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Trueque y economía solidaria (página 2)


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No es ni siquiera pensable un mundo en el que el fenómeno del interés originario no exista como elemento inexorable de todo tipo de acción. Exista o no exista división del trabajo y cooperación social; esté organizada la sociedad sobre la base del control privado o público de los medios de producción, el interés originario se halla siempre presente. En la república socialista desempeña la misma función que en la economía de mercado.

Incluso los partidarios, como Schuldt, de una economía con rostro humano, de un socialismo de mercado e incluso de una economía de mercado sin capitalismo, como postula, entre otros, Silvio Gesell no podrían seguramente abstraerse de la preferencia temporal: ¿preferirían alcanzar esa sociedad ahora o en el futuro?, ¿otorgarían la misma valoración a conseguirla en lo inmediato que a tener que esperar diez años o toda una vida para alcanzarla?

? Otras monedas

Veamos ahora la relación entre los créditos y otras monedas, sean éstas el peso, el dólar o los bonos provinciales. En ese sentido, los administradores de los clubes de trueque buscan mantener un monopolio en el uso de ese medio de intercambio dentro de los nodos. Esto no resulta conveniente. Por las razones antes mencionadas en relación a la "acumulación" y a la necesidad de abastecerse fuera de los mismos nodos para poder producir hacia la venta en ellos, y porque el monopolio sobre el medio de intercambio deja a los participantes indefensos ante el posible mal manejo de la moneda en consideración, como así también favorece la utilización del "impuesto inflacionario" vía la mayor emisión de créditos. Como se mencionara, convendría a todos los participantes que existiera una libre convertibilidad de los créditos hacia otras monedas, y que la administración de la estructura necesaria para el funcionamiento de los nodos se financiara con "derechos" que abonan los participantes. Esto daría claridad y solidez a la operación.

Comenta Schuldt (1997): "En pocas palabras, ¿no sería posible imaginar circuitos económicos autodependientes basados en medios de cambio alternativos o, por lo menos complementarios a la moneda nacional oficial?".

La respuesta es claramente afirmativa. Pero esto es totalmente contradictorio con promover la imposición obligatoria de tales monedas: "Hoy en día, los agentes económicos sólo se "liberan" –y, más bien, son forzados– del dinero (minimizan su demanda monetaria) cuando hay alta inflación o tasas de interés elevadas, que en sí mismos son problemas más que soluciones para asegurar su circulación.

En consecuencia, en este ámbito, se requeriría instaurar un sistema coercitivo – por parte del gobierno a nivel nacional– o, preferentemente, voluntario, a escala local o regional, que lleve a la obligación de devolver el dinero al circuito económico, sea en forma de consumo o inversión, sea a los bancos como ahorro (cuasi-dinero)" (Schuldt, (1997, negrita en el original).

¿Por qué no dejar que la gente elija libremente la moneda que quiere utilizar? Veremos allí si prefiere una moneda que se "oxida" o una moneda que mantiene su valor.

? Economía social

Al margen del tema estrictamente monetario, puede observarse que muchos presentan a estas actividades como parte de una "economía social" o "economía solidaria", la cual se contrapone con la economía a secas o economía de mercado. Incluso los organizadores llaman a los billetes de los créditos, "moneda social", y a los que intervienen, "prosumidores". Pero esto no presenta ninguna diferencia con la economía monetaria: en ella todos somos "prosumidores", pues todos tenemos primero que producir algo para luego poder consumir. Pagamos nuestro consumo con dinero, pero previamente tuvimos que generar algo para obtenerlo. La moneda, asimismo, cumple la misma función "social" de facilitar los intercambios, de la misma forma que sucede en los nodos de trueque. El mercado es "social" por definición, ya que se trata simplemente de un nodo gigante donde la gente se encuentra en numerosos lugares para intercambiar.

No obstante, los organizadores de los clubes de trueque quieren darle a esta nueva moneda un carácter distinto a la moneda convencional. Dicen que no es dinero, que se

acumula para hacer más dinero; no es un fin en sí mismo sino un medio. Pues la moneda convencional es también un medio: nadie quiere los dólares para comérselos ni para empapelar su casa con ellos, sino que los quiere por las cosas que con ese dinero puede comprar. Solemos decir que tal persona es rica porque tiene tanto dinero, pero sabemos que lo es porque tiene más acceso a productos o servicios, eso es lo que la hace más rica. Así, la Declaración de Principios de la Red Global de Trueque dice:

– Nuestra realización como seres humanos no necesita estar condicionada por el dinero.

– No buscamos promover artículos o servicios, sino ayudarnos mutuamente a alcanzar un sentido de vida superior, mediante el trabajo, la comprensión y el intercambio justo.

– Sostenemos que es posible remplazar la competencia estéril, el lucro, y la especulación por la reciprocidad entre las personas.

El dinero es simplemente un medio de intercambio que brinda un servicio facilitándolos. Puede ser que el afán de riqueza (poseer bienes, acceder a servicios) condicione a las personas, pero ello no tiene nada que ver con el dinero como medio de intercambio. Sólo el avaro estaría condicionado, ya que encuentra placer en la mera tenencia de dinero; el resto de los mortales disfruta los bienes y servicios que se pueden obtener con él, pero no al dinero mismo.

Y no es necesario temer que la gente promueva sus artículos o servicios (de hecho quienes van a los nodos es eso precisamente lo que hacen) ya que al hacerlo simplemente quieren satisfacer las necesidades de los demás, aunque más no sea como forma de poder satisfacer las propias: Dame lo que necesito y tendrás lo que deseas, es el sentido de cualquier clase de oferta, y así obtenemos de los demás la mayor parte de los servicios que necesitamos.

No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ventajas (Smith, 1958).

Por último, la "competencia" no deja de estar presente en los nodos, e incluso entre los nodos (¿qué pasa cuando dos personas ofrecen el mismo producto en un nodo?), pero esto es precisamente lo atractivo, ya que es la competencia para satisfacer las necesidades del cliente, siendo el lucro (en términos de dinero de ganado o de bienes y servicios intercambiados que uno se lleva del nodo o consume en él) le premio por haberlo hecho en forma correcta.

? Una moneda privada

Comentaba al principio que el fenómeno analizado es extraordinario, es el germen de una potencial moneda en manos de la gente, no del gobierno. Sería lamentable que una experiencia con tanto potencial positivo fracasara luego por un manejo inspirado en conceptos equivocados. También lo sería si fracasara por querer imponerle objetivos utópicos que no se relacionan con la naturaleza de las actividades que en los centros de trueque se realizan. Los participantes simplemente intercambian bienes y servicios.

