Anotaciones sobre hacedores de Literatura (página 3)
Enviado por Alberto JIMÉNEZ URE
Dos años después [2006) de la publicación de Carnal, sobre la cual se rumoró que fue confiscada de los depósitos de la «Dirección de Cultura» de la Universidad de Los Andes para ser incinerada (39), Carlos DANÉZ obtuvo en Mérida el Premio Municipal de Poesía con un libro que tituló Memorias del Relámpago (40) y que tiene un pórtico que «da fe» de su intacta adhesión a nuestra Mater PROVIDENTIA: «[…] Libemos con fuego a la salud de Belcebú que nos abre las puertas a lo desconocido intolerable hasta por el delirio porque prefieres la enfermedad al vigor y si quieres un poema potable sabrás lo necia que es la Diosa de la Sabiduría…» (41)
A diferencia de Carnal, lo percibo como un libro de «anotaciones» y «reflexiones» poéticas de viaje. Escrito, sin dudas, con disfrute por el tacto y beso Papal a tierras recién pisadas. Igual, advierto su goce por la plática con «el Otro Foráneo», que descubrirá no tan «extranjero». Inhalamos en un lugar específico, tal vez natal, desde el cual imaginamos trasladarnos hacia sitios que creímos desconocidos: para, al cabo, percibir el sempiterno rostro del Ser y la Nada de Ser: «[…] Salamanca avalancha de palabras/como el Tormes y sus confluencias de América/incontenible e impensable/y olvidable/equivalente a un silencioso/estremecimiento cuando apenas se articulan signos de compresión/acnamalas la gloria» (42)
En el Infierno, también los Príncipes de Legión envejecen y pasan a la «Fase del Ocultamiento Eterno». DANÉZ pareciese estar cansado y anhelar ser relevado. Estará satisfecho de haber dictado, durante casi cuatro décadas, las cátedras de Poética y Dramaturgia [de la «Academia Correspondiente»] a los iniciados en el paracelsosiano Mal que es el Bien Pervertido. Lo presumo porque, en el «Registro Principal» del Averno consta, bajo el rótulo «Fermento», un parágrafo mediante el cual, hábil y de este domicilio, el ciudadano Carlos DANÉZ pide permiso al Demonio para eyectarse hacia el cosmos y solicitar que le sea autenticado todo cuanto poéticamente cometió: «Viejo Belcebú agradezco tu gesto de hacerme pasar por la salida pero las querencias horribles del error son religión más fuerte que mi decisión» [supra]
[XVIII]
El docto estudio «barreralinariano» de nuestro «idioma», el «discurso» y la «Internet»
«Sólo a causa del presunto delito de tener conocimientos o aptitudes, a quienes son dignos Individuos de Número de Academias o de la Cultura Bienfamados se les profieren Agravios de Vendetta y Barbarie: porque, desde el nacimiento de la Institucionalidad de la Caterva, siempre el Funcionariado de Mamandurria ha fallidamente anhelado segar las cabezas de los hombres intelectualmente diestros»
(A. J. URE)
Horas antes del amanecer del 25 de Octubre de 2011, me adentré (sin la fatiga que produce la lectura en el insomne, que lo soy incurable) a un apodíctico ensayo de D. Luis BARRERA LINARES: Habla pública, internet y otros enredos literarios (43). Ulteriormente, el lector advertirá por qué en esos momentos el autor lograría que una parábola inserta en las enseñanzas de GURDJIEFF (44) irrumpiese en mi psique: «El carruaje representa al cuerpo del Hombre y el conductor a su mente. El caballo está ligado al conductor por las varas, y el conductor con el caballo por las riendas…» (45)
En los invadidos territorios Centro-Suramericanos, y tras ultrajar de inimaginables formas a nuestros antepasados pobladores, es obvio que esa lengua (ya no por rigurosa «Dictata») Castellana, dialecto principal en los hablantes de las más prósperas y antiguas regiones de España, como la Vieja Castilla, fue dolorosamente impuesta a los aborígenes por la piratería invasora: con «fines de lucro», para pecharlos y condecorarlos si regresaban con tesoros, el Imperio conmutó a desalmados y truhanes para darles «licencia de expedicionarios».
Nos instruye BARRERA LINARES que, respecto al vetusto y rígido «Dictatus» de fijación oficial del «Idioma Castellano», los miembros de la Real Academia lograron bifurcar la acepción para mejor definirla como «Lengua Española»: oficiándole una especie de «tedeum» al manierismo de claustro que amonestaba a quienes expresasen que se «debía decir Lengua Castellana»:
«[…] la mayoría de quienes, con reconocida e indiscutible autoridad, han intervenido en la discusión aceptan como mucho más general la denominación español, y tanto ha sido así que el diccionario oficial, en su vigésima segunda edición (2001), ofrece en la acepción 3 de la entrada correspondiente al español […] Lengua común de España y muchas regiones de América, hablada también como propia en otras partes del mundo» (46)
Cierto que, naturalmente, la [por Luis] aludida Vieja Castilla se atomizaría en importantes ciudades como La Rioja y Madrid (47). El uso y las costumbres han estado, a perpetuidad, ligados al crecimiento poblacional y los intereses de las clases sociales dominantes: en los ámbitos de la Política, del Poder de Mando, Religión, Educación, Letras y Artes en las naciones del planeta. Por ello, igual es legítimo sostener con BARRERA LINARES que nosotros somos hablantes de un tácitamente oficial «Español Venezolano». Si aún existiese y se platicara la lengua de los celtas, embrión del resto de las más difundidas, sin excluir al Inglés, los anglosajones de nuestra realidad y tiempo no aceptarían se oficializase que el suyo es el «Idioma Celta». Tampoco lo harían los ciudadanos de países donde ese extinto dialecto «celta-prerromano» igual impulsaría la aparición de las «lenguas romances» (italiano, francés, portugués, etc.).
