La teoría de la Gestalt por Lic. Halina Stasiejko (página 3)
Enviado por Ing.+ Licdo. Yunior Andrés Castillo Silverio
"La herramienta es el producto de la cultura material que lleva en sí, de la manera más evidente y material, los rasgos característicos de la creación humana. No es sólo un objeto de forma determinada, que posea unas determinadas propiedades. La herramienta es, al mismo tiempo, un objeto social al que se han incorporado y fijado unas operaciones de trabajo elaboradas históricamente. El hecho de que ese contenido, a la vez social e ideal, haya cristalizado en las herramientas humanas las distingue de las "herramientas" de los animales. Estos últimos también deben realizar ciertas operaciones. Ya hemos visto, por ejemplo, como el mono aprende a utilizar un palo para atraer hacia él una fruta. Pero estas operaciones no permanecen fijas en las "herramientas" de los animales y dichas "herramientas" no se convierten en soportes permanentes de dichas operaciones. Una vez que el palo ha cumplido su función en manos del mono, vuelve a ser un objeto indiferente para él. Por eso los animales no conservan sus herramientas, y no las transmiten de generación en generación. No pueden, por lo tanto, cumplir esa función de "acumulación", […],que es propia de la cultura. Esto nos explica que no exista en los animales un proceso de adquisición de la herramienta: el empleo de la "herramienta" no forma en ellos nuevas operaciones motrices; es la "herramienta" misma la que se halla subordinada a los movimientos naturales, fundamentalmente instintivos, en el sistema de los cuales se integra."[20] Para Vigotsky utilizar un palo, o una marca o bien un nudo en un pañuelo, por ejemplo, para recordar, generan cambios en la estructura psicológica de los hombres que van más allá de las disposiciones biológicas heredadas. El hombre realiza una nueva conexión, que no está en la naturaleza, entre la actividad de recordar y el objeto. La posibilidad de incorporar estímulos artificiales, autogenerados, es decir, a los que el propio hombre le asigna el valor de signo es propia de nuestra especie y representa una forma de conducta totalmente nueva: la conducta mediada. Para Vigotsky el signo "actúa como un instrumento de actividad psicológica, al igual que una herramienta lo hace en el trabajo"[21]. Pero enseguida advierte que esta analogía figurativa tiene sus limitaciones y genera un problema para el investigador que debe descubrir las relaciones esenciales. En este sentido, lo que quiere es comprender el papel conductual del signo y al establecer la analogía encuentra que esta se basa en que ambos, signo y herramienta, tienen en común la función mediadora que las caracteriza y que grafica así:
Basándose en trabajos de Hegel[22]y Marx[23]Vigotsky encuentra la justificación para "asignar al uso de signos la categoría de actividad mediada ya que la ausencia" del objeto que marca el "signo consiste en modificar la conducta del hombre a través de él mismo."[24] Y también señala la diferencia entre signo y herramienta sobre la base de los distintos modos en que orientan la conducta humana. La función de la herramienta sirve a los fines del objetivo de la conducta que busca cambios en los objetos del mundo, en la propia naturaleza, y en ese sentido se encuentra externamente orientada. En cambio, el signo se encuentra internamente orientado y como medio "aspira a dominarse a sí mismo"[25], es decir que en el proceso de adquisición de los signos, el niño tiende al control de su conducta de manera autónoma, consciente y voluntaria.
Los signos son nuevos nexos que se construyen en el curso de la interacción humana, en el proceso de la vida social. En este sentido, los signos son convenciones sociales, creadas en el desarrollo histórico de la evolución cultural, y cada nuevo niño recrea en su relación con otros humanos el proceso de co-construcción de los instrumentos semióticos. Esta nueva relación se conserva, no por evolución biológica, sino a través del desarrollo histórico, porque de generación en generación se transmite el legado cultural a los niños.
De este modo, Vigotsky establece la diferencia entre los procesos elementales, regulados externamente por la presencia de estímulos en el mundo exterior que propician conductas reactivas, es decir que promueven a la acción por parte de los animales, como por ejemplo las disposiciones heredadas o las asociaciones condicionadas que estudió Pavlov, en las que el animal no puede negarse a responder pues se ha establecido una conexión automática que desencadena la reacción, y los procesos superiores que suponen un vínculo intermedio entre el estímulo y la reacción. Vigotsky lo expresa de la siguiente manera:
"La característica central de las funciones elementales es que están directamente y totalmente determinadas por los estímulos procedentes del entorno. En lo que respecta a las funciones superiores, el rasgo principal es la estimulación autogenerada, es decir la creación y uso de estímulos artificiales que se convierten en las causas inmediatas de la conducta." [26] La mediación produce una nueva función al comprometer activamente al sujeto en la construcción de dicho vínculo, y de esta manera opera, invirtiendo la relación anterior, sobre el individuo y posteriormente sobre el medio. La regulación de la conducta no se realiza a partir del mundo exterior, sino que se inscribe en un marco de interacción humano desde el comienzo de la vida de los hombres y es a través de los procesos de interacción que los niños van apropiándose paulatinamente del control consciente, voluntario y autónomo de sus funciones psicológicas. Este proceso mediado es graficado por Vigotsky[27]de la siguiente forma:
Los comportamientos elementales se constituyen sobre la base de reacciones directas a los estímulos del medio expresados en la fórmula simple: [S ——-R], los comportamientos complejos que utilizan signos introducen una operación de mediación semiótica que inhibe la tendencia a reaccionar al mismo tiempo que incorpora un producto nuevo que favorece la realización de la operación de modo indirecto, tal como se representa en el diagrama.
La complejidad adquirida en este modo de comportamiento no es una manera "más" eficiente de operar, sino que por el efecto de invertir la consecuencia de la acción sobre el individuo, promueve nuevas formas de operaciones psicológicas culturalmente establecidas. Esto significa que el comportamiento mediado no es una respuesta o una reacción, pasiva y automática, sino que es una conducta activa que transforma al medio al mismo tiempo que transforma al propio sujeto por los nuevos nexos funcionales que se construyen.
El desarrollo cognitivo humano sólo puede entenderse como una síntesis entre dos dimensiones diferentes, por una parte el proceso de evolución biológica que se expresa en la maduración ontogenética, y por otra parte el proceso el desarrollo histórico de la evolución cultural que incidirá a través de la relación con otras personas, en el desarrollo psicológico del niño.
