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Trueque y economía solidaria


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Condiciones para el desarrollo del trueque como componente de la economía social
  3. Aspectos relativos a la moneda de las redes de trueque
  4. Las redes de trueque en la argentina: racionalidades, conflictos y proyectos alternativos
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El 6 de setiembre del 2002 se llevó a cabo la Jornada Nacional sobre Trueque y Economía Solidaria, actividad que fuera concebida y programada conjuntamente entre el Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Argentina (PNUD). Coordinada por José Luis Coraggio (ICO/UNGS), contó con el valioso aporte de Elba Luna (PNUD). Este libro tiene por objeto presentar las reflexiones y propuestas gestadas en ese encuentro.

La relación del trueque con emprendimientos productivos centrados en el trabajo y con empresas de capital, con los mercados de insumos mediante la utilización de dinero de curso legal para su adquisición, con los mercados pecuniarios en general y con diversas instancias de gobierno, son todas tendencias que complejizan y vuelven más problemática la experiencia social del trueque, registrándose diversas posiciones acerca de los límites legales y morales de esta actividad.

Por otro lado, las urgencias masivas de los ciudadanos excluidos prioriza la eficacia inmediata en aras de cubrir condiciones elementales para la supervivencia, con lo cual el sentido fundante de las primeras redes, muy ligado a la creación de comunidades de contención interpersonal y al desarrollo de prácticas dialógicas, ha tendido a ser erosionado por el pragmatismo y la inmediatez. Su masividad genera oportunidades de lucro que plantean dilemas tanto al Estado como a la sociedad, a la vez que la presencia del intercambio de bienes usados sin valor agregado en el interior de las redes, cuestiona su naturaleza como economía centrada en el trabajo y la categoría misma de "prosumidores" de sus integrantes.

El Estado comienza a reconocer a estos fenómenos como actividades no puramente sociales sino económicas, lo que las hace pasibles de entrar en la mira de los agentes fiscales. Una parte de la conflictividad emergente induce a pensar iniciativas de intervención reguladora por parte del poder público. Tal situación, promovida también por algunos sectores intervinientes en el trueque, genera resistencia en otros debido a la erosión de la legitimidad de los sistemas de representación política, y a concepciones que afirman, con matices, la necesidad de la independencia del Estado.

CONDICIONES PARA EL DESARROLLO DEL TRUEQUE COMO COMPONENTE DE LA ECONOMÍA SOCIAL

Documento base de la Jornada Nacional sobre Trueque y Economía Solidaria

· El trueque como respuesta a la exclusión social y las contradicciones de su masificación

La ausencia de trabajo asalariado y la dificultad para colocar bienes y servicios producidos de modo autónomo en los mercados formales como consecuencia del estrechamiento del mercado, es una característica de la Argentina de los últimos años.

En este contexto aparece en nuestro país el mecanismo del trueque como una alternativa a esta situación, presentada desde sus comienzos como una forma de asociación libre, altamente consciente de valores y de relaciones solidarias, por medio de la cual se forman comunidades de prosumidores que intercambian sus capacidades bajo la formas de bienes o servicios producidos y consumidos por ellos.

Sin embargo, estimar la cantidad de personas involucradas en actividades del trueque es un ejercicio imposible. Y esto es así por diversas razones. La primera es que, obviamente, no hay registros oficiales de una actividad no regulada por el Estado. Segundo, la existencia de varias redes y nodos independientes que proveen información con criterios diferentes respecto de los integrantes ("prosumidores activos y pasivos", "asociados", personas que se "benefician" con el trueque lo que parece referir a miembros del grupo familiar de los participantes) y que tienen también distintos requisitos y condiciones para conformar los nodos y considerar sus integrantes. Y, fundamentalmente, que los nodos y sus miembros tienen una gran movilidad: se cierran y se abren, se expanden y retraen a una velocidad acorde con la dinámica de los procesos sociales en la Argentina.

Elementos sobre la génesis y evolución de las redes de trueque en la Argentina

El trueque en cada comunidad local debe auto organizarse, especificar los arreglos del intercambio, las reglas de entrada y salida, regular los precios, etc. Esta modalidad de organización ha requerido de presencia y participación, reflexión y capacitación continua a medida que iban surgiendo nuevos problemas. Se basaba, como lo marca la tradición del asociacionismo popular, en reglas democráticas de decisión, en la no diferenciación, en este plano, entre organizadores y organizados. La transferencia y vinculación del conocimiento y la información, así como la reflexión colectiva, posibilitarían procesos de decisión basados en la regla: un miembro igual a un voto.

Este desarrollo dio lugar a nuevas reglas: prohibición del préstamo a interés, evitar la acumulación, no utilización fuera de la comunidad de los denominados "créditos", forma del cuasi-dinero emitido.

