En la década de 1980, el término omnipresente "Biotecnología" fue abrazado con entusiasmo por Monsanto para describir sus actividades de investigación.
Monsanto tiene la patente europea número 301749, otorgada originalmente en marzo de 1994 a la compañía Agracetus[1]Es aberrante porque funciona como una "patente de especie": otorga a su propietario el monopolio exclusivo sobre todas las variedades y semillas de soja modificadas genéticamente, sin tomar en cuenta los genes utilizados o la técnica empleada. Cuando Agracetus consiguió esta patente, además del Grupo ETC (entonces RAFI), Greenpeace y otras organizaciones, la propia Monsanto inició un juicio contra aquélla, alegando, entre otros argumentos -el documento de apelación tenía 292 páginas-, que era una patente absurda porque no tenía "novedad" ni "invención" y que "debía ser revocada en totalidad" por el control que entregaba a una sola empresa. Dos años después, Monsanto compró Agracetus, con patente incluida, y súbitamente cambió de opinión sobre los hechos.
De esta manera, Monsanto adquirió así el monopolio mundial de la soja transgénica, ya que aunque su patente no tenga validez legal en algún país, actúa como un gánster para lograr los mismos resultados. En Argentina, por ejemplo, la patente nunca tuvo validez, ya que no cumplió con los trámites de registro nacional en el plazo adecuado. Esto no impide a Monsanto haber cobrado compulsivamente regalías, porque al vender la semilla cobra este porcentaje incluido en el precio. Pero en el país solo el 18 por ciento de la soja transgénica es comprada a distribuidores. El resto se vende sin certificación o es producto de que los propios agricultores guardan parte de su cosecha como semilla para la próxima siembra.
La mayoría de los agricultores en el mundo tienen esta práctica de guardar semilla. No solamente los campesinos, para los cuales esto es obvio, sino también muchos agricultores comerciales. Esta tradición está reconocida en Naciones Unidas como parte de los derechos de los agricultores, como un pequeño reconocimiento al trabajo que durante más de 10 mil años han venido haciendo los campesinos para mejorar y proveer de alimento a la humanidad.
En la oficina de patentes de EE.UU., es donde comienza el problema, al permitir una patente sobre la vida. Las semillas de Monsanto están protegidas por una patente de la "Propiedad Intelectual"; las semillas son buenas para una temporada. Cuando un agricultor compra semillas de Monsanto, que también firma el Acuerdo de Tecnología, que estipula que no podrán recoger las semillas y replantar la misma. Mientras que el agricultor es libre de sembrar plantas de cualquier tipo de semillas que desee, los tribunales han sostenido que los agricultores no están vinculados a las semillas de Monsanto en campañas futuras. Sin embargo, es difícil y costoso dejar de usar semillas de Monsanto una vez que el agricultor ha plantado porque no puede recoger y volver a sembrar las semillas de Monsanto conseguidas después de la cosecha, y tienen que comprar todas las semillas nuevas para la nueva temporada. Incluso si un agricultor, que una vez plantadas las semillas OGM, (Organismos Genéticamente Modificados), a continuación, que deseen cambiar de nuevo, se enfrenta a la cuestión de las semillas en el suelo de la siembra anterior que aparecen y por eso Monsanto ha demandado a los agricultores con la excusa de violación de patentes. Se recuerda que Monsanto posee más de 20.000 patentes.
En la actualidad, hay en la Corte Suprema de los EE.UU. (agencia del gobierno de EE.UU.), un caso de mantener la prohibición de alfalfa OMG, como los OGM a menudo contaminan las granjas cercanas a través de la polinización cruzada, un juez de la Corte Suprema de Justicia, (Clarence Thomas) fue un abogado de Monsanto desde 1976 hasta 1979, pero se ha abstenido de descalificarse a sí mismo debido a un conflicto de intereses directo.
La prohibición fue colocada en la alfalfa OMG debido al peligro de contaminación cruzada (no por la seguridad de los alimentos, el USDA no llevó a cabo un adecuado estudio de impacto ambiental); las resoluciones anteriores han estado en contra de Monsanto.
El juez Scalia ha señalado que la contaminación no es "el fin del mundo". Sin embargo, sí afecta a los agricultores en materia de comercio internacional, porque hay muchas prohibiciones de OMG en Europa, y no quieren los cultivos OMG de los EE.UU.
Una sentencia contra la contaminación y en favor de la seguridad pondría en falta a la ética del USDA[2]ante las noticias y no podría negar ante tribunales inferiores que no pudo proteger a los agricultores no OGM de la contaminación. Y un fallo a favor de la seguridad alimentaria podría poner el USDA en las noticias otra vez, (se conectan los puntos de la colisión), debido a su negativa a prohibir los transgénicos, a fin de proteger su propia patente sobre el gen Terminator. Así queda en evidencia la complicidad gubernamental en monopolios OMG.
Monsanto en Argentina
Durante el gobierno de Carlos Menem, (1989-1999), Argentina, fue, particularmente para, el gigante de la ingeniería genética fácil ingresar, para sembrar, sus semillas de destrucción a este país. Las consecuencias son desastrosas y todo el país se sumió en la miseria. El desempleo ha aumentado rápidamente y la hambruna se elevó en el país. Los agricultores fueron expulsados de sus tierras, por lo que la ingeniería genética se pudo instalar y contaminar el país. La producción de semillas estan en manos de 4 gigantes empresas,( Monsanto; Cargill; Dreyfus y Nidera Handelscompagnie), de la ingeniería genética. Entre las cuatro: Monsanto y Cargill.
Argentina, segundo productor mundial de transgénicos y tercero en la producción mundial de soja, sufre los ataques cada vez más agresivos de Monsanto para cobrar lo que según la multinacional "le pertenece" en concepto de regalías por el uso de su patente sobre la soja transgénica. Afirmación temeraria, ya que Monsanto ¡no tiene patente de soja válida en Argentina! Esto no le impidió, sin embargo, amenazar al país con cobrarle una "multa" de 15 dólares por cada tonelada de soja argentina exportada a Europa.
Este caso es paradigmático porque muestra claramente tanto las estrategias -legales e ilegales- de los gigantes genéticos como los riesgos a los que se exponen los países que permiten los transgénicos.
En lugar de comprar las semillas de Monsanto cada año, los agricultores pueden sacrificar las semillas de su cosecha y guardarlos para la replantación, sin perjudicar los rendimientos de la cosecha. Monsanto ha dejado de vender sus semillas Roundup Ready de soja debido a un fuerte aumento en las ventas en el mercado negro de semillas genéticamente modificadas, estima que más de la mitad de las semillas transgénicas sembradas en la Argentina se compraron en el mercado paralelo, esto ha impedido a la empresa obtener ingresos de miles de dólares. Algunos analistas dicen que el rápido crecimiento del mercado negro ha limitado los ingresos de Monsanto Argentina a partir del U$S 680 millones en 2001 a U$S 200 millones en 2007. En la compañía, (que no informa de las cifras de ventas para Argentina), sus ejecutivos, reconocen que el daño es grave.
Monsanto reanudaría la venta de semillas de soja, si el gobierno garantiza renovada aplicación de la ley, garantizando "un justo retorno" para los productores de semillas.
El gobierno del ex-presidente Néstor Kirchner, (2003-2007), reabrió el Instituto Nacional de Semillas (Inase),, para aplacar a las compañías de semillas, pero los detalles de cómo va a velar por difundir las tierras agrícolas más un país tan grande no son claros.
En Monsanto se mueven en un intento de exprimir al gobierno a fortalecer la legislación de semillas que es el Congreso o por lo menos a aumentar la aplicación de la legislación vigente.
En el pasado, los agricultores han sido capaces de sacrificar las semillas mediante la explotación de una laguna en la legislación destinada a proteger a los pequeños agricultores. El gobierno ha dicho que tiene intención de reforzar esa laguna.
Con Monsanto fuera del juego, sólo tres grandes empresas – Nidera Handelscompagnie BV de Holanda, Asociados Don Mario y Relmó, estas dos últimas de Argentina – toman el control del mercado de semillas de soja argentina, sin embargo, todos deben pagar regalías a Monsanto si venden la soja resistente al Roundup.
