarse y negociar, así como habilidades para tomar decisiones y para rechazar actividades que pueden ser peligrosas.

– Estrategias de pensamiento y de solución de problemas capaces de generar alternativas y solucionar problemas.

– Esperanza en que las ventajas de otras personas pueden ser superadas con perseverancia y trabajo duro.

– Superar situaciones estresantes previas, de manera que cada vez que un joven supera una dificultad, la experiencia le ayuda a afrontar las siguientes dificultades.

Algunos autores utilizan la expresión "factores de resiliencia" como sinónimo de factores de protección.

Basado en: CSAP, 2001a; Shene, 1999, cit. por Ballard, 2002; CSAP, 1993; Hazelden, 1996, cit

por CSAP, 2000.

Ver: Factores de protección; Modelo de la Conducta Problema o de Riesgo.

Resolución de problemas (Problem solving). La resolución de problemas es una técnica de intervención psicológica integrada por una serie de pasos de aplicación secuencial que tienen por objetivo ayudar a que las personas resuelvan adecuadamente cualquier tipo de problema (cotidiano, interpersonal o clínico), minimizando al máximo el estrés y las reacciones emocionales negativas que impiden normalmente la solución exitosa de problemas.

El procedimiento básico consta de 5 fases o etapas:

– Orientación general hacia el problema: se pretende que el sujeto reconozca el hecho de que los problemas forman parte de la vida diaria y de que es posible hacerles frente de forma eficaz. Asimismo, en esta primera fase, el sujeto debe reconocer las situaciones problemáticas e inhibir y reducir los pensamientos negativos que dificulten el proceso de resolución de problemas.

– Definición y formulación del problema: los objetivos de esta fase son que el sujeto clarifique la naturaleza del problema, establezca una meta realista de solución de problemas y reevalúe la importancia del problema para su bienestar personal y social.

– Generación de soluciones alternativas: el propósito de esta fase es tener tantas soluciones alternativas como sea posible, para maximizar la probabilidad de que la mejor solución esté entre ellas. Pueden surgir algunas dificultades relacionadas con la capacidad para generar soluciones alternativas para las que puede ser útil utilizar técnicas como la tormenta de ideas.

Toma de decisiones: el objetivo de esta fase es evaluar (comparando y juzgando) las alternativas de solución disponibles, seleccionado la mejor para ponerla en práctica en la situación problemática. Para cada solución pueden

estimarse los costos y beneficios, a corto y largo plazo, y se selecciona la solución o combinación de soluciones con mejor utilidad esperada.

– Puesta en práctica y verificación de la solución: en esta fase se evalúa el resultado de la solución y se verifica la efectividad de la solución escogida en la situación problemática de la vida real.

Adaptado de: Labrador, Cruzado y Muñoz, 1995

Resultados. Cambios observados en las mediciones estudiadas. Posibles consecuencias que se derivan de cualquier tipo de intervención. Impacto o modificación registrado en un indicador determinado (Ej.: el estado de salud, el consumo de drogas, la actitud o los conocimientos de un individuo o un grupo de población con relación a las drogas, etc.), como consecuencia de la aplicación sobre el mismo de una intervención socio-sanitaria.

También se aplica para definir la combinación de un producto ofertado (bien o servicio) y la evaluación cualitativa (o utilitaria) que del mismo hacen los usuarios.

Adaptado de: Last, 1989; Rubio Cebrián, 1995; y CSAP, 2001a.

Resultados del programa. Son los cambios medibles en la vida de la población destinataria, ya sean características y habilidades personales o normas y acciones sociales o prácticas de comportamiento, producidos como consecuencia del programa.

Adaptado de: Alvira Martín, 2000.

Resultados esperados. Las consecuencias y resultados generales que se esperan de las intervenciones o programas.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Resultados finales. Conclusiones inferidas a partir de los cambios observados entre las mediciones de un suceso o valor de las variables medidas en la línea de base y las mediciones

realizadas con los mismos instrumentos al final de la intervención.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Resultados inmediatos. El cambio inicial en una secuencia esperada de cambios que ocurren como resultado de la implementación de un programa.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Resultados intermedios. En una secuencia esperada de cambios que ocurren en un programa con base científica, son los cambios que se miden cuando se termina un programa.

Dependiendo de la teoría de cambios que se utilice en la intervención, un resultado intermedio en una intervención puede ser en otra intervención un resultado inmediato o final.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Revisión por pares (Peer review). Proceso de revisión en el que se examinan propuestas de investigación, manuscritos enviados para su publicación en revistas científicas y resúmenes remitidos para presentar en reuniones científicas. En esta revisión, dos o más profesionales del mismo campo juzgan los méritos científicos y técnicos que concurren en el trabajo presentado. La valoración final depende pues de más de una valoración. A veces se denomina también "revisión por expertos".

Basado en: Last, 1989.

Riesgo. Probabilidad de que ocurra un hecho, por ejemplo, desarrollar algún problema relacionado con el uso de drogas, dentro de un período de tiempo o edad determinados.

Asimismo, término no técnico que comprende diversas medidas acerca de la probabilidad de un desenlace desfavorable. Contingencia a la que está expuesta una actividad de no alcanzar los resultados previstos a causa de la disponibilidad de una información incompleta.

Adaptado de: Last, 1989.

Ver: Probabilidad.

Riesgo atribuible. Tasa de una enfermedad, o de otro tipo de problema, en individuos expuestos a sufrir dicho problema, que puede atribuirse a dicha exposición. Diferencia entre las tasas de incidencia en los expuestos y en los no expuestos, suponiendo que el resto de las variables ejercen el mismo efecto en ambos grupos. Permite apreciar mejor las consecuencias cuantitativas de la exposición al factor de riesgo para el conjunto de la población afectada.

Adaptado de: Last, 1989; y MachMahon y Pugh, 1978.

Riesgo relativo. Es la razón entre la incidencia de una enfermedad o problema socio-sanitario, en un grupo expuesto a un factor de riesgo y la incidencia de la enfermedad o problema en el grupo no expuesto a ese factor. Indica la probabilidad de que una enfermedad o problema socio-sanitario se desarrolle en el grupo expuesto en relación con el grupo no expuesto.

Un riesgo relativo de 1 indica que no existe relación entre el factor de estudio y la enfermedad o problema socio-sanitario estudiado. Si es significativamente mayor que 1, existe una asociación positiva y si es significativamente menor que 1, la asociación es negativa.

Adaptado de: Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994; y de Last, 1989.

Salud. La constitución de la OMS de 1948 define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia.

Dentro del contexto de la promoción de la salud, la salud ha sido considerada no como un estado abstracto, sino como un medio para llegar a un fin, como un recurso que permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente gratificante y productiva.

