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Desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados (III) (página 7)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Si no se revierten las tendencias actuales, esta disparidad de oportunidades se profundizará, lo que aumentará las diferencias en los ingresos de la gente y asfixiará la recuperación económica mundial. Para evitarlo, es vital que empresas y gobiernos de todo el mundo se pongan de acuerdo en una estrategia para mejorar las oportunidades educativas, la capacitación y la movilidad internacional de la siguiente generación de trabajadores.

Se estima que para compensar los empleos que se perdieron durante la reciente crisis económica será necesario crear 600 millones de puestos de trabajo en todo el mundo a lo largo de la próxima década. Muchos de estos nuevos empleos estarán en sectores donde los avances científicos, ingenieriles y tecnológicos siguen siendo los motores de la innovación y el crecimiento.

Entre 2009 y 2013, la industria informática habrá ayudado a crear más de 75.000 empresas nuevas y 5,8 millones de empleos nuevos en todo el mundo. Pero este acelerado crecimiento de la cantidad de empleos en industrias que requieren trabajadores altamente capacitados está creando un mercado global de talentos que en gran medida sigue vacante.

Por ejemplo, según la Oficina de Estadísticas de Empleo de los Estados Unidos, este año se crearán en Estados Unidos unos 120.000 nuevos empleos que demandarán al menos un título de grado en ciencias de la computación. Pero los institutos terciarios y las universidades de Estados Unidos solamente producirán, en conjunto, 40.000 graduados calificados.

Esta brecha entre la oferta y la demanda no es exclusiva de Estados Unidos. En Brasil (sexta economía del mundo), más del 40% de las empresas no encuentran personal calificado. Informes recientes de McKinsey & Company explican de qué manera este faltante de mano de obra calificada (que según algunas estimaciones supondrá de aquí a 2020 un déficit de hasta 40 millones de trabajadores con educación universitaria) ahogará el crecimiento económico en todo el mundo.

Mientras empresas y gobiernos analizan la manera de responder a estos cambios en la dinámica del mercado laboral internacional, lo que está en juego es nada menos que el futuro de nuestros jóvenes. La franja etaria juvenil comprende la mayor fuente de talento desaprovechado del mundo; al mismo tiempo que abundan las oportunidades, demasiados jóvenes no tienen acceso a la educación y capacitación que necesitan para hacer realidad su potencial.

En la actualidad, hay más de 2.200 millones de personas de entre seis y 24 años (la mayor cantidad en toda la historia) y se espera que esta cohorte siga creciendo. Pero la tasa global de desempleo juvenil es 12,7%, el doble de la tasa general del 6%. Solo en la Unión Europea, la tasa de desempleo juvenil alcanzó un impresionante 22%, y en algunos países llega aproximadamente al 50%; según algunos informes, en este momento 75 millones de jóvenes experimentan desempleo, subempleo o estancamiento salarial.

Está claro que si no hay cambios pronto, esta disparidad de oportunidades seguirá creciendo y causará una crisis humanitaria y económica, que afectará a ciudadanos, empresas y gobiernos de todo el mundo.

Para resolver el desequilibrio entre la oferta y la demanda de trabajadores capacitados se necesita adoptar en forma conjunta una agenda política correcta en materia de educación, capacitación e inmigración. Crear una fuerza laboral internacional capaz de impulsar el crecimiento económico y reducir el desempleo a largo plazo solo será posible equipando y empoderando a los trabajadores con las habilidades correctas.

Esto demandará una considerable inversión en educación y capacitación de la fuerza laboral, tema central en el último informe de McKinsey, que señala la importancia del desarrollo de habilidades y de vincular la educación con el empleo. Esta inversión dará frutos a su tiempo, pero mientras tanto, los países deberán emparejar la disponibilidad de trabajadores capacitados y la oferta laboral presente para poder mantener la vitalidad de sus economías. Por eso, además de inversiones educativas que mejoren las oportunidades futuras, se necesitan políticas de inmigración progresistas que faciliten la entrada de trabajadores capacitados para resolver los faltantes de personal calificado de la actualidad.

La solución de estos problemas no puede ser tarea exclusiva de los gobiernos. A las corporaciones mundiales les toca un papel fundamental, no solo en lo que atañe a la creación de los empleos que cambiarán el rumbo de nuestras economías, sino también en dar a la gente oportunidades de formar parte de esa fuerza laboral capacitada. Creemos que si logramos que trabajadores, empresas y gobiernos colaboren con un enfoque unificado para el cambio, podremos crear una economía mundial más saludable y mejorar las vidas de las generaciones actuales y futuras. Si los líderes mundiales se ponen de acuerdo para encarar los desafíos y las oportunidades a los que se enfrentan nuestras economías en la actualidad, podremos reforzar nuestra capacidad de construir y mantener canales internacionales sostenibles para la generación y obtención de mano de obra calificada.

Microsoft ha propuesto que Estados Unidos adopte una "estrategia nacional de talentos", que podría servir de base para un debate internacional sobre el tema. Esta estrategia incluye aumentar la movilidad internacional de trabajadores calificados, ampliando la entrega de visas de entrada a Estados Unidos para trabajadores de cuatro campos fundamentales a los que en inglés se identifica con la sigla "STEM" (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática); aumentar el acceso a las ciencias de la computación en la educación secundaria; e incrementar la capacitación de maestros y los programas de grado en los cuatro campos citados, para que las futuras generaciones estén preparadas para satisfacer las necesidades de un mercado laboral cambiante.

