Plan de Actividades deportivas recreativas para la incorporación de los adolescentes en El Cayo (página 2)
Enviado por Juan Ruiz Ortíz
El objetivo común a todos los individuos es el bienestar comunitario, el progreso y el mejoramiento. El medio de impulsar el mejoramiento general y de alcanzar objetivos específicos es la organización de la comunidad, haciendo que los recursos existentes satisfagan las necesidades de la población. Por lo que pudiera afirmarse que la comunidad es el agrupamiento de personas concebido como unidad social, cuyos miembros participan de algún rasgo común (intereses, o objetivos, funciones), con sentido de pertenencia, situado en una determinada área geográfica, en la cual la pluralidad de personas interactúan intensamente entre sí e influyen de forma activa-pasiva en lo material y espiritual de su entono.
En las comunidades por lo general, existen estructuras y redes de servicios, que se corresponden con los modelos políticos y económicos que los estados enfrentan. Por tanto, el asunto no es diseñar nuevas estructuras, figuras y personalidades en las comunidades sino organizar y adecuar a las necesidades de la comunidad las existentes, exigiendo que funcionen bien o de la mejor manera posible.
Sin embargo, es preciso admitir que se ha hablado de desarrollo comunitario u organización de la comunidad, se han planificado y diseñado intervenciones comunitarias para promover y animar la participación de sus pobladores en el complejo proceso de autodesarrollo sin un análisis teórico y científico del proceso de desarrollo, de su complejidad en lo social y la necesidad de sus adecuaciones a las características de la comunidad, sin una interpretación conceptual del desarrollo como proceso objetivo universal.
A partir de la creación de los Consejos Populares en Cuba en el año 1977 en todas las comunidades, se introduce una estructura de dirección con formada por representantes de organismos que tienen el encargo social de prestar servicios a la población, dentro de ellos, el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), con un promotor de la recreación, es el profesional capacitado y encargado de llevar a la práctica social el Programa Nacional de Recreación Física. Para el trabajo del deporte, la recreación y la promoción de la salud esta estructura en la base ha sido muy beneficiosa ya que se ha establecido un sistema de trabajo alrededor de los presidentes de los Consejos Populares, mediante los cuales se ha situado a un compañero del deporte, al igual que de otras ramas, para atender la coordinación de todas las actividades que se programa mensualmente, en el territorio del Consejo Popular, al establecerse esta coordinación se produce una mayor cohesión organizativa entre todas las entidades administrativas, políticas y de masas, lográndose en la prestación de servicios una mayor racionalización de las potencialidades de la comunidad, al apoyarse mutuamente los diferentes organismos en su gestión de servicios a la población. El promotor de recreación de esta manera ha de lograr un mayor desarrollo de actividades en la comunidad, incluso también se aprecia más apoyo para la obtención de recursos de deshechos de las empresas del territorio para la creación de su propia base material, convirtiéndose en un agente de cambio social capaz de crear cambios significativos en el uso del tiempo libre de la población.
En las comunidades resulta esencial el desarrollo de sentimientos de pertenencia, la identificación del individuo con su barrio, su zona de residencia, sus habitantes, sus normas, sus costumbres, sus tradiciones, sus formas de relacionarse y su estilo de vida en general. Es un factor poderoso para movilizar a los pobladores, para planearse metas comunes y trabajar de conjunto por el alcance de estas, la solución de problemas y el desarrollo de la comunidad: es la base de la cohesión y la cooperación entre los habitantes. La comunidad ha sido un escenario importante durante todo el desarrollo histórico de la nación cubana, por lo que surge así el trabajo comunitario, sobre todo como acción de alcance estratégico, que debe aglutinar a toda la población para la ampliación de la base popular del proceso socialista. Constituye un medio eficaz para el desarrollo de la personalidad de los individuos, ya que la misma brinda a la población todas las posibilidades para interactuar con la familia, vecinos, poner de manifiesto valores como la solidaridad, el colectivismo, la cooperación, entre otros. A través de ella se profundizan las relaciones afectivas, se fortalecen las relaciones intergeneracionales, la aceptación de las diferencias (edad, sexo y raza).
Para establecer un adecuado trabajo comunitario se debe partir de los intereses y necesidades de la población, respetar la diversidad de las tradiciones y características culturales determinadas por la historia. Un elemento central de la vida comunitaria es la actividad económica, sobre todo en su proyección más vinculada a la vida cotidiana. Pero junto a la actividad económica, y como parte esencial de la vida en la comunidad están las necesidades sociales, tales como: la educación, el deporte, la salud, la cultura, el deporte, la recreación entre otras, todas ellas integran una unidad y exigen un esfuerzo de cooperación. Por trabajo comunitario se debe entender como el conjunto de acciones teóricas (de proyección) y prácticas (de ejecución) dirigidas a la comunidad con el fin de estimular, impulsar y lograr su desarrollo social, por medio de un proceso continuo, permanente, complejo e integral de destrucción, conservación, cambio y creación a partir de la participación activa y consciente de sus pobladores.
El objetivo principal del trabajo comunitario es transformar la comunidad mediante su protagonismo en la toma de decisiones, de acuerdo con las necesidades, a partir de sus propios recursos y potencialidades, propiciando cambios en los estilos de vida, en correspondencia con sus tradiciones e identidad y el fortalecimiento de su actividad económica y sociopolítica. El trabajo comunitario se concreta en dos niveles: macro y micro social. A nivel macro constituye un elemento importante del contenido de la política social de la nación, porque el desarrollo social de la comunidad tiene que ser planificado, respaldado materialmente y en correspondencia con las estrategias de desarrollo, según el sistema social vigente.
La necesidad de accionar en la comunidad permite afirmar que la importancia del trabajo comunitario radica en la posibilidad de atender mejor y de forma coordinada a las necesidades que la población expresa; aprovechar mejor los recursos disponibles e incorporar de forma activa a la vida social, económica y política del país a todos los pobladores a través del protagonismo de la población.
Por todo lo anteriormente expuesto el INDER despliega un meritorio trabajo a través del promotor de la recreación, el cual desarrolla en la comunidad una serie de actividades deportivas recreativas, con el fin de involucrar a toda la población con su participación de forma sistemática y masiva.
El conjunto de actividades deportivas recreativas reviste una gran importancia social ya que no sólo juega un rol recreativo sino también educativo, desde el punto de vista recreativo permite la utilización del tiempo libre de una forma sana para toda la población dentro de la comunidad, brinda la posibilidad de realizar ejercicios físicos que contribuyan de esta forma a la salud y al bienestar espiritual y la posibilidad de satisfacer sus necesidades recreativas con actividades plenamente organizadas y planificadas.
En la asamblea Mundial de la Salud de 2002, la Dra. Harlem Brundtland, Directora General de la Organización Mundial de la salud, reconoció que se dispone de un remedio inmediato, seguro y fiable para algunos de los riegos principales derivados de un consumo no saludable, que es gratuito. Sirve tanto a los ricos como a los pobres, a los hombres y las mujeres. A los jóvenes y los ancianos. Destacando que se trata de la actividad física recreativa. Al menos 30 minutos diarios, para evitar una de las causas más importantes productoras o coadyuvantes de enfermedad y muerte (infarto de miocardio o accidentes cerebro vasculares, entre otros).
