Descargar

Acercamiento al desarrollo de la literatura artística gibareña a partir de 1959 (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Decir de un texto que es bello es emitir un juicio estético; decir que es una novela, un juicio literario; pero decir que es cubano no es ni lo uno ni lo otro. Pues la categoría de "cubano" (como la de "español", "francés", "peruano" o "argentino") es de muy distinta naturaleza: no "geográfico-sentimental", como sugirió una vez con su gracia pendenciera, pero equivocado, Borges, sino histórica o si se quiere, política, tal como asegura Mariátegui, si a este último vocablo le damos su horizonte más vasto.(p.5)

De 1890 es el primer intento de reflejar la cultura y la literatura cubana en particular, se trata del ESTUDIO SOBRE EL MOVIMIENTO CIENTÍFICO Y LITERARIO DE CUBA, de Aurelio Mitjans, quien no desvinculó el criterio científico del patriótico. Del mismo modo ocurrió con Manuel de la Cruz y su RESEÑA HISTÓRICO-CRÍTICA DEL MOVIMIENTO LITERARIO DE LA ISLA DE CUBA, 1790-1890, que trasmitió la tradición revolucionaria de la cultura fomentada en la isla. Lamentablemente no todos los estudios histórico-literarios cubanos siguieron este camino, algunos, sobre todo en la etapa seudorrepublicana, cuyos autores se amoldaron y sirvieron a los regímenes de turno, no aportan nada nuevo a la historia de la literatura nacional pues desvinculan totalmente lo que ocurre en la literatura de la realidad y desconocen obras y autores. De esta manera Ángel Augier(2005) caracteriza de "ausencia de profundidad y de criterio" y de "juicios erróneos" la HISTORIA DE LA LITERATURA CUBANA de Juan J. Remos, publicada en 1945,en cambio elogia entre otros, el BOSQUEJO HISTÓRICO DE LAS LETRAS CUBANAS, de José Antonio Portuondo, que vio la luz en 1960, y que a su juicio "aporta una nueva visión del fenómeno cultural isleño, dentro del acontecer histórico insular" (p.9 y10) y está también el PANORAMA HISTÓRICO DE LA LITERATURA CUBANA de Max Henríquez Ureña, que aún con el señalamiento de Augier (2005) en cuanto al divorcio que evidencia esta obra entre interpretación histórica y teoría literaria en el período de la intervención yanqui en Cuba, además de otros aspectos, él mismo la consideró "como el más serio y completo" escrito hasta ese momento y como "sólido punto de partida para más logradas realizaciones" (p. 13).

En esta obra Henríquez Ureña (2005) comienza diciendo una verdad que debe seguir toda historia de la literatura:"El desenvolvimiento de la vida literaria en Cuba está tan estrechamente ligado al de la historia política, que se hace imposible disociarlos". (p.15).Esto es válido siempre, no puede separarse nunca la historia de la literatura, de la propia historia del pueblo que le da vida, por tanto todo fenómeno literario debe verse dentro de su realidad histórico social.

De esta manera las literaturas nacionales se desarrollan y proliferan a la vez que las naciones mismas, y se convierten muchas veces en vehículos para la propia construcción de la nación. Sin embargo, en esas literaturas nacionales como en la historia, están implícitos, pero no se significan, los rasgos particulares de regiones de un país que van haciendo la historia toda. Y esas diferencias regionales que se ocultaron durante muchísimo tiempo ahora se tratan de reivindicar, sobre todo, por quienes consideran que la globalización amenaza con aniquilar las particularidades culturales, y entienden que la potenciación de las literaturas locales y regionales pueden ayudar a conservar los rasgos identitarios de las regiones y las culturas amenazadas por ese proceso homogeneizante de la globalización cultural.

Por esa razón hoy se habla también de literatura regional, un concepto -de reciente aparición- que hace referencia a la literatura producida desde un área geográfica y cultural concreta; desde una región.

Dado que el propio término "región" es de naturaleza poco precisa y se puede aplicar a ámbitos muy diferentes -las regiones polares del mundo, las regiones de América Latina, la región europea, etc.-, se determina para esta investigación que la literatura regional se refiere, a la literatura producida en una escala inmediatamente inferior a la nacional. A partir de este criterio, mientras que una literatura nacional comprende todas aquellas manifestaciones literarias producidas en el interior de un país (así existe "literatura argentina", "literatura española" o "literatura cubana"), una literatura regional se circunscribe a los límites de una región más pequeña, como podría ser la "literatura catalana", o "literatura siciliana" o "literatura holguinera". (lengua.laguia2000.com › Literatura regional)

La literatura regional, vista así, es un instrumento más para el estudio de las literaturas del mundo, estudio que puede abordarse desde lo universal a lo local, pasando por lo continental, lo nacional, lo regional y algunos hablan de "lo comarcal". La literatura nacional ha terminado por anular a la regional, ya que ésta generalmente no se identifica, ni se difunde y se obvia ante la omnipresencia de una literatura mayor que niega las diferencias y particularidades regionales, tal como ocurrió y ocurre aún con las literaturas de un primer mundo con relación a las del tercer mundo, con menos posibilidades de publicarse, promoverse y reconocerse.

Según la investigadora cubana Dolores Guerra López (http://www.cubarte.cult.cu/20107literaturalocal)"el análisis de los diversos mecanismos que entrelazan las historias locales y las múltiples expresiones de la cultura, puede contribuir al reconocimiento de nuestra continuidad histórica" porque es que tanto la visión panorámica como la local, "son términos de una unidad dialéctica que debe alcanzar conscientemente su superación en un encuentro al mismo tiempo múltiple e integral de la historia". Y parte de esa historia son las culturas locales que contribuyen a la historia nacional y en ellas es importante ese trabajo artístico dado en un contexto determinado y sobre todo si éste no solo ha conformado la memoria de un período histórico sino que sigue sumando en la actualidad una acción creadora que es continuadora, renovadora y se articula en el presente.

En Cuba la referencia más antigua acerca de la importancia de conocer la cultura local se encuentra en las obras de José de la Luz y Caballero, quien en el ámbito pedagógico se pronunció al respecto:

(…) es sumamente interesante para la patria infundir a sus hijos, con la leche, un amor entusiasta por ella, no habiendo nada más propio de conseguir tan precioso fin como el de familiarizar a los niños con ciertos recuerdos de la historia peculiar de su pueblo nativo- porque estas impresiones se graban hasta la muerte para que sirva como de núcleo a la de su nación, y después de las demás del mundo (…) colocándose al alumno en su aldea, digámoslo así, como en un centro a quien deberá referir los puntos más notables que se hallan en la periferia (…) (1832,p.238) (Cartaya,1989,p.55)

E indudablemente para alcanzar ese propósito, aún vigente, hay que estudiar y conocer para luego inculcar a las nuevas generaciones y preservar así los valores locales. Pero José Martí también dejó en este sentido su legado, todavía válido:

Cada cual se ha de poner, en la obra del mundo, a lo que tiene más cerca, no porque lo suyo sea, por ser suyo, superior a lo ajeno, y más fino y virtuoso, sino porque el influjo del hombre se ejerce mejor, y más naturalmente, en aquello que conoce, y de donde le viene inmediata pena o gusto: y ese repartimiento de la labor humana, y no más, es el verdadero e inexpugnable concepto de la patria. Levantando a la vez las partes todas, mejor, y al fin quedará en alto todo: y no es manera de alzar el conjunto el negarse a ir alzando una de las partes. (1975, vol 5,p.75)

Armando Hart Dávalos (1991), en su intervención hace unos años en un Taller de Promoción Cultural en el Instituto Superior Pedagógico "José de la Luz y Caballero" afirmó: "quien no tiene identidad con su localidad, municipio, barrio, no puede ser patriota". (Hernández Infante, R., 1998, p.3)

Por su parte, los investigadores holguineros Dr. C. María Elena Infante Miranda y el Ms. C. Rafael Hernández Infante (1998), plantean que:

(…) la delimitación de lo local y lo universal se hace compleja, por su carácter relativo, al depender del ángulo desde el cual se enfoque el problema. Independientemente del valor que ha adquirido el patrimonio cultural universal, no debe obviarse la significación de brotes culturales de pequeñas poblaciones, los que alcanzan una importancia equiparable a la que cobran creaciones de naciones enteras, regiones o del orbe. En las tradiciones locales se fija la experiencia propia de la vida de las agrupaciones humanas, la que refleja la configuración individual de sus destinos históricos y las condiciones singulares de su existencia. (p.2)

Lo local entonces se enlaza con lo llamado nacional, por lo que tomando como guía la cultura general, es posible acercarse a la comprensión y valoración de la cultura nacional y local desentrañando las más diversas formas de sus manifestaciones artísticas, y en ellas está la literatura, una tradición local que refleja la experiencia propia de la vida de una comunidad humana, sus inquietudes y anhelos, su modo particular de existencia.

La profesora cubana María Caridad Pérez Padrón(2010), en su Tesis en Opción al Grado de Doctor en Ciencias Pedagógicas, INTEGRACIÓN DE LA LITERATURA LOCAL EN LA DISCIPLINA ESTUDIOS LITERARIOS: UNA PROPUESTA, define el término Literatura Local que es válido asumir para la presente investigación.