Según Francisco Firpo, director de Nidera Semillas[3]filial argentina de la compañía Holandesa, la negativa de Monsanto para seguir invirtiendo en el desarrollo de semillas, podrían para el clima de Argentina y el suelo significar pérdidas de productividad a largo plazo para los agricultores.
En Argentina, los agricultores tienen el derecho a guardar y replantar simiente, lo cual está establecido también en la ley de semillas y Creaciones Fitogenéticas, (Ley Nº 20.247 promulgada el 30/3/73). Este es el sistema más tradicional de protección de propiedad intelectual en semillas, recogido en nuestra Ley de Semillas y se encuadra en los lineamientos del Convenio de la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) de 1978, al cual nuestro país, se encuentra adherido por ley 24.376/94.
Por tanto, los reclamos de Monsanto son ilegales. Pese a esto, por presiones, el gobierno argentino está negociando desde hace tres años para que Monsanto pueda cobrar sus regalías. Ya desde 1999 la trasnacional estableció (a través de sus distribuidores) el concepto "regalías extendidas": el que compra soja transgénica certificada puede guardar una parte de su cosecha, pero debe abonar un porcentaje a la empresa para usarla, lo cual obviamente contraviene la ley de semillas argentina.
Sabemos que un monopolio es el control exclusivo de un bien o servicio que permite manipular los precios. Esto se logra a través de regulaciones gubernamentales utilizadas para imponer el monopolio. La manera de romper el monopolio es eliminar esas leyes. Esto es simple, pero no resulta fácil en el caso de Monsanto, porque las raíces se extienden a nivel internacional, federal, estatal y reglamentos del gobierno local. Monopolio y propietarios esquina de un mercado al tomar el control del recurso y otros impidiéndole el uso del recurso.
En febrero de 2004 el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, presentó una propuesta más escandalosa: la creación de una ley de "regalías globales", llamada Fondo de Compensación Tecnológica. Por este mecanismo (todos) los agricultores pagarían un porcentaje al momento de la venta, captado por el propio gobierno, para entregarlo a las empresas semilleras. Es decir, el gobierno aplicaría impuestos para garantizar los intereses de las multinacionales contra sus propios agricultores, contra los derechos de los agricultores establecidos en Naciones Unidas y contra la ley de semillas de ese país. Debido a la protesta masiva de los agricultores esa ley está estancada. Y por esta razón Monsanto amenaza ahora con el cobro de una tasa mucho mayor, a aplicarse en los puertos de entrada de los destinos de exportación de la soja.
Monsanto ya logró que también el gobierno brasileño y el paraguayo, donde la soja transgénica fue introducida por contrabando desde Argentina, la legalizaran y cooperaran en el cobro de regalías por la soja contrabandeada. Según Carlos Vicente, de GRAIN[4]en Argentina, "la fórmula parece apuntar a los cultivos que generan más dinero (algodón, soja, maíz), encontrar un punto de acceso, contaminar el suministro de semillas y luego tomar el control (…) La historia de lo que ocurrió en Argentina es una grave advertencia de lo que sucede cuando se permite echar raíces a la agricultura transgénica".
Con los transgénicos, ya sea por caminos legales, como en Argentina, donde Monsanto primero dejó extenderse el cultivo sin tomar medidas; o ilegales, como el contrabando y la contaminación con genes patentados en otros países, vamos hacia una violación global, masiva e impune de los derechos de los agricultores por parte de un puñado de trasnacionales. Que no es un tema apenas jurídico, sino coartar tradiciones fundamentales para la agricultura y la alimentación de toda la humanidad.
Consecuencias inevitables de un modelo genocida y ecocida
Años de soja en Argentina.
La amplia experiencia adquirida en Argentina después de varios años de imposición del cultivo de soja transgénica resistente al Glifosato[5]dan la oportunidad al resto del mundo de aprender la lección y no repetir los errores ni permitir las imposiciones que hicieron posible que Argentina se convirtiera en apenas una década en una "republiqueta sojera".
En 1996 y de manera absolutamente solapada y antidemocrática se permitió la introducción de la soja transgénica de Monsanto en nuestros campos. Sin estudios de impacto ambiental independientes, sin ningún tipo de consulta pública, sin ninguna discusión parlamentaria ni legislación que la avale.
Una simple disposición de la Secretaría de Agricultura creó en 1991 la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia)[6] que a partir de allí y con amplia participación de las corporaciones "asesoró" a la secretaría sobre la aprobación de OGM.
Ahora, mes con mes, vivimos en Argentina la emergencia de un nuevo problema socio-ambiental debido a la invasión territorial producida por la imposición del monocultivo de soja transgénica de mano de Monsanto y de un puñado de terratenientes y asociaciones empresariales de siembra.
Los impactos de las fumigaciones, el desmonte, el desplazamiento de campesinos, la falta de alimentos, las inundaciones y sequías, las nuevas enfermedades, son moneda corriente en las noticias pero solamente desde algunos medios alternativos aparece relacionada con la "sojización".
Todo esto viene de la mano de la instalación de una visión fragmentada de los problemas en que se ocultan las causas profundas de los mismos para analizarlos o mostrarlos, muchas veces de manera sensacionalista, pero siempre aislados y producidos casi como "fenómenos naturales".
Por eso lo primero y fundamental es recuperar la mirada integral de la problemática. Únicamente mirando y analizando la totalidad y la complejidad de la situación se podrá llegar a alguna conclusión útil para avanzar en alguna dirección y salir de la rueda destructiva en la que el modelo de agro-negocio-soja-transgénicos nos ha metido.
Después de años de expansión del cultivo de la soja transgénica en Argentina las consecuencias socio-ambientales son una verdadera catástrofe. Presentamos un breve repaso por los datos concretos que hablan de la tragedia de la soja en el Cono Sur.
Durante el año 2003 Argentina, exportó cerca de 25 millones de toneladas de harina de soja y el petróleo. Los casi 5,5 mil millones dólares obtenidos de las exportaciones de soja en los tres primeros trimestres del año dio a la economía un ascensor muy necesaria, ya que poco a poco se recupera de una recesión que llevó a un defecto y una devaluación de la moneda en 2002.
La tierra sembrada con soja se ha triplicado en la última década a casi 32 millones de Hectáreas en 2003, impulsado en parte por las enormes ganancias de productividad han hecho los agricultores mediante el uso de semillas modificadas genéticamente por Monsanto para resistir su herbicida Roundup Ready. En Argentina se sembrarán en la próxima temporada 38 millones de hectáreas de soja transgénica bajo la técnica de siembra directa.
Esta superficie representa más del 65% de la superficie agrícola del país.
Prácticamente 100% de la soja que se cultivará es soja transgénica resistente al herbicida glifosato (SOJA RR)[7].
La SOJA RR es propiedad de Monsanto, la mayor empresa semillera del mundo y también creadora del glifosato, el herbicida que se debe utilizar para sembrar la SOJA RR. Monsanto controla 90% de las semillas transgénicas que se comercializan a nivel mundial.
Monsanto declaró que las ganancias generales aumentaron un 44% en 2007 con respecto al año anterior y un 120% en el 2008 en relación con el 2007.
Este año se aplicarán más de 200 millones de litros de glifosato sobre toda la superficie cultivada con soja en Argentina mientras en el año 1996 se utilizaban 13 millones 900 mil litros.
El producto comercial cuyo principio activo es el glifosato (Roundup) contiene además una serie de coadyuvantes que aumentan notablemente su toxicidad, fundamentalmente el surfactante poea (polioxietil amina) cuya toxicidad aguda es 3 a 5 veces mayor que la del glifosato.
Por supuesto que este uso intensivo de glifosato ya ha provocado el surgimiento de muchísimas malezas resistentes al glifosato. Algunas de las ya informadas son: Hybanthus parviflorus (Violetilla), Parietaria debilis (Yerba Fresca), Viola arvensis (Violeta Silvestre), Petunia axillaris (Petunia), Verbena litoralis (Verbena), Commelina erecta (Flor de Santa Lucía), Convulvulus arvensis (Correhuela), Ipomoea purpurea (Bejuco), Iresine difusa (Iresine) y recientemente el Sorghum halepense (Sorgo de Alepo) que por ser una maleza muy difícil de controlar ha despertado gran alarma.