2.- Orígenes sociales de las funciones psicológicas superiores. Vigotsky sostiene que toda actividad mediada, es decir toda función psicológica superior, tiene su origen en las interacciones con otros humanos. Esta hipótesis tiene su inspiración en la ideas de Engels[28]que afirman que es el trabajo el que crea al hombre cuando dice: "la especialización de la mano significa la herramienta y ésta presupone la actividad específicamente humana", y también en las ideas de Marx[29]que plantean que "no es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino por el contrario, es su ser social lo que determina su conciencia". Esta visión de los orígenes sociales focaliza la atención en el papel que cumplen los adultos en la interacción con los niños durante la crianza, las acciones específicas que realizan y las formas especiales de interacción que establecen, a través de las cuales van permitiendo construir, primero, en el plano intersubjetivo, las funciones psicológicas siendo asistidos por ellos, hasta que puedan paulatinamente dominarlas de manera autónoma, voluntaria y consciente, en el plano intrasubjetivo. Vigotsky lo expresó en lo que él llamó "La ley de la doble formación de las funciones superiores" y que establecía en 1930 del siguiente modo:
"En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos veces: primero, a nivel social, y más tarde, a nivel individual; primero entre personas (interpsicológica), y después, en el interior del propio niño (intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y a la formación de conceptos. Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre seres humanos" [30] A modo de ejemplo veamos el desarrollo del gesto de señalar como lo analiza Vigotsky: "Al principio, este ademán no es más que un intento fallido de alcanzar algo, un movimiento dirigido hacia cierto objeto que designa la actividad futura. El niño intenta alcanzar un objeto situado fuera de su alcance; sus manos tendidas hacia ese objeto, permanecen suspendidas en el aire. Sus dedos se mueven como si quisieran agarrar algo. En este estado inicial, el acto de señalar está representado por los movimientos del pequeño, que parece estar señalando un objeto: eso y nada más. Cuando acude la madre en ayuda del pequeño y se da cuenta de que su movimiento está indicando algo, la situación cambia radicalmente. El hecho de señalar se convierte en un gesto para los demás. El fracasado intento del niño engendra una reacción, no del objeto que desea, sino de otra persona. Por consiguiente, el significado primario, de este fracasado movimiento de apoderarse de algo queda establecido por los demás. Unicamente más tarde, cuando el niño es capaz de relacionar su fallido movimiento de agarrar con la situación objetiva como un todo, comienza a interpretar dicho movimiento como acto de señalar. En esta coyuntura, se produce un cambio en esta función del movimiento: de un movimiento orientado hacia un objeto se convierte en un movimiento dirigido a otra persona, en un medio de establecer relaciones. El movimiento de asir se transforma en el acto de señalar. Como consecuencia de este cambio, el movimiento mismo queda físicamente simplificado, y lo que de él resulta es la forma de señalar que denominamos gesto."[31] Podemos comprender a partir de este párrafo, como en el desarrollo del gesto de señalar, la función comienza organizando un esquema cerrado de interacción con el objeto pero que resulta fallida. La presencia del adulto cobra una importancia trascendente al interpretar las acciones del niño y actuar en consecuencia acercando o bien poniéndole en la mano el objeto deseado. Esta acción efectiva crea un cambio en la situación, transformando lo que antes era un esquema cerrado en el objeto en un esquema abierto hacia una persona, donde el niño realiza una acción, el movimiento de alzar los brazos en dirección al objeto, sabiendo que esa acción va a ser completada por la acción de otra persona. El dominio de esta función se ha ido conquistando paulatinamente a través de una serie de sucesos evolutivos que culminaron en la interiorización de esa función.
El proceso de interiorización que permite la reconstrucción de una actividad psicológica externa por medio de operaciones con signos, siempre se realiza en contextos interactivos con otros humanos y es para Vigotsky el salto cualitativo entre la organización del comportamiento animal y las formas de actividad culturalmente mediadas del hombre.
3.- Concepción histórica del desarrollo. Siguiendo una tradición que se inspiraba Hegel, Engels y Marx, la psicología histórico-cultural consideraba que los seres humanos, además de usar herramientas y signos, generan formas culturales, tradiciones y costumbres, como las narraciones de cuentos, las leyendas, la institucionalización de la escuela, la creación de tecnologías, etc., a través de las cuales se redescubren y resignifican, en cada generación, los recursos culturales ya creados a lo largo de la historia de la humanidad. Vigotsky explicaba el comportamiento humano a partir de la síntesis de las fuerzas biológicas y culturales, es decir del desarrollo como especie animal y del desarrollo como miembro de una sociedad y una cultura, que en su encabalgamiento producen formas nuevas superando las organizaciones del comportamiento animal. El difícil problema al que se enfrentaba Vigotsky era el de tratar de explicar cómo las transformaciones históricas de la cultura producen modificaciones en el comportamiento de los seres humanos. Los procesos biológicos y los procesos culturales tienen en principio una diferencia fundamental. Los primeros producen modificaciones en la estructura biológica a través de la evolución filogenética, mientras que los segundos no implican transformaciones de ese tipo sino que el desarrollo cultural es explicado por la creación de nuevas formas de comportamiento, de carácter mediado, a partir de la utilización de recursos culturales que amplifican y potencializan las limitaciones biológicas de nuestra especie. En este sentido, podemos pensar como ejemplo que la aparición de la tradición oral en la transmisión de relatos y leyendas ha sido una estrategia que permitió a la humanidad conservar la experiencia de generaciones anteriores, y que luego fue mejorada por la aparición de otros recursos como la imprenta que permitió conservar los conocimientos en forma objetivada a través de libros. Estos recursos culturales amplifican las capacidades de la memoria humana, del mismo modo que el nudo en un pañuelo nos hace recordar algún evento particular que hemos querido señalar previamente.
La introducción activa de nuevos medios, artificiales, en el comportamiento humano a través de los signos permite explicar el desarrollo humano. Esta nueva función, de origen social, ya no depende de los nexos preestablecidos por la naturaleza en el cerebro, sino que ellos introducen nexos funcionales que se organizan en la interacción social. Ellos se han producido a lo largo de la historia de la humanidad y se transmiten y re-crean a través de las generaciones y al mismo tiempo se producen cotidianamente en el crecimiento de cada nuevo niño.
Vigotsky pensaba que los nuevos nexos producidos en la interacción, culturalmente mediados e históricamente determinados debían tener un correlato a nivel cerebral que consistiera en sistemas flexibles que interrelacionarían centros específicos del cerebro.
De este modo, en el curso del desarrollo histórico se crean órganos funcionales que no requieren estructuras morfológicas nuevas pero que implican nuevas reorganizaciones dinámicas de las relaciones ya establecidas en el sistema nervioso. Como puede advertirse, Vigotsky anticipó una serie de hipótesis teóricas sobre problemas de la neuropsicología, en especial, los estudios sobre trastornos afásicos[32]agnósicos[33]y apráxicos[34]que fueron luego de su muerte desarrollados por su discípulo Luria.
4.- El análisis genético. Los proyectos de investigación de Vigotsky estaban centrados en dos grandes grupos:
La génesis y desarrollo de las funciones superiores en el niño, y
La influencia de las variables transculturales en la naturaleza de los procesos cognitivos.
La idea directriz que inspiraba al primer grupo era querer explicar los procesos de construcción de las funciones mentales y no describir su estado final. El principio que sostenía el segundo grupo de investigaciones consideraba que si las funciones superiores tienen un origen social y cultural, entonces las particularidades sociales y culturales ofrecerán variabilidades en los procesos de construcción de las funciones mentales. El momento que vivía la Unión Soviética era particularmente apto para este tipo de programas de investigación. Los programas de colectivización del trabajo y de la propiedad que se habían puesto en práctica estaban generando grandes cambios en la organización social y cultural de millones de campesinos al mismo tiempo que grandes masas de personas se incorporaban a las campañas de alfabetización y escolarización. Esto permitía la comparación de los procesos cognitivos en grupos que aun tenían formas de organización social tradicional con otros que estaban sufriendo cambios culturales acelerados. Luria dirigió dos expediciones a Uzbekistán y Khigiria, en Asia Central, en 1930 y 1931, donde se estaban produciendo cambios de culturas nómadas de pastoreo a granjas colectivas. A la segunda expedición fue acompañado por Kurt Koffka, quien, según cuenta Luria, no pudo comprender el sentido de las investigaciones por el exagerado criterio universalista que dominaba en él.
En esta investigación se exploraban procesos de percepción, generalización y abstracción, razonamiento y solución de problemas en los grupos nómadas y en aquellos que estaban atravesando los procesos de cambio social. Lamentablemente los resultados, aunque provisorios y no trabajados estadísticamente de manera adecuada, fueron silenciados por más de cuarenta años, debido al temor que se despertó en los grupos de poder en cuanto al sentido peyorativo que pudieran tener los resultados con respecto al funcionamiento psicológico de los grupos tradicionales. Sin embargo, lejos de ello, los trabajos excluían cualquier interpretación etnocéntrica porque su fundamento consideraba las actividades desarrolladas por ambos grupos humanos como actividades de adaptación que reflejan mecanismos de interacción y formas sociales de organización.