Pretender que, además, al hacerlo están participando de una revolución social y política para eliminar el capitalismo es no ver que sus participantes están llevando a cabo acciones netamente "capitalistas". Hay muchas utopías que han fracasado en el siglo pasado y su fracaso no ha estado exento de grandes costos sociales. La utopía de Gesell no se diferencia mucho de esto: Dice Shuldt (1997): "Todo ese proceso [el de eliminación de las rentas por medio de la tierra libre y el dinero libre] se daría al interior del sistema económico establecido, sólo que todo el producto del trabajo se repartiría entre todos los que trabajaban, según las necesidades personales de cada uno."

Es la misma vieja frase de Marx, "de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad". Marx, al menos, consideraba que se llegaría esto en la etapa superior de evolución que sería el comunismo. El objetivo se frustró mucho antes porque la máxima es inviable y se contrapone a la naturaleza humana. Demanda un "hombre nuevo" que nunca pudo llegar a producirse o un alto grado de coerción, que fue su resultado final.Es necesario tener una perspectiva más modesta del fenómeno de los clubes de trueque.

Por ahora, tienen campo para crecer porque el manejo de la moneda estatal no puede ser peor, y sus intercambios no son penalizados con impuestos. Pero, para crecer, fortalecerse y darle a la gente todos los servicios que demandará de ella para generar riqueza ha de permitir la acumulación y el crecimiento del capital, generando servicios financieros que intermedien entre el ahorro y la inversión. Sí, capital, esa palabra tan odiada: el único camino para salir de la pobreza.

Riqueza, dinero y poder: el efímero "milagro argentino" de las redes de trueque

En las reflexiones que siguen haremos una lectura particular del fenómeno de la moneda social como construcción colectiva en el interior de las redes de trueque a lo largo de su evolución: nacimiento, apogeo y crisis. Para ello, y con el sentido de buscar alternativas a la altura de la crisis actual, construidas por actores sociales que puedan encontrarse entre los lectores, proponemos el derrotero que desarrollamos a continuación.

? Intentando un nuevo diálogo sobre lo que parece obvio

Para empezar esta conversación imaginaria, que podrá transformarse en diálogo, proponemos un ejercicio inicial de tomar distancia y ubicarnos en el año 3003 para pensar una fecha que calme eventuales pasiones destructivas, generadas alrededor de los acontecimientos del año en curso y, en particular, del desplome de las redes de trueque.

Asimismo, para ser congruentes con el marco académico en que se ha emprendido el Programa de Investigación y Desarrollo conducido por nosotros, toca aclarar que se trata, precisamente, de excluir toda pretensión de objetividad científica: no sólo no creemos que ésta sea posible en este caso, como tampoco que ella exista en general. Los valores están siempre presentes, antes, durante y después, y con ello la ideología también está incluida, explícita o implícitamente. Antes que a la "objetividad" de la ciencia, elegimos apuntar aquí a la búsqueda de "pluralidad" de enfoques convergentes

–casi siempre inconmensurables y a las distintas formas de ruptura del "pensamiento único", presentes en el discurso hegemónico. Aun cuando éste tiene la forma de pensamiento crítico, puede ser desplegado, con frecuencia, bastante creativamente por los que pretenden ser guardianes de la "objetividad" del pensamiento académico.

Como sabemos desde hace ya más de tres décadas, el discurso científico es siempre una expresión refinada de profundas disputas de interés consagradas por la "ciencia normal", hasta que anomalías crecientes empiezan dar paso a otros enfoques, o a algún paradigma emergente que caracterizará la nueva "ciencia revolucionaria"

? Una relectura posible de las redes de trueque: dinero y poder

El primer club de trueque en Argentina se creó en 1995 y durante más de seis años se desarrollaron iniciativas que, enlazadas, formaron redes de trueque en todas las provincias del país, además de la expansión a otros países de la región. Hasta hace dos años, existían más de cinco mil clubes y redes de clubes de trueque muy activos, en los que los ingresos mensuales de muchísimas familias se incrementaban en formas significativas, impregnadas del paradigma de la abundancia, autoorganizado, expansivo, diferente y respetuoso entre ellos. Las cifras hablan por sí solas: las veintitrés personas iniciales pasaron a más de un millón en poco más de seis años.

De repente, el "crédito"–instrumento de intercambio usado en las redes– deja de tener crédito y sobreviene el colapso. ¿Qué pasó? ¿Qué rol jugaron los distintos actores sociales en el proceso: los académicos, las dirigencias políticas, la prensa, las organizaciones de la sociedad civil? ¿Qué hicimos para que no pasara? ¿Qué podemos hacer hoy para que no pase donde aún no pasó? ¿Qué nuevos caminos son posibles hoy si queremos rescatar ese instrumento que parecía dar una respuesta inédita a la crisis del empleo y al fenómeno de la exclusión?

? Aires de California sobre la economía y la política

A mediados de 2001, en el curso de la moderación de la discusión sobre Moneda Social en el marco del Polo de Socioeconomía Solidaria, promovido por la Alianza para un Mundo Solidario, plural y responsable (http://money.socioeco.org), incluimos un texto de referencia denominado Más allá de la codicia y la escasez: el futuro del dinero, entrevista hecha al economista belga Bernard Lietaer por la periodista Sara Van Gelder, de la Revista Yes, periódico de futuros positivos, en 1998. Ese primer contacto generó un conocimiento más profundo de su obra y un proyecto de colaboración en curso, por lo cual nos pareció relevante incluir algunos conceptos de ese ejemplo de pensamiento inquieto y abierto a la búsqueda de alternativas radicales a la altura de la crisis global.