Luego de pasar más de una década negando el surgimiento de malezas resistentes, Monsanto a través de su vicepresidente admitió este hecho y propuso una solución: reemplazar a toda la soja resistente al glifosato por una nueva soja resistente a un nuevo herbicida: el dicamba[8]—de hecho aún más tóxico que el glifosato.
Además se utilizarán otros herbicidas y agrotóxicos para controlar malezas y plagas del monocultivo de soja ya que la siembra directa requiere de la aplicación de otros herbicidas antes de la siembra de la soja: entre 20 y 25 millones de litros de 2-4-D, otros seis millones de litros de atrazina[9]y unos seis millones de litros de endosulfán[10]
Esta lluvia de agrotóxicos produce tremendos impactos sobre la salud de la población, animales domésticos, cultivos alimenticios y contamina suelos, cursos de agua y el aire en toda la extensión del cultivo de soja. Suman cientos los casos denunciados por distintas organizaciones e investigadores en los cuales está perfectamente documentado el impacto de los agrotóxicos en las comunidades y sus producciones.
La difusión pública de estas denuncias ha llevado a que recientemente la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas solicitara a la Corte Suprema de Justicia de la Nación la prohibición de la fumigación con glifosato.
Este avance desenfrenado de la soja se ha producido a pesar de que según recientes investigaciones de la Universidad de Kansas la SOJA RR, produce entre un 6 y un 10% menos que la soja convencional.
El monocultivo de soja repetido año tras años en los campos produce una intensa degradación de los suelos con una pérdida de entre 19 y 30 toneladas de suelo en función del manejo, la pendiente del suelo o el clima. Los agricultores de soja deben intercambiar la soja con el maíz u otros cultivos alimentarios
Cada cosecha de soja extrae año a año miles de toneladas de nutrientes de nuestro suelo que se exportan. Sólo como ejemplo podemos citar que cada año se van con la soja un millón de toneladas de nitrógeno y 160 mil toneladas de fósforo.
También cada cosecha que se exporta se lleva unos 42.500 millones de metros cúbicos de agua cada año (datos de la temporada 2005/2007) correspondiendo 28.190 millones a la pampa húmeda.
El investigador Walter Pengue[11]en una entrevista que salió publicada el Lunes, 2 de febrero de 2009 en el diario Pagina12, mencionaba que:
–Se necesitan unos 550 milímetros de agua por hectárea en el caso de la soja de primera y 450 en la soja de segunda. Los nutrientes son otro factor. El costo de reposición del nitrógeno y el fósforo en el caso de la soja es un 25 por ciento del valor de la cosecha.
Hay un pool de nutrientes en el suelo que año a año se va achicando.(…) diez años atrás desaparecieron 110 mil productores. En un año, la Argentina puede tener tres cosechas continuas con rotaciones agrícola- ganaderas recurrentes sin restricciones. Eso tiene un valor que no es reconocido. Se está usando el agua a costo cero. Quién determina ese valor es El mercado internacional de granos: la oferta y demanda.
– No necesitan venir a invadirnos: a través del mercado internacional re-direccionan lo que tenemos que producir. El gobierno de China decidió utilizar los recursos en los países que no valoran el agua. Nos compran soja y destinan el agua que tienen para uso industrial, doméstico y agrícola. A futuro hay que discutir además la cuestión de la huella de carbono (cantidad de dióxido de carbono producida por un individuo medio en las distintas economías). A los europeos y norteamericanos ya les preocupa y están tratando de mitigarla, nosotros no le estamos dando importancia. Por la vía de la mitigación, con el tiempo, muchos van a pagar el costo del carbono como un impuesto, por ejemplo en los alimentos.
El mundo busca proteína animal, en lugar de vegetal, y esta última la utiliza para alimentar a sus animales, o peces, como sucede en China o la India. Entonces, nosotros producimos proteína de una calidad, a costo ambiental barato, y ellos producen la otra con la que se alimentan.
Por eso la economía ecológica cuestiona los modelos de consumo y apunta a un cambio de paradigma. Es importante dar esta discusión para ver si vamos a seguir produciendo soja u otro cultivo.
El Estado podría comerciar su producto más relevante a través de una comercializadora, argentina por ejemplo, que juegue en el mercado internacional. O juntándonos con países de la región y conformando una trader del Mercosur. Quizás, en parte, no se les ocurre. Pero eso sería una discusión con los sectores más importantes de la tierra, grupos corporativos que representan a países o que, incluso, los superan. Es más fácil discutir con los chacareros que con los pooles de siembra o con estos grupos expoliativos, que revientan los recursos naturales, los explotan a costo cero, toman sus ganancias. Grupos como Dreyfus, Bunge, Cargill, Monsanto, Bayer.
Dreyfus, Cargill y Bunge están comercializando una buena parte de los granos de la Argentina y lo hacen en un contexto legal que les damos como país. Tenemos que recuperar el manejo de los recursos naturales. Parte de América latina está apuntando a recuperar sus recursos, porque los países desarrollados los toman a costo cero. Los granos no tienen el valor del recurso intrínsecamente utilizado.
A su vez Monsanto, afirmó que la degradación del suelo y el uso de plaguicidas no se debieron a la utilización de su soja GM. Sostiene, (a sabiendas que no lo van a hacer), que los agricultores tienen que rotar los cultivos con el fin de permitir que el suelo se recupere. Sin embargo, debido a la creciente demanda de soja, que los agricultores de Argentina roten los cultivos y crece sólo soja, lo que va a dañar aún más el suelo. Cada año se deforestan en Argentina más de 200 mil hectáreas de monte nativo por el avance de la frontera agrícola debido fundamentalmente a la expansión del monocultivo de soja. Considerando que cada 500 hectáreas de soja requieren de un trabajador rural es evidente la expulsión de trabajadores rurales y campesinos de los territorios donde se cultiva.
Los grandes productores sojeros están obteniendo ganancias extraordinarias. El Grupo Los Grobo (Grobocopatel)[12] que declara cultivar 150 mil hectáreas en Argentina y en todo el Cono Sur (Paraguay, Brasil y Uruguay) apuesta a controlar 750 mil hectáreas.
El modelo sojero produce una enorme concentración de la tierra en pocas manos ya sea por la adquisición de la tierra por grandes productores o por su arrendamiento por los "Pooles de Siembra". Como consecuencia en los últimos 10 años se han perdido más del 20% de los establecimientos productivos. La obvia consecuencia de esta concentración es que ha disminuido de manera dramática la producción de alimentos básicos para nuestro pueblo. Por citar sólo un ejemplo: el número de explotaciones lácteas disminuyó mas del 50% entre 1988 y 2006, pasando de 30 mil a 13 mil. En el caso del algodón su producción disminuyó en un 40% en la provincia de Chaco y un 78% en la provincia de Formosa como consecuencia del avance de la soja.
Miles de campesinos son expulsados violentamente de sus tierras para imponer este modelo y son criminalizados por resistir los desalojos y el avance de la soja. El Mocase (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) y el Movimiento Nacional Campesino Indígena permanentemente denuncian la persecución de campesinos del movimiento a causa de resistir la expulsión de sus tierras en forma violenta para imponer el cultivo de soja.
Finalmente es fundamental tener presente que la introducción de la soja transgénica en Argentina fue el mecanismo elegido por Monsanto para inundar de transgénicos el Cono Sur ya que fue desde Argentina desde donde se comercializó de manera ilegal la soja transgénica a Brasil, Paraguay y Bolivia (países en los que el cultivo de los transgénicos estaba prohibido), inundando estos países de transgénicos e imponiendo así, a partir de la contaminación, la República Unida de la Soja que poco tiempo después publicitaba Syngenta[13]
¿Quién gobierna la República Unida de la Soja?
Los tibios intentos de las frágiles democracias latinoamericanas por poner algún límite al poder económico dominante generado por dos décadas de globalización y neo-liberalización económica han encontrado en los últimos meses un topetazo contundente en la perversa alianza de grandes terratenientes con las corporaciones del agro-negocio que están actuando de manera brutal en todos los países del Cono Sur.