Tanto por su crecimiento por adhesión de nuevas personas y familias, como por la necesidad objetiva de ampliar la complejidad de las capacidades colectivas para diversificar la oferta y cubrir más necesidades (en el contexto de una economía y un país cada vez más excluyentes), y dada la condición de mantener grupos pequeños, donde las relaciones interpersonales cotidianas pudieran ser una garantía de confianza y de aprendizaje reflexivo y no alienación, la ampliación se organizó inicialmente a través de la promoción o acogimiento de nuevas comunidades, llamadas nodos, conformando así una red de nodos de trueque multirrecíprocos.

Surgió el problema de que si cada nodo emitía su propia moneda local, para poder acceder a los bienes y servicios internodos debía haber aceptación y equivalencia entre las monedas, lo cual suponía ampliar el ámbito de la confianza a cientos (luego miles) de nodos y decenas de miles (luego millones) de personas. Esto podía resolverse centralizando la emisión de una única moneda, pero ello significaba introducir dimensiones de gestión basada en un sistema de democracia representativa, visibilidad de las acciones y control continuo de las mismas y sus resultados.

El dinero de curso legal complejizó su contacto con el trueque, ya no sólo como medio personal complementario para adquirir insumos para la producción de bienes y servicios, sino como posible instrumento centralizado en la competencia entre redes, acentuando la diferenciación en el desarrollo de las mismas, al poder algunas comprar y/o arrendar las "condiciones generales" y específicas para su funcionamiento (espacios para el desarrollo de las ferias, estacionamiento, compra y distribución de insumos desde instancias centrales, etc.), desplazando a las otras en un "mercado" urgido por el pragmatismo, la necesidad y la expectativa de cubrir carencias inmediatas.

La comprensible demanda social por generar alternativas urgentes fue en algunos casos atendida por un sistema de franquicias que se vendieron por dinero, sin crear las condiciones para asegurar la calidad de las relaciones e intercambios, perdiendo el cuidado original en generar un sistema de relaciones de intercambio de trabajos, o productos del trabajo, y una comunidad capaz de emitir un equivalente general monetario, de circulación restringida, basado en la confianza mutua.

En resumen, la profundización y extensión del desempleo y el subempleo, la imposibilidad de utilizar los ahorros acumulados y la ruptura de cadenas de abastecimiento y pago del mercado formal, produjeron una enorme ampliación de la escala. Esto, a la vez que permitía la participación de nuevos excluidos de la economía formal, reintrodujo la posibilidad objetiva de reproducir los mecanismos propios del mercado capitalista, que tienden a determinar ciertos comportamientos tanto de los agentes organizadores como de los participantes desde las bases sociales.

· Los estudios sobre el trueque en la Argentina

A partir del primer Club del Trueque y debido al crecimiento de esta actividad en los últimos años se comienza la realización de estudios y a registrar una producción importante de escritos sobre el tema clasificándose dos grandes grupos. El primer grupo por un lado e inicialmente, los trabajos de los "actores del trueque": los fundadores de la experiencia y quienes participan de ella. Son textos escritos desde y para la experiencia del trueque. En buena medida constituyen materiales de difusión y capacitación, pero desarrollan también análisis teóricos, interpretativos y de estudio y comparación de experiencias similares en otros países. En el segundo grupo se ubican los textos resultados de los estudios sobre el trueque que se han venido realizando en estos años. Son bastante más recientes y su crecimiento expresa la preocupación de los cientistas sociales de nuestro país por captar un hecho social cuya relevancia se ha visto incrementada por su masividad y la visibilidad que le ha dado la difusión periodística, los textos del segundo grupo en su mayoría están relacionados con la extensión de la pobreza, en especial la nueva pobreza, y la pauperización de los sectores medios y sus efectos en términos de modificación de la estructura social. Algunos trabajos analizan el trueque como proceso y revisa sus instrumentos y reflexiona sobre su futuro en términos de su posible articulación con otras formas de la economía social o solidaria. Otro conjunto de trabajos están basados en investigaciones empíricas, describe las prácticas y representaciones de los participantes del trueque, los caracteriza y, apoyándose en estudios de caso, lo relaciona con la crisis de reproducción de los sectores medios, con dispositivos y estrategias de supervivencia y nuevas condiciones de sociabilidad.

Las investigaciones empíricas sobre el trueque.