Anteriormente se mencionó la forma particular en que se anotaron los resultados de las investigación realizada por Luria, su manera poco sistemática de presentar el análisis de los resultados. Este hecho, en parte, se debió al carácter provisorio de las mismas pero, también, a la particular concepción que los miembros de la "troika" tenían en cuanto a su lógica metodológica. Por lo que es conveniente que señalemos sus principios.
Una de las ideas más firmes de Vigotsky era que la investigación psicológica no debería desconectarse de las "actividades prácticas" ligadas al mundo real, evitando la elaboración de modelos sofisticados de laboratorio que no reflejen los contextos cotidianos en que las funciones psicológicas se desarrollan. Actualmente se utiliza la expresión "validez ecológica" para referirse a esta idea que en la década del veinte ya planteaba Vigotsky. Era importante remitirse a los ambientes reales, la escuela, la fábrica, el campo, la clínica, allí donde las personas actúan era el lugar donde debían realizarse las observaciones. Esta idea estaba en relación con la imposibilidad de plantearse una investigación dejando fuera de la misma las variables socioculturales. En modelos experimentales objetivistas justamente esto es lo que no sucede, se estudian los procesos psicológicos en el ámbito del laboratorio en situaciones controladas, y se investigan las funciones ya cristalizadas, en muchos casos con estímulos neutros que se alejan en demasía de los estímulos de la vida real. Este tipo de trabajo en laboratorios ha tenido toda una tradición en la psicología experimental a la que Vigotsky se oponía.
Las distintas escuelas de psicología, desde la óptica de Vigotsky, tanto las introspectivistas como las objetivistas (Bejterev, Wundt, Watson y los gestaltistas), partían de un mismo esquema estímulo – respuesta que suponía que las variaciones cuantitativas de las respuestas está en relación con las variaciones cuantitativas de los estímulos. Este supuesto podría ser válido en el estudio de los procesos elementales como por ejemplo la percepción, pero no lo sería en el caso de las formas superiores de conducta pues se vería limitado por excluir, en su visión comprensiva, las variables socio-culturales. La crítica a los modelos E – R y sus métodos lleva a la construcción de una nueva metodología coherente con el enfoque socio-cultural de las funciones superiores y los estudios transculturales con adultos, que definió como "método genético – experimental". Vigotsky caracterizó al método por tres rasgos básicos:
Implica el análisis de procesos y no de productos terminados. Considera que el enfoque evolutivo es un aspecto relevante en la comprensión de la génesis de las funciones superiores. En el laboratorio, Vigotsky creaba las condiciones experimentales para inducir un proceso de desarrollo, como una microevolución, que permitía comprender, y por lo tanto explicar, las principales fases de construcción de los procesos psicológicos.
Se dirige a realizar un análisis explicativo (genotipo) de la conducta y no meramente a la descripción de los rasgos externos (fenotipo) de la misma. Esta alternativa quiere destacar que el objetivo fundamental de la investigación debe dirigirse al descubrimiento de las raíces genotípicas comunes a la diversidad de expresiones fenotípicas, como pudo hacerlo al estudiar, por ejemplo, el desarrollo del monólogo infantil al lenguaje interior, o también, el desarrollo del significado de las palabras que usan los niños a la de los adultos. El método introspectivo no era capaz de sobrepasar la mera descripción de las funciones y, por lo tanto, no era un enfoque válido.
Se quiere estudiar el proceso mismo de la formación de conductas en lugar de conformarse con los productos ya cristalizados ("fosilizados"). Esta característica quiere destacar la naturaleza dinámica del método genético – experimental. Este método consistía en plantear a los sujetos tareas que estaban más allá de sus capacidades de solución inmediata, más allá de su competencia actual, y se les ofrecían medios que podían tomar el valor de signos, capaces de favorecer la realización de las tareas propuesta. A este procedimiento, Vigotsky llamó método de la doble estimulación. Se trataba, en síntesis, de estudiar los procesos de realización de funciones cognitivas mediante claves estimulares específicas, donde el experimentador asumía una actitud activa frente al examinado, a diferencia del esquema E – R, en que se entendía como un factor a neutralizar en función de cuidar la objetividad de los datos. El investigador, para la Escuela de Moscú, era entendido como un sujeto en interacción que, por su interacción, permitía objetivar los procesos de adquisición y desarrollo de las funciones superiores. Considerado de este modo, el investigador era considerado como un representante de la cultura y del grupo social que en su interacción proporcionan al niño los instrumentos culturales con los que logra regular y controlar las funciones psicológicas superiores.
El destino de la obra más allá de Vigotsky Siguiendo a Kozulin[35]podemos considerar tres planos distintos en la teoría de Lev Vigotsky. El primero corresponde a la comprensión de la teoría por sus contemporáneos de la décadas del veinte y del treinta. La tarea de ellos era crear una nueva psicología acorde a las época que les tocaba vivir, impregnada de deseos de fundar una nueva sociedad. La idea de mediación cultural, para los miembros de la troika, adoptaba fácilmente la idea de mediación social, como por ejemplo, la industrialización del trabajo, la escolarización obligatoria, la formas colectivas de vida cotidiana, que permitirían crear un hombre nuevo. La tesis de que las funciones psicológicas se desarrollan desde el plano intersubjetivo hacia el plano intrasubjetivo, adoptaba, en ese contexto, un sentido ligeramente ideológico al significar el cambio de conducta de la gente como posibilitado por las nuevas formas socialistas de actividad. Pero esta visión no impide que el sentido de la obra rebase la interpretación que los discípulos y el propio Vigotsky dieron a la teoría. La comprensión de la misma por parte de los contemporáneos coincidía con la de Vigotsky, pero, como dice Kozulin, "esta coincidencia no sólo era incompleta, sino que además Vygotski, como autor, no concuerda necesariamente con Vygotski como interprete de sus propias ideas. Esta discrepancia esencial nos permite contemplar otros planos de su teoría de la psicología cultural." [36] El otro plano de la teoría de Vigotsky, que señala Kozulin, es el descubrimiento de la obra por los psicólogos de Occidente. Este ha tenido su propia lógica. Sus ideas aparecen en inglés en 1962, en una época de la historia psicológica en que el enfoque de Piaget estaba en auge al mismo tiempo que en Estados Unidos emergía firmemente la Psicología Cognitiva. En este contexto, la teoría de Vigotsky fue considerada, primero, un factor correctivo de la teoría universalista de los estadios del desarrollo de la inteligencia de Piaget; y segundo, como una innovadora forma de reconciliar los enfoques conductuales y cognitivos sobre la base de la noción de actividad mediada, socialmente determinada. En las siguientes décadas, a medida que se fueron conociendo otras publicaciones, pudo comenzar a entenderse la obra de Vigotsky, de manera independiente, sirviendo como marco teórico para estudios transculturales de la cognición, e investigaciones socioculturales del aprendizaje infantil, de la alfabetización, etc.
El tercer plano de la teoría, en opinión de Kozulin, se refiere a la proyección de la obra hacia el futuro de la psicología y en este sentido apenas comienza a delinearse. Lo que en los años veinte era una mera tesis sobre la importancia de la mediación social, y en los años sesenta significó un factor correctivo necesario para una psicología occidental francamente individualista, se comprende, ahora, como una exploración profunda de los mecanismos fundamentales del desarrollo psicológico.
En la actualidad, las influencias del trabajo vigotskyano pueden situarse en el terreno de la psicología, especialmente en la psicología del desarrollo. Pero su influencia puede encontrarse más ampliamente extendida ahora, ya que ha influido a especialistas en antropología, sociología, lingüística e incluso en ciencias políticas.