Sin duda hay otras ideas y estrategias que también pueden servir de aporte a esta importante discusión. Pero tomar las decisiones correctas requiere que nos hagamos preguntas difíciles, que intentemos comprender en forma colectiva los cambios que se necesitan y que nos comprometamos a implementarlos. ¿Qué papel cabe a gobiernos, ONG y empresas en la creación de las oportunidades educativas necesarias para preparar a las futuras generaciones? ¿Estamos prestando suficiente atención a los campos "STEM" en nuestros sistemas educativos y, si no, qué podemos hacer para reforzar esas disciplinas? ¿Qué políticas de inmigración son más favorables al crecimiento económico?

El Foro Económico Mundial de este año será una importante oportunidad para debatir estas cuestiones críticas junto con líderes de todo el mundo. El momento de adoptar una estrategia global de talentos (que nos beneficiará a todos) ya llegó.

(Brad Smith is General Counsel and Executive Vice President of Microsoft)

– El empleo flexible es la clave (Project Syndicate – 21/1/13)

(Por Rolf Dorig) Lectura recomendada

Glattbrug, Suiza.- El aumento del desempleo juvenil, especialmente en Europa, es noticia en todo el mundo. Aproximadamente 5,5 millones de europeos menores de 25 años se encuentran desempleados. Más de 7,5 millones de personas entre las edades de 15 a 24 años son personas "Ni-ni" – es decir, son personas que no se encuentran empleadas, ni estudiando o en periodo de formación. La tasa de desempleo juvenil supera el 25% en 13 países europeos: asciende a aproximadamente el 30% en Italia, Irlanda, Bulgaria, Chipre, Letonia, Hungría y Eslovaquia, y supera el 55% en Grecia y España.

Al mismo tiempo, más del 30% de los solicitantes de empleo menores de 25 años han estado desempleados por más de 12 meses, y sus posibilidades de encontrar empleo siguen siendo bajas. Menos de un tercio de los jóvenes que se encontraban desempleados en el año 2010 encontraron trabajo el 2011, y sus posibilidades continúan disminuyendo.

De acuerdo con un reciente informe de Eurofound, el costo económico (beneficios pagados más ingresos fiscales perdidos) de los jóvenes Ni-ni excede los €150 mil millones ($196 miles de millones de dólares) al año -más de 1,2% del PIB total de la Unión Europea. En algunos países- como por ejemplo Bulgaria, Chipre, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia y Polonia -el desempleo juvenil tiene un costo que asciende a más del 2% del PIB.

Si se permite que esto continúe, la crisis del mercado laboral europeo infligirá un daño duradero en toda una generación, con imprevisibles efectos a mediano y largo plazo en materia de empleo, productividad y cohesión social. Revertir esta tendencia requerirá de propuestas concretas y acciones determinantes. Los países deben buscar soluciones que ayuden a que las empresas creen puestos de trabajo al hacerse flexibles, y de este modo acrecienten su nivel de competitividad.

La Comisión Europea ha puesto el desempleo juvenil como un tema de prioridad en su agenda. De hecho, el mes pasado, el comisario europeo László Andor anunció la adopción del "Paquete de Empleo Juvenil", formado por un conjunto de propuestas destinadas a ayudar a que los Estados miembros de la UE y las partes interesadas aborden el desempleo juvenil y la exclusión social.

Una recomendación clave es la creación de "sistemas nacionales de garantía juvenil", los cuales asegurarían que todos los ciudadanos menores de 25 años puedan obtener un empleo, un puesto como aprendices o un período de prácticas dentro de un plazo de cuatro meses a partir de la finalización de su educación formal o de convertirse en desempleados. Dado el potencial de estos esquemas para reducir la brecha entre la educación y el trabajo, y con el fin de mejorar la capacidad de los jóvenes para obtener y mantener un empleo, los Estados miembros deben aplicar esta recomendación con seriedad, mediante la puesta en práctica de medidas dirigidas a permitir la inserción laboral y el establecimiento de asociaciones con las partes interesadas.

Las agencias de empleo privadas ya se encuentran ayudando a desarrollar soluciones integrales que conectan a las industrias y a las empresas con las instituciones y organismos rectores en todos los niveles -incluyendo la UE, la OCDE, el G-20, y la Organización Internacional del Trabajo- a través de mecanismos nacionales y regionales e inclusive plataformas mundiales como el Foro Económico Mundial. Dado que lograr que las personas trabajen se constituye en la piedra angular de su modelo empresarial, tales agencias son ideales para proporcionar dicho enlace. Ellas saben que las oportunidades de empleo constituyen un derecho humano fundamental, y que el trabajo es fuente de dignidad que confiere a los individuos un sentido de propósito y fortalece las comunidades.

Además, al equilibrar las necesidades de las empresas con las habilidades de los trabajadores, las agencias de empleo privadas adquieren un conocimiento integral sobre el mercado laboral. Ellas ayudan por igual a los trabajadores y a las empresas para que enfrenten los retos del mercado laboral, mientras al mismo tiempo cumplan con la necesidad de flexibilidad (un importante catalizador potencial tanto para las empresas como para los trabajadores) – esto ocurre, si se ponen en práctica ciertos requisitos estructurales y normativos.

No obstante que la normativa plantea, entre otros, importantes desafíos para el rubro del reclutamiento laboral, los mercados laborales debidamente regulados son cruciales para garantizar protección para los trabajadores, como también la competitividad perdurable de las empresas. A menudo, las consecuencias de las políticas de austeridad obstaculizan reformas en el mercado laboral que son necesarias, esta es una tendencia que se debe revertir.

La industria del empleo privado se ha comprometido a ayudar a que 75 millones de jóvenes ingresen al mercado laboral. Sin embargo, esta promesa sólo puede cumplirse si las empresas multinacionales apoyan el esfuerzo, potenciando a las agencias de empleo para que estas ofrezcan empleos de calidad. Las empresas de todo el mundo – tanto en los países que atraviesan por una recuperación económica con desempleo o con poco empleo, o en países prósperos donde la falta de correspondencia entre las vacancias disponibles y las habilidades de los trabajadores empeora cada día – deben reconocer que la creación de puestos de trabajo adicionales que sean flexibles hará que sus negocios progresen y se incremente su competitividad.