(…) el conjunto de obras publicadas en libros, folletos, periódicos, revistas, producidas por creadores nacidos o no en la localidad, que desarrollaron una labor cultural con arraigo y connotación en ésta. Las obras poseen valores artístico-literario-lingüístico y reflejan las tendencias y movimientos fundamentales de la Literatura Cubana, son expresión de la especificidad singular de la Literatura Local. (p., 46)

Si demostrada es la influencia que tiene la literatura en la conciencia de los hombres, mucho mayor aún debe ser la de la literatura local o regional por ser la más próxima al individuo. Hoy el desarrollo de las literaturas regionales se hace más importante por su capacidad de contrarrestar la tendencia homogeneizante de la cultura liberal realizada a través de la vertiginosa ampliación de los sistemas de comunicación y en especial de los medios de información y comunicación masiva. No se puede soslayar que la literatura nacional está conformada por la totalidad de las expresiones realizadas por todos sus elementos creativos pertenecientes a cualquier ámbito geográfico nacional. Enaltecer entonces la literatura regional es tender hacia el logro de una identidad propia.

CAPÍTULO II: LA LITERATURA ESCRITA EN GIBARA A PARTIR DE 1959

2.1 Contexto sociocultural de Gibara a partir de 1959

Gibara en el año 1959 tenía en el ámbito económico y social una situación extremadamente crítica: había un 64,3 % de familias catalogadas de muy pobres, un 92,30 % de desempleo, un 27,7 % de analfabetos, sin incluir los niños no controlados por las escuelas y los que apenas sabían escribir su nombre que no estaban catalogados como analfabetos y un hospital a medio construir con sólo dos médicos y sin recursos.(Leyva Martínez, 1988) En la esfera de la cultura las únicas opciones eran el viejo teatro, un cine, tres sociedades de instrucción y recreo y una biblioteca pública, creada en 1945, considerada la más antigua de la provincia pero instalada en un inadecuado local, con una mesa, doce sillas y cuatro estantes y más bien fundada para hacer cumplir lo establecido por el artículo 214 de la Constitución de 1940 para el régimen municipal.

Es lógico suponer que ante esta realidad, el nuevo gobierno revolucionario priorizara las necesidades más esenciales durante los primeros años. Por ello, apenas tres años después, se crearon industrias como la Hilandería "Inejiro Asanuma" y el Astillero "Alcides Pino", que significaron en primer lugar, fuentes de trabajo, imprescindibles para la localidad que tantos hijos habían abandonado por no tener de qué vivir. Paulatinamente aparecieron centros de producción y de servicios, de salud y educacionales en todo el municipio, que junto a la Campaña de Alfabetización, fueron variando el nivel de vida de la población.

Según el escritor velasqueño Gilberto Cruz Rodríguez (1937) en los años 1959-1960, en que vivía en Gibara, acostumbraba a reunirse en un bar llamado "Bar melódico", situado en la hoy calle Donato Mármol, esquina Maceo, con un grupo de escritores que habían probado sus aptitudes literarias en un periódico local o en algún libro aislado, como Luis Sánchez, Fernando Cuesta Mora, William Cuesta, Alberto Ríos, y hablaban de literatura e intercambiaban, es decir que así de manera informal se prolongó hasta los primeros años del triunfo de la Revolución esa inquietud literaria que había en Gibara.

Sólo tras la solución de las necesidades primordiales para la subsistencia y gracias a ello, en Gibara pudieron notarse algunas transformaciones en el ambiente artístico-cultural de modo más específico. Entre los años 1962 y 1963 en la cabecera del territorio se crearon la librería y un centro vocacional de arte con algunos talentos existentes que voluntariamente se ofrecieron para servir de profesores, y algunos, con generosidad, vinieron de otros lugares de la provincia a contribuir en la labor de la enseñanza artística, en tanto otros fueron enviados a formarse de manera emergente. Ello vino a sustituir los limitados horizontes que tenían las antiguas clases particulares y no estables de música, para agregar además, la enseñanza de ballet, la pintura y el teatro, de donde surgirían muchos de los valores artísticos del territorio.

En los lugares fuera de la cabecera municipal, la situación era aún peor, ni siquiera pueden tenerse cifras de analfabetismo, desempleo y pobreza, y hasta allí también fueron llegando algunas acciones de manera paulatina, y en el ámbito cultural, en primera instancia, los cambios ocurrieron en la educación. Particularmente en Velasco, se formaron brigadas de aficionados al arte que tuvieron como promotor cultural natural a Félix Varona Sicilia, para trabajar en la zona e ir a los lugares más intrincados con actividades de diferentes manifestaciones y en las que la literatura, y en particular la décima oral, sirvieron para reflejar los anhelos del campesino y los propósitos que tenía la nueva sociedad (G. Cruz, comunicación personal, 22 de diciembre de 2012)

Estos fueron los primeros pasos que como dijera el líder Fidel Castro no eran "sino algunos pasos que deben preceder a otros pasos que habían de crear mejores condiciones aún" (1977, pp.34-35) y aunque no existía todavía un movimiento cultural organizado, despertaron y encauzaron inquietudes y aficiones artísticos-culturales vitales para el desarrollo de la cultura y del espíritu creador en particular.

Era la época de estudiante en que formamos grupos de manera informal y hacíamos teatro, cine debate, algunos eran músicos, pintaban, hablábamos de arte, de literatura, nos leímos los pocos libros que tenía la antigua biblioteca y en lo que hoy es la Casa de la Cultura o en el parque amanecíamos hablando y discutiendo de cualquier tema artístico hacíamos de todo. Gestamos un movimiento cultural. (S. Escalona, comunicación personal, 5 de enero de 2013)

Algunos de estos aficionados a una u otra manifestación artística en las diversas tertulias que hacían fueron discutiendo con más fuerza acerca de la literatura y de manera reiterada llevaban poesías o cuentos que hacían sometiéndolos a la consideración del resto, percatándose con el tiempo que la creación literaria era una expresión que los unía.

Según Gilberto Cruz, en esos primeros años se hicieron los boletines mimeografiados: "Los juglares", en Velasco, "Mercurio" en Gibara y se creó un primer Taller Literario llamado "Bahía", que a pesar de que no perduraron mucho tiempo muestran los intentos por perfeccionar y llevar a la letra impresa lo que se escribía en el territorio. (Comunicación personal, 22 de diciembre de 2012)

Según el escritor e investigador Jorge Martínez Reyes, (s.f.) en la casa de Esteban Pérez Palacio, en Velasco, se organizó una especie de vanguardia artística para desarrollar un trabajo cultural en el territorio con el promotor natural Félix Varona al frente. El 24 de noviembre de 1960 Varona creó el grupo de teatro de aficionados "Federico García Lorca" y apenas un año después, en 1961, se inauguró la Biblioteca "Fabio Delgado Mesa" por su iniciativa, así como se inició la campaña Pro Centro Cultural para la recaudación de fondos y materiales a través de las actividades de bailes populares, veladas artísticas, impuestos a los chóferes de 20 centavos por el cruce de la calle principal, recogidas de dinero con alcancías en la calle y el aporte voluntario "Done un ladrillo". De ello saldría el fondo inicial para la construcción de la hoy Casa de la Cultura "Félix Varona Sicilia".

A partir de una conferencia dictada en Gibara por el escritor holguinero Alejandro Querejeta sobre Walt Whitman, donde se conoce de la existencia en Holguín de un círculo literario, surge la idea de hacer uno en el municipio que tomó el nombre del escritor gibareño "Armando Leyva" y que sin planificación alguna proporcionó encuentros debates sobre poesías y cuentos creados por los miembros del grupo que en aquel momento eran ocho: Alberto Angulo Freitas, (cuentos) Luis Angulo Freitas(poesías),Gorki Fernández (poesías), Manuel Gómez (cuentos),Silvio Escalona (poesías y cuentos), Fermín Munilla (cuentos) Arsenio Valdés (poesías y cuentos) y Loida Catalá que no participaba pero enviaba sus trabajos al taller. Las críticas mutuas eran tomadas con carácter más bien festivo, lo que contribuyó a que el mismo creciera en un ambiente cordial.(S. Escalona. y A. Valdés, comunicación personal, 5 de enero de 2013)

Recuerdo que una vez llevé un cuento que por cierto me fue publicado hace unos años después de darle taller y con otro título, y lo criticaron hasta el cansancio. En el próximo encuentro trajeron un cuento hecho por dos miembros del grupo, que satirizaba el que yo había hecho y hacía referencias a mi persona, como una de las tantas bromas que solíamos hacernos y que asimilábamos también.(Gómez, M.)(Céspedes S., 1995, p.12)

Para los miembros del círculo, éste surgió el 14 de enero de 1965 en homenaje al natalicio de Armando Leyva, inclusive algunos de ellos afirman que el nombre del taller literario en ese año ya era el del intelectual gibareño, y también el de la Biblioteca Pública que en 1966 fue trasladada a un nuevo local, enriqueciéndose en mobiliario y en fondo bibliográfico, con un espacio y un ambiente idóneo para cumplir su misión social. En ella se reunirían en lo adelante, generalmente de forma espontánea, aquellos aficionados a la literatura, de la misma manera que continuaban siendo partícipes de otras actividades culturales y promotores de ellas.

Sin embargo, todo parece indicar que por estos años no llegó a ser reconocido como taller. Una característica de esta etapa fue la voluntariedad, las posibilidades que el nuevo contexto brindaba en cuanto a libertad de hacer y de participar obviaron muchas veces la organización hacia objetivos específicos, realmente el trabajo cultural se dirigía prioritariamente a hacer factible la participación de las grandes masas en la cultura.

