Desde sus orígenes la democracia es considerada como una forma de gobierno que está representada por el respeto a los derechos humanos y las libertades, por lo que su ejercicio es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos.
En la democracia es necesario mantener abierto los canales de la participación ciudadana porque de esta manera se estaría garantizando un equilibrio entre la intervención de la sociedad civil y la capacidad de decisión de los gobiernos. Es indispensable para un régimen democrático contar con el apoyo y el respaldo de los ciudadanos, quienes ejercen uno de sus derechos a través del voto.
Desde 1958 en Venezuela los comicios electorales han sido un instrumento esencial para promover y fomentar la participación de los venezolanos y poner en práctica la democracia, de modo que los gobernantes han sido elegidos mediante el voto directo, secreto y personalizado.
No obstante, con el tiempo la participación no sólo está basada en el derecho al voto sino que también ha sido un medio para que la ciudadanía se manifieste y pueda influir en las políticas públicas.
De modo que en esta investigación se abordará el tema de la gobernabilidad democrática como producto de la participación ciudadana, por lo que se pretende describir mediante tres períodos históricos de Venezuela la relación que existe entre ambos escenarios.
Este trabajo está estructurado en tres capítulos: en el I que corresponde al planteamiento, se explica de manera amplia los antecedentes y evolución de la democracia como sistema de gobierno, así como la participación ciudadana como herramienta para fomentar la democracia participativa.
En el capítulo II referido al marco teórico, se explican los fundamentos de carácter teórico y conceptual que sustentarán la investigación y que constituirán la base para la comprensión y análisis de los datos que se recolectarán en la investigación.
En el capítulo III se presentan las líneas metodológicas que permitirán recolectar y analizar la información necesaria para las conclusiones del trabajo.
CAPÍTULO I
Identificación y justificación del objeto de estudio
Planteamiento del problema
"La democracia es un sistema político que se caracteriza por la participación ciudadana en la administración del Estado, garantizando las libertades básicas del individuo, así como la efectividad de la libre elección para los cargos de gobierno". (Enciclopedia Salvat, 1984: 1023)
En tal sentido, la democracia es un sistema de gobierno utilizado por diversos países para elegir bajo la participación ciudadana a un gobierno legítimo, que garantice las libertades individuales, los derechos (humanos, políticos y civiles) y la alternabilidad de poderes por medio de elecciones regulares.
Como producto de este sistema, la población es capaz de elaborar sus propias leyes, las cuales regirán el funcionamiento del Estado. Desde este punto de vista, cualquier gobierno que se mantenga sobre la base de la democracia podrá desarrollar planes y políticas públicas que satisfagan necesidades y demandas de la sociedad civil.
Sin embargo, en los últimos tiempos y especialmente en los pueblos latinoamericanos, la deficiencia e incumplimiento de los programas gubernamentales han contribuido a fuertes crisis económicas, que están íntimamente relacionadas con el derroche de los recursos y la corrupción.
De acuerdo al informe sobre la democracia en América Latina, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (2004:127), los altos niveles de pobreza y la falta de oportunidades en las naciones se debe a una mala política económica por parte de las autoridades de gobierno, lo cual ha sido un detonante para que los poblados quieran participar de manera directa en los asuntos públicos y de esta manera fomentar una democracia participativa.
En Venezuela, el sistema político está representado por una sociedad civil, que de momento se convirtió en fuerza política porque ya no lo espera todo del Estado y los partidos, "actualmente las masas sociales están logrando objetivos y beneficios públicos, miles de personas están abocadas a luchar por mejorar sus condiciones de vida y a abrir cauces de expresión para una sociedad que en varias oportunidades la ha visto sesgada" (Salamanca, 1992:522).
En distintos puntos de la vida social están surgiendo focos de renovación organizativa y política, la democracia participativa toma cada día más cuerpo, lo que permitirá mantener los derechos ciudadanos conquistados durante largos e históricos años de lucha.
Es por ello, que el objeto de estudio de esta investigación se centrará en describir la relación que existe entre la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana durante tres períodos históricos en Venezuela: el primero corresponde al nacimiento y consolidación que abarca desde el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964) hasta el primer mandato de Rafael Caldera (1969-1974); el segundo que atañe a la crisis, que contempla el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1969), los mandatos de Luís Herrera Campins (1979-1984) y Jaime Lusinchi (1984-1989) y el tercero que incumbe a la decadencia y se centra desde el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) hasta el gobierno de Hugo Chávez Frías (2005).
Justificación del estudio del objeto
La participación ciudadana en Venezuela estuvo marcada por el inicio de la democracia, sistema mediante el cual los venezolanos tienen la oportunidad de ejercer sus derechos civiles, políticos y sociales, que están garantizados en los regímenes constitucionales.