Se debe acotar que los estudios que se incluyen en este apartado no se reconocen entre sí como fuentes pero pueden servir como guías para la observación del comportamiento del trueque confirmando tendencias que venían siendo observadas como son la fuerte presencia entre sus integrantes de sectores medios empobrecidos, con graves problemas laborales o desocupados, su carácter de refugio ante la devastación social, pero que es a la vez revalorizadora del trabajo y re-creadora de lazos sociales, intercambios, valores solidarios y sentido de pertenencia social; su consideración en términos de estrategias adaptativas, defensivas o de supervivencia; el reconocimiento de la distancia que media entre el discurso de organizadores en especial los "los fundadores" y los participantes en la actividad del trueque, así como los diferentes sentidos que adquiere para éstos según sus condiciones de inserción en la práctica; la dificultad de generar por sí mismo condiciones para salir de la pobreza e incluso de amortiguar la caída de los sectores medios y la necesidad de articularlo con otras formas socioproductivas y con instituciones públicas y de la sociedad civil.

La potencialidad de las experiencias "desde abajo" (nodo de Mendoza).

Preocupadas por investigar el potencial de "desarrollo local desde abajo" de estas experiencias, y discutir el papel que las políticas sociales cumplen en su obstrucción o fortalecimiento, especialmente desde los gobiernos locales Patricia Lescaro y Bárbara Altschuler (2002) estudian experiencias de organización comunitaria en las cuales incluyen los Clubes del Trueque en Mendoza y la acción de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de Gral. Mosconi

Desde el punto de vista de la composición social, los integrantes del nodo corresponden a clase media empobrecida, en general pequeños productores y cuentapropistas, 43% son desocupados, 70% mujeres, y dos tercios es mayor de 45 años, con nivel educativo medio En lo que respecta al impacto económico del intercambio en el nodo, los entrevistados cubren entre el 21% y el 40% de las necesidades del hogar con estos productos; este nivel es explicado por las autoras debido a la escasez de insumos básicos en los nodos.

Consideran que, si bien los prosumidores entrevistados poseen un cúmulo importante de conocimientos y habilidades adquiridas formal o informalmente ,que van desde manualidades y artesanías hasta conocimientos técnicos y profesionales, esto no se ve reflejado en los productos que ofrecen en el nodo, lo cual implica una importante subutilización de los recursos humanos existentes en éste.

Representaciones sociales y estrategias de supervivencia

Considera al trueque como estrategia de supervivencia y discute su papel desde el punto de vista de cuál pueda ser su relevancia dentro de la economía argentina en el nivel macrosocial. El caso analizado es el nodo "La Estación", iniciado en Julio de 2001 por un grupo de ex presos políticos que se organizaron como mutuales bajo el nombre de "Mutual Sentimiento". La mutual tiene en vista varios proyectos, todos vinculados

Con el nodo, como crear un Instituto de micro emprendimientos y organizar un centro de salud. Los entrevistados expresan que el nodo sufre problemas por la escasez de bienes de primera necesidad

También se reitera la situación encontrada en los dos estudios reseñados más arriba: mayoría de desocupados o con graves problemas laborales y de ingresos, mayoritariamente con secundario completo y terciario y universitario completo.

Entre las causas que motivaron la llegada al trueque aparecen como fundamentales la imposibilidad de reinsertarse en el mercado laboral y la insuficiencia del ingreso para cubrir las necesidades. En lo que respecta a las representaciones no son homogéneas: por un lado, están las de aquellos que perciben su actividad actual como un descenso social y por otro lado un grupo intenta recuperar, al menos parcialmente, su identidad social al participar de un espacio donde su trabajo, al ser valorado por otros, legitima a la vez la propia valoración .Se pone en duda la posibilidad de convertirlo en un mercado solidario debido a la existencia de tensiones entre lo que el trueque "debe ser y lo que efectivamente es", lo que deviene de su propia naturaleza mercantil

Estrategias de supervivencia y de reinserción social y laboral

Como resultado del estudio, y a partir de los testimonios de las entrevistadas el trueque es vivido como una actividad transitoria, cuyo desenlace no pueden anticipar, el estudio rescata los aspectos regenerativos del tejido social que contiene el trueque, se deben refundar vínculos, posibilitar intercambios sociales, e incluso constituyéndose, a partir de ello, en un "antídoto contra el aislamiento y la depresión". Junto con ello encuentran, a su vez, casos en donde las actividades desarrolladas por las mujeres pobres y empobrecidas implican estrategias de carácter defensivo ,que sólo alcanzan para detener los procesos de desafiliación social y laboral, acceder a medios de supervivencia, pero sin lograr salir del contexto de pobreza en el cual se hallan inmersas, registran en el trueque problemas como el aumento desmesurado de precios o ciertas prácticas deshonestas

Los estudios del trueque en términos de procesos y estructura

– Los mercados sociales

Claudio Lowy considera que el trueque margina cultural, social y económicamente a amplios sectores de la población, genera malestar, y finalmente infelicidad, a gran parte de la población a través de la erosión de los nexos sociales y familiares. Por otro lado señala la enorme potencialidad productiva existente en los marginados y aun en los "exitosos-no felices", Considera que los mercados sociales permiten la satisfacción de necesidades, integran socialmente a personas hoy apartadas de las instituciones de la economía formal y abren otras posibilidades aún mayores en términos políticos y culturales.