El empleo -especialmente para los jóvenes- debe encabezar la agenda económica mundial. Con las herramientas adecuadas y el apoyo, las agencias de empleo privadas pueden ayudar a detener la espiral descendente del desempleo juvenil. Pero no pueden hacerlo solas. Es hora de que todas las partes interesadas diseñen y pongan en práctica medidas que proporcionen a los jóvenes la oportunidad de tener una mejor vida a través de un mejor trabajo.

(Rolf Dorig is Chairman of the Addecco Group)

– BT: "Los jóvenes deben desterrar la idea de tener un trabajo fijo y seguro" (El Economista – 25/1/13) Lectura recomendada

El desempleo juvenil es el principal riesgo económico de España, que tiene que dinamizar a su juventud y desterrar la mentalidad de que el objetivo en la vida es tener un trabajo fijo, seguro y de formación universitaria.

Así lo afirma en una entrevista con Efe Luis Álvarez, consejero delegado de BT Global Services, que participa en el Foro de Davos, donde el paro juvenil está siendo uno de los temas centrales. La canciller alemana Angela Merkel destacó en su intervención del jueves la gravedad de la situación en España, con una tasa de desempleo juvenil de más del 50%, y el comisario europeo de Empleo, Laszlo Andor, advirtió del riesgo de una generación pérdida.

Álvarez coincide en esa preocupación, afirmando que "si no somos capaces de dinamizar a nuestra juventud corremos un riesgo tremendo" y pidiendo a Gobierno y empresas que lo conviertan en su prioridad. "El autoempleo es algo que podríamos fomentar en los jóvenes, facilitándoles que encontraran mecanismos para hacerlo", dice Álvarez, que cree posible potenciar el espíritu emprendedor de los jóvenes españoles, pero admite que hay que cambiar de mentalidad.

"Hay que crear una mentalidad de que el objetivo en la vida no es tener un trabajo fijo, seguro y de formación universitaria (…). También hay que potenciar empleos de nivel intermedio, de formación profesional, que son tan dignos como cualquier otro. Son una opción perfectamente válida para ganarse la vida y ser feliz", dice. En este sentido, afirma que el sistema educativo español "no facilita que los jóvenes tengan iniciativa".

Hay que recuperar el esfuerzo

Para Álvarez, que trabaja desde hace 30 años en el sector de las telecomunicaciones, "la clave es el esfuerzo, recuperar el concepto de que las cosas que salen bien cuestan trabajo, promover el esfuerzo en la formación, en el trabajo y en la dedicación".

El alto ejecutivo piensa que los jóvenes españoles deben asumir que "van a empezar su carrera profesional en peores condiciones de lo que esperaban" y lamenta que les cueste hacer los sacrificios que afrontan sus coetáneos en otros lugares, como el de dejar su lugar de residencia o tener que hacer desplazamientos largos.

No obstante, asegura ser optimista: "veo ejemplos de muchos jóvenes dispuestos a hacer ese esfuerzo adicional, algo a lo que creo que damos poca publicidad, igual que damos poca visibilidad a las empresas que se están creando, a los jóvenes que se están buscando la vida y a los que se reinventan a sí mismos"…

Vivimos un mercado de incertidumbre

Durante su estancia en Davos tiene previsto mantener medio centenar de encuentros bilaterales con otros ejecutivos y empresarios, aprovechando la gigantesca oportunidad de "networking" que ofrece anualmente el Foro Económico Mundial.

De sus reuniones se lleva una conclusión principal: "que tenemos que vivir en un mercado de incertidumbre permanente. Eso de que esta incertidumbre va a pasar no es así. La incertidumbre está para quedarse y tenemos que atraer a nuestras empresas empleados que sepan vivir y tomar decisiones en una situación de ambigüedad".

Este ingeniero de telecomunicaciones madrileño nacido en 1961, casado y con cuatro hijos, es consejero delegado de BT Global Services desde el pasado mes de octubre (2012), después de dirigir las operaciones de BT en Europa, Oriente Medio, África y América Latina.

Conoce bien esta última región, sobre la que no quiere hablar de manera genérica -"son muchos países con una complejidad muy diversa"-, pero en la que confía mucho, debido sobre todo a la estabilidad política y económica conseguida en los últimos años.

"Es clave la creación de una clase media, que es un elemento de estabilidad tremenda, decenas de millones de personas que han accedido a un poder adquisitivo que le dan a la economía una sostenibilidad en el tiempo. Brasil y Colombia son el paradigma".

A modo de final (tristes y queridas causas perdidas o la amargura de la victoria)

Del Paper – "Tiempos modernos" ("realidades cercanas" de un capitalismo sin control) Parte I – Publicado en Julio de 2012

"La mentira se eleva a fundamento del orden mundial" – Franz Kafka

(Apartado 1) – Trabajando como esclavos (el robo del futuro)

"Snippet" de verano (julio europeo)

¿Qué son los "snippets"? Snippets viene snip (inglés) y significa pequeño fragmento (extraído de algo)

Es un término del idioma inglés utilizado en programación para referirse a pequeñas partes reusables de código fuente, código binario o texto. Comúnmente son definidas como unidades o métodos funcionales que se pueden integrar fácilmente en módulos mucho más grandes, aportando funcionalidad. También se utiliza la palabra para referirse a la práctica de minimizar el uso de código repetido que es común en muchas funciones, por medio del uso de un solo método que pueda ser reutilizado.