Fue un período de aciertos y desaciertos, de inestabilidad de falta de perspectiva en la búsqueda de resultados precisos y hasta de incomprensiones y desacuerdos en el modo de hacer, "la necesidad de enfrentarse a muchos problemas apresuradamente" y sin estar preparados que mencionara Fidel en 1961 era también inherente a los contextos locales. (1977, p.8)

No hay referencias oficiales con relación al taller municipal hasta la década de 1970, lo que parece coincidir con la fecha de consolidación de los talleres literarios en el país. En 1971 se celebra el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, donde se aprueba la política educacional y cultural para los próximos años, y en 1973 la Dirección de Literatura del Consejo Nacional de Cultura dicta orientaciones metodológicas sobre los talleres literarios y los círculos de lectura.

En 1972 se creó la ANJEA (Asociación Nacional de Jóvenes Escritores y Artistas) en la provincia oriental y se dio una especie de plenaria donde participamos. A partir de ahí se institucionalizó el taller y participamos en encuentros entre regiones. Junto a Gilberto Cruz y Silvio Escalona participé en un recital de poesía en un pre-universitario de Santiago de Cuba, inclusive terminamos creando un taller allí. Tuvimos intercambios con el taller literario de Santiago que entonces dirigía Efraín Naderau, con el de Holguín y en Manzanillo teníamos relación con el taller" Manuel Navarro Luna "y su Boletín "Guacanayabo".(Gómez, M.)(Céspedes S., 1995, p.14)

Pese a toda esta vida literaria que se conoce por los integrantes de lo que ellos mismos llamaban ya Taller Literario "Armando Leyva", la prensa de la antigua región asume como fecha de creación del taller el 27 de febrero de 1974 en la Casa de la Cultura ya existente en el municipio, donde se seleccionó a un presidente: Francisco Aguilera, una secretaria: María Hernández Medina y se aprobaron once miembros, entre ellos: Silvio Escalona, Manuel Gómez, Arsenio Valdés, Luis y Alberto Angulo, Fermín Munilla, Gilberto Cruz, Nurys Valcárcel y Liliana Caballero. En sus acuerdos se incluía "lanzar una convocatoria con el fin de captar colaboradores aficionados". (Ahora, 9 de marzo, 1974, p.2)

Cabría preguntarse si aquel primer taller se desintegró y posteriormente se creó otro. Sus miembros dicen que no y la mayoría de ellos estaban entre los once que se aprobaron en 1974, el resto según ellos mismos expresan, como el presidente y la secretaria, se incorporaron posteriormente, pero antes de esa fecha. Cabe suponer que realmente el taller no estuvo oficializado hasta 1974, aunque existiera con anterioridad. No existe otro documento que confirme esta información.

Otro elemento contradictorio es el nombre, si bien en la nota periodística dedicada a la creación del taller no dicen cómo se nombra, se encontraron nuevas referencias en 1977 donde lo llaman "Sergio Saíz Montes de Oca". No se ha esclarecido si realmente cambió el nombre, a qué se debió.

Pero esta oficialización dio un nuevo carácter al taller. Los últimos años de la década de 1970 manifiestan la proyección social del mismo. La sistematicidad de sus actividades, el contar con asesoría literaria establecida por la Dirección de Cultura realzó su labor, permitió un mayor intercambio con la literatura nacional y sus mejores exponentes, consolidando los objetivos que motivaron su creación.

La participación en las Semanas de Cultura Gibareña, en las actividades en saludo al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en 1978, en tertulias en centros de trabajo e instituciones culturales y la presencia de sus miembros en Encuentros Debates de Talleres Literarios, que ya se realizaban en el país desde 1975,hablan por sí mismo de una transformación cualitativa del taller.

Al exponer los talleristas los resultados de sus creaciones a la valoración de otros y asimilar sus juicios y recomendaciones, estaban exigiéndose nuevas conquistas en el plano de la superación, porque cuando "el talento artístico está animado por la voluntad de participar activamente en el proceso de transformación revolucionaria, el creador identifica la crítica como un momento esencial de su labor".(Pérez Herrero,1975,p.71)

En 1978 se celebra nacionalmente el 90 aniversario del natalicio de Armando Leyva en la Biblioteca Municipal, durante la celebración de la Semana de la Cultura Gibareña y con la presencia del poeta Alberto Rocasolano. Durante esa actividad el tallerista Manuel Gómez brinda un conversatorio sobre la vida y obra del relevante escritor gibareño. Es precisamente durante la celebración de esa Semana de la Cultura que el Taller tiene el primer testimonio escrito de su labor: el número inicial del Boletín "Cacoyugüín".

Para la memoria de los talleristas este primer número que no tiene fecha, fue realizado en 1980, sin embargo, el artículo final de dicho boletín lo pone en duda al referirse al "recién finalizado" Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y a sus conclusiones, pues no puede catalogarse de reciente en 1980 un Congreso celebrado en 1977, y la búsqueda bibliográfica confirma el error pues en la información dada por el entonces jefe del Departamento de Cultura Masiva en el municipio Francisco Míguez Aguilera a la prensa provincial, expresa que el boletín salió por vez primera en 1978. (Ramírez Escalona, 1978, p.2)

Es decir, que las Tesis y Resoluciones sobre la Cultura Artística y Literaria aprobadas en el Primer Congreso del Partido estaban ya dando los frutos de su materialización, el taller literario de Gibara logró en estos años su razón de ser y el quehacer literario fue creciendo estrechamente ligado a él, aún desde los tiempos en que la informalidad permeaba ese quehacer.

Nuestra formación como escritores en manera alguna puede verse desligada del Taller Literario, pues si bien no fue una "escuela", a él debemos mucho en tal sentido. Hubiera resultado muy difícil avanzar de manera individual.[…] mucho ha tenido que ver con el desarrollo literario de la localidad; es que resulta imposible hablar de ello sin mencionarlo[…] su influencia llegó a centros de trabajo y de estudios, a través de conferencias, charlas, libros debates, lanzamientos de libros… (A. Valdés, comunicación personal, 5 de enero de 2013)

El Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba precisó la necesidad de ampliar el movimiento de aficionados, dar mayor utilización a los medios de difusión y promoción culturales y lograr el perfeccionamiento de las condiciones que propiciaron el espíritu creador, así como orientó el estrechar la interrelación entre la cultura, el arte y el sistema de enseñanza. Ello contribuyó no sólo a que se conservaran las conquistas logradas en la esfera de la cultura sino que la nueva etapa significaría un nuevo reto.

La cultura en el municipio gibareño fue sumando paulatinamente huellas perdurables de una significativa actividad. Luego del Museo de Historia Natural (1966), se creó el Museo de Arte Colonial (1972), la Casa de la Cultura de Gibara (1975), la que contó con todas las manifestaciones artísticas, incluyendo la literatura y la presencia permanente de un asesor literario. Se construyó un cine (1978), una galería de arte y una librería, también a finales de la década de 1970; y se fundó el Museo Municipal (1982).Surgieron además los Centros Culturales de Uñas, Floro Pérez, Bocas y Velasco. Así continuó fortaleciéndose el Movimiento de Artistas Aficionados como un hecho armónico e integral.

Para muchos, aficionados, funcionarios, bibliotecarios, trabajadores del sector de la cultura, en la década del 80 se produjo algo así como "el gran arranque de la literatura en el municipio", debido fundamentalmente a la aparición de múltiples instituciones culturales con un trabajo ya estable, a la experiencia de funcionarios y trabajadores de la esfera en cuanto a modos de hacer y propósitos de la cultura en el territorio, al propio oficio logrado por los aficionados de la literatura y su contacto artístico con la comunidad que los reconocía. Los más allegados mencionan además el crecimiento del Taller y la presencia en él del asesor literario Roger Máximo Quiñones, que aunque no gibareño, asumió su labor con gran dedicación, incorporando a ella los resultados de su propia creación. Es oportuno agregar a lo mencionado, las nuevas condiciones dadas en el país tanto en el orden socioeconómico como en lo político-cultural.

Lo importante es que como resultado de cada una de esas circunstancias en enero de 1981, por empezar en forma cronológica, se edita nuevamente el boletín "Cacoyugüín", que anuncia su salida trimestral y cuenta ya con un Consejo de Redacción. La calidad de su presentación dice mucho del esfuerzo y amor con que se realizó, en este número aparece un elemento que ya caracterizaría las publicaciones siguientes, la inclusión de ilustraciones sobre lugares históricos o detalles artísticos de la arquitectura colonial gibareña o de los fondos museables algunos inclusive son fotografías de artistas gibareños que hoy son relevantes dentro de esta manifestación en la provincia, lo que indica ya una integración de la literatura y la plástica en aras de un mejor resultado cultural.

De 1981 hay tres boletines con similares características, incluyendo el mencionado con anterioridad, aunque debe resaltarse un nuevo logro en los dos últimos: la incorporación en la publicación de las creaciones poéticas de niños y jóvenes, muestra de que ya se trabajaba con las nuevas generaciones y se preparaba la continuidad en el quehacer literario de la localidad. Quizás esa sea la razón por la que en el boletín, en estos números y en la mayoría de los posteriores, no hicieran alusión en su presentación, a un taller determinado sino que expresaría: "Talleres Literarios Gibara", pues se trabajaba además con pequeños y jóvenes talleristas. No obstante, es curioso que Armando Leyva vuelva a mencionarse en este año como nombre de aquel antiguo taller que luego tendría el de Sergio Saíz, ¿exactamente cuándo cambió y por qué?, no se ha podido determinar, pero algunos de los viejos talleristas no reconocen que tuviera otro nombre que no fuera el del periodista gibareño o plantean que si cambió fue por poco tiempo. Es posible que ocurriera a partir de 1978 con el reconocimiento a los méritos literarios e intelectuales de Leyva que se han mencionado en este trabajo con anterioridad. A partir de 1981 la dirección de este taller parece haberse estabilizado con los nombres de Silvio Escalona, presidente y Arsenio Valdés como vicepresidente y luego con Carmen Luisa Pérez quien lo ha atendido hasta la actualidad.