Todavía en la Postmodernidad, los cambios en el «hablante» no son taxativos: afectan la escritura, significados y musicalidad del discurso mundano: como ocurre con el «spanishenglish», aborto inducido de un «feto de idioma» que ya difunden millones de inmigrantes latinoamericanos. No dudo que, en pocas décadas, logre imponerse al también «depreciado» (fustigado por los académicos británicos) «English» de los fundadores de E.E.U.U. Los «hispanos-norteamericanos» procrean sin responsabilidad ni planificación, y, por ello, y superó poblacional y cuantitativamente a la minoría de la raza negra y hará lo mismo con la mayoría blanca.
Me parecen provectísimas las disquisiciones del escritor, docente, crítico, narrador e investigador Luis BARRERA LINARES en redor de lo que implica ser («poseso») converso de algún dialecto foráneo o «adherirse» a un idioma no natal. Con regusto o por necesidad de supervivencia, «capitulará su Ego» en algún territorio no patrio. En «situación de colonizado», tácticamente, con fines insurreccionales y propósitos libertarios, igual aprenderá otra lengua. Pero, donde no fue invitado será visto como escoria social: «preterido», «marginado» «explotable inmigrante» y «lastre» para la deportación oficial de «indocumentados». Y, aparte, quizá a causa de la complejidad semántica de esa lengua, el individuo la deformará ajustándola a sus incapacidades fonéticas y costumbres cerriles: las de cualquier persona humilde e indocta que sólo pretende mejorar sus condiciones de existencia, «conspirar para cometer crímenes» o enriquecerse con el tráfico de estupefacientes u objetos prohibidos o pertrechos que sirven al «terrorismo» de musulmanes fundamentalistas. Afirma el ensayista:
«[…] hay algunas categorías de hablantes que (consciente o inconscientemente) ocupan la posición de modelos comunicacionales para el resto de la sociedad, que –también consciente o inconscientemente- adopta su conducta verbal como guía posible para el comportamiento lingüístico en general» (48)
Previo aviso, aventajándose frente los exiguos pesquisas de la difícil Disciplina Lingüística, BARRERA LINARES examina la novísima Fenomenología de la Multimedia: vástago de tecnologías que confeccionaron a la Ciencia de Redes Sociales. Si, ya es una «ciencia»: en ininterrumpida transformación y perfeccionamiento que (pese a la reticencia de quienes en «funciones de mando» la criminalizan en países de ultimomundana, obsoleta y tiránica impronta doctrinal) fomenta positivos avances humanísticos y científicos. La Internet influye en todos los quehaceres del sujeto moderno, empero está amenazada por los llamados «hackers»: quienes, con inusitada experticia, han logrado vulnerarla y delinquir mediante el ultraje a la confidencialidad que los usuarios requieren. Imprescindible en operaciones de interés financiero, académico, intelectual, informativo y de índole policíaca. Hace meses, en el curso de una entrevista que le hicieran en un programa de televisión, D. Miguel Henrique OTERO (Presidente del diario El Nacional) enunció un irrefutable epilogismo: «[…] Los medios de comunicación impresos que no se digitalicen se extinguirán».
Como Luis, en uno de sus sesudos libros, otro hacedor notable y erudito venezolano escribió: «No hay hombre sin lenguaje. La edad de uno es la edad del otro. El hombre se levanta con la resonancia de su lenguaje, y, teniendo el lenguaje como lámpara, conoce y reconoce el mundo, recuerda lo vivido, marca líneas imaginarias para precisar o darle certeza a su futuro, es el protagonista de múltiples relatos que confluyen en el sentido de su lugar en el mundo, trata de hacer durable el efímero presente donde se hace posible vivir» (49)
BARRERA LINARES no sólo es consciente y comulgaría, sin dudas, con las citadas inferencias de BRAVO: el hombre es irrefrenable y su circunstancia en el planeta cambia virtud a las novísimas invenciones, que del lenguaje son parto. No tiene «edad» porque, a la suya, se enlaza la del otro sucesor en el Tiempo (alguna vez lo definí «presente perpetuo») que lo trasciende. Y será trascendido, con su otro que lo suplió, que «legará» o iluminará porque el Universo no cejará de requerir «pneuma»: con sus insospechadas creaciones intelectuales, tecnologías de «última generación» o hallazgos científicos. En la centrífuga sublimación y sacralización de la Internet, Luis interroga a quienes lo leemos y a sí mismo, pero me incomoda su (¿fascinación?) perplejidad ante la de plus valuada Cibernética. Él Discernió:
«¿Cuántas interrogantes pudiéramos plantearnos en el momento de ingresar en una revolución lingüística como la que se ha generado a partir de la emergencia de la Internet en la vida contemporánea? No ocurriría nada parecido desde la invención de la escritura. Es decir, la cultura humana no había evidenciado desde ese tiempo la irrupción de un fenómeno comunicacional que fuera capaz de perturbar todos los estamentos sociales, entre ellos el motor fundamental que nos mueve a todos: el lenguaje» (50)
No yerra calificándola como una «revolución lingüística»: empero, admito mi discrepancia cuando vehementemente sostiene que «[…] No ocurriría nada parecido desde la invención de la escritura…». Sostengo que, en el pasado milenio, sí acaecieron hechos que conciernen a la jurisdicción de la Lingüística. Gracias a una famosa e iniciática tecnología, la Escritura, el Habla Culta y la Comunicación de las Ideas y Doctrinas Religiosas o Políticas satisfarían a millones de seres humanos durante centurias. En 1435, luego de una disputa que entre individuos cultos causaba el vocablo alemán «drucken» (imprimiendo), Joan GUTENBERG (1398-1468) se empecinó en lograr la impresión mecánica de «typus» (caracteres): lo que se conoce como «tipografía», y lo hizo con éxito a partir del año 1435. La subsiguiente fabricación de máquinas que recibieron el nombre de «imprentas» produjo una maravillosa difusión de las ideas mediante la Escritura ya más profusamente difundida en libros o folletos troquelados durante centurias. Ni siquiera desestimo la estupefacción que habrán producido, en la ciudad de Pergamo (antigua ciudad del reino de Asia Menor, provincia del Imperio Romano), quienes laboraban, con mucho esfuerzo y sacrificio, para imprimir libros en pieles y que recibieron el nombre de «pergaminum».