– Las organizaciones populares y el trueque en cuanto actor Sociopolítico

Nicolás L. Strangis considera que el Club del Trueque configura un nuevo desafío para las ciencias sociales, su trabajo se propone realizar un estudio de tipo exploratorio intentando elucidar sus orígenes, su proyección y su sustento ideológico, de modo tal de comprender mejor su naturaleza. Después de describir algunos aspectos básicos del funcionamiento del Club del Trueque caracteriza el escenario que permitió su aparición y expansión como fenómeno social. Luego analiza el panorama configurado por la coexistencia de tres sectores, el mercantil/capitalista; el estatal y el sector civil/social, e intenta demostrar que este nuevo fenómeno social pertenece al sector social antes que al ámbito del mercado capitalista.

· La economía social como estrategia de desarrollo integrador.

La sociedad de mercado, basada en una economía totalmente mercantilizada nunca se realizó plenamente siempre hubo trabajadores por cuenta propia que no respondían a la forma capitalista, las reformas del Estado, reduciendo drásticamente su papel como productor de bienes públicos y La revolución tecnológica y organizativa del capital a escala global han originado una situación de crisis de reproducción de la vida de grandes masas de personas.

Estos procesos, repercutieron de manera profunda y aparentemente irreversible en nuestro país los ciudadanos han ido desarrollando respuestas reactivas que se fueron estructurando en nuevas formas de producción para la reproducción la primera reacción fue expandir el mercado informal, Otra forma fue la creación de nuevas formas de cooperación que permitieran a la vez la reintegración de los excluidos como productores y consumidores de bienes y servicios que el mercado capitalista y el Estado dejaron de reconocer resulta necesario no aferrarse a las viejas nociones y conceptos, para dar paso a nuevos enfoques renovadores se descubre que los excluidos y carenciados sobreviven a sus problemas inventando centenares y centenares de soluciones parciales e improvisadas

De esta manera, pueden enumerarse iniciativas individuales, micro emprendimientos. Cooperativas de trabajo productoras de bienes y de servicios, cooperativas de abastecimiento y/o redes de consumo colectivo, prestación de servicios personales solidarios, asociaciones culturales de encuentro comunitario, banca social o solidaria, redes de trueque y redes de comercio justo. En ese sentido, la economía popular realmente existe como un sector agregado de actividades socioeconómicas y está compuesta resumidamente por el conjunto de recursos subjetivos y materiales, privados y públicos, que comandan las unidades o grupos domésticos, los agrupamientos, redes y relaciones esa economía popular resulta hasta ahora un conjunto inorgánico de actividades, como un coro que crece sin dirección, según algunos autores.

Lo que propone la visión de una economía alternativa, Con una lógica diferenciada y contrapuesta a la Economía del Capital. La Economía Social es entonces un posible marco estratégico está orientada por objetivos de reproducción social ampliada de la vida. La expresa finalidad de avanzar hacia el autosostenimiento de las organizaciones socioeconómicas de este sector y del sector en su conjunto, fundamental como base material para la autonomía ciudadana. En el plano societario, esta economía alternativa no queda limitada a los sectores más pobres y excluidos. Por el contrario, expresa la necesidad de incorporar otros sectores, como los medios y medio bajo, con recursos culturales, ingresos y capacidades profesionales y técnicas instaladas, la economía social puede ser considerado, analíticamente, como una extensión necesaria de la unidad doméstica, irradiando vínculos personales y/o asociativos, sean éstos mercantiles, no mercantiles y públicos, hacia otras unidades.

En la transición, la economía social en proceso puede no sólo dejar de internalizarlos criterios del mercado capitalista y las formas empresariales que le son propias, sino ejercer la fuerza moral para introyectar en el sistema empresarial otros valores y límites morales a su accionar .La finalidad última de la economía social es pluripropósito ,no es sólo enfrentar la pobreza por la vía de la inserción, sino crear condiciones para la constitución o consolidación de nuevos actores sociales, cuyas bases ya existen pero hoy están desestructuradas, dispersas, desvalorizadas. Las redes de trueque son una de las decenas o cientos de formas que operan en el funcionamiento de la economía popular, que emergen por designio y diseño consiente, o espontáneamente y por procesos de copia, difusión y adaptación.