A finales de 1981 se produce el IV Encuentro Provincial de Talleres Literarios en Gibara que fue significado por la atención que le brindaron las autoridades culturales del municipio. La calidad de las obras presentadas y la participación cuantitativa "como el mejor, en todos los aspectos, de los celebrados hasta el momento en la provincia."(García Benítez, 1981)(Ortiz, P., 1981, p.2) La presencia de Gustavo Eguren, Waldo Leyva y Joel James, entre otros escritores de prestigio en el evento literario constituyó un estímulo a noveles creadores y un reconocimiento a la actividad literaria de Gibara. De ese encuentro saldría el primer premio nacional que un mes después obtendrían dos gibareños en el género testimonio en el Encuentro de Talleres del país y que fuera publicado en TALLERES LITERARIOS 1981.

Fue este el año también que se convoca a todos los miembros de la Brigada "Raúl Gómez García" y la Asociación "Hermanos Saiz" a un concurso provincial desde Gibara: "Cacoyugüín de Poesía", que con frecuencia anual y realizándose cada mes de enero, duraría hasta 1984, año en que se sustituye por el Concurso "Armando Leyva" para residentes en el municipio y se incluyen en la convocatoria la poesía, el cuento y la literatura infantil. Esto daba más posibilidades a los creadores locales, sin obviar la presencia de escritores y personalidades de la cultura nacional que vinieron al municipio en calidad de jurado, e intercambiaban con los aficionados a la literatura y los acompañaban en actividades a centros laborales y estudiantiles a través de las cuales los visitantes hacían sus propias valoraciones de la vida literaria del territorio: "La descarga literaria, de manos de la trova, en el parque, junto a Martí, es una excelente idea" o "A Gibara se vuelve desde la adolescencia para hundirse en el mar, en la luz, en la poesía", escribirían Imeldo Álvarez y César López respectivamente, en su visita en enero de 1984 como jurado del Concurso "Armando Leyva", y que consta en documentos que se conservan en el archivo de Literatura de la Casa de Cultura "Raúl Gómez García".

Con la creación de las diez instituciones básicas de la cultura orientada por la Dirección Nacional de Cultura, en 1983 Gibara agrega a la fundación de la Tienda de Bienes Culturales, conjuntamente con las que ya tenía, al Taller Literario "Armando Leyva" como institución cultural y en 1985 se le otorga a éste, junto al Taller Literario de Holguín, la categoría "A", lo que permitía a sus escritores participar en actividades nacionales e internacionales. Serían los dos primeros, y durante mucho tiempo, los únicos talleres literarios de la provincia con esa categoría.

En 1985 se inicia la Campaña Nacional por la Literatura, donde la integración de la esferas de literatura de las Casas de Cultura, las bibliotecas, librerías y los taller literario en un objetivo único además de producir el efecto sociocultural que de esta labor se esperaba, produjo una mayor interrelación entre las instituciones culturales y la promoción de la literatura tanto local como nacional saldría beneficiada. En el boletín "Cacoyugüín" de septiembre de este año (p.4-5) se publicó un trabajo instando al pueblo a la lectura.

En 1986, se aprueba por parte de la Dirección Provincial de Cultura premiar en metálico el Concurso "Armando Leyva", que se mantiene anualmente y dos obras de talleristas locales: Arsenio Valdés y Lissette Pifferrer en los géneros de literatura infantil y crítica literaria respectivamente, fueron seleccionados para el Encuentro Debate Nacional, logro que se repite en el género de cuento en 1987 con Arsenio Valdés.

En 1987 la Dirección Provincial de Cultura de Holguín organiza el evento conocido como Literatura 87 para rendir homenaje a José Lezama Lima, Gibara fue subsede y escritores gibareños se unieron a los invitados en sus visita a la villa, entre ellos: Eliseo Diego, Fina García Marruz, Cintio Vitier y César López, así como a escritores holguineros, y firmaron la llamada "Declaración de Gibara", denuncia y condena a los hechos ocurridos en Valencia, España, donde enemigos de la Revolución Cubana impidieron, con agresiones de actos y de palabras que los escritores de la delegación cubana: Lisandro Otero, Miguel Barnet y Pablo Armando Fernández, expusieran sus criterios ante aquel Congreso. Esta "Declaración de Gibara" fue publicada en la prensa provincial y nacional y enviada al periódico español EL PAÍS y constituyó un hecho que reconoció la existencia de los escritores gibareños y su apego a los principios revolucionarios de los intelectuales cubanos en general.

Del mismo modo, la gestión editorial y la difusión de los valores locales a través de diferentes medios cobran para el municipio por estos años una fuerza sorprendente. Si bien el boletín "Cacoyugüín" de una planificación trimestral que se planteó en 1981 quedó con una frecuencia anual desde 1982 hasta 1985, y no pudo editarse durante 1986 y 1987 por problemas materiales, los escritores locales fueron divulgados por todo el país, no sólo con la publicación de sus obras, incluyendo la aparición en 1988 de cinco libros, sino a través de la crítica literaria que tuvo en esas obras razones para pronunciarse.

Estos resultados fueron un significativo reconocimiento a los años de tesonero trabajo de aquel taller que se creara a principios del triunfo revolucionario , del estímulo que la Revolución fue para la cultura y de los esfuerzos que en la gestión de materialización de dichos resultados hizo la Dirección Municipal de Cultura. Aún en ese año 1988 con la colaboración entusiasta de los factores locales, incluida sobre todo la dedicación de algunos talleristas, gana su espacio el "Cacoyugüín" después de dos años de ausencia, para hacer sentir, sobre todo, las voces de los nuevos compartiendo sus páginas con aquellos que ya tenían en libros, como triunfo, las horas de desvelos robadas al sueño o al tiempo libre de más de veinte años de trabajo. El aumento cuantitativo de los creadores visible además en el Concurso "Armando Leyva", en los Encuentros Municipales de Talleres Literarios; la cohesión del trabajo literario de Velasco que convocó con su Taller "José Martí" un concurso independiente pero de carácter municipal: el "Abraham Portuondo", en homenaje a un periodista del territorio, indicaban ya que en el camino se estaba preparando el relevo en diferentes zonas del municipio como para dotar a la cultura gibareña y a su literatura en particular, de un carácter territorial.

Junto al "Cacoyugüín" de 1988 se editó también un volante saludando el día del Gibareño Ausente celebrado ese año, con una poesía de un tallerista dedicada a quienes con dolor habían abandonado la villa natal en aquellos difíciles años seudorrepublicanos. Con ello el Taller ganaba mayor espacio en su proyección social.

Ante hechos como los mencionados, no es difícil comprender a qué se refieren los gibareños al hablar "del gran arranque de la literatura" en la década de 1980 y mucho menos deducir que Gibara en las nuevas condiciones socioeconómicas fue consolidando un ambiente creador muy favorable para mantener y continuar desarrollando el movimiento literario local.

La creación del Premio de la Ciudad en 1986, la aparición de revistas provinciales como Ámbito y Diéresis,(1987) que posibilitaron el que escritores de los municipios concursaran y que también publicaran; la fundación del Centro Provincial del Libro y la Literatura en 1990 (rebautizado en el año 2000 como Promotora Literaria "Pedro Ortiz"); la estrecha relación de los creadores holguineros, y de los gibareños en particular, con los poetas de Las Tunas y su concurso "Cucalambé"; el inicio en 1994 de la Fiesta Campesina, que se desarrolla en Velasco dentro de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana y el Premio Décima Mural de esta fiesta, son también hechos que propiciaron el desarrollo de la literatura en la provincia y en particular de los escritores gibareños.

2.2 Autores y obras que identifican la literatura escrita en Gibara a partir de 1959

En los primeros años después del triunfo revolucionario la producción literaria gibareña quedó reflejada de manera parcial y aislada entre las páginas de los periódicos locales TRIBUNA LIBRE y VENCEREMOS que perduraron hasta 1965 aproximadamente. Luego estas publicaciones desaparecieron y solo con la creación y desarrollo de las instituciones culturales y de los talleres literarios se obtuvieron espacios para la lectura y discusión de las obras de los escritores. Los boletines "Los juglares", en Velasco, "Mercurio" en Gibara, de los que no se conserva ningún ejemplar, y luego "Cacoyugüín" en Gibara, fueron la vía inicial para divulgar lo que se escribía. Como es natural, los frutos de las oportunidades brindadas por el nuevo Estado Revolucionario fueron dándose, como se ha explicado, paulatinamente

El boletín "Cacoyugüín", surgido en 1978, perduró durante varios años. En su primera y modesta publicación mimeografiada, contaba con doce páginas, un sencillo diseño alegórico a las murallas y a la Silla de Gibara e incluía un Editorial, ocho poesías, un cuento y un artículo, producción literaria de seis talleristas. Amor, historia, paisaje, internacionalismo y construcción de la nueva sociedad son temas que desbordaron su escaso espacio.

Después de este boletín inicial, transcurrieron casi tres años para que el mismo volviera a salir. En enero de 1981, se edita nuevamente el "Cacoyugüín", salen cuatro números, luego se publicaría un número en 1982, y uno en 1983, en 1984 dos números y en 1985 uno. El boletín no volvió a salir hasta 1988 también con un solo número. Una revisión de estos diez boletines posibilita saber que durante todo este período el quehacer literario local permitió la existencia de esta publicación, se incluyen treinta y dos autores, dos niños entre ellos, sin contar invitados que ni residían ni producían su obra en el territorio. Sus escasos números solo obedecieron a dificultades materiales. No obstante, debe reconocerse que a veces es visible el desbalance en la calidad entre las obras publicadas, que una parte de los escritores dejaron de publicar, algunos se incorporaron pero de manera asistemática y otros se mantuvieron publicando durante la mayoría de estos años, como Gilberto Cruz Rodríguez (1937), Silvio Escalona Graña (1944), Manuel Gómez Fernández (1949- ), William Cuesta (1935-2001), Arsenio Valdés Bruceta (1946), José Barciela Tauler (1962) y Orlinda Nieves Peña (1955).