En una ilustración de notables de la visión de la industria biotecnológica para la Argentina y la región, el 27 de diciembre de 2003 un anuncio de Syngenta en el diario argentino: La Nación muestra un mapa de la "República Unida de la Soja, un territorio que abarca Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil – está cubierto por la soja RR. La imagen representa la visión de Syngenta de que la soja no conoce fronteras, muestra claramente cuál es la intención de las agro empresas, que se atreven a burlarse de la resistencia de los movimientos locales al modelo neoliberal de agro exportación de la soja RR, promovido por la industria semillera y agroquímica.
No se trata aquí de hacer un juicio sobre los gobiernos democráticos de la región, ni de evaluar su capacidad de transformación de la realidad o su compromiso con los pueblos latinoamericanos. Dejamos esto para los pueblos que desde sus propios procesos van respondiendo y creando espacios para responder y construir nuevas realidades.
Creemos, sin embargo, que no es posible pasar por alto algunos hechos, unos notoriamente públicos y otros que apenas ocupan algunas columnas en los medios; todos aparentemente desconectados entre sí pero profundamente ligados en una raíz común que es la de someter a los pueblos, controlar su agricultura y su alimentación ocupando y destruyendo sus territorios.
Un hilo común atraviesa todas estas noticias y se fortalece como metáfora aleccionadora de las pretensiones de estos sectores: la soja transgénica y su invasión de territorios en el Cono Sur intenta ser, de hecho, la "República Unida de la Soja".
Así, el lockout patronal de los terratenientes sojeros de la Argentina que ocurrió en 2008 mostró la senda de lo que luego en Bolivia se convirtió en una feroz agresión cargada de odio, desprecio por la vida humana y racismo contra los pueblos originarios.
Allí aparece en escena como uno de los principales dirigentes de la "Media Luna" el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz (Bolivia), Branco Marinkovic[14]que "casualmente" resulta ser uno de los grandes productores de soja de la región.
En los días de pleno recambio democrático que llenó de esperanzas al pueblo paraguayo, el país se vio también brutalmente conmocionado por la represión contra campesinos que incluso llevó a la muerte al campesino Bienvenido Melgarejo[15]y con los grandes terratenientes anunciando que van a recurrir a las armas para defender sus latifundios.
En Uruguay y en medio de suaves presiones gubernamentales para establecer restricciones sobre el incremento de las áreas para el cultivo de soja con la creación de un Plan de Producción Agrícola también los grandes sojeros hicieron oír su voz y sembraron de amenazas los grandes medios.
Desde sus autoridades, el gobierno de Brasil ya se rindió a los transgénicos y ha convertido a la CTNBio[16]en una puerta de aprobación automática de todo los que las corporaciones desean.
Uruguay levantó la moratoria a la aprobación de nuevos transgénicos y abrió así las puertas para el ingreso de las "nuevas" mercancías transgénicas de Monsanto. No es casual que la soja transgénica aparezca en muchas noticias: es simplemente un instrumento del control corporativo de la agricultura y el control territorial que llega de la mano de las agro-empresas y sus patrones, los grandes productores y las corporaciones transnacionales.
Por supuesto que cada uno de estos actores tiene mecanismos de acción diferenciados: las corporaciones permanecen silenciosas y hacen sus negocios mientras invierten enormes sumas en publicidad en los medios masivos de comunicación de manera de tenerlos siempre a su favor y que nunca se publiquen en ellos los cuestionamientos públicos que reciben. También son quienes logran los apoyos de Estados Unidos en aquellos casos en que se necesita la intervención política directa o bajo las sombras.
En cambio, los grandes productores sojeros son los que hacen el trabajo sucio con distinto grado de brutalidad, pero siempre brutalmente demuestran su desprecio por la vida y la dignidad humana para consagrarse al único dios que conocen: el Dios Dinero. Entonces ellos sí pueden cortar rutas, desabastecer ciudades, asesinar campesinos o dividir un país.
La República Unida de la Soja permanece con sus murallas altas y su reino de especulación y muerte en el poder. Puede ser que detrás de la caída del muro financiero del capitalismo global también empiecen a caer las murallas de esta República. Los pueblos están listos para seguir haciéndose cargo de sus vidas y su alimentación.
Argentina: Además de ser un océano de soja, arrasa también con la salud de la gente de campo
En contraposición al mapa virtual de Syngenta, existe un mundo real en que los campesinos son amenazados y despojados de sus tierras, sus bosques son devastados, su ganado y sus cultivos destruidos, y su salud es puesta en peligro por la fumigación que realizan los productores de soja RR.
Breve semblanza para explorar la extensión de las raíces de Monsanto y entender la maquinaria de un monopolio, por lo tanto, la ciencia y la salud detrás de los OMG (Organismos Modificados Genéticamente) no será cubierto en detalle.
Los OMG se crean mediante la inyección de virus y / o bacterias en una célula animal o vegetal, junto con el ADN de las formas de vida que nunca se mate en la naturaleza (como las arañas y cabras).
Hay pruebas extensas que los transgénicos son perjudiciales para la salud
El crecimiento de la mono-producción de soja incrementa "los problemas sociales que impactan en la salud, generando enfermedades emergentes de la pobreza y la migración interna", y provocan a la vez "más necesidad de presupuesto tanto para el sistema de salud pública como para las políticas sociales destinadas a estos grupos vulnerables". Estas conclusiones forman parte del trabajo "Los desafíos de la Argentina en torno al crecimiento rural a espaldas del medio ambiente y la salud", de la investigadora rosarina del CONICET María Alejandra Silva[17]y -aunque no sea su propósito- vienen a respaldar las recientes palabras del gobernador Hermes Binner respecto a que "el proceso de sojización ha significado vaciar el campo, que la gente migre a las ciudades, con oficios que no corresponden a las demandas que hoy tiene una ciudad, a vivir en los peores lugares, lo que genera planes sociales que nunca tendrán el valor del trabajo como elemento formador del individuo y la sociedad".
Es un hecho que con ayuda del diseñado de plantas y alimentos solo se ha logrado disminuir la calidad del esperma y la fecundidad en las mujeres. Ese conjunto se llama eugenesia del siglo XXI. Eliminación de razas "inferiores" así que, ya no es necesario realizar las guerras inmediatas y actos de violencia, porque la mayoría de la gente se está ejecutando ahora con armas biológicas. (Alimentos que consume la población, contienen todos los plaguicidas que penetran en las plantas). Estos organismos modificados genéticamente, puede reducir drásticamente la población en el largo plazo y se realiza de hecho. Numerosos estudios demuestran esto y está empeorando. Quieren reducir drásticamente el número de personas "inferiores" que les erosionan sólo los recursos valiosos. Quieren tener una reducción de la humanidad, debido a que asi hay menos gente "inferior" para controlar, o mejor, esclavizar. Es simplemente terrible porque es la amarga realidad, realidad cada vez mas progresiva.
Los OMG no se limitan a la alimentación, los productos químicos industriales de plástico y las drogas pueden ser cultivados en las plantas como el maíz, y hay una probabilidad abrumadora de que se hayan ingerido estas sustancias químicas y drogas, si se vive en Argentina.
Prácticas de negocios de Monsanto son corruptos, por ejemplo, ha habido casos en que las semillas que se venden como no OGM, fueron contaminadas por ellos.
La polinización cruzada es rampante y es un enorme problema, porque contaminan las granjas no OGM y ponen en peligro el suministro de alimentos. La mayoría de las personas no son conscientes de que hasta el 75% de su dieta diaria se compone de los alimentos OMG.
Todo esto es parte del Programa de las Naciones Unidas del Programa de Desarrollo Sostenible (recordemos que los Rockefeller tienen una influencia abrumadora en las Naciones Unidas). Monsanto promete que sus semillas son más prolíficas y pueden alimentar a más gente, esto es todo lo contrario.
La parte más impactante de esto es que el USDA[18]Co-propietario de una patente, junto con Monsanto, en un gen ("Terminator Gene") que pueden destruir los alimentos y ser usado como un arma biológica. (Ver párrafo).