Nos interesa especialmente presentar sus ideas precisamente porque desconocía hasta entonces la experiencia de las redes de trueque en la Argentina. Bernard Lietaer cuenta con veinticinco años de experiencia profesional en sistemas monetarios, desde una amplia variedad de perspectivas. Durante catorce de esos años, fue consultor profesional en administración trabajando con corporaciones multinacionales, bancos y gobiernos en cuatro continentes. Mientras estuvo en el Banco Central Belga, fue uno de los diseñadores de la ECU, el primer mecanismo de convergencia que ahora condujo a la moneda única europea. También se desempeñó como presidente del sistema electrónico de pagos belga. Fue profesor de Finanzas Internacionales en la Universidad de Lovaina, y gerente general y operador monetario de los Fondos de Cobertura Gaia. Es autor de nueve libros, publicados en cuatro idiomas. Los más recientes son The Mystery of Money (2000) y The Future of Money (2001). Actualmente es profesor visitante en el Centro para el desarrollo sustentable de la universidad de California en Berkeley. Según propone en un artículo escrito para la Enciclopedia Internacional de Negocios de Bloomsbury, el dinero es un acuerdo dentro de una comunidad para utilizar algo como medio de pago. Actualmente se está gestando un importante cambio en la facultad de crear dinero, desde el sistema bancario hasta las monedas privadas.

Desde una perspectiva comercial, el dinero también es el primer objetivo de una empresa. Si una empresa no logra tener una mayor entrada que salida de dinero, está condenada a desaparecer. Los libros de texto sostienen que las empresas compiten por mercados o recursos. De hecho, compiten por dinero utilizando mercados y recursos en el proceso. La prueba está en que –siempre que un mercado o recurso en particular resulta menos prometedor a nivel financiero– simplemente se trasladan a áreas con mayor potencial. Dado el esfuerzo que se emplea en tratar de capturar parte del flujo de dinero, resulta curioso que se dedique tan poco tiempo a pensar acerca de dónde proviene el dinero, o qué es el dinero.

En vista de la definición propuesta, existen hoy una serie de diferentes tipos de moneda de uso extendido. Podemos distinguir entre:

– Monedas de curso legal.

– Monedas comerciales privadas.

– Monedas complementarias.

– Monedas con fines sociales.

Cuatro aspectos clave caracterizan a nuestro dinero nacional convencional. Se puede sostener que, hoy, el dinero está por lo general geográficamente ligado a: (1) un Estado- nación; (2) es dinero "fiduciario", es decir que es creado de la nada, mediante (3) deuda bancaria, contra el pago de (4) intereses.

Por ello tenemos problemas en imaginarnos cualquier moneda que no sea la emitida por un país dado, o en el caso del Euro, un grupo de países. No obstante, la gran mayoría de las monedas históricas fueron, de hecho, emisiones privadas efectuadas por el soberano o por alguna otra autoridad local. Compartir una moneda común crea una frontera informativa invisible, aunque muy efectiva, entre "nosotros" y "ellos". Esta es la razón por la cual las monedas nacionales se perciben como un atributo distintivo de la independencia de una nación.

El único sistema bien establecido hoy (el WIR en Suiza) tiene en la actualidad a 80 mil miembros, incluyendo una cuarta parte de todas las pequeñas y medianas empresas del país, y goza de un volumen de negocios de US$ 2.000 millones. Quizá lo más intrigante acerca de este fenómeno es que ha demostrado que es errónea una hipótesis implícita en economía que data de la época de Adam Smith, de que el dinero debe tener un valor neutral. De hecho, tanto el trabajo empírico en el terreno, como la investigación teórica, han demostrado que el uso de diferentes clases de moneda no afecta en forma significativa la conducta y las relaciones de la gente que la utiliza. También resulta interesante que ninguno de los tres mil sistemas monetarios complementarios con fines sociales que han surgido espontáneamente durante los últimos quince años tiene incorporados los intereses, mientras que todas nuestras monedas nacionales convencionales invariablemente los tienen. Estas innovaciones monetarias brindan nuevas posibilidades para que las empresas utilicen sus existencias como capital de trabajo, o para que se encaren cuestiones sociales con menos dinero de los contribuyentes. Deberíamos dejar la última palabra sobre el futuro del dinero a Georg Simmel (1990), un filósofo alemán y autor de un estudio aún no superado sobre la filosofía del dinero de 1900: "El debate sobre el futuro del dinero no es acerca de inflación o deflación, tipos de cambio fijos o flexibles, patrón oro o papel moneda; es acerca de la clase de sociedad en la que el dinero debe funcionar".

El problema del que tenemos que hacernos cargo quienes estuvimos cerca dentro del proceso fue no advertirlo a tiempo y haber podido separarlas de entrada en sus ámbitos de aplicación.

? Visibilidad de lo femenino en la política desde la economía

La interpretación que proponemos para construir un nuevo observador capaz de innovar en sus propuestas es que, más allá de todos los aspectos regresivos con que se asocia el club del trueque (y en ese sentido el nombre es, sin duda, un hándicap en contra), las experiencias innovadoras de monedas complementarias –como son las monedas sociales locales, el bono del club del trueque, los bancos de tiempo, los sistemas de crédito mutuo–, han empezado, muy lentamente, a recuperar el paradigma de la abundancia del que hablan B. Lietaer y M. Kennedy, como posibilidades para el rediseño del sistema monetario mundial.

De una multiplicidad de trabajos que han estudiado otras formas de economía solidaria, tales como las experiencias de cooperativas populares de producción y consumo, grupos de compras colectivas, organizaciones de comercio justo, consumo ético, programas de microcrédito, iniciativas económicas de mujeres emprendedoras, entre otras, se ha concluido que existe una alta correlación y un alto potencial de desarrollo entre lo femenino, como estilo de gestión en distintos ámbitos sociales, la moneda social y el nuevo paradigma económico (Primavera, 2001):

– Un nuevo paradigma para superar el neoliberalismo puede ser construido vinculando lo femenino y economía, de modo tal de producir abundancia sustentable y eliminar la escasez.

– Sistemas de intercambio no monetario tales como los bancos de tiempo, crédito mutuo, monedas locales y los distintos tipos de moneda social son la nueva moneda que creará las condiciones para llevar ese paradigma a la práctica.

– Una política económica ética y ecológica, compatible con finanzas solidarias, un comercio justo y un consumo crítico y responsable pueden ser rediseñados de manera de crear nuevas relaciones entre el Estado, el mercado y la sociedad civil.

La paradoja del tercer milenio es que, aunque la población total del mundo creció a niveles que parecen insoportables para los recursos el planeta, en realidad, cálculos muy rigurosos muestran también que hoy sólo haría falta el trabajo de 2% de la humanidad para mantenerla funcionando… si quisiéramos que así fuera! Volviendo a Bernard Lietaer (2001), su mirada desde la Psicología colectiva de C. G. Jung, en el sentido de la imposibilidad de expresión de los arquetipos del inconsciente colectivo, sostiene que la represión de un arquetipo provoca la manifestación de sus dos sombras. Así, por ejemplo, cuando el arquetipo Soberano (todo poderoso todo justo) es reprimido, aparecen en su lugar sus sombras complementarias: el tirano y el cobarde, que expresan la incompetencia en ejercer la justicia, una y el miedo de aparecer como tal, la otra.