Vemos dos tendencias en las apropiaciones que se han hecho de Vigotsky, principalmente en Estados Unidos. Una construye la centralidad de la mediación semiótica en la formación del pensamiento en sociedad, en la que los mediadores semióticos son primariamente pensados como herramientas, sistemas de símbolos y otros conceptos relacionados. La otra es una tendencia a enfocar la organización social de la actividad, en la cual las personas son los focos, apelando a términos como "comunidad de aprendices" o "comunidades de práctica". En las áreas aplicadas podemos identificar la influencia de Vigotsky, de manera clara, en la educación, la educación especial y la evaluación. Estas son áreas aplicadas en donde sus ideas tienen una influencia muy difundida. Su visión de que el buen aprendizaje, aquel que se origina a partir de la educación asistida por el adulto o compañero más capaz, puede llevar al desarrollo es especialmente influyente por el hecho de que le da a los maestros una guía para diseñar medios ambientes para promover el desarrollo psicológico. Una segunda área de influencia ha sido la neuropsicología, mediante los trabajos de Luria, que conduce a maneras prácticas para organizar la re-mediación de las funciones cerebrales dañadas.
En una entrevista realizada a Michael Cole, con motivo de los cien años del nacimiento de Vigotsky en México, se le preguntó que reflexión le merecía el hecho de que algunas personas piensen que Vigotsky es sólo otra moda que se desvanecerá pronto. A esto él contestó:
"En tanto que a Vigotsky se le ha tratado como una especie de icono científico, y en tanto que el entusiasmo por su trabajo se ha vinculado con una antipatía por las ideas de otros, sí, es una moda y, como tal, pasará. Sin embargo, la gran corriente histórica de la cual es producto visible y el desarrollo de una ciencia de seres humanos que cree que la historia cultural forma parte de la naturaleza humana, permitirán que continúe inspirando a la gente durante mucho tiempo. Desde mi punto de vista, la discusión internacional de las ideas de Vigotsky ha sido muy útil para los especialistas de Estados Unidos, llevándolos a apreciar las profundas y amplias conexiones de sus ideas con nuestros pasados académicos colectivos. Si esta vasta discusión incluye un énfasis continuo para conectar la teoría y la práctica, las ideas de Vigotsky, sin duda, perdurarán." Bibliografía
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Golder, M. (1986): Reportajes contemporáneos a la Psicología Soviética, Edit. Cartago, Buenos Aires.
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Wertsch, J. (1991): Voces de la mente, Visor, Madrid.
Lic. Halina Stasiejko Una "vista panorámica" a manera de introducción En el dominio de la psicología experimental y académica anglosajona estadounidense, hacia fines de la década del cincuenta, se va produciendo un giro, un cambio de paradigmas en el sentido de T. Kuhn. Este cambio implicó el abandono gradual del hegemónico modelo explicativo conductista y su reemplazo por las explicaciones cognitivas de la conducta humana.
El proyecto de esta nueva psicología, expresado globalmente y a manera de presentación anticipatoria, consistió en desarrollar una ciencia objetiva del estudio de lo mental. Entendiendo que lo mental es una organización interna al sujeto e independiente de los niveles biológico/ neurológico y de la influencia social, y por tanto, no funciona causado por los estímulos provenientes del medio ambiente, sino en razón de su organización funcional interna y los procesos que allí se llevan a cabo. Esta organización mental interna direcciona tanto las entradas como las salidas del sistema mental. Entre el "input" o ingreso a la organización interna y el "output" o producción de salida del sistema, el psicólogo cognitivo estudiará las operaciones que se llevan a cabo sobre sistemas representacionales, o sea, al interior de la "arquitectura funcional mental". Este nuevo movimiento intelectual en Psicología emerge nutriéndose tanto de los aportes extradisciplinarios, como de investigaciones y desarrollos conceptuales propios, adoptando con firmeza las consecuencias de la siguiente afirmación: "la mente existe, nos proponemos estudiar cómo funciona". Por consiguiente las metas del plan cognitivista son:
Investigar el funcionamiento mental, cómo funciona.
Plasmar teorías explicativas acerca de la eficacia de lo mental en la producción de las conductas. Lo mental determina a las conductas.
En relación con los psicólogos conductistas, podemos afirmar que el desafío que aceptaron los nuevos psicólogos fue "echar luz a la caja negra", oscurecida al reconocimiento científico anglosajón por el término de cuarenta años. Lo que para el pensamiento conductista fue innecesario y despreciado a la hora de formular sus argumentaciones, para la Psicología Cognitiva pasó a ser la figura y centro de estudio, nos referimos al espacio mental. La nueva posición se interesa por la investigación de procesos, mecanismos y entidades mentales que están presentes en la elaboración de todas las conductas, sean éstas observables o no. Cuando tomamos cualquier tipo de decisión, resolvemos problemas prácticos o abstractos, organizamos y utilizamos nuestra memoria, es decir, en cada situación cotidiana, se implican "conocimientos" o "cogniciones" y transformación de los mismos a cargo de mecanismos mentales.
Una noción central es la de representación. El sistema mental funciona basado en representaciones internas de conocimientos, entidades simbólicas que pueden recibir diferentes nombres: planes, esquemas, modelos, conceptos, guiones, proposiciones, etc. ¿Cómo están organizadas estas entidades representacionales?, ¿Cuáles son los mecanismos que las hacen transformar?, ¿Cuál es la eficacia causal en la determinación de las conductas? Estas son preguntas profusamente investigadas por los psicólogos cognitivos. Nos situamos así en los primeros pasos del movimiento.
La caída del "imperio conductista"
La revolución conductista triunfa en muy pocos años, podemos decir que aún antes de consolidar su marco teórico. Este éxito inmediato expresa el espíritu científico de la época, basado en la tradición empirista y pragmática dominante en EEUU. Watson, en su firme oposición al subjetivismo, propuso una Psicología objetiva antimentalista cuyo objeto de estudio fue la conducta observable controlada por el ambiente. Basado en los trabajos del fisiólogo ruso Iván Pavlov (1849-1936, Premio Nobel 1904) establece como método para la psicología[37]el modelo experimental del condicionamiento.
Transcurridos los diez primeros años, el movimiento conductista se encuentra diversificado. Según una clasificación realizada por Roback en 1923 y retomada por J.I. Pozo[38]convivían "diez clases de conductismo y diecisiete subclases" en el mundo académico. La proliferación de esta diversidad continúa durante el período neoconductista, con maestros como Tolman, Skinner, Guthrie, Hull, entre otros. A pesar de compartir las bases epistemológicas, la heterogeneidad y los debates entre las facciones fragmentan la fuerza del movimiento y a la hora de la defensa frente a las críticas que se levantan en su contra, no pueden sostener acuerdos en las argumentaciones.
Pero, a pesar de las diferencias referidas a variados aspectos, compartieron postulados nucleares, que aún a riesgo de simplificar, vamos a sintetizar en pos de comprender la caída y crisis del conductismo y el contexto de emergencia de la Psicología Cognitiva:
a) Asociacionismo: este postulado obliga a la descomposición y simplificación del objeto de estudio. Se trata de identificar los elementos constitutivos de la conducta y apelar luego a las leyes de la asociación para recomponerla. Se trata de una visión "mecanicista", que no favorece el estudio de ningún proceso complejo y constructivo, tan característicos del mundo humano. La conducta fue definida como producto de cadenas asociativas y acumulativas entre estímulos y respuestas o viceversa.
b) Reduccionismo: Reafirma la simplificación de la unidad de análisis elegida como objeto de estudio. Para comprender en qué consiste un enfoque reduccionista, basta recordar las situaciones estudiadas por los conductistas: gatos, ratas y palomas en cajas equipadas con tabiques, palancas y botones; y compararlas con las llevadas a cabo por Piaget o los Psicólogos de la Gestalt: situaciones complejas para resolver, buscando la comprensión y/o explicación de los procesos interpretativos y de asimilación que despliega un sujeto cuando hace frente a las situaciones diseñadas por el investigador.