El gen "Terminator" es una secuencia genética específica insertada en el ADN de una semilla. Una vez activado por un catalizador químico sintético de la elección del fabricante, la secuencia hace que las semillas hayan sido modificados para "cometer suicidio" después de una temporada, y no germinará si se plantan en una temporada posterior. y los cultivos que producen sean estériles. La planta en el proceso produce un veneno que reenvía en las semillas. Allí este veneno elimina la fertilidad para que estas ya no sean utilizables. Con esta tecnología, (si se lo propusieran) se podría acabar con los alimentos del planeta en una temporada.
Patentado por el USDA y Delta & Pine Land Co., ahora propiedad de Monsanto, esta tecnología "Terminator" no tiene beneficios agrícolas o económicas en agricultores y/o consumidores de los OGM. La única motivación es proteger los derechos de propiedad intelectual, de acuerdo con los propietarios de la tecnología. Los opositores sostienen que las sociedades sólo utilizará esta para exprimir más dinero de los agricultores y comenzar un monopolio de las semillas suicidas químicamente saturada. Las plantas transgénicas que ya ha demostrado la transferencia de ciertos genes un bacterias de las parientes silvestres. La posibilidad de que el gen "Terminator" pueda ser transferido no ha sido negado por nadie. De hecho, la tendencia de las plantas genéticamente manipuladas para "filtrar" los rasgos es que alcalce a otras. De hecho, el sentido común recomienda el gen "Terminator" no se extienda, porque la transferencia de genes a través de la hibridación se basa en gametos fértiles de cada especie, la producción de la misma se suprime por este gen.
El USDA y el co-propietario de la patente,(Monsanto) del gen "Terminator Gene" se comprometieron a no comercializarlo en 1999, sin embargo, en 2001, firmaron un acuerdo de comercialización. Siete años después, este último compró la patente y ahora está asociado con el USDA. Cabe recordar que este organismo gubernamental determina si una planta es segura para crecer y los OMG no son seguros para crecer.
El USDA también ha participado en la dispersión de las subvenciones ilegales a Monsanto, así como aplicar descuentos a los agricultores sobre las primas de seguro de las cosechas si utilizaban las semillas de Monsanto, lo que equivale a la aprobación del producto.
Recuerde que el USDA es socio comercial con Monsanto. Aquí es donde va el dinero de los impuestos. Se está pagando por intermedio del gobierno para envenenarse.
JD Rockefeller es famoso por la frase: "La competencia es un pecado." Por supuesto, los Rockefeller se juegan mucho en la biotecnología y la Fundación Rockefeller financió los centros de la biología y la investigación que condujo a la creación de organismos modificados genéticamente; el libro de William Engdahl[19]"Semillas de destrucción", es altamente recomendable para los detalles completos.
El gobierno de EE.UU. ha estado financiando la investigación de OGMs desde 1983; William Engdahl ha dicho que esto le dará el control de los propietarios de las semillas de alimentos en las regiones y naciones enteras, cuando se comercializa.
Muchas personas confían en la FDA (Food & Drug Administration) para determinar la seguridad de los alimentos o un producto. La FDA es corrupta, en particular en el ámbito de los OMG. La única "prueba" para la seguridad que se requiere es que el productor de OGM presente un informe sobre la seguridad de uno (del mismo autor) de los OMG nuevos. Este fraude se llevó a cabo por Michael Taylor[20]un abogado que fue a trabajar para la FDA y estableció el «Fin del ensayo". Pueden las empresas de semillas OMG prohibir cualquier ensayo de sus productos, mediante contrato, a sus compradores.
La política de motivación que los transgénicos son "sustancialmente equivalentes" a los alimentos y la comida, ya se ha decidido a estar a salvo. Sin embargo, este es un oxímoron, porque a fin de recibir una patente, el nuevo producto debe ser diferente.
La FDA ha hecho que sea ilegal para etiquetar los alimentos transgénicos que contienen OMG, ya que son GRAS[21]Algunas compañías, como Whole Foods[22]están comenzando a etiquetar sus productos como NO OMG.
La EPA[23]es responsable de determinar la seguridad de los OMG en el medio ambiente. Los organismos modificados genéticamente (OMG) pueden soportar más pesticidas y herbicidas que cultivos normales, por lo que varias de estas toxinas se utilizan y se ha producido una resistencia mayor a las toxinas. Ya se ha demostrado el polen de OMG es perjudicial para ciertos insectos muchos creen que la gran mortandad de abejas en los EE.UU. es el resultado de grandes cantidades de pesticidas rociados sobre los cultivos OGM, más aún, en algunos cultivos ya hay plaguicidas que figuran en su ADN.
EPA es una agencia corrupta que es incapaz de proteger la salud pública: hay más de 80.000 productos químicos usados hoy en día, pero sólo unos pocos cientos han sido probados a fines de saber si son seguros.
"Los datos son preocupantes", señala la investigadora Silva, directora del Grupo Salud de los Trabajadores de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, y enumera que entre los años 1988 y 2000 desaparecieron 100 mil productores; que en la región pampeana hay una alarmante tendencia hacia la concentración de la propiedad de la tierra y que la expansión de la frontera agropecuaria afecta gravemente la conservación de los bosques nativos y expulsa a sus pobladores.
El ingrediente más reciente de ese inventario es que "la opción de la producción masiva de biocombustibles a base de soja y maíz para la exportación en un momento histórico caracterizado por el fin de la etapa del combustible fósil barato en el mundo, puede generar en el país un reemplazo de la producción de alimentos, el aumento del precio de los mismos, la deforestación indiscriminada de bosques nativos, la contaminación producida por el uso de los agroquímicos y la erosión de los suelos".
Este modelo provoca un gran impacto social porque "aumenta la migración de mano de obra desocupada por un sistema productivo que requiere tecnología", idea que Silva respalda con testimonios recogidos entre los propios campesinos que deben migrar: "La tierra es donde uno se desarrolla con la familia y todo. Es muy importante. No es lo mismo que te arrinconen en un barrio, en el que no te podes desarrollar. Al campesino, llevarlo al pueblo, a las ciudades, es como atarle las manos. En el pueblo tienen que ser dependientes de la comuna".
Cómo serán las consecuencias de la sojización que "quienes se benefician con este modelo también reconocen el impacto social del modelo", señala la investigadora, y recuerda palabras del presidente de la Asociación de la Cadena de Soja Argentina (ACSOJA), ingeniero Rodolfo Rossi: "Hay que reconocer que hay índices de reducción del número de productores en países como la Argentina, y una situación económica particular que no satisface a todos".
En este contexto, la salud no parece ser un problema central en dicha cadena de la soja, al punto de que en 2006 más de 16 millones de hectáreas de la Argentina fueron utilizadas para cultivar soja RR (resistente al herbicida tóxico: Ram Rod de Monsanto), que contamina el agua de las napas.
Silva recuerda que "algunos académicos europeos plantean la existencia de nuevas pruebas de peligro de la exposición humana al herbicida Roundup que se usa en los cultivos de soja. Un grupo de científicos encabezados por el bioquímico Gilles-Eric Serafini[24]de la Universidad de Caen (Francia) demostró que las células de placenta humana son muy sensibles al Roundup, demostrando en un estudio epidemiológico en Ontario que la exposición a dicho producto casi duplica el riesgo de abortos espontáneos en gestaciones avanzadas. Algo similar plantea el bioquímica Paggi[25]cuando rescata la revisión toxicológica del glifosato conducida por un equipo de Estados Unidos que indica efectos adversos en todas las categorías: subcrónicos, crónicos, carcinogeneticos, mutagénicos y reproductivos".
Igualmente, se registraron casos de poblaciones con problemas de salud ligados a los agroquímicos o con impactos en el medio ambiente, como se observó en diferentes zonas de las provincias de Formosa, Misiones, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. En esta última se pudieron ver denuncias en localidades como Alejandra, Recreo, Avellaneda, San Eduardo, San Lorenzo, San Cristóbal, Aeropuerto de Rosario, Granja La Verdecita en ciudad de Santa Fe, Las Petacas y Venado Tuerto.
