Desde los días de la cárcel de Yare I entra en contacto con Luis Miquelena por medio de un amigo de ambos Pablo Medina, de este primer encuentro Miquelena dirá: "fue una grata reunión, bastante cordial, amena. Allí hubo empatía. Logramos establecer una amistad". Las reuniones se siguieron llevando con normalidad y al salir de la cárcel Chávez pasó a vivir a la casa de Miquelena. Éste va a constituirse en asesor y mentor de Hugo Chávez. Miquelena le va a convencer que el camino para llegar al poder es las elecciones democráticas y no un golpe de Estado. De Miquelena va a tomar la idea bandera de su campaña electoral la convocatoria de una asamblea constituyente para salir a la crisis en que habían caído los partidos, desgastados por el clientelismo y la corrupción. Miquelena fue el hombre que puso en contacto a Chávez con los cubanos. Y en su primer viaje Fidel Castro lo esperaba en la escalerilla del avión. Comenzó el hechizo de Castro sobre Hugo Chávez.
Abril de 1998 Chávez es apoyado en su carrera presidencial por los movimientos: Movimiento Quinta República (MVR) y Patria Para Todos (PPT), comienza a subir bruscamente en la encuestas. Su tono conflictivo causa serias tensione en el desarrollo de la campaña. El Movimiento al Socialismo (MAS) anuncia respaldo a la candidatura de Chávez el 11 de junio de 1998, Teodoro Petkoff ex guerrillero y fundador del "MAS" se opone y debe renunciar al partido.
Los partidos tradicionales Acción Democrática y Copey apoyan la candidatura de Henrique Salas Rämer. Alfaro Ucero, secretario de AD insiste en seguir en la contienda, por lo que el partido le expulsa de sus filas. Otro tanto sucede con la candidatura de Irene Sáez, a quien Copey la retira el apoyo y ella decide seguir hasta el final con su candidatura.
La contienda electoral llevada a cabo el 6 de diciembre de 1998 a la presidencia de la República, Chávez gana con un 56% de la votación respaldada por MVR, MAS, PPT, y el MEC, contra un 39 % del contendor Henríquez Salas Rämer.
Con la victoria, Chávez anuncia la denominada revolución bolivariana que barrerá con el viejo régimen y se instalará una nueva república, basada en los ideales bolivarianos. En el mismo acto de la celebración del triunfo recuerda la promesa durante la campaña de convocar a una constituyente en la que lleguen a tener voz y voto los excluidos en la historia. El su discurso "poco conciliador" promete freír las cabezas de los miembros de los partidos de Acción Democrática y Copey que alternaron en el mando los últimos cuarenta años, la redención del pueblo, limpiar las calles de los niños indigentes, así anuncia: "que dejará de llamarse Chávez si al año de estar en la presidencia hay un niño en la Calle". En un "Aló Presidente" el año 2005 el Presidente reconoce el fracaso al constatar que en la Calle siguen los niños indigentes; y como el pueblo observa: no sólo no han disminuido, sino que han aumentado, hasta en los cruces de avenidas, ante los semáforos y los carros haciendo maromas mendigando una limosna.
Las causas del triunfo de Chávez, en las elecciones de diciembre de 1998, se deben, en primer lugar, al papel de verdugo vengador social, contra la corrupción, la partidemocracia, la indiferencia ante los problemas sociales que se iban acumulando día a día, ejercido por el pueblo en el voto; en segundo lugar a la apatía de la clase alta y media al acudir a votar y en tercer lugar a los candidatos presentados por los partidos tradicionales, dignos de la farándula, más que la aspiración a la primera magistratura, como fueron Irene Sáez (reina internacional de belleza) y Alfaro Usero, secretario General de Acción Democrática).
Hugo Chávez toma posesión de la presidencia de la República el 2 de febrero de 1999, haciendo el juramento ante el Congreso y el Presidente saliente Rafael Caldera. El presidente Caldera desiste de imponerle la banda presidencial, siendo impuesta por el Presidente del Congreso, Luis Alfonso Dávila. Chávez en el momento de la juramentación cambia testo diciendo: "Sobre esta Constitución moribunda impulsaré las transformaciones democráticas necesarias lo juro".
La Asamblea Constituyente
El 9 de febrero Jorge Olavarría renuncia a la Comisión Presidencial de la Constituyente y denuncia que el decreto de Referéndum "es una mamarrachada".
Hugo Chávez anuncia, el 9 de marzo de 1999, las bases del Referéndum Constituyente: "cualquier ciudadano, que reúna el número requerido de firmas, podrá presentarse a candidato a la Constituyente, siendo nombrado nominalmente".
El 8 de abril, Chávez devuelve el proyecto de la Ley Habilitante, concedida por el Congreso sobre la expropiación de tierras y condonación de impuestos a los pobres, lo que le da gran popularidad entre los sectores más deprimidos de la sociedad. Ordenando a los Ministros no asistir a las interpelaciones, requeridas por el Congreso. La Corte Suprema de Justicia (CSJ) el día 12 pide al Presidente que cese en la "actitud irrespetuosa e irreverente".
El 25 de abril de 1999 se celebra el Referéndum Consultivo Nacional para aprobar la convocatoria a la Asamblea Constituyente con una respuesta afirmativa o negativa a la pregunta: "¿Convoca usted una Asamblea Nacional Constituyente con el propósito de transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa?" La participación fue de 37,65 % del electorado, y gana el SÍ con el 87,75 %.
Chávez in-contenido, se emplea a tiempo completo en favor de los candidatos simpatizantes. El Consejo Supremo Electoral (CSE) pide a Chávez, el 25 de junio, que deje de hacer campaña a favor de los candidatos de su preferencia. La respuesta no se hace esperar al retar al Consejo Supremo Electoral, provocándole para que le sancione.
El 14 de julio el CSE ordena la suspensión del programa de televisión "Alo Presidente" y el hacer uso de los recursos nacionales a favor de un determinado grupo político.
Jorge Olavarría, el 5 de julio en el discurso en el Congreso Nacional, con motivo del día de la Independencia, pide a los venezolanos "no dejarse alucinar por un demagogo dotado de talento para despertar odios", llamado Hugo Chávez.
El 25 de Julio los candidatos chavistas logran una aplastante mayoría para la Constituyente, 119 de los 128 asambleístas fueron electos.
El 2 de agosto instalada la Asamblea Constituyente se nombra presidente a Luís Miquelena y vicepresidentes a Aristóbulo Istúriz y a Isaías Rodríguez.
El 16 la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia, (Cecilia Sosa) notifica que la Asamblea Constituyente "no puede gobernar sobre los poderes constituidos". Diez días después la mayoría de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia vota a favor de la supremacía de La Asamblea Constituyente sobre los poderes constituidos; otorgando a ésta poderes supra-constitucionales. La doctora Cecilia Sosa renuncia a su cargo de presidente del tribunal y declara: "la Corte Suprema se suicidó para no ser asesinada".
El 25 la Asamblea Constituyente, con los poderes depositados por el pueblo, interviene el Poder Judicial y el parlamento de sus funciones legislativas, quedando éstas en manos de una Comisión Delegada (El Congresillo) creado el 30 de agosto.
El 26 cuando los diputados del Congreso intentan entrar al Hemiciclo saltando por las rejas, al encontrar cerradas las puerta y rodeadas por los grupos violentos apostados a las afueras del Capitolio.
El 8 de septiembre la Asamblea Constituyente interviene el Consejo de la Judicatura y crea la Comisión de Emergencia Judicial, la cual revisa 3 mil denuncias de corrupción.
La Constituyente adopta el sistema de democracia representativa incorporando a los tres poderes tradicionales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, más dos poderes el Electoral y el Poder Moral Ciudadano compuesto por La Fiscalía General de la República, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría
Crea el Parlamento Unicameral. Se autoriza el voto a los Militares. El periodo presidencial durara 6 años en vez de los cuatro, con opción a reelección inmediata; los diputados serán electos por un periodo de 5 años, con posibilidad de ser reelectos un segundo periodo; los gobernadores ejercerá un periodo de 4 años, pudiendo ser reelegidos un periodo consecutivo; se crea la figura de Vicepresidente, éste será nombrado por el Presidente.
La democracia deja de ser representativa y se declara participativa y protagónica; en lo sucesivo la República de Venezuela se denominará "República Bolivariana de Venezuela". Los militares podrán sufragar en las próximas elecciones. La sociedad civil queda relegada al poder militar, al ser suprimida la misión de la Asamblea en la revisión de los ascenso militares.
Se incorpora en el texto constitucional las figuras de Referendo Revocatorio para todos los cargos de elección popular a la mitad del periodo y Referendo Consultivo para asuntos de importancia.
La oposición, ante la apreciación de que la nueva Constitución atenta contra las conquistas de la descentralización y que se volvía al Centralismo, hace campaña por el "No" en el referéndum aprobatorio de la Constitución. La Campaña de Chávez es agresiva y como él mismo dice "sabrosa". El País lo presenta Chávez en sus agresivas peroratas por televisión "dividido entre patriotas y realistas", "liberales y godos" recordando las campañas de los caudillos del siglo XIX que dividían al pueblo entre liberales y godos.
El Referéndum Aprobatorio de la Constitución se realiza el 15 de diciembre. El "SI" gana con el 71% de los votos, siendo la abstención de un 54%.
El 28, el 28, el 28
El 30 de febrero de 2000 se fija la fecha para las elecciones generales el 28 de mayo de 2000. El 19 de mayo el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar Rodríguez reconoce el retraso de las elecciones, sin embargo el directivo Eduardo Santei asegura que las elecciones se celebran el próximo 28 de mayo al repetir reiteradamente: "El 28, el 28, el 28".