A propósito del asunto (sin negar la comprensible fascinación que suscitan las postmodernas tecnologías de la Era de la Física Cuántica que disfrutamos), añadiré que, posterior a la invención de la Imprenta, otras esparcirían más velozmente la Sabiduría Humana: nuestras «ideas», «lenguas» y «eventos científicos» por el Mundo (el «Periódico», «Cinematógrafo», la «Televisión», «computadoras » y «telefonía celular» (multifuncional, multiforme y de variados tamaños». La instantaneidad comunicacional de la Internet parece insuperable: es impalpable, inodora, con caracteres invasivos y coloridas imágenes es la boga heredera de las que ya lo fueron en Materia Informativa, en el Campus de la Docencia, Instrucción e Investigación y la Industria de la Recreación.
He ¿mutado? la parábola de GURDJIEFF para decirles que «el carruaje» que representa al Hombre es la Adventicia Tecnología Multimediática de la Física Cuántica (51), pero el «conductor-intelectual» es el mismo que sucedió a su otro y será trascendido con invenciones no predictibles. La Internet, como el caballo, es un formidable vehículo ligado a quien adhiere las riendas que atan a ambos para ir hacia desconocidos e irreconocibles destinos […] Ninguna persona confesa de ser un «Profeta», de poseer el Don de la «Capnomancia» o «Videncia», apostaría su vida tras presumir que por sus intuiciones, mensajes providenciales o cualidades deductivas será investido de «Virtuoso Futurista». Evoco, de nuevo, el apotegma que, mediante la incisiva lucidez que lo caracteriza, nos prodigó Víctor BRAVO (supra): «La edad de uno es la edad del otro. El hombre se levanta con la resonancia de su lenguaje, y, teniendo el lenguaje como lámpara»
Prolija, formidable e ilustrativa esta docta tesis de BARRERA LINARES: intitulada Habla pública, internet y otros enredos literarios. Muy meritoria para un «Individuo de Número Correspondiente», cuya amistad me honra. Finalmente, advierto que en su ensayo su despegue intelectual fue vertical: sus reflexiones no tienen rasgos de «ascesis» o «lucubración pontificia». Es un estudio parafrástico sobre La Fenomenología de la Multimedia: entramados y consecuencias.
[XIX]
La «Cuarta escogencia» de un gran magma de apellido Cardozo
«Se emparenta la poesía, por su naturaleza, por su entidad, desde una prudente distancia, con la ciencia, la religión, la filosofía, la música, mas sin lugar a dudas la poesía se desarrolla como ser absoluto» (Lubio CARDOZO, en «La idea de la poesía», 2003)
«Que sólo la infidelidad de la Literatura en poder de impíos haya logrado abatirme y demoler mi quiescencia más que ciertas cibeles que haya nefasta y equívocamente amado, no me convierte, taxativamente, en misógino ni misántropo: si adoro a la Escritura es por estigmatizar a Castalia, que Ella fue en el Principio de los Goces Mortales» (A. J. URE)
Cuando, en La cuarta escogencia, Lubio CARDOZO (n. 1938) inicia lo que podría denominarse su máxima compilación personal de textos con reflexiones en redor del Summun de la Superbia y Sapientia Distincte (52) llamada «Poesía», semeja a un notable como lo fue el provectísimo Octavio PAZ: quien enfadaría a los indoctos y borregos diciéndoles que «[…] el Teatro y la Épica son también fiestas, ceremonias. En la representación teatral, como en la recitación poética, el tiempo ordinario deja de fluir, cede el sitio al tiempo original […]» (53)
El «limen» de los razonamientos de CARDOZO, preludio de un gran magma en La Materia Poética, fue obviamente escrito desde la soledad que nos impone una madurez intelectual y física sólo renunciables mediante el suicidio: al cual, dudo, él no depondría su intelligentia: «[…] Ante la inexpugnabilidad del cosmos y la expulsión definitiva de toda integración armónica en él por la vía de la razón empírica, no surgía otra potestad sino inventarle un universo alterno, un territorio de utopía, la comarca del vocablo preñado por la luz de la lámpara de la imaginación, y allí en ese mundo de voces el bardo pudo vivir, encarnaba la otra naturaleza, la inventada por él y dueño de ella […]» (54)
¿A quiénes los seres menos «inhumanos» deberíamos dejar las meditaciones alrededor de la existencia sino a los hacedores que, como Lubio CARDOZO, conceden al ejercicio poético la «Dignidad» de un asunto ya «no de Estado» o «Academia», sino de nuestra «Desdichada Humanidad»?
