En la economía de Brasil -como hemos visto- la década de los noventa significó un período de cambios importantes en materia de desregulación de mercados, apertura comercial, otorgamiento de concesión de servicios públicos y privatizaciones de empresas públicas. Estos cambios dinamizaron a la economía del país. Igualmente, sirvieron de base para la construcción de un nuevo período de crecimiento económico.
Sin embargo, las políticas industriales del Estado son catalogadas como insuficientes para el logro de una mayor competitividad de las empresas del país en el exterior. Los empresarios y los sectores más críticos, consideran que la implementación del Plan Real (1.994) influyó en el incremento del déficit de las cuentas externas debido a que un dólar barato benefició a las importaciones y debilitó las exportaciones del país, haciendo que "O Brasil perdeu participação nas exportações mundiais, hoje restrita a 0,9% do total, enquanto outros competidores como China, Coréia do Sul, Taiwan e México ganharam posições"[81] . En materia de IED, el Brasil se ubica en tercer lugar en la preferencia de los mega inversionistas[82]superado únicamente por EE.UU y China, debido -entre otras causas- a las facilidades al ingreso de capital extranjero al país el cual recibe el mismo trato que el de los capitales nacionales.
Los sectores más atractivos de la economía brasileña a la hora de invertir son:
Bienes de capital y maquinarias en general.
Productos industrializados y Software.
Telecomunicaciones.
Infraestructura y prestación de servicios financieros. Los principales inversionistas en estas áreas son capitales de la UE como el Banco Santander, FIAT, Telecom de Italia y Portugal. El comportamiento económico de Brasil en los últimos años lo ubica como la octava economía del mundo[83]En materia de competitividad la economía de EE.UU. continúa siendo la primera en el ámbito mundial, mientras el Brasil se ubica en la posición treinta y uno.[84] En las prioridades que en materia de RR.II y comercio tiene la administración de Fernando Henrique Cardoso, tienen importancia las negociaciones en materia financiera y de comercio exterior, buscando el perfeccionamiento y mayor transparencia y equidad en las Instituciones pertinentes como la OMC.
Entre los principales desafíos de la agenda brasileña están:
Ampliar su acceso a mercados en el ámbito de la OMC, MERCOSUR y el ALCA.[85] Profundización del MERCOSUR (situación actual del bloque a raíz de la crisis de la Argentina) y el acuerdo de libre comercio del bloque con la CAN.
Formación de una asociación interregional con la UE[86] Perspectiva de una nueva ronda global de la OMC.
Preservar las condiciones de competitividad de bienes y servicios y acceso a mercados de los productos brasileños en el ALCA, a través de la eliminación de los obstáculos y trabas para arancelarias que afectan a los productos brasileños. De no lograrse podrían llevar a Brasil a abstenerse de participar en el bloque.
Relaciones y un posible acuerdo entre el MERCOSUR y México.
En el escenario de las negociaciones comerciales internacionales, para Brasil la participación es importante y necesaria debido a su condición de pequeño Global Trader y a la influencia que el resultado de éstas pueden tener en su desempeño exportador.
En el ámbito de las negociaciones de la OMC, se torna vital el logro de acuerdos favorables en áreas como barreras fitosanitarias y barreras no tarifarías, subsidios, propiedad intelectual, debido a que la multilaterización de estas normas implica en cierta medida una internacionalización de la economía del país. En la esfera de negociaciones es importante para Brasil debido a que en palabras del Canciller Celso Lafer, "éstas fortalecen sus capacidades de acción en este tipo de foros, donde pueden desarrollar mejor su potencial en la elaboración de normas y pautas de gestión en el espacio de la globalización y en todos los campos de interés para el país" [87] En la esfera del MERCOSUR, es clave para el país y su estrategia, el apoyo -como hemos mencionado antes- a la economía de la Argentina, lo que unido al interés manifiesto de Uruguay en el ALCA, el posible acuerdo bilateral de Chile con EE.UU y la estrategia de este último país de un acuerdo bilateral con Argentina, podría minar las aspiraciones de Brasil de negociar con un MERCOSUR fuerte y ampliado en el ALCA. En este sentido, es pertinente recordar la posición del gobierno brasileño de que el MERCOSUR no dejará de existir por la implementación de un acuerdo de libre comercio continental.
Las negociaciones con la UE tienen un peso importante para Brasil, debido a que como hemos mencionado, el bloque europeo es el principal destino de las exportaciones brasileñas, y sus relaciones no se limitan al aspecto comercial, sino que existe una estrategia de cooperación en varios niveles. Actualmente, continúan adelante las negociaciones con la UE para establecer una Asociación Interregional con el MERCOSUR.
El establecimiento de un acuerdo del MERCOSUR con México, tiene un interés especial del gobierno de ese país. El objetivo del mismo es disminuir su dependencia del comercio con el NAFTA que concentra el 80% de sus exportaciones. Para Brasil, México es un mercado en el que sus exportaciones han ido incrementándose en los últimos años con una balanza comercial favorable. (Ver anexo 2, Pág. 120 ).
Desde que los EE.UU hicieran la propuesta del libre comercio hemisférico, el Brasil ha sido la contraparte en las negociaciones. Esta importancia se evidencia en la creación en 1.996 de la Sección Nacional de Coordinación de Asuntos Relativos al ALCA [88](SENALCA), que esta presidida por el Embajador José Alfredo Graça Lima, principal negociador del país en el ALCA.
La importancia del tema del ALCA y de la necesidad de Brasil de mantener al MERCOSUR como su plataforma de negociación, fue la motivación por la que Celso Lafer al asumir como Canciller, realizó una gira a los países miembros del bloque buscando mantener la posición común ante el ALCA.[89] Esta participación activa de Brasil en las negociaciones hemisféricas se debe a que para ese país en el ALCA "O que está efetivamente em jogo é o futuro das nossas empresas e os empregos locais"[90] . La posición oficial de Brasil puede expresarse en los siguientes puntos:
El ALCA es una opción no un destino[91] Incide directamente en el desenvolvimiento de los procesos de integración regionales y sobre las políticas económicas que Brasil hoy adopta y adoptará en el futuro.
Antes de la creación de un área de libre comercio hemisférica, lo ideal sería profundizar el MERCOSUR a través de un acuerdo de libre comercio entre éste y la CAN.
Un acuerdo bilateral Brasil – EE.UU., sería más productivo que un acuerdo hemisférico.
Para el gobierno de Brasil el ALCA no es visto como un destino ineludible, por el contrario, en los últimos meses el propio Presidente Cardoso[92]ha manifestado la posibilidad que, al no poder ser superadas las diferencias entre los EE.UU. y su país, éste permanezca al margen del proyecto comercial hemisférico, pudiendo establecerse un mercado regional, o más amplio pero no un mercado hemisférico.
Un aspecto importante expuesto por el Brasil es el de las asimetrías existentes entre los países del continente que participan del proyecto. El Brasil sostiene que los EE.UU. y Canadá al ser más competitivos deberían garantizar un mayor ingreso de productos a sus mercados y no demandar una apertura inmediata por parte de América Latina.
En este sentido el Brasil mantiene la posición de que el ALCA no debe significar el aislamiento de las economías de América Latina con otros mercados, es decir, tener otras oportunidades de inserción internacional a través de acuerdos bilaterales y sub-regionales de integración y libre comercio.[93] Igualmente el gobierno brasileño tiene muy presente el interés de los EE.UU en áreas limitadas por las regulaciones de la OMC, buscando concesiones adicionales por parte de los países de América Latina en materia de propiedad intelectual, medio ambiente y normas laborales.[94] En este sentido, vemos como el ALCA abarcará aspectos más allá de lo económico y comercial, pues en materia de propiedad intelectual los efectos del resultado de las negociaciones se harán sentir en todas las sociedades. El tema ya ha generado disputas, pues los EE.UU se oponen a la autorización dada por el gobierno brasileño que permite la producción en su país de medicamentos para combatir el virus de inmuno deficiencia humana (HIV, siglas en Inglés), debido a los elevados costos de importarlos y a la grave crisis de salud que el HIV representa para ese país.
3.3.1.1.- El ALCA: Efectos, costos y beneficios para Brasil: Para Brasil el ALCA y el comercio continental representan el 50% de las exportaciones y el 70 % de las exportaciones de manufacturas. (Ver anexos N° 03 y 04, Págs. 120 y 121). En este ámbito persigue el objetivo de derribar las barreras para arancelarias que afectan a sus exportaciones en el mercado de EE.UU, es decir, "lograr mejores condiciones para el ingreso de sus productos en el continente y que la apertura de su economía al comercio continental sea progresiva"[95], disminuyendo el impacto en su industria.