Elías Santana, "por queremos elegir" y Liliana Ortega, por Cofavic, exigen aplazamiento por fallas técnicas y falta de información. El 25 de mayo el magistrado Iván Rincón, presidente de la Sala Constitucional emplaza la consulta electoral, llegándose a fijar para el 30 de julio en las cuales Hugo Chávez es reelecto presidente con un 59,76 % de los votos contra un 37,52 % de Francisco Arias, antiguo compañero del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, por tal competencia pasado a las líneas de la oposición y otros 2.75%, siendo la abstención de un 43,89%. El Movimiento Quinta República (MVR) obtiene nueve gobernaciones y la mayoría de los diputados a la Asamblea Nacional.
El control de los poderes no se hace esperar. La Asamblea Nacional, con mayoría chavista, nombra a Isaías Rodríguez actual Vicepresidente de la República, Fiscal General de la República. El poder fiscalizador de los personeros de gobierno quedaba en manos de un incondicional del presidente, no habrá posibilidad de repetir un juicio contra un presidente por malversación o uso indebido de los recursos del Estado. El los gobiernos anteriores se nombraba al Fiscal General de la República a un miembro del partido de posición que había sacado más votos en las contiendas electorales.
El 3 de febrero de 2001, José Vicente Rangel Vale es nombrado Ministro de la Defensa. Es el primer civil en ocupar el cargo de ministro de las Fuerza Armadas en las historia de Venezuela. José Vicente Rangel va a poder realizar, un sueño anunciado desde hacía años en sus programas dominicales por el canal de televisión "Televen", eliminar los tabúes de las fuerzas armadas y de la iglesia. Tendrá la posibilidad de cobrarse el que su hijo, Pepe Vicente Rangel Ávalos fuese expulsado de las filas del ejército, por incapaz. El mismo Chávez confiesa al premio Nobel de Literatura, García Márquez, que a él le encomendaron la vigilancia del hijo del que después sería su Ministro y Canciller, por sospechas de comunista.
Chávez planteó públicamente la necesidad de refundar el Movimiento Revolucionario Bolivariano (MBR-200) el 7 de mayo del 2001, y junto a esa iniciativa, lanzó otra: la de los "círculos bolivarianos". La creación de los Círculos Bolivarianos tiene un marcado netamente político "promover el estudio de la Constitución y llevar a término el cumplimiento de la misma". Quedan adscritos a la Secretaría de la Presidencia, bajo las órdenes del Presidente.
El 2 de octubre, Estados Unidos llama a la Embajadora en Caracas Donna Hrinak, para informarse de las agrietadas relaciones por el discurso de Chávez sobre la intervención de EU en Afganistán.
Carlos Ortega gana las elecciones sindicales, siendo proclamado Presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) el diez y siete de octubre de dos mil uno.
El Gobierno no reconoció el triunfo de Carlos Ortega. Los candidatos del Gobierno para presidentes de la CTV eran Nicolás Maduro, remplazado por Aristóbulo Istúriz. El oficialismo desconoce el triunfo de Carlos Ortega, y el contendor Aristóbulo Istúriz intentó una acción de amparo ante el Tribunal Supremo de Justicia que no prosperó. El Gobierno, a pesar de la sentencia del Tribunal Supremo a favor de Carlos Ortega, jamás le reconoció como el representante de de la Central de los Trabajadores de Venezuela (CTV) y promovió la creación de otra organización sindical vertical. Es la primera derrota que tiene el chavismo en elecciones sindicales. Este revés de un poder obrero organizado, con el que no contaba encontrarse el Presidente, va a retrasar los planes revolucionarios y a esta oposición obrera se va a incorporar la mayoría del pueblo llegando a formar un frente entre los dos poderes, tradicionalmente antagónicos, la CTV, y la Patronal Empresarial (FEDECAMRAS), con poder de convocatoria.
El 29 de octubre de 2001 el Presidente deplora el bombardeo de Estados Unidos a Afganistán. La embajadora Donna Hrinak, encargada por el gobierno de pedir una rectificación pública al presidente Hugo Chávez, antes de leer la cuarta parte del documento, fue interrumpida por el Fiscal General, Isaías Rodríguez quien la dijo: "Usted está hablando al Jefe de Estado de esta nación; usted está fuera de lugar por favor salga de esta oficina"[4].
El 7 de noviembre de 2001, el Gobierno promulga a través de la Ley Habilitante, 49 leyes, entre ellas la Ley de Tierras, la Pesca y la de Hidrocarburos, afectando el derecho de la propiedad privada y la descentralización. El Presidente, encadena los canales de televisión y radio, el día 14 de noviembre, para anunciar la aprobación de las 49 leyes contenidas en la "Ley Habilitante". Confiado que los partidos políticos habían desaparecido, sobre estimo su poder, sin tomar en cuenta la derrota sufrida en las elecciones sindicales, la CTV que quedaba en manos de la oposición.
La Confederación de Trabajadores (CTV) bajo la presidencia de Carlos Ortega y Fedecamaras, presidida por Pedro Carmona Estangas, y los medios de Comunicación adversos al proyecto socialista contentivo en las 49 leyes de la Habilitante y las constantes provocaciones del Presidente, se ponen al frente y deciden convocar un paro de 24 horas para el 10 de diciembre de 2001. El país se paraliza por un día, en protesta por la aprobación de Ley Habilitante. Previo a decretarse el Paro Nacional se llevó una reunión entre personeros del gobierno y la oposición, según informó un chavista, con reserva, por razones obvias; entre los reunidos estaban Miquelena -para el momento Ministro de Interior y Justicia-, el diputado Ernesto Alvarenga, Pedro Carmona por Fedecámaras y Carlos Ortega por la CTV. La reunión se prolongó de las 2 PM. a las 10 PM, se expusieron argumentos en pro y contra, las parte llegaron a un acuerdo que se haría público, eliminar el paro anunciado; por supuesto el pacto acordado llevaba el visto bueno del Presidente. El anuncio del paro estaba previsto llevarse a efecto a las 10 de la mañana del día siguiente desde la sede del Banco, donde se llevó a cabo el acuerdo. Media hora antes Miquelena recibía la contra orden del Presidente de la República por la que quedaba sin efecto el pacto acordado. Consecuencias de esta postura de inconsistencia de Chávez, que desconocía la recomendación de Miquelena de que no debía satanizar a las personas; pero como confesará más tarde Miquelena el Presidente al estar ante un micrófono y una 5 mil personas delante volvía a lanzar una sarta improperios contra aquellos que no secundasen sus iniciativas. Miquelena, que abandona el Gobierno a consecuencia de los sucesos del 12 de abril de 2002, dirá que al convencerse de haber perdido su influencia para impedir los discursos incendiarios contra los sindicatos, la Iglesia, empresarios, militares, creándose cada día más enemigos el Gobierno, decidió retirarse.
Carmona se convierte en un nuevo líder presidenciable por el éxito de la respuesta a la convocatoria desplazando poco apoco a Carlos Ortega. El pacto entre ambos, llevado a cabo en la quinta la Esmeralda en marzo del 2002, con la anuencia de la Iglesia, representada por el padre Luis Ugalde, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, quien alzó las manos de los representantes de los organismos tradicionalmente antagonismos. El acto fue etiquetado por el Ministro de Ejército, José Vicente Rangel de "subversivo".
El grupo chavista, (Círculos Bolivarianos) encabezado por Lina Ron se apuestan a las puertas del diario "El Nacional", a altas horas de la noche, lanza insultos a los periodistas. Así mismo sucede con otros medios de comunicación.
El 17 de enero de 2002, el oficialismo acusa de un intento de golpe, encabezado por Carlos Andrés Pérez, desde República Dominicana, develado al escuchar una conversación telefónica, entre Carlos Ortega y Carlos Andrés, escuchada por miembros del Movimiento de Quinta Republica (MVR).
Las fuerzas de la oposición, en la conmemoración del 23 de enero, de la caída de Pérez Jiménez, organizan una gran concentración de unas 200.000 personas que llegaron hasta la Plaza O´Leary, desfilando en protesta contra el gobierno. Esta marcha marcaría el inicio de lo que sucedería los meses turbulentos hasta la llegada del 11-A. con el desenlace del golpe de Pedro Carmona Estanga y el contragolpe de Raúl Isaías Baduel el 13.
El chavismo celebra los diez años del fallido Golpe de Estado del 1992 con una marcha el 4 de febrero de 2002. La oposición, por el contrario, lo conmemora con una vigilia y vestidos de luto en la calle durante toda la noche.
La calle se calienta y ambas fuerzas celebran los acontecimientos del aniversario del Caracazo del 27 de febrero de 1989. La Agencia de noticias del Estado (Venpres) califica a varios periodistas de narco-periodistas. El general Lameda, presidente de PDVSA es removido del cargo y es juramentado el 13 de febrero nuevo presidente de Petróleos de Venezuela a Gastón Parra Luzardo, quien organiza la nueva directiva, sustituyendo la "meritocracia", por adictos al proceso revolucionario. El 26 de febrero se agudiza el conflicto entre los empleados petroleros quienes protestan la politización de la empresa y rechazan a la nueva directiva.