La entrega del escritor a la Filosofía ha sido plena, de antigua data, y luce explícita en magníficos fragmentos: «[…] El orgullo satánico antes fue hidrógeno, helio, oxígeno. Las furias fueron óxidos de silicio y una nube circunsolar alegra la melancolía de los saturnianos, hijos del tráfago, de Belcebú y de la huesa […]» (55)
En tiempos cuando conocí a Lubio CARDOZO, en la Facultad de Humanidades de nuestra venerable y vetusta Universidad de Los Andes, el fervor por las Letras (y Las Artes, en general) se había internacionalizado y nos distinguió entre los intelectuales del Mundo. Pese al ruido mediático de la «Patología Política y Social Hampesca», que hoy pretende deformar la psiquis de los venezolanos mediante instrumentos letales, e ideales exhumados de la Escoria de la Historia ante la percepción de los extranjeros, en la actualidad nuestra Literatura mantiene su majestad con escritores del talento y virtuosismo de hombres capaces de formular que (…) «Al compás de la sombra de una espada el forajido danzará veloz en el atardecer. La daga y los pies jugarán al ritmo del acecho y de la fuga, zig-zag en una dirección fija: el atropello sobre los planos donde él no está» (56)
Hubo genios que se suicidaron, caso José Antonio RAMOS SUCRE, en rigurosidad pariente de Lubio CARDOZO, empero no fue a causa de admitirse o develarse «Sísifo», sino tal vez «Narciso»: «[…] Una forma casta, de origen celeste, depositaba en mis cabellos su beso glacial. Acudía a través de mi sueño de proscrito, a mi cama de piedras, fosa de Job, abismo de dolores de Leopardi […]» (57)
La melancolía, el desaliento, empero igual lo sacro que se aprecia en la prosa poética lubiocardoziana no prorrumpe para que su espíritu y el de otros sea demolido por la desesperanza o mezquino narcisismo implícito en actos que aventajan las decisiones del Pater OCULTUS. El poeta CARDOZO no simula aborrecerse para impactar mediante incisivos pensamientos, sino que, a mi parecer, nos «cuenta» cómo fue, es y sería lo que yo defino su «escisión física»: «Está frente a mí el ahora, movible e inmóvil. La necrópolis del ayer subyace, canta o grita su ya no ser ahora. Los anhelos, la esperanza, lo venidero, el fin, el albur del vientre del futuro, sólo, indefectiblemente, engendrará el ahora» [58]
Distingue y separa a Lubio CARDOZO de otros intelectuales su portentoso empleo del «epilogismo» y «diégesis», en discursos poéticos-narrativos a los cuales tanto vertió sabiduría un magister de la Literatura como RAMOS SUCRE, y semejante a Él nos transfiere hacia la Antigüedad Griega cuando los creadores gustaron, según los casos, inferir: adular, perturbar, golpear a las mentes de los mediocres con «puestas en escena», avocarse a «cánticos épicos de bufones» en platteas y hasta lastimosas «versificaciones públicas de lega indigencia». Menciono algunos: Jenófanes de COLOFÓN (525 a. C: «A los dioses todo han atribuido Homero y Hesíodo/cuando entre humanos es causa de escarnio y reproche:/robar, cometer adulterio, y el mutuo engañarse». Y leamos a Semónides DE AMORGOS (630 a. C): «Ninguna cosa se lleva como botín un hombre/mejor que una buena mujer ni peor que una mula». Pero, finalmente, mi «botín» de lector es lo apodíctico que brilla en la Cuarta escogencia del admirable y talentoso docente universitario venezolano.
[XX]
La poética magnífica de Arnulfo Quintero López
«Los hombres y mujeres infectos de inmunodeficiencia intelectual que vociferan improperios y ordenan la antipoética de la existencia nacen, crecen, se multiplican y fallecen sin dejar nada provechoso: pero, los hacedores de Literatura trascienden lo aciago y futilidad de la ira. Los creadores inferimos que el Ser Humano tiene prohibido preguntarse para qué sirve la Poesía porque sin ella no mereceríamos celebrar la presencia de nuestra especie en el Mundo» (A. J. URE, 2014)
Tras indignar a los apodícticos, algunos profesionales de la «Historia» hacen esfuerzos por falsificarla mientras ciertos sociólogos la fustigan o intentan dilucidar las causas científicas de ciertos sucesos importantes y los sicólogos buscan pedacitos de atrofiados sesos desordenadamente esparcidos por todas partes luego del abatimiento de la Humanidad. Pandemónium generado por sujetos que se autodefinen «estadistas» y conducen rebaños de ovejas, que no a seres pensantes. Empero: en la obscuridad de un Mundo que es (con inexplicable y hasta absurda persistencia) enemigo de quienes lo habitan, los poetas como Arnulfo QUINTERO LÓPEZ celebran o lloran mediante una escritura magnífica. No permanecen inmutables, impávidos o absortos. A un precepto importante, formular con inobjetable lucidez y enamoramiento, responde la aparición de su libro titulado De rockolas, sombras y olvidos (59)
«Una noche es posible determinarse por el sueño, alargar las manos hasta los que nos interrogan en silencio. Perder el temor y establecer la suerte del que vino una tarde a decir cuál viento cargaría el reclamo de los hombres que sin suerte no están en el sitio por donde pasaría el vendedor cielos» (60)
Conocí a QUINTERO LÓPEZ en el curso del primer lustro de la Década de los Años 70/XX en Mérida, cuando los poetas celebraban la vida (como, incisivo, me ha dicho un Lord de la Intelectualidad Venezolana Emancipada llamado Edmundo ARAY). Nunca más experimenté que mordaces hacedores de Literatura y Artes, de la estirpe de Arnulfo, emprendiesen tan oportuna y sabiamente convites para que libásemos para proferir que gracias a la institucionalidad del «Ars Poética» la Humanidad trascendería.