En opinión del gobierno brasileño, la Ley Antidumping de EE.UU es antigua y crea distorsiones con el objetivo de proteger algunos sectores de su economía en especial el siderúrgico, sector de la economía de Brasil al que EE.UU aplica constantemente esta Ley. Los EE.UU sostienen que las leyes antidumping y de competencia nacionales deben prevalecer sobre los principios que se acuerden en el ALCA. Esto significa que los EE.UU podrían -de imponer este criterio- continuar impidiendo en forma unilateral el ingreso a su mercado de productos provenientes de América Latina aún y con la implementación del ALCA. "The Brazilians insist that the negotiations must benefit all sides – and in particular, that Washington must change its anti-dumping rules, which they argue have been used unfairly to keep out some Brazilian products, including steel. Brazilian officials point out that in the ostensibly open U.S. market, 60 percent of the products Brazil ships here – including sugar, frozen orange juice and soybeans- are restricted by very high barriers cherished by powerful U.S. interests."[96] Así podemos mencionar las posibles consecuencias que para Brasil tendría el ALCA:
Intensificación del aumento de las importaciones.
Establecimiento de plazos para la actualización tecnológica de sus empresas con el riesgo de quedar excluidas del mercado.
La armonización de políticas de competencia en el continente.
El ALCA significará -en la esfera política– una mayor disminución de independencia política.
Por lo tanto, Brasil mantiene que el ALCA debería ser implementada luego de que el MERCOSUR haya sido consolidado y extendido al resto de América del Sur, ya que la integración hemisférica no seria -en los términos planteados por EE.UU- consistentes con sus intereses nacionales en el corto plazo.
Un aspecto importante, el cual nos ayudará a ver más claramente la importancia estratégica de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR , es la percepción brasileña de que con el ALCA el país perderá el peso económico que posee en América del Sur . Esto, como resultado de un incremento del intercambio comercial de los países de la sub.-región en especial de sus socios del MERCOSUR con EE.UU.
La posibilidad de que Brasil no adhiera al ALCA o que el mismo no logre concretarse por diversos factores, tendría consecuencias que afectarían en forma importante el comportamiento de sus exportaciones, debido a que continuaría siendo afectada por las medidas para-arancelarias de EE.UU. y se expondrían a la posibilidad de un incremento de acuerdos bilaterales entre América del Sur y el NAFTA. Ello complicaría el acceso de productos del país a ese mercado[97]ya que los mismos competirían en condiciones de desigualdad.
Desde otra perspectiva, el proyecto del ALCA implicaría la posibilidad de que el Brasil obtenga beneficios con el libre comercio hemisférico. Para esto, el gobierno debería hacer -en búsqueda de una mayor competitividad- una mejor administración del gasto público, un fortalecimiento del marco regulador de las condiciones de competencia y una mayor participación en el plano internacional del sector público y privado.
Para el economista Jeffrey Sachs[98]ex-Director del Banco Mundial, el libre comercio en el continente americano dependerá del nivel de apertura que los EE.UU demuestren a sus socios del continente especialmente a Brasil, debido al tamaño de su economía que será el motor del futuro bloque. Para Sachs en materia de beneficios, será el Brasil quien más se beneficie de acceder al mercado de EE.UU y no a la inversa, a través de un incremento sustancial de las IED que se dirigirá a Brasil debido a su competitividad y tamaño. Los mayores efectos de la menor competitividad y adecuación tecnológica de las empresas de Brasil se harán sentir en mayor medida en sectores con los cuales el país del sur ha tenido conflictos con los EE.UU y que representen una importante proporción de las exportaciones del país, las ventas de acero y aluminio, azúcar, jugo de naranja y soja.
La región del sur de Brasil que participa dinámicamente en el MERCOSUR y ha crecido a un nivel importante en los últimos años, sería la que más sentiría el impacto del libre comercio hemisférico (Ver anexo N° 05, Pág. 122). Esto ha movilizado a las autoridades de Estados como Río Grande del Sur a participar activamente en las negociaciones del gobierno brasileño en el marco del ALCA. Al respecto el Gobernador Oliver Dutra de Río Grande del Sur, creó una Comisión Especial presidida por el Vice-Gobernador Miguel Rosseto, cuyo propósito es el de estudiar el impacto del ALCA en la economía de este Estado, debido a que buena parte de la producción agrícola de esta región sufre las restricciones de ingreso para-arancelarias de los EE.UU (soja, arroz, trigo, productos agrícolas y pecuarios, maquinaria). "Setores como os de máquinas correm o risco de desaparecer, revela a Nota de Trabalho no. 1 escrita pela comissão especial."[99] Esta Comisión presidida por Rosseto, formó parte de la delegación de Brasil en la pasada Cumbre de Québec (Abril de 2.001), siendo la única de un Estado brasileño. La posición del Gobernador Dutra no es contra el ALCA, por el contrario reconoce que el ALCA podría beneficiar a sectores industriales radicados en su Estado como el de calzados y papel, pero considera que no deben descuidarse otros frentes de negociación y acuerdos, como por ejemplo con la UE y Asia.
Estudios realizados por la Federación de Industrias del Estado de Minas Gerais (FIEMG)[100] estiman que para que las empresas brasileñas logren incrementar su competitividad con relación a las empresas de EE.UU, se necesitarán inversiones por el orden de los 300 billones de US $ para lograr reducir esta diferencia en un 50 %.
En este sentido, el gobierno de Brasil sostiene que "se a integração americana não representar ganhos sociais para cada cidadão, não haverá Congresso que possa aprová-la, nem governo que possa concordar com esses termos de negociação. Não temos de nos sujeitar a pressões, ameaças de isolamento e outros tipos de retaliação", recomenda o presidente da Federação das Indústrias do Estado de Minas"[101] Observamos entonces que el escenario de las negociaciones internas en Brasil con respecto al ALCA es complejo, debido a que importantes sectores industriales no están dispuestos a sacrificarse en función del proyecto del ALCA, porque sus intereses no son resguardados. Esto ha hecho que la posición de importantes sectores económicos de la Región Sudeste (especialmente de São Paulo) tengan un peso importante a la hora de precisar las acciones que en el tema del ALCA asumirá el gobierno, debido a la proporción de su participación en las exportaciones totales del país (Ver anexo N° 05. Pág. 122) .
A lo antes mencionado, se suma la crisis energética de Brasil en el 2.001 y la incertidumbre creada por las próximas elecciones en el 2.002. Este contexto puede debilitar la posición del país en las negociaciones e incidir igualmente en una disminución de las IED en los próximos meses. Ante estas dificultades, el fortalecimiento del MERCOSUR y un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR cobra mayor importancia para Brasil, como suplidores efectivos de recursos energéticos (Argentina, Bolivia y Venezuela) con el objetivo de que la crisis energética no afecte el desempeño de su industria e incrementar la participación de sus exportaciones en los países de la región.
En el comercio exterior de Brasil, América Latina se ha convertido paulatinamente en un comprador importante de sus productos manufacturados[102](Ver anexo N° 03 y 04, Págs. 120 y 121) con lo que la posible pérdida de participación de estos productos brasileños con productos de EE.UU, Canadá o México, en mercados como los de sus socios del MERCOSUR y los países miembros de ALADI, hace que el logro de sus metas con un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR sean importantes.
Resulta pertinente incluir una visión diferente a la sostenida por algunos sectores económicos y el propio gobierno brasileño con relación al ALCA. Así, estudios realizados por la Fundación Getúlio Vargas y la Confederación Nacional de la Industria (CNI) sostienen que más allá de lograr un ingreso en condiciones favorables a EE.UU, el número de empresas que se beneficiarían de un mejor acceso al mercado de la ALADI es mayor que lo que considera el gobierno.[103] Por esto es evidente que la construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR para Brasil cobra mayor importancia, debido a que la construcción de un área de libre comercio sudamericana sin la presencia de EE.UU y con el peso de la economía de Brasil haría que el resultado de las negociaciones sea ampliamente favorables a sus intereses, los cuales podrían posteriormente defenderse con más fuerza en el ALCA. 3.4.- Relaciones Comerciales Brasil – EE.UU:
Brasil y EE.UU son las dos principales economías al sur y el norte del continente americano, ambas tienen un especial interés en el resultado de las negociaciones del ALCA, pues el mismo será determinante en el futuro económico y político de cada uno.
Las relaciones comerciales entre Brasil y EE.UU no han sido fáciles, puede decirse que estas se caracterizan por las asimetrías existentes en la producción de bienes y servicios. Históricamente para Brasil el mercado de EE.UU ha sido importante pero no el principal en su comercio exterior.
Estas asimetrías económicas se expresan desde dos aspectos que ya hemos mencionado anteriormente pero que se hace necesario recalcar:
Las barreras de EE.UU aplicadas a algunos productos importantes de Brasil (Acero, azúcar, naranja y jugo de naranja, calzados, textiles, carnes).
La apertura de la economía de Brasil así como estimuló las importaciones, incrementó los litigios comerciales relacionados con propiedad intelectual y medidas antidumping (a mediados y fines de los ochenta e inicios de los noventa).