? Lo que la prensa no muestra, ni se investiga: los teoremas de sol naciente

Como hemos anticipado al comienzo de estas reflexiones, los medios masivos contribuyen permanente y sostenidamente a la "construcción de la realidad". Debemos reconocer que el "fenómeno" de las redes de trueque sólo fue objeto de atención de la academia, en nuestro país, cuando sus miembros superaban las varias decenas de miles. Tardíos en relación a universidades europeas, norteamericanas y asiáticas, nuestros centros de investigación sólo miraron la "rareza" cuando los medios bombardeaban las pantallas y las páginas en cantidad… insoportable. ¿No será porque nos faltaban categorías teóricas nuevas que pudieran dar cuenta de que si 60% de la población económicamente activa ha concurrido alguna vez a un club de trueque, las categorías de empleo ya no alcanzan para describir el mundo del trabajo? ¿No será porque un Programa de Alfabetización Económica (primavera 2002) que apunta a la construcción de ciudadanía es una bizarrería fuera de lugar en el currículum vigente?

Los medios veían ferias y mostraban ferias. Veían "papelitos de colores" y los asimilaban a los de Monopoly. Cuanto más gente en las ferias, mayor el espacio de las noticias, la ubicación del tema. No podía, por lo tanto, ser "noticia" lo que se descubría al interior de una villa de emergencia cuando se intentaba resignificar la economía, la riqueza y el dinero. Por ello, vale la pena aprovechar la oportunidad para relatar el nacimiento, en aquel octubre de 2001, poco tiempo antes de la catástrofe, cuando en el Bajo Flores de la Ciudad de Buenos Aires, el grupo de participantes que se iniciaba en la economía solidaria y aprendía a "fabricar" su propio dinero, enunciaba solemnemente los que serían luego conocidos como los TRES TEOREMAS DE SOL NACIENTE. Teoremas, porque eran proposiciones entregadas a otros para que las demuestren y Sol Naciente, porque ése era el nombre del nodo de trueque recién inaugurado. Cuando nos preguntamos cómo se podría compartir esos resultados, de allí salieron las siguientes ideas:

– La pobreza no es más que un simple malentendido. "Pobre es el que se siente mal con lo que tiene, mientras busca de mala gana lo que quiere y cree que no merece" (Clara) "Pobreza es no saber reírse de sí mismo" (Pablo)

– La solidaridad es, en serio, el mejor negocio. "En el trueque somos solidarios porque, obligadamente, todos están para todos, sino no hay trueque…" (Marta)

– La prosperidad es un punto de partida, no de llegada. "Tengo los críos, tengo las manos para trabajar y la boca para hablar… ¡Miro a otras mujeres que no tienen casi nada de eso! recién me doy cuenta que no podría hacer nada si fuera como ellas!" (Inés).

Pero, más allá de la curiosidad de la innovación, en el Programa de Alfabetización Económica destinado a construir ciudadanía, esos tres teoremas muestran hasta qué punto las ideas de pobreza /riqueza / bien vivir pueden ser trabajadas en cualquier contexto, si lo hacemos adecuadamente; muestran la posibilidad de resignificar palabras tan cristalizadas como solidaridad y negocio, dentro de un proyecto mayor que el trueque, un proyecto de economía solidaria en una democracia que se radicaliza; y, finalmente, muestran que la misma noción de prosperidad puede ser trabajada desde lo que cada uno ya tiene en abundancia y los resultados son una inmediata valorización de los talentos que la mayoría tiene ocultos, porque no siempre son reconocidos como tales cuando son ofrecidos.

LAS REDES DE TRUEQUE EN LA ARGENTINA: RACIONALIDADES, CONFLICTOS Y PROYECTOS ALTERNATIVOS

La Red Global del Trueque (RGT)

A mediados de la década del ochenta, se conforma el Programa de Autosuficiencia Regional (PAR) cuyo objetivo es enfrentar el deterioro de la calidad de vida, la degradación de las condiciones medioambientales y sociosanitarias de la población, y la existencia de un desempleo generalizado.

El PAR fue primero un colectivo social a instancias de Rubén Ravera y Carlos De Sanzo; transformándose luego en una ONG y editorial que cobró vida definitivamente en 1989. Desde entonces, ha sido el impulsor de una serie de proyectos de tecnología socialmente apropiada vinculados con la producción orgánica de alimentos, con la energía solar, eólica y de biomasa y en especial, con el reciclado de residuos sólidos urbanos. Su objetivo es desarrollar en cualquier localidad del país o de la región empresas sociales tendientes a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Además de esto busca diseñar, desarrollar, impulsar y administrar emprendimientos sociocomunitarios y medioambientales, sobre la base de una propuesta comunitaria participativa, a partir del uso sustentable de los recursos de materiales improductivos y la recualificación laboral de los recursos humanos.

Como el desempleo estructural y generalizado también afecta al conjunto de la sociedad, esto produce una corriente migratoria de personas que buscan otras ciudades el bienestar que se le niega en su ciudad de origen. Todos estos hechos resaltan el nuevo carácter eminentemente urbano de la pobreza, en tanto alientan nuevas formas de la exclusión y una marcada distribución desigual de la riqueza.

Por tales motivos el PAR busca promover la identidad y la vinculación de las regiones urbanas y rurales, poniendo en valor, con tecnologías a escala humana, sus recursos ambientales, económicos, técnicos, culturales e históricos, sin perseguir una autosuficiencia total. De este modo, las regiones no sólo se encontraran en mejores condiciones para generar programas de desarrollo a escala local para resistir mejor la devastación provocada por la globalización económica unilateral y la sofisticación tecnológica, sino que mejoraran la calidad de vida de sus habitantes, mediante el intercambio con regiones similares más allá de las propias fronteras.

En el verano de 1994, surge la idea de crear un club de trueque, cabe recordar que en esos años se vivían los primeros síntomas de resquebrajamiento del programa de convertibilidad del gobierno nacional, que junto con las privatizaciones, la apertura de la economía a productos elaborados con mano de obra esclava generó una sociedad centralmente más desigual. La asimetría social se manifestó entre otras cosas con una ausencia de circulante en amplios sectores medios y en el quiebre final de los restos de la burguesía nacional.