Desde ese entonces, la ciudadanía empezó a tomar su espacio en los distintos escenarios de la vida pública, logrando instaurar los partidos políticos y elegir y remover libremente a sus gobernantes mediante un proceso electoral.
…Si algo pareciera hoy suficientemente claro en la ciencia política, es que aunque la democracia no puede garantizar que el gobierno electo será bueno, pero, cualquier población tiene mayores posibilidades de lograr un buen gobierno, si ella misma lo escoge que si le es impuesto, sin posibilidad de removerlo (Dahl, 1999)
Sin embargo, en el país se fue presentando una crisis política en la que los electores ya no se sentían representados por sus gobernantes y los partidos políticos porque consideraban que el único objetivo que tenían era el poder, por lo que empezaron a tomar conciencia sobre su verdadera participación en las gestiones gubernamentales y a defender los intereses colectivos.
Desde cualquier lugar donde se encuentre, el ciudadano manifiesta su descontento hacia los gobiernos y reclama su derecho a tener una mejor calidad de vida, a través de mecanismos que fortalezcan la democracia. Por lo tanto, los venezolanos cada día se organizan en grupos, para deliberar e intervenir en todas las etapas de la formulación, ejecución y vigilancia de las políticas públicas.
En virtud de lo antes expuesto, esta investigación adquiere gran importancia ya que aborda un momento histórico de interés para la historia contemporánea de Venezuela y representa un tema fundamental para el conocimiento de nuestra realidad política-social, la cual ha tenido cambios significativos a lo largo del ejercicio de la gobernabilidad democrática.
Es así, como se pretende conocer la participación ciudadana en los gobiernos democráticos ocurridos de tres períodos históricos de Venezuela, en los cuales se han presentado diversos acontecimientos que hasta ahora mantienen a la expectativa a los ciudadanos que no han dejado de ser protagonistas en la vida social organizada.
Este estudio también contribuirá con el conocimiento de la gobernabilidad democrática como un sistema destinado para la práctica de la participación ciudadana.
Objetivos de la investigación
Objetivo general:
- Describir la relación que existe entre la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana, durante tres períodos históricos en Venezuela.
Objetivos específicos:
- Elaborar una categorización de los tipos de participación ciudadana.
- Diseñar una categorización de gobernabilidad democrática.
- Analizar las características de la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana de tres períodos históricos en Venezuela.
CAPÍTULO II
El concepto de democracia
El concepto de democracia, en términos generales, puede expresarse a través de dos concepciones básicas: la concepción crítica, que desarrolla un concepto normativo respecto de los valores al expresarlos como un concepto ideal-teleológico que persigue la autodeterminación de los seres humanos, y por otro lado, la concepción positivista, que entiende la democracia como procedimiento para la toma de decisiones.
De aquí arrancarían dos concepciones clave: una, de carácter sintético, que exige el principio del gobierno representativo y responsable sujeto a control parlamentario y al de las elecciones, y otro, de carácter comprensivo, que entiende la democracia como un sistema institucional que tiene la finalidad de tomar decisiones, y donde los individuos adquieren el poder de decidir mediante un proceso de elección colectiva en un ámbito de competencia.
Esto nos lleva a considerar tres concepciones importantes en el análisis de los regímenes democráticos:
1. La concepción individualista de la democracia que parte de una concepción racionalista del individuo.
Así, por ejemplo, DOWNS considera a los individuos como votantes (clientes), y a los partidos políticos como oferentes de políticas públicas. La democracia es el mercado en el que los votos les sirven a los individuos para adquirir determinadas políticas.
2. La concepción colectivista o socialista, que se estructura sobre tres ideas principales:
- La idea de democracia social (socialdemocracia), que implica la extensión de la ciudadanía social, de los derechos sociales.
- La idea de democracia económica: que supone la reducción de la desigualdad por razones de riqueza, mediante procedimientos de socialización.
- La idea de democracia industrial que determina la participación de los trabajadores en los procesos de producción.
3. La concepción procedimental de la democracia, que parte de los análisis de SCHUMPETER y DAHL, entre otros, y que asegura que la democracia es un procedimiento que garantiza la propia democracia, lo que requiere ciertos requisitos como: libertad de asociación y organización política; libertad de expresión; derecho al voto y capacidad electoral activa y pasiva no restringida; competencia electoral pacífica entre líderes y entre partidos políticos; existencia de una información plural y fiable y en suma, disponer de procesos electorales periódicos, libres, fiables y suficientemente tutelados.