En este sentido, vemos como en el ALCA se multilateraliza el conflicto de intereses de EE.UU y Brasil, representando para ambos una oportunidad única de poder preservarlos. Los EE.UU apoyados por buena parte del Caribe Insular, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay, Canadá, México y los países de América Central, y Brasil, con el MERCOSUR como su plataforma de negociación, con el apoyo de Venezuela y queriendo establecer un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR. Lo cierto es que para ambos países el resultado de estas negociaciones se pone en juego su prestigio y sobre todo significa una prueba de fuego para su capacidad de negociación. En este sentido, el Brasil ha logrado pequeños triunfos a lo largo del proceso, el más reciente se produjo en la Reunión Ministerial de Buenos Aires (Abril de 2.001) en donde logró que no fuese aprobada la propuesta de EE.UU de adelantar la fecha de creación del ALCA para el 2003.
En el área de inversiones, los EE.UU han logrado aumentar en los últimos años su presencia en el mercado de Brasil, debido al número de inversiones realizadas en los procesos de privatización y a las oportunidades que esta economía ofrece a los capitales foráneos. Mientras en el comercio binacional, Brasil ha incrementado sus exportaciones al mercado de EE.UU. Este mercado superó al de la ALADI como destino de sus exportaciones de productos manufacturados durante el primer trimestre del 2.001, representando un incremento de 20,1%[104] en comparación con el mismo período del año anterior. Sobre las efectos del ALCA para ambos países podemos precisar:
Brasil y EE.UU siempre tendrán una agenda bilateral extensa, en palabras del principal negociador de Brasil en el ALCA el Embajador José Alfredo Graça Lima[105]su país no desecharía la posibilidad de establecer en forma bilateral un acuerdo de libre comercio con EE.UU .
Para Brasil la estrategia negociadora está marcada por los atractivos de acceso al mercado y tecnologías de EE.UU y los riesgos de una merma importante de su capacidad productiva.
Para ambos países la integración hemisférica implica sensibilidad para ciertos sectores.
Poseen coincidencias en otros temas relacionados al comercio, como el acceso al mercado de la UE, el diálogo continental con Japón y el fortalecimiento de la OMC.
Podemos afirmar que independientemente de las disputas bilaterales en materia de comercio que puedan existir entre ambos países y de sus compromisos con los proyectos de integración a los que pertenecen (NAFTA y MERCOSUR), "tienen intereses convergentes en la formación de un mercado hemisférico que les permita aumentar la eficiencia de sus industrias estratégicas"[106] Cabe resaltar, que las negociaciones comerciales entre Brasil y EE.UU no se circunscriben al tema del ALCA, dos veces al año se reúne una comisión bilateral para tratar asuntos de interés económico y comercial, esta comisión es estrictamente de carácter consultivo.
Para Brasil, América Latina es un mercado de potencialidades importantes, el 70 %[107] de los productos que comercializa con la región son industrializados con un mayor valor agregado, que los diferencia profundamente de las ventas realizadas a la UE y Asia constituidas mayoritariamente por productos básicos. En el ALCA los productos brasileños competirían con los provenientes del NAFTA y de otros países del continente, entonces para Brasil está en juego en el ALCA el lograr un acceso más competitivo de sus productos al mercado de EE.UU.
3.4.1.- La Visión del ALCA en América del Sur y la Unión Europea:
Como hemos mencionado antes con relación a la posición de los países de América Latina sobre la propuesta de crear el ALCA, vemos como se fracciona la región[108]en un primer grupo que está en condiciones (desde el punto de vista técnico) de acceder al NAFTA, con lo que EE.UU busca debilitar la postura de Brasil de negociar desde los bloques regionales existentes.
Un segundo grupo de países que debido a sus relaciones comerciales, históricas y la influencia que ejerce sobre éstos, están más propicios a establecer un acuerdo de libre comercio con EE.UU. Finalmente, un tercer grupo de países que en su posición oficial (caso Argentina, Venezuela) apoyan la propuesta de Brasil de fortalecer el mercado latinoamericano antes de ingresar al ALCA, pero que poseen un interés especial en el mercado de EE.UU. En el primer grupo, es decir los países y regiones que técnicamente se encuentran en condiciones de celebrar acuerdos bilaterales con EE.UU o de ingresar al NAFTA, debido a poseer condiciones favorables en las áreas política, financiera y arancelaria encontramos a:
Chile Uruguay América Central (sin Panamá) en especial Costa Rica y El Salvador.
Caribe Insular De estos países los que más pueden debilitar la postura de Brasil son Chile y Uruguay, estos dos países conjuntamente con El Salvador apoyaron la propuesta de EE.UU de adelantar la fecha de creación del ALCA para el año 2003, propuesta que no logró ser aprobada debido a la fuerte posición de Brasil.
En el caso uruguayo, ha sido reiterado el interés de este país en avanzar hacia el ALCA[109]Esto se ha visto potenciado con la reciente creación en el marco de la Cumbre de Québec (Abril 2001) del Consejo Económico Conjunto entre EE.UU y Uruguay, donde se trataran temas relacionados a sus relaciones bilaterales en el ámbito ministerial. Este ámbito de negociación fue establecido por los EE.UU simultáneamente con Argentina. Medida -que en palabras de Peter Romero[110]Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental- demuestra el interés de su país en establecer un foro para el diálogo y no un quiebre del MERCOSUR.
En palabras del mismo funcionario, se trata de negociar aspectos de interés bilateral con ambos países y en caso de que las negociaciones del ALCA no prosperen, los EE.UU negociarían acuerdos de libre comercio de forma bilateral con los países de América Latina. En este sentido la posición de Argentina ha sido de negociar desde el MERCOSUR.
El representante comercial de EE.UU, Embajador Robert Zoellick "no pierde oportunidad de aclarar que quedan abiertas las puertas para arreglos bilaterales en América latina, sobre todo si Brasil no avanza hacia el ALCA al ritmo que satisface a Estados Unidos" [111] Esta posibilidad en la práctica se haría difícil, debido a que ambos países como miembros del MERCOSUR, a partir del 30 de Junio de 2.001, no podrán negociar acuerdos de libre comercio en forma individual con un tercer país. Tal negociación deberá hacerse desde el MERCOSUR en el llamado formato 4+1, con lo que para Brasil la posibilidad de que sus socios del bloque se abran en negociaciones individuales queda -por lo menos en lo oficial- descartada.
Caso muy distinto es la posición y la percepción de Chile sobre el ALCA, debido a su estructura de comercio exterior y al proceso de apertura económica que en forma muy acertada se realizó en la década de los años setenta y ochenta, haciendo que el ALCA represente "más oportunidades que riesgos"[112] para el país trasandino.
En ese momento de la economía chilena, el derrumbe de las barreras tarifarias generó una importante pérdida de empleos debido a la entrada de productos importados de menor costo que hizo que sectores industriales no pudiesen competir y se viesen obligados a ceder posición en su mercado. Ese proceso de apertura, le permite hoy a Chile ser una de las economías más abiertas del mundo[113]con bajos impuestos a la importación y con un 60% del PBI proveniente de su comercio exterior.
El crecimiento económico de Chile en la pasada década fue muy importante y aún en época de recesión sus indicadores económicos continúan siendo muy superiores a los del resto de los países de América Latina. La posición del gobierno chileno en palabras del Presidente Ricardo Lagos es de "querer beneficiarse de un incremento mayor del comercio con EE.UU y Europa" [114] La inserción internacional de Chile se desarrolla en varios escenarios:
Miembro del A.P.E.C (Asia Pacific Economic Cooperation).
Miembro asociado del MERCOSUR Acuerdos bilaterales de libre comercio con Canadá y México, y de complementación económica con: Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.
Negocia un Acuerdo de Libre Comercio con la UE y con la EFTA (European Free Trade Área (1.960): Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza).
Esto evidencia como la estrategia chilena de inserción internacional se basa en establecer nexos comerciales y negociar con todos aquellos mercados con los cuales exista la posibilidad de establecer relaciones de comercio, sin concentrarse ni supeditarse a uno en forma específica, sino manteniendo una estructura de relaciones comerciales realmente diversificada.
Para Chile sus relaciones con EE.UU son catalogadas como "una de las áreas de inserción internacional prioritarias para la política exterior"[115] , lo cual cobra mayor importancia -pese a verse afectados por medidas antidumping de EE.UU.- debido a que ese país es el primer socio comercial de Chile, representando un tercio de su comercio exterior y siendo su primer inversionista extranjero en los últimos cinco años.
Desde 1.998 funciona una comisión bilateral entre Chile y EE.UU, cuyo objetivo es negociar un posible Tratado de Libre Comercio, tratando temas sobre acceso a mercados, reglas de origen y aduaneras, antidumping, asuntos sanitarios, inversiones, servicios, comercio electrónico, copyright, solución de controversias, compras públicas y trabajo y medio ambiente.