· El primer club de trueque

El 1 de mayo de 1995, se constituyó el primer Club de Trueque impulsado por unas veinte familias que estaban participando de los emprendimientos productivos, con la finalidad de sistematizar el intercambio de los excedentes que en forma casi natural realizaban entre ellos. Su meta era crear un mercado protegido para aquellos que no podían mantenerse a flote en medio del marco asfixiante de los efectos económicos de la globalización unilateral frente el retroceso del Estado, desde una perspectiva micro local. Ya que, el mercado formal era visto por ellos como una escalera alta, con peldaños muy elevados e inalcanzables para la mayoría de las personas. Mientras que el mercado del trueque, era como un plano con una leve inclinación y donde cada uno podía ascender de acuerdo con su propio ritmo y expectativas.

Su principal idea era la de una posible interacción entre el club y otros actores sociales y económicos tales como los municipios, las pequeñas y medianas empresas, los productores agrarios, comerciantes, el Estado nacional y el mercado exterior. El mercado que tenían en mente era un mercado de la reciprocidad, un mercado de diálogo, un mercado simétrico, en síntesis un mercado para la paz.

Para llevar la contabilidad de los distintos intercambios, se creó una tabla de doble entrada en una planilla de cálculo, programada de tal manera que, cuando dos socios trocaban, se quitaban créditos de la cuenta del demandante y se le sumaban a la del oferente. También se propuso un sistema multilateral en el que no necesariamente las personas debían trocar mutuamente, con el propósito de superar las limitaciones del trueque directo de bienes, servicios y saberes.

· La creación del segundo club de trueque: el comienzo de la red

Este segundo club nace cuando otro grupo quiso repetir la misma experiencia de continuar con el sistema de las tarjetas, lo cual resultaba impracticable por el trabajo que implicaba. En ese entonces nace la idea de la emisión de un vale de intercambio.

El vale tiene fundamento en la necesidad de contar con un instrumento de intercambio, este ayudó a recuperar para el conjunto la "soberanía monetaria". La idea, fue aceptada en forma unánime por los miembros del grupo. El vale desenlazó una expansión de las características que luego adquirió y los llevó en pocos meses a recorrer el país impulsando nuevos clubes.

· Buscando la punta del hilo para seguir tejiendo una red ciudadana

En la sociedad argentina se manifiesta un malestar en forma de violencia, tanto en los bordes del tejido social de la ciudad como en las escuelas del centro, descontento de los estudiantes por los bajos presupuestos asignados a la educación pública, huelgas y movilizaciones de los trabajadores, mortalidad infantil, resurgir de enfermedades endémicas, desnutrición de los grupos más vulnerables, desgaste acelerado del gobierno y crecimiento de la derecha política autoritaria-populista en sus más diversos matices. Estos son apenas algunos de los múltiples síntomas de un modelo que se halla en crisis.

El trueque es una de las actividades de intercambio económico más antigua practicadas por el hombre y en el contexto de esta crisis; es una herramienta idónea para la participación social y comunitaria que incluye desde una perspectiva alterna al sujeto dentro de la sociedad, potencia y acrecienta los intercambios culturales y sociales, redimensiona el consumo de los individuos, revaloriza el valor de uso de los productos, es decir, es una oportunidad construida colectivamente por excluidos del mercado formal del trabajo, para reinventar el mercado a través de la economía social y sus instrumentos, apelando a la confianza y a la solidaridad, en lugar de la cruda competencia instalada por el mercado.

Con el trueque se busca lo siguiente:

ü El aprovechamiento integral de los bienes y servicios que son generados en el seno de la sociedad.

ü La capacitación integral de las personas que participan en el sistema.

ü El desarrollo de una pauta cultural para la construcción de ciudadanía.

ü Promoción de los principios de la economía social y el asociativismo.

ü Propiciar nuevas formas de emprendimientos productivos y solidarios.

· Acciones de capacitación. Conceptos y premisas

Las acciones de capacitación son llevadas adelante por los responsables de las distintas áreas de la Red Global de Trueque Solidario y los miembros del equipo de Capacitación Permanente a partir de la utilización del Manual para Capacitadores.

Las acciones de capacitación son acordes a la práctica del trueque multirrecíproco. El mercado de trueque multirrecíproco consiste en el intercambio de productos o servicios a través de un vale de crédito, que es un contrato social. El crédito carece de "valor de uso", sólo sirve como "valor de cambio", para usar los conceptos utilizados por Marx que proceden de Adam Smith y Aristóteles.

En el mercado de trueque multirecíproco la fórmula es mercancía-crédito-mercancía, inversa a la del capital (capital-mercancía-capital) que genera la plusvalía.

Las acciones de capacitación se desarrollan en forma descentralizada, cada coordinador de un nodo realiza reuniones, antes o después de trocar, con los prosumidores en las que se va evaluando las necesidades, los valores de los productos, se informa sobre emprendimientos, etc. A su vez, los coordinadores realizan reuniones entre sí para intercambiar modos de acción en los nodos, compartir dificultades, temas de abastecimiento, tipos de microemprendimientos, etc. Los responsables de las distintas áreas de la Red participan de foros en los cuales los socios manifiestan sus sugerencias, proponen acciones a llevar a cabo para mejorar el sistema, discuten sobre las dificultades, se revisan los errores y aciertos, etc.

Las propuestas de capacitación, espontáneas u organizadas, van desde la capacitación en microemprendimientos hasta cursos de economía solidaria y sustentable.

· El presente: una torre de Babel

La situación política actual en Argentina está signada por:

ü La creciente y acentuada tendencia a la hegemonía política y a la concentración económica.

ü La degradación de las condiciones mínimas de habitabilidad para las actuales generaciones y las futuras.

ü Las dificultades para evitar las exclusiones sociales y garantizar la igualdad de posibilidades, así como también los problemas que existen para garantizar la explotación y distribución equitativa de los recursos naturales.

ü La fragmentación social que deviene de la ausencia del pleno empleo registrado.

ü El retroceso del Estado nacional, como consecuencia de los planes de ajuste diseñados por los organismos de crédito multilateral.

Por tal situación el movimiento del trueque está siendo acechado por una profunda crisis de abastecimiento y producción de alimentos elaborados, por ausencia de insumos básicos, por intentos de cooptación política y una brutal falsificación de moneda social.