En cuanto a géneros, la poesía llena la mayoría de las páginas de los boletines "Cacoyugüín ", sobre todo la poesía de versos libres, aunque también aparece el soneto y en menor medida la décima, y la dedicada a los niños. Le sigue el cuento y aparecen también aisladamente algunos artículos, un ensayo, una monografía y un testimonio. Los temas tienen mucho que ver con elementos marinos y campesinos, el paisaje en sentido general, hechos políticos y patrióticos, el amor y el comportamiento humano.

Pero el año 1988, año que parece marcar el cierre del "Cacoyugüín" en su primera etapa de vida, fue también el año en que se publicaron los primeros libros de escritores del municipio. Estos libros tuvieron "una magnífica aceptación entre los lectores gibareños, por lo novedoso del hecho y para constatar inspiración, temática y oficio en el arte de escribir de sus coterráneos" (Ortiz, P., 1988, p.2). Los cuentos de A LA VUELTA DEL TIEMPO, de Arsenio Valdés y EL ATARRAYAZO, de Silvio Escalona, las poesías de DESDE MI VENTANA SIDERAL, de Manuel Gómez Fernández y de LA OSADÍA DEL ASCENSO, de José Barciela Tauler y las décimas de MOTIVOS, de Gilberto Cruz Rodríguez, editados en Holguín, fueron presentados por sus autores al pueblo a través de diferentes actividades y más allá de los límites locales, como en la Tertulia Literaria de la Casa de Heredia, en Santiago de Cuba el 30 de septiembre de 1988 y en el Patio del Palacio del Segundo Cabo en La Habana, el 6 de abril de 1989, a donde fueron invitados sus autores por la Editorial Letras Cubanas, así como Sigifredo Ariel los entrevistó en el espacio radial "Hoy" y también Radio Ciudad de la Habana, tal como consta en el archivo de Literatura de la Casa de Cultura "Raúl Gómez García".

Los periódicos ¡AHORA!, TRABAJADORES, BASTIÓN, GRANMA y el semanario PALANTE; el suplemento cultural ÁMBITO, las revistas VERDE OLIVO, MAR Y PESCA y DIÉRESIS; Radio Angulo, Radio Reloj, la delegación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en Santiago de Cuba, también divulgaron y valoraron la producción literaria gibareña, fundamentalmente en los años 1988 y 1989.

Alberto Ajón León, desde Radio Reloj emite los primeros criterios literarios: "Aunque Gómez Fernández mantiene la unidad rítmica y temática a través de las composiciones, no logra, por reiterativo, la misma estatura poética a lo largo del cuaderno". Al referirse a algunos versos de Gilberto Cruz reconoce "la espontaneidad del poeta repentista y el detenimiento del decimista intencionado". Así mismo expresa que la narrativa de Silvio Escalona bordea la cuentista de Onelio Jorge Cardoso; pero no le es ajena la tentativa de experimentación formal, en lo que no siempre logra el autor igual eficacia"(Archivo de Literatura de la Casa de Cultura "Raúl Gómez García").

De estos autores que obtuvieron el mayor reconocimiento hecho a escritores gibareños luego de 1959 y hasta ese entonces, el de más oficio era ya, sin dudas, Gilberto Cruz Rodríguez (Velasco, 1937), quien según afirma, recién triunfada la Revolución, se involucró en lo que para él fue el primer taller literario en Gibara: "Bahía", en la realización de pequeños boletines y en el intercambio con escritores más cercanos a su generación, e inclusive el poeta William Cuesta que trabajaba en una imprenta le publicó el libro: VIBRACIONES DE LA INQUIETUD, del que apenas hay ejemplares (Comunicación personal, 22 de diciembre de 2012).Fue miembro de los talleres literarios "Armando Leyva", de Gibara y del "Lezama Lima", de Holguín desde que ambos se fundaron. Hay que significar que el investigador Ronel González (2004) afirma que en la década del 50 habían comenzado a despuntar en la décima de la provincia tres singulares voces, una de ellas era la de Gilberto Cruz Rodríguez. Sobre su primer libro publicado en 1988, MOTIVOS, también dice González:

(…) es el hecho que tomamos como punto de partida para argumentar la fuerza alcanzada por la décima en Holguín en la década final del siglo XX, porque ese libro marcó el nacimiento de lo que consideramos un verdadero movimiento de decimistas en Holguín. (p.73)

Más adelante el propio González Sánchez, para referirse a este primer decimario de la provincia que está dedicado "A los cultivadores de la décima: artistas de la literatura campesina", dice que "es un folleto escrito varias décadas antes de su publicación y evidencia la ingenuidad primigenia del autor frente al acto de la creación". (p. 74)

Este escritor obtuvo un año después el "Premio El Cucalambé", único premio del evento que la Dirección de Cultura de La Tunas convocaba en esos momentos para las provincias orientales, con el libro SURCOS AZULES (1989), que no se publicó. En 1990 recibió el "Premio de la Ciudad," certamen convocado para la provincia Holguín, con el decimario SOBRE UN VIENTO DEL RECUERDO. En el propio año 1990 Ediciones Holguín le publicaría otro libro, pero de sonetos, la antología mínima: VIBRACIONES (1990); en 1992 el libro de décimas: TRANSEUNTES DEL TIEMPO y en 2003 UN PUNTO EN LA LEJANÍA. Debe mencionarse además, su inclusión en la selección de poetas de la provincia: PROVINCIA DEL UNIVERSO (1993)

Gilberto Cruz Rodríguez, que en 1991 fue invitado al Encuentro Internacional de la Décima, forma estrófica con la que más se identifica, demostró con su antología de sonetos, que puede sorprender en esta otra expresión poética y salir airoso.

Muy a pesar de la intimidad que desborda VIBRACIONES se singulariza […] con el tratamiento de temas tan contemporáneos como la deshumanización del hombre […] Y la contaminación ambiental, en los que […] parece manifestar un perenne coloquio con la realidad de éstas. (Santos, J.C., 1993, p.3)

Indudablemente, Gilberto Cruz es uno de los escritores del municipio gibareño más reconocidos y publicados. Tanto en la décima como en el soneto hay un apego por parte del autor a la forma tradicional.

Entre los temas fundamentales de su poética están los elementos que conforman el diario quehacer campesino y su ambiente natural: el taburete, el candil, el machete, el arado, son motivos, como él mismo los llama, para la poesía. Aunque tanto el paisaje rural como el urbano y la recreación de los sentimientos filiales, los recuerdos, ocupan en la de él una buena parte.

Gibara y su mar han inspirado también a este autor de manera reiterada, sobre todo en el libro UN PUNTO EN LA LEJANÍA, un cuaderno dividido en tres partes, las que introduce con una redondilla para explicar poéticamente el porqué del título dado a cada una y sugiere los temas que recrea en las poesías que incluye. Por ejemplo en la primera parte del libro que nombra "Voces del silencio", aparecen entre décimas, sonetos y otras formas estróficas los versos dedicados a la casa de los abuelos y las partes que la componen, a la infancia, el limonero, el puente de su niñez, su madre.

Las reflexiones sobre el comportamiento humano, lo transitorio y circunstancial de la vida presentes por ejemplo en décimas como "La Vida" (de MOTIVOS) y "De viaje" (de TRANSEUNTES DEL TIEMPO) y los sonetos como "Vuelve a empezar" y "Senectud" (de VIBRACIONES) adquieren cierto tono filosófico pero casi siempre dejando el sabor a optimismo y esperanza: "Si por todas las cosas que ya tuve, /que tengo y que tendré, siento que sube /un deseo de vida por mis años." ("Senectud", 1990b, p. 67)

Desde el punto de vista formal y del lenguaje poético la crítica le ha señalado algunos desniveles cualitativos a su obra pero que no empañan el lugar que este escritor tiene en la poesía gibareña y holguinera:

(…) sin estar exento, en ocasiones, de pobres regodeos formales que dejan entrever ligeros deslices, por el uso en demasía de algunos vocablos o por imperfecciones métricas. Gilberto Cruz es, sin embargo, un poeta; dueño de un intenso discurso capaz de rozar insospechadas honduras cuando canta a temas como el de su juventud perdida, los atributos físicos del pasado o la naturaleza cubana. (González, R., 2004, p.74)

Cruz Rodríguez, "Pucho", como se le conoce en toda la provincia y más allá, es maestro de varias generaciones de poetas en el territorio holguinero y Presidente de Honor de la Escuela Holguinera de la Décima, fundada en el 2002 en la Casa de Iberoamérica. Ha publicado además en el periódico ¡AHORA!, en la revista MAR Y PESCA, en el periódico 5 DE SEPTIEMBRE de Cienfuegos, en la revista PLUMA Y PINCEL, de Chile, en el periódico EL DICTAMEN, de Veracruz en México, en la antología: LOS FRUTOS DEL SOL, de Venezuela, entre otras publicaciones.