-«[…] No he conocido a un poeta que haya realmente muerto, ni siquiera Víctor VALERA MORA» -me dijo QUINTERO LÓPEZ una lluviosa y fría noche, en presencia de Baco y Orlando FLORES MENESSINI-. «Cuando caminamos por cualquier calle de la ciudad, al escribir y cantar, veo a esos inmortales que han celebrado la vida como nosotros lo hacemos hoy»
Arnulfo, quien ya era un hombre de leyes, recibió esa noche de celebraciones la notificación gozosa y académica de los profesores (que también escritores) FLORES MENESSINI y Juan PINTÓ según la cual «un poeta como él no tenía ni siquiera que presentar monografías o ensayos de pregrado para que lo consagraran, y le firmasen la una licencia que lo acreditara». Durante esos días, recuerdo que mi primo Ennio JIMÉNEZ EMÁN me había invitado a una habitación de estudiante que ocupaba en el centro de la ciudad para leerme Primavera Negra (61) mientras bebíamos una caja de cerveza. Los docentes de la Escuela de Letras de la Universidad de Los Andes se incomodaban ante la presencia de hombres como QUINTERO LÓPEZ, los hermanos Gabriel y Ennio JIMÉNEZ EMÁN, entre otros que buscaban una licencia académica en la carrera de la Literatura. Pero, ellos eran prematuramente notables. No necesitaban recibir licencias para ser y el genio que ostentaban no admitía se le calificara, vulnerase, delimitara, desestimase o ultrajara. Aquellos docentes lo sabían y fomentaban que se les percibiese incuestionablemente como individuos de Letras. Leámoslo:
«Cuando/acechas/mis noches/y te ocultas/de los que buscan/sembrar tempestades/en mis sueños/No es para vivir/que me defiendo/es para soñar…» (62)
Advierto en De rockolas, sombras y olvidos a un intelectual imponderable: de indiscutible talento, sensibilidad y hermandad al cual no abatió la desesperanza que a todos nos ha sitiado en muchos instantes de la existencia. Porque, a mi juicio, Ille intellectualis pugna non mortis similis. Tiene razón el también mi pródigo amigo Carlos DANÉZ cuando afirma en rededor del poeta lo siguiente: «[…] En Arnulfo QUINTERO LÓPEZ la celebración es la sustancia del poema mismo y sus encuentros con lo femenino son expresiones poéticas que secretan partes del todo, que se cristalizan en el poema y que se levantan y se transmutan emborrachándose de canto […]» (63)
He leído (varias veces) De rockolas, sombras y olvidos. La primera ocurrió el pasado diciembre de 2013, en voz alta y en presencia de la poetisa polaca-venezolana Agmary FEDER. Hice anotaciones que hoy, 16 de Abril, durante un viaje en metro-cable hacia las calles que tantas veces en mi vida he recorrido, he retomado. Me satisfizo, nuevamente, una sabia inferencia del poeta QUINTERO LÓPEZ: «[…] Reinicio ahora un canto del hombre/para el hombre/y espero que todos/ retomen el camino/para el tiempo nuevo/Hoy celebro el ocaso del tirano […] (64) A mi admirado amigo digo que vaticino tiempos por venir sin déspotas: en los cuales sólo protagonizarán filósofos, poetas, artistas, dramaturgos, magos y científicos. Reinarán quienes, como nosotros, se muestren emancipados y defiendan la inexpugnable Libertad de las mujeres y hombres para celebrar dionisíacamente, pacífica y fraternamente la vida.
[XXI]
En redor del poemario Esmeraldas (Prólogo)
«Providentia idem esse philosophus»
(A. J. URE: Epilogismos)
En la (hace tiempo) multi-mediática y muy competitiva praxis poética, es casi imposible toparse con una autora que sea simultáneamente «provecta» y joven como Agnieszka M. Rybarczyk F. Cierto que es lúcida y dueña de una sapientia distincte e igual inmenso fervor escritural, que funde al quehacer pictórico explícito en su libro intitulado Esmeraldas: «[…] con aplicaciones de moho,/huele a nobles sueños nonatos,/a orden caotizado./a quicio fermentado,/a rancias historias de quísticos desenlaces,/a amantes desalmados […]» (Huele a flores óseas). En su trabajo hay discernimiento filosófico e imágenes.
Admito que mi postmoderno encuentro con Rybarczyk F. («de redes sociales») me produjo primero admiración hacia ella por sus deslumbrantes obras de arte. Empero, no tardé en descubrir que también estaba afortunadamente investida de poetisa: que igual magnífica, seductora de quienes somos profesos de cuanto he denominado Principio Inmutable de la Razón Suficiente. Ella la tiene, una inmanente razón que sostiene su poética como si se tratase de la columna de una edificación anti-sísmica. El ejercicio de la Poesía en Agmary FEDER difiere de la ejecución literaria que sólo da forma a una sesuda lucubración ensayística, o de la muy respetable y temida Narrativa porque deviene en desenfado inteligente: «[…] hasta la última nube/en este charco de sangre civil./Las calles/territorios de caza,/donde lo que calzas o te adorna/puede ser la diferencia entre ser y no ser» (Se hunde el cielo)
Muchos respetables críticos literarios aun suelen afirmar que la Poesía no debe libar de la Filosofía, ante lo cual discierno que ese todavía incomprendido objeto de la discordia y disputa no es cosa distinta a fenomenología de la especulación filosófica en grado de encantamiento. La «Razón Suficiente e Inmutable» que hiere a la ignorancia y exige sabiduría para expresarse con respetabilidad y ser absorbida, da licencia a la Poesía para cometer porque es su primogénita desobediente: «[…] de líquidas franjas,/tumores giratorios a su paso devoran./El hábitat regurgita la mefítica poción/con que pretenden nutrirlo para adormecer sus sentidos/y poder desmantelar hasta el último de sus armonios/Verde madre te defiendes»
Ver, escuchar y callar frente a la verdad como enajenación y su empleo perverso se convierte en una especie «cortocircuito o error en el sistema literario» sin menoscabo de las metodologías personales. La poetisa que no he todavía personalmente conocido, y con la cual suelo comunicarme, luce docta frente a los instrumentos de la manipulación social que afectan a todo Ser Humano y con mayor intensidad a los hacedores de Literatura. La creadora ama en la centrífuga del caos y, por ello, su psiquis derrama la dopamina que le producirá la catarsis y liberación que advierto en su maravillosa escritura: «[…] quiero saber de piel,/no quiero saber de guerras…/saber de humana piel./sin oír el grito del odio,/cuidaré la infante piel» (No quiero saber de políticas)
Le he dicho a mi venerada amiga, artista plástica y poetisa, que el amor nos hace libres y el rencor esclavos de la mala vida. Que ella se ha emancipado mediante el don de la inteligencia distinta que la impulsa a verter, poéticamente, su entendimiento y sabiduría apriorística en redor de todo cuanto en el mundo infaustamente socava a la Humanidad.