Debido a que 36 millones de argentinos viven en la pobreza, miles de personas desesperadas se incorporaron al movimiento del trueque sin distinción de redes. Lo cual significó un aumento en la base de la demanda sin contar con una buena base teórica que les permitiera encarar su ingreso a los nodos y una capacitación de nuestros coordinadores que no estuvieron a la altura de la situación y no pudieron evaluar correctamente la situación y diseñar e instrumentar micro emprendimientos productivos.

Los intercambios que se realizan en los nodos del trueque permite satisfacer necesidades básicas y abrir opciones a los sectores medios y a los grupos excluidos en condiciones extremas, si se mantiene firme el compromiso individual y colectivo de producir y consumir a igual medida. Sin embargo, no ha sido eficiente a mayor escala y tiende a crecer en las crisis consolidando elevados niveles de informalidad, por ausencia de compromiso, falta de capacitación y poca predisposición para la producción a mayor escala.

· El rol del Estado con relación al movimiento: reglas consensuadas y mero observador

Nuestra red siempre ha recalcado su independencia del Estado y de los partidos políticos tradicionales y, en consecuencia, hemos defendido la sustentabilidad económica del movimiento, propiciando siempre y en todo momento y lugar formas autogestoras de financiamiento del mismo.

Siempre se ha planteado la necesidad de articular las políticas públicas sociales existentes con las acciones de los clubes de trueque, para mejorar el impacto de las mismas y que los nodos operen asimismo como un nuevo motor para el relanzamiento de acciones productivas que vincularan a los sectores de PYMES y las economías regionales del país. Esto hizo que la relación entre el Estado y el movimiento fuera lábil. Ha tenido y tiene acercamientos y lejanías, tanto con dirigentes políticos, como con los funcionarios gubernamentales.

Hoy en día estamos gestionando acciones con el Gobierno de la Ciudad Autónoma para obtener alimentos y que les sean entregados a los prosumidores que elaboran alimentos y que aquellos que posean algún tipo de capacitación sean recalificados laboralmente por medio de los denominados "Nuevos roles laborales" y que de esta manera se vuelvan a insertar en el mercado laboral formal.

Red de Trueque Solidario (RTS)

El trueque multirrecíproco se basó en la feria de intercambio y su herramienta fundamental, el crédito. Según dice, este sistema funciona en tanto los participantes cumplen el doble rol de consumidores y productores.

Durante un tiempo, fue casi un juego donde llegan a ser más importantes los beneficios sociales y psicológicos que los económicos. Pero ya a fines del año 1999 comienza a dejar de ser un juego para pasar a ser una estrategia de supervivencia para miles de argentinos que comenzaban a sufrir la crisis, y a partir del 2000 un refugio de la catástrofe sin posibilidad de contener el número de afectados.

Las redes de trueque en general no pudieron hasta ahora resolver el problema de transformar a los desempleados en productores, pero aquí aparecen algunas diferencias al igual que en el país: mientras que algunos comienzan a dar algunos pasos hacia formas de cooperación y solidaridad, otros persisten en modalidades especulativas propias de un pasado al que ya nadie quiere volver.

En la Red del Trueque Solidario (RTS) sus miembros desarrollan diversas actividades que podemos clasificar en:

ü de Producción

ü de Intercambio

ü de Gestión general

Los tres ejes que estructuran la Red son:

ü Organización Participativa. Se acordó un sistema sobre la edición, control y distribución de créditos que se caracterizaba por la transparencia, basada en la participación activa y el control democrático de los socios. La asamblea planteaba un verdadero desafío en materia de implementación práctica de la participación porque la misma la integraban un conjunto de socios de diferente composición social, ideológica, de prácticas distintas y con diferencias, en algunos casos abismales, de instrucción.

ü Trabajo. El que da riqueza de sentido y de contenido, dando significado a nuestra realización humana. Es el trabajo el que permite a los socios valorar las fuerzas y capacidades propias, de hacer y de ser.

ü Desarrollo Local. En la RTS apuntamos a otro desarrollo, a un desarrollo a escala humana, considerando que el mismo debe apuntar prioritariamente a: la satisfacción de las necesidades básicas de todos, la posibilidad de trabajo de todos y las relaciones sociales integradoras.

La Red del Trueque Solidario que tiene como elemento identificatorio la permanente reivindicación de la transparencia y el control de la emisión de créditos, y la firme creencia de que sólo es posible que las redes de trueque se conviertan en una experiencia de transformación social si se comienza un proceso de recuperación cultural que reemplace la especulación por el trabajo.

Para que eso suceda, se propone:

1. Avanzar hacia una economía solidaria, produciendo con solidaridad, consumiendo con solidaridad y distribuyendo con solidaridad, generando todo tipo de prácticas que permitan reconciliar la economía con la solidaridad.

2. Reivindicar la democracia participativa en todos los espacios de la red.

3. Impulsar la autonomía de los clubes de trueque en relación con el Estado. El Estado debería apoyar su desarrollo pero respetando su autonomía y los acuerdos deben ser producto del consenso de los socios.

4. Impulsar la planificación económica participativa, como un proceso de aprendizaje donde todos participan para el desarrollo de actividades que estarán orientadas a impulsar procesos de autogestión y fortalecimiento comunitario.

5. Apoyar y promover el desarrollo local. Se hace imprescindible comenzar a trabajar con lo que tenemos a nivel local e integrar todos los recursos para

obtener lo que hace falta para cubrir nuestras necesidades, en la localidad en que vivimos.

6. Promover el trabajo cooperativo. Trabajar juntos, como una forma de organización equitativa del trabajo, pero como una forma también de reducir el egoísmo y hacer surgir la solidaridad.

Muchos en la Red del Trueque Solidario han elegido construir una alternativa donde la especulación, las luchas por el poder y el clientelismo político no tengan cabida; creen en un mundo mejor, en la dignidad del trabajo y en la solidaridad: es un camino duro pero vale la pena.

Club del Trueque Zona Oeste

En el año 1996 un grupo de la zona Oeste tomó cursos de psicología grupal y empezaron a trabajar en la zona oeste. A los seis meses siguientes, inaugurando un nodo en Castelar, otro en Gral. Rodríguez. Se comienza con libretitas hasta que el movimiento se hace intensivo y se crean créditos internos en el año 1998. En la Jornada de No Dinero se realiza una regionalización y se forma así Zona Norte, Zona Sur, Zona Oeste y Zona Capital.