En otros casos, he realizado mi comentario final en forma de "blog", así que esta vez (para aquellos lectores "adictos" a las nuevas técnicas de comunicación) voy a probar un formato diferente: "Snippet" – Dato o comentario – Desarrollo breve – Pregunta abierta al final (para el que quiera contestarla).

En un Paper anterior: La pandemia de las abuelas, publicado el 21/4/04, escribí:

(Pandemia: enfermedad endémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región).

El neo-capitalismo de mercado ha logrado -entre otras maravillas- "conchabar" a las abuelas (y hasta a algún abuelo) para cerrar la ecuación de dependencia laboral familiar. En vez de dos trabajadores por el precio de uno (más adelante lo explicaré), ya pueden contabilizar tres, cuatro (cuando no, cinco o seis) por el precio de uno (y ni siquiera a ese uno le pagan bien). Joder, ¡eso sí que es "crear" valor!

Bueno valor, valor,… lo que se dice valor, es el que tienen las abuelas para "criar" a sus nietos, mientras los padres están en el "bosque" animado que le "ofrecen" los fundamentalistas del mercado.

La historia (y la histeria), merece su "racconto". Aunque más valdría llamarlo "recuento"…de víctimas, por supuesto.

Todo comenzó con el "feminismo"… (seguro que con esto, ya perdí a las lectoras). Pero, por favor, tengan paciencia y lean un poquito más…Luego ustedes deciden. Total…con un click, me mandan al carajo, y sin dolor. Sólo unos renglones más, antes de dar o quitar razones.

La "verdad" neoliberal absoluta, incontrastable, definitiva e irreversible, necesitaba que las mujeres "tomaran" el mando.

Nada es casual, nada es gratuito, nada es espontáneo (como verán más adelante, si estoy en lo correcto).

Las mujeres "debían" incorporarse al mercado de trabajo. Las mujeres debían dejar el hogar (las tareas del hogar, digamos) para "realizarse", para "encontrarse" a sí mismas, para "ser" personas…

Ganar la calle (a veces se me va el lápiz, y casi escribo "hacer" la calle, aunque sea en las oficinas, escuelas, universidades, juzgados o despachos).

Para "ser" personas había que dejar la antigua piel de madre y ama de casa. Lo que "mola" es estudiar, trabajar, disponer de dinero, consumir, fumar (igual o más que los hombres), beber (igual o más que los hombres), conducir un auto propio (igual o peor que los hombres), liberarse de la "caca" de los niños (cuando no de los niños, al completo), liberarse de la "tutela" del marido, de la dependencia económica, de limpiarles la mierda, de vaciarle los ceniceros, de aguantar los ronquidos…

Para alcanzar ese "status" (ofrecido, promovido, difundido, por los auspiciantes) las jóvenes se lanzaron "en masa" a las universidades. Como eran, son y serán, más inteligentes que los hombres, más perseverantes, más "empollonas", más… (casi todo), no les costó mucho superar a la población masculina en los centros de estudio, superar las notas en los exámenes de sus colegas del otro sexo, ganar becas, concursos y oposiciones, pero…nada es casual, nada es gratuito, nada es circunstancial…

Una vez alcanzada la cualificación profesional correspondiente había que continuar en la "escala" del progreso, de la autonomía, de la independencia…Para ello había que incorporarse al "mercado" de trabajo. Iba de suyo. ¡Y ahí empezaron a llegar las facturas!

Todos los halagos anteriores, todas las ofertas promocionales, todo el psicoanálisis, todo el feminismo, toda la literatura independentista, liberal y auto afirmativa las llevaba al desfiladero (por qué no decir al precipicio) del trabajo fuera de casa. ¿Y si no para qué?

Para sacudirse la esclavitud de la casa se iniciaron en la esclavitud de la empresa. Ya podía verse quién era el titular de las facturas…

Sin exagerar, han cambiado las tareas "menudas" por… "menudas" tareas. Y "eso", no era todo. Aún faltaba lo peor.

Cuando estaban bien "comprometidas" (¿infiltradas, suena muy duro?)…cuando se habían transformado en unas "consumistas" irredimibles…cuando el "look" americano les sentaba de maravillas…descubrieron que ya nunca nada podría volver a ser como antes.

Los grandes almacenes, la tarjeta de crédito, la hipoteca, las letras, los viajes, los electrodomésticos, el móvil, el PC, el portátil… (y la madre que los parió), ya no le dejarían volver atrás…

Tienen hipotecado el destino. Sólo se puede seguir hacia adelante. ¡Sólo se puede huir al futuro!

Prisioneros de senda

Para la huida hacia el futuro el "sistema" les tenía preparado otro plato de alta cocina. La otra cuchilla de la tijera. La otra cara de la falsa moneda. La otra fase de la trampa.

Para aquellas mujeres que formaban pareja (en cualquiera de sus modalidades; hasta casándose, si aún se me permite mencionar la alternativa), la hipoteca se extendía "un poco" más allá, involucraría a los compañeros, llegaría hasta los "niños" (si es que accidental o premeditadamente, los tenían).

Aquí la ecuación se complica un poco. Necesita de cierto detalle y paciencia. Les ruego ambos.

Los trabajadores masculinos tienen bajas remuneraciones para alcanzar el nivel de consumos "satisfactorios" (en definición de los profetas del mercado). La "única" forma de completar ingresos, es con el trabajo de la mujer.

Ese es el gran término de la ecuación. Esa es la trampa de la sociedad de mercado. Para ir al "mercado" ya no basta con el trabajo del hombre, se necesita el trabajo de la mujer también.

Para "adquirir", para "participar", para "seguir" rodando, se necesita de los dos. Con un sólo sueldo no alcanza. Con el de dos… un poco más, pero… tampoco.