El 22 de marzo la nueva directiva de PDVSA obligó a jubilarse al gerente de Asuntos Públicos y al consultor jurídico de la empresa y al día siguiente separaron de su cargo al gerente del Centro de Refinación de Paraguaná. Tres días después 63 de los más altos directivos de Petróleos de Venezuela publican un remitido "Salvemos Pdvsa". La protesta era por la designación de nuevos directivos sin tener experiencia y meritos para ocupar los cargos, aunque llevaban años trabajando en la empresa. Los nuevos nombramientos obedecían a la identificación con el "proceso revolucionario". Las consignas de la protesta eran "Meritos sí, política no". Los directivos ente ellos Eddid Ramírez conversan con el presidente Gastón Parra y nuevos directivos recomendándoles revirtieran estas decisiones, pero el 3 de abril fueron ratificadas por la directiva. Al día siguiente fueron notificados cuatro altos gerentes que a partir del 6 estaban separados de sus cargos. En respuesta, el día 4 de abril se inició la paralización gradual de varias actividades de Petróleos de Venezuela, principalmente administrativas, de refinación y de distribución de combustible llegándose al paro del 9 y 10 de abril al que se unieron la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV) y Fedecamaras.
La intención del Presidente de liquidad el apoliticismo y la "meritocracia" de Petróleos de Venezuela, lo manifiesta con la escena, nunca antes vista en la historia de Venezuela, de Aló Presidente del domingo 7 de abril, cuando con un pito (Silbato) despide a siete de los gerentes de la empresa petrolera, que eran voceros de la protesta, citándoles por nombre y apellido: Juan Fernández, Eddy Ramírez, Gonzalo Feijoo, Horacio Medina, Alfredo Gómez y Carmen Elisa Hernández. El presidente, sonando un pito, imitando al árbitro de un partido de fútbol, grita "PA´¨FUERA". El nuevo presidente de Petróleos de Venezuela será Gastón Parra Luzardo.
Dos años más tarde, el 15 de enero del 2004, en el mensaje anual a la Asamblea Nacional, el mismo Presidente afirma: "que él mismo provocó la crisis de Petróleos de Venezuela cuando empezó a despedir a los directivos en el "Aló, presidente" del 7 abril de 2002". Ellos y los 19.000 empleados "picaron el anzuelo, se fueron a la huelga y ellos mismos se despidieron". La estrategia le iba a permitir eliminar a la gente preparada de la empresa petrolera y dejar libre para colocar a sus hombres incondicionales, aunque no tuviesen la preparación. "Yo puedo decirles -añade el Presidente- que ahora, sí tengo capacidad de mando en Pdvsa, pero antes no tenía absolutamente nada ¿y saben cómo me sentía? como un verdadero miserable".
Dominar la principal empresa nacional era clave para la revolución. Ya no parará hasta llegar a disponer de los cuantiosos recursos del petróleo, con lo que doblegara a los hombres a sus órdenes. No cabe duda de que el Teniente Coronel, en forma irresponsable, provocó la crisis y que a pesar de las señales de que la situación se le podía complicar, no hizo nada para detenerla. Será desde este momento cuando se declara enemigo de la "meritocracia", sustituyendo los hombres preparados por los que mostrasen lealtad. Estas declaraciones han servido de argumento para que algunos sostengan la tesis del autogolpe con la finalidad de desmantelar la meritocracia "careta del capitalismo", desenmascarar a los militares que pudiesen estar comprometidos con sacarle del poder a como diese lugar, y disponer de los recueros para afianzar su proyecto revolucionario. El mismo Presidente, en una entrevista concedida a Marta Harnecker, reconoce que se extralimitó y contribuyó a que sectores que estaban al margen de la cuestión se sumarán a las manifestaciones siguientes.
El proyecto de dominación de la industria petrolera llevará al Presidente a enfrentar uno de los momentos difíciles: el paro petrolero de 63 días de diciembre de 2002 y enero de 2003. A pesar de las noticias, por parte del oficialismo, en los primeros días de la huelga, de que todo estaba normal, con algunas empresas en huelga, la realidad es que el país quedo paralizado, al no poder cumplir con sus compromisos de exportación de petróleo y las necesidades internas de Venezuela. El Presidente, sin dar el brazo a torcer, con ayuda de los países petroleros, la incorporación de jubilados, técnicos extranjeros y los criollos, pescadores a río revuelo, pudo salir de un caos en que quedó el país. Un año después, el 15 de enero de 2004, en la Asamblea Nacional, el Presidente dirá que "el 2003 nos dejó nada más ni nada menos que la recuperación de Petróleos de Venezuela y de sus operaciones, y el manejo de sus finanzas con la frase repetida: ahora sí tengo capacidad de mando en Pdvsa, pero antes no tenía nada… Ésta satisfacción de poder manejar los ingresos petroleros a su manera de ver y entender le ha permitido repetir en sus largas horas por televisión: "que las crisis muchas veces son necesarias. Incluso a veces, hay que generarlas… sí, la generamos, porque cundo yo agarre el pito en aquel Aló, presidente y empecé a botar gente, yo estaba provocando la crisis".
El 11 de Abril de 2002
Al paro petrolero del 9 y 10 de abril se incorporan la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), en solidaridad y apoyo a los gerentes y obreros despedidos de Petróleo de Venezuela. FEDECAMAS, cumpliéndose el pacto obrero-patronal del 5 marzo suscrito entre las dos instituciones bajo el amparo de la Iglesia con el respaldo de los sectores políticos-sociales de la oposición, según el documento firmado "Bases para un pacto de gobernabilidad", se une al paro. La respuesta de la sociedad civil de incorporarse a la manifestación obrero-patronal rebasó las expectativas de los organizadores, por lo que en horas la noche del día nueve, éstos anuncian la promulgación del paro por otras 24 horas; Los gerentes de producción y empresarios industriales se adhieren al paro. Los chavistas intenta sabotear la concentración de Chuao; el General Landis pretende disolver la concentración, frente a la torre de Petróleo de Venezuela, por la fuerza, con el silencio aprobatorio del fiscal general, Isaías Rodríguez, y del inspector de las Fuerzas Armadas, Lucas Rincón; acto que fue reprobado e impedido por los generales Rosendo y Damiani Bustillos. Los huelguistas, al no tener una respuesta de enmienda por parte del Gobierno, se declaran en huelga indefinida.
La respuesta masiva de estas manifestaciones llegó el 11 de Abril 2002 a materializarse en la gran marcha. Se calculó que desfilaron un millón de personas en apoyo a los trabajadores petroleros. Desde la estación del metro de Parque del Este a Pdvsa-Chuao. Ante la concurrencia tan nutrida, se decidió modificar el plan; Carmona Estanga propone continuar la marcha hasta la avenida Bolívar, y Carlos Ortega añade ir hasta el Palacio de Miraflores a pedir la renuncia del Presidente. Hasta el presente nadie habla de golpe, sino que a la multitudinaria marcha se le llega a designar de rebelión popular.
A partir del mediodía empezaron a llegar los manifestantes por las avenidas Baralt y Urdaneta a las inmediaciones del Palacio de Miraflores. El Presidente encadena las estaciones de televisión y radio con la doble finalidad de que el pueblo no se entere de lo que está pasando y tranquilizar a los grupos minoritarios que se habían congregado en torno al Palacio Presidencial para defender al Gobierno. Los voceros del chavismo, como José Vicente Rangel, Freddy Bernal y Juan Barreto llaman a la gente de los barrios que bajaren con palos, cuchillo, lo que tuviesen para enfrentar a la marcha que se acercaba al Palacio. Los contactos con Ortega y Pedro Estanga no resultaron efecto al afirmar estos que no estaba dentro de sus posibilidades detener la marcha y que ya era tarde.
Al caer los primeros muertos, los dueños de las televisoras privadas partieron las pantallas de la televisión en dos, permitiendo al público ver al Presidente exponiendo su programa a la Asamblea Nacional y la vez ver las imágenes de la marcha y el enfrentamiento entre los marchantes y hombres del oficialismo disparando desde el Puente Llaguno, y a la Guardia Nacional disparando a la multitud. Entre los hombres disparando aparecen Richard Peñalver, Nicolás Rivera, Rafael Cabrices y Henry Atensio. El parte parcial de fallecidos, dado mientras el Presidente estaba hablando en cadena nacional, es 19 muertos y un centenar de heridos. Los disparos salieron de diversos puntos, pero, en su mayoría, fueron disparados desde el Puente Llaguno y azoteas de los edificios próximos al Palacio presidencial. La fotografía corrió el mundo. Posteriormente, las investigaciones policiales y periodísticas, se descubre que la Guardia Nacional, la Policía Metropolitana, y civiles de ambos bandos dispararon contra el que consideraban enemigo
Los cuatro "pistoleros del Puente Llaguno" fueron declarados héroes nacionales por el Gobierno y liberados de la cárcel, y por el contrario se encarcelo a 8 miembros de la Policía Metropolitana por delito de homicidio calificado de tres de los caídos…. Y los Comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas están presos desde 2004 por complicidad.
Sobre la actuación de los llamados "Pistoleros del Puente Llaguno, cuyas imágenes recorrieron el mundo y el periodista Alfonso fue galardonado con el premio "Los Rey de España", por la mejor fotografía del año.
Dos películas se grabaron sobre los acontecimientos del 11 de Abril de 2002: un Largo-Metraje del oficialismo, pagado por el Gobierno, titulado Historia que no se escribe del cineasta irlandés, en la que se narra la versión del gobierno.