La participación en las actividades deportivas recreativas es de suma importancia, ya que a través de ellas se desarrollan sentimientos, conocimientos y habilidades que satisfacen las necesidades espirituales de quienes la practiquen, profundizan su identidad y compromiso, además de fomentar valores. Estas actividades constituyen acciones de socialización que tiende a crear vínculos entre los participantes, produciéndose un proceso de identificación entre sí y a la vez con el entorno, contribuyendo también al mejor disfrute y conocimiento de la oferta recreativa, y en consecuencia, aumentando el nivel de satisfacción de las expectativas individuales y la integración social. La función principal de cualquiera de estas actividades es lograr una elevada y plena satisfacción de la población. La necesidad de asegurar una participación masiva de la población y elevar el número de opciones recreativas, requieren transformar las concepciones que actualmente existen en torno a la recreación y definir nuevas formas de trabajo.
La actividad recreativa puede convertirse en actividad comprometida porque se establece un compromiso ante una determinada institución o grupo social. Pero lo importante más allá de las denominaciones, es que el individuo pueda gozar de un tiempo para sí, en el que elige libremente y según su voluntad entre el descanso, el entretenimiento, el desarrollo o el servicio voluntario.
A partir de los elementos antes señalados y tomando como punto de partida la recreación sana como la opción ideal para ocupar positivamente el tiempo libre y como una vía importante en la formación de valores, se considera de vital importancia la satisfacción de las necesidades o intereses recreativos de la población, en tanto esto contribuirá a la formación adecuada de la personalidad, adquiriendo un desarrollo pleno de la misma, con recursos y valores morales en correspondencia con la sociedad. La importancia de una adecuada utilización de este tiempo es más compleja aún, ya que puede constituir un elemento regulador en la prevención de conductas antisociales y delictivas.
Devís y Peiró, (1993), infieren que de esta manera que: la promoción de la salud en general, la actividad física en particular, deberían situarse en lugar prioritario a nivel social y cultural, ya que la realización o no de las actividades físicas y deportivas es una conducta más dentro del estilo de vida que, en algunas situaciones, pueden llega a ser la más determinante para la salud. Dicho estilo de vida está condicionado por una serie de factores, que según Mendoza y Col son:
1- Características individuales-genéticas o adquiridas (personalidad, intereses, educación, entre otros).
2- Entorno microsocial (vivienda, familia, amigos, entre otros).
3- Entono macrosocial (cultura imperante, medios de comunicación, sistema social, y otros).
En los trabajos de Torres, (1998) se plantea que es evidente que el niño o el joven no viven dentro de una burbuja impermeable en un compartimiento estancado, sino que viven, inmersos en un medio social, con sus costumbres y normas, con las que interactúan a través del proceso de socialización. Los niños van a aprender determinados comportamientos, valores y actitudes, mediante los diferentes factores que influyen en dicho proceso de socialización.
Las actividades deportivas recreativas es uno de los factores influyentes en el proceso de socialización, las mismas no trasmiten conocimientos en forma expositiva y autoritaria, sino que moldean las opiniones, influyen sobre los criterios que tienen las personas respecto a la sociedad, sus problemas y sus soluciones, así como trasmiten de manea emocional y recreativa, informaciones de contenidos muchos más diversos que las que se trasmiten en el mismo tiempo por el sistema de enseñanza. Ejercen una acción formativa de índole psicológica y sociológica, que opera basada en la motivación y en las necesidades culturales y recreativas, en sus gustos y preferencias, en los hábitos y tradiciones, en la relación de cada persona con la clase y grupos sociales a los cuales pertenecen sus sistemas de valores y su ética especifica y sobre todo opera basado en la voluntariedad. De ahí la necesidad de satisfacer los intereses y necesidades que desde el punto de vista recreativo pueden tener los adolescentes, que garanticen una óptima participación en las actividades deportivas recreativas que se les ofertan. A medida que sean capaces de participar y ocupar positivamente su tiempo libre con actividades que contribuyan al desarrollo de su personalidad, con un desarrollo de sus cualidades y habilidades, serán menos propensos a adquirir hábitos negativos o a incurrir en conductas fuera de las que establece la sociedad en que se desarrollan.
1.2 Importancia del deporte en la actualidad. Perspectivas que ofrece al mundo.
Considerando la posición teórica adoptada por Carl Diem (1966) para él los motivos que explican la aparición del deporte moderno en Inglaterra deben vincularse a las características peculiares de sus habitantes. El cual alude a determinadas características del pueblo inglés, las cuales desde su punto de vista, han influido directamente en el surgir del deporte moderno, por ejemplo, su carácter emprendedor, el gusto por las apuestas, el aprecio e importancia otorgada a la fuerza física y a su demostración.
En su planteamiento concede especial importancia a lo que denomina "el espíritu del deporte inglés", entendido como una forma de concebir y de practicar la competición deportiva basada en una gran corrección ética y surge de un "impulso interior", por lo que considera que ese espíritu deportivo viene a ser el motor que ha impulsado la génesis y el desarrollo del deporte moderno.
El deporte lleva implícito enormes posibilidades de convertirse en un instrumento de control social, extremadamente económico; lo que le concede un enorme valor instrumental para todos los organismos e instituciones organizadas, en mayor o menor medida, para la movilización y conquista simbólica de la juventud y de las clases trabajadoras, con diversos fines más o menos explícitos.
El tránsito del deporte desde las escuelas de élite a las asociaciones deportivas de masas ha ido acompañado, de acuerdo con Bordieu (1993) de un cambio en las funciones y significado que los organizadores y los propios deportistas asignan a la práctica deportiva, así como de una transformación de las expectativas y demandas del público y de los practicantes.
Para este autor, todo parece indicar que las posibilidades de promoción y de prestigio social que ofrece el deporte a las clases trabajadoras lo llevan a introducir en la práctica deportiva valores e intereses acordes con las demandas de profesionalización o de aparente "amateurismo" y de racionalización y sistematización de entrenamientos para la práctica deportiva.
Esta posibilidad de formación social que ofrece el deporte se convierte en uno de los factores, más importantes que justifican y favorecen la creación y desarrollo de una necesidad social de práctica deportiva y de todos los medios y recursos necesarios para ello. La satisfacción de tal necesidad, "socialmente constituida"; en palabras de Bordieu permite alcanzar, acumular o mantener un capital político de honorabilidad, liderazgo y servicio social.
La expresión de las emociones de la población despierta una intensa necesidad de actividades recreativas, el espectáculo deportivo, precisamente contiene todos los ingredientes necesarios para producir efectos catárticos y libertadores en los espectadores.
Innumerables son los estudios y análisis sobre las funciones que ha cumplido el deporte desde el punto de vista de socialización de los individuos y de la manera en que en éste se reproduce las formas de organización y los valores sociales. Las cuales no pueden ser ignoradas o asumidas de manera acrítica cuando se trata de comprender el proceso que ha dado lugar a que el deporte se haya convertido en un fenómeno sociocultural de primera magnitud, especialmente cuando ello se hace con finalidades educativas. Dicha socialización se enfatiza en la relación entre el deporte y la sociedad. Su ámbito comprende la acción individual y de grupo, en la relación social del deporte, no se trata sólo de cómo la sociedad cambia al deporte y cómo el deporte puede provocar cambios en la sociedad, sino es ver al fenómeno deportivo como parte del conjunto de la sociedad, pero teniendo en cuenta la forma en que incide sobre la conducta de quienes lo practiquen o disfrutan de él.
El deporte es una parte integrante de la sociedad y de la cultura, que a través de su práctica provoca cambios de formas muy variadas y en ocasiones importantes en la vida de los individuos y de los grupos sociales, por lo que algunos autores consideran al deporte como fuente potencial del progreso y plenitud que permite el desarrollo de la sociedad, participando profundamente en las transformaciones que suceden en la misma, ofreciendo igualdad de oportunidades, donde esta igualdad en el deporte moderno posee un doble sentido: cómo cada ciudadano debe tener, al menos teóricamente, una oportunidad para practicar deporte, y cómo las condiciones deben ser las mismas para todos.