La democracia y sus diversas expresiones históricas
El concepto de democracia ha sido repropuesto y reformulado en todas las épocas, sin embargo, es en Herodoto donde el término democracia aparece por primera vez, y significa, traduciendo literalmente del griego, poder (kratos) del pueblo (demos). (Sartori, 1992:27).
En la actualidad, un análisis de la discusión contemporánea en torno al concepto y al valor de la democracia no puede prescindir de una referencia a la historia.
Haciendo breve mención a la teoría de la democracia, se encuentra que en ella confluyen tres tradiciones históricas de pensamiento político:
a) la teoría clásica, transmitida como teoría aristotélica, de las tres formas de gobierno, según la cual la democracia, como gobierno del pueblo, de todos los ciudadanos o bien de todos aquellos que gozan de los derechos de ciudadanía, se distingue de la monarquía, como gobierno de uno solo, y de la aristocracia, como gobierno de pocos; hay sin embargo que acotar que Aristóteles clasificó a la democracia entre las formas malas de gobierno (Sartori, 1992:27)
b) la teoría medieval, de derivación romana, de la soberanía popular, con base en el cual se contrapone una concepción ascendente a una concepción descendente de la soberanía según que el poder supremo derive del pueblo y sea representativo o derive del príncipe y sea transmitido por delegación del superior al inferior.
c) la teoría moderna, conocida como teoría maquiavélica, nacida con el surgimiento del estado moderno en la forma de las grandes monarquías, según la cual las formas históricas de gobierno son esencialmente dos, la monarquía y la república, siendo la antigua democracia una forma de república (la otra es la aristocracia) donde tiene origen el cambio característico del periodo prerrevolucionario entre ideales democráticos e ideales republicanos, y el gobierno genuinamente popular es llamado, antes que democracia, república.
En las generalizaciones anteriores resulta claro el sentido negativo que se le otorgaba al término democracia en la época antigua; la experiencia de las democracias antiguas fue relativamente breve y tuvo un recorrido degenerativo (Sartori, 1992:27).
Cabe considerar por otra parte que, a partir del siglo XIX en adelante, la palabra adquiere un nuevo auge y poco a poco adquiere un significado elogioso, y es que su sentido ha sido reformulado a lo largo de los siglos; la democracia que practicamos hoy día no es similar a la de los antiguos: mientras que el discurso de los antiguos era relativamente simple, el discurso moderno sobre la democracia es sumamente complejo.
En este sentido, Sartori (1992:28) distingue tres aspectos: democracia como principio de legitimidad, democracia como sistema político llamado a resolver problemas de ejercicio del poder y democracia como ideal.
Los valores o fines de la democracia
El concepto de valores o fines de la democracia debe ser delimitado en un doble sentido. En primer lugar, es preciso distinguir los valores estrictamente democráticos de los valores éticos, sociológicos, o incluso políticos vigentes en una determinada sociedad, y más concretamente, en una sociedad democrática.
Es evidente que estos valores sociológicos, culturales, entre otros, condicionan tanto el contenido de los valores y fines democráticos, como su realización. Pero una cosa es que tales valores incidan en el sistema democrático, y otra muy diferente es cargar sobre la democracia la responsabilidad de diseñar tanto modelos de comportamiento individuales como un modelo de sociedad.
La democracia debe reconocer sus propios límites y dejar en manos de las otras esferas sociales -la cultura, el arte, la música, la amistad, el amor, la reflexión científica o incluso la fe religiosa- la búsqueda de los fines últimos y la promoción de los valores humanos tanto individuales como colectivos.
La política debe ser restituida, incluso desde la perspectiva de la democracia más exigente y radical, a sus funciones organización de los intereses particulares, de mediación de los conflictos, de garantía de la seguridad, y de la tutela de las libertades civiles (Zolo, 1992:208).
En segundo lugar, ya en el ámbito estrictamente democrático, sólo pueden ser considerados valores, en este sentido, los valores materiales, es decir, aquellos que son fines en sí mismos, y no medios para otros fines. En tal sentido, los dos grandes valores de la democracia, entendidos como fines en sí mismos, son la libertad y la igualdad.
Lo que tradicionalmente se ha entendido como otros valores democráticos, tales como la justicia, el pluralismo o la participación, son en realidad o bien una condición de la democracia como es el caso de la justicia, o bien situaciones (el pluralismo, la participación, entre otros) que hacen posible la realización de aquellos dos valores (M. Aragón, 1989:99). Se trata pues de elementos que pertenecen al ámbito del método democrático y no valores o fines en sí mismo considerados.