Notas
(1) He aquí dos interesantes interrogantes de Lucio ANNEO SÉNECA [¿4 a. de C, 65 después de C?] incluidas en su libro Sobre la felicidad [«Alianza Editorial», Madrid, España, 1980]: «¿Qué mortal a quien desde algún vestigio de ser hombre querría sentir su cosquilleo [del placer] día y noche y abandonar el alma para consagrarse al cuerpo?» [p. 52]; «¿Por qué la mujer lleva en las orejas la renta de una casa opulenta?» [p. 81]. Hasta Epicuro [n. en Salmos, en el 34 a. de C. y que vivió sólo 35 años], en su volumen igualmente titulado Sobre la felicidad, dilucida lo siguiente respecto al Placer, que asociamos al «Amor»: «La carne concibe los límites del placer como ilimitados, y un tiempo ilimitado para procurárselo. Pero la mente, que ha comprendido el razonamiento sobre la finalidad y límite de la carne, y que ha disuelto los temores ante la Eternidad, nos consigue una vida perfecta» [p. 42]
(2) EINSTEIN, Albert [1879-1955], padre de la Teoría de la Relatividad, sostuvo durante una filmada entrevista que ofreciera la víspera de su muerte que «… no le temía porque la existencia no es algo distinto a ilusión»
(3) Cada vez que los deplorables sucesos políticos del ultimomundano país que habito me abaten, releo las incisivas reflexiones del genial Octavio PAZ (n. 1914 y «Premio Nobel» el año 1990) respecto al Ser Hispanoamericano.
(4) Un intelectual «ateo» –como se especuló sobre PAZ– no pudo sostener, como de hecho lo hizo, […] «… que con la conciencia del pecado nace la necesidad de redención y que ella engendra la del redentor» (p.p. 224-225 de El laberinto de la soledad)
(5) Definición personal que inserté casi al final de mi libro Dictados contrarrevolucionarios («Edición de la Universidad de Los Andes», Mérida, Venezuela, 2008. p. 201).
(6) Cuando me instruí sobre esa fascinante práctica discursiva, experimenté una inconmensurable felicidad: de modo empírico, yo hacía tiempo que la ejecutaba.
(7) STUART MILL, John, dijo en su Diario […] «… que todo empeño intelectual, o, en cualquier caso, todo empeño científico cae bajo el popular estigma de ser insensible» [p. 45]. También infirió que […] «… ser popular es adular a todas las personas diciéndoles que son lo que más desean ser» [Supra., p. 45. «Alianza Cien», Madrid, España, 1996]
(8) El virtualmente necrófilo Carlos CONTRAMAESTRE, quien era Director del «Consejo de Publicaciones» de la Universidad de Los Andes (cuya «Acta de Fundación» redactamos juntos) y yo, su Asistente Literario, intentamos -sin éxito- persuadirlo para que permitiese una edición paralela en nuestra venerable institución académica. Años después se convertiría en uno de nuestros más fieles amigos y frecuentaba, en busca de infinito placer báquico, la ciudad de Mérida.
(9) SAINTUS, Marie Josué: Mundo Inmundo. «Edición de Comala.com», Caracas, 2008.
(10) Ob. Cit., LI-LII
(11) Idem., CXCIV
(12) «En el mar pululan los animales» [Lat.]
(13) ZAMBRANO, Simón: Nido con aves muertas (Edición de «FUNDECEN». Mérida-Venezuela, 2007). Incisivo, sentencia el prologuista Raúl RUIZ: «Transitar el camino de la poesía lleva a sensibilizar el alma. Ir más allá de lo meramente perceptible y visualizar las cosas de otra manera. Esto es cosa de locos y poetas» (p.p. 7-8)
(14) El 11 de Marzo de 1854, víspera de su escisión física, mi admirado y erudito filósofo J. S. MILL escribió, en una especie de diario-registro pre partida del Mundo: «En sus grados más bajos, pensamiento y sentimiento son antagónicos; en sus más altos, se armonizan entre sí. Mucho pensamiento y poco hedonismo expanden a un ya portentoso cerebro que gasta su vida en el ejercicio intelectual por el ejercicio intelectual mismo. Mucho pensamiento y poco sentimiento es la materia de que están hechos el sectario y el fanático. Mucho sentimiento y mucho pensamiento producen el héroe o la heroína» (P. 44 de «Alianza Cien». Madrid-España, 1996)
(15) P. 12 de la simoniana ob. cit. A propósito, me place citar un fragmento esclarecedor inserto en el compendio titulado La Teoría Literaria Contemporánea, de una trilogía de geniales investigadores: SELDEN, Raman; WIDDOWSON, Peter y BROOKER, Peter: «[…] La forma literaria no es simplemente un reflejo unificado y comprimido de la forma social como pensaba LUKÁCS, sino un medio especial para distanciarse de la realidad […]» «[…] Las absurdas discontinuidades del discurso, la escasa caracterización y la ausencia de trama contribuyen al efecto estético de distanciarse de la realidad… » (p. 129 de la ob. cit. Edición de «Ariel». Barcelona-España, 2001)
(16) P. 9, idem.