El deporte se debe convertir en una opción fundamental para el uso del tiempo libre y el entretenimiento de la población, un antídoto para la paz mundial, un escenario de igualdad, de competencia leal y sana, de ayuda a la integración de los pueblos y de todas las naciones, constituye un condición indispensable para que desaparezcan males y vicios, que su práctica diaria constituya un medio recreativo donde los que lo practiquen sientan placer, goce y satisfechas todas sus necesidades e intereses.
1.3 El juego como expresión de las actividades deportivas recreativas.
El jugar es una actividad que los seres humanos desarrollan desde el nacimiento, los juegos son una creación intelectual que se vuelve acción: jugar juegos. Estos tienen un inicio, desarrollo y fin. Además están regidos por normas o reglas inamovibles, en algunos casos, en otros la recreación del juego las hace movibles o cambiantes en tanto así lo deseen los jugadores. El jugar espontáneo hace que cualquier elemento se convierta en juguete y se vaya delineando un juego que puede ser abandonado en cualquier momento y cuando se retoma es otro jugar.
Para referirse al juego se debe reflexionar antes en un aspecto de mucha importancia que es la lúdica, pues ésta es el primer y más activo condicionante del desarrollo humano.
El acto lúdico, cualquiera que sea, siempre será auto condicionado, determinado en primer lugar por la propia voluntad del que lo ejecuta, quien encuentra satisfacción, reafirmación personal, placer, y podrá erigir sus sistemas de poder que le permitan comprender mejor y ser positivamente asimilado por los sistemas mayores a su individualidad, que constituyen la familia, la comunidad y la humanidad en su totalidad. La lúdica es, sobre todo, la expresión del más sagrado principio que caracteriza a la actividad humana en toda su infinitud de formas es: el ejercicio de la libertad. Dentro de las múltiples manifestaciones de lo lúdico el juego tiene su papel principal, justamente porque permite la construcción de un modelo simbólico de la realidad. Constituye la única acción antropológicas que facilita el aprendizaje sin efectos traumáticos por los errores que se cometan durante el proceso, pues siempre será posible variar las reglas para hacer posible la aceptación de las alternativas que pudieran surgir sobre la macha, lo que le confiere una posibilidad singular a los efectos de la educación y el desarrollo de la creatividad desde las edades más tempanas.
El célebre autor alemán Friedrich Schiller consideró al juego como una consecuencia de la necesidad de liberación del exceso de energía acumulada en el niño, respondiendo por tanto a factores de tipo biológico. Teoría igualmente asumida por el filósofo y naturalista inglés Herbert Spencer, para quien se trata, además de un ejercicio artificial de las fuerzas, tanto en las personas como en los animales.
Los juegos son formas de comportamiento recreativo que tienden a seguir un patrón formado y compartido por varias personas. Suelen ser actividades sociales donde los participantes intentan por habilidades o por suerte alcanzar determinados objetivos, sujetándose a las normas que regulen el juego, presentando además diferentes características es decir: es parte de la vida, es un índice de salud mental, propicia el goce, la distracción y el cambio de rutina, son actos libres que generalmente se realizan en el tiempo libre, es una actividad voluntaria, implica organización, presupone reglas prefijadas, establecidas y pueden ser espontáneas, original e inventadas.
El juego consiste en la necesidad encontrada, de inventar inmediatamente una respuesta que es libre dentro de los límites de la regla. Cubre fases regularmente previstas desde sus objetivos hasta el logro de sus metas. Está relacionado con diversos procesos psicológicos como: el aprendizaje, la percepción, la memoria, la atención, el lenguaje y la emoción, facilita la socialización.
(Ortega y Lozano) plantean que el juego es un proceso complejo que le permite a los niños y niñas dominar el mundo que les rodea, ajusta su comportamiento a él y, al mismo tiempo, aprender sus propios límites para ser independientes y progresar en la línea del pensamiento y la acción autónoma.
Los juegos dentro de la sociedad cumplen una función de enculturación, conservan y trasmiten los valores profundos de la cultura popular, proporcionan una actividad motriz acorde con las características de sus practicantes, propician y facilitan las relaciones sociales entre los miembros de una misma generación y entre las diferentes generaciones, ayudan a conservar tradiciones de transmisión oral y el patrimonio lúdico, por todo ello se le considera que tienen un gran valor en sí mismos, existiendo la necesidad de fomentar, promocionar y consolidar estas actividades propias, atendiendo a su pasado, presente y futuro.
Muchas veces la palabra recreación se confunde con la de juego, sin embargo, la primera es más amplia que la segunda, aunque desde el punto de vista de sus fundamentos, la recreación para los adultos es equivalente al juego de los niños. El juego no es más que una actividad recreativa que realizan las personas en forma individual o grupal que implica intercambio de sensaciones, pensamientos y acciones que producen goce, placer, distracción y alegría. Es una acción donde la imaginación y el movimiento se combinan en forma espontánea u orientada, produciendo bienestar psíquico y físico. Es la capacidad de relacionar cosas, encontrar lugares comunes, modos semejantes, nuevas realidades.
Abordar la conceptualización de juego es una tarea inacabable, como actividad humana presente en todas las épocas, ha sido abordado desde distintas perspectivas: filosófica, psicológica, antropológica, pedagógica,…. Y sus significaciones son innumerables dependiendo del paradigma en que se sustenta, en este sentido Lavega (1995) considera que el concepto de juego es tan versátil y elástico que presume de escaparse a una aproximación conceptual definitiva.
Desde una perspectiva pedagógica o educativa Tigueros (1998) expone las siguientes características del juego:
El juego es un medio de aprendizaje: para que exista aprendizaje en el juego de los niños no es necesario que sea intencionado o programado por el educador, siendo los conocimientos, resultantes de sus propias experiencias, si bien es cierto que el juego en la escuela debe caracterizares por su planificación y no por la improvisación.
El juego no pierde de vista la globalidad del desarrollo infantil: contribuye al desarrollo integral: en el ámbito afectivo-social (se relaciona con lo demás, acepta reglas,…), en el cognitivo (toma decisiones, crea, imagina,..) y en el ámbito motor (desarrolla cualidades perceptivo-motrices, cualidades físicas,..).
El juego potencia las responsabilidades por parte del niño: facilita la toma de decisiones y el compromiso con uno mismo y con los demás que deben llevarse a cabo para el normal desarrollo del juego.
La utilización del grupo: hace que el niño no sólo se enriquezca con sus respuestas, sino también con las de los demás.
El juego permite la variabilidad en las actividades: dado que las características de maduración de los niños/as, estas no permiten mantener mucho tiempo la atención en una misma actividad, en el juego el niño va variando sus actividades en función de sus intereses y posibilidades.
El juego estimula la toma de iniciativas y la espontaneidad: dándole al niño la posibilidad de expresarse tal y como es y de poner en juego su imaginación y creatividad.
Siguiendo a Johan Huisinga y otros autores, pudiera establecerse que el vuelco de una persona a una actividad recreativa de cualquier naturaleza, se encuadrará dentro de las diferentes formas de juego.
Teniendo en cuenta todo lo tratado con anterioridad se considera que las actividades deportivas recreativas tienen como base fundamental para su efectivo desarrollo, los juegos, pues estos constituyen una de las primeras acciones que desarrollan los individuos desde las edades más tempranas. Cuando el niño comienza su desarrollo, éste se perfecciona a través de los juegos, influyendo positivamente en la niñez. Para referirse a la influencia de los juegos en la niñez se impone tener presente las particularidades psicológicas de los niños en esta etapa, donde en muchos ocasiones estos pierden el interés por las actividades que deben se desarrolladas y promueven practicas no alineadas que en muchos casos están fuera de lo que realmente espera o se propone la sociedad.