La democracia como método
Una de las definiciones más precisas y claras de la democracia entendida como mero procedimiento de organización política es, como se ha mencionado en el apartado anterior, la formulada por Schumpeter, para quien, textualmente,
…la democracia es un método político, es decir, un cierto tipo de concierto institucional para llegar a las decisiones políticas-legislativas y administrativas- y por ello no puede constituir un fin en sí misma, independientemente de las decisiones a que dé lugar en condiciones históricas dadas. (Schumpeter, 1968:311-312)
De acuerdo con esta concepción, la democracia constituye simplemente un conjunto de reglas mediante las cuales se crea y se pone en práctica un determinado ordenamiento social. Se trata de una democracia procedimental sustentada en una serie de universales procesales, tales como elecciones competitivas, partidos políticos en libre competencia, libertad del electorado, aplicación del juego de las mayorías y minorías, etc. De este modo queda excluido de la democracia cualquier contenido valorativo o finalista.
Schumpeter considera que el acuerdo de los ciudadanos sólo puede limitarse a un compromiso en torno a un cierto tipo de ordenamiento institucional, a un método, para alcanzar decisiones políticas. No caben compromisos con referencia a valores o fines, porque al no existir una comunidad absoluta de tales valores por parte de todos los ciudadanos, tal compromiso puede chocar con los valores e ideales de cada uno.
Un individuo cualquiera no puede prestar acatamiento y lealtad incondicional al mismo tiempo a sus ideales y a ciertos fines con los que en un determinado momento puede no estar de acuerdo. Sin embargo, sí puede prestar un acatamiento condicional a un determinado método político, como la democracia, que a su juicio puede servir para lograr los fines por él perseguidos.
El carácter condicional del acatamiento hace posible que, en caso de contradicción, prevalezcan los ideales propios sobre los compromisos democráticos adquiridos.
En apoyo de su tesis, plantea el siguiente silogismo:
Trasladémonos a un país hipotético que practica de una manera democrática la persecución de los cristianos, la quema de los brujos y la matanza de los judíos. Nosotros no aprobaríamos, ciertamente, estas prácticas por el hecho de haber sido decididas conforme a las reglas del procedimiento democrático. Pero la cuestión crucial es ésta: ¿aprobaríamos la constitución democrática misma que dio lugar a tales resultados con preferencia a la constitución no democrática que los evitase? (Schumpeter, 1968:311)
La democracia en América Latina
América Latina es una región con muchos componentes similares, pero también con una gran diversidad; aún cuando en la década del 90 se afianza la democracia y más del 90% de la población latinoamericana vive actualmente bajo regímenes democráticos, similar proporción lo hacía bajo regímenes dictatoriales en la década del 70 (Smith, 1992). Las nuevas democracias latinoamericanas enfrentaron, en sus comienzos, una situación delicada en lo económico y bastante confusa en lo político.
Las políticas de crecimiento basadas en la sustitución de importaciones y el papel promotor del Estado fueron continuadas por un tiempo, en medio de la grave situación económica que produjo la crisis del endeudamiento externo de 1982, con lo que varias naciones enfrentaron muy altas inflaciones, inestabilidad y un retroceso económico sumamente agudo.
Pero luego, hacia el final de los ochenta, la mayoría de los países de la región comenzaron a realizar reformas que abrieron las economías al exterior, disminuyeron el papel del Estado y en definitiva, integraron nuevamente la región a la economía mundial, restableciendo el crecimiento y dando un papel más importante a los mercados.
La globalización le da algunas características similares en el funcionamiento económico, sin perjuicio de la diversidad, que proviene de su propia historia, sin embargo, en materia política es muy difícil generalizar, ya que cada país es un caso concreto y específico, con grandes diferencias en sus estructuras sociales, culturales y políticas.
Más allá de las coyunturas políticas a las cuales responde y de sus connotaciones tácticas, las reformulaciones de la idea de democracia asociadas a las transiciones forman parte de mutaciones en los sistemas políticos latinoamericanos y de replanteos sustantivos de las concepciones de la política y del cambio social.
En décadas anteriores, dado el énfasis en los temas de la revolución y el desarrollo, hubo una marcada tendencia a priorizar los ámbitos estructurales y/o económicos sobre los ámbitos políticos, los cuales tendían a ser considerados como producto o expresión de los anteriores.