De acuerdo con el concepto de la salud como derecho humano fundamental, la Carta de Ottawa (Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, OMS, Ginebra, 1986) destaca la existencia de determinadas condiciones previas para la salud, las cuales incluyen la paz, disponer de alimentos y recursos económicos adecuados, de vivienda, de un ecosistema estable y un uso sostenible de los recursos. El reconocimiento de estas condiciones pone de manifiesto la estrecha relación que existe entre las condiciones sociales y económicas, el entorno físico, los estilos de vida individuales y la salud.

Tomado de: OMS, 1999.

Ver: Promoción de la Salud.

Salud comunitaria

Ver: Salud Pública.

Salud Pública. La Salud Pública es una de las estrategias organizadas por la sociedad para proteger, promover y recuperar la salud de los individuos que integran dicha sociedad.

Combina ciencias, técnicas y creencias, dirigidas a la promoción, al mantenimiento y la mejoría de la salud y la calidad de vida de las personas, a través de la actuación política.

La llamada "nueva salud pública", se basa en una comprensión global de las formas en que los estilos de vida y las condiciones de vida determinan el estado de salud y en un reconocimiento de la necesidad de movilizar recursos y realizar inversiones razonadas en políticas, programas y servicios que creen, mantengan y protejan la salud, apoyando estilos de vida saludables y creando entornos que promueven y apoyan la salud.

Tomado de: OMS, 1999; y Last, 1989.

Ver: Salud; Promoción de la Salud.

Sedante. Los sedantes son sustancias psicoactivas que reducen la tensión subjetiva e inducen tranquilidad mental. El término "sedante" es prácticamente sinónimo del término "ansiolítico" que es la sustancia que reduce la ansiedad. La diferenciación entre ansiolíticos y sedantes como sustancias diurnas e hipnóticos como sustancias nocturnas no es muy precisa. Los hipnóticos se utilizan para inducir el sueño, aunque cuando se dan sedantes y ansiolíticos a dosis altas pueden inducir sueño al igual que los hipnóticos.

Por otro lado, cuando los hipnóticos se dan a dosis bajas pueden inducir sedación diurna, tal como hacen los sedantes y ansiolíticos. En la literatura, especialmente en la más antigua, los sedantes, ansiolíticos e hipnóticos están agrupados bajo el epígrafe de tranquilizantes menores, término mal definido y de significado ambiguo, por lo que es mejor evitarlo.

Las sustancias sedantes, hipnóticas y ansiolíticas incluyen las benzodiacepinas, los carbamatos (por Ej., glutetimida, meprobamato), los barbitúricos (por Ej., secobarbital) y los hipnóticos afines a los barbitúricos (por Ej., glutetimida, metacualona). No se incluyen dentro de esta clase los agentes ansiolíticos no benzodiacepínicos (por Ej., buspirona, gepirona).

Tomado de: Kaplan, Sadock y Grebb, 1996, y American Psychiatric Association, 1995.

Ver: Benzondiacepinas; Barbitúricos; Tranquilizantes.

Seguimiento de indicadores. Puesta en práctica y análisis de mediciones sistemáticas, destinadas a detectar cambios en el ambiente, en el estado de salud, o en indicadores relacionados con las drogas que presenta una población determinada. No debe confundirse con "Vigilancia", ya que seguimiento implica, además, para algunos, intervención a la luz de las modificaciones observadas. También describe la medición continua del rendimiento de un servicio o profesional socio-sanitario, o del grado en que los beneficiarios incorporan los cambios derivados y una intervención. En el ámbito de la administración socio-sanitaria, se denomina así a la observación continua de la realización de una actividad destinada a comprobar que las entradas, las pautas de trabajo, los objetivos y otras acciones necesarias se llevan a cabo según un plan previsto.

Basado en: Last, 1989; y EMCDDA, 1998.

Sensibilidad y especificidad. Son términos utilizados en las pruebas diagnósticas. La sensibilidad es la capacidad de una prueba para detectar la presencia de enfermedad, es decir, la probabilidad de obtener un resultado positivo estando enfermo. La especificidad es la capacidad de una prueba de descartar la ausencia de enfermedad o probabilidad de obtener un resultado negativo estando no enfermo. Son los indicadores de la validez o exactitud diagnóstica de una prueba.

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio Cebrián, 1995.

Series temporales. Una serie temporal es una secuencia de observaciones ordenadas en el tiempo o en el espacio. Las series temporales se muestran mejor con un diagrama de coordenadas, situándose la serie de valores X en el eje vertical y el tiempo t en el eje horizontal. El tiempo es tratado como una variable independiente (aunque no se tenga control sobre él). Existen dos clases de datos de series temporales: continuos, en los que tenemos una observación en cada momento de tiempo; y discretos, donde tenemos una observación en intervalos espaciados (generalmente regulares).

Adaptado de: Alvira Martín, 2000; y Center for Applied Statistics, 2003.

Sesgo. Desviación de los resultados o de las deducciones de la verdad o procesos que conducen a tal desviación (fuentes de error sistemático, en contraposición a fuentes de error aleatorio). Cualquier sesgo existente en la selección de los sujetos de estudio, instrumentos de medida, recogida de datos, análisis, interpretación, publicación o revisión de los datos puede llevar a conclusiones que se aparten sistemáticamente de la verdad.

Adaptado de: Last, 1989; Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994; y Hulley y Cummings, 1993.

Sesgo de entrevistador. Error sistemático debido a la recogida de datos selectivos, de manera consciente o inconsciente, o interpretación de los mismos, por parte del entrevistador.

También, por la predisposición de la respuesta del entrevistado con respecto al entrevistador.

Tomado de: Last, 1989.

Sesgo de medición. Error sistemático que se origina en la medición (o clasificación) imprecisa de los sujetos según las variables del estudio.

Tomado de: Last, 1989.

SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Enfermedad infecciosa causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La infección por el VIH es, por tanto, una enfermedad transmisible producida por un retrovirus que afecta directa y fundamentalmente, entre otros, al Sistema Inmunológico produciendo su destrucción, y al Sistema Nervioso, presentando un amplio espectro de manifestaciones clínicas que van desde la infección aguda inicial, cuando ésta es sintomática y pasando por un largo período de portador asintomático de años de duración, hasta desembocar en una serie de infecciones oportunistas y/o neoplasias que definen el estado más avanzado y mortal de la enfermedad denominado SIDA.

Los mecanismos de transmisión del VIH son la vía sexual, la exposición parenteral a sangre o derivados (sin olvidar la inseminación artificial y la recepción de un órgano procedente de un donante infectado) y la transmisión vertical de madre infectada a hijo.

Tomado de: Costa, Damiano y Rubio, 1992.