La segunda, Secuestro Express, del director venezolano Jonathan Jakubowicz. La cinta narra la historia de un una pareja secuestrada, en la ciudad de Caracas por tres hombres armados. La trama principal muestra, de una manera brutal, la cotidianidad de la vida en Venezuela, a través de la angustia y desesperación de la pareja protagonista, mientras espera que los padres paguen el recate solicitado por los secuestradores. La cinta está adornada con escenas secundarias de la vida, que en estos momentos está viviendo el venezolano. La imagen de hombres, armados con pistolas, disparando desde Puente Llaguno contra la marcha que se iba acercando al Palacio de Miraflores, el 11 de Abril de 2002, ha sido el motivo por el que el Vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel llegase a catalogar la cinta Secuestro Expres de "basura".
La propuesta de nombrar una Comisión de la Verdad ante la Asamblea Nacional, en la que expertos extranjeros colaborasen con ciudadanos venezolanos competentes y honorables para esclarecer la autoría de los que dispararon y dieron muerte a 19 personas, no se llevó a cabo. Queda una laguna en el esclarecimiento de los hechos y la duda metódica sobre el poco interés por parte del Estado de que se sepa la verdad al ser mayoría el oficialismo en la Asamblea Nacional y no nombrarse una comisión de la verdad.
A los seis (6) años de los sucesos de 11 de abril de 2002 el resultado es el siguiente: 19 muertos, un centenar de heridos; los muertos pertenecientes a ambos bandos; presos por sentencia judicial ninguno; una sentencia absolutoria del juez Alejando Baptista a Richard Peñalver, Rafael Cabrices, Henry Atencio y Nicolás Rivera, quienes dispararon desde Puente Llaguno en defensa de la revolución chavista; la sentencia fue cuestionada por los fiscales Danilo Anderson (4º Nacional), Sonia Buznego (62º de Caracas) y Turcy Simancas (64º de Caracas) al considerar que el fallo dictado por el juez es "ilógico" e "incongruente". "Esa decisión no se ajusta a derecho", por lo que anunciaron que apelarían la sentencia; posteriormente el Gobierno condecoró a los cuatro "pistoleros" como a héroes nacionales. Los ocho (8) policías y los tres Comisarios llevan seis (6) y cuatro (4) años privados de libertad, respectivamente, con el juicio más largo de la historia sin que se haya podido determinar la responsabilidad penal por la muerte de tres (3) y unos 27 heridos; contra la legislación penal de que nadie puede estar privado de libertad más de un año, sin que medie sentencia condenatoria; ¿quién disparó sobre los otros 16 muertos y 80 heridos? En el lugar de los hechos actuaron otros cuerpos de seguridad del Estado, como la Guardia Nacional, y unos 77 civiles armados a lo largo de la avenida Baralt, según los registros fotográficos y audiovisuales promovidos por la defensa. Otra lectura de la complejidad de lo ocurrido el 11-A, indica que muchos otros pudieron haber causado estas 3 muertes y 27 lesiones.
Para tratar de evitar la distorsión histórica de los hechos de los días del 11 a 14 de abril de 2003, conviene que nos remontemos a las causas que dieron origen a la división de la sociedad y las Fuerzas Armadas, y evitar que el pueblo llegue a discernir si fue un golpe de Estado o un vacío de poder.
Movimientos Militares
Los militares de carrera, desde principios del gobierno, fueron siendo relegados a segundo planos, unos enviados a delegaciones diplomáticas, otros a misiones, como plan Bolívar 2000 (a coordinar mercados libres, vendiendo alimentos), y a ejecutar otras órdenes de menos responsabilidad. Paralelamente la presencia de cubanos en los cuarteles, la existencia de campamentos guerrilleros en las zonas fronterizas con Colombia, denunciados y no tomadas medidas oportunas, sembró el malestar dentro de las fuerzas armadas. Este malestar se va a manifestar en los diversos pronunciamientos de descontento de altos militares contra el Gobierno. Ante el silencio, de las autoridades competentes a las denuncias hechas a través de los conductos normales, llega hacerse públicos a través de los medios de comunicación. El coronel (AV) Pedro Soto, el contra-almirante Carlos Molina Tamayo, el general Néstor González González, los día previos al 11 de abril, piden la renuncia del Presidente. Informes de la CIA del 11 de abril confirman que grupos militares opuestos al gobierno estaban preparando un golpe de Estado, con el apoyo de movimientos de civiles, empresarios y de la iglesia. Este movimiento, después unificado en la plaza de Altamira está al margen de las manifestaciones de la marcha.
Antecedentes a las protestas militares
La presencia de guerrilleros en territorio venezolano es denunciada por generales y el Gobierno se hace de la vista gorda.
El General Néstor González González, en la interpelación de la Asamblea Nacional, el 14 de mayo de 2002, hace una exposición de su presencia al frente del Comando de Operaciones Nº 2 y presenta a la Asamblea documentos probatorios de su exposición. Los cuales, desde julio del año 2000, fueron hechos del conocimiento de los superiores como él mismo dice: "a través de los canales regulares, y legales y finalmente en forma pública, y siempre amparado en la Ley, que he venido haciendo del conocimiento general los hechos, que me preocupan, con la única finalidad de mantener la institucionalidad de La Fuerza Armada Nacional y muy especialmente la institucionalidad de nuestro Ejército Venezolano, forjador de libertades".
Hechos que han contribuido a la politización de las Fuerzas Armadas, anunciados por el general González, en La Asamblea Nacional:
1º "Envío de una recomendación por parte de la Dirección de Personal, asunto tratado, envolvimiento de La Fuerza Armada Nacional en el juego político, el discurso político dentro de La Fuerza Armada y dentro de la Organización, referencia sobre discusión personal y pública al respecto con el General en Jefe Lucas Rincón Romero, julio del año 2000.
2º Teatro de Operaciones No. 2. Informe final de la Operación Taurus, enero 2001, accidente aéreo, operación de rescate; presencia de campamentos guerrilleros en territorio venezolano, exposición al Ministro de la Defensa, febrero 2001; presencia de la guerrilla en territorio venezolano, solicitud de políticas de Estado para el manejo de estas situaciones por parte del Teatro de Operaciones No. 2; informe final de la operación Sierra Mayo 2001, resultado de operaciones militares en el área."
3º Comunicaciones al Comando Unificado de fecha 13 de febrero del 2001 y 29 de junio del 2001, donde se establece la situación de seguridad y defensa en la frontera occidental del territorio venezolano y la presencia e influencia de la guerrilla y grupos irregulares en territorio venezolano.
4º Informe final de la Operación Voluntad, junio del 2001, detección y destrucción de campamentos de la FARC en territorio venezolano.
5º Discurso de entrega del comando del Teatro de Operaciones No. 2, el día 7 de agosto del 2001, discurso público en el cual notifiqué la situación de la frontera occidental en el área jurisdiccional del Teatro de Operaciones No. 2 y advertí al señor General de Brigada, Wilfrido Cruz Weffer, sobre la situación que debía afrontar y las medidas drásticas en términos militares y dentro de los derechos humanos que debía conducir con el objeto de minimizar la presencia de elementos irregulares dentro de nuestro territorio, garantizar la seguridad, paz, tranquilidad y soberanía en el territorio venezolano de los residentes y productores de esa zona.
6º Carta al Inspector General de las Fuerzas Armadas Nacional, General en Jefe Lucas Rincón Romero, el 21 de octubre del 2001, necesidad de un liderazgo institucionalista en referencia a la posición del señor Presidente de la República con respecto a nuestra posición en lo referente al terrorismo internacional, el ciudadano Illich Ramírez y la guerrilla colombiana.
7º Carta al señor Presidente de la República, 8 de diciembre del 2001, solicitud de rectificación con respecto al uso del personal, material, equipo e instalaciones de La Fuerza Amada Nacional con fines políticos partidistas, intereses ideológicos personales y como elemento de amenaza e intimidación a la sociedad civil. Informe del 27 de diciembre del 2001. Actitud del señor Presidente durante la supuesta salutación de fin de año al personal militar en la guarnición del Distrito Capital y Estado Vargas.
8º Documento al Comando General del Ejército, 14 de enero del 2002, planteamiento al señor Comandante General del Ejército y cuerpo de generales, referente a la recuperación inmediata de la institucionalidad del Ejército con el objeto de preservar un posible enfrentamiento.
9º Testimonios de fecha 21 de enero del 2002, conversaciones sostenidas con el Inspector General de la Fuerza Armada Nacional y con el señor Ministro de la Defensa, para ese momento, José Vicente Rangel.
10º Pronunciamiento ante la opinión pública el 10 de abril del 2002, notificación pública sobre la actitud del señor Presidente de la República con respecto al manejo de la Fuerza Armada Nacional, el Ejército y la presencia de campamentos guerrilleros en territorio venezolano.
11º Denuncias contenidas en este mismo documento de fecha 14 de mayo del 2002, referente a las denuncias sobre la presencia de elementos armados, por supuesto círculos bolivarianos en la marcha pacífica del día 11 de abril del 2002 y la indiferencia del Alto Mando y del señor Presidente de la República en atender las mismas. El empleo de la Fuerza Armada Nacional contra el pueblo, el intento de activación del Plan Ávila por parte del señor Presidente de la República para defender una posición política personal de ideología socialista.
A las preguntas del diputado Marquina, solicitando casos concretos de la intención de politización de las Fueras Armadas, el general Néstor González responde: "cómo es posible que aquí existan coroneles ayudantes de la señora Adina Bastidas, me disculpa, no es culpa de ella, pero ese es un edecán, dónde está escrito que le sale un coronel o dos coroneles a un funcionario público, mientras que ese coronel debe estar en su cuartel haciendo lo que tiene que hacer", "el Teniente Coronel Rodríguez Torres, que acaba de pasar a ser director de la DISIP, pero antes era el organizador de los Círculos Bolivarianos y podía ampliamente en un periódico en un medio de comunicación, evitar una página política sin que nada pasase, absolutamente, porque él sí tenía derecho", "Existen oficiales dentro de la administración pública, que tienen dádivas en términos de remuneraciones especiales porque trabajan aquí"
Hechos previos al 11 de abril de 2002.