En dicha etapa los adolescentes:
1. Aprenden a tomar decisiones por sí solos.
2. Solucionan problemas por sí mismos.
3. Manifiestan fijación y desarrollo de las costumbres y hábitos de autoservicio.
4. Tiene sentimientos de respeto por el trabajo en la vida.
5. Muestran disposición para un esfuerzo físico prolongado.
6. Se incorporan al trabajo en colectivo.
7. Aprenden de forma intensiva a dominar el arte de planificar de antemano el orden de sus acciones.
8. Demuestran control y autocontrol.
9. Manifiestan relación social nueva que abarca la relación adulto y coetáneos, cambiando su autovaloración.
10-Regulan el comportamiento y subordina sus deseos al cumplimiento de las disciplinas.
11- Presentan necesidades y motivos cognoscitivos.
12-Solucionan tareas en un tiempo dado.
13- Desarrollan la voluntariedad de la conducta.
14-Controlan la conducta.
15-Expresan actitud selectiva hacia sus compañeros y el grupo.
16-Reflejan una actitud cognoscitiva hacia la realidad que le permite el paso a
formas más complejas del pensamiento
17-Demuestran la estabilidad necesaria para la formación de las cualidades volitivas de la personalidad.
18-Desarrollan la capacidad de planificación.
19-Desarrollan la reflexión.
20-Desarrollan la atención voluntaria.
21-Desarrollan la memoria (retención voluntaria).
22-Desarrollan la imaginación.
23-Desarrollan su pensamiento.
Las particularidades expuestas con anterioridad demuestran que: los juegos influyen positivamente en la niñez debido a que estos son una manifestación de lo que está escondido en él, por lo cual éste se familiariza con la vida, no en el proceso de observación de la misma, sino mediante la búsqueda del conocimiento a través de "DONES". Al conocer cada don por separado, donde reproduce sus representaciones y, mediante el conocimiento de un don tras otro, llega a la interpretación del mundo.
De tal modo, el juego libre y placentero requerido por los niños es sustituido por un severo proceso de aprendizaje, esto es: por un arduo trabajo que trascurre al margen de las necesidades e intereses fundamentales de los pequeños. Mediante el juego no se experimenta sensaciones de interés material, ni obtención de provecho alguno. Contribuye a la formación de la personalidad y de las capacidades físicas y mentales de los niños, la espontaneidad, los prepara para la vida, permitiendo además la integración a colectivos humanos, para incrementar sus esferas de influencias sobre la base de la cooperación, la reafirmación de la autoestima a partir de una cabal comprensión de sus potencialidades, el fortalecimiento de la voluntad y la toma de decisiones. A través del juego el niño no sólo reproduce lo vivido, sino que va a la transformación creativa de las impresiones vividas, a la combinación de lo nuevo para la formación de una nueva realidad, que responda a sus propias exigencias. No sólo predispone hacia el proceso psicopedagógico en cuanto a lo volitivo-la voluntad para actuar, desde la obtención del placer en la exploración y búsqueda del conocimiento, sino en la estructuración de estrategias de pensamiento para la solución de problemas que la misma actividad del juego plantea, la conformación de las habilidades para "aprender a aprender", y la formación de un soporte mental para la creatividad. Por lo que Vigotski consideró necesario buscar la génesis de la creatividad en la infancia, y encontrarla en la actividad del juego.
El buen juego favorece tanto lo volitivo como lo cognoscitivo, por lo que al tiempo de ser motivador para el saber, es también fuente de conocimientos. Vencer el reto planteado por un buen juego condiciona la competencia del jugador contra sus propias limitaciones personales, en lo físico y en lo intelectual. Permite descubrir nuevas facetas de su imaginación, pensar en numerosas alternativas para un problema, desarrollar diferentes modos y estilos de pensamiento, y favorece el cambio de conducta que se enriquece y diversifica en el intercambio grupal. Rescata la fantasía y el espíritu infantil tan frecuente en la niñez, por ello muchos de estos juegos proponen un egreso al pasado, que permiten aflorar nuevamente la curiosidad, la fascinación, el asombro, la espontaneidad y la autenticidad. Los juegos de habilidad mental, como los rompecabezas y solitarios, provocan tales procesos de inducción–deducción que sus soluciones son insuperables ejercicios de razonamiento lógico.
1.4 Características psicológicas de la etapa evolutiva de la adolescencia.
La adolescencia es un término relativamente nuevo dentro de la cultura cubana; hasta el siglo XVIII este periodo se asimilaba al de la infancia, siendo este un periodo evolutivo único y prolongado; algunos historiadores piensan que la adolescencia se empezó a considerar como tal en el seno de las sociedades tecnológicas, durante las dos primeras décadas del siglo XX.
En lo concerniente a la definición de esta etapa de adolescencia hay muchas y variadas definiciones, pero en líneas generales se puede decir que la adolescencia es un periodo de transición entre la infancia y la edad adulta, durante el cual tiene lugar múltiples cambios, y uno de los más importantes es el desarrollo físico y sexual. Los cambios físicos que preceden a la pubertad, tales como las modificaciones de los órganos sexuales externos, de las formas del cuerpo, vellosidad, voz, senos, entre otros, intrigan al niño. De repente, se enfrenta a su propio cuerpo, que ha sufrido un cambio casi vertiginoso, revelándose como algo extraño; por otro lado, estos cambios físicos suelen estar acompañados de un mayor impulso sexual que la mayor parte de las veces no domina y que le induce a la manipulación de sus genitales. Surge en ese momento un conflicto entre las normas sociales de carácter restrictivo y sus impulsos, conflicto que es motivo de constante ansiedad y remordimiento en el tema del sexo.
Durante la adolescencia ocurren cambios muy importantes en casi todos los sistemas del organismo. Se producen cambios considerables en la tasa del crecimiento y en la forma y composición del cuerpo, en sus proporciones y en la capacidad funcional.
Debe destacarse el rápido desarrollo de las gónadas y demás órganos reproductores y de todos los caracteres que son indicadores de la maduración sexual. El dimorfismo entre los púberes femeninos y masculinos se establece definitivamente. Es rápido el ritmo de crecimiento en longitud.
Todas las dimensiones corporales participan en este estirón de la adolescencia. Esta velocidad de crecimiento se pone de manifiesto, como promedio, primero en las niñas que en los niños. De tales cambios y de su nueva situación social se derivan las primeras y trascendentales adquisiciones psicosexuales.
Las experiencias sexuales progresivas en la adolescencia no sólo son típicas, necesarias e inocuas en estas edades (cuando están bien orientadas), sino que tienen una función fundamental en el desarrollo y consolidación de los componentes psicológicos de la sexualidad: la identidad y el rol de géneros y la orientación sexo erótica y con ellos en el proceso de autoafirmación como seres sexuados.
Cuando el(la) adolescente toma conciencia de los logros que en la vida sexual de pareja, familiar y social va alcanzando; cuando, cada vez más se siente reconocido, respetado por sus padres y por los mayores y por sus coetáneos; cuando se sabe objeto de atracción física y de afectos y disfruta de los intercambios sexo eróticos; cuando descubre que puede, si se lo propone, penetrar en el mundo de los adultos y moverse cada vez con mayor soltura y seguridad entre ellos; entonces, en consecuencia de todo ello, se producirá un proceso de autoafirmación, que favorece y refuerza su autoestima.