(17) ZAMBRANO, Simón: Insomne me miro al espejo (Edición de «Caminos de Altair». Mérida-Venezuela, 2008).
(18) Ver en el revés de la cubierta de la antología QUINTERO–NOGUERIANA Doce orugas en el viento, donde, acertadamente, incluye un poema de Simón ZAMBRANO titulado «Olvido» (p.p. 104-105. Coedición entre «Caminos de Altair» y «FUNDECEN». Mérida-Venezuela, 2008)
(19) P. 35 de la ob. cit. de ZAMBRANO.
(20) Memorables escritores, poetas y artistas: «obispos», «monseñores» y «cardenales» de la «Pontificia e Irreverente Intelectualidad Venezolana». Mediante la fundación de agrupaciones como El techo de la ballena, su persistente persuasión a los políticos (y consejos universitarios) para que los institucionalizaran el fomento de la Creación Literaria y Artística en nuestro país, tenemos una herencia cultural que se resiste a ser exterminada por el Neo-Fascismo Socialista. Gracias a ellos, y a quienes con poder de mando propendían a respetar los quehaceres intelectuales y comulgaban con nuestra amenazada «casta», un científico como Don Pedro RINCÓN GUTIÉRREZ, «Rector de Rectores de la Universidad de Los Andes», como se le recuerda, la ciudad de Mérida y Caracas tienen galerías, editoriales y edificaciones importantes que son «patrimonio nacional» (Casa «Rómulo Gallegos», el Teatro Teresa Carreño, los ateneos, la Galería «La Otra Banda», la Biblioteca Bolivariana, el Centro Cultural «Tulio Febres Cordero», el Consejo de Publicaciones de la ULA, INCIBA, CONAC, Monte Ávila Editores, Biblioteca Ayacucho, la Casa Bello y museos como el «Sofía Imber» que no dudo será restituido)
(21) Imploro, a quienes hoy pueden editar con patrocinio de Estado, que se reedite a ese brillante poeta prematuramente fallecido de un infarto. Una poetisa y excelente funcionaria, Carmen Delia BENCOMO, quien ejercía el cargo de «Directora de Cultura» adscrita a la Gobernación del Estado Mérida, solía expresar su infinita admiración por la personalidad de VERA.
(22) Una vez, muchos años antes de su fallecimiento y telefónicamente (solía llamarme casi todas las noches, para platicarme respecto a sus preocupaciones «ontológicas», en las cuales predominaban más sus críticas contra los «políticos» que la «temática literaria») Juan LISCANO me decía que no hallaba sentido al hecho que profesionales de distintas disciplinas le pidiesen que les escribiera prólogos a los libros que proyectaban publicar (algunos eran de psiquiatras). Yo le replicaba: «Sin la provecta demencia, la ignorancia dicta». Él se reía de esa frase mía, que me vi en la situación de sucesivas veces repetírsela, ya en persona, cuando me convidaba almorzar en Caracas.
(23) La mayoría de los escritores y poetas capitulamos frente a un anatema que el fascista y filósofo alemán Martin HEIDEGGER esputó: «La ocultación de lo oculto y el error pertenecen a la esencia inicial de la verdad». ¿«Metatextualmente», que defendía y creía que ninguno era capaz de dilucidar para que la Posteridad lo juzgase?
(24) VIVAS GARCÍA, Homero: Ciudadela sitiada. «Fondo Editorial Toituna». San Cristóbal, 1996. P. 15.
(25) VIVAS GARCÍA, Homero: Índigo. «Fondo Editorial Toituna». San Cristóbal, 2002. Pp. 13-14-15.
(26) VIVAS GARCÍA, Homero: Albur. «Fondo Editorial del Caribe». Gobierno del Estado Anzoátegui, 2010. P. 32.
(27) GIL OTAIZA, Gil: Cuentos (Antología personal. «Universidad de Los Andes», «ALEPH universitaria», 2010)
(28) Infaustamente, desde hace años, a causa de la indolencia de cierto y envidioso funcionariado, el digno de ovación apoyo institucional hacia la intelectualidad universitaria ha experimentado un alevoso declive: que, «Deo gratias», Don Manuel ARANGUREN, actual y honorable Vicerrector Administrativo, revierte a favor de la eximia reputación de la Universidad de Los Andes. Todavía recuerdo al venerable Pedro RINCÓN GUTIÉRREZ, diciéndome, en los recintos donde hoy miramos su busto en bronce: «Como tú, JIMÉNEZ URE, me habría gustado ser un escritor y que, en la posteridad, se me recordase por ello. Estamos transitoriamente vivos en este planeta, tú más que yo, porque eres joven: pero, piensa que cada uno de tus libros (especialmente los publicados por nuestra universidad) tiene la relevancia de un título académico».
(29) Pp. 13-22 de la ob. cit
(30) En páginas literarias y «abstracts» de tesis académicas que se discuten en el mundo, cuando se disertaba e infería respecto al género denominado Cuento Corto, se difundió, persistentemente, la expresión: «The Short Story was Made in Venezuelan»
(31) P. 177, idem.