En los alrededores de la ciudad de Córdoba, existe un barrio llamado Ituazingó cuyos pobladores sufren hace años la condena de los plaguicidas. Al estar cercado por plantaciones de soja, la población sufre de una lluvia continua de agrotóxicos que ha derivado en enfermedad y muerte. Entre sus 500 habitantes han aparecido múltiples casos de cáncer, leucemia y malformaciones congénitas. Los productores de soja realizan fumigaciones aéreas y terrestres de agroquímicos como glifosato o endosulfan, las cuales, ya sabemos, afectan directamente a los pobladores.
La utilización de agroquímicos muestra una tendencia creciente, acentuada después de la crisis de 2001, ya que dos años después se incrementaron las ventas un 32 % con "marcado aumento de productos importados más baratos, pero con escaso respaldo técnico y calidad certificada y de marcas poco reconocidas". La cantidad comercializada se triplicó en la última década, con un aumento marcado de los insumos para la siembra directa, predominando los herbicidas y dentro de éstos, los glifosatos que se aplican en la soja y en los barbechos químicos. Grupos de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral encontraron sustancias tóxicas en granos maduros y verdes de soja, así como también en el suelo usado para la siembra, lo que causa la contaminación de las capas freáticas. También, un estudio realizado en 2001, demostró que existían restos de glifosato y endosulfán en soja verde, los productos alimenticios que se obtienen de estos granos, de haber sido presentados en un primer momento como "el alimento ideal", ahora son cuestionados desde el ámbito científico debido a su alto grado de exposición a los plaguicidas.
Marie Trigona[26]Crítica del modelo de agricultura de soja intensificó recientemente la investigación lanzada por la escuela de medicina superior de la Argentina mostró que un líder químico utilizado en el cultivo de soja puede ser perjudicial para la salud humana. El estudio ha alarmado a los responsables políticos en la nación sudamericana.
Este estudio fue dirigido por un líder en embriología, Dr. Andrés Carrasco, profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires. En su Oficina en la escuela superior de medicina de la nación, muestra los resultados del estudio, el glifosato, patentado por Monsanto bajo el nombre de "Round Up" causa defectos de nacimiento cuando se aplican en dosis mucho menores de lo que comúnmente se utiliza en campos de soja. Fotos de defectos de nacimiento en los embriones de los anfibios de rana expuestos a glifosato, así lo demuestran. Los embriones de rana crecidos que parecía algo de una película de terror futurista, criaturas con defectos visibles y un ojo el tamaño de la cabeza, deformaciones de la médula espinal y los riñones que no están plenamente desarrollados.
El Dr. Carrasco informa que embriones procedentes de un óvulo fertilizado sobrevivieron el estado hasta la etapa de larva, desarrollando defectos obvios que pondrían en peligro su habilidad para vivir en su hábitat normal, "en el lado donde se inyectó la celda contaminada se pueden ver defectos en el ojo y defectos en el cartílago." Durante los últimos 15 meses, el equipo de investigación del Dr. Carrasco documentós reacciones de embriones sometidos al glifosato.
Embriológicos de estudio se basan en la premisa de que todos los animales vertebrados comparten un diseño común durante las etapas de desarrollo. Esto es aceptado por los medios científicos, con esta premisa el estudio indica que las células embrionarias humanas expuestas a glifosato, incluso en dosis bajas, también sufren defectos.
En 2002, un estudio de la Sociedad Real del Reino Unido recomendó especial cuidado con los alimentos transgénicos destinados a bebés: "Existe el riesgo de que los bebés alimentados artificialmente puedan desnutrirse si se les alimenta con fórmulas lácteas a base de productos transgénicos, dado que esos alimentos no están reglamentados ni han sido probados adecuadamente" (Daily Telegraph, 5 de febrero de 2002).
"Cuando un campo es fumigado por un avión, es difícil de medir cuánto glifosato permanece en el cuerpo," dice el Dr. Carrasco. "Cuando se inyectan las células embrionarias con glifosato, usted sabe exactamente cuánto glifosato está poniendo en la celda y tienes un estricto control".
Según la FAO, los plaguicidas son causantes de más de 20 mil muertes accidentales al año. Las malas condiciones en las que trabajan la mayoría de los campesinos en Latinoamérica los expone, aún más, a los daños de los agroquímicos, muchos no cuentan con el equipo necesario para evitar el contacto de los productos en su piel, otros no saben leer los rótulos con las instrucciones de aplicación de los mismos; y nada pueden hacer cuando sus comunidades, casas y familias son rociados por la lluvia fumigadora de los aviones.
El glifosato es el más vendido de los herbicidas en el mundo y es ampliamente utilizado en los cultivos de soja en Argentina.
Para colmo de males, los programas de ayuda alimentaria para los pobres ("Bio-Solidaridad") se basan en la soja, cuando se comen en exceso, puede tener efectos inhibitorios sobre el hierro, calcio, zinc y la absorción de Silver1 B12. Hace unos años, la Argentina utiliza para producir alimentos variados y saludables para ocho veces su población. Ahora, en el país de la carne, «los pobres están siendo alimentados con cultivos utilizados para la alimentación animal en los países desarrollados.»
Otro problema es la elaboración, formulación, transporte, almacenamiento, distribución, fraccionamiento, expendio, aplicación y destrucción de envases de los agroquímicos. En el caso de la provincia de Santa Fe se encuentra legislado pero "hay un cumplimiento laxo por parte de proveedores, productores y control de policía del Estado", precisa Silva. Más aun, de acuerdo a un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA, "la decisión de comprar agroquímicos se realiza bajo presión de los proveedores, con criterios exclusivamente economicistas, desconociendo las pautas de almacenamiento y utilización según la toxicidad de los mismos".
De acuerdo a estudios realizados en provincia de Buenos Aires, también es de resaltar que los niños son quienes sufren más casos de intoxicación, aunque la mayoría de las veces pasen desapercibidos o no se detecten. No siempre son llevados a los centros de salud y cuando concurren suelen ser atendidos por manifestaciones y síntomas visibles antes que por los determinantes del problema. Los niños se exponen en el hogar, en el trabajo de sus padres cuando los acompañan o cuando ellos mismos realizan tareas agrícolas: cosecha de frutas, desbrotes, etc.
Mientras tanto, "es escasa o nula la reflexión sobre la sustentabilidad ambiental y sanitaria del modo de crecimiento del sector rural", admite la investigadora del CONICET, agregando que "la naturaleza cultural nos lleva a utilizar agroquímicos de manera indiscriminada, despreocupados por el impacto que pueden ocasionar en el medio ambiente y la salud de los trabajadores, su familia y la comunidad lindera. Dichas representaciones y prácticas responden a la lógica económica que subyace al modelo agroexportador predominante, más preocupado por el crecimiento que por el desarrollo rural".
Frente a ello, Silva plantea como desafío en el sector rural "agregar a la mirada del crecimiento económico, aquellos aspectos que hacen a la sustentabilidad ambiental y de salud. En suma, se requiere comprender que lograr un crecimiento sostenido no es lo mismo que lograr un desarrollo sustentable donde se logre el abordaje de la siniestralidad laboral y del impacto de los agroquímicos en la salud del ecosistema y la población".
Monsanto accede más rápido a los mercados mundiales
Monsanto se compromete a comprar las operaciones de Cargill[27]Internacional de Semillas en América Central y América Latina, Europa, Asia, África. Cargill, con sede en Minneapolis, Minnesota, es una comercializadora internacional, tiene una posición de liderazgo en las semillas oleaginosas a nivel mundial y es una de las pocas compañías con presencia de larga data en Asia, Centroamérica y América Latina. Procesador y distribuidor de productos agrícolas, alimentos, financieras e industriales productos con cerca de 79.000 empleados en más de 1.000 lugares en 72 países y con las actividades de negocios en 100 más. Su negocio internacional de semillas emplea aproximadamente a 2.200 personas.
En ST. LOUIS, el 29 de junio. Monsanto Company (NYSE: MTC) y Cargill, Incorporated, anunciaron que han firmado un definitivo acuerdo:
Monsanto compra las operaciones internacionales de las semillas de Cargill en América Central y América Latina, Europa, Asia y África por US $ 1,4 mil millones.
Esta adquisición incluye la investigación de semillas, la producción y las instalaciones de ensayo en 24 países y ventas y operaciones de distribución en 51 países de las cinco regiones. Como se sabe Cargill se especializa en el desarrollo y la comercialización de maíz, girasol y semillas, soja, alfalfa, sorgo, trigo y semillas de arroz híbrido.