Sus ansias naturales de independencia y libertad, su necesidad y su derecho de acceder paulatinamente a una sexualidad plena, libre y responsable encuentra en la mayoría de los casos la oposición de los modelos sexuales estereotipados, esquemáticos sin alternativas que les imponen todas las fuerzas sociales.
Actualmente los y las púberes y adolescentes constituyen aproximadamente la décima parte de la población del país. Los nuevos contingentes de jóvenes serán los continuadores de los valores e ideales de la Revolución, determinarán en gran medida el futuro de las tendencias demográficas, de la preparación ideológica, profesional y cultural de la fuerza laboral, entre otros aspectos del desarrollo social.
La llamada adolescencia temprana comprende las edades de 9 a 10 años en las niñas y de 12 a 14 años en los niños. Correspondiendo con el grado terminal del nivel primario y su incorporación a la secundaria básica. Los niveles educacionales establecidos permiten delimitar la etapa de la secundaria básica que se asocia con el adolescente temprano o momento en el cual las exigencias y posición social del educando lo sitúan netamente en la adolescencia.
Todos los educandos de secundaria básica no arriban a la adolescencia a una misma edad, unos se adelantan y otros se retardan debido a los cambios que se operan desde lo anatomorfisiológicas y psicosexual. En séptimo grado y en algunos casos durante el octavo grado se puede encontrar alumnos y alumnas con características típicas de la etapa adolescente, junto a otros que aún conservan rasgos y conductas propios de la niñez. En el noveno grado, por lo general, ya se afianzan las características de la adolescencia, que diferencian notablemente a estos muchachos de los de 7mo grado. Ello conlleva a la necesaria individualización en el trato con los alumnos y alumnas adolescentes, aún los de un mismo grupo.
La posición social del(la) adolescente cubano(a) se puede caracterizar de manera general, pero existen diferencias en los grupos socio clasistas que integran nuestro país, lo que determina actitudes, valores, motivaciones, entre otros, un tanto distintas entre los adolescentes de las diversas regiones y procedencias familiares. Las exigencias que plantea la sociedad a este grupo atareo no solo se concretan en el grupo socio clasista donde vive el y la adolescente, sino que son particulares para cada familia.
El y la adolescente pasan por momentos de cierta inestabilidad afectiva, pues está experimentando cómo son sus nuevos sentimientos, descubriendo sus contradicciones, sufriendo lo que deja atrás, y preocupado por lo nuevo que se le avecina. Expresan temores no como el miedo infantil sino por ejemplo, el temor a la burla, al fracaso, a hacer el ridículo.
Algunos no se sienten capaces en las actividades que se plantea su grupo de condiscípulos más cercanos. La adolescencia es una importante etapa de consolidación de la autoimagen y de la autoestima.
En esta etapa llega a alcanzarse una organización más estable de sus motivos de la personalidad con una dirección de futuro, lo que no era posible en la infancia. El interés por las actividades docentes puede convertirse en una motivación cognoscitiva definida.
Al final del período de la secundaria, el (la) adolescente debe tomar importantes decisiones educacionales y vocacionales. No obstante, el proceso de las decisiones escapa muchas veces a su análisis consciente. Se basa en sus motivos formados durante la adolescencia temprana, pero las situaciones emocionales lo pueden perturbar; una decisión suya puede ser impulsiva, además, el y la adolescente toman sus decisiones bajo fuertes influencias grupales; es decir, desde los valores y normas que están actuando en el grupo donde él y ella conviven.
La orientación valorativa de la personalidad solo se va consolidando a finales de esta etapa, sobre la base de los mayores conocimientos, y la experiencia moral obtenida en el marco grupal, escolar y familiar.
Las opiniones morales y sociales de los alumnos y las alumnas muchas veces no se han conformado en esta edad como verdaderos valores de la personalidad. Los valores se van construyendo por la persona gracias a las actividades que ésta despliega en los grupos primarios y en estrecha relación con las figuras significativas.
Todos los procesos cognitivos, experimentan un desarrollo. Los cambios más notables no son tanto en la atención, la percepción o la memoria como en el pensamiento. Se pone de manifiesto un nivel más alto de la capacidad de operar con conceptos y contenidos más abstractos. El razonamiento verbal y las formas lógicas del pensamiento pueden alcanzar niveles superiores en esta etapa.
Todo esto lo pone en condiciones de dominar las habilidades que le reclamará el desarrollo de las nuevas asignaturas, pues existe una estrecha relación entre estos procesos cognitivos y la profundización que va obteniendo en los conocimientos escolares.
Valora, por tanto, los productos de su actividad con una visión más crítica que en la edad infantil. Se manifiesta como una agudización de la función crítica, que abarca tanto los valores éticos, las nociones estéticas, las relaciones con otras personas. Es capaz de valorar las consecuencias de sus acciones antes de emprenderlas, así como de analizar el fruto de sus realizaciones. Esto tiene implicaciones en el desarrollo del juicio moral; ahora conoce las normas morales desde sus razones lógicas, y puede valorar su cumplimiento.
Las posibilidades para la estimulación del desarrollo intelectual del educando son crecientes en esta etapa, sin embargo, las investigaciones sobre el adolescente cubano realizadas a finales de la década del 90, revelaron diversas dificultades en los escolares de secundaria básica. Muchos alumnos y alumnas manifiestan insuficiente base de conocimientos teóricos generales sobre los problemas que deben resolver en la actividad de aprendizaje. No tienen suficiente control de la actividad cognoscitiva durante la solución de problemas. Además, es débil la actividad de proyección hacia el futuro, la habilidad para la planificación de sus acciones de aprendizaje, pues no conocen adecuadamente los pasos del proceso de planificación. Otros alumnos y alumnas revelaron tener una estrategia ejecutiva, no se orientan adecuadamente en las acciones que deberán realizar.
Por otra parte, se aprecia una baja iniciativa y falta de motivación para el enfrentamiento de la actividad de aprendizaje. Faltan habilidades en el y la estudiante de secundaria básica para la valoración y el control de sus acciones de aprendizaje.
Este nivel de enseñanza exige una esfera de relaciones sociales mucho más amplia; ya no está circunscrita a los amigos de la infancia, a los coetáneos del barrio. Ellos y ellas contraen, al llegar a la secundaria básica, nuevas responsabilidades sociales. Las condiciones de su actividad social y los valores establecidos llegan al alumno y la alumna de esta edad a reunirse con grupos de amigos, desarrollándose nuevas relaciones centradas en la escuela o en la comunidad que implican una mayor autonomía e independencia. En el marco de estas nuevas exigencias y posibilidades grupales surge un nuevo tipo de amistades y relaciones íntimas.
En la adolescencia temprana, la incorporación a un grupo de compañeros(as) de edades semejantes que deben realizar las actividades docentes educativas, en estrecha interrelación, confiere a las relaciones con los coetáneos una significación creciente.
Las características de la actividad grupal, las relaciones de comunicación que se establecen en estas actividades comienzan a desempeñar un papel fundamental. A través de las actividades grupales se logra la influencia educativa que se propone la escuela. La comunicación que se establece con las valoraciones mutuas que surgen, los afectos entre los miembros del grupo, propician que las auto exigencias se conviertan en algo importante para ellos. En consecuencia, la autovaloración del cumplimiento de sus tareas grupales puede convertirse en una fuerza movilizadora de su educación.