Significación estadística. La posibilidad de generalizar a una población la relación particular entre variables. Se dice que una relación es estadísticamente significativa cuando se presenta tan frecuentemente en los datos que justifica –con una probabilidad determinada- la hipótesis de que dicha relación no sea debida al azar. Generalmente, el nivel de significación estadística se constata mediante el valor de "p" y tiene relación con el rechazo de la hipótesis nula.

Adaptado de: Last, 1989; Domènech i Massons, 1982; Rubio Cebrián, 1995; y CSAP, 2001a.

Significación práctica. Información o resultados relevantes y significativos que tienen utilidad en el campo de aplicación (clínica, para la prevención, etc.). Algunos resultados pueden tener significación estadística pero poca utilidad (por ejemplo, estadísticamente, los zurdos consumen más drogas que los diestros). Por tanto se habla de significación práctica cuando se trata de un hallazgo de suficiente magnitud como para considerar que es algo más que sólo interesante y que puede conducir a una acción o decisión relevante.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Simulación. Uso de sistemas de modelos, por ejemplo, un modelo matemático o un modelo animal, para imitar lo más posible la acción de un sistema real. Se emplea a menudo para estudiar las propiedades de los sistemas reales. Operación que trata de prever una situación futura basándose en datos disponibles, de modo que pueda configurarse como un escenario verosímil de lo que va a ocurrir.

Representación matemática simplificada de la variación simultánea de un conjunto de variables para observar el comportamiento de un modelo o sistema en función de los resultados que pueden alcanzarse en cada una de las alternativas consideradas.

Tomado de: Rubio Cebrián, 1995.

Adaptado de: Last, 1989.

Síndrome amotivacional. Conjunto de características asociadas con el uso de sustancias psicoactivas, incluyendo apatía, pérdida de eficacia, reducción de la capacidad para llevar a cabo planes complejos o a largo plazo, baja tolerancia a la frustración, problemas de concentración y dificultad para seguir rutinas. Aunque su existencia es controvertida, se ha descrito principalmente en conexión con el uso de cánnabis y podría simplemente reflejar síntomas de intoxicación crónica de esta sustancia. Los síntomas también podrían ser un reflejo de la personalidad, las actitudes o la etapa de desarrollo de los usuarios.

Tomado de: WHO, 1994.

Síndrome alcohólico fetal. Es el trastorno que resulta de exponer el feto al alcohol. La presencia de alcohol inhibe el crecimiento intrauterino y el desarrollo postnatal, siendo una importante causa de retraso mental. La microcefalia, las malformaciones craneofaciales y los defectos en las extremidades y el corazón, son afecciones frecuentes en estos niños. También se ha asociado este síndrome a una estatura menor en la edad adulta y el desarrollo de conductas desadaptativas.

El riesgo de que una mujer alcohólica tenga un hijo con este síndrome es superior al 35 %. Aunque se desconoce cuál es el mecanismo preciso por el que el feto queda afectado, los daños parecen ser el resultado de la exposición uterina al etanol o a sus metabolitos.

El alcohol también puede producir desequilibrios hormonales e incrementar así el riesgo de anormalidades.

Adaptado de: Kaplan, Sadock y Grebb, 1996.

Ver: Hijos de alcohólicos.

Síndrome de abstinencia. Grupo de síntomas con diferente agrupamiento y gravedad que aparecen cuando disminuye o cesa el uso de una sustancia psicoactiva que ha sido consumida de forma repetida y, generalmente, durante un período prolongado y en dosis elevadas. El síndrome puede estar acompañado de signos de trastornos fisiológicos.

El síndrome de abstinencia es uno de los indicadores del síndrome de dependencia. Es también la característica definitoria del más estricto significado farmacológico de dependencia.

Tomado de: OMS, 1994.

Ver: Abstinencia; Dependencia; Síndrome de dependencia.

Síndrome de dependencia. Conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos que se desarrollarían después del uso repetido de una sustancia. Normalmente estos fenómenos incluyen un fuerte deseo de tomar la sustancia, pérdida de control sobre su uso, consumo persistente a pesar de sus consecuencias perjudiciales, priorización del uso de drogas por encima de otras actividades y obligaciones, tolerancia incrementada y síndrome de abstinencia cuando el uso de la droga es interrumpido.

Tomado de: OMS, 1994.

Ver: Dependencia; Síndrome de abstinencia; Tolerancia.

Sinergia. Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales (Real Academia Española, 1992). En prevención se refiere al establecimiento de la necesaria complementariedad entre diferentes intervenciones, con el fin de que su efecto conjunto sea más eficaz que el esperable de acciones puntuales. Este sería el caso de los programas comunitarios que tratan de establecer sinergias entre las acciones de diversos departamentos (juventud, educación, deporte, cultura, sanidad, etc.) y de éstos con la iniciativa social (asociaciones, voluntariado, etc.).

Otro ejemplo de sinergia descrito por la investigación lo encontramos en la aplicación de programas de prevención escolar y campañas en medios de comunicación, de forma que su efecto conjunto es mayor que el obtenido con cada una de estas actuaciones por separado.

Sistema de información. Un sistema de información consiste en una serie de procedimientos de recogida de información de una forma sistemática y continuada. Todo sistema de información parte de la identificación, selección y/o definición de la información que se estima pertinente recoger. Los pasos a tener en cuenta en la elaboración de un sistema de información son:

– Identificación de la información a incluir o recoger: no debe recogerse información que no se vaya a utilizar.

– Previsión inicial del análisis de la información a realizar: tipos de análisis, tipos de informes a producir, etc.

Diseño de las tablas, formatos o prototipos para el análisis.

– Diseño de los instrumentos de recogida de la información: registros, formularios o cuestionarios que sean de fácil aplicación, que minimicen la posibilidad de errores, cuyo contenido sea fácilmente informatizable y que proporcionen la información adecuada.

– Desarrollo y diseño de los procedimientos de entrada de la información: cómo, cuándo y quién aplica los soportes documentales; cómo, cuándo y quién informatiza los datos.

– Recopilación y procesamiento de la información.

– Difusión de la información procesada.

El desarrollo de un sistema de información pensado para la evaluación y la gestión de los programas de prevención implica incorporar requisitos de calidad metodológica de dichos programas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, para la mayoría de los programas de carácter local, estos sistemas de información no tienen por qué ser excesivamente inalcanzables por complejos o costosos. Sólo se requiere un procedimiento de recogida de la información sensible a la realidad que va a servir, que permita la captura y el análisis sistemático de la misma.

La experiencia existente en la actualidad con sistemas de información en el campo de reducción de la demanda de drogas, permite constatar una serie de beneficios que estos

sistemas proporcionan a sus usuarios:

– Proporcionan sugerencias sobre planificación de intervenciones o mejora de actividades específicas.

– Permiten coordinar esfuerzos con otros programas similares o complementarios.