Históricamente hablando, en América Latina se ha concebido la democracia como una cuestión de inclusión política, no de autoorganización de la sociedad o control desde ella sobre el Estado y la economía. Por el contrario, cualquier idea de limitación del poder del Estado era considerada contraria al proceso de modernización y un bloqueo a la posibilidad de buscar justicia. Dentro de este contexto, la sociología de la dependencia estableció una conexión directa entre desarrollo económico y democracia. Para Cardoso y Faletto… la democracia estaba determinada por la capacidad de incorporación política de la alianza de clases que dominaba cada país, en un determinado momento histórico. Mientras más inclusivo fuese el modelo de desarrollo económico, más fácilmente el Estado podría absorber las diferentes clases sociales en la alianza hegemónica. (Olvera y Avritzer, 1992:229)
Hay en esta tradición una importante subvaloración de los aspectos formales o procedimentales de la democracia; su legitimidad ha dependido de sus resultados sustantivos, enfatizándose su dimensión ética. El grado de democracia ha sido juzgado en términos de inclusión política, más que la libertad individual, se ha hecho énfasis en la solidaridad, el interés general y el bien común
…en América Latina, la idea de democracia ha estado siempre ligada a un principio ético de integración o democratización social, es decir, la eliminación de desigualdades y de participación de la gente en las decisiones que les conciernen. (Garretón, 1991:33)
Esta tradición política ha sido asociada al énfasis en lo comunitario u holístico en la herencia ibérica, en contraste con el individualismo característico de la tradición protestante anglosajona. En palabras de Norbert Lecher:
El pensamiento político de la región prevaleció, a través de la tradición ibérica, un modelo "holista" de sociedad, entendido como el primado del todo sobre las partes. A diferencia de una sociedad individualista, como la norteamericana, donde el orden colectivo resulta de una asociación entre individuos (contrato social), la sociedad latina resalta la anterioridad (histórica y lógica) de la comunidad. Esta tradición logra contrarrestar el desafío de la modernidad (de la incertidumbre), pero no ofrece una respuesta propiamente política. O sea, no puede plantear la constitución del orden como una producción social. La visión de una comunidad orgánica, jerárquicamente estructurada descansa sobre un dualismo que preserva la idea de un "bien común" como fundamento incuestionable del orden y, simultáneamente, somete la política al realismo de la "buena razón de estado". (Lechner, 1990 (1988):131)
Debido a la confluencia de un conjunto de procesos históricos (las derrotas de los movimientos populares y revolucionaros en el continente; la crisis del marxismo, el colapso del socialismo del Este y la caída del muro de Berlín; la experiencia de los regímenes militares autoritarios; el agotamiento de los modelos de desarrollo asociados a la sustitución de importaciones y la crisis de los Estados), se han producido transformaciones o quiebres fundamentales en los sistemas políticos latinoamericanos.
Han entrado en crisis viejos actores y/o agentes sociales y surgidos nuevos actores. Producto del impacto de estos procesos y de nuevas influencias teóricas y políticas, el pensamiento hoy hegemónico en el continente presenta nuevos ejes de reflexión.
De la democracia representativa a la democracia participativa
El diseño constitucional e institucional que privilegia la democracia participativa se inspira en la crítica y rechazo a la democracia representativa, tal como la misma se desarrolló en Venezuela entre 1958 y 1998. En particular enfatiza el rechazo a la versión venezolana excesivamente dominada por el bipartidismo de AD y Copei y el cuasi monopolio de los diversos mecanismos de participación y de representación política, y ciudadana en general, a través de dichos partidos.
En la Constitución de 1999 se buscó erradicar la idea de la representación, y por consiguiente del propio orden sociopolítico venezolano. Como se puede notar en los textos que siguen se evita la calificación de representativa a la democracia venezolana. Según el Preámbulo, la nueva Constitución se promulga
"…con el fin de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural…".
En cuanto a la forma de gobierno:
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables. (Art. 6).
En el título referido a los principios fundamentales se establece:
La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. (Art. 5)
En el capítulo referido a los derechos políticos se consagra:
Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas." (Art. 62)
Por otro lado, el texto incluye formas novedosas de expresión de la voluntad colectiva, como concreción y expresión de la llamada democracia participativa y protagónica. Como instituciones de la democracia participativa se consagran los referendos consultivo, revocatorio, aprobatorio y abrogatorio, la Asamblea Constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos cuyas decisiones tienen carácter vinculante.
En el texto se enumeran los diversos medios de participación:
Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico: las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y solidaridad. La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en este artículo. (Art. 70).
Ahora bien, si bien se han dado adelantos en cuanto al diseño político institucional dentro del marco constitucional, pueden observarse dos tendencias negativas en el mismo: la degradación de la democracia representativa y la limitación de la democracia participativa.
Apoyo a la democracia
Son muchas las instituciones y organismos que han fortalecido el ejercicio de la democracia a nivel mundial, por lo que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha apoyado la institucionalidad democrática creada a partir de los acuerdos de paz. Al respecto, fortaleció la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y organizaciones, apoyó la preparación de currícula y la capacitación de jueces, y prestó asistencia a los procesos electorales de 1997 y 1999.