Actualmente Chile y EE.UU negocian la firma de un acuerdo de libre comercio para finales de 2.001, hecho que fue resaltado recientemente en la Cumbre de las Américas de Québec por el gobierno chileno y por el representante comercial de EE.UU Zoellick. Este eventual acuerdo significaría un debilitamiento en la construcción de un espacio económico sudamericano, pues Chile podría concentrar sus intereses económicos en el mercado de EE.UU y el NAFTA. Esto restaría en ambos escenarios, el prestigio[116]y seriedad que a la economía chilena le es reconocida en el mundo.
En el segundo grupo de países, ubicamos a tres naciones andinas que si bien no son considerados por EE.UU como candidatos a ingresar al NAFTA, están -debido a sus relaciones comerciales, históricas y la influencia que ejercen los EE.UU- más propicios al establecimiento del ALCA, los tres países son:
Colombia Ecuador (dolarizado en el año 2.000).
Perú El ascenso al gobierno del conservador Andrés Pastrana en Colombia, significó una mejoría en las tensas relaciones de Colombia con EE.UU bajo la cuestionada administración del liberal Ernesto Samper Pizano. Colombia, representa un factor importante en las negociaciones hemisféricas, es miembro del G3 (junto a México y Venezuela) acuerdo con una estructura muy similar a la del NAFTA. Junto a Venezuela son el motor de la CAN y pese a estar inmersa en un clima de guerra civil el potencial de su economía, unido a su eficiencia empresarial y al profesionalismo de su Cancillería[117]hacen de ella un actor importante en la construcción del ALCA. El gobierno de Pastrana es un firme defensor de que el libre comercio debe servir para atenuar los niveles de pobreza de la región, que son considerados como el origen de la violencia social en la que se encuentra América Latina, incluso, su administración planteó la posibilidad del ingreso de su país al NAFTA.
Esta posibilidad fue anunciada por el mismo Presidente Pastrana en el marco del "Segundo Encuentro para la Productividad y Competitividad: Colombia Compite" realizado en Santafé de Bogotá en Febrero del año 2.000. En esa oportunidad Pastrana planteó formalmente ante los industriales de su país, la solicitud de su gobierno de ingresar como cuarto integrante del NAFTA, lo que generó serias críticas en distintos sectores económicos.
Ante esta situación encontramos distintas posiciones, hay sectores empresarios que consideran que el ingreso del país al NAFTA, representaría para Colombia que parte de su industria y sector productivo se vean afectados muy negativamente, mientras otros sectores opinan que este posible ingreso generaría en el mediano plazo empresas más competitivas y exitosas, debido a la necesaria actualización tecnológica e investigativa para ubicar sus productos en el mercado de Canadá y EE.UU. Al respecto y en palabras de la Ministra de Comercio Exterior, Dra. Marta Lucía Ramírez de Rincón[118]el gobierno colombiano asegurará dar garantías a los sectores de la industria nacional más vulnerables para revitalizarse y salir airosa frente a las exigencias que hoy por hoy impone la globalización, así como también que el gobierno nacional no dará ningún paso que pueda restarle competitividad a algún sector de la industria nacional.
La autonomía de Colombia en materia de negociaciones en el ALCA estará muy condicionada a su situación interna y la necesidad de este país de continuar contando con el apoyo de EE.UU a la iniciativa del Plan Colombia, así como a los cíclicos enfrentamientos con Venezuela, su segundo socio comercial, dificultándose una efectiva coordinación en el seno de la CAN.
Ecuador enfrenta una coyuntura política y económica muy difícil, que unido a su poco peso económico le resta protagonismo en el escenario del ALCA, pues es un país para el cual sus relaciones comerciales con EE.UU son fundamentales.
Los países que mantienen un interés especial en el mercado de EE.UU, pero que oficialmente apoyan la propuesta de Brasil de fortalecer el comercio en América del Sur antes de negociar el ALCA son:
Argentina Venezuela.
La posición oficial de la Argentina es de negociar el ALCA desde el MERCOSUR[119]El ALCA podría servir para sincerar las relaciones comerciales entre Argentina y Brasil, debido a que existiría un mayor equilibrio para la negociación que el existente actualmente en el MERCOSUR.
La economía argentina se ve afectada por la fuerte política de subsidios que Brasil aplica a importantes sectores productivos. Su ingreso al ALCA ayudaría a disminuir la influencia de Brasil en su economía a través del aumento del intercambio comercial con otros países del continente.
En el caso de Venezuela, el gobierno del Presidente Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, apoya fuertemente la postura de Brasil – situación que profundizaremos más adelante al tratar el tema de las negociaciones entre la CAN y el MERCOSUR-decisión que representa una ruptura del modelo de relaciones de ese país con su principal socio comercial, los EE.UU. Como hemos visto antes, Venezuela es el país de América del Sur que dirige el mayor porcentaje (44%) de sus exportaciones al mercado de EE.UU[120]El gobierno de Chávez si bien no se opone a la creación del ALCA en forma terminante, reivindica el tratamiento del impacto social que el comercio hemisférico tendrá para América Latina, así como plantea que si el ALCA se negocia bajo los principios de EE.UU, significaría la subordinación total de nuestros países ante EE.UU (coincidiendo con la posición de Brasil).
La posición de la UE con respecto al establecimiento del ALCA es importante si consideramos que el bloque europeo es el segundo socio comercial tanto América Latina en su conjunto y del MERCOSUR. La UE en los últimos meses ha dado señales de un mayor interés en establecer una zona de libre comercio con el MERCOSUR[121]Ello puede deberse a la percepción de los avances de las negociaciones del ALCA y el impacto que estas tendrán en su comercio con América Latina. Esta percepción de la UE se ve potenciada debido a la crisis en materia agrícola que le generó en los últimos meses los brotes del virus de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (Vaca Loca) y de la Fiebre Aftosa, así como a la disminución de su intercambio comercial con México luego que este país ingresara al NAFTA concentrando su intercambio comercial con EE.UU. Se evidencia así el carácter pendular del interés europeo especialmente en las negociaciones de una eventual asociación interregional con el MERCOSUR. Es así como "otro motivo de preocupación por parte de Europa es la posibilidad de perder acceso a mercados latinoamericanos. Cuando México entró en el NAFTA, Europa perdió la mitad de este mercado, y llegó más tarde a firmar un acuerdo de libre comercio. El temor es que se repita esta historia con MERCOSUR" [122] Para los europeos el ALCA implica mucho más que la posibilidad de disminuir su presencia en el mercado de América Latina y en especial del MERCOSUR. Consideran que el ALCA podría generar la aparición de nuevas normas y reglamentaciones que regirán en el comercio mundial, en áreas como telecomunicación, informática, finanzas y reglas de competencia Por esto, los países europeos no pueden permitirse estar al margen de los acontecimientos económicos de América Latina, y ven al MERCOSUR como sus mejores interlocutores debido a su menor vinculación económica con EE.UU, aunque su prioridad actual se concentra en los países de Europa del Este. Los miembros de la UE ven las negociaciones del ALCA desde tres perspectivas[123] Serán difíciles debido a la imposibilidad de EE.UU en satisfacer las aspiraciones de los países de América Latina y especialmente del MERCOSUR en áreas como reglamentación antidumping.
Dependerán de que la administración de Bush logre el llamado Fast Track o Trade Promotion Authority .
Se dilatarán en el tiempo debido a la posición de Brasil y el MERCOSUR.
El análisis precedente nos demuestra la importancia que no sólo en el continente americano tiene el desarrollo de las negociaciones comerciales hemisféricas. En consecuencia, es importante analizar el surgimiento del proyecto del ALCSA en 1.993 y las actuales negociaciones entre la CAN y el MERCOSUR, así como las ventajas y dificultades de un eventual acuerdo, ya que éste podría tener especial protagonismo en el resultado de las negociaciones del ALCA.
IV. El ALCSA y las negociaciones can – Mercosur
Ventajas y Dificultades de un espacio económico en América del Sur. El objetivo del presente capítulo es el de determinar las ventajas y dificultades de la construcción de un espacio económico sudamericano, tomando como base la integración entre la CAN y el MERCOSUR, teniendo en cuenta los distintos modelos y enfoques con especial énfasis en el área de solución de controversias, donde existen profundas diferencias.
Para el logro de este objetivo iniciaremos este capítulo con un análisis del surgimiento de la propuesta del ALCSA en 1.993, el contexto económico y político de América del Sur, consecuencias económicas y políticas para Brasil, repercusiones en el proceso del ALCA, la ofensiva brasileña con el apoyo del gobierno de Venezuela.
Seguidamente, realizaremos una breve exposición de los orígenes y la estructura institucional de la CAN y el MERCOSUR, destacando las principales semejanzas y diferencias existentes entre ambos bloques desde el punto de vista político-institucional y económico-comercial, abordando en detalle dos áreas importantes como el tipo de cambio y la coordinación de políticas macroeconómicas.