La adquisición no incluye las operaciones de Cargill de semillas en los Estados Unidos y Canadá o de los comerciantes agrícolas Cargill en el Reino Unido.
Dijo Ernesto S. Micek, presidente de Cargill y consejero delegado. "Este acuerdo combina germoplasma excelente de Cargill e internacionales de investigación, comercialización y la red de distribución con el liderazgo de Monsanto en biotecnología ". "La revolución de la biotecnología está cambiando rápidamente el mercado internacional de semillas la industria, y Monsanto ha sido un actor clave en este campo".
Dijo Hendrik A. Verfaillie, presidente de Monsanto. "El potencial de nuestros rasgos de biotecnología existentes fuera de Norteamérica es aproximadamente el doble de superficie el potencial de América del Norte. Cargill La empresa internacional de semillas nos da un acceso más rápido a estos mercados mundiales".
"Podemos acelerar la comercialización a través de canales de distribución establecidos que traerán estos y nuestros rasgos futuro agronómicas y de calidad a más los agricultores de todo el mundo en las variedades que quieren crecer".
Conclusión
En conclusión, es innegable que el nuestro gobierno es profundamente cómplice de la despoblación a través del control de alimentos. Es alarmante que los científicos de Monsanto y otros aficionados estén llevando a cabo nuevas creaciones OMG por sí mismos, lo cual podría tener resultados catastróficos. Aunque esta opción podría romper el monopolio de Monsanto, no es ciertamente la mejor manera de ir. Hasta ahora, no existen pruebas de que las plantas manipuladas genéticamente beneficien a la naturaleza, al aire o al agua. Por el contrario, tienden a necesitar más herbicidas, por lo tanto contaminan todavía más el ambiente. Y el segundo tipo de plantas transgénicas mata también insectos beneficiosos, es decir que alteran el equilibrio ambiental.
Es igualmente falso que las plantas transgénicas ayuden a prevenir la desforestación. La mayoría de los cultivos manipulados genéticamente (soja, maíz y algodón) son bienes de exportación y requieren vastas áreas de tierra. Así, los grandes agricultores compran más y más bosques en todo Brasil para sustituirlos por cultivos de soja.
Una solución sería educar a las familias, educar a los amigos, y especialmente la educación de los agricultores es fundamental. Que los gobiernos eviten la participación de los EE.UU. esta es especialmente preocupante, en relación con la esterilidad del gen "Terminator" y necesita ser expuesta por todas partes.
Monsanto tiene una larga historia de la mentira, el cabildeo, sobornar y presionar a los científicos y funcionarios del gobierno con el fin de mantener su monopolio en el lugar.
Monsanto ha utilizado prácticas de negocio muy sucio para acaparar el mercado de semillas.
Dentro de los contratos de Monsanto existen disposiciones como ordenar la destrucción de todas las semillas de compañías que pasan a ser de su de la propiedad, Monsanto compra muy barato en el proceso licitatorio.
Estos son algunos números que nos ayudan a entender el modus operandis, (La forma legal utilizada) de Monsanto en su arremetida contra los campesinos:
Número de campesinos estadounidenses investigados anualmente por Monsanto, 500.
Presupuesto anual de Monsanto destinado a investigar y procesar granjeros en Estados Unidos, 10 millones de dólares.
Ganancia más grande registrado a favor de Monsanto como resultado del juicio por la demanda a un granjero, 3.052.800 dólares.
Ganancias que obtuvo Monsanto hasta el año 2005 por demandas a granjeros, 12 millones de dólares.
Sentencia de prisión más larga, dada a un granjero de Tennesse, condenado por violar un acuerdo con Monsanto, 8 meses.
El caso de Percy Schmeiser: En 1998, Percy Schmeiser, un agricultor canadiense de 71 años de edad, recibió una demanda por parte de la compañía Monsanto por "utilizar ilegalmente" semillas de cánola[28]de la empresa. El agricultor alegó que su cultivo de cánola tradicional fue contaminado por cánola transgénica que sembraron sus vecinos, él nunca compró ni sembró semillas transgénicas de la empresa, pero esto no sirvió para que la corte fallara en favor de la compañía y el agricultor tuviera que pagar 153 mil dólares (un millón 600 mil pesos, aproximadamente) por daños a la empresa. (Se recuerda que, las semillas que caen de los camiones, por acción del viento y polinización por insectos, llegan a las tierras agrícolas no transgénicos y contaminan campos que no sembraron OGM. Así, muchos otros campesinos, principalmente en Estados Unidos, han recibido demandas por parte de la empresa, con pocas posibilidades de ganar aunque la razón esté de su lado.
Otra manera de como Monsanto ha eliminado la competencia es a través de la retención de semillas no OMG en el mercado. También han socavado sus precios, haciendo que su producto más barato parece ser un buen negocio para los agricultores.
Las últimas noticias sobre los efectos perjudiciales de los OGM han sido suprimidas, como en el caso de algunos investigadores de noticias, por caso Jane Akre y su marido Steve Wilson,de Fox Tv, sobre la hormona rBHG, (hormona de crecimiento bovino), la hormona, que puede dañar a las vacas, fue aprobado por el gobierno de EE.UU. como un medicamento veterinario sin pruebas adecuadas de la forma en que afectaba a los niños y los adultos que beben la leche "Got Milk". El gobierno ha permitido que la leche tranquilamente se haya adulterado con los efectos de la hormona sintética (rBGH). La presión del fabricante de dicha hormona, Monsanto, logró que fueran despedidos y que gran parte de lo que descubrieron fuera escondido bajo la alfombra.
Tienen los medios financieros para hacer esto, de alguna manera, tendremos nosotros (ya que el gobierno no quiere ni puede hacerlo), que librar una batalla a tiempo completo contra un gigante manipulador.
Bibliografía
Monsanto http://www.monsanto.com
Walter A. Pengue Cultivos Transgénicos ¿Hacia dónde vamos?Editorial – UNESCO Buenos Aires, 2000
Diario La Nación: Sábado 27 de diciembre de 2003, Suplemento Campo, Pág. 6
http://www.gepama.com.ar/ http://www.sourcewatch.org/index.php?title=Monsanto_and_the_Roundup_Ready_Controversy
http://www.journalstar.com/articles/2008/08/11/news/business/doc489ca0145fe6c500201124.txt
http://webs.sinectis.com.ar/wapengue/
http://www.eldiplo.org/dossier.php3?numero=31&dossier=018
http://www.analisisdigital.com.ar/
http://www.unl.edu.ar/noticias/noticia.php?nid=6481
http://www.buscagro.info/
http://www.elciudadano.cl
http://www.foxbghsuit.com/
http://www.prwatch.org
http://www.organicconsumers.org/rbgh/moreakrestuff.cfm
Autor:
Luque, Jorge
[1] Agracetus: Con sede en Middleton, Wisconsin, fue fundada en 1981 y ha sido parte de Monsanto desde 1996. Se trata de una instalación especializada en el cultivo de plantas. Es el centro de excelencia de Monsanto para la transformación de la soja y la investigación, incluyendo la biología molecular, cultivo de tejidos, la agronomía, fisiología vegetal, y la genética.
[2] United States Department of Agriculture (USDA por sus siglas en Inglés)
[3] Nidera: fundada en Holanda tiene su sede en Rotterdam, es una compañía internacional de comercio y agro-negocios con fuertes raíces tradicionales en Europa y Argentina. En Argentina participa en la I + D de libros agronómicas y en una gama de insumos agrícolas. Desde 2006 está activo en el mercado de la bioenergía y en 2007 se va hacia el mercado de la energía al volverse activo en la industria de energía verde.
[4] GRAIN: organización internacional sin fines de lucro que trabaja apoyando a campesinos y agricultores en pequeña escala y a movimientos sociales en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente.
[5] Glifosato (N-fosfonometilglicina, C3H8NO5P, CAS 1071-83-6) herbicida no selectivo de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes. Es un herbicida total. Es absorbido por las hojas y no por las raíces. Su aplicación mata las plantas debido a que suprime su capacidad de generar aminoácidos aromáticos.
[6] CONABIA evalúa los posibles riesgos que puede causar la introducción del cultivo transgénico en los agro ecosistemas. Esta evaluación ocurre en dos etapas. Durante la primera, la CONABIA determina si el cultivo transgénico puede o no ensayarse en condiciones experimentales en el campo (condiciones de confinamiento). Durante la segunda, que transcurre después de tales ensayos, la CONABIA evalúa la posibilidad de que el cultivo transgénico se siembre en gran escala (no confinado). Como resultado final, autoriza la liberación del cultivo transgénico para su siembra a escala comercial.
[7] "Roundup Ready": Roundup o redondear al alza.
[8] Dicamba (3,6-dicloro-2-ácido methoxybenzoic) registrado en USA en 1967 y pertenece a la familia de herbicidas del grupo de los ácidos aromáticos. Controla malezas de hojas anchas, anuales o perennes, en cultivos de cereales y en pasturas.
[9] Atrazina C8H14ClN5 : herbicida artificial para controlar el crecimiento de malas hierbas en la agricultura, inhibe el proceso fotosintético de las plantas. La atrazina pura es un polvo blanco sin olor, no muy volátil, reactivo o inflamable.
[10] Endosulfán: insecticida y acaricida organoclorado. Es un disruptor endocrino. A causa de su alta toxicidad y su alto potencial de bioacumulación y contaminación ambienta. Prohibido en más de 50 países, incluyendo la Unión Europea y varias naciones de Asia y África occidental, aún se usa extensamente en muchos otros países como India, Brasil, y Australia. Una prohibición global sobre el uso y fabricación de endosulfán está siendo considerada bajo el Convenio de Estocolmo
[11] Walter Alberto Pengue: Ingeniero Agrónomo (con especialización en genética vegetal) y Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales de la Universidad de Buenos Aires. Doctor en Agroecología (UE). Director del Programa de Actualización en Economía Ecológica. Coordinador del Área en el GEPAMA. Profesor Titular Area Ecología Urbana, Economía Ecológica, Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto del Conurbano. Ingeniero Agrónomo (con especialización en genética vegetal) y Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales de la Universidad de Buenos Aires. Doctor en Agroecología (UE). Profesor de grado y posgrado de Economía Ecológica, Ecología Política, Agroecología tanto en las universidades nacionales de Buenos Aires, General Sarmiento y Rosario como extranjeras. Es miembro del Consejo Científico de la Sociedad Internacional de Economía Ecológica, ISEE. Actual Presidente (2008-2010) de la Sociedad Argentino Uruguaya de Economía Ecológica, [ASAUEE www.gepama.com.ar/asauee]. Conferencista internacional sobre temas ambientales, de agricultura y seguridad alimentaria. Autor de tres libros sobre cuestiones ambientales, con el apoyo de UNESCO y PNUMA, capítulos de libros y documentos científicos sobre los impactos económicos y ecológicos de los procesos de transformación tecnológica.
[12] Los Grobo: grupo económico argentino con eje en la producción y exportación agroindustrial alimentaria en la Argentina, Paraguay y Uruguay. Tiene su sede en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires. Dirigido por la familia Grobocopatel, de ahí su denominación, uno de los principales grupos empresariales de la Argentina. Es el primer productor de trigo del país y el segundo de soja. Gustavo Grobocopatel ha recibido el mote de "Rey de la Soja".
[13] Syngenta Compañía dedicada a la protección de cultivos, investigación, desarrollo, producción y comercialización de semillas.
[14] Branco Marinkovic: 21/8/1967 Ingeniero Electromecánico, economista, ganadero, gerente general de Industrias Oleaginosas S.A. (IOL), accionista y director del Banco Económico. Ex director de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Cámara de Industrias, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).
[15] Bienvenido Melgarejo: el primer luchador campesino de la Asociación de Agricultores del Alto Paraná (ASAGRAPA). asesinado bajo el gobierno de Lugo, el sábado 4 de octubre de 2008.
[16] CTNBio: Órgano colegiado multidisciplinario, por la Ley Nº 11,105 del 24 de marzo de 2005, cuyo objetivo es proporcionar mano técnica y asesorar al Gobierno Federal en la disputa, actualización y aplicación de la Política Nacional de Bioseguridad de los OMG y como el establecimiento de normas técnicas de seguridad y técnicos asesorar sobre la protección de la salud humana, los organismos vivos y el medio ambiente, las actividades impliquen la construcción, la experimentación, cultivo, manipulación, transporte, comercialización, consumo, almacenamiento, disposición de organismos liberación y modificado genéticamente y sus productos.
[17] María Alejandra Silva científica del CONICET que realizó estudios, sobre denuncias por intoxicación con agroquímicos en varias localidades de toda la República. Trabajo publicado el 4-2-08
[18] United States Department of Agriculture (USDA por sus siglas en Inglés)
[19] F. William Engdahl Periodista estadounidense. Ha publicado numerosos libros dedicados a los problemas energéticos y cuestiones de geopolítica. Sus obras de más reciente publicación en francés son Pétrole, une guerre d’un siècle: L’ordre mondial anglo-américain (Jean-Cyrille Godefroy éd., 2007) y OGM: semences de destruction: L’arme de la faim (Jean-Cyrille Godefroy éd., 2008).
[20] Michael Taylor (primo segundo de Tipper Gore) es conocido por la "puerta giratoria" entre el gobierno de los EE.UU. y Monsanto. Fue recientemente elegido por Obama como el Comisionado Adjunto para los alimentos de la FDA.
[21] Generally Recognized As Safe "GRAS" es un acrónimo de la frase generalmente reconocida como seguros.
[22] WF es una cadena de supermercados fundada en 1980 en Austin Texas. Hoy, es una cadena líder en productos naturales y orgánicos con más de 270 tiendas en EEUU y el Reino Unido. La alimentación que WF ofrece, se focaliza en la mejor calidad posible y en productos totalmente orgánicos que desechen todo tipo de aditivos y conservantes, favoreciendo la compra a granjeros locales y regionales, con el propósito de mantener una agricultura sostenible.
[23] Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.
[24] Gilles-Eric Serafini es profesor universitario e investigador en biología molecular en la Universidad de Caen, (Francia). Él es también el autor de un libro titulado OGM, Le Vrai Débat (alimentos modificados genéticamente, el debate real). Fue uno de los primeros científicos en alertar a la opinión pública contra los riesgos vinculados a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM). En esta entrevista, nos recuerda algunos hechos básicos acerca de los OGM y nos dice acerca de la amenaza que representan.
[25] Susana José de Paggi: Profesora de Ciencias Naturales Magister en Ecología Acuática Continental Dra. en Ciencias Naturales. Investigador Independiente CONICET. Profesor Titular de Limnología. Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Universidad Nacional del Litoral.
[26] Marie Trigona es una escritora, traductora y productora de radio con sede en América del Sur. Su blog: www.mujereslibres.blogspot.com
[27] Cargill: fundada en 1865, corporación multinacional privada, con base en Minnesota, EE. UU. La mayor corporación estadounidense (en lo que respecta a las ganancias). Sus actividades comerciales incluyen la compra, venta, procesado y distribución de granos y otras mercancías agriculturales, el cultivo y venta de forraje ganadero, y la venta de ingredientes para la industria farmacéutica. Son 75 empresas organizadas en torno a cinco grandes segmentos: Servicios de Agricultura, Ingredientes de Alimentos y Aplicaciones, Origen y Procesamiento, Manejo de Riesgo y Financieros, y el industrial.
[28] CANOLA: pertenece a la familia de las crucíferas y las principales especies aceiteras son: Brassica napus y B. campestris, las variedades son alógamas de polinización cruzada, la cual se realiza por insectos y el viento. El fruto en forma de vaina de 3 a 4 mm de ancho y 6 cm de largo. Contiene de 15 a 40 semillas. El contenido de aceite de la semilla varía de 40 a 45 %; constituido por más del 60% de ácido graso oleico y un bajo contenido de grasas saturadas. El aceite de canola es el aceite vegetal líder en el Canadá, país con el consumo más alto per cápita a nivel mundial. Estados Unidos le vende aproximadamente el 70% de aceite.
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