En esta etapa, se manifiesta una actitud nueva hacia las antiguas imposiciones adultas, quieren reafirmar sus derechos a decidir sobre su persona en su espacio de actividades y tratan de imponer un límite a los derechos de los adultos sobre ellos. El y la adolescente se rebelan ante tales imposiciones; lo que antes cumplía con deseos, ahora se resiste a hacerlo, lo que antes aceptaba dócilmente, ahora lo ve como una privación de su derecho la independencia. Los conflictos en la familia ponen muchas veces su sello a la adolescencia, pero son reflejo de problemas culturales, de las actitudes tradicionales de los adultos hacia estas edades, incluso pueden reflejarse en el sistema de relaciones de la escuela. La comunicación en la adolescencia descansa en el sistema de relaciones familiares que existía desde antes, en la infancia. El adulto debe dialogar en forma nueva, facilitar las condiciones, buscar el espacio y el momento para que el adolescente se sienta dispuesto a conversar. El medio social les exige a los y las adolescentes las mayores responsabilidades en la esfera de su educación. Con el paso de la primaria a la secundaria se produce un cambio esencial en la vida del escolar. La actividad docente se hace más compleja, se diversifican las asignaturas y los profesores, la carga de actividades docentes y educativas se incrementa con nuevos contenidos, se requiere la utilización de variadas actividades educativas. Las tareas principales de la edad se expresan entonces en las diversas actividades docente educativas del sistema escolar. En resumen, los cambios en las actividades que realizan los y las adolescentes, su repercusión interna y la consiguiente modificación de sus relaciones interpersonales son los que deciden la formación de su personalidad.
La adolescencia es una gran experiencia de aprendizaje, tanto en el mundo escolar como social; adquisición de nuevas formas de relacionarse con otros, apertura a nuevas actividades sociales, de valores más amplios y diferentes que los de su reducido marco familiar.
Como se ha visto hasta ahora, el y la adolescente se enfrentan a un mundo de nuevas y más complejas necesidades, retos y obstáculos sin que desde las etapas tempranas y en especial a lo largo de estas edades se les haya preparado, armándolos de las capacidades, los haberes, habilidades, en fin, las competencias que le posibilite integrarse de forma satisfactoria al universo de los adultos.
Otra de las afirmaciones en las que coinciden los expertos es en la necesidad de relacionar esta etapa con una serie de crisis de identidad. El adolescente se encuentra entre un mundo que se extingue (el de la infancia) y otro que se aproxima (el de adulto). Podríamos afirmar que el adolescente no sabe ni quién es ni dónde está. Se siente distinto, tanto del que era como de los que le rodean, y esto le produce una gran inestabilidad emocional, conflictos personales, incertidumbre y desconcierto. Es muy probable que el desarrollo de la identidad, esté profundamente influenciado por la toma de decisiones ocupacionales y por las expectativas que supone ser un individuo adulto.
Durante esta etapa hay otra característica que se repite, es el repliegue sobre sí mismo. Este hecho se convierte a veces en una lucha contra la angustia del adolescente que no acaba de encontrarse a sí mismo, de hallar su sitio, que tiene serias dificultades para delimitar su propio cuerpo y su yo.
Pero a esto hay que añadir que, los chicos a esta edad, se juzgan ya a ellos mismos como "bastante mayores" para elegir lo que ellos consideran que es bueno. Les cuesta someterse a las reglas, las obligaciones, las exigencias de la vida en sociedad. Son intolerantes ante cualquier tipo de disciplina y rechazan toda imposición de autoridad. Esta es la etapa de rebelión contra los padres; no soportan que se les controle y se les guíe, desprecian todo lo que les parece infantil en su anhelo de parecer mayores.
De manera contradictoria, sin embargo, la familia sigue siendo fuente de seguridad. Les ofrece un seguro, un refugio, un lugar donde resolver sus necesidades de carácter material. Esta oscilación será causa de grandes ansiedades.
Para llegar a ser adulto el adolescente necesita emanciparse personalmente. El grupo será el apoyo y el medio adecuado para poder hacerlo. En él, expresa su urgencia de comunicación, de intimidad; allí expresará y manifestará con libertad sus opiniones, en el grupo será aceptado tal y como es.
La adolescencia es además, la edad de los grandes entusiasmos, de fe en las grandes ideas como la eternidad, la entrega, entre otros. El joven se siente capaz de cambiar el mundo. Es extremadamente dinámico, extrovertido, apasionado y radical en sus decisiones, para ellos sólo existirá el blanco o el negro, no hay opción para algo intermedio. Además, en esta etapa se produce también un cambio importante a nivel intelectual: aparece el estadio del "pensamiento formal". El sujeto es capaz de razonar de un modo hipotético y deductivo, es decir, organizando los actos del conocimiento y de la experiencia sobre un conjunto de suposiciones y procesos lógicos, sin conexión necesaria con la realidad. El adolescente es capaz de entender conceptos desvinculados de lo concreto para crear ideas abstractas.
Estas nuevas ideas del pensamiento adolescente se extienden a otros ámbitos de su vida totalmente cotidiana. Una de estas características más señaladas es el intento de considerar el propio yo, de colocarse frente al mundo de una nueva manera. Aparecen ahora las primeras preocupaciones sociales. Por el hecho de dirigirse frontalmente con la realidad, el adolescente capta aspectos injustos de ésta. Al establecer una comparación entre lo posible y lo real, se da cuenta de las diferencias y le resulta difícil aceptar la situación dada. Es aquí donde reside el inicio de muchos sentimientos de inconformidad.
Por tanto la adolescencia, es un período de transición y significa, ante todo, un intento de adaptación a las nuevas exigencias que la sociedad exige al adolescente.
1.4.1 Características psicológicas y emocionales de los adolescentes.
Las chicas jóvenes experimentan sentimientos de soledad, de poca confianza en sí mismas que intentan suplir con las relaciones íntimas con el otro sexo.
Existe una escasa o nula comunicación con sus padres o con las hermanas mayores, sobre todo, en lo que concierne al sexo. Esto les lleva a buscar y encontrar la opinión y el consejo de otros jóvenes de su edad con su misma inexperiencia y falta de correctos patrones de conducta.
Existe además un desmedido afán por entrar en contacto con "nuevas experiencias".
Además parece ser que las jóvenes incluidas en programas de educación especial tienen también más riesgos de tener un embarazo en su adolescencia.
Todas las estadísticas realizadas demuestran que hay mayor número de embarazos en adolescentes cuyas familias están separadas y también en familias con un solo progenitor.
Entre las madres adolescentes existe un factor común a todas ellas: una mala historia de rendimiento escolar. Existe un alto índice de abandono precoz de los estudios, sobre todo entre las madres más jóvenes.
Hasta un 60% de las jóvenes madres pertenecen a familias cuyos padres están separados; y un 40% no ha vivido nunca una situación familiar estable.
1.4.2 Principios que se deben tener en cuenta para mejorar el trabajo con los adolescentes.
Los programas de orientación pretenden desarrollar y proteger la individualidad de los usuarios. La ayuda, se debe ofrecer a todas las personas que sean conscientes de sus necesidades que puedan desarrollar y conseguir, objetivos personales y profesionales a medio y largo plazo.
Los programas deben estar al alcance de todos los usuarios.
Deben estar integrados en el proceso total de la educación o de la formación y deben evaluarse periódicamente para asegurar su eficacia.
Los programas deben enfocarse desde una perspectiva de trabajo en equipo, junto con una buena articulación con otras instituciones.
En cuanto a las metodologías más importantes suelen emplearse las siguientes: la dinámica de grupos, la entrevista, la relación de ayuda, la orientación asistida por ordenador, las experiencias laborales, el testeo, el estudio de casos, la relación tutorial, la auto orientación y la orientación familiar.