¿Cómo es eso?

Los "dueños" de la globalización, los "hacedores" de mercado, los "crupier" de la economía de casino, los "plásticos" de la economía de Madonna, los turbo-capitalistas, necesitan "crear" valor pagando por el trabajo de dos (hombre y mujer), el precio de uno (lo que antes ganaba sólo trabajando el hombre).

Tal vez si presento la "secuencia" de la dependencia, se puedan seguir más fácilmente los términos de la ecuación:

  • 1) Antes, las empresas tenían que pagar al trabajador lo suficiente para mantener el hogar sin que su mujer tuviera que trabajar fuera.

  • 2) Si se aumentaba la "oferta" de mano de obra esa remuneración podría rebajarse (por aquello de la ley de oferta y demanda).

  • 3) Para aumentar la oferta -contundentemente- existía la posibilidad de atraer a las mujeres al mercado de trabajo.

  • 4) Para ello había que:

  • a) motivar a las mujeres para que salieran a trabajar fuera de su casa

  • b) capacitar a las mujeres para que fueran útiles en las tareas de empresa

  • c) incorporarlas al mercado de consumo, para que nunca más pudieran volver atrás

  • d) convencerlas que la única forma de "ser" mujer era incorporándose al mercado de trabajo

  • 5) Una vez alcanzado el escalón anterior ya se tenía la suficiente "oferta" y con el debido nivel de formación como para desafiar a los hombres rebajando su remuneración.

  • 6) El siguiente paso ha sido (y es) remunerar a la mujer por debajo del hombre (para igual tarea). Según datos sus salarios son inferiores, al menos, en un 30%.

  • 7) Con hombres y mujeres subidas al "carro" triunfal del consumismo imparable, se tenían las "dependencias" suficientes, como para asegurar una oferta de mano de obra casi "cautiva".

  • 8) Otro paso más, y ya se podía pagar a dos por el precio de uno. Se necesitaban dos sueldos, para pagar las cuentas que antes se pagaban con un sólo sueldo.

  • 9) Para que ninguna mujer "osara" desafiar el destino que se le tenía preparado en la "aldea" global, se llenaron manuales, tratados y libros, se presentaron en cuanto programa de radio y televisión fuera posible, se dieron conferencias, cursos y coloquios, alabando la "independencia" femenina. Toda mujer que no se incorporaba al "camino", poco menos que era considerada una "islámica" (que es como decir una "cautiva"). Todo hombre que se animara a "objetar" la tendencia, poco menos que era considerado un "talibán" (que es como decir un dictador primitivo y retrógrado).

  • 10) Sólo faltaba un paso en ese "mundo de fantasía y consumo", para que la "libertad e independencia" fueran completas: no tener hijos. O tener uno sólo si fuera "irremediable"…

  • 11) Las empresas "castigan" a las embarazadas. El plan de carrera se trunca. El sueldo se reduce. El contrato no se renueva. Los permisos se retacean…

  • 12) El marido mira a su mujer con ojos acusatorios. Eh, tú, lindo momento para quedarte embarazada. Justo cuando teníamos que cambiar el auto. Justo cuando quería cambia el PC. Justo cuando quería cambiar el televisor por uno más grande que la pared. Justo cuando quería comprar el DVD. Justo cuando…

  • 13) La mujer siente que pierde su independencia. Siente que su jefe la mirará mal. Siente que se juega la renovación del contrato "basura", que tanto le costó conseguir. Siente que "otra" vez se irá al paro.

  • 14)  Será posible que este "mocoso" de mierda nos haga "bajar" de la sociedad de consumo. Tan bien que nos iba con todas esas tarjetas de crédito, con todas esas letras, con todos esos "chirimbolos" que nos hacían "creer" tan felices…

  • 15) Al fin tienen razón mis amigas (y amigos) que no quieren tener hijos. O el auto o el niño. O las vacaciones o el niño. O el ascenso en el empleo o el niño. O ser una mujer como las de la tele o una "mora" de mierda chancleteando detrás del marido. ¡Joder!

¿Exagero?…

(31/3/12) Momento en que escribo este párrafo. Han pasado 8 años (que se dice fácil). En la Unión Europea (en vías de subdesarrollo) hay un paro juvenil que va desde el 30% (en los países miembros más exitosos, si es que queda alguno), al 50% en los PIGS (más "pigs" que nunca). En los graduados universitarios el paro alcanza el 30%.

La globalización, la deslocalización, la privatización, la desregulación, el librecambio, la financierización… han propiciado la era de la desigualdad, han provocado una vida "low cost". El "fin de la historia" que se ofrece a la juventud es un "regreso a la edad media". No era el "camino de la servidumbre" que temía Hayek, pero sí el desenlace.

La precarización, el salario del miedo, la temporalidad, atenazan al trabajador. Las deudas los "esclavizan" y el "paro" (generalmente de larga duración) los transforma en "parias" sociales, dependientes de la caridad (familiar, al principio, y de las organizaciones filantrópicas, al final).

Los jóvenes están más expuestos a largas jornadas, a contratos temporales o informales con bajos salarios, a una protección social escasa o inexistente, y a no tener una voz en el trabajo.

La incapacidad de encontrar trabajo genera una sensación de vulnerabilidad, inutilidad y ociosidad entre los jóvenes. Por eso la brecha del empleo juvenil plantea retos importantes, pero además implica fuertes costos económicos en términos de pérdida de ahorros y capital humano, y costos sociales en acciones de prevención de la delincuencia o el uso de drogas.

Tendencias del empleo y desempleo de los jóvenes

  • El crecimiento de la población juvenil sigue superando el crecimiento del empleo.

  • El desempleo juvenil sigue aumentando en la mayoría de las regiones del mundo.