· Análisis comparativo de los proyectos legislativos Nacionales y provinciales referidos al trueque

No resulta sencillo acceder a la información de lo que se produce en los

Cuerpos legislativos, y en una materia como la que estamos abordando esa circunstancia, se transforma para la ciudadanía en un obstáculo sumamente importante.

En el ámbito nacional

Las diferentes iniciativas legislativas tendientes a regular las actividades del trueque presentadas en el Congreso Nacional plantean significativas coincidencias, así como diferencias en cuanto al régimen que otorgan a esta actividad.

a) Reconocimiento del trueque y las redes de trueque. Los proyectos analizados plantean distintas modalidades en cuanto a la forma de regular las actividades del trueque, lo que puede advertirse en los diferentes grados de intervención estatal en la actividad esbozados en los textos.

b) Constitución. Los proyectos analizados caracterizan a las redes de trueque de diferente manera: como una forma de asociativismo para los prosumidores y otros se expresa que deberán constituirse como personas jurídicas; en el de Perceval y otros que los participantes de las redes de trueque podrán integrarse en nodos de intercambio, que a su vez se constituirán asociaciones civiles sin fines de lucro.

c) Aspectos tributarios. Es sumamente importante la idea de eximir del alcance de todo impuesto al intercambio de bienes y servicios que se realicen de acuerdo con la modalidad del trueque, y exceptuar de todo impuesto, tasa o gravamen a todo grupo de personas que se constituyan como personas jurídicas, siempre y cuando la misma tenga como objetivo principal la constitución y promoción de "Red de Clubes o Nodos de Trueque", y con el objeto de favorecer el trueque multirrecíproco bienes y servicios, a una escala de conveniencia .

d) Emisión de los créditos o vales. En este tema puede observarse también un gradiente que va desde el reconocimiento de la responsabilidad de las redes de

trueque en la emisión de los créditos hasta el intento de que el Estado tenga a su cargo esa función.

En el ámbito provincial

Los objetivos de este proyecto son:

ü Proteger y promover la producción y comercialización de bienes y servicios de asociaciones informales que tienen como fin lograr la auto subsistencia de sus integrantes.

ü Propender a la actividad regular de dichas asociaciones informales mediante la cooperación, creatividad y el desarrollo personal y comunitario.

ü Promover la capacitación de los emprendedores.

ü Dotar de capital de trabajo inicial y apoyo a los nuevos emprendimientos.

ü Apoyar y ampliar las instituciones de Banca Social.

ü Apoyar las organizaciones que tienen base en la familia, la solidaridad y la cooperación. Favorecer el desarrollo endógeno local.

ü Promover la incorporación y transferencia de tecnología apropiada.

ü Ofrecer apoyo técnico e información sobre la economía social en cada municipio, incorporando los recursos profesionales de la provincia, los municipios y las universidades e institutos tecnológicos.

ü Promocionar la inscripción de organizaciones locales, regionales y provinciales que generen proyectos, promuevan emprendimientos e incorporen mano de obra.

· Notas para la discusión: tensiones emergentes, posibilidades y disyuntivas

Finalmente cabe indicar que en la coyuntura actual se plantean una serie de viejas y nuevas disyuntivas que requieren ser objeto de mayor elaboración y debate.

Entre muchos otros, cabe interrogarnos sobre los siguientes aspectos y proponerlos para el debate colectivo:

1. ¿Se trata de una forma socioeconómica alternativa al mercado capitalista y de democratización participativa opuesta a la concentración del poder económico y político, o bien de un paliativo temporal a una crisis de aquellas instituciones que, una vez superada, harán innecesaria esta forma?

2. En el primer caso, ¿es posible emprender tal tarea sin incluir el trueque como una más de un conjunto de formas socioeconómicas y políticas que tiendan a constituir un sistema que conjugue escala, sinergia y calidad, y que pueda crecientemente reproducirse sobre sus propias bases?

3. En particular, ¿cómo deben definirse las relaciones del mercado de trueque como tal artefacto del intercambio– con la esfera de la producción? ¿Deben promoverse forma asociativas solidarias de producción que superen el trabajo personal o familiar e incorporen otras tecnologías y conocimientos y que a futuro puedan vincularse con otros mercados? ¿Qué relaciones de intercambio o cooperación pueden admitirse –y en qué términos– con las empresas con fines de lucro?

4. Dada la presencia de los nodos en todo el territorio nacional, y la pluralidad de formas que ha adoptado, ¿es mejor dejar librado a la competencia territorial o a la lucha por la hegemonía el resultado de conjunto, o es posible y conveniente llegar a acuerdos sobre el modelo o gama de modelos a adoptar y a la vez sobre las reglas de juego que definen los límites de lo admisible y no lo legítimo dentro de esa gran comunidad? ¿Cuáles serían esos modelos y esas reglas?