Asimismo, colaboró con el Tribunal Supremo Electoral y a la sociedad civil con el propósito de lograr mayor participación ciudadana en los procesos, y se inició un proyecto de apoyo al Registro Nacional de Personas Naturales con el objetivo de modernizar los sistemas de registro e identificación de ciudadanos.
Gobierno
El gobierno es el órgano colegiado formado por un Presidente o primer Ministro a los que la Constitución o la norma fundamental de un Estado atribuyen el poder ejecutivo. (Enciclopedia Wikipedia, 1990: 1335).
El gobierno constituye el centro desde el cual se ejerce el poder político sobre una sociedad, por lo que se podría decir que tiene una función identificadora de la actividad política. Existen varias formas de gobierno:
- Gobierno absoluto
- Gobierno parlamentario
- Republica: presidencial y parlamentaria
- Monarquía: constitucional, semiconstitucional, mancomunada y absoluta.
- Teocrático
- Partido Único
- Junta militar
- Gobierno de transición
- Estado federal, semifederal y confederal
Elecciones:
Las elecciones son el proceso mediante el cual las personas que componen una organización o jurisdicción gubernamental, como un Estado o Nación, eligen a una persona o personas para ocupar cargos de autoridad, quienes además delegan el poder y representan a los electores. (Enciclopedia Wikipedia, 1990: 847)
En una sociedad democrática surgen una serie de requisitos, entre los cuales se encuentran las elecciones, por lo que éstas son un método preferente para los regimenes democráticos que existen a nivel mundial
…El desarrollo de la historia ha permitido la organización de grupos de personas con poder más allá de los estados, determinando que los representantes se sienten comprometidos con los intereses de la nación, de manera que la elección y la delegación de representación hecha por los ciudadanos por medio del voto, quede como un formalismo moderno y aceptado como tal, sin gravitar en el ejercicio real del poder recibido o administrado desde el momento de resultar electo un funcionario. (Enciclopedia Wikipedia, 1990: 847)
El Estado
"El Estado es una organización política de un país, con personalidad jurídica independiente en el plano internacional, cuyos límites territoriales vienen determinados por los límites de su soberanía". (Enciclopedia Salvat, 1984:1293)
…Respecto a la concepción del Estado, dos grandes corrientes se oponen actualmente en la doctrina: para unos es la expresión jurídico-política de un grupo o clase social dominante, para otros es el instrumento de integración social y de resolución de los problemas colectivos. (Enciclopedia Salvat, 1984:1293)
"De modo que el Estado democrático debe reconocer a sus ciudadanos menos favorecidos, el derecho a actuar en el marco de la ley, contra un orden desigual de que el Estado mismo forma parte. El Estado no sólo limita su propio poder, sino que lo hace porque reconoce que el orden político tiene como función compensar las desigualdades sociales" (Touraine, 1995: 36)
La Participación ciudadana
La participación en los últimos años, se ha convertido en uno de los principales temas de interés nacional, se hace referencia a este punto como uno de los instrumentos necesarios para el ejercicio de la soberanía, no como acto electoral, sino además como un acto voluntario, continuo y dinámico, donde cada una de las personas que se involucran en la acción, deben implicarse en la toma de decisiones, sea en el ámbito nacional, regional o municipal.
Según Fada (1990:15) "el termino de participación se ha vuelto habitual y de uso corriente, tanto en el lenguaje común como en los planes y políticas de gobierno, el concepto que el mismo implica es ambiguo, poco preciso".
De este modo, se hace referencia, a la participación para catalogar diversas actividades, que difieren entre ellas, tales como: la limpieza de las calles por parte de los vecinos, pintar las fachadas de los edificios, recuperación de las áreas recreativas, elección de votos, informar a la comunidad sobre un proyecto que le afecte, integrar grupos de individuos a una cooperativa, entre otras.
Así pues, la participación es más que realizar actividades para el mejoramiento de las condiciones de vida. Expresa un espacio dinámico, que evoluciona, que provee a los participantes la oportunidad de influir en las respuestas que el Estado da a sus problemas.
Entonces, al hablar de participación se hace referencia a las acciones y actitudes que asume el hombre ante diferente escenarios donde se desenvuelve en su vida cotidiana, ya que desde que el hombre nace, está sumergido en constante cambio, interactuando en sociedad y tomando parte de ésta como ser esencialmente, donde se involucra y participa durante su proceso de crecimiento y desarrollo.