c) Antimentalismo: se trata de la negación de estados y procesos mentales o por lo menos de cualquier variable mediacional que pudiere operar entre el estímulo y la respuesta y que no admita ser definida de manera observable. Este "ismo", que también es denominado "principio de correspondencia", asume que todos los comportamientos son un fiel reflejo de la estructura estimular del ambiente. El sujeto no imprime dirección interna en la producción de la conducta, por tanto se define como pasivo frente al molde ambiental. Al equiparar lo simple con lo complejo se consideró que usar un sistema lingüístico, andar en bicicleta, producir una idea o responder en forma condicionada ante un timbre, son todas conductas equivalentes y objetivamente reducidas a movimientos, conductas observables, comportamientos.
d) Equipotencialidad: los conductistas han sostenido la validez universal de los mismos principios explicativos en la causación de cualquier conducta; ignorando de esta manera las diferencias entre individuos, especies, tareas y ambientes. La sobrevaloración de la idea de continuidad les permitió llevar adelante la extrapolación directa de los resultados de las investigaciones con gatos, ratas y palomas (entre otras especies) a la explicación de las conductas de los seres humanos. El costo implicó tanto la exclusión de las características específicas del mundo humano, pleno de significación, como la de los ambientes ecológicos particulares para cada especie, que en cada caso inciden en la determinación de las conductas. Se trató de una interpretación sesgada y errónea de la "Teoría de la Evolución" de Charles Darwin.
Estos supuestos comienzan a ser cuestionados desde dentro y desde fuera de la comunidad conductista y si bien, el "dominio" de este movimiento en el campo disciplinar fue un hecho, su crisis y caída, también.
Factores de diferente orden incidieron en la generación de la crisis que debilitó al movimiento conductista, a continuación vamos a sintetizarlos:
La noción de ciencia asumida por el conductismo fue sometida a virulentas críticas. Se reconoce que no es posible sostener alguna forma de producción e investigación científica sin adoptar un marco teórico y sin trabajar con objetos teóricos desde los planteos iniciales. El Empirismo y el Positivismo Lógico, base epistemológica de lanzamiento del conductismo, se flexibilizó en el caso del neoconductismo de Tolman, avanzando hacia una versión epistemológica más liberal y menos restringida. Este cambio dio cuenta que el mismo edificio del conductismo empezó a resquebrajarse y que el rigor epistemológico que definía al movimiento como postura científica objetivista, se debilita y vacía de contenido. No pueden explicar las conductas humanas más complejas, tales como el pensamiento o el lenguaje, y a este panorama cabe agregar la insatisfacción subjetiva de los investigadores, quienes constreñidos por el rigor científico se ven obligados a dejar de lado temas relevantes y complejos, preguntas de investigación más estimulantes y creativas. Otra consecuencia por la adopción de estas bases epistemológicas fue la exigencia del uso de un lenguaje fisicalista y la necesidad de una definición operacional de las variables sujetas a investigación. Para evitar el peligro de lo inaprehensible, las variables a estudiar se deben operacionalizar, como para cuantificarlas objetivamente. Si, por ejemplo, la variable en estudio es "hambre" se convierte en "tiempo de privación de alimento", si es "sueño", "horas de privación del dormir".
De esta manera no es necesario preguntar por el estado subjetivo ni por las características innatas, sólo por condiciones que se pueden manipular desde el ambiente del laboratorio. Este recurso, que permite la objetivación y la formulación de conocimiento público, es a la vez una limitación para el estudio de procesos más complejos e interiores que requieren de conceptos no reducibles al plano empírico. En consecuencia, se habilita el lugar para la emergencia de nuevos criterios y principios que favorecen la definición de un objeto de estudio diferente para la disciplina psicológica.
Otro factor fue el constituido por la gran cantidad de problemas encarados e investigados pero que subsistieron sin solución. Los conductistas no sólo no fueron capaces de predecir nuevos hechos, sino también fueron incapaces de explicar múltiples anomalías surgidas en el curso de los experimentos sobre condicionamientos. Al principio del movimiento el éxito global del programa impidió que las anomalías se considerasen relevantes, éstas se atribuían a defectos en los procedimientos utilizados durante la experimentación. Entre todas las anomalías empíricas se encuentra como ejemplo significativo la investigación realizada por García y Koelling (1966)[39] sobre aversión condicionada al sabor. Lo notable en esta investigación fue que las ratas mostraban una preferencia selectiva por algunas asociaciones frente a otras: frente a estímulos compuestos por sabor, luz y sonido seguido de un estímulo condicionado aversivo (malestar gástrico inducido en forma experimental), los animales asociaban el malestar al sabor, pero no a la luz o al sonido; y cuando el estímulo aversivo era una descarga eléctrica, la rata lo asociaba a la luz o al sonido pero no al sabor. En estos experimentos se derriban los principios de equipotencialidad y correspondencia: los estímulos no son neutros, los elementos que se asocian no son arbitrarios. Hasta las sacrificadas especies realizan libres elecciones que no logran ser dominadas en el laboratorio. El movimiento cognitivo no se limita a las mismas constricciones y al adoptar otras bases epistemológicas, puede preguntarse por los procesos mentales, planes, representaciones, esquemas, entre otros, como determinantes de las conductas, sin necesidad de definirlos operacionalmente desde los inicios. Los objetos teóricos estudiados se deducen a partir de los efectos que producen: modos de resolver, elegir, pensar, recordar, aprender, etc. Al explicar estos funcionamientos, el cómo se producen, apelan a mecanismos, reglas internas, procesos y estructuras mentales en juego.
Creando identidad, como dijo el poeta: "haciendo el camino al andar"
Como corriente contemporánea, la Psicología Cognitiva va cobrando presencia en el campo disciplinar hacia fines de la década del cincuenta en EEUU. Pero su emergencia no es fruto de un camino lineal, progresivo ni acumulativo.
Europa fue el centro de las ciencias hasta la época de las grandes guerras mundiales y este papel pasó a corresponder a lo Estados Unidos, que se convirtió en una especie de nueva vara para medir prestigio, calidad y mérito científico.
Se trató de un cambio muy complejo en la situación internacional político-económica-científica que resulta positivo conocer, aunque esto no implica entrando al tercer milenio que, desde nuestras latitudes, se ubique a EEUU como único centro intelectual válido en la producción de las ideas.
Es importante tener en cuenta que ese momento histórico particular es el tiempo de la "pos" Segunda Guerra Mundial. Al calor de la "industria militar" o expresado de una manera un poco más cruda: para cubrir las necesidades de los "señores de la guerra", se había logrado acumular un conjunto importante de avances científicos y tecnológicos; tanto en lo que hace a la versión aplicada como a lo que se refiere a lo teórico-conceptual. Ese momento coyuntural había llevado a un gran desarrollo en medios de comunicación, transporte, tecnologías de información. Lo interesante es que estos conocimientos, en principio celosamente guardados, se reciclan para distintos ámbitos de la vida social. Por ejemplo el doméstico, el laboral, el educativo. Nos referimos a innovaciones en telefonía, computadoras, electrodomésticos, herramientas sofisticadas y eficaces para la industria, entre otros. Quienes pudieron acceder a estos adelantos tecnológicos, vieron su vida cotidiana transformada.
Recapitulando: los avances en las ciencias físico naturales, los adelantos en las ciencias biológicas y neurológicas, los acontecimientos sociales y culturales acaecidos hasta la primera mitad del siglo XX, las reflexiones producidas desde las ciencias sociales; fueron todos factores que en su conjunto, requirieron profundos replanteos de las bases filosóficas de las ciencias, los criterios de cientificidad y las formas de encarar una investigación científica. Se remueven aquellos principios que habían quedado establecidos a comienzos del siglo por las corrientes epistemólogicas ya mencionadas: Positivismo y Positivismo Lógico.
Comprender el surgimiento de la Psicología Cognitiva y de las Ciencias Cognitivas en general, requiere entonces de algunas observaciones epistemológicas. Un reconocido biólogo y epistemólogo chileno, el Dr. Francisco Varela[40]escribe:
"Cada época de la historia humana produce, a través de sus prácticas sociales cotidianas y su lenguaje, una estructura imaginaria. La ciencia forma parte de estas prácticas sociales […] la imaginación científica sufre mutaciones radicales de una época a otra […] La fase modera de las ciencias cognitivas representa una mutación notable es esta historia.[…] Por primera vez la ciencia (es decir, el conjunto de científicos que definen qué debe ser la ciencia) reconoce plenamente la legitimidad de las investigaciones sobre el conocimiento mismo, en todos sus niveles, más allá de los límites tradicionalmente impuestos por la psicología o la epistemología." ¿En qué consiste esta mutación en la imaginación científica, esa transformación a la que alude Varela? Se trata de una mutación en las bases filosóficas adoptadas. Para poder realizar la pregunta por el conocer, por el origen del conocimiento, se requiere la legitimación de bases filosóficas racionalistas. Esta antigua tradición filosófica occidental es retomada y reconocida como válida, pero ahora articulada con el quehacer científico. Con esta mutación, el empirismo queda desacreditado en el mercado científico.
Las respuestas a la pregunta por el "conocer" no serán producto de reflexiones y especulaciones filosóficas, sino de formulación de teorías e hipótesis sometidas a la refutación, a control, a la aplicación de métodos científicos. Para el caso de la Psicología Cognitiva, los métodos serán empíricos, preferentemente cuantitativos.
Entonces, la imaginación científica replantea los ancestrales interrogantes filosóficos, pero articulados con los atravesamientos actuales: institucionales, políticos, económicos, culturales y en especial los tecnológicos, que para bien o mal de la humanidad en su conjunto, han transformado la vida cotidiana y la relación del hombre consigo mismo y con la naturaleza.
Dentro de este panorama y no otro, es donde se despliega la "Revolución Cognitiva". Como afirma Varela: "Muchos deplorarán esta revolución, mientras que otros la celebrarán."[41] Muchos científicos y filósofos procuraron definir el alcance y la naturaleza de la expresión "Ciencias Cognitivas" y su vinculación con la Psicología Coginitva (H. Gardner 1988, F. Varela 1990, D. Norman 1980, J. Bruner 1983, Rabossi 1995, entre otros).
Francisco Varela las denomina "Ciencias y Tecnologías del Conocimiento", ya que se trata de un conjunto de disciplinas interrelacionadas, donde cada una aporta su interés y preocupación acerca del fenómeno del "conocer": Neurociencias, Lingüística, Epistemología, Psicología Cognitiva, Filosofía y el polo tecnológico que impregna a las demás disciplinas: la Inteligencia Artificial.
Aunque a veces la expresión "Ciencia Cognitiva" se hace extensiva a todas las formas de conocimiento (incluidas las artificiales), se aplica específicamente a las explicaciones de las condiciones de producción y transformación del conocimiento humano.
Algunas características en las que acuerdan estas disciplinas asociadas son:
a) Las actividades cognitivas humanas se conciben en términos de "representaciones mentales". Estas son entidades simbólicas y reglas para aplicarlas en la realización de actividades cognitivas.
b) El nivel de análisis de lo cognitivo se considera totalmente diferenciado y separado del nivel biológico-neurológico y del nivel social-cultural. Es un nivel de análisis propio.
c) El ordenador digital/computadora electrónica se constituye en un modelo viable para explicar el funcionamiento de la mente humana. Se trata de una de las tantas metáforas utilizadas dentro de la disciplina psicológica a fin de apoyarse en ella y hacer más plausibles las explicaciones.
d) En el desarrollo de las primeras explicaciones se resta énfasis a los procesos emocionales y a los contextuales que, si bien se comprende que afectan al fenómeno del conocer, para ese momento inicial de las investigaciones no se los incluye ya que complicarían los estudios científicos.
e) Se sostiene un compromiso muy fuerte con los estudios interdisciplinarios. Esto implica cooperación entre las disciplinas pero nunca una fusión total y también emergencia de nuevos campos disciplinares.
f) Interés en retomar la tradición filosófica occidental racionalista.
Un terreno científico de esta naturaleza permitió que grupos de psicólogos replanteen sus posturas y preguntas. Comienzan a confluir hacia la nueva psicología, los aportes desde distintas disciplinas y áreas de investigación.
Suele afirmarse que las principales influencias extradisciplinarias provienen de la Teoría de la Comunicación, la Cibernética, los estudios matemáticos relacionados con la computación, el desarrollo de los ordenadores, la psicolingüística de Chomsky, la teoría de la información, las relaciones entre la Neurología y la Lógica, los estudios sobre síndromes neuropsicológicos, entre otros. Vamos a detenernos y desarrollar los principales aspectos de algunas de las influencias nombradas.
Cibernética: El brillante matemático Norbert Wiener (décadas de 1930 y 1940, en el Instituto Tecnológico de Massachusett) estudia y formula modelos matemáticos de un alto nivel de abstracción, que permiten explicar los cambios en los comportamientos de diferentes sistemas.
Si bien se pueden describir los cambios de cualquier sistema, sean éstos biológicos o no, como simples reacciones o respuestas a entradas estimulares, tal y como lo ha explicado el conductismo; la cibernética se interesa por los cambios en los sistemas que incluyen criterios y reglas aplicados a la información de los resultados de las acciones anteriores y que pueden modular a partir de éstos, los pasos para los siguientes cambios. Este es un proceso circular y se denomina "retroalimentación". Ejemplo: un misil que puede seguir un blanco móvil (puede remitirse, para poder imaginarlo y ver los deslumbrantes efectos, a la reciente Guerra del Golfo), basa su trayectoria en un proceso circular de evaluación y corrección, internos al sistema, para llegar al objetivo, en este caso la eficaz destrucción del blanco. El hecho de que el misil impacte en forma certera en la meta encomendada no depende del blanco sino del diseño particular del misil. El sistema se retroalimenta con la información sobre el resultado de los cambios recientes y esto le permite realizar las correcciones necesarias para continuar con los próximos pasos que lo llevan hacia su meta.
Entonces, y saliendo de la carrera armamentista, cualquier sistema complejo: un animal en su entorno ecológico, el funcionamiento coordinado de una red de semáforos, un programa de computación, un robot, un ser humano en su accionar, un grupo humano; todos son "sistemas" que accionan provistos de recursos limitados y que se dirigen hacia un objetivo en una situación cambiante; pero no realizan su acción respondiendo sin más a estímulos del ambiente sino que, provistos de alguna organización interna alcanzan los objetivos buscados en función de alguna evaluación de información que circula en su sistema.
Expresado en palabras de Wiener (1954), refiriéndose al funcionamiento de un ser vivo y a la forma de operar de algunas de las nuevas máquinas de comunicación, afirma:
"Ambos poseen receptores sensoriales que constituyen una etapa de su ciclo de operación: esto es, en ambos existe un aparato que recoge información del mundo externo a bajos niveles de energía y que pone a disposición de la operación, tanto del individuo como de la máquina. En ambos casos, esos mensajes externos no se reciben puros, sino a través de las posibilidades de transformación del aparato, se éste animado o inanimado. A continuación, la información adopta una nueva forma aprovechable en las siguientes etapas de la actividad desarrollada. Tanto en el animal como en la máquina, esta actividad se hace efectiva sobre el mundo externo y en ambos casos se devuelve, hacia el mecanismo regulador central, información acerca de la acción realizada sobre el mundo exterior, y no meramente acerca de la acción propuesta" (Miller, Galanter y Pribram (1960)[42]. Más allá de sus particulares orígenes, las ideas de la cibernética fueron muy fructíferas para el desarrollo de muchos dominios teóricos y prácticos. Las ideas germinales tan vinculadas a las matemáticas y a la ingeniería, han sido extrapoladas para explicar muchos fenómenos complejos, por ejemplo, la auto-organización y automodificación de cualquier estructura que se desenvuelve a partir de su propia dinámica.
Teorías de la comunicación y de la información
Claude Shannon, un ingeniero en comunicaciones, publica en 1948 "Teoría Matemática de la Comunicación". Allí establece una serie de leyes matemáticas que permitirán explicar y medir la transmisión de mensajes a través de "canales". Puede ser un teléfono, una TV, etc. que recibe una entrada o "input" de información y genera una salida o "output" de información. Puede haber en el pasaje agregados y pérdidas que generan distorsiones en el mensaje que se transmite. Estamos así ante el conocido "esquema de comunicación":
Las primeras aplicaciones estuvieron muy relacionadas con la medición de la información. La cantidad se mide en "bit" (binary digit – dígitos binarios) que representa la elección entre dos alternativas igualmente probables: 50% SI y 50% NO, abierto-cerrado, encendido-apagado. Si bien la idea fue muy fructífera en los comienzos, poco a poco quedó demostrado que los intentos por cuantificar los procesos psicológicos en términos de "bits", no fueron relevantes. El concepto fue pensado para describir la ejecución de sistemas poco selectivos, por ejemplo un teléfono, que no puede incidir activamente en la organización del mensaje, o sea no puede decidir qué porciones del mensaje que ingresa son los más interesantes o relevantes para el sistema.
Sin embargo el término "información" quedó estrechamente vinculado con los primeros desarrollos de la Psicología Cognitiva, con el "modelo de Procesamiento de la Información", que tuvo tanta expansión. La idea de información se reformula y adquiere otras dimensiones explicativas cuando se articula con las ideas de retroalimentación y de computación.
Fue Wiener quien pudo concebir a la "información" como desligada de cualquier dispositivo concreto de transmisión. Desligada de los "canales concretos" se establece como concepto teórico que permite explicar las transformaciones internas a cualquier sistema que trabaja procesando información. La mente puede ser entendida como un "mecanismo que procesa información". Pero, ¿Cómo se entiende la idea de "información"? No es energía, en el sentido de llegar a ser cuantificable o mensurable como lo es el estímulo en el modelo explicativo conductista; es aquello que a un sistema particular le permite llevar a cabo algún cambio en su estado. Por ejemplo, cuando apretamos una tecla del teclado de la computadora, no sucede como con la clásica máquina de escribir, que al puro estilo conductista nos permite observar el efecto directo de la presión de nuestro dedo en el Estímulo-tecla hasta la Respuesta-trazo en el papel. En la computadora, después que apretamos la tecla, se llevan a cabo a través de un software, una serie de pasos que trabajan con "información", transformaciones y retroalimentaciones que permiten que aparezca la letra en la pantalla. Cuando no se cumplen los pasos y transformaciones en la información que el software habilita, el proceso queda trunco, no se realiza la función, no aparece la letra en la pantalla aunque hemos "estimulado" al teclado. Por supuesto, si se produce un corte de luz no podemos usar la computadora, pero para que se produzca la función buscada, no fueron los intercambios energéticos los que cumplieron el principal papel, sino los intercambios informativos necesarios entre los componentes del software y en la secuencia apropiada y especificada.
Los aportes de Noam Chomsky, que comienzan en 1957 con su monografía "Estructuras sintácticas", tuvieron un efecto revolucionario en el clima de la época. Las teorías lingüísticas existentes, en particular las conductistas derivadas de la postura de Skinner, carecían de la potencia necesaria para explicar la capacidad de expresión y comprensión del lenguaje que posee cualquier hablante normal.
Es insostenible explicar la adquisición del lenguaje sobre la base de imitaciones, refuerzos, o sea, en términos de respuestas ante estímulos. Un niño entre los dos y los cinco años desarrolla su capacidad lingüística casi sin instrucción explícita, pudiendo ser capaz, durante ese período de inmadurez de la infancia de producir oraciones que jamás ha escuchado y en combinaciones novedosas. Esto da cuenta de una condición mental creativa y no meramente reproductiva como venía sosteniendo el conductismo. La riqueza y creatividad que pueden desplegar los niños en su adquisición del lenguaje es enorme en comparación con la pobreza de estímulos circundantes a las que se ven sometidos. Se trata de una creatividad que posee cualquier hablante de una lengua, tal que le permite producir y entender un número infinito de oraciones gramaticalmente correctas y distinguirlas de emisiones incorrectas, sin necesidad de haberlas oído con anterioridad. Muy rápidamente el niño distingue una "oración" de una "no oración", o sea, diferencia una emisión lingüística que obedece a reglas gramaticales posibles en su lengua, de otras que no las cumplen.
En lo que hace a su estructura gramatical "el pelícano grande voló muy alto" no es equivalente a "grande el alto voló muy pelícano" y aunque se utilicen las mismas palabras en las dos oraciones, una de ellas se distingue muy temprano en el desarrollo como incorrecta. Chomsky propone la existencia de un dispositivo mental innato, una "competencia" no aprendida que le permite al niño realizar las combinaciones gramaticales que admite la lengua materna y rechazar las que son sintácticamente erróneas. Este rápido "desempeño" de los hablantes particulares se cumple en todas las culturas, aunque diverjan entre sí en los modos de vida y estilos de crianza. La competencia es universal y el desempeño es particular a cada uso cultural.
Chomsky se apoya en bases filosóficas racionalistas y en sus desarrollos afirma que nuestra capacidad psicolingüística se basa en sistemas representacionales abstractos, conocimiento de reglas que no se reducen a porciones de zonas cerebrales. Esta capacidad depende de una estructura universal mental innata que se despliega en cada hablante al exponerse al contacto de su lengua nativa, se trata por tanto de una capacidad preformada y nunca puede derivar del mundo exterior. Llega a concebir la mente como una serie de "órganos mentales" o "módulos independientes", cada uno con sus tiempos de maduración y desarrollo y sus propias reglas para operar y funcionar.
Los antecedentes los tenemos que buscar en la década de 1930, en los trabajos de Alan Turing, un matemático británico que propuso en 1936 la idea de una "máquina teórica" capaz de realizar cualquier cálculo concebido.
Todo lo que la máquina necesitaba era una cinta de longitud infinita que pudiera pasar por ella, donde un dispositivo leería lo escrito sobre la cinta. La máquina podría realizar cuatro clases de movimientos con la cinta: derecha, izquierda, borrar e imprimir una marca. En la medida en que los pasos de una tarea se podían explicitar en su totalidad y programar, o sea, escribir los pasos sobre la cinta; la máquina de Turing podría al explorarla, cumplir con las instrucciones y realizar las operaciones.
En 1940, Turing produjo un "desafío": la máquina podría programarse y sus respuestas a las preguntas realizadas por un interlocutor, no podrían diferenciarse de las ofrecidas por un ser humano. Sólo era una cuestión de tiempo para permitir pasar toda la extensión de la cinta por el dispositivo lector.
Una cita de Mario Carretero (1997)[43], resume parte de esta trayectoria: "…el 14 de febrero de 1946, el ENIAC (Computador e Integrador Numérico Electrónico), un inmenso artefacto que contenía 30 toneladas de cables y ocupaba una gran habitación de la Universidad de Pensilvania, fue capaz por primera vez de solucionar algunos problemas aritméticos sencillos. Posteriormente se desarrollaron máquinas que no sólo utilizaban materiales y diseños más avanzados sino que podían almacenar información en su memoria. Probablemente el más conocido fue el diseñado por Newell, que logró resolver algunos teoremas de los "Principia Mathemätica" de Whitehead y Russell y de jugar ajedrez, sentando las bases de la hazaña de Deep Blue, al derrotar recientemente al campeón G.Kasparov." ¿Podría una máquina operar en forma idéntica a los procesos del pensamiento?. El desafío se lanzó y el clima fue propicio para ofrecer respuestas.
El matemático John von Neumann se empeño en diseñar y participar de la construcción de este primer ordenador digital con posibilidad de almacenar su propio programa, teniendo en cuenta los aportes de la cibernética y de la teoría de la información. El reto consistió en programar ordenadores, de tal manera que "pudiesen actuar inteligentemente". Como ya quedó expresado, a mediados de los cincuenta, Herbert Simon y Allen Newell habían diseñado un programa que podía probar teoremas lógicos de una manera semejante a la humana. ¿Cómo lo hicieron? Estos investigadores comenzaron a guardar registros sistemáticos de los informes introspectivos de los sujetos que resolvían los problemas y en ellos se basaron para realizar la programación.
Pero, ¿cómo entender un programa de computación? En principio, no es un artefacto para medir, sino una fórmula para seleccionar, almacenar, recuperar, combinar, recopilar y manipular "información". Un programa es una serie de instrucciones para manejar símbolos.
Cabe aclarar que si bien el uso de términos y conceptos provenientes de la teoría de la computación se extendieron rápidamente entre los primeros psicólogos cognitivos como "metáfora" de los procesos estudiados, esto no implicó para todos los casos un compromiso fuerte con la simulación de procesos psicológicos en computadoras. El compromiso más profundo sí fue desarrollado por aquellos que se dedicaron al polo tecnológico de las Ciencias Cognitivas, la Inteligencia Artificial. Los ejemplos anteriormente expresados corresponden a este último grupo. Son investigadores que, no satisfechos con hacer notar la similitud entre el programa y el proceso psicológico, escribieron los pasos y realizaron los programas que simulan de hecho y con éxito, algún proceso psicológico.
Al respecto, Manuel de Vega[44]en su libro "Psicología Cognitiva" afirma:
"La versión fuerte de la analogía mente=ordenador es algo más que una simple herramienta conceptual. La analogía se lleva hasta sus últimas consecuencias. Si el ordenador y la mente humana son sistemas de propósito general, el objetivo científico es elaborar una teoría unificada del procesamiento de la información, que englobe ambos sistemas. […] Su interés está confinado a la construcción de programas de inteligencia artificial.[…] son más técnicos de ordenador que psicólogos, de modo que prefieren esta opción". En cuanto a la versión más débil de la analogía, según De Vega: "…establece una similitud funcional entre ambos sistemas y utiliza el vocabulario del procesamiento […] en ningún caso pierde de vista la perspectiva psicológica […] las particularidades de ese sistema de procesamiento que es la mente humana". Se refiere a la versión de la Psicología Cognitiva que logra establecer inicialmente su preponderancia, la del "Procesamiento de la Información". Podemos anticipar que conviven dentro del mismo movimiento, otras versiones acerca del estudio de los procesos cognitivos. Más adelante las dejaremos planteadas, pero antes desarrollaremos las características de lo que hoy podemos denominar "la versión clásica de la Psicología Cognitiva". Versión cuyo proyecto, como ya expresamos en el inicio de nuestro recorrido, quedó definido como la constitución de "una ciencia objetiva cuyo objeto es el estudio del funcionamiento mental". Para aclarar esta posición, nos serviremos de las apreciaciones realizadas por un renombrado científico cognitivo: Phillip Johnson-Laird[45]quien afirma:
"El propósito[…]es explicar cómo funciona la mente. Parte del poder de la disciplina reside en la teoría de la computabilidad. Si una explicación es computable, entonces es coherente y no da demasiadas cosas por supuestas. Si es o no apropiada depende de si se ajusta o no a los hechos, pero por lo menos ha triunfado en la evitación de la vaguedad, la confusión y los conjuntos místicos de las fórmulas verbales vacías.[…]debe haber aspectos de la vida mental que no pueden modelarse de esta manera[…]incluso puede que haya aspectos de la mente que no puedan amoldarse a la explicación científica".
Década de 1960: el movimiento adquiere su "identidad adulta"
Setiembre de 1956, Simposio sobre "Teoría de la Información", celebrado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Publicación del libro "Estructuras sintácticas" (1957) de Noam Chomsky.
En Cambridge, Inglaterra, Broadbent publica "Percepción y comunicación" (1958).
En 1960 Jerome Bruner y George Miller fundan en Harvard el "Centro de Estudios Cognitivos" dedicado a indagar la naturaleza de los procesos de conocimiento.
En el mismo año, Miller, Galanter y Príbram publican "Planes y estructuras de la conducta".
En 1967 UIric Neisser publica un libro titulado "Psicología Cognitiva", dándole "nombre oficial" al movimiento, reuniendo bajo este título a las investigaciones que venían desarrollándose desde la década anterior.
La cita de estas producciones bibliográficas e hitos institucionales, intenta presentar cómo, en el contexto anglosajón, se va instalando la preocupación por el conocer y se consuma la constitución oficial del movimiento cognitivo.
El interés científico, desprendido de la plataforma conductista, se desplaza hacia el estudio de las capacidades cognitivas: percepción, pensamiento, lenguaje, memoria, atención, aprendizaje. Cambian los "objetos teóricos" posibles de ser estudiados científicamente y se admite un tipo de vocabulario desligado del «fisicalista». Existen: planes, propósitos, reglas, representaciones, modelos, procesos psicológicos, etc. para dar cuenta de la organización del espacio mental. La mente, su funcionamiento, los procesos que allí se desarrollan, los mecanismos y reglas con los que cuenta el espacio mental para llevar a cabo sus funciones, se constituyen en objeto de estudio.
¿Cuál es la metodología adoptada para llevar a cabo los estudios científicos acerca de lo mental? En la vida cotidiana, lo mental y sus productos son identificados de manera natural y espontánea, los damos por existentes sin necesidad de ninguna justificación adicional. Nos resultan obvios y característicos de lo humano. Las personas piensan, hablan, perciben, recuerdan, aprenden, etc., en forma permanente, inmersos en relaciones intersubjetivas. Realizamos muchas acciones mentales y utilizamos para referirnos a ellas lo que Angel Rivière[46]denomina "verbos mentales": yo creo, el piensa, ella recuerda, nosotros percibimos, ellos dedujeron, etc. Podemos, en síntesis, identificar los productos de nuestras capacidades psicológicas e intuitivamente dar cuenta de la existencia de un espacio mental.
Pero el funcionamiento de la mente, sus procesos y mecanismos nos resultan invisibles en nuestro accionar cotidiano. No podemos acceder de manera directa al conocimiento de cómo funcionan, ni aún apelando a la introspección experimental, esto último ya quedó demostrado con el fracaso del proyecto emprendido por la "Psicología Clásica del siglo XIX".
Cuando el psicólogo cognitivo se interesa por el estudio de las acciones mentales y su funcionamiento, no apela a la intuición, ni a la introspección como forma de justificarlas científicamente. La arquitectura del funcionamiento mental, sus procesos y mecanismos se infieren, se abstraen a partir de la manera en que los sujetos resuelven las tareas presentadas por el investigador. Se infieren de los resultados de investigación emergidos en situaciones experimentales muy precisas y controladas, y no a partir de las realizaciones de la vida cotidiana, donde no se pueden controlar.
Los "datos" de observación del psicólogo cognitivo son "objetivos", tiempo de reconocimiento ante la presentación de gráficos, letras, números, emisiones lingüísticas, etc.; tiempo que tardan las personas al elegir entre varias alternativas, o al resolver un problema; en decidir si una secuencia de letras que se les presenta es una palabra con significado o no; errores que cometen cuando razonan, cuando producen una emisión lingüística mientras reciben una interferencia (sonidos, palabras sin sentido); etc. Son datos cuantificables, objetivos, medibles y que pueden someterse a tratamientos metodológicos estadísticos muy rigurosos.
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