Posteriormente, expondremos el sistema de solución de controversias en la CAN y del MERCOSUR, con profundas diferencias, lo que pudo influir -en búsqueda de lograr un rápido acuerdo entre ambos- al circunscribir en un eventual acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR la solución de controversias a las normas de ALADI y la OMC. Finalmente, analizaremos las acciones que se han tomado en materia de política exterior común. Destacaremos la participación de cada uno de los países en el proceso del ALCA. Finalmente estudiaremos la posición de México en el contexto de América del Sur y sus relaciones con el G3 y el ALCA. Todo esto nos permitirá dilucidar la viabilidad de creación la construcción de un espacio económico sudamericano y determinar si sobre la base de las dificultades expuestas, es una opción factible para la región o es parte de la estrategia de negociación brasileña ante el ALCA.
4.1.- El Área de Libre Comercio de América del Sur:
En noviembre de 1.991, luego de la ratificación del Tratado de Asunción, Brasil -motivado por su dimensión en la región- defendió la Iniciativa Amazónica, buscando lograr acuerdos de índole comercial con los países de la cuenca amazónica. "Itamaraty, comenzó a trabajar con el concepto de integración sudamericana en el plano comercial a partir de 1.992, cuando fue formado el NAFTA"[124].
Durante la VII Reunión de Presidentes del Grupo de Río (Santiago de Chile 1993), el entonces presidente de Brasil, Itamar Franco lanzó en forma oficial la propuesta de creación de un área de libre comercio sudamericana, que incluiría a la CAN, Chile, Guyana, Surinam, Trinidad y Tobago y el MERCOSUR, "as bases iniciais e as características gerais da proposta do Governo brasileiro, com vistas à conformação da ALCSA (…)tem como objetivo favorecer o desenvolvimento econômico e social, a través da liberalização acelerada do comércio de bens entre nossos países, no horizonte temporal máximo de 10 anos, entre 1995 e 2005. (…)Para acelerar esse objetivo, é necessário iniciar entendimentos, o quanto antes no curso de 1994. Obviamente, isso implicará também conversações dentro de cada grupo sub-regional, de modo a garantir os legítimos interesses e expectativas de cada um de seus integrantes (…) Na concepção brasileira, os acordos integrantes da ALCSA poderão constituir basicamente em programas de desgravação tarifária linear, automática e progressiva e abranger parcela substancial de comércio. É indispensável, na visão brasileira, que a desgravação ocorra em prazos e rítmos diferenciados, consoante o grau de desenvolvimento econômico, as especificidades da estrutura produtiva e as peculiaridades do intercâmbio das partes envolvidas"[125].
Desde el punto de vista brasileño, interpretar la propuesta de construcción de un espacio económico sudamericano para negociar frente a EE.UU [126]en el ámbito del ALCA, sería no saber interpretar su propósito en el que se conjugan temas comerciales, así como aspectos en los cuales el interés del resto de los países de América del Sur es coincidente con los de Brasil, como lo son la democracia, el combate al narcotráfico e infraestructura.
En palabras del Canciller Celso Lafer[127]el gobierno de Fernando Henrique Cardoso tiene como objetivo la profundización de la cooperación ya existente en el espacio sudamericano. El interés en lograr el desarrollo armonioso de América del Sur, -según sus palabras- ha sido un aspecto constante en la diplomacia de su país. El Canciller brasileño respalda sus dichos mencionando una serie de Tratados y Acuerdos firmados con varios países de la sub-región durante le siglo XX: Argentina, Brasil, Chile (1.909) Creación de la ALALC (1.960) Tratado de la Cuenca del Plata (1.969) Tratado con Paraguay (1.973) Tratado de Cooperación Amazónica (1.978) Acuerdo Tripartito (Argentina, Brasil, Paraguay (1.979) Creación de la ALADI (1.980) Esta aseveración del Ministro Lafer no coincide con la realidad histórica. Si bien el Brasil ha sido un país importante en distintos momentos de América Latina, ha orientado sus relaciones diplomáticas en función del destino de sus exportaciones. Como ya hemos mencionado, durante la primera mitad del siglo XX, el Brasil tuvo fuertes vínculos con los EE.UU, país que entonces absorbía buena parte de sus exportaciones, y con el que estrechó lazos militares, hecho que lo favoreció[128]finalizada la segunda guerra mundial. Es interesante como la historia parece repetirse, ya que durante el gobierno de Collor de Mello (1.990-1.992) -como hemos mencionado- se pensó en un ingreso al primer mundo basado en las profundas reformas neoliberales y la reestructuración del tamaño del Estado, lo cual efectivamente no fue así. Posteriormente, durante el gobierno de Itamar Franco (1.992-1.994) el Brasil buscó un acercamiento hacia América Latina, en lo que la existencia del MERCOSUR sirve para esta aproximación y para adecuarse al sistema económico internacional de bloques económicos. Con el ALCSA en 1.993 buscaba una mejor posición en las negociaciones hemisféricas. Este interés en la región, se debe igualmente al perfil de las exportaciones a estos países que son de un alto valor agregado, con lo cual es importante para Brasil consolidar e incrementar su presencia en América del Sur.
En el desarrollo de construcción de un espacio económico sudamericano, Brasil obtuvo su primer éxito el 04 de marzo de 1.994 en Buenos Aires, a través del Comunicado Conjunto de los Ministros de Economía y Finanzas del MERCOSUR, en el cual confirmaron el apoyo completo a la liberalización comercial entre los países de América del Sur como un fin en sí mismo, para facilitar la entrada de la economía de la región al hemisferio y al mundo, designando a Brasil[129]para negociar esta decisión con los países de la CAN.
Posteriormente, en 1.998 se firmó el Acuerdo Marco para la Creación de la Zona de Libre Comercio entre la CAN y el MERCOSUR. En palabras de Canciller Celso Lafer "A formação de uma área de livre comércio entre os países do Mercosul e a Comunidade Andina significa, na practica, a criação de uma zona de livre comércio na América do Sul, uma vez que Chile e Bolivia já contam com acordos de livre comércio com o Mercosul. Guiana e Suriname, por sua vez, que também estão fora dos outros grupos regionais já assinaram com o Mercosul memorandos de entendimento de cooperação, que representam um primeiro passo de aproximação"[130].
Es importante remarcar que un eventual acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR significaría un primer y definitivo paso hacia la construcción de un espacio económico sudamericano.
Posterior a la firma del Acuerdo Marco en 1.998, se dio inicio a las negociaciones para las Preferencias Arancelarias. Las de negociaciones de preferencias arancelarias no fueron productivas y llevaron a extender la fecha para finalizarlas a Marzo de 1999 así como a prorrogar la vigencia de los acuerdos bilaterales.
Para Marzo de 1.999, durante la octava reunión de negociaciones y ante la imposibilidad de conciliar posiciones y lograr un acuerdo, Brasil decide negociar y firmar un Acuerdo de Alcance Parcial y Complementación Económica con la CAN en 1.999, tratando en forma individual y fuera del MERCOSUR. Hecho que fue imitado por la Argentina en junio del 2.000, llegando a un Acuerdo de similares características con los países andinos.
En Septiembre del 2.000 por invitación del Presidente Fernando Henrique Cardoso, se realizó en la ciudad de Brasilia la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur, con la participación de los Jefes de Estado y de Gobierno de Chile, Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago, con el propósito de impulsar las negociaciones no sólo para la construcción de un espacio económico sudamericano, sino también en temas de infraestructura, democracia y narcotráfico. La Declaración de Brasilia (Septiembre 01 de 2.000), establece que la construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR deberá realizarse antes de Enero del 2.002. Esto en forma simultánea al perfeccionamiento y profundización de ambos bloques, a las negociaciones del ALCA y de la OMC. Lo más destacado de esta declaración es el reconocimiento de las dificultades que envuelve el contexto globalizador en el que se plantea la integración de la sub-región.
Es importante resaltar que en 1.993 cuando se presentó el proyecto del ALCSA se haría sobre la base de un programa recíproco de reducción tarifaría y de eliminación de restricciones no arancelarias que influyen directamente sobre el comercio sub-regional con excepción del área de servicios[131]una reducción de alrededor del 80% del valor del comercio. De esta desgravación progresiva, quedan exceptuados una lista de productos sensibles, los cuales están protegidos en los términos de los acuerdos del GATT.
Cabe destacar que el área de servicios de la economía de Brasil, es en el que mayor interés tiene EE.UU y que Brasil desea preservar de una invasión por parte de capitales estadounidenses. Desde el lanzamiento del ALCSA en 1.993, Brasil dejó por fuera -en un primer momento- este importante sector de su economía ya que planteó una desregulación sólo del comercio de bienes. En las actuales negociaciones de construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR el área de servicios esta dentro de la negociación.
Esta política de desregulación entre los países de América del Sur implica en materia de procesos de integración en América Latina:
Una reducción de todo el universo arancelario, con una lista de excepción, similar a lo implementado por el MERCOSUR que dinamizó el intercambio intra-bloque.
La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR es un proceso que se desarrollará en un contexto político de democracia, en el marco de una visión económica muy similar en todos los países del continente, con un objetivo común, el de poder insertarse de una manera más competitiva en el escenario económico mundial.
