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Impresiones económicas:

Enviado por Ricardo Lomoro


     

    ….."Quién os llamó a este país extraño, para desvastar sus campos cultivados con esmero, para arrojarnos de nuestros lares patrios, y para lanzar la tea incendiaria de la guerra en el santuario de pacificas ciudades"

    Schiller, La Doncella de Orléans

     

    El Preguntero:

    Hemos llegado a uno de los capítulos "clave", donde el contraste teórico es máximo.

    El cuando del proteccionismo. Los riesgos del monopolio. El sistema aduanero. La inevitabilidad de la planificación. La intervención económica y el totalitarismo.

    Vuestros fantasmas y vuestras espadas están prestas a un duelo que deseo provechoso y excitante. Los convoco a quebrar mitos y mentiras, a no respetar a los triunfadores de siempre.

    Antes permítanme introducir el tema. Como decía en el capitulo anterior nos enfrentamos –los individuos de a pie– a una situación en que las inquietudes dominan a las ilusiones, muchos nos sentimos víctimas colaterales de batallas económicas que nos dejan sin consuelo ni enseñanza. Somos retazos o inválidos económicos? Estamos condenados al paro y a la precariedad permanente? La indivisible república de comerciantes nos ofrece una prosperidad general o una continua decadencia?

    La única opción es mas paro o menos salario? La única economía por venir es la especulativa?

    La liberación del comercio, el comercio sin normas, el modelo global, la mundialización, la deflación competitiva –a titulo individual– nos llenan de inseguridad. Tenemos temor a un mañana incierto.

    Mientras el mercado y solo el mercado manda, nos enfrentamos a la crisis del estado providencia, a la crisis del trabajo y a la crisis del sujeto. A medida que flaquea el apoyo de las instituciones de encuadramiento y a las normas sociales de conducta, brota una angustia tan difusa como apremiante. Incapaces de analizar claramente sus mecanismos, polarizamos nuestras actitudes sobre las formas mas elementales de tranquilidad: la del retorno del gendarme y la de la respuesta "para–religiosa", con el fenómeno de las sectas.

    Seremos resignados "números" del ejercito laboral de reserva, sin participación política?

    La dualización nos deja fuera del bienestar, nos deja fuera del futuro.

    Como votaran los perdedores? Cuanto se demorara la rebelión?

     

    Friedrich List:

    El grado de apertura comercial depende de la etapa de desarrollo. Así el libre cambio puede ser conveniente tanto para países muy atrasados, diríamos ahora, exportadores de materias primas, al igual que para un país que, como Inglaterra –en su momento– y Estados Unidos –actualmente–, ha alcanzado ya la madurez industrial. Sin embargo recomiendo el proteccionismo para los países que tienen condiciones para industrializarse (entre ellos, los que pudieran llamarse, ahora, países "emergentes").

    Oportunamente escribí: "Como los norteamericanos….nunca desearían cambiar su independencia nacional y su poder por una ley general de naciones (el libre cambio)….sustentado en el poderío ingles".

    Sigue valiendo para los países que arriesgan su independencia y poder nacional ante el "dictado" del libre cambio que beneficia al "dominante" de turno.

    El proteccionismo a la industria es un medio y no un fin. Al principio, para un país atrasado debe prevalecer el libre cambio; el proteccionismo debe darse cuando existen condiciones suficientes para la industrialización; cuando la economía esta madura, ya no se requiere.

    El sistema aduanero no es como se pretende, un arbitrio mental, sino una natural consecuencia de la aspiración de las naciones a encontrar garantías de permanencia y prosperidad, o a lograr un dominio eminente.

    Este empeño es, sin embargo, algo legitimo y racional si la nación que a el recurre se ve estimulada y no obstaculizada en su desarrollo económico, y si tal tendencia no es hostil a la finalidad mas alta de la humanidad, la confederación universal del futuro.

    Recordemos –por un momento– lo dicho en 1841:

    "El funcionario mas inexperto, cuyos cuadernos cosmopolitas mantenían fresca la tinta de sus apuntes, creía necesario perfilar un gesto de desprecio en cuanto un consejero experto o negociante capaz y observador hablaba de los aranceles proteccionistas.

    La transición de los pueblos agrícolas a la etapa de las naciones agrícolas, manufactureras y comerciales, solo podría tener lugar en régimen de trafico libre en el caso de que todas las naciones llamadas a desplegar una actividad manufacturera registraran al mismo tiempo el mismo proceso de formación; si las naciones no se pusieran unas a otras obstáculos en su desarrollo económico; si la guerra y los sistemas aduaneros no perturbaran su progreso.

    Pero como las distintas naciones, favorecidas por circunstancias especiales, logran ventajas en sus manufacturas, en el comercio y en la navegación con respecto a otras; como dichas naciones advirtieron desde muy pronto que esta excelencia era el medio mas eficaz para proseguir y asegurar su predominio político sobre otras naciones, se han puesto en juego instituciones que fueron y son adecuadas para lograr un monopolio manufacturero y mercantil, deteniendo en su progreso a otras naciones menos adelantadas.

    El conjunto de estas instituciones (prohibiciones de importación, aranceles de importación, limitaciones a la navegación, primas a la exportación etc.), es lo que se denomina sistema aduanero.

    Obligados por los progresos anteriores de otras naciones, por los sistemas aduaneros de otros pueblos y por la guerra, algunas naciones menos adelantadas se han visto obligadas a buscar los medios para llevar a cabo la transición del estado agrícola al manufacturero, limitando mediante un sistema aduanero propio, el comercio con otras naciones mas adelantadas y animadas por un afán de monopolio manufacturero que aquellas consideran perjudicial.

    Aunque el arancel protector encarece por algún tiempo los artículos industriales de un país, garantiza en el futuro precios mas baratos, a causa de la competencia externa.

    La perdida que para la nación resulta como consecuencia del arancel protector, consiste solo en valores; en cambio, gana energías, mediante las cuales queda situada para siempre en disposición de producir incalculables sumas de valores. El gasto de valores debe considerarse solamente como el precio de la educación industrial de la nación.

    Un adecuado sistema protector no otorga a los industriales del país monopolio alguno, sino solo una garantía contra las perdidas de aquellos individuos que dedican sus capitales, talentos y energías a industrias aun desconocidas.

    No otorga ningún monopolio porque aparece la competencia nacional en lugar de la extranjera, y porque cualquier miembro de la nación tiene derecho a participar en las primas ofrecidas por la nación a los individuos.

    Solo otorga un monopolio a los ciudadanos de la propia nación contra los súbditos de naciones extranjeras, que a su vez poseen para si un monopolio análogo.

    Ahora bien, este monopolio es provechoso, no solo porque despierta las energías productivas aletargadas e inactivas, sino también porque atrae al país energías productivas exóticas (capitales materiales e intelectuales, empresarios, técnicos y obreros).

    Frente a esto, en cualquier nación de vieja cultura cuyas fuerzas no pueden ser estimuladas de modo notorio por la explotación de materias primas y artículos agrícolas y por la importación de manufacturas extranjeras, el estancamiento de la energía industrial trae consigo grandes y variados perjuicios.

    La historia ofrece ejemplos de naciones que han sucumbido porque no supieron resolver a tiempo la gran misión de asegurar su independencia intelectual, económica y política, estableciendo manufacturas propias y un vigoroso estamento industrial y mercantil.

    (Las aduanas como factor principal para el establecimiento y protección de la energía manufacturera interna) Solo vamos a ocuparnos de la legislación aduanera como medio para la educación industrial.

    Conforme a nuestro sistema, solo excepcionalmente puede hablarse de prohibiciones de exportación y aranceles de exportación –en todas partes la importación de productos extractivos solo debe gravarse con aranceles fiscales, pero nunca para proteger la producción agrícola nacional–; en los estados manufactureros, solo pueden establecerse aranceles fiscales sobre los productos suntuarios oriundos de la zona cálida; los de escasa población o limitado territorio, los insuficientemente poblados, aquellos que en la civilización y en sus instituciones sociales y políticas se encuentran aun muy rezagados, solo deben gravar con aranceles muy bajos los artículos manufacturados que se importan en ellos.

    Los aranceles fiscales de todo genero deberían ser, en todas partes tan moderados, que no afectaran sustancialmente la importación y el consumo, porque en este caso no solo se debilita la energía productiva interna, sino también la finalidad fiscal.

    Las medidas protectoras únicamente pueden justificarse cuando se persigue el fomento y protección de la energía manufacturera nacional, y solo en aquellas naciones que, contando con un territorio extenso y bien articulado, una gran población, la posesión de fuentes auxiliares naturales, una agricultura muy adelantada, un elevado grado de civilización y cultura política, están llamadas a mantenerse a igual nivel que las primeras naciones agrícolas–manufactureras–comerciales, y las máximas potencias marítimas y terrestres.

    La protección se otorga bien mediante la prohibición absoluta de ciertos artículos manufacturados, o mediante aduanas elevadas que equivalen a una prohibición, o por medio de moderados aranceles sobre la importacion. Ninguna de estas modalidades protectoras es excelente o reprobable en terminos absolutos; de las especiales circunstancias de la nación y del estado de su industria depende de cual de esas formas sea la mas adecuada.

    Los aranceles solo deben aumentar proporcionalmente a como crecen o afluyen desde fuera los capitales, la destreza industrial y el espiritu de empresa; proporcionalmente a como la nación misma se halla en disposicion de elaborar sus excedentes, que antes exportaba, de materias primas y productos extractivos. Es, en cambio, de especial utilidad que determine de antemano la escala de los crecientes aranceles de importacion, para que se ofrezcan primas seguras a los capitalistas, tecnicos y obreros que se forman en la nación o que pueden ser traidos del exterior. Es indispensable mantener de modo inquebrantable estos tipos de arancelarios, sin disminuirlos antes de tiempo, puesto que el temor al quebrantamiento de una promesa anularia en gran parte el efecto de esa concesion de primas.

    En terminos generales cabria admitir que cuando no puede prosperar una industria con una proteccion inicial de 40 a 60 por ciento, y no logra sostenerse a pesar de la proteccion continuada de 20 a 30 por ciento carece de las condiciones fundamentales propias de la energia manufacturera.

    Los aranceles de retorno interesan solamente, de acuerdo con nuestro sistema, cuando los semi–fabricados que todavia se introducen desde el extranjero, como, por ejemplo, el hilo de algodon, tienen que estar sometidos a un elevado arancel protector, con objeto de hacer posible, poco a poco, al país, la produccion propia de los mismos.

    Las primas son reprobables como recurso permanente para sostener la exportacion y competencia de las fabricas nacionales con las fabricas de naciones mas adelantadas, en los mercados de terceras naciones; pero todavia resultan mas reprobables como medio para conquistar los mercados manufactureros de aquellas naciones que han hecho ya notables progresos industriales.

    (Las aduanas y la escuela dominante) La escuela dominante no distingue en orden a la eficacia de las medidas protectoras, entre la produccion extractiva y la produccion manufacturera; de la circunstancia de que estas medidas solo pueden ser perjudiciales para la produccion extractiva, pretende sacar la conclusion de que tiene que ocurrir lo mismo con la produccion manufacturera.

    La escuela no distingue, en orden al establecimiento de una energia manufacturera, entre las naciones sin vocacion propia, y aquellas que estan llamadas a ello por la naturaleza de sus territorios, por el perfeccionamiento de la agricultura, por la civilizacion y por el derecho que tienen a garantizar su prosperidad futura, su continuidad y su potencia.

    La escuela ignora que en un regimen de competencia completamente libre con naciones manufactureras muy adelantadas, una nación que se halla en un nivel mas bajo, aunque tiene ante si un porvenir risueño, sin medidas protectoras nunca podra desarrollar por completo una energia manufacturera, ni llegar a la plena independencia nacional.

    No tiene en cuenta la influencia de la guerra sobre la necesidad de un sistema protector….

    Quiere presentar los beneficios del libre trafico interior como prueba de que las naciones solo pueden alcanzar la maxima prosperidad y poderio gracias a la libertad absoluta del trafico internacional, cuando, en realidad, la historia enseña en todas partes lo contrario.

    Pretende que las reglas protectoras otorgan a los fabricantes nacionales un monopolio y le inducen a la indolencia, mientras que la competencia interior espolea convenientemente el celo de los productores nacionales.

    Quiere hacernos creer que los aranceles protectores favorecen a los industriales a expensas de los agricultores, cuando es notorio que la energia manufacturera de la nación puede procurar a la agricultura nacional inmensas ventajas, frente a las cuales resultan insignificantes los sacrificios impuestos por el sistema protector.

    Por otro lado la escuela no reprueba toda clase de proteccion aduanera. Adam Smith permite en tres casos la proteccion especifica de la industria nacional: primero, como medida de retorsion, cuando una nación extranjera limita nuestras exportaciones….; en segundo lugar, para la defensa nacional,….; en tercer lugar, como medio de equiparacion, cuando los productos de los extranjeros esten menos gravados que los del país. Say reprueba esos tipos de proteccion, pero lo admite, en cambio, en un cuarto caso, especialmente cuando se espera que una rama industrial, despues de transcurridos unos pocos años, resulte tan lucrativa que ya no necesite proteccion.

    En cuanto a la tercera excepcion…. Si los gastos que gravan nuestra produccion pueden dar un motivo para obstaculizar con aranceles protectores los productos menos gravados del extranjero; por que razon los demas inconvenientes a que esta sujeta nuestra produccion manufacturera en comparacion con otros países, no podrian ofrecer un motivo para proteger la industria nacional contra una aplastante competencia del exterior?

    ….Hemos de referirnos….a los tratados mercantiles que contienen concesiones arancelarias de caracter reciproco. La escuela reprueba estos tratados como innecesarios y perjudiciales; en cambio a nosotros nos parecen el medio mas eficaz para atenuar paulatinamente las reciprocas limitaciones al comercio, para llevar las naciones, poco a poco, a un nivel de libre trafico mundial.

    De acuerdo con nuestras anteriores deducciones, la proteccion solo es llevadera para la prosperidad de la nación en cuanto corresponde al grado de cultura industrial del país –siendo, en cambio, perjudicial cualquier exageracion del sistema protector–; en efecto, las naciones solo paulatinamente pueden llegar a poseer una energia manufacturera completa.

    (Sobre la supremacia insular y la union mercantil alemana) Hubo un tiempo en que la venta de articulos manufacturados de Inglaterra a Alemania era diez veces mayor que la realizada a su preciadisimo imperio de las Indias Orientales; sin embargo, el insular que todo lo monopoliza, ni siquiera otorga a los pobres alemanes lo que concedia al sumiso hindu –la posibilidad de pagar en productos agricolas los articulos manufacturados que precisaban–. En vano se rebajaron los alemanes a la categoria de aguadores y leñadores de los britanicos; se les trataba peor aun que a un pueblo sojuzgado. Lo mismo las naciones que los individuos, en cuanto se dejan maltratar por uno, son objeto de la burla de todos y, por ultimo, el hazmereir de los niños.

    Para colmo de vergüenza, cien catedras enseñaron como las naciones solo pueden lograr la riqueza y poderio a base de una libertad general de comercio.

    Asi sucedio, y; que ocurre ahora? Alemania ha progresado en el curso de diez años en bienestar e industria, en sentido de nacionalidad y en energia nacional por un siglo entero. Y, cual fue la causa? Que cayeron las barreras que separaban unos alemanes de otros fue, ya, bueno y saludable; pero si la nación se hubiera limitado a tener paciencia, la industria del país hubiera continuado permaneciendo desamparada frente a la competencia extranjera. Fue principalmete la proteccion que el sistema arancelario de la Federacion otorgo a los articulos manufacturados de consumo general, lo que obro ese milagro.

    (Con referencia al arancel protector que en ese momento era de un 20 a un 60 por ciento) No es verdad, por consiguiente, lo que la escuela afirma; que el arancel protector encarece los articulos nacionales por el importe del arancel protector. Durante un buen tiempo puede dar lugar a encarecimiento, pero en una nación apta para la energia fabril, la proteccion pronto tiene que dar lugar a que los precios bajen, por efecto de la competencia nacional, mucho mas de lo que lo hubieran hecho en el caso de la importacion libre.

    …..En todas las ramas de la industria, en cuanto disfrutaron de proteccion, ha realizado Alemania incomparables progresos, particularmente en los articulos de lana y algodon de uso comun, cuya importacion de Inglaterra ha cesado por completo….. En la misma proporcion en que las fabricas alemanas han tomado posesion de su mercado interior ha aumentado tambien su exportacion de articulos manufacturados.

    "El sentido de la nación alemana se ha trasladado desde el sector de la esperanza y de la fantasia hasta el de los intereses positivos y materiales" (Bowring).

    …..Precisamente por ello se ha cesado en Alemania de estar pendiente de ensueños cosmopolitas –ahora se piensa por cuenta propia, se descansa en el propio juicio, en la propia experiencia, en la sana razon humana, mas que en los sistemas unilaterales contrarios a toda experiencia y se empieza a comprender por que Burke declaraba en confianza a Adam Smith que "Una nación no puede regirse por sistemas cosmopolitas, sino por el convencimiento profundamente arraigado de sus especiales intereses nacionales".

    "La Liga Comercial Alemana es una encarnacion de la idea de unidad nacional muy extendida en este país. Si la Liga esta bien dirigida, debe realizar la fusion de todos los intereses alemanes en una liga comun. La experiencia de sus bondades la ha hecho popular. Es el primer paso para la germanizacion del pueblo aleman. Mediante intereses comunes en cuestiones comerciales ha abierto paso a la nacionalidad politica, y en lugar de opiniones, prejuicios y costumbres, ha puesto un elemento mas amplio y fuerte de nacionalismo aleman" (Bowring).

    …..En nuestros dias las opiniones privadas de los "jefes de departamento", incluso en los estados no constitucionales, significan poco cuando estan en pugna con la opinion publica y los intereses materiales de la nación entera, y mas aun si implican retrocesos que ponen en peligro el conjunto de la nacionalidad.

    …..Como Alemania desde hace veinte años, ha emprendido la senda de su perfeccionamiento industrial y ha realizado, con ese objeto, imponderables sacrificios, denotaria una absoluta ceguera politica si ahora, Alemania, al quedar abolida la ley cerealista inglesa, renuncia a proseguir su gran desarrollo nacional. Incluso tenemos la firme conviccion de que en semejante caso Alemania deberia elevar sus aranceles proteccionistas en la misma proporcion en que las fabricas inglesas se hallan aventajadas, con respecto a Alemania, por la abolicion de la ley cerealista. Durante largo tiempo, Alemania no puede seguir frente a Inglaterra ninguna otra politica sino la de una nación manufacturera menos avanzada, que procura con toda energia elevarse al mismo nivel que esa otra nación manufacturera mas progresiva. Toda otra politica o norma envuelve un peligro para la nacionalidad alemana. Si los ingleses necesitan cereales o madera de otros países, pueden obtenerlos de Alemania o de donde quieran, pero no por ello dejara Alemania de proteger los progresos que en la industria ha realizado hasta ahora, y de estimular los futuros. Si los ingleses no quieren saber nada de los cereales y de la madera alemana tanto mejor. La industria, la navegacion, el comercio exterior de Alemania se levantaran mas rapidamente; el sistema de transportes de Alemania se perfeccionara con mayor rapidez; la nacionalidad alemana lograra adelantarse de modo mas seguro sobre su base natural.

    ….El instinto nacional ingles habla por boca de unos y actua por medio de otros. Quien podria reprocharlo? Pero confiar en que de tal origen pueden derivarse beneficios para Alemania, es rebasar la medida tolerable de la benevolencia nacional".

    Creo que esta suficientemente claro el sentido de mi defensa del proteccionismo.

    Puede que algunos sigan elaborando "espantapajaros" y haciendo del libre cambio un asunto de fe y razon.

    Parece increible que tan pocos hayan podido engañar a tantos durante tanto tiempo.

    El libre comercio es un sistema de libertad "vigilada" que facilita una estructura de oligopolio cerrado a nivel global. En nombre de la libertad se mata la competencia y se suprimen masivamente empleos. En nombre de la libertad hemos asistido a un formidable crecimiento de la internacionalizacion que ha llevado a una verdadera "financierizacion" de la economia, con riesgos reales de formacion de una economia de especulacion, centrada en el corto plazo, la desindustrializacion y la dualizacion.

    La era de la competencia lleva a las economias nacionales a trabajar como unidades a nivel mundial.

    La desregulacion, liberacion y privatizacion se han elevado a ideologia del programa neoliberal.

    Era de esperar, que un "comercio sin normas" llevara a una "competencia despiadada y sin final", que conduce a una perdida constante de puestos de trabajo, a una concentracion creciente de empresas multinacionales, a una perdida de poder de los gobiernos nacionales, y a un aumento de la desigualdad.

    Para buscar las "contradicciones" del libre cambio demos una lista de "beneficiados" y dejemos pendiente de respuesta –a cada lector en particular– sobre los "riesgos" del monopolio:

    –cada tres dias el volumen del neodinero que pasa por el lobulo de la red neural que es New York equivale a la produccion total, de todas las empresas norteamericanas y su fuerza laboral. Cada quincena, el volumen de la especulacion electronica que circula por Manhattan iguala al producto total del mundo.

    –las cifras de ventas de las 200 mayores empresas multinacionales equivale a una tercera parte del Producto Nacional Bruto mundial.

    –las empresas multinacionales controlan el 70% del comercio mundial.

    –las 350 empresas mas grandes del mundo acaparan el 40% del comercio mundial de mercancias.

    –las 500 empresas mas grandes controlan dos terceras partes del comercio mundial.

    –el intercambio cautivo entre grandes empresas multinacionales es el 40% del total.

    –el 20% mas rico de la poblacion mundial gana 60 veces mas que el 20% mas pobre.

    –358 multimillonarios son en conjunto tan ricos como 2500 millones de personas.

    –la quinta parte mas rica de Estados Unidos, Europa Occidental y Asia Central genera tres cuartas partes de la produccion mundial y el 80% del valor del comercio mundial.

    –el mercado de divisas movia, en 1998, en todo el mundo, mas de 2,5 billones de dolares por dia; miles de millones mas giran en los mercados de bonos y acciones.

    Su turno Profesor Hayek.

     

    Friedrich Hayek:

    List, usted es un "dialectico" florentino. Pero le voy a dar la replica en el terreno de lo individual, de lo personal. No es preliminar –ni fundamental– discutir sobre libertad economica, sino hacerlo sobre libertad para decidir. Los planificadores comienzan por "organizar" nuestra economia y terminan "organizando" nuestras vidas. Ahi esta el peligro. Ahi debemos centrar el debate. No se trata de discutir un porcentaje de arancel, ni tampoco si el proteccionismo ha lugar a mayores riesgos de oligopolio o monopolio que el mercado abierto. Antes deberiamos aclarar que libertad interesa y que democracia es posible.

    No interesa una democracia virtual, extrauterina; tampoco una libertad vigilada –usando sus palabras–; pero menos aun que el bienestar social o el bien comun lo resuelvan burocratas, tecnocratas o comedidos medio pensionistas.

    La democracia tiene suficientes medios de expresion –partidos politicos, asociaciones profesionales, medios de comunicacion, organizaciones no gubernamentales– como para interpretar y propender al bienestar general sin trabas, ni condicionamientos.

    Me permitire recordarle lo dicho en 1944:

    "(Sobre la "inevitabilidad" de la planificacion) Se cultiva deliberadamente el mito de que nos vemos embarcados en la nueva direccion, no por nuestra propia voluntad, sino por que los cambios tecnologicos, a los que no podemos dar vuelta ni siquiera evitar, han eliminado la competencia (en el caso de la planificacion). Rara vez se desarrolla con alguna amplitud este argumento; es una de esas afirmaciones que un escritor toma de otro hasta que por simple iteracion, llega a aceptarse como un hecho establecido. Y sin embargo esta desprovisto de fundamento.

    La tendencia hacia el monopolio y la planificacion no es el resultado de unos "hechos objetivos" fuera de nuestro dominio, sino el producto de opiniones alimentadas y propagadas durante medio siglo hasta que han terminado por dominar toda nuestra politica.

    De los diversos argumentos empleados para demostrar la inevitabilidad de la planificacion, el que con mas frecuencia se oye es que los cambios tecnologicos han hecho imposible la competencia en un mundo constantemente creciente de sectores, y que la unica eleccion que nos queda es: o que los monopolios privados dominen la produccion, o que la dirija el estado.

    …..Lo importante es saber si este proceso es una consecuencia necesaria del progreso de la tecnologia, o si se trata simplemente del resultado de la politica seguida en casi todos los países. Veremos ahora que la historia efectiva de esta evolucion sugiere con fuerza lo ultimo.

    La causa tecnologica alegada para el conocimiento del monopolio es la superioridad de la gran empresa sobre la pequeña debido a la mayor eficiencia de los metodos modernos de produccion en masa. Los metodos modernos, se asegura, han creado, en la mayoria de las industrias condiciones por las cuales la produccion de la gran empresa puede aumentarse con costes unitarios decrecientes, y el resultado es que las grandes empresas estan superando y expulsando de todas partes a las pequeñas; este proceso seguira hasta que en cada industria solo quede una, o, a lo mas, unas cuantas empresas gigantes.

    Parrafo de un dictamen del Temporary National Economic Committe sobre concentracion del poder economico (1941): ….."Tengase ademas presente que el monopolio es, con frecuencia, el producto de factores que no son el menor coste de una mayor dimension. Se llega a el mediante confabulaciones, y lo fomenta la politica oficial. Si estas colusiones se invalidan y esta politica se invierte, las condiciones de la competencia pueden ser restauradas".

    Una investigacion de las condiciones en la Gran Bretaña conduciria a resultados muy semejantes. Todo el que ha observado como los aspirantes o monopolistas solicitan regularmente, y obtienen muchas veces, la asistencia de los poderes del estado para hacer efectivo su dominio, apenas dudara que no hay nada inevitable en este proceso.

    Confirma energicamente esta conclusion el orden historico en que se ha manifestado en diferentes países el ocaso de la competencia y el crecimiento del monopolio. Si hubieran sido el resultado del desarrollo tecnologico o un necesario producto de la evolucion del "capitalismo" podriamos esperar que apareciesen, primero, en los países de sistema economico mas avanzado. De hecho, aparecieron en primer lugar durante el ultimo tercio del siglo XIX en los que eran entonces países industriales comparativamente jovenes: Estados Unidos y Alemania. En esta ultima, especialmente, que llego a considerarse como un país modelo de la evolucion necesaria del capitalismo, el crecimiento de los carteles y sindicatos ha sido sistematicamente muy alimentado desde 1878 por una deliberada politica. No solo el instrumento de la proteccion, sino incitaciones directas y, al final, la coaccion, emplearon los gobiernos para favorecer la creacion de monopolios con miras a la regulacion de los precios y las ventas. Fue alli donde, con la ayuda del estado, el primer gran experimento de "planificacion cientifica" y "organizacion explicita de la industria" condujo a la creacion de monopolios gigantescos que se tuvieron por desarrollos inevitables cincuenta años antes de hacerse lo mismo en Gran Bretaña.

    Que poco habia de inevitable en todo esto, y hasta que punto es el resultado de una politica preconcebida, se pone de manifiesto cuando consideramos la situacion britanica hasta 1931 y la evolucion a partir de aquel año, cuando Gran Bretaña se embarco tambien en una politica de proteccionismo general. Solo a partir de la transicion al proteccionismo y el cambio general en la politica economica britanica que le acompaño, ha avanzado con una velocidad sorprendente el crecimiento de los monopolios, que ha transformado la industria britanica en una medida que, sin embargo, el publico apenas ha advertido.

    La verdadera reaccion entre teoria y practica se aclara, sin embargo, en cuanto contemplamos el prototipo de la evolucion: Alemania. No puede dudarse que alli la supresion de la competencia fue cuestion de una politica preconcebida, que se emprendio en servicio del ideal que ahora llamamos planificacion.

    La historia de los ultimos sesenta u ochenta años es ilustracion perfecta de una verdad: que en la evolucion social nada es inevitable, a no ser que resulte asi por asi creerlo.

    La ilusion del especialista, de lograr en una sociedad planificada mayor atencion para los objetivos que le son mas queridos, es un fenomeno mas general de lo que la palabra especialista sugiere en un principio…. Las esperanzas que en la planificacion ponen, no son, sin embargo, el resultado de una gran exageracion de la importancia de los fines que ellos colocan en primer lugar….. Los hombres mas ansiosos de planificar la sociedad serian los mas peligrosos si se les permitiese actuar, y los mas intolerantes con los demas. Del virtuoso defensor de un solo ideal al fanatico, con frecuencia no hay mas que un paso. Aunque es el resentimiento del especialista frustrado lo que da a las demandas de planificacion su mas fuerte impetu, dificilmente habria un mundo mas insoportable –y mas irracional– que aquel en el que se permitiera a los mas eminentes especialistas de cada campo proceder sin trabas a la realizacion de sus ideales.

    (Sobre la intervencion economica y el totalitarismo) Los valores economicos son menos importantes para nosotros que muchas otras cosas, precisamente porque en las cuestiones economicas tenemos libertad para decidir que es para nosotros lo mas y que lo menos importante. O, como tambien podemos decir, porque en la sociedad actual somos nosotros quienes tenemos que resolver los problemas economicos de nuestras vidas. Estar sometidos a control en nuestra actividad economica significa estar siempre controlados si no declaramos nuestro objetivo particular. Pero como, al declararlo, este tiene que someterse tambien a aprobacion, en realidad estamos intervenidos en todo.

    La cuestion que plantea la planificacion economica no consiste, pues, solamente en si podremos satisfacer en la forma pretendida por nosotros lo que consideramos nuestras mas o menos importantes necesidades. Esta en si seremos nosotros quienes decidamos acerca de lo que es mas y lo que es menos importante para nosotros mismos, o si ello sera decidido por el planificador. La planificacion economica no afectaria solo a aquellas de nuestras necesidades marginales que tenemos en la mente cuando hablamos con desprecio de lo simplemente economico. Significaria de hecho que, como individuos, no nos estaria ya permitido decidir que es lo que consideramos como marginal.

    La autoridad directora de toda la actividad economica intervendria no solo la parte de nuestras vidas que afecta a las cosas inferiores: intervendria en la asignacion de los medios limitados con que contamos para todas nuestras finalidades. Y quien controla toda la vida economica, controla los medios para todos nuestros fines y, por consiguiente, decide cuales de estos han de ser satisfechos y cuales no. Esta es realmente la cuestion crucial. El control economico no es solo intervencion de un sector de la vida humana que puede separarse del resto; es el control de los medios que sirven a todos nuestros fines, y quien tenga la intervencion total de los medios determinara tambien a que fines se destinaran, que valores seran calificados como mas altos y cuales como mas bajos, en resumen, que deberan amar y procurarse los hombres.

    La planificacion central significa que el problema economico ha de ser resuelto por la comunidad y no por el individuo; pero esto implica que tiene que ser tambien la comunidad, o, mejor dicho, sus representantes, quienes decidan acerca de la importancia relativa de las diversas necesidades.

    En ninguna parte se ilustra mejor que en el ambito del cambio exterior la extension de la intervencion sobre la vida entera que confiere el control economico. A primera vista, nada parece afectar menos a la vida privada que la intervencion oficial de las operaciones sobre el cambio exterior, y la mayoria de la gente consideraria su introduccion con completa indiferencia. Y, sin embargo, la experiencia de la mayoria de los países continentales ha hecho que la gente reflexiva considere este paso como un avance decisivo en el camino del totalitarismo y de la supresion de la libertad. Es, en efecto, la entrega completa del individuo a la tirania del estado, la supresion final de todos los medios de escape; no solo para el rico, sino para todos.

    La fuente de su poder sobre todo el consumo, que en una sociedad planificada poseeria la autoridad, radica en su control sobre la produccion.

    Nuestra libertad de eleccion en una sociedad en regimen de competencia se funda en que, si una persona rehusa la satisfaccion de nuestros deseos, podemos volvernos a otra. Pero si nos enfrentamos a un monopolista, estamos a merced suya. Y una autoridad que dirigiese todo el sistema seria el mas poderoso monopolista concebible.

    El poder conferido por el control de la produccion y los precios es casi ilimitado…. En una economia dirigida, donde la autoridad vigila los fines pretendidos, es seguro que esta usaria sus poderes para fomentar algunos fines y para evitar la realizacion de otros. No nuestra opinion acerca de lo que nos debe agradar o desagradar, sino la de alguna otra persona, determinaria lo que hiciesemos.

    La voluntad oficial conformaria y "guiaria" nuestras vidas diarias, no solo en nuestra capacidad de consumidores y aun ni siquiera en cuanto tales. Lo haria mucho mas en cuanto a nuestra situacion como productores. Estos dos aspectos de nuestra vida no pueden separarse; y como para la mayoria de nosotros el tiempo que dedicamos a nuestro trabajo es una gran parte de nuestra vida entera, y nuestro empleo tambien determina comunmente el lugar donde vivimos y la gente entre quien vivimos, cierta libertad de eleccion de nuestro trabajo es, probablemente, de mucha mayor importancia para nuestra felicidad que la libertad para gastar durante las horas de ocio nuestros ingresos.

    Aunque el fin declarado de la planificacion fuese que el hombre deje de ser un simple medio, de hecho –como seria imposible tener en cuenta en el plan todas las preferencias y aversiones individuales– el individuo llegaria a ser mas que nunca un simple medio, utilizado por la autoridad en servicio de abstracciones tales como el "bienestar social" o el "bien comun".

    Un hecho cuya importancia dificilmente puede exagerarse es que en una sociedad en regimen de competencia la mayoria de las cosas pueden obtenerse por un precio; aunque a menudo sea un precio cruelmente alto el que deba pagarse. La alternativa no es, sin embargo, la libertad completa de eleccion, sino ordenes y prohibiciones que deben obedecerse y, en ultimo extremo, el favor de los poderosos.

    Es indiscutible que si deseamos asegurar una distribucion de la riqueza que se ajuste a algun patron previamente establecido, si deseamos decidir expresamente que ha de poseer cada cual, tenemos que planificar el sistema economico entero. Pero queda por averiguar si el precio que habriamos de pagar por la realizacion del ideal de justicia de alguien no traeria mas opresion y descontento que el que jamas causo el tan calumniado libre juego de las fuerzas economicas.

    …..Aparte de las influencias intelectuales, el impulso del movimiento hacia el totalitarismo proviene principalmente de los dos grandes grupos de interes: el capital organizado y el trabajo organizado. Probablemente, la mayor amenaza de todas esta en el hecho de apuntar en la misma direccion la politica de estos dos grupos, los mas poderosos.

    Lo hacen a traves de su comun y a menudo concertado apoyo a la organizacion monopolistica de la industria, y esta tendencia es el mayor peligro inmediato. Si bien es cierto que no hay razon para creer que este movimiento sea inevitable, apenas pude dudarse que, si continuamos por el camino que hemos venido pisando, acabaremos en el totalitarismo.

    Este movimiento, por lo demas esta deliberadamente planeado, sobre todo por las organizadores capitalistas de monopolios, que son, por ello, una de las principales fuentes de este peligro. Su responsabilidad no se reduce por el hecho de no ser su objetivo un sistema totalitario, sino mas bien una especie de sociedad corporativa, donde las industrias organizadas aparecerian como "estamentos" semi–dependientes y autonomos.

    …..Un estado que consienta el desarrollo de tan enormes agregaciones de poder no puede soportar que este poder quede enteramente bajo el dominio privado.

    Hay serias razones para dudar si, aun en los casos en que el monopolio es inevitable, el mejor camino para dominarlo consiste en ponerlo en manos del estado. Si solo fuera cuestion de una industria, podria ser asi. Pero cuando se trata de numerosas industrias monopolisticas diversas, mucho puede decirse en favor de dejarlas en diferentes manos particulares antes que combinarlas bajo el control unico del estado.

    Un estado que se enredase por completo en la direccion de empresas monopolisticas poseeria un poder aplastante sobre el individuo, pero, sin embargo, seria un estado debil en cuanto a su libertad para formular una politica. El mecanismo de monopolio se identifica con el mecanismo del estado, y el propio estado se identifica mas y mas con los intereses de quienes manejan las cosas y menos con los del pueblo en general.

    Lo probable es que, alli donde el monopolio sea realmente inevitable, un fuerte control del estado sobre los monopolios privados, metodo que solian preferir los americanos, ofrezca mas probabilidades de resultados satisfactorios, si es mantenido con continuidad, que la gestion directa por el estado.

    …..El monopolio ha llegado a ser el peligro que es, no por los esfuerzos de unos cuantos capitalistas interesados, sino por el apoyo que estos han obtenido de quienes recibieron participacion en sus ganancias y de aquellos otros, mucho mas numerosos, a quienes persuadieron de que ayudando al monopolio contribuian a la creacion de una sociedad mas justa y ordenada. El fatal punto critico en la evolucion moderna se produjo cuando el gran movimiento que solo podia servir a sus fines originarios luchando contra todo privilegio, el movimiento obrero, cayo bajo la influencia de las doctrinas contrarias a la libre competencia y se vio el mismo mezclado en las pugnas por los privilegios. El crecimiento reciente del monopolio es en gran parte el resultado de una deliberada colaboracion del capital organizado y el trabajo organizado, gracias a la cual los grupos obreros privilegiados participan de los beneficios del monopolio a expensas de la comunidad y particularmente a expensas de los mas pobres: los empleados en las industrias peor organizadas y los trabajadores en paro.

    Uno de los mas tristes espectaculos de nuestro tiempo es ver a un gran movimiento democratico favoreciendo una politica que tiene que conducir a la destruccion de la democracia y que, mientras tanto, solo puede beneficiar a una minoria de las masas que le secundan.

    Los dirigentes obreros que ahora anuncian con tanto ruido haber "acabado de una vez y para siempre con el absurdo sistema de la libre competencia", estan proclamando el ocaso de la libertad del individuo. No hay mas opciones que el orden gobernado por la disciplina impersonal del mercado o el dirigido por la voluntad de unos cuantos individuos; y los que se entregan a la destruccion del primero ayudan, lo quieran o no, a crear el segundo. Aunque algunos trabajadores quiza estarian mejor alimentados en aquel nuevo orden, y todos estarian, sin duda, mas uniformemente vestidos, cabe dudar que la mayoria de los trabajadores ingleses diera al cabo las gracias a sus dirigentes intelectuales por el regalo de una doctrina socialista que compromete su libertad personal.

    Para todo el que este familiarizado con la historia de los grandes países continentales en los ultimos veinticinco años, el estudio del reciente programa del Labour Party, empeñado en la creacion de una "sociedad planificada", es la mas desalentadora experiencia. A "todo intento de restaurar la Gran Bretaña tradicional" se opone un plan que, no solo en sus lineas generales, sino en los detalles, e incluso en el lenguaje, es indistinguible de los sueños socialistas que dominaron las discusiones alemanas de hace veinticinco años.

    Hace veinticinco años habia alguna excusa para mantener la candida creencia en "que una sociedad planificada puede ser una sociedad mucho mas libre que con el sistema de competencia basado en el laissez–faire, al que viene a reemplazar". Pero verla sostenida otra vez, despues de veinticinco años de experiencia y de la revision de las viejas creencias provocada por esta experiencia misma, en el momento en que estamos luchando contra los resultados de aquellas mismas doctrinas, es mas tragico de lo que puede expresarse con palabras".

    Respetando y aceptando la "temporalidad" de las medidas proteccionistas y sistema aduanero que usted propone, permitame contestarle que el riesgo que acarrea para la libertad del individuo, hace temer que la temporalidad se prolongue o perpetue peligrosamente.

    En anteriores capitulos, ya manifeste la tendencia de la intervencion economica a desembocar en el totalitarimo.

    Esa "sociedad planificada" de la cuna a la tumba, se parece mucho a la paz de los cementerios. Nada vive; nadie gana; nadie pierde; nada cambia.

    Estamos interesados en una vida ajena y distante, donde nada depende del esfuerzo personal; ni el premio, ni el castigo?

    Despues de dos o tres generaciones de "planificacion" quedara alguien capaz de "sobrevivir" en libertad. O solo podran gritar: "benditas las cadenas?

    Vuelvo a repetir, no se trata de abolir la proteccion arancelaria u otros reglamentos con igual fin, para todo tiempo y circunstancia, sino de valorar –seriamente– "quien a quien", sus costos y riesgos.

    Esa valoracion la deben hacer los ciudadanos, no los burocratas –que ya sabemos lo que piensan– ni los tecnocratas –mal que nos pese–, pues ya sabemos que luego no lo padecen.

    Seguramente, usted, puede decirme: Y estan preparados los ciudadanos para valorar tan compleja situacion y resolver con arreglo al bien comun?

    Pues de eso se trata, de prepararlos –mas educacion– y de darles la oportunidad de practicar –mas democracia– de debatir y de manifestarse –mas libertad–; en definitiva ….de dejarlos crecer.

     

    El Preguntero:

    Hay monopolios buenos y monopolios malos?

    Porque, si se aplican medidas proteccionistas se corre el riesgo de promover monopolios, supuestamente malos y si se deja actuar al mercado los monopolios –u oligopolios– que se desarrollan –como consta– son buenos o utiles a la competitividad?

     

    Friedrich List:

    Si, hay monopolios buenos. Son aquellos que se generan durante el proceso de desarrollo industrial de una nación. Son mas utiles y necesarios ese tipo de monopolios –u oligopolios– creados al amparo de un sistema protector para el crecimiento de las fuerzas o poderes productivos de la nación, que aquellos generados como consecuencia de absorciones y fusiones multinacionales como nos tienen acostumbrados la globalizacion economica y el libre cambio.

    Los primeros responden a un criterio de "reserva de mercado", temporal y contingente, hecha en razon del interes nacional.

    Los segundos solo responden al interes especulativo de sus accionistas, y gestores.

    Los primeros generan empleos; los segundos racionalizan y despiden personal.

    Los primeros tienen su centro de decision y beneficios en la nación; los segundos tienen su centro de decision y beneficios fuera de la nación.

     

    Friedrich Hayek:

    No, los monopolios son siempre malos. Perjudican al consumidor, afectan la productividad y la competitividad. Muy probablemente se genere una ineficiente aplicacion de recursos de la economia. Sirva para beneficiar a empresarios adeptos al regimen o como refugio de politicos y burocratas.

    Cuando se alcanza el –supuesto– desarrollo "planificado" de la industria, hemos visto que la privatizacion de estos oligopolios o monopolios –Rusia, Hispanoamerica, incluso Europa– se hace en general para privilegiar intereses facticos "cortesanos", conservando la estructura de mercado anterior. Se privatiza el monopolio, pero se lo mantiene. El monopolio no tiene justificacion, ni siquiera al amparo del interes nacional.

     

    El Preguntero:

    Como buscador de contradicciones, y haciendome eco del "grito de los excluidos", desearia preguntarles, si la participacion de los trabajadores en los incrementos de productividad y del crecimiento de los beneficios es mayor o menor en el caso del proteccionismo o del libre cambio. De la respuesta –que ustedes den– puede que aclaremos sobre la existencia de doctrinas economicas infalibles y doctrinas economicas imposibles.

     

    Friedrich List:

    El principal fracaso del neoliberalismo es el desempleo. No podemos aceptar que la competencia internacional y otras circunstancias economicas determinen un sendero necesario de reduccion de los niveles de bienestar general que ya se habian alcanzado a niveles inferiores de desarrollo tecnologico y de conocimiento y conciencia social.

    Cuanto tiempo podra mantenerse el sistema ante el aumento continuo del numero de desocupados y ante el estancamiento del nivel de vida de los que trabajan?

    Como dice Castoriadis: "Creo que vivimos la fase mas conformista de la historia moderna. Se afirma: cada individuo es "libre", pero, de hecho, todos reciben pasivamente el unico sentido que la institucion y el campo sociales le proponen y les imponen: el teleconsumo, hecho de consumo, de television, de consumo simulado via television".

    Estamos en situacion de libertad vigilada, democracia virtual y doctrinas economicas imposibles.

     

    Friedrich Hayek:

    Si el trabajo en Europa es un 50% mas caro que en America o Japon.

    El gasto publico tambien resulta mayor que en cualquier otra region industrializada del mundo.

    Los pagos a la seguridad social en Alemania, en 1990, fueron un 25% del PBI, un 15% en Estados Unidos y un 11% en Japon.

    Los impuestos de las empresas en Alemania exceden el 60%, en Estados Unidos el 45%.

    Cuando se suman todos los costos de mantener una adecuada red social, incluyendo costos de los impuestos, la seguridad social, la compensacion por desempleo y los seguros medicos, en total se situa alrededor de un 41% del PBI en Europa, frente al 30% en Estados Unidos y Japon.

    El trabajador medio aleman tiene una retribucion hora de aproximadamente 26,89 dolares (un 46% se destina a subsidios), en Italia el trabajador gana 21 dolares (la mayor parte de esta retribucion es bajo la forma de subsidio) y en Estados Unidos cuesta en promedio 15,89 dolares (de los que solo el 28% se destina a subsidios).

    En 1992 el trabajador aleman promedio trabajaba 1519 horas al año y tenia 40 dias de vacaciones pagadas , los trabajadores americanos 1857 horas al año (en promedio) y los japoneses 2007 horas al año.

    El atasco economico, el paro y la perdida de competitividad se las asignamos al "mercado" o a la "inexistencia del mercado", a la globalizacion o a la socializacion, a las doctrinas economicas "imposibles" o a las doctrinas economicas "infalibles"?

    Los europeos…..en el fondo tienen miedo que una Europa asentada unicamente sobre los derechos del hombre y del mercado realzara las potencialidades perversas del individualismo moderno: fragilidades del vinculo social, relajamiento de los valores comunes, mayor confiscacion de la democracia por los expertos de lo juridico en detrimento de lo politico y de una etica de la responsabilidad.

     

    Friedrich List:

    Un sistema de laissez–faire, por una parte, vastas concentraciones de riqueza heredada, y una clase desposeida, sin educacion, por otra. La mala distribucion sistematica de la riqueza constituye una burla al ideal de igualdad politica; es compatible, asimismo, con todo tipo de fallos del mercado: monopolizacion, degradacion medioambiental, y explotacion masiva de la ignorancia del consumidor. Ningun liberal sensible deberia estar satisfecho con esas injusticias manifiestas.

    "Se requeriran generaciones de esfuerzo movilizado –muchos mas nuevos comienzos– antes de que cualquier sociedad occidental empiece a aproximarse al ideal liberal de igualdad sin dominacion", dice Bruce Ackerman.

     

    Friedrich Hayek:

    Los subsidios a los grupos de interes….y el constante crecimiento de la parte del minimo socialmente garantizado que se exige al gobierno en forma de programas sociales generalizados: prestaciones sociales, indemnizaciones por desempleo, educacion publica, pensiones de jubilacion, servicios de salud, vivienda de proteccion oficial….al margen de tremendas dificultades financieras que ocasionan, son un reflejo de la aun problematica esquizofrenia que afecta la mente publica.

    En Alemania, por ejemplo, los costes de estos programas ya suponen casi el 33% del PNB. Para el año 2032, si se mantiene la tendencia actual, representaran casi el 50%. Esto precipitaria el desastre final.

     

    Friedrich List:

    Creo haberlo dicho antes –pero viene a cuento–, estimado Profesor Hayek, el libre mercado no existe. El libre comercio, solo lo practican los países pobres. Aquellos, a los que obligan los acreedores, los inversores, los organismos internacionales, y los países desarrollados.

    El doble discurso es la tecnica habitual. Paradojicamente mientras Europa Occidental privatizaba (1991) Estados Unidos nacionalizaba, por el derrumbe de gran parte de su sector bancario; el gobierno americano se vio obligado a absorber 200.000 millones de dolares de activos privados (estimados en 300.000 millones al final de la hemorragia). Y lo mismo volvio a hacer la Reserva Federal al quebrar el gran fondo de inversion, de los mayores bancos y especuladores (Long–term Capital Management), dirigido por gurus financieros y premios Nobel (?) en el ultimo –ultimo?– pinchazo del globo especulativo de Wall Street ante un tropiezo, en la cuesta abajo, de la mafia gobernante rusa (1998). Tampoco Japon hace ascos –con el beneplacito o induccion de la "comunidad internacional"(?)– a la hora de utilizar fondos publicos para socorrer a los bancos que primero causaron la gran burbuja especulativa inmobiliaria (privatizada) y luego fueron arratrados por la crisis (nacionalizada) (1997).

    Que precipitara el desastre final: la politica social?; o la especulacion financiera? La distribucion de la riqueza?; o la distribucion de la pobreza? El estado del bienestar o el estado del malestar?

    La pregunta fundamental es quien establece las normas y con que fin lo hace.

    Los acuerdos de libre comercio pueden ayudar sin duda alguna a los medios y fines de los poderosos, y no necesariamente a los intereses del ciudadano medio. Prueba de ello tenemos en lo que eufemisticamente se llamo la "Ronda del milenio", y que termino como el "rosario de la aurora". Volvere sobre este asunto.

     

    Friedrich Hayek:

    Le dejo un pensamiento de Guy Sorman –a modo de cierre de este capitulo, y apertura del proximo–: "El estado–nación, en su definicion geografica tradicional, comienza a aparecer como un sobre vacio".

     

    Friedrich List:

    Le voy a poner una carta en su "sobre vacio" –y mire usted por donde, es del Primer Ministro britanico (Tony Blair), a proposito de los embarazos de dos niñas de 12 años–:

    "Esta nación necesita encontrar una nueva meta moral para la generacion mas joven. La gente quiere vivir en una sociedad sin prejuicios, pero con reglas. El gobierno puede desempeñar un papel, pero los padres tambien deben representar el suyo. Tiene que haber una colaboracion entre el gobierno y el pueblo para establecer los cimientos de esa meta moral nacional".

    Puede usted cerrar el sobre vacio, Profesor Hayek!!.

     

    El Preguntero:

    Busquemos amparo en un poema de Jalil Gibran.

    De las leyes

    Y un jurisconsulto interrogo:

    – Que decis, maestro de nuestras leyes?

    Y tuvo por respuesta:

    – Os place dictar leyes y mas os deleitais en quebrantarlas, tal cual niños que, jugando con la arena cerca del oceano, levantan con paciencia y constancia alineadas torres, para destruirlas luego, entre risas bulliciosas, con un puntapie o un manotazo.

    Y, en tanto construis vuestras torres de arena, el oceano arrastra mas arena hacia la playa y, cuando la derrumbais, el oceano tambien rie con vosotros.

    Y, por cierto, el mar rie siempre con los inocentes!.

    Pero, que sera de aquellos para quienes la vida no es un oceano sino una roca, y las leyes hechas por los hombres no son torres de arena, sino un cincel con el cual ellos pueden grabar en ellas su propia imagen?

    Que del lisiado que odia al danzarin?

    Que del buey que ama su yugo y considera descarriados y vagabundos la anta y el venado de la selva?

    Que de la vieja serpiente que no puede quitarse la piel y llama a todas las demas descamisadas y sinvergüenzas?

    Y que del que temprano llega al banquete nupcial y, tras de comer y beber hasta el exceso, sale diciendo que todas las fiestas son violaciones y que todos los festejados son burladores de la ley?

    Que podre decir de todos estos sino que se hallan en un amanecer, pero desgraciadamente, de espalda al sol?

    Solo ven sus sombras y estas son sus leyes, porque, que es el sol para ellos sino un forjador de sombras?

    Y en que consiste su reconocimiento de las leyes, sino doblarse y trazar sus sombras sobre la tierra?

    Pero a vosotros, los que vais de cara al sol, que imagenes dibujadas en la tierra podrian deteneros?

    Y a vosotros, los que viajáis en el viento, que veleta señalara vuestro curso?, que ley humana os atacara si rompéis vuestro yugo, lejos de toda prisión?

    Que leyes temeréis si danzáis sin tropezar con las férreas cadenas del hombre?

    Y quien os arrastrara a juicio si os arrancias los vestidos para no dejarlos en sendero humano alguno?

    !Oh, gente de Orphalis!. Podéis poner a sordina el tambor y cortar las cuerdas a la lira, mas, quién podrá ordenar a la alondra que no cante?

    Ricardo Lomoro