El Presidente, en "Aló, presiente" del domingo 7 de abril, públicamente y sin haber avisado, despide a seis Gerentes Generales de Petróleo de Venezuela. Dos años después, el 15 de enero de 2004, en la Ásamela Nacional -el Presidente de la República- dirá que el cambio de directiva de Petróleos de Venezuela, sustituyendo a la anterior de la meritocracía y el despido de los gerentes fue una provocación suya para precipitar la crisis y apoderarse de las decisiones de la mayor fuente de ingresos de Venezuela. El agudo historiador Manuel Caballero dirá: "La crisis de abril la provocó él mismo (Chávez) y deliberadamente con el despido de los directivos de PDVSA; crisis que con el mayor desparpajo atribuyó a la oposición en oscura conchupancia con las transnacionales de la comunicación. Mentira que le ha permitido absolver a criminales convictos y confesos como los asesinos de Puente Llaguno, y mantener encarcelados a los tres comisarios de la Policía Metropolitana a quienes, a seis años de los sucesos y tres de su prisión, no ha sido posible probarles ningún delito, y ni siquiera juzgarlo"[5].
En la noche del mismo día 7, se celebra en el palacio de Miraflores una reunión de trabajo para estudiar las acciones a tomar ante el paro anunciado de los trabajadores y hacer un plan para llevar a consideración del Presidente de la República. En la Reunión están los ministros del Gabinete, el "Alto Mando Militar": General Efraín Vásquez Velasco, General Manuel Rosendo, Vicealmirante Bernabé Carrero Cubero, Jefe del Estado Mayor Conjunto, el ex presidente de PDVSA, doctor Gastón Parra Luzardo y el Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez. "Luego, entró otro grupo de personas, entre las cuales logré identificar -dice el general Rosendo- al diputado Nicolás Maduro, a la ciudadana diputada Cilia Flores, al gobernador del estado Táchira, Ronald Blanco La Cruz, al gobernador del estado Sucre, doctor Ramón Martínez, y el diputado Ismael García quien hizo una exposición a nombre del grupo antes mencionado, en el cual se determinó, entre los siete puntos que presentaron, la forma de cómo contrarrestar las acciones de las personas de la industria petrolera y las que participarían en el paro anunciado el día sábado 6 de abril, por el ciudadano Carlos Ortega en representación de la CTV".
Allí se expusieron varios puntos, entre los cuales se destacó la utilización de los Círculos Bolivarianos en forma contundente, tanto en las instalaciones y dependencias petroleras, como en las áreas donde se efectuarían las concentraciones.
Se nombra un Comité Político de la Revolución y se le asigna las siguientes responsabilidades: controlar que los círculos bolivarianos y los sindicatos ocupasen los exteriores de las instalaciones de Pdvsa-Chuao y alrededores del Palacio de Miraflores; coordinar los comités regionales encargados de proveer transporte al pueblo y adelantar acciones de guerra psicológica, como aceite en las calles y tachuelas; movilizar gran cantidad de carros (vehículos) entre las seis y nueve de la mañana y gran movilización social.
Se ordenó elaborar tres planes: el plan de calle, el plan militar y el plan mediático. Se determina formar un estado mayor político, integrado por los gobernadores de Vargas y Aragua, el Alcalde del Municipio Libertador y el Vicepresidente, para esa época, Diosdado Cabello Rondón.
Se habló de decretar un estado de emergencia selectivo hasta llegar a uno de excepción. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Aristóbulo Istúriz hace una intervención para sugerir la importancia de tomar todos los puntos estratégicos con los círculos bolivarianos, ya que si se pierde la calle se acabó todo.
También estaba presente, -añade el General Rosendo- el diputado Nicolás Maduro, quien informó que había negociado con Petróleos de Venezuela la asignación de 10.000 millones de bolívares para que los trabajadores de PDVSA no participasen en la manifestación de protesta contra el Gobierno.
La Fuerza Armada Nacional ofrecía su apoyo con personal muy calificado académicamente, sostiene el General Rosendo, por lo que no cree conveniente el empleo de los Grupos Bolivarianos, oponiéndose a incorporarle por su carácter agresivo y conflictivo.
El Fiscal General de la República, doctor Julián Isaías Rodríguez, presente en esa reunión, convalidó el planteamiento con su silencio, no alertó, no hizo oposición alguna contra tamaño atropello que se pretendía cometer sobre un grupo de venezolanos manifestantes, olvidándose de su obligación de prevenir y sancionar los hechos que colisionan con la ley, así como poner en práctica una de sus principales atribuciones, que es la de garantizar y ser respetuoso de los derechos y garantías constitucionales de todos los ciudadanos y demás derechos establecidos en tratados, convenios, pactos y acuerdos firmados y ratificados por nuestro país.
El 8 de abril del 2002, unos ciudadanos pertenecientes a los círculos bolivarianos fueron expulsados por las personas que se iban concentraron frente a las instalaciones de Pdvsa-Chuao, hecho observado a través de las distintas pantallas de televisión.
El día 10 de abril de 2002 se celebra una reunión, en el despacho del General en Jefe Lucas Rincón Romero, y entre otros temas tratan el desarrollo del paro. Están presente en la reunión el General Landis, comandante general de la Guardia Nacional; el General Lucas Rincón, Inspector General de las Fuerzas Armadas; el General Eugenio Gutiérrez Ramos, Comandante del Core 5; el General Jorge García Carneiro, Comandante de la Tercera División de Infantería y Jefe del Estado Mayor de la Guarnición de Caracas; el General Wilfredo Ramón Silva, Comandante de la 31 Brigada de Infantería; y el General Manuel Antonio Rosendo. Los generales Landis y Gutiérrez presentan un plan para impedir la reunión en la Plaza Pdvsa-Chuao, "el General en Jefe, Lucas Rincón, se manifiesta en desacuerdo, en principio por no haber sido consultado, siendo él responsable de coordinar las acciones de seguridad ciudadana por lo que pidió opinión al respecto, y en segundo lugar el peligro que representaba la presencia de los Círculos Bolivarianos, estando garantizada la seguridad del Presidente con la Guardia de Honor. "Además, refiere, que el derecho a manifestar estaba vigente, es así que ante ello pregunta al General Jorge García Carneiro y al General Wilfredo Ramón Silva, si sabían algo de lo expresado por el Comandante General de la Guardia Nacional y éstos manifestaron que no tenían información al respecto.
En ese instante, el General Belisario Landis dijo, "entonces no le cumplo la orden al ciudadano Presidente de la República".
Posteriormente Belisario Landis se reúne con el Alto Mando de la Guardia Nacional, quien le informa sobre el posible escenario que se podría presentar durante esa marcha y la forma como la Guardia Nacional podría contribuir en el control de la misma.
En horas de la tarde, el General Manuel Antonio Rosendo, muy preocupado, solicita una audiencia al ciudadano Presidente de la República, la cual le fue concedida; en ella le informa sobre la situación y le sugiere la inconveniencia de la acción planificada por el general Comandante de la Guardia Nacional, Belisario Landis en relación a la operación mencionada que se ejecutaría sobre el área de Pdvsa-Chuao, por cuanto entendía que el derecho a manifestar y de reunión estaban amparados por la Constitución Nacional.
Esa misma noche Rosendo escribe una carta al Presidente de la República, a quien hizo llegar, según el testimonio dado ante la Asamblea nacional.
Desarrollo de los acontecimientos del 11 de abril de 2002
Desde primeras horas de la mañana se fueron concentrando los diversos grupos de manifestantes en la Plaza de la "Meritocracia" de Pdvsa-Chuao, y sus adyacencias en apoyo a la huelga de los petroleros que ya llevaban desde el día 9 manifestándose. La respuesta a la convocatoria rebasó las estimaciones de los organizadores. Los congregados las únicas armas de alta peligrosidad que llevaban eran pitos (silbatos) cacerolas, banderas y pancartas; sin embargo el General de Brigada, Hernán Rojas Pérez manifiesta al General de División Aviación Chacón Quintana, Director General del Ministerio de la Defensa, que se sabía que desde primeras horas de la mañana se iban a apostar grupos armados de los Círculos Bolivarianos entorno a la manifestación. En principio la marcha estaba programada llegar hasta la Plaza Pdvsa-Chuao. Eddid Ramírez, unos de los ex Gerentes de Petroleros de Venezuela dice: desconozco si alguno de los líderes realizaron un llamado para continuar a Miraflores, pero si puedo afirmar que desde el día anterior en la misma Plaza de la Meritocracia era frecuente escuchar a los asistentes gritar su deseo de ir al Palacio[6]A las primeras horas de la tarde la marcha empieza a llegar a las inmediaciones de Miraflores. Venezolana de Televisora, el canal del Estado entrevista a Freddy Bernal y a Nelson Merentes en la avenida Urdaneta, quienes declaran que de los cerros están bajando con palos. Los Círculos Bolivarianos rodean el Palacio Presidencial y un cordón de la Guardia Nacional impiden acercarse a los marchantes. A partir de la una de la tarde empiezan a caer al suelo los primeros heridos y en el transcurso de las próximas horas sucede la muerte de 19 personas y un centenar de heridos. La sangre enardece los ánimos y salen disparos desde diversos puntos: del Puente Llaguno, de las azoteas de edificios próximos al Palacio Presidencial y desde puntos estratégicos. Lucas Rincón Romero, Inspector General de la Fuerza Armada, por televisión desmiente rumores de una renuncia del Presidente o destitución por parte del Ejército. Apenas, añade, hay algunos focos de perturbación, los cuales están controlados. A las 3,45 de la tarde, mientras sucedían los asesinatos el Presidente encadena las televisoras y radios privadas desde la Televisora Nacional y comunica que la gente quiere acercarse al Palacio de Miraflores para sacarlo del poder. A la vez dice que todo está en calma. Ante esta contradicción los canales privados deciden partir las pantallas y mientras por una mitad se veía al Presidente diciendo que todo estaba normal, por la otra mitad de las pantallas se observaba las calles que rodeaban el palacio de Miraflores bañadas de sangre. La Comisión Nacional de Televisión (Conatel) saca del aire las señales de las televisoras privadas, mientras por el canal del Estado sigue hablando el Presidente.