Otro de esos primeros autores publicados en 1988 fue Arsenio Valdés Bruceta (Gibara, 1946), un escritor que ha incursionado en varios géneros: poesía, incluida la destinada a niños, y la décima, testimonio, cuento, crítica. Con anterioridad a su primer libro había ganado el premio nacional de Talleres Literarios en 1981, con el testimonio "Tres días contra el tirano Machado" que hiciera junto con el historiador también gibareño Gonzalo Zaldívar del Campo y el premio "Enrique Hart" en 1981 y 1983 en poesía y décima para niños respectivamente. El prólogo hecho por César López (1988) a ese primer volumen, que fue de cuentos, A LA VUELTA DEL TIEMPO, expresa que el libro se "proyecta en una forma adecuada para desde el inicio propiciar el entretenimiento del lector sin hacer concesiones de mal gusto" (p.1-2) y concluye diciendo que en este libro "los cuentos, cuentos son".

El libro está dividido en dos partes que no titula pero que tienen una intención, pues incluye en la primera cuatro cuentos que recrean la realidad prerrevolucionaria y en la segunda cinco que tratan el acontecer postrevolucionario, algo que caracterizó a la literatura cubana más allá de la década de 1970: las diferencias pasado –presente o la épica revolucionaria, y es que el libro fue concebido mucho antes de su publicación por lo que la temática se refleja con cierto retraso en los cuentos de este escritor. En ellos aparece el fanatismo religioso como paliativo de la pobreza, la batalla por la subsistencia, la lucha individual y colectiva contra los desmanes de la tiranía batistiana. Están también las referencias a la campaña de alfabetización, la lucha contra bandidos, las milicias y Playa Girón, pero hay que significar que las narraciones no se detienen en la heroicidad reconocida y muy tratada de estos hechos, sino en los valores que emanan del actuar cotidiano de los hombres que los protagonizaron: honestidad, valentía, humanismo, deber. En la gran mayoría aparece algún ingrediente de la naturaleza, el ambiente de pescadores o campesinos, o de la historia de Gibara. Una característica de estos cuentos, y que lo es de toda la obra de Valdés, es esconder hasta el último momento el final de la historia, lo que mantiene la expectativa en el lector. El crítico Alberto Garrandés (1993) en su estudio sobre la cuentística cubana en la Revolución dice que A LA VUELTA DEL TIEMPO es un cuaderno "de elegante simplicidad". (p.41)

No obstante, salvo los cuentos publicados en ese primer libro y algunos que aparecen en "Cacoyugüín", Valdés Bruceta ha dedicado casi toda su obra posterior, al menos la publicada, a la décima y a la poesía para niños, esta última parece haberle ocupado bastante tiempo de su talento creador, para bien de su producción literaria . UNA HISTORIA POR CONTAR, un libro que fue publicado en 1991 y reeditado en 2001 por Ediciones Holguín, demuestra sus dotes creativas para la literatura destinada al público infantil. La fantasía discurre en él con una facilidad asombrosa motivando la imaginación del pequeño lector y apoderándose de su universo con natural peculiaridad, pues "aunque el cuaderno descansa en los fundamentos típicos de la lírica para niños hay un retomar de motivos y anécdotas tradicionales que se rejuvenecen al subvertir el esquema habitual de su valores".(Sainz,1991,p.3) La crítica pone de ejemplo la historia de la "Caperucita y el lobo" que propone el autor cuando al referirse a este último, personaje negativo del cuento original, dice: "nunca lo hubiera creído/ cuando tierno el atrevido/ en la frente la besó" (p.34).

Estudios especializados sobre literatura infantil en la provincia han tenido en cuenta a Arsenio Valdés Bruceta a propósito de UNA HISTORIA POR CONTAR:

Adónde vas mariposa, / con tus mejores colores?/-niña a visitar las flores / del cedro y la pomarrosa". Libro formado por treinta y una poesías, en el que se incorporan las ya publicadas anteriormente por su autor en Rondas de la Bahía; es, como se reconoce en su contraportada "un variado poemario para niños, sobrio, de bien hilvanadas imágenes, fresco, que se sirve de un lenguaje de ejemplar sencillez. La fraternidad, la fidelidad, la solidaridad, y la contemplación atenta de la naturaleza, ocupan la poesía del autor. (Cimarro, 2005, p.6)

De esta manera UNA HISTORIA POR CONTAR transmite, sin didactismo expreso, conocimientos, valores humanos y contribuye a formar la sensibilidad, y el espíritu creativo de los más pequeños.

En 1993 una antología mínima de Ediciones Holguín: FIESTA DE ESPINELAS, incluiría un libro del reconocido poeta de Buenaventura Daer Pozo, otro de la velasqueña María Josefa Reyes, que requerirá comentario aparte en este trabajo, y el libro de décimas de Arsenio Valdés AL SON DE MI ESPINELA (1993). En las décimas de este último libro el escritor vuelve sobre el tema del comportamiento humano, algo permanente en toda su obra, se apropia de un tono reflexivo, sentencioso, a veces incisivo al censurar algunas actitudes. Su décima "Definición", por ejemplo dice:

Mi respeto al pensamiento/ libre de la raza humana, /y a la voluntad que hermana, / ajena al resentimiento. / Júzgueme Dios si les miento/ cuando saludo al que toma/ bien el punto, bien la coma/ para decir lo que siente. / ¡Qué pena el que indiferente/ no es gavilán ni paloma!. (Pozo, p.37)

Arsenio Valdés, quien también se desempeñó por algún tiempo como asesor literario y director de la Galería de Arte "Florencia", de Gibara, ha ganado premios y reconocimientos en el municipio y la provincia, como lo fueron las menciones en 1992 y 1993 en el Premio de la Ciudad, de Holguín, así como el premio internacional en cuento, del concurso "Querido Borges"1997, en su décima edición, que convoca el Liceo Internacional de Cultura, Hollywood, California. Del mismo modo, tiene publicado un cuento en la antología provincial EL VALLE DE LAS DELICIAS y poesías en otras antologías como MÍNIMAS NOTICIAS (2000) por Ediciones Holguín; RÍO DE LA IRA, de Ediciones Aserrío, de Moa; NAVEGAS ISLA DE ORO, de la Editorial Gente Nueva; ESTA CARCEL DE AIRE PURO, de la Editora Abril y en la ANTOLOGÍA DE LA DÉCIMA CÓSMICA DE HOLGUÍN, (2003) publicada por el Frente de Afirmación Hispanista, AC. México, así como en las revistas nacionales VERDE OLIVO, MAR Y PESCA, SERRANÍA, DIÉRESIS, COCUYO, UNIÓN, en esta última, recientemente, en la edición del 14 de septiembre del 2012, se pueden leer cuatro de sus décimas (p.66-67).Esta edición 76 de UNIÓN incluye un acercamiento de Miriam Rodríguez Betancourt y Minerva Salado a la obra de Ryszard Kapuscinski y el de David García Barreto a Felipe Orlando, poemas de Teresa Melo, la narrativa de Hugo Luis Sánchez, y ensayos de Alberto Abreu sobre la narrativa femenina de Ediciones El Puente y de Luciano Castillo y Néstor Almendros acerca del cine de Terrence Malick, es decir, Valdés está en ella junto a escritores, artistas y hechos literarios de determinada significación dentro de panorama nacional e internacional, lo que implica, sin dudas, un reconocimiento a los méritos de su obra.

El tercero de los cinco primeros escritores gibareños publicados luego de 1959, es Silvio Escalona Graña (Gibara, 1944), profesor, que no solo ha mantenido una sostenida actividad creativa, sino también ha estimulado a los más jóvenes escritores y colaborado espontáneamente con compañeros de su generación. Una parte de los boletines "Cacoyugüín", deben su vida, en gran medida, a Escalona, quien los motivó y con dedicada laboriosidad contribuyó de manera determinante a su ejecución intelectual y material.

Este autor tiene la peculiaridad de haber creado en todos los géneros: poesía, narrativa, teatro, tanto destinados a adultos como a los niños, testimonio y crítica literaria. En ese alternar y probar sus aptitudes en cada una de las expresiones literarias, ha sido capaz de obtener un buen cuento, o una buena obra teatral, como LA SIEGA, que le proporcionó el premio en el IV Concurso Nacional de Repertorio Teatral en 1988, pero no un conjunto de obras que pueda caracterizarlo y conformar nuevos libros.

Estas razones parecen justificar que a pesar de haber sido ganador en disímiles concursos, entre los que se destacan las menciones en el concurso "Ernest Hemingway" de cuento, en el Premio de la Ciudad de Holguín, en "El caballito de coral" y en Encuentros Debate de Talleres Literarios, Escalona tiene solo publicado, como libro, el ya mencionado: EL ATARRAYAZO (1988),no obstante, éste bastó para llamar la atención del crítico Alberto Garrandés (1993), quien al valorar la cuentística de la Revolución hasta 1988 y el tratamiento de ésta a la temática del enfrentamiento humano a "los pequeños y grandes dilemas de la sociedad cubana de los años ochenta", señala:

(…) el sobrio desenvolvimiento de los cuentos de Silvio Escalona (…) donde las extrañezas del discurrir inmediato y del pretérito fluyen despojados de lo contingente, operación que no se realiza por ejemplo, en SOBRE EL TECHO LLUEVEN NARANJAS (1988), de Sigifredo Álvarez Conesa (1938), textos (…) que se plasman en relatos estampas, algunos de los cuales insisten en recrear, sin más, la epicidad de los momentos iniciales de la Revolución. ( pp.40-41)

Es decir que en este caso, como antes ocurrió con Arsenio Valdés, el crítico compara su obra con la de reconocidos escritores cubanos de la etapa.