  • Es más probable que los jóvenes estén desempleados que los adultos.

¿Por qué son más altas las tasas de desempleo juvenil que las tasas de desempleo de los adultos?

Las tasas de desempleo juvenil están entre 2 y 6 veces más altas que las tasas de desempleo de adultos dependiendo de la región. En la mayoría de las regiones los jóvenes tienen tres veces más probabilidad de estar desempleados que los adultos.

  • Los jóvenes son más vulnerables que los adultos en los tiempos económicamente difíciles (La explicación: último en entrar, primero en salir).

  • A un joven a menudo le falta información sobre el mercado laboral y experiencia en buscar trabajo (La explicación de la falta de experiencia en buscar trabajo).

  • Otra posibilidad es que los jóvenes se demoran más en buscar el trabajo correcto, lo que significa que tal vez esperan más para encontrar el trabajo que cumpla sus requisitos (La explicación de "buscar hasta encontrar el trabajo correcto").

  • Los jóvenes que están apenas empezando en la fuerza de trabajo seguramente no tienen recursos financieros para reubicarse, nacional o internacionalmente, en búsqueda de trabajo (La explicación de falta de movilidad).

  • La inactividad entre los jóvenes está aumentando. Por otro lado, la fuerza juvenil, y por lo tanto el denominador del cálculo de la tasa de desempleo juvenil, está disminuyendo en muchas partes del mundo a medida que más jóvenes se matriculan en el sistema educativo o permanecen en él más tiempo o se salen de la fuerza laboral como trabajadores desalentados.

Juan Somavia, Director General de la OIT, sostiene: "Generar empleo para los jóvenes no es suficiente. En el mundo resulta difícil cuando no imposible que los jóvenes consigan trabajo. Pero además, cada vez tienen más dificultades para encontrar trabajo decente. Los jóvenes de hoy no necesitan un trabajo cualquiera, sino uno que les permita contribuir como trabajadores, ciudadanos y agentes de cambio. Este es el reto que enfrentamos".

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy tienen ideas claras sobre sus aspiraciones laborales y sociales, y esperan contar con opciones para alcanzar su autonomía y ser ciudadanos activos.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy ejercen, con todo derecho y razón, presión social, sobre los líderes políticos y económicos, para que enfrenten el desafío de desarrollar y aplicar las estrategias que les den a los jóvenes de todo el mundo una oportunidad real y equitativa de acceder a un empleo pleno y productivo y al trabajo decente.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy están luchando por un mundo mejor y no tragando la "sopa boba" que le ofrece la sociedad de consumo a cambio de una vida "anestesiada", "pasiva", "gaseosa", "anómica", "jibarizada" "vegetal", "tetrapléjica" y con la respiración asistida provista por la droga, el alcohol, la televisión y el fútbol.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que la juventud de hoy está en la "calle" en estado de lucha permanente, en estado de rebelión permanente, reclamando, exigiendo o provocando el cambio de régimen político y económico hacia una sociedad más justa, equilibrada, sostenible, democrática y ética.

Pregunta abierta al final: ¿Hay soluciones para (contra) este fracaso?

(Para ayudarles a reflexionar, les dejo con una cita escrita en mi Paper del 21/4/04)

"Antes del fin"

Así se titula un libro de mi admirado y respetado Ernesto Sábato (Seix Barral – 1998); y con una cita del "maestro" (este sí, y no Greenspan), deseo finalizar el artículo, dejando para vuestra reflexión y análisis -si corresponde- lo dicho e insinuado (ojalá sea útil):

"Para conseguir cualquier trabajo, por mal pago que sea, los hombres ofrecen la totalidad de sus vidas. Trabajan en lugares insalubres, en sótanos, en barcos factoría, hacinados y siempre bajo la amenaza de perder el empleo, de quedar excluidos.

Al parecer, la dignidad de la vida humana no está prevista en el plan de la globalización. La angustia es lo único que ha alcanzado niveles nunca vistos. Es un mundo que vive en la perversidad, donde unos pocos contabilizan sus logros sobre la amputación de la vida de la inmensa mayoría. Se ha hecho creer a algún pobre diablo que pertenece al Primer Mundo por acceder a los innumerables productos de un supermercado. Y mientras aquel pobre infeliz duerme tranquilo, encerrado en su fortaleza de aparatos y cachivaches, miles de familias deben sobrevivir con un dólar diario. Son millones los excluidos del gran banquete de los economicistas…

Los jóvenes sufren: ya no quieren tener hijos.

No cabe escepticismo mayor.

Así como los animales en cautiverio, nuestras jóvenes generaciones no se arriesgan a ser padres. Tal es el estado del mundo que les estamos entregando.

La anorexia, la bulimia, la drogadicción y la violencia son otros de los signos de este tiempo de angustia ante el desprecio por la vida de quienes nos mandan…

Te hablo a vos…

No quiero morirme sin decirles estas palabras

Tengo fe en ustedes. Les he escrito hechos muy duros, durante largo tiempo no sabía si volverles a hablar de lo que está pasando en el mundo. El peligro en que nos encontramos todos los hombres, ricos y pobres.

Esto es lo que ellos no saben, los hombres del poder. No saben que sus hijos también están en esta pobre situación.

No podemos hundirnos en la depresión, porque es de alguna manera, un lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades en nuestros hogares.

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro…

Si, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión.

No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común.

La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.

Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es sustitutivo del paraíso…

Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: "No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero". Muchas utopías han sido futuras realidades"…

Buscando respuestas (escrito en enero de 2013)

El desempleo y la pobreza están en alza, la pregunta es: ¿cuánto dolor puede soportar una sociedad antes de que haya tenido suficiente?

Las desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados, durante la crisis financiera ¿resultan ser un "daño colateral" de la depresión, o un "proyecto inconfesado" de exclusión social?