La base de negociaciones, estará en el marco de los acuerdos de libre comercio existentes entre los países de América del Sur miembros de ALADI, dentro de las normas de la OMC, teniendo en consideración los principios de los tratados constitutivos de ambos bloques y con el apoyo técnico de la ALADI para negociar lo relacionado a normas de origen y solución de controversias.
La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR forma parte de la política de integración de Brasil, en donde existen tres círculos concéntricos:
Consolidación y profundización del MERCOSUR, en el corto plazo.
La construcción de un espacio económico sudamericano, profundizando la cooperación existente en América del Sur y el logro un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR. Una mayor aproximación a América del Norte, en negociaciones entre bloques. En estos escenarios el MERCOSUR, juega un papel importante debido a que es la plataforma desde donde el Brasil puede consolidar su presencia en América del Sur y posteriormente negociar con EE.UU. Para su élite dirigente es importante políticamente mantener al bloque como lo ha dicho el propio Ministro Lafer "con paciencia" [132] La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR como hemos remarcado, implica para el Brasil la posibilidad de incrementar sus exportaciones de productos manufacturados, debido a que son estos los que comercializa mayoritariamente con América del Sur, obteniendo mejores beneficios económicos debido al valor agregado de los mismos.
De concretarse esta iniciativa de Brasil, tendrá importantes repercusiones en las negociaciones del ALCA:
Reforçará ainda a capacidade de atuação da América do Sul nos planos hemisféricos e mundial[133].
Logrará una apertura gradual del mercado de los países de la sub-región , debido a que de concretarse el ALCA no podrá generar entre los países miembros de América del Sur menos comercio que el preexistente.
La posibilidad de negociar bloque los países de América del Sur con otros bloques o regiones económicas como la UE, la ASEAN, buscando disminuir la concentración de su comercio con EE.UU. Un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR, reuniría a cuatro de las cinco principales economías de América del Sur: Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela y eventualmente Chile. Estos cinco países representan casi la totalidad del Producto Bruto Interno (PBI), las exportaciones, la superficie, las importaciones y la población total del sub-continente. [134] De estas cifras, la economía chilena representa el 6 % del PBI, el 12 % de las exportaciones, el 8,5 % de las importaciones, el 4 % de la superficie y el 4 % de la población total de la región. Esto evidencia el impacto que la firma de un acuerdo de libre comercio entre Chile y EE.UU tendría para la construcción de un espacio económico sudamericano.
4.1.1.- La Estrategia Brasileña en la construcción de un espacio económico sudamericano: La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR para Brasil no significa únicamente la consolidación y aumento de presencia de sus productos en América del Sur, sino que está en juego también, la posibilidad de acceder en condiciones favorables a insumos importantes[135]para mantener su política de desarrollo industrial, abasteciéndose directamente de sus vecinos de América del Sur.
Hemos visto el interés estratégico que los países del MERCOSUR tienen para Brasil, pero el mismo no se limita a los factores antes expuestos, por el contrario, se profundiza con el acceso por parte de Brasil a insumos que garantizan el desarrollo de la industria en diversos sectores. Entre estos insumos básicos podemos mencionar el gas natural de Bolivia, que provee a la ciudad de São Paulo a través de un gasoducto inaugurado durante el primer semestre de 1.999. El petróleo argentino, cuya compra si bien busca por parte de Brasil mantener un saldo favorable en la balanza comercial para Argentina y que éste país perciba como beneficioso al MERCOSUR. Igualmente es importante para la industria agroalimentaria de Brasil el acceso a los productos de zona templada de Argentina y a la generación y distribución de energía eléctrica con Paraguay en la represa de Itaypú.
El área energética es de enorme interés, Brasil presenta déficit en la producción de energía, situación que se agravó a mediados del 2.001, debido a una fuerte sequía que influyó en la disminución de producción de energía hidroeléctrica, afectando a su industria y estimándose una importante disminución en los próximos meses de IED.
Por lo tanto, es en el área energética donde Venezuela desempeña un rol importante en los intereses de Brasil. La postura del Presidente Hugo Chávez ante los EE.UU, ha facilitado al Brasil obtener el apoyo del principal proveedor de petróleo de EE.UU.
El acercamiento de Venezuela hacia el MERCOSUR, no es una política planteada por la administración del Presidente Chávez, esta tiene su inicio formal en 1.994 en el gobierno del ex-Presidente Rafael Caldera (1.993-1.998), cuando Venezuela es invitada por Brasil a negociar un acuerdo de libre comercio con el MERCOSUR. La aproximación continuó durante los años 1997 y 1998 cuando el entonces Canciller Venezolano Miguel Angel Burelli Rivas firmó en Buenos Aires con su par Guido Di Tella un protocolo, a través del cual se le otorgaba a la nación andina el mismo status de relación que tienen Bolivia y Chile. En 1.998 estas negociaciones se paralizaron, debido a la crisis económica y política que envolvía al gobierno del Presidente Caldera y al clima de tensión en el cual se encontraba inmerso el proceso electoral, por el que llegó al poder el Teniente Coronel Hugo Chávez.
El MERCOSUR es parte importante de la política exterior que el Presidente Chávez ha desarrollado en los primeros dos años de su primer período de gobierno. Podría decirse que el acercamiento al MERCOSUR está muy vinculado con la necesidad de la nación andina de ampliar sus mercados y de disminuir la influencia que el intercambio comercial con EE.UU tiene en su economía, así como con la línea de constantes desafíos[136]de su gobierno al nuevo orden internacional, el cual le ha llevado a estrechar relaciones bilaterales y comerciales con Cuba, Libia, Irán, Irak, China y recientemente Rusia.
El propio Presidente Chávez ha destacado que " el MERCOSUR es nuestra prioridad de integración y haremos todo cuanto podamos para concretar nuestra relación con este bloque" [137], con lo cual el Brasil obtiene el apoyo del principal proveedor de petróleo de EE.UU y poseedor de las más grandes reservas de petróleo pesado del mundo. Esta reiterado interés del mandatario venezolano en el MERCOSUR ha despertado preocupación en el seno de la CAN especialmente por parte de Colombia, el segundo socio comercial de Venezuela. Vale destacar, que lo que Chávez plantea es que un acercamiento de su país al MERCOSUR facilitaría la integración entre ambos bloques.
En la Cumbre de Québec (Abril de 2.001), Venezuela hizo reservas a la Declaración, argumentando la necesidad de profundizar los aspectos sociales en la integración. El gobierno también sostiene que un eventual Acuerdo del ALCA sería consultado a través de Referéndum a sus ciudadanos, con lo que podría dilatarse la aprobación del mismo en ese país, situación que sería favorable a los intereses de Brasil. Las relaciones entre Brasil y Venezuela son muy positivas. Esto se evidencia en la revitalización del tratamiento de temas de interés común, que ha culminado con la firma de acuerdos (Bilateral de Inversiones en 1.997 y de Libre Comercio en el marco de la CAN en 1.999) cuyo objetivo es incrementar y facilitar las relaciones comerciales binacionales. Se han celebrado igualmente acuerdos de asociación entre las empresas Petróleos de Venezuela (PDVSA) y PETROBRAS de Brasil, para la exploración y explotación de yacimientos en ambos países, que está en sintonía con la estrategia venezolana de darle una mayor importancia estratégica y de negociación al petróleo[138] La balanza comercial binacional mantiene un saldo favorable hacia Venezuela. Igualmente, la nación andina provee al norte de Brasil de energía eléctrica desde la represa del Gurí ubicada en la cuenca del río Caroní, que posee el mayor potencial hidroeléctrico del país y uno de los mayores del mundo[139]con una producción para 1.998 de 80.000 GWH.
En opinión del Profesor Helio Jaguaribe[140]la ampliación del espacio económico sudamericano deberá hacerse desde el MERCOSUR, ya que este posee las condiciones necesarias para este objetivo, por la existencia de aspectos histórico-culturales comunes. Este prestigioso académico respalda con sus argumentos la estrategia del gobierno de Brasil, diseñada para negociar desde instancias ampliadas de consenso y capacidades. En este sentido Jaguaribe considera que con la ampliación del MERCOSUR, se lograrán notables mejoras en la competitividad y un mayor poder de negociación al que pudiera tener cada país en forma individual. Plantea igualmente el Profesor Jaguaribe que el ALCA es la muerte del MERCOSUR.
4.2.- La Comunidad Andina y el MERCOSUR: Distintos Modelos de Integración:
La principal diferencia entre la CAN[141]y el MERCOSUR, se origina en el contexto internacional en el que ambos procesos se constituyeron, debido, a que este contexto determinó el posterior desarrollo de ambos; por lo cual podemos decir, que la CAN es un proceso más institucionalizado y en cierta forma burocratizado, modalidad que incidió en su baja dinámica comercial hasta los años noventa.