A fin del año 1999, la cantidad de gente de Oeste no era mucha y se practicaba el trueque directo.

El año 2001 se cierra con 730 nodos y 123.000 socios, todo lo que se desarrolló ese año fue invertido en maquinarias para la pastelería, carpintería, estructura informática, una fotocopiadora con bandejas separadoras y una foto duplicadora. Balance del año 2001: positivo, 100 % en crecimiento.

Para agosto de 2002 se cuenta con 1.350 nodos, 295.000 personas inscriptas en la base de datos vieja y 14.500 reempadronadas en la base de datos nueva.

La Zona Oeste, al igual que el PAR, tiene nodos como columna vertebral en la Zona Oeste que abarca desde Ciudadela hasta San Andrés de Giles y desde Pehuajó hasta Zárate, así como también tiene nodos en el interior de la provincia de Buenos Aires, la costa atlántica, Mendoza, Córdoba, Corrientes, Tucumán y Misiones.

Esta experiencia se debe a la necesidad de tener contacto directo con los productores de materia prima o productos regionales que son imprescindibles para las producciones de alimentos.

La relación con el Estado siempre ha sido buena. La organización considera que lo más eficaz es trabajar con las municipalidades y entes religiosos, pues de ahí nacen los trabajos comunitarios para esta nueva economía social que se avecina.

Las relaciones con organismos sociales son permanentes: con Caritas Merlo-Moreno se trocan materias primas por productos terminados, se ayuda solidariamente a los

comedores de dicha entidad. Los productos terminados que se trocan con estas entidades son: fideos, bancos, mesas, galletitas, pre-pizzas.

Estas vinculaciones hacen que periódicamente se den cursos de capacitación en casi todas las parroquias, lo que nos permite tener mucha mayor llegada a los prosumidores. Con Caritas Laferrère también se está haciendo un trabajo de gran desarrollo, con cursos para coordinadores, cursos de bromatología, cursos con salida laboral; con ellos también se trocan alimentos por materias primas, se fabrican mesas y bancos para los comedores.

Se trabaja con casi todas las sociedades de fomento de los distintos municipios. Esto logró que las sociedades pudieran seguir abiertas, refaccionando y manteniendo a sus edificios con lo producido por los nodos.

La situación actual del trueque, al igual que la economía formal, está sufriendo la mayor crisis que conoce, está volviendo a refundar sus bases, con la diferencia de que en la actualidad muchos prosumidores que se han incorporado en el último semestre creen que esta economía o esta nueva forma de vivir depende de algún organismo del Estado.

Los problemas que tiene la red son básicamente económicos, teniendo en cuenta que para cualquier producción la materia prima se obtiene únicamente con plata. El resultado de esto es que los prosumidores no disponen de los medios para obtener esos productos.

En los comienzos de la red la mayoría de los prosumidores disponía de un capital mínimo para el desarrollo de sus producciones, pero el incremento de la desocupación, el aumento de los costos y la circulación de personas no productivas en la red han logrado un desabastecimiento de todos los artículos de primera necesidad. Por lógica, al ser este fenómeno incontrolable y al no existir legislación ni pena, no se puede erradicar esta situación, pero volviendo a los comienzos y expulsando a los no productores, se defenderán y dará confianza a la realidad del sistema.

Se considera que, como organización, se han logrado y desarrollado muchos éxitos. Solamente piden ayuda para no frenar este crecimiento tan pujante que se había producido en el último semestre, si tenemos en cuenta que esta organización produjo alimentos, incorporó a su patrimonio tecnología informática, muebles y útiles, transporte, logística, distribución con sólo el aporte de dos pesos una sola vez por sus asociados.

Región mar y sierras

"Nada diferencia a los hombres y a los pueblos como su respectiva actitud en orden a las circunstancias en que viven. Los que optan por hacer historia y cambiar por sí mismos el curso de los acontecimientos llevan ventaja sobre quienes deciden esperar pasivamente los resultados del cambio". José María Arizmendi Arrieta (fundador y dinamizador de la Experiencia Cooperativa de Mondragón)

? Organización de la Región Mar y Sierras

Cuando en 1999 se actualiza el estatuto de la red regional, no se hacía otra cosa que poner en el papel la forma en que se venía trabajando, Así, la estructura, al crecer la red, sólo se amplificaba pero no se transformaba pues los nuevos nodos, ya sea fundados por nosotros o asimilados de otras redes, se sumaban como vagones a un tren que circulaba sobre vías sólidas y con dirección y objetivos claros.

Sobre los nodos: El "órgano máximo de gobierno" de un nodo lo constituye su asamblea de prosumidores del nodo.

Sobre las zonas: Al rol de coordinador como "representante de los prosumidores del nodo" se le suma el rol de "representante del Comisión Zonal de Coordinadores" (CZC) ante los prosumidores.

Sobre la Red Regional: Finalmente, todos los nodos de las diferentes zonas se hallan representados en el Comité Regional de Coordinadores (CRC), principal órgano representativo y de administración de la red regional.

Sobre la Junta Asesora Regional: Aquellos coordinadores o prosumidores que en su momento se hubieran destacado, por su desempeño no sólo a favor de su nodo sino además a favor de la red regional.

Sobre los delegados regionales: Mensualmente el Comité Regional envía ante la Comisión Interzonal de Coordinadores, órgano representativo de la Red de Trueque Solidario.

Sobre las Comisiones de Trabajo: En cuanto a lo directamente ejecutivo, cada Comisión Zonal de Coordinadores podrá reproducir, para su mejor funcionamiento, las Comisiones de Trabajo del Comité Regional.

Sobre la asociación civil: Es denominada "Asociación Fundadores del Trueque Región

Mar y Sierras". Es la asociación civil sin fines de lucro.

? Controles de gestión en la Región Mar y Sierras

La Región Mar y Sierras puede jactarse de ser la red regional que cuenta con el sistema que más garantiza la organización y fundamentalmente, la transparencia, dentro de todas las redes del país.

a) Sistema de edición: El Comité Regional de Coordinadores, conformado por los coordinadores de todos los nodos, cuenta entre sus diferentes comisiones de trabajo con la Comisión Regional de Créditos.

b) Sistema de distribución.

– "Socios fundadores": son aquellos que integran un listado de aspirantes vírgenes en la red regional

– "Socios nuevos": son aquellos que ingresan a un nodo ya inaugurado.

c) Sistema de control: Los coordinadores de cada nodo confeccionan cada balance del nodo.