He tratado de presentarles gráficos, cifras e informes (Parte I), dar vuelta el telescopio para mostrarles a las personas que están al otro lado del espejo de la socialización de las pérdidas (Parte II) y finalmente, el lado íntimo de la crisis, algunos dramas individuales y sueños estancados (Parte III), que sospechables "analistas" interpretan (con cinismo e insensibilidad) como "daños colaterales" de la depresión, y que yo considero (sin esperanza y sin miedo), la consecuencia directa de un "proyecto inconfesado" de exclusión social.

  • Una crisis sin fondo donde las víctimas de la pobreza se instalan en una normalidad quebradiza.

  • La pérdida de ingresos es el comienzo del dramático tobogán hacia la exclusión social (si faltan redes de apoyo, como la familia, todo conduce a la exclusión social).

  • El desapego de las clases dominantes (política y empresaria) ante la desigualdad de los ingresos. Un sistema de castas con una actitud de indiferencia ante la distribución del ingreso (la sociedad mala).

Por razones de edad (68 años) y por las experiencias vividas (primero en Argentina -el país "de los senderos que se bifurcan"- y en los últimos 25 años en España -un exilio voluntario, con la ilusión de brindar a mis hijas (y ahora, nietos) la posibilidad de vivir un proyecto europeo de social democracia, craso error-, reconozco que mi análisis puede resultar sesgado. Hasta, tal vez, cegado.

Un sesgo (tal vez, ceguera) provocado por haber sido educado en los valores y objetivos de la clase media. Una clase media que primero se extinguió -no sin dolor- en mi país de origen, y que ahora asisto -consternado- al intento de exterminio (con premeditación y alevosía) en varios países europeos.

Para referirme, con nostalgia, al "holocausto" de la clase media (y su impacto social y económico), y por aquello de la "argentinización" de la economía de los países, antes, avanzados, y actualmente, en "vías de subdesarrollo" (*), citaré parte del artículo escrito por Marcos Aguinis en el Diario La Nación (de Argentina), publicado el 22/6/12:

(*) La progresión y el impacto de la crisis en estos cinco años, sigue la misma pauta que la de América Latina de los 80. Las causas son similares (aumento de liquidez que degenera en préstamos irresponsables y burbujas especulativas), las medidas adoptadas son similares (recorte del gasto público, aumento de la presión fiscal sobre las clases medias y bajas, e impunidad de los gestores irresponsables) y, lamentablemente, las consecuencias van en la misma dirección: más pobreza y más desigualdad.

Elogio de la clase media

"Prejuicios fósiles mantienen el desprecio por la clase media. Se la menciona con cierto pudor, porque no tiene límites claros y se la vincula con los rasgos mezquinos, crueles e insensibles de la burguesía y pequeña burguesía bien descriptos en poderosos textos de la literatura universal. Sin embargo, la realidad no es tan esquemática ni rígida. Ahora sabemos que la clase media no se reduce a sus defectos, porque defectos tienen todos los niveles.

Ya es hora de enaltecer sus virtudes, especialmente las de la clase media argentina, que llegó a ser la más importante y fértil de toda América latina. Nuestro país la desarrolló de forma excepcional. No hay otro donde haya alcanzado tanto desarrollo y gravitación en brevísimo tiempo, sobre un territorio distante y bastante desertificado…

De una generación a otra, la clase media no sólo acrecentaba su volumen, sino su protagonismo. Tanto en el campo como en las ciudades empezó a consolidar valores que operaron como semillas. Esos valores dieron sustento a tres culturas: la cultura del trabajo, la cultura del esfuerzo y la cultura de la honestidad. Había consenso en que nada llegaba gratis. Ningún derecho se obtenía sin la correlativa obligación. Era posible prosperar, pero sólo mediante la actividad intensa y correcta. La deshonestidad era tan mal vista que una familia dejaba de asomarse a la vereda si alguno de sus miembros cometía un delito.

No se estableció un paraíso bíblico, porque abundaron las excepciones. Pero predominaban las tres culturas mencionadas. En el optimista clima que reinaba dentro y fuera del hogar flotaba el anhelo del progreso. Una "sana" ambición, como se dice ahora, porque la ambición a secas ha comenzado a sonar como una disonancia. Era común la ambición de tener una vida digna, constituir familias sólidas, educar a los hijos, gozar de la cultura, ascender. No se aspiraba a fortunas enormes, sino a las que permitiesen lograr los objetivos irrefutables (maravillosos) de la vida digna, la familia sólida, la buena educación de los hijos y un razonable progreso. Los menciono con insistencia, porque son los caminos que deberíamos recuperar.

Por desgracia, esas tres culturas empezaron a ser derruidas en la primera mitad del siglo XX. La cultura del trabajo fue reemplazada por la de la mendicidad, la cultura del esfuerzo por la del facilismo y la cultura de la honestidad por la de la corrupción. Lo revela con una elocuencia insuperable el tango "Cambalache", compuesto en 1935, hace casi ochenta años. Tiene una estremecedora vigencia.

Todavía resuena la burla que entonces se hacía a los inmigrantes analfabetos que se apuraban por tener un "hijo dotor". Pese a las dificultades de todo orden, los tuvieron, y en gran cantidad. El estudio era un dato cotidiano, infaltable, obligatorio. Todos los niños debían ir a la escuela y una gran parte luego pasaban a establecimientos técnicos o colegios secundarios. Hasta en el servicio militar se debía educar a los conscriptos. Al mismo tiempo, crecieron las universidades con profesionales, docentes e investigadores que asombraron al planeta y hasta obtuvieron el premio Nobel. Era un ejército de gente admirable que, en su inmensa mayoría, por supuesto, se originaba en la clase media.