– Ayudan a localizar socios para proyectos internacionales que requieran la participación de varios países, exigido para la financiación de algunos proyectos.

– Promueven y facilitan la evaluación de los programas en este campo.

– Dan visibilidad nacional e internacional a los programas incluidos en sus bases de datos.

– Potencian la visibilidad y la función de las instituciones gestoras de estos sistemas.

Los profesionales y equipos que participan proporcionando y utilizando la información de estos sistemas pueden obtener importantes ventajas:

– Aplicar los estándares de calidad propios del sistema, en sus intervenciones.

– Mejorar la calidad de la información de sus intervenciones, con especial énfasis en la coherencia interna entre objetivos manifestados, indicadores de evaluación seleccionados y resultados reportados.

– Conocer nuevos métodos y aplicaciones en el campo de las intervenciones sobre drogas.

– Obtener información sobre la eficacia de las intervenciones en su campo de interés.

– Generar contactos que contribuyan a la sostenibilidad de sus proyectos.

Los dos sistemas de información en el campo de drogas, disponibles actualmente, son el de IDEA-Prevención, gestionado entre 1988 y 2003 por el equipo técnico de CEPS y financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas; y el de EDDRA (European Drug Demand Reduction Activities) gestionado por el OEDT. Ambos están accesibles desde Internet: www.idea-prevencion.net y http://eddra.emcdda.eu.int:8008/eddra/.

IDEA-Prevencion es un sistema de información técnica sobre prevención del abuso de drogas, originado en España que data de 1988. Recopila información sobre intervenciones preventivas, documentos y materiales específicos o que dan soporte a los programas de prevención, e investigaciones publicadas en la literatura nacional e internacional sobre temas de prevención o que son necesarios para la planificación de programas de prevención.

EDDRA es un sistema de información, similar en algunos aspectos a IDEA-Prevención, pero su foco son las actividades de reducción de la demanda, su marco son los Estados miembros de la Unión Europeo y su acceso es multilingüe. Tras la fase de desarrollo y ensayo piloto, fue incluido como actividad obligatoria para todos los países de la UE en 1998.

Adaptado de: Alvira, 1999.

Ver: Calidad en prevención.

Software. Instrucciones o programas empleados en un ordenador para que éste desempeñe la función que tiene diseñada. Por ejemplo, en investigación los programas de hojas de cálculo, los programas estadísticos y los gestores de bases de datos.

Adaptado de: Last, 1989; y Hulley y Cummings, 1993.

Solventes

Ver: Inhalables.

Sostenibilidad. Probabilidad de que un programa continúe más allá de un período de tiempo determinado, especialmente después de que desaparezcan las principales fuentes de financiación iniciales.

Basado en: CSAP, 2001 b.

Subjetividad. Decimos que existe una aproximación subjetiva cuando un tema es descrito, discutido o interpretado en términos personales, es decir, en relación a las actitudes, creencias u opiniones de una persona.

Adaptado de: CSAP, 2001 b.

Sucesos vitales. Cambios o alteraciones en el patrón de vida de las personas, que pueden asociarse a modificaciones en el estado de salud o ser su causa directa, como puede ser el fallecimiento de un familiar, el desempleo, el divorcio, etc. Se suelen medir con diferentes Escalas de Puntuación, siendo la primera en utilizarse la Escala de Puntuación del Reajuste Social de Rahe-Holmes.

Adaptado de: Last, 1989.

Sustancia psicoactiva. Droga o sustancia psicoactiva es una sustancia que, ingerida, afecta a los procesos mentales, por Ej. la cognición o los afectos. Este término es equivalente a droga psicotrópica y es el término más neutral y descriptivo para toda la clase de sustancias, tanto legales como ilegales, que son de interés para la política sobre drogas.

El termino "psicoactivo" no implica necesariamente que produzca dependencia, y en el lenguaje común, se deja como tácito o no expresado, por ejemplo en expresiones como "uso de drogas" o "abuso de sustancias".

Adaptado de: WHO, 1994.

Ver: Droga.

Tabaco. Sustancia psicoactiva elaborada a partir de la planta "Nicotina tabacum", admite diferentes preparaciones y formas de consumo (fumar las hojas enroscadas o en pipa, mascado o aspirado en forma de "rapé"), si bien fumar cigarrillos es la más extendida.

La nicotina es la responsable directa de la dependencia del tabaco. Forma parte del humo y, tras su absorción pulmonar, llega rápidamente al cerebro donde ejerce una acción

farmacológica que afecta a determinadas funciones cognitivas y emocionales.

Cuando se fuma tabaco por primera vez, generalmente la experiencia es desagradable, con aparición de lipotimia, náuseas y vómito. Si se continúa fumando se desarrolla una rápida tolerancia a los efectos subjetivos y a los efectos fisiológicos, como la aceleración de la frecuencia cardiaca. Sobre todo al principio del día, el tabaco parece mejorar la atención, el aprendizaje, el tiempo de reacción y la vigilancia para la realización de tareas repetitivas, pero estos efectos no son más que la reversión de la sintomatología abstinencial que padece el fumador al levantarse.

El síndrome de abstinencia máximo se produce entre las 24 y 48 horas después del cese del consumo y desciende paulatinamente durante las dos semanas siguientes. Se caracteriza por irritabilidad, impaciencia, pereza, alteraciones del sueño, trastornos gastrointestinales, somnolencia, cefalea, amnesia y deterioro de la capacidad de concentración, de la memoria inmediata y del rendimiento psicomotor. El deseo de fumar, sobre todo en situaciones estresantes, puede persistir durante años.

Entre los componentes del humo de tabaco que contribuyen a la aparición de problemas de salud destacan, además de la nicotina, el monóxido de carbono y los compuestos presentes en el alquitrán. El consumo de tabaco aumenta enormemente el riesgo de padecer cáncer y es la principal causa de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (bronquitis crónica o enfisema). Además, fumar es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio, así como de accidente cerebrovascular y agrava también la isquemia periférica.

Tomado de: Camí, 2000.

Ver: Tabaquismo.

Tabaquismo. Término de origen francés que se refiere a la condición del fumador que es severamente dependiente de la nicotina y, en consecuencia, manifiesta un severo síndrome de abstinencia. Equivale a síndrome de dependencia del tabaco, aunque durante las últimas décadas, su significado se ha ampliado para describir los diversos problemas derivados del uso del tabaco.

Adaptado de: WHO, 1994.

Ver: Tabaco.

Tabla 2 X 2

Ver: Tabla de Contingencia.

Tabla de contingencia. Clasificación tabular cruzada de datos, de tal modo que las subcategorías de una característica se indican horizontalmente (en filas) y las de otra, verticalmente (en columnas). Mediante esta disposición se pueden aplicar fácilmente pruebas de asociación entre las características de las filas y las columnas. La más simple es la cuádruple o tabla de 2 x 2. Las tablas de contingencia pueden extenderse para incluir varias dimensiones de clasificación.