(32) CALZADILLA, Juan: autor, entre otros, de Dictado por la Jauría y Bicéfalo. Co-fundador del afamado grupo El Techo de la Ballena. Confieso ya extinta aquella prolongada e intensa comunión y complicidad intelectual: que alcanzó el paroxismo o cénit una noche cuando, en el balcón del apartamento de fallecido poeta y filósofo Ludovico SILVA (persuadidos que no se equivocó el anfitrión al afirmar que todos debíamos morir In vinus veritas) pactamos luxferianamente ejecutar (nos) un simultáneo suicidio desde tan elevada altura. Empero, feliz y oportunamente, apareció la amabilísima Amanda de CALZADILLA y frustró nuestro propósito. Celebrábamos uno de los últimos cumpleaños del talentoso estudioso del marxismo, confeso dipsomaníaco que inferiría lo siguiente: «[…] Tres zonas, borrosamente delimitadas, se distinguen en el campo de la alienación ideológica: a) la primera, relacionada con la distinción entre alienación y observación; b) la segunda, con la crítica literaria; y c) la tercera, con la manía sustancialista de los filósofos» (P.131 de Marx y la alienación. «Monte Ávila Editores», 1981)
(33) TREJO, Oswaldo: También los hombres son ciudades (1963)
(34) DANÉZ, Carlos: Carnal. Universidad de Los Andes, «Ediciones Actual» [con formidables ilustraciones de GUTIÉRREZ, Oscar]. Mérida-Venezuela, 2004.
(35) P. 27 de ob. cit.
(36) Dramaturgo que logró notoriedad con obras teatrales donde la burla y sátira golpeaban los hábitos, costumbre y sucesos políticos de en la Grecia Antigua. Aristótafnes (450-385 a. de C)
(37) P. 91, idem.
(38) P. 141 de OUSPENSKY, J. D.: Charlas con un diablo. «Editorial Hacchette». Buenos Aires-Argentina, 1976.
(39) En la Universidad de Los Andes, hechos tan infames como lo sucedido con Carnal no han sido excepciones. El año de 1991, el «Consejo de Publicaciones» de nuestra institución académica reeditó mi novela Aberraciones. Un profesor de la Facultad de Ingeniería se dio la tarea de recoger firmas para entregárselas a D. Felipe PACHANO RIVERA, quien ejercía funciones de «autoridad universitaria» y presidía la dependencia editorial, para que se suspendiese su venta y ordenara la destrucción de mi libro. Me citó a su Despacho de Secretario y reímos mucho sobre la absurda pretensión de aquél ignorante y fortuito enemigo de mi literatura. El inquisidor no tuvo éxito en la recolección de firmas ni perturbó la quietud e inteligencia de mi amigo PACHANO RIVERA, más tarde elegido Rector [su praxis al mando fue magnífico]
(40) DANÉZ, Carlos: Memorias del Relámpago. Edición de la Alcaldía «Bolivariana» de Libertador. Mérida-Venezuela, 2007.
(41) P. 9 de ob. Cit., «Fermento».
(42) P. 54, Ibídem.
(43) BARRERA LINAERES, Luis: Habla pública, internet y otros enredos. Edición de la Universidad «Simón Bolívar». Caracas-Venezuela, 2009.
(44) P. 87 del libro de WALTER, Kenneth: Enseñanza y sistema de Gurdjieff.
(45) Leer p. 19 de la ob. cit. de L. B. L
(46) En la PREHISTORIA, pobladas por los «prerromanos» y «celtiberos», entre otros.
(47) P. 11, supra.
(48) P. 24, ibídem.
(49) P. 55 de Leer el mundo de BRAVO, Víctor. Editorial «Veintisieteletras». Madrid-España, 2009.
(50) P. 45, idem.
(51) En el curso de la Segunda Guerra Mundial, se sabe que los principales actores de la infausta conflagración apresuraban la fábrica de armas más exterminadoras que las bombas convencionales. Como las ojivas nucleares, esas con las cuales los norteamericanos devastaron al Japón y hablaron en Voz Alta para aterrorizar a quienes no eran sus aliados. No sé si por «disuasión militar», «ostentación», «intimidación» o «simple arrogancia», el Pentágono ha exhumado informes que revelan que la USA utilizó, experimentalmente, tecnologías de «comunicación celular» y otras formas «inalámbricas» en el discurrir de esa contienda. Ya la Internet formaba parte de las investigaciones que, en «Mecánica Cuántica» y «Sistemas Computarizados», se realizaban en subterráneos Aceleradores de Partículas Atómicas construidos en zonas inaccesibles a los civiles no autorizados por el «Funcionariado Mayor de Inteligencia Castrense».
(52) Que así, personalmente, sin disculpas y no exento de pendencia, dicto: «Suma de Soberbia y Sabiduría Distinta»
(53) P. 229 de PAZ, Octavio: El laberinto de la soledad [Fondo de Cultura Económica, México, 1994)
(54) P. 5 de CARDOZO, Lubio: La cuarta escogencia (Coedición entre «Mucuglifo», «Dirección de Cultura del Edo. Monagas» y el «CONAC», Mérida, 2006.
(55) P. 41 de la ob. cit.
(56) P. 102, «Lascivoso», idem.
(57) P. 63 de Los aires del presagio.- RAMOS SUCRE, José Antonio (Monte Ávila Editores, Caracas, 1976)
(58) P. 318, supra.
(59) QINTERO LÓPEZ, Arnulfo: De rockolas, sombras y olvidos.- Fundación Editorial «El Perro y la Rana» y Ediciones «Gitanjalí». Guarenas, Venezuela, 2012.
(60) Ob. Cit., p. 44
(61) MILLER, Henry: Primavera Negra. Publicada por primera vez en París, 1936.
(62) Idem., p. 61
(63) Supra., p. 35
(64) cfr., p. 197.
Autor:
Alberto Jiménez Ure
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