El MERCOSUR, se formó en pleno proceso de reformas neoliberales, apertura económica y un contexto internacional regido por la economía internacional, lo cual le otorgó un perfil más comercialista, que le ha valido ser el proceso más dinámico en América Latina.
El Pacto Andino (hoy CAN) se constituyó en momentos en que sus países trataban de lograr una apertura de sus economías, luego del modelo sustitutivo de importaciones que generó buena parte de las dificultades posteriores[142]a superar por los países de América Latina en busca de la integración. La CAN se estancó, debido a la crisis de la deuda externa, pero esto no significó la muerte del bloque sub-regional, debido a que como veremos al analizar su política exterior, el Grupo Andino tuvo una activa participación en la formación del Grupo Contadora[143] La CAN, es el segundo proceso de integración sub-regional más antiguo de América Latina[144]y el Caribe, se originó en 1.969, integrado por Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú. En esta primera etapa Venezuela no participó del proceso debido a:
Las grandes diferencias macroeconómicas entre Venezuela y el resto de los países andinos. La razón es que Venezuela continuaba percibiendo importantes ingresos de divisas provenientes del petróleo, que originaba el 23 % [145]de las exportaciones de América Latina durante los años cincuenta y sesenta.
El elevado poder adquisitivo del Bolívar (moneda venezolana) que facilitaba las importaciones.
La existencia del Tratado de Reciprocidad Comercial con EE.UU, a través del cual Venezuela se comprometía a otorgar un trato preferencial a aproximadamente 500 renglones correspondientes a bienes de consumo de origen industrial, a cambio de ciertas ventajas arancelarias por parte de EE.UU. al petróleo importado desde Venezuela, que contaba con apoyo del empresariado nacional.
La cláusula de Nación más Favorecida (NMF) contenida en otros convenios comerciales de Venezuela, el trato preferencial concedido a EE.UU. se hizo extensivo a la mayoría de las naciones industrializadas.
Para fines de la década del sesenta la política substitutiva presentaba síntomas de agotamiento en Venezuela, al menos en lo que se refería a bienes de consumo, esta política tenía más de diez años de vigencia y hubiese sido conveniente aplicar un proceso progresivo de reducción de la protección con el objetivo de mejorar la productividad, obteniendo una disminución de precios para los consumidores, esto no tuvo el apoyo del ámbito empresarial ni político. En su lugar, se optó por la vía de profundizar la integración, particularmente en el Grupo Andino, lo cual se consideraba equivalente a una apertura programada y progresiva, pero limitada a los países andinos cuyo nivel de desarrollo era menor al de Venezuela.
La constitución final del grupo andino se definió entre 1.973 y 1.976, con la incorporación de Venezuela (13/02/73) y la denuncia por parte de Chile del acuerdo (30/10/76). Ello derivó en su retiro del bloque debido a las políticas de apertura económica del gobierno del General Pinochet, que no eran compatibles con las del Grupo Andino[146] La CAN se define como una Unión Aduanera y Zona de Libre Comercio [147]donde el intercambio de mercancías entre sus miembros está libre de derechos de importación, contando también con importantes medidas que facilitan el comercio de servicios y la liberalización de regímenes de inversión extranjera. Igualmente, la CAN es una organización sub-regional con personalidad jurídica internacional[148]conformada a través de diferentes órganos e Instituciones que forman el Sistema Andino de Integración (SAI).
Sus principales objetivos son: Promover el desarrollo equilibrado y armónico de sus países miembros en condiciones de equidad.
Acelerar el crecimiento por medio de la integración y la cooperación económica y social, impulsar la participación en el proceso de integración regional, con miras a la formación gradual de un mercado común latinoamericano y procurar un mejoramiento persistente en el nivel de vida de sus habitantes.
La CAN constituye el sistema de integración sub-regional de América Latina con un mayor grado de institucionalización a través de su estructura organizativa:
Consejo Presidencial Andino: Formado por los Jefes de Estado de los países miembros, es el máximo órgano del SAI, emite directrices en áreas de política de integración sub-regional, coordinación entre los órganos que forman el SAI, evaluar el proceso de integración y su proyección externa, es presidido alternativamente por cada uno de los países del grupo, en orden alfabético por el período de un año. Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores (CAMRE): Está conformado por los Ministros de RR.EE de los países miembros, a cargo de formular -principalmente- la Política Exterior Común (PEC), coordinar la posición conjunta en foros y negociaciones internacionales. Este se reúne dos veces al año y es presidido por el mismo país que esté a cargo del Consejo Presidencial Andino.
Comisión de la Comunidad Andina: Está conformada por un representante plenipotenciario de cada uno de los miembros del bloque. Es presidida por el representante del país que esté a cargo del Consejo Presidencial Andino, sus principales funciones están relacionadas con la formulación, ejecución y evaluación de la política de integración sub-regional y comercio e inversiones; aprueba y evalúa el presupuesto anual de la Secretaría General y del Tribunal de Justicia Andino, es la encargada de fijar la contribución económica de cada país al bloque.
Secretaría General: Órgano ejecutivo de la CAN y actúa sobre la base de los intereses de la sub-región, otorga apoyo técnico a los demás organismos del SAI. El Secretario General es elegido por el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores para un período de cinco años y con la posibilidad de una reelección inmediata, entre sus principales funciones está la de evaluar la aplicación y logros de objetivos de la CAN, elaboración de estudios técnicos. El Secretario General ejerce la representación jurídica de la CAN. Parlamento Andino: Órgano deliberante del SAI, de naturaleza comunitaria, a través de representantes elegidos por voto directo y secreto en función de lograr la representación plena de los pueblos que forman los países miembros de la CAN. El Parlamento Andino estará formado transitoriamente[149]por representantes de los Congresos Nacionales de los países del bloque. Sus principales funciones están relacionadas con la armonización de las legislaciones nacionales y promover la coordinación y cooperación de los Parlamentos Nacionales con el SAI y con órganos parlamentarios de terceros países o bloques.
Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina: Órgano jurisdiccional de la CAN, a través del cual se dirimen las controversias existentes entre los Estados miembros, e incluso pueden presentarse directamente las personas naturales y jurídicas[150]de cualquier Estado parte, cuando vean lesionados sus intereses a través de las Decisiones y Resoluciones de la Comisión de la Comunidad Andina. Está conformado por cinco magistrados naturales de los países miembros [151] Instituciones Consultivas:
Consejo Consultivo Empresarial Andino.
Consejo Consultivo Laboral Andino.
Instituciones Financieras y Educativas:
Corporación Andina de Fomento (CAF).
Fondo Latinoamericano de Reservas.
Universidad Andina Simón Bolívar.
Observamos en la estructura de la CAN una profunda semejanza con la estructura institucional de la UE. Coincide también en no sólo concentrarse en aspectos comerciales, si no abarcar las áreas sociales y educativas. En un principio hemos mencionado que el MERCOSUR se originó en el proyecto de los ex-Presidentes Sarney y Alfonsin en establecer un Área de Libre Comercio entre Brasil y Argentina. Posteriormente, se firmaron los Acuerdos de Integración Argentino – Brasileños (Acta de Buenos Aires en 1.990 ). Luego el bloque se constituyó con el Tratado de Asunción en 1.991 junto a Paraguay y Uruguay y se implementó como Unión Aduanera a partir de 1.995.
El MERCOSUR ha tenido dos modificaciones importantes en su corta existencia, los Protocolos de Brasilia para la Solución de Controversias (1.991) y el Protocolo de Ouro Preto (1.994) que le da al mismo personalidad jurídica internacional, como organismo internacional, adquiriendo la condición de sujeto de Derecho Internacional Público pudiendo celebrar Acuerdos. También este Protocolo amplió sus órganos, quedando organizados de la siguiente manera:
Consejo Mercado Común (CMC): Órgano de mayor jerarquía y de conducción política del mismo, esta formado por los Cancilleres y Ministros de Economía de los cuatro países, se reúne una vez cada seis meses con la presencia de los Presidentes de los respectivos países. La coordinación la manejan las Cancillerías. Ejerce funciones normativas y se pronuncia a través de Decisiones, que son de obligatorio cumplimiento, puede tomar decisiones en materia financiera y presupuestaria.
Grupo Mercado Común (GMC): Órgano ejecutivo, formado por cuatro miembros titulares y cuatro alternos por país, provenientes de las Cancillerías y los Ministerios de Economía y Bancos Centrales. Tiene funciones decisorias y normativas, se pronuncia mediante Resoluciones de carácter obligatorio.
Comisión de Comercio del MERCOSUR (CCM): Órgano encargado de velar por la aplicación de los instrumentos de política comercial común acordados por los Estados partes para el funcionamiento de la Unión Aduanera. Posee, la primera instancia en un proceso de reclamación de los Estados o las personas naturales o jurídicas. Está integrada por cuatro miembros titulares y cuatro alternos de cada Estado y de libre designación por áreas.
Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC): Representa a los Parlamentos de los cuatro países, su función principal es la de "coadyugar a la armonización de legislaciones entre los Estados partes" así como el cumplimiento de las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR en cada Estado parte. La elección de sus miembros la determinará cada Parlamento y adoptará sus propios reglamentos internos.
Foro Consultivo Económico y Social: Representa a sectores económicos y sociales de los países miembros, sus funciones son consultivas y se pronuncia mediante recomendaciones que eleva al GMC.
Secretaria Administrativa: Órgano de apoyo operativo del MERCOSUR, organiza aspectos logísticos de las reuniones del Consejo, del GMC, de la CCM, y de los demás órganos del MERCOSUR, edita el Boletín Oficial del MERCOSUR. Tiene sede permanente en Montevideo, estará a cargo de un Director elegido por el GMC y designado por el Consejo en forma rotativa por país, por un período de dos años (sin reelección). Es el único órgano con presupuesto, aportado por partes iguales por cada Estado.
4.2.1.- Semejanzas y Diferencias entre ambos procesos de integración:
A los efectos de una mejor explicación y comprensión de las más resaltantes diferencias y semejanzas existentes entre la CAN y el MERCOSUR, los dos principales actores en la posible construcción de un espacio económico sudamericano, las agruparemos en dos áreas: Político – Institucionales y Económico – Comerciales.
Estableceremos un tratamiento aparte en lo relacionado a la Solución de Controversias, área donde existen diferencias muy marcadas, que pudieron constituirse en un obstáculo importante en la construcción de un espacio económico sudamericano Esto evidencia -al circunscribir este aspecto a normas de ALADI y la OMC- un gran interés en alcanzar un acuerdo entre ambos bloques.
4.2.1.1.- Político – Institucionales: Haciendo una revisión desde la perspectiva político – institucional, observamos la existencia de importantes semejanzas y diferencias entre ambos procesos de integración.
Diferencias:
El mayor grado de institucionalización de la CAN frente a la estructura más flexible del MERCOSUR es una diferencia que destaca por sí misma. La estructura de la CAN, al contrario de la del MERCOSUR, aborda áreas que van más allá del intercambio comercial.
"El MERCOSUR, otorga prioridad a la integración vía libre circulación de bienes, dejándose para etapas posteriores la profundización de la estructura institucional y de los mecanismos de armonización y coordinación de políticas de legislación."[152] El principio de supranacionalidad existente en la CAN hace que las Decisiones y Resoluciones emanadas de la Comisión de la Comunidad Andina sean automáticamente Ley Nacional en cada uno de los Estados miembros. Esto no ha garantizado el fiel cumplimiento de las mismas, pero constituye un avance importante en búsqueda de la integración. En el MERCOSUR no existe este principio, lo que coloca en desventaja a países como la Argentina, donde a raíz de la última reforma constitucional (1.994) los Acuerdos y Tratados Internacionales forman parte de la Ley Nacional[153]teniendo jerarquía constitucional, colocándola en desventaja ante el Brasil -en el MERCOSUR- debido a que éste país privilegia su legislación interna antes que los compromisos asumidos en el bloque.
El artículo 42 del Protocolo de Ouro Preto, establece que " las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR previstos en el artículo 2 de este Protocolo, tendrán carácter obligatorio y, cuando sea necesario deberán ser incorporadas a los ordenamientos jurídicos nacionales mediante los procedimientos previstos por la legislación de cada país"[154]. Esto establece que las normas emanadas de estos órganos son de obligatorio cumplimiento para los Estados, pero no para las personas naturales y jurídicas. Así como, deja a criterio de cada Estado, la necesidad o no de que sea incorporada al derecho interno, en clara diferencia a la obligatoriedad de la norma en la CAN. En la CAN está institucionalizada la coordinación de una Política Exterior Común, a cargo de los Ministros de RR.EE de los países miembros; en el MERCOSUR se coordinan acciones en esta área en foros y negociaciones específicas a través del CMC.
La Secretaría General en ambos procesos tienen funciones semejantes, pero en la CAN es el órgano ejecutivo del grupo, mientras en el MERCOSUR el órgano ejecutivo es el GMC. Igualmente, en el caso de la CAN, el Secretario General actúa en forma independiente de su gobierno, es decir, lo hace en función de los intereses del grupo sub-regional.
Semejanzas:
Desde el punto de vista político, todos los países de la región se encuentran inmersos en crisis en el ámbito político y económico. En el MERCOSUR, si bien el máximo organismo está a cargo de los Cancilleres y Ministros de Economía, la participación de los Presidentes de cada uno de los países es fundamental como queda evidenciado en la llamada Diplomacia Presidencialista. En la CAN, el máximo órgano está a cargo directamente de los Presidentes de cada uno de los países del bloque.
En esta área, es importante resaltar la profunda inestabilidad institucional existente en Colombia, debido a la guerrilla y movimientos para-militares, lo que paulatinamente está dejando de ser considerado como un conflicto nacional por los efectos que el mismo tiene en países limítrofes, especialmente en Ecuador, Panamá y Venezuela. La falta de credibilidad en las instituciones democráticas y en especial en la clase política, ha hecho que en los últimos años los países de la región hayan y estén experimentando alternativas electorales que no provienen de la "clase" política tradicional. Ello ha generado en los principales socios comerciales de la región (EE.UU, UE, Japón) enormes expectativas e incertidumbres. Desde el punto de vista institucional, puede decirse que ambos procesos tienen en mayor y menor grado el modelo de estructura institucional de la UE como paradigma, en este aspecto resalta la similitud de la CAN con la estructura europea.
Dentro de su estructura, coincide en su propósito la Comisión Parlamentaria del MERCOSUR con el Parlamento Andino, en su objetivo de armonizar las distintas legislaciones, aunque se diferencia en la conformación de sus miembros.
4.2.1.2.- Económico – Comerciales:
Diferencias:
Desde esta perspectiva de análisis y como hemos expuesto anteriormente, la principal diferencia entre la CAN y el MERCOSUR -que influyó en su desarrollo- está dada por el distinto contexto internacional en que ambos procesos se formaron.
En un principio hemos mencionado, que el mayor dinamismo en el intercambio comercial del MERCOSUR, estuvo determinado con el contexto económico – político de apertura y reformas neoliberales de inicios de los años noventa, así como con el nuevo paradigma de las RR.II determinado por la Economía Internacional y la Globalización. Así mismo, observamos como en la CAN, la revitalización del proceso coincide igualmente con este período de reforma estructural y apertura económica. Desde el punto de vista de la estructura del MERCOSUR posee un AEC[155]uniforme, que es aplicado por todos los países partes; mientras en la CAN no se ha logrado este objetivo debido a que mantiene un AEC diferenciado de 5, 10, 15 y 20 por ciento para productos extra-zona.
Los principales mercados de exportación de ambos grupos son diferentes debido a que el principal socio comercial de la CAN es indudablemente los EE.UU; lo cual se podrá reflejar -como hemos establecido en el capítulo anterior- en las negociaciones e intereses en el ALCA, mientras que para el MERCOSUR la UE constituye su principal socio comercial.
Cuadro N° 02
PRINCIPALES MERCADOS CAN – MERCOSUR 1990-2000 | |||||
CAN | MERCOSUR | ||||
Socio | Export | Import | Socio | Export. | Import. |
EE.UU. | 47% | 32% | UE | 25% | 28% |
UE | 10% | 16% | MERCOSUR | 25% | 22% |
CAN | 9% | 14% | EE.UU. | 15% | 21% |
MERCOSUR | 4% | 8% | A. Latina | 10% | 5% |
Otros | 30% | 30% | Otros | 25% | 24% |
Fuente: Elaboración Propia. Datos Sitio Web CAN. CEI – INTAL.
Observamos, que la distribución del Comercio Exterior del MERCOSUR es más diversificada, debido a que no se concentra en un sólo mercado, por el contrario esta mejor distribuida dándole una especial participación al comercio intra-bloque. La CAN, tiene una concentración en sus exportaciones de casi el 50 % con los EE.UU, que se diferencia notoriamente del intercambio con la UE y los otros mercados.
En este sentido, los países de la CAN se benefician del ATPA[156](Andean Trade Preference Agreement o Ley de Preferencias Arancelarias Andinas), a través del cual productos de estos países tienen libre ingreso al mercado de EE.UU hasta el próximo 5 de Diciembre de 2.001, fecha que el bloque andino busca prorrogar. Igualmente, la CAN disfruta del SGP de la UE[157]que permite a un productor determinado en alguno de los países del bloque, poder acceder al mercado europeo libre del pago de arancel para la mayoría de los productos industriales y agrícolas hasta el año 2.004. Cabe destacar, que estas preferencias otorgadas por la UE están dirigidas al combate de cultivos de insumos para la producción de drogas que esta en línea con lo establecido en 1.993 en el Acuerdo Marco de Cooperación entre la UE y la CAN, cuyo objetivo es incrementar el diálogo político, el desarrollo de relaciones comerciales y la lucha contra las drogas desde una visión de "responsabilidad compartida".
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |