24A. N. H. – Invasión. La Regeneración. Año 1, Nº191 (5 de enero de 1895), pág. 2.
25A. N. H. – Emigración del 92. La Regeneración. Año 1, Nº182 (14 de enero de 1895), pág. 2.
26A. N. H. – Conferencias de Güinope. La Regeneración. Año 1, Nº201 (5 de febrero de 1895), pág. 2.
27Raúl Saldívar Gusmán. El liberalismo en Honduras. Tegucigalpa: Imprenta Bulnes, 1964, pág. 440.
28Ibíd., pág. 440.
Nicaragua, después su separación pasa por un periodo de guerras civiles entre las facciones de León y Granada. Sin embargo, desde la derrota de William Walker y su fusilamiento en Honduras, "…las facciones en disputa firmaron un acuerdo de paz y dieron una larga tregua después de concluida la guerra, dejándose a las familias conservadoras de Granada gobernar el país…por espacio de treinta años…29"
Los 30 años de gobierno conservador en Nicaragua llegarán a su fin con la revolución liberal de 1893, que concluye con el establecimiento de la dictadura militar liberal que presidiría el Gral. José Santos Zelaya30.
El período de guerra intestina en Nicaragua hace que las hostilidades armadas cesen en Honduras, y que Policarpo Bonilla y sus refugiados hondureños tomen partido en la decisión de los acontecimientos en Nicaragua.
Al respecto, Policarpo Bonilla apunta:
"Estaba iniciada la revolución en contra del gobierno de Sacasa en Nicaragua… de ambos lados se me pidió cooperación, con promesas más o menos halagadoras… Me negué a convertir a mis amigos en aventureros y resolví guardar, entre tanto, la neutralidad más absoluta…
Triunfó la revolución conservadora, y conocedor de sus vínculos con el gobierno de Vásquez, no debía ni podía esperar de los vencedores apoyo alguno, ni tole- rancia…pero el gobierno conservador no llegó a consolidarse, surgió así, la revolución de León…
Un pronto y completo triunfo coronó aquel movimiento, el Gral. Zelaya y todos los jefes revolucionarios, hicieron pública demostración de gratitud para los hondureños por su eficaz concurso, y me repitieron la promesa que a mis hombres habían hecho en los campos de batallas, de ayudar a su vez al triunfo del Partido Liberal en Honduras, jamás promesa igual ha sido tan bien mantenida. 31
29Augusto C. Sandino. El pensamiento vivo. Ed. por Segio Ramírez. Vol. 1. Managua: Nueva Nicaragua, 1981, pág. 35.
30Ibíd., pág. 36.
31Tomado de Saldívar Gusmán, óp.cit., pág. 42
Así pues, "en las jornadas de Mateare y La Cuesta fue vencido el régimen de treinta años del conservatismo nicaragüense…la revolución de julio de 1893 reviste para Nicaragua todos los carácteres de un movimiento salvador, fue intérprete fiel del pueblo nicaragüense…32"
Sucesivamente al triunfo de los liberales en Nicaragua, el ejército hondureño, sabiendo de la existencia de campamentos de "revolucionarios" en territorio nicaragüense, arremete por dos veces consecutivas en los lugares de Santa María y Playa Grande, éste último en el Golfo de Fonseca. Esos sucesos hacen que el gobierno de Nicaragua le brinde mayor ayuda a los alzados, quienes de manera hábil e inteligente hacen un llamado a las armas33.
En agosto de 1893, Policarpo Bonilla lanza "…el toque de Somotillo (Nicaragua D.I.)… Los hondureños asilados en Nicaragua tuvieron que salir (hacia Honduras D.I.) al mando del Gral. Manuel Bonilla… 34" Esta movilización trajo como consecuencia las subsiguientes batallas de El Carrizal y El Corpus entre otras, que generaron triunfos para los "revolucionarios" 35.
Las citas anteriores nos dan un marco general de la situación política de Honduras hasta agosto de 1893.
Es de mi opinión que Bonilla estaba convencido que solo y sin el apoyo de gobiernos extranjeros, jamás llegaría a ocupar la curul presidencial. Antes de agosto de 1893, sus acciones se limitaron a simples asaltos a cuarteles que podrían agenciarle algún tipo de pertrecho militar. Además, cada enfrentamiento le costaba una derrota, en detrimento del movimiento. Esta situación hizo que el Dr. Bonilla siempre buscara la forma de concertar la paz.
Es asi que con su participación a la revolución liberal de José Santos Zelaya Bonilla se granjeó la ayuda militar nicaragüense. Es claro que, la intervención nicaragüense era inminente para fines de 1893 y ponía bajo amenaza al gobierno de Vásquez, quien, en una actitud desesperada, declara la guerra a Nicaragua mediante decreto del congreso nacional del 30 de octubre de 189336.
Esa era la justificación que José Santos Zelaya necesitaba para intervenir en la decisión de los problemas de Honduras. Así, la alianza entre los caudillos Zelaya y Bonilla fue evidente. El 13 de diciembre Bonilla invade Honduras ocupando San Marcos de Colón, población fronteriza con Nicaragua. En la Nochebuena de 1893 inaugura su Gobierno en Los Amates en el departamento de Choluteca y al dia siguiente el presidente de Nicaragua le declaró la guerra al de Honduras y además, reconoció al gobierno provisional de Policarpo Bonilla. 37
32A. N. H. – Memorable fecha. Diario De Honduras. Época III, Nº 72 (12 de agosto de 1904), pág. 9.
33Saldívar Gusmán, óp.cit.
34A. N. H. – La Guerra por la paz. La Regeneración. Série 1, Nº9 (2 de abril de 1894), pág. 9 Ver también
Rómulo E. Durón, ed. Policarpo Bonilla: Colección de Escritos. Vol. III. Tegucigalpa: Tipografía Nacional, 1899, págs. 3-6, en donde Durón reproduce textualmente el contenido del manifiesto de Somotillo.
35Los detalles de estos movimientos armados son descritos en el periódico "La Regeneración "del 28 de febrero y dos de abril de 1894. Los omitimos por su extensión.
36Mejía, óp.cit., pág. 127.
Con la intervención de Nicaragua, la suerte de Honduras estaba definida y el triunfo de la "Revolución Reivindicadora" era inminente gracias a la participación activa del ejército nicaragüense en el conflicto. Así a partir del 29 de diciembre de 1893, los sucesos tomaron un curso precipitado, concluyendo con el triunfo de Policarpo Bonilla y sus partidarios, "el 22 de febrero de 1994"38.
En la fecha arriba mencionada se pone fin al levantamiento armado y se comienza la labor de organización del gobierno provisional. La toma discrecional del poder, por parte de Bonilla, marcará otra etapa en el desarrollo de la reforma liberal, que hasta antes de 1894 se había limitado a reformas a nivel de aparato económico, a nivel de la reorganización del territorio, y a algunas reformas políticas que se contemplan en la constitución de 1880 y en la creación de los departamentos de Valle y Cortés39. Pero a la altura de fin de siglo, las reformas políticas eran perentorias, debido a que el sistema republicano del Estado liberal Hondureño conservaba características anacrónicas, que fueron diezmadas por la revolución reivindicadora.
Aunque nefasta, como cualquier otro tipo de guerra, el legado de la revolución liberal de 1894 tiene algunas facetas de trascendental importancia, y en opinión de un autor "…sus conquistas socio políticas se concentran en la constitución política de 1894. La revolución de 1893 puso fin a la república censitaria, 40 para darle paso a la república liberal democrática, con la institución del sufragio universal y la abolición de la pena de muerte…41"
En efecto, aún durante el fragor del combate, los liberales tuvieron mucho respeto por la vida de los prisioneros, al contrario del Gobierno de Vásquez que de forma desesperada ordenó el fusilamiento para los desertores de su propio ejército, la horca para los facciosos y la humillación para los familiares de los rebeldes, específicamente de las mujeres42.
37Ver Luis Mariñas Otero. Honduras. Tegucigalpa: Universitaria, 1980, pág. 387 y Gobierno de Nicaragua. "Circular aprobada el 28 de Noviembre de 1893, que el señor Ministro de Relaciones Exteriores dirige a los
Gobiernos de Guatemala, el Salvador y Costa Rica y al Cuerpo Diplomático, acreditado en Centro América, con motivo de la cuestión de Honduras". En: La Gaceta N° 90 (1893); en donde se explica la actitud de Nicaragua
hasta antes de la declaratoria de guerra del 25 de diciembre de 1893.
38Guadalupe Guardiola de Ferrari. Recuerdos de mi vieja Tegucigalpa. Comayagüela: Imprenta Libertad, 1953, pág. 112.
39Mejía, óp.cit., pág. 126.
40Ver el capítulo 1, nota 8.
41C. D. C. H. – Anónimo (mimeografiado). "Caracterización histórico-política del Partido Liberal". Tegucigalpa, sin fecha.
Policarpo Bonilla tenía que reivindicar el crédito que había perdido ante la opinión pública, y para tal efecto, se dedicó, desde el inicio de la fase transitoria de su gestión gubernativa, a organizar su gabinete, nombrando en las secretarías de Estado a los hombres de su más entera confianza, lo que le permitió hacer una labor vertical en las decisiones de gobierno.
Pocos días después de la instalación de su gobierno provisional, acuerda el nombramiento de jueces militares para proceder a juzgar a reos condenados por crímenes militares43. Mientras tanto, los folletines y periódicos comienzan la labor de propaganda en favor de la revolución triunfante es el caso de aparición del periódico La regeneración.
Las medidas de corte liberal fueron evidentes en otros aspectos. Así para el caso, cuando se presentaron ciertas interrogantes sobre la condición del ciudadano para elegirse diputado, el Sr. Bonilla emite un decreto que dice:
"Secretaría de Estado en el despacho de gobernación.
Tegucigalpa, 14 de mayo de 1894.
El presidente de la república, atendiendo a que han surgido ciertas dudas sobre las condiciones requeridas en los ciudadanos para ser electos diputados a la próxima asamblea nacional constituyente.
ACUERDA:
Decláranse aptos para el ejercicio del expresado cargo, todas las personas que conforme a la ley, no tengan suspensos sus derechos ciudadanos. Comuníquese, regístrese.
Arias44"
Habiendo sido ratificado el decreto de presidencia provisional del 24 de diciembre de 1893, la junta revolucionaria declarará a Policarpo Bonilla presidente provisional el 26 de abril de 1894, confiriéndole el carácter (a su mandato) de "dictadura del pueblo que durará hasta el dos de julio cuando la asamblea constituyente sea instalada…45" Y como de costumbre, en tiempos de posguerra civil en Honduras, Policarpo Bonilla será el candidato único de las elecciones a practicarse en diciembre de 1894.
42Zúñiga Huete, óp.cit.
43A. N. H. – Gerra. La Gaceta. año XVIII, serie 104, Nº 1,037 (30 de marzo de 1894), pág. 440.
44A. N. H. – Gobernación. La Gaceta. año XVIII, serie 105, Nº 1,047 (28 de mayo de 1894), pág. 482.
45A. N. H. – Don Policarpo Bonilla en el poder. La Regeneración. Série 3, Nº29 (25 de mayo de 1894), pág. 1.
En esas elecciones, Bonilla resulta el vencedor indiscutible. El periódico oficial La Gaceta, resume este acontecimiento de la forma que sigue:
"…Para presidente de la república, el doctor Don Policarpo Bonilla, 42,667 votos,…para vicepresidente de la república, el general Don Manuel Bonilla, 40,621 votos…
Artículo tercero. El presidente electo doctor Policarpo Bonilla prestará la pro- mesa el 24 del mes corriente, y ejercerá provisionalmente el poder ejecutivo, hasta el primero de febrero del próximo año, conformándose a las facultades con- signadas por esta asamblea en decreto del 11 de julio hasta el primero de enero; y de esta fecha en adelante, observará el régimen constitucional.
Artículo cuarto. El vicepresidente y los magistrados a la corte, electos, tomarán posesión de sus respectivos cargos el primero de febrero… Dado en Tegucigalpa en el salón de sesiones de la asamblea nacional constituyente, a 15 de diciembre de 1894…(siguen firmas de los diputados)46".
El año de 1894 fue el de la organización del gobierno ejercido por los nuevos liberales. Este gobierno, en principio de facto pero legalizado por los aparatos de Estado en su domi- nio, comenzó por la emisión de una nueva carta fundamental que resume los principios del liberalismo, profesado por Céleo Arias. En esa constitución se establece la abolición de la pena de muerte, el establecimiento del Habeas Corpus y la declaración del sufragio secreto y universal, una innovación en la vida política de Honduras, que es ensayado por primera vez en las elecciones presidenciales de 1894.
Ningún hecho histórico se repite, sin embargo, en algún momento se pueden dar eventos que presentan características similares a otros ya acontecidos. En este sentido, la llegada de Policarpo Bonilla al poder, y su consecuente estadía en él (1894-1898), tendrá algunas similitudes con el ascenso de Soto al poder.
46Los paréntesis son nuestros; A. N. H. – Decreto N° 11. La Gaceta. año XVIII, serie 112, Nº 1,119 (20 de diciembre de 1894), págs. 770-771
Al igual que Soto, Bonilla tiene que recurrir a la intervención militar de otro Estado para consolidarse en el gobierno. Esta vez el gobierno de Nicaragua, al igual que él de Justo Rufino Barrios en 1876, tratará de mantener su hegemonía sobre la política liberal centroamericana. Por otro lado, Bonilla, después de ser presidente provisional, se hace elegir presidente constitucional, y una vez allí comienza las reformas, esta vez constitucionales, no económicas. Las reformas no varían casi nada respecto a las iniciadas por Soto, salvo por la introducción de la nueva constitución, el 14 de octubre de 189447. En su gobierno, al igual que en el de Soto, el apoyo a la inmigración y las concesiones alevosas en favor del capital extranjero continuaron.
En lo político, aunque Bonilla fundó el Partido Liberal en 1891, éste, al igual que el Partido Progresista de Bográn, sólo fue la justificación para promover el continuismo. Este hecho queda demostrado en la postulación oficial de Terencio Sierra en 1898 y la subsiguiente lista de caudillos que, de forma continua, gobernaron el país durante 25 años.
Respecto a la cohesión del Partido Liberal de Bonilla, éste, al igual que el grupo de Bográn, entró fraccionado al proceso eleccionario de 1898, cuando Manuel Bonilla "…se separa del partido de su homónimo en 1897 constituyendo un grupo personalista que, aunque en nada difería ideológicamente del de Policarpo Bonilla, comenzó a ser tildado de conservador48". La agrupación de Manuel Bonilla se dará en llamar Movimiento Manuelista y sentara las bases para la fundación del Partido Nacional el 27 de febrero de 190249.
En otro orden de cosas, durante el período de gobierno de Policarpo Bonilla, como en el de Soto, reinó de nuevo la paz en Honduras, hasta que se convocó a elecciones presidenciales para el período 1898-1902.
Ya dijimos que en 1893 surge una nueva pléyade de líderes políticos que profesan ideo- logía liberal. Estos nuevos liberales, sucesores de los del 76, gobernarán Honduras de for- ma continua aproximadamente durante 25 años. Policarpo Bonilla, maestro de los caudillos subsiguientes a su mandato, preparará el terreno para las elecciones de 1898, que estarán caracterizadas por la primera fisura dentro del grupo vencedor en la revuelta de 1894.
Manuel Bonilla, pionero de los incidentes de 1892 y electo vicepresidente en las elecciones de 1894, toma posesión de su cargo el primero de febrero de 189550.
47Mejía, óp.cit., pág. 154.
48Mariñas Otero, óp.cit., pág. 371.
49Rafael Bardales Bueso. Historia del Partido Nacional de Honduras. Servicopiax Editores, 1980, pág. 29.
50A. N. H. – Confraternidad. La Regeneración. Año 1, Nº201 (5 de febrero de 1895), pág. 3.
Sin embargo, el 15 de febrero de 1895, el Gral. Bonilla manifiesta que "…por temor al empleo, y los compromisos que trae consigo, renunciará en seguida de tan alto puesto…51" No obstante, el General Bonilla conserva su puesto de ministro de la guerra, mismo que desempeña hasta 1897, cuando decide lanzar su candidatura a la presidencia de la república.
Por otro lado, Policarpo Bonilla, viendo que la separación de Manuel Bonilla del engranaje gubernamental era peligrosa para la estabilidad de su gobierno, decide impulsar la candidatura del Gral. Terencio Sierra, otro destacado militar de las jornadas de 1894.
Llegadas las elecciones de 1898, el grupo liderado por Manuel Bonilla, "…Partido Manuelista, como se llamó en su período de gestación…52" , decidió retirarse del proceso electoral, bajo pretexto de "…que no quería interrumpir el camino que querían emprender Guatemala, Honduras y El Salvador de construir la República mayor de Centro América (sic), y porque además el señor Sierra fue su compañero de lucha y les unía un gran lazo de amistad.
Triunfó el Gral. Sierra y organizó su gabinete con personas del liberalismo… [y] nombró al Gral. Bonilla comandante del Puerto de Amapala…53"
Considero que la posición de Manuel Bonilla no fue tan al azar y tan romántica como la plantea la cita anterior. Sencillamente fue cauto, y él, junto con sus asesores, visualizó que no era el momento preciso para lanzar una candidatura. No quisieron cometer el mismo error de Policarpo Bonilla en 1894, y se propusieron la conquista del poder a partir de la organización y la lucha política, misma que les fue permitida hasta 1902, cuando la desesperación de Sierra por prolongar el poder a través del estímulo a la candidatura oficial de Juan Ángel Arias54, rompió el orden de relativa paz que vivía el país. La candidatura de Arias fue impulsada a sangre y fuego por parte del gobierno que la apoyaba desde los ministerios, fundamental- mente él de fomento, dirigido por el norteamericano Altschult, quien obligó a sus empleados a firmar las actas en favor de Arias 55.
Las elecciones se llevaron a cabo el 26 de octubre de 190256, finalizando el 28 de octubre.
51A. N. H. – Manifiesto. La Regeneración. Año 1, Nº212 (18 de febrero de 1895), pág. 2.
52A. N. H. – Como se formó el Partido Nacional. El Cronista. Año XXI, Nº 5,484 (27 de enero de 1932),
págs. 3-4.
53A. N. H. – Como se formó el Partido Nacional. El Cronista. Série VI, Nº 1,854 (19 de noviembre de 1918),
pág. 2.
54A. N. H. – Antecedentes de la guerra. El Rebublicano. Año 1, Nº 2 (2 de mayo de 1903), pág. 2.
55Los pormenores de asa guerra son descritos en el diario El Republicano, publicado en Tegucigalpa en mayo y junio de 1903.
56A. N. H. – El Rebublicano. Año 1, Nº 4 (13 de mayo de 1903).
Arias y Bonilla, los principales candidatos, vieron truncadas sus aspiraciones cuando ninguno de los dos logra la mayoría absoluta 57. Este acto se ve secundado por la participación de un tercer candidato fuerte en las elecciones de 1902. Esta candidatura fue la del Dr. Marco Aurelio Soto, quien restó buena cantidad de votos al General Bonilla y a su oponente Oficialista.
Este incidente trajo como consecuencia la intervención alevosa del congreso nacional, que pone de manifiesto la ansiedad, por parte de los liberales policarpistas, de seguir en el poder.
El congreso nacional comenzó su período de sesiones en diciembre de 1902, y su tema central fue la elección del presidente de la república, que se prolongó hasta una fecha pos- terior a la sugerida para la toma de posesión presidencial. Terencio Sierra depositó el poder en consejo de ministros para no violentar los preceptos constitucionales que ponían fin a su mandato. Por su parte Manuel Bonilla Decide de no esperar la decisión evidente del congreso nacional y decide proclamarse Presidente de Honduras. Así el General Bonilla toma posesión de su cargo, prestando juramento ante el alcalde de Amapala el primero de febrero de 190358.
El uso de la fuerza era requerido de nuevo por parte de los dos bandos. Manuel Bonilla se prepara para la lucha armada, mientras el congreso nacional, en su decimonovena sesión del 16 de febrero de 1903, se dispone al conteo de votos y a la elección del nuevo presidente. Este acto estuvo dominado por el vicio impositor de los diputados al servicio de Sierra.
"…En el escrutinio se eliminaron las actas de algunos pueblos por no tener las formalidades legales, se eliminan las actas de 65 pueblos, practicando el escru- tinio con las actas restantes, resultó un total de 58,539 votos, distribuidos de la siguiente manera:
Para presidente.
General Don Manuel Bonilla | 28,550 votos | 48.7 % | ||||
Dr. Juan Angel Arias | 25,118 votos | 42.9 % | ||||
Marco A. Soto | 4,857 votos | 8.3 % | ||||
Otros candidatos | 14 votos | 0.02 % | ||||
57La mayoría simple es aquella que da el triunfo al candidato que recibe mas votos sin tener cuenta del gran total de electores. La mayoría absoluta es la exige que el triunfante en una elección debe reunir la mitad más uno del número total de electores.
58A. N. H. – Reivindicación. El Rebublicano. Año 1, serie 1, Nº 9 (30 de mayo de 1903), pág. 1.
Para vice-presidente.
General Miguel R. Dávila 28,548 votos General Máximo B. Rosales 25,117 votos Rafael Alvarado Manzano 4,885 votos
Otros candidatos 19 votos
Y que siendo 29,269 la mitad del número de electores, aparece que ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta de votos, por lo que la comisión cree que el congreso debe hacer la elección de presidente y vice-presidente entre los tres candidatos con mayor número de sufragios.59"
La moción de que el congreso debía elegir el presidente es aprobada con 22 votos a favor y 6 en contra que proponen la repetición de la elección, por presentar vicios de nulidad. Sin embargo después de muchas discusiones "…Se procede a la elección del presidente y vice- presidente de la república entre los tres candidatos con mayoría de votos, mediante propuesta de la secretaría del congreso, 23 votan por el Dr. Juan Ángel Arias, 3 por Marco Aurelio Soto y 2 por Manuel Bonilla…, para la presidencia, y para la vice-presidencia 24 para Máximo B. Rosales, 2 para el Gral. Miguel R. Dávila y para el Dr. R. Alvarado Manzano 260".
Esta decisión del congreso hizo que, en Honduras, resurgiera el flagelo de la guerra intestina, y que Manuel Bonilla buscará el poder haciendo uso de la fuerza y llevando de nuevo al país al enfrentamiento entre compatriotas.
La guerra civil, que llevó al poder a Manuel Bonilla, culminó el 13 de abril de 190361, con su entrada triunfal en Tegucigalpa, tomando posesión definitiva del poder, que pretenderá sostener a sangre y fuego. Los actos de arbitrariedad son la orden del día en el gobierno de Bonilla, quien había prometido en su campaña que su gobierno sería uno digno de los hondureños.
En su plan de gobierno, presentado durante la campaña electoral, Bonilla apuntaba:
"Plan de gobierno:
A.- Que las garantías de los ciudadanos sean verdaderas.
59A. N. H. – Reivindicación. El Rebublicano. Año 1, serie 3, Nº 16 (24 de junio de 1903), págs. 1-2.
60Ibíd., págs. 1-2.
61Paredes, óp.cit., pág. 215.
B.- Que la educación y la instrucción sean populares…
C.- Que el manejo de las rentas públicas este a cargo de personas honradas.
D.- Acrecentar el poder productivo del país, y prescindir de aumentar o crear impuestos.
E.- Fomento de la inmigración honrada y laboriosa.
F.- Procurar la mayor seguridad de las personas y de las propiedades.
G.- Organización de las milicias nacionales.
H.- Mantener y estrechar las relaciones internacionales, bajo la mutua conveniencia y recíproca lealtad
Tegucigalpa, 29 de julio de 1902.62"
No obstante, las promesas y postulados de ese plan se vieron violentados en algunos de sus puntos cuando el Sr. Presidente, haciendo uso de sus facultades, arremete en contra de algunos medios de comunicación que le hacían oposición. Es el caso de la clausura del periódico El Diario de Honduras, al cual "…el dos de noviembre de 1903, se le retiró la franquicia postal y telegráfica y, el cuatro de diciembre… fue clausurado.63" Este acto es uno de los pre- cedentes para futuras violaciones a las libertades públicas y además el inicio de una crisis política que conducirá al golpe de Estado de 1904.
En cuanto a otros postulados de su plan de gobierno, Bonilla se preocupó por la creación de una escuela militar que formaría los futuros oficiales del ejército hondureño. Así, "…des- pués de constitucionalizarse, el general Manuel Bonilla creó la escuela militar por decreto No. 56 de la asamblea nacional constituyente, del 26 de agosto de 1904…64" La fundación de un centro de tal tipo perfila a Manuel Bonilla como el fundador del ejército organizado en Honduras.
El Gral. Bonilla creía mucho en el poder de las armas, dado que se había forjado en el fragor del combate, y aunque no lo manifestaba de manera verbal, sus actos a nivel de milicia dejan evidencia de tal actitud. Habiendo criticado antes a Sierra por emplear en su gobierno a extranjeros, Bonilla no se hace esperar para hacer lo mismo, rodeándose de extranjeros que lo apoyan, fundamentalmente en los aspectos militares.
62A. N. H. – Plan de gobierno. El Rebublicano. Año 1, Nº 6 (20 de mayo de 1903).
63Víctor Cáceres Lara. El Golpe de estado de 1904. Tegucigalpa: Universitaria, 1985, pág. 18.
64Inestroza, óp.cit., pág. 38.
Es en su gobierno donde hace su aparición el tristemente célebre mercenario norteamericano Lee Christmas65, quien ocupó el puesto de director de policía y ascendido consecutivamente desde 1902 a 1904 de Capitán a General de brigada por el mismo general Bonilla, y que después, en 1911, con financiamiento de la United Fruit Co., volverá a la aventura en compañía del Gral. Bonilla en busca del poder.
Luego Bonilla, en 1906, nombra al capitán chileno Luis Segundo Oyarzún director de la escuela militar. Este militar desempeñará su puesto hasta 1912, separándose de su puesto siendo presidente el mismo Gral. Bonilla66.
En otro orden de cosas, el gobierno del Gral. Bonilla, pretendiendo conducir al país por la senda de la "democracia", convocó a elecciones para diputados al congreso nacional. "Los comicios tuvieron verificativo los días…25, …26…27 de octubre de 1903, y no se manifestó ninguna imposición …"67
Los diputados electos tomaron posesión el 1 de enero de 1904, y desde que se inició su período de sesiones, muchos diputados opositores al gobierno de Bonilla enfilaron su función a la crítica mordaz al régimen, cuestionándolo por actos que atentaban contra las libertades públicas. Cuatro actos son los que encienden la llama de la discordia y la crisis política entre los Poderes del Estado.
A.- La muerte del diputado del entonces Depto. de Gracias, Pedro A. Trejo y la del coronel Ezequiel Romero, a manos de militares al servicio del gobierno.68
B.- La clausura del Diario de Honduras (acto ejecutado por Lee Christmas).
65Christmas, Leon Winfield, – 1863-1924 (Hermann Bacher Deutsch. The Incredible Yanqui: The Career of Lee Christmas. Longmans, Green y Company, 1931): este personaje, es mencionado en casi toda la literatura relacionada con Manuel Bonilla o con las compañías bananeras. Para el caso, Thomas McCann (Thomas McCann. Una Empresa norteamericana. México: Grijalbo, 1977), lo describe como un soldado de fortuna que siempre tenía una
revolución preparada por si lo necesitaba la empresa. Los hechos también lo presentan como un amigo íntimo de Manuel Bonilla (Early Davis. "The Hoghead Who Became Dictator of Honduras". En: Railroad Stories 14.N°
2 [mayo de 1934], págs. 4-14). Fue el autor material del golpe de Estado de 1904, ejecutando la captura y prisión de Policarpo Bonilla, y otros ocho diputados opositores al gobierno de Manuel Bonilla.
66Inestroza, óp.cit., págs. 75-77.
67Cáceres Lara, óp.cit., pág. 17.
68Matías. Funes. Los deliberantes: el poder militar en Honduras. Colección Códices : Ciencias sociales. (Se trata de Matías Funes, hijo). Editorial Guaymuras, 1995, pág. 88.
C.- La oposición a la ampliación del cuerpo de policía por parte de diputados opositores al gobierno que habían sufrido la mano dura de la policía.
D.- El incendio a la escuela de artes y oficios.69
Esos cuatro actos hacen que Manuel Bonilla, sintiéndose impotente para enfrentar políticamente al poder legislativo y confiado en el poder que tenía sobre fuerza militar y sobre su jefe de policía (Lee Christmas), declare el 8 de febrero de 1904 un golpe de Estado, arrestando y encarcelando a Policarpo Bonilla y otros 8 diputados. Bonilla también es expropiado de sus bienes y acusado de traición a la patria. Este golpe de Estado postulará al Gral. Bonilla como el gobernante omnímodo de Honduras y el caudillo predilecto del capital transnacional.
Esa condición de caudillo predilecto del capital transnacional se pone de manifiesto desde el mismo momento de su ascenso al poder, al cual llegó ayudado por las armas norteamericanas, como lo declara el "Mayor General Smedley D. Butler…(que ayudó D.I.) a "corregir", en 1903, a Honduras, para las compañías frutícolas norteamericanas…"70
Así, en lo que va de 1903 a 1911, se consolida el poder de las empresas bananeras en Honduras. Con su poder económico se desarrolló también su influencia política, que se refleja en la colaboración descarada del capital extranjero en el auspicio al caudillismo, que coarta, sin ninguna duda, el desarrollo de las instituciones políticas organizadas en Honduras. En tal sentido, los gobiernos subsiguientes a Manuel Bonilla serán una nueva modalidad de caudillos, los caudillos del banano.
Los hechos analizados en este capítulo demuestran que, pese a los intentos de Soto y Rosa por construir un Estado nacional o modernizar el Estado, estos no pudieron vencer el virus de la montonera y el caudillismo. Los hechos políticos posteriores a 1883 demuestran que, en Honduras, el grupo en el poder nunca pudo crear los cuadros necesarios para la conducción de la Cosa Pública y la estructuración de organizaciones políticas de clase. La misma crítica es válida para los sectores trabajadores de Honduras. Estos últimos, a pesar de los embates de privatización hacia la propiedad comunal y el desarrollo incipiente de la industria y el comercio, no pasan por un proceso de proletarización y siguen sujetos a estructuras de producción precapitalistas 71.
69Los cuatro actos que a nuestro modo de ver, causan la crisis política de 1904, son descritos por Víctor Cáceres Lara (Cáceres Lara, óp.cit.) de forma detallada y haciendo uso de fuentes de primera mano
70Leo Huberman. Nosotros el pueblo. México: Nuestro Tiempo, 1984, págs. 337-338.
71Un estudio hecho en el Municipio de Choluteca (José Salvador Barahona, Luis Adolfo Sánchez y José Da río Izaguirre. "La evolución de la propiedad privada terrateniente en el municipio Choluteca, Honduras (1861- 1891)". Tesis previa al grado de Bachiller en historia. Tegucigalpa: Universidad Nacional Autónoma de Honduras, 1989), muestra que las medidas de expropiación de la tierras de la iglesia y la parcelación de estas últimas en favor de los campesinos durante el mandato de Soto, no hace sino convertir a estos en presas fáciles de los latifundistas, acaparadores, ganaderos y caficultores. Pasando así el municipio, en pocos años, a pertenecer a unas cuantas familias que continúan hasta bien entrado el siglo XX a promover relaciones de producción precapitalistas y a fundar alianzas con el capital extranjero, principalmente alemán-
Después de Soto, Luis Bográn (el continuador) no fue capaz de crear la situación política necesaria para la formación de un partido estamental o de clase, mucho menos para buscar un sucesor que emulara sus esfuerzos y los de sus predecesores. Aunque con un poco de visión, Bográn quiso realizar el sueño de Rosa, fundando el Partido Progresista, mismo que sobrevivió lo que duro la elección, que como muchas o casi todas en Honduras, estuvo viciada.
Pese a todos los vicios que haya tenido la elección de 1891, el Partido Liberal, nunca debió alzarse en armas, puesto que ellos mismos en algunos momentos se pronunciaron en contra de la violencia. Empero, el desarrollo de los acontecimientos demostró dos cosas:
A.- El Partido Liberal, no tenía la capacidad política de hacer una oposición seria, o siquiera a partir de ella ayudar a construir el ansiado Estado nacional.
B.- El Partido Progresista (también liberal), al igual que su presidente, formado en la escuela de las montoneras de mediados del siglo XIX, tampoco es capaz de buscarle una solu- ción puramente política al problema, generándose así una situación política llevada al plano militar.
Esta incapacidad ideológica producto, tal vez, de la falta de práctica política, hace que los hondureños retrocedan a la época oscura de la anarquía, ahora con el aditivo del caudillismo partidista y la intervención del capital transnacional.
La inmadurez ideológica de los dirigentes políticos de la época hace que la problemá- tica política se dirima por otros medios, en los cuales tampoco existe una seguridad total para alcanzar el triunfo. Los levantamientos armados de Leonardo Nuila, Manuel Bonilla y Terencio Sierra tienen importancia en tanto que rompen el telón que mantuvo ocultos los sentimientos guerreristas, pero no tienen la acogida de los movimientos anteriores, en don- de en cuestión de meses, y a veces de días, las situaciones eran controladas y el poder era usurpado. Los procesos de revuelta son más largos y los cambios de bando de sus promotores son frecuentes.
Sin embargo, la experiencia de 1891-1894 demuestra que aún después de los gobiernos de Soto y Bográn, el Estado no tenía un control total sobre el aparato represivo. Esto le costó al movimiento armado liberal reformista (Bográn y sucesores) muchas derrotas.
La guerra civil analizada en este capítulo, además de las situaciones planteadas, presenta otro tipo de características de mucho interés. La falta de armamento entre los alzados que los obligó a desarrollar estrategias de asalto a arsenales para desarrollar su movimiento. Por otra parte, la intervención de otros países centroamericanos es tardía, y no se da sino bajo el compromiso evidente de retribución entre los jefes rebeldes de Nicaragua y Honduras en 1893, cuando los hondureños alzados ayudaron a José Santos Zelaya a alcanzar el poder en Nicaragua.
La llegada de Policarpo Bonilla al poder con su severa crítica al poder absoluto, el autori- tarismo y el continuismo, traerá una nueva etapa en la vida pública de Honduras, buscará la modernización del Estado a partir de reformas de orden jurídico-legal, pero, al igual de sus precedentes, colaborará a generar el continuismo, el cual adquirirá otros matices.
Se ha visto, a lo largo del análisis de la guerra civil de los años 1891-1894, que la lucha partidista queda limitada al enfrentamiento entre caudillos de ideología liberal, pues las enti- dades políticas que se forman son efímeras y no toman forma definida sino hasta la primera mitad del siglo XX.
No obstante, los acontecimientos bélicos de la última década del siglo XIX marcan el inicio de una nueva etapa en la vida política del país. Es la restauración del caudillismo y el surgimiento de una nueva modalidad de guerras civiles, que ya no son producto de la búsqueda constante de los destinos de Honduras, debido a que a partir de allí será el capital extranjero quien se encargará de quitar y poner presidentes de acuerdo a su conveniencia.
Esos sucesos marcan además el fin de la continuidad del proyecto sotista y el ascenso de un nuevo grupo de liberales al poder, mismos que bajo la protesta de fraude e imposición en las elecciones de 1891, y so pretexto de cambiar instituciones públicas obsoletas, escogen el camino de las armas. Esta escogencia hace que los alzados nieguen "uno de los principales postulados del Partido Liberal, el alcanzar el poder por la fuerza del voto. Así, el Dr. Policarpo Bonilla, quien atacó de frente el personalismo, se convirtió en la cabeza actuante y simbólica del Partido Liberal…"72, originándose así una nueva generación de caudillos.
Los caudillos que dirigieron el país desde 1894 hasta 1915 presentan una característica común: todos, de una u otra manera, tuvieron que ver con la revuelta policarpista, ya sea como militares o como destacados hombres públicos. Estos se enfrentaron en contiendas electorales que culminaron, casi todas, en guerras como medio óptimo para alcanzar el poder. Por otro lado, los compromisos adquiridos por los individuos que buscan el poder con el capital transnacional convierten a Honduras en un testaferro más de la política imperialista.
72Stokes, óp.cit., pág. 10.
Aunque los errores cometidos en el pasado por los mandatarios de Honduras no pueden ser ya enmendados, en sus constantes ensayos por construir el Estado nacional, los políticos del siglo XIX dejan algunos visos de brillantez política, que se ven opacados por el virus de la actitud personalista.
La emisión de la constitución de 1894 y las transformaciones al aparato jurídico del Esta- do, la creación de una escuela militar, la creación del fuero militar, y el intento por desarrollar los aparatos ideológicos del Estado mediante la formación de partidos políticos son, entre otros, factores que no se pueden pasar por alto, tomando en cuenta la debilidad política de los caudillos que, de 1894 en adelante, gobernarán Honduras.
CapÍtulo 4
Capitalismo enclave y partidos políticos
RevoluciÓn en Europa, antecedente de la inserciÓn de capital extranjero en Honduras
Para finales del siglo XVIII, en Europa el capitalismo se había consolidado. La clase burguesa había triunfado sobre las estructuras feudales y comienza una nueva etapa para el mundo, a expensas de ser conquistado por la nueva maquinaria económica que surge de las ruinas del feudalismo.
España, como parte del proceso de transformación social, tiene que ceder en el terreno del dominio sobre las colonias americanas que por su mismo aislamiento y sumisión a la corona española, no pudieron desarrollar clases dominantes fuertes. Las estructuras de producción coloniales persisten después de la independencia. Lo que permitió que los antagonismos de clase propios del capitalismo no se manifestaran sino tardíamente en los nuevos países.
Para Europa, la instauración del capitalismo trajo consigo la lucha por la construcción de nacionalidades, con el fin de consolidar mercados que beneficiaran a las burguesías nacionales de esos países permitiéndole su incorporación al mercado capitalista mundial.
Los movimientos nacionalistas de Alemania, que se consolidan entre 1850 y 1870, y la formación de la nacionalidad italiana (1859-1870)1 influirán para que en América surjan también movimientos unificadores que pretenderán la formación de una nacionalidad determinada.
1Jesús María Palomares y col. Historia del mundo contemporáneo. Madrid: ANAYA, 1981, pág. 206.
Los movimientos unionistas en Centroamérica son intentos de formar la nacionalidad centroamericana y serán muchos durante el siglo XIX. Sin embargo, son movimientos unificadores que no tienen eco dentro de la gran mayoría de la población, y menos aún en la clase dominante de los países centroamericanos.
Además, el capitalismo trajo para Europa el surgimiento de nuevas clases sociales que transformaron el tamiz político europeo. Las revoluciones burguesas de 1830 y 1848, que asesinan el germen de la monarquía absolutista, consolidarán a la burguesía en el poder y contribuirán al surgimiento de la clase obrera organizada, misma que constituirá partidos de clase que harán frente a las organizaciones burguesas.
En contraposición a Europa y a los países capitalistas de ultramar, América en general, después de la independencia, se desenvuelve en un período de constante anarquía. Lo que para Europa fue unidad para América fue separación, pues las potencias capitalistas buscarán la forma de separar a las repúblicas que, imitando a su hermana mayor del norte, pretendían formar una república grande.
Así, el segundo cuarto del siglo XIX será testigo de la disolución de la federación centroamericana, en donde "cada aldea se convirtió en Estado y de los escombros de la anarquía y las guerras civiles surgieron cinco países sin posibilidades históricas de realizarse como Estados soberanos."2
Los Estados centroamericanos, amorfos, sin proyectos de desarrollo claros y sin políticas económicas definidas, descollarán ante el mundo como los cinco enanos vulnerables ante el gigante conquistador que los supo dividir en su beneficio.
En definitiva, la ruptura del orden federal hará que surjan en Centroamérica caudillos que querrán dominar cada república, no como los dueños de una hacienda, sino como capataces fieles a un patrono al cual no se le puede traicionar, el capital extranjero.
Honduras fue víctima de la política separatista del capital, y desde la ruptura de la federación, se vio enfrascada en guerras civiles auspiciadas por el capital extranjero, cuya dinámica cambió a partir de la segunda revolución industrial, que presenta fenómenos de trascendental importancia. "El progreso técnico y organizativo de las empresas industriales, el sensible estacionamiento económico de Inglaterra frente al desarrollo de otros países como Francia y Alemania… La incorporación de casi todos los países europeos a la revolución industrial
2C. D. C. H. – Ramón Castro. "La penetración imperialista en Honduras". Tegucigalpa, Sin fecha, pág. 4.
y finalmente, el espectacular despegue de los Estados Unidos y Japón."3 Estos, entre otros, son fenómenos que caracterizan la dinámica del capital en el período que va de 1870 a 1914. En ese contexto, el mundo se transformará en un tablero de ajedrez en donde cada espacio libre y no capitalista se convertirá en una pieza que, según la forma y la habilidad con que los competidores de capital la muevan, determinará el triunfo o la pérdida en la inversión capitalista.
Para finales del siglo XIX, el capitalismo sufre una transformación tremenda. Aunque agresivo en sus orígenes, el capitalismo mantuvo un ambiente de cordialidad entre los que forman parte de su órbita. Sin embargo, al momento de haber consolidado sus mercados internos, los países capitalistas necesitarán espacios no capitalistas para la colocación de sus mercancías y la obtención de materias primas baratas. Este fenómeno conducirá a que los capitalistas profesen por la constitución de imperios de capital en férrea competencia por incursionar en espacios aún no penetrados por el capital.
El auge del imperialismo llevará a la nueva conquista del mundo y a su repartición de forma alevosa. Europa pierde interés por América y procede a la repartición de África "en la conferencia de Berlín en 1885."4 Así, el camino para la nueva conquista de América por parte de los Estados Unidos está libre y la oportunidad no es desaprovechada.
Honduras es una de las víctimas de la penetración imperialista norteamericana que se destacará por la intervención directa o indirecta en las cosas internas de la nación. La incursión de capital extranjero y la debilidad de los grupos dominantes para competir con el gran capital conllevará a que no existan organizaciones maduras que sean capaces de contra- rrestar el avance capitalista. Así, las pretendidas organizaciones políticas que surgen hacia finales de 1800 se convierten en firmes defensores del capital imperialista, fundamentalmente norteamericano.
PolÍtica econÓmica de enclave en el marco de la formaciÓn de los partidos politicos
El capitalismo, en su fase imperialista, originará fenómenos de tipo político que transformarán la dinámica del desarrollo social y económico mundial. Es precisamente hacia el fin del siglo XIX cuando en el mundo los extremos del dominio se evidencian aún más y las luchas de los dominados por salir de su condición son mayores.
3Palomares y col., óp.cit., pág. 254.
4Ibíd., pág. 297.
Estos extremos son notorios en Europa, donde los obreros que se constituyen en clase comenzarán su lucha antagónica, que tendrá sus máximos reflejos en la Comuna de Paris.5 Por otro lado, la burguesía triunfante después de las revueltas obreras se preocupará por acrecentar su poder, desarrollando la segunda revolución industrial 6.
En cambio, los proyectos liberales que surgen como contrapartida de alternativa a las revueltas postindependentistas, en Centroamérica, se encontrarán con serios obstáculos, entre ellos el problema del letargo económico de sus pequeñas naciones y la no formación de burguesías nacionales. Estos problemas harán que los promotores de las reformas liberales se vean en la necesidad de recurrir a la introducción de políticas de inmigración para gene- rar, por un lado, industrialización, y por otro un mercado de trabajo y de mercancías que le asegurara buenas ganancias al Estado.
En los gestores de los proyectos liberales siempre estuvo la idea formar Estados nacionales, y al parecer tenían clara la concepción de lo que eso era. Empero, la incapacidad económica heredada del período colonial y el hecho de haber estado dominados durante 300 años por una potencia económica que hasta cierto punto vio pasar de lejos la revolución indus- trial, hace que estos países tengan problemas para desarrollar entre otros, la exportación. Los países de Centroamérica, a diferencia de las antiguas colonias inglesas, no cuentan con los medios de comunicación y transporte para desarrollar las actividades comerciales internacionales y sus mercados internos. Además, el hecho de las constantes luchas intestinas entre los "caciques" o caudillos locales limitará la integración regional al mercado nacional, lo que creará una especie de satrapías autárquicas que buscarán, en determinado momento, la secesión como camino para solidificar el poder de una o algunas familias. Tal es el caso de las Facciones de Olancho en Honduras.7
Fue intención de los precursores de la reforma liberal tratar de solventar los problemas de desintegración y letargo económico de Honduras. A partir de 1876, los reformadores incentivaron la producción. Ellos visualizaron al monocultivo como salida al problema económico, proponiendo al café como alternativa al declive de las producciones ganadera, de tintes naturales y de tabaco, fundamentalmente.
5Charles de Montrevel. Nouvelle Histoire de La Commune de Paris En 1871. Hachette, 2012.
6Ver Eric Hobsbawm. Entorno a los orígenes de la revolución industrial. Madrid: Siglo XXI, 1983, Eric Hobs- bawm. L"Ère du capital : 1848-1875. Hachette, 1997 y Eric Hobsbawm. L"Ère des empires : 1875-1914. Hachette, 1997
7Las facciones de Olancho son movimientos armados que se dan en esa región de Honduras durante los años de 1864-65. Estos movimientos se pueden considerar, a opinión propia, como intentos secesionistas, al declararse la República Libre de Olancho y querer instaurar un gobierno local (ver Mejía, Historia de Honduras, vol. IV ).
En Centroamérica, el auge de la producción cafetalera había rendido buenos resultados, principalmente en Guatemala, El Salvador y Costa Rica, donde las reformas liberales habían comenzado mucho antes. En Honduras, "nunca se estableció un régimen de producción y exportación de café como en los otros países…"8 y después de varios intentos fallidos para la implantación del café como principal producto de exportación, conduce a que el gobierno reformista de Marco Aurelio Soto, después de una propaganda abierta en favor de la agricultura, declare, en 1883, que Honduras es un país minero por excelencia que necesita, además, de los capitales extranjeros.9 Pero tampoco la minería resuelve el problema económico de Honduras y la única salida de los reformadores es el incentivo a la inmigración, no sólo de personas, sino de capital, para desarrollar el país. Esta inmigración se hace en detrimento de los intereses nacionales y compromete la soberanía de los recursos naturales. Así en un informe del cónsul de los Estados Unidos en Honduras para 1892 se puede ver que existen en el país más de 30 minas registradas, de las cuales 19 son estadounidenses, 9 son inglesas, 2 son honduro-francesas, 1 es suiza y 1 es francesa. Además, de todas ellas son tres minas estadounidenses las que están en plena producción.10
Como se puede ver la inversión nacional en esos proyectos mineros es poca y los principales acreedores de las minas son extranjeros.
El constante ensayo de diversas formas para integrar al país al mercado internacional por parte de los de los conductores de la reforma liberal, extraviará a estos últimos en sus propósitos, de tal manera que Honduras entrará al siglo XX sin haberse conformado como un Estado nacional en el sentido estricto de la palabra. Será el capital transnacional quien, al intervenir, le de a Honduras fronteras más o menos definidas a su conveniencia y un mercado interno regionalizado con mayor actividad en las áreas de influencia de la inversión extranjera.
8André Gunder Frank. Lumpenburguesía y lumpendesarrollo. México: ERA, 1981, pág. 74.
9Ciro Cardoso y Héctor Pérez B. Centro América y la economía occidental (1516-1930). San José: Universitaria, 1986, pág. 286.
10James J. Peterson y United States Bureau of Foreign Commerce. Mining Companies in Honduras. Report by
Consul Peterson, of Tegucigalpa. Include in: Reports from the Consuls of the United States, United States. Bureau of Foreign Commerce. N° 136-139. U.S. Government Printing Office, 26 de mayo de 1892, págs. 31-32.
Corporaciones comerciales, enclave e intervención (1860-1911)
El propósito de este sub apartado es hacer un breve análisis de la situación de penetración de capital extranjero en Honduras a partir de 1860 y de las intervenciones que se hicieron a través de éste en la política nacional hasta 1911.
La economía hondureña ha estado regida por la producción agrícola y, en general, los gobiernos han puesto prioridad al desarrollo de un sólo cultivo de acuerdo a la época histórica, descuidando a otros rubros que podían generar ganancias al Estado.
Uno de los cultivos que siempre ha tenido cierto grado de importancia ha sido el banano, mismo que ha estado presente en América desde 151611, incorporándose rápidamente a la dieta de los pobladores. La producción bananera aumenta y, para la década de los años 60 del siglo XIX, este producto ya estaba conquistando el mercado estadounidense.
Como se ha dicho, la dinámica del capital obliga a que los países industrializados busquen primeramente donde colocar su mercancía excedentaria, sin buscar tanto la inversión directa como lo harán posteriormente. Este intercambio primario de mercancías se desarrolla por medio de corporaciones comerciales o empresas cuya única actividad será el transbordo de materias primas desde los países productores a la metrópoli, así como la introducción de algunos productos originados en las grandes industrias capitalistas.
Así, en Honduras se cuenta con datos de que "El banano se empieza a cultivar con fines comerciales allá por los años 60 del siglo XIX, siendo uno de los iniciadores del cultivo el franco antillano Benjamín Belisle…"12 Este cultivo embrionario se desarrolló de tal forma que permitió la instalación de ciertas firmas corporativas que se encargaban de la comercialización del banano, principalmente con el puerto de New Orleans en Estados Unidos "…y desde 1870, la New Orleans and Bay Island Company había conseguido instalar la producción procedente del litoral caribeño en el mercado de New Orleans…"13
Estas corporaciones se verán favorecidas por el incremento del consumo del banano en los Estados Unidos, mismo que fue incentivado por el acrecentamiento del flujo de este producto procedente de las islas del Caribe.
11Cardoso y Pérez B., óp.cit., pág. 275.
12C. D. C. H. – Ramón Castro, óp.cit., pág. 3.
13C. D. C. H. – Posas, Mario. "El Enclave bananero en Honduras". Tegucigalpa, 1976, pág. 3.
El antecedente de este flujo frutícola es descrito de la siguiente forma:
" Corría el año de 1870 cuando Lorenzo D. Baker, que era el capitán de un barco, llevó en su goleta racimos de banano que le había entregado en Jamaica un cultivador de esta fruta. Baker vislumbró que dicha fruta podía constituir una fuente para negociar y se puso a trabajar en ello. Por otra parte, ese mismo año de 1870, Andrew Woodbory Preston, que era un empresario independiente, se constituyó en el primer comerciante vendedor de banano en Boston. Corren los años y el negocio de la fruta progresa, y para el año de 1885, Baker, Preston y ocho personas más fundan la Boston Fruit Company…"14
Esta empresa evolucionó con tal éxito y de tal forma que hizo que uno de los productores independientes más fuertes de C.A., Minor Keith15 , entrara en negociaciones con los socios de la referida compañía y pasaran a formar la United Fruit Co., que "se incorporó el 30 de marzo de 1899 bajo las leyes del estado de New Jersey…"16 Esta empresa es el primer ejemplo de una gran corporación comercial que será garante de los intereses del capital transnacional hasta bien entrado ya el siglo XX. Es de notar que, aunque la United Fruit se funda en 1899, "hasta poco antes de 1914, su actividad en Honduras se limitó a la comercialización de los bananos, y eso por medio de compañías intermediarias…"17
Esta breve síntesis sobre la formación de la United Fruit Co., solamente la hacemos como una referencia a las empresas corporativas en América, ya que, a la par de la UFCO, existirán otras de más pequeño tamaño pero que igual eran representantes del capital extranjero y que se vieron, en determinado momento, inmiscuidas en las decisiones políticas de los países de América Latina y de Honduras en particular.
A mediados de la década de los ochenta del siglo XIX, se registra en Honduras la existencia de 20 compañías que se dedicaban a la comercialización de frutos y otro tipo de mercancías.18, Pese al carácter de intermediarias que la mayoría de estas compañías tienen, ellas se verán inmiscuidas muy tempranamente en guerras caudillistas que desangraron al país hacia finales del siglo XIX y principios del XX.
14Luisa María Arteaga. "Golpe al infierno". En: Granma (9 de marzo de 1974).
15Stacy May y Plaza Galo. La United Fruit Company en América Latina. México: Nuevo Mundo, 1959, pág. 6.
16Ibíd., pág. 7.
17Marvin Barahona. Hegemonía de los Estados Unidos en Honduras (1907-1932). Tegucigalpa: CEDOH, 1989, pág. 56.
18Ibíd., pág. 54.
Aunque para 1890 no se había fundado aún la united Fruit Co., nos atrevemos a pensar que algunas de las pequeñas corporaciones comerciales existentes en Honduras ya eran intermediarias de la Boston Fruit Co., y es así que Luis Mariñas Otero19 y Marvin Barahona,20 mencionan a dos compañías comercializadoras de frutas que, bajo la supervisión del gobierno hondureño, desarrollaban actividades de compra de fruta, que después posiblemente vendían a la Boston Fruit Co. Estas compañías eran la Salvador Oteri21 y la Pizzati Brothers Co.22 Estas dos compañías serán posteriormente absorbidas por la UFCO junto con otras empresas de menor cuantía.
Si tratamos de poner el papel de las compañías transnacionales en el contexto del surgimiento de los partidos políticos en Honduras veremos que sus líderes nunca estuvieron al margen de la influencia de estas empresas. Así, retomando nuestro análisis, vemos como llegado el año de 1891, el presidente Bográn convoca a elecciones en las cuales entran en contienda dos organizaciones políticas embrionarias y dispersas que buscan el poder de la nación; una que pretende ser la continuación de la política reformista legada por Soto y otra que se ufana de ser la más pura expresión del liberalismo. Estas dos organizaciones se verán enfrascadas en una revuelta que tuvo sus orígenes en el supuesto fraude montado por la ad- ministración Bográn y se vio continuada en una serie de hechos ya descritos en el Capítulo II, entre los que se destacan el levantamiento del Gral. Leonardo Nuila.
Nuila se levantó en armas en contra del gobierno de Leiva el 23 de junio de 1892. Este hecho resalta algunos detalles importantes, me refiero a la intromisión del capital extranjero en dos sentidos: la provisión de armamentos de los bandos en contienda y la asesoría en cuanto al desarrollo de los acontecimientos.
Así, por ejemplo, "… posesionados del puerto de La Ceiba (los alzados D.I.) lograron apoderarse de los elementos de guerra que conducía un vapor procedente de los Estados Unidos y, teniendo esto, deciden preparar el asalto de Trujillo…"23 Posteriormente, cuando la plaza de La Ceiba está bajo control de los alzados, se trasladaron en vapor hacia el puerto de Trujillo donde el comandante de ese, Luis Refsman, no opuso mayor resistencia y pasa del lado de los insurgentes.24
19Mariñas Otero, óp.cit.
20M. Barahona, óp.cit.
21Mariñas Otero, óp.cit., pág. 81.
22M. Barahona, óp.cit., págs. 45-56.
23A. N. H. – Levantamiento de Nuila en la costa norte. La Regeneración, pág. 1.
"Sólo quedaba por tomarse Roatán y Cortés, el hombre que estaba al mando de las Islas de la Bahía era el comandante Dr. Benigno D. Tamayo, de origen cubano, quien era partidario del gobierno… El 26 de junio por la tarde salió de Trujillo el vapor JOSE OTERI …pero por causa del mal tiempo en tempestad la expedición no tiene ningún triunfo… La expedición retorna a La Ceiba donde los principales CAPITALISTAS25… apoyaban a la revolución."26
Leonardo Nuila, habiéndose apoderado de dos de los principales puertos de la Costa Nor- te, decide incursionar en el territorio hondureño y se dirige a Olanchito, donde establece su campamento para desarrollar nuevas acciones en contra del Gobierno, decidiendo montar un campamento en un lugar estratégico que le permitiera el avance hacia el interior y "… envió al coronel Pedro Torres a ocupar Quiebra Botija, unas dos leguas de la ciudad de Yoro quien, llegado a ella, esperaba que para el 20 de julio en La Ceiba el vapor JOSE OTERI, comprometido en LLEVAR ARMAMENTO27 (que luego sería enviado a Quiebra Botija D.I.), llegaría a La Ceiba pero el espionaje que el gobierno de Comayagua tenía establecido imposibilitó el desembarco de los elementos de guerra destinados a la revolución…"28
Posterior a estos incidentes de marcada intervención foránea en los asuntos internos de Honduras, nos
encontramos con que la otra empresa citada, la Pizzati B. Co., tiene un papel aún más determinante en el desarrollo de los acontecimientos de 1892, pues es un vapor de esa compañía quien decide la suerte de un grupo de alzados en La Ceiba.
En ese mismo levantamiento, en julio de 1892, al ser avisado el Gral. Manuel Bonilla que tenía que reforzar las posiciones de La Ceiba, éste se pone en camino desde Guatemala llegando a La Ceiba el 24 de julio, donde se da a la tarea de organizar la defensa del puerto que ya se veía amenazado de un ataque por mar.
" El vapor PIZZATI cruzaba las aguas hondureñas y el Gral. Bonilla trató de averiguar su rumbo… y según se decía este vapor estaba armado en guerra y llevaba 800 hombres, en principio se creía que el vapor transportaba FRUTA, pero en realidad los COMERCIANTES de este vapor tenían enemistad con Leonardo Nuila… y se pusieron al servicio del gobierno de Leiva.
24Ibíd.
25los subrayados son nuestros
26A. N. H. – Levantamiento de Nuila en la costa norte. La Regeneración, pág. 1.
27Los subrayados son nuestros
28A. N. H. – Levantamiento de Nuila en la costa norte. La Regeneración, pág. 1.
Bonilla, calculando que el puerto iba a ser bombardeado, decidió prepararse. El 27 de julio, el vapor PIZZATI comienza un gran fuego de artillería contra ellos (los alzados D.I.) y la fuerza enemiga avanzará sin que la pequeña fuerza revolucionaria la detuviese. Se acampa el ejército victorioso, preparándose para atacar el puerto de La Ceiba…29
Seguidamente y cuando el Gral. Ordóñez ha tomado ya el Puerto de Ceiba, comienzan los preparativos para el ataque contra el puerto de Trujillo comandado por Luis Refsman. Este último, al tener conocimiento sobre la aproximación del vapor PIZZATI en aguas de La Ceiba, manda un refuerzos al ejército alzado a La Ceiba, pero cuando llegaron la plaza había sido sitiada por Ordóñez y se encuentran con la noticia que el vapor PIZZATI30 atacaría Trujillo. Ordóñez sitia el puerto de Trujillo y pide la entrega del puerto por la vía pacífica, dándoles plazo de siete días para retirarse. Al final, Refsman y su gente entregan el puerto bajo la amenaza inminente de un ataque artillado del vapor Pizzati, cuya intervención fue determinante en el desenlace de los hechos.31
Es interesante observar, en las citas anteriores, como, en el desarrollo de los acontecimientos, se presentan detalles que nos pueden indicar el tipo de intervención que las pequeñas empresas corporativas hacen en la política nacional. La OTERI, por un lado, proveyendo transporte y armamento a los liberales alzados, aunque en determinado momento falla en su promesa de enviar armamento lo que implicó el debilitamiento de las fuerzas rebeldes y que culminó con la captura de los principales jefes y la diaspora de los integrantes de la tropa. Del otro lado, tenemos la PIZZATI B.CO. que interviene de parte del gobierno (al lado de los liberales defensores del mismo), apoyando a las tropas del ejército leivista con fuego de artillería mientras los infantes avanzaron al asalto de las posiciones de Manuel Bonilla.
Creo que la enemistad a la que algún periódico de la época hace mención entre la compañía y determinado militar o bando, fue la justificación para que la Pizzati o la Oteri intervinieran en las acciones militares de 1892, de forma tal que cualquiera de los bandos les asegurara su actividad comercial en la costa norte de Honduras.
El auge del banano fue creciendo y con el también crecieron la exigencias de producto en el exterior, de forma que "… el mercado fue extendiéndose más allá de los puertos de entrada, la mayor parte de las empresas pequeñas e ineficientes que habían gozado temporalmente de éxito fueron desapareciendo y en la época en que se fundó la United Fruit Co. subsisten apenas 22 empresas…"32
29A. N. H. – Heróica resistencia de Manuel Bonilla en la Ceiba. La Regeneración, pág. 1.
30Todos los subrayados son nuestros
31A. N. H. – Luis Refsman en Trujillo . La Regeneración. Série 2, Nº21 (7 de mayo de 1894), pág. 1.
Pero el ocaso de la desaparición de las empresas pequeñas comercializadoras del banano traerá consigo otro fenómeno que a la vez es consecuencia del desarrollo capitalista. Me refiero a la formación de verdaderos monopolios comerciales que regirán la dinámica local durante mucho tiempo.
Siempre que se habla de la inversión extranjera, la atención de los estudios se centra en la costa norte de Honduras al hablar de agricultura y en el centro del país cuando se habla de minería. Empero, el sur del país también fue prolífero en corporaciones comerciales que se extendieron en casi toda la región centro y sur de Honduras, en donde las empresas norteamericanas no miraban mayor provecho.
Con el establecimiento de la reforma liberal y el incentivo que ésta puso a la inmigración, se establecieron en la zona sur de Honduras algunas familias, alemanas en su mayoría, que, debido a su espíritu emprendedor, establecerán algún tipo de empresas comerciales cuya razón social será el comercio de bienes y servicios en las comunidades en que se establecieron.
"Los grupos familiares alemanes Rössner, Siercke, Könkhe, Uler y Merz, entre otros, se establecieron en el puerto de Amapala, en el sur del país. Los mismos se vieron beneficiados por el incremento en la actividad económica estimulada por la explotación minera de San Juancito. Amapala devino el puerto de los minerales y el centro comercial por excelencia. Algunas de estas familias alemanas más tarde llegaron a controlar el comercio y los servicios de transporte de dicho puerto."33
La instalación de esas familias alemanas estimulará las actividades comerciales de la zona sur, al grado que la familia Siercke prolongará sus actividades hasta las postrimerías de los años 1930 en Honduras, logrando establecer una buena cantidad de sucursales hasta en los lugares más aislados del país. Por otro lado, la firma Rössner & Cia. se establecerá en Amapala hacia principios de la década de los noventa del siglo pasado, dedicándose a la comercialización de productos exportables desde el puerto. embarque de cabotaje
32May y Galo, óp.cit., pág. 6.
33M. Barahona, óp.cit., pág. 76.
Además, controlaba el entre la Isla del Tigre y la tierra firme.34 Esta firma, al igual que la Uler, establecerá plantaciones cafetaleras en el municipio del Paraíso, de las cuales aún quedaban algunas funcionando en manos de nacionales hasta el fin del siglo XX.35
Estas empresas tendrán una significación menor en lo relacionado a los acontecimientos políticos, o al menos no se cuenta hasta el momento con datos tan reveladores como los citado en el caso Nuila. Sin embargo, su presencia no se puede dejar de mencionar.
El capital extranjero, después de haberse dedicado a las actividades de comercialización, pasa a una fase que en el lenguaje de la ciencia social se denomina política económica de enclave.
"Es decir, empresas de propiedad extranjera que tienen intereses y que ejercen un alto grado de control tanto en las fases de producción como en las de comercialización de los productos. El poder y la influencia de las compañías bananeras (en nuestro caso D.I) ha sido tan grande que muchos no han dudado en hablar de un Estado dentro de otro Estado… La economía de enclave se caracteriza por efectos muy poco dinámicos para el resto de la economía nacional. La expansión económica se queda limitada a la zona de producción."36
El antecedente inmediato de la política de enclave en Honduras se circunscribe al contrato que Marco A. Soto establece en 1880 con ciertos norteamericanos para fundar la New York And Honduras Rosario Mining Company37, en la cual el presidente Soto y su ministro de la guerra, Enrique Gutiérrez, detentaban ellos solos la participación hondureña.
A la fundación de la Rosario Mining la antecede la emisión del "primer código de minería en la historia del país, que sale a luz el 27 de agosto de 1879…"38
No es raro entonces que, dada la necesidad de capital para desarrollar el país, la Rosario Mining Company y las otras compañías gocen de exenciones a todos los niveles y que luego La Rosario se convierta en uno de los emporios de capital más fuertes del país. Pero la actividad minera en Honduras será limitada y los discursos de los reformistas que promovían al país como el Klondike de Centroamérica serán papel mojado al respecto de la producción minera. Así, la Rosario Mining absorbe casi todas las pequeñas explotaciones del país y se convertirá en un verdadero monopolio, pues la explotación minera en Honduras, por exclusividad, le correspondió a la Rosario hasta finales de siglo XX.
34Ver: J. S. Barahona, Sánchez e Izaguirre, óp.cit.
35Las instalaciones procesadores de café del Sr. Abel Valladares en El Paraíso, El Paraíso, fueron propiedad de la casa Uler hasta antes que Honduras expropiase los bienes de alemanes durante la segunda guerra mundial. Es también el caso de las propiedades de las Familias Brook-Lardizabal y Martínez-Valladares en el mismo municipio que también pertenecían a firmas alemanas.
36Cardoso y Pérez B., óp.cit., págs. 289,291.
37Toledo, Sipes y Hotchkiss, óp.cit.
38C. D. C. H. – Ramón Castro, óp.cit., pág. 2.
Aunque Soto intentó la consolidación de la minería como soporte de la economía nacional, al igual que propuso al café como el cultivo único y salvador de la economía, la política concesionaría del Estado condujo a que inversionistas de todas las nacionalidades, pero principalmente norteamericanos, buscaran y lograran enriquecerse a costa del Estado hondureño y de la ingenuidad de los conductores de éste.
En materia de inversión de capital, no importó que partido gobernara, pues tanto unos liberales como los otros estaban de acuerdo en la necesidad de la inversión de capital extranjero para desarrollar el país. Un ejemplo revelador de la inversión de capital extranjero y su influencia sobre la política nacional lo constituye el relacionado con la figura de Washington
S. Valentine. Este personaje era hijo de un mercader neoyorkino, y en 1880, tras la fundación de la New York and Honduras Rosario Mining Co., vino a Honduras para encargarse de la administración de la nueva adquisición de su familia. Bajo su administración, la Rosario Mining se desarrolló en una empresa lucrativa.39
Valentine, durante su estadía en Honduras, supo ganarse la voluntad de los presidentes, principalmente de Marco Aurelio Soto y Luis Bográn. A partir de favores personales, estos presidentes supieron retribuirle de buena forma.
Así, por ejemplo, "…la batalla por la tierra particularmente árdua que irrumpió en 1888 ilustra hasta que grado Valentine se había introducido en la fabricación de las políticas hondureñas. La Rosario Mining Co. había recibido una concesión de tierra para construir un nuevo molino para procesar minerales. Valentine intentó expulsar a tres viejos residentes de sus casas ubicadas dentro de los límites de la concesión. Los amenazados dueños de casas lo llevaron a juicio y, sorprendente- mente, la corte de primera instancia, la corte de apelaciones y la corte suprema de justicia fallaron en contra de Valentine y la Rosario. Momentáneamente desconcertado por esta muestra inhabitual de independencia judicial, Valentine llamó al presidente Bográn. Bográn revirtió complacientemente la decisión de la corte suprema, dándole a Valentine lo que quería. Un editorial oficial en el periódico gubernamental dice que: "los derechos de los dueños de minas no pueden y no deben estar subordinados al dilatorio y excesivamente riguroso formalismo de…los procedimientos de la corte."40"
39Tomado de la traducción libre de Kenneth Finney. "Our man in Honduras: Washington S. Valentine". En:
Dependency Unbends: Case Studies in Inter – American Relations XVII (junio de 1978), págs. 13-20, pág. 13.
Esta amistad personal entre Valentine y los presidentes de Honduras, más el agravio por parte de estos últimos a los intereses de los hondureños, lleva a pensar que Valentine pudo haber tenido participación en los movimientos Políticos entre de 1887 41 y 1894. La afirmación se hace debido a que Valentine
"…en 1893 utilizó toda su influencia para tomar en arriendo de un corto trecho… de línea férrea ya construida desde Puerto Cortés…hacia tierra dentro (el gobierno accedió, pero D.I.) desdichadamente, el golpe de los autoproclamados liberales, en 1894, destruyó las ventajas de inserción de Valentine. A pesar de todo, a causa de su prominente posición como gerente de la compañía minera más importante del país, el nuevo régimen le permitió seguir operando el ferrocarril. Pero los liberales insistieron en que hiciera realidad el viejo sueño de un ferrocarril de costa a costa…"42 una propuesta aceptada y burlada de nuevo.
Al respecto, el periódico "El Observador", de Tegucigalpa, en 1911, (citando artículos del periódico guatemalteco "La República" de diciembre de 1897 y enero de 1898), apunta que:
Es bochornosa la negociación que en 1897 el gobierno de Honduras establece con "… un sindicato de gente opulenta, residente en los Estados Unidos, que codicia las cerranillas llenas de minerales, las tierras feraces y los bosques hermosos poblados de caoba, roble, palo de rosa… ha comprado al Estado hasta donde este sea compatible con las leyes internacionales… El hombre que concibió esta idea de comprar el país, que organizó este sindicato y que ha logrado su fin después de varios años de astuto trabajo diplomático, es Washington S. Valentine, de la casa de corredores W.S.Valentine y Co. El señor Valentine ha tenido desde hace muchos años conocimientos de los ricos recursos del país y de la falta de iniciativa de los hondureños para su desarrollo. Se convenció que podía lograr fortuna…Gran número de hijos de Honduras se asociaron para protestar contra los contratos que, generosos en extremo, al señor Policarpo Bonilla 43 tocó la suerte de acor- dar la aprobación de la contrata de 1897… que excluye toda la idea de prevención contra el sindicato y el señor Valentine…"44
40Ibíd., pág. 14.
41El articulo de Kenneth Finney. "Rosario and the Election of 1887: The Political Economy of Mining in Honduras". En: The Hispanic American Historical Review 59.1 (1979), págs. 81-107. sugiere, aunque su autor lo niega, una influencia determinante en el triunfo de Luis Bográn en 1897; Los favores recibidos por el Gral. Bográn serán retribuidos con el decreto en que atribuye a las compañías mineras derecho igual derecho de usufructo tanto del suelo y como del subsuelo
42Íd., "Our man in Honduras: Washington S. Valentine", pág. 14.
Habiéndose fijado la idea de lograr tener un monopolio bananero minero y ferrocarrilero, Valentine "…no renunció a su sueño…sólo cambió de tácticas. De allí…recurrió a amenazas diplomáticas y legales. Una vez regresó a Honduras a bordo de una fragata norteamericana, para aparentar que hablaba en nombre del departamento de Estado de los Estados Unidos. To- mando ventaja de su distorsión, intentó intimidar a Honduras con amenazas de intervención extranjera si no le daban "derecho claro" sobre el ferrocarril…"45
De nada sirvieron las protestas y, en el año de 1902, el sindicato pide una prórroga de la contrata original que estipulaba la reconstrucción del Ferrocarril Nacional y la construcción del interoceánico a cambio de la explotación maderera y minera del litoral atlántico de Honduras. Sin embargo, pese al atraso de la ejecución del mencionado proyecto, la prórroga es efectiva, aun reconociendo, de parte del gobierno, las fallas del arreglo. Así, " El siete de marzo de 1902 se prorroga la contrata… la dicha prórroga fue efectiva y durante ella no se adelantó un paso, ni en la reconstrucción del Ferrocarril Nacional ni en la construcción de la línea interoceánica y menos en la de los puentes sobre el Ulúa y el Chamelecón…"46
Estos sucesos de contratas no cumplidas y de saqueo de los recursos naturales de Honduras serán, creo, el precedente inmediato y el ejemplo que las empresas norteamericanas tomarán y copiarán al carbón, habiendo llegado a la conclusión de que en Honduras se puede hacer todo si se es amigo del Señor Presidente.
43Es de hacer notar que, en contra de la actitud que Policarpo Bonilla toma respecto al ferrocarril interoceánico en 1897, se suscita la voz de protesta de algunos hondureños, entre los que figuran algunos que posteriormente serán avales para la entrega del citado ferrocarril y la deuda que el conlleva a otros inversionistas extranjeros
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