Las televisoras privadas logran restituir la señal y siguen retransmitiendo las imágenes de lo que está sucediendo, en el centro de Caracas, a todo el país, pegado a los canales está viendo los trágicos sucesos.
El Presidente, como a las 5 de la tarde da órdenes, al General Manuel Rosendo de aplicar el Plan Ávila (operativo de seguridad, de alto carácter represivo del ejército, en este caso contra la población desarmada). Quién podía pensar que el Presidente, quien gustaba repetir a cada instante la frase del Libertador "maldito el soldado que dispara sus armas contra el pueblo", pudiese impartir la orden de sacar los tanques y los militares a la calle contra la manifestación, en defensa de su persona.
El General Manuel Rosendo, responsable de la seguridad de Caracas, se niega aceptar la orden del Presidente de aplicar del Plan Ávila. A la orden inconstitucional del Presidente, Rosendo, ante la Asamblea Nacional el 10 de mayo de 2002, dice: "Ante la indecisión del Alto Mando Militar, después de hacer mi apreciación como Comandante del Plan rector Soberanía, tomé la decisión de no aplicar el Plan Ávila, atendiendo al artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que prohíbe el uso de armas de fuego en el control de manifestaciones".
Los Generales y el Plan Ávila
El General Rosendo, al negarse a aplicar del Plan Ávila, estando en su despacho, se entera de que el Presidente ha ordenado al General División García Carneiro la activación del Plan Ávila. El General de División García Carneiro, a pesar de la intervención del General Rosendo, quien le recordó que asumiese la responsabilidad de sus acciones y el consejo del General de Brigada González Cárdenas de que desistiese de obedecer orden tan irracional, persiste, obcecadamente, en sacar los tanques a la calle en apoyo a los Círculos Bolivarianos en defensa del Presidente. Ante la negativa de García Carnero de no hacer caso a los generales e impartir órdenes de movilizar tanques y tropas, el General de División Vásquez Velasco, convoca a una reunión de generales en la Comando General del Ejército a donde se dan cita los generales Néstor González González Cárdenas entre otros y algunos coroneles y comandantes y el mismo Inspector General Lucas Rincón Romero para quitarle el apoyo del Ejército al señor Presidente a fin de detener las tropas antes de que ocurra una masacre, para lo cual era necesario traer a la reunión a García Carneiro.
El segundo Comandante Inspector General del Ejército, General de División José Félix Ruiz Guzmán, recibe una llamada del Inspector General Lucas Rincón participándole que tomase el mando del Ejército, porqué el General Vásquez de Velasco se había pronunciado en contra del Presidente, lo que era falso, pues aun no había presentado la renuncia. El Ruiz Guzmán participa a la primera autoridad del Ejecito que Vásquez de Velasco se encuentra en la zona y que los comandantes de unidades se niegan a cumplir la orden del Plan Ávila, sin embargo, en estos momentos, están saliendo tanques y el Presidente está impartiendo órdenes por radio de la Red Tiburón.
El 31 de mayo de 2002 el Presidente en una de sus verborreas corrobora que fue él quien ordenó la activación del Plan Ávila.
El mismo Manuel Rosendo manifiesta ante la Asamblea Nacional, el 10 de mayo de 2002, que mientras la marcha cruzaba Caracas en dirección a Miraflores, el Alto Mando Militar analizó la situación con el Ministro José Vicente Rangel, quien desde su despacho en el piso 5º estaba coordinando telefónicamente la convocatoria a los Círculos Bolivarianos, ahí fue cuando el General Rosendo reiteró al Ministro José Vicente Rangel: "que era de opinión y coincidía con el Vicealmirante Bernabé Cubero, que la solución consistía en plantearse el retiro de los Círculos Bolivarianos en sus acciones para contrarrestar la marcha pacífica en el área de Miraflores, o en el mejor de los casos que no hubiese oposición alguna a su desarrollo, por cuanto hasta ese momento la marcha continuaba pacífica y había demostrado un gran civismo".
"Ante mi intervención -sigue diciendo el General Rosendo- el Ministro de la Defensa dijo, ante el más Alto Mando de la Fuerza Armada Nacional, que la marcha no podía llegar a Miraflores, porque, ¿quién iba a defender al Presidente de la República?, a lo cual con todo respeto pero con energía le contesté, que el ciudadano Presidente de la República, constitucionalmente es el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, y como tal tiene como recurso su unidad élite: la Guardia de Honor y demás miembros agregados de la Guardia Nacional de Venezuela, a lo cual el Ministro de Defensa respondió, "ese papelote de hue…", ustedes le ponen el resto, no lo voy a hacer yo, a mi me matan defendiendo. Ante esa opinión le insistí que la solución era retirar los Círculos Bolivarianos, ya que la marcha seguía pacífica y constituía un grupo de personas y una poblada entusiasmada y cohesionada".
El Ministro del Ejército, José Vicente Rangel llama a Bernal para que mande bajar a la gente de los cerros con lo que tengan para defender Miraflores. "Freddy -dice Rangel- la marcha ya arrancó hacia Miraflores, nuestra gente debe estar armada con piedras, palos y cuchillos, anuncia por la televisora del Estado que los cerros están armados, que eso los c…, los asusta". Esta información igualmente la hizo -el Capitán O´Bryan- del conocimiento del General en Jefe Lucas Rincón Romero en horas de la noche del día 11 de abril en presencia de otro oficial.
El General N. González G. sobre la orden impartida por José Vicente Rangel, Ministro de la Fuerza Armada, confirma que: "minutos antes de la cadena nacional de radio y televisión, el Capitán O´Brian Fossi oyó al Dr. José Vicente Rangel impartir instrucciones al alcalde Freddy Bernal para que armase a los Círculos Bolivarianos y detuviese la marcha a como diese lugar. El mencionado capitán O´Bryan notificó de inmediato la situación al General de División Manuel Rosendo quien, en la reunión de generales, se lo comunicó al Inspector General en Jefe Lucas Rincón Romero, quien no tomó las medidas del caso".
Las denuncias e informes sobre posible presencia y ataque armado por parte de los grupos del oficialismo al mando del alcalde Freddy Bernal contra la manifestación pacífica presentada por el Capitán O´Bryan Fossi y el general de Brigada Hernán Rojas Pérez y la notificación por parte del General de División Manuel Rosendo al señor Presidente de la República, no fueron tomadas en cuenta a fin de evitar una tragedia.
La omisión por parte del Presidente y Alto Mando al peligro de tales informaciones, así como la presencia y ubicación de tales grupos, produjo la muerte irreparable de tantos venezolanos. Ese mismo día el General de División Manuel Antonio Rosendo, recomendó al Presidente de la República que la solución era retirar los Círculos Bolivarianos.
El Vicealmirante Carrero Cubero solicitó al Presidente de la República ser relevado del cargo de Jefe de Estado Mayor Conjunto, por las conversaciones e instrucciones que escuchó impartir al señor Ministro de la Defensa, en su convocatoria de que las personas de los barrios bajasen armadas a defender Miraflores. En esta oportunidad, él oyó "que bajen con palos y garrotes". En ese instante el General Manuel Rosendo dice que le vino a la mente que lo dicho por el Vicealmirante Carrero Cubero confirmaba y ratificaba lo dicho por mi ayudante el capitán O"Bryan Fosi.
El ciudadano Presidente de la República dijo no tener conocimiento de esa orden impartida por el Dr. José Vicente Rangel, quien se molestó por lo dicho por el Vicealmirante Carrero. Tengo entendido -dice Rosendo- que luego el Ministro de la Defensa pidió disculpas al Vicealmirante Carrero Cubero.
La reacción de los Generales, reunidos en algún hotel del este de la ciudad contemplando los excesos de represión de La Guardia Nacional y de los Círculos Bolivarianos contra la manifestación, fue la de ir a reunirse en la Comandancia del Ejército con el Alto Mando Militar, donde acuerdan exigir la renuncia al Presidente, para lo cual nombran una comisión compuesta por los Generales Lucas Rincón, Manuel Rosendo y Hurtado Sucre para llevar el mensaje al Presidente de que debía renunciar por la paz del país.
¿Golpe de Estado o vacío de poder?
A los seis años de los hechos las opiniones siguen divididas y sin esperanza de que se despejen las incógnitas y se esclarezca el hecho histórico.