CAPITULO II
MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS
TIPO DE ESTUDIO: Descriptivo-correlacionar, ya que se especifican las características de los adolescentes que se someten a análisis, describiendo cómo se manifiestan las mismas después de aplicado el plan y realizando el análisis de la correlación entre las dos variables relevantes.
2.1 Población y muestra
El estudio se realizó en la Comunidad de El Cayo del municipio de Maisí. De un universo poblacional de 157, se tomó como muestra 121 adolescentes, lo que representa el 77 % de la población, de ellos 36 del sexo femenino y 85 del masculino con un promedio de edad entre 12 y 15 años. La muestra se seleccionó de manera intencional, teniendo en cuenta la disposición de los adolescentes a participar en las actividades del plan. Además se entrevistó al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte que atiende ese Consejo Popular.
Tabla # 1.Edad de los adolescentes.
Tabla # 2. Grado escolar.
2.2 MÉTODOS Y/O TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN
– De nivel teórico.
Histórico-Lógico: permitió el acercamiento a los referentes teóricos del tema, a partir del análisis de documentos, informes, artículos, tesis y bibliografía en general, permitiendo establecer las tendencias y regularidades en cuanto a la concepción del plan de actividades deportivas- recreativas.
Analítico – sintético: posibilitó el estudio de los principales elementos para determinar sus particularidades, descubriendo relaciones y características posibilitando la descomposición del fenómeno o acciones y determinando las relaciones entre cada una de ellas, en función de cumplimentar la puesta en práctica del plan de actividades.
Inductivo-deductivo: se empleó en la realización del diagnóstico y en la confección del diseño del plan de actividades.
– De nivel empírico.
La encuesta: se realizó en dos momentos del estudio. En un primer momento para identificar las causas por las cuales los adolescentes no se incorporaban a las actividades deportivas-recreativas, así como para diagnosticar sus gustos y preferencias. En el segundo momento para conocer los criterios acerca de la variedad de las actividades y el grado de satisfacción con la aplicación del plan.
Observación Participante: se concreta a través de la participación activa del investigador observador en el colectivo, comprobando el desarrollo del plan y la participación de los adolescentes en las actividades.
Entrevista: se le aplicó en dos momentos al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte que atiende el barrio, en un momento para conocer las causas por las cuales los adolescentes no estaban incorporados a las actividades deportivas recreativas y en un segundo momento para obtener información acerca de la efectividad del plan de actividades.
– De nivel estadístico-matemático.
Se emplearon técnicas de estadísticas sencillas descriptivas que permitieron organizar la información, recopilación y elaboración de tablas en el Tabulador Electrónico Microsoft Excel y el cálculo porcentual
Diseño pre experimental, pre-test y pos test para un solo grupo, midiendo la variable dependiente antes y después de la manipulación de la variable independiente, para posteriormente computar la magnitud del cambio.
Esto se traduce en la investigación a partir de mediciones que permiten evaluar el efecto que se produce en los indicadores de participación seleccionados (variable dependiente) antes y después de la aplicación del plan de actividades (variable independiente). La presentación de este diseño es el siguiente:
Diseño pre experimental
CAPÍTULO III.
DISEÑO DEL PLAN DE ACTIVIDADES
3.1 Propuesta del Plan de Actividades Deportivas-Recreativas.
Para la confección del plan de actividades deportivas-recreativas se tuvo en cuenta la metodología del libro Fundamentos Teóricos–Metodológicos de Aldo Pérez Sánchez, y un Colectivo de autores. Además se analizó la Matriz DAFO.
DEBILIDADES:
1. Insuficiente fuerza técnica.
2. Insuficiente material deportivo para la realización de las actividades.
3. Poco apoyo del Consejo Popular.
4. Poca divulgación de las actividades.
5. Poca oferta recreativa a la hora de planificar las actividades.
AMENAZAS:
1. Poca creación de medios de enseñanza.
2. No existen instalaciones deportivas.
3. Prácticas religiosas.
FORTALEZAS:
1. Universalización.
2. Deporte, recreación, educación física en función de la recreación.
3. Funcionamiento de la comisión coordinadora del Consejo Popular.
4. Preparación del personal que laborará en el plan.
OPORTUNIDADES:
1. Buscar alternativas que posibiliten elevar la incorporación de los adolescentes en las actividades deportivas-recreativas.
2. Ofertar actividades que despierten el interés y la motivación en los adolescentes.
3. Plan de integración.
El plan está diseñado para el cumplimiento de las siguientes funciones:
Función de diagnóstico: parte de los gustos y preferencias de los adolescentes por las actividades deportivas-recreativas, en aras de realizar una adecuada planificación de las mismas, lo que sirve de guía para la derivación de las acciones del plan que conlleve a la eliminación de las dificultades existentes.
Función educativa: permite guiar, estimular la formación de la personalidad, a partir de que los adolescentes participen de forma sistemática y masiva a las actividades planificadas. Ciertos juegos ponen al adolescente en contacto con los valores culturales, formativos y educativos, los que pueden relacionar a su futuro desempeño profesional, trazando estrategias para erradicar las insuficiencias en sus conocimientos, lográndose vínculos cognitivos.
Función psicológica: brinda la posibilidad a los adolescentes de aprender a tomar decisiones por sí solos, solucionar problemas por sí mismos, regular el comportamiento, la conducta, mostrar la estabilidad necesaria para la formación de cualidades volitivas y desarrollar la imaginación, entre otras.
Función social: permite establecer adecuadas normas de convivencia social desde el propio barrio, la satisfacción de las necesidades e intereses deportivas recreativas de los adolescentes, ya que la intención en profundidad se dirige a lograr que estos cuenten con alternativas deportivas-recreativas donde se vinculen a todos los miembros de la comunidad, convirtiendo al barrio en un agente de socialización. Proporciona el trabajo en equipo y la relación con el colectivo hacia dentro y hacia fuera del barrio, la relación adolescente-adolescente, adolescente–adulto, comunidad, organizaciones y organismos de la comunidad.
El plan posee un carácter integrador, toda vez que las relaciones transcienden la relación adolescente-barrio-comunidad, desde el punto de vista formal, lográndose vínculos cognitivos y afectivos entre todos los miembros.
Para diseñar y aplicar el plan, se estructuraron tres etapas:
1-Etapa de planificación. (Noviembre – Diciembre 2008)
2-Etapa de aplicación del plan. (Enero – Agosto 2009)
3-Evaluación del plan. (Julio – Agosto 2009)
Etapa de planificación: el primer componente que contempla esta etapa es el diagnóstico y caracterización, mediante las cuales se determinan los intereses y necesidades de los adolescentes, de acuerdo a la información, se conciben las estrategias que se han de emplear para la selección de las actividades a incluir en el plan, se determina el tiempo de duración, el espacio donde se efectuarán las mismas, los materiales y recursos con los cuales se cuenta. Todo esto debe garantizar la sostenibilidad del plan en el tiempo planificado.
Estos elementos permiten observar que el futuro no está condicionado por cosas del "azar", que cada uno de los pasos que en la actualidad se den, permitirán desechar las debilidades y amenazas, creando mejores condiciones para aprovechar las fortalezas y potenciar las oportunidades.
La etapa de planificación comprende tres acciones fundamentales interrelacionadas entre sí, el diagnóstico inicial, la determinación y conciliación de las necesidades y la preparación para la posterior aplicación de las actividades, como se señala a continuación:
1. Reunión inicial con los factores que intervienen en la comunidad.
2. Selección de los adolescentes y realización del diagnóstico.
3. La determinación y conciliación de las necesidades:
4. Intercambio con las organizaciones políticas y de masas de la comunidad.
5. Determinación de los recursos materiales necesarios para la ejecución del plan.
6. Confección del plan de actividades teniendo en cuenta el diagnóstico realizado.
Etapa de aplicación: se procede a la aplicación del plan, lo que depende en gran medida de la participación de los adolescentes en las actividades planificadas en el mismo.