¿Cómo se decidirían o vigilarían en su cumplimiento? ¿Tiene el Estado nacional o local, ejecutivo, legislativo o judicial– algún papel que cumplir en esto? Si se excluye al Estado y su monopolio de la fuerza: ¿cómo se responde a las acciones de poder ilegítimo y violencia que acompañan las pugnas entre modelos o directamente entre grupos y personas con fines de lucro o poder personal?

5. ¿Es posible que coexistan sin antagonismo un modelo que incorpora el lucro y la centralización de poder –ya sea paternalista o como objetivo de acumulación personal o grupal– como motivación, junto con otro basado en la democracia de base, la descentralización, la rotación en las funciones, la transparencia y la rendición de cuentas? ¿O las variantes híbridas que puedan darse? ¿Es necesario optar por el modelo o es conveniente la experimentación y variación dentro de ciertos límites acordados?

6. Vinculado con lo anterior, en caso de establecerse algunos principios compartidos de orden, ¿cuál sería la regionalización de los mercados y su estructura (alveolar, disyuntiva, etcétera)?

7. ¿Cómo se vincula el proceso de formación de mercados solidarios y la creación de monedas locales con los procesos más amplios de desarrollo local integrador y el resto del sistema económico, las instituciones de educación e investigación, los de las asociaciones barriales, los sindicatos, y otras organizaciones de base?

¿Cómo se vincula este movimiento con otras formas de agregación y acción solidaria: iglesias, movimientos sociales, defensa de derechos humanos, feminista, ecologista, etcétera?

8. ¿Cuál es el impacto de la crisis general de la sociedad argentina y qué consecuencias adicionales puede tener sobre las redes de trueque y su desarrollo? ¿Qué escenarios alternativos pueden plantease para contribuir a definir proyectos y futuras acciones colectivas?

9. ¿Qué experiencias hay y cuáles son las relaciones deseables con los diversos niveles del Estado actual? ¿Cómo podría esto modificarse en caso de una profunda democratización y el desarrollo de formas de gestión participativa?

¿Qué relación debe tener, si hay alguna, el (los) movimiento(s) de redes de trueque con un programa de desarrollo de un sistema de economía social o solidaria y el conjunto del movimiento democrático? ¿Puede el Estado generar un marco legal –a propuesta del movimiento– que declare estas actividades de interés público, facilitando su reconocimiento y que en su reglamentación contribuya a impedir los comportamientos considerados ilegítimos que desvirtúan el sentido de solidaridad? En tal caso, ¿cuáles serían sus componentes y cómo se define un proceso que culmine en dicha propuesta?

10. ¿Es deseable (y cómo) incorporar conocimiento tecnológico, organizativo, etc., que potencie esta forma socioeconómica vinculándola con el programa de desarrollo de una economía solidaria o social? ¿Cómo se puede alcanzar escala sin perder calidad?

11. ¿En qué medida la economía de los mercados solidarios, para poder competir con las formas más orientadas por la eficacia y el inmediatismo, tienen que agregar una reflexión sobre la política de acumulación y propiedad colectiva, cooperativa, solidaria, para poder satisfacer más y mejor las necesidades y eventualmente competir con los productos del mercado capitalista? ¿No será necesario en ese sentido incorporar una dosis de inversión no remunerada de recursos iniciales, o bien la asociación con formas de producción complementaria que admitan esa inversión (cooperativas de trabajo, empresas reactivadas por acuerdos obrero-patronales, universidades, institutos tecnológicos, etcétera)?

12. Con relación a lo anterior, teniendo en cuenta la importancia de desarrollar otro sector, productivo y distributivo, complementario de las redes de trueque: ¿será necesario optar por impulsarlo mediante el crédito solidario, el dinero de curso legal o la moneda local? ¿O podremos admitir que se combinen diversos medios de cambio y financiamiento?

13. Las redes de trueque y de economía solidaria: ¿pueden intentar dar respuesta (aunque sea siempre parcial) a los sistemas de necesidades de los sectores sociales que incorporan, o bien encarar como uno de sus objetivos estratégicos la redefinición democráticamente acordada del sistema de necesidades legítimas y su gestión dentro de normas morales (no contaminación, no explotación del trabajo ajeno, no desperdicio innecesario, priorización de las necesidades, reglas de reciprocidad en conjuntos inicialmente heterogéneos, etcétera)?

14. La escala y el aceleramiento de la extensión de las redes exige algún nivel y forma de planificación. ¿Cómo puede implementarse y cuáles deberían ser sus componentes (desarrollo de ciertas líneas de productos escasos, fomentar la integración de mercados regionales complementarios, emisión y eventual oxidación del dinero local, etcétera)?