Es una forma de resumir la relación entre variables. Permite clasificar frecuencias de acuerdo con los valores de las variables. También se utiliza para resumir datos categóricos.

Lo que se encuentra en las filas de una tabla de contingencia depende ( es contingente) de lo que se halle en las columnas.

Tomado de: Last, 1989. Adaptado de: Hulley y Cummings, 1993.

Tabla de supervivencia. Técnica usada para describir de forma resumida el patrón de mortalidad y de supervivencia de las poblaciones. Los datos de supervivencia expresan las probabilidades de sobrevivir, en un determinado momento del tiempo o de forma acumulada, de un grupo de individuos sometido a las tasas de mortalidad específicas a lo largo de su vida. Este tipo de tabla también se puede utilizar para otro evento como el inicio de una enfermedad o la aparición de complicaciones en el curso de la misma.

Los supervivientes a la edad x vienen señalados por el símbolo lx, la esperanza de vida a la edad x por ex y la proporción de sujetos vivos a la edad x que fallecen entre los años x y x + 1, por nqx.

Adaptado de: Last, 1989; Domènech i Massons, 1998; y Rubio Cebrián, 1995.

Ver: Esperanza de Vida; Estudio de Supervivencia.

Tasa (Rate). Constituye una medida de la frecuencia de un fenómeno. En epidemiología, estadísticas vitales y demografía, la frecuencia se refiere a una población determinada y el empleo de tasas se utiliza, en lugar de simples números, para poder realizar comparaciones entre poblaciones en diferentes momentos y lugares. Los componentes de una tasa son el numerador, el denominador, el tiempo específico en que ocurren los hechos y, generalmente, un factor multiplicador (una potencia de 10), para ofrecer números enteros. Si el numerador está incluido en el denominador hablamos de proporciones.

Cambios en el valor de una variable por unidad de cambio de otra (por ejemplo, la velocidad expresada en km/hora).

Adaptado de: Last, 1989; Rubio Cebrián, 1995; y Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994.

Tasa de incidencia. Tasa de nuevos acontecimientos en una población. El numerador son los casos nuevos en un período determinado y el denominador es la población en situación de riesgo.

Adaptado de: Last, 1989.

Tasa de morbilidad. Término usado de manera indiscriminada para hacer referencia a las tasas de incidencia o prevalencia de una enfermedad.

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio Cebrián, 1995;

Tasa de mortalidad. Número de fallecimientos en un período específico dividido por la población existente a mitad del período. Si la tasa es baja, constituye una buena estimación de la tasa de mortalidad acumulada. También se denomina Tasa de Mortalidad Bruta.

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio Cebrián, 1995.

Tasa de mortalidad acumulada. En un grupo, proporción de sujetos que fallecen en un intervalo de tiempo determinado (el denominador es el número de sujetos a riesgo de morir al inicio del período de observación).

Adaptado de: Last, 1989.

Teléfono de ayuda. Servicios telefónicos, generalmente gratuitos y con amplio horario, que proporcionan información sobre drogas, así como asesoramiento a padres, profesores, jóvenes, consumidores de drogas, etc., sobre prevención y sobre centros de tratamiento de drogodependencias.

Tendencia (Trend). Movimiento de los valores de un indicador a largo plazo, visto en serie ordenada. Por ejemplo, una serie cronológica. Una característica esencial es que el movimiento, aunque posiblemente de carácter irregular a corto plazo, se dirige de forma constante en el mismo sentido a largo plazo. Se utiliza también para referirse a una asociación que, aunque constante en varias muestras o estratos, no es estadísticamente significativa.

Se trata de un componente no observable en una serie temporal que refleja la evolución a largo plazo de la serie analizada.

Adaptado de: Last, 1989; y Rubio Cebrián, 1995.

Teoría. Conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación, en base a una concepción racional que intenta dar una visión o explicación sobre el mecanismo que subyace en los fenómenos observados. Se trata pues de un conjunto de proposiciones explicativas que han sido sometidas a pruebas de verificación y comprobación o de hipótesis relacionadas que ofrecen una explicación verosímil a un fenómeno.

Tomado de: Rubio Cebrián, 1995.

Teoría de cambios. Un conjunto de asunciones (también denominadas hipótesis) acerca del cómo y el porqué un cambio deseado es más probable que ocurra como resultado de un programa. De forma usual, la teoría del cambio se basa en investigaciones previas o de teorías existentes sobre el desarrollo y comportamiento humanos.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Teoría de las drogas de inicio. Modelo explicativo de la progresión en el uso de drogas que ha surgido de la investigación con adolescentes, la cual ha identificado un patrón secuencial de consumo de drogas legales e ilegales. El alcohol, el tabaco y el cánnabis han sido descritas como "drogas de inicio" para la progresión a otras drogas ilegales.

Esta teoría ha permitido en algunos países poner en marcha programas de prevención dirigidos a reducir el consumo de estas drogas de inicio con el fin de prevenir el consumo de otras drogas ilegales.

En la investigación aparece cierta evidencia de asociación estadística entre el consumo de cánnabis y el de heroína. Se ha encontrado que la prevalencia del uso de otras drogas ilícitas se incrementa con el consumo de cánnabis. Estudios longitudinales sobre el consumo de drogas en adolescentes de Estados Unidos han identificado una secuencia de implicación en las drogas legales e ilegales en la cual cada vez menos adolescentes prueban la siguiente clase de drogas en la secuencia, pero en la cual casi todos los que han probado los últimos tipos de drogas de dicha secuencia, han consumido los tipos iniciales. Esta investigación sugiere que el uso de drogas a menudo empieza por el alcohol y el tabaco. Un pequeño grupo de estos fumadores y bebedores progresará hacia el consumo de cánnabis. Aquellos que usan cánnabis es más probable que avancen hacia otras drogas (alucinógenos, anfetaminas, etc.) y los consumidores de éstas es más probable que consuman heroína o cocaína.

Al respecto debe tenerse en cuenta que la existencia de una secuencia de etapas en el consumo de drogas no implica que haya vínculos causales entre el consumo de las diferentes drogas.

Adaptado de: UNDCP, 2000.

Ver: Droga de entrada o inicio (Gateway drug)

Teoría de la resilencia

Ver: Resiliencia.

Teoría del refuerzo del prestigio/popularidad. Sugiere la posibilidad de que una gran parte de la conducta adolescente esté motivada por el deseo de presentarse a sí mismo de una determinada forma ante sus iguales. Es decir, los adolescentes elegirían ser vistos como conformistas, respetables, delincuentes o consumidores de drogas, y mostrarían conductas que son consistentes con la reputación deseada.