Algunas antologías del municipio o la provincia han tenido en cuenta la obra de Silvio Escalona Graña y han aprovechado sus mejores creaciones, que parecen estar en el cuento y en el teatro, incluido los escritos para niños. Así hay dos de sus obras en la antología de literatura infantil gibareña RONDAS DE LA BAHÍA (cuento y teatro), un cuento en las antologías de la provincia Holguín: EL VALLE DE LAS DELICIAS y VEINTE AÑOS CUENTAN, además de habérsele publicado otro cuento en ÁMBITO, Suplemento Cultural del periódico ¡AHORA! y en la Revista DIÉRESIS; un poema en el periódico argentino LA NOTICIA , una obra de teatro para niños en la antología EL CLAVEL ENAMORADO y se han radiado algunos de los exponentes de su cuentística a través de la Emisora Provincial Radio Angulo.

La publicación de su obra de manera dispersa, casi siempre compartiendo con muchos otros nombres a veces más conocidos, ha influido posiblemente en que no haya motivado más a la crítica de manera particular y en la medida que lo requiere. No obstante, alguien también ha dicho de su "voluntad de estilo y búsqueda de caminos novedosos para entregar el corazón de sus anécdotas", así como de la "virtud de su concisión para dar lo relatado en una forma vibrante, sin que la contención esté exenta de una cálida poesía." (Ortiz, P., 1988, contraportada).

Sus temas: conflictos cotidianos del hombre ante el amor, la familia, el deber, la patria, el trabajo o las aficiones. En la literatura dedicada a los niños predomina el valor, la solidaridad, la ingeniosidad como virtudes humanas, aunque generalmente atribuidas a animales a través de los que el autor se apropia de la realidad infantil.

El paisaje gibareño y específicamente el mar son una constante en Silvio Escalona, lo que también ocurre en casi todos los escritores gibareños. "Fiel a su entorno local, reconstruye vivencias cuyo escenario bien puede enmarcarse en su natal Gibara, pueblo que oscila entre mar y tierra en la provincia holguinera", se dice en una de las dos valoraciones críticas que sobre este autor se han hecho.( Ajón, 1989)

Manolo Gómez Fernández (Gibara, 1949-1997) y José Barciela Tauler (Gibara, 1962) fueron los otros dos escritores privilegiados en los primeros libros publicados a escritores gibareños. Barciela Tauler, economista de profesión, aunque publicó luego en unos de los boletines "Cacoyugüín" de la llamada segunda época, aparecidos a partir del 2001, no se le conoce obra posterior luego de ese primer libro: LA OSADÍA DEL ASCENSO (1988), un poemario dominado por el verso libre y el tono coloquial donde se mezclan como temas el amor, la ciudad, los héroes, el acontecer cotidiano:"Debo olvidarte ahora,/ aunque no me lo perdones,/ porque las cañas amanecieron/ con tu nombre/ y voy a cortarlas". (p.18)

Gómez Fernández falleció prematuramente, poesías, cuentos, juicios cinematográficos iban conformando su obra, parte de la cual publicó en "Cacoyugüín" y como libro en el poemario DESDE MI VENTANA SIDERAL(1988), en el que veinte poemas sin nombres son introducidos por frases como "La vida necesita de mi muerte para seguir su rumbo" o "De paz solo tiene que vivir el mundo para que podamos llegar al futuro con esta humanidad" para luego hacer en todos los casos una declaración del amor que se espera, o se disfruta o se proyecta hacia el futuro en una nave sideral, a través de las órbitas satelitales, desde los planetas:"La última nebulosa /quedó a mi espalda/ y la nada compacta/ se abre ante mí./Estoy entrando al hoyo negro/ y sólo llevo tus recuerdos/ Todas las estrellas ya se apagaron/ Espérame".(p.40)

El libro provocó el criterio especializado:

"Desde mi ventana sideral" es una invitación al amor expuesta con los recursos del verso coloquial y con el apoyo de la ciencia-ficción, tal como se revela en el primer poema: "Desde mi ventana sideral estoy mirando las cien lunas pétreas del sistema de Orión; te invito a transportarte hasta mí, para contemplarlas juntos mientras nos amamos."(Ajón, 1989)

En 1991 hay un libro que enriquece los resultados cuantitativos y cualitativos del quehacer literario gibareño: aparece una antología de literatura infantil publicada por Ediciones Holguín: RONDAS DE LA BAHÍA, que incluye autores de Gibara y Velasco y los géneros de poesía, narrativa (cuento) y teatro.

(…) antología de la literatura para niños con la obra de cinco escritores gibareños (…) En los diez poemas que aparecen en este libro, se retoma una temática ya abordada desde años atrás en la literatura nacional: los animales; en versos musicales, que se ajustan a las estrofas tradicionales: cuartetas, redondillas, décimas, con lo que se refleja un mundo de fantasías y moralejas.(Cimarro, 2005, pp.5-6 )

En realidad los diez poemas pertenecen solo a uno de los escritores: Arsenio Valdés, luego publicados en UNA HISTORIA POR CONTAR. De este autor hay además dos cuentos. Pero en la antología, que también incluye un cuento y una obra de teatro de Silvio Escalona ("Escamita" y "El ratón guayabito se enfrenta al gato musulungo"), aparece un cuento de cada uno de estos escritores: la gibareña Orlinda Nieves (1955) ("El ratoncito cosmonauta") y los velasqueños Jorge Martínez Reyes (1949) ("El trovador") y Juan Carlos Santos Cruz (1965) ("La fiesta de las estaciones").

Orlinda Nieves Peña, economista, ganadora de algunos premios y menciones en encuentros municipales y provinciales de Talleres Literarios, había publicado con anterioridad solo en "Cacoyugüín". Martínez, profesor y trabajador de la Casa de Cultura de Velasco, durante algún tiempo, tenía ya un premio en cuento infantil en el IV Encuentro Debate Nacional de Talleres Literarios y dos, también en cuento, en el Concurso Provincial Adelaida del Mármol. Sus obras aparecen además en el suplemento cultural ÁMBITO, en el periódico ¡AHORA!, en los boletines literarios "Cacoyugüín" y "Cayajabo" y en el libro SOL DE TALLERES. Por su parte, Juan Carlos Santos, el más joven de los escritores gibareños publicados hasta ese momento, ya tenía premios en los concursos "Abrahán Portuondo" de Velasco (1989) y "Miguel Bruzón", de Las Tunas, en 1990. Algunas de sus obras se localizan en las revistas DIÉRESIS y VERDE OLIVO, en los suplementos culturales provinciales ÁMBITO y QUEHACER y en los periódicos ¡AHORA! y 26 DE JULIO. Santos también ha ejercido la crítica literaria. La obra posterior de estos últimos tres escritores mencionados ha seguido quedándose esencialmente entre publicaciones periódicas, no obstante, esta antología mostró las posibilidades de los escritores gibareños en la creación literaria para niños, una literatura que por su complejidad, dado el lector a la que va destinada, tiende a tener menos cultivadores.

Cuando con anterioridad se hizo referencia a la antología mínima FIESTA DE ESPINELAS (1993), se explicaba que era un libro compartido por Daer Pozo, Arsenio Valdés y la velasqueña María Josefa Reyes Hidalgo(1954), que aunque actualmente está radicada en los Estados Unidos, fue asesora literaria y realizó una labor reconocida en el Taller Literario "José Martí" de Velasco y está considerada por Ronel González, en su momento, como "una de las voces femeninas más significativas de la décima escrita en la provincia Holguín". La antología mencionada publicó una selección de su libro VUELO DE GUITARRAS, Mención en el Premio de la Ciudad de 1993. En él "muestra su preferencia por los temas amatorios y, aunque debe solucionar algunas incoherencias y cuestiones métricas, representa una nota singular en la historia de la décima local". (González, Ronel, 2004, p.82)

María Josefa Reyes también tiene un cuaderno de literatura infantil: LAS VACACIONES DE MARISOL, en el que no aparecen datos de edición pero que incluye narraciones y décimas, estas últimas fueron objeto de estudio por parte de la investigadora Mayra Hernández Menéndez en RECADO PARA JONÁS; SOBRE EL DISCURSO FEMENINO EN LA DÉCIMA PARA NIÑOS EN CUBA, realizado en el 2001.

Entre los libros publicados que incluyen a escritores gibareños se hizo referencia a la selección de cuentos holguineros VALLE DE LAS DELICIAS (1994) y se mencionó la publicación en este volumen de obras de Silvio Escalona y Arsenio Valdés, debe aclarase que en él también está otro escritor gibareño: Armando Capó Ortega, aunque las evidencias, y no abundantes, de su obra anterior y posterior solo están en el boletín " Cacoyugüín".