El Presidente, a pesar de las intenciones de sus incondicionales, presentes en Miraflores la tarde del 11 de Abril, José Vicente Rangel dispuesto a "morir con las botas puestas" y Freddy Bernal "defendiendo la revolución con los Círculos Bolivarianos desde los barrios", prefiere tomar el camino del acuerdo y la retirada, para lo cual comisiona a Manuel Rosendo, Hurtado Sucre, y Lucas Rincón para que negocien la renuncia a la presidencia con el Alto Mando del Ejército, reunido en la Comandancia, y asegurar las condiciones de seguridad para su persona, familiares y algunos personeros del alto gobierno para trasladarse a Cuba.
Los tres generales, partidarios del Gobierno, se trasladan, desde el Fuerte Tiuna, a Miraflores, quienes viendo las tensiones de los generales reunidos en la Comandancia, fueron comisionados a presentar al Presidente la situación existente entre los generales reunidos. El General Manuel Rosendo pide al Presidente de la República que le relevara del cargo de Comandante del CUFAN, y con Sucre se regresan al Fuerte Tiuna, Lucas Rincón Romero se queda con el Presidente, ¿Qué hablaron, durante esas dos hora? ¿Cómo planificaron la estrategia de la renuncia? Un secreto bien guardado.
El Comandante del Ejército, Efraín Vásquez Velasco, en el Palacio de Miraflores le presenta también la renuncia diciendo "hasta aquí le he servido, Señor Presidente".
La noche del 11 al 12, la movida de los generales
¿Cuál fue el motivo del Presiente de trasladarse al Fuerte Tiuna, y no ir al canal de Televén, donde le esperaban para la firmara de la renuncia y dirigirse al pueblo, cómo había pedido? ¿Pensaría convencer a los generales a deponer su actitud? Marta Harnecker, en su libro, Militares junto al pueblo, afirma: en la madrugada (del 12) ya Chávez había tomado la decisión de entregarse a los militares rebeldes, pero antes juega una de sus cartas y el mensajero para la jugada es J. V. Rangel, viejo amigo del presidente de Televén, Omar Camero, […] Rangel comunica a Camero el deseo del Presidente, y pide a su amigo Camero que haga de mediador para facilitar la entrega. Camero acepta, pero dice que antes tiene que comunicar a los rebeldes del Fuerte Tiuna, la propuesta del Presidente de irse a Cuba". La presencia de los Mons. Baltasar Porras, y Aguaje, presidente y secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana, esperando la llegada del Presidente a la planta de Televén, quienes a solicitud del mismo Presidente harían de mediadores y garantía de su vida hasta la escalerilla del avión que le llevaría a Cuba. El Presidente se traslada de Miraflores directamente al Fuerte Tiuna, en vez de ir a Televen. Mons. Baltasar Porras relata con lujos de detalles que Hugo Chávez anunció que renunciaría a la presidencia, condicionando la firma a la seguridad de salida del país. Incluso -afirma Mons. Porras-: "hubo un pedido del propio Fidel Castro al jefe del Gobierno Español, don José María Aznar, para que le recibiera en la península, pues el mandatario cubano no quería recibirlo en la isla caribeña". Mons. Baltasar, en la mañana del 12, refiere las palabras de Chávez al Alto Mando Militar a quien dijo: "Yo destituiría a Diosdado Cabello (Vicepresidente) porque sé que no podía quedar al frente, ya que no sería aceptado por todos; les propuse que pusiesen en el documento de la renuncia la destitución de Diosdado Cabello y todo el gabinete para facilitar las cosas".
Los generales López Hidalgo y José Aquiles Vietri Vietri, ambos afectos al Presidente, en la interpelación por la Asamblea Nacional, el 9 de junio del 2002, afirman que el Presidente se trasladó voluntariamente al Fuerte Tiuna con la esperanza de negociar. Chávez habría renunciado de palabra, exigiendo su traslado a Cuba, petición inicialmente aceptada por los militares. Cuando éstos cambiaron de opinión, Chávez se negó a ratificar la renuncia por escrito. Los generales Medina Gómez, Néstor González González; Rommel Fuenmayor y el Coronel Rodríguez Salas se trasladaron del Fuerte Tiuna una hora después. Los generales no aceptan la propuesta de Camero, por lo que Camero se retira de mediador. Las condiciones presentadas por el Presidente, seguridad para su persona, familia y ministros y un avión para trasladarse a Cuba, la salida más lógica, no prospero por parte de algunos generales quienes sostenían que el Presidente debería rendir cuentas de los muertos del 11 en la tarde por los francos tiradores contra la manifestación.
En las últimas horas de la noche del 11 y primeras del 12 se muestran dos tendencias bien definidas entre los generales: los que pertenecen a la tendencia dura que venían oponiéndose a las pretensiones del Gobierno de imponer un proceso revolucionario y la otra compuesta por el Alto Mando Militar, que se declara en desobediencia al Presidentes, al negarse a aplicar el Plan Ávila[7]Lucas Rincón, General en Jefe de las Fuerzas Armadas informa en la madrugada del 12 que lo muertos alcanzaban a 19 y había más de 100 heridos; por lo que "el Alto Mando Militar lamenta los sucesos ocurridos en Caracas en la tarde de ayer y ante la gravedad de esos hechos se le había solicitado la renuncia al señor Presidente, la cual aceptó".
El hecho de la renuncia es claro, y ésta fue solicitada por los generales adictos al Gobierno. En la reunión de la noche en el Fuerte Tiuna el Presidente modifica el documento de renuncia destituyendo al Vicepresidente y todo su Gabinete.
Los testimonios expresados por los actores al ser interpelados por La Asamblea Nacional, los días finales de mayo, están acordes con esta primera versión de la renuncia presidencial.
El testimonio de Mons. Baltasar Porras, quien fue llamado en calidad de presidente de la Conferencia Episcopal, por el mismo Presidente de la República para que garantizase su vida hasta el momento de abordar el avión, rumbo a Cuba, donde había pedido ir, es fundamental para la historia y la tesis de la renuncia.
Una segunda hipótesis es que la firma de la renuncia estaba condicionada a que le dejasen salir del país, pues estaba convencido, que si se quedaba en Venezuela, sería apresado. Al cambiar los generales, en el Fuerte Tiuna, las condiciones, Chávez dice: "Ustedes me han cambiado las reglas de juego. Yo dije a Rosendo y Hurtado que firmaba la renuncia si me mandaban fuera del país. En eso quedamos. Pero ustedes dicen que quedaré bajo custodia, lo que quiere decir que estaré preso… pienso, pero ustedes tienen la última palabra".
Las declaraciones del General Usón, en el libro habla el general Usón de Agustín Blanco Muñoz, concuerdan con las dadas por Mons. Porras.
Jesús Urdaneta Hernández, ex compañero de la Rebelión Militar del 4 de febrero del 1992, en declaraciones a Versión Final contesta a los hechos del 12 de abril de 2002: "yo sí creo que renunció, que no haya firmado la carta por zamarrería es otra cosa". Chávez cuando ve las cosas difíciles se convierte en el negociador más cuerdo que pueda haber. Chávez tenía la lista de los que iban a ir a Cuba con él. "Chávez -sigue diciendo Urdaneta- después ha dado vueltas y más vueltas al hecho y ha demostrado que es un mentiroso, embustero, y quiere hacer ver las cosa a su favor". El ejemplo más claro de la característica de Chávez está en el Puente Llaguno, donde todos vimos a unos delincuentes disparando a la marcha que se acercaba por la avenida Baralt, a quienes después ha condecorado como héroes de la patria y tiene presos, sin juicio a los Comisarios de la Policía Iván Simonovis, Lázaro Forero y Darío Vivas que estaban resguardando a los marchantes, ¿porqué? Chávez trata de ocultar que fue él y José Vicente Rangel, quienes mandaron a la Disip disparar contra la marcha. Algún día, los testigos que hoy guardan silencio saldrán a dar testimonio.
Isaías Baduel, general de la Brigada 42 de Paracaidistas de Maracay, reconoce su papel en el restablecimiento de la democracia, violada por el corto periodo de la presidencia de Carmona, al eliminar por decreto los poderes constituidos en el mediodía del día 13. Baduel ha sostenido que de haber seguido las normas constitucionales de pasar la presidencia al Vicepresidente Diosdado Cabello, él hubiese apoyado el cambio por la renuncia de Hugo Chávez[8]
Auto golpe para develar la posible conspiración que se estaba organizando en las Fuerzas Armadas contra el proceso revolucionario.
Una tercera hipótesis se ha sumado a las del Golpe de Estado y la Renuncia Presidencial: Un autogolpe para develar la soterrada conspiración y dejar al descubierto los golpistas.
Los Almirantes y Generales, que posiblemente estaban comprometidos con un eventual golpe, no aceptaron que el Presidente saliese del País, ante lo cual el Presidente se negó a firmar la renuncia y según el testimonio de Mons. Porras, en entrevistas a la periodista Carla Angola, del canal de televisión "Globovisión", con motivo del cuarto aniversario del 11 de abril, ratifica que fue invitado acompañar al Presidente hasta la escalerilla del avión.
La periodista Patricia Poleo, en contestación a la pregunta de la diputada Vestalia Araujo, ¿porqué afirmó en "el reportaje de Poder", del 16 de abril, que Carmona engañó y traicionó a parte del empresariado, a la CTV y a algunos militares?, responde, recordando lo dicho en la introducción de la interpelación: "aquí sí se habían hecho reuniones que en ningún momento fueron secretas y que todo el mundo las conocía, donde se hicieron algunos compromisos y acuerdos democráticos, entre los que estaba, en una posible transición de poder, si el presidente Chávez llegara a renunciar, lo cual también está contenido en la Constitución Bolivariana de Venezuela, debía haber una participación absolutamente de todos los sectores.