? Relación con el Estado

En el sudeste de la provincia de Buenos Aires, a nivel político, se tardó bastante en darse cuenta de la debacle socioeconómica que sobrevendría. Y esa falta de visión se podría trasladar a los municipios donde existen nodos de la región Mar y Sierras.

Con los años y la situación económica, la región Mar y Sierras se convertiría en la ONG con mayor cantidad de asociados del interior de la provincia de Buenos Aires y la atracción que generó en el poder político pasó de lo exótico a lo necesario.

? Relación con otras organizaciones sociales

La región Mar y Sierras, ya desde antes de obtener su personería jurídica, realizaba actividades solidarias con otras organizaciones sociales. Se podrían citarlas siguientes:

Foro para la Integración Solidaria.

– Red de enlace de ONGs.

– APyME zonal.

– Comedores infantiles barriales (no subsidiados).

– Movimiento de Crotos Libres.

– Universidad Nacional de Mar del Plata.

Escuela Cooperativa AMUYÉN.

– Cruz Roja Argentina – Filial Mar del Plata.

– Hospital Interzonal General de Agudos – Hospital Materno Infantil.

– Fundación PAPELNONOS.

– Movimiento de Ferias Francas Populares.

– Fundación Por Amor a los Niños.

– Escuela de Artes Visuales Martín Malarro.

– Federación Marplatense de Escuelas de Fútbol.

? Acciones de capacitación

La región Mar y Sierras se planteó desde su origen que ese desarrollo anhelado se lo debía asumir con un enfoque basado en la persona. Recalcamos esto dado que queremos deslindarnos de las visiones de desarrollo economicistas y asistencialistas –incluso dentro del sistema de trueque– que pocas veces favorecen a la verdadera razón del desarrollo: la gente.

Por ello mismo, trabajamos desde los inicios con metodologías e instrumentos de capacitación efectivos y flexibles, así como con la provisión de productos y servicios alternativos, que facilitan el desarrollo y la optimización de las potencialidades de los actores.

Asumimos la capacitación como lo más necesario, para no reproducir los vicios del mercado formal dentro de la red. Así, veíamos las reuniones en los nodos, como comunicación, como la posibilidad de encuentro, entendimiento y acercamiento de la gente. Y vemos en ella la posibilidad de construcción de nuevas formas de estar juntos.

? Situación actual, principales problemas y conflictos enfrentados y perspectivas futuras

La región Mar y Sierras, al ser la red más antigua de la zona fue ganando un prestigio pero el mismo fue obtenido, parafraseando a Roberto Arlt, "por prepotencia de trabajo". Pero ese camino estuvo desde un principio sembrado de múltiples obstáculos. Los propios de encarar algo nuevo y los surgidos del propio sistema.

Se sabía qué se quería como primera etapa: recuperar conceptos como democracia, horizontalidad, grupalidad, autogestión, transparencia y solidaridad. Y el trueque aparecía como la herramienta ideal. Además las condiciones eran también ideales, pues el poder de atracción., los primeros años, no fue tal y el apoyo social

Fue lográndose a medida que nuestra red regional iba siendo conocida –con muy bajo perfil, por cierto– y eso le iba dando a la red su propia fortaleza.

A pesar de todos nuestros esfuerzos, la masividad que sobrevino luego, ante la aparición de la crisis económica, atentó contra la instalación, en muchos socios, de una plena conciencia de prosumidores. Máxime cuando los coordinadores que debían transmitirla no respetaban las pautas que la red se iba dando para acompañar tal masividad y evitar así los desbordes. Se evidenció luego que justamente esos pocos coordinadores eran el eslabón débil de la cadena, particularmente cuando replicaban en sus nodos su propia conducta.

CONCLUSIÓN

La propuesta de la comunidad de trueque activa un programa comunitarita y ecologista, asociado a la búsqueda de formas cualitativamente superiores de vida social: rechazo al consumismo exacerbado, regreso a otra relación con la naturaleza, a relaciones comunitarias, a lo pequeño que es más seguro, siendo sintomático que estas adquieran vigencia en momentos de crisis generalizada de reproducción de sectores medios. Esto abre la duda sobre el futuro de estas redes y las motivaciones "oportunistas" de sus participantes: ¿serán sólo un modo sucedáneo de acceder a recursos, porque el mercado los excluye? ¿Se trata de una regresión a una forma atrasada a la que abandonarán individual o colectivamente en cuanto puedan volver al mercado? En cualquier caso, ¿se trata de una emergencia espontánea que viene de las bases de la sociedad?

Es lógico el papel activo de algunos agentes-intelectuales que donan su trabajo voluntario para promover estas alternativas, proponiendo esos nuevos valores y relaciones como mecanismos alternativos de resolución de necesidades y de recuperación de la identidad. Creemos que la perdurabilidad de estas instituciones (incluso ante la reapertura de la posibilidad de regresar al mercado), dependerá de la posibilidad de desarrollar formas más complejas y dinámicas de economía popular como contexto que contenga y fortalezca en lugar de fagocitar a las redes de trueque.

Desde la perspectiva de la economía popular, no basada en la prosecución de ciertos valores morales sino en la búsqueda de respuestas eficaces a la reproducción ampliada de la calidad de vida de sus miembros, los valores aducidos para atraer participantes a la red, si se convierten en condición rígida, pueden ser un bloqueo contra su necesaria complejización.

No se trata de intentar que la red de trueque devenga, por su propio desarrollo, en una economía alternativa capaz de competir e incluso sustituir al mercado, sino de verla como una de las formas que se da la economía popular, advirtiendo que su desarrollo depende del desarrollo de otras formas y procesos afines, incluso la reforma del mercado capitalista y la democratización del Estado. En esta perspectiva, el contacto con el dinero y el poder político no es de por sí nocivo, sino que es necesario, pero para evitar que sea vehículo de la subordinación es necesario potenciar estas redes dentro de estructuras de poder social y económico en cuyo contexto adquieren otras posibilidades y sentido

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Autor:

Caldera, Juandri

Madriz, María

Ortega, Adriani

Quintana, Fabiara

Rodríguez, Pedro

Profesor:

Iván Turmero

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÒN SUPERIOR UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA "ANTONIO JOSE DE SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ DEPARTAMENTO DE ING. INDUSTRIAL CATEDRA: INGENIERÌA FINANCIERA SECCIÒN M1

CIUDAD GUAYANA, MARZO DE 2013

Partes: 1, 2
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