Al significar los escritores más sobresalientes del territorio a partir de la segunda mitad de la década del 90 del pasado siglo está Agustín Serrano Santiesteban, (Cerro de Uñas, Velasco, 1958), ingeniero pecuario, subdirector docente en la Escuela Provincial del Ministerio de la Agricultura de Holguín, quien ha cultivado la narrativa y la poesía, incluida en esta última la décima y la destinada a los niños. Tuvo las influencias del Taller Literario de Velasco "José Martí" que preside actualmente, luego de un primer premio de poesía en un concurso de la revista SOMOS JÓVENES en 1986. Ha obtenido diversos premios y menciones en diferentes eventos, como: Mención en "Bustarviejo" (Madrid, 1999), Premio Décima Mural (Velasco, 1994 y 1995), Premio del Concurso Carta Lírica de poesía (Estados Unidos, 2000), Premio Nacional del Grupo Ala décima del Concurso Regino Pedroso de la CTC (2006), Premio de Poesía y Cuento Infantil del Concurso Nacional Rubén Martínez Villena de la CTC. (2004) y en Décima (2007), Primer Premio en poesía y décima del Concurso Nacional XX Aniversario del taller Literario "Nicolás Guillén"(Universidad de Camagüey,2009),Tercer Premio del II Concurso Internacional de Poesía "El mundo lleva alas" Editorial Voces de Hoy, (Estados Unidos, 2010), Premio Finalista en poesía del Premio Platero de Cuento y Poesía del Club del Libro en Español de las Naciones Unidas en Ginebra,(Suiza, 2010), entre otros. De hecho, según afirma el escritor e investigador Ronel González Serrano (2004) es "el autor más laureado de la región". (p.102)

El primer libro publicado a Agustín Serrano fue una antología mínima de décimas INSTANTES DE LA MEMORIA (Ediciones Holguín, 1995), el segundo fue el también decimario SITIOS DE LA VOZ (1997), premio en el Concurso Nacional "Cucalambé" de 1996, que convoca la Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas y que le publicó Ediciones Sanlope, de Las Tunas, en cuyo prólogo escribió el poeta y crítico Waldo González López:

En esa plena identificación más con la vida de las cosas que con las cosas de la vida y sus esencias más íntimas y raigales, mucho gana Agustín Serrano con su verso decisivo y, ¿por qué no?, definitorio de una línea expresiva en ascenso, como buscando un estilo personal, primer paso en pos de una poética, tarea compleja y de mayor envergadura, (…) (1997, pp.3-4)

Por su parte Ronel González (2004), asegura que este poeta "conjuga con verdadera maestría contenido y forma y es un heredero directo de la mejor décima cubana". (p.84)

Sin embargo, Serrano no ha mostrado su talento solo como decimista, pues en el año 2001 Ediciones Holguín le publicó HABÍA OTRA VEZ, un singular cuaderno para niños que incluye variadas formas poéticas en las que logra la intención deseada y muestra sus grandes potencialidades para llegar a la sensibilidad de los más pequeños. En él aparecen personajes de la literatura universal: "Ayer hablé con Caperucita por teléfono, será mi compañera de aula" (p.17); "Aladino quiere que comparta una semana de aventuras con él, en su último modelo de alfombra", (p.18) y así el Pequeño Príncipe, Robin Hood o Cenicienta, entre otros, son incluidos en el más cercano mundo infantil a través de cartas, conversaciones telefónicas y su participación en las actividades de los más pequeños. Está dividido en tres partes, la primera parte, titulada "Proposiciones", contiene diez poemas con metros diversos. La segunda se nombra: "La galería de los dos mundos" e incluye tres poemas en prosa: "Hojas del diario de la infancia encontradas en una palangana vieja", "La galería de los dos mundos" y "Confesiones del abuelo", que según la crítica "puede funcionar a manera de contraste entre las dos partes líricas que lo rodean"(Iglesias,2011,¶ 9) La última parte del libro se titula igual que el mismo, la componen nueve décimas y "ofrece una mayor profundidad de mensajes y amplitud de técnicas y recursos literarios. Los títulos modulan los significados de cada obra." (Iglesias, 2011, ¶ 11)

En el año 2003, aparece por Ediciones Holguín y de la autoría de Serrano: CONFESIONES DEL INOCENTE, treinta y cuatro poemas de versos libres conforman el cuaderno que divide en dos partes:"Postulados sobre la ausencia" y "Acertar en el blanco". En la primera parte recrea sobre todo la ingenuidad y el encanto de la infancia, el ambiente familiar, la casa, las secuelas de la muerte, los recuerdos y las nostalgias. En la segunda parte algunos versos enuncian como una especie de declaración de principios, así dice por ejemplo:"No voy a permitir que me desmientan/que deshagan mis huellas en la playa/Cada hombre tiene en su sitio donde poner las manos/ y un corazón que nadie puede mandar a detener". (p.50) O también de advertencias como ocurre en los versos finales de "Cuestión de puntos cardinales":

(…)Tus ojos solo miran hacia el norte/donde el viento parece que flota más alegre/ no tienes ojos para el sur/donde pululan desastres pesadillas/y un minuto es la puerta del infierno/donde otros miran al norte desesperados/ sin saber que en todos los puntos cardinales/hay alguien envidiando su dolor. (p.51)

El más reciente libro de Agustín Serrano lo publicó Ediciones Holguín, es el decimario A CORAZÓN ABIERTO, que se presentó en el 2012 en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana y en el que retoma personajes de la historia y la literatura, incluido los bíblicos o de la música, recrea temas como la muerte, situaciones del mundo contemporáneo que van transformando al hombre, llama la atención sobre la pérdida de sentimientos, de valores, ante las realidades y sus consecuencias:

No voy a morir de ausencia, /de SIDA, de indecisión, /inmune es mi corazón/ al infarto de conciencia. /No me salva la creencia, /ni apellido de renombre, /No me salva el sobrenombre /pirograbado a la cruz. /Me salva toda la luz, /de ser mortal, de ser hombre. (p10)

Agustín Serrano también ha sido incluido en varias antologías y publicaciones nacionales y extranjeras, tales como: revista VERDE OLIVO(1992), ANTOLOGÍA DE ÁMBITO(1993), Revista SERRANÍA(1995), POETAS DEL MEDIODÍA(1995), de Las Tunas, Diario LA NOTICIA de Argentina(1996), Z DE DÉCIMAS(1996), (Compilación de cinco decimistas holguineros),Semanario TRABAJADORES(1997),Semanario ¡AHORA!(1997), Antologías norteamericanas DÉCIMAS DE LAS DOS ORILLAS y DECIMISTAS CUBANOS ACTUALES(1997), AGUAMARINA(1996) (España), Revista CASA DE LAS AMÉRICAS(1999),Diario argentino LA PALABRA(1999), CARTA LÍRICA(1999 y 2000)(Miami, Estados Unidos),MÍNIMA NOTICIA;ANTOLOGÍA DE POETAS HOLGUINEROS((2000), Revista AZAHAR(2000,2001y2002) (España), ANTOLOGÍA DE LA DÉCIMA CÓSMICA del Frente de Afirmación Hispanista A.C. México(2002), y Antología El BREVE PUENTE(2007), entre otras publicaciones.

Pero el nuevo milenio trajo consigo otros nuevos libros y con ellos el reconocimiento a otros escritores del territorio, algunos no tan jóvenes como Fidel Fidalgo Moncada (Floro Pérez, 1955) y Fernando Doimeadiós Cuenca (Iberia, 1952), aunque ambos en esa esfera de la creación que es difícil pero que tiene determinada fuerza entre los escritores publicados en el territorio: la literatura infantil. Fidalgo Moncada es profesor, narrador, escritor para niños y editor de Ediciones Holguín. Formó parte del Taller Literario Pablo de la Torriente Brau de la capital provincial y obtuvo premios y menciones sucesivas en los eventos municipales y provinciales en el género de cuento. Ha realizado una extraordinaria labor como editor y también como promotor literario. Participó desde su fundación en el Concurso Nuevas Voces de la Poesía, fue Mención Especial del Jurado, Mención Principal y a la vez ha promovido internacionalmente dicho concurso y ha logrado que participaran poetas de México, Argentina, Francia, Estados Unidos y Perú en sus primeras ediciones. En Floro Pérez fundó el Taller Literario "Celso Enríquez". Sus obras se han incluido en varias publicaciones tales como: la antología poética de Argentina: DE BAIGORRIA CON AMOR (2000 y 2001),en ANTOLOGÍA DE LA POESÍA CÓSMICA DE LA FILOSOFÍA AL PROTOIDIOMA (FAH, México), IV ENCUENTRO (Antología de poesías y cuentos, Argentina),ESCRITORES INDEPENDIENTES BELTRANENSES, de Argentina, PALABRAS DEL ALMA 7 y PALABRAS DEL ALMA 8, también de Argentina. Ha colaborado en ÁMBITO (Holguín), TIERRA BALDÍA, LA PLUMA DEL GANSO, NORTE (México), NOSTRE CLUB (España), COMETA DE PAPEL (Perú), DIÉRESIS (Holguín).

Sus libros han sido publicados en este siglo, y son expresión de su inclinación creativa hacia la literatura infantojuvenil. El primero de ellos fue CUENTOS DE NIÑOS PARA ADULTOS TRISTES, vio la luz a través de Ediciones Holguín, en el 2001, un cuaderno con un nombre muy sugerente que incluye veintiuna narraciones cortas, sin nombres, están solo enumeradas, muy poéticas, de ahí que algunas se signifiquen por su acentuado lirismo y en las que en realidad el destinatario parece ser más el adolescente que el niño o quizás los adultos, o también los adultos "tristes" como dice en el título. Escritas en primera persona, el narrador-personaje, que no siempre es el mismo, cuenta disímiles situaciones en las que la fantasía se entremezcla con el ambiente familiar y social de estos tiempos. Aunque son cuentos diferentes, a veces aparecen en unos, personajes o el mismo narrador-personaje, ya conocidos de otra de las narraciones anteriores, y que aún cuando no se les nombre se logran identificar dada la caracterización hecha con algunos pocos rasgos más bien psicológicos. De esta manera las narraciones, aunque independientes, se relacionan unas con otras y se desarrollan en el mismo lugar y ambiente: un pueblo pequeño no muy alejado del campo. Aparece en ellas la censura de los más pequeños a la incomprensión de los mayores o a sus faltas, así dice en el cuento III:"(…)y no estar en ese cuarto inmenso con tanta gente grande, que no entiende por qué quiero ser un indio distinto a los que vi en el televisor"(p.10) o el número VIII, el del niño que quería ser el príncipe para "con un beso de amor" hacer "saltar de la boca preciosa de la princesa soñada, la manzana envenenada"

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente