La telenovelas crean estereotipos que influyen negativamente en la sociedad (página 2)
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Bautista se debate entre amar a la noble Noel o reconquistar a Florencia, todavía condenada socialmente a pesar de su inocencia. Bautista, en el medio de dos amores, deberá elegir a una de ellas, siguiendo sólo el dictado del corazón.
Pero conspira contra el objetivo de Bautista su poderoso padre, Patricio, quien no sólo compite deportivamente con su hijo, también juega perversamente a arrebatarle cada una de las mujeres que éste conquista. En el pasado, fue él quien envió a Florencia a la cárcel cuando no pudo ganarle a su hijo.
En el presente, aunque declara su conformidad con el amor entre Bautista y Noel, prepara lentamente una trampa que dejará a Bautista vencido y señalado como el villano. Pero es Patricio, quien domina a su antojo las voluntades y miserias de quienes viven en "La Magdalena", la casa de campo familiar, y el verdadero villano.
Catalina, hija de Florencia y Bautista, será otro de los obstáculos que Bautista deberá sortear a la hora de elegir a quien entregar su corazón.
Nuevamente se retrata a la gente de la alta sociedad como personas rodeadas de problemas, odio y pendientes de lo que el resto de la sociedad pueda pensar sobre ellos y de mostrar una buena imagen.
Don Juan y su Bella Dama (2008)
Emitida desde el 17 de marzo de 2008 hasta el 9 de marzo de 2009, de lunes a viernes a las 13:30hs. Tuvo un promedio de 13 puntos de rating.
Juan Cané (Joaquín Furriel), es un galán incorregible, que le tiene miedo a todo compromiso que pueda poner en riesgo su libertad. Josefina Molina (Romina Gaetani), ha trabajado desde muy chica para ayudar a su familia. Es una muchacha humilde, y un poco torpe. Josefina tiene novio. Franco Ramírez Puente (Benjamín Vicuña), desde que llegó de Chile hace cinco años, cría solo a su hijo, Tommy. Dice ser viudo, pero en realidad secuestró a su hijo. Un día, Jose llega a la vida de Juan y la cambia para siempre. Juan, trata de convertir a esta chica un poco bruta, en la dama de compañía de su abuela. Juan y Jose se enamoran y pronto se darán cuenta de que para materializar su amor tendrán que cerrar sus historias pasadas. La historia de Juan, un seductor compulsivo, que hasta se acostó con la mujer de su padre, Serena Monterrey (Isabel Macedo), sin saber; su eterno rival. La historia de Jose, un novio que es capaz de cualquier cosa con tal de retenerla a su lado. Pasión, desilusión, desesperación, maldad, locura, bondad, odio y el amor más intenso conforman esta historia.
En esta telenovela se muestra también al personaje pobre como alguien torpe. Además, señala un estereotipo genérico del hombre como un seductor compulsivo lo cual se refleja en la sociedad en la que está bien visto.
Telenovelas que hicieron historia en la tv argentina:
Radioteatro para la hora del Té: (1957)
En 1957 surge un gran éxito que aun es recordado: Teleteatro para la hora del Té. Era un punto de inflexión entre el radioteatro clásico y la telenovela que estaba naciendo, el ciclo marca el punto de partida del género y sienta las bases de la futura tira diaria tradicional. Fernando Heredia y María Aurelia Bisutti son su pareja protagónica por dos años. Esta pareja era además protagónica de un " clinch", cuando Fernando Heredia le ratificaba su amor a la Bisutti con su célebre: "Claro que te quiero bobalicona", seguido de un beso prolongado que hacía que una mitad de la audiencia femenina se derritiera y la otra quedara boquiabierta, sin poder hablar.
El amor tiene cara de mujer: (1964 – 1970)
El amor tiene cara de mujer fue una telenovela de Nené Cascallar emitida en la televisión argentina entre 1964 y 1970. Fue uno de los grandes éxitos de los años sesenta de la televisión en blanco y negro del Canal 13 porteño, producida por Jacinto Pérez Heredia y dirigida por Edgardo Borda y Osias Wilenski. Esta telenovela se emitió de lunes a viernes a las 16 horas.
La autora ensayó una receta que dio buen resultado: la vida de cuatro mujeres de diferente edad, estrato social y estilo de vida (Bárbara Mujica, Iris Láinez, Delfy de Ortega y Angélica López Gamio) trabajando en un instituto de belleza. Cada semana la novela se dedicaba a una en particular posibilitando la participación de un elenco numeroso. Llevó a la fama o afianzó la carrera de incontables figuras del quehacer actoral argentino como Rodolfo Bebán, Federico Luppi, Soledad Silveyra, Ana María Picchio, Norma Aleandro, Evangelina Salazar, Bárbara Mujica, Virginia Lago, Jorge Barreiro, Arnaldo André, Eduardo Rudy, Thelma Biral, Claudia Lapacó, Rodolfo Ranni, Mónica Mihanovich, Sergio Renán, Fabio Zerpa, Norberto Suárez Berta Ortegosa y muchos otros.
En 1976 se hizo una remake argentina con Virginia Lago, Cristina Tejedor, Beatriz Día Quiroga, Dora Prince y Christian Bach. En 1994 se hizo otra con Thelma Biral, Marita Ballesteros, Laura Novoa, Marcelo Alfaro y Laura Flores). Ninguna de las dos logró emular el éxito de la original.
Cuatro hombres para Eva: (1966)
"Cuatro hombres para Eva" fue una telenovela de Nené Cascallar, emitida por Canal 9 en el año 1966, y protagonizada por Fausto Aragón (Carlino), Beatriz Barbieri (Gloria), Jorge Barreiro (Ricardo), Rodolfo Bebán (Mario), Betiana Blum, Virginia Faiad, Nacha Guevara, José María Langlais (Eduardo), Gianni Lunadei (Enrique), Horacio Nicolai (Berto), Beatriz Paredes (Julieta), Irma Roy (Lydia), Eduardo Rudy (Hernán).
Rosa de lejos / Simplemente María: (1980 – 1981)
Rosa de lejos es una telenovela argentina protagonizada por Leonor Benedetto, Juan Carlos Dual, Pablo Alarcón y un gran elenco. Basada en el libro original de Celia Alcántara, bajo la producción y dirección de María Herminia Avellaneda, fue transmitida originalmente por Canal 7 de Argentina (llamado en aquellos años "Argentina Televisora Color", ATC Canal 7) durante 1980 y 1981. Fue la primera telenovela filmada y transmitida completamente en color en el país, dos años después de que el Campeonato Mundial de Fútbol Argentina 1978 inaugurara las transmisiones en color por televisión para el exterior. En Argentina, la televisión en colores no comenzó sino hasta el 1ro de mayo de 1980.
Fue emitida originalmente de lunes a viernes a las 13 horas, logrando muy altos índices de audiencia y batiendo un récord entre las ficciones del género, llegando incluso a superar ampliamente la popularidad de uno de los programas de interés general más exitosos de Argentina, "Almorzando con Mirtha Legrand".
En realidad, Rosa… de lejos es una "remake" de Simplemente María, otra telenovela argentina filmada en blanco y negro, emitida en 1969 y estelarizada por Irma Roy y Alberto Argibay. La misma historia fue adaptada para contarse esta vez en color y con las actuaciones de grandes figuras.
Rosa de lejos cuenta la historia de Rosa María Ramos, una muchacha del interior (de la Provincia de Santiago del Estero) que llega a Buenos Aires a buscar trabajo para ayudar económicamente a su padre y a sus ocho hermanos sin saber siquiera dónde parar. Al conseguir su primer empleo como doméstica, conoce a Teresa, que será luego su mejor amiga, quien le consigue un cuarto para vivir en un conventillo del barrio de La Boca, donde viven muchas familias trabajadoras del puerto. Entre otros, allí Rosa conoce al Maestro Esteban Pasciarotti, que se enamora de ella al instante aunque intenta ocultar sus sentimientos y le ofrece junto a su familia una amistad incondicional. También en ese tiempo Rosa en una plaza conoce a Roberto Caride, un joven estudiante de Medicina, de buena posición económica, con quien comienza una relación sentimental.
Rosa, muy ingenua e ignorante de las malas costumbres de la ciudad, fue víctima de las falsas promesas del muchacho porteño quien la abandonó luego de enterarse que esperaba un hijo suyo. A partir de ese momento Rosa, sorprendida de esta manera en que la ciudad la recibió, decide tener su hijo y progresar en su vida para demostrarle al mundo que ella podría aprender y lograr ser una persona muy importante a quien la respeten de verdad. Para eso, y con la ayuda del maestro, Rosa poco a poco aprendió a escribir, a hablar correctamente y todas las herramientas que a través de su trabajo de modista le permitió llegar luego de varios años a convertirse en la diseñadora más prestigiosa a nivel nacional e internacional, de un brillo y glamour espectacular, rodeada de las personalidades más emblemáticas e importantes.
La saga abarca aproximadamente 30 años, a lo largo de la cual su hijo "Tony" (Antonio) crece y ya adulto se enfrenta con su padre a quien le repudia el por qué abandonó a su madre en lugar de comportarse como un hombre y un padre de bien. Entre el amor, la compasión, el perdón y el rencor, esta historia atraviesa todos los sentimientos que caracteriza la naturaleza humana, en el ámbito familiar y frente a las diversas circunstancias de la vida. En la mitad de la historia, Rosa finalmente se casa con Esteban, con lo cual renace un amor muy fuerte entre ambos y que también los lleva a un aprendizaje permanente tanto a ella como a él.
"…La historia muestra cómo una de tantas campesinas que muy joven se lanzó a la gran aventura, viajando en tren con lo puesto, sin instrucción, sin dinero, feminista intuitiva y heroína por necesidad, creyó en el amor y despertó con un hijo en los brazos para enfrentar la cobardía del hombre que le mintió. No es cierto que a una mujer sola, sin el respaldo de una familia importante o de un hombre rico, le sea imposible destacarse. Las que quieren, pueden. 'Rosa de lejos' es la vida de una gran mujer…" Así definió Celia Alcántara, la propia autora, la historia de esta inolvidable telenovela que marcó una época de la televisión argentina.
Amo y señor: (1984)
"Amo y señor" fue una popular telenovela argentina emitida en 1984 protagonizada por Luisa Kuliok y Arnaldo André. Causó enorme repercusión por combinar dosis poco usuales (para los parámetros de la época) de erotismo y violencia física. Ha sido calificada como "la novela del destape", por haber sido emitida a menos de un año del retorno a la democracia en Argentina luego de un período cultural signado por la represión de la dictadura militar.
El elenco de la telenovela estuvo conformado, entre otros, por María Concepción César, Diana Ingro, Elvia Andreoli, Jorge Sassi, Boris Rubaja, Cristina Rozadilla, Boy Olmi, Adela Gleijer, Juan Marcelo, Rey Charol, Paula Pourtale, Juan Peña, Clotilde Borella y Antonio Caride.
La historia gira entorno al recio y adinerado Alonso Miranda (André), el poderoso mandamás de una ciudad llamada Puerto Caliente. A pesar de su fortuna, Miranda no es un hombre de alcurnia, sino un "nuevo rico". Por ello, en pos de conseguir el tan deseado estatus social busca el amor de Victoria Escalante (Kuliok), cuya familia es muy aristocrática pero -a la inversa- está atravesada por apremios económicos. Toda la trama se desarrolla en una ficticia ciudad subtropical del norte argentino, en la que se mezclan negocios ilícitos como el contrabando y el juego clandestino.
La telenovela alcanzó altos índices de audiencia (39 puntos de rating promedio) y se emitía por Canal 9 al mediodía. Producida por Raúl Lecouna, tuvo la particularidad de ser transmitida por el primer canal que volvía a manos privadas (se restituía a Alejandro Romay) luego de un período marcado por el predominio de control estatal sobre la televisión. Esa circunstancia propició que tanto el guión (a cargo de Daniel Delbene, sobre una historia original de Carlos Lozano Dana) como la producción pudiera correr ciertos límites tradicionales del género, especialmente en lo relativo a las frecuentes cachetadas que se propinaban los protagonistas: no sólo por parte de la heroína al galán, sino sobre todo a la inversa (lo que no era habitual). Según André, todo comenzó de manera casual en uno de los primeros capítulos (fueron 175 en total) cuando él le pegó a Kuliok y se decidió que esa escena formara parte de la promoción del programa. Al final, se transformó en la manera de solucionar las discusiones, y era lo que más atraía a la protagonista, que volvía siempre a por más cachetazos.
La extraña dama: (1989)
La extraña dama es una telenovela argentina de 1989 producida por Omar Romay y protagonizada por Luisa Kuliok y Jorge Martínez, con la participación antagónica de María Rosa Gallo como la terrible Hermana Paulina. Se transmitió de lunes a viernes a las 14 horas, por Canal 9. La extraña dama obtuvo cuatro Premios Martín Fierro 1989, entre los que figura el de mejor telenovela de ese año.
Un amor que sobrepasa las fronteras de lo prohibido y el destino de una separación forzosa, son los enemigos que una mujer deberá enfrentar para curar las heridas del pasado. El tiempo, un enemigo infalible para los que se aman en silencio, esta vez será el cómplice para el reencuentro de lo que se pensaba seria una vida perdida.
Gina Falcone, una joven humilde que viene del campo, conoce a Marcelo Ricchiardi, un hombre que proviene de una familia de dinero y prestigio. El primer encuentro los lleva a vivir una historia de amor sin precedentes, que deja como fruto una hija. Los obstáculos llegan con el hermano de Gina, Dominico, que se opone a la unión. Marcelo es obligado a casarse con Elsa, sin saber que su enamorada espera un hijo suyo. Gina se enfrenta a una recaída en soledad, y tiene a su hija Fiamma en el convento de la Adoración, pidiendo a las monjas que se la entreguen a su padre tras estar al borde de la muerte después del parto. Ella viaja a Italia y se convierte en religiosa. Marcelo lleva a Fiamma a vivir a una casa fuera de la ciudad con su nana, pues en su matrimonio con Elsa tiene a Virginia, su otra hija. Al morir su esposa, Marcelo lleva a Fiamma a vivir con su media hermana a la ciudad.
Diecisiete años más tarde Gina regresa al pueblo y descubre que Marcelo es viudo y que no ha podido olvidarla. Se enfrenta a la realidad de ser monja y estar enamorada del padre de su hija, la mayor confrontación que una mujer puede tener al estar al servicio de Dios.
Más allá del horizonte: (1994)
Más allá del horizonte (ó "Milagros") fue una telenovela argentina, ambientada en el siglo XIX, protagonizada por Grecia Colmenares y Osvaldo Laport. Fue emitida en 1994, por Canal 9. Dicha telenovela se emitió en horario central, el cual era hasta entonces un horario en el que no se acostumbraba emitir telenovelas en la televisión de Argentina. El gran éxito de dicha novela motivó que en años posteriores se produjeran otras ficciones pensadas para dicha franja horaria.
En la historia la hija de Juan (Ethan Wayne), María Pedraza, es adoptada por la familia acomodada de Encarnación y Manuel Olazábal, luego de la muerte de su madre biológica, Amalia (Amanda Sandrelli). María recibe el apellido de su nueva familia, así como dos familiares adoptivos: su hermana Victoria (Viviana Saccone) y su Asunción (Luisa Kuliok). Ambas se enamoran de Enrique Muñiz (Osvaldo Laport), pero María se ve obligada por su familia a casarse con Gonzalo Lynch (Gerardo Romano). Ambos tienen una hija, pero Gonzalo la reemplaza por la hija extramatrimonial que tuvo mediante su relación con Margarita (Verónica Ruano). El romance entre Victoria y Enrique da lugar a su hijo Catriel, quien es raptado por los indios y criado por los mismos. Asunción Olazaval forma una relación con el cacique Shanqué y se une a él. La muerte de dicho cacique marca el final de la primera temporada.
La segunda temporada establece un intervalo de 20 años respecto de la anterior. En la mansión Olazaval viven María (Marta González), Gonzalo (Víctor Hugo Vieyra), su hija Lucía (Verónica Ruano) y Victoria (Patricia Palmer) con su hija natural, Camila (Viviana Saccone). La hija perdida de María es Milagros (Grecia Colmenares), quien trabaja en un circo, y tiene relaciones con Augusto (Clayton Norcross) y Catriel (Osvaldo Laport). Finalmente se casa con Catriel y tienen una hija, a quien llaman Asunción en homenaje a quien rescató a Catriel de los indios. Sin embargo, Catriel se casa más adelante con Lilén (Adriana Ferrer), una india que amó en su adolescencia, tras creer muerta a Milagros.
Telenovelas: Origen del género
Una telenovela es un programa de televisión que se transmite en episodios diarios (usualmente de lunes a viernes) y consecutivos, narrando una historia ficticia de alto contenido melodramático.
Desde el punto de vista de su desarrollo narrativo, se rige por una estructura fragmentada en episodios cortos que generan efectos de suspense, creando así una sensación de dependencia y anhelo por seguir el desenlace de las historias al día siguiente (siguiendo la lógica de secuenciación del folletín europeo del siglo XIX).
El origen del género se remonta a la radionovela comercial, o soap opera, nacida en EEUU y llamada así porque era patrocinada por compañas productoras de jabón. Sin embargo, a partir de los años 30, las corporaciones invirtieron en la difusión del género en América Latina, donde rápidamente se extendió con éxito en distintas regiones. Si bien son temáticamente parecidas a las soap operas de la televisión estadounidense, ambos productos poseen diferencias importantes:
– Las telenovelas tienen un número finito de capítulos (normalmente no mayor a cien). Por lo tanto, el público espera una conclusión definitiva para la historia que cuenta. La soap opera, en cambio, está diseñada para no tener fin. Por ejemplo, General Hospital ha estado al aire de lunes a viernes a las 3 p.m. sin interrupción desde 1963.
– Las telenovelas son transmitidas tanto en el bloque de la tarde, como en el de la noche. Las soap operas están al aire por televisión abierta (no cable) sólo en la tarde, a partir de la 1 p.m. y no más tarde de las 4 p.m. teniendo una audiencia donde prevalecen las mujeres que trabajan en su casa. Hoy en día las telenovelas son vistas por mujeres y hombres de todas las clases sociales, edades y ocupaciones.
– Las telenovelas determinan el "star system" en América. En general, no se asume que los actores de telenovelas son buenos o malos, se les juzga de acuerdo a la calidad de su trabajo. Eso no ocurre en la soap opera, ya que hay la percepción generalizada de que sus actores y actrices son "de segunda".
La primera telenovela, "El derecho de nacer" (1950), del cubano Félix B. Caignet, fue creada a partir de una radionovela cubana del mismo nombre. La Habana representó así la cuna de artistas, productores y guionistas especialistas del género, y a partir de ahí el género se difundió en las siguientes décadas por todo el continente.
Tanto la radionovela como la telenovela son géneros audio-narrativos cuyos orígenes radican en el melodrama, un estilo de drama en el que se hace especial énfasis en los sentimientos de los personajes, desempeñando los aspectos emocionales o sentimentales un gran papel en la trama. En este sentido, los antecedentes de la telenovela radican en el teatro de vaudeville francés, la Commedia dell"arte italiana, la zarzuela española y otras formas de teatro popular cuya lógica narrativa tiene origen en el melodrama. A este aspecto se debe el carácter eminentemente popular de la telenovela en cuanto forma de comunicación masiva, dirigida a todo tipo de público y representativa de los dilemas, problemáticas y costumbres comunes a la mayoría de su auditorio.
Por las temáticas que trata, la telenovela puede compararse en cierta medida a la novela rosa: los protagonistas son personajes representativos de ciertos estereotipos culturales (generalmente se crea una división bipolar entre blancos de clase media-alta y mestizos criollos) y sus amores, desgracias, aspiraciones y conflictos.
Sin embargo, hay que señalar que el género no ha sido ajeno a ciertas aperturas a otros temas, destacando algunas producciones en las que el amor no es el tema central. Hubo casos donde las historias reflejaban más bien temas de salud, socioculurales y políticos. Brasil fue el país pionero en este nuevo abordaje: con la telenovela, Globo. Colombia hizo lo propio con "La Maldición de los Martínez" y México con "Ladrón de corazones".
Desde la perspectiva de la importancia económica que tienen en países como Venezuela, México, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile, y en razón de los grandes presupuestos destinados a su producción, las telenovelas se pueden comparar más al cine de Hollywood que a las soap operas norteamericanas.
En Argentina, a pesar de un comienzo propicio, de la mano de Goar Mestre (el mismo dueño de CMQ-TV que huyó de Cuba hacia el país sudamericano, donde trató de reproducir su próspero imperio mediático), la intervención estatal de los canales de TV en los años 70 impidió el florecimiento comercial de la misma. Aun así, por esa época hubo algunas novelas argentinas populares. Un despegue se dio en los 80, cuando Buenos Aires se estaba volviendo meca del género, sobre todo por sus lazos con la Europa latina (Italia y España) con la que se co-produjeron varias historias clásicas con las actuales de la mexicana Verónica Castro y algunas actrices venezolanas.
La peculiaridad de estas novelas era que se hablaban en español neutro, sin el característico 'voseo' de la comunidad rioplatense. Incluso hoy el 'tuteo' es sinónimo de telenovela latina por allá. Omar Romay y Raúl Lecuona, fueron algunos de los productores más prolíficos, pero aun así la producción es irregular, si la comparamos con otros países del continente, donde se transmiten varias novelas al día por un mismo canal.
Popular en Europa e Israel, la novela argentina no encontró mucho mercado en América, sobre todo cuando pasó a ser hablaba con las peculiaridades fonéticas y gramaticales del Río de la Plata. Llegando incluso Telefé a tratar de doblar algunas de sus realizaciones más recientes. Es Telefé, justamente, la que más apostó en telenovelas clásicas, mientras que Artear, en co-producción con Polka, se decanta más por la 'tira', una telenovela con un sabor costumbrista y humorístico más acentuado."
LA TELENOVELA COMO GÉNERO
Tiene sus orígenes en la fusión de radioteatro, folletín, melodrama , épico y tragedia.
Radioteatro: Toman los diálogos (muchas veces el desarrollo del conflicto se narra con palabras mas que con la acción, incluso, es la palabra la que define los personajes. Los que están legitimados socialmente tienen la palabra, se manifiestan y juzgan a través de las frases intencionas).
Folletín: Toman los triángulos amorosos, las historias de amor apasionadas, los ricos malos y pobres buenos, el dinero no hace a la felicidad y también extrae del género el gancho al final de cada entrega. También del folletín toma la secuencias repetitivas ya que hay que mantener una historia a través de un largo periodo de tiempo. La telenovela cuenta sus historias matizando la repetición con la innovación. El suspenso de las telenovelas también es fragmentado, aunque la resolución de los conflictos se da generalmente en forma precipitada y hacia el final de la historia.
Melodrama: Toma las temáticas como la vida, la muerte, el amor no correspondido, los gestos y las acciones exageradas. El melodrama surge en Francia, en la época de la revolución, plantea conflictos entre dos mundos opuestos (los buenos contra los malos, los justos contra los injustos). Fue el género dramático mas arraigado en el siglo XIX. Es incuestionable que el melodrama representa la forma más popular de teatro jamás producida. Provee un vehículo para los efectos escénicos más espectaculares así como para una interpretación efectista. Del mismo modo asienta las bases para le televisión.
La palabra melodrama tiene dos significados: Combinación de comedia y tragedia
Un drama acompañado de música: Esta definición es fácilmente aplicable a la mayoría de películas y producciones televisivas en las que los personajes son identificados a través de la temática y las emociones del público manipuladas a través de la música.Este género se compone normalmente de tres actos en ves de cinco. La trama se centra en torno a un conflicto entre un protagonista virtuoso y un malvado villano. El héroe antes de su triunfo final debe sortear una gran cantidad de problemas.
En la acción se pueden encontrar inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, persecuciones a caballo, o batallas todo contado con un gran lujo de detalles.
El melodrama se convirtió en un género netamente popular por tener una trama compleja e intrincada, personajes bien delineados, fuerte carga emocional, por que brinda un espectáculo y por que tiene un claro mensaje moral.
Épico: Es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un espacio y en un tiempo determinado. El autor usa como forma de expresión habitual la narración aunque también puede ser utilizada la descripción o el dialogo. En la épica se encuadran los siguientes subgéneros:
Epopeya: poema narrativo extenso, que se refiere a acciones dignas de la memoria de un héroe o de un pueblo (Ej. La Ilíada, la Odisea, la Divina Comedia)
Poema Épico: producción literaria pertenecientes a lo épico escrito en verso.
Cantar de Gesta: manifestación literaria de las leyendas heroicas de un pueblo, compuestas fundamentalmente para ser escuchadas más que leídas.
Romance: forma poética tradicional en versos octosílabos con rima alterna en asonante (entre verso)
Novela: obra narrativa de ficción escrita en prosa y de extensión superior al cuento.
Tragedia: Forma dramática que pone en escena personajes enfrentados a conflictos provocados por pasiones humanas que desembocan a menudo, aunque no necesariamente, en un desenlace fatal. También, cada una de las piezas teatrales que participan de la forma teatral del mismo nombre. Era, junto a la comedia, una de las formas clásicas del drama griego.
Estigmatización
Erving Goffman: En su obra "La presentación de la persona en la vida cotidiana", Goffman utiliza la metáfora teatral, para denominar el comportamiento de las personas en una realidad determinada. Considera a las personas con un enfoque de actores dramaturgos, y definir así las actuaciones de los individuos en sus interacciones, como si de una obra de teatro se tratase. Crea así una distinción básica en la interacción de los individuos, entre la escena y la tras escena (backstage): en el escenario existen todas las interacciones que la gente hace delante de los demás, mientras que la parte trasera domina toda las que se mantienen ocultas o se guardan.
Para Goffman el Teatro es un modelo que nos permite entender la vida social. Toda su obra se basa en metáforas referentes al teatro.
Los hombres son como actores que se esfuerzan permanentemente a lo largo de toda su vida social para transmitir una imagen convincente de sí mismos frente a los diversos auditorios a los que se enfrentan (la familia, los amigos, la escuela, la oficina, etc.). No importa lo que uno sea realmente, sino lo que se logra parecer.
Si tenemos en cuenta las palabras de Goffman relacionadas a las telenovelas estudiadas, los modelos que presentan son siempre superficiales, por ejemplo en "Dulce Amor" Carina Zampini es la dueña de la fábrica, rubia, rica, no sabemos si tiene estudios pero se supone que por su condición económica "le va bien", por el otro lado este Sebastían Estevanez que es un piloto de carreras que ni siquiera terminó la secundaria, apenas sabe hablar, no tiene modales y nació en un barrio humilde. Cada uno hace un papel muy marcada y opuesto y ambos se mueven bien en sus papeles, nunca se mezclan, evitan el roce de las familias y hasta del cruce de los contextos (casi nunca vemos a Sebastián Estevanez en las oficinas, tampoco a Zampini en la parte de la Fábrica donde estan los trabajadores). En la vida social, vemos como las personas cada vez se parecen más a estos modelos: siempre en los extremos. Por ejemplo, alguien que comienza como cadete en un puesto, puede usar la ropa de la empresa o no, luego de un tiempo, lo ascienden, le exigen que lleve cierta vestimenta. Esa persona generalmente no querrá volver al puesto de cadete, ni bajar de ese puesto, porque hay modelos de estereotipos en la sociedad muy marcados que a nuestro parecer influyen de manera negativa porque son superficiales, extremistas, faltos de memoria y tienden a negar el origen.
Saber moverse hábilmente entre los decorados y las utilerías, tener un buen vestuario y poder diferenciarse son indispensables para obtener éxitos sociales. El que no sabe actuar constituye una amenaza para el elenco y es prontamente apartado.
Podemos actuar, lo que no podemos ser es simplemente hombres. Estamos constreñidos a actuar la Tragedia o Comedia de nuestra vida a tiempo completo.
"En su condición de actuantes, los individuos se preocupan por mantener la impresión de que cumplen muchas reglas que se les puede aplicar para juzgarlos, pero a un individuo, como actuante, no le preocupa el problema Moral de cumplir esas reglas sino el problema Amoral de fabricar una impresión convincente de que las está cumpliendo. Nuestra actividad se basa en gran medida en la moral pero, en realidad, como actuantes, no tenemos interés moral en ella. Como actuantes somos mercaderes de la Moralidad"
Erving Goffman Para Goffman en la vida diaria, desde que nos levantamos, nos ponemos una máscara la cual va cambiando según la situación en la que estamos inmersos en ese momento, según la interacción que estamos teniendo en ese instante. Creamos nuestra mascara mediante las máscaras del otro, el yo es creado por el otro. Esta mascara también cambia dependiendo de si estamos en lo que él llama el backstage aquí es donde nos preparamos y estudiamos nuestro papel para salir al stage para entrar en escena. Normalmente los actores que se encuentran en escena son dos, el protagonista quien desarrolla el tema central de la acción y el antagonista, que es quien lleva una idea contraria, existen también coactores pero estos no participan en la idea central tampoco llegan a ser antagonista simplemente son actores auxiliares.
¿Pero si siempre estamos actuando, entonces que es ser uno mismo? Lo que Goffman llama el self, en la metáfora teatral de Goffman el ser uno mismo es formado por el conjunto de interacciones que tenemos, somos el conjunto de las máscaras que poseemos. Aunque también una vez que nos encontramos solos en la noche existe un yo diferente.
En Estigma, Goffman trabaja a partir de las interacciones en un grupo en el que se encuentra un sujeto "estigmatizado" (social o históricamente). El peligro de ruptura de la interacción es mitigado, o incluso eliminado, mediante una serie de recursos e informaciones.
Goffman en su obra "Internados" elabora el concepto de Instituciones Totales, a partir del estudio de diversas instituciones que comparten una serie de características totalitarias, en las cuales los seres humanos comparten un espacio delimitado, bajo tiempos e interacciones controladas. Instituciones como cárceles, asilos, cuarteles, hospitales psiquiátricos, son ejemplos de instituciones totales. De este tipo de instituciones logra articular dos grupos sociales en interacción dentro de la institución total: custodios e internos. De los internos, Goffman establece dos formas primordiales o ajustes a través de la cual los internos se adaptan o adaptan su entorno: primarios cuando el interno se adapta a los reglamentos y estructuras institucionales; secundarios cuando los individuos logran adaptar algunas características institucionales para su beneficio. Goffman permite entrever el uso disciplinario de estas instituciones y de cómo estas mortifican el Yo de los individuos para lograr ajustarlo al entorno institucional, mediante el uso de las tensiones dentro-fuera.
Goffman habla de como la sociedad se maneja según estereotipos, para nuestra opinión marcados por las instituciones, en especial por los medios, más específicamente con las novelas. Ya que es más fácil la transposición y la identificación con los personajes por las características comunes, por ejemplo Estevanez evitando las "s" al final de las palabras o utilizando un lenguaje coloquial.
Estereotipos y Roles
Si tratamos de definir la palabra "estereotipo" como lo haría un diccionario obtendríamos una definición más o menos así: "Conjunto de ideas que un grupo o una sociedad obtiene a partir de las normas o patrones culturales previamente establecidos". Esto demuestra que en el fondo los estereotipos son el producto de la atribución de una determinada característica a objetos (o grupos de personas), que tiene su origen en una generalización indebida o demasiado aproximativa y arbitraria de la realidad, y que, por lo tanto, tiende a prescindir de cualquier conclusión lógica o de una comprobación experimental.
Aunque se reconozca a los estereotipos una cierta utilidad en la comunicación humana, es evidente que tienden a transformar datos imprecisos en descripciones rígidas, las que se adoptan como parte de lo típico. Los estereotipos también tienden a identificarse con los prejuicios sociales que nacen de una falsa generalización de algún hecho en particular, y que derivan, más que de una conclusión intelectual, de una profunda participación afectiva que rechaza las indicaciones que señala la experiencia (prejuicios).
Un ejemplo de los prejuicios, es el de "Amor en Custodia" donde Osvaldo Laport vive en el campo de manera humilde y sólo por ser "pobre", "humilde" y trabajador, es estereotipado como un bruto, con mal uso del lenguaje, sin modales. También es prejuicioso pensar que puede ocupar el puesto de guardaespaldas de Soledad Sylveira porque es "fuerte" y "bueno". Pero ese tipo de cosas pasan desapercibidas en la sociedad, nadie se pregunta por qué son así las cosas, está en el inconsciente colectivo el estereotipo, "agarrado"
En la actualidad existen muchos estereotipos que pueden deberse a diferentes características como clase social, edad, religión, etnia, sexo, y la lista podría llenar esta página y los medios de comunicación son uno de los principales culpables ya que a través de muchas estrategias comerciales logran establecer modelos de conducta o apariencia que la mayoría de las personas tratará de adquirir. La comunicación presenta estereotipos de casi todos los "tipos" de persona (hombre, mujer, niño, anciano, político, dueña de casa, homosexual y un largo etcétera).
Un estereotipo es una imagen trillada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades, características y habilidades. Por lo general ya fue aceptada por la mayoría como patrón o modelo de cualidades o de conducta. Etimológicamente proviene de la palabra griega stereos, que significa sólido, y typos, que significa marca. Y relacionándolo con todas las novelas de Estevanez, se repite el patrón "jefa rica", "empleado pobre" o al revés, pero siempre como marca fija registrada.
La construcción de género desde la televisión: La noción de estereotipo
La televisión contribuye a legitimar modelos de mundo, a construir la significación de una realidad, de manera prerracional, produciéndose esta atribución de significación en una gran parte desde comunicaciones inadvertidas, es decir, pre-lógicas, mediante la intensificación estereotípica y la apelación a las emociones (Ferrés, 1996). En este sentido, una variada gama de investigaciones demuestran que ella no sólo puede generar expectativas estereotipadas de los roles de género, sino también promover o no relaciones de género flexibles y equitativas (Greenfield, 1985).
Ana Sánchez Bello (2004) señala que la diferente percepción de los papeles que han de jugar los sexos en la sociedad se trasluce en la simbología iconográfica y lingüística de los medios de comunicación, ya que estos influyen sobre las ideas que adquieren los individuos. Dicho de otra forma, los medios de comunicación son una instancia más de socialización desde donde se aprehenden distintas formas de ser hombre y mujer a través de elementos simbólicos estereotipados, los que se insertan en la audiencia a través de los contenidos emitidos por la televisión.
Por su parte, Mercedes Charles (2002) señala que la televisión transmite creencias, actitudes y concepciones que llevan a ambos sexos a interiorizar roles diferenciados, los cuales se manifiestan como una expresión simbólica que revela ideologías de género dominante. Estas contendrían significados, ideas y valores que transmiten visiones culturales contradictorias de la diferencia entre los sexos. Desde esta perspectiva, es posible señalar que la diferencia de roles preestablecida se manifiesta en televisión principalmente bajo la forma de estereotipo, construcción simbólica que deja de manifiesto las arbitrarias maneras de presentar el género en la sociedad, y que permite seguir reproduciendo su efecto en la sociedad mediante el alcance y poder mediático que la televisión posee. El estereotipo se define como un conjunto de ideas acerca de los géneros que favorecen el establecimiento de roles fuertemente arraigados en la sociedad. Estas ideas simplifican la realidad dando lugar a una diferenciación de los géneros que se basa en marcar las características de cada uno, otorgándoles una identidad en función del papel social que, se supone, deben cumplir (Belmonte, 2008). De acuerdo a esto, es determinante el papel de los estereotipos en el mantenimiento de las desigualdades de género, por cuanto realizan la función de asignar a cada género las características de la identidad a incentivar en función del papel social preferente a consolidar (Antón, 2001).
En el párrafo anterior, vemos de nuevo el tema de estereotipo pero mas enfatizado en el rol de los sexos. El ejemplo actual es en Dulce Amor donde Sebastián Estevanez es "el macho alfa", donde tiene a dos mujeres a disposición, enamoradas de él, en cambio el rol de Victoria Bandi, interpretado por Zampini sólo es deseado por Estevanez (su verdadero amor) y actualmente por Gerardo Romano, que en realidad la desea para culminar su venganza, "aprovechándose de su condición de mujer", decidimos poner la oración en comillas porque no tenemos la última palabra, pero es sabido que el sexo femenino es mal conocido como el "sexo débil" y este tipo de novelas, enfatizan esa odiosa nominación.
A partir de la socialización, cada cultura otorga unas características y desarrolla unas expectativas distintas para cada sexo y establece unos comportamientos distintos para hombres y mujeres. Es en esa adjudicación de capacidades y carencias donde entran en juego los estereotipos como los diversos modelos posibles para actuar en masculino y femenino que cada cultura presenta en una especie de catálogo atávico a partir del cual se socializa a los individuos (Altés, 2004). De acuerdo a lo anterior, las diferencias biológicas entre hombres y mujeres conlleva a la asunción de roles diferentes, de la que se deriva una división de tareas sociales. En este sentido, para justificar esta división también se atribuyen a mujeres y hombres características psicológicas distintas de manera que todas esas diferencias justifican la atribución de actitudes, comportamientos y funciones distintas a mujeres y hombres, generándose estereotipos de género (Núñez, 2004).
"Dos factores psicológicos de la conducta del público de los medios de comunicación" por Gerarth Wiebe
Analizando el texto de Wiebe, que apunta hacia los factores psciológicos que actúan en el público, podemos identificar ciertas relaciones con la hipótesis planteada en este trabajo de investigación. En su interesante texto, Gerarth aborda a estudiosos de la psciología, como Piaget, para analizar y tratar de comprender que sucede en el espectador frente a lo que recibe de los medios de comunicación.
En lo que nos atañe particularmente a nuestro trabajo, podemos destacar y realizar una comparación con lo que Wiebe, apoyado en Piaget, denomina la "renuencia a encarar al otro". A su vez, este enunciado es dividido en dos factores psicológicos. Nosotros pondremos la mirada en el segundo punto sobre el "egocentrismo" infantil que presenta el público ante la televisión, igual de importante que el poder de satisfacción de necesidades: el hecho de ser efímera, es decir que "si no lo veo es porque no existe". Ahora bien, podemos decir que esta afirmación puede funcionar a la inversa, es decir "lo veo, por eso existe". Al llegar a esta conclusión, podemos permitirnos volver a aseverar como la creación de estereotipos, representados por diversos personajes, influyen en la sociedad, es decir, el público los toma como reales, por el hecho de que la televisión los muestra, por ejemplo, nadie se pregunta si en Herencia de Amor, Diego Olivera tenía estudios de ganadero o si acaso había terminado la secundaria. Tampoco lo vemos arando el campo, ni arriando vacas a Estevanez, pero por el hecho de ser humilde,"campechano", morocho y (a veces) un poco gauchesco, ya lo identificamos dentro de un estereotipo. Esta influencia es negativa porque nuevamente instala prejuicios en la sociedad y deforma los valores morales y el lenguaje del público que lo ve.
Bajándolo aún más a la particularidad, podemos citar una serie de pequeños ejemplos respecto de las telenovelas argentinas a las que remitimos previamente durante la extensión de este trabajo. El caso de "Don Juan y su Bella Dama" nos aporta diversos casos que pueden ser utilizados como referencias. Primero, el personaje principal (Joaquin Furriel) es el héroe, rico y buen mozo; mientras que la heroína (encarnada por Romina Gaetani) es morocha, humilde, buena. A su vez, tenemos diversos enemigos que se interpondrán entre la relación de los protagonistas; Delfina (clase alta, delgada, refinada, caza-fortunas), o el mecánico (bruto, pobre, ladrón).
Escenas de la vida posmoderna por Beatriz Sarlo
Para Beatriz Sarlo, la cultura juvenil representa uno de los mayores modelos de consumo, a modo de ejemplo citamos un estracto de "Escenas de la vida posmoderna" donde la autora habla del joven como modelo de consumidor ideal:
"El mercado promete una forma del ideal de libertad y, en su contracara, una garantía de exclusión. ( ) el mercado elige a quienes van a estar en condiciones de elegir en él. Pero, como necesita ser universal, enuncia su discurso como si todos en él fueran iguales. Los medios de comunicación refuerzan esa idea de igualdad en la libertad que forma parte central de las ideologías juveniles bien pensantes, donde se pasan por alto las desigualdades reales para armar una cultura estratificada pero igualmente magnetizada por los ejes de identidad ( ) que se convierten en espacios de identidad de experiencias. Sólo muy abajo, en los márgenes de la sociedad, este conglomerado de estratos se agrieta. Las grietas, de todos modos, tienen sus puentes simbólicos: el videoclip y la música pop crean la ilusión de una continuidad donde las diferencias se disfrazan en elecciones que parecen individuales y carentes de motivaciones sociales. Si es cierto, como se ha dicho, que se ama a una estrella pop con el mismo amor con que se sigue un equipo de fútbol, el carácter transclase de estos afectos tranquiliza la conciencia de sus portadores, aunque ellos mismos, luego, diferencien cuidadosamente y con cierto placer snob a los negros de los rubios, según la lógica que también los clasifica en las puertas de las discotecas. El impulso igualitario que a veces se cree encontrar en la cultura de los jóvenes tiene sus límites en los prejuicios sociales y raciales, sexuales y morales."
Podemos relacionar esto con el trabajo y la hipótesis ya que queremos develar si es que las novelas crean estereotipos para luego verlos reflejados en la sociedad, podemos afirmar que las novelas como producto generan estereotipos con objetivos comerciales, que según Sarlo no crean reflejos en la sociedad, sino que la sociedad los reproduce. La autora dice que la novela tiene ciertos códigos que los espectadores piensan integrar de manera positiva, como el sentido de la igualdad, pero de fondo traen consigo desigualdades sociales reales, diferentes clases económicas que se irán engrosando en mayor medida.
La identificación del televidente con el producto en pantalla, el conecpto de mito según Barthes por Martin Barbero
Para Martin Barbero, la telenovela como formato televisivo, está hecho como forma de catarsis para su público, una forma en la cual desaparecen las desigualdades y el televidente se puede identificar con algún personaje, con su vida, con sus desgracias también:
"La televisión está siendo hoy día el lugar de visibilización de los mitos comunes. Y no sólo en el sentido que hablaba Barthes del mito, sino en el sentido más hondamente antropológico, de los mitos que unen, de los mitos que nos dan miedo o que nos quitan el miedo, de los mitos que nos juntan, de los mitos que nos protegen, de los mitos que nos salvan.( ) La televisión es la que está captando, la que está catalizando los símbolos integradores de la sociedad. (..) dónde es que la gente vive la experiencia de relación con esos ídolos, con esas estrellas, si no es en la televisión. Por más triviales que sean a veces esos símbolos, por más aparentemente superficiales que sean esos símbolos, la televisión tiene una honda resonancia en la capacidad y en la necesidad de que la gente se sienta alguien, y la gente se siente alguien en la medida en que se identifica con Alguien, alguien en quien proyectar sus miedos, alguien capaz de asumirlos y quitárselos.
Para los que hace años vivimos trabajando el tema de las telenovelas, hay aquí una pista bien importante. ¿Por qué tanta dramatización en la televisión latinoamericana? ¿Por qué tantas horas de dramas, y por qué cada vez hay más? ¿No será porque el drama es una forma básica de lo ritual? ¿No será porque en el drama la gente accede a la ritualización de sus miedos, de sus alegrías, de sus tareas cotidianas? ¿No será que, más allá de la mala actuación, de la pobreza estética, de lo reaccionarias que sean las telenovelas, en la dramatización hay un momento poético, hay un escalofrío poético, algo que le permite a la gente romper la inercia de la vida cotidiana, reencantar su vida cotidiana?"
En cambio, en este texto, Barbero nos da vuelta la hipótesis, diciendo que los medios reproducen la inconformidad de la sociedad. Pero preferimos la mirada más profunda de Beatriz Sarlo donde ella señala que esa disconformidad que expresa la novela, producto de las mismas disconformidades del público, son en realidad temas que se tergiversan de manera que parezcan de influencia positiva, cuando en realidad son negativos. Por ejemplo, en "Dulce Amor" Zampini trabajó por más de 10 años en la fábrica Bandi y su pareja, Segundo Cernadas, la llevó a la quiebra de manera adrede. El villano al final tiene "un castigo", pero acaso después de tantos años, ¿Zampini no pudo haberse dado cuenta de los malos manejos financieros de la fábrica? Todos "los desempleados" causados por la quiebra son sólo responsabilidad de Cernadas, cuando en parte ella también fue responsable, así como también toda la parte financiera. Sin embargo, Zampini es amada por todos y es la protagonista benevolente, rubia, de clase alta, soñadora y enamorada de Marcos (Estevanez). Esa idea maniqueísta del bien y el mal, es un concepto erróneo que los medios infunden en la sociedad. Entonces, en parte el responsable de la quiebra puede ser Segundo Cernadas, pero la responsabilidad es colectiva de los funcionarios y trabajadores de la empresa.
¿Pero de qué forma los sectores populares o los televidentes logran apropiarse e identificarse con las novelas televisivas? Por García Canclini
"Una tercera línea de trabajos, los que estudian el consumo como lugar de diferenciación y distinción entre las clases y los grupos, ha llevado a reparar en los aspectos simbólicos y estéticos de la racionalidad consumidora. Existe una lógica en la construcción de los signos de status y en las maneras de comunicarlos. Los textos de Pierre Bourdieu, Arjun Appadurai y Stuart Ewen, entre otros, muestran que en las sociedades contemporáneas buena parte de la racionalidad de las relaciones sociales se construye, más que en la lucha por los medios de producción y la satisfacción de necesidades materiales, en la que se efectúa para apropiarse de los medios de distinción simbólica. Hay una coherencia entre los lugares donde los miembros de una clase y hasta de una fracción de clase comen, estudian, habitan, vacacionan, en lo que leen y disfrutan, en cómo se informan y lo que transmiten a otros. Esa coherencia emerge cuando la mirada socioantropológica busca comprender en conjunto dichos escenarios. La lógica que rige la apropiación de los bienes en tanto objetos de distinción no es la de la satisfacción de necesidades, sino la de la escasez de esos bienes y la imposibilidad de que otros los tengan."
En este apartado, García Canclini habla de cómo el consumo se reproduce en la sociedad para que los consumidores se identifiquen y no por necesidad o escasez de ese producto. En el caso de la telenovela, se podría traducir en que los televidentes deciden ver una novela porque se identifican con un personaje (la gente de clase media baja y baja se identificará con personajes como el de Estevanez en "Dulce Amor" o "Herencia de amor", y el público de clase media y media alta se identificará con personajes como "Victoria Bandi", es decir, Zampini), como decía Barbero, pero a la vez porque sienten que pueden apropiarse y diferenciarse de otras clases sociales viéndola. También encontraríamos la respuesta a porqué ciertas novelas son más populares que otras, esto sucede no sólo por la popularidad de los actores, sino por la historia o el relato que cuentan; cuanto más se ve reflejado un individuo, más identificado se siente. Esto también está estrechamente relacionado con la mencionada estigmatización de los personajes: la idea y el objetivo de una telenovela es ser vista, por eso a veces la salida más fácil es a través de estereotipos repetitivos pero, también hay que tener en cuenta que los cambios en la sociedad no se dan tan fácilmente, los estratos sociales no han cambiado mucho desde unos 100 años atrás hasta hoy en día. Mientras la sociedad no cambie, los estereotipos seguirán siendo los mismos, y las novelas los seguirán usando para lograr la tan anhelada identificación del televidente.
Entrevistas
Susana Rudnizcky
CV: Productora ejecutiva argentina de ciclos de ficción como "Peor es nada", "Grande Pa", "Muñeca brava", "Compromiso", "El Garante", "Malandras", "Variaciones" y "Volver a nacer". También, se desarrollo como Productora General de proyectos de ficción en TVAzteca de México. Fue Coordinadora del Departamento de Ficción de Cuatro Cabezas. Entre sus últimos trabajos, se destacan el de Coordinadora de Casting para las miniserie del INCAA. Además, es Licenciada en Sociología en la Universidad de Buenos Aires.
1) ¿Cree que las novelas crean estereotipos y que la sociedad los toma como reales?
– Si, puede ser que suceda. En realidad creo que podemos hablar de algo que pasa de ambas partes, y que no es un fenómeno que se produzca en todas las novelas. Hay un poco de las dos cosas, la sociedad también tiene ciertos estereotipos que luego se reflejan en pantalla, no son todas creaciones. Puede ser que, más que nada en la telenovela, se toman ciertas cosas de la sociedad que después de adaptan, se modifican; y a su vez la gente toma algunas características de estos personajes como propios, como si fueran reales.
2) En su amplia experiencia personal como productora, coordinadora y productora ejecutiva, una vez que le llega el libro con la nueva historia ¿los personajes que se presentan ya se encuentran creados bajos ciertos estereotipos o se van variando las características de dichos personajes a medida que el producto es testeado en el público?
– En realidad yo te puedo hablar únicamente desde mi experiencia, y sobre los lugares en los que trabajé, no sé cómo se desenvolverán en otras productoras. En mi caso, en los proyectos en los que trabajo generalmente el libro ya trae a los personajes previamente pensados para que algún actor o actriz pueda desarrollarlos. El primer desafío de la producción es el de conseguir a aquella persona que lo interprete de la mejor manera posible. Esto es algo que a veces se consigue, y otras lamentablemente no. Una vez que se tiene al actor/actriz confirmado, es el momento en el que se comienza a adaptar a ese personaje, pero el libro no se realiza exclusivamente pensando en ciertos estereotipos, son muchos los factores que se deben tener en cuenta.
3) Desde su punto de vista no sólo como productora sino también como espectadora, ¿siente que las novelas pueden influir en la creación de ciertos estereotipos en la sociedad y que éstos además, actúen negativamente?
– La verdad, no es algo que uno se plantee en general todos los días pero pensándolo bien, sí. Puede ser que la gente tome ciertas cosas estereotipadas de los personajes de la novelas como algo real, propio aunque no creo que sea algo que suceda en todos los casos. No sucede en todos los casos, pero puede ocurrir.
4) Por último, ya sacándola de su rol de productora, o de su experiencia profesional entorno a los medios audiovisuales y desde su visión como simple espectadora, ¿siente que los personajes que aparecen en las ficciones, son un reflejo o representan una realidad?
– ¿Esos personajes estereotipados de las novelas? (duda) Sí, sí tranquilamente pueden representar una realidad. Lo vuelvo a repetir creo que en algunos casos sí y en otros no. Digamos que todo es muy variable, según el libro, el tipo de programa, el target al que se quiera apuntar así como también a la época o al momento en el que se esté haciendo la novela, o esté saliendo al aire.
Nora Otero
CV: Argentina, Licenciada en Comunicación Social y Periodismo de la UBA. Docente de Cultura y Comunicación, medios masivos, metodología de la comunicación, etc. en el Instituto French, Polimodal Arzobispo Jorge Matulaitis. Docente en la UNLA (Universidad Nacional de Lanus) y en UNAJ (Universidad Nacional Arturo Jauretche). Trabaja desde hace más de 10 años en el ex – COMFER, hoy AFSCA.
1) Primero, y desde su mirada como comunicadora social, y además como espectadora ¿Qué piensa sobre las telenovelas argentinas? ¿Cree que presentan estereotipos que influyen negativamente en la sociedad?
– Si, yo creo que influyen porque el público que mira estas novelas de la tarde, es un público ávido a estos modelos, y proyectan a partir de estos modelos que se le presentan Así, que proyectan, proyectan identidades, proyectan sueños asi que sí, yo creo que influyen Y en cuanto a lo estereotipos que presentan estas novelas, el estereotipo de mujer sobre todo, influyen negativamente porque los estereotipos en general lo que tratan de hacer es reforzar, perpetuar una imagen, un modo de ser con lo cual difícilmente un estereotipo sea progresista en realidad lo que hacen es sujetar a la imagen, a la representación social de la mujer en determinados cánones, y de ahí no se mueven entonces la mujer "debería ser virgen", la protagonista es "buena", es "santa", al borde la santidad está siempre y los malos son siempre "muy malos".
2) Entonces, siguiendo esta línea, ¿Se puede decir que también hay estereotipos basados en las diferentes clases sociales?
– Si, si, si, la novelas trabajan con un estereotipo y una desigualdad social que se acentúan, donde se reafirman todo el tiempo que las clases tienen que estar y son necesarias, y no hay accesos salvo el amor que todo lo puede.
3) ¿Podemos decir entonces, que las novelas crean estereotipos, que luego afectan negativamente a la sociedad, que los toma como parte de la realidad?
– No, no, no, creo que es más complejo, es mucho más complejo que eso. Ni una cosa ni la otra, no es un reflejo, es una cosa que se va construyendo, es como una retroalimentación. Se va construyendo a mediad que pasa el tiempo. Igual, las novelas no cambian mucho con el tiempo me parece que la trama, la base es más o menos similar. Hay alguien que traiciona y hay alguien que esta enamorado; y hay un amor que es incorruptible, que es el que va a llegar y "triunfar" al final de todo.
4) ¿Qué opinión tiene o estereotipos encuentra en la telenovela "rosa" de la Argentina, como las producidas por Quique Estevanez?
– Y bueno, creo que ahí está aclaro, además de lo popular, tiene que ver con un tosco, con lo bruto se reafirman, los sectores sociales, la estructura social se reafirma. Y por otro lado, la clase alta tiene más que ver con lo "culto", con lo refinado, con el buen gusto, con los modales
5) El éxito de las novelas de este productor ¿Pueden ser a causa de esta repetición de la trama?
– No se si el éxito total de la novela tiene que ver sólo con la trama creo que tiene que ver con lo que hay en la televisión para ver a esa hora, con las competencias entre canal y canal Puede ser que la gente este muy harta de todo otro tipo de contenido, y por eso se decida por estas opciones. No creo que haya un único factor que defina un éxito. Lo que creo es que estas tramas, más que reflejar una realidad, y que por ello la gente los elija, lo que hace es el de reafirmar, es asegurarse que el modelo que uno tenga en la cabeza, por el cual después va a tomar decisiones, que es ahí donde influyen los medios, sea el de la búsqueda de ese amor, y la realización de ese amor entonces la realidad queda chiquitita frente a ese sueño. Volviendo a como influyen negativamente en la sociedad, creo que esa manera de estereotipar, por ejemplo en ese concepto de familia de los ricos, y el concepto de familia de los pobres es bien distinto; por un lado la simpleza de los pobres, y por el otro todo lo maldito, complicado de las familias ricos Donde hay plata se vuelve todo muy perverso, y donde no, hay amor, y el amor todo lo puede En la realidad, ni una cosa es asi, ni la otra
6) Por último, a futuro ¿Crees que se puede cambiar esta trama repetitiva de las novelas? ¿Funcionarían sin sus personajes estereotipados?
– No, creo que no, sin estereotipos no me imagino como sería. Es decir, nosotros estamos moldeados para recibir este tipo de tramas. Me parece que el proceso, para que se de un cambio cultural distinto, donde los estereotipos apunten a reforzar otros mecanismos de la sociedad pero va a costar, sobre todo en el formato novela. Por ejemplo, se había comprobado que durante la novela "Resistiré", el rating bajaba cuando los protagonistas no se besaban; se analizó dos semanas donde los números bajaron y se dieron cuenta, que durante ese tiempo, los personajes principales casi no habían interactuado entre ellos así podes entender que hay ciertas fórmulas, modelos que serán muy difíciles de cambiar.
Jorge Maestro
CV Trabajó como director teatral hasta incursionar profesionalmente en los medios audiovisuales. Es autor de más de cincuenta ciclos televisivos emitidos en los cuatro canales de la ciudad de Buenos Aires. Es guionista y fundador de la carrera de guión en el ISER. En 1998 se desempeñó como asesor literario de la dirección de programación de Canal 13.Entre sus trabajos más conocidos están: "Son amores", "Vidas Robadas", "Por amor a vos", entre otras.
1) ¿Crees que los personajes son los que influyen negativamente en la sociedad o que a partir de la sociedad los autores forman los personajes?
– En primer lugar, los autores de cualquier novela (en el ideal de lo que el autor quiere) ya sea televisión, cine o teatro, son de alguna manera testigos de su época, de su tiempo y cuentan (más allá de la época) historias vinculadas con la realidad que nos toca vivir. Es una viejo dicho este de "la tv copia a la sociedad" o "la sociedad copia a la tv": a mí me parece que se retroalimentan. La ficción en algunos casos excepcionales logra la identificación del público. Yo creo que hoy las ficciones que hicimos en Argentina, ponen al espectador como un testigo objetivo de lo que va pasando. Las audiencias lo que hacen es contarse las cosas que van pasando, pero no hay una identificación con el personaje principal. Difícilmente el espectador se ponga los zapatos de un personaje y viva con ese personaje. La novela clásica, es decir la mexicana, la venezolana, todas esas que no sabemos(los autores argentinos) hacer en los últimos tiempos por lo menos o el melodrama clásico en general, logra que el espectador se ponga en los zapatos del personaje y no quiera que le pase nada, sufre con él, hasta se convierte en co-protagonista de las historias. Ahora, yo no sé si en "Dulce amor" el público deja de verlo una semana y siente que abandona al protagonista. Creo que hubo un momento de la novela donde la gente se sintió movilizada, que fue el romance entre Calu Rivero y Darthes, donde ésa era la historia de "Dulce Amor". Lo otro (Zampini-Estevanez) es un estereotipo, para mí el estereotipo es de terror, si me hablas de arquetipos es otra cosa, pero estereotipo es una repetición mecánica de algo, casi una copia calcada y, hasta a veces, caricaturesca.
2) ¿Por dónde crees que pasa el éxito de estas novelas?
– No sé si pasa por el programa, sino que actualmente me parece que lo que representa la televisión no son los programas aislados, más bien son las programaciones Telefé tiene una programación muy fuerte. Logró una alianza con el público, su programación, es una programación clara que tiene una estética propia, cosa que perdió Canal 13. En el caso de "El 13" las novelas de producción de ficción quedaron opacadas por Ideas del Sur y todo el circo. Tinelli hace diez años no entraba en Canal 13. La identidad la perdió totalmente, no tiene un público que se identifique con esa programación. Así como Canal 9 tiene una identificación con su estética de "la novela de la tarde", siempre la tuvo y la mantiene.