Se ha investigado la reputación de adolescentes que están implicados en varias áreas de riesgo (incluyendo consumo de alcohol, de disolventes, de otras sustancias ilícitas, conducta intimidatoria o disruptiva, peleas y asaltos) en distintos lugares (escuelas, calles, programas alternativas, centros de detención). Los resultados muestran que la reputación es el factor más significativo de por qué se implican en ciertas conductas de riesgo, de manera que el logro de una reputación no conformista es muy importante para los adolescentes que se implican en el abuso de drogas.

Consecuentemente, debería enseñarse a los adolescentes el significado de la reputación y que es posible lograr una identidad social sin implicarse en conductas arriesgadas o en el consumo de drogas.

Tomado de: Ballard, 2002.

Terapia de familia. Enfoque terapéutico basado en proporcionar asesoramiento profesional a las familias con el fin de reducir el comportamiento familiar desadaptativo y las conductas negativas, e incrementar las habilidades para una interacción familiar saludable.

Adaptado de: CSAP, 2001a.

Test de consumo de drogas en el lugar de trabajo. Los procedimientos de control de consumo de drogas en el lugar de trabajo son muy controvertidos, siendo la seguridad la razón habitualmente alegada por las empresas que defienden su conveniencia. El control de drogas en el lugar de trabajo se puede realizar de cinco formas:

– Comprobación de los pre-empleados o candidatos.

– Comprobación en caso de accidente.

– Comprobaciones programadas (por Ej., durante los controles periódicos de salud).

– Comprobaciones aleatorias (usado para profesiones que se relacionan con aspectos de seguridad para las personas o los bienes).

– Comprobación en el seguimiento de tratamiento (usado para controlar el éxito de un empleado en el proceso de abandono de las drogas).

El análisis de orina es una herramienta útil para identificar empleados con problemas de drogas. Sin embargo, aunque es relativamente fiable, las muestras positivas deben someterse a un proceso de comprobación para evitar falsos positivos. La aplicación de controles de consumo de drogas en el ámbito laboral es muy problemática, por la invasión de la privacidad que supone, el desencadenamiento de despidos improcedentes, difamación, establecimiento intencional de condiciones de tensión emocional, discriminación de las minorías o de las personas desfavorecidas, etc. Sus defensores alegan que, a pesar de la controversia, las estadísticas muestran que los programas globales de prevención en el lugar de trabajo que incluyen medidas educativas y formación de trabajadores y supervisores, métodos precisos para el análisis de drogas, y disponibilidad de servicios de tratamiento y rehabilitación para los trabajadores con problemas, reduce el uso de drogas y mejora la salud, la seguridad y la productividad.

Adaptado de: CSAP, 1993.

Ver: Programa de Asistencia a Empleados; Programa laboral.

Tipo de intervención (Approach). Conjunto métodos y acciones, basados en un enfoque concreto que se utilizan para ámbitos preventivos, o como elementos dentro de un programa preventivo.

Ver: Estrategias de prevención.

Tolerancia. Necesidad de recurrir a cantidades crecientes de la sustancia para alcanzar la intoxicación (o el efecto deseado) o una notable disminución de los efectos de la sustancia con su uso continuado a las mismas dosis.

Se trata, por tanto, de una reducción de la respuesta a una dosis de droga como consecuencia del consumo continuado de la misma. Por ejemplo, son necesarias dosis cada vez mayores de alcohol u otras drogas para lograr los efectos originalmente producidos por dosis más bajas. Al desarrollo de la tolerancia pueden contribuir tanto factores fisiológicos como psicosociales, dando lugar a tolerancia física, conductual o psicológica.

Con respecto a los factores fisiológicos, se puede desarrollar tanto tolerancia metabólica como funcional. Incrementando la tasa de metabolismo de una sustancia, el cuerpo puede ser capaz de eliminar la sustancia más fácilmente. La tolerancia funcional es definida como una reducción en la sensibilidad a la sustancia del sistema nervioso central.

La tolerancia conductual es un cambio en el efecto de una droga como resultado del aprendizaje o la alteración de las influencias ambientales. La tolerancia aguda es una rápida acomodación temporal al efecto de una sustancia como consecuencia de una única dosis. La tolerancia inversa, también conocida como sensibilización, se refiere a la condición en la cual la respuesta a una sustancia se incrementa con el uso repetido.

La tolerancia es uno de los criterios para determinar el síndrome de dependencia.

Tomado de: OMS, 1994; y American Psychiatric Association, 1995.

Ver: Dependencia.

Tolerancia de la comunidad en relación con las drogas. Situación en la que las normas comunitarias valoran una conducta problemática como socialmente aceptable o incluso la promocionan activamente.

En nuestra cultura, puede darse en el caso del consumo tabaco o alcohol en determinadas situaciones de interacción social, o en el caso del consumo de drogas ilegales en determinadas comunidades marginales.

Toxicidad. Grado en que una sustancia tiene potencial para causar efectos tóxicos o perniciosos. Casi todas las drogas y muchas otras sustancias (por Ej. algunas comidas comunes) tienen toxicidad a cierto nivel de ingesta.

Tomado de: UNDCP, 2000.

Toxicomanía. Término de origen francés para definir la adicción a las drogas.

Tomado de: WHO, 1994.

Ver: Adicción (al alcohol u otras drogas).

Trabajo de calle (Outreach work). Actividad de tipo comunitario con el objetivo global de facilitar la mejora de la salud y la reducción de los riesgos o los daños relacionados con las drogas para los individuos y los grupos que no son alcanzados de manera efectiva por los servicios existentes o a través de los canales tradicionales de educación para la salud. El trabajo de calle puede ser "independiente", "ambulatorio" o "domiciliario".

La modalidad "independiente" tiene lugar fuera de la sede de una agencia u organización, en lugares públicos tales como la calle, las estaciones de transportes, clubes nocturnos, hoteles o cafés. La modalidad ambulatoria se centra en organizaciones (por Ej., casas a medio camino, cambio de jeringuillas, clubes juveniles, escuelas y prisiones) más que en los individuos. La modalidad domiciliaria se realiza en los domicilios de las personas. En los proyectos de trabajo de calle a través de iguales se utilizan miembrosTactualmente pertenecientes al grupo objetivo o que lo fueron en el pasado (por Ej., consumidores o ex-consumidores de drogas) como voluntarios o personal contratado.

Adaptado de: UNDCP, 2000.

Tráfico de drogas. El comercio de alguna droga ilegal. Puede incluir la importación o exportación de drogas o la posesión de éstas con el fin de venderlas u ofrecerlas a otros.

Legalmente, los delitos de tráfico de drogas reciben penas más severas que los asociados con la posesión de drogas para el uso individual. La distinción entre el tráfico y otros delitos menores se puede hacer de acuerdo a la cantidad de droga que la ley establezca como destinada al tráfico o en función de otros factores como el testimonio del acusado u otras personas, la posesión de dinero o de útiles que se consideren propios de la venta u oferta de drogas. En la práctica, muchos consumidores de drogas se dedican también a la venta de drogas a pequeña escala.

Adaptado de: UNDCP, 2000.

Tranquilizantes. Se han desarrollado dos tipos de tranquilizantes. Los tranquilizantes

mayores se emplean principalmente en los casos de psicosis, esquizofrenia, manía y demencia senil. También son valiosos para tratar los trastornos del comportamiento en los niños. Hasta fechas recientes se consideraba que los tranquilizantes mayores no producían dependencia física aún cuando se tomaran durante largos períodos. Actualmente, en la bibliografía internacional se empieza a hacer referencia a los síndromes de abstinencia por el uso prolongado de neurolépticos.

Los tranquilizantes menores o hipnóticos proceden principalmente de un grupo de fármacos conocidos como benzodiacepinas. Sus principales usos son como ansiolíticos (sedantes) o tranquilizantes para tratar la inquietud, depresión, tensión y ansiedad; como hipnóticos en el tratamiento del insomnio, como relajantes musculares; como anticonvulsivos para tratar ciertos tipos de epilepsia, como sedante previo a la intervención quirúrgica para relajar a los enfermos; y para aliviar los síntomas de abstinencia del alcohol y otras drogas.

Sin embargo, el término "tranquilizante menor" ha sido incorrectamente asumido para indicar una ausencia de efectos dañinos significativos. A causa de la dependencia potencial de estas drogas, se prefiere evitar este término.

Adaptado de: Stockley, 1997 y de WHO, 1994.

Ver: Benzodiacepinas; Sedantes.

Transferencia de tecnología. Referida a la prevención del consumo de drogas, es la acción y el efecto de difundir los hallazgos científicos y técnicos realizados en este ámbito, tanto entre la propia comunidad científica, como entre los agentes de prevención que aplican las intervenciones. Acercar la investigación a los programas de prevención es una tarea que debe planificarse cuidadosamente y no dejarse a la improvisación. Para lograr que los nuevos hallazgos científicos produzcan avances significativos en los procedimientos de trabajo de los profesionales implicados en el desarrollo de intervenciones preventivas y asistenciales. Para ello, es precisa la implicación de diferentes sectores sociales y profesionales. Así, la conexión entre investigación y práctica requiere que la política en transferencia de tecnología se apoye en dos acciones básicas. De una parte, es preciso que las instituciones o departamentos de investigación y epidemiología de las adicciones provean la infraestructura de apoyo necesaria para los dispositivos asistenciales y preventivos en dicha materia, con el fin de que puedan hacer investigación aplicada. Por otro lado, es necesario que dichas instituciones o departamentos desarrollen proyectos de investigación que contemplen a los servicios asistenciales y de prevención como socios de los proyectos.

En general, cualquier estrategia que persiga acercar la práctica a los hallazgos derivados de la investigación, debe cubrir las siguientes áreas: a) estrategias para aproximar la investigación y la práctica; b) estrategias para unir los resultados de la investigación, las políticas de actuación y la implantación de dichos resultados; c) estrategias para el desarrollo del conocimiento; d) estrategias de difusión y transferencia del conocimiento; e) estrategias para la participación de los usuarios; y e) estrategias de formación.

Especialmente importante en la transferencia de tecnología sobre prevención es la selección y difusión de programas efectivos. En este sentido, son de gran utilidad las bases de datos ofrecidas por el CSAP (www.modelprograms.samhsa.org); por el Sistema de información IDEA-Prevención (www.idea-prevencion.net); y por el OEDT (www.emcdda.org).

Adaptado de: Del Pozo Irribarría, Suelves Joanxich y Salvador Llivina, 2004.

Ver: Bases de datos bibliográficos; Programas efectivos.

Trastorno disocial (Conduct disorder). Trastorno del comportamiento en el que se aprecia un patrón repetitivo y persistente acciones que vulneran los derechos básicos de otras personas o de las principales reglas o normas sociales apropiadas para la edad del individuo. Este trastorno puede incluir agresiones a las personas o los animales, destrucción de propiedades, fraude o robo, y violaciones serias de las normas.

Tomado de: CSAP, 2001a.

Tratados internacionales de control de drogas. Tratados internacionales relacionados con el control de la producción, manufactura, comercio, distribución y uso de sustancias psicoactivas. El funcionamiento del actual sistema de control internacional de drogas está basado en los principios del control nacional por los estados, así como en la cooperación entre estados y con los cuerpos de las Naciones Unidas, de conformidad con las disposiciones de varios tratados internacionales de control de drogas. Hay actualmente en vigor tres tratados jurídicamente obligatorios que regulan el control internacional de drogas y que son:

– La Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 (junto con el Protocolo de 1972 de Modificación de la Convención Única).

– La Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971.

– La Convención de las Naciones Unidas frente al Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988.

Estos tratados de control de drogas son complementarios y se apoyan mutuamente. Un importante papel de los tratados es codificar las medidas de control aplicables internacionalmente con el fin de asegurar la disponibilidad de estupefacientes y sustancias psicotrópicas para fines médicos y científicos, y prevenir su derivación desde las fuentes legales a los canales ilícitos. Además de varios artículos que se dirigen al tráfico de drogas ilegales, los tratados también incluyen disposiciones generales sobre el abuso de drogas.

La Convención Única sobre Estupefacientes, 1961. Esta Convención intenta prevenir y combatir la adicción a las drogas por medio de la acción internacional coordinada de control de drogas. Esencialmente, la Convención busca limitar la posesión, uso, comercio, distribución, importación, exportación, manufactura y producción de drogas exclusivamente a las cantidades necesarias para fines médicos o científicos. También prohíbe la práctica de fumar opio o comer opio, masticar hojas de coca, fumar hachís (Cannabis) y el uso de la planta del Cannabis para fines no médicos. Adicionalmente, la Convención contiene algunas disposiciones que tienen que ver con el tratamiento médico y la rehabilitación de los adictos a las drogas. La Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 fue además reforzada por el Protocolo de 1972 que la modificó.

El Protocolo de 1972. Es un grupo de modificaciones consensuadas a la Convención Única de 1961 las cuales entraron en vigor en 1975. El Protocolo subraya la necesidad de incrementar los esfuerzos para prevenir la producción ilícita, el tráfico y el uso de estupefacientes.

También recalca la necesidad de proporcionar servicios de tratamiento y rehabilitación a los consumidores de drogas y señala que la educación, el tratamiento, el seguimiento, la rehabilitación y la reintegración social deberían ser consideradas como alternativas o medidas complementarias a la prisión para consumidores que han cometido delitos relacionados con las drogas. La Convención modificada también enfatiza la necesidad de la cooperación y la coordinación en la acción internacional para hacer frente a los problemas asociados al abuso de drogas.

La Convención de Sustancias Psicotrópicas, 1971. La preocupación creciente acerca de los efectos perjudiciales de ciertas sustancias psicotrópicas permitió la adopción de la Convención sobre Sustancias Psicotrópicas en 1971. En particular, la Convención, que fue realizada en respuesta a la diversificación y expansión del especto de drogas de abuso, introdujo controles sobre un conjunto de drogas sintéticas, (las cuales incluyen varias drogas de tipo anfetamínico, hipnótico-sedativos y alucinógenos), de acuerdo a su abuso potencial por un lado y a su valor terapéutico por otro. La Convención también contiene disposiciones relativas a estas sustancias, las cuales apuntan a asegurar la identificación temprana, educación, tratamiento, seguimiento, rehabilitación y reintegración social de aquellas personas que se han convertido en adictos a dichas sustancias.

La Convención de las Naciones Unidas frente al Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias

Psicotrópicas, 1988. Además de las extensas medidas frente al tráfico de drogas, incluyendo disposiciones para la extradición de traficantes de drogas, confiscación de ingresos y entregas controladas, y disposiciones frente al lavado de dinero y el desvío de precursores químicos, esta Convención también estipula la cooperación y el acuerdo internacional con respecto a la eliminación o la reducción de la demanda ilícita de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.

Tomado de: UNDCP, 2000.

Ver: Convenciones Internacionales sobre Drogas.

Unidad de Bebida Estándar (UBE). Para simplificar los procesos de conversión de las diferentes bebidas alcohólicas en la unidad de equivalencia elegida y con el objetivo de posibilitar las comparaciones entre diferentes poblaciones, organizaciones internacionales (OMS) y nacionales (Ministerio de Sanidad y Consumo) han propuesto medir el consumo de alcohol en unidades de bebida estándar (UBE). El cómputo del consumo de alcohol en UBE se realiza de una forma sencilla: una cerveza, vino o aperitivo equivale a 1 UBE, mientras que una consumición con bebidas destiladas equivale a 2 UBE. La conversión de UBE a ml/cc se realiza multiplicando por 12,5.

Tomado de: Observatorio Español sobre Drogas, 1999.

Uso de drogas. Término empleado en algunas ocasiones para referirse al consumo no perjudicial de determinadas sustancias. Éste sería el caso del consumo de medicamentos bajo prescripción facultativa y en la forma establecida por el médico. También podría incluirse en esta acepción el consumo de alcohol en dosis muy bajas por parte de personas cuya edad y características no hagan previsible ningún efecto nocivo. En otros casos se emplea también como sinónimo de abuso de drogas.

Ver: Abuso de drogas.

Utilidad. Característica de los bienes y servicios socio-sanitarios que los hace propicios para satisfacer necesidades de una población. En el ámbito socio-sanitario, se refiere a los niveles de satisfacción subjetiva que perciben los individuos beneficiarios de una intervención y que se asocia a la opinión que tienen los mismos acerca de un determinado estado de bienestar y de salud. Se trata del resultado medible en el análisis costeutilidad.

Su carácter subjetivo plantea problemas con su medición. Sin embargo, cualquier principio o hallazgo de base científica es útil si se puede utilizar como guía en el desarrollo e implementación de un programa.

Basado en: Rubio Cebrián, 1995; y CSAP, 2001a.

Ver: Calidad de Vida; Análisis Coste-utilidad.

Utilidad de la evaluación. Los resultados de la evaluación sirven para mejorar la intervención preventiva evaluada. Esta utilización se puede maximizar publicando y difundiendo los resultados de la evaluación, haciendo partícipe a la comunidad del proceso y de los resultados de la evaluación. La utilidad de la evaluación debe preverse y consignarse desde que se inicia el propio diseño de evaluación, especificando el impacto previsible de la intervención y cómo los resultados obtenidos podrán contribuir a la mejora del programa.

Basado en: Alvira Martín, 2000; y EMCDDA, 1998.

Validez. El grado por el que una medida de un constructo particular refleja realmente ese constructo. Grado en que los resultados o datos de un estudio matemático, estadístico o epidemiológico son ciertos o correctos.

Adaptado de: Pineault y Daveluy, 1989; Rubio Cebrián, 1995; Argimón Pallás y Jiménez Villa,

1994; y CSAP, 2001a.

Validez externa. Grado en que los hallazgos y resultados de una intervención pueden aplicarse sin sesgo (o generalizarse) a personas, objetos, lugares o tiempos distintos de aquellos en los que se realizó el estudio.

Adaptado de: Last, 1989; Pineault y Daveluy, 1989; Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994; y Hulley y Cummings, 1993.

Validez interna. Señala el grado con que los resultados y conclusiones del investigador son aplicables a los sujetos de estudio y describen correctamente lo que en realidad sucedió.

Para ello, la elección de los grupos de intervención y control se debe haber realizado de tal manera que las diferencias observadas entre ambos -en las variables dependientes estudiadas- pueden atribuirse solamente, aparte del error de la muestra, al efecto hipotético sometido a investigación. Es decir, el efecto obtenido se debe realmente a la variable independiente y no a variables de confusión, siempre que estas últimas hayan sido controladas.

Adaptado de: Last, 1989; Pineault y Daveluy, 1989; Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994; y Hulley

y Cummings, 1993.

Valor de "p"

Ver: Probabilidad.

Valor predictivo. Probabilidad de que un individuo con un resultado positivo en una prueba presente el problema en estudio (valor predictivo positivo), o la probabilidad de que no presente dicho problema si el resultado de la prueba es negativo (valor predictivo negativo). Los valores predictivos dependen de la sensibilidad, de la especificidad y de la prevalencia de la condición estudiada.

Adaptado de: Argimón Pallás y Jiménez Villa, 1994; y Last, 1989.

Valores. Principios morales, ideológicos, etc. que condicionan el comportamiento humano y a los que el grupo atribuye -por general consenso, colectiva o distributivamente- un determinado significado. Éste puede ser positivo o negativo. Las actitudes personales suelen reflejar el consenso del grupo respecto a los valores sociales, si bien éstos a su vez pueden influirlos y modificarlos.

Variable. Todo atributo, fenómeno o hecho que pueda tener diferentes valores. Cantidad que varía. Magnitud de interés que representa cada uno de los elementos de un conjunto, tal que todo elemento del conjunto es un valor de la variable. Un factor o característica de una intervención, de un participante o del contexto que puede influir o estar relacionado con la posibilidad de conseguir resultados intermedios o a largo plazo.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
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