Durante esta etapa se llevan a cabo cinco acciones ejecutoras que transitan desde el aseguramiento material, hasta la disciplina en la aplicación del plan, las que contemplan la coordinación con los factores implicados, así como la aplicación del plan de actividades.
De vital importancia es el sentido de pertenencia de las organizaciones políticas y de masas de la comunidad, y los organismos del territorio, así como el interés de los adolescentes en cada una de las actividades realizadas.
Etapa de evaluación: tiene como propósito fundamental establecer juicios y valores sobre la práctica en la perspectiva de entablar relaciones para identificar la efectividad del plan, la influencia entre los objetivos, procesos y resultados, se concibe como mediador del aprendizaje y de recopilación de la información, que aporta elementos para el perfeccionamiento del mismo.
Para la ejecución práctica de esta fase se realizaron las siguientes acciones:
1. Aplicación de encuesta a los adolescentes para conocer sus criterios acerca de la variedad de las actividades, así como el grado de satisfacción de los mismos por el plan aplicado.
2. Entrevista al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte para valorar la efectividad del plan de actividades.
3. Observación participante para precisar el nivel de participación alcanzado por los adolescentes en las actividades desarrolladas.
DISEÑO DEL PLAN DE ACTIVIDADES DEPORTIVAS-RECREATIVAS.
TÍTULO: "ADOLESCENTES SIEMPRE PRESENTES".
GENERALIDADES DEL PLAN:
El plan de actividades deportivas-recreativas se realizó en la Comunidad de El Cayo, el cual está ubicado en el Consejo Popular de Sabana en el municipio de Maisì, El Cayo limita al norte con el barrio de San Ramón, al sur con el Consejo Popular La Máquina, al este con el Consejo Popular de Puriales, al oeste con el Consejo Popular de La Tinta.
FUNDAMENTACIÓN.
El plan se pone en práctica por la necesidad de incorporar a los adolescentes a actividades sanas que contribuyan a su formación, ocupándoles el tiempo libre mediante una recreación adecuada al contexto comunitario donde viven. El mismo se elaboró teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, así como las particularidades de su edad. Además, se consideró el análisis realizado por la Comisión Coordinadora Municipal de Recreación sobre los niveles alcanzados en este sentido durante el curso 2007 /08 que no superaron las expectativas, ni responden a lo establecido en el programa de recreación, manteniéndose por debajo de lo que en realidad se debe obtener.
En la aplicación del plan tiene participación, el técnico de Cultura Física y el de Deporte, con el objetivo de brindar un servicio que propicie elevar la incorporación de los adolescentes a las actividades.
OBJETIVO.
Elevar la incorporación de los adolescentes a las actividades deportivas recreativas.
PLAN DE ACTIVIDADES
Recursos con los que se cuentan para desarrollar el plan.
CALENDARIO
Fecha de Inicio: enero/09
Fecha de Culminación: agosto/09
AREAS E INSTALACIONES EN FUNCIÓN DEL PLAN:
3.2- ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS.
Antes de aplicar el plan de actividades deportivas recreativas.
Análisis de la encuesta realizada a los adolescentes
Como se puede apreciar el nivel de conocimiento de los adolescentes acerca de las actividades que realiza el INDER no es adecuado ya que un 66,9 % de los encuestados no conocen las actividades que se realizan, por lo que se infiere que la divulgación de las mismas es insuficiente, eso lo demuestran los encuestados al expresar sólo el 12,3 % que conocen siempre de estas actividades y el 20,6 % a veces.
La realización de actividades domésticas no es un impedimento para que los adolescentes participen en las actividades del barrio pues sólo el 8,3 % presentan esa limitante.
La participación de los adolescentes es pobre pues sólo el 7,5 % participa siempre y las mismas no han sido del agrado de la mayoría, pues sólo el 9 % de los adolescentes expresaron que las actividades que se realizaban eran siempre de su agrado.
Actividades de mayor preferencia para los adolescentes.
Esta tabla expresa las actividades que los adolescentes seleccionaron en la primera encuesta aplicada que reflejan sus gustos y preferencias. Las mismas se tuvieron en cuenta al elaborar el plan de actividades deportivas recreativas.
Actividades que realizan los fines de semana.
En la tabla se observa que los adolescentes antes de aplicarse el plan de actividades deportivas recreativas fundamentalmente se dedicaban mayoritariamente a ir a la iglesia y a escuchar música.
Entrevista al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte antes de aplicar el plan de actividades.
En la entrevista realizada al técnico de Cultura Física y al profesor de Deportes antes de aplicarse el plan se comprobó que al realizar las actividades recreativas con los adolescentes en el barrio generalmente no tienen en cuenta los gustos y preferencias de esta población, por lo que influye en la pobre participación de los mismos en las actividades que se realizan.
Después de aplicar el plan de actividades deportivas recreativas.
Análisis de la encuesta a los adolescentes.
Como se aprecia después que se aplicó el plan se logró la participación sistemática de los adolescentes a las actividades deportivas recreativas, lográndose incorporar el 89,2 % de forma sistemática, por lo que se evalúa ese indicador de Bien.
Al analizar el nivel de satisfacción se pudo constatar que el 90 % de los adolescentes se sienten muy satisfechos con las actividades del plan, por lo que ese indicador se evalúa de Bien.
Al valorar el criterio de los adolescentes después de aplicado el plan se pudo apreciar que el 94,2 % de ellos consideran que las actividades son variadas.
Actividades de mayor preferencia para los adolescentes.
Del plan aplicado se constató que las actividades de mayor aceptación fueron los festivales deportivos recreativos, los juegos de participación, las acampadas, la pesca deportiva y las excursiones.
Entrevista al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte después de aplicar el plan de actividades.
Como se aprecia, la entrevista realizada al técnico de Cultura Física y al profesor de Deporte se pudo apreciar la opinión favorable de ellos en relación al nivel de satisfacción, participación de los adolescentes y variedad de las actividades. Los entrevistados calificaron de bien el nivel de satisfacción de los participantes en el plan, la participación de los mismos en esas actividades y la variedad de las mismas.
Resultados de la Observación.
En las observaciones realizadas se constató que el 92,5 % de los adolescentes responden correctamente a todas las actividades del programa, evidenciándose la efectividad del mismo con la incorporación de esta población a las actividades deportivas recreativas.
CONCLUSIONES
Al realizar el diagnóstico de los adolescentes de 12-15 años de La Comunidad de El Cayo se comprobó que el técnico de Cultura Física y el profesor de Deporte al realizar las actividades deportivas recreativas generalmente no tenían en cuenta sus gustos y preferencias, por lo que influyó en la pobre participación de los mismos en las actividades que se realizaban.
La evaluación del plan confirma su efectividad, corroborando la hipótesis declarada en la investigación, pues con la aplicación del mismo, se logró la incorporación de los adolescentes de 12-15 años de la Comunidad de El Cayo a las actividades deportivas recreativas.
Las actividades de mayor aceptación por los adolescentes fueron los festivales deportivos recreativos, los juegos de participación, las acampadas, la pesca deportiva y las excursiones.
RECOMENDACIÓN
Aplicar el plan de actividades deportivas recreativas a otras comunidades, teniendo en cuenta las características de las mismas.
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