Ya lo he relatado en diversas oportunidades -sigue hablando Patricia Poleo- lo que he dicho está aquí en los artículos, que voy a consignar ante esta Asamblea. El jueves 11 en la noche, ya para amarecer el viernes, Carmona dijo que iba a descansar y sin embargo se fue a la Comandancia General del Ejército, a nombrar a unos ministros a espaldas del empresariado, a espaldas de la CTV, a espalda de todos los sectores, incluyendo a la sociedad civil, que era el más importante, e hizo algunas decisiones que las tomó de forma personal.
Carmona Estanga estaba reunido, la mañana del 12, con Carlos Ortega, Luis Miquelena, y el Arzobispo de Caracas García Velasco, considerando el vacío de poder y aconsejándole a prestar el juramento ante la Asamblea, Carmona con la advertencia que va al hotel a darse un baño, va a reunirse con los Generales, consumando el golpe no contra Chávez, que estaba rendido, sino contra la sociedad civil que había solicitado la renuncia, contra el Movimiento Obrero liderado por Carlos Ortega. Esta tesis la han sostenido Armando Duran, Patricia y su padre Rafael Poleo. El Gobierno va a montar sobre ella su versión histórica fundamentada en el Carmonazo. El Decreto que suprime todos los poderes constituidos y deja todo el poder en un grupito de empresarios y los generales que estaban en la movida.
El General retirado Fernando Ochoa Antich, Ministro del Ejercito cuando el golpe de Estado de 1992, sostiene la tesis de que el presidente Hugo Chávez provoco deliberadamente la crisis política con los injustificados despidos de varios Gerentes de PDVSA. "Estoy convencido de que quiso abortar una conspiración que se estaba organizando en el seno de las Fuerzas Armadas, creando las condiciones políticas para que los oficiales se decidieran a insurreccionarse antes de estar preparado para hacerlo. Esa es la única explicación posible que tiene la sorprendente designación del general Lucas Rincón Romero como ministro de Defensa, después del triste papel que jugó ese día. Lo que nunca se imaginó Hugo Chávez fue la magnitud de la manifestación de protesta. Tampoco creyó, que un número tan importante de oficiales, de su confianza, saltaran la talanquera al conocer los hechos ocurridos alrededor de Miraflores"[9].
Fernando Ochoa Antich, argumenta que la tesis, propalada por el Gobierno y sus acólitos, es una falacia. Al tener los Círculos Bolivarianos, la Guardia Nacional y la Guardia de Honor Presidencial controlaban el centro de Caracas, los alrededores del Palacio Presidencial, las azoteas de los edificios y hoteles próximos a Miraflores. ¿Qué posibilidades tenía la oposición de actuar? Se pregunta Fernando Ochoa Antich "Los disparos contra la manifestación de la oposición fueron realizados por efectivos militares y militantes de los Círculos Bolivarianos. La actuación de la Policía Metropolitana se limitó a defender a los manifestantes de esos disparos. Es posible que ellos también hayan utilizado sus armas, pero fue en defensa propia".
Conociendo bien Fernando Ochoa a Hugo Chávez desde el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, dice que le dio risa, al escuchar a Hugo Chávez, el 12 de abril de 2008, al afirmar "que al entregarse detenido estaba arriesgando su vida". La entrega de Chávez, sostiene el General Fernando Ochoa, fue para no combatir, como en el año 1992, dejando que sus subalternos tratasen penetrar con tanques al palacio de Miraflores, mientras caían muertos 34 soldados y él estaba enconchado en el Museo Militar.
Hugo Chávez había aceptado irse al exterior sin presentar mayores problemas. Fue un error no enviarlo de inmediato, después de firmar la correspondiente renuncia. La reacción posterior de algunas unidades militares ocurrió por las equivocaciones políticas de Pedro Carmona y la incapacidad de los oficiales, que habían decidido desconocer la autoridad del presidente de la República, para garantizar el orden público en las calles de Caracas. La otra gran mentira es que en esos días haya habido algún gesto de valor en defensa del régimen chavista por parte de sus líderes. Los Círculos Bolivarianos manifestaron libremente ante la ausencia de un toque de queda y del necesario patrullaje militar. Los altos dirigentes del gobierno se encontraban todos escondidos y algunos hasta asilados en más de una embajada. Estas verdades no la puede cambiar la propaganda oficial del régimen chavista. Chávez hubiese firmado la renuncia a no ser por el principal asesor José Vicente Rangel, quien insistió en una primera decisión morir con las botas puestas "inmolándose a imitación de Allende. La llamada de Fidel Castro, quien le aconsejó: "¡No te inmoles Hugo! ¡No hagas como Allende! Allende era un hombre sólo, no tenía un soldado. Tú, tienes una gran parte del ejercito". A la decisión de entregarse a los militares en el Fuerte Tiuna, atiende las últimas recomendaciones de José Vicente Rangel de no dejar por escrito el abandono del Poder. Freddy Bernal que también acompañaba en los últimos momentos al Presidente dice: "usted se entregará pero yo voy a pelear desde los barrios".
En la reunión en el Fuerte Tiuna, mientras los militares deciden el destino de Chávez, se le permite hacer una llamada a su hija Gabriela, ésta llamo a Cuba y a los allegados del régimen asegurando que el Presidente no había firmado la renuncia al cargo.
En la Isla de la Orchila, donde paseaba con el Cardenal, Ignacio García Velasco y rezaban por el futuro de Venezuela, se va a producir el fatídico paso del Carmonazo, que cambió la historia de Venezuela, para bien del chavismo y desgracia de la democracia.
El contra golpe
Carmona se presenta a la Comandancia Militar y toma las riendas de transición de mando, elabora el decreto de gobierno y a las cinco de la tarde del 12 se juramentaba, y como presidente provisional, disuelve los poderes constituidos, lo que provoco una doble reacción: 1ª persecución a algunos miembros del chavismo, entre otros al diputado Tarret Saab, al Ministro de Relaciones Interiores Capitán de Marina Ramón Chacín y el incidente en la Embajada Cubana, al querer un nutrido grupo asaltarla. 2ª la desaprobación, de la presidencia de Carmona Estanga, tanto por la gente del gobierno, como la mayoría de la oposición, al negarse a firmar el decreto Carmona. El mismo presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega discrepa de Carmona y se aparta; el comandante del Ejército Efraín Vázquez Velasco, anuncia que las Fuerza Armada acompañará al nuevo gobierno, sólo si respeta el hilo constitucional.
Brewer Carias, como gran constitucionalista, fundamenta el cambió de poder en el vacío que había producido la renuncia anunciada por el Inspector de las Fuerzas Armadas, Lucas Rincón; sin embargo en la tarde del 12, antes de la auto-juramentación, al decreto recatado por constitucionalistas, Pedro Carmona e Isaac Pérez Recao hicieron correcciones, que creyeron debía contener el decreto de la presidencia provisional, eso termino siendo pues el adefesio que vimos finalmente.
El viernes antes de la juramentación o de auto-juramentación de Pedro Carmona, hubo discusiones jurídicas en Miraflores y muchas personas trataron de hacerle ver al doctor Carmona que ese decreto era inconstitucional, antidemocrático y él no lo quiso ver.
En el momento del almuerzo, escuchando por televisión los decretos firmados por el nuevo presidente, recuerdo que dije a la familia "nos jodimos, se está cometiendo el verdadero Golpe de Estado, al suprimir, por decreto, los poderes constituidos, como el Congreso y los Gobernadores que habían sido elegidos por el Pueblo".
El General Baduel, comandante de la 42 Brigada de Paracaidistas de Maracay, estaba dispuesto llegar a Caracas para defender al Gobierno; parece que una llamada del mismo Presidente lo disuadió de llegar el 11 en la noche a Caracas: "Hermano te ordeno, más que ordenarte, te ruego que no te conviertas tú ni tu unidad en un factor de derramamiento de sangre". Sin embargo estuvo atento al desarrollo de los acontecimientos. Una vez auto-juramentado Carmona Estanga empezó a organizar el rescate del Presidente retenido en la Orchila.
El problema que se presenta, en esta segunda etapa, es el hecho de que al no haber firmado la renuncia el presidente Hugo Chávez, los siguientes intentos de formar gobierno es un hecho inconstitucional.
Es interesante investigar, si el Presidente, al ordenar aplicar el Plan Ávila, estaba violando la Constitución, al saltarse los órganos competentes del Alto Mando Militar, quienes se negaron seguir las órdenes del Presidente.
El Inspector General de las Fuerzas Armadas, Lucas Rincón en la interpelación de la Asamblea Nacional afirma, que el mismo Presidente le dijo: "Ordené al General Rosendo, el Plan Ávila, pero el General Rosendo no quiso, se me desapareció… Lucas, Plan Ávila, Lucas respondió, Presidente no sé, vamos a pensarlo. Que vamos a estar pensando, respondió Chávez, el Plan Ávila." Ante esta negativa el mismo Presidente dará la orden al general García Carneiro.
Marta Hanecker, Chilena, residenciada en Cuba, autora del libro Los conceptos elementales del Materialismo Dialéctico 1ª Edición 1969, ofrece el testimonio de que el 12-A hubo un vacío de poder por la renuncia del Presidente Chávez[10]El libro escrito sobre entrevistas con el mismo Hugo Chávez, confirma los testimonios de Rosendo y de Lucas Rincón, dado por estos en las interpelaciones en la Asamblea Nacional, la escritora pone en boca de Hugo Chávez.:
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