Por su parte, la Organización de la Naciones Unidas, según Desarrollo Humano (citado por Sivira, 2000:30) considera la participación como "un componente y un elevador de la calidad de vida, como una opción, un modo de vida, un elemento civilizador y lo que teje la urdidumbre social". En este sentido, la participación permite la integración coordinada de un grupo de sujetos con el fin de estimular y establecer acciones que promuevan su propio desarrollo. Como lo señala Meister (citado por Sivira, 2000:31) la participación es la "asociación voluntaria de personas" en una actividad común de la que pretenden sacar beneficios que no sean solamente individuales e inmediatos; conforme a este sentido, se puede decir que la participación debería suponer una organización y defensa de intereses, la solución de problemas comunes, elevación de la calidad de vida y cambio social.
Montero (1996) y Abbo (1986) coinciden en que la participación es la acción que promueve la integración conciente, libre y responsable de sujetos, miembros de un determinado grupo, a través de organizaciones de base, quienes realizan actividades de una manera social, continua y dinámica para el logro de las realizaciones tanto individuales como grupales y donde todos los participantes tienen algo que aportar y algo que recibir.
Sin embargo, la participación va más allá de un enfoque puramente instrumental de un "medio para obtener objetivos limitados y por asignar primacía a los dirigentes, proponiendo la capacidad del pueblo a autogobernarse" Fajardo (citado por Fadda, 1990:42)
Ésta ha de expresarse como una acción que concientiza y socializa a quienes se involucran en ella, mediante la identificación del sujeto como actor importante para la satisfacción de las necesidades colectivas, tanto de la región, municipio o localidad, propiciando "un mayor involucramiento directo de la población en los procesos decisorios de las organizaciones que afectan sus vidas, sin confiar lo político al Estado, sino extendiéndolo a otros contextos) (Ob. Cit)
Igualmente, la participación se expresa en actividades que se deciden y se llevan a cabo socialmente, con la finalidad de aprovechar todos los recursos, incluyendo la potencialidad que tiene cada individuo, grupo o comunidad para resolver sus problemas.
La participación vista de esta manera, implica que todos los actores y los grupos sociales involucrados en esta acción, deben contar con información actualizada y pertinente sobre lo que acontece en el país, comunidad y alrededores, con el fin de poder decidir, controlar y regular las actividades que se han de planificar y realizar en la localidad, para mantener control de los recursos públicos, de los programas sociales y que los sujetos se integren en la recuperación de espacios que también le competen, ya que no se trata de dejar que otros decidan, sino que todos participen activa y responsablemente, no solamente votando, sino además aportando e involucrándose en el bienestar de la sociedad, sin que para ello haya necesidad de mediación a través de los partidos políticos o los aparatos del Estado.
Por ello, es que la participación debe ser entendida como un hecho político que trasciende del solo acto de involucrarse o no en las elecciones, de pertenecer a cierto grupo político partidista, o la simple transferencia de bienes y recursos que suponía las relaciones de poder entre Estado y sociedad, y se ubica en el plano de lo que Zemelma (1989:18) llama "conciencia de la historia del momento", planteándose con esto, la necesidad de reconocer las potencialidades de una situación o momento histórico determinado, donde el sujeto sea capaz de construir socialmente proyectos a futuro desde la especificidad de su entorno".
CAPÍTULO III
En el presente capítulo se esboza la construcción metodológica que se utilizará en este trabajo, la cual contempla el tipo y diseño de investigación, así como la técnica e instrumento de recolección de datos, lo que permitirá justificar determinadas decisiones que harán posible hacer el contraste teoría-realidad.
Tipo de investigación
En virtud de las dimensiones que presenta esta investigación, la misma está enmarcada dentro de los límites de una investigación documental, la cual es definida por Bravo y Méndez (citado por Ramírez, 1987: 21:) como:
… Una variante de la investigación científica, cuyo objetivo fundamental es el análisis de diferentes fenómenos (de orden histórico, psicológico, etc.) de la realidad a través de la indagación exhaustiva, sistemática y rigurosa, utilizando técnicas muy precisas; de la documentación existente, que directa o indirectamente, aporte la información atinente al fenómeno que estudiamos.
Según Ramírez (1994:75) "la fuente principal de información de estas investigaciones son documentos y cuando el interés del investigador es analizarlos como hechos en sí mismos o como documentos que nos brindan información sobre otros hechos, estamos en presencia de una investigación que podríamos tipificar como documental".
Estas investigaciones son muy útiles para el estudio de fenómenos históricos, cuya huella en el tiempo ha quedado plasmada en los documentos.