En aquella época de predominante clase media se aplaudía el mérito, se elogiaba la tenacidad. No se concebía consolar al que quedaba abajo haciendo descender al que llegaba arriba, porque significaba igualar hacia la fosa y quitar incentivos (nefasta política establecida más adelante). No se le tenía miedo ni desconfianza a la competencia, porque movilizaba los resortes del esfuerzo y mejoraba los resultados del conjunto. Era una mirada opuesta a la que vino después.

Los docentes estaban bien pagados. Eran "maestros" de verdad, no simples y aburridos "trabajadores de la educación". Se esmeraban por mejorar la calidad educativa. Recibían un gran respeto por parte de los alumnos y sus padres (no era concebible que sufrieran las agresiones de los últimos tiempos). Desempeñaban roles centrales en la vida social. Como parte de esa obsesión por el estudio brotaron centenares de bibliotecas públicas, pagadas, cuidadas y ensalzadas por la misma gente. En ese ámbito circulaban los fermentos del empeño y la decencia que caracterizaban a una clase media que no dejaba de crecer. Se multiplicaban los escritores, periodistas, dramaturgos y talentos artísticos en las bellas artes, la música y el teatro. Era una primavera larga, con los altibajos de la adolescencia que caracteriza a ese período, por supuesto.

En lugar de descalificarla -como hacen ideólogos arcaicos-, deberían desplegarse los proyectos que contribuyeran a convertir la clase media argentina en el lugar hacia donde se afanen por integrarse quienes sufren pobreza y desconsuelo. No es la clase media la que tiene que achicarse, sino la clase pobre y desposeída, que ya supera la mitad de nuestra población.

Los profesionales no obtienen una retribución equitativa a sus méritos o empeños. La educación declina. Ni una sola de nuestras universidades se menciona en el ranking de las cien mejores del mundo. Las certeras bofetadas del tango "Cambalache" no son tenidas en cuenta para superarlas. A la inversa, parecieran haberse convertido en una guía de mucha gente, en especial los versos que dicen "el que no roba es un gil" y "todo es igual". No todo es igual, aunque hacia allí impulsa un igualitarismo utópico que descalifica el trabajo, no honra el esfuerzo, calumnia la competencia y defiende a los corruptos…

Un grueso sector de la clase media está compuesto por las pymes. No es frecuente escuchar que se las tenga debidamente en cuenta. Son las proveedoras de muchísimos puestos de trabajo y esa virtud no es objeto de halagos entusiastas. En ellas se ejercen la imaginación y el músculo. No viven de la limosna ni de los subsidios. Funcionan en las ciudades grandes y pequeñas, en el campo y en los lugares más alejados del país. Pero sufren una impiadosa extorsión impositiva. El dinero que se les quita no se dirige a obras de infraestructura ni a una mayor eficiencia del Estado, sino para mantener un Estado elefante, voraz, ciego, irracional y caprichoso, que desperdicia sus riquezas en burocracia, amigos, ñoquis y punteros.

La clase media parece condenada hoy en día. Durante el "Rodrigazo" se publicó en el entonces diario La Opinión un artículo cuyo título se hizo famoso: "Réquiem para la clase media". Fue acertado. La clase media declinó tanto que ya ni es atractiva para los que buscan conseguir votos"…

– De un "bi-bis", a los "ni-nis" ("¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?" – Cicerón – 55 AC)

Mi experiencia "bi"-nacional, está en camino de "doblar" la frustración, el dolor y el espanto, en un patético "bis". Por eso, y porque mis fuerzas ya flaquean, deseo dejarle a los ni-nis algunos interrogantes, con la esperanza que sean ellos los puedan dar respuesta (y si es posible -también, deseable- el debido escarmiento).

¿Por qué este engaño, práctica generalizada en (casi) todos los países avanzados, en (casi) todos los sectores económicos (transables y no transables), y en (casi) todas las mayores corporaciones globales?

¿Por qué dicen flexibilización y/o productividad y/o competitividad, cuando quieren decir mano de obra de usar y tirar y/o despido libre y/o salarios tercermundistas?

¿Cómo se le explica a alguien a quien se le permitió vivir aceptablemente bien y que ahora vive muy parcamente o simplemente mal, que nunca va a volver a vivir cómo vivió?

Esta crisis es la primera en la que las expectativas para su después no son las de volver a una situación mejor a la existente antes de que esta crisis comenzase.

En esta hora de post burbuja (antes que formen otra, y tengamos que volver a pagar sus pérdidas), ¿no habrá llegado la hora de hacer un acto de justicia y responsabilidad, y que cada palo aguante su vela?

¿Se puede salir de la crisis haciendo más grande el problema?

¿No han sido ya, demasiado los "polvos" (en todas sus acepciones), para estos lodos (en su interpretación más cenagosa)?

¿Cuánto tiempo más puede durar el asalto a la clase media y a los pobres por los intereses especiales de los ricos (procurando hacer sostenible lo insostenible)?

¿Puede ser que la "nueva pobreza" no tenga contestación social?

¿Es posible esperar de aquellos que "ni" estudian "ni" trabajan, alguna forma de reacción social? ¿Para cuándo el "estallido" social (esperable y deseable)?

¿O al final (como antes en Argentina y ahora en Europa, EEUU, o Japón), ganarán aquellos que los han condenado a No estudiar y No trabajar, volviendo a ganar logrando, esta vez (para mayor escarnio), que No piensen? IPhone, tweets, drinks…

"Antes que sea demasiado tarde", vuelvan los jóvenes a releer al Maestro Sabato: "Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: "No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero". Muchas utopías han sido futuras realidades"… luego, por favor, "piensen"… y "actúen" en consecuencia. Eso espero.

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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