Una novela completa, digo "Betty, la fea", "Café con aroma de mujer", plantea dos puntos de vista: una mirada panorámica de la historia en general, que puede ser lo que pasa en la empresa Ecomoda de "Betty, la fea", puede pasar en la fábrica de caramelos Bandi del personaje que protagoniza Zampini en "Dulce Amor" o en el mundo de los amigos de "Graduados"; pero después hay un personaje que es el punto de vista de la historia, que es el punto de vista del espectador, que esta huérfano de algo (tiene alguna carencia), la pasa mal y es el que va a recorrer todo el camino del héroe a través de la historia, le pasa a Betty, le debería pasar a Estevanez. Pero esta última pareja siempre están iguales, no presentan drama, están estáticos en cuanto historia, por eso volviendo al planteo, si los chicos que miran la novela copian algún gesto violento o errónea, deberían ver qué pasa en su entorno familiar, puede que no tenga contención familiar adecuada, o haya un desequilibrio.
El espectáculo está hecho para la audiencia o el espectador haga su catarsis, se entretenga, pero no para que imite, a lo sumo el drama imita a la sociedad, desde los griegos en adelante. Aristóteles en la poética lo que hace es imitar a la sociedad, y a partir de ahí eso sucede. Ahora, así como cuando vas a ver una película de James bond no queres que le suceda nada a él, porque te presentan la historia de tal manera que te pones en sus zapatos. Eso en la Argentina en los últimos años lo hemos perdido. Vemos la identificación en algunos personajes, le pasaba al perosnaje de Mercedes Morán en "Gasoleros", le pasa al personaje de Mex Urtizberea en "Graduados", mucho más que al personaje de Hendler. Lo que hemos perdido en la Argentina es el punto de vista. Desde quien vamos a contar la historia
3) ¿Cómo construís un personaje? ¿Te guías por la audiencia o por la idea que tuviste en un principio?
– La reacción de la audiencia se traduce en números: el rating. Éste influye, sobre todo ahora en el minuto a minuto, influye en los personajes, en su crecimiento o desaparición. De hecho en "Graduados", Busnelli y Carnaghi no tenían la presencia que adquirieron después. La historia de Calu Rivero y Darthes también, creció a partir de lo que generó. Esa era la historia de la novela. Hay una cuestión que tiene que ver con la idea de "la diferencia social", desde Menandro en la Grecia Antigua, pasando por Shakespeare, la historia siempre era los dos enamorados y lo que impedía la unión generalmente era el padre o la familia que se oponían. Hoy en día, es como reunir a la familia el domingo al mediodía a comer ravioles, ¿qué familia hace eso ahora? Entonces, eso en primer lugar. Cuando uno hace historias de amor, pensás que las historias de amor contienen una historia, cuál es la historia de la historia de amor. La diferencia social entre el personaje de Estevanez y el de Zampini, más allá de la simpatía de Estevanez, no es creíble. Y funciona, pero a tal punto que lo que sucede en ese tipo de novelas cuando no funciona el impedimento empiezan a aparecer los psicópatas y asesinos por doquier y eso no es porque es el reflejo de la violencia de la sociedad, eso es porque es la salida más fácil que tenemos los autores cuando no tenemos historia para contar y tenemos personajes bien delineados. Los personajes son funciones dentro de una historia, son como los colores de un cuadro, no son personas, ese es el grave error, cumplen funciones dentro de la historia. Y las historia cuentan un personaje con un problema y toda la historia es la resolución de ese problema. Entonces, ¿cuál es el problema de Carina Zampini? O, ¿cuál es el problema de Estevanez? Ambos están juntos. Una vez lo acusan a Estevanez de robo, en otro momento surge alguien que le reclama la paternidad ¿qué otro impedimento hay? (Ejemplo de Titanic) el impedimento del padre de la chica en Titanic, por ejemplo, está bien puesto porque es de la época, en el 1900 la madre le dice "vos te vas a casar con este malviviente porque me va a salvar a mi" y eso le pasaba a las chicas que eran adelantadas a su tiempo, porque tenían una inteligencia más masculina que femenina en cuanto a la manera de ver el mundo que la hacía muy particular, también aparecía lo otro, la tercera clase. Hoy, esa historia ya no es creíble. Las historia que funcionan, volviendo al ejemplo de "Betty, la fea". Lo que impedía el romance entre ellos dos no era armas de fuego, ni locos, ni violencia física, el impedimento era ella, que tenía una entereza moral e incorruptible que no podía cambiar, no quería cambiar su rasgo de carácter, y Don Armando que era un tipo desordenado y que además era un ganador con las mujeres, debía pasar la prueba del prejuicio de vivir el amor con ella, en este caso ellos mismos eran su propio impedimento. Pero es un error de la sociedad plantear diferencias económicas. Tratá de contarme la historia de amor entre una chico de la horqueta y una nena de la Villa a Cava . Imposible de contar porque hoy la diferencia es tan grande que ni siquiera se acercan por temor del uno al otro, por prejuicio. La historia de la mucamita con el patrón, quedó anticuada.
4) ¿Cómo mejorarías esto?
– De lo último que hice en tele en Argentina, fue "Por amor a vos" en 2009. Ahí el impedimento era que él protagonista era casado y tenía una mujer que era una psicótica que no lo dejaba vivir. Pero igual la historia de amor, que funcionó ahí, no fue la de los protagonistas, sino que fue la de Cabré con Fandiño, porque había una cosa medio extraña con el tema de la identidad no se sabía muy bien si eran o no hermanos. Había una cuestión de carácter, más bien de ella que los separaba. Igual tampoco era una telenovela clásica.
¿Qué haría yo? En principio les daría más tiempo a los autores y productores para que armen un proyecto. Es decir, detener la emisión y decir "vamos a tomarnos seis meses para armar una buena novela". Quique Estévanez es una persona que sabe mucho de tele y ha hecho cosas muy interesantes, "Amor en custodia" era una muy buena novela. De hecho esa novela sí se vendió y se hizo afuera, pero hoy día es como si no tuviera tiempo. Primero que "Dulce Amor" iba a la tarde y la pasaron a la noche, por eso hubo que cambiarle el tono, y esa cintura es algo elogioso, sean realizadores argentinos o productores. Estamos hablando de una cintura para adaptarse a los tiempos, que es para tenerlo en cuenta.
5) ¿Siguen existiendo los clásicos?
– "Dulce Amor" podría serlo, por lo menos cuando arrancó. Ahora los personajes desaparecen de un día para el otro, el ejemplo de Calu Rivero.
6) ¿En qué género/rubro te sentís más cómodo escribiendo?
– Hice unitarios, novelas, películas. Me siento bien escribiendo. La verdad, hay momentos en que tengo más ganas de unas cosas que otras. Si me hablas de género, prefiero la comedia. Me gusta mucho más que el drama. Sé que es lo que me gusta ver y lo que me gusta escribir.
Claudio Vivori
CV: Claudio A. Vívori es uno de los fundadores de radio La Tribu. Docente, tiene a cargo una comisión de Comunicación I en la Carrera de Cs de la comunicación, y también tiene a cargo el tercer taller práctico de la misma carrera. A su vez es miembro fundador e integrante del Consejo de Dirección de ETER y Director General Adjunto de Radio las Radios Públicas de la CABA.
1) ¿Qué piensa de las telenovelas vespertinas argentinas?
Pienso que las telenovelas vespertinas argentinas, posiblemente, sean mas estereotipadas que las nocturnas de nuestro país, pero en ese aspecto siguen perdiendo contra las mexicanas, que son el parámetro principal de los estereotipos.
2) ¿Qué efectos tienen los estereotipos sobre la sociedad? ¿Cree que la estigmatización es negativa para la sociedad?
Toda idea o modelo simplificado refuerza el sentido común de una sociedad, que responde a determinada hegemonía político-cultural. Dicha estigmatización, en general, es negativa para la sociedad.
3) ¿Los estereotipos son creados por la sociedad y tomados por las telenovelas, o viceversa?
Creo que los estereotipos son creados por la sociedad, pero hay una fuerte retroalimentación ejercida desde los medios masivos de comunicación, y en este caso de las telenovelas argentinas.
4) ¿A qué se debe el éxito obtenido por las telenovelas de Quique Estevanez?
Estimo que el éxito obtenido por las telenovelas de Quique se debe a su relato y su estética clásica de la novela como formato. A su vez, creo que sus productos son los más parecidos, localmente, a los latinoamericanos.
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