ASPECTOS RELATIVOS A LA MONEDA DE LAS REDES DE TRUEQUE

Las limitaciones del trueque

El crecimiento y la extensión de los clubes de trueque es un fenómeno extraordinario, por la magnitud de la actividad que allí se realiza, por la cantidad de personas que en ellos participan, por los que dependen de ello para garantizar su subsistencia. No es de extrañar que haya despertado un notable interés para interpretarlo por parte de periodistas, analistas y académicos, sin dejar de contar a los mismos organizadores de la actividad. Este artículo buscará demostrar que el fenómeno es claramente interesante para las ciencias sociales, siendo su característica más importante, no ya la aludida solidaridad social que reclaman sus organizadores y que no resulta diferente a la de otros intercambios en el mercado, sino a la potencial emergencia de una nueva moneda. En primer lugar, es necesario destacar que no se trata estrictamente de actividades de trueque. Éste, también llamado en economía "intercambio directo", se refiere al intercambio de un bien o servicio por otro bien o servicio. Su carácter primitivo se hace evidente porque se necesita la "doble coincidencia de necesidades". Es decir, si tengo una torta y necesito un cuaderno, tengo que encontrar a alguien que tenga un cuaderno… y quiera una torta. ¿Qué pasa si encuentro a alguien que tiene un cuaderno pero necesita un corte de pelo? Pues el intercambio se frustra y es necesario seguir buscando. De allí que se evolucionara hacia el "intercambio indirecto" mediante la utilización como medio de intercambio de un bien de aceptación generalizada, el que a partir de ese momento comenzó a cumplir el papel de moneda.

? El origen de la moneda

Dichas preguntas merecen una respuesta también en el caso de la moneda que han comenzado a emitir los centros de trueque en la Argentina. Menger descarta que el origen de las monedas sea una convención o una ley, ya que "presupone el origen pragmático del dinero y de la selección de esos metales, y esa presuposición no es histórica". Considera necesario tomar en cuenta el grado de "liquidez" de los bienes, es decir, la regularidad o facilidad con la que puede recurrirse a su venta. Y suelen elegirse aquellos productos que sean de fácil colocación, por un lado, y que mantengan el valor por el cual han sido comprados al momento de su venta, esto es, que no presenten diferencias entre un precio "comprador" y otro "vendedor".

Aunque parezca alejado el tema por estar considerando una moneda metálica, lo cierto es que los principios que hacen a una buena moneda, aquella que ha sido seleccionada por la gente para ser utilizada, son los mismos. Por lo que una moneda será aceptada dependiendo de:

1. Del número de personas que aún necesitan la mercancía en cuestión y de la medida y la intensidad de esa necesidad, que no ha sido satisfecha o que es constante.

2. Del poder adquisitivo de esas personas.

3. De la cantidad de mercancía disponible en relación con la necesidad (total), no satisfecha todavía, que se tiene de ella.

4. De la divisibilidad de la mercancía, y de cualquier otro modo por el cual se la pueda ajustar a las necesidades de cada uno de los clientes.

5. Del desarrollo del mercado y, en especial, de la especulación; y por último,

6. Del número y de la naturaleza de las limitaciones que, social y políticamente, se han impuesto al intercambio y al consumo con respecto a la mercancía en cuestión" (Menger, 1985).

Entonces, termina cumpliendo el papel de moneda aquel producto que permite a la gente pasar de un producto menos "líquido" hacia otro más "líquido".

? La calidad de una moneda

La enseñanza básica de Menger en tal sentido es que la moneda habrá de mantener una relación clara con la cantidad de productos que se intercambien en los centros de trueque de forma tal de mantener su valor y facilitar los intercambios. En tal sentido, y siendo que el "valor" de una moneda son los bienes que con la misma se pueden comprar, una moneda como los "créditos" plantea al emisor las siguientes posibilidades:

– Que la cantidad de moneda emitida crezca o se reduzca en relación exacta a la cantidad de mercadería que se intercambia en los nodos. En este caso la moneda mantendrá un poder adquisitivo estable.

– Que la cantidad de moneda emitida crezca en relación a la cantidad de mercadería que se intercambia en los nodos; en cuyo caso la moneda perderá poder adquisitivo, existirá "inflación en créditos".

– Que la cantidad de moneda emitida se reduzca en relación a la cantidad de mercadería que se intercambia en los nodos; en cuyo caso la moneda ganará poder adquisitivo, existirá "deflación en créditos".

En tal sentido es necesario considerar la denominada ley de Say: "En el caso de una economía de trueque el argumento de Say resulta muy claro. En este caso, el intercambio es directo: se cambian mercaderías por mercaderías. La oferta de una mercancía implica la demanda de otra. O al revés, para demandar un bien hay que ofrecer otro."

Por lo tanto Say concluye que es un absurdo pensar que hay oferta y no hay demanda ya que la oferta de un bien es demanda de otro. La única manera que tiene una persona de demandar más es ofreciendo más y cuanto más se ofrece más se demanda. En el caso de trueque también se puede ver con claridad que si el precio de un bien cae "necesariamente" el precio de otro bien tiene que aumentar. Es decir, en una economía de trueque la flexibilidad de los precios que garantiza la igualdad entre la oferta y la demanda es imposible de evitar. Nunca puede haber una caída de precios de todos los bienes. Lo que da origen a una mayor demanda no es la cantidad de dinero sino la producción de bienes y servicios. Introduciendo la moneda en este análisis las cosas no cambian, pues, como se señalara antes, la mayor o menor cantidad de moneda en relación a la producción dará como resultado un incremento o una caída del valor de la misma.

? Las tasas de interés

Por otra parte, el rechazo a la acumulación proveniente de las teorías de Gesell y Keynes, incidirá en última instancia de forma tal de perjudicar a los mismos participantes de los clubes de trueque. En la actualidad, se intercambia en ellos lo que la gente ya tiene (es decir lo que ya se ha producido) o lo que puede realizar con su trabajo y ciertos materiales adquiridos en la economía monetaria. Podrá mantenerse así mientras la gente tenga muebles en su casa para cambiar, o pueda seguir cocinando empanadas. Si toda la economía fuera así tendríamos una mera economía de subsistencia. Todo paso a un nivel superior a la subsistencia requiere de un elemento básico, y como tal muchas veces odiado, de la economía: capital.

Sin capital no habrá posibilidad de aumentar la producción más allá de lo que se observa en los nodos de trueque. Pero para que exista capital tiene que haber acumulación, ya que el capital no surge de la nada. Pero si lo que se va a castigar es la acumulación, entonces no habrá capital, no habrá crecimiento. Si no, veamos lo que le sucede actualmente al peso luego de que se castigara su acumulación a través del "corralito" y la devaluación.

En la actualidad, los "arbolitos", circulan en condiciones competitivas con la moneda estatal, porque brindan un servicio más barato, ya que estos intercambios, por ejemplo, no son recargados con el 21% del IVA. Tampoco está sujeta al "corralito", pero si van a castigar su "acumulación" entonces serán parecidos en esto. El castigo a la acumulación parte de la quimérica idea de eliminar el interés, cosa que no es nueva en la historia económica y encuentra frondosos antecedentes en la Edad Media.

Hoy en día, en las más variadas zonas geográficas del mundo, a pesar de la mundialización monetaria, persisten los intentos de instaurar estos sistemas monetarios, una de cuyas principales ventajas es que tenderían a llevar las tasas de interés a cero (o a niveles muy reducidos), si bien nuevamente vienen siendo aplicados sólo en espacios subnacionales relativamente restringidos" (negrita en el original). Y luego comentando a Rudolf Steiner: "Lo que es una gran estupidez, como la denomina Steiner, es que el dinero otorgue renta: se lo pone en el banco y da rendimientos. De nada no puede salir nada, dice. Sin un rendimiento o servicio propio no se puede obtener algo y, por tanto, no se tiene derecho a nada. En su concepto, el aumento del valor en depósitos monetarios aparece como una transferencia no ganada apropiadamente" (Schuldt, 1997, negrita en el original).

Pues tal vez el autor debería ser más cuidadoso en calificar de esa forma ciertos conceptos porque esos mismos epítetos pueden serle aplicados a su vez. Lo que demuestran Steiner y Schuldt es no comprender la esencia del "interés", el cual está determinado por una categoría de la acción humana denominada "preferencia temporal", la que se refiere a la mayor valoración que otorgamos a satisfacer una necesidad en el presente en comparación con satisfacerla en el futuro. Si tuviéramos una preferencia por el futuro, nunca llegaríamos a consumir en el presente.

El interés originario es una categoría de la acción humana. Aparece en toda evaluación de bienes externos al hombre y jamás podrá esfumarse. Si reapareciera aquella situación que se dio al finalizar el primer milenio de la era cristiana, en la cual había un general convencimiento del inminente fin del mundo, la gente dejaría de preocuparse por la provisión de necesidades terrenales del futuro. Los factores de producción perderían todo valor y carecerían de importancia para el hombre. Pero no desaparecería el descuento de bienes futuros por presentes, sino que aumentaría considerablemente.

Por otra parte, la desaparición del interés originario significaría que la gente dejaría de interesarse por satisfacer sus más inmediatas necesidades; significaría que preferirían disfrutar de dos manzanas dentro de mil o diez mil años en lugar de disfrutar de una manzana hoy, mañana, dentro de un año o diez años.

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