En palabras de Balestrini (1987: XX) la investigación documental "requiere de un conjunto de procedimientos tecno-operacionales que deben seguirse, a fin de lograr mayor y mejor eficiencia en el manejo de las fuentes documentales, que sirven de base y orientan las formulaciones de la investigación".
Diseño de investigación:
Esta investigación está enmarcada en un diseño bibliográfico, que consiste según Hernández (1998:71) en "detectar, obtener, consultar la bibliografía y otros materiales que pueden ser útiles para los propósitos del estudio, de donde se deben extraer y recopilar la información relevante y necesaria que atañe a nuestro problema de investigación".
El principal beneficio que se obtiene con este diseño es que posibilita al investigador cubrir una amplia gama de fenómenos, ya que no sólo debe basarse en los hechos a los cuales él mismo tiene acceso, sino que puede extenderse para abarcar una experiencia inmensamente mayor; el diseño bibliográfico también es indispensable cuando hacemos estudios históricos, no hay otro modo en general, de enterarnos de los hechos pasados si no es apelando a una gran proporción de datos secundarios (Sabino, 1978: 95)
Para este proceso se llevará a cabo una revisión de fuentes primarias y secundarias, constituida por tesis de grado, libros, periódicos, revistas y documentos publicados.
En este sentido, se realizará un arqueo de fuentes o identificación de información relevante para la investigación, en este caso, se ubicarán textos relacionados con la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana, lo que contribuirá a crear el marco teórico y la cristalización del trabajo.
Técnica e instrumento de recolección de datos:
La técnica de recolección de datos que se utilizará en esta investigación será el análisis de contenido, que según Hernández (1998: 293) "es una técnica para estudiar y analizar la comunicación de una manera objetiva, sistemática y cuantitativa. Krinpper (1982) extiende la definición del análisis de contenido a una técnica de investigación para hacer inferencias válidas y confiables de datos con respecto a su contexto".
El análisis de contenido se efectúa por medio de la codificación, el proceso virtual del cual las características relevantes del contenido de un mensaje son transformadas a unidades que permitan su descripción y análisis preciso. Lo importante del mensaje se convierte en algo susceptible de describir y analizar. (Hernández, 1998: 296)
En esta investigación se hará un análisis de documentos hemerográficos (materiales de prensa) que estén relacionados con la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana de tres períodos históricos de Venezuela, lo que permitirá describir la relación que existe entre ambos.
El análisis se llevará a cabo por medio de la codificación, que contempla las unidades de análisis, las cuales conforman fragmentos del contenido de los mensajes que se estudiarán y el establecimiento de las categorías que permitirán caracterizar las unidades de análisis.
En cuanto al instrumento de recolección de datos se empleará el fichaje ya que es necesario recolectar los datos que proporcionarán las fuentes de información documental.
Mediante el fichaje se acumulará de manera metódica y ordenada los diversos datos e ideas de las fuentes localizadas, que servirán de apoyo para la realización del trabajo con gran rapidez y eficiencia. El dominio de este instrumento permitirá racionalizar al máximo la etapa del acopio de las fuentes de conocimiento y poder establecer las conexiones necesarias entre los datos obtenidos y el plan general que se propone alcanzar. (Balestrini, 1987: 9)
La realización de este anteproyecto de investigación permitió estar al tanto de los lineamientos teóricos y metodológicos necesarios para estudiar un tema que está basado en la realidad y que en este caso se ha venido desarrollando en el marco de la gobernabilidad democrática como producto de la participación ciudadana.
Asimismo, esta investigación pretende fortalecer la tesis de que los pueblos latinoamericanos han despertado y los ciudadanos han decidido dejar de ser simples espectadores que habitan un territorio para convertirse en protagonistas de la historia que se escribe diariamente, lo que les ha permitido participar abiertamente en la diversas acciones públicas que también lleva adelante el Estado, sin eludir sus deberes y exigiendo los derechos que les corresponden y están garantizados en cualquier sistema democrático.
Por tal razón, se continuará indagando sobre el tema, mediante el cual se podrán presentar los análisis y comprensión de los resultados de esta investigación, que busca coadyuvar con el conocimiento de los diversos gobiernos democráticos en Venezuela, donde la participación ciudadana ha sido un elemento clave para el ejercicio del estado de derecho.
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Ciudadano: habitante de las ciudades antiguas o de estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país.
Democracia: doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
Discurso: doctrina, ideología, tesis o punto de vista.
Gobernabilidad: cualidad de gobernable.
Gobernanza: arte o manera de gobernar.
PNUD: programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Político: arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los estados.
Autor:
Honorio Francisco Torrealba
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Centro de Estudios de Postgrado
Especialización en Gobierno y Política Pública